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Ministro israelí propone lanzar bombas a niños de Gaza

Redacción: Telesur

“No hay ningún impedimento legal. ¿Por qué no apuntarles directamente a ellos, en vez de apuntar a regiones cercanas?”, reiteró el ministro de Educación de Israel.

“¿Por qué no disparar a quien sea que envíe armas aéreas contra nuestras comunidades?”, dijo el pasado domingo el ministro de Educación de Israel, Naftali Bennet, citado el lunes por citado por el diario israelí Ynet News.

Esta declaración la hizo Bennet durante una reunión de gabinete que realiza cada semana el Gobierno israelí sobre los recientes bombardeos contra la Franja de Gaza.

El ministro defendió que las cometas incendiarias, que generalmente son lanzadas contra los niños, sean usadas para realizar ataques contra los menores y desde aviones de guerra.

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Los blancos de estos ataques israelíes han sido la localidad de Salah Al-Din, en el centro de la Franja, y un sitio ocupado por la organización Hamas en Beit Lahiya, entre otras posiciones.
“No hay ningún impedimento legal. ¿Por qué no apuntarles directamente a ellos, en vez de apuntar a regiones cercanas?”, reiteró.

Asimismo, cuestionó la decisión de su Gobierno de aceptar un alto el fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas) tras una serie de ataques.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/ministro-israeli-propone-lanzar-bombas-ninos-gaza-20180717-0045.html

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Palestina en los textos escolares Israelíes. (Video)

Por: Investig’Action. 11/07/2018

Nurit Peled-Elhanan presenta la imagen de la población palestina en los textos escolares en Israel. En Israel la industria de los textos escolares es una industria privada y los profesores pueden elegir los textos que quisieran enseñar. “No obstante, todos los textos deben ser autorizados por el ministerio de educación” explica Peled-Elhanan añadiendo que el objetivo de esta autorización es garantizar que todos los textos tengan al sionismo como base ideológica. Peled-Elhanan es profesora de lengua y educación en la Universidad Hebrea de Jerusalén y activista de derechos humanos. Ella recibió el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento otorgado por el Parlamento Europeo de 2001. Smadar, su hija, murió a la edad de trece años en un ataque suicida perpetuado por un palestino en 1997 en la calle Ben Yehuda de Jerusalén. El libro de Peled-Elhanan, “Palestina en los textos escolares israelíes: ideología y propaganda en la Educación”, fue publicado en Reino Unido en abril de 2012. En este libro describe el racismo de la representación de los árabes en los textos escolares israelíes.

*Fuente: https://www.investigaction.net/es/palestina-en-los-textos-escolares-israelies/

Fotografía: Investig’Action

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Breve historia de la huelga de un maestro palestino

Entrevista con H. Mezna Qato y Mai Abu Moghli

En febrero y marzo de 2016, casi 35.000 maestros y maestras palestinas iniciaron una serie de huelgas en Cisjordania. Se suspendieron las clases, se manifestaron por las calles de Ramala y organizaron sentadas ante las oficinas del Ministerio de Educación. Aunque fue breve, la huelga tuvo gran repercusión porque los y las maestras utilizaron su menguante capital social como no lo habían hecho desde la segunda Intifada y animaron a otros sindicatos a convocar huelgas, particularmente después de la ratificación de la Ley 6 de la Seguridad Social, de 9 de marzo de 2016.

Fue la mayor huelga de maestros de la historia palestina y sin embargo, no solo no la organizó su sindicato, la Unión General de Maestros Palestinos (UGMP) sino que se organizó a pesar de la UGMP.

Con anterioridad ya se habían organizado huelgas sin el respaldo del sindicato. En 2012, entre 400 y 500 maestros se declararon en huelga durante 25 días en contra de la dirección sindical. Se prolongó más allá de la huelga de dos días que simbólicamente convoca cada año la UGMP para expresar su frustración por el estancamiento de los salarios y de las pensiones de los docentes. La huelga de 2012 terminó cuando la Autoridad Palestina (AP) aceptó una serie de reivindicaciones y, con la intermediación de la UGDP, firmó un acuerdo (efectivo desde el 1 de enero de 2013) que prometía incrementos concretos. Pasaron los meses y aunque el gobierno posponía la ejecución del acuerdo los huelguistas siguieron en las aulas convencidos de que la AP lo aplicaría.

Un año después del acuerdo inicial con la UGMP, la AP aplicó unilateralmente una medida provisional agregada mediante una anotación en las nóminas de los maestros, que prometía que todos los maestros cualificados recibirían un aumento del 5% en el salario base tan pronto como hubiera fondos disponibles. Para la mayoría de los maestros este aumento suponía entre 170 y 220 NIS (nuevo sheqel israelí) al mes. Los docentes se opusieron porque el aumento era menor que el estipulado en el acuerdo y porque no era retroactivo al acuerdo original de 2013. Pero aún no se ha cumplido: allí sigue la nota agregada en sus nóminas indicando que el pago se realizará “cuando el dinero esté disponible”.

Para septiembre de 2014, después de constantes demoras y con una UGMP cada vez menos implicada y más mediadora de la AP que defensora de los miembros del sindicato, el Comité de la Conferencia de la UGMP envió una carta a la secretaría del sindicato y al Secretario General, Ahmad Suhwail. La carta detalla los casi dos años de negociaciones y acuerdos entre la UGMP y la AP. La UGMP respondió asegurando que el acuerdo se aplicaría el 1 de enero de 2015. Aplacados, inseguros sobre los siguientes pasos que debían dar y sumidos en fracturas políticas internas, los maestros y maestras suspendieron las acciones previstas. Para el 5 de febrero de 2015, sin embargo, quedó claro que la AP no tenía intención de pagar los salarios atrasados. Se envió una carta a todos los maestros y maestras indicando que la AP les debía un promedio de 5.000 NIS, lo que excedía en mucho su presupuesto para los 42.000 maestros y maestras de Cisjordania.

La UGMP negoció un aumento salarial de 600 NIS mensuales para cumplir con algunas reivindicaciones concretas. Aunque la AP estuvo de acuerdo, cada maestro solo recibió 20 NIS adicionales en su siguiente nómina. Las noticias de la mísera cantidad circularon rápidamente por Cisjordania.

Las presiones a la UGMP para que convocase una huelga se incrementaron. Los maestros y maestras rechazaron la espera que solicitaba el sindicato y al final, la UGMP se vio obligada a anunciar una huelga general de dos días a mediados de febrero. Al final del primer día, la UGMP hizo un llamamiento a los maestros para que volvieran a la escuela porque habían acordado con la AP que todos los sueldos retroactivos se pagarían en mayo de 2016. Luego se produjeron declaraciones contradictorias del Ministerio de Educación que indicaban que los pagos serían incrementales y comenzarían en abril. No obstante, las declaraciones emitidas por otros funcionarios del sector daban a entender otras fechas.

150 maestros y maestras se negaron a volver al trabajo el primer día de la huelga ilegal. Uno de ellos era H., maestro de una escuela de niños de Belén y miembro del Comité Electoral de la UGMP.

Hemos hablado con H. varias ocasiones durante dos años: cuando comenzó la huelga de los maestros en febrero de 2016, cuando la huelga estaba en marcha, y finalmente en enero de 2018.

¿Cómo comenzó la huelga y cómo os organizasteis?

El movimiento de los maestros y maestras comenzó espontáneamente. Usamos las redes sociales para discutir nuestras reivindicaciones colectivas y los pasos concretos para exigirlas. Sin embargo, no avanzamos hasta que no fuimos varios miles loa dispuestos a ir a la huelga. La espontaneidad de la acción colectiva aseguró que las re¡vindicaciones no se fragmentaran y que los partidos políticos no apoderaran se las movilizaciones. Exigimos justicia e igualdad. Nuestro lema es “dignidad para todos los maestros y maestras”. Una de las expresiones de la amplia popularidad de nuestro movimiento y de nuestra convicción sin fisuras de que solo somos leales a nuestras reivindicaciones colectivas y no a ninguna facción o partido político, es nuestra renuncia generalizada a la UGMP. Algunos maestros no se han sumado a este llamamiento de renuncia masiva principalmente por su estrecha relación política con el partido gobernante y otros intereses a él ligados.

A medida que el número de maestros y maestras involucrados en el movimiento aumentaba, nos dimos cuenta de que era necesario contar con un mecanismo de coordinación para garantizar una representación transparente e igualitaria. Fue entonces cuando establecimos los comités de coordinación. Los comités están estructurados de la siguiente manera: se eligen dos maestros de cada escuela en cada gobernación. Luego se eligen catorce maestros para crear el Comité de Reivindicaciones Básicas en cada gobernación (hay 18 gobernaciones en Cisjordania). De esos catorce, tres maestros son elegidos como un sub-grupo para reunirse regularmente en Ramala y ofrecer valoraciones a los Comités de Reivindicaciones Básicas. Se ha elegido a un maestro como portavoz del movimiento pero no tiene autoridad para comunicarse con el gobierno a menos que lo autoricen los Comités de Reivindicaciones Básicas. [1]

¿Cuáles son esas reivindicaciones?

Son seis reivindicaciones principales: 1) Exigimos que el gobierno pague a los maestros el aumento salarial retroactivo que viene prometiendo desde 2012. 2), Queremos un aumento de nuestro salario básico que corresponda al aumento del coste de la vida. 3) Exigimos que el gobierno permita la promoción de los maestros. Las promociones se han congelado durante los últimos quince años. 4) Exigimos que el salario de jubilación de los maestros sea igual que los salarios de jubilación de otros funcionarios. 5) Queremos que todas las personas que trabajan en el sector sean consideradas como personal de educación, sin diferenciar entre director, consejero escolar, conductor de autobús escolar o conserje. 6) Queremos un verdadero sindicato que se preocupe por los maestros y maestras. Queremos que se reestructure la UGMP y que todos y cada uno de los maestros y maestras estén representados y tengan la oportunidad de participar en las elecciones sindicales. No queremos un sindicato monopolizado por el partido gobernante que se alinea con la AP y su gobierno contra los maestros, contra sus intereses y su bienestar.

A pesar de que nuestras reivindicaciones también conciernen a los maestros de la Franja de Gaza y aunque forman parte de la UGMP, no están participando en las movilizaciones. Primero porque Hamas no les permitirá ningún activismo. Pero también porque los maestros de Cisjordania prefirieren que los de Gaza no se unan para evitar que la AP acuse a los cisjordanos de tener “agendas extranjeras” o de estar afiliados a Hamas. Sin embargo, aspiramos a tener un sindicato de maestros y maestras que sea verdaderamente nuestro, no manipulado o monopolizado por la AP; un sindicato representativo de todos los maestros palestinos en Palestina y en la diáspora. En resumen, lo que queremos es una representación verdadera e igualitaria, que rinda cuentas, con transparencia y dignidad para todas y todos los maestros. Lamentablemente, mientras exista la división entre Cisjordania y Gaza no podremos tener un movimiento fuerte, coherente y sostenible. La AP es consciente de la fortaleza de los comités de coordinación y utiliza mecanismos varios y técnicas opresivas para reprimirlos e infiltrarlos.

¿Cómo ha respondido la AP a la huelga?

La supresión y la represión de cualquier movimiento de maestros independientes comienza con la UGMP. Cuando aumenta el malestar, la UGMP y el gobierno acuerdan un par de días de huelga para liberar parte de la tensión y evitar un cambio real. A los maestros que mantienen la huelga fuera del paraguas de la UGMP se les castiga reduciendo sus salarios o con amenazas de despido o de traslado que en muchos casos se han cumplido.

Cuando el movimiento de maestros comenzó a principios de 2016, éramos unos 10.000. Organizamos una concentración ante el Consejo de Ministros en Ramala. No hubo mucha respuesta ni por parte de la AP ni de la gente en general. El gobierno salió rápidamente al paso denunciando que nuestra acción estaba enmarcada en cuestiones políticos. Pero no nos hemos rendido y hemos organizado concentraciones diarias ante las oficinas del Ministerio de Educación en diferentes ciudades de Cisjordania. Todos los martes nos concentramos coincidiendo con la reunión semanal del Consejo de Ministros. La segunda semana, cuando nos dirigíamos a la concentración de Ramala, los aparatos de seguridad de la AP nos hicieron frente y confiscaron nuestra documentación y nos retuvieron en un punto de control de la AP hasta tres horas. Este intento de frustrar la concentración justo cuando comenzaba a ganar visibilidad no funcionó y seguimos hasta Ramala donde vimos que habían convertido la ciudad en un complejo militar. Contábamos con que nos pondrían impedimentos pero no esperábamos tal nivel de violencia. No esperábamos que nos obligaran a bajar de los coches y de los taxis y nos dejaran en la calle durante horas. No esperábamos que la policía de la AP multara a los automóviles que llevaban maestros a Ramala. Confiscaron las licencias de los taxistas que llevaban maestros. Fue un momento muy triste para nosotros, maestros, porque muchos de los policías habían sido alumnos nuestros.

Y dado el grado de violencia de la AP y de sus fuerzas fue desalentador comprobar que, al menos al principio, la sociedad civil no reaccionaba. Pero visto en retrospectiva, casi fue mejor que ninguna organización se solidarizase públicamente con nosotros porque la AP solo estaba esperando alguna excusa para incriminarnos y acusarnos de mantener y seguir agendas extranjeras. Estaban esperando cualquier oportunidad para dirigir una campaña de desprestigio contra nosotros.

¿Qué significa la huelga para la movilización en Cisjordania y en Palestina en general?

A medida que se extienden nuestras movilizaciones recibimos más solidaridad. Padres y alumnos se unen a nuestras manifestaciones. Llevan carteles con lemas como “Nuestra dignidad proviene de la dignidad de nuestros maestros”. En las universidades de Birzeit y An-Najah, los estudiantes y los profesores nos apoyan. También nos apoyan organizaciones ciudadanas populares y varios miembros del Consejo Legislativo Palestino, incluido el parlamentario Najat Abu Baker (sancionado por la AP por hacerlo). Otros sindicatos también se han solidarizado con nosotros, especialmente el Sindicato de Funcionarios Públicos que también se están planteando ir a la huelga.

El movimiento es fuerte. De un total de 42.000 maestros y maestras más otros 13.000 administrativos, más de 35.000 se han unido a la huelga. Se trata de la mayor demostración de fuerza de funcionarios de Palestina desde el ataque al sector público el Día de la Tierra en marzo de 1976. Las cifras no tienen precedentes y tampoco nuestra capacidad para mantener la huelga durante tanto tiempo. Creo que realmente golpeamos a la AP y la obligamos al menos a re-calibrar su relación con el sector educativo y con el sector público en general.

¿Qué conclusión extraéis sobre la Autoridad Palestina?

Este movimiento nos ha enseñado muchas cosas. En la dirección política hay confusión. No están preparados para lidiar con ningún movimiento social eficaz. El liderazgo de la AP ha respondido con violencia y ha utilizado un lenguaje inapropiado en los medios. Nos calificaron de colaboradores ingenuos y antipatrióticos. Nos han acusado de incitación, de ser títeres de Hamas, del FPLP (Frente Popular para la Liberación de Palestina), de los sirios y de los iraníes. Todo bastante ridículo.

La ironía, por supuesto, es que la mayoría de los maestros están afiliados a Fatah. Desde que se aplica la política de “seguridad institucional” todos los funcionarios públicos han sido investigados. Lo que significa en términos reales que te investigan para saber que eres de Fatah. Algunos de los huelguistas miembros de Fatah intentaron en vano razonar con la AP y explicarles que se trataba de una huelga legítima y legal.

Intentamos ser razonables. Propusimos una serie de iniciativas y concesiones pero desafortunadamente el Primer ministro Rami Hamdala dijo condescendientemente que él solo negocia con la UGMP: “Con esos otros maestros, yo no hablo”. En otras palabras, no reconoce ni las quejas y ni la presencia de 35.000 maestros y maestras movilizados. Solo reconoce a los 7.000 que que son miembros del sindicato y que no hacen huelga. No importa. Continuaremos nuestra lucha más allá de la huelga. En una ocasión, Hamdala nos dijo que aceptaría nuestra reivindicación de un aumento de 60 NIS mensuales cuando encontrase un pozo de petróleo. Nos trata con absoluto desprecio.

Pero debo decir que no queremos estar en huelga constantemente. Queremos volver a nuestras escuelas y a las clases. Echamos de menos a los estudiantes cuando estamos en huelga. No queremos que pierdan clases y estén en las calles. Pero al final, estamos luchando por nuestra dignidad y por nuestros derechos. Nos negamos a que nos humillen con estos rechazos permanentes.

Con todas estas complicaciones, ¿cómo ves tu papel en el cambio social y político?

Es una pregunta difícil y angustiante. Es obvio que solos no conseguiremos que la AP se mueva. No conseguiremos que nada cambie a menos que todos salgamos a la calle. Como ves, 35.000 personas no son suficientes. La ecuación está clara. Según la AP, o estás conmigo o contra mi. La AP ha sido implacable para retener el poder. En este punto, nuestra única opción es la desobediencia civil.

¿Es una posibilidad?

No lo sé. Cisjordania está tan fragmentada geográficamente, los puestos de control, las invasiones… La ocupación abre y cierra las líneas de comunicación a su antojo, y la AP sabe que la ocupación le protege. Mientras estábamos en huelga los oficiales de la AP nos dijeron: estamos aquí para proteger a la AP, no a la gente. La división entre Cisjordania y Gaza será nuestro fin. Las facciones políticas son las que nos dividen, quién es de Hamas, quién es de Fatah, etc. Es destructivo. Necesitamos reconstruir lo que nos conecta para poder ser ciudadanos de esta causa.

La huelga terminó en abril de 2016 con una nueva promesa de la AP de cumplir con algunas de sus reivindicaciones iniciales en enero de 2018. Ahora que el plazo ha vencido, ¿hay novedades? ¿cuáles son vuestros siguientes pasos?

Me temo que no hay buenas noticias. El gobierno prometió pagarnos un aumento salarial retroactivo en enero de 2018 pero lo último que hamos sabido es que lo pospondrán una vez más. Así viene ocurriendo desde los últimos ocho años. En parte fuimos a la huelga por eso. Por lo tanto, no esperamos que ocurra nada en realidad.

El Ministerio del Interior se ha negado a otorgar la licencia para crear un nuevo sindicato de maestros alegando que el sindicato existente, la UGMP, forma parte de la OLP y no puede ser reemplazada. Dijimos: vale, pero haced que sea representativo. Eso es lo que les asusta. Les preocupa que si hay elecciones libres y justas ganará la oposición, ya sean islamistas o de izquierda. Les asusta porque el sindicato es la única institución de la OLP verdaderamente operativa y ellos la controlan.

Las amenazas del aparato de seguridad de la AP fueron eficaces. Amenazaron con encarcelar a cualquiera que participara y así silenciaron a muchas personas. Muchos de los principales dirigentes de la huelga, como los presidentes de los comités de reivindicaciones básicas y otros, han desaparecido. A otros les dieron cargos en la AP. Los maestros considerados parte del movimiento han sido reasignados a otras áreas para aislarlos de sus compañeros. Otros vieron cómo les aumentaban sus cargas laborales. Y a otros los despidieron. Fueron contra nuestro medio de vida y como nuestro supuesto sindicato no respaldó la huelga, no pudimos continuar. Los maestros están desilusionados y se sienten traicionados. Estamos agotados.

Eso no significa que nos hayamos dado por vencidos. Algunos de nosotros todavía seguimos hablando, reuniéndonos y manteniéndonos en contacto. Queremos revivir la coordinación y los comités de reivindicaciones básicas. En esta etapa, creemos que es mejor que pedir un sindicato nuevo o reformado. Tenemos que seguir descentralizados y con un perfil bajo pero queremos estar listos para cuando legue el momento adecuado. Estamos atentos a lo que sucede con los maestros y maestras de todo el mundo, a las huelgas en Estados Unidos y en Latinoamérica, y nos sentimos alentados.

Hace un tiempo, Salam Fayyad, el ex primer ministro, dijo que nos haría hacer cola en los cajeros automáticos… y así estamos, pensando en lo que nos van a pagar nos queda poco tiempo para pensar o participar en cambios sociales y políticos. Ese era su objetivo. Y aquí estamos…
 

Notas

1. Estas estructuras políticas se desarrollaron de esta manera porque: a) reflejan las experiencias tradicionales de los maestros y maestras palestinas en movilizaciones sectoriales democráticas y horizontales, particularmente durante la Primera Intifada; b) sus mecanismos de organización se diferencian a propósito de las jerarquías de la UGMP afiliada a la AP; c) están en mejores condiciones para dar cuenta de las múltiples áreas geográficas de los educadores palestinos en Cisjordania, en Gaza, en Israel, en la región y en la diáspora en general.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242826

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Uno de cada cuatro niños de Gaza necesita atención psicosocial

Gaza/16 de Junio de 2018/El País

Los jóvenes expresan a través estos dibujos recopilados por UNRWA su frustración ante el contexto de constante crisis que vive la Franja y la falta de perspectivas para el futuro

La represión de las protestas que agitan Gaza desde finales de marzo ha dejado más de 117 muertos y 13.200 heridos, según la última actualización de datos recabados por la Organización Mundial de la Salud del pasado 22 de mayo. La escalada de violencia de las últimas semanas ha empeorado un contexto ya de por sí complicado, sobre todo para los más jóvenes, que ya han vivido tres graves conflictos armados durante la última década. La mitad de la infancia depende de la ayuda humanitaria y uno de cada cuatro necesita atención psicosocial, estima Unicef.

1. La represión de las protestas que agitan Gaza desde finales de marzo ha dejado más de 117 muertos y 13.200 heridos, según la última actualización de datos recabados por la Organización Mundial de la Salud del pasado 22 de mayo. La escalada de violencia de las últimas semanas ha empeorado un contexto ya de por sí complicado, sobre todo para los más jóvenes, que ya han vivido tres graves conflictos armados durante la última década. La mitad de la infancia depende de la ayuda humanitaria y uno de cada cuatro necesita atención psicosocial, estima Unicef.
    • "La crisis actual llega en un contexto que ya de por sí era catastrófico”, explica Genevieve Boutin, representante de Unicef en Palestina. “Los servicios para la infancia, que ya eran muy frágiles, están al límite".
      2«La crisis actual llega en un contexto que ya de por sí era catastrófico”, explica Genevieve Boutin, representante de Unicef en Palestina. “Los servicios para la infancia, que ya eran muy frágiles, están al límite». 
    • Las infraestructuras sanitarias, asegura Boutin, están desbordadas. “Muy a menudo se da el alta a un niño herido demasiado temprano para poder liberar la cama del hospital y atender a un mayor número de personas”. El personal médico tiene que lidiar también con la falta de electricidad, que está limitada a cuatro o cinco horas al día, y la escasez de combustible, medicinas y equipamientos.
      Las infraestructuras sanitarias, asegura Boutin, están desbordadas. “Muy a menudo se da el alta a un niño herido demasiado temprano para poder liberar la cama del hospital y atender a un mayor número de personas”. El personal médico tiene que lidiar también con la falta de electricidad, que está limitada a cuatro o cinco horas al día, y la escasez de combustible, medicinas y equipamientos.
    • El 40% de casi 500 medicamentos esenciales se han agotado por completo en Gaza durante este mes de mayo, alerta la Organización Mundial de la Salud.
      El 40% de casi 500 medicamentos esenciales se han agotado por completo en Gaza durante este mes de mayo, alerta la Organización Mundial de la Salud.
    • Para Boutin existe el riesgo de hipotecar los débiles avances alcanzados en la Franja de Gaza hasta ahora para invertir todos los recursos en la más reciente crisis.
      Para Boutin existe el riesgo de hipotecar los débiles avances alcanzados en la Franja de Gaza hasta ahora para invertir todos los recursos en la más reciente crisis.
    • Nueve familias sobre diez no disponen de acceso regular a agua limpia, según Unicef. Los cortes del suministro eléctrico han causado una interrupción de los servicios de agua y saneamiento y han reducido gravemente la disponibilidad de agua potable. Además de estar expuestos al riesgo de enfermedades, los gazatíes también tienen que hacer frente a un gasto elevado para comprar agua embotellada.
      Nueve familias sobre diez no disponen de acceso regular a agua limpia, según Unicef. Los cortes del suministro eléctrico han causado una interrupción de los servicios de agua y saneamiento y han reducido gravemente la disponibilidad de agua potable. Además de estar expuestos al riesgo de enfermedades, los gazatíes también tienen que hacer frente a un gasto elevado para comprar agua embotellada. MOHAMMED HATEM (12 AÑOS), 
    •  "Los jóvenes de la Franja de Gaza han sido testigos de violencia y muchos de ellos nunca han salido del territorio, su mundo es muy limitado", sostiene Boutin, la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Palestina.   "Siempre vivimos en estado de terror, pánico y expulsión", explica Rima Khalid Mohammed Al-Ajouri, autora de este dibujo, en un testimonio recogido por UNRWA.
      «Los jóvenes de la Franja de Gaza han sido testigos de violencia y muchos de ellos nunca han salido del territorio, su mundo es muy limitado», sostiene Boutin, la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Palestina.

      «Siempre vivimos en estado de terror, pánico y expulsión», explica Rima Khalid Mohammed Al-Ajouri, autora de este dibujo, en un testimonio recogido por UNRWA.

    • En la Franja de Gaza viven alrededor de 1,8 millones de personas. Naciones Unidas estima que 300.000 necesitan ayuda psicológica por los traumas relacionados con la violencia. Además de las heridas físicas, los niños muestran fuertes signos de angustia y trauma.
      En la Franja de Gaza viven alrededor de 1,8 millones de personas. Naciones Unidas estima que 300.000 necesitan ayuda psicológica por los traumas relacionados con la violencia. Además de las heridas físicas, los niños muestran fuertes signos de angustia y trauma.ALA’A ABU TAIMA (14 AÑOS), 
    • Boutin, representante de Unicef en Palestina, se ha reunido con algunos de los jóvenes heridos durante las protestas de las últimas semanas. “Todos ellos han compartido su completa desesperación. Me han dicho que habían tomado parte en las manifestaciones a pesar de saber que era peligroso, porque no tenían nada que perder: sin empleo, sin dinero y sin perspectivas para el futuro”.
      Boutin, representante de Unicef en Palestina, se ha reunido con algunos de los jóvenes heridos durante las protestas de las últimas semanas. “Todos ellos han compartido su completa desesperación. Me han dicho que habían tomado parte en las manifestaciones a pesar de saber que era peligroso, porque no tenían nada que perder: sin empleo, sin dinero y sin perspectivas para el futuro”.ASEEL ABU JARAD (12 AÑOS),  
    • Más del 60% de los jóvenes menores de 25 años está en el paro. Esta situación afecta de manera especial a las chicas, a pesar de que ellas tengan un nivel más elevado de estudios.
      10 Más del 60% de los jóvenes menores de 25 años está en el paro. Esta situación afecta de manera especial a las chicas, a pesar de que ellas tengan un nivel más elevado de estudios.DIMA AL-NIRAB (11 AÑOS), 
    • El 94% de la infancia palestina empieza la escuela primaria, una de las tasas más elevadas de la región. Sin embargo, el abandono temprano de los estudios es muy común: se calcula que uno de cada cuatro chicos menores de 15 años ha dejado de estudiar.
      11 El 94% de la infancia palestina empieza la escuela primaria, una de las tasas más elevadas de la región. Sin embargo, el abandono temprano de los estudios es muy común: se calcula que uno de cada cuatro chicos menores de 15 años ha dejado de estudiar.EMAN ABU JABAL (11 AÑOS),  
    • En Palestina, 8.000 niños y 400 profesores necesitan protección para llegar a la clase, ya que atraviesan puntos de control por el camino. Las escuelas de Gaza están masificadas y operan a triple jornada.
      12 En Palestina, 8.000 niños y 400 profesores necesitan protección para llegar a la clase, ya que atraviesan puntos de control por el camino. Las escuelas de Gaza están masificadas y operan a triple jornada.MOHAMMED ABU MARSHOUD (13 AÑOS), CIUDAD DE GAZA UNRWA
  • Desde el pasado 30 de marzo, los palestinos se manifiestan a lo largo de la frontera con Israel para reclamar el derecho al retorno de los refugiados a la tierra que tuvieron que abandonar en 1948 con la creación del Estado de Israel.
    13 Desde el pasado 30 de marzo, los palestinos se manifiestan a lo largo de la frontera con Israel para reclamar el derecho al retorno de los refugiados a la tierra que tuvieron que abandonar en 1948 con la creación del Estado de Israel.AMANI ZYAD ISMAEL ABU QAMAR (14 AÑOS), 
  • El traslado efectivo de la sede de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, tal como había anunciado Donald Trump, avivó las protestas. Durante ese día, el Ejército israelí abatió a tiros a 59 manifestantes palestinos que se dirigían hacia la frontera.
    14 El traslado efectivo de la sede de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, tal como había anunciado Donald Trump, avivó las protestas. Durante ese día, el Ejército israelí abatió a tiros a 59 manifestantes palestinos que se dirigían hacia la frontera.SHAHD JABER (10 AÑOS),  
  • Iman Fakheri Salheh tiene 10 años y vive en Jabalia con su familia, formada de 11 personas. Su madre es maestra en la misma escuela donde ella estudia y su padre es desempleado. El dibujo representa la tragedia y las aspiraciones de un futuro mejor. "Entre la gente del campamento reina el miedo y el pánico, día y noche, por el bombardeo, y la tristeza por los asesinatos", dice en un testimonio recogido por UNRWA.
    15 Iman Fakheri Salheh tiene 10 años y vive en Jabalia con su familia, formada de 11 personas. Su madre es maestra en la misma escuela donde ella estudia y su padre es desempleado. El dibujo representa la tragedia y las aspiraciones de un futuro mejor. «Entre la gente del campamento reina el miedo y el pánico, día y noche, por el bombardeo, y la tristeza por los asesinatos», dice en un testimonio recogido por UNRWA.IMAN FAKHERI SALHEH, 
    "Soy un niño palestino. Vivo en la ciudad de Beit Hanoun con mi familia compuesta de 11 personas: mis padres y hermanos", cuenta Bisan Faraj Mahmouk Al-Masri, de 11 años, en un testimonio recogido por UNRWA. "El dibujo refleja la casa ideal donde la mayoría de la gente sueña vivir".
    16  «Soy un niño palestino. Vivo en la ciudad de Beit Hanoun con mi familia compuesta de 11 personas: mis padres y hermanos», cuenta Bisan Faraj Mahmouk Al-Masri, de 11 años, en un testimonio recogido por UNRWA. «El dibujo refleja la casa ideal donde la mayoría de la gente sueña vivir».BISAN FARAJ MAHMOUK AL-MASRI (11 AÑOS),  
  • El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el pasado viernes el envío de una misión internacional para investigar presuntos crímenes de guerra en Gaza. Israel, sin embargo, acusa al organismo de "hipocresía y absurdidad".
    17El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó el pasado viernes el envío de una misión internacional para investigar presuntos crímenes de guerra en Gaza. Israel, sin embargo, acusa al organismo de «hipocresía y absurdidad».HIBA IDRIS AOUDEH (12 AÑOS),   
  • Palestina denunció el martes a Israel por crímenes de guerra y otros delitos ante la Corte Penal Internacional en La Haya. Pero el Ministerio de Exteriores hebreo sostiene que la Corte carece de jurisdicción sobre el conflicto.
    18 Palestina denunció el martes a Israel por crímenes de guerra y otros delitos ante la Corte Penal Internacional en La Haya. Pero el Ministerio de Exteriores hebreo sostiene que la Corte carece de jurisdicción sobre el conflicto. 
  • "Los jóvenes de la Franja se sienten abandonados", explica Boutin. "Muchos quieren estudiar informática porque creen que esto les abrirá las puertas para mudarse al extranjero. No conocen otra situación que la violencia, pero tienen ganas de cambio y de romper el aislamiento al que están sometidos".
    19«Los jóvenes de la Franja se sienten abandonados», explica Boutin. «Muchos quieren estudiar informática porque creen que esto les abrirá las puertas para mudarse al extranjero. No conocen otra situación que la violencia, pero tienen ganas de cambio y de romper el aislamiento al que están sometidos».

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/05/22/album/1526995502_292790.html#foto_gal_19

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Jefe de derechos humanos de la ONU advierte que violencia en Gaza alcanzó nueva cima esta semana

Gaza/19 de Mayo de 2018/Xinhua

 El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, advirtió este viernes que la violencia en Gaza alcanzó una nueva cima esta semana, con 60 personas que resultaron muertas a manos de las fuerzas de seguridad de Israel el 14 de mayo, la cifra más alta de muertos en un solo día en Gaza desde las hostilidades de 2014.

El alto funcionario dijo durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que la situación de los derechos fundamentales en los territorios palestinos ocupados continúa deteriorándose, e indicó que nadie se ha hecho más seguro tras los «horribles eventos» ocurridos esta semana en la Franja de Gaza.

De acuerdo con el jefe de los derechos humanos de la ONU, un total de 43 manifestantes palestinos fueron asesinados el 14 de mayo por las fuerzas israelíes, que también mataron a otros 17 palestinos fuera del contexto de los cinco puntos de concentración de los manifestantes.

Otros 1.360 manifestantes resultaron heridos con munición real ese mismo día.

El lunes 14 de mayo fue el día en que se abrió oficialmente la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, a pesar de las fuertes críticas en todo el mundo por la decisión del presidente Donald Trump de trasladar la representación diplomática a esa ciudad santa.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-05/18/c_137189579.htm

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Tear gas and terror: A Palestinian education under occupation

Por: Yumna Patel/middleeasteye.net/02-05-2018

Officials say 95 West Bank schools were attacked in 2017 as intimidation, demolitions and occupation take high toll on Palestinian children

NABLUS, Occupied West Bank – The Israeli soldiers came as children were playing outside their village school south of Nablus. Within minutes tear gas had engulfed the playground, stones were thrown, and a 10-year-old boy was shot in the head with a rubber-coated steel bullet.

The violence on that morning of Sunday, 25 March was but the latest in a series of confrontations outside Burin village’s high school and Ahmad Faris, the 10-year-old taken to hospital for stitches, was the latest casualty.

The settlers try to break the school windows and attack teachers and students with rocks. Sometimes they shoot live bullets

– Ghassan Najjar, Burin activist

According to locals, the school is attacked up to three times a week by residents of the nearby illegal Yitzhar settlement, and Israeli soldiers from the nearby watchtower.

«More than 10 students refused to go to school after Ahmad’s injury, and another one wet himself at school,» Ghassan Najjar, a local activist told Middle East Eye.

«When you are studying and your school is surrounded by Israeli soldiers, how can you possibly focus in class?»

And the attacks fit a national pattern of increasing intimidation and violence against schools, children and teachers.

The Palestinian education ministry’s annual report found 80,279 Palestinian children and 4,929 teachers and staff were «attacked» by Israeli settlers or soldiers.

Over the course of the year, nine students were killed under various circumstances, 600 were injured, and more than 300 were arrested, in 352 attacks by Israelis on 95 schools.

An Israeli soldier points his weapons at a youth during clashes in Burqin in February 2018 (AFP)

Schools on the frontline

Nestled in the rolling hills of the northern West Bank, Burin is home to about 3,000 Palestinians, and is surrounded on all sides by two illegal settlements, an illegal outpost, and a military base.

The school sits at the entrance of the village, and is attended by about 300 local boys and girls.

Perched on the mountaintop overhead is Yitzhar, the source of multiple settler attacks. About 50 metres behind the school is an Israeli watchtower.

With its close proximity to both, the school is often on the frontline of settler and soldier raids on the village, according to Najjar.

«Every week there are at least two or three attacks, from both settlers and soldiers,» he told Middle East Eye.

«The settlers will come down from the mountain and try to break the school windows and attack teachers and students with rocks. Sometimes they even shoot live bullets.»

He recounts how one day armed settlers managed to break into the school as children were taking exams.

Soldiers, he says, often leave the watchtower to shout insults at the children, and blast music from the vehicles to provoke them

Children often throw stones in retaliation. «Then the soldiers use this as an excuse to tear gas the school and shoot at the kids,» Najjar said.

Najjar, who has volunteered at the school, said children are on edge all the time, always on the lookout for soldiers or settlers. «They have this mentality that ‘we need to protect ourselves and we need to protect our school’.»

And 2018 is shaping up to be another dangerous year for children and teachers – Palestinian media has reported several attacks on schools since the beginning of the year.

On 21 March, days before Faris’ injury, Israeli forces carried out a «show of force» in the Ramallah-area village of al-Mughayyir as children walked to school. Eight children were injured by rubber bullets in the ensuing clashes.

Two days before that, a school in the Bethlehem-area town of Tuqu was attacked by Israeli soldiers. Stones were thrown and tear gas was fired into the school grounds, and staff were forced to barricade the doors to prevent the soldiers getting inside.

Bedouin children attend school outside in Abu Anwar near the Jewish settlement of Maale Adumim (background), after their classrooms were demolished (AFP)

Confiscation and demolition

While such attacks threaten the safety of children and teachers, Najjar told MEE that his biggest concern was Israel’s ongoing confiscation of school land. In February, soldiers delivered a notice that Israel would be confiscating almost 15 acres of Burin school’s land for the construction of a separation wall.

«This is the most dangerous threat facing the school now,» Najjar said. «The planned construction of this wall will put more pressure on students, and make it impossible for them to get a proper education.

«They will be focused on protecting their land, and not on studying.»

Confiscations are under way across the occupied territories. According to a Februarystatement from the UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (OCHA), 37 schools have pending demolition orders in Area C of the West Bank, which is under the full civilian and security control of Israeli authorities.

When an organisation comes to build new classrooms, the children know it is only a matter of time before the bulldozers come again

– Dawoud al-Jahalin, Abu Nuwar council

One of those schools, which was partially demolished in February for the sixth time since 2016, is located in the Bedouin village Abu Nuwar, where 670 Palestinians live in tents and sheet-metal shacks.

Under the pretext of being built without Israeli permits – which are nearly impossible for Palestinians to obtain in Area C – Israeli authorities demolished two EU-funded classrooms serving 26 Palestinian children in Abu Nuwar, sparking widespread criticism from Palestinian officials and the international community.

«These classrooms have been demolished so many times now,» said Dawoud al-Jahalin, the head of Abu Nuwar’s village council.

«When an organisation comes to build new classrooms, the children can’t even be excited – they know it is only a matter of time before the Israeli bulldozers come again.»

According to Jahalin, the 26 children now study in a local community centre and barbershop.

«Of course we hope to rebuild proper classrooms, but we need the help of the international community to put more pressure on the Israeli government to stop its demolitions,» he said, adding that the confiscations went further than ‘illegal’ buildings – Israeli forces last summer confiscated solar panels that powered the classroom and a local guesthouse.

Israelis march from the illegal settlement of Maale Adumim to the E1 zone in February 2014 (AFP)

Israeli incursions

Located in the strategic so-called «E1 area» of the West Bank, Abu Nuwar is the largest of several local Bedouin communities threatened with demolition.

The E1 plan would see the construction of hundreds of settlement units linking Maale Adumim and Kfar Adumim with occupied East Jerusalem.

If implemented, it would create an urban settlement bloc in the middle of occupied Palestinian territory which would effectively cut the southern and northern parts of the West Bank in two, and further isolate occupied East Jerusalem from the West Bank.

The plan would spell the end for Khan al-Ahmar, whose entire community, including its school, is already threatened with demolition and forced displacement, andJabal al-Baba – where the village’s only kindergarten was destroyed in August 2017, one month before the start of the school year.

Rights groups have argued that Israel’s policies in E1 amount to forcible transfer – strictly prohibited under international humanitarian law and a violation of the Fourth Geneva Convention.

«The Bedouin communities in the Jerusalem area have been here since the 1950s, after we were made refugees from our original lands in the Negev desert, and we are not even allowed electricity, water, or road networks,» Jahalin told MEE.

«Meanwhile Maale Adumim, which was built illegally in the 1980s, has over 70 gardens and play areas, 12 schools, and buses to take their kids to and from school.

«We are living in the 21st century, and Palestinian children still do not have access to one of the most basic human rights: the right to education.»

Israeli soldiers arrest a young Palestinian boy following clashes in Hebron in June 2014 (AFP)

Running the gauntlet

The education ministry also highlighted the effect Israel’s extensive network of checkpoints and closed military zones on the right and safe access to education.

The ministry’s 2017 report said Palestinian children and teachers at 51 schools were delayed at military checkpoints and gates while on their way to and from school.

26,808 students and 1,029 teachers were either prevented from getting to school or faced long delays at checkpoints, resulting in «35,895 classes wasted»

– Palestinian Ministry of Education report

As a result, 26,808 students and 1,029 teachers were either prevented from getting to school or faced long delays, resulting in «35,895 classes wasted».

In the southern West Bank, in the Masafer Yatta area of the south Hebron hills, 210 Palestinian children living in a cluster of 12 small villages face the daily challenge getting to class in an active military training zone.

Learning in a firing zone

Declared by the Israeli government as Firing Zone 918 in the late 1970s, the Palestinians living in the area spanning 8,648 acres are subjected to the whims of the Israeli army, which routinely exercises with live ammunition.

Nidal Younis, the head of Masafer Yatta village council, told MEE that the children in the community were often the most exposed to the military exercises.

Can anyone else in the world imagine themselves as a child, or imagine their children, trying to get a proper education under these conditions?

– Nidal Younis, Masafer Yatta village council

«There are only three schools in the entire area, and most of the communities do not have access to school buses, forcing kids to walk several kilometres to and from school,» Younis said.

He added that any buses secured for children were often stopped and turned around by Israeli forces on the way to school.

«As the kids walk to school, military helicopters fly overhead at low altitudes, whipping up clouds of dirt and sand around the children, hurting their eyes and delaying their journey to school,» he said.

He added that during active training periods, soldiers will close certain areas leading to the schools for up to 10 days, leaving teachers and children sitting at home until the army reopens the area.

Younis said Israel has prevented locals from paving proper roads, or installing electricity or water infrastructure inside the zone.

«In the summer, kids walking on dirt paths have to fend off snakes and scorpions, and by the time they arrive to school they have overheated and are thirsty – and they don’t even have access to running water.

«Can anyone else in the world imagine themselves as a child, or imagine their children, trying to get a proper education under these conditions?

«It is unbearable, almost impossible. But in Palestine, this is what our children must go through just to learn.»

*Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/israeli-attacks-palestinian-schools-1123654765

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HRW: Israel comete crimen de guerra derribando escuelas palestinas

Palestina/28 de Abril de 2018/Hispan TV

La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles que la demolición de escuelas palestinas por el régimen israelí en la ocupada Cisjordania, como parte de un sistema discriminatorio, constituye un ‘crimen de guerra’.

“Israel les ha negado reiteradamente a los palestinos los permisos para construir escuelas en Cisjordania y demolido las escuelas construidas sin permisos, lo que hace que sea más difícil o imposible que miles de niños reciban una educación”, ha anunciado el organismo al señalar que actualmente 44 escuelas palestinas están “en riesgo de demolición total o parcial” por parte de este régimen.

HRW también ha indicado que las autoridades militares israelíes han demolido o confiscado edificios o propiedades escolares palestinas en Cisjordania, al menos en 16 ocasiones desde 2012, con 12 incidentes desde 2016.

En este sentido, Bill Van Esveld, un investigador de HRW, ha precisado que la negativa del ejército israelí a emitir permisos de construcción, para luego derribar escuelas, es “discriminatorio y viola el derecho de los niños a la educación”.

Además de advertir de que tal práctica no solo impide que los niños accedan a una educación, sino de que puede ser calificado de “un crimen internacional”, Esveld ha dicho que otros países deben exigir que quienes destruyan las escuelas “rindan cuentas”.

Conforme a la organización pro derechos humanos, la demolición de las escuelas está en línea “con otras acciones que hacen que las comunidades sean inviables, como las demoliciones de casas y la negativa a (…) otorgarles conexiones a servicios como agua y electricidad”.

HRW también ha recordado que el traslado forzoso de civiles dentro de un territorio ocupado —el movimiento de personas bajo coacción a un lugar que no eligen— se considera “una violación grave de las leyes de la guerra”.

Del mismo modo, ha señalado que el Estatuto de Roma establece que la transferencia forzosa puede ocurrir “directa o indirectamente”, tanto a través de circunstancias coercitivas, como de fuerza directa. “Las demoliciones de escuelas por parte de Israel son parte de una política que ha obligado a los palestinos a abandonar sus comunidades”, ha añadido.

Fuente: https://www.hispantv.com/noticias/palestina/375265/hrw-demolicion-escuelas-israel-crimen-guerra

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