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Tailandia: Muere niño de 2 años al haber sido olvidado por el chofer dentro de autobús escolar

Muere niño de 2 años al haber sido olvidado por el chofer dentro de autobús escolar

El pequeño permaneció más de 6 horas encerrado y fue víctima de un golpe de calor

El pasado 11 de agosto, un niño originario de Tailandia llamado Nong Kongbin, de tan solo 2 años, perdió la vida y todo por culpa de un terrible descuido.

Resulta ser que el pequeño Nong acudía a la guardería y para ello, sus padres lo enviaban en transporte escolar al centro de cuidados; sin embargo, la madre observó las grabaciones con las que los padres pueden monitorear a sus hijos y se percató que el suyo no se encontraba en su grupo, por lo que de inmediato se comunicó con los directivos del lugar para saber qué pasaba con el niño.

La gente de la guardería buscó por todos lados hasta que lo encontraron al interior del autobús escolar. Nong nunca descendió de él y permaneció ahí, encerrado, por más de 6 horas. 

Rápidamente, fue trasladado a un hospital pues se encontraba inconsciente y cuatro días después, falleció tras ingresar a un estado de coma del cual nunca despertó.

Sunistha Phookwanish, director de la guardería, explicó a medios locales, que en el transporte viajaban 17 niños de forma regular y que el chofer, ese día, los apresuró a que descendieran del vehículo para que no se mojaran por la tormenta que caía ese día, sin darse cuenta que nunca bajó Nong de él.

Las autoridades ya se encuentran investigando el caso, aunque los padres y la sociedad de aquel país piden que a los empleados de la guardería se les acuse de negligencia y reciban un castigo ejemplar.

Fuente de la Información: https://noticiasporelmundo.com/muere-nino-de-2-anos-al-haber-sido-olvidado-por-el-chofer-dentro-de-autobus-escolar

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En Tailandia, protestas con sabor a cultura pop para reclamar democracia

Un nuevo movimiento prodemocracia está tomando fuerza en Tailandia. Desde hace varias semanas, miles de estudiantes han salido a las calles a manifestar pacíficamente contra el gobierno y contra la monarquía, exigiendo una reforma constitucional. Pero en un país con duras leyes de censura, estos jóvenes se las han ingeniado para expresarse de manera indirecta.

A primera vista parecen protestas como cualquier otra en el mundo, pero al escuchar resuena en algunas de ellas la letra del musical Les Misérables. Este y otros símbolos de la cultura ‘millenial’ se han tomado las manifestaciones.

«Hay dos símbolos principales», explica Ángel Marrades, politólogo y autor en el blog de geopolítica Descifrando la Guerra. «Está Voldemort, de Harry Potter, aquel que no puede ser nombrado. Ya que el rey de Tailandia es intocable y hay que buscar maneras de criticar esa imagen», dice.

En Tailandia rige en el código penal el artículo 112 que castiga el delito de lesa majestad. «Si criticas al perro del rey, puedes tener 15 años de prisión», dice Marrades y agrega que también se está usando en las protestas el gesto de la mano con tres dedos, en referencia a la película Los Juegos del Hambre. «Ese símbolo fue prohibido cuando se estrenó, en el año 2014, cuando se dio el golpe de Estado», cuenta el politólogo.

«Tiene mucho que ver con protestas de redes e imaginarios que se crean en línea», dice. Un movimiento que se conecta con varios otros en Asia en una especie de internacional prodemocracia cibernética llamada «Milk Tea Alliance» (La Alianza del Té con leche, en referencia en parte al Bubble Tea, muy popular en países asiáticos), conformada por movimientos en China, Tailandia, Taiwán y Hong Kong en rechazo a la represión de internet por ejemplo.

Censura y represión

En las protestas pacíficas, los jóvenes critican a la monarquía pero sobre todo al gobierno del actual primer ministro Prayut Chan-O-Cha, ex comandante del ejército que en 2014 instauró una junta militar durante 5 años. «Ese general reformó en 2016 la Constitución para convocar elecciones en 2019», cuenta Fernando Pedrosa, profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires, especialista de políticas en Asia. «Desde entonces el Senado lo nombra enteramente el ejército. Otro problema es que las elecciones no fueron totalmente transparentes y limpias. Los partidos que representaban a los jóvenes, como Future Forward (FFP), fueron prohibidos hace años», dice.

El investigador apunta que se critica también al rey Rama X, que actualmente reside en Alemania. «Su vida siempre ha sido muy ligada a los viajes, a las fiestas y al derroche. Ahora ha decidido involucrarse en cuestiones políticas, apoyando al ejército y al gobierno de Prayut Chan-O-Cha», explica.

A todo esto se suma lo que Pedrosa nombra «una represión informal»: activistas secuestrados o desaparecidos, que han generado mucha indignación en la juventud.

Ahora se teme que las protestas acaben de forma sangrienta como en 1976, cuando decenas de estudiantes de la universidad de Thammasat murieron en la represión policíaca y paramilitar.

Fuente: https://www.rfi.fr/es/asia-pacifico/20200814-en-tailandia-protestas-con-sabor-a-cultura-pop-para-reclamar-democracia

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Los estudiantes de Tailandia se manifiestan para pedir reformas democráticas

En desafío a la ley de emergencia por la COVID-19, cientos de estudiantes se manifestaron este jueves en Tailandia para pedir la disolución del Parlamento y una nueva Constitución para acabar con la hegemonía de las élites promilitares y ultramonarquicas del país.

Organizados a través de las redes sociales, grupos de universitarios convocaron diversos actos de protesta en Bangkok y en la provincia de Nakhon Phathom, contra el Gobierno del primer ministro Prayut Chan-ocha, general que tomó el poder en un golpe de estado en 2014 y se ha mantenido en el poder tras ganar las elecciones del año pasado.

«Primero queremos que el Gobierno deje de amenazar al pueblo, a los estudiantes que se manifiestan», dijo a Efe Pumiwat Rangkasiwit, miembro del grupo estudiantil New Life Network, en el campus norte de la Universidad del Rey Mongkut, en la capital, donde los estudiantes escribieron mensajes de protesta en el suelo y pronunciaron discursos bajo la vigilancia de policías uniformados y de paisano.

Pumiwat precisó que la segunda demanda es la derogación de la Constitución, que considera fruto del golpe de Estado de 2014, y la creación de una nueva con la participación de la sociedad, mientras que la tercera demanda sería la disolución del Parlamento y la convocación de nuevas elecciones.

CONTRA EL PODER DE LOS MILITARES

El Ejército ha tomado el poder en Tailandia en 13 golpes de Estado desde el fin de la democracia absoluta en 1932, pero en la historia reciente del país también han sido frecuentes las protestas callejeras contra el Gobierno, incluidas las manifestaciones de 2010 que terminaron de modo sangriento con la intervención del Ejército.

«Prayut está jodiendo mi país», rezaba una de las frases escritas en pancartas blancas en referencia al primer ministro, y, entre los mensajes se podía incluso leer alguna crítica velada al rey, Vajiralongkorn, al preguntar dónde se encuentra, ya que el monarca ha pasado la pandemia en un hotel de lujo en Alemania, donde vive gran parte del año.

Falida, una universitaria de 19 años, manifestó a Efe que si el Gobierno no sabe resolver los problemas económicos del país, debería dimitir y, aunque la estudiante tenía solo 14 años cuando Prayut encabezó el golpe militar de 2014, sugirió que detrás del mismo había una élite monárquica.

Además de las protestas en los campus, estudiantes de diversos niveles, desde la educación secundaria a las universidades, también son activos en las redes sociales, donde expresan sus ideas con etiquetas como #jóvenesporlaindependencia en tailandés.

Los mensajes reflejan el hartazgo de una parte de los jóvenes ante el control casi total del poder de las élites conservadores militares y ultramonárquicas que, en los últimos años, han conseguido derrocar a dos Gobiernos elegidos democráticamente mediante sendos golpes de Estado en 2006 y 2014.

LOS «CIUDADANOS DEL REY»

Entretanto, otros manifestantes de signo opuesto se congregaron en torno al Monumento a la Democracia, en el centro histórico de Bangkok, para defender al Gobierno y la monarquía, con algunos blandiendo carteles que rezaban «los ciudadanos del rey».

La monarquía es un tema delicado en Tailandia, país con una de las leyes de lesa majestad mas punitivas del mundo, que prescribe penas de hasta 15 años de cárcel para los insultos o amenazas al rey.

Fuente: https://es-us.noticias.yahoo.com/estudiantes-tailandia-manifiestan-pedir-reformas-131300404.html

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La ley las protege, los datos las ocultan y ellas callan

Reseñas/Asia/Tailandia/11 Junio 2020/elpais.com

En Tailandia, el estigma social, las tradiciones y la inacción policial mantienen a muchas mujeres víctimas de violencia de género en silencio, mientras que la falta de estadísticas las invisibiliza

Después de romper con su esposo, Saifon trató de comenzar de nuevo. Acabó pagando con su propia vida. La granjera de 21 años de Nakhon Si Thammarat, una ciudad del sur de Tailandia, había comenzado a verse con otro hombre después de que su matrimonio se rompiera seis meses antes. Cuando su celoso exmarido se enteró, la apuñaló hasta la muerte en un brutal ataque que también dejó gravemente herida a su nueva pareja.

Nunca se sabrá con certeza por qué Saifon dejó a su esposo, pero los medios locales sugirieron tras su asesinato que el hecho de que la matara de una manera tan despiadada apunta que estaba tratando de escapar de un hombre violento. En Tailandia este tipo de casos, de hombres que agreden y matan a sus exnovias o exesposas, no son infrecuentes, aunque la magnitud del problema se subestima y rara vez se ha documentado, explican varios expertos sobre la materia en la Revista Internacional de Salud de la Mujer.

La doctora Henriette Jansen, investigadora principal del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) apunta esta falta de datos de violencia contra las mujeres. Hace ya 20 años de la encuesta que las autoridades realizaron para conocer la prevalencia de la violencia de género entre la sociedad. En aquel estudio, el 44% de las mujeres dijeron haber sufrido violencia física o sexual por parte de una pareja íntima en algún momento de su vida y alrededor del 22% informó de que había sucedido en los últimos 12 meses.

“En Tailandia nunca se ha hecho otra encuesta nacional hasta la fecha y es importante darse cuenta de que es la única forma de obtener información sobre cuál es la proporción de mujeres que experimenta violencia. Todavía usamos viejas tasas de prevalencia para el país”, lamenta Jansen. Y los datos parciales de los que se dispone no arrojan información positiva.

El Ministerio de Justicia comunicó en julio de 2018 que la violencia en el ámbito de la pareja o expareja había ido en aumento año tras año en sus estadísticas. Durante los primeros siete meses de 2018, más de 360 mujeres y niños fueron víctimas de abusos en el hogar en este país de 69 millones de personas. De estos casos, el 83,6% se produjeron solo en el primer trimestre, de enero a marzo.

Los datos más recientes de la Administración Metropolitana de Bangkok, la capital de Tailandia, ciudad de 8,2 millones de habitantes, muestran que 1.115 mujeres fueron víctimas de violencia de género entre octubre de 2018 y septiembre de 2019. El número se obtuvo de 11 hospitales y 68 centros de servicios de salud pública. Del total, el 33,75% de las víctimas estaban casadas y el 18,89% eran novias de sus agresores. No aparecen casos de ninguna exnovia. El 34,98% de las agresiones tuvo lugar en casa y el 27,09% en otros lugares.

Jansen subraya que si se suman los números de casos de violencia de los juzgados, la Policía y los centros de salud, se obtendrá solo la punta del iceberg. “Hace 20 años, la misma encuesta mostró que solo el 1% de las mujeres que había experimentado violencia en la pareja habían acudido a la policía. Los datos de los servicios oficiales no muestran lo que está sucediendo, son una gran subestimación”, advierte. En vista del hecho de que la mayoría no informa sobre la violencia, ella sugiere que no hay duda de que los datos, en realidad, “son mucho más altos”.

El pasado San Valentín, un hombre disparó y mató a su exmujer mientras trabajaba en una clínica de belleza en un centro comercial de Bangkok. La policía dijo que se habían divorciado una semana antes y él se había enfurecido tras ver en las redes sociales que alguien le había regalado un ramo de flores. Otra noticia reciente informaba de un caso en el que un marido celoso asesinó a un policía que había mantenido relaciones con su exesposa y después le cortó el pene y lo arrojó al fuego.

Jaray Singhakowinta, doctor en Filosofía y profesor adjunto de estudios de la sexualidad en la Escuela de Graduados de Lenguaje y Comunicación de Tailandia, dice que los medios locales se apoderan de estas historias y las cuentan de forma sensacionalista, aunque claramente existe un problema.

«Las dificultades económicas de Tailandia durante los últimos años y la creciente insensibilidad de las personas hacia la violencia contribuyen al aumento de los crímenes contra las mujeres», sugiere Singhakowinta. Los datos de la fundación Movimiento Progresista de Hombres y Mujeres (WMP), revelan que de los 623 casos de violencia de género contabilizados en 2018, 384 fueron asesinatos. Según sus estadísticas, además, estas cifras representan un incremento del 35,4% de las agresiones machistas respecto a 2016.

Los valores tradicionales de la familia tailandesa juegan un papel importante en esta situación, pues enfatizan una división clara entre los asuntos públicos y privados, alentando a las mujeres a guardar silencio sobre los problemas en el hogar y con sus parejas para mantener el honor de la familia. Algunos proverbios repetidos con frecuencia, incluso, desaconsejan intervenir en la vida amorosa de otras personas, para evitar que sus intenciones se malinterpreten y se les vea como la persona que intentó destruir la relación cuando la pareja finalmente se reconcilia.

Los valores tradicionales de la familia tailandesa alientan a las mujeres a guardar silencio sobre los problemas en el hogar y con sus parejas para mantener el honor de la familia

Phil Robertson, subdirector de la división de Asia de la organización Human Rights Watch, dice que “la vergüenza, el estigma social y la falta de interés o la capacidad de involucrarse por parte de la policía contribuyen aún más a que las víctimas estén realmente solas para hacer frente al problema y dependen de amigos o familiares para intervenir”.

Se suponía que esta situación cambiaría con la aprobación de la Ley de Víctimas de Violencia Doméstica de 2007 y la modificación del Código Penal. La citada ley comprende 18 secciones, muchas de ellas importantes para las víctimas, los perpetradores y los funcionarios del Gobierno. Por ejemplo, la número cuatro establece que “quien realice cualquier acto de violencia doméstica irá a prisión durante un máximo seis meses, pagará una multa de 6.000 bahts (unos 172 euros), o recibirá ambos castigos”. La sección cinco, por otro lado, señala que una víctima de violencia doméstica o una persona que ha tenido conocimiento de que ha sucedido una agresión, “tendrá el deber de notificarlo a un funcionario competente para que pueda ejecutar esta ley”.

Antes de 2007, la ley penal no incluía la violación conyugal como un delito, por lo que las mujeres no estaban legalmente protegidas contra las agresiones sexuales por parte de su pareja. La violencia que ocurre en la esfera pública o es cometida por un maltratador no familiar, como los ataques sexuales y el acoso, se condena con el Código Penal.

Sin embargo, aunque la policía tiene más poder que antes para actuar, sigue siendo reticente a intervenir. Las leyes pueden haber cambiado, pero las actitudes no. Como resultado, señala Robertson, “los maltratadores y asesinos a menudo se salen con la suya y sus crímenes quedan impunes. Algunos perpetradores, incluso llevan el asunto un paso más allá al afirmar que sus actos violentos no deben ni considerarse delitos”.

Ruengrawee Pichaikul, directora del Instituto de Investigación de Género y Desarrollo de Tailandia, reconoce que el sistema de Justicia que trata con el problema de la violencia de género “está fallando, comenzando por la policía que no la incluye en su lista de delitos prioritarios”. La experta recalca que en el último informe disponible sobre violencia contra las mujeres del Departamento de Asuntos de la Mujer y Desarrollo Familiar, de 2017, “no recoge ningún castigo a un maltratador en las estadísticas”.

De los 30.000 casos que Pichaikul estima que se dan realmente cada año, “el número de informes policiales se reduce a la mitad, y a un menor número de mujeres que buscan justicia en los tribunales, por lo que la impunidad es el principal problema”. Muchos casos, añade, acaban en una mediación entre la víctima y el maltratador.

Como explicó a un medio local en 2019 el coronel Ying Paweena Ekchat, un oficial investigador calificado, menos del 10% de las víctimas de violencia de género solicita el enjuiciamiento. Sittisak Wanachakit, vicepresidente de la Corte de Apelaciones, expresó en el mismo reportaje que por mucho que la ley de protección para las víctimas ya esté en vigor, pocos casos llegan a los tribunales y la mayoría de las personas no tienen ni siquiera acceso a la Justicia.

Katherine Gerson, investigadora para Tailandia de Amnistía Internacional, recuerda que en enero de 2017, “el Gobierno aprobó un proyecto de ley para reemplazar el de 2007”. De aprobarse, tras ser presentado a la Asamblea Legislativa Nacional para su consideración, cubrirá el acoso sexual, proporcionará medidas más integrales para combatir violencia doméstica y brindará una mayor protección a las víctimas.

Pese a los avances, y teniendo en cuenta la aceptación generalizada de la violencia machista entre la ciudadanía y las agencias gubernamentales, Tailandia todavía tiene «un largo camino por recorrer antes de que cese la violencia» contra las mujeres, concluye Robertson de HRW.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/12/planeta_futuro/1589299240_150276.html

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El poder de las peticiones ‘online’ para frenar la violencia sexual en las telenovelas

Asia/Tailandia/19 Marzo 2020/elpais.com

Han nacido series más realistas y con menos machismo en Tailandia gracias a la campaña que inició un espectador indignado

En la popular telenovela tailandesa Game Rai Game Ruk se reproduce una situación en la que un hombre agarra a una mujer y se abalanza sobre ella mientras la chica grita e intenta golpearlo. La escena luego cambia a un entorno romántico frente a un lago, donde la pareja parece estar abrazándose. Pero después, los personajes vuelven al escenario original y ella deja de defenderse, cediendo a sus avances.

El mensaje subyacente: un hombre domina a una mujer y ella se rinde y se enamora de él. Este ha sido un tema recurrente en las telenovelas tailandesas (y no solo) en horario de máxima audiencia durante décadas, pero ha comenzado a cambiar gracias, en gran medida, a la campaña que ha iniciado en Internet un espectador indignado.

Es común que lleguen a nuestras bandejas de entrada solicitudes para firmar peticiones online. Para conseguir el apoyo de la sociedad para una causa, todo lo que hay que hacer es completar un cuestionario en alguna de las plataformas web creadas para este fin y enviarlo: la petición estará lista instantáneamente para compartir con todo el mundo.

El arquitecto Nitipan Wiprawit, de 41 años, se sentía cansado de ver ciertas escenas en televisión. Un día dijo “basta” y lanzó una campaña para poner fin a la normalización de la violencia sexual en las telenovelas tailandesas. La petición pronto obtuvo más de 59.000 firmas, provocó un debate nacional y condujo a la publicación, en 2016, de las primeras regulaciones éticas para los canales de televisión con respecto a la representación de la violencia de género en estas series.

Las directrices aprobadas establecían claramente lo que se podía mostrar y contra lo que se debía advertir, pero no se diseñaron para censurar la representación de la agresión sexual contra las mujeres. Se consideraron simplemente una recomendación necesaria para los productores, así como un recordatorio de su compromiso constructivo con la educación de la sociedad tailandesa.

Sin embargo, solo unos meses después de la publicación de las regulaciones, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones y Radiodifusión de Tailandia (NBTC) tomó medidas contra el productor de la popular serie de televisión Club Friday por continuar representando escenas de violencia contra las mujeres. Supinya Klangnarong, que en ese momento era miembro de la comisión de la NBTC, apoyaba activamente a Wiprawit y manifestó que el programa había violado la Ley de Radiodifusión por presentar escenas contra el código de conducta moral tailandés.

El drama presentaba una escena en la que un hombre colocaba a la fuerza la cara de una villana frente al tubo de escape de una motocicleta. También mostraba la violación de la misma mujer mientras otra miraba y, riéndose, grababa la escena en vídeo. El programa había sido etiquetado como apto para todas las edades. El castigo resultó en una multa de 1.450 dólares al canal de televisión, unos 1.280 euros. Y lo que es más importante, sentó un precedente.

Ejemplo de telenovela tailandesa con escenas de violencia de género.

¿Cuándo se normalizó la violación en las telenovelas? El doctor en filosofía y profesor adjunto de estudios de la sexualidad en la Escuela de Graduados de Lenguaje y Comunicación de Tailandia, Jaray Singhakowinta, explica que es difícil determinar cuándo comenzaron a aparecer estas escenas de violencia sexual, ya que la mayoría de las series televisivas son adaptaciones de novelas que contienen escenas de violación.

El experto dice que algunas de estas historias son tan populares que se han convertido en películas y telenovelas hasta diez veces desde la década de 1970. Entre las más conocidas, se encuentra Son Dao Phra Suk, Ban Sai Thong y Ku Kam. Varias obras clásicas de la literatura tailandesa, como Khun Chang Khun Phaen, describen violaciones cometidas por un protagonista masculino que no recibe ningún tipo de castigo.

Pero Singhakowinta explica la verdadera razón por la que estos programas de televisión son tan populares: es, probablemente, debido al desarrollo general de las tramas, no solo a la representación de las escenas de violación. Señala que el abuso sexual “no tiene lugar en la vida real de los tailandeses». De hecho, una conocida celebridad tailandesa, Boom Panadda, lideró en 2014 una campaña pública para evitar la revocación de la pena de muerte para los condenados por delitos sexuales.

El idioma tailandés también puede resultar confuso, ya que se usan dos palabras para hablar de violación. La primera, bplum, también se utiliza para «lucha libre» y puede entenderse como un acto forzado o violento que termina en la consolidación de una relación, como se describe en las telenovelas, brindando la oportunidad de absolver al maltratador. La otra, khom kheun, describe la violación como un acto criminal.

La inclusión de la violación en las telenovelas tailandesas «se entiende como un intento simbólico de satisfacer los deseos sexuales de las protagonistas femeninas, a menudo reprimidos, ignorados y prácticamente inexistentes», dice Singhakowinta.

Se cree que las mujeres buenas son sexualmente ingenuas, por lo que no pueden dar a conocer sus deseos y deben ser forzadas por los hombres que aman. La violación también ha sido representada algunas veces como un castigo del karma para las mujeres adversarias que representan el extremo opuesto de las protagonistas femeninas, explica el experto.

«La noción patriarcal de la feminidad ideal es, probablemente, la culpable de este retrato repetitivo de la violación en las telenovelas tailandesas», dice, señalando que a menudo se considera inapropiado que las protagonistas femeninas expresen sus deseos corporales en comparación con sus homólogos masculinos, cuyas expresiones sexuales son aceptadas como naturales.

«Sería inconcebible que las protagonistas femeninas señalen sus intereses sexuales, ya que esto iría en contra de la norma social prescrita para las mujeres buenas en la cual la virginidad todavía se usa como una medida simbólica de las virtudes femeninas”, sugiere Singhakowinta.

La virginidad de la mujer como una medida simbólica de la virtud femenina todavía se ve en las telenovelas, pero esto está cambiando gradualmente a medida que evoluciona la mentalidad, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

De hecho, después de que la representación de la violencia sexual fuera destacada en la petición de Wiprawit, han comenzado a nacer series más realistas. Otro factor que contribuye a este cambio, según Klangnarong, la exmiembro del comité de la NBTC, es que los jóvenes tailandeses “se aburren cada vez más con los dramas tradicionales de televisión y optan por series coreanas o ven Netflix”.

Aunque todavía podemos observar ciertas escenas de violencia sexual en algunos de estos canales, Klangnarong dice que el contenido se ha ajustado. «Las mujeres se muestran más abiertas, realistas y modernas». Por otro lado, las nuevas novelas y telenovelas también presentan cada vez más tramas que involucran a personas LGTBI (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), algo inaudito en generaciones anteriores.

Otro ejemplo de violencia sexual en una telenovela tailandesa.

Otras campañas en internet han conseguido grandes avances. Por ejemplo, en Indonesia, una petición publicada por una coalición de varias organizaciones, campus y comunidades, pidió al ministro de Educación y Cultura regular su intervención para el acoso sexual. El ministro respondió positivamente, e incluso, solicitó al grupo escoger a cinco personas para unirse a su comité y promulgar los cambios necesarios para que los campus universitarios sean más seguros.

Otra campaña vigente en India, liderada por una actriz de Bollywood, pide advertencias legales en la pantalla cada vez que se retrata la violencia de género, de la misma forma que se advierte de los peligros para la salud cuando un actor aparece bebiendo o fumando.

Wiprawit se siente orgulloso de lo que ha logrado en Tailandia, pero quiere ir un paso más allá. Su objetivo es cambiar por completo las tramas de las telenovelas y mejorar la implementación de las directrices. Actualmente, los productores de televisión solo son castigados mucho después de que una escena de violencia sexual se haya transmitido a una amplia audiencia. Para Wiprawit ese sistema «es una tontería”.

“Hace unos meses informé al NTBC de una telenovela inapropiada que estaban emitiendo de nuevo. Como ya la había visto, conocía la historia y las escenas. Me respondieron que tenía que esperar hasta que apareciera una escena inapropiada en la televisión para presentar la queja. Deberían cambiar el proceso”, dice Wiprawit.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/03/16/planeta_futuro/1584363758_226998.html

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En San Valentín, estudiantes tailandeses muestran su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus

Redacción: France 24

¿Quién dijo que San Valentín es solo para los enamorados? Haciendo una formación que representa un corazón gigante, cerca de 3.000 estudiantes en la provincia de Ayutthaya, Tailandia, enviaron mensajes de amor y ánimo a China, donde la epidemia del coronavirus sigue expandiéndose rápidamente y causando miles de muertes.

«¡China, sigue luchando!», entonaban miles de estudiantes y maestros en el patio de la escuela Jirasat Wittaya, este viernes 14 de febrero, en una muestra de afecto que traspasó las fronteras tailandesas, en esta fecha en la que mundialmente se celebra el más bello de todos los sentimientos: el amor.

Con camisetas rosas, carteles y elefantes vestidos con la tradicional sofisticación Thai, los estudiantes se mostraron entusiasmados al enviar sus mensajes. «Queremos animar a la gente de China y Wuhan. Queremos hacer esto público para que todos lo vean en el mundo, nuestras buenas intenciones para los chinos. Queremos brindarles todo nuestro apoyo y que puedan verlo en su WeChat (la aplicación más popular en el gigante asiático)».

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Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Profesores en elefantes envían mensajes de amor en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Profesores guían la formación de los estudiantes en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Los estudiantes muestran su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020.

Los estudiantes forman un corazón en el Día de San Valentín para mostrar su apoyo a China en la lucha contra el coronavirus en una escuela en Ayutthaya, en las afueras de Bangkok, Tailandia, el 14 de febrero de 2020. © © REUTERS/Chalinee Thirasupa

Los maestros, entre los que se encuentra Liang Jie, un docente proveniente de Xiamen, China, dijeron que este acto no solo enseña la compasión a sus alumnos, sino que envía un importante mensaje de esperanza a los habitantes de Wuhan, quienes además de haber perdido familiares y amigos, ya acumulan más de un mes recluidos en sus hogares para evitar la propagación y el contagio del Covid-19.

«Los hacemos porque en China, ahora, la gente se siente ansiosa y preocupada, por lo que las personas en otros países debería brindarles apoyo y confianza para que puedan seguir adelante», dijo Jie, quien aseguró sentirse profundamente conmovido y agradecido por la acción de los estudiantes.

Tailandia ha registrado un total de 33 casos de infectados por coronavirus. En su última actualización, la Comisión Nacional de Salud de China reportó 14.840 casos nuevos de personas contagiadas, lo cual eleva el total de casos a más de 60.000.

Fuente: https://www.france24.com/es/20200214-en-san-valent%C3%ADn-estudiantes-tailandeses-muestran-su-apoyo-a-china-en-la-lucha-contra-el-coronavirus

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Actualización de habilidades tailandesas

El ministro de Educación de Tailandia, Nataphol Teepsuwan, ha delineado planes para mejorar el sector de educación vocacional del país. Estos planes han surgido luego de temores expresados ​​de que el sistema educativo de Tailandia no esté a la par con los estándares internacionales.

Esto es especialmente importante si Tailandia espera ver que su ambicioso proyecto del Corredor Económico Oriental (CEE) se convierta en un éxito. La necesidad de una fuerza laboral adecuadamente capacitada y rentable se está convirtiendo en una preocupación clave para los posibles inversores exigentes.

La CEE de Tailandia está programada para convertirse en un nodo arterial para el comercio, la inversión y el transporte regional, además de servir también como puerta de entrada estratégica a la región del sudeste asiático. Con una superficie total de 13,000 kilómetros cuadrados, que abarca las provincias orientales de Rayong, Chonburi y Chachoengsao, es parte del plan más amplio del gobierno de Tailandia 4.0 para transformar la economía en el motor de crecimiento del sudeste asiático.

Se espera que la CEE atraiga aproximadamente US $ 46 mil millones en inversiones centradas en las industrias de «curva en S», a saber, la próxima generación automotriz, aviación y logística, electrónica inteligente, turismo médico, alimentos, robótica, agricultura y biotecnología.

Por ambicioso que sea, la falta de talento hábil competente puede ser un obstáculo para un mayor desarrollo de la CEE.

Nataphol reveló que había hablado con embajadores de países de todo el mundo que le habían dicho directamente que una inversión sustancial de sus países dependía de encontrar una fuerza laboral competitiva disponible para las empresas que se reubicaban en el área. Esto a pesar de los amplios incentivos gubernamentales y la gran infraestructura que se está desplegando.

Recientemente, el Instituto Internacional para el Desarrollo de la Gestión (IMD), con sede en Suiza, publicó su Clasificación Mundial de Talento para 2019. La clasificación involucró a 63 países de todo el mundo, incluidos cinco estados miembros de la ASEAN (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia).

Tailandia ocupó el segundo lugar entre otros países de la ASEAN en el ranking, con un desempeño solo mejor que Filipinas.

Según el informe de IMD, las clasificaciones se obtuvieron al observar tres factores principales: inversión y desarrollo, atractivo y preparación. Para Inversión y Desarrollo, lo que analizó el IMD fue la inversión y el desarrollo del talento nacional. Para la apelación, el IMD examinó la medida en que un país aprovecha el grupo de talentos en el extranjero. En tercer lugar, para Readiness, el IMD analizó la disponibilidad de habilidades y competencias en el grupo de talentos.

Para Inversión y Desarrollo, Tailandia cayó al lugar 49 en comparación con el 46 en 2018. Para la apelación, hubo una caída aún mayor al 30 desde el 24 en 2018. El único factor en el que Tailandia tuvo un mejor desempeño fue la preparación, donde se ubicó en el puesto 43 en comparación con el 50 en 2018.

Mejorando las cosas

A principios de esta semana, Nataphol anunció que la Oficina de la Comisión de Educación Vocacional ahora trabajará para evaluar las necesidades de las empresas extranjeras que tengan en cuenta la inversión en Tailandia. Luego, esa oficina trabajará para elaborar un nuevo plan de estudios de educación y programas de capacitación recientemente diseñados para satisfacer no solo esas necesidades sino también para alcanzar los estándares internacionales requeridos junto con los números para proporcionar una fuerza laboral viable.

Nataphol, quien fue nombrado en julio, dijo que se centraría en sectores de tecnología avanzada como la robótica, la inteligencia artificial y la automatización. Estas fueron áreas donde los jóvenes graduados tailandeses pueden esperar con confianza salarios más altos, a menudo muy por encima de los niveles salariales alcanzados por los graduados con educación universitaria.

Además de la tecnología avanzada, el ministro también destacó la necesidad de mejorar la enseñanza de idiomas extranjeros en Tailandia, incluido el inglés. Dijo que todos los graduados vocacionales para la nueva CEE requerirán al menos otro idioma.

Otro posible «lenguaje» que Tailandia podría estar viendo es la codificación (lenguaje de programación de computadoras). A principios de este año, Nataphol reveló que su ministerio presionaría para que se incluyera la codificación en el currículo escolar.

La viceministra de Educación, Kalaya Sophonpanich, al responder a la propuesta de enseñar codificación en las escuelas del futuro diputado Kulthida Roongruangkiat durante el debate sobre la declaración de política del gobierno, dijo que deseaba que los estudiantes tailandeses aprendieran un tercer idioma (además del inglés y su lengua materna). idioma) tan pronto como sea posible en kindergarten.

Si Tailandia sigue su plan para mejorar las habilidades de sus pueblos, entonces ganará mucho más que solo inversores para la CE

Fuente: https://theaseanpost.com/article/malaysia-between-education-and-skills

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