Centro América/Cuba/13 Mayo 2017/Fuente: Prensa Latina
Con una presentación de proyectos de diversos sectores por estudiantes de una escuela primaria, continuó hoy aquí el XXV Seminario Nacional de la red cubana de Escuelas Asociados a la Unesco (redPEA).
La demostración, antecedida por una gala cultural de los propios alumnos de esa enseñanza, tuvo por sede el centro escolar Seguidores de Camilo y Ché de esta ciudad, a 100 kilómetros al este de La Habana.
Los ejes temáticos expuestos por los educandos fueron: Medio ambiente, Protección de arenas, Patrimonio, Cantemos y bailemos, Los juegos de los abuelos, Bailes tradicionales cubanos, Ya sé cocinar y Todos a jugar, entre otros.
Miguel Lliván, del programa educativo de la oficina regional de la Unesco, señaló a Prensa Latina que lo más importante de la cita es el intercambio de experiencias entre integrantes de la entidad de Naciones Unidas.
‘En las dos escuelas que hemos estado han brillado los escolares, con demostraciones de lo más auténtico de la cultura cubana’, destacó.
El programa de este martes incluyó visitas a los Museos de la Ruta del Esclavo de esta urbe, y del Esclavo Rebelde, en la localidad de Triunvirato, así como una conferencia acerca de la esclavitud por la historiadora e investigadora Isabel Hernández.
Este evento abrió sus sesiones la víspera con un recorrido por la Escuela Vocacional de Arte de esta tricentenaria villa, y exposiciones orales sobre El perfeccionamiento en el Sistema de Educación de la isla y el trabajo en el último año.
Conferencias referidas al aniversario 70 de la Comisión Cubana de la Unesco y a la introducción y generalización de los proyectos y programas institucionales en los colegios de la redPEA, estuvieron incluidas en la agenda.
Un taller sobre la estrategia de resultados, impactos, generalización y sistematización de: Educación para el cambio climático, mitigación y adaptación desde las escuelas a la comunidad, completó la jornada de apertura.
Para mañana está prevista una estancia en una zona costera del norte de la provincia de Matanzas con especialistas del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y práctica de campo del proyecto Protección de las arenas.
El Seminario en su final prevé visita al Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas Carlos Marx, disertación sobre el año internacional de Turismo Sostenible; y orientaciones y precisiones para el trabajo futuro del ente.
La redPEA, nacida en 1953, está formada por más de ocho mil centros educativos de todo el mundo, entre ellos, de primaria, secundaria e institutos de formación superior.
El principal objetivo de esta organización es el de seguir los principios que marca la Unesco relacionados, entre otros temas, con la cultura, la paz, los derechos humanos, la igualdad entre las personas y el entorno.
Cuenta actualmente con 76 colegios en Cuba de distintos tipos y niveles de enseñanza, distribuidas en todas las provincias del país caribeño.
En este podcast grabado en el estudio de Habana Radio, Cubadebate tuvo el privilegio de contar con la presencia del Dr. Eusebio Leal para tratar un tema tan importante como el uso de los símbolos nacionales. Una cuestión que el Historiador de la Ciudad ha tratado en recientes declaraciones y textos publicados en nuestra página y otros medios de prensa. También, como no podía ser de otra manera cuando se conversa con hombres de su magnitud, abordamos otros tópicos tan polémicos como necesarios.
¿Qué ha motivado sus recientes reflexiones? Podría profundizar sobre cuáles son sus principales preocupaciones sobre la comercialización de los símbolos nacionales y en general el uso inadecuado de los mismos.
Eusebio Leal: Si cualquiera de nosotros pasa por una tienda donde venden artículos domésticos, por ejemplo, artículos del hogar, objetos para la limpieza y el aseo, productos para la cocina, una de esas tiendas que tienen de todo, y ve en el medio que también están vendiendo la bandera, es una equiparación que a mí no me resulta grata.
Al triunfo de la Revolución se creó un sistema de tiendas que fue auspiciado por el Partido que se llamó “El Cartel Revolucionario” y nacieron por la urgencia que tenían las organizaciones políticas y de masas de tener retratos de Martí, de los mártires, la bandera, el himno en partitura. Esas tiendas constituían una respuesta a una necesidad.
Pero hoy no existen y los cubanos y personas admiradoras de Cuba pueden tener la necesidad de adquirir una bandera, la partitura o la grabación del himno nacional.
Cada año de la Revolución se hacía, por los grandes músicos cubanos, un himno. Recuerdo el del Primero de Mayo, el de la milicia, el de los milicianos de artillería, el del tercer y cuarto aniversario y otros como “La Internacional”.
Dónde puedes conseguir un disco con “La Internacional” que es un himno bello, creo que es el más subversivo que recorrió la Tierra después de La Marsellesa. Es el himno de los trabajadores que cantamos el Primero de Mayo, pero es imposible obtenerlo en un disco.
Sin embargo, existe una vulgarización de los símbolos nacionales a propósito con una idea absolutamente comercial por parte de personas que tergiversan un poco la necesidad y convierten en comercio lo que no es comerciable.
Lo que más me repugna es ver la bandera cubana como he tomado el ejemplo convertida en un delantal o verla convertida en una ropa interior o en un zapato.
Imitando las malas costumbres de un comercio brutal que entra en el país no solo desde los Estados Unidos, sino desde cualquier otro lugar. Traen de allí múltiples cosas que son de una vulgaridad extraordinaria y creo que no se puede responder a la vulgaridad con otra. Hay que responder con una acertada posición que creo está contenida dentro de una ley vigente. Hasta que esa ley no se modifique, todo lo que se haga con la bandera y los símbolos nacionales es, por su naturaleza, ilegal.
Ahora bien, las leyes son leyes, son pétreas. Su interpretación es acorde con la voluntad o con el espíritu del legislador al redactar el texto. Pero yo he usado con orgullo en la solapa de mi traje un pin con la bandera de Cuba. Técnicamente parecería lo mismo, pero no, es una posición respetuosa. La he usado en Naciones Unidas. La he paseado orgullosamente por las calles de Nueva York y de Washington y quisiera tener aquel pin que en ese momento me lo prestaron porque aquí no era fácil conseguirlo.
Había también un sistema de tiendas del Partido, El distintivo, en el cual podías comprar pines de Playa Girón, de todo. La gente iba, coleccionistas de todas partes del mundo. Era una tienda del Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central (del PCC).
No estoy en contra del orgullo que siente un deportista cuando levanta su bandera en el pódium. No puedo estar en contra de eso, aunque no esté escrito así en la ley: “los deportistas podrán llevar la bandera en tal lugar”.
Tengo la vieja bandera que era de mi mamá y la coloco en el balcón de mi casa en la fiestas nacionales, nadie nunca se ha opuesto a eso, ni hay por qué oponerse. Ahora, la bandera no se puede usar de cortina de pared, ni se puede usar para cubrir una mesa, no. La bandera tiene su cuidado como lo tiene nuestra propia ropa, cosas que nosotros queremos, Tú no tomas tu camisa con la que te vas a vestir y la tiras en la cocina. Todo tiene un cuidado, la bandera tiene su culto propio y es el símbolo de una nación, le pertenece a todos y a ninguno. Le pertenece a la nación. Nos representa a todos al igual que el escudo que lo llevan las Fuerzas Armadas en su sombrero.
De ninguna manera se puede usar el escudo nacional para otro fin, está en la Sala del Tribunal, está en los lugares donde está el Presidente de la República. Existen estados donde hay una bandera hasta del presidente, cuando está presente en su residencia está la bandera presidencial colocada con el escudo. A veces es la bandera con el escudo como ocurre en algunos países. Por ejemplo en la Federación Rusa, cuando está el Presidente la bandera lleva inserto el escudo.
Entonces , hay un tratamiento especial para ella. Eso es lo que considero. Como intelectual y ser pensante estoy en contra de toda vulgarización . Y siempre adoptaré las políticas que el gobierno asuma en esta dirección.
Para poder cambiar la ley hace falta el voto de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Me consta que se ha trabajado en un proyecto de actualización de la ley que ha sido realizado y consensuado. Sin embargo, se llevó a la Asamblea y habían criterios diversos. Se pensó que lo más conveniente es, como siempre hace la dirección de la Revolución, que se consulte porque hay distintos criterios. En última instancia, los legisladores representamos al pueblo. Como diputado yo represento a la nación, a mis electores y al pueblo. Cuando llegue el tema a la Asamblea será discutido y como ese es el escenario, allí daré mi opinión y mi criterio.
Cuba/Mayo de 2017/Autora: María del Carmen Ramón/Fuente: Cuba Debate
Tatiana Maksimenkova apenas tenía un año y pocos meses cuando su familia comenzó a padecer los horrores de la II Guerra Mundial. Vivía en una calle céntrica de Moscú, y aunque su corta edad en aquel entonces no le permite tener memoria viva de las explosiones de bomba, el miedo de sus hermanos, ni de las transformaciones de un país que se convirtió en resistencia…en su mirada es visible todavía el sufrimiento de a quien la guerra marcó por el resto de la vida. De su saldo, hay heridas que no se han borrado nunca: el horror de los campos de concentración le impidió conocer a sus abuelos paternos, mientras que la batalla le arrebató a su hermano con apenas 19 años.
“Muchas veces mi mamá, con dos niñas en brazos—yo y mi hermanita de nueve años—, no tenía tiempo de bajar al refugio, por lo que en ocasiones caían bombas y nosotras estábamos en el quinto piso del edificio donde vivíamos. Ella me contaba que al sentir los fuertes sonidos yo corría para esconderme debajo de la mesa, y con el índice señalando hacia arriba le decía asustada “mama, bom bom”.
Así cuenta a Cubadebate Maksimenkova, sobreviviente de una guerra que costó a la Unión Soviética más de 26 millones de muertes entre civiles y combatientes, y quien actualmente vive en un céntrico barrio de la capital cubana.
“Toda la generación mía es muy sufrida, pues sentimos todos los horrores y secuelas de la guerra sobre nuestras mentes. La guerra para nosotros no es solamente un combate común; son calamidades terribles sobre la población: hambre, millones de niños que se quedan sin padres, esposos que no vuelven, vidas brutalmente mutiladas”.
En homenaje a la victoria frente al fascismo el 9 de mayo de 1945, Tatiana evoca parte de las desgarradoras historias sufridas por sus familiares durante la invasión hitleriana, una dramática época que marcó a Rusia para siempre y que el tiempo nunca podrá borrar.
La familia
Tatiana apenas pronunciaba sus primeras palabras, cuando las canciones de resistencia se convirtieron en constante melodía de cuna. Su mamá trabajaba como obrera en una fábrica de abrigos de piel, y durante la guerra nunca abandonó su puesto. “Yo me quedaba con mi hermana, y aunque no veía casi nunca a mamá, ella era para mí un ejemplo de sacrificio en el día a día”.
“Mi hermanita mayor también trabajaba con esa edad, para obtener una libreta de alimentación de obrera, que siempre tenía un poquitico más de comida. Ella, junto a otras niñas de entre 9 y 10 años, hacía guantes para soldados del Frente, y apoyaban así a los hombres que estaban en las trincheras”.
Por la parte paterna, más triste era su destino. El padre de Tatiana, un judío polaco que se había trasladado a la Unión Soviética en los años 20, conoció los campos de concentración; mientras que sus familiares en Polonia fueron totalmente aniquilados por las políticas fascistas.
“La familia de papá se quedó en su país, y cuando llegó Hitler con la política de exterminación de los judíos, fueron sacados a los campos de concentración y asesinados en las cámaras de gas. Por eso nunca llegué a conocer a ninguno de ellos”.
Casi 250 mil personas pasaron por el campo de concentración de Buchenwald. 56.000 de ellas no sobrevivieron. Foto: AFP.
Gregorio, el hermano que murió sin conocer el amor
Quizás una de las historias más desgarradoras que guarda Tatiana en su memoria es la de su hermano mayor, Gregorio, quien al iniciar la Gran Guerra Patria apenas tenía unos 16 años.
“Él hacía guardia con los muchachos de su edad en los techos del edificio donde vivíamos, porque caían bombas fugaces y ellos las apagaban para que no explotaran. Cuando cumple 19 años se va al Frente, y muere como soldado en la Batalla de Stalingrado. Dice mi mamá que recién comenzaba a afeitarse y que todavía no había conocido el amor de una mujer”.
En aquel entonces, Tatiana ya tenía 3 años de edad. Ella recuerda que debajo de la cama había un cajón con fotos, canciones y otras pertenencias de su hermanito, y ante la ausencia de juguetes, su madre le permitía jugar con la cajita, mientras él luchaba en el campo de batalla.
“Toda la vida recordaremos su nombre. Mi hijo nunca me perdonó que yo no le llamara Gregorio en su homenaje, pero es que no quería que repitiera su destino, porque casi todos los muchachos que estuvieron en la Guerra no regresaron”.
“Vi muchas lágrimas de vecinos, porque en aquella época se recibían unos sobres en forma de triángulos, que avisaban cuando moría un soldado. Nosotros vivíamos en cuarterías, y en mi piso convivíamos con otras cuatro viviendas. De estas, tres recibieron el aviso. Todavía recuerdo los tremendos gritos y las lágrimas”.
El día que termina la guerra
Probablemente todos los soviéticos que vivieron esos duros años recuerdan el día en que terminó la guerra. Tatiana todavía guarda en su memoria el 24 de junio de 1945, unos 46 días después de la capitulación final alemana, cuando tuvo lugar el desfile de la victoria.
Los soldados soviéticos muestran los estándartes nazis caídos, en el desfile de la Victoria en la Plaza Roja, del 24 de junio 1945. Foto: Sputnik.
“Mi cuartico era chiquito, y desde una esquina escuché todo por la radio. Recuerdo el regocijo del pueblo. Yo de niña tenía un taburete y me encaramé para acercarme más. No entendía mucho qué pasaba, pero recuerdo los fuegos artificiales”.
No obstante, con el fin de hostilidades no terminó el dolor para Tatiana y su familia; esas huellas la persiguieron por el resto de su existencia; mientras que para su madre, cada 9 de mayo fue fecha de dolor incomparable.
“Recuerdo que cuando pequeña a los niños nos encantaba recoger frambuesas silvestres. Un día, en 1948, estábamos a 100 kilómetros de Moscú, y varios muchachos de mi edad jugábamos a recoger estas pequeñas frutas. Cada año venían zapadores buscando minas y los niños recordamos el sonido de ese aparato, porque para nosotros era como un juego. Ese día no nos pasó nada, pero no lo olvido porque años más tarde encontraron tres minas en el mismo barranco donde nosotros, criaturas de 8, 9 o 10 años, habíamos recogido las frambuesas. Es decir, la guerra había terminado y todavía caminábamos por campos minados. Siempre pensé que existían ángeles de la guarda, que protegían a los niños para que no hubiera más muertes”.
Así, los años fueron agolpando los tristes recuerdos. Tatiana tampoco olvida una ocasión en que acompañaba a delegaciones cubanas en un recorrido por el cementerio de Leningrado, y ante el dolor de lo descrito por un diario de la época, se quedó sin poder traducir nada. “Estaba frente al diario de Tanya Nikoláyevna Sávicheva, una niña soviética que escribió un breve documento durante el asedio de Leningrado en la Segunda Guerra Mundial, y publicó en pequeños papelitos: “Zhenia murió el 28 de diciembre de 1941, a las 12:30 horas; la abuelita murió el 25 de enero de 1942, a las 3:00 p.m; Leka murió el 17 de marzo de 1942, a las 5:00 a.m; el tío Vasia murió el 13 de abril de 1942, dos horas después de la medianoche…” Yo no podía traducir aquello a los cubanos, era un trauma terrible”.
Felices, a pesar de todo
Pero a más de 70 años, Tatiana recalca que pese al dolor, las carencias, la pobreza y el hambre, guarda de su infancia un recuerdo feliz.
“A pesar de todo, querían que nuestra vida fuera plena. Nos llevaban a los teatros, al cine, a las exposiciones, a los círculos de interés. No teníamos comida ni nada de ropa para ponernos, pero éramos muy felices. Lo digo con toda sinceridad, nos forjaron como seres humanos. Nos prepararon para la vida con su amor”, asegura entre lágrimas.
“Yo me acuerdo mucho del hambre. Iba al círculo infantil y nos daban comida, pero las privaciones eran grandes. Muchas veces, sacando el pan de la semana comíamos dos días y después no teníamos ni una miga de pan. Recordamos pobreza de guerra y posguerra, pero éramos ricos de espíritu”.
Y de aquellos años donde la solidaridad se imponía, Tatiana no ha podido olvidar las masas de croquetas hechas con cáscara de papas que les preparaba su madre, con los restos que le regalaban otros vecinos que tenían un poco más. “No me creerás si te digo que hasta ahora siento ese sabor. Cuando compro en Cuba, lo primero que hago es croquetas, pero esta vez de papas de verdad”.
Cuando el dolor la llevó hasta Cuba
Profesora del idioma ruso y una de las fundadoras de la catedra de idioma ruso en la Academia de las Artes, Tatiana ha organizado en Cuba diversos conciertos en homenaje a la Gran Guerra Patria. Foto: Russia Today/ Captura de Video.
En la década de 1970, fue Tatiana Maksimenkova quien habló al destacado músico cubano Roberto Sánchez Ferrer de uno de los episodios más tristes de la guerra, conocido como la matanza de Jatín, momento en que nació una estrecha relación con Cuba que la ata hasta estos días.
“Yo me acuerdo que en el 75′ la UNESCO se dirige a los compositores del mundo con la sugerencia de escribir las obras musicales en honor de 30 años de la victoria sobre el fascismo. Siguiendo esa tradición tan noble de solidaridad, un cubano director de orquesta respondió a este llamamiento y vino a Rusia”.
“Katyn es una aldea Bielorusia, que como tantas otras fue borrada de la faz de la tierra”, dice, y evoca la terrible historia que en aquel entonces contó a Roberto:”Él se conmovió muchísimo, y creó la obra vocal sinfónica Jatín”.
Del dolor de esta historia nacieron las notas musicales que tocó en el Primer Festival Internacional celebrado en Rusia con el lema “Por la paz, la amistad y el humanismo”, donde junto a la música de grandes artistas del siglo XX sonó esta pieza. “Soy testigo de que la sala entera saludó la obra. Había muchos veteranos de la guerra”, recuerda Tatiana.
Durante varios años, esta rusa que dice tener su corazón en Cuba, pero su alma en Moscú, ha trabajado en Cuba en el campo de la promoción cultural. Profesora de idioma ruso y una de las fundadoras de la cátedra de ese idioma en la Academia de las Artes, (ISA), ha organizado diversos conciertos en homenaje a la Gran Guerra Patria, para impedir que los años borren tan dramática historia.
“Quiero agradecer a todos los jóvenes músicos cubanos que han participado en estos conciertos, quienes han tenido su primer contacto con el idioma ruso a través de la canción, pero cantan impecable. Agradezco sobre todo a los que participan en conciertos dedicados a esta fecha tan sagrada para nosotros. A Pedro y Richard, de la Academia Mariana de Gonitch; a Ulises y Angeline Díaz, del Teatro Lírico Nacional, porque cantan y lo sienten como si fuera lo nuestro”.
E insiste Tatiana que no quiere cerrar esta entrevista sin dedicarle sus últimas palabras a Cuba, un país que durante años ha luchado por mantener vivo el recuerdo de tan dura guerra y el reconocimiento a la hazaña protagonizada por el pueblo soviético. “Por ello mi agradecimiento a todos los cubanos de tres generaciones, porque gracias a ustedes y nosotros que estamos juntos, nadie ni nada estará olvidado”.
Matanzas, Cuba, 9 may (RHC) El XXV Seminario Nacional de la red cubana de Escuelas Asociadas a la Unesco (redPEA) continúa sus sesiones este martes 9 de mayo, en la occidental provincia de Matanzas, con una presentación de proyectos de diversos sectores por estudiantes de una escuela primaria.
La demostración, antecedida por una gala cultural de los propios alumnos de esa enseñanza, tuvo por sede el centro escolar Seguidores de Camilo y Ché, de la urbe, ubicada a 100 kilómetros al este de La Habana.
Miguel Lliván, del programa educativo de la oficina regional de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), señaló a la agencia Prensa Latina (PL)que lo más importante de la cita es el intercambio de experiencias entre integrantes de la entidad del organismo internacional.
Los ejes temáticos expuestos por los educandos fueron: Medio ambiente, Protección de arenas, Patrimonio, Cantemos y bailemos, Los juegos de los abuelos, Bailes tradicionales cubanos, Ya sé cocinar y Todos a jugar, entre otros.
El programa de esta jornada incluyó visitas a los Museos de la Ruta del Esclavo de esta ciudad, y del Esclavo Rebelde, en la localidad de Triunvirato, así como una conferencia acerca de la esclavitud, por la historiadora e investigadora Isabel Hernández.
El evento abrió sus sesiones la víspera con un recorrido por la Escuela Vocacional de Arte de esta tricentenaria villa, y exposiciones orales sobre El perfeccionamiento en el Sistema de Educación de la mayor isla del Caribe, y el trabajo en el último año.
Conferencias referidas al aniversario 70 de la Comisión Cubana de la Unesco y a la introducción y generalización de los proyectos y programas institucionales en los colegios de la redPEA, estuvieron incluidas en la agenda, consigna la información de PL.
La redPEA, creada en 1953, está formada por más de ocho mil centros educativos de todo el mundo, entre ellos, de primaria, secundaria e institutos de formación superior.
Cuenta con 76 colegios en Cuba de distintos tipos y niveles de enseñanza, distribuidas en todas las provincias del país.
Centroamérica/Cuba/09.05.2017/Autor y Fuente:http://www.adelante.cu/
Los estudiantes de tercero y sexto grado de las escuelas primarias del municipio de Florida, son los seleccionados para enfrentar el Ejercicio Regional Comparativo que evaluará la eficacia de la enseñanza en el país, previsto para el presente mes de mayo.
El examen será un diagnóstico con contenidos de las asignaturas Lengua Española, Matemática y Ciencias Naturales, e incluirá 25 preguntas para resolver en 45 minutos.
Obtener resultados satisfactorios en esta evaluación que comprobará la calidad de la Educación en Cuba, es una prioridad para el sector de educación en Florida, por lo cual en los distintos centros escolares de la enseñanza primaria se profundiza en las materias a examinar, a través de diferentes actividades educativas implementadas desde el inicio del actual curso escolar.
Cuba/09 de mayo 2017/Autor: Mario J. Pentón. mpenton@elnuevoherald.com/Fuente: http://www.elnuevoherald.com
Enseñar a juntar las letras y educar a los niños es mucho más que un trabajo para Adrián, un maestro de la enseñanza primaria en Ciego de Ávila. El pantalón raído y manchado por el polvo de tiza muestra a las claras que no es de los más favorecidos con los cambios económicos que vive la isla, ni siquiera con el reciente aumento de 200 pesos que recibió por atender a 27 niños de tercer grado.
En enero pasado, la Resolución 31 del Ministerio de Educación decretó un aumento selectivo de sueldo entre 200 y 250 pesos (entre 8 y 10 CUC) para aquellos docentes que tienen una mayor cantidad de estudiantes en el aula que lo normado en la educación primaria. En el caso de preuniversitario y la secundaria básica los maestros que impartan más de un programa lectivo también reciben una estimulación en metálico.
“El dinero no es lo principal en la vida, sino la realización y eso me lo da mi profesión”, dice con un orgullo este maestro emergente de 29 años, graduado en los años en que la ausencia crónica de docentes hizo a Fidel Castro lanzar su Batalla de Ideas y graduar a miles de jóvenes como docentes con apenas ocho meses de formación.
En aquel entonces el anzuelo utilizado por el gobierno fue la exención del servicio militar obligatorio y la posibilidad de obtener una carrera universitaria en la facultad de humanidades sin pruebas de ingreso.
La mayoría de los jóvenes que iniciaron el proyecto se marcharon tras los primeros años de esfuerzo en una de las profesiones peor remuneradas del país.
Los daños en la calidad educativa provocados por la falta de preparación de esos docentes “emergentes”, aún está por medirse, aunque con la llegada de Raúl Castro al poder en 2006, ese, como el resto de los programas de la Batalla de Ideas cayó en el olvido.
“En enero nos subieron el sueldo. No lo quieren llamar aumento de salario porque solo afecta a quienes tienen más de 25 muchachos en el aula, pero al menos es algo”, dice.
A comienzos de siglo Cuba se propuso mantener una matrícula de 20 alumnos por aula. El déficit crónico de docentes y el éxodo de profesionales a otras esferas mejor remuneradas impidió que tal propósito se mantuviera.
“Durante años he hecho ese mismo trabajo y no me lo remuneraban”, lamenta Adrián.
“El sindicato de trabajadores solo funciona para pedir dinero y marchar los primeros de mayo en la plaza. Jamás exigen nada”.
Adrián tiene un sueldo de 570 pesos, unos 23 dólares. Vive con su madre, una maestra jubilada de 68 años y es el sostén del hogar. Su salario “no le alcanza”, confiesa, por lo que a escondidas vende golosinas entre los alumnos a la hora de recreo.
“Si no fuera por eso, no podría llegar a fin de mes”, agrega.
“A fin de cuentas, a nadie le alcanza el salario en Cuba”.
Los docentes no pueden realizar actividades comerciales en las escuelas, pero muchos directivos hacen la vista gorda para evitar perder los pocos maestros experimentados que les quedan.
“Dicen que en algunas provincias, como Matanzas, a los docentes les venden productos alimenticios a un precio subsidiado. Si al menos hicieran eso aquí, no tendría que vender caramelos”, agrega.
El salario medio de los profesionales de la educación apenas se ha incrementado en los últimos años. En 2013 era de 512 pesos, dos años después, en 2015, datos oficiales confirman que el salario medio es de 537 pesos cubanos al mes, unos 21 CUC. Sin embargo, el salario real ajustado a la inflación permite solamente cubrir un 28 por ciento del poder adquisitivo de los ingresos de 1989, según cálculos del economista Carmelo Mesa-Lago.
Su madre, Elisa, recuerda los años en que comenzó como maestra Makarenko en los años sesenta y dice que las dificultades de ahora no son nada comparadas a lo que le tocó vivir a su generación.
“Nosotros ganábamos 87 pesos al mes y para ser maestro tenías que subir al Pico Turquino y educar en lugares apartadísimos. No hay nada como enseñar, eso es enseñar a la persona a volar. Es la mejor profesión del mundo. Si algún día pudiera volver a nacer sería maestra nuevamente”, dice.
La cifra de maestros frente al aula disminuyó el pasado curso 2015-2016 en 4,218 docentes. La tendencia se viene acentuando desde el curso 2008-2009 en que las estadísticas oficiales comienzan a reflejar la hemorragia masiva de educadores.
“Con el salario que tienen los maestros y las condiciones de trabajo en las que desempeñan su labor, bastante hacen que permanecen en sus puestos. Un cochero de la ciudad gana en una semana el sueldo de un profesional de la educación en un mes”, dice Elisa.
La docente recibe una jubilación de 230 pesos al mes, unos 9 CUC. En las tardes tiene un pequeño grupo de seis niños a los que repasa por el precio de 2 CUC mensuales.
“Lo hago para ayudar a mi hijo. Tenemos que pagar el refrigerador, y la vida se ha vuelto muy cara. Un litro de aceite cuesta casi un cuarto de mi jubilación y de la leche ni hablemos. Por suerte tengo una úlcera y me dan leche de dieta”, dice la mujer.
Adrián recoge cada tarde las 27 libretas de sus alumnos para revisarlas con detenimiento y corregir los errores ortográficos. Unos de sus alumos “que se le escapó al diablo” lo ayuda a llevarlas hasta su casa.
“Ese niño con nueve años tiene a su madre presa porque era jinetera. Vive con su papá que es alcohólico y lo golpea frecuentemente. Las únicas muestras de cariño que recibe son en la escuela”, comenta Elisa.
“A veces Adriancito le compra hasta los zapatos porque el niño no tiene con qué ir a la escuela. Ser maestro lleva más sacrificio que trabajar ocho horas por un salario miserable”, dice la jubiliada. No es una profesión rentable, pero te enseña a amar”.
Los estudiantes revisan las notas antes de un examen de matemáticas en el preuniversitario José Martí en la Habana Vieja, Cuba, el lunes 9 de junio de 2014. Foto de archivo. Franklin ReyesAP
La escuela no puede estar divorciada de la ideología de la Revolución, de ese sentido de responsabilidad colectiva que es lo que nos da capacidad de independencia, es lo que nos permite emanciparnos como seres humanos.
«Maestro. Maestra: Palabras sagradas».
Así comienza su diálogo con Granma la doctora en Sociología y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro Espín, para quien la 10ma. Jornada cubana contra la homofobia y la transfobia, nos coloca en esta ocasión frente a la oportunidad de mirar (nos) un espacio trascendental de la sociedad como lo es la escuela.
De los prejuicios que pueden subsistir en el escenario de aprendizaje social por excelencia, y cuánto hemos podido avanzar como país en materia de políticas públicas, y en la visión y la transformación de la opinión ciudadana y política sobre la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales), habla la entrevistada.
El hecho de que este año se hayan escogido los espacios escolares como escenario fundamental de la décima Jornada, dijo, no guarda relación directa con estudios cuantitativos o estadísticas al respecto sino con algunas investigaciones cualitativas e informes del Servicio de Orientación Jurídica del Cenesex, subrayó la experta.
«Cuba se encuentra entre los países que menos situaciones de violencia escolar vive, según estudios regionales. Sin embargo también en investigaciones nuestras, que no son muchas y se necesitan incrementar, se describen algunas expresiones concretas de violencia hacia las personas LGBT.
«Hay problemas, y aunque no contamos con suficientes estudios, los identificados bastan para visibilizar el tema y fortalecer las estrategias de prevención y atención. Nuestras escuelas son uno de los lugares más seguros en la vida de las niñas, los niños, los adolescentes y jóvenes, por eso debemos velar porque este tipo de situaciones no ocurran».
Para la doctora Castro Espín, «en la escuela se aprende el sentido de ciudadanía, que es entenderte como sujeto con deberes y derechos. Es importante saber que los derechos entrañan deberes, porque cuando no comprendes tus responsabilidades sociales, podrías entonces violar los derechos de otras personas, y vulnerar los tuyos.
Ello, expresó, se aprende además en la familia, en los diferentes entornos comunitarios, en la televisión y diversos medios. «Por tanto el Programa Nacional de Educación y Salud Sexual tiene el deber de sintonizar todos estos ámbitos con una responsabilidad educativa, en tanto trasmiten valores, conocimientos, cultura, y facilitan el aprendizaje de estos mensajes. «La escuela no puede estar divorciada de la ideología de la Revolución, de ese sentido de responsabilidad colectiva que es lo que nos da capacidad de independencia, es lo que nos permite emanciparnos como seres humanos», significó. Por eso el Ministerio de Educación trabaja para prevenir todas las formas de violencia y de manera específica el acoso ( bullying ) homofóbico y transfóbico.
«Mediante la educación se pretende movilizar un proceso de transformación de las conciencias y de la realidad de manera coordinada para generar mecanismos efectivos para prevenir y atender la violencia basada en la orientación sexual e identidad de género en las escuelas. Defendemos el fortalecimiento de valores basados en los principios de igualdad y no discriminación en nuestra sociedad».
Este año, subrayó, los mensajes están dirigidos, sobre todo, a las niñas y niños en las escuelas, a sus maestras y maestros, al personal en general que labora en las instituciones escolares pues todos tienen una responsabilidad educativa, y con su actitud transmiten valores.
ROMPER ESTIGMAS
«Alguien nos dijo un día, cuando suene la corneta china y los tambores todos saldrán a la calle. Y así fue», cuenta Mariela, que habla de la Conga santiaguera, con un entusiasmo cómplice, y asegura que luego de diez años de jornadas se ha avanzado en la toma de conciencia de las personas con relación a la necesidad de trabajar el respeto a los derechos por orientación sexual e identidad de género; y ello se aprecia en todo el país.
«Todas han sido maravillosas. Cada jornada le sube la parada a la anterior. Antes de ir a Santiago, hubo quien comentó tener cuidado porque era muy fuerte la cultura homofóbica y machista; y en Santiago se realizó una de las mejores jornadas con todo el apoyo de las autoridades locales».
«Con la conga salió todo el mundo a la calle. Tenían motivación, interés en entender qué era lo que queríamos comunicar», dice y en ese punto se detiene para afirmar con determinación: «La Conga cubana contra la homofobia y la transfobia, que ha ido ganando en organización en todo este tiempo, es una manera alegre y autóctona de presentar nuestros mensajes y reflexiones para que la población se involucre en los diferentes escenarios de diálogo. No es una provocación».
Para la experta, «en la medida en que las campañas de bien público se han perfeccionado a lo largo de cada jornada, unas dirigidas a los espacios familiares, otras a los laborales, y actualmente a las escuelas, se han articulado mejor los mensajes y fortalecido el Programa Nacional de Educación y Salud Sexual (Proness)».
Asimismo, dijo, el proceso de organización de las jornadas es muy democrático, y parte de las propuestas de las instituciones, organizaciones y activistas que participan en el comité organizador, en cuanto a las actividades y mensajes que se presentarán.
«Cada país tiene culturas muy ricas –e independientemente de que coincidamos en el mismo objetivo, que es involucrarnos en la sensibilización de toda la población para garantizar los derechos sexuales en general, y los derechos por orientación sexual e identidad de género– creo que cada uno puede aportar de una manera auténtica a este tipo de celebraciones. Realmente me parece muy aburrido uniformarnos en una sola forma de presentar el tema».
«La manera en que lo hacemos es divertida, creativa. Me da satisfacción cultural, espiritual, que lo hagamos buscando en los propios recursos tradicionales de nuestra cultura. Hay países que tienen muchos más años de vida que la nación cubana, con una riqueza cultural más amplia y antigua, que recurren a sus tradiciones para presentar mensajes hacia la población. Hay mucha alegría pero sobre todo un alto sentido de responsabilidad.
«Me parece excelente que se tomen como referencia los sucesos de Stonewall en New York, generalmente reconocidos como el catalizador del movimiento moderno pro-derechos LGBT en esta nación y en todo el mundo, pues constituyó un valioso espacio de lucha por las libertades civiles».
«Recuerdo cuando me recibió el secretario de Harvey Milk en San Francisco, y me contaba: “aquí corrió mucha sangre. Ahora se ve alegría, banderas multicolores, la gente celebrando, pero aquí se sufrió mucho, y hubo que luchar”. Allí, en un pequeño museo que tienen en la calle Castro, que incluso ha sido atacado, se ve claramente cómo la lucha por los derechos LGBT han estado estrechamente ligadas a movimientos sociales más amplios por las libertades civiles que reclamaban las mujeres, las poblaciones originarias, afroamericanas e inmigrantes, los sindicatos, entre muchas otras. Es no solo más poderoso, sino más orgánico», refirió. «Porque no tiene sentido luchar solamente por un tipo de problemática sin mirar al lado. La solidaridad es indispensable para desmontar los mecanismos que generan discriminación y exclusión social», aludió la entrevistada que acto seguido ejemplifica como parte de las Jornadas se sumaron a la lucha internacional por la libertad de los Cinco y aún se integran en el repudio al bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba.
¿Avances? Para la sexóloga cubana, la formación de activistas por los derechos sexuales, que no solo involucra a personas LGBT sino a toda la población interesada en la tarea, es una de las principales fortalezas que se han logrado, además de la respuesta articulada del Partido, el gobierno, salud, educación, junto a otras instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil que en cada provincia participan; en la búsqueda también de resultados de investigaciones científicas como sostén de los mensajes.
TRANSFORMAR CONCIENCIAS Y REALIDADES
De aquel 17 de mayo de 2007, «de aquel recorrido desde el Cenesex hasta el cine 23 y 12 en que salimos por primera vez a celebrar el día internacional contra la homofobia y la transfobia. De aquel frío acusador de la mirada, del miedo que pueden provocar las expresiones desagradables, de desaprobación», habla Mariela satisfecha, también de lo diferente diez años después.
«Entonces la reacción de las personas no fue agresiva físicamente, pero sí incisiva, cuestionadora, molesta. El objetivo nuestro no fue molestar, sino generar comprensión, solidaridad e interés por pensar en la realidad que viven las personas LGBT».
Sonríe mientras recuenta que incluso, «en las primeras congas donde empezamos a llevar carteles, yo observaba mucho los diversos rostros de la población, sus miradas, y me llamaba la atención cómo leían y se quedaban pensando y comentando. Nos dimos cuenta de que el recurso educativo funcionó, y le dedicamos entonces mucho tiempo a la selección y elaboración de los lemas que le presentamos. La conga se convirtió para nosotros en un recurso educativo y comunicacional».
Pero, afirmó, tenemos que continuar buscando diferentes soportes para comunicar y espacios de divulgación para que llegue a la mayor cantidad de personas posibles de todas las edades; así como lograr una mejor articulación de trabajo con las organizaciones de masas y especialmente las estudiantiles y juveniles, en la construcción colectiva de ideas que nutran las campañas.
«Enviar un mensaje y abrir una puerta de diálogo. Nuestro objetivo es ese, porque en el diálogo se construye el conocimiento, en el diálogo se construye el consenso, la unidad de un pueblo para transformarse y enriquecerse espiritual y culturalmente, y encontrar mejores caminos ante las contradicciones que se viven», apuntó.
Si un saldo positivo ha dejado cada una de las jornadas anteriores es, a juicio de la entrevistada, la oportunidad de fortalecer los vínculos del Programa Nacional de Educación y Salud Sexual (Proness), y del Cenesex con organizaciones como la Central de Trabajadores de Cuba, «donde recibimos todo el apoyo del compañero Ulises Guilarte, su secretario general, en la pasada campaña dedicada a los espacios laborales.
«Este año hemos trabajado de conjunto con el Ministerio de Educación y pretendemos visibilizar y fortalecer el programa de educación sexual en las escuelas que forma parte y es uno de los más importantes del Proness. La campaña pretende impactar de manera especial en las carreras pedagógicas y las escuelas formadoras de maestros y maestras, y el espacio de diálogo de las escuelas con la familia».
Asimismo, mencionó que la Unesco ha tenido un liderazgo importante en investigaciones y proyectos en el mundo para visibilizar las problemáticas del bullying homofóbico y transfóbico, que constituyen un importante referente metodológico para esta campaña.
DIÁLOGO Y PENSAMIENTO COLECTIVO
«Queremos que el profesorado asuma un mayor protagonismo creativo en el Programa nacional de educación sexual en la escuela», señaló la doctora Castro Espín, quien significó el hecho de que hoy en los seminarios metodológicos los maestros y las maestras solicitan otros recursos educativos de referencia.
En ese sentido, explicó que el Proness ha ido identificando sus fortalezas y debilidades y uno de los retos es justamente perfeccionar el trabajo en las carreras pedagógicas y las escuelas formadoras de maestros.
«Con este trabajo pretendemos aportar otros elementos al diálogo de la escuela con la familia, que es una figura insustituible en la vida de un ser humano, en tanto es la institución fundamental, sobre todo en las primeras etapas de la vida, y a lo largo de esta, desde su lugar protector, educador, contenedor. La familia necesita herramientas educativas y la escuela como una de las instituciones culturales más importantes de la comunidad, tiene el deber de aportarle a la familia recursos educativos. Ser familia, madre y padre es muy difícil, es una responsabilidad que también se aprende», refirió la experta.
«La familia y la escuela tienen cada uno su rol propio y no se deben confundir. Una cosa es que en condiciones excepcionales el maestro asuma un rol más abarcador, de apoyo emocional a niñas y niños que vienen de hogares disfuncionales, que sea una figura muy especial, significativa… pero ello no quiere decir que sustituya a la familia, y la palabra maestra, maestro es muy importante en la vida de un ser humano».
Un buen ejemplo de esos roles no confundidos, dice, es Martí. «Rafael María de Mendive fue transcendental en la vida del Apóstol, pero Martí tenía a su mamá que fue fundamental y a su papá, con quien tenía grandes contradicciones pero lo amaba y respetaba, y lo admiraba por ser un hombre honesto».
«La escuela y la familia son espacios fundantes de la psiquis humana y vehículos educativos fundamentales encargados de proporcionarnos herramientas de pensamiento, y debe cada una jugar su papel»
La entrevistada insistió en que la población entienda que «la campaña que se está llevando a la escuela y junto con la educación de la sexualidad, no pretende ponderar la homosexualidad, sino dar conocimientos, valores, para que todas las personas se sientan felices, en paz, no sientan culpa; y sobre todo para que cada niño o niña se sienta orgulloso de su capacidad solidaria de ponerse en el lugar de otro, de comprender y respetar a cada persona de acuerdo con sus características singulares. Es un ejercicio de aprendizaje de lo que significa la ciudadanía, que todas las personas nacemos con derechos y aprendemos nuestros deberes».
«La sociedad no puede interpretarse en blanco y negro, dentro de los extremos de los rígidos arquetipos de lo masculino y lo femenino hay matices, y por eso ninguna persona es inferior. Aprender a respetar, comprender, es sumamente importante, nos hace mejores personas. Eso sí, vivir la sexualidad plenamente es hacerlo con sentido de responsabilidad», concluyó.
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