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India: Los ataques con ácido a las mujeres indias salpican los cines de Bollywood

Asia/India/06 Febrero 2020/elpais.com

El estreno de ‘Chhapaak’, protagonizado y producido por una de las heroínas indias más conocidas, lleva esta permanente lacra social a la gran pantalla por primera vez

El 10 de enero se estrenó Chhapaak (salpicadura, en hindi) en los cines de India. La producción está basada en la historia real de Laxmi Agarwal, superviviente de un ataque con ácido cuyo tesón cambió la legislación relativa a la venta de ese producto en India. Precedida de controversia —como toda producción artística que toca temas sociales en el país asiático— la cinta lleva por primera vez los ataques con abrasivos ante el gran público; tan afectado por esta lacra como influenciable por las historias contadas por Bollywood. Además, lo hace sin edulcorar ni victimizar a personajes, incluyendo un cierre final ajustado perfecta y descarnadamente a la realidad de uno de los países del mundo más afectados por la violencia contra la mujer.

Marcando el tono del metraje, la cinta empieza con las protestas contra el caso real de violación múltiple y asesinato de una joven en Delhi, en 2012. Desde ahí, muestra las dificultades del personaje de Malti (Laxmi) para trabajar debido a su rostro desfigurado. Interpretado por la heroína de Bollywood, Deepika Padukone, la protagonista conoce al director de un grupo de apoyo a supervivientes de ataques con ácido; mediante el que la real Laxmi descendió por el embrollado proceso legal contra la venta y uso de abrasivos por hombres despechados para humillar y estigmatizar a mujeres indias. “Déjame disfrutar de este momento”, espeta Malti tras un fallo judicial favorable pero no definitivo. Como hacen en la vida real tantos otros hombres (incluso los de buena fe) el personaje masculino quería moderar la fugaz felicidad de la protagonista.

A la edad de 17 —un año después de que tres hombres desfigurasen su cara— Laxmi interpuso una demanda de interés público para reformar el código penal y prohibir la venta de ácido, por el aumento en su uso como instrumento de la violencia machista. Cuando el Gobierno incumplió su promesa de regular la venta de este producto y compensar, tratar y rehabilitar a supervivientes, el Tribunal Supremo falló en favor de Laxmi. Desde 2013, la normativa obliga a tener 18 años, como mínimo, para poder comprar abrasivos y a presentar un documento de identidad. Sin embargo, poco ha cambiado la realidad del país y los ataques con este producto continúan.

La batalla infatigable

La prensa local confirma que los ataques con ácido han aumentado entre 2014 y 2018 mientras las condenas han decrecido, en algunos años, a solo el 60% de los casos. En particular, 2017, cuando se registraron más de 300 incidentes y 319 víctimas. Aún peor, los datos ofrecidos por la Oficina Nacional de Investigación Criminal confirman tendencias alarmantes. No solo caen las investigaciones policiales sobre denuncias, sino que las tramitaciones de casos en los tribunales también disminuyen. Lo que demuestra falta de compromiso de las instituciones indias tras una tibia reacción ante esta lacra después del fallo del Supremo de 2013.

Los ataques con ácido no se circunscriben solamente a India. Las mujeres colombianas también padecen esta lacra, aunque la mayoría de los casos se concentran en Pakistán, Bangladesh, Afganistán, Camboya e India. Así, la Fundación Internacional de Supervivientes de Ácido estima que entre 500 y 1.000 mujeres de la región asiática sufren estos ataques anualmente. En India, la actividad de organizaciones no gubernamentales ha llevado los ataques con ácido al debate público, pero falla la aplicación de la legislación vigente. Según la organización Make Love Not Scars (Haz Amor No Cicatrices), el 80% de las supervivientes nunca reciben la cantidad compensatoria mientras los hospitales no están preparados para su tratamiento como ordena la ley.

“El ácido sigue fácilmente disponible. Nuestros voluntarios y yo lo hemos comprado”, dijo la propia Laxmi; que creó una iniciativa para recopilar datos sobre su venta por distrito. Implicada en la causa desde su rol en la cinta, Deepika Padukone grabó un experimento social demostrando la compra de 24 botellas de ácido sin identificación previa. La película ha empujado a que el estado de Uttarakhand crease un fondo de pensiones para supervivientes.

La cinta también fue boicoteada, tras la visita de Deepika a estudiantes agredidos por las juventudes del partido gobernante. Acostumbrados al silencio de Bollywood en temas socio-políticos, líderes criticaron la visita de la actriz como una forma de promoción de la cinta, que también produce, en otro intento más de dictar lo que una mujer india puede o debe hacer. Sin embargo, la primera producción sobre ataques de ácido en India ha conseguido buena recaudación durante su primer mes en cartelera.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/01/31/planeta_futuro/1580464623_866882.html

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India needs a new education paradigm

India needs a new education paradigm

crisis effectively

As we embark upon a new decade, India celebrates the 10th anniversary of its Right to Education Act (RTE), which went into effect in April 2010. While the RTE has been censured for its limited focus on governance and learning outcomes, its achievement in improving access to schooling is undeniable. It has also served as a rallying point for a wide range of stakeholders to intervene in the sector.

But as is well-established by now, India’s learning outcomes remain stubbornly low. Quality concerns around education are seldom viewed as a political priority. But these concerns cannot be ignored for much longer, especially in light of India’s human capital crisis, reflected in unemployment statistics. Furthermore, as economist Shamika Ravi writes, those with higher education are less likely to be employed than those without: “It says something about the quality of Indian education; too many engineers and other professionals are waving around degrees that are relatively worthless.

” The 2030 Skills Scorecard by the Global Business Coalition for Education reinforces these concerns — in 2030, India will have the highest number of secondary school graduates in South Asia, but nearly half of them will lack the skills to enter the job-market.

Until now, the band-aid response to such crises has been to establish a Ministry of Skilling, instead of more profound reforms in school education. Moving forward, India must extricate itself from this unstable equilibrium and view education within a larger human capital framework. In the upcoming decade, India’s education sector must focus on both scale and substance, addressing the learning problem at a system-wide level, while also recalibrating the raison d’etre of the education system itself.

In the past, even the most sophisticated education policies and curriculum frameworks have failed to live up to their promise, owing to weak administration. Strengthening the pillars of governance in the education sector is of undeniable importance. The state’s role is central, as Julia Gillard, former Prime Minister of Australia and Chair of the Global Partnership on Education writes: “Like any good orchestra conductor, governments must get a diverse collection of instruments, each playing its own notes, to produce a sound of coherent splendour.”

Over the past few years, several States, including Haryana, Rajasthan, and Himachal Pradesh, have taken ownership to drive large-scale changes in how education is administered. In many of these States, the starting point has been the integration of schools. Historically, government schools have emerged organically without a coherent strategy, sometimes serving just a handful of students, causing a large, unwieldy school network. The state’s capacity to manage such a system, however, is limited with inadequate frontline administration, information gaps, and large vacancies among faculty.

Optimising for the number of schools is complemented with interventions directed at infrastructure improvements, adequate staffing of teachers, school leaders, and frontline officials, and developing the capacity of these staff. Alongside is a strong focus on ‘remediation’ to enable all students to achieve grade-level competency. In terms of administration, programmes across States appear to share some common elements: management information systems to improve review and monitoring; communications across all levels of government, leveraging technology such as video conferences and WhatsApp; and project management protocols at the State, district, and block levels.

In Rajasthan, where the International Innovation Corps worked with the Department of Education alongside other players, the State focussed on developing approximately 10,000 “model” secondary schools — one in every gram panchayat — with quality infrastructure and prioritised staffing under the Adarsh programme. Headmasters of these schools were subsequently designated Panchayat Education Officers and trained to mentor other schools. Such efforts reduced teacher vacancies from 50 per cent to 19 per cent over four years, and created a cadre of frontline administration that regularly monitors schools. The State has defied national trends to witness a reverse migration of students from private to government schools, and both the National Achievement Survey and Board results point to improvements in secondary school outcomes.

Other States have similarly seen positive results. For instance, in Haryana, an evaluation by Gray Matters India estimates that students in 94 of the 119 blocks are now “grade-level competent.” This has been attributed to the Saksham Haryana Programme. The programme has instituted new mechanisms for data collection and analysis, and a restructuring of planning, coordination, mentoring, and monitoring at the district- and block-levels.

Building on such successes, the NITI Aayog and three States — Odisha, Madhya Pradesh, and Jharkhand — are in the process of scaling such efforts through the SATH-E programme. Additionally, 14 of the 30 indicators for the NITI Aayog’s new School Education Quality Index are concerned with governance processes, including availability of teachers, training, and accountability and transparency.

Revaluation of outcomes

This focus on building the capability of the state to better manage the education system is an important shift in the sector, and the aforementioned examples demonstrate how to go about it. But despite their successes, these should be viewed as starting points. These efforts remain focussed on the public school system. For more meaningful change, it is imperative to transition from seeing the government as just a provider to a regulator and facilitator.

There has recently been an increasing sense of competition, with governments claiming how their schools are out-performing private schools. While this may induce a positive pressure to perform, the reality is that apart from an elite few, the bulk of private schools are under-resourced and have little regulation of quality, safety, or outcomes.

More fundamentally though, improving implementability needs to be complemented with a recalibration of intent. India’s education system continues to be centred on standardised and ambitious curricula, students grouped by age instead of learning levels, and high-stakes board examinations. The consequence is, as economist Karthik Muralidharan writes, a “sorting system,” not a human capital system. In this context, we should question if administrative strengthening, by itself, is merely improving the management of a faulty process, perpetuating a mass-production model of education — or the ‘Prussian Model’ — that may have outlived its utility.

Traditionally, education systems around the world have followed a linear logic of prioritisation — expanding schooling access, improving working to improve the quality of core academic subjects, and finally, focussing on cultivating the skills needed to thrive in the world. But, Rebecca Winthrop, as co-director of the Center for Universal Education, finds, there exists a 100-year gap between the educational attainment of those in developed versus developing countries. At the same time, there is uncertainty about the skills required for a rapidly changing world. What are the outcomes we want schooling to generate, and are they adequate to produce the qualities for individuals to contribute meaningfully to society and the economy? These factors, Winthrop explains, imply an urgent need to break away from this linear logic and “leapfrog” by transitioning to a system that expands its idea of outcomes from literacy and numeracy to a “breadth of skills” —the larger set of skills that are needed in a changing world, including critical thinking, collaboration, and problem-solving.

Fixing administration is an important but belated response to the state capacity problems. A new policy must capitalise on this energised administrative apparatus to redefine the broader objectives of the education system. This will require a fundamental reengineering of assessments mechanisms, a mass behavioural change to facilitate a shift in focus from high-stakes examinations, and new partnerships between stakeholders — parents, students, teachers, frontline administrators, and NGOs.

An “outcomes-focus” is undoubtedly critical, but should be underpinned by an overarching human capital strategy. In a few years, a generation of students, who would otherwise not have access to an education, will have completed a full cycle of schooling thanks to the RTE. But over the next decade, the key priority that education policy must seek to address is to make sure that schooling isn’t just an end for students, but a ladder to opportunity.

Rohan Sandhu was formerly Associate Director at the International Innovation Corps, and is currently at the Harvard Kennedy School. This article is by special arrangement with the Centre for the Advanced Study of India, University of Pennsylvania.

Fuente de la Información: https://www.thehindubusinessline.com/opinion/columns/india-needs-a-new-education-paradigm/article30736218.ece

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Las mujeres lideran por primera vez las protestas políticas en India

Asia/India/27 enero 2020/elpais.com

Sus concentraciones pacíficas en la capital se mantienen desde hace un mes, mientras caras femeninas del mundo universitario y cinematográfico se convierten en iconos del movimiento

En diciembre de 2019, un pequeño grupo mujeres y hombres se reunieron en el distrito de Shaheen Bagh, al sureste de Nueva Delhi, para protestar contra la represión policial de estudiantes el día anterior en la cercana Universidad Jamia Millia Islamia. La concentración siguió los días y noches siguientes con nutrida presencia de abuelas, madres e hijas mientras los hombres volvían al trabajo. Más de un mes después de que aquella protesta en la capital india se extendiese por todo el país, la sentada pacífica liderada por mujeres continúa y se reproduce en otras ciudades para desconcierto de los líderes políticos de la sociedad machista de India.

La imagen no solo es poderosa por el inusual liderazgo de mujeres indias en protestas estrictamente políticas, sino porque todas las mujeres de Shaheen Bagh son musulmanas; comunidad afectada por las políticas discriminatorias del gobierno indio. Las protestas fueron desencadenadas por la ley de ciudadanía aprobada en diciembre; que permite solicitar asilo en India a refugiados siempre que no sean seguidores del islam. La norma ha despertado a esta comunidad en el país asiático —cerca de 200 millones de población india— y sus mujeres salen a la calle como nunca antes, según activistas por los derechos de este colectivo.

“¡La protesta en Agripada creó una atmósfera inspiradora y eléctrica!”, recuerda orgullosa Aarefa Johari, en referencia a la última manifestación en el corazón de Bombay, la semana pasada. “Hubo, al menos, 10.000 o 15.000 mujeres. Algunas fueron pese a la desaprobación de sus maridos, atemorizados”. Como en la capital financiera de India, las protestas encabezadas por ellas se extienden por las principales urbes del país. Desde Calcuta, al este del país, hasta Cochin, al sur. Incluso en ciudades como Lucknow, lideran las protestas para desconcierto de políticos machistas como el gobernador del estado, que retaba públicamente a los hombres a dar la cara y no “empujar a sus mujeres”, mientras amenazaba con represalias para quien gritase “libertad”.

Protestas por la nueva ley ciudadana este domingo 26 de enero en Nueva Delhi.
Protestas por la nueva ley ciudadana este domingo 26 de enero en Nueva Delhi. STRINGER REUTERS

Si las musulmanas indias desbordan las manifestaciones, secundadas por compatriotas de otras religiones y castas, las jóvenes se han convertido en iconos del movimiento. El mismo día que empezaron las protestas, el coraje de dos universitarias musulmanas protegiendo a un compañero apaleado por policías fue emblema durante las primeras semanas de protestas. Mientras que el ataque al principal campus universitario de Nueva Delhi hace unas semanas tuvo como cara visible a la presidenta de la unión de estudiantes.

A pesar de ser víctima de la agresión por parte de unos 50 miembros de las juventudes del partido en el gobierno, la joven fue una de las pocas personas contra las que la policía de la capital admitió demandas por los altercados; alimentando aun más el temor de la connivencia del gobierno con grupos radicales que intentan hacer pasar las manifestaciones pacíficas por agitaciones sociales violentas, para desacreditarlas.

Además de la participación activa de mujeres, también ha sido una cara femenina de las élites la primera en acercase a un movimiento que, hasta ahora, ha encontrado el silencio de los principales líderes de opinión en India. Días después del incidente universitario, Deepika Padukone fue la única gran figura de Bollywood que se acercó a ver a los estudiantes heridos. El gesto de la actual heroína de la industria cinematográfica local fue aplaudido por los que demandan más implicación sociopolítica por parte de sus millonarias estrellas en un país devoto del séptimo arte. Mientras, representantes del partido del gobierno llamaban, de forma activa o pasiva, a boicotear la última producción de la actriz.

Pese a la condescendencia machista de las autoridades indias, la represión policial también se ceba con las manifestantes. De los más de 350 detenidos el día 27 de diciembre en la ciudad de Lucknow, donde el líder político del Estado promete venganza, muchas fueron mujeres. Esta región, Uttar Pradesh, ha concentrado la mayor parte de los altercados violentos desde que comenzaron las protestas; dando lugar a 23 muertos y otros 1.200 detenidos sin cargos. La pasada semana, el Tribunal Supremo de India denegaba más de un centenar de peticiones para revocar la ley de ciudadanía que motiva las protestas, e instaba al gobierno a responder a las demandas ciudadanas. A las puertas de la mayor instancia judicial de la democracia más poblada del planeta, un grupo de mujeres sostenían pancartas en defensa de la constitución y contra su propio gobierno.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/01/27/mujeres/1580117445_597909.html

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INDIA Estudiantes y profesores insisten en investigar hechos de violencia en los Campus Universitarios

Asia/India/universityworld

Estudiantes y profesores en India recurren a los tribunales para asegurarse de que se lleven a cabo investigaciones sobre la violencia en el campus que estalló en varias universidades en las últimas semanas, en medio del descontento con el lento ritmo de las investigaciones policiales y con lo que dicen que es una respuesta inadecuada del gobierno.

Los profesores de la prestigiosa Universidad Jawaharlal Nehru (JNU) de India, Ameet Parameswaran, Atul Sood y Shukla Vinayak Sawant, han solicitado al Tribunal Superior de Delhi que solicite instrucciones judiciales al comisionado de policía de Delhi y al gobierno de Delhi para investigar adecuadamente quién estaba detrás de la violencia en el campus y preservar los datos. , Imágenes de CCTV y otras pruebas relacionadas con la violencia del 5 de enero en el campus de JNU.

Los estudiantes de JNU fueron brutalmente atacados por una multitud de hombres y mujeres enmascarados y armados el 5 de enero, hiriendo a unos 35 estudiantes y maestros. El Sindicato de Estudiantes de JNU (JNUSU) culpó al Akhil Bharatiya Vidyarthi Parishad (ABVP), el ala estudiantil del Partido Bharatiya Janata (BJP) de derecha del primer ministro Narendra Modi (BJP), por el ataque y dijo que el vicecanciller de la universidad y el La administración no hizo nada para protegerlos.

Los miembros de JNUSU, incluido el presidente de JNUSU, Aishe Ghosh, se acercaron por separado al Tribunal Superior de Delhi el 21 de enero en un intento por revertir una subida en las tarifas de albergue de JNU que provocó semanas de disturbios a fines del año pasado y provocó la violencia en el campus a principios de enero y pide el vicecanciller de la universidad a renunciar .

La petición de JNUSU quiere que el tribunal ordene a la administración de la universidad que permita a los estudiantes registrarse en la universidad bajo la antigua estructura de tarifas y solicita una decisión que las decisiones de aumento de tarifas de la universidad en octubre de 2019 son «malas, arbitrarias e ilegales y afectan negativamente a la universidad». estudiantes «.

Según los comentarios de la agencia de noticias Press Trust of India, el ministro de Desarrollo de Recursos Humanos, Ramesh Pokhriyal ‘Nishank’, dijo: “La demanda original de los estudiantes con respecto al aumento en las tarifas de los albergues ha sido aceptada. La demanda de eliminar al vicecanciller de JNU ya no está justificada; eliminar a alguien no es una solución «.

Los tres profesores de la JNU presentaron su petición el 10 de enero, buscando las instrucciones de la corte para la «preservación y recuperación» de todo el material o evidencia en la aplicación de mensajería, WhatsApp, Google y Apple, incluidos mensajes, fotos, videos y números de teléfono de miembros de varios grupos de WhatApp creían estar relacionados con la violencia en JNU.

El Tribunal Superior de Delhi ha pedido a las autoridades de la JNU que proporcionen imágenes de CCTV y otros datos relevantes sobre la violencia a la policía de Delhi. El tribunal también solicitó a la policía que confiscara los teléfonos de los miembros de dos grupos de WhatsApp a través de los cuales, según los informes, se organizaron los ataques contra estudiantes y maestros de JNU.

El tribunal emite avisos a las empresas de redes sociales

El 14 de enero, el Tribunal Superior de Delhi emitió avisos a Facebook, WhatsApp y Google pidiéndoles que conservaran los datos relevantes relacionados con el ataque del 5 de enero.

Uno de los peticionarios, Sood, profesor del Centro para el Estudio del Desarrollo Regional de JNU, dijo: “Nuestra primera prioridad es la seguridad en el campus. Nos sentimos inseguros e inseguros; Además, después del incidente, la administración no ha intentado hacernos sentir seguros, por lo que queremos una investigación imparcial.

«Los que se suponía que nos brindarían protección no cumplieron con sus deberes», dijo Sood.

Muchos han criticado el lento ritmo de las investigaciones policiales (la policía se enfrentó a las críticas por tomar demasiado tiempo para intervenir efectivamente en el campus para detener la violencia) y hasta ahora nadie ha sido arrestado en relación con la violencia del 5 de enero.

La policía de Delhi ahora afirma que ha identificado a una mujer enmascarada vista en videos de la violencia del 5 de enero como una estudiante de la Universidad de Delhi Komal Sharma, que se dice que es miembro de ABVP.

Al parecer, se ve a Sharma amenazando a estudiantes junto con otros dos hombres dentro del albergue Sabarmati en el campus de JNU. Sin embargo, ella negó la acusación y se acercó a la Comisión Nacional para la Mujer, el organismo legal que protege los derechos legales de las mujeres y puede ayudarlas a presentar quejas.

Aunque la policía ha enviado un aviso a Sharma y a otros dos, Akshat Awasthi y Rohit Shah, dijeron que los tres aún no se han rastreado y que sus teléfonos están apagados.

Jamia también recurre a los tribunales

La administración universitaria de Jamia Millia Islamia (JMI) en Nueva Delhi también decidió presentar un caso ante los tribunales contra la Policía de Delhi en relación con la violencia en el campus de JMI el mes pasado cuando la policía invadió el campus sin invitación de la administración de la universidad y atacó a muchos estudiantes

La vicecanciller de JMI, Najma Akhtar, dijo que incluso escribió cartas a altos oficiales de policía, incluido el comisionado de policía de Delhi, pero la policía de Delhi no presentó un Primer Informe de Información (FIR), que normalmente contiene detalles relevantes para desencadenar una investigación penal oficial.

En respuesta a la petición de JMI, el 22 de enero, un tribunal de Delhi ordenó a la policía que presentara un informe sobre sus acciones relacionadas con el incidente de mediados de diciembre en JMI.

Hasta el momento, la universidad ha rechazado una demanda policial de compartir imágenes de circuito cerrado de televisión del campus «para identificar a los manifestantes», por temor a que la policía pueda utilizarla indebidamente.

Acción de la Universidad Musulmana Aligarh

A raíz de la exitosa solicitud de JMI para una FIR policial, la administración de la Universidad Musulmana Aligarh (AMU) ha dicho que presentará una solicitud en un tribunal inferior en el estado de Uttar Pradesh, donde se encuentra la universidad «buscando dirección para que la policía se registre una FIR «.

El vicecanciller de AMU también dijo que la administración de la universidad presentaría un FIR contra la policía de Uttar Pradesh por ingresar al albergue universitario sin permiso el 15 de diciembre, mientras que los estudiantes de AMU realizaban protestas en solidaridad con los estudiantes de JMI.

AMU también ha establecido un comité de investigación dirigido por un ex presidente del tribunal superior para una investigación detallada del incidente. Los equipos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (NHRC) visitaron JMI y AMU y comenzaron una investigación sobre la acción policial en diciembre. Los funcionarios de la NHRC también han hablado con empleados de la universidad, personal de seguridad y estudiantes.

La violencia sacudió los campus de muchas universidades de la India después de que el gobierno promulgara la controvertida Ley de Enmienda de Ciudadanía el 12 de diciembre de 2019, que facilita a los residentes de tres países vecinos, Pakistán, Afganistán y Bangladesh, obtener la ciudadanía india, pero excluye a los musulmanes de esos países. .

Cuando estallaron los campus después de la promulgación de la Ley de Enmienda de Ciudadanía, la policía usó la fuerza para sofocar las protestas, pero se enfrentó a críticas por usar fuerza excesiva sobre estudiantes de universidades de élite, incluidas las JMI de Delhi y la UMA de Uttar Pradesh. Los estudiantes de todo el país protestaron después de que la policía golpeó brutalmente a los estudiantes de JMI el 15 de diciembre.

El vicecanciller de la AMU, Tariq Mansoor, se ha comunicado con los estudiantes para decirles que lamenta profundamente que hayan sufrido lesiones el 15 de diciembre y las molestias que enfrentaron. Dijo que la policía fue convocada solo para dispersar a la multitud dentro del campus y restaurar el orden público y la normalidad. Sin embargo, la policía entró en albergues residenciales, golpeó a estudiantes y dañó propiedades. Entonces se presentará un FIR contra la policía de Aligarh, dijo Mansoor.

El vicecanciller de AMU ha dicho que su caso contra la policía es que la policía excedió el mandato dado cuando la administración de la universidad les permitió ingresar al campus. Si bien se dio permiso para restaurar la paz en el campus, la policía presuntamente ingresó en albergues residenciales, dice la universidad.

Estudiantes no impresionados

Pero los estudiantes de AMU dijeron que el vicecanciller permitió la entrada de la policía al campus y su afirmación de que se presentaría un FIR sería solo un «ejercicio de control de daños».

Faizul Hasan, ex presidente del Sindicato de Estudiantes de AMU, encabezando la protesta dijo: “Continuaremos nuestra protesta. El vicecanciller y el secretario deben renunciar a sus cargos por lo que han hecho con los estudiantes «.

Afirmó que los estudiantes también cuentan con el apoyo de una gran cantidad de maestros.

AMU y JMI han pospuesto todos los exámenes programados ya que las protestas contra la Ley de Enmienda de Ciudadanía continúan sacudiendo los campus. Más de un mes desde que comenzó la violencia, la ira de los estudiantes está lejos de disminuir.

Cientos de estudiantes de diferentes universidades marcharon en Nueva Delhi el 20 de enero para protestar contra la Ley de Enmienda de Ciudadanía. Varias organizaciones estudiantiles y miembros del comité de coordinación de JMI se unieron a la marcha dirigida por el Comité de Coordinación Nacional de Young India.

Muchos estudiantes de AMU dijeron que las protestas no terminarían pronto porque los campus no son seguros y el gobierno «no está haciendo nada».

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=2020012214420929

Imagen tomada de: https://images.firstpost.com/wp-content/uploads/2020/01/PTI1_6_2020_000136B.jpg

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India: Vemos, por primera vez, un movimiento sostenido en todo el país encabezado por mujeres

Vemos, por primera vez, un movimiento sostenido en todo el país encabezado por mujeres

Sangbida Lahiri

En este invierno de descontento, en cada marcha, en cada manifestación, en cada protesta –desde la Universidad Jawaharlal Nehru hasta la de Jamia o desde la de Aligarh hasta la de Jadavpur–, la primera fila siempre está ocupada por mujeres jóvenes. El país no conocía desde la independencia una agitación política tan duradera, encabezada por mujeres jóvenes, ruidosamente, indefectiblemente y con determinación. ¿Quiénes son estas mujeres jóvenes que protestan, gritan y se rebelan? ¿Son simplemente estudiantes de los campus progresistas de India? ¿O están siendo instigadas por partidos de la oposición? ¿Es su participación meramente accidental o existe un método en esta revuelta?

Ni casualidad, ni instigación: se trata de una opción clara y unánime. Las estudiantes de los campus universitarios de toda India salen a la calle para mostrar que la política del futuro está cambiando rápidamente; que la política del siglo XXI ya no obedecerá más a la retórica de la masculinidad; que ha llegado la hora de hacer política teniendo en cuenta las cuestiones de género y ocupándose de ellas en vez de esos llamamientos ocasionales a condenar a los violadores. El número creciente de mujeres jóvenes que se manifiestan indica que la justicia de género no es una limosna, sino que supone una intervención sistémica en la naturaleza y la lógica de la política propiamente dicha.

Este es el cuadro general, pero hay motivos más matizados que explican por qué las mujeres están dispuestas a sacrificarse en el altar de la agitación política y de los enfrentamientos callejeros. En primer lugar, la ley de modificación de la ciudadanía (Citizenship Amendment Act, CAA) supone una amenaza mayor para las mujeres que para los hombres. Imágenes e informes de los campos de detención en el Estado de Assam lo demuestran. Y las mujeres, no solo de las minorías, sino de todas las procedencias, han empezado a temer la privación de sus derechos civiles. Es un temor fundado, porque el sufragio es una cuestión crucial en un país con un pasado colonial.

En un país como India, donde el proceso de descolonización apenas ha concluido, la identidad nacional de las mujeres es fruto de la construcción de la historia de sus luchas contra el Estado colonial (y también poscolonial). Por consiguiente, la amenaza de perder el derecho al voto o de verse privadas de la ciudadanía les afecta profundamente. Es una cuestión de supervivencia para las mujeres universitarias, que saben cuánto les ha costado contar finalmente con una voz. Por eso son mucho más propensas a resistirse a la ley, pues consideran que afecta a un aspecto fundamental de la justicia de género.

En segundo lugar, el temor a quedarse sin documentación. En India, las mujeres de varias condiciones socioeconómicas se ven a menudo privadas de documentos oficiales. Desde la década de 1990, la preocupación del Estado por los cuidados pre y posnatales en las zonas rurales hizo que muchos partos fueran asistidos por comadronas, lo que complicaba las posibilidades de certificar los nacimientos; el porcentaje de registro de matrimonios sigue siendo arbitrario; muchas mujeres no poseen bienes inmuebles a su nombre; y están sometidas al cuidado del padre o del marido después del matrimonio. Así, la implementación de la CAA y del registro nacional de ciudadanía (National Register of Citizenship, NRC) establece un nuevo orden, una nueva definición del margen y una nueva hegemonía, lo que supone una grave amenaza para las mujeres de todas las comunidades, castas y clases.

La creciente alfabetización del mundo rural y la movilidad urbana de las mujeres ya no permiten ocultarles estos peligros. Estas mujeres jóvenes representan en muchos casos la primera generación de su familia en cursar estudios universitarios. Para ellas, verse postergadas a un estado de falta de libertad, que han podido ver en sus madres o abuelas, ya no es aceptable. De ahí que todo lo que ponga en peligro la realización de sus aspiraciones y obstaculice su movilidad le lleve a participar decididamente en las protestas contra la ley discriminatoria.

La alfabetización es, de hecho, otra razón en sí misma de la mayor participación de las mujeres. El aumento sustancial del número de estudiantes femeninas en la educación superior implica que ahora las jóvenes viajan más, se alojan en residencias o pisos compartidos, con lo cual se vuelven independientes y controlan sus propias vidas. Esta emancipación de la familia y el mayor sentido de la propiedad de su persona las animan a expresarse, a rebelarse y a levantar la voz, incluso contra el Estado. Esta capacidad se ve reforzada gracias a la tecnología: un mundo digital más rápido está cambiando la manera en que las generaciones más jóvenes de mujeres se relacionan con el mundo, en muchos casos adaptando la tecnología a un ritmo más rápido que los hombres.

El uso de teléfonos inteligentes y la participación en colectivos a través de las redes sociales son factores cruciales que contribuyen a adquirir un mayor sentido de la libertad y desempeñar un papel más activo en la opinión pública y el espacio público. La digitalización del espacio es por tanto un instrumento formidable en la movilización política de las estudiantes. Las mujeres no están dispuestas a renunciar a todo ello en nombre de simples documentos y decretos perversos sobre la ciudadanía. Asimismo, entre las usuarias más jóvenes se denota un apetito de información y datos que este gobierno deniega insistentemente, con lo que la juventud se muestra temerosa de su futuro y su bienestar.

Finalmente, podemos concluir con un motivo retrospectivo para explicar el aumento de la presencia de mujeres en las manifestaciones. Este motivo puede parecer inocuo desde la distancia temporal, pero no lo es. Si miramos atrás con esmero, observaremos que la generalización del almuerzo en las escuelas en el segundo ciclo de primaria comenzó durante el primer mandato del gobierno de la Alianza Progresista Unida en 2004. La idea entonces consistía en atraer a niños y niñas a ir a la escuela con el fin de reducir la tasa de abandono escolar y proveer a las chicas de suplementos nutritivos. En los años subsiguientes, la comida de mediodía fue un éxito arrollador, reduciendo tanto el absentismo como el desequilibrio de género en las escuelas. Las niñas de familias pobres, que de este modo se veían incentivadas a asistir a clase, se hallan ahora en el grupo de edad de 18 a 25 años.

Son las que se han beneficiado de la expansión de la enseñanza y conocen los imperativos éticos de la educación pública libre y del aprendizaje sin trabas al margen de los orígenes de cada una. Así, en estas circunstancias, si saben que una ley como la CAA va a privarles a ellas o a sus madres de sus derechos de ciudadanía, o a ambas, o si saben que debido a su origen familiar van a ser enviadas a campos de detención, que se les denegarán sus derechos como ciudadanas o temen perder sus títulos y sus derechos por simples decisiones arbitrarias, ¿qué van a hacer? Harán lo que tienen que hacer: encabezar valerosamente las manifestaciones de protesta en todo el país.

Sangbida Lahiri es profesora del Departamento de Estudios Asiáticos y Sudasiáticos de la Universidad de Calcuta, Kolkata.

https://thewire.in/women/caa-nrc-protests-women

Traducción: viento sur

Fuente de la Información: https://vientosur.info/spip.php?article15545

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India se centrará en la tecnología blockchain para revolucionar el sistema educativo

Asia/India/20 Enero 2020/es.ambcrypto.com

Blockchain la tecnología está lista para interrumpir India Como la sexta economía más grande del mundo ahora planea incorporar soluciones basadas en blockchain para reforzar la educación en las escuelas gubernamentales.

Según un informe de la Press Trust of India, El ministro de telecomunicaciones y TI, Ravi Shankar Prasad, mientras hablaba en la inauguración del Centro de Excelencia [CoE] en Tecnología Blockchain en Bangalore, dijo:

“Estoy muy interesado en cómo podemos aprovechar blockchain en la educación primaria. De hecho, hoy te voy a dar una tarea, equipo de NIC. ¿Puedes pensar en una buena aplicación de la tecnología blockchain para mejorar la calidad de las escuelas gubernamentales en todo el país?

Añadió

«Las escuelas públicas son buenas, las escuelas privadas son buenas, pero creo que podremos aprovechar la tecnología cuando se produzca un cambio transformador».

Según los informes, Prasad destacó los diversos sectores que pueden aprovechar la tecnología blockchain en diferentes dimensiones, en un esfuerzo por brindar la transparencia muy necesaria en áreas de gobierno, gestión de tesorería, logística, operaciones especiales, así como agricultura, salud y educación primaria, entre otros.

Hablando sobre el creciente número de nuevas empresas en el país, el ministro de TI dijo:

“India alberga 26,000 nuevas empresas, de las cuales 9,000 son nuevas empresas tecnológicas. NIC puede convertirse en un gran patrocinador del movimiento de inicio. Recomiendo que el Centro y los gobiernos estatales abran puertas «.

El CoE basado en Bengaluru está listo para crear, lo que se promociona como una «infraestructura robusta» para proporcionar Blockchain-as-a-Service [BaaS] para facilitar los esfuerzos de los departamentos gubernamentales para construir una «prueba de concepto» para el uso de esta tecnología.

Según los informes, el Centro Nacional de Informática [NIC], una entidad gubernamental, se asoció con el CoE para proporcionar servicios de infraestructura y apoyar la innovación de blockchain en el país.

Fuente: https://es.ambcrypto.com/india-se-centrara-en-la-tecnologia-blockchain-para-revolucionar-el-sistema-educativo/

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Una universidad india imparte estudios sobre posesiones demoníacas y fantasmas

Asia/India/16 Enero 2020/elpaís.com

El curso de medicina ayurvédica trata desórdenes psicosomáticos, confundidos con mucha frecuencia con lo paranormal

La conocida universidad de Banarás, ahora Varanasi, ha creado el primer curso para tratar enfermos que dicen estar poseídos por fantasmas. Los seis meses del curso que ha empezado en enero tendrán lugar en la Facultad de Ayurveda, modelo tradicional de medicina y cura del subcontinente indio, de la Universidad Hindú de Banarás (BHU). Su temario está centrado en trastornos psicosomáticos, a menudo confundidos con vivencias paranormales. El anuncio de este curso por parte de un centro público ha generado controversia dentro y fuera del ámbito académico y médico, incluidas mofas en las redes sociales.

“Bhoot Vidya [Estudios de Fantasmas] tratan principalmente desórdenes y trastornos causados por razones desconocidas así como enfermedades mentales o condiciones psicóticas”, explicó Yamini Bhushan Tripathi, decano de la Universidad de Banarás; que ofrece el curso dentro de la Licenciatura de Medicina Ayurvédica y Cirugía (MBBS). El decano añadió que esta institución es la única en la India en impartir tal disciplina, en la que se enseña a doctores sobre los “remedios ayurvédicos para tratar las dolencias relativas a fantasmas”.

Según la creencia tradicional veda (de donde deriva la medicina ayurvédica), el cuerpo tiene tres funciones básicas —vatapitta y kapha— equivalentes al movimiento, metabolismo y estructura en la medicina moderna. Siguiendo el paralelismo, KK. Aggarwal, presidente de la Fundación Cardiológica de la India, dice que la salud mental ayurvédica se define en tamasrajas y sattva; correspondientes a estados de los sistemas simpático y parasimpático de la medicina avanzada. Según recoge India Today, el Dr. Aggrawal no rechazaría del todo los sistemas de medicina nativos ya que, a veces, han ofrecido remedios para tratar varias enfermedades.

Otros se muestran radicalmente en contra del curso. Es el caso del presidente de la Federación Asiática de Psiquiatría, G. Prashad Rao, que subraya el perjuicio que tiene la creencia de que los problemas mentales son causados por posesiones demoníacas. La idea de que un individuo pierde control de sus facultades debido a una influencia externa, dice el experto, se llama proyección en terminología psicológica. El doctor Rao piensa que la inclusión de tal curso como parte del programa universitario perpetúa los conocimientos de pseudo-ciencia en la educación y, peor aún, el estigma social asociado a determinados problemas mentales.

Según el Instituto Nacional de Neurociencia y Salud Mental (NIMHANS), cerca del 14% de los indios tienen problemas mentales. Mientras que la OMS estimaba que el 20% sufre depresión en algún momento de sus vidas. Sin embargo, apenas hay 6.000 especialistas en trastornos mentales, 1.000 psicólogos clínicos y 300 enfermeras psiquiátricas para atender a una población de unos 1.300 millones de personas. La prevalencia de ideas erróneas sobre estos problemas de salud hace que la mayoría evite manifestar abiertamente cualquier dolencia de este tipo por miedo al ostracismo. Con menor educación y recursos, la India rural (donde habita gran parte de la población) aún vive bajo el oscurantismo de las prácticas de chamanes y brujos-curanderos.

En este contexto, la utilización perniciosa de este tipo de enseñanzas puede contribuir a que los curanderos se aprovechen de la desesperación de muchas familias, que hipotecan sus ahorros y la salud de sus enfermos. Hace dos años, por ejemplo, un curandero fue detenido y acusado de haber infectado el virus del sida al usar la misma jeringuilla con varias decenas de pacientes pobres de un pueblo entre el Taj Mahal y Lucknow, capital de Estado de Uttar Pradesh; una de las regiones más empobrecidas de la India.

Pese a los riesgos que entraña la institucionalización de pseudo-ciencias como el curso de fantasmas de la Universidad de Baranás, otros consideran positiva la recuperación de parte de esta sabiduría tradicional para su validación científica antes de desaparecer. Según cita India Today, esa es la opinión de A. Anantharaman, del Instituto Xavier de Gestión Empresarial de Bangalore y exprofesor en la Universidad de Negocios de Harvard. Anantharaman cree que la iniciativa podría servir para arrojar más luz sobre fenómenos psicológicos aún por explicar e incorporarse, de alguna forma, a las técnicas médicas validadas y existentes. O, por el contrario, acabar por desacreditar tales nociones desde el punto de vista científico.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/internacional/2020/01/15/mundo_global/1579085829_903552.html

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