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Una historia de violencia en la frontera entre Tailandia y Myanmar

Asia/Noviembre 2020/elpais.com

La vida de Sandar es la de miles de mujeres víctimas de malos tratos, que durante la pandemia se han intensificado. Ella, además, es inmigrante irregular, lo que impide que reciba más ayuda, y el estigma social en una cultura conservadora, la ata a su maltratador

  • Sandar (nombre ficticio) tiene 28 años. Es una emigrante birmana sin documentación que vive en Mae Sot, en la frontera entre Tailandia y Myanmar. Lleva 11 años en una relación de maltrato. Su marido le pega y abusa sexualmente de ella. La situación familiar empeoró desde el brote de covid-19. Como su marido se quedó sin trabajo, discutían constantemente por el dinero. Sandar es una de los aproximadamente 200.000 emigrantes birmanos que viven en la región de Mae Sot. Muchos de ellos carecen de documentación y trabajan en condiciones precarias. Desde que estalló la pandemia no tienen trabajo ni apoyo del Gobierno tailandés, y tampoco la posibilidad de volver a Myanmar debido al cierre de las fronteras. Según cálculos de ONU Mujeres, en algunos países los casos de violencia doméstica han aumentado un 30%. La organización califica el fenómeno de "pandemia en la sombra".
    1Sandar (nombre ficticio) tiene 28 años. Es una emigrante birmana sin documentación que vive en Mae Sot, en la frontera entre Tailandia y Myanmar. Lleva 11 años en una relación de maltrato. Su marido le pega y abusa sexualmente de ella. La situación familiar empeoró desde el brote de covid-19. Como su marido se quedó sin trabajo, discutían constantemente por el dinero. Sandar es una de los aproximadamente 200.000 emigrantes birmanos que viven en la región de Mae Sot. Muchos de ellos carecen de documentación y trabajan en condiciones precarias. Desde que estalló la pandemia no tienen trabajo ni apoyo del Gobierno tailandés, y tampoco la posibilidad de volver a Myanmar debido al cierre de las fronteras. Según cálculos de ONU Mujeres, en algunos países los casos de violencia doméstica han aumentado un 30%. La organización califica el fenómeno de «pandemia en la sombra».
  • Una vista del barrio donde vive Sandar, en las afueras de Mae Sot. Sandar procede de Mawlamiyaing, una ciudad birmana situada a 130 kilómetros de Mae Sot. La joven entró ilegalmente en Tailandia cuando tenía 15 años. La larga frontera de la zona de Mae Sot, en la que los dos países están separados solamente por un río, la convierte en el lugar perfecto para que los birmanos entren ilegalmente en Tailandia. En los últimos tiempos, las autoridades tailandesas han intensificado los controles fronterizos debido al aumento del número de casos de covid-19 en Myanmar. Mae Sot es una zona principalmente rural. Muchos emigrantes birmanos están empleados en la agricultura, y a menudo cobran menos del salario mínimo. Con ocasión del Día Internacional de la Mujer Rural el pasado 15 de octubre, ONU Mujeres subrayó este año "la urgente necesidad de fomentar la capacidad de resistencia de las mujeres rurales tras la covid-19 reforzando su bienestar y unos medios de vida sostenibles con el fin de 'reconstruir mejor".
    2Una vista del barrio donde vive Sandar, en las afueras de Mae Sot. Sandar procede de Mawlamiyaing, una ciudad birmana situada a 130 kilómetros de Mae Sot. La joven entró ilegalmente en Tailandia cuando tenía 15 años. La larga frontera de la zona de Mae Sot, en la que los dos países están separados solamente por un río, la convierte en el lugar perfecto para que los birmanos entren ilegalmente en Tailandia. En los últimos tiempos, las autoridades tailandesas han intensificado los controles fronterizos debido al aumento del número de casos de covid-19 en Myanmar. Mae Sot es una zona principalmente rural. Muchos emigrantes birmanos están empleados en la agricultura, y a menudo cobran menos del salario mínimo. Con ocasión del Día Internacional de la Mujer Rural el pasado 15 de octubre, ONU Mujeres subrayó este año «la urgente necesidad de fomentar la capacidad de resistencia de las mujeres rurales tras la covid-19 reforzando su bienestar y unos medios de vida sostenibles con el fin de ‘reconstruir mejor».
  • Los hijos de Sandar, de nueve y tres años, juegan en la calle delante de su casa. Sandar ha sufrido toda su vida malos tratos en el ámbito familiar. Su tía, que la alojó a su llegada a Tailandia, le pegaba continuamente. "Me golpeaba con cables", cuenta la joven, que nunca fue al hospital ni llamó a la policía. "No sabía a dónde ir. No hablaba tailandés. Además, mi tía me encerraba en casa, así que no podía salir". Sandar se casó a los dos años de llegar a Tailandia. Tenía 17. Según la ONU, menos del 40% de las mujeres víctimas de violencia física en el ámbito doméstico busca ayuda.
    3Los hijos de Sandar, de nueve y tres años, juegan en la calle delante de su casa. Sandar ha sufrido toda su vida malos tratos en el ámbito familiar. Su tía, que la alojó a su llegada a Tailandia, le pegaba continuamente. «Me golpeaba con cables», cuenta la joven, que nunca fue al hospital ni llamó a la policía. «No sabía a dónde ir. No hablaba tailandés. Además, mi tía me encerraba en casa, así que no podía salir». Sandar se casó a los dos años de llegar a Tailandia. Tenía 17. Según la ONU, menos del 40% de las mujeres víctimas de violencia física en el ámbito doméstico busca ayuda.

    El hijo mayor de Sandar juega con un arma de juguete. Sandar recuerda que su marido empezó a maltratarla nada más casarse. "Me pegaba y me daba patadas cuando volvía del trabajo", cuenta. "Me acusaba de que no cocinaba o no limpiaba". A raíz de la llegada de la covid-19, el hombre se volvió más violento, "sobre todo por el dinero". Antes de la pandemia tampoco había tenido trabajo fijo, pero durante el cierre perdió su empleo en una huevería. Las emigrantes birmanas en Tailandia ya formaban un grupo de alto riesgo antes de la covid-19, pero con la pandemia su vida se ha vuelto más difícil. Durante el confinamiento, las víctimas de violencia doméstica se encontraron encerradas en casa con su maltratador, con menos posibilidades de pedir ayuda, y escasos o ningún ingreso.
    4 El hijo mayor de Sandar juega con un arma de juguete. Sandar recuerda que su marido empezó a maltratarla nada más casarse. «Me pegaba y me daba patadas cuando volvía del trabajo», cuenta. «Me acusaba de que no cocinaba o no limpiaba». A raíz de la llegada de la covid-19, el hombre se volvió más violento, «sobre todo por el dinero». Antes de la pandemia tampoco había tenido trabajo fijo, pero durante el cierre perdió su empleo en una huevería. Las emigrantes birmanas en Tailandia ya formaban un grupo de alto riesgo antes de la covid-19, pero con la pandemia su vida se ha vuelto más difícil. Durante el confinamiento, las víctimas de violencia doméstica se encontraron encerradas en casa con su maltratador, con menos posibilidades de pedir ayuda, y escasos o ningún ingreso.
    El hijo pequeño de Sandar juega con un arma de juguete disfrazado de Supermán. En 2018, Sandar buscó ayuda por primera vez y se puso en contacto con las trabajadoras del Freedom Restoration Project [Proyecto Restauración de la Libertad], que ofrece refugio y apoyo a las víctimas de violencia doméstica en la región de Mae Sot. Gracias a su ayuda, varias mujeres consiguieron escapar de su situación de maltrato. Otras, como Sandar, mantienen la relación con su maltratador, pero en el centro han encontrado un espacio en el que están a salvo, al menos durante unas horas. "Las mujeres que vienen al centro son víctimas de violencia física, psicológica y sexual", explica Watcharapon 'Sia' Kukaewkasem, fundadora y directora del proyecto. "En Tailandia y en Myanmar la violencia doméstica es muy habitual. Tanto que la gente la considera normal".
    5El hijo pequeño de Sandar juega con un arma de juguete disfrazado de Supermán. En 2018, Sandar buscó ayuda por primera vez y se puso en contacto con las trabajadoras del Freedom Restoration Project [Proyecto Restauración de la Libertad], que ofrece refugio y apoyo a las víctimas de violencia doméstica en la región de Mae Sot. Gracias a su ayuda, varias mujeres consiguieron escapar de su situación de maltrato. Otras, como Sandar, mantienen la relación con su maltratador, pero en el centro han encontrado un espacio en el que están a salvo, al menos durante unas horas. «Las mujeres que vienen al centro son víctimas de violencia física, psicológica y sexual», explica Watcharapon ‘Sia’ Kukaewkasem, fundadora y directora del proyecto. «En Tailandia y en Myanmar la violencia doméstica es muy habitual. Tanto que la gente la considera normal».
    Sandar se pinta los labios antes de salir hacia el centro de detención de Mae Sot a visitar a su marido, detenido hace poco por posesión de drogas. Es la tercera vez que lo detienen. Las dos primeras fueron por consumo de drogas, pero en esta ocasión la policía le encontró varias pastillas de yaba. También conocido como "la droga de la locura", el yaba es una combinación de metanfetamina y otros estimulantes muy popular en el sudeste de Asia. Ahora que su marido está encerrado, Sandar tiene que encontrar un trabajo para alimentar a sus dos hijos. "Cuando está fuera, no quiere que trabaje", explica. Mientras su marido está detenido, ella trabaja como limpiadora o vendiendo verdura en la calle, pero no gana lo suficiente ni recibe ayuda del Gobierno tailandés. "¿Quién va a ayudarnos?", se lamenta. "No tenemos documentos". ONU Mujeres calcula que las mujeres que trabajan en la economía sumergida en Tailandia verán reducidos sus ingresos en un 80% debido a la crisis de la covid-19.
    6Sandar se pinta los labios antes de salir hacia el centro de detención de Mae Sot a visitar a su marido, detenido hace poco por posesión de drogas. Es la tercera vez que lo detienen. Las dos primeras fueron por consumo de drogas, pero en esta ocasión la policía le encontró varias pastillas de yaba. También conocido como «la droga de la locura», el yaba es una combinación de metanfetamina y otros estimulantes muy popular en el sudeste de Asia. Ahora que su marido está encerrado, Sandar tiene que encontrar un trabajo para alimentar a sus dos hijos. «Cuando está fuera, no quiere que trabaje», explica. Mientras su marido está detenido, ella trabaja como limpiadora o vendiendo verdura en la calle, pero no gana lo suficiente ni recibe ayuda del Gobierno tailandés. «¿Quién va a ayudarnos?», se lamenta. «No tenemos documentos». ONU Mujeres calcula que las mujeres que trabajan en la economía sumergida en Tailandia verán reducidos sus ingresos en un 80% debido a la crisis de la covid-19.

    Una vista de la calle desde la casa de Sandar, en las afueras de Mae Sot. En Tailandia existe una línea telefónica para denunciar la violencia doméstica. Sin embargo, hace cinco años el Gobierno pasó de destinarla a los casos de violencia contra las mujeres y los niños (así como a los de tráfico de personas, trabajo infantil y embarazo adolescente) a cualquier problema social, como señala un informe de la Fundación Henrich Böll. Según ese mismo estudio, durante el cierre de marzo y abril, el teléfono de asistencia recibió una avalancha de más de 28.000 llamadas, más del doble que en el mismo periodo del año anterior. La mayoría, sin embargo, eran quejas o consultas sobre la asistencia social y las ayudas económicas del Gobierno. Eso hizo aún más difícil para las víctimas de violencia doméstica acceder a la línea.
    7Una vista de la calle desde la casa de Sandar, en las afueras de Mae Sot. En Tailandia existe una línea telefónica para denunciar la violencia doméstica. Sin embargo, hace cinco años el Gobierno pasó de destinarla a los casos de violencia contra las mujeres y los niños (así como a los de tráfico de personas, trabajo infantil y embarazo adolescente) a cualquier problema social, como señala un informe de la Fundación Henrich Böll. Según ese mismo estudio, durante el cierre de marzo y abril, el teléfono de asistencia recibió una avalancha de más de 28.000 llamadas, más del doble que en el mismo periodo del año anterior. La mayoría, sin embargo, eran quejas o consultas sobre la asistencia social y las ayudas económicas del Gobierno. Eso hizo aún más difícil para las víctimas de violencia doméstica acceder a la línea.
    Sandar lava verduras en su casa antes de cocinarlas. Tiene que preparar la comida para su marido y llevársela al centro de detención. Confiesa que se siente incapaz de divorciarse. Teme la estigmatización social, que en una comunidad musulmana conservadora puede ser fuerte. "Pienso en mis hijos", se justifica. "A lo mejor, después de dejarlo tendría otro marido. Entonces la gente diría que tengo dos maridos y que los niños deberían estar con su madre y con su padre". Según un informe de la Fundación Heinrich Böll, en Tailandia las actitudes sociales constituyen un obstáculo importante para que las mujeres denuncien la violencia. Como en muchos países del mundo, a menudo la violencia doméstica se considera un asunto privado y es habitual pensar que la culpa es de la víctima, y no del maltratador. Para algunas mujeres, reconocer el maltrato equivale a reconocer que han fracasado en su matrimonio.
    8Sandar lava verduras en su casa antes de cocinarlas. Tiene que preparar la comida para su marido y llevársela al centro de detención. Confiesa que se siente incapaz de divorciarse. Teme la estigmatización social, que en una comunidad musulmana conservadora puede ser fuerte. «Pienso en mis hijos», se justifica. «A lo mejor, después de dejarlo tendría otro marido. Entonces la gente diría que tengo dos maridos y que los niños deberían estar con su madre y con su padre». Según un informe de la Fundación Heinrich Böll, en Tailandia las actitudes sociales constituyen un obstáculo importante para que las mujeres denuncien la violencia. Como en muchos países del mundo, a menudo la violencia doméstica se considera un asunto privado y es habitual pensar que la culpa es de la víctima, y no del maltratador. Para algunas mujeres, reconocer el maltrato equivale a reconocer que han fracasado en su matrimonio.
    Sandar monta en bicicleta con su hijo pequeño disfrazado de Superman. Se dirigen al centro de detención de Mae Sot a visitar al marido apresado por posesión de drogas.
    9 Sandar monta en bicicleta con su hijo pequeño disfrazado de Superman. Se dirigen al centro de detención de Mae Sot a visitar al marido apresado por posesión de drogas.
    Sandar pone 'thanaka' a su hijo menor en la cara antes de salir. El 'thanaka' es una pasta cosmética de color blanco amarillento hecha a base de corteza molida que las mujeres birmanas suelen emplear para suavizar la piel y protegerla del sol.
    10Sandar pone ‘thanaka’ a su hijo menor en la cara antes de salir. El ‘thanaka’ es una pasta cosmética de color blanco amarillento hecha a base de corteza molida que las mujeres birmanas suelen emplear para suavizar la piel y protegerla del sol.
    El hijo mayor de Sandar, de nueve años, corre por un campo cercano a su casa, en las afueras de Mae Sot. El niño se queda en casa mientras su madre y su hermano menor van al centro de detención. El Proyecto Restauración de la Libertad organiza clases de crianza para enseñar métodos educativos alternativos a las víctimas de violencia doméstica. "Les enseñamos que hay otras maneras [de educar a los hijos] que no son gritar y pegar", explica Watcharapon 'Sia' Kukaewkasem, fundadora y directora del proyecto. "Cuando hablamos de violencia doméstica no nos referimos solo a la que ejerce la pareja, sino también a la de los padres contra los hijos. [...] Intentamos prevenirla".
    11El hijo mayor de Sandar, de nueve años, corre por un campo cercano a su casa, en las afueras de Mae Sot. El niño se queda en casa mientras su madre y su hermano menor van al centro de detención. El Proyecto Restauración de la Libertad organiza clases de crianza para enseñar métodos educativos alternativos a las víctimas de violencia doméstica. «Les enseñamos que hay otras maneras [de educar a los hijos] que no son gritar y pegar», explica Watcharapon ‘Sia’ Kukaewkasem, fundadora y directora del proyecto. «Cuando hablamos de violencia doméstica no nos referimos solo a la que ejerce la pareja, sino también a la de los padres contra los hijos. […] Intentamos prevenirla»El hijo pequeño de Sandar, de tres años, espera a su madre sentado en la bicicleta vestido con un traje de Superman. Van al centro de detención de Mae Sot a visitar a su padre. "Me gustaría que mis hijos no tuviesen que trabajar tanto como yo", dice Sandar. "Me gustaría que estudiasen y fuesen médicos o contables".
    12El hijo pequeño de Sandar, de tres años, espera a su madre sentado en la bicicleta vestido con un traje de Superman. Van al centro de detención de Mae Sot a visitar a su padre. «Me gustaría que mis hijos no tuviesen que trabajar tanto como yo», dice Sandar. «Me gustaría que estudiasen y fuesen médicos o contables».

    Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/10/26/album/1603717461_363685.html#foto_gal_7

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Tahiandia: When Teachers Prey

When Teachers Prey

Athira Nortajuddin

Face mask-clad students have their temperatures taken after arriving at their school compound in Phnom Penh. (AFP Photo)

Back in May, a Thai woman reported at a local police station that her 14-year-old granddaughter had been raped over the course of more than a year. The attacks, said to have been perpetuated by five teachers and two male alumni occurred several times at the girl’s school in north-eastern Thailand. The men were also accused of filming the acts and using the video clips to threaten the teenager, who had kept it a secret since March 2019.

Not long after her story made the headlines, a 16-year-old student from the same school came forward and reported that she too was raped by some of the same suspects. The cases caused public uproar with anger erupting on Thai social media as citizens called for justice for the girls and punishment for the alleged rapists.

The tragedy even caught the attention of Thai premier Prayut Chan-o-cha who vowed to mete out maximum punishment to the alleged rapists if the allegations were proven to be true.

«Regarding the case involving teachers and students, it proceeds according to the law. Maximum punishment as stipulated by the law will be given if the offence was committed and there is clear evidence, given that educational personnel are involved,» said the prime minister in a press conference.

«They have to be role models for society and youths. If they had behaved as alleged, that’d be unacceptable and seriously damaging,» he continued.

A school is supposed to be a safe place for pupils. Some would even call these educational institutions their second home. It is designed to provide learning spaces and learning environments for the teaching of students under the direction of reliable teachers. But what happens when the figure of authority and an educator, betrays the students’ trust and commits such heinous crimes such as abuse and sexual violence against them?

Child sexual abuse is an abuse of power, where other people seek emotional and sexual gratification by taking advantage of children who are in vulnerable positions. According to Jane F Gilgun, author of “Child Sexual Abuse: From Harsh Realities to Hope,” perpetrators are generally older, stronger, more knowledgeable and have authority in the eyes of children – such as teachers.

Unfortunately, the recent incident in Thailand serves as a reminder that such cases of abuse of power by educators have happened across Southeast Asia for many years.

In ASEAN member state Malaysia, people still remember the infamous British child rapist and sex offender Richard Huckle who died last year in prison in England. He was sentenced to life in prison back in 2016 by a London court for abusing at least 22 Malaysian and Cambodian babies and children over a period of almost a decade. He had pleaded guilty to 71 offences and was found with over 20,000 indecent images of children on his computer and camera when he was arrested in 2014.

Among the offences were 22 charges of rape against children he groomed while posing as an English teacher and volunteer with Christian communities in Malaysia. The youngest victim was believed to have been around six months old.

A number of complaints of sexual harassment and other forms of abuse and violence allegedly committed by school personnel against their students have also been reported in the Philippines.

Last June, Save the Children Philippines released a statement expressing “serious concerns on the rising cases of sexual harassment, violence against students of private colleges now being aired through social media platforms which opened a floodgate of similar complaints from other schools.”

School-related sexual abuse cases against pupils have also been reported in Indonesia, Cambodia, Singapore and Vietnam.

In 2018, Vietnam recorded 1,547 child sex abuse cases and out of the 735 cases reported in the first five months of that year, teachers were perpetrators for 6.2 percent.

However, the numbers could be higher than official figures.

«We know that a lot of victims of sexual abuse don’t report it to the police for fear of stigmatisation or retaliation, especially when the perpetrator is in a situation of authority over the victim, like a teacher and a student,» said Simone Vis, UNICEF Vietnam Chief of Education.

Protecting Children

Following the recent rape case of the 14-year-old Thai girl, Nataphol Teepsuwan, Education Minister of Thailand ordered the Office of the Teacher Civil Service and Educational Personnel Commission (OTEPC) to make sure that no educators or school executives who have been convicted of child sexual abuse offences are able to return to the profession.

In an article titled, “What schools can do to reduce the risk that teachers and other educators will sexually abuse children,” David Finkelhor, professor of Sociology at the University of New Hampshire, recommended some steps that institutions can adopt to crack down on child sexual abuse. This include complying with the reporting laws, talking frankly to students and faculty about the issue and providing educators help in building their self-management skills.

Ensuring that schools are safe spaces for students must be a national priority for every ASEAN member state.

Fuente de la Información: https://theaseanpost.com/article/when-teachers-prey

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Policía mantiene en prisión a principales líderes de protestas en Tailandia

Los principales líderes de las protestas prodemocráticas convocadas en Tailandia siguen en prisión después de que la Policía haya dejado en libertad bajo fianza la mayoría de los 78 detenidos entre el 13 y el 22 de octubre,

El subdirector de la Policía de Bangkok, Piya Tawichai, señaló este viernes en una rueda de prensa que de los 78 detenidos ocho continúan en prisión preventiva, entre ellos los líderes más visibles del movimiento estudiantil que lleva desafiando al gobierno desde julio, mientras que el resto han sido puestos en libertad bajo fianza.

Hoy fue liberado el conocido activista Jatupat «Pai» Boonpattararaksa, que fue recibido por decenas de manifestantes que se habían congregado para exigir la libertad de los encarcelados al salir del módulo de prisión preventiva de la cárcel de Bangkok.

ESTADO DE EMERGENCIA

La liberación se produce un día después de que se levantara el estado de emergencia «severo» impuesto para impedir las protestas y la víspera de que expire el plazo de tres días que los manifestantes dieron el pasado miércoles al primer ministro, Prayut Chan-ocha, para presentar su dimisión.

Un vez que expire el ultimátum se espera que se convoque una nueva protesta masiva.

A pesar del decreto y la encarcelación de los líderes más prominentes, como el abogado Anon Nampa o los estudiantes Panusaya «Rung» Sithijirawattanakul y Parit «Penguin» Chaiwarak, el movimiento fue capaz de organizar protestas masivas a diario hasta el miércoles.

Según explico hoy el segundo oficial al mando de la Policía de la capital, 46 de los detenidos tienen cargos pendientes por delitos como violar el estado de emergencia, 21 por participar en reuniones ilegales, 10 por sedición y 1 por resistirse a la autoridad.

VIOLENCIA CONTRA LA REINA

Pero la acusación más grave es la que pende sobre tres manifestantes por el delito de cometer «un acto de violencia contra la reina o su libertad», que conlleva una pena de 16 o 20 años de cárcel o un máximo de cadena perpetua.

La acusación ha estado motivada por un incidente en el que los participantes de una protesta el pasado 13 de marzo desafiaron la caravana de coches donde viajaban la reina Suthida y el príncipe Dipangkorn, llegando a bloquear su paso durante unos segundos.

Además de motivar las acusaciones de violentar la libertad de la reina, aquel gesto de desafío directo a miembros de la familia real carece de precedentes en la historia contemporánea de Tailandia y fue el que provocó que se decretara el estado de emergencia «severo» al día siguiente.

El rey Vajiralongkorn, que pasa la mayor parte del año en Alemania pero que se encuentra en Tailandia desde hace dos semanas, asistió hoy a las celebraciones del día de su antepasado el rey Chulalongkorn en el Gran Palacio de Bangkok, donde fue recibido por centenares de ciudadanos.

DEMANDAS

La principal demanda del movimiento estudiantil, que comenzó el 18 de julio y ha ido cobrando fuerza, es la dimisión del Gobierno, encabezado por el general golpista Prayut Chan-ocha, y una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército en la política.

Pero la demanda más audaz, y controvertida, de los estudiantes y sus partidarios es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto y temor que ha inspirado la institución y la dura ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20201023/484236783330/policia-mantiene-en-prision-a-principales-lideres-de-protestas-en-tailandia.htmlhttps://www.lavanguardia.com/internacional/20201023/484236783330/policia-mantiene-en-prision-a-principales-lideres-de-protestas-en-tailandia.html

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Tailandia: “Estudiantes malos” tailandeses protestan contra abusos en escuela y piden renuncia del ministro de Educación

Asia/Tailandia/Octubre 2020/https://es.globalvoices.org/

Los manifestantes fueron a cinco escuelas y al Ministerio de Educación

Este artículo editado es de Prachatai, página de noticias independiente de Tailandia. Se ha editado y vuelto a publicar en Global Voices como parte de un acuerdo de asociación de contenidos. 

El grupo activista estudiantil Bad Student (Estudiante Malo) organizó una serie de protestas el 2 de octubre en varias escuelas secundarias en Bangkok para protestar contra los abusos y el maltrato hacía los estudiantes. Tras esto, el grupo se dirigió hacía el Ministerio de Educación para pedir la dimisión del ministro, Nataphol Teepsuwan.

Los manifestantes condujeron un camión y desplegaron carteles mientras visitaban cinco escuelas a lo largo de la tarde: Samsenwittayalai, Triam Udom Suksa, eConvento de San José y Wat Rajabopit han sido objeto de denuncias que alegan que los profesores abusaron y acosaron a los estudiantes.

Los estudiantes enviaron cartas a los directores de cada escuela en las que exigen acabar con el uso de violencia en su contra. Además, colocaron pancartas con detalles de los abusos ocurridos en las escuelas, como incidentes en los que los maestros golpearon a los estudiantes o rompieron los tirantes de los sujetadores de las estudiantes por violaciones del código de vestimenta.

Los estudiantes colgaron carteles frente a la escuela Wat Rajabopiy que decían “Los profesores de esta escuela aún golpean a los estudiantes”. Foto y pie de foto de Prachatai. Utilizada con autorización.

En la escuela secundaria Samsenwittayalai, los administradores cerraron las puertas para evitar que los estudiantes se unieran a las protestas. Mientras tanto, la Escuela del Convento de San José canceló todas sus clases por la tarde antes de la protesta. Además, los administradores tocaron con megáfonos el himno de la escuela en un intento de sofocar los discursos. Por su parte, los estudiantes comenzaron a cantarlo como parte de la protesta.

Wat Rajabopit, representante de los estudiantes de la escuela secundaria, también mencionó que la Policía trató de impedirles que organizaran la protesta, pues la escuela está a menos de 150 metros del Grand Palace, donde las reuniones públicas no están permitidas en virtud de la Ley de Asamblea Pública, y que además la protesta bloquearía el tráfico.

A las 17:45 horas, los manifestantes llegaron al Ministerio de Educación bajo una fuerte lluvia que comenzó temprano por la tarde y aparcaron su camión justo en frente del edificio. Según se informa, el ministro Nataphol estaba en otra provincia, por lo que el secretario permanente Karun Sakulpradit se reunió con los manifestantes.

Luego, los organizadores leyeron la carta de dimisión que escribieron para el ministro Nataphol por la mala gestión de sus funciones como ministro de Educación, por su incapacidad para poner fin a las violaciones de derechos humanos contra los estudiantes en las escuelas y por su participación en la protesta del Comité Popular de Reforma Democrática (CPRD).

El CPRD lideró grandes manifestaciones en 2013 y 2014 y se opuso a la celebraciones de elecciones. En cambio, presionaron al nombramiento de un “Consejo Popular” no elegido, lo que muchos creen que es contrario a los principios democráticos.

Laponpat Wangpaisit (derecha), representante del grupo Bad Student, habla con el secretario permanente, Karun Sakulpradit (izquierda). Foto y pie de foto de Prachatai. Utilizada con autoruzación.

Debido a la fuerte lluvia, los manifestantes se trasladaron al interior del Ministerio, donde cantaron el himno nacional mientras hacían el ya popular saludo de los tres dedos de “Los juegos del hambre”, que ahora se ve en la mayoría de las protestas antigubernamentales en Tailandia. Además lanzaron un montón de cartas de dimisión en los escalones frente al edificio del Ministerio.

Laponpat Wangpaisit, miembro del grupo Bad Student, dijo al secretario permanente de Educación que están pidiendo lo mismo que pidieron hace un mes: el fin del acoso hacía los estudiantes, la derogación de normas obsoletas y una reforma educacional, junto con las demandas hechas por los estudiantes de varias escuelas que, según Laponpat, el Ministerio aún no ha ejecutoadp pese a sus promesas.

Laponpat dijo que el caso de abuso de la escuela Sarasas [donde se grabó a un profesor mientras abusaba físicamente de un niño de la guardería] es solo uno entre miles y preguntó por qué no es posible comenzar a hacer que las escuelas sean seguras ahora. Laponpat dijo:

La cuestión es que esas cosas ocurrieron, pero no tendría ni idea si los estudiantes no se expresaran. Le hablo como representante del ministro Nataphol, porque creo que ya se debe hacer algo, no solo hacer promesas, y al final estas cosas siguen sucediendo y no son menos frecuentes.

16.40 horas: estudiantes de la escuela Wat Rajabopit han colgado carteles frente la escuela en previsión de una protesta del grupo de activistas estudiantiles Bad Student.
———–
17.45 horas: manifestantes llegaron al Ministerio de Educación. Laponpat Wangpaisit, miembro del grupo, habló con Nathapol Teepsuwan de los problemas que los estudiantes han estado enfrentando. ¿Qué está pasando en Tailandia?

Un funcionario del ministerio dio esta respuesta como informaron los medios: “Recibimos la petición de los estudiantes e investigaremos”.

Una estudiante de décimo año de la escuela Samsenwittayalai que participó en las protestas dijo a Prachatai que los problemas que enfrentan los estudiantes en su escuela incluyen reglas de corte de pelo que violan los derechos de los estudiantes, un plan de estudios que no se ajusta a las necesidades de los estudiantes y profesores que abusan de los estudiantes, algo que la sociedad considera normal.

Contó que una vez un profesor la agarró por el pelo y la hizo correr alrededor del campo porque su pelo era demasiado largo y tenía flequillo. Esta estudiante dijo que estuvo en dos protestas y que su familia la apoya, pues no les parece justo que los jóvenes vean violados sus derechos en la escuela. Sin embargo, dijo que muchas otras familias no son como la suya pues tiene amigos que participaron en las protestas que fueron repudiados por sus propias familias. Añadió:

Es comprensible que algunos hogares no entiendan. Muchos son así. Sin embargo, estoy feliz de que mis padres estén abiertos a escuchar los problemas de mi generación y los míos, y no se basen solo en su propia opinión. Es más, quiero que también que otros padres puedan pensar así. Siento compasión por otros de mi generación, otros que enfrentan el mismo destino, cuyas escuelas violan sus derechos y a quienes además hieren sus sentimientos en casa.

Otra estudiante de la misma escuela que participó en la protesta dijo que ha sido castigada por violar las normas de vestimenta y del corte de pelo, además de enfrentarse a otros tipos de abusos en la escuela. Cuando participó en una clase de derecho se dio cuenta de que lo que le habían hecho era ilegal y conoció sus propios derechos. Además, dijo que su familia la apoya porque ven que los problemas que enfrenta son problemas desde hace mucho tiempo. Añadió:

(En clase), hablamos sobre las violaciones de derechos humanos, sobre sociedad y política. Estábamos debatiendo porque sabemos ya cuáles son los problemas, así que hablamos para tratar de encontrar una solución. Sin embargo, aún no la encontramos, pues somos los oprimidos y no podemos hacerles nada.

Fuente e imagen tomadas de: https://es.globalvoices.org/2020/10/21/estudiantes-malos-tailandeses-protestan-contra-abusos-en-escuela-y-piden-renuncia-del-ministro-de-educacion/

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Protestas en Tailandia: las inéditas marchas estudiantiles contra la monarquía

Las masivas protestas estudiantiles que sacuden Tailandia desde hace meses dieron un salto inédito este miércoles.

Los manifestantes prodemócratas protestaron contra la caravana real mientras se desplazaba por Bankgok, la capital del país asiático.

Criticar a la monarquía tailandesa es algo que suele pagarse con largas condenas de prisión.

Tras los eventos del miércoles, Tailandia emitió un decreto de emergencia para «mantener la paz y el orden».

Título del video,En una histórica demostración de desafío, miles de tailandeses se enfrentan a su rey

La policía se desplegó para forzar la retirada de manifestantes y por el momento ha arrestado a más de 20 personas, incluyendo a tres líderes activistas.

Además de protestar contra la monarquía, las manifestaciones también piden la renuncia del primer ministro Prayuth Chan-ocha, quien llegó al cargo tras unas controvertidas elecciones el año pasado.

Las medidas de emergencia lanzadas por el Gobierno se hicieron efectivas este jueves desde las 4:00 am hora local en Tailandia.

La estudiante líder de las protestas Panusaya Sithijirawattanakul
Pie de foto,La estudiante líder de las protestas Panusaya Sithijirawattanakul ha sido arrestada.

¿Qué dice el decreto de emergencia?

El decreto se anunció a través de la televisión estatal, argumentando que los manifestantes intentaron instigar un incidente que conducía a la «incitación de caos, conflicto y desorden público».

Además, citó la «obstrucción a la caravana real» como una de las razones de la imposición.

Algunos manifestantes el miércoles habían levantado el saludo de los tres dedos, un símbolo del movimiento, a un convoy que transportaba a la reina mientras eran empujados hacia atrás por las filas de la policía.

Protestas antigobierno en Bangkok en Tailandia.
Pie de foto,Los estudiantes han liderado las protestas más multitudinarias de Tailandia en los últimos años.

Poco después de que entrara en vigor el decreto, la policía antidisturbios tailandesa desalojó a los manifestantes de las inmediaciones de la oficina del primer ministro.

Algunos intentaron resistir y levantaron barricadas improvisadas, pero la policía terminó retirándoles.

Además de limitar las reuniones hasta cuatro personas, el decreto también implantó restricciones en medios de comunicación, prohibiendo la publicación de noticias que «pueden crear miedo o difundir información intencionalmente distorsionada, creando malentendidos que afecten la seguridad nacional o la paz y el orden».

Estudiantes entregan una carta con sugerencias de reforma a las autoridades.
Pie de foto,Los estudiantes entregaron una carta con sugerencias de reforma a las autoridades.

También permite que las autoridades veten que las personas entren a «cualquier zona que designen».

¿Por qué son inéditas las protestas contra la monarquía?

Las protestas estudiantiles prodemócratas se han convertido en el mayor reto en años contra el poder instituido en Tailandia.

Los manifestantes piden la renuncia del primer ministro Prayuth por su elección en las controvertidas elecciones de 2019, unas acusaciones que Parayuth siempre ha rechazado.

Caravana real.
Pie de foto,Las protestas han provocado un debate sin precedentes sobre la monarquía tailandesa.

También quieren que se reescriba la Constitución y que se termine la persecución del Estado contra sus opositores.

Pero las protestas también han provocado un debate sin precedentes sobre la reforma de la monarquía, una institución que durante mucho tiempo ha estado protegida de críticas por la ley.

Y es que la oposición a esta institución suele condenarse con varios años de cárcel, en un país donde todavía existe el crimen de «lesa majestad».

Este miércoles, mientras la caravana del rey Maha Vajiralongkorn se desplazaba por Bangkok, los manifestantes expresaron su descontento contra la monarquía.

Policía tailandesa.
Pie de foto,La policía tailandesa se desplegó para forzar la retirada de los manifestantes.

El pasado fin de semana se celebraron algunas de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos años, con miles de personas desafiando a las autoridades y reclamando cambios.

Activistas arrestados

La policía confirmó el arresto de alrededor de 20 personas este jueves, pero no confirmó sus nombres.

La BBC ha conocido que los arrestos incluyen a tres líderes de las protestas: la abogada de derechos humanos Anon Nampa, la estudiante activista Parit Chiwarak y Panusaya Sithijirawattanakul.

Grupos prodemocracia en Tailandia, 16 de agosto de 2020
Pie de foto,Este fin de semana se celebraron las protestas más multitudinarias en años recientes en la capital tailandesa.

En un video difundido se ve a policías leyendo cargos contra Panusaya en la habitación de un hotel.

Otro video mostró a la policía metiendo a la activista dentro de un carro mientras ella y sus seguidores entonaban eslóganes.

Anon, de 36 años, fue la primera en romper abiertamente el tabú de hablar sobre la monarquía de Tailandia al pedir reformas en agosto.

Panusaya se convirtió en una de las caras más prominentes de las protestas después de que entregó un manifiesto de que incluía 10 sugerencias de reforma.

 Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54552162

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Protestas en Tailandia: las inéditas marchas estudiantiles contra la monarquía

Fuente: BBC MUNDO

Masivas protestas han provocado que se decrete el estado de emergencia. La policía ha arrestado a varios activistas, incluyendo a tres líderes de las marchas.

Las masivas protestas estudiantiles que sacuden Tailandia desde hace meses dieron un salto inédito este miércoles. Los manifestantes prodemócratas protestaron contra la caravana real mientras se desplazaba por Bankgok, la capital del país asiático. Criticar a la monarquía tailandesa es algo que suele pagarse con largas condenas de prisión.Tras los eventos del miércoles, Tailandia emitió un decreto de emergencia para «mantener la paz y el orden».

La policía se desplegó para forzar la retirada de manifestantes y por el momento ha arrestado a más de 20 personas, incluyendo a tres líderes activistas. Además de protestar contra la monarquía, las manifestaciones también piden la renuncia del primer ministro Prayuth Chan-ocha, quien llegó al cargo tras unas controvertidas elecciones el año pasado. Las medidas de emergencia lanzadas por el Gobierno se hicieron efectivas este jueves desde las 4:00 am hora local en Tailandia.

La estudiante líder de las protestas Panusaya Sithijirawattanakul

AFP. La estudiante líder de las protestas Panusaya Sithijirawattanakul ha sido arrestada.

¿Qué dice el decreto de emergencia?

El decreto se anunció a través de la televisión estatal, argumentando que los manifestantes intentaron instigar un incidente que conducía a la «incitación de caos, conflicto y desorden público».Además, citó la «obstrucción a la caravana real» como una de las razones de la imposición. Algunos manifestantes el miércoles habían levantado el saludo de los tres dedos, un símbolo del movimiento, a un convoy que transportaba a la reina mientras eran empujados hacia atrás por las filas de la policía.

Reuters. Los estudiantes han liderado las protestas más multitudinarias de Tailandia en los últimos años.

Poco después de que entrara en vigor el decreto, la policía antidisturbios tailandesa desalojó a los manifestantes de las inmediaciones de la oficina del primer ministro. Algunos intentaron resistir y levantaron barricadas improvisadas, pero la policía terminó retirándoles.

Además de limitar las reuniones hasta cuatro personas, el decreto también implantó restricciones en medios de comunicación, prohibiendo la publicación de noticias que «pueden crear miedo o difundir información intencionalmente distorsionada, creando malentendidos que afecten la seguridad nacional o la paz y el orden».

Estudiantes entregan una carta con sugerencias de reforma a las autoridades.

Reuters. Los estudiantes entregaron una carta con sugerencias de reforma a las autoridades.

También permite que las autoridades veten que las personas entren a «cualquier zona que designen».

¿Por qué son inéditas las protestas contra la monarquía?

Las protestas estudiantiles prodemócratas se han convertido en el mayor reto en años contra el poder instituido en Tailandia. Los manifestantes piden la renuncia del primer ministro Prayuth por su elección en las controvertidas elecciones de 2019, unas acusaciones que Parayuth siempre ha rechazado.

Caravana real.

Getty Images. Las protestas han provocado un debate sin precedentes sobre la monarquía tailandesa.

También quieren que se reescriba la Constitución y que se termine la persecución del Estado contra sus opositores. Pero las protestas también han provocado un debate sin precedentes sobre la reforma de la  monarquía, una institución que durante mucho tiempo ha estado protegida de críticas por la ley.Y es que la oposición a esta institución suele condenarse con varios años de cárcel. en un país donde todavía existe el crimen de «lesa majestad».

Este miércoles, mientras la caravana del rey Maha Vajiralongkorn se desplazaba por Bangkok, los manifestantes expresaron su descontento contra la monarquía.

Policía tailandesa.

Getty Images. La policía tailandesa se desplegó para forzar la retirada de los manifestantes.

El pasado fin de semana se celebraron algunas de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos años, con miles de personas desafiando a las autoridades y reclamando cambios.

Activistas arrestados

La policía confirmó el arresto de alrededor de 20 personas este jueves, pero no confirmó sus nombres. La BBC ha conocido que los arrestos incluyen a tres líderes de las protestas: la abogada de derechos humanos Anon Nampa, la estudiante activista Parit Chiwarak y Panusaya Sithijirawattanakul.

Grupos prodemocracia en Tailandia, 16 de agosto de 2020

Reuters. Este fin de semana se celebraron las protestas más multitudinarias en años recientes en la capital tailandesa.

En un video difundido se ve a policías leyendo cargos contra Panusaya en la habitación de un hotel. Otro video mostró a la policía metiendo a la activista dentro de un carro mientras ella y sus seguidores entonaban eslóganes.Anon, de 36 años, fue la primera en romper abiertamente el tabú de hablar sobre la monarquía de Tailandia al pedir reformas en agosto. Panusaya se convirtió en una de las caras más prominentes de las protestas después de que entregó un manifiesto de que incluía 10 sugerencias de reforma.

Fuente e imagenes: https://acento.com.do/bbc-news-mundo/protestas-en-tailandia-las-ineditas-marchas-estudiantiles-contra-la-monarquia-8872046.html

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Thailand protests: Thousands join huge rally demanding reforms

Thailand protests: Thousands join huge rally demanding reforms

Thousands of people have protested in the Thai capital Bangkok calling for reform of the political system, including the role of the monarchy.

It was one of the biggest protests in years with at least 15,000 people, police said. «Down with feudalism, long live the people,» chanted some.

There were no reports of violence.

Since July, rallies have called for the resignation of Prime Minister Prayuth Chan-ocha who took power in a 2014 coup and won disputed elections last year.

Saturday’s student-led demonstration moved from the campus of Thammasat University to a park next to a grand palace used for royal ceremonies.

Demonstrators say they plan to stay overnight and march to the offices of the prime minister on Sunday morning.

«I hope the people in power will see the importance of the people,» student leader Panupong «Mike» Jadnok, told the crowd, according to Reuters news agency. «We’re fighting to put the monarchy in the right place, not to abolish it.»

The calls for royal reform are particularly sensitive in Thailand, with criticism of the monarchy punishable by long prison sentences.

Organisers gave a much higher estimate for Saturday’s turnout, saying 50,000 people had attended. A protest in August drew around 10,000 protesters.

Why are there protests?

Thailand has a long history of political unrest and protest, but a new wave began in February after a court ordered a fledgling pro-democracy opposition party to dissolve.

The Future Forward Party (FFP) had proved particularly popular with young, first-time voters and garnered the third-largest share of parliamentary seats in the March 2019 election, which was won by the incumbent military leadership.

Anti-government protestors rally at Sanam Luang

Protests were re-energised in June when prominent pro-democracy activist Wanchalearm Satsaksit went missing in Cambodia, where he had been in exile since the 2014 military coup.

His whereabouts remain unknown and protesters accuse the Thai state of orchestrating his kidnapping – something the police and government have denied. Since July there have been regular student-led street protests.

Demonstrators have demanded that the government headed by Prime Minister Prayuth Chan-ocha, a former army chief who seized power in the coup, be dissolved; that the constitution be rewritten; that the authorities stop harassing critics.

What is different this time?

The demands of protesters took an unprecedented turn last month when a 10-point call for reform to the monarchy was read out at one rally.

The move sent shockwaves through a country which is taught from birth to revere and love the monarchy and fear the consequences of talking about it.

Thai Prime Minister Prayut Chan-o-cha gestures during a press conference after a weekly cabinet meeting at the Government House in Bangkok, Thailand, 18 August 2020

The young woman who delivered the manifesto, Panusaya Sithijirawattanakul, has said their intention «is not to destroy the monarchy but to modernise it, to adapt it to our society».

But she and her fellow activists have been accused of «chung chart» – a Thai term meaning «hatred of the nation» – and they say they are deeply fearful of the consequences of doing «the right thing» by speaking out.

What are the laws protecting the monarchy?

Each of Thailand’s 19 constitutions of modern times has stated, at the top, that: «The King shall be enthroned in a position of revered worship» and that «no person shall expose the King to any sort of accusation or action».

These provisions are backed by article 112 of the criminal code, known as the lese-majeste law, which subjects anyone criticising the royal family to secret trials and long prison sentences.

The definition of what constitutes an insult to the monarchy is unclear and human rights groups say the law has often been used as a political tool to curb free speech and opposition calls for reform and change.

One man in 2015 faced up to 15 years in prison for posting images on social media of the then-king’s favourite dog in a way that appeared to mock the monarch. Other ways of falling foul of the law include «liking» any critical reference on social media, questioning anything from Thai history that could be construed as negative to the monarch, or producing a book or play with characters resembling members of the royal family.

The law had been increasingly enforced in the years after the 2014 coup, although it has slowed since King Vajiralongkorn let it be known he no longer wanted it to be so widely used.

But observers say the government has used other legal routes, including the sedition law, to target dissent.

Fuente de la Información: https://www.bbc.com/news/world-asia-54217284

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