Por: Geldis Muñoz Palala
Según el Compendio de Educación del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 2015 el número de matriculados en educación superior —universidad pública y nueve privadas— fue de 366 mil 674; de estos, 155 mil 925 correspondían a centros privados. En ese año, 54 de cada cien inscritos fueron mujeres.
En el 2015, por cada cien inscritos en el nivel técnico, 64 eran mujeres, y en licenciatura la cifra se situó en 49. En maestría la mitad eran mujeres, y en doctorado, 33 de cada cien.
Alcanzar esta cifra no ha sido fácil porque en el país persiste la desigualdad de género, y se refleja en que muchos de los altos cargos públicos son dirigidos por hombres y son pocas las mujeres que han logrado ubicarse en ellos, o bien muchas profesionales ganan menos que un hombre al desempeñar un mismo cargo.
Que hoy existan “muchas mujeres” y que haya inclusión tampoco ha sido sencillo, ya que hace 53 años las féminas en la Universidad de San Carlos (Usac) representaban el 13 por ciento de la población total (7 mil 14), lo cual se superó hasta 2009, cuando alcanzó el 52 por ciento del total (134 mil 196). Para el año pasado, el 53.6 por ciento de los estudiantes inscritos fueron mujeres.
Cambios a nivel de grado
- Graduación
- La directora del Iumusac, Ana Borrayo, resaltó que en el posgrado se reduce la cantidad de mujeres.
- Según el INE, en el 2015 se graduaron 33 mil 680 personas de la Usac y universidades privadas; un 68 por ciento más que en el 2011. El porcentaje de mujeres graduadas en el 2015, respecto del total de universitarios que recibieron título, fue del 62.4 por ciento. Ese año, en áreas técnicas, se muestra un mayor porcentaje de mujeres graduadas —69 por ciento— que de hombres —31 por ciento—.
- Del total de graduados en licenciatura, el 56.5 por ciento eran mujeres, y en maestría, 52.4 por ciento. En doctorado se quedó en 40.7 por ciento.
Ana Patricia Borrayo, directora del Instituto Universitario de la Mujer, de la Usac (Iumusac), señaló: “En el 2009 se da un cruce total en la Universidad, que del 49 por ciento, en el 2008, se pasa al 52 por ciento”.
Recordó que de los años 1960 a los 90 comenzó a cambiar la matrícula, lo cual se debe a los avances que se han dado en los derechos de las mujeres en el país.
La Usac creó el Iumusac, con el objetivo de que fuera el encargargado de impulsar estudios sobre las condiciones, situación y posición de las ciudadanas guatemaltecas y universitarias, así como de fomentar el liderazgo de la mujer, erradicación de la violencia y discriminación. También se instaló la política y plan de equidad de género de educación superior.
En el libro Entre cifras, Borrayo explica que el anhelo de las mujeres por lograr su acceso a las aulas universitarias tuvo una demora de casi 200 años y que fue a partir de la Reforma Liberal de 1871 que se empezaron a replantear e instaurar algunos cambios al sistema educativo nacional de ese entonces.
Se crearon las primeras escuelas normales para mujeres en Magisterio y el diplomado en Bachillerato, que implicaron un cambio cultural que se situó como el camino de la matriculación de la mujeres a la Universidad.
Recordó también que en 1883 se autorizó el ingreso de las mujeres a la Escuela Anexa de Comadronas, adscrita a la antigua Facultad de Medicina y Farmacia, lo cual constituyó “un primer pequeño logro en el espacio académico, que abrió sus puertas a las mujeres”.
Luis Irías, jefe del Departamento de Registro y Estadística de la Usac, comentó que los datos actuales son “sorprendentes” porque hace 30 años la matriculación de mujeres era de un 30 por ciento.
En el 2016, de los 185 mil 249 inscritos en la Usac, 99 mil 225 eran mujeres (53.6%) y 86 mil 24, hombres (46.4%).
Irías comentó que si se dividen las estadísticas por capital —que abarca el campus central, el Centro Universitario Metropolitano y el Paraninfo— (112 mil 381 inscritos) y por departamentos (72 mil 868), el porcentaje de mujeres matriculadas no varía. “Hay una evolución de un 80 por ciento de estudiantes urbanos a un 60 por ciento, aproximadamente; o sea que han cambiado en los dos sentidos favorablemente, cumpliendo un objetivo en la lucha contra la exclusión terrible que existe en el país”, aseveró.
¿Qué influye al elegir carreras?
- Factores
- Según la experta Aimée Rodríguez, un factor que influye para que muchas mujeres e incluso hombres no estudien carreras relacionadas con ciencias exactas es que la cantidad de personas que siguen profesorados en Matemática o en Física Fundamental es poca, y pareciera que los profesores que enseñan en el nivel medio no son especializados.
- El viceministro técnico de Educación, Héctor Canto, reconoció que el país ha invertido más en la formación docente en educación preprimaria y primaria y no para el nivel medio, aunque este año y el otro comenzarán a implementar un proyecto para el mejoramiento en el ciclo básico.
- Canto opina que las mujeres se inclinan más hacia carreras sociales por el tipo de oportunidad que tienen las personas, ya que estudiar áreas como Ingeniería, Agronomía, Arquitectura o Medicina requiere tiempo, mientras que las sociales se pueden estudiar en tiempo parcial, en horarios nocturnos o bien en plan fin de semana.
¿Qué estudian?
Para 1963, las facultades de la Usac que registraron el menor porcentaje de inscripción femenina fueron Ciencias Médicas (4 por ciento), Veterinaria (3), Ingeniería (1) y Agronomía (0.6), en tanto que la Facultad de Humanidades de Occidente tenía el 55 por ciento y la Escuela de Servicio Rural, el 40 por ciento. Ese año, por cada cien estudiantes, 11 eran mujeres.
En la actualidad, aunque el sector femenino ha logrado equidad en la matrícula, no se observa así en todas las áreas, ya que se concentra en las sociales y humanísticas.
Según el INE, en el 2015, en la Usac y en las privadas, 63 de cada cien estudiantes de Ciencias Médicas eran mujeres; en Ciencias Sociales eran 59 de cada cien, y en Humanidades, 66. En Ingeniería y Tecnología, el 24.3 por ciento de inscritos en carreras de esa área eran mujeres.
En la Usac, en las carreras que se imparten en la capital, en el 2016 se reporta el mayor número de mujeres: Trabajo Social con 94.3 por ciento; Ciencias Lingüísticas, 76.7; Ciencias Químicas y Farmacia, 73.8; Humanidades, 70.4; y Ciencias Psicológicas, 68.7.
Entre las que menos mujeres reportan: Ingeniería; con 16.6 por ciento; Ciencias Físicas y Matemáticas; 18.6 por ciento; Agronomía, 31 por ciento; Centro de Estudios del Mar y Acuicultura; 40.6 por ciento; y Arquitectura, 43.1 por ciento.
Aimée Rodríguez, coordinadora del Programa de Estudios sobre Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), indicó: “Esto se debe a que vivimos en una sociedad patriarcal, donde los roles que socialmente se han asignado para cada sexo continúan prevaleciendo”.
Comentó que dichos papeles se construyen desde que el bebé nace, y se refuerza y legitima a lo largo de la vida, razón por la cual las mujeres prefieren estudiar áreas humanísticas, que van vinculadas en forma directa con los roles socialmente asignados como el “cuidado de niños y la enseñanza”.
Agregó que el sistema educativo en el nivel medio promueve el que las mujeres opten por carreras como Secretariado y Magisterio.
Fuente:http://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/toman-la-delantera