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Costa Rica: Estudiantes indígenas de Costa Rica luchan para continuar su educación durante la pandemia de COVID-19

Estudiantes indígenas de Costa Rica luchan para continuar su educación durante la pandemia de COVID-19

La historia de Enoc Hidalgo, un estudiante de nueve años de la Escuela Indígena San Joaquín de Boruca deja al descubierto la desigualdad entre las comunidades rurales e indígenas y las urbanas en el país centroamericano, pero también en otros muchos lugares del continente. Su ejemplo, muestra a la vez como estudiantes, familias y escuelas luchan para continuar con el proceso educativo en condiciones adversas.

 

Enoc Hidalgo llega a su casa apurado, tras atravesar una quebrada inofensiva a simple vista, pero que con los aguaceros de la estación lluviosa se convierte en una grave amenaza porque puede llegar a ser un torrente incontenible.

Su hogar está en el territorio indígena de Boruca, al sur de la provincia de Puntarenas. En el paisaje de la comunidad predomina la naturaleza, los caminos son de tierra y se siente la quietud de la vida rural.

Enoc tiene 9 años, es estudiante de cuarto grado de la Escuela Indígena San Joaquín de Boruca y su hablar tímido no esconde su tristeza por la imposibilidad de ir diariamente a la escuela debido a la pandemia, lo que cambió su vida y su forma de aprender.

Enoc vive con sus tres hermanas Génesis, Kristen y Tamara, así como con sus padres, las gallinas y al menos cinco perros propios y vecinos que reciben con curiosidad y ladridos a todo el que se acerca.

“A mí me gusta estar en casa, estudiar acá con mi familia y mis hermanas. Pero quería volver a la escuela, me gustan las matemáticas y las tablas de multiplicar y allá hay más silencio para estudiar”, cuenta Enoc.

En Boruca hay 26 escuelas y en ellas 157 estudiantes en educación preescolar y 527 en educación primaria. Todos ellos han tenido que lidiar con el mismo desafío: la pandemia por COVID-19 y la suspensión de clases presenciales sacaron a relucir los problemas de conectividad, la falta de dispositivos adecuados, y todas las dificultades de aprender a distancia.

Junto a su familia, Enoc ha continuado su proceso educativo en época de pandemia. Su mamá y sus hermanas le apoyan para hacer las tareas.

El virus alteró todo el calendario escolar

Las autoridades educativas suspendieron las clases presenciales a partir del 17 de marzo de 2020 y aunque el objetivo era reanudarlas en el transcurso de los meses, la propagación del virus y sus consecuencias han alterado el calendario escolar y no todas y todos los estudiantes han tenido la oportunidad de regresar a los colegios.

De hecho, la tercera ola de la pandemia volvió a golpear con fuerza a los centros educativos y, como medida para limitar la movilidad en todo el país y reducir los contagios de COVID-19, el Ministerio de Educación Pública aplicó una interrupción del curso lectivo desde el 24 de mayo y hasta el 9 de julio de 2021, de modo que el calendario escolar del año 2021 se extendió hasta el final de enero de 2022.

En este contexto son precisamente los estudiantes de centros rurales y de zonas en condición de vulnerabilidad, como los territorios indígenas, los que más han sufrido las consecuencias del impás educativo.

En Costa Rica residen más de 104.000 personas indígenas, pertenecientes a ocho pueblos y la mayoría de ellos conviven con fuertes rezagos en comparación con el resto de la población. Por ejemplo, el 70% de los hogares indígenas presenta necesidades básicas insatisfechas en ámbitos como la salud, la educación y la vivienda, mientras que el porcentaje nacional llega al 24%.

El porcentaje de mujeres adolescentes indígenas que son madres supera el doble del total nacional (10,2% frente al 4,3%). Además, el porcentaje de niñas indígenas en unión libre es del 12,7% frente al 4,3%. Sólo el 40% de los indígenas tiene acceso a agua potable, mientras el alcance nacional es del 90%. Asimismo, apenas el 67% de la población indígena tiene acceso a la electricidad, mientras que el 99% de toda la población sí lo tiene.

Respecto a la educación, sólo el 13% de las personas indígenas se gradúa del colegio y el 41% de esta población presenta algún rezago escolar, pero Enoc y muchos otros estudiantes de los territorios indígenas no quieren ser parte de esa estadística y se esfuerzan, aún en la adversidad, para salir adelante.

Las imponentes montañas en la provincia de Puntaneras, al Sur de Costa Rica.

La distancia y sus dificultades

Al lado de su casa, Enoc y su familia tienen una amplia cocina con vista al paisaje verde azulado que los rodea. Ahí se reúnen para comer, hablar y estudiar y, ahí fue donde su madre, doña Evelyn Leiva, nos comentó más acerca de este proceso de aprendizaje en casa, que les cambió la rutina.

“Este periodo ha sido bastante complicado porque también estudio y estaba haciendo mi trabajo de graduación a través de Zoom con mi tutor, más atender lo de ellos y la casa, pero salimos adelante. Con los que están en la escuela fue complicado por la accesibilidad, por eso finalmente se optó por guías impresas”, señala doña Evelyn.

Alrededor de la cocina juegan sus otras dos hijas menores Kristen y Tamara, que también son estudiantes de la Escuela Indígena San Joaquín. Génesis, la mayor de sus hijas, es estudiante del Colegio Técnico Profesional de Buenos Aires.

“Una se da cuenta que les hace falta compartir con otros y que esa posibilidad la tenían en la clase y los recreos. También existe preocupación porque una siente que no da la talla con las tareas y que la explicación que les da no sea suficiente”, agregó doña Evelyn.

Para ella las Guías de Trabajo Autónomo (herramientas elaboradas por las autoridades educativas para promover el aprendizaje en tiempos de pandemia) resultaron difíciles de comprender en varias ocasiones y consideró que estaban “hechas para las escuelas de San José (capital del país)”. “Además, muchas veces las entregaron de forma incompleta, ahora con el retorno a clases todas las dudas pueden resolverlas mejor con sus maestros”, agregó doña Evelyn.

Enoc vive en el Territorio Indígena de Boruca en Costa Rica. Allí 684 niñas, niños y adolescentes, con el apoyo de sus familias,  continúan con su proceso educativo pese a las complicaciones de la pandemia por COVID-19.

Desigualdad, brecha digital y retos

Según datos recientes del Ministerio de Educación Pública en Costa Rica hay 1,2 millones de estudiantes. De ellos, 425.000 tienen problemas de conectividad y cerca de 300.000 no cuentan con acceso a una terminal (computadora, tablet o teléfono).

Nunca antes nos vimos en una situación como esta, de trabajar a distancia. La gran mayoría de nuestros estudiantes no tenía conectividad, pero si tenían dispositivo y el que tenía dispositivo no tenia conectividad. Ante una situación tan compleja, se decidió trabajar con materiales impresos, pero eso además traía consigo una estrategia evaluativa complicada, falta de tiempo para entender y poco a poco con base a lineamientos se fue trabajando durante este tiempo”, aseguró Rafael Rojas, director de la Escuela Líder Doris Z. Stone, de Boruca.

La falta de conexión, de dispositivos electrónicos, de recursos para poner a funcionar de nuevo los colegios no han sido el único problema.

En las poblaciones indígenas se nota más la desigualdad porque no todas las madres indígenas saben leer y escribir. Tenemos también que tomar en cuenta otros elementos que aquejan a los padres de familia de un territorio indígena, como la tecnología, el teléfono celular y la recarga, la pobreza”, afirmó Lourdes Frasser, lideresa y propietaria de So Cagru Proyecto Eco Cultural.

Para esta educadora y ahora empresaria turística, “la pandemia ha sido más desastrosa que en poblaciones rurales–urbanas. Aquí, la transmisión de la educación está a cargo de las mujeres indígenas y siento que el problema ha sido más grande porque con la estadía en las casas se añaden otros problemas como la violencia intrafamiliar, el abuso sexual de adolescentes y el hecho de que los niños pasen más tiempo cerca de los abusadores”.

El 4 enero del 2022, el Ministerio de Educación Pública anunció la reanudación de los servicios educativos presenciales en las escuelas públicas y privadas del país, para el curso lectivo 2022, a partir del jueves 17 de febrero y hasta el 22 de diciembre.

Este anuncio llena de alegría a Enoc y a miles de estudiantes quienes esperan ansiosamente el retorno continuo a la escuela, para aprender y compartir con otras niñas y niños.

Para garantizar el retorno seguro a las lecciones presenciales, Costa Rica empezó  en enero de este año la vacunación infantil en edades comprendidas entre los 5 y los 11 años, convirtiéndose en uno de los tres países de la región, junto con Chile y Argentina, en la aplicación de la vacuna pediátrica. La vacunación de adolescentes de 12 a 17 años comenzó el 25 de octubre del 2021.

Además de prevenir el contagio del Covid-19, este curso lectivo marca un gran desafío para Costa Rica porque deben acelerarse las acciones para recuperar los aprendizajes no logrados y realizar mayores esfuerzos para cerrar la gran brecha digital que quedó en evidencia con la pandemia y que afecta la educación y las oportunidades de empleo futuro de las actuales generaciones.

La ONU respalda  el regreso a la escuela en Costa Rica con asistencia técnica, recursos financieros y material educativo y de protección.

El papel de la ONU

Allegra Baiocchi, coordinadora de la ONU en Costa Rica, destacó que el regreso a la educación presencial de las poblaciones más excluidas, como niñas, niños y adolescentes indígenas, es clave para superar las desigualdades y la brecha en el acceso al Desarrollo Sostenible. “Desde ONU reafirmamos nuestro compromiso para impulsar todas las medidas necesarias para garantizar el derecho a la educación de Enoc y de todas las niñas y niños indígenas de Costa Rica”.

Las Naciones Unidas han destacado los esfuerzos de Costa Rica por adaptarse a la pandemia y hecho un llamado urgente para el retorno a la presencialidad como mecanismo para superar la desigualdad.

La ONU ha acompañado también al país en la atención y respuesta a las principales necesidades para la reapertura de los colegios.

Por ejemplo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) apoyaron técnica y económicamente al Ministerio de Educación Pública para facilitar la educación virtual, así como en la Estrategia Regresar para el retorno seguro y progresivo a las clases presenciales.

“En UNICEF promovemos la importancia de la educación presencial para las niñas, niños y adolescentes en diversos ámbitos como lo académico, la salud física y mental y el desarrollo de capacidades para la vida. Debemos hacer todos los esfuerzos para recuperar el tiempo y los aprendizajes no logrados y que todos los estudiantes tengan acceso a educación continua y de calidad”, subrayó Patricia Portela, representante de UNICEF Costa Rica.

Además, UNICEF ha entregado equipos tecnológicos, kits de materiales para educación preescolar y primer ciclo, suministros de higiene crítica, como alcohol en gel, desinfectante, jabón líquido para manos y termómetros, a 642 escuelas del país en función de sus condiciones de vulnerabilidad.

Asimismo, la ONU ha venido trabajando en territorios indígenas para promover y hacer cumplir el derecho a la educación de sus poblaciones.

Con ese objetivo, desarrolla múltiples iniciativas para prevenir la exclusión escolar y asegurar la educación temprana, a la vez que fomenta el liderazgo de adolescentes y jóvenes indígenas, impulsa la salud sexual y reproductiva con pertinencia cultural; apoya iniciativas para la alimentación saludable y la prevención de la malnutrición.

Además, en el marco del Decenio de las Lenguas Indígenas del mundo, promueve la revitalización, el uso y la visualización de las lenguas indígenas y el diálogo intercultural.

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2022/01/1503142

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Roberto Cuéllar Martínez: Costa Rica, el país sin ejército que lidera la guerra contra el cambio climático

Hay que reeducar ante la infame prioridad del dinero, las artimañas del poder y ante la destrucción degradante a causa del cambio climático. Desde Centroamérica, este país con renta baja y pocos recursos sigue impartiendo enseñanzas de vida, humana y natural.

El 1 de diciembre de 1948, poco antes de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Costa Rica sorprendió al mundo al abolir su ejército y extirpar de un solo tajo cualquier tendencia militarista en la política. Así, sin movilizar ni un tanque de guerra, a lo largo de siete décadas ha sido protagonista de una reafirmación democrática peculiar, a la vez que revolucionaria, en el desarrollo progresivo de sus conquistas sociales y ahora ambientales.

Este acto, genuinamente disruptivo, abrió la senda para reconstruir la ética social y refundar los principios identitarios del pensamiento, la convicción de libertad y la actuación democrática del ser costarricense. Sin duda, esta ha sido la médula que aún sustenta las decisiones transformadoras en paz con la naturaleza, madre y maestra de la convivencia humana.

Al observar lo que sucede en el mundo en términos medioambientales (la insólita devastación de los bosques y las selvas, la contaminación de los océanos, la polución que envenena las sociedades, el deshielo de los glaciares y su influencia en la ralentización de las corrientes oceánicas, la escasez del agua y el riesgo de la reducción en la producción de alimentos, entre otras manifestaciones de terror), se logra inferir que otra guerra no armamentista, aunque igual de devastadora, amenaza a la humanidad.

Desde 1990, el país logró pasar del 47% al 60% de la cobertura boscosa por medio del pago por servicios ambientales. Y es ahora, efectivamente, un territorio más verde con la mayor guarda forestal en Centroamérica. Lo ha hecho sin ejército y con más educación entre el campesinado, a través de excepcionales modificaciones curriculares en el sistema educativo para asegurar una sólida conciencia ambiental entre las actuales y futuras generaciones. Así como a partir de 1950 se canjearon las armas por violines y cuarteles por escuelas, Costa Rica transformó el espacio verde al otorgarle progresión social e imponer gravámenes a los combustibles fósiles en la debida preservación de la masa forestal.

La educación en el país promueve hábitos de consumo diferenciados, fomenta la sensibilidad ecológica y lo hace por medio de prácticas inscritas en los currículos, con adecuada información científica desde la primera edad escolar

En esta obligación erga omnes (contra todos), Costa Rica vuelve a sorprender, porque en medio de la demoledora pandemia no ha dejado atrás los derechos emergentes ambientales, como lo es principalmente el del agua para la vida digna. Hasta 1990 algunos de los países vecinos les calificaron de comunistas por sus avances sociales, y ahora, con severos ajustes fiscales y en medio de la enorme crisis de salud, se empeña progresivamente en proteger más del 25% del territorio en parques nacionales y forestales, meta revolucionaria que emprendió en 1975. Tanto es así que China recién ha puesto atención a la construcción de sistemas de áreas protegidas en referencia a la experiencia costarricense.

En ese sentido, la cultura por la biodiversidad llena de vigor a la escuela. Y aquí cabe destacar el derecho a la educación como eje de sostenibilidad en la preservación de los bienes naturales, antes, durante y después de la pandemia.

Para afrontar esta crisis, Costa Rica una vez más ha puesto en perspectiva su principal bastión revolucionario: la educación como eje democrático, participativo, social, productivo y sostenible. Se han impuesto cambios en la formación integral ambientalista con equidad y en derechos, acciones que acompañamos decididamente la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Una muestra es el proyecto de cambio curricular y participativo orientado a la educación rural y ambiental que se realiza en la periferia del emblemático Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco —15 mil hectáreas bautizadas como la “montaña sagrada del agua”, única en Centroamérica—, justo cuando en este 2022 conmemoraremos el Año Internacional del Desarrollo Sostenible de las Montañas. El proyecto contribuye efectivamente al empoderamiento del aprendizaje sobre derechos humanos y el entorno sostenible de la mano de los gobiernos locales y supervisiones educativas de 45 centros escolares aledaños.

Así, cabe destacar que la educación en el país promueve hábitos de consumo diferenciados, fomenta la sensibilidad ecológica y lo hace por medio de prácticas inscritas en los currículos, con adecuada información científica desde la primera edad escolar. Y es que la misma Constitución Política señala el derrotero social, político y económico de una “Costa Rica natural”, al definir con precisión que “toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado”.

Esta meta humanista muy apremiante y tan propia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (en especial de los Objetivos  y 13º), y de la transformación educativa que proponemos, solo se logrará incluyendo en el centro del currículo una crítica a los mitos de la modernidad: el consumismo y el dinero. Asimismo, replanteando los esquemas pedagógicos sobre la base de una ética ecológica, de manera que la infancia y juventud escolar crezcan en la solidaridad, la responsabilidad y en la necesaria preservación del planeta Tierra. Hay que reeducar ante la infame prioridad del dinero, las artimañas del poder y ante la destrucción degradante a causa del cambio climático. Desde Centroamérica, la pequeña Costa Rica, con renta baja y pocos recursos, sigue impartiendo enseñanzas de vida —humana y natural— que recordaremos siempre, porque cada lección es liberadora, como aquella magistral que dictó la caducidad del ejército en diciembre de 1948.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2021-12-27/costa-rica-el-pais-sin-ejercito-que-lidera-la-guerra-contra-el-cambio-climatico.html

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Costa Rica: Carlos Alberto Rodríguez Pérez asume como viceministro Administrativo del MEP

Carlos Alberto Rodríguez Pérez asume como viceministro Administrativo del MEP

Autor: nitzi.picado.deleon@mep.go.cr

Carlos Alberto Rodríguez Pérez es el nuevo Viceministro Administrativo del Ministerio de Educación Pública (MEP), desde este miércoles 01 de diciembre del 2021, cuando fue juramentado en el cargo por el Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada.

Desde julio del 2019, ingresó al MEP como asesor del despacho del viceministro Administrativo y colaboró con el proceso de cierre de la fase de ejecución de obras de Fideicomiso MEPBNCR, Ley N°9124.

Carlos Rodríguez, es abogado-notario y economista con énfasis en Administración de Negocios.

Ha desempeñado funciones en el sector público como Viceministro de Justicia (2014-2015), Director General de la Imprenta Nacional y Director Ejecutivo de su Junta Administrativa (2015-2017), asesor de la Presidencia Ejecutiva del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) del 2017 al 2019.

De esta forma, el economista seguirá trabajando en los proyectos que desarrolla el Viceministerio Administrativo, relacionados con la Dirección de Recursos Humanos, la Oficialía Mayor, Programas de Equidad, Infraestructura Educativa e Informática de Gestión.

Para el Viceministro es importante tener un buen cierre de ciclo lectivo 2021 y el inicio del próximo curso lectivo 2022, para que el estudiantado pueda regresar a las aulas en las mejores condiciones y la mayor presencialidad.

Fuente de la Información: https://www.mep.go.cr/noticias/carlos-alberto-rodriguez-perez-asume-como-viceministro-administrativo-mep

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Costa Rica: MEP, MOPT y COSEVI retoman capacitaciones de educación en movilidad y seguridad vial

MEP, MOPT y COSEVI retoman capacitaciones de educación en movilidad y seguridad vial

Autor: katherine.diaz.rojas@mep.go.cr

  • Cien docentes, de todo el país, iniciaron curso virtual de Educación en Movilidad y Seguridad Vial, como parte del proceso de capacitación que se genera en el marco del Convenio de Cooperación entre el MEPMOPT y COSEVI.
  • Formación beneficia a personas estudiantes de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, quienes podrán cursar el módulo de educación vial que se oferta en esta modalidad, para equipararlo con la prueba teórica que realiza la Dirección General de Educación Vial.

Esta semana inició el curso virtual para docentes del Ministerio de Educación Pública (MEP), denominado: “Educación en Movilidad y Seguridad Vial”.

El curso se extenderá hasta el próximo 5 de diciembre del presente año, mediante la plataforma virtual del Instituto de Desarrollo Profesional (IDP) del MEP, con el propósito de formar a la comunidad educativa en los fundamentos de la movilidad segura y sustentable como factor fundamental para la preservación de la vida y la pacificación en las vías públicas.

Tiene una duración de 32 horas y beneficiará a 100 docentes de todas las regiones del país, quienes deberán realizarlo en su tiempo personal, no en horario laboral.

El curso se enfoca en el desarrollo de aprendizajes sobre los componentes generales del sistema de tránsito, sus características, leyes y normativas, contexto y problemáticas de las vías públicas, así como en la mediación pedagógica de estos aprendizajes.

Su base técnica-curricular son los saberes, habilidades y destrezas sobre educación vial, integrados en la Ley de Tránsito, el Manual del Conductor y los contenidos de los diferentes programas de estudio aprobados por el Consejo Superior de Educación para el abordaje de la temática.

En el marco del convenio de cooperación MEPMOPT-COSEVI y en acatamiento a lo dispuesto en la reforma al artículo 217 de la Ley de Tránsito N° 9078, en la Ley Nº 9660, art. 17, se desarrolla este espacio de capacitación docente.

Esta formación se desarrollaba desde el 2017 de manera presencial; sin embargo, con la pandemia se hizo una pausa para replantear la manera de impartirlo.

María Alexandra Ulate Espinoza, directora de Desarrollo Curricular del Viceministerio Académico, indicó: “Con gran satisfacción estamos retomando este importante proceso de formación permanente, que ya ha capacitado alrededor de 300 docentes, de las diferentes modalidades y ofertas educativas del MEP. En este proceso de formación, las personas docentes adquieren conocimientos sobre la educación vial, para el abordaje óptimo de los contenidos curriculares que forman parte de los programas de estudio vigentes y particularmente, para impartir los módulos y cursos de educación vial que forman parte de la malla curricular de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, en IPEC, CINDEA y colegios nocturnos.

¿Quiénes se benefician con el curso?

Se benefician docentes que imparten la oferta de personas jóvenes y adultas, específicamente, en IPEC, CINDEA y colegios nocturnos, dando cursos desde la educación general básica hasta la diversificada.

También, se benefician las personas estudiantes jóvenes y adultas que cursan el módulo en esas ofertas educativas, ya que el curso en el que se capacitan sus docentes, está equiparado con la prueba teórica de manejo que aplica la Dirección General de Educación Vial. Así, la población joven y adulta recibe la formación teórica en su centro de estudio para obtener su licencia de conducir. Únicamente, les queda por saldar la prueba práctica.

En este marco, los módulos de educación vial de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, había beneficiado hasta el 2020, a 692 estudiantes jóvenes y adultos y actualmente, cerca de 300 personas estudiantes cursan estos módulos y cursos.

Ulate Espinoza externó la importancia de que, en el MEP aún en pandemia, se sigan haciendo esfuerzos por innovar a través de una mediación pedagógica virtual, para atender las necesidades de toda la comunidad educativa. En este caso, el interés y la respuesta de los docentes a este curso ha sido excelente, considerando que tienen que disponer de su propio tiempo y recursos para llevarlo.

Por su parte, el Ing. Edwin Herrera Arias, Director Ejecutivo de COSEVI, señaló que dicho programa de capacitación docente, viene a fortalecer los objetivos, metas y otras variables que persigue el Consejo de Seguridad Vial con la población estudiantil, quienes también son actores activos en las calles; siendo peatones y/o ciclistas; años más adelante se convertirán en conductores acreditados.

Añadió que “desde tempranas edades debemos atacar esta problemática de la salud pública en nuestro país, que también es mundial, por las muertes y, en ocasiones, las discapacidades que causan los accidentes de tránsito”.

Por su parte,  Jackeline Ruiz Araya, de la Dirección General de Educación Vial, expresó que desde el MOPT se ve con agrado todo este proceso que se ha generado de manera interinstitucional, en aras de proyectar la educación vial desde el sistema educativo costarricense, con mayor fuerza y en acatamiento a lo que establece la Ley de Tránsito 9078.

“Es muy importante que se hayan multiplicado los esfuerzos por sacar adelante el proceso de capacitación de docentes del MEP a nivel nacional, donde sabemos que un equipo de profesionales, inicialmente de manera presencial y ahora de manera virtual, han generado un aporte de conocimientos técnicos, que redundará en una adecuada formación de la comunidad estudiantil”, comentó Ruiz.

Por otro lado, cabe mencionar que la puesta en aplicación de estas estrategias, viene a contribuir en gran parte con la atención de un grupo de la población meta, que además de obtener una formación más a fondo en materia de seguridad vial, ya no tendrán que pasar por la evaluación teórica de la Dirección General de Educación Vial y esto ayudará en gran medida a descongestionar los servicios, que se han visto bastante afectados a causa de la Pandemia.

Ruiz dijo que “desde Educción Vial se espera que este tipo de convenios sigan rindiendo muy buenos frutos en un futuro, de manera que se siga aprovechando todo ese conocimiento interdisciplinario para otras labores como la elaboración de pruebas teóricas digitales, capacitaciones virtuales y otras, en las que el MEP, como principal ente rector de la educación, puede colaborarnos y así seguir tecnificando cada vez más nuestros procesos. En el MOPT, también existe gran interés por seguir modernizándonos y así brindarles un servicio de mayor calidad para nuestros estimados usuarios”.

Fuente de la Información: https://www.mep.go.cr/noticias/mep-mopt-cosevi-retoman-capacitaciones-educacion-movilidad-seguridad-vial

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Adelmira Carrero: La crisis educativa en Costa Rica “la peor en décadas”

Costa Rica enfrenta una crisis educativa que es “la peor en décadas”, según la última encuesta de Estado de la nacion.

“El sistema educativo costarricense atraviesa una grave crisis debido al golpe combinado de retrasos históricos y los efectos económicos y sociales generados por la pandemia Covid-19”, se lee en el informe.

“Este último evento reveló problemas no resueltos, así como la profunda tensión entre las metas educativas y las rigideces del sistema. La actual crisis educativa es la peor en décadas.

El informe cita “interrupciones significativas” que crearon un “corte brusco” en el aprendizaje que los autores llamaron “un apagón educativo”.

Los resultados de las pruebas estandarizadas demuestran brechas educativas y reflejan las desigualdades entre el sistema público de Costa Rica y las escuelas privadas, que en muchos casos no han interrumpido los servicios.

La escolarización virtual e híbrida “no garantiza que los estudiantes adquieran un aprendizaje de calidad”, dijo Estado de la Nación.

Si bien la pandemia ha exacerbado los problemas, el informe dice que los déficits educativos no pueden atribuirse completamente al Covid-19.

“El sistema educativo en los niveles preescolar, fundamental y diverso había mostrado un desempeño inercial, sin resolver los problemas fundamentales: un desarrollo inaceptable ante la inversión pública que está haciendo Costa Rica en esta área”, afirma Estado de la Nación.

Los autores recomendaron el desarrollo de una estrategia de implementación nacional para invertir en una mejor educación pública.

El Ministerio de Educación ha reconocido las dificultades encontradas en la transición del país a la educación a distancia.

En marzo de 2020, más de un millón de estudiantes costarricenses recibieron una cuenta de correo electrónico institucional para facilitar las clases en línea. A agosto de 2020, solo 590,136 habían completado la activación de la cuenta para usar la plataforma en línea.

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Además, los datos proporcionados por los directores de las escuelas indican que el 35% de los hogares de estudiantes no tienen conexión a Internet.

La UNESCO y la CEPAL han advertido que la pandemia de coronavirus agravará las brechas en el acceso, la equidad y la calidad de la educación en Centroamérica.

Fuente: https://deporticos.co.cr/la-crisis-educativa-en-costa-rica-la-peor-en-decadas/
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Costa Rica: Jiménez: Todas las alarmas de emergencia de nuestro sistema educativo están encendidas

El diputado liberacionista Wagner Jiménez se refirió al octavo informe del Estado de la Educación.

Jiménez recalcó que «todas las alarmas de emergencia de nuestro sistema educativo están encendidas y no hay respuestas efectivas ni de los jerarcas ni de las instituciones».

Además, el legislador hizo «un llamado urgente a la acción».

«No exagero cuando señalo que está en juego el futuro de los niños, de los jóvenes y del país», concluyó

Fuente: https://www.elmundo.cr/costa-rica/jimenez-todas-las-alarmas-de-emergencia-de-nuestro-sistema-educativo-estan-encendidas/

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