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Represión contra migrantes hondureños en Guatemala

América Central/Guatemala/22-01-2021/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

A la fuerza se disolvió ayer la caravana migratoria, que tiene como objetivo final llegar a Estados Unidos.

El Gobierno de Guatemala disolvió este lunes a la fuerza la caravana migrante compuesta por más de 6.000 hondureños, que huyen de la pobreza en su país y que pretenden llegar a Estados Unidos, en busca de trabajo.

Más de 500 agentes de la Policía Nacional Civil y decenas de soldados del Ejército de Guatemala desalojaron al mediodía de ayer la carretera donde los migrantes se encontraban varados, en el departamento de Chiquimula, cercano a la frontera con Honduras y ubicado unos 200 kilómetros al este de la capital del país.

Disueltos

Los hondureños, imposibilitados de avanzar desde el sábado por la barrera policíaca, fueron desalojados a empujones por las fuerzas de seguridad guatemaltecas, quienes habían dado un plazo de 10 minutos a la multitud para que liberara el paso.

La caravana quedó disuelta después del operativo y cientos de hondureños se adentraron en el poblado de Chiquimula, Vado Hondo, acorralados por los disparos de gases lacrimógenos lanzados.

El enfrentamiento no reportó heridos de gravedad e hizo retroceder a los migrantes, quienes quedaron desperdigados por el lugar a la espera de encontrar una ruta alterna.

Desde la semana pasada, el Gobierno guatemalteco había advertido que no dejaría avanzar a los hondureños sin cumplir con los requisitos migratorios, principalmente una prueba negativa de la Covid-19.

¿Por qué el éxodo hondureño?

El éxodo de miles de hondureños, que la semana pasada salieron en caravana con la idea de llegar a EE.UU. en busca de trabajo, es un reflejo de la crisis que vive su país desde 2009, que se agudizó con la desgracia sufrida en 2020 por la pandemia de Covid-19 y las tormentas tropicales Eta e Iota.

Honduras, un país con 9,3 millones de habitantes, acumula 134.111 casos de Covid-19 y 3.354 muertos.Los fenómenos naturales afectaron principalmente el Valle de Sula, región que produce el 45% del producto interno bruto (PIB) del país, lo cual ha dejado consecuencias gravísimas para Honduras.

La crisis deja en las cifras de desempleo a 1 millón de personas en el sector formal y más de 1,5 millones de personas con problemas de ingresos en el sector informal.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102338471/represion-contra-migrantes-hondurenos-en-guatemala

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Guatemala: Yesmin y los migrantes

Yesmin y los migrantes

El factor común del drama humano centroamericano es la corrupción y la miseria.

Carolina Vásquez Araya

La muerte de Yesmin, una niña guatemalteca de 2 años afectada desde su gestación por la desnutrición presente en más de la mitad de la población de ese país, es solo un caso más entre millones de niñas y niños cuyo destino se rifa a diario en negocios turbios y crímenes de Estado perpetrados por políticos, empresarios y organizaciones criminales, cuyo poder se consolida gracias a un sistema de administración de justicia corrupto y complaciente.

Yesmin pudo ser una de las niñas de la caravana de migrantes que huye de Honduras por las mismas razones que a ella la condenaron a muerte: una pobreza endémica, falta de oportunidades de trabajo, impunidad, abuso de poder y el abandono del Estado en toda la red de servicios públicos. Yesmin fue una víctima, entre millones, cuyo paso por la vida estaba marcado por las carencias comunes al subdesarrollo: ausencia de infraestructura sanitaria, saqueo del patrimonio nacional y toda clase de delitos relacionados con el manejo de la cosa pública. Es decir, el estilo de gobierno de países como Guatemala y Honduras, cuyas banderas figuran en las gráficas de los indicadores de desarrollo humano como las peor situadas.

Guatemala y Honduras son países hermanos. Pero esa hermandad de los pueblos se manifiesta, en los gobiernos, por medio de la complicidad criminal para acabar con la democracia, fortalecer el poder de las organizaciones criminales que alimentan las caletas de militares, políticos y empresarios, permitir el despojo abierto y sin disimulo de la riqueza natural -operado por los grandes consorcios nacionales e internacionales- e ignorar de manera sistemática los reclamos de la población, aplicando en su contra todo el aparato represivo, paradójicamente financiado por quienes reciben los golpes.

Las escenas de la caravana de migrantes hondureños que atraviesa Guatemala en su ruta hacia Estados Unidos, dejan claro cómo los gobiernos de estos dos países se confabulan para hacerle el favor al imperio. Sometidos a las órdenes del Departamento de Estado y su exigencia de detener a los migrantes, arremeten con todo su arsenal –policíaco y militar- en contra de familias enteras que solo buscan una oportunidad de vida más allá de sus fronteras. Las escenas son estremecedoras y ponen de manifiesto que las leyes internacionales, para estos gobiernos, valen tanto como las locales violadas a diario.

En la página de la OEA se puede leer lo siguiente: “Todos los migrantes, en virtud de su dignidad humana, están protegidos por el derecho internacional de los derechos humanos, sin discriminación, en condiciones de igualdad con los ciudadanos, independientemente de su situación administrativa o de su condición. Sin embargo, a pesar del marco jurídico existente, los migrantes en todo el mundo siguen sufriendo abusos, explotación y violencia.” Entonces, es pertinente preguntarle a los directivos de esa organización, cuya reputación sigue manchada por acciones a favor de los golpes de Estado, cómo es posible su indiferencia ante la violencia ejercida por las fuerzas armadas guatemaltecas en contra de una caravana pacífica a la cual, en lugar de darle palos, hay que darle apoyo.

Asimismo, el trato prodigado por los medios de comunicación a este sensible tema debe estar en concordancia con ese postulado, y abstenerse de alimentar juicios basados en la discriminación y la xenofobia tan propios de una opinión pública insensible a la tragedia de los más pobres, como suele suceder. Los “migrantes” somos todos, más temprano o más tarde. El derecho de emigrar es un derecho humano consagrado por las leyes internacionales y es de humanos respetarlo.

Los migrantes somos todos, más temprano o más tarde.

AUDIO:

Fuente de la Información: https://carolinavasquezaraya.com/2021/01/17/yesmin-y-los-migrantes/

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Al grito de «queremos pasar», migrantes rompen cerco y avanzan a Guatemala

Al grito de «queremos pasar», migrantes rompen cerco y avanzan a Guatemala

Al menos 4 mil 500 migrantes hondureños que viajan a pie rumbo a Estados Unidos lograron ingresar a territorio de Guatemala la noche del viernes, tras romper un cerco policial a gritos de «queremos pasar», sin que se produjeran enfrentamientos con las fuerzas del orden. El cálculo sobre la cantidad de caminantes fue entregado por un jefe policial guatemalteco en el paso fronterizo de El Florido, 220 km al este de Ciudad de Guatemala. La decisión de no enfrentar a los migrantes se tomó al constatar que en el grupo había muchas familias con menores de edad, explicó.

Los migrantes, que en las últimas horas del día habían llegado al punto El Florido, luego de descartar irse por Agua Caliente, en el departamento de Ocotepeque, superaron ampliamente en número a los policías de los dos retenes hondureños y entonando el himno nacional cruzaron a Guatemala.

Uno de los policías hondureños que estaba al frente del primer retén, fue herido en la cabeza con una piedra, mientras que, en territorio guatemalteco, una mujer cayó desmayada cuando los migrantes, alrededor de 2 mil, estabanfrente a frente con las fuerzas del orden del vecino país.

Además, les reiteraban que para seguir en su ruta tenían que registrase y mostrar una prueba de que no están contagiados con covid-19. Del lado de Guatemala, los hondureños llegaron hasta el primer cordón policial, que no estaba armado y le pedían a los migrantes que se ordenaran.

 

Fuente de la Información: https://www.milenio.com/internacional/latinoamerica/migrantes-hondurenos-rumbo-unidos-entran-guatemala

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Guatemala: Región recibirá ayuda para proyectos de inversión

Fondo de US $350 mil dólares será para mitigar efectos de Eta e Iota.

El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) informó que ha recibido la aprobación por parte de la República de Corea de un fondo no reembolsable de 350 mil dólares para brindar apoyo a Guatemala, Nicaragua y Honduras, afectados por los desastres naturales.

“Corea del Sur ha donado 350 mil dólares para realizar estudios sobre la identificación y preparación de programas y proyectos de inversión que apoyen “el redesarrollo” de los países afectados en noviembre pasado por Eta e Iota, considerando medidas de adaptación climática”, añadió el banco.

Los tres países centroamericanos fueron afectados por Eta e Iota, cuyos efectos se han “acentuado debido a la crisis emergente del cambio climático”, señaló el BCIE.

El presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, dijo que la iniciativa será parte del Programa de Reconstrucción Resiliente de Centroamérica, aprobado en abril de 2019, por 2 mil 513 millones de dólares.

Destacó, además, que la cooperación técnica no reembolsable es un “componente clave” del programa en mención y que beneficia a las poblaciones vulnerables.

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mil 513 millones de dólares aprobó en 2019 el BCIE para aumentar la resiliencia al cambio climático en la región.

Mossi indicó que la cooperación técnica será “fundamental” para el desarrollo de proyectos que ayuden a fortalecer la gestión y mitigación del cambio climático.

“La participación del Banco como entidad implementadora de esta cooperación técnica no reembolsable otorgada en el marco del Fondo Fiduciario de Donante Único Corea-BCIE es un paso más para la implementación de la estrategia del Banco 2020-2024, que tiene como prioridad la sostenibilidad económica y ambiental como eje principal para el desarrollo de la región”, explicó.

La cooperación técnica será ejecutada por el BCIE y, a través de ella, se proporcionará apoyo necesario para que los países beneficiarios puedan implementar “estrategias exitosas” sobre el manejo adecuado para la mitigación del cambio climático.

Fuente: https://dca.gob.gt/noticias-guatemala-diario-centro-america/region-recibira-ayuda-para-proyectos-de-inversion/

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The Year of the Pandemic

By: Ilka Oliva Corado

Translated  by Marvin Najarro

Due to the virus, this 2020 has been designated by many people as the cursed year. But it is only one among the thousands that exist; it is not the only one that kills, more people are killed, for example, by the lack of empathy. By turning a blind eye and feigning ignorance to what hits us head on: racism, classism and oblivion. Locking ourselves in our bubbles and keep them under lock and key, because everything that happens outside, what others experience, doesn’t concern us. That is why we see so many children living on the streets and dying right there without feeling any horror or pain, not to mention the indignation that would make us act accordingly.

Suddenly this virus came to scratch our bubbles’ doors, taking the lives of some of our beloved ones; perhaps people who like us looked the other way when they must have acted to help others. Die, or die from coronavirus do not make them nobler after death. But we sanctify them because that cursed virus killed them. But what about the hunger experienced by those who make garbage dumps their home? Why don’t we flinch when an avalanche of garbage kill entire families? To begin with, how and when did we allow this to happen? That garbage dumps became the homes of so many families; entire cities…

The pandemic, one of many. Why hasn’t the trafficking of children, adolescents and women for the purpose of sexual exploitation hurt us, as it did the 2020? It is a fact, visible, it is everywhere, we cannot ignore it. Or it will be like the virus, until it touches one of us? Then and only then we will make patent what we have discarded, because it was not our business, and then we will realize that we will be alone because the others will look the other way, just as we do today, it will not be their business. It is the germ of patriarchy and pettiness.

This virus brought out the worst in us, it was just an occasion to show the kind of people we really are, as is the case with some people – hospitalized – with a cell phone taking pictures of other patients who are in intensive care, and then sharing them in social media exposing the severity of the disease. If they don’t have anything else to do, why don’t they take pictures of their own balls? Why expose others in this way. Nurses, doctors, and patients have done this, which in no way indicates that just because some people have a higher level of education, they respect the privacy of others.

And what about those who take pictures of their family elders, who are prostrated and seriously ill, and share them on social networks. Why such a level of meanness? And even worse, those affected with the virus of laziness, or in other words, not severely ill but who are lazy and take advantage of the situation to hang out and take pictures of themselves uncombed, with a seven-day beard, eight-day sleep in eyes, and post them on social networks saying they are Covid survivors. When in reality any person who is seriously ill cannot even move a finger. This is nothing more than disrespecting all those who have died and are seriously ill from the virus. But that’s what human consistency is: thin, cracked.

Among the beautiful things that we could see were the indigenous peoples donating their crops, reaching villages with trucks full of vegetables and fruits to feed whole families. While in others places people came out waving white flags asking for help, and the response of those who could help was to lock themselves under lock and key in their comfortable houses, posting pictures on social networks of the abundant food, their expensive wines and smoky fireplaces while reminiscing nostalgic about their travels around the world. Today many of them mourn the death of a loved one, but even with that pain they do not deign to reach out to those in need because money, greed and selfishness rule their lives. By contrast, where the harvest abounded and was donated, the pain of one is the pain of all.

It was not a cursed year, nor is the virus, we are the inconsistent ones that a virus had to come up to spit in our faces the scum that we are and trace our human misery that lacks values, words and actions. Because millions of people around the world are suffering from hunger, they are there close to us, and it is not a virus. Hunger can be cured, it can be eliminated, also chronic child malnutrition, you don’t need a miracle or a vaccine, all you need is dignity, indignation, and solidarity.

The well-known natural disasters are not natural, they can be avoided because they are caused by all the damage we have done to the planet. Political leaders have to act, of course, but we as a society have to act too. Because being passive or not doing anything can be harmful. A case in point is the millions of face masks that will end up in the sea. In any case, neither the year nor the virus is the damned one.

2020 should have been the year in which humanity began to regenerate, to become aware of the damage it did to itself; the planet and other living organisms. But it is not the case, and it will not be, and a thousand more viruses may come along and kill entire families, that we will not learn, because selfishness, arrogance, insensitivity and mediocrity is the DNA that we carry inside.

From another planet they seem, indeed, those who extend a helping hand, share a plate of food, donate their crops and feel other people’s tragedy as their own. And they don’t have big mansions, or smoking chimneys; or expensive wines; or travel around the world; or master’s degrees, or PhDs. It is the ordinary people, in many cases also the most excluded and impoverished. It is the people. With this they continue to teach us the lesson that it is not about having but about generosity. Thanks to them our hope for a better world has not yet been extinguished. And the souls that refuse to stop dreaming will continue to believe in a spring of abundant offshoots.

Source: https://cronicasdeunainquilina.com

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La titulocracia y desafíos de la decolonialidad

La titulocracia y desafíos de la decolonialidad

Ollantay Itzamná

(En la imagen: Autoridades comunitarias. Cusco)

Todas las civilizaciones generaron y gestionaron sus conocimientos y tecnologías buscando mejorar sus condiciones de vida y acrecentar su poder. En el mundo occidental, durante la Edad Media, surgió la Escolástica que dio origen a lo que actualmente conocemos como universidades, y desde allí se cualificó y dosificó el conocimiento acreditado en cartones (títulos). Cartones que a su vez ascendían socioculturalmente a sus poseedores más que los títulos nobiliarios de Duque, Marqués, Conde, Vizconde, Barón…

Durante la civilización moderna, las universidades se constituyeron en los nuevos “templos” del saber científico, en base a las verdades que creían algunos varones del norte de Europa. A esto llamaron ilustración (y al resto de conocimientos los llamaron ignorancia). En ese entonces, ser “universitario” era como ser “escolástico elegido por Dios” en la Edad Media.

Siglos después, devino el fordismo (Siglo XX) que consistía en especializar, capacitar, a los universitarios para diseñar/generar productos para el mercado, generar más ganancias económicas, y así acumular más riqueza para las élites….Y llegamos al libre mercado neoliberal… donde hay más universidades que mercados de abasto… donde los títulos universitarios se compran y venden como cualquier producto… ¡Donde es más fácil y barato conseguir un título universitario que comprarse una mula o un terreno para cultivar!

En este planeta convertido en mercado el problema no es comprar o vender los títulos académicos (los títulos nobiliarios también eran de compra venta en el medioevo) El asunto está que quienes poseen dichos títulos académicos tienen una falsa conciencia de ser “seres superiores al resto de los no titulados”. Creen y ejercen poder, aunque sin mayor autoridad cultural, amparados en el cartón universitario para buscar sus medios de vida.

(Autoridades Aymaras)

Es más, esa falsa consciencia del poseedor del cartón universitario se legitima en alguna medida en la “expectativa social” de la familia, comunidad o sociedad que creen que los “títulos universitarios son vehículos automáticos de ascenso socioeconómico personal y familiar”. ¡Y no existe mayor autoengaño que éste en un libre mercado de títulos con mercados laborales cerrados!

Un detalle más. Así como el cartón universitario no hace a su poseedor más erudito o más capacitado para sobrevivir en un Planeta crítico, tampoco le hace más honesto o ético que al resto. ¡Los o las tituladas no son mejores gobernantes/autoridades, mejores administradores públicos, o mejores cuidadores de la Madre Tierra, sólo por portar un cartón! Veamos las nefastas historias políticas actuales de Abya Yala.

¿Cuáles son los desafíos de la decolonialidad desde las y los académicos?

(Niño agricultor)

Desescriturarse. Grandes son los esfuerzos teóricos que realizan las y los académicos sobre procesos de colonialidad y decolonialidad. Sin embargo, mientras sigan utilizando como la única fuente/depósito de conocimiento cualificado la “fuete escrita”, se seguirá afianzando la condición de colonialidad.

Ni los libros, ni los papers, determinan, ahora, la dinámica del mundo real. Es más, lo escrito, como depósito y vehículo, sucumbió frente a la omnipresencia de lo audiovisual. El mundo actual se guía/mueve por verdades que están fuera de los textos escritos. La decolonialidad debe beber de otras fuentes, utilizar otros canales…

Destitularse. Durante la escolástica y la modernidad reciente, las verdades dichas por sus autores tenía autoridad y valor en la medida que éstos acreditaban títulos académicos. Así nació la “tradición suareciana” que consiste en nombrar/presentar los muchos títulos del expositor académico antes que diserte con sus pocas verdades.

El o la decolonial, ante las evidencias del desvanecimiento de la autoridad de los títulos académicos, está llamado a “omitir” presentarse respaldándose en sus títulos. No sólo porque esa presentación o respaldo en sus títulos académicos afianza la condición de “colonialidad ontológica” de su auditorio (que se siente nada en su ser y saber ante el PHD o Lic.) sino porque a mayor grado o años en las universidades occidentalizadas mayores y más profundas son los procesos de colonización en uno o una.

Con los títulos de las universidades occidentalizadas imposible desoccidentalizar o decolonizar el mundo. Los contenidos curriculares y la acreditación occidentalizada están hechos para hacer sostenible la dominación de la humanidad y la demolición de la Madre Tierra.

Volver a la Tierra. Otro de los mitos que instaló la academia occidental fue y es: “Cuanto más títulos y profesional seas, más lejos debes estar de entrar en contacto con la tierra”. Es decir, la academia fue y es esencialmente descampesinación de la humanidad. Veamos caso Cuba, por ejemplo.

Claro, se consiguen los títulos académicos para generar mejores y rápidos ingresos económicos sin mayor esfuerzo físico. Ésta es una ilusión socialmente compartida. El agricultor suele inculcar a su hijo: “Para que no seas como yo, estudia para que seas alguien en la vida”. Pero, ¿eso nos garantiza plenitud? ¿Por qué tanto el miedo a la muerte que es una compañera que nos devuelve a la Tierra, nuestro origen y destino?

Vino la pandemia de COVID19 y nos confirmó el error mortal de la academia occidental y occidentalizada. ¡Las familias campesinas sobrevivieron sin mayores ansias y sufrimientos al encierro planetario! Si no somos capaces de cultivar nuestra propia comida, por más títulos/dinero que poseamos, morimos atrapados en el miedo de encontrar al virus en el otro que nos provee comida.

Hacer comunidad. Así como es contradictorio intentar decolonizarnos u decolonizar recitando únicamente “escritos de autores”, reiterando o amparándonos en nuestros títulos académicos, o alejados de nuestra identidad Tierra, también es y será difícil la decolonialidad desde el individualismo metodológico.

Fuente de la Información: https://ollantayitzamna.com/2021/01/02/la-titulocracia-y-desafios-de-la-decolonialidad/#more-1896

 

 

 

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Navidad campesina en Guatemala en tiempos de pandemia

Navidad campesina en Guatemala en tiempos de pandemia

Ollantay Itzamná

La Comunidad Margaritas III, se encuentra en el Municipio de San Francisco Zapotitlán, Suchitepéquez, a 170 Km al suroeste de la ciudad de Guatemala. Está conformada por 15 familias campesinas, en su gran mayoría ex mozos colonos de las fincas agrícolas aledañas que rodean a la comunidad.

Las y los integrantes de la comunidad, por el proceso del colonaje, perdieron por completo su idioma materno, buena parte de sus costumbres mayas… Genéticamente predominan los rasgos mayas. Las familias son campesinas, pero sin tierras. Generan sus medios de vida como jornaleros en las fincas vecinas, alternando con trabajos en los poblados más próximos.

Jóvenes campesinos se organizan en tiempos de pandemia

Durante la pandemia, aprovechando la presencia permanente en la comunidad, jóvenes y niños crearon su organización juvenil y la denominaron Genera Comunidad. Lo hicieron con la finalidad de promover la “participación de niños y jóvenes en la vida comunitaria”.

Estos jóvenes, con motivo de la Navidad 2020, prepararon una convivencia navideña para toda la comunidad. Consiguieron y entregaron juguetes y caramelos para todos los y las niñas de la comunidad, como nunca antes había ocurrido.

Para financiar dicha actividad, cada joven y niños que integran la organización Genera Comunidad aportó Q 25 (equivalente al jornal mínimo que reciben en las fincas vecinas por el corte del café) Y, para completar el costo del convivio navideño, enviaron solicitudes de apoyo a algunas amistades externas a la comunidad.

Algunos padres de familia aportaron frijoles, tortillas, carne, leña… y los jóvenes prepararon la cena. Otros, aportaron y elaboraron las bebidas… Los refrescos y desechables estuvieron completamente ausentes en la fiesta… Una de las familias aportó la “llegada de un Papa Noel cargado de pelotas” que dibujó angelicales alegrías en los rostros de niños presentes.

Desde días anteriores, las y los jóvenes prepararon los adornos y mensajes para la ambientación del lugar de la reunión, compraron y envolvieron los juguetes con dedicatoria para cada niño y niña, según sus edades…

Así, la tarde del convivio navideño comunitario fue lúdica, colorida, y sobre todo alegre por la presencia y sonrisas de niños ilusionados con sus juguetes.

Qué aprendimos de esta convivencia navideña comunitaria

Podemos estar o no de acuerdo con el sentido religioso o mercantil de la Navidad. Pero no se puede negar el hecho que estas fechas simbólicas pueden y deberían ser aprovechadas para promover la proximidad entre las personas, y afianzar el tejido social comunitario. Sobre todo, ahora, que la pandemia nos mostró que la comunidad es el “antídoto social” contra este mal.

Si bien la Navidad es un vehículo de colonización y mercantilización incluso de lo “sagrado”, sin embargo, también dicha fecha puede y debería ser motivo para organizarnos, compartir y cultivar la comunidad. El individualismo y el consumismo no tienen por qué ser necesariamente los únicos referentes a seguir para la juventud y la niñez.

No importa en qué situación económica nos encontremos las familias. Si tenemos esperanza, y fe en el ser humano, siempre tendremos mucho que ofrecer para las y los demás.

Las y los jóvenes campesinos, hijos de jornaleros de la Comunidad Margaritas III, nos enseñan que si estamos organizados y habitados por una buena voluntad siempre se puede regar con alguna dosis de alegría nuestro mundo marchito en tiempos de pandemia.

No sabemos quiénes, cuántos , ni cómo estaremos para la Navidad del 2021. Lo que sí sabemos es qué y cómo compartimos la Vida con nuestra comunidad hasta ahora. Si la Navidad nos sirve para cultivar comunidad, y abonar a la esperanza humana, pues, bendita fecha, sin importar si es de origen profano o sagrado.

Ollantay Itzamná. Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos

Blog del autor: https://ollantayitzamna.com/

@JubenalQ

Fuente de la Información: https://rebelion.org/navidad-campesina-en-guatemala-en-tiempos-de-pandemia/

 

 

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