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Disputas por el Territorio, Tensiones entre la Guerra y la Paz

Por: Yani Vallejo Duqu* Y Alfonso Insuasty Rodríguez**

América Latina en movimiento

En estos tiempos de Pandemia donde la estantería del capitalismo hace agua y la crisis que siempre estuvo ahí se agudiza, los pueblos de América Latina no dejan de moverse.

Y las consecuencias empiezan a notarse y sentirse en un paulatino reordenamiento de la balanza de poder en la región, develándose una vez más que, frente al Poder Popular no existe institución, por férrea que esta sea, que no pueda ceder y/o derrumbarse.

Se siente la vibración de los pasos del pueblo en las calles, fenómeno que parece propagarse más rápidamente que la propia pandemia:

Movilización y Referendo en Chile. A un año de las movilizaciones multitudinarias de Chile, detonadas, como gota que rebosó la tasa, por el incremento en los pasajes del metro del 3%, derivando en unas multitudinarias manifestaciones de estudiantes que recibieron como respuesta oficial una fuerte represión que hizo recordara el tiempo de la dictadura, abriendo la puerta a un estallido social que permitió que todo el pueblo se volcara a las calles con la consigna “No son 30 pesos, son 30 años” (El País, 2019)

El resultado de la movilización popular chilena hoy, a un año, es evidente, se logra entre otras contundentes victorias que, el 25 de octubre se vote un histórico referendo constitucional, una consulta popular que convoca alrededor de 15 millones de chilenos. El pueblo allí, en cédulas electorales separadas, responderán dos preguntas:

  1. ¿Quiere usted una nueva constitución? (apruebo – rechazo)
  2. ¿Qué tipo de órgano deberá redactar la nueva constitución?

a) convención mixta constitucional: 50% miembros elegidos popularmente y 50% parlamentarios en ejercicio.

b) Convención constitucional: 100% miembros elegidos popularmente.

Se espera que la población joven salga masivamente a votar, aprobar una nueva constitución y, por otra parte, que se haga bajo la figura de Convención Constitucional.

Si gana el “Apruebo”, en abril 2021 se realizaría la elección de los delegados constituyentes, y la nueva constitución tendría un año para ser redactada, la cual deberá ser ratificada en un nuevo Plebiscito, pero ya con voto obligatorio. (Vanguardia, 2020)

Colombia. Minga Indígena y Paro Nacional. La movilización fruto del cansancio social ante el mal gobierno en Colombia y, que se inició el 21N (noviembre 21 de 2019) no se ha detenido, migró hacia las redes sociales mientras el confinamiento y ahora, que el gobierno reactivó la economía para los grandes Empresarios, el pueblo ha retomado las movilizaciones. La Minga indígena, que comenzó en el Suroccidente del país, ha visitado luego de una larga travesía nacional, la ciudad de Bogotá para hacerse sentir y ser escuchados, a ella se han unido organizaciones campesinas, negras y urbanas exigiendo cesar las masacres en los territorios y el asesinato de líderes sociales, se cumpla el acuerdo de Paz, se proteja su territorio, se respete su autonomía, se cumplan los acuerdos pactados en el pasado con el Gobierno.

Se viven momentos de efervescencia y podríamos encontrarnos ad portas de un primer gobierno progresista, pero los factores de poder, unidos con las mafias y grandes conglomerados económicos no se quedan quietos, desde ya aceitan y mueven su maquinaria de muerte e intimidación para evitar a toda costa cambios en uno de los países más desiguales del mundo (Vallejo Duque & Insuasty Rodríguez, 2020).

Costa Rica dice no al FMI. Uno de los países mas tranquilos y estables de centro América en las últimas semanas se ha visto paralizado, se observa al pueblo volcado en las calles y con protestas fuertes; campesinos, camioneros, estudiantes y sindicatos se oponen a un posible acuerdo entre el gobierno y el FMI para la aprobación de un crédito por 1.700 millones de dólares, que lleva consigo reformas nefastas para el pueblo, como son el incremento de impuestos, el recorte al gasto público y la privatización de empresas nacionales como el banco Internacional de Costa Rica y la Fabrica nacional de licores que existe desde 1850 y es patrimonio histórico del país. (RT, 2020)

Bolivia, el Retorno del Pueblo al Gobierno. El pueblo boliviano demostró que 19 años de cambios profundos y de avances hacia la dignidad, la libertad, la autonomía, no podían echarse a la basura, así, no solo se resistió la más vieja estrategia de Estados Unidos que en alianza con las élites regionales, mandos militares y medios de comunicación gestan de manera permanente golpes de Estados por toda América Latina. Así, gracias a la presión popular ante el Golpe o crisis política provocada por la Derecha local aupada por la OEA en cabeza de Luis Almagro el pasado 10 de noviembre de 2019 al conocerse los resultados que daban como ganador a Evo Morales quien renunció ante la presión militar y de sectores de poder, se llegó a un acuerdo gestado gracias también, a la presión internacional, acordando convocar nuevas elecciones presidenciales celebradas el pasado 18 de octubre 2020.

Según el OEP (Órgano Electoral Plurinacional) y contabilizado el 95% de los votos válidos, el Partido MAS-IPSP encabezado por Luis Arce y David Choquehuanca obtuvo una arrasadora victoria con el 54,54% de los votos; superando al siguiente por más del 25% de los votos obtenidos. Pero también se lograron 73 escaños en la Cámara de Diputados de los 130 posibles y 21 Senadores de los 36 que existen en el país. El golpe de estado, para lo único que sirvió, fue para terminar de afincar la unidad desde la base del pueblo boliviano. (OEP, 2020)

En ésta elección, de manera contundente se demostró que la fuerza del pueblo se centra en capacidad organizativa y de lucha, que va más allá de líderes como Evo Morales, a quien se le reconoce el papel crucial que ha jugado en el avance del proyecto Popular.

Elecciones Parlamentarias, Venezuela. En cumpliendo con el mandato constitucional se convocaron las elecciones Parlamentarias para el 6 diciembre, cumpliendo con todos los lineamientos de la ley electoral, se elegirán los 277 parlamentarios que componen la Asamblea Nacional hoy en manos de la oposición. Como era de esperar, la oposición venezolana anuncio que no se presentara a los comicios y pide como es su costumbre continuar la misma composición del parlamento de manera indefinida. Lo llamativo de todo esto es que los organismos multilaterales que pedían elecciones hoy dicen que estas serán un fraude. Al parecer las reglas de la democracia ya no son las mismas según estos organismos. ¿Miedo a las decisiones del pueblo? Lo cierto es que el bloqueo impuesto por Estados Unidos vulnerando los derechos humanos, continua de manera agresiva, pero, el pueblo sigue con firmeza sus convicciones de no claudicar ante los intereses norteamericanos que tiene sus ojos puestos en los recursos naturales de la República Bolivariana de Venezuela.

El Pueblo tiene hambre” Paraguay. El hambre no da tregua en Paraguay, por esta razón miles de manifestantes con el lema “El pueblo tiene hambre” o “El hambre no esta en cuarentena”, se movilizaron en contra de la gestión de gobierno de Mario Abdo Benítez. La ciudad de Asunción se vio repleta de personas de diferentes sectores como sindicalistas, jóvenes, mujeres, desempleados y colectivos sociales todos movilizándose en oposición al plan de reactivación económica del gobierno que solo busca mayor endeudamiento nacional, a cambio de más impuestos que termina pagando el pueblo más humilde, se exigieron medidas urgentes en el ámbito de la salud y acceso a recursos básicos para evitar una crisis mayor. Se exigen medidas para que sean las grandes fortunas las que paguen más impuestos y se denunciaron los casos de corrupción en el Ministerio de la Salud, la autoridad aeronáutica y la compañía estatal de petróleos. (DW, 2020)

Las luchas y resistencia del Pueblo Indígena En México. Se registran constantes ataques de grupos paramilitares y narcos contra el Ejército de Liberación Nacional (EZLN) ubicados en el Sureste del país, la resistencia de los zapatistas es ejemplo para el resto del continente y sus zonas donde residen, son espacios comunitarios colectivos, un verdadero oasis en este desierto que es el neoliberalismo. Son espacios que se rigen con normas propias y practicas anticapitalistas, con formación en saberes ancestrales y sobre todo un afianzamiento de valores éticos para otro mundo posible. Su ejemplo es atacado porque si se propagan sus prácticas, el que temblaría sería el sistema capitalista global. (Agencia EFE, 2020)

Luego de analizar este sentir Latinoamericano, es muy importante generar un espacio de unidad y articulación de las luchas de las comunidades, retomar los espacios institucionales de convergencia entre los países como Unasur, Alba y Celac; pero consideramos que lo mas importante es generar canales entre las organizaciones de la base, del pueblo en las calles sin ser suplantada por las dirigencias.

La unidad y articulación pasa por comunicarnos, pero también actuar de manera coordinada, reconocernos, intercambiar saberes, experiencias políticas, jurídicas, formativas propias que potencien lo posible, construir territorialmente y de manera colectiva un Plan de Vida, Agenda propia que oriente las luchas, aprender a identificar las rutas para seguir avanzando en la construcción de una América Latina libre, alegre, basada en el encuentro y el cuidado, una América Latina de y para los Pueblos en armonía con la Madre Tierra.

Viva la Justa Luchas de los Pueblos Latinoamericanos.

Soy américa latina Un pueblo sin piernas pero que camina” (Canción Latinoamérica, Calle 13)

Referencias.

Agencia EFE. (27 de agosto de 2020). Denuncian ataques de paramilitares contra zapatistas en el sureste de México. Obtenido de Agencia EFE: https://www.efe.com/efe/usa/mexico/denuncian-ataques-de-paramilitares-contra-zapatistas-en-el-sureste-mexico/50000100-4329288

DW. (15 de agosto de 2020). Protestan en Paraguay contra el Gobierno con el lema «el hambre no está en cuarentena». Obtenido de DW: https://www.dw.com/es/protestan-en-paraguay-contra-el-gobierno-con-el-lema-el-hambre-no-est%C3%A1-en-cuarentena/a-54578211

El País. (22 de octubre de 2019). ¿Qué es lo que pasa en Chile? Fotos, videos y las razones de las protestas. Obtenido de El Pais.com.co: https://www.elpais.com.co/mundo/que-es-lo-que-pasa-en-chile.html

OEP (Órgano Electoral Plurinacional) (21 de octubre de 2020). Sistema consolidado oficial de resultados de computo en proceso. Obtenido de OEP: https://computo.oep.org.bo/

RT. (09 de octubre de 2020). ¿Qué pasa en Costa Rica, el país conocido como “La Suiza Centroamérica”?. Obtenido de RT: https://actualidad.rt.com/actualidad/369330-costa-rica-pais-conocido-suiza-centroamerica

Vallejo Duque, Y., & Insuasty Rodríguez, A. (27 de agosto de 2020). Políticas de muerte acechan la Paz en Colombia. Obtenido de Desinformémonos:

Vanguardia. (20 de octubre de 2020). Chile votará el 25 de octubre un histórico referendo constitucional. Obtenido de Vanguardia: https://www.vanguardia.com/mundo/chile-votara-el-25-de-octubre-un-historico-referendo-constitucional-CE3017224

Notas.

*Abogado, especialista en derecho penal, defensor público e investigador Grupo Kavilando.

**Docente Investigador Universidad de San Buenaventura Medellín, Integrante Red Interuniversitaria por la Paz, actual Consejero de Paz Conpaz Medellín sector Universidades, e Integrante grupo Autónomo Kavilando. Contacto: Alfonso.insuasty@gmail.com

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/america-latina-en-movimiento/

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La vía ecosocialista o cómo construir una alternativa para evitar la catástrofe climática

La vía ecosocialista o cómo construir una alternativa para evitar la catástrofe climática

La editorial Sylone – viento sur publica “Como si hubiera un mañana”, un compendio de ensayos para una transición ecosocialista. Desde el feminismo, el sindicalismo o la perspectiva agroalimentaria, el libro plantea la necesidad de desmaterializar la idea de progreso para dibujar un futuro diferente y alejado de la distopía climática.

La crisis climática ha puesto sobre la mesa la inconsistencia de un sistema económico que parece haberle declarado la guerra a la vida. La premisa del crecimiento material sobre la que se asienta el neoliberalismo parece estar más en tela de juicio que nunca y las propias élites empiezan a asumir que el barco hace aguas. El futuro, plagado de incertidumbres, sólo se subroga a las certezas de la ciencia: el clima se está transformando a marchas forzadas por la inacción del ser humano y sus consecuencias cambiarán por completo la forma en la que se han articulado las civilizaciones. En ese punto nace el deseo de transformar las sociedades hacia un horizonte alternativo y vinculado a las premisas de sostenibilidad. Esa es la idea central del libro “Cómo si hubiera un mañana”, un conjunto de ensayos sobre la transición ecosocialista en el que participan voces como Yayo Herrero, Jorge Riechmann, Esther Vivas, Manuel Gari y Marta Pascual, entre otros.

“No se trata de preservar a toda costa el modelo de crecimiento que lleva aparejado necesariamente pérdida de biodiversidad, sino replantearse de verdad que producir para quién producir y cómo hacerlo”, explica a Público Manuel Gari, coordinador de la publicación. “Por más que se intente paliar, por más que se intenten controlar las emisiones con la compraventa de derechos de contaminación, el crecimiento económico va contra los límites biofísicos de la Tierra”, agrega, en referencia a la visión neoliberal del Green New Deal que se impulsa desde la Unión Europea, que representa, a su juicio, una falsa salida de la crisis sistémica que vive la humanidad, con la que no se cuestionan los elementos más dañinos para el medio ambiente y las clases desfavorecidas.

En ese sentido, este compendio de ensayos ecosociales dibuja un futuro más justo y sostenible donde la descarbonización de la economía no sea un escollo sino una oportunidad. El modelo de crecimiento actual, articulado en torno al consumo, hace que bienes superfluos se conviertan en bienes necesarios. Esta es la idea que, según Garí, se debe revertir, poniendo por delante las necesidades de las mayorías y los límites biológicos del planeta. “Hay que cambiar la óptica de justicia social y redistribución de la riqueza, pero también eliminar las formas de producción contaminantes”.

La periodista Esther Vivas aborda en el libro la necesidad de cambiar las dinámicas capitalistas que desde la segunda mitad del siglo XX llegaron a los huertos del mundo. Las transformaciones agrarias han sido, a lo largo de la historia contemporánea, los grandes ejes vertebradores de proyectos revolucionarios. Quizá, porque no hay nada más emancipador que la soberanía alimentaria. “La lógica del sistema capitalista viene a convertir necesidades y derechos en objeto de negocio. Ante esta realidad es fundamental tomar conciencia de que la alimentación está sometida a los intereses socioeconómicos que hacen que no se cultive para generar alimentos sino para ganar dinero”, denuncia la experta.

Frente a los monocultivos industrializados y la intensificación del campo, Vivas dibuja una alternativa agroecológica, donde las comunidades se articulen en torno al ideal de consumo de proximidad de carácter extensivo. “Lo que estamos viendo es que una alimentación ecológica y de kilómetro cero está calando en amplios sectores de la población. El reto actual pasa por disputar esa idea al capitalismo, que considera que con una etiqueta bio o km 0 puede mercantilizar una idea justa. Lo que se plantea es alcanzar un modelo agroalimentario basado en la producción ecológica, local y campesina. Si esto se consigue, va a ser difícil que la industria coopte las alternativas y las vacíe de contenido como suele hacer con todo, produciendo alimentos de proximidad, pero con transgénicos, o ecológicos, pero cultivados en la otra punta del mundo y con una gran huella de carbono”.

La transición ecológica planteada en el libro no se queda en el campo, sino que llega a todos los sectores de la sociedad, con el objetivo final de desmaterializar, en la medida de lo posible, la idea de progreso. Para ello, las clases trabajadoras y los sindicatos se prestan como ejes vertebradores del cambio. “Sin la clase trabajadora y sin la entidad consciente de sus organizaciones más representativas, el cambio de modelo productivo y energético se ve muy dificultado”, advierte Gari. “Esa clase trabajadora, que es heterogénea en todos sus aspectos, articula una mayoría social en los procesos productivos que puede permitir inclinar la balanza en un sentido u otro.

Los cambios que se persiguen o se plantean en esta publicación, abordados desde la transversalidad existente en las clases trabajadoras, van encaminados, no solo a poner fin a un modelo industrial y energético contaminante, sino a conseguir nuevos derechos laborales que contribuyan a esa descarbonización. La reducción de la jornada laboral, un debate cada vez más ineludible, podría permitir que se redistribuya el empleo y que la sociedad pueda tener más tiempo libre, no para consumir, sino para descansar, para formarse y para poder participar democráticamente en las transformaciones ecosociales que se tejen.

Desde el punto social, Gari recalca que esta nueva configuración ideológica que ya está cogiendo fuerza en las clases trabajadoras viene de la mano de sectores concretos como el campesinado mundial, que “ha reaparecido en la escena” con la legitimidad de estar experimentando cómo la tierra es cada vez menos fértil y menos accesible. Pero también de la mano de la juventud mundial. “El fenómeno de Greta Thunberg es importante no sólo por lo que pueda decir, sino porque ha puesto sobre la mesa un reclamo que estaba dormido. Si la hija de un obrero metalúrgico tiene conciencia ecológica, es posible que la lleve a casa y su padre la acabe teniendo. La incorporación de los jóvenes a esta lucha es imprescindible“.

Junto a ello, los ecofeminismos se prestan como uno de los factores más determinantes para trazar en el horizonte un futuro esperanzador. Así lo entiende Marta Pascual, otra de las autoras del ensayo en cuestión, que plantea la necesidad de que los cambios pasen por“todas las personas no hegemónicas” que no han sido representadas en el poder a lo largo de la historia. “El futuro que se abre requiere de mucha de la sabiduría que se ha construido a través de la práctica del cuidado, que tradicionalmente ha estado en manos de las mujeres”, arguye.

En cierta medida la perspectiva feminista agrega al proyecto de transición la conciencia de que el ser humano es ecodependiente, es decir, un ser que requiere de los cuidados de otros miembros de su especie y que depende de la naturaleza para poder sobrevivir. “En la cultura actual esta interdependencia ha desaparecido”, recalca Pascual. “Hemos visto durante la crisis de la covid que somos muy vulnerables y que necesitamos de los cuidados para salir adelante“.

De algún modo, la interrelación de los ecofeminismos con el empoderamiento agroecológico y la perspectiva de clase sirve de punto de partida para imaginar futuros alternativos y utópicos donde la vida se ponga en el centro. Se trata de progresar hacia una sociedad dónde los individuos no sean opresores ni agresivos con su entorno natural. Tal y como zanja el filosofo Jorge Riechmann, el reto es tan mayúsculo, que la transformación económica y cultural requiere también de una suerte de “conversión” individual, con la que los propios ciudadanos adquieran una conciencia global del problema y dejen atrás esas formas de consumo que atentan contra el planeta.

Fuente de la Información: https://vientosur.info/59093-2/

 

 

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Al menos 244 millones de personas no tienen acceso a Internet en América Latina y el Caribe

Por Luis Diego Sánchez

Al menos 244 millones de personas en América Latina y el Caribe carecen de conectividad a Internet, según la investigación “Conectividad Rural en América Latina y el Caribe – Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”, presentada este jueves por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft.

El estudio realizado en 24 países latinoamericanos y caribeños ofrece un completo panorama sobre la situación de la conectividad rural en la región. Entre los principales hallazgos, destaca que un 71% de la población urbana de América Latina y el Caribe cuenta con opciones de conectividad, mientras en la ruralidad solo el 37% tiene acceso a internet.

Manuel Otero, director general del IICA, comentó:

«Nos trazamos un objetivo ambicioso: reposicionar a los territorios rurales como zonas con alto potencial de progreso y de prosperidad, algo que demanda sólidos encadenamientos productivos anclados en el acceso a servicios, tecnologías y conectividad en niveles adecuados. (…) La brecha de la conectividad rural-urbana es una de las que más atención exige”

Del total de personas sin acceso a internet en la región, 46 millones viven en territorios rurales.

La investigación también constató grandes limitaciones en los datos estadísticos oficiales disponibles, lo que impide mostrar con mayor precisión el estado real de la situación de conectividad en los territorios rurales del continente.

Según el documento oficial, sólo el 50% de los países de la región cuentan con mediciones específicas sobre conectividad en el zonas rurales.

Con el objetivo de solventar esta escasez de datos, el IICA, el BID y Microsoft desarrollaron un índice para medir la calidad de la conectividad rural.

La estimación realizada permitió caracterizar la situación de la región mediante tres clústeres, en los que todos exhiben rezagos de conectividad, presentes en las áreas rurales desde hace décadas:

  • Clúster de alta conectividad significativa rural: Incluye a Bahamas, Barbados, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Panamá, que representan a 37% de la población rural de la muestra. En ellos, entre el 53% y el 63% de unos 43 millones de personas no accede a servicios de conectividad significativa.
  • Clúster de nivel medio de conectividad: Incluye a Argentina, Ecuador, México, Paraguay, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Uruguay, que representan a un 35% de la población rural de la muestra.En ellos, entre el 64% y el 71% de unos 40,4 millones de personas no accede a servicios de conectividad de calidad.
  • Clúster de baja conectividad: Incluye a Belice, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Perú y Venezuela, que representan a un 28 % de la población rural de la muestra. En ellos, entre el 71% y el 89% de unos 32,5 millones de personas no accede a servicios de conectividad de calidad.

El estudio comprobó que apenas siete países en la región disponen de información completa y específica que permite acceder a datos sobre los pilares de la conectividad significativa rural: uso diario de internet, disponibilidad de equipos, acceso a banda ancha y tecnología 4G en las áreas rurales.

Marcelo Cabrol, gerente del área social del BID, agregó:

«La falta de conectividad no solo impone una barrera tecnológica. Constituye también una barrera en el acceso a la salud, a la educación, a servicios sociales, al trabajo y a la economía en general. Si no la cerramos, esa barrera cada vez será más alta y tornará aún más desigual a la región que ya es la más desigual del mundo”

Según datos citados en el trabajo, un aumento del 1% en la penetración de la banda ancha fija produce un incremento del 0,08% del PIB, mientras que un aumento del 1% en la penetración de la banda ancha móvil produce un incremento del 0,15% del PIB.

En relación con procesos de digitalización, se estima que un aumento del 1% en el índice de desarrollo del ecosistema digital da lugar a una expansión del 0,13% del PIB per cápita, con sus consecuentes impactos positivos en la productividad.

Sandra Ziegler, la investigadora del IICA que lideró la elaboración del estudio, aseguró:

«Para el trabajo de investigación se realizaron decenas de entrevistas y 39 informantes clave de los sectores público y privado aportaron datos para establecer un panorama certero sobre la situación de conectividad en la región, en momentos en que la propagación de COVID-19 agrava la magnitud del problema de la marginalización de casi un tercio de la población latinoamericana y caribeña en el uso de internet”

El IICA, el BID y Microsoft realizaron este trabajo debido a que consideran que promover la conectividad es condición indispensable y prioritaria para permitir el desenvolvimiento de la vida productiva, social y comunitaria en todo el continente.

La investigación también pretende hacer un llamado a una acción decidida de gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para corregir las brechas de conectividad rural de forma rápida, tomando en cuenta que la recesión provocada por la pandemia de COVID-19 es la mayor registrada en la historia de América Latina y el Caribe.

Delfino

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/10/al-menos-244-millones-de-personas-no-tienen-acceso-a-internet-en-america-latina-y-el-caribe-segun-investigacion/

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Venezuela: Enseñen a los niños a ser preguntones

Enseñen a los niños a ser preguntones

 Mario Hernandez

“En esto han de pensar los americanos no en pelear unos con otros”

Fue lo que puso como epígrafe en bastardilla, debajo del título Sociedades americanas en 1828 (Arequipa).

Lo que no logró hacer en Bogotá, en Chuquisaca, quedaría en aquellas páginas. Alguien lo descubriría Ni siquiera puso el nombre del autor.

CONTENIDO. La sociedad y la escuela estaban estrechamente unidas. Una escuela tradicional perpetúa una sociedad tradicional. Era un círculo vicioso. Para hacer República se necesitaban republicanos y tan solo una escuela republicana podía hacerlos.

La independencia militar no bastaba sino se emprendía con urgencia la independencia económica y cultural.

Pero no todo es política. Hay que mirar hacia el sustento y el trabajo. “Los indios y los negros no trabajarán siempre para satisfacer escasamente sus propias necesidades, y con exceso las muchas de sus amos”. Había que enseñarlos a producir. Formar artesanos, agricultores y comerciantes con otro sentido de la creación de la riqueza. El contraste entre las grandes riquezas del continente y la pobreza de sus habitantes no podía continuar. Institutos para enseñar todas las ciencias. “La ignorancia es la causa de todos los males que el hombre se hace y hace a otros”.

“¡Entre tantos hombres de juicio… de talento… de algún caudal… como cuenta la América!… ¡Entre tantos bien intencionados!… entre tantos ¡patriotas!… (tómese la palabra en su sentido recto) no hay uno que ponga los ojos en los niños pobres. No obstante, en éstos está

“la industria que piden…

La riqueza que desean…

La milicia que necesitan…

En una palabra, la… ¡Patria! …”

“¿Cómo se puede cambiar un país sin cambiar sus hombres? ¿Y cómo se puede cambiar los hombres si no se comienza con los niños? No se podrá cambiar el país ni el mundo sin aislar, en una nueva educación, a una generación entera de la influencia corrompida y corruptora de la vieja sociedad. Es así de simple y al mismo tiempo de difícil el problema”.

“En lugar de pensar en Medos, en Persas, en Egipcios, pensemos en los Indios”.

“La decadencia que experimentan en su propio suelo los Griegos y los Romanos después de algunos siglos de dominación, no nos importa tanto como…

La Decrepitud prematura en que empiezan a caer… (casi a su nacimiento) … las Repúblicas que han hecho los Europeos y los Africanos en el suelo de los Indios.”

En Arequipa le encargaron un estudio sobre la factibilidad de una represa.

Veamos lo que escribía: “El Perú debe pensar menos en buscar minas que en buscar aguas, y en dar a éstas la dirección que les falta para hacer HABITABLE en todos los puntos, una región que parece estar, en gran parte, condenada por la naturaleza a ser eternamente desierta”.

El cerro agujereado de Potosí parecía gritar por todas sus bocaminas abandonadas, lo transitorio y perecedero de la riqueza minera. ¿Dónde estaban ahora esos ricos azogueros legendarios que contaban la plata por arrobas y levantaban palacios delirantes en la desolación de la puna? ¿Qué se hicieron las sedas de Francia, los paños de Flandes, los cascos y armaduras de Milán, las randas de perlas, el resplandor de los diamantes en pecheras y manos? Nada quedó. Quedaron leyendas, memorias descomunales de extravagancias, festejos, torneos, procesiones, demonios y santos. En cambio, con el agua y la tierra y el trabajo del hombre se había hecho la riqueza estable y creciente de los países ricos de Europa. No había minas en aquellos espesos campos de verdura de Holanda, de Francia, de Inglaterra. Pero había riqueza permanente.

Ideas roussonianas y enciclopedistas empapan sus escritos, pero con un sentido de originalidad innovadora, incluso en la forma de escribirlo: cuadros sinópticos, distinto tamaño y forma de las letras. En lugar de colegio o escuela, “Casa de la Industria pública” (Bogotá).

La criticidad de la educación, el rechazo a una enseñanza memorística e imitadora, la vinculación entre educación y trabajo, son algunos de los aspectos que proyectan su dimensión futurista.

“Educar no es igual que instruir”, dice, “la función educadora requiere de sujetos críticos, no conformes con todo lo que se les enseña; enseñen a los niños a ser preguntones”.

Concibe la educación como una función que parte de la experiencia misma del educando y rechaza el memorismo por improcedente: “Más aprende un niño, en un rato, labrando un palito que, en días enteros, conversando con un maestro que le habla de abstracciones superiores a su experiencia”.

Punto cardinal de su concreto quehacer fue la educación del pueblo, desdeñando los patrones valorativos de la época, que prescribían una educación exclusiva para aquéllos que contaban con los recursos económicos suficientes.

La educación en Simón Rodríguez no es la simple transmisión de conocimientos, no es la aprehensión teórica de las cosas. En su concepción pedagógica está implicada una educación para el trabajo. Traza un plan donde se da la convergencia entre lo teórico y lo práctico. Este plan, por medio de sus varias actividades, y básicamente a través del trabajo productivo, es un instrumento fuerte para el entrenamiento de los educandos. Para su época la educación en el trabajo tiene la finalidad de dar a los alumnos una herramienta con qué defenderse en la vida, mediante la adquisición de una habilidad especial de tipo artesanal. Era necesario “colonizar el país con sus propios habitantes”, a diferencia con Sarmiento. De ahí su búsqueda de maestros nuevos, íntegros, incorruptibles, que acudieran al magisterio por vocación y no por necesidad y cuyo ejercicio les garantizara una vida digna”.

SOBRE SARMIENTO. En El Mercurio aparece un artículo anónimo firmado por “Un teniente de artillería de Chacabuco”. Era Sarmiento. Proponía cambiar los españoles por los franceses y los yanquis. Ese no era un programa para Simón Rodríguez.

Había que hacer la América con su propia gente: con los huasos, sus gauchos, sus indios, sus zambos, sus mestizos humillados. “Con todo esto o no se hará nunca”.

Andrés Bello y Sarmiento estaban de acuerdo sobre una reforma de la ortografía, pero peleaban sobre el valor de la literatura y la lengua españolas. Nada de eso le importaba mucho a Rodríguez. Más le importaba hacer una nueva tipografía, pintar las ideas de un modo más llamativo y claro. Cada página como un cartel, como un panorama donde lo esencial se abarca de un golpe de vista.

Pero fueron Bello y Sarmiento los que lograron triunfar, con los pelucones, con los modelos franceses e ingleses.

La educación tenía que tener un carácter innovador, sentía temor de que las incipientes repúblicas imitasen a las viejas sociedades europeas, castrando toda posibilidad de creación propia, de originalidad. “O inventamos o erramos”, “en vez de imitar hay que pensar”, “La América Latina debe ser original”.

“Entender a un indio importa más que entender a Ovidio”.

El indio y el mestizo también son personas con derecho propio a una educación. Por eso subraya que debe enseñarse el quechua en lugar del latín.

LOS MAESTROS. En “Consejos de amigo dados al colegio de Latacunga (Ecuador)” pedido por el Rector. Le advierte que no lo imprima ni lo muestre a no ser a personas de talento e instrucción.

Vuelve sobre los maestros. “Antes de abrir escuelas hay que formar buenos maestros”, maestros que enseñen a aprender, que susciten la creatividad del alumno, que huyan del memorismo y de todo tipo de superficialidad y comedia en la enseñanza. Deben contar con una renta que asegure su vida digna.

“Mandar recitar, de memoria, lo que NO SE ENTIENDE, es hacer PAPAGAYOS, ¡para que… por LA VIDA!… sean CHARLATANES”.

“Enseñen a los niños a ser PREGUNTONES!

Para que, pidiendo el POR QUE, de los que se les manda hacer,

¡Se acostumbren a obedecer… a la RAZON!

No a la AUTORIDAD, como los LIMITADOS

Ni a la COSTUMBRE, como los ESTUPIDOS”

“La Enseñanza debe ser GENERAL Y CONSTANTE

No se tome

VOCACION… por… INSPIRACION

¡Ni el HAMBRE! Por llamamiento al Magisterio

Las cualidades merecen un PREMIO, proporcionado al TRABAJO,

Y al TIEMPO que se emplea en él, El tiempo es todo el año

El Maestro debe contar con una Renta, que le asegure una decente subsistencia, y en que pueda hacer AHORROS para sus enfermedades y para su VEJEZ.

Puede, o más bien, debe tener familia…

No ha de recibir dádivas a cambio de Preferencias en la Enseñanza, ni Limosnas que lo humillen.

Autor: Mario Hernández

Fuente de la Información: https://rebelion.org/ensenen-a-los-ninos-a-ser-preguntones/

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El segundo ciclo antineoliberal en América Latina

El segundo ciclo antineoliberal en América Latina

Emir Sader

Los nuevos gobiernos tendrán que afrontar problemas que, consensualmente, no se pudieron afrontar en el primer ciclo. |

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países.

En el libro de ensayos “Las venas abiertas de América Latina”, se anunció que lo ocurrido en la primera década del siglo XXI en el continente había sido el primer ciclo de gobiernos antineoliberales. Que las condiciones para la lucha contra el neoliberalismo seguirían y, de forma similar o no, volverían en un nuevo ciclo.

Cuando regresó al gobierno, la derecha latinoamericana confirmó que no tiene otra alternativa que su modelo neoliberal original, con ajustes fiscales, privatizaciones, recortes de recursos públicos y políticas sociales, alienación de la soberanía nacional y endeudamiento externo. Fue así en Ecuador, en Argentina, en Brasil, en Bolivia. No aprendieron de su fracaso anterior, ni del éxito de los gobiernos antineoliberales.

Estos gobiernos demostraron lo que han prometido: que la lucha contra el principal problema latinoamericano, la desigualdad, solo se puede enfrentar con la prioridad de las políticas sociales, que distribuyan ingresos, generen empleo, promueven la democratización de la educación y la salud públicas, fortalecen al Estado en sus funciones públicas.

Es así como los gobiernos que asumieron programas antiliberales han reducido la desigualdad, la exclusión social, el hambre y la miseria en nuestros países como nunca antes, frente a lo que sigue sucediendo en el resto del continente y en el mundo.

Fue así como estos países lograron retomar el desarrollo económico, desarrollar procesos de integración regional e intercambio Sur-Sur, especialmente con China. Así fue como han logrado aislar, más que nunca, la influencia norteamericana en el continente. Fue un momento muy especial para América Latina, que proyectó a los principales líderes de izquierda en el mundo: Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, Hugo Chávez, Nestor y Cristina Kirchner.

Este primer ciclo cumplió su rol, se agotó y fue reemplazado por gobiernos neoliberales, conservadores, cuando volvieron a aumentar las desigualdades, la miseria, el hambre, el endeudamiento externo y el desprestigio de los gobiernos. Fue un período corto, porque el neoliberalismo no logra un apoyo social duradero, ni la existencia de gobiernos legítimos. En Brasil y Bolivia la derecha regresó al gobierno mediante golpes de Estado, en Ecuador mediante la perversión de la voluntad popular.

Y cuando volvieron a haber elecciones democráticas, como en Argentina y Bolivia, después de que la gente de estos países vivió lo que significa el regreso del neoliberalismo y fue capaz de compararlo con gobiernos antineoliberales, no tuvo dudas y eligió, con amplia mayoría, gobiernos que retoman la dinámica antineoliberal. ¿Qué aprender del camino recorrido por Argentina y Bolivia? ¿En qué medida pueden seguir este camino Ecuador, Brasil, Uruguay y otros países del continente?

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países. Por tanto, nuestros gobiernos tienen su orientación fundamental en la lucha contra el neoliberalismo.

Lo que significa, por lo tanto, la reanudación de la centralidad de las políticas sociales como vía para combatir las desigualdades en el continente más desigual del mundo. Significa la reanudación del papel activo del Estado, de la soberanía nacional, de los procesos de integración regional.

Los procesos electorales en Argentina y Bolivia tienen elementos comunes. Los candidatos no fueron los presidentes anteriores, sobre todo porque Cristina y Evo fueron objeto de procesos de judicialización de la política, que buscaban sacarlos de la disputa electoral. Las fuerzas de izquierda fueron capaces de encontrar formas de pelear y ganar la batalla electoral, a través de otros candidatos, con Cristina como vice en un caso, con el apoyo de Evo desde el exterior, en el otro.

Los nuevos gobiernos encuentran un escenario regional distinto, con gobiernos conservadores en Ecuador, Brasil, Uruguay. Uno de sus objetivos es reiniciar los procesos de integración regional, para tener más fuerza a nivel regional e internacional. Sus aliados son la oposición en Ecuador, Brasil, Uruguay. Probablemente tendrán un presidente de Estados Unidos menos hostil, aislando aún más al actual gobierno brasileño, que se verá llevado a menos agresiones y la necesidad de convivir con un entorno más negativo para él.

Los nuevos gobiernos tendrán que afrontar problemas que, consensualmente, no se pudieron afrontar en el primer ciclo, como encontrar la vía de la democratización de los medios, la democratización del Poder Judicial, una reforma fiscal socialmente justa, la prioridad de la lucha de ideas, de elaboración de una política económica de integración regional, la búsqueda de nuevas alianzas a nivel internacional. Es una agenda densa y difícil, pero sin la cual el segundo ciclo enfrentará los mismos obstáculos que el primero.

Las elecciones de febrero en Ecuador y el desenlace de la crisis brasileña, que puede tener lugar solamente en 2022, serán los próximos pasos en este camino, que definirá el carácter de la tercera década del siglo XXI en América Latina.

(*) El autor del texto es un sociólogo y científico político brasileño, coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ).

Autor: Emir Sader

Fuente de la Información:

En el libro de ensayos “Las vías abiertas de América Latina”, se anunció que lo ocurrido en la primera década del siglo XXI en el continente había sido el primer ciclo de gobiernos antineoliberales. Que las condiciones para la lucha contra el neoliberalismo seguirían y, de forma similar o no, volverían en un nuevo ciclo.

Cuando regresó al gobierno, la derecha latinoamericana confirmó que no tiene otra alternativa que su modelo neoliberal original, con ajustes fiscales, privatizaciones, recortes de recursos públicos y políticas sociales, alienación de la soberanía nacional y endeudamiento externo. Fue así en Ecuador, en Argentina, en Brasil, en Bolivia. No aprendieron de su fracaso anterior, ni del éxito de los gobiernos antineoliberales.

Estos gobiernos demostraron lo que han prometido: que la lucha contra el principal problema latinoamericano, la desigualdad, solo se puede enfrentar con la prioridad de las políticas sociales, que distribuyan ingresos, generen empleo, promueven la democratización de la educación y la salud públicas, fortalecen al Estado en sus funciones públicas.

Es así como los gobiernos que asumieron programas antiliberales han reducido la desigualdad, la exclusión social, el hambre y la miseria en nuestros países como nunca antes, frente a lo que sigue sucediendo en el resto del continente y en el mundo.

Fue así como estos países lograron retomar el desarrollo económico, desarrollar procesos de integración regional e intercambio Sur-Sur, especialmente con China. Así fue como han logrado aislar, más que nunca, la influencia norteamericana en el continente. Fue un momento muy especial para América Latina, que proyectó a los principales líderes de izquierda en el mundo: Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, Hugo Chávez, Nestor y Cristina Kirchner.

Este primer ciclo cumplió su rol, se agotó y fue reemplazado por gobiernos neoliberales, conservadores, cuando volvieron a aumentar las desigualdades, la miseria, el hambre, el endeudamiento externo y el desprestigio de los gobiernos. Fue un período corto, porque el neoliberalismo no logra un apoyo social duradero, ni la existencia de gobiernos legítimos. En Brasil y Bolivia la derecha regresó al gobierno mediante golpes de Estado, en Ecuador mediante la perversión de la voluntad popular.

Y cuando volvieron a haber elecciones democráticas, como en Argentina y Bolivia, después de que la gente de estos países vivió lo que significa el regreso del neoliberalismo y fue capaz de compararlo con gobiernos antineoliberales, no tuvo dudas y eligió, con amplia mayoría, gobiernos que retoman la dinámica antineoliberal. ¿Qué aprender del camino recorrido por Argentina y Bolivia? ¿En qué medida pueden seguir este camino Ecuador, Brasil, Uruguay y otros países del continente?

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países. Por tanto, nuestros gobiernos tienen su orientación fundamental en la lucha contra el neoliberalismo.

Lo que significa, por lo tanto, la reanudación de la centralidad de las políticas sociales como vía para combatir las desigualdades en el continente más desigual del mundo. Significa la reanudación del papel activo del Estado, de la soberanía nacional, de los procesos de integración regional.

Los procesos electorales en Argentina y Bolivia tienen elementos comunes. Los candidatos no fueron los presidentes anteriores, sobre todo porque Cristina y Evo fueron objeto de procesos de judicialización de la política, que buscaban sacarlos de la disputa electoral. Las fuerzas de izquierda fueron capaces de encontrar formas de pelear y ganar la batalla electoral, a través de otros candidatos, con Cristina como vice en un caso, con el apoyo de Evo desde el exterior, en el otro.

Los nuevos gobiernos encuentran un escenario regional distinto, con gobiernos conservadores en Ecuador, Brasil, Uruguay. Uno de sus objetivos es reiniciar los procesos de integración regional, para tener más fuerza a nivel regional e internacional. Sus aliados son la oposición en Ecuador, Brasil, Uruguay. Probablemente tendrán un presidente de Estados Unidos menos hostil, aislando aún más al actual gobierno brasileño, que se verá llevado a menos agresiones y la necesidad de convivir con un entorno más negativo para él.

Los nuevos gobiernos tendrán que afrontar problemas que, consensualmente, no se pudieron afrontar en el primer ciclo, como encontrar la vía de la democratización de los medios, la democratización del Poder Judicial, una reforma fiscal socialmente justa, la prioridad de la lucha de ideas, de elaboración de una política económica de integración regional, la búsqueda de nuevas alianzas a nivel internacional. Es una agenda densa y difícil, pero sin la cual el segundo ciclo enfrentará los mismos obstáculos que el primero.

Las elecciones de febrero en Ecuador y el desenlace de la crisis brasileña, que puede tener lugar solamente en 2022, serán los próximos pasos en este camino, que definirá el carácter de la tercera década del siglo XXI en América Latina.

(*) El autor del texto es un sociólogo y científico político brasileño, coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ).

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El segundo ciclo antineoliberal en América Latina

Por: Emir Sader

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países.

En el libro de ensayos “Las vías abiertas de América Latina”, se anunció que lo ocurrido en la primera década del siglo XXI en el continente había sido el primer ciclo de gobiernos antineoliberales. Que las condiciones para la lucha contra el neoliberalismo seguirían y, de forma similar o no, volverían en un nuevo ciclo.

Cuando regresó al gobierno, la derecha latinoamericana confirmó que no tiene otra alternativa que su modelo neoliberal original, con ajustes fiscales, privatizaciones, recortes de recursos públicos y políticas sociales, alienación de la soberanía nacional y endeudamiento externo. Fue así en Ecuador, en Argentina, en Brasil, en Bolivia. No aprendieron de su fracaso anterior, ni del éxito de los gobiernos antineoliberales.

Estos gobiernos demostraron lo que han prometido: que la lucha contra el principal problema latinoamericano, la desigualdad, solo se puede enfrentar con la prioridad de las políticas sociales, que distribuyan ingresos, generen empleo, promueven la democratización de la educación y la salud públicas, fortalecen al Estado en sus funciones públicas.

Es así como los gobiernos que asumieron programas antiliberales han reducido la desigualdad, la exclusión social, el hambre y la miseria en nuestros países como nunca antes, frente a lo que sigue sucediendo en el resto del continente y en el mundo.

Fue así como estos países lograron retomar el desarrollo económico, desarrollar procesos de integración regional e intercambio Sur-Sur, especialmente con China. Así fue como han logrado aislar, más que nunca, la influencia norteamericana en el continente. Fue un momento muy especial para América Latina, que proyectó a los principales líderes de izquierda en el mundo: Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, Hugo Chávez, Nestor y Cristina Kirchner.

Este primer ciclo cumplió su rol, se agotó y fue reemplazado por gobiernos neoliberales, conservadores, cuando volvieron a aumentar las desigualdades, la miseria, el hambre, el endeudamiento externo y el desprestigio de los gobiernos. Fue un período corto, porque el neoliberalismo no logra un apoyo social duradero, ni la existencia de gobiernos legítimos. En Brasil y Bolivia la derecha regresó al gobierno mediante golpes de Estado, en Ecuador mediante la perversión de la voluntad popular.

Y cuando volvieron a haber elecciones democráticas, como en Argentina y Bolivia, después de que la gente de estos países vivió lo que significa el regreso del neoliberalismo y fue capaz de compararlo con gobiernos antineoliberales, no tuvo dudas y eligió, con amplia mayoría, gobiernos que retoman la dinámica antineoliberal. ¿Qué aprender del camino recorrido por Argentina y Bolivia? ¿En qué medida pueden seguir este camino Ecuador, Brasil, Uruguay y otros países del continente?

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países. Por tanto, nuestros gobiernos tienen su orientación fundamental en la lucha contra el neoliberalismo.

Lo que significa, por lo tanto, la reanudación de la centralidad de las políticas sociales como vía para combatir las desigualdades en el continente más desigual del mundo. Significa la reanudación del papel activo del Estado, de la soberanía nacional, de los procesos de integración regional.

Los procesos electorales en Argentina y Bolivia tienen elementos comunes. Los candidatos no fueron los presidentes anteriores, sobre todo porque Cristina y Evo fueron objeto de procesos de judicialización de la política, que buscaban sacarlos de la disputa electoral. Las fuerzas de izquierda fueron capaces de encontrar formas de pelear y ganar la batalla electoral, a través de otros candidatos, con Cristina como vice en un caso, con el apoyo de Evo desde el exterior, en el otro.

Los nuevos gobiernos encuentran un escenario regional distinto, con gobiernos conservadores en Ecuador, Brasil, Uruguay. Uno de sus objetivos es reiniciar los procesos de integración regional, para tener más fuerza a nivel regional e internacional. Sus aliados son la oposición en Ecuador, Brasil, Uruguay. Probablemente tendrán un presidente de Estados Unidos menos hostil, aislando aún más al actual gobierno brasileño, que se verá llevado a menos agresiones y la necesidad de convivir con un entorno más negativo para él.

Los nuevos gobiernos tendrán que afrontar problemas que, consensualmente, no se pudieron afrontar en el primer ciclo, como encontrar la vía de la democratización de los medios, la democratización del Poder Judicial, una reforma fiscal socialmente justa, la prioridad de la lucha de ideas, de elaboración de una política económica de integración regional, la búsqueda de nuevas alianzas a nivel internacional. Es una agenda densa y difícil, pero sin la cual el segundo ciclo enfrentará los mismos obstáculos que el primero.

Las elecciones de febrero en Ecuador y el desenlace de la crisis brasileña, que puede tener lugar solamente en 2022, serán los próximos pasos en este camino, que definirá el carácter de la tercera década del siglo XXI en América Latina.

(*) El autor del texto es un sociólogo y científico político brasileño, coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ).

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/opinion/El-segundo-ciclo-antineoliberal-en-America-Latina-20201027-0047.html

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Crisis en universidades compromete la formación de médicos y enfermeros

La desigualdad y el racismo reflejados en los índices de pobreza y de baja escolaridad, son dos los elementos que caracterizan la realidad de la población afrodescendiente en Latinoamérica, una región que ha tenido avances en el tema pero a la que le hacen falta políticas fuertes.

Así lo señala el informe “Afrodescendientes y la matriz de la desigualdad social en América Latina: retos para la inclusión”, que fue presentado en el marco del trigésimo octavo periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), que se lleva a cabo de manera virtual, con Costa Rica como anfitrión.

¿Cómo evito que se adueñen de la vivienda que quiero alquilar?

La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, dijo en la presentación del informe, elaborado en conjunto con el Fondo de Población de la ONU, que en Latinoamérica viven 134 millones de afrodescendientes, que corresponden al 21% de la población de la región.

“El racismo es parte central de la cultura del privilegio. Las desigualdades raciales son estructurales, afectan todos los derechos y se traducen en pobreza, privaciones de acceso al agua, al saneamiento, a la electricidad, a internet, particularmente en zonas rurales”, explicó.

Una de las principales deficiencias de la región es la falta de estadísticas precisas y actualizadas acerca de la población afrodescendiente, por lo que el informe pide a los países incluir en sus censos datos específicos para esta población, ya que sólo Brasil, Perú, Uruguay, Ecuador, Colombia y Panamá lo han hecho.

En cuanto a pobreza, en Brasil alcanza al 25.5% de la población afrodescendiente, mientras que en la no afrodescendiente es de 11.5%, situación similar a la de Ecuador, donde las cifras son de 31.5% y 19.4%, respectivamente; Colombia con 40.8% y 27.8%; y Perú con 19.6% y 9.9%.

El informe resalta el caso de Uruguay, donde a pesar de que el índice de pobreza es el más bajo de la región, en el caso de los afrodescendientes es tres veces mayor que en los no afrodescendientes: 7.5% contra 2.7%.

Panamá es el único país en el que se invierten los papeles pues la pobreza en los no afrodescendientes es de 15% y en los afrodescendientes del 10.5%.

El informe también alerta de que un tercio de esta población está en riesgo de caer en la pobreza.

Bárcena detalló que el estudio establece que la población afrodescendiente tiene índices más elevados de pobreza, desempleo, mortalidad infantil y materna, de embarazo adolescente, entre otros.

Además, las poblaciones afrodescendientes han elevado en los últimos años su acceso a sistemas educativos y los años de escolaridad, pero aún persisten altas tasas de rezago y de abandono en primaria y secundaria.

Entre los avances señalados por Bárcena se destacan que las constituciones políticas de trece países condenan la discriminación racial, cinco hacen referencia específica a las personas afrodescendientes y tres reconocen a los afrodescendientes como pueblo.

En 16 países de la región hay leyes contra la discriminación y lo tipifican como delito, y poco a poco se ha ido incorporando en las normativas de la región el reconocimiento a la propiedad colectiva sobre territorios ancestrales.

Entre los desafíos que cada vez han tomado más relieve en la región está el de la migración intrarregional, ante lo que la secretaria ejecutiva de la Cepal subrayó que algunos países han incorporado la perspectiva étnica y racial en sus normas migratorias.

La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, la primera mujer afrodescendiente en llegar a ese cargo, hizo énfasis en que las brechas de desigualdad son “históricas” y que se han agravado con la pandemia del COVID-19, y señaló una de las conclusiones del informe que pide políticas afirmativas y universales.

“La estructura de la discriminación y el racismo tiene techos de hierro que parece que no se pueden romper. Son necesarias acciones afirmativas y políticas universales con perspectivas de diversidad. No vamos a acabar con la pobreza y la exclusión si no miramos la realidad de los afrodescendientes, los indígenas y otros pueblos excluidos”, declaró.

Fuente: https://gestion.pe/mundo/internacional/desigualdad-y-racismo-la-realidad-de-los-afrodescendientes-en-latinoamerica-noticia/?ref=gesr

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