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Madres y padres en Cuba: Los desafíos tras la responsabilidad

Por: Ania Terrero.

 

Los niños no nacen con un manual de instrucciones bajo el brazo. Madres y padres no reciben por inspiración o instinto, de forma automática, los conocimientos necesarios para criarlos y hacerlo bien. Por el contrario, muchas veces heredan patrones educativos y prejuicios que condicionan sus modos de criar, reproducen roles viciados y limitan el desarrollo de los hijos.

¿Qué implica ser “una buena madre” o “un buen padre”? ¿Cómo se consigue, al educar, el equilibrio entre ejercer la autoridad y fomentar la autonomía? ¿Cómo trascender las herencias patriarcales e incorporar a los padres como iguales, en todos los procesos? Tener hijos supone un compromiso de amor y formación con las personas que llegan al mundo y con la sociedad en que se desarrollarán, pero no es fácil. Uno tiene que superarse una y otra vez sobre la marcha.  La maternidad y la paternidad son desafíos y como tal, hay que aprender a ejercerlas.

Para participar en la construcción colectiva a estas y otras preguntas, el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) organiza desde el 2014 las “Jornadas Maternidad y Paternidad. Iguales en derechos y responsabilidades”. Asumiendo estos roles desde la corresponsabilidad en la atención al desarrollo pleno y seguro de niñas, niños y adolescentes, en el marco de la construcción de una sociedad socialista, próspera y sostenible, sus especialistas generan espacios de aprendizaje y debate, donde padres y madres reciben información de primera mano.

Cada año, las Jornadas enmarcan las celebraciones por el día del amor y la amistad, el de las madres, el internacional de la familia y el de los padres. Su séptima edición, que termina esta semana, reflexionó sobre el ejercicio de la autoridad y el papel que cumplen los límites para un proceso de crecimiento saludable. Además, se centró en las particularidades de la crianza de adolescentes.

Como para muchos otros proyectos, el aislamiento social frente al nuevo coronavirus supuso un reto adicional. Pero las Jornadas no se detuvieron: se volcaron hacia el espacio digital y desde allí, lideraron los debates. Sobre sus objetivos, desarrollo y los principales desafíos para madres y padres hoy en Cuba, conversamos con Mariela Castro Espín, directora del CENESEX y presidenta de las Jornadas, y Grisell Crespo Carro, presidenta de su Comité Organizador.

Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y presidenta de las Jornadas por una Maternidad y Paternidad Responsable.

  • ¿Cuáles son los orígenes y objetivos de las Jornadas por una maternidad y paternidad responsable?

Mariela Castro: Varios elementos dieron lugar a la organización de las “Jornadas Maternidad y Paternidad. Iguales en derechos y responsabilidades”. Los aprendizajes de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, que realizamos desde 2008, jugaron un papel fundamental por su impacto positivo en la movilización de las conciencias y la participación de la población en los diálogos suscitados sobre estas temáticas. Antes, esto no había ocurrido en nuestro país.

Luego, el proceso de consulta popular, que llevó a la aprobación de la nueva Constitución de la República, demostró el salto cualitativo dado en la cultura cubana, por el modo en que ya se tratan estas informaciones en los medios de comunicación y en nuestra vida cotidiana. No podemos negar que, en este sentido, el trabajo del CENESEX hizo sus contribuciones. Con ese punto de partida, comprendimos que debíamos trabajar iniciativas similares con otros tópicos de interés para nuestra institución.

En paralelo, resultados de investigaciones científicas sobre maternidades y paternidades, pautas de crianza y derecho de las familias, entre otras, levantaron alertas urgentes. Se identificaron numerosas contradicciones, dificultades y patrones culturales instalados, que no facilitan los aprendizajes indispensables para ejercer las responsabilidades educativas y de cuidados que se requieren en las comunidades parentales, donde madres y padres tienen las tareas más importantes. También percibimos vacíos en las normas jurídicas para proteger algunos derechos, que ahora se visualizan con más claridad.

Por tanto, en 2014 comenzamos a realizar las actividades que integran estas Jornadas y en 2015 instituimos el Reconocimiento Público “Al Mayor Amor”, otorgado a madres y padres destacados por su labor educativa en la familia y la sociedad.

Recuerdo cuando lo entregamos por primera vez, el 14 de febrero de 2015, a Juan Miguel Gonzáles y su familia. Las razones y testimonios para distinguir el amor, la convicción y perseverancia de este padre humilde en la protección de su hijo fueron muy emocionantes. Elián nos sorprendió cuando de manera muy espontánea tomó el micrófono y explicó: “¿Qué habría pasado si yo no regreso a Cuba, si mi padre decide quedarse en Estados Unidos?”. Con su gratitud, reconoció a su padre, a nuestro Comandante en Jefe y al pueblo cubano.

  • La pandemia de la COVID-19 ha obligado a repensar muchos espacios participativos durante los últimos meses, ¿cómo se adaptaron las Jornadas a las nuevas circunstancias?

Grisell Crespo: Cuando la pandemia de la COVID-19 llegó a Cuba, transcurría el segundo mes de ejecución de las Jornadas y ya habían participado más de 400 personas en las actividades centrales desarrolladas en los municipios Plaza, Diez de Octubre y Guanabacoa, de la Capital y Bayamo, de la provincia Granma.

Los cursos y talleres realizados facilitaron el diálogo entre madres y padres, adultos de referencia, púberes y adolescentes, líderes comunitarios y la mayoría de la Federación de Mujeres Cubanas. Además, creció el intercambio sobre buenas prácticas entre profesionales de la educación, la salud y otros que laboran en el ámbito comunitario. Coordinadas por las Cátedras de Sexología y Educación Integral de las provincias, se realizaron numerosas actividades. Pero, con las nuevas circunstancias, fue necesario continuar las Jornadas de manera virtual y conseguir también que llegaran a más personas.

Por tanto, el Comité Organizador, en coordinación con la Red de la Metodología de los Procesos Correctores Comunitarios (ProCC) de Cuba, creo el “Servicio de orientación a madres y padres en casa”. Este es un espacio de reflexión grupal para dialogar sobre la crianza y la convivencia familiar en la situación de distanciamiento físico. Para coordinar dicho servicio se conformó un equipo integrado por 5 psicólogas y una psiquiatra infantil, todas docentes del Grupo Cubano de Desarrollo ProCC. Las especialistas Airelav Pérez, Magdenis Fombellida, Yamile Deriche, Elcida Álvarez, Idianelys Santillano y Grisell Crespo son sus protagonistas.

El proyecto funciona mediante un grupo de Whatsapp y un correo electrónico: se elaboran y comparten productos educativos en formato digital y, a diario, se responden dudas y comentarios de quienes integran el chat. Hasta el momento, se han unido al grupo 174 personas y 5 han solicitado materiales educativos e información por el correo.

Predominan las solicitudes de orientación referidas a los hábitos de vida de niñas y niños, específicamente vinculados con el sueño. El control de esfínteres y las dificultades en torno a los aprendizajes escolares en el contexto atípico son otras preocupaciones que saltan. Además, persisten dudas sobre cómo abordar problemas entre hermanos, el desarrollo de hijos/as en términos de qué deben hacer o qué deben aprender en las etapas de la vida y la pérdida de habilidades ya adquiridas.

Aunque en menor medida, se recibieron también preguntas sobre el exceso de interés de los infantes en computadoras y televisores, los cambios en el comportamiento, el aburrimiento y la desmotivación a raíz del distanciamiento físico, las dificultades para mantenerles en casa y el no saber cómo explicarles lo que sucede en la actualidad.

En junio, se prepararon encuentros utilizando la Plataforma Entrediversidades, Facebook y Cubadebate. Se realizaron el Panel internacional “Educar con límites saludables” y el forodebate “Convivencia y ejercicio de la autoridad en tiempos de coronavirus”. En estos espacios han interactuado muchas personas, con dudas, opiniones y comentarios sobre la importancia y utilidad de la labor que realizamos. Para el cierre, se realizó el Panel “Resultados científicos de las Jornadas: El papel de los límites en la crianza”.

  • Las Jornadas parten del criterio de que la maternidad y paternidad requieren procesos de aprendizaje, incluso antes de la concepción. ¿Con qué espacios de formación cuentan madres y padres cubanos para aprender sobre ello?

Mariela Castro: Existen espacios profesionales con especialistas de salud mental en el Sistema Nacional de Salud Pública. El CENESEX tiene también otros servicios y las facultades de Psicología de algunas universidades poseen consultas de atención a las familias, pero consideramos que no son suficientes para cubrir las necesidades de nuestra población.

Contamos con excelentes profesionales, pero no se han creado suficientes espacios comunitarios, educativos y terapéuticos. Las Escuelas de Familias del MINED están más vinculadas a los problemas de funcionamiento de la vida escolar y tienen escasos elementos de orientación. Tal vez, deberían recibir una preparación más intencionada para que también se puedan trabajar otros componentes del proceso educativo. La presencia de profesionales de la Psicología en las escuelas podría ayudar, pero no sé qué posibilidades existen desde el punto de vista económico, logístico y organizativo para que esto se pueda realizar. Siempre pienso que son inversiones para el desarrollo y no gastos innecesarios.

El Programa Educa a tu hijo contribuye a estimular el desarrollo y la autonomía en las edades preescolares, pero no aborda otros elementos que tratamos de introducir. Los trabajadores y trabajadoras sociales también podrían capacitarse con en estas concepciones y ayudar, en las complejas situaciones que deben atender.

En el CENESEX trabajamos con nuestras especialistas, pero también recibimos importantes colaboraciones. La Dra. Patricia Arés y su equipo, especializado en familias, entre otros valiosos profesionales de diferentes instituciones cubanas y foráneas son apoyo vital. Por ejemplo, desde la década del 90, hemos contado con asesoría y capacitaciones del Centro de Desarrollo en Salud Comunitaria “Marie Langer”, en Madrid.

Participamos en diplomados, maestrías y otros cursos para formarnos en la Metodología ProCC, que opera sobre los malestares de la vida cotidiana. Esta concepción pondera la comprensión de la relación entre crecer, desarrollo de la autonomía, los límites y la función del adulto, sobre todo, el papel que cumplen los límites desde su función estructurante del psiquismo en el proceso de humanización del ser humano en las primeras etapas de su ciclo de vida.

La metodología cuenta con varios programas de trabajo grupal comunitario, como las “Escuelas de madres y padres” con 14 sesiones de trabajo de dos horas cada una. Desde el año 2018, hemos adoptado estos referentes teórico-metodológicos para el diseño de las Jornadas Maternidad y Paternidad. Tenemos el privilegio de recibir la asesoría permanente de su autora, la psicóloga argentina Mirtha Cucco García, directora del Centro “Marie Langer”, a través de un acuerdo de colaboración con el CENESEX.

Se están aprovechado cada vez más los medios de comunicación y las redes sociales, pero la realidad demanda una atención mayor y más sistemática.

Grisell Crespo, presidenta del Comité Organizador de las Jornadas por una Maternidad y Paternidad Responsable. Foto: cuba.cu.

  • La 7ma Edición de las Jornadas, actualmente en curso, tiene como lema “Educar con límites saludables”. ¿Qué desafíos se esconden tras ese llamado?

Grisell Crespo: Buscamos crear espacios para reflexionar sobre la importante función adulta de colocar límites, que favorezcan un crecimiento saludable de todas las familias, y sobre el ejercicio de la autoridad como algo imprescindible que habilita el lugar que debe ocupar el niño, niña o adolescente en cada momento. Entender y aplicar estos conceptos facilita el recorrido desde la indefensión del bebé hasta los crecientes grados de autonomía que implica el desarrollo.

Los desafíos incluyen también el cuidado de los necesarios espacios de las personas adultas, evitando dar de más y no lo que realmente necesitan los hijos y las hijas; lo que transformaría una cierta vivencia naturalizada de agobio y peso en la crianza, en vínculos más armoniosos y placenteros.

  • Un punto clave para una educación con límites saludables tiene que ver con la autoridad que ejercen madres y padres. ¿Qué diferencias hay entre autoridad y autoritarismo? ¿Cuáles son las formas correctas de hacer valer la autoridad en los procesos de crianza?

Mariela Castro: La manera en que madres y padres ejercen su autoridad es un elemento clave en la educación. Muchos adultos actúan desde la sobreprotección, con promesas de darlo todo de manera arbitraria y, por tanto, desconocen las necesidades que deben atender. Abandonan su función educativa y confunden a sus hijos/as quienes interpretan que “pueden conseguir todo lo que quieren” y lo demandan de manera tiránica, en lugar de comprender y asumir que “todo lo que está es su capacidad de hacer lo tienen que hacer”.

Es justamente a través de los límites y del ejercicio de la autoridad de los adultos que se produce la delimitación de los nuevos “lugares”. Estos se van configurando en las constelaciones familiares y permiten los necesarios distanciamientos y logros paulatinos de autonomía, durante el proceso de crecer.

Concebimos la autoridad como aquella función que gestiona el lugar de cada uno en función de las necesidades de ambas partes del vínculo. Podríamos decir entre adultos protectores/educadores y educandos, no entre adultos sobreprotectores y sin autoridad para establecer límites saludables y educandos confundidos sin comprender hasta dónde pueden llegar, cuál es su lugar en cada ocasión. Esto, a la larga, genera muchas dificultades en la estructuración del lugar de los hijos/as en sus diferentes espacios de vínculos. Se trata, en definitiva, de establecer límites saludables que respeten las necesidades de niños, niñas, púberes, adolescentes y jóvenes en el proceso de crecer y no, imposiciones arbitrarias para que obedezcan.

  • Diversas investigaciones han demostrado que en Cuba persisten varios estereotipos de género. Uno de los más frecuentes es el que asocia a las mujeres con el rol de cuidadoras y a los hombres, con el de proveedores. ¿Cómo influye todo esto en el ejercicio de la maternidad y la paternidad? ¿Existe una educación diferenciada para niñas y niños en función de su género?

Grisell Crespo: En el imaginario social existe “un ideal” que está muy relacionado con “ser desvividos”. De manera particular, la madre, para ser considerada “buena” tiene que estar disponible para sus hijos y su casa. Es como si todos los otros proyectos dejaran de existir: ser profesional, trabajadora, esposa y demás intereses se consideran secundarios a la maternidad. Sin embargo, “un buen padre” solo debe garantizar que no le falte nada material a sus hijos.

Esos patrones existen y condicionan, de una manera mucho más fuerte que lo que podríamos imaginar, una educación sexista. Incluso, padres y madres que viven en modelos de pareja basados en la equidad de género – ambos trabajan fuera, aportan económicamente por igual, cooperan en las labores domésticas y de cuidados- no siempre trasmiten esos valores mientras crían. Con frecuencia, se repiten estereotipos arcaicos como “los niños no lloran, no juegan con muñecas” o “las niñas que juegan con varones son marimachas”. Por tanto, encontramos muchos púberes que repiten en sus modelos esos valores antiguos.

  • Entender los procesos de maternidad y paternidad desde la corresponsabilidad sigue siendo un desafío, ¿qué frenos limitan hoy la construcción de una crianza compartida? ¿Qué pasa en el caso de las parejas divorciadas?

Grisell Crespo: Lo que más frena son esos mismos patrones sexistas, según los cuales son las madres y abuelas quienes saben criar y los hombres no conocen de eso. Por tanto, en ocasiones a los padres se les excluye de tareas de cuidados a sus hijos/as y del hogar y, en otros casos, se les exige “una ayuda” pero luego se les devalúa porque “lo hacen mal”.  

Para incorporarlos más, tanto unas como otros deben comprender que la participación en la crianza es un derecho. A los padres les corresponde hacerlo y disfrutarlo plenamente, a su forma, no como lo hacen o quisieran las madres, ni como una ayuda solidaria para aliviar a las mujeres de su sobrecarga.

Hoy estas cuestiones han cambiado mucho: cada vez más padres ejercen su rol de una manera muy saludable y muchas parejas se implican corresponsablemente. También sucede así entre las parejas divorciadas, aunque todavía se observa con bastante frecuencia que la responsabilidad recae más en quien convive con el menor.

Aunque con datos muchos menos agresivos que en otros países, el maltrato infantil sigue siendo un problema en muchos hogares cubanos. ¿Cómo se trabaja para prevenirlo? ¿Qué estrategias se podrían aplicar?

Grisell Crespo: Actualmente estos conflictos se trabajan desde iniciativas locales o territoriales. Las estrategias implican la sensibilización, porque este es un problema que en ocasiones se esconde tras el poder. Pautas de crianza distorsionadas confieren a los adultos una supuesta propiedad sobre niños y niñas y, a veces, justifican el maltrato como forma de educar.

Los caminos trazados en la Isla para atender este asunto incluyen la formación de profesionales que trabajan en el ámbito comunitario, de la salud, la educación, el trabajo social, entre otros y de líderes de los territorios, así como el trabajo con madres, padres, adultos de referencias y población adulta en general y con los niños, niñas y adolescentes. El propósito es profundizar en el conocimiento los derechos de la infancia y la cultura de paz, lo que propicia vínculos armoniosos, donde se respeten los derechos de todas las personas, previniendo las manifestaciones de cualquier tipo de violencia.

  • Desde el CENESEX se ha trabajado durante años para evitar la discriminación por motivos de orientación sexual, identidad de género y otros. ¿Cómo introducir el respeto a la diversidad en la educación de los más pequeños?

Mariela Castro: Uno de los propósitos de estas Jornadas es visibilizar la existencia de diferentes tipos de familias, sin que las orientaciones sexuales e identidades de género constituyan un obstáculo para ejercer los derechos y responsabilidades de las maternidades y paternidades.

Numerosos estudios científicos y la práctica profesional han evidenciado que no es la estructura de las familias, sino la calidad de su funcionamiento, lo que las hace vivir en armonía o no. La mirada social acusadora y prejuiciada pone en dificultad a las familias homoafectivas. Si nuestros mensajes son de acogida y respeto, las niñas y los niños que viven en el seno de dos figuras maternas o paternas lo harán con tranquilidad de no ser objeto de burlas ni desprecio, porque los adultos primordiales que están a cargo de sus cuidados y educación son tan reconocidos en su convivencia como las familias heteroafectivas.

El Programa Nacional de Educación de la Sexualidad en las Escuelas, que desarrolla el MINED, tiene el encargo de educar en esos valores y evitar el acoso escolar o cualquier tipo de violencia por esta u otras razones.

Fuente de la entrevista: http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/06/21/madres-y-padres-en-cuba-los-desafios-tras-la-responsabilidad/#.XvE462gzbIU

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Cuba reiniciará curso escolar el próximo 1 de septiembre

América Central/Cuba/21-06-2020/Autor(a) y Fuente: www.cibercuba.com

La ministra de Educación Ana Elsa Velázquez informó este viernes que el curso escolar 2019-2020 reiniciará en Cuba el próximo 1 de septiembre, como parte de la estrategia post-COVID diseñada por el gobierno de la isla.

El curso actual, suspendido en marzo por la pandemia de coronavirus, será retomado en esa fecha y culminará el 31 de octubre en la educación general, detalló la funcionaria en el espacio televisivo oficialista Mesa Redonda.

Dos días después, el 2 de noviembre, y coincidiendo con la tercera etapa de reapertura del país, se dará inicio al período escolar 2020-2021, el cual tendrá 37 semanas de clase y 4 de evaluaciones, explicó.

La ministra —quien fue muy criticada en marzo pasado por negarse a cerrar las escuelas del país en medio de la emergencia sanitaria—, dijo que el objetivo esencial de esta primera fase de vuelta a la normalidad es «garantizar las condiciones en las instituciones educacionales», para que el reinicio de clases sea seguro.

Entre las medidas para la nueva etapa, afirmó que se dará solución a los problemas de hacinamiento existente en algunos centros educativos, en particular en las escuelas primarias.

«Se atenderán las situaciones que tienen las instituciones educacionales para cumplir con las medidas higiénico-sanitarias, en especial para el lavado de las manos, las instalaciones hidrosanitarias y el suministro de agua potable», aseguró la funcionaria.

Asimismo, indicó que en la primera fase se otorgarán los «círculos infantiles para el segundo año de vida, a los niños nacidos en los meses de marzo, abril, mayo, junio y julio del 2019».

Según expresó, en la segunda fase los niños de la primera infancia, alumnos de primaria y educación especial permanecerán en las instituciones educativas de lunes a viernes.

Sin embargo, para los estudiantes de secundaria básica el horario será el siguiente:

Séptimo grado: De lunes a jueves, en la sesión de la mañana.

Octavo grado: De lunes a jueves, en la sesión de la tarde.

Noveno grado: Los viernes, el día completo.

Para preuniversitario también habrá algunas variaciones:

Décimo grado: Lunes, miércoles y viernes, en la sesión de la tarde.

Onceno grado: Martes y jueves en la sesión de la tarde, y sábados en la sesión de la mañana.

Duodécimo grado: De lunes a viernes en la sesión de la mañana.

Desde el 18 de junio, Cuba se encuentra en la primera fase de reapertura tras varios meses de cierre obligatorio en sus principales instituciones por la pandemia de COVID-19.

Fuente e Imagen: https://www.cibercuba.com/noticias/2020-06-20-u1-e199894-s27061-cuba-reiniciara-curso-escolar-proximo-1-septiembre-afirma

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Cuba reiniciará las clases en las aulas en septiembre, según Ministra de Educación

América Central/Cuba/07-06-2020/Autor(a) y Fuente: www.cibercuba.com

Las clases en las aulas en Cuba deben reanudarse en septiembre, dijo este martes la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, en el espacio estatal Mesa Redonda.

«Teniendo en cuenta las condiciones epidemiológicas, la necesidad de evolucionar a un estado cada vez más favorable y la prioridad que tiene para nosotros los estudiantes, es aconsejable reiniciar las actividades docentes en las instituciones educacionales a partir del mes de septiembre«, afirmó la ministra.

La alta dirigente señaló que el próximo curso también se verá afectado por la pandemia del coronavirus en Cuba y tendrá «menos semanas lectivas que lo habitual». El Ministerio de Educación (MINED) busca soluciones en particular para cumplir con las medidas de aislamiento e higiénico-sanitarias en los centros internos y evitar los hacinamientos.

Desde finales de marzo están cerrados todos los centros educativos en Cuba por el COVID-19 tras las peticiones hechas por muchos ciudadanos en redes sociales. Desde entonces la televisión estatal emite teleclases para los distintos niveles de enseñanza, que seguirán hasta el próximo 12 de junio por los canales Educativo y Tele Rebelde.

Los estudiantes y trabajadores del sector educativo tendrán sus vacaciones como estaba previsto, según orientación del gobernante designado Miguel Díaz-Canel. Más de 4700 empleados del MINED fueron reubicados en los centros de aislamiento habilitados en las escuelas y otros en la producción de alimentos en más de 4 mil hectáreas, agregó la ministra.

El paso de los estudiantes de Secundaria a Preuniversitario será al iniciar el curso escolar, «respetando todos los pasos y derechos de los estudiantes y de sus familias», apunta el citado medio. Los actos de graduación se harán una vez terminado el presente curso respetando las medidas por el COVID-19.

El MINED habilitó desde este lunes el teléfono 78314809 y el e-mail programación.educativa@icrt.cu para despejar dudas a los padres y alumnos sobre el sistema de evaluación.

En Cuba hay 2107 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 1830 superaron el COVID-19 y 83 personas fallecieron, según los datos del Ministerio de Salud Pública.

Fuente e Imagen: https://www.cibercuba.com/noticias/2020-06-03-u1-e199291-s27061-cuba-reiniciara-clases-aulas-septiembre-segun-ministra

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La chispa de las brigadas médicas cubanas

Por. Hedelberto López Blanch

 

A lo largo de casi seis décadas, millones de personas de diferentes continentes se han beneficiado con la ayuda médica cubana.

Esa lucha por la salud y la vida en otras partes del mundo tuvo la chispa inicial el 23 de mayo de 1963, cuando salió desde Cuba hacia la recién liberada República de Argelia la primera brigada internacionalista cubana.

De sus 55 integrantes iniciales, que en total llegaron a 57 contando a otros dos jefes de brigada que rotaron en esa etapa y a un médico que se les integró, ya solo quedan vivos una decena. El tiempo pasa implacable por nuestras vidas y no ofrece perdón.

Por eso me resultó muy agradable localizar al doctor Pablo Resik Habid, quien fungió como jefe de esa primera brigada médica, aunque se incorporó unos meses más tarde, en enero de 1964, a solicitud del entonces ministro de Salud, José Ramón Machado Ventura.

Resik, que nació en Santa Clara el 21 de octubre de 1930, terminó la carrera de medicina en 1957, dos años antes del triunfo de la Revolución. Tras graduarse laboró como anestesiólogo en varios hospitales. Desde el triunfo de la Revolución se incorporó a trabajar en la organización de la Salud Pública, y cuando partió hacia Argelia era subdirector de Asistencia Médica de La Habana.

A pesar del largo tiempo transcurrido, Resik mantiene muy claros sus recuerdos de aquella epopeya, los que narra con soltura.

La situación de Cuba en 1963 no era muy halagüeña, explica, pues de los 6 000 médicos existentes antes de la Revolución, ya había emigrado la mitad, entre ellos muchos profesores de la única escuela de medicina. Se habían iniciado las agresiones militares, políticas y económicas de Estados Unidos contra la Isla y eran momentos difíciles. Pero la situación de Argelia era peor, pues tras zafarse de las cadenas del colonialismo, se quedó prácticamente sin médicos y con su economía desbaratada.

La decisión de Fidel y del gobierno fue genial, agrega, y demuestra la sensibilidad y la valentía política desde los inicios de la Revolución. Hoy, 57 años después, comprendo y valoro más estos principios.

Debo significar que aquella misión se estableció bajo el concepto de la voluntariedad, pues nadie fue presionado ni obligado a participar, concepto que ha primado en todas las misiones internacionalistas. Muchos más de los que fuimos estaban dispuestos a cumplir con la tarea.

La brigada se conformó sobre la base de las necesidades más urgentes planteadas por las autoridades argelinas. Fueron 54 compañeros, 42 hombres y 12 mujeres (posteriormente se integró uno más para hacer el cómputo de 55). O sea, 29 médicos de variadas especialidades; 14 enfermeros; 7 técnicos (RX, optometría, laboratorio, anestesia) y 4 estomatólogos.

Viajamos hacia Argelia en un antiguo avión Britania. Al frente iban el doctor José Ramón Machado Ventura, entonces ministro de Salud Pública, y el doctor Gerald Simon, quien era viceministro de ese organismo. Después de ubicar a los internacionalistas, Machado regresa y Simon permanece allá para acabar de asentar los coloboradores. Más tarde fue sustituido por el doctor Mario Escalona, ya fallecido, quien se mantuvo hasta enero de 1964, cuando yo viajo a Argelia en avión, vía Gander, y me hago cargo del destacamento. Esa primera misión regresa a mediados de 1964 y yo me quedo hasta agosto para ubicar a la segunda delegación.

Al preguntarle cómo evaluaría esa misión después de 57 años, inmediatamente responde: Siempre digo que dejamos atrás la gran patria: Cuba y la pequeña familia. Y allá formamos una pequeña patria, con todos los cubanos que estuvimos, y una enorme familia porque, constantemente, todos nos preocupábamos por todos.

La misión tuvo una profunda significación en cuatro aspectos. El humano: al dar esa ayuda con un sentido de fraternidad, de humanismo, comprender la necesidad que tenía ese pueblo y brindarle nuestro aporte desinteresado. A mí me dejó con una gran satisfacción interna, con la felicidad de dar, que es mucho mayor que la de recibir. El político: conociendo a Argelia y su situación, pudimos comprender en la práctica lo que fue el colonialismo para las grandes masas del pueblo argelino. El cultural: pues para muchos de los participantes resultó la primera salida al exterior, y aprendimos cosas en un medio muy diferente al nuestro, con un clima desértico, sahariano. Diferencias culturales relativas al idioma, la comida, costumbres, religión, hábitos. El científico: nos ayudó a completar nuestra formación profesional, pues trabajamos en un medio extraño, con tremendas dificultades, sin las posibilidades técnicas que teníamos en Cuba, y con enfermedades nuevas que no conocíamos.

Por eso, concluye Resik, aun me emociono mucho al recordar cómo lloraban los habitantes argelinos cuando regresaron los primeros integrantes de la brigada internacionalista.

Fuente e imagen:  https://www.tercerainformacion.es/opinion/opinion/2020/05/31/la-chispa-de-las-brigadas-medicas-cubanas-0

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Centro Memorial Martin Luther King: comunicación y educación popular en disputa del sentido revolucionario

América Insular/Cuba/AlbaTV

Con la solidaridad internacionalista como bandera, el Centro Memorial Martin Luther King (CMMLK), después de 33 años, sigue apostando al sentido de la conciencia revolucionaria a través de la formación, la comunicación popular y la organización social en Cuba y Latinoamérica.

Rectificación: el cristianismo progresista

El 25 de abril de 1987, nació en La Habana el Centro Memorial Martin Luther King en aras de un diálogo macroecuménico dentro de la Revolución Cubana.

“El movimiento ecuménico cubano con lazos entre fe y política, entre fe y compromiso social, es un movimiento de matriz no católica, sino de iglesias evangélicas, que nace al unísono del despliegue y complejidad del proceso revolucionario cubano, que tenía conflictos inherentes, inclusive en la jerarquía católica. Una Revolución influenciada por el marxismo-leninismo europeo, donde cristianismo era sinónimo de contrarrevolución y marxismo era sinónimo de ateísmo, y había posturas de discriminación religiosa”, señaló Joel Suárez, coordinador ejecutivo del CMMLK.

Sin embargo, hace más de 30 años, en marco del Periodo de Rectificación (1986), el líder de la Revolución, Fidel Castro, se reunió con el sector ecuménico de Cuba. “De esa experiencia, de vivir nuestro compromiso revolucionario, afirmando que esta Revolución también era nuestra, se funda el Centro Martin Luther King, cuyo nombre reconoce la contribución pedagógica del pastor evangélico estadounidense, Martin Luther King, en su lucha contra el racismo y la defensa de los derechos civiles. Eso influyó en nosotros”, indicó.

A finales de los 80, el Centro no sólo afrontó el diálogo interreligioso y reconocimiento dentro de la Revolución, sino que además resistió la crisis económica que se padeció en el Periodo Especial en Cuba. “Sabíamos que la crisis sería larga y formatearía la visión de mundo de las y los cubanos. Primero, teníamos que resistir los embates del imperialismo estadounidense con una estrategia que nos remontara en el desarrollo y bienestar colectivo del pueblo cubano”, apuntó Joel Suarez, miembro del CMMLK.

Proyectos formativos y solidaridad internacionalista

En ese sentido, el Centro Memorial Luther King orientó su trabajo político en la construcción de viviendas populares, en proyectos agroecológicos y en el mantenimiento de valores revolucionarios a través de la formación socio-teológica y las prácticas de educación popular. “Nuestra principal contribución a la Revolución Cubana fue darle continuidad al movimiento ecuménico, desde una perspectiva de la teología de la liberación, una teología que estimula en la o el creyente el compromiso y la responsabilidad social”, explicó Suárez.

Asimismo, destacó que en el Centro Martin Luther King, la educación popular de Paulo Freire se convirtió en un arma política, pedagógica, ética y filosófica para la concepción sentipensante del socialismo. “Pensamos trascender las condiciones materiales y nefastas de la reproducción cotidiana de la vida, y ayudar a la recreación del proyecto político, porque la crisis durante el periodo especial afectaría el imaginario, las relaciones sociales y el sentido común. Por lo tanto el trabajo con la subjetividad, la espiritualidad, con los valores del ser humano, era y es necesario”, acotó Suárez.

En este rescate de los valores de la solidaridad, la cooperación, la centralidad de la justicia y el respeto por la naturaleza, Joel Suárez, coordinador ejecutivo del Centro, resaltó que la comunicación fue un punto importante debido a los nexos entre los movimientos de educación y comunicación popular en Latinoamérica.

“Con la finalidad de llegar a más gente y comunidades, contribuimos con procesos sociales y formativos de producción y realización de audiovisuales. Todo este trabajo se sustenta aún en una práctica de solidaridad internacionalista cubana, con la articulación de organizaciones sociales en el continente. Por ejemplo, anualmente treinta delegados de Estados Unidos visitan el Centro y participan en programas de sensibilización sobre la política de asedio y bloqueo de su gobierno contra nuestro país”.

También, a lo largo de estos 33 años, Joel Suarez agregó que el Centro Memorial Martin Luther King ha generado un movimiento territorial integrado por la Red Ecuménica Fe por Cuba y la Red de Educadores Populares, que condensa la multiplicación y despliegue de experiencias comunitarias. Como parte de sus proyectos, este centro ecuménico cuenta con la editorial “Caminos”, la Revista Cubana de pensamiento socioteológico, una productora de audiovisuales y una biblioteca virtual.

Por otro lado, Suárez comentó que el sentido común patriarcal es uno de los desafíos de este centro ecuménico. “El sentido común patriarcal y homofóbico persiste en los revolucionarios y revolucionarias, y en las iglesias con las que trabajamos y con las que no. Como Centro, necesitamos incorporar una agenda feminista, antipatriarcal, en tiempos de auge de fundamentalismos religiosos de matriz evangélica. Aunque aquí hemos avanzado en legislaciones y prácticas a favor de los derechos de las mujeres y la inclusión, falta mucho por caminar y eso es parte de la disputa del sentido”.

Durante este periodo de pandemia, afirmó que Cuba y Venezuela están dando una batalla trascendental en condiciones de asedio imperialista por parte del gobierno de Donald Trump, “En marco de una crisis del modelo civilizatorio capitalista, Cuba y Venezuela están dando una disputa del sentido, en la cual «conciencia» y «organización» son dos palabras necesarias. Hay que recuperar la tradición gramsciana sobre el concepto de «sociedad civil», como momento y espacio donde se recrea el sentido común, el cual contiene los principios de un proyecto político. Eso para nosotros, como Centro y como pueblos hermanos, es un reto histórico”, sentenció.

“Independientemente de los avances o retrocesos, éxitos o fracasos, en Venezuela eso está muy claro a partir del protagonismo asignado por Chávez a las comunas. Allí, en el territorio, en la comunidad, un valor se hace dominante, donde la gente transforma antivalores en valores positivos. Esta es una de las tareas mayores en estos momentos”, agregó Suárez.

Por último, Joel Suárez expresó que el Centro Memorial Martin Luther King celebró sus 33 años de aniversario con mensajes en redes sociales por parte de quienes luchan en un camino de esperanza y solidaridad internacionalista.

Fuente: http://www.albatv.org/Centro-Memorial-Martin-Luther-King-comunicacion-y-educacion-popular-en-disputa.html

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Constitución y derechos sexuales en Cuba: Avances y principales desafíos

Redacción: Foro Debate

Cuba cuenta desde abril del 2019 con la primera Constitución en su historia y una de las pocas en el mundo que respalda de modo explícito los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBTI).

La nueva Carta Magna es el resultado de más de una década de activismo ciudadano e institucional por los derechos sexuales de las personas LGBTI, de una progresiva labor política y gubernamental en función de la educación integral de la sexualidad, y de la creciente superación de la homofobia y la transfobia entre la población cubana.

Varios son los artículos del nuevo texto constitucional que sostienen la base sobre la cual debe edificarse e interpretarse el ordenamiento jurídico en lo adelante, que impactarían directa o indirectamente en esta lucha por garantizar los derechos sexuales.

En el artículo 1 se habla de los principios fundamentales y se hace alusión a la igualdad, que en esta ocasión se acompaña de la equidad. Ello debe impactar en el resto del texto y la legislación que a partir de la misma se estructure. Como valores esenciales de nuestro contexto político – social, este será uno de los fundamentos que acompañe en primera instancia la modificación del Código de Familia.

Por primera vez, hay una alusión muy concreta y menos dispersa a la cuestión de los derechos y sus garantías. Nuestra Constitución habla de Derechos Humanos, un término que no es ajeno a nuestra realidad política, aunque por mucho tiempo lo manipularon quienes tienen el propósito de generar dificultades al desarrollo de nuestro proyecto social.

En este sentido, el artículo 40 contiene el fundamento utilizado en todos los contextos avanzados en temas de derechos sexuales, particularmente en cuestiones relativas al tema de la orientación sexual e identidad de género, que suelen ser los más controversiales unido a los temas reproductivos, como el caso del aborto. En él, nuestra Constitución reconoce como valor supremo la dignidad humana, para el reconocimiento del ejercicio de los deberes y derechos consagrados en el texto.

El artículo 41 incorpora además un grupo de principios como el de progresividad –que no estaba en el texto anterior-, y es un límite claro al legislador u autoridades que generan normas jurídicas. Indica que nunca puede haber retrocesos en el reconocimiento de derechos: los que están, se quedan; y lo que debe suceder es que se amplíe dicho catálogo.

A la progresividad también se le conoce como “efecto escalera” en materia de derechos humanos: siempre ascendente, nunca descendente. Esto genera una seguridad jurídica importante porque fija límites a la producción legislativa en temas de derecho.

Por otra parte, el artículo 42 tiene un amplio impacto y alcance. Introduce el principio de no discriminación por razones de sexo, género —esto es un asidero constitucional para atender las realidades intersexuales, utilizando el sexo con la implicación biológica que tiene—, orientación sexual e identidad de género.

Esto no tiene precedentes en el área y a nivel mundial, somos pocos los países – específicamente hay 10 – que proscriben la discriminación por orientación sexual e identidad de género, elevándolo al rango constitucional.

Este acápite obligará al legislador a revisar todas las normas jurídicas que en nuestro país resulten inconstitucionales, si generaran alguna discriminación por orientación sexual e identidad de género.

Discriminación en una norma no es necesariamente que se denigre, subvalore o se prohíba el acceso a algún servicio a un grupo de personas; es también cuando se omite, no se es claro, cuando solo se reconoce a un grupo de personas y se omiten a otros grupos y/o cuando no se regulan determinadas realidades o necesidades.

Habrá que repasar entonces también nuestro Código Penal para incorporar, con la fórmula más atinada, una protección a las personas cuyos derechos resultan lesionados por motivo de su orientación sexual e identidad de género.

A la luz de este artículo habrá que echarle un vistazo también a la Ley de salud y todo lo que las investigaciones en el país están revelando con respecto a las desigualdades, inequidades y brechas en el acceso a servicios de salud.

Habría incluso que diseñar mecanismos para que las personas que sientan no tener acceso al servicio puedan generar las quejas pertinentes y obtener las respuestas necesarias, así como los procedimientos en caso de que se necesiten por vía judicial.

Se debe revisar además, todas aquellas normas en los procesos de enseñanza y aprendizaje que generan brechas de discriminación y estereotipos de género.

Igualmente se ha de trabajar en la Ley de registro civil y su reglamento, que actualmente veda la posibilidad – sobre todo por la interpretación de la norma – de que las personas transgénero puedan modificar su nombre por vía administrativa, y quede como único camino la cirugía de readecuación genital para entonces acceder a estas modificaciones.

Otro de los elementos estrechamente vinculado al reconocimiento y ejercicio de los derechos sexuales en el texto constitucional y que deben hallar una necesaria expresión en las leyes complementarias es el derecho a formar una familia, a tener hijos e hijas o no tenerlos.

Nótese que el capítulo III habla de las familias, en plural. Las normas no solo buscan retratar una realidad social particular y organizarla, ordenarla y regularla; también tienen una vocación educativa, modificar el contexto que están regulando.

El artículo 81 establece que “Toda persona tiene derecho a fundar una familia. El Estado reconoce y protege a las familias, cualquiera sea su forma de organización, como célula fundamental de la sociedad y crea las condiciones para garantizar que se favorezca integralmente la consecución de sus fines”.

Estos fines no fueron colocados en el texto constitucional, una interesante decisión, porque se desmarca la procreación como fin último de la familia, algo armónico con la idea de comprender las distintas regulaciones de las familias.

Este artículo es reconocimiento y garantía de manera directa de un grupo de derechos sexuales consagrados a nivel internacional, como el derecho a formar una familia sin importar la configuración de estas y a tener hijos o hijas o no tenerlos.

El artículo 82 destierra toda distinción o alusión al binarismo hombre-mujer en lo relativo a la relación jurídica matrimonial y habla solo de cónyuges. Define el matrimonio de manera sintética y remite a una ley de desarrollo. Reconoce las uniones de hecho, estables, singulares, que antes no estaban consagradas en el texto constitucional y habla de las uniones en términos generales.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/05/14/constitucion-y-derechos-sexuales-en-cuba-avances-y-principales-desafios/#.Xr3hd_9KjMw

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Libro (PDF) Pensar en las infancias cubanas : coordenadas socioculturales

Reseña: CLACSO

Desde su título, Pensar en las infancias cubanas. Coordenadas socioculturales nos atrapa en la diversidad de la infancia como “período de la vida que abarca desde el nacimiento hasta la pubertad” “y en el que desde el punto de vista psicológico transcurre la formación de los procesos más importantes de la vida”.Este libro nos muestra efectivamente las infancias: felices/privilegiadas, maltratadas/sufridas/abandonadas, promedios/diferentes, todas las infancias que pueden recibir el acervo histórico-cultural, en sus disímiles expresiones: artísticas (artes plásticas, danza, música, literatura) y cognitivas (científicas, comunicativas, expresivas) para que podamos, respaldados por la constitución y las posibilidades de análisis de los territorios y sus propias necesidades, construir el presente, y también el futuro que en definitiva está en este período de la vida.Lea el libro, mírese por dentro e incorpórese como mediador entre el presente y el futuro mejor con la educación más integradora, sana y feliz de nuestros niños y niñas. Es la mejor vía de “pensar en las infancias cubanas”. (Tomado del prólogo a cargo de la Dra, Aurora García Morey)

Autor/a:   Sarduy Herrera, Yeisa B. – Compilador/a o Editor/a  Jiménez Marata,

                     Anette – Compilador/a o Editor/a 

Editorial/Editor:  ICIC Juan Marinello

Año de publicación: 2019

País (es): Cuba

Idioma: Español.

ISBN :   978-959-242-199-8

 

Descarga:   Pensar en las infancias cubanas: coordenadas socioculturales

Fuente  e Imagen:   http://biblioteca.clacso.edu.ar/Cuba/cidcc/20200304054900/2.pdf

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