Yemen’s education system has been devastated by the country’s brutal conflict, the United Nations Children’s Fund (UNICEF) said on Tuesday, reporting that at least half a million children have dropped out of school since the 2015 escalation of the war.
“An entire generation of children in Yemen faces a bleak future because of limited or no access to education,” said Meritxell Relaño, UNICEF Representative in Yemen. “Even those who remain in school are not getting the quality education they need.”
According to “If Not In School,” the total number of out-of-school children now stands at 2 million, and almost three quarters of public school teachers have not been paid their salaries in over a year, putting the education of an additional 4.5 million children at grave risk.
An entire generation of children in Yemen faces a bleak future because of limited or no access to education.
More than 2,500 schools are out of use, with two thirds damaged by attacks, 27 per cent closed and 7 per cent used for military purposes or as shelters for displaced people.
Children risk being killed on their way to school. Fearing for their children’s safety, many parents choose to keep their children at home.
The lack of access to education has pushed children and families to dangerous alternatives, including early marriage, child labour and recruitment into the fighting.
UNICEF appeals to the warring parties, those who have influence on them, government authorities and donors to put an end to the war, pay teachers, protect children’s education unconditionally, and increase funding for education.
On 26 March 2015, a coalition of countries led by Saudi Arabia intervened militarily at the request of President Abd Rabbuh Mansour Hadi to secure the return of the Government to Sana’a, which had been seized by Houthi militias and allied units of the armed forces when the conflict initially erupted in 2014.
Three years on, the fighting is still raging and the ensuing humanitarian crisis has only deepened in a country that was already one of the region’s poorest.
The UN, through its envoy, has been engaged in helping Yemenis to find a peaceful solution. UN agencies and partners are also on the ground to deliver life-saving aid.
Learn more about the findings of If Not In School here.
UNESCO – Yemen/ 20 de febrero de 2018/ Fuente: https://es.unesco.org
Un proyecto innovador que recicla y transforma desechos en materiales pedagógicos y formas artísticas es uno de los múltiples planes de desarrollo sostenible coordinados por la subdivisión local de la Comisión Nacional de Yemen para la UNESCO.
La subdivisión, establecida en la provincia de Hodeidah y cuya labor se extiende hasta regiones vecinas, trabaja en la coordinación y aplicación de numerosas actividades vinculadas al proyecto en favor de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS). De este modo, congrega organizaciones de los sectores educativo, civil y privado para movilizar a las comunidades con miras a la consecución de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a mejorar su propio entorno.
Desde 2012, los logros alcanzados por esta iniciativa abarcan la formación de 60 docentes en el marco del curso “Enseñanza y aprendizaje para un desarrollo sostenible” llevado a cabo por la UNESCO, así como la formación de 320 jóvenes con un proyecto de técnicas de gestión y comercialización. Por otra parte, creó también una fundación juvenil y un colegio comunitario, y organizó la formación de formadores.
Faisal Ali Ayed, responsable del proyecto, afirmó: “La labor en Hodeidah es particularmente importante ya que se trata del primer proyecto en Yemen que ha logrado utilizar la EDS en un contexto de gran densidad de población y de una tasa elevada de jóvenes que encaran múltiples retos en lo relativo a la pobreza y el desempleo.
Entre otros elementos novedosos del proyecto se puede citar el empleo de docentes en el aprendizaje electrónico, la puesta en marcha de bibliotecas electrónicas y la recaudación de fondos para brindar desayunos, comidas escolares, uniformes y mochilas escolares a los educandos pobres. Además, se efectúan campañas de sensibilización que brindan información y consejos acerca de la alimentación saludable y equilibrada, los matrimonios precoces y el VIH/SIDA.
En algunas escuelas se han creado también diversas asociaciones de desarrollo sostenible para fomentar las actividades comunitarias vinculadas con todos los ámbitos del desarrollo sostenible (medioambiental, social y económico).
El Sr. Ayed explicó en qué radica el éxito de la labor efectuada. “El proyecto cuenta con un equipo verdaderamente comprometido y con la colaboración de los asociados. Por ello, el proyecto ha logrado una auténtica transformación de las prácticas en los ámbitos escolar y comunitario, y ha recibido, a la vez, mucha atención por parte de los medios de comunicación, algo que contribuye a su repercusión.
Para el futuro existen planes de ampliar la aplicación de proyectos relativos a la EDS, aumentar el número de beneficiarios de las instituciones educativas, en particular de jóvenes y mujeres, llevar el trabajo a las provincias vecinas de Hajjah y Rimah en donde se aplicarán seis grandes proyectos para la formación en materia de EDS de directores escolares, formadores de docentes, docentes, mujeres y jóvenes.
Uno de los aspectos fundamentales de la labor es permitir que los jóvenes y las mujeres accedan o se reinserten en el mercado laboral. Hasta la fecha, 920 jóvenes y mujeres han recibido capacitación en materia de habilidades para la vida y desarrollo profesional, así como una ayuda para integrarse en el mercado laboral.
“El proyecto ha contribuido a empoderar a las mujeres para que participen en el desarrollo de la comunidad, y puedan cambiar así la visión de la sociedad acerca del papel que desempeñan las mujeres, permitiéndoles cumplir diversas funciones sociales”, afirmó el Sr. Ayed.
Geert Cappelaere, director regional de Unicef para Medio Oriente y África del Norte, dijo que estos niños han sido explotados en medio de la violencia, que les ha impedido ir a la escuela, obtener servicios de salud y ejercer su derecho a jugar.
La violencia en la región del Medio Oriente y África del Norte ha robado la infancia a millones de niños, ha mutilado sus vidas, los ha traumatizado y ha provocado sus arrestos y detenciones, denunció este lunes el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
En un comunicado, Geert Cappelaere, director regional de Unicef para Medio Oriente y África del Norte, expresó que estos niños además han sido explotados en medio de la violencia, que les ha impedido ir a la escuela, obtener servicios de salud y ejercer su derecho a jugar.
“De manera colectiva, hemos fracasado en detener la guerra contra los niños. No tenemos justificación. No tenemos ninguna razón para aceptar una nueva normalidad”, dijo Cappelaere.
Añadió que debe atenderse la tragedia de los niños de esa región y recordó que la protección de los menores de edad es primordial en todas las circunstancias, de acuerdo con la ley de la guerra.
“Infringir esa ley es un crimen atroz y pone en peligro el futuro de todos, no solo de los niños”, aseguró el representante de Unicef.
De acuerdo con el organismo, enero fue un mes especialmente cruento para los menores de la región, que fueron asesinados en conflictos en curso, heridos en ataques suicidas o que murieron congelados en su intento de huir de zonas de guerra activas.
Tan solo en el primer mes del año, la intensificación de la violencia en Irak, Libia, Palestina, Siria y Yemen ha cobrado la vida de al menos 83 niños.
En Siria se registró la muerte de 59 niños en las últimas cuatro semanas, en tanto que en Yemen se verificó el asesinato de 16 menores de edad en todo el país.
“Estos niños han pagado el precio más alto por guerras de las que no tienen ninguna responsabilidad.
UNICEF estima que necesitará casi 3.000 millones de euros este año para atender a 48 millones de menores alrededor del mundo. Casi un cuarto del presupuesto se destinará a los refugiados sirios, mientras el éxodo de los rohingya dispara la ayuda a Asia meridional.
Educación y acceso a agua, saneamiento e higiene serán los pilares de la acción de Unicef para este año, según el informe Intervención Humanitaria 2018 divulgado este martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La organización estima que necesitará 2.920 millones de euros para hacer frente a las necesidades de 82 millones de personas en 51 países. Su objetivo es llegar a 48 millones de niños, uno de los colectivos más vulnerables, ya que uno de cada cuatro de ellos vive en países afectados por conflictos o desastres y casi 50 millones tuvieron que abandonar sus hogares debido a violencia, pobreza o catástrofes naturales.
Unicef estima que los niños que necesitan ayuda humanitaria urgente en el mundo son 85 millones. Cifras que esconden realidades. El año anterior, la organización fijaba sus exigencias en 3.100 millones de euros, casi 500 millones más que en 2016. Si por un lado la crisis del Zika ha remitido en comparación con el año anterior —a esta partida se destinaron 31,4 millones de euros en 2017—, el genocidio de los rohingya en Myanmar y su consecuente éxodo exigen aumentar el presupuesto destinado a Asia meridional. Esta cantidad pasa de 64,7 millones de euros en 2017 a 163,7 millones de euros en 2018, de los cuales el grueso (116,5 millones) irán a Bangladés, donde el hacinamiento y las malas condiciones higiénicas de los campos ponen en riesgo la salud de los refugiados.
Oriente Medio y Norte de África se mantiene como la región que acapara la cifra más elevada, con 1.509 millones de euros, repartidos principalmente entre atención a refugiados sirios y otras poblaciones afectadas en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía (767 millones de euros, alrededor de un cuarto del conjunto del presupuesto global), Yemen (272 millones de euros) y Siria (270 millones de euros). Nigeria y República Democrática del Congo son los principales destinatarios del presupuesto de África central y occidental (567 millones de euros en el conjunto), así como Sudán del Sur, Somalia y Etiopía en la zona meridional y oriental del continente (cuyo presupuesto asciende a 523 millones de euros).
Uno de cada cuatro niños vive en países afectados por conflictos o desastres
En porcentajes, el Fondo de las Naciones Unidas prevé gastar un cuarto del presupuesto para que 8,9 millones de niños puedan tener acceso a la educación. Otra prioridad fijada por el informe es el acceso a agua, saneamiento e higiene (21% del total) para garantizar este derecho a 35,7 millones de personas. Unicef aspira también a tratar 4,2 millones de casos de malnutrición aguda infantil (a través del 18% del presupuesto) y vacunar a 10 millones de niños contra el sarampión. La protección de los menores concentrará el 11% del gasto anual con el objetivo de brindar apoyo psicológico para 3,9 millones de niños.
«Deberíamos estar hablando de desarrollo en estos tiempos, pero debido a la situación actual hemos tenido que volver a poner el foco en las emergencias», ha lamentado Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español este martes en la presentación del informe en Madrid.
Cinco crisis que marcarán 2018
1. El éxodo de los rohingya
Pese a que el número de nuevas llegadas se vaya estabilizando, la emergencia se mantiene elevada en el campo de refugiados rohingya Kutupalong, en Cox’s Bazar, uno de los distritos más pobres de Bangladés. A las 688.000 personas huidas del vecino Myanmar desde el pasado mes de agosto, cuando se recrudeció la persecución contra esta minoría, se suman otras 75.000 llegadas hace un año, además de una cifra estimada entre los 300.000 y 500.000 acumulada a lo largo de cinco décadas de éxodo. Unicef calcula que, incluyendo a los comunidades locales, los niños suman al menos 720.000.
“Responder a las necesidades de agua, higiene y saneamiento es un reto muy complicado, debido a la congestión del campo y la falta de letrinas”, explica Sara Bordas, jefa de operaciones del Fondo de las Naciones Unidas en Kutupalong. “En los centros de educación, se ven niños muy sucios, no tienen bases de higiene. Nos queda mucho trabajo por hacer”.
El hacinamiento y la escasez de higiene favorecen la proliferación de enfermedades. El campo ya ha registrado varios brotes de sarampión, difteria, infecciones agudas a las vías respiratorias y abre la puerta al riesgo de una epidemia de cólera.
Bordas se muestra preocupada también por los niveles de desnutrición aguda grave. “El ratio registrado el pasado mes de octubre era del 7,5%, muy por encima del límite de emergencia, fijado en el 3%”, asegura. “En el campo, además, también hay 80.000 mujeres embarazadas, muchas de las cuales ya están desnutridas”.
“No hay mucho que hacer en el campo, pero los niños frecuentan centros de educación no formal, donde reciben también apoyo psicosocial, en especial las víctimas de abusos sexuales. Trabajamos también en la prevención, para que no vuelva a ocurrir en un campo en el que hay mucha gente desesperada”, asegura.
“Al principio, nos centramos en no perder vidas, trabajando en salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene, pero ahora podemos agregar una parte de esperanza, basada en educación y protección. Solo estamos en el quinto mes de respuesta, pero aún no hemos alcanzado nuestros objetivos”.
Durante la presentación del Informe sobre Acción Humanitaria 2018 en Madrid, algunos niños intervinieron en directo desde Kutupalong para contar sus historias sin casi levantar la cabeza desde la hoja en la que dibujaban flores de colores. «Cuando llegaron al campo el pasado mes de septiembre, solo dibujaban helicópteros y gente que huía», explica Bordas.
2. El conflicto sirio y la crisis de refugiados en Oriente Próximo
El conflicto en Siria, a punto de cumplir siete años, ha causado más de seis millones de desplazados internos y más de cinco millones de sirios, entre ellos 2,5 millones de niños, viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Los fondos recaudados el año pasado apenas alcanzaron la mitad de la cifra necesaria para atender a las necesidades básicas en el país, especialmente las de los menores que viven en zonas sitiadas (se estima que sean 200.000) y en áreas de difícil acceso (1,7 millones).
El pasado mes de diciembre, organizaciones internacionales alertaron de un déficit de 60 millones de dólares (50,6 millones de euros) que pone en riesgo la atención a 1,5 millones de menores ante el frío del invierno.
A los estragos del conflicto, se suma el desplazamiento interno de personas como consecuencia del calentamiento global y de la progresiva desertificación de algunas zonas del país. Acnur calcula que los años de sequía consecutiva y crónica entre 2005 y 2011 obligaron a emigrar a más de un millón y medio de personas de las áreas rurales del sur de Siria.
Fran Equiza, representante de Unicef en Siria, ha aprovechado la presentación del informe para poner rostro a los niños de este país que en su vida solo han vivido y experimentado las consecuencias de la guerra civil. Y la vida para los que escapan, ha agregado, no es más simple. «Huyen de las balas, de las minas y del riesgo de ser reclutados por cualquiera de las partes en conflicto», ha explicado.
MÁS DINERO EN 2017, PERO MÁS EMERGENCIAS
Pese al incremento en comparación con el año anterior, la financiación en 2017 no fue suficiente para responder a las necesidades de los más vulnerables, sobre todo para emergencias crónicas, como la de República Centroafricana o de Malí. Unicef cerró el mes de diciembre pidiendo 3.790 millones de dólares (frente a los 3.360 millones de dólares estimados en enero), debido sobre todo a los flujos de refugiados y desplazados en Bangladés y en República Democrática de Congo; el riesgo de hambruna en Nigeria, Somalia y Sudán del Sur; el brote de cólera en Yemen; los huracanes en el Caribe y las inundaciones en Nepal.
A lo largo de 2017, los refugiados y migrantes que llegaron a Europa fueron 164.000 —incluyendo a 29.000 niños—, al mismo tiempo que distintos conflictos de larga duración se enquistaron alrededor del mundo. El de Siria, por ejemplo, está a punto de cumplir siete años y ha causado más de seis millones de desplazados internos, mientras que cinco millones de sirios, la mitad niños, viven como refugiados en los países vecinos. En Irak, casi nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Entre ellos, hay más de cuatro millones de niños. La escalada de violencia en República Democrática del Congo ha obligado a más de 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares y los niños que sufren malnutrición aguda ya superan los dos millones. La crisis de la cuenca del lago Chad sigue afectando a 17 millones de personas en Camerún, Chad y Níger, al mismo tiempo que se recrudece la violencia y se incrementa el número de desplazados internos en la zona nororiental de Nigeria.
La sequía que azota el Cuerno de África ha afectado a 17 millones de personas en Etiopía, Somalia y Kenia, que quedan expuestas al riesgo de epidemias. El paso de los huracanes Irma y María por el Atlántico, por su parte, se dejó atrás a más de 1,4 millones de personas —un cuarto de ellos, niños— con necesidad de asistencia humanitaria.
En 2017 se registró también un incremento sin precedentes en brotes de cólera, en países como República Democrática del Congo, Irak, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. Esta “emergencia en la emergencia” -como la define el informe de Unicef- en muchos casos está relacionada con los conflictos armados, a la raíz del colapso de las infraestructuras de agua y saneamiento.
El Gobierno de EE UU se mantuvo a lo largo de 2017 como el principal donante del Fondo para la Infancia con 441,8 millones de euros, a pesar de que la Administración Trump anunciara a principios de año su intención de aplicar un tijerazo de «al menos» un 40% de las contribuciones voluntarias a la ONU y otros organismos internacionales por parte de EE UU.
Equiza ha lamentado que en el país se registraran 72 casos de polio en 2017, una enfermedad a punto de ser erradicada, cuando en 2011 el 100% de los niños estaba inmunizado.
El representante de Unicef participó el pasado mes de diciembre en un convoy dirigido a Guta oriental, un distrito cercano a Damasco que lleva cuatro años bajo asedio, donde registraron índices de malnutrición de casi el 12%. «Hace unas semanas, intentamos volver, pero no nos autorizamos. Lamentablemente, ahora no sé cuál es la situación de estos niños».
3. La guerra en Yemen
La muerte el pasado mes de diciembre del expresidente Ali Abdalá Saleh, desalojado durante la Primavera Árabe, a manos de los Huthi hace temer que se recrudezca la guerra en el país.
Yemen acumula casi tres años de conflicto y está al borde de una de las hambrunas más terribles de la era moderna, con 17 millones de personas que no saben si comerán mañana. Las tasas de desnutrición siguen siendo de las más altas del mundo, con casi dos millones de pequeños desnutridos y, de ellos, 385.000 con desnutrición severa aguda.
El colapso del sistema de salud, la falta de agua y alimentos constituyen un caldo de cultivo que no permite bajar la guardia ante la posibilidad de un nuevo brote de diarrea aguda (cólera).
Aunque se ha reducido la violencia, sube la alerta ante la crisis humanitaria. La desnutrición severa en menores alcanza el 10% y ya se cuentan 38.000 afectados por el cólera, mientras que los centros de salud han sido abandonados o carecen de medicamentos y personal.
5.Sudán del Sur
Más de un millón de niños sursudaneses sufren desnutriciónsevera. Las organizaciones humanitarias aún se enfrentan a muchos obstáculos para entregar ayuda en distintas zonas del país, consideradas demasiado inseguras desde que comenzó el conflicto en 2013.
La infancia en Sudán del Sur se enfrenta a muchos otros retos, más allá del hambre. Más de 2.300 niños han resultado muertos o heridos en los últimos cuatro años y se han registrado cientos de casos de violaciones y agresiones sexuales, según datos de Unicef. Dos millones de menores están fuera de la escuela y, si la situación actual se mantiene, es probable que solo uno de cada 13 niños acabe la escuela primaria, alerta Médicos sin Fronteras.
Nueve de las principales ONG mundiales indicaron que violencia, desplazamiento y hambre harán que 136 millones de personas en todo el mundo necesiten ayuda.
La violencia, el desplazamiento y el hambre provocarán un récord de necesidades humanitarias en 2018, con casi 136 millones de personas en todo el mundo necesitadas de ayuda, según Naciones Unidas. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha pedido un récord de 22.500 millones para las respuestas humanitarias a nivel mundial.
Los conflictos enconados en Siria, República Democrática del Congo (RDC) y Yemen, el éxodo rohingya de Birmania y los desastres naturales exacerbados por el cambio climático figuran entre las numerosas crisis.
La Fundación Thomson Reuters ha preguntado por sus prioridades para 2018 a las principales agencias humanitarias del mundo:
OCHA (Mark Lowcock, director de OCHA y subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU)
1. Los 91 millones de personas extremadamente vulnerables en 26 países a los que pretendemos llegar en 2018 mediante los planes de respuesta humanitaria coordinados por la ONU.
2. Los desplazados internos. Hay unos 40 millones de personas desplazadas dentro de sus propios países, principalmente debido a los conflictos.
3. Reforma, para hacer que el sistema humanitario sea lo más efectivo y responsable posible.
Hay 91 millones de personas extremadamente vulnerables en 26 países. Principalmente son niños.
INTERNATIONAL RESCUE COMMITTEE (Bryce Perry, subdirector de emergencias)
1. Yemen. El país, sumido en una guerra civil, sigue apareciendo a la cabeza de la lista mientras los trabajadores humanitarios se esfuerzan por entregar ayuda en respuesta a la extrema inseguridad alimentaria, el brote de enfermedades y la derrumbada economía.
2. República Democrática del Congo. Seguimos preocupados dada la persistente inestabilidad política, una población altamente vulnerable y la continuada inestabilidad en muchas partes del país.
3. Crisis rohingya. Los últimos meses han visto a cientos de miles de rohingya huir de la extrema violencia en Birmania para buscar seguridad en Bangladesh. Las necesidades humanitarias han superado rápidamente los recursos de ayuda disponibles y esta crisis seguirá siendo una prioridad este año.
En Siria hay cientos de miles mutilados. Muchos son niños.
OXFAM (Nigel Timmins, director humanitario)
1. Yemen. Sin un arreglo político a la vista, el conflicto parece abocado a continuar. Entretanto, ha creado la peor crisis humanitaria mundial, el mayor brote de cólera del mundo y está en camino de crear la peor hambruna mundial.
Las buenas noticias que nos deja el mundo en 2017
2. Norte de Nigeria. Más de 8 millones de personas dependende ayuda vital mientras el conflicto entra en su octavo año, sin signos de remitir. Incapaces de cultivar o comprar comida, millones de personas pasan hambre. Cerca de 1,7 millones de personas han abandonado sus hogares y ante la frágil situación de seguridad, muchas más siguen haciéndolo.
3. Siria. La devastación y el sufrimiento de 6 años de guerra no remiten. Tres cuartas partes de los sirios se han visto afectados, 13,5 millones de personas necesitan asistencia y 5 millones han abandonado el país.
En Siria hay 13.500.000 de personas que necesitan ayuda.
ACTION AGAINST HUNGER (Jean-Michel Grand, director ejecutivo)
1. Crisis rohingyha. Contamos con una de las mayores operaciones de asistencia en Bangladesh para los refugiados rohingya pero en 2018 podríamos ver el primer movimiento de retorno de población a Birmania. Como una de las pocas ONG autorizadas para trabajar en el estado de Rajine, nos centraremos en ayudar a las personas a regresar de forma segura y a reanudar sus vidas.
2. Yemen. Esta seguirá siendo una prioridad fundamental.
3. Siria. Con los recientes logros territoriales frente a ISIS y la retirada parcial de Rusia, existe incertidumbre respecto al futuro de los refugiados sirios y los desplazados internos.
NORWEGIAN REFUGEE COUNCIL (Jan Egeland, secretario general)
1. Fortalecer nuestros esfuerzos para proteger y asistir a más personas necesitadas en zonas de guerra de difícil acceso donde pocas organizaciones pueden operar hoy en día.
2. Seguir trabajando para una salida para las personas en desplazamiento prolongado. Trabajaremos por soluciones duraderas, ya sea mediante el retorno, el re asentamiento o la integración local.
3. Centrarnos en el uso de datos y tecnología para permitir que los desplazados internos se ayuden a sí mismos. La educación y los medios de subsistencia así como los préstamos en efectivo permiten a las personas hacer sus propias elecciones.
Darle vacunas a los niños en África ayudaría a reducir notablemente la mortalidad infantil.
ACTIONAID (Mike Noyes, jefe de respuesta humanitaria)
1. Crisis alimentaria en África Oriental. Sería ingenuo pensar que la crisis alimentaria en Kenia, Etiopía, Somalia y Sudán del Sur ha pasado… Otro periodo de escasas lluvias y cosechas fallidas supone que la vulnerabilidad de la región continúa y el riesgo de un mayor deterioro en 2018 es muy real.
2. Rohingya. La repatriación de los más de 650.000 refugiadosrohingya en Cox’s Bazar a Birmania debería empezar a principios de 2018, pero es más probable que continúen las llegadas a Bangladesh. El apoyo humanitario existente en los campos no será suficiente.
Tras mil días de guerra, el hambre y el cólera estallan en Yemen
3. Siria. Es probable que en 2018 se produzca una nueva fase en esta crisis, después de que los gobiernos de Siria e Irak hayan declarado la victoria sobre ISIS. Dado que el conflicto entra en una nueva fase potencialmente decisiva, esto podría llevar a aún más desplazamientos o incluso crear las condiciones para que el retorno sea una opción viable para algunos desplazados.
Hay que encontrar soluciones para ayudar a las personas en desplazamiento prolongado.
ORGANIZACIÓN PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA (FAO) (Dominique Burgeon, director de emergencias)
1. Reducir el número de personas al borde de la hambruna o en grave inseguridad alimentaria en RCA, RDC, el noreste de Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
2. Apoyar la producción local de comida en situaciones de conflicto y apoyar a los países a abordar el impacto del cambio climático.
3. Asegurarnos de que los pastores y sus hijos reciben más atención y apoyo.
FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA (FICR)(Elhadj As Sy, secretario general)
1. Acción temprana. La tecnología de alerta temprana nos advierte de acontecimientos estacionales o relacionados con la meteorología que tienen el potencial de devastar a comunidades. Nuestro foco está en garantizar que la alerta temprana está acompañada de acción temprana mediante la puesta a disposición de fondos antes de que golpee un desastre y la puesta en marcha de operaciones que mitiguen el sufrimiento.
2. Seguridad sanitaria. Las situaciones de conflicto y desastre pueden convertirse rápidamente en emergencias sanitarias. La FICR prioriza la atención sanitaria de emergencia, los servicios de agua y saneamiento y la asistencia para la recuperación.
3. Localización. La FICR está comprometida a garantizar una acción humanitaria de principios que sea lo más local posible mediante un mayor apoyo e inversión en nuestras sociedades nacionales de la Cruz Roja para fortalecer sus capacidades.
Hay que darle comida a millones de personas con hambre.
PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS (David Beasley, director ejecutivo)
1. Hacer de la comida un arma de paz… haciendo de la comida y de la ayuda basada en el dinero en efectivo algo central para el desarrollo económico y la estabilidad regional. Nos centraremos más en los programas de comidas escolares, en conectar a las personas que ayudamos con proyectos que benefician a sus comunidades y en crear más sistemas alimentarios resilientes para apoyar a las personas y sus medios de subsistencia.
2. Desencadenar riqueza. La tecnología está creando una enorme riqueza del sector privado mundial. Los recursos y la base de conocimiento creados por la revolución tecnológica podrían usarse para transformar la asistencia humanitaria en una fuerza efectiva para estabilidad y la paz.
3. Estar ahí de forma rápida y eficiente. Millones de vidas dependen de que el PMA consiga ayudarles rápido. Y debe hacerlo de forma eficiente para ahorrar dinero.
Un siglo. Es lo que se tardará, al ritmo actual, en fulminar la brecha de género global. Cien años en lograr que hombres y mujeres tengan la misma participación política, acceso a la educación, a la salud e igualdad económica y laboral. Es la conclusión del último informe del Foro Económico Mundial sobre la brecha de género, que alerta de que, tras una década de progresos lentos pero constantes, este año varios indicadores de paridad no solo se han estancado sino que han empeorado. Una caída que se debe fundamentalmente al incremento de la desigualdad en la representación política y en el lugar de trabajo. Es ahí, en los entornos laborales y en la economía donde la brecha de género es más desafiante y donde la igualdad no se alcanzará hasta el año 2234. Más de dos siglos, según la institución, organizadora del Foro de Davos.
«La desigualdad de género priva al mundo de un enorme recurso de talento sin explotar en un momento en que es tan importante para abordar los enormes desafíos y las fuerzas disruptivas que enfrentamos», dice Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico, en el informe que se ha difundido hoy y que mide indicadores de 144 países. El documento sitúa la brecha de género en un 68%. Los nórdicos, como es tradición, encabezan el ránquin de los países con menor desigualdad: Islandia (un 87% de brecha, la más delgada), Noruega y Finlandia.
Les siguen de cerca Ruanda y Nicaragua. Sobre todo debido a la representación femenina en el espectro político: 61% en el país africano y 46% en el centroamericano, que escala cuatro puestos desde el año pasado debido a la reducción de la brecha salarial —aunque ha empeorado en los logros educativos—. Que haya más mujeres en política garantiza que se traten y prioricen problemas sociales, la educación, la sanidad. Algo que tiene un impacto positivo en la igualdad. Aunque el indicador de la participación política, señala Laura Nuño, directora de la Cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, no siempre ofrece una radiografía realista. «Un Gobierno paritario, que es lo deseable y legítimo, no garantiza una igualdad real en la política ni en la sociedad», apunta.
Yemen, Pakistán, Siria y Chad son los países con mayor desigualdad, según el Foro. El informe resalta que Estados Unidos (el 49 de la lista) baja cuatro puestos desde el año pasado. Y lo hace porque ha empeorado lo que el Foro llama «empoderamiento político», que se encuentra en su nivel más bajo desde 2007. España escala del puesto 29 al 24, pero sigue suspendiendo en materia de igualdad. Sobre todo si se tiene en cuenta que en 2006 ocupaba el puesto 11 del ránquin.
Las mujeres representan la mitad de la población mundial. Y por tanto recalcar que merecen el mismo acceso a la salud, la educación, la participación económica y un mismo salario por un trabajo de igual valor es básicamente justicia social. Pero no sólo eso la paridad de género también es fundamental para saber si las economías prosperan y cómo. «Garantizar el desarrollo saludable y el uso adecuado de la mitad del conjunto de talentos del mundo tiene un gran influencia en el crecimiento, la competitividad y el futuro de las economías y las empresas de todo el mundo», apunta el informe del Foro.
Incrementar el acceso igualitario a la educación reduce las tasas de mortalidad materno infantil, incrementa la fuerza laboral y también los salarios. Estudios del Banco Mundial exponen, por ejemplo, que invertir en que las niñas completen su educación en las mismas tasas que los niños incrementaría los ingresos de las que hoy son niñas entre un 54% y un 68%.
Informes que ahondan en la evidencia de que invertir en igualdad es rentable no faltan. Son cada vez más los estudios que demuestran el efecto positivo de aumentar la paridad de género en la economía de los países. Análisis recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estiman que la paridad de género podría añadir 250.000 millones adicionales al PIB de Reino Unido, 1,7 billones al de Estados Unidos, 550.000 millones al de Japón o 320.000 millones al de Francia.
Una de las más persistentes desigualdades, pese a todas las llamadas de alerta de los expertos es la salarial. Los estudios que constatan que las mujeres reciben menos salario por un trabajo de igual valor se cuentan por cientos. El Foro de Davos da sus propias cifras: 21.000 dólares al año, de media, para los hombres frente a 12.000 para las mujeres. Una brecha que es clave para atajar el resto. «Si se cobra menos se tiene una pensión más baja. También peor acceso a todos los servicios que no sean universales y gratuitos. El problema de las oportunidades económicas es que es una llave para otros muchos servicios».
La Internacional de la Educación ha acogido con satisfacción la decisión de Yemen de adherirse a la Declaración sobre Escuelas Seguras que le compromete a proteger a los estudiantes, los docentes, las escuelas y las universidades en épocas de conflictos violentos.
Yemen se ha convertido en el último país que se adhiere al compromiso político internacional conocido como la Declaración sobre Escuelas Seguras. Su adhesión fue elogiada el 27 de octubre por la Coalición Internacional para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA), una coalición interinstitucional creada en 2010 para abordar el problema de los ataques dirigidos contra la educación durante los conflictos armados. Desde que estallaron los enfrentamientos en Yemen en 2011, miles de escuelas han sido dañadas o destruidas por todas las partes en conflicto.
Apoyo internacional
La adhesión de Yemen, firmada por el Representante Permanente de la Misión de Yemen ante la ONU en Nueva York, se produjo antes de la celebración del debate del Consejo de Seguridad de la ONU sobre los niños y los conflictos armados, en el que los países se reunirán para discutir las graves violaciones cometidas contra los niños en los conflictos armados así como los ataques a las escuelas. En los anexos de su informe anual de 2017 al Consejo de Seguridad, que será presentado en el debate, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, mencionó tanto a los hutíes/Ansar Allah como a la Coalición para Restaurar la Legitimidad en Yemen, liderada por Arabia Saudí, como grupos responsables de los ataques contra las escuelas en Yemen.
En los anexos del informe anual del Secretario General también figuran grupos de Afganistán, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Iraq, la República Árabe Siria y Nigeria que han atacado escuelas y hospitales. La Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso político liderado por Argentina y Noruega, tiene por objeto mejorar la seguridad y la protección de los estudiantes, los educadores, las escuelas y las universidades en situaciones de conflicto armado. Proporciona un marco para la cooperación en los ámbitos nacional, regional y mundial al identificar una serie de medidas que los gobiernos y otras autoridades pueden adoptar para impedir o responder a los ataques contra las escuelas y el personal docente.
Antecedentes
Los gobiernos que respaldan la Declaración se comprometen a utilizar las Directrices para prevenir el uso militar de escuelas y universidades durante conflictos armados, que constituyen una herramienta práctica para orientar su comportamiento durante las operaciones militares. Evitar el uso militar de las escuelas es un medio fundamental para que las fuerzas armadas y los grupos armados puedan reducir los riesgos a los que se enfrentan los niños y jóvenes durante los conflictos armados, entre ellos la muerte, ser heridos de gravedad, el reclutamiento de menores, el abuso y la explotación sexual, y el trauma psicológico. Las niñas y las mujeres a menudo se ven desproporcionadamente afectadas por los ataques contra la educación y el uso militar de las escuelas.
En mayo, Guterres, el Secretario General de la ONU, instó a todos los estados miembros de la ONU a adherirse a la creciente comunidad de países que han suscrito la Declaración sobre Escuelas Seguras. La Representante Especial del Secretario General para la cuestión de los niños y los conflictos armados, Virginia Gamba, se ha hecho eco de este llamamiento y ha señalado que el aumento del apoyo a la Declaración refleja el creciente consenso internacional de que prevenir el uso militar de las escuelas es esencial para evitar la interrupción de la educación.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!