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Guatemala recibe préstamo para educación

Guatemala / http://elperiodico.com.gt/ / 19 de Octubre de 2016.

Guatemala firmó ayer un contrato de préstamo con la Cooperación Financiera Alemana (KFW) por €21 millones (Q169.5 millones aproximadamente) a un plazo de 20 años y con una tasa de interés de 2.09 por ciento anual.

Esos recursos se destinarán a mejorar el ciclo de diversificado y serán ejecutados en un plazo de cuatro o cinco años por el Ministerio de Educación (Mineduc). Los fondos servirán para construir y rehabilitar institutos, equipar aulas y talleres, crear nuevas carreras, formar docentes y dar becas a los estudiantes.

Ante los cuestionamientos por la baja ejecución de Guatemala en otros ministerios y préstamos, el ministro de Educación Óscar Hugo López, aseguró que cerrarán el año con al menos 95 por ciento de ejecución. Este ministerio tiene un alto porcentaje de presupuesto designado a cubrir la nómina y gastos de funcionamiento.

El embajador de Alemania, Harold Klein, explicó que la idea es beneficiar a la población en áreas rurales, especialmente a familias indígenas. Por ello, los esfuerzos se enfocarán en apoyar a más de 2 mil 500 estudiantes en los departamentos de Alta y Baja Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Jalapa y Quiché.

El monto inicial previsto era de €33 millones, pero se bajó la cifra al no poder firmar los contratos y los convenios iniciales en el plazo establecido, explicó Lydia Adler, directora regional de la Cooperación Alemana.

Apoyo

El portafolio actual de proyectos de la cooperación alemana en Guatemala asciende a alrededor de €90 millones. Y están centrados en los ejes de ambiente, educación y gobernabilidad. Además apoyan el fortalecimiento de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y analizan la opción de aportar al sector justicia.}

Fuente: http://elperiodico.com.gt/2016/10/19/economia/guatemala-recibe-prestamo-para-educacion/

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Guatemala: Dañadas al menos dos mil escuelas por lluvias en Guatemala

Guatemala / 19 de octubre de 2016 / Fuente: http://prensa-latina.cu/

Al menos dos mil escuelas quedaron dañadas en Guatemala por el impacto de las lluvias este año, reveló hoy Héctor Canto, viceministro técnico de Educación.

Esa cifra la determinó el Ministerio luego de un levantamiento de datos, precisó el funcionario al diario Prensa Libre.

Según Canto, la entidad intentará reparar los colegios con un trabajo coordinado entre las unidades ejecutoras de distintos ministerios y municipalidades.

También se busca establecer alianzas público-privadas con algunas fundaciones para la remodelación inmediata de centros educativos, agregó el representante gubernamental, quien destacó el aporte local en especial para remozar los techos.

Canto detalló además que los estudiantes guatemaltecos del sector público recibieron clases por unos 175 días, cinco menos de lo propuesto a comienzos de año, pese al gran esfuerzo realizado por la cartera.

Ese resultado lo calificó de bueno comparado con años anteriores, cuando el promedio era de 145 a 155 días.

‘Se hará un análisis del impacto del tiempo de clases. El tiempo no es el único factor que beneficia la calidad educativa y hacemos un esfuerzo para que las condiciones sean mejores cada día’, aseveró el viceministro.

Fuente noticia: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=34543&SEO=danadas-al-menos-dos-mil-escuelas-por-lluvias-en-guatemala

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El concepto de calidad de Fe y Alegría y sus sistema de mejora.Una mirada alternativa.

Por: Elizabeth Riveros Serrato.

En el año 2004 Fe y Alegría comienza a desarrollar un sistema de mejora de la calidad que permita a los centros educativos entrar en una dinámica de aprendizaje y mejora continua. El propósito del sistema es fomentar una cultura permanente de la mejora de la calidad educativa. De esta manera, Fe y Alegría busca contribuir desde su propia experiencia al mejoramiento de la calidad de los sistemas educativos públicos de los países de América Latina y el Caribe.

La calidad educativa es una noción compleja que puede asumir significados diversos, incluso contradictorios, según quien la defina. Parte de la complejidad depende de que se trata de un concepto multidimensional ya que los procesos educativos se desarrollan en múltiples niveles (sistema educativo, escuela, sala de clases, familias de las y los estudiantes, entre otros) y están afectados por una pluralidad de factores, algunos internos a las escuelas, otros externos. A eso se suma que la calidad educativa es una noción ideológica que descansa sobre un proyecto político y social, es decir, lo que se entiende como calidad se construye de acuerdo a la visión que cada sociedad tenga sobre su futuro y el de las personas que se quieren formar para hacer realidad esa visión. En este sentido, subyacen a la idea de calidad educativa sistemas de valores y aspectos éticos del ordenamiento social.

Fe y Alegría promueve el derecho a una educación de calidad para todos y todas, lo que significa reconocer que todas las personas necesitan y deben ser educadas para desarrollar sus potencialidades y participar plenamente de la sociedad. La educación es un derecho crucial debido a que posibilita el acceso a otros derechos básicos. En otras palabras, las consecuencias de la falta de educación, o de una educación de mala calidad, llevan a la exclusión social.

Al ser la educación un derecho fundamental para el desarrollo de las personas y su bienestar en la sociedad, Fe y Alegría entiende que ese derecho debe ser garantizado por el Estado. Fe y Alegría asume la opción de trabajar en y por la educación pública desde una comprensión de “lo público” como el lugar de todos y todas, accesible a todas y todos, desde donde se construye el bien común. Para Fe y Alegría la existencia de una educación pública de calidad propicia el desarrollo y fortalece la democracia.

Promover el derecho a una educación de calidad implica eliminar todas las barreras que limitan el acceso a la educación o a la continuidad de los estudios, sean las que discriminan a las personas o las que segmentan por grupo socioeconómico. Se trata de fomentar una educación pública inclusiva y equitativa: una comprensión de la calidad educativa inseparable de la equidad.

Fe y Alegría es consciente de que América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo en su distribución de la riqueza y de que esta desigualdad económica se traslada al plano educativo. Pese a que en promedio el 95% de los niños y niñas de la región tiene acceso a la educación escolarizada, la calidad es muy deficiente. Más del 50% de la población estudiantil no alcanza las capacidades mínimas para la lectura ni para la resolución de problemas matemáticos [1].

Existen una serie de elementos que contribuyen a reproducir la desigualdad educativa [2]:

• acceso diferencial a distintos niveles educativos para las personas pobres y las que no lo son;

• tratamiento diferencial en las escuelas, que otorga más ventajas a estudiantes que proceden de hogares de mayores ingresos;

• segregación social en las escuelas, por la cual la mayor parte de las y los estudiantes aprende en la escuela a convivir y a relacionarse sólo con personas de un nivel socio-cultural semejante al suyo;

• diferencias importantes en los esfuerzos privados que realizan las familias para apoyar a sus hijos e hijas (en la transmisión directa de capital cultural);

• contenidos y procesos educativos que no se dirigen específicamente a tratar la desigualdad como problema de estudio. La superación de la desigualdad no se logra solo con la distribución de recursos materiales. Es imprescindible tener en cuenta aspectos socio-culturales, políticas y subjetividades, propias de cada persona. Se requiere ofrecer una educación entendida como medio de expansión de las capacidades individuales y colectivas. La propuesta pedagógica debe confiar en que todas las personas tienen capacidades; debe ser mediadora entre la realidad de cada sujeto y la comprensión que cada cual tenga de ella y debe ofrecer alternativas pertinentes que sean atractivas y despierten capacidades.

Educación de calidad, para Fe y Alegría, es la que:

Forma la integralidad de la persona potenciando el desarrollo pleno de todas sus dimensiones, la que valora su unicidad individual y su pertenencia sociocultural favoreciendo la apropiación y construcción personal y colectiva de conocimientos, actitudes y habilidades; es la que capacita para mejorar la calidad de vida personal y de la comunidad, comprometiendo a las personas en la construcción de una sociedad más justa y humana.

Se caracteriza por una práctica educativa y de promoción social entendidas como proceso concientizador, transformador, participativo, solidario, reflexivo, relevante, creativo, equitativo, eficiente y eficaz, elaborado desde y con las personas excluidas, que promueve un liderazgo grupal sin exclusión, donde cada uno tiene un lugar en el quehacer de la comunidad.

La Calidad implica la transformación de los sujetos, de la escuela y de las comunidades, para Fe y Alegría la calidad está directamente relacionada con la posibilidad que tiene la escuela de acercarse a la realidad del sujeto que quiere formar:

• Un sujeto crítico, empoderado, con capacidad de proposición y de compromiso con su realidad, con liderazgo, con capacidad para argumentar y construir.

• Una escuela abierta, sin modelos, no homogenizada, en búsqueda, que pasa de la actividad a la acción y da sentido desde el contexto.

• Una comunidad empoderada, que construye propuesta y tejido social, que reconoce la importancia de lo público y se compromete con él, que desarrolla proyecto para generar procesos de justicia y equidad.

Adoptando la definición de calidad educativa, los valores, los compromisos y los criterios expuestos, se construye el Sistema de Mejora de la Calidad de Fe y Alegría (SMCFyA) como una herramienta que organiza la escuela y que proporciona elementos para la mejora. Se desarrolla, por lo tanto, como un ciclo que se compone de cuatro fases que se explican a continuación:

La evaluación de los centros educativos

La evaluación se realiza con el propósito de diagnosticar, comprender, dialogar, aprender y mejorar la calidad de los procesos educativos. La evaluación no debe reducirse a un ejercicio de control sobre el evaluado que consiste en la comparación, la clasificación, la jerarquización, o incluso la discriminación. Por el contrario, la evaluación debe estar encaminada a la mejora de la práctica educativa y fundamentarse en el compromiso de todos y todas con el conocimiento y la reflexión. Solo si la evaluación genera comprensión y participación, es posible obtener mejoras educativas. Desde esta perspectiva, se trata de un reto pedagógico y ético, más que un mero hecho técnico.

Además, la evaluación debe estar orientada hacia la autonomía: la comunidad educativa debe tener una clara implicación y capacidad de autodeterminación de manera que pueda tomar decisiones y estas tengan un efecto positivo en el propio centro y, a largo plazo, en la eficacia del sistema educativo. La evaluación como proceso dialógico y sistémico debe generar impactos tanto en el pensamiento de las y los docentes, del estudiantado, de los equipos directivos y de la comunidad.

Todo ello reflejado en los impactos que se generan en los contextos, en las prácticas de intervención y en la cultura organizacional. Fe y Alegría opta por un enfoque de evaluación caracterizado principalmente por:

• ser multidimensional: toma en consideración los resultados, los procesos educativos, la estructura y los recursos del centro y el contexto;

• ser de carácter autoevaluativo: requiere la implicación de los sujetos evaluados (con un acompañamiento externo);

• estar encaminado hacia la mejora: utilizar la información arrojada por la evaluación para entender qué cambios son necesarios para mejorar;

• ser participativo: requiere el involucramiento de todos y todas en el análisis de esa información;

• ser democrático y transparente: es fundamental consensuar las interpretaciones y las prioridades;

• hacer del centro educativo el protagonista de la toma de decisiones: cada uno identifica las acciones y líneas de trabajo necesarias para la mejora;

• estar contextualizado;

• tener como objetivo ni jerarquizar, ni clasificar los centros educativos.

Desde un enfoque multidimensional e integral, la evaluación tiene como objeto:

Las dimensiones están estrictamente interrelacionadas y cada una arroja información para iluminar a las demás y dibujar un cuadro completo de la situación en el centro educativo. El contexto define, limita y orienta la intención con la cual un centro educativo trabaja. Se puede decir que un centro es de calidad cuando responde al contexto en que se encuentra, con sus intereses y necesidades, y desde allí desarrolla estrategias para transformar esa realidad.

La forma en que se utilizan los recursos influye en el hecho educativo. Los procesos educativos y su interacción son determinantes para la calidad educativa. Por eso, la evaluación de estos procesos es la que posteriormente orientará las posibles líneas de acción para la mejora de los centros.

Por último, los resultados se consideran como una de las dimensiones que debe generar un centro en la medida que las demás se articulan. En coherencia con el valor asignado a una educación integral, la evaluación mide los aprendizajes cognitivos de las y los estudiantes en matemáticas y lenguaje, y también sus actitudes y valores frente a sexualidad y cuidado del cuerpo, violencia, justicia y solidaridad. Para lograr la vivencia efectiva de esta fase y del sentido de la evaluación desde esta mirada de cultura de mejora, se hace necesario ir desarrollando y generando de manera consciente, las capacidades de: • Mirar-se, de hacer pares en el camino para reconocer y ver la práctica y las prácticas que los centros educativos realizan.

• Reconocer el contexto, dar sentido a la realidad que día a día vemos y conocemos, analizar y relacionar esas realidades con las posibilidades de aprendizaje y de formación del sujeto que queremos formar.

• Comprender y leer las diversas percepciones que hay en la escuela sobre las realidades y las prácticas que se desarrollan.

• Contrastar la práctica con otras realidades para revisarla y ajustarla.

La reflexión

A partir de la devolución de los resultados el centro educativo entra en un proceso de reflexión que sigue a lo largo de todo el ciclo de mejora. Para ello, organiza equipos de centro , con representación de todos los estamentos y actores de la comunidad educativa, que van a reflexionar y dialogar sobre los resultados encontrados.

Durante esta fase se busca que el centro educativo entienda las debilidades y fortalezas encontradas en la evaluación y proceda a identificar los problemas centrales . Una vez delimitados los problemas, los equipos los priorizan y definen las líneas de acción para intervenir sobre ellos. Todo esto implica desarrollar capacidades de:

• Diálogo y conversación, participación e interacción entre diferentes sujetos.

• Reconstruir y ajustar la práctica a partir de la reflexión.

• Problematizar, hacer preguntas, cuestionar la realidad y lo que se vive en la escuela. • Darse cuenta de lo que se es, lo que es la práctica. Se trata de un proceso que exige tiempo y muchas veces no está exento de dificultades, pero el esfuerzo se traduce en la adquisición de capacidades al interior de la comunidad educativa, conocimiento de la propia realidad, aprendizaje colectivo, construcción de consenso y apropiación de la estrategia de mejora, lo cual es fundamental para lograr una cultura de la mejora educativa.

La elaboración e implementación de planes de mejora

Una vez definidas las líneas de acción el centro, los equipos de trabajo entran en una fase de organización y planificación de las mismas, para desde ahí encaminar las acciones de manera priorizada, secuencial y gradual. Esta organización lleva a la elaboración del plan de mejora , proyectado a tres años, que expresa objetivos y resultados a perseguir.

El plan de mejora inicia su implementación con el acompañamiento de las y los Coordinadores Pedagógicos de Fe y Alegría, y con la participación de todos los miembros de la comunidad educativa. Durante la implementación, la escuela debe valorar periódicamente el avance del plan para introducir los ajustes que se necesiten. Todo esto supone que el centro educativo vaya fortaleciendo su capacidad para valorarse y transformarse, generando una nueva cultura educativa. La idea que subyace al plan de mejora es que la escuela debe estar abierta al cambio.

Desarrollar la capacidad de proyectar y dar sentido a la acciones, de vivir en un plan que mueve y articula a todos y todas. Generar una capacidad de reconocer el avance, el cómo se va acercando al sueño propuesto, capacidad para saber qué acciones nos han permitido acercarnos al sueño, cuáles nos han estancado. Capacidad para comprender que avanzar es mejorar y mejorar es crecer y es lograr.

La sistematización

Finalmente, cada centro educativo desarrolla una sistematización del proceso de evaluación y mejoramiento. Sistematizar consiste en hacer una interpretación crítica de una o varias experiencias, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, para descubrir la lógica del proceso vivido y los factores que intervienen.

Su objetivo dentro del Sistema de Mejora de la Calidad de Fe y Alegría es prestar atención a los procesos de mejora y reconstruir su implementación (actores relevantes, factores que facilitan o dificultan, el contexto en el que se da, etc.) para aprender e ir dejando huella de la forma en que sucedieron los cambios. De esta manera, se construye conocimiento al interior del centro y se facilita el aprendizaje para experiencias futuras de mejoramiento en la misma escuela, así como en otras que estén en un contexto similar.

Esta fase, que se da desde el comienzo de la implementación del plan de mejora, exige un esfuerzo adicional para el centro educativo que debe planear la sistematización, generar+ espacios de reflexión y tiempos para que el equipo sistematizador pueda recoger y organizar la información obtenida.

El conocimiento desarrollado a través de la sistematización debe ser difundido de manera amplia y variada (medios virtuales, publicaciones o en espacios de socialización) para que toda la comunidad educativa y otras instituciones conozcan la experiencia de mejora del centro.

Para realizar este proceso es necesario desarrollar capacidades de:
• Narrar y comunicar, de saber contar a otros que es lo que hemos hecho, narrar la vida que se ha producido en la transformación de las prácticas.
• Construir conocimiento y aprendizajes de lo que se realiza.
• Capacidad de transformar y ajustar la práctica.

La mejora de la calidad implica la transformación de las prácticas que hemos identificado que queremos transformar y a la vez reflexionar las prácticas y acciones que vamos implementando para la transformar la práctica. Hemos propuesto por lo tanto un concepto de calidad histórico y contextualizado, que implica el desarrollo y generación de nuevas capacidades, nuevas organizaciones, nuevas miradas.

Un concepto de calidad que implica el construir una nueva Cultura escolar, en un ciclo de Calidad que permite la creación y la transformación. Concepto de calidad que implica cuestionar y problematizar permanentemente lo que se hace y vive, una calidad que hace de la escuela un espacio de construcción y de búsqueda permanente. Una cultura que nos hace ser Sujetos de la acción de transformación de cada uno, de la escuela y de las comunidades.

*Elizabeth Riveros Serrato, Coordinadora Ejecutiva del Programa de Calidad educativa de la Federación Internacional Fe y Alegría.

Notas

[1] Resultados de países latinoamericanos en la prueba PISA. OCDE (2004), Informe del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, París.

[2] F. Reimers (1993); “Una innovación educativa para proporcionar educación básica con calidad y equidad”, en: Revista de Pedagogía, vol. XIV, pp 31-49

Referencias bibliográficas

CASASSUS Juan, Violeta Arancibia, Enrique Froemel. (1996). “Laboratorio Latinoamericano de evaluación de calidad de la educación”. Revista Iberoamericana de Educación . Número 10. Evaluación de la Calidad de la Educación. (En http://www. campus-oei.org/oeivirt/rie10.htm)

FE Y ALEGRIA. XXXIV Congreso Internacional, Colombia, 2003.

FE Y ALEGRIA. XXXIII Congreso Internacional, Paraguay, 2002.

FE Y ALEGRIA. XXXII Congreso Internacional, Guatemala, 2001.

FE Y ALEGRÍA. (2003) Metodología para sistematizar prácticas educativas. Borja Beatriz. Venezuela.

FE Y ALEGRÍA. (2005). La escuela más allá de los muros. Herramientas para una comprensión transformadora del contexto. Centro Cultural Poveda. República Dominicana.

FREIRE, P. La pedagogía de la esperanza. 1992

MARCHESI, A. (2000). “Un sistema de indicadores de desigualdad educativa”. Revista Iberoamericana de Educación , 23, 135-163.

MARCHESI, A. y MARTÍN, E. (1998) Calidad de la enseñanza en tiempos de cambio. Madrid: Alianza.

MEJÍA, Marco Raúl, (2012): Pedagogías Críticas desde el Sur (Cartografías de la educación popular). Bogotá: Editorial Magisterio.

MORÍN, Edgar. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro . París: UNESCO. Francia. Trad. M. Vallejos G. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín. Colombia. VII – 68 p. (En http://www.complejidad.org/27-7sabesp.pdf o http://www.unesco.cl/0709.htm).

RIVEROS, Elizabeth. (2009). El Sistema de Mejora de la calidad Fe y Alegría. Una mirada desde la Educación Popular. Bogotá: Ladiprint Editorial Ltda.

RIVEROS Nicolás (2014). Brief sobre el Sistema de Mejora de la Calidad, Bogotá.

SANTOS Guerra, M.A. (2002) Trampas en educación: Un discurso sobre la calidad . Madrid: Ediciones Morata.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/el-concepto-de-calidad-de-fe-y-alegria-y-su-sistema-de-mejora-una-mirada-alternativa/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/pinterest.jpg

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Guatemala: Latinoamérica alza la voz contra la exclusión educativa.

En un seminario en Guatemala, autoridades y ONG de educación compartieron estrategias para enfrentar la deserción escolar, reconocieron a las 14 escuelas con las prácticas más innovadoras contra la exclusión y presentaron un observatorio ciudadano que permite monitorear la educación en América Latina.

Centro America/Guatemala/18.10.2016/Autor y Fuente: http://www.elciudadano.cl/

La Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (Reduca) se reunió este 10 y 11 de octubre en Guatemala, en su VI encuentro anual y en un seminario internacional, cuyo objetivo fue alzar la voz ante la exclusión escolar y compartir estrategias para combatirla. Educación 2020 acudió en representación de Chile, en una actividad que reunió a 14 países de la región.

El abandono y la exclusión escolar es un problema transversal en América Latina. Según Unesco y Unicef, en 2008, dentro de un universo de 100 millones de niños, niñas y jóvenes, más de 6 millones no asistían al colegio. En Chile, según el Mineduc, cada año hay 90 mil estudiantes que abandonan la escuela y no vuelven más.

“Este éxodo ocurre por problemas sociales como la pobreza, pero también por insatisfacción con la escuela, porque reciben una educación que no les hace sentido”, explica Mirentxu Anaya, Presidenta Ejecutiva de Educación 2020 y representante de Chile en el encuentro, y agrega que el foco debe estar en replantear la educación de las escuelas y no responsabilizar a los niños y niñas de su exclusión.

Para contribuir con esa premisa, Reduca reconoció en el evento a 14 escuelas de América Latina y el Caribe que desarrollan prácticas innovadoras de inclusión y permanencia escolar. Por ejemplo, un colegio salvadoreño que promueve la reinserción con un proyecto educativo comunitario o un colegio público chileno de Peñalolén que incentiva el aprendizaje a través de la ecología como disciplina transversal.

Además de las 14 ONG educativas, en el seminario participaron la Ministra de Educación de Santa Fe, Argentina, y el Viceministro de Educación de Guatemala. El encuentro sirvió para compartir estrategias sobre permanencia y retención escolar, entre organizaciones y autoridades cuyo trabajo es incidir en sus políticas públicas nacionales.

Finalmente, Reduca destacó en el evento su Observatorio Ciudadano (reduca-al.net/observatorio/inicio), que permite a cualquier persona monitorear si su país garantiza el derecho a la educación. Hay datos como que Chile cuenta con 95% de docentes con título universitario, versus el 14% de Argentina. O que Chile es el país con la matrícula pública más baja de la región: apenas un 40%.

La Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (Reduca) está integrada por organizaciones de la sociedad civil de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana.

Fuente: http://www.elciudadano.cl/2016/10/12/331655/latinoamerica-alza-la-voz-contra-la-exclusion-educativa012/

Imagen: http://www.elciudadano.cl/wp-content/uploads/2016/10/12-10-16-latinoamerica-contra-exclusion.jpg

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Guatemala: Realizarán jornadas del Movimiento Estudiantil

Guatemala/17 de Octubre de 2016/La Hora

En la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), del 17 al 19 de octubre se realizarán lras Jornadas Movimiento Estudiantil, Universidad y Sociedad,  en donde participarán asociaciones de estudiantiles, profesores e investigadores de esa casa de estudios y de la Universidad Rafael Landívar.

En la actividad se debatirá el pasado y el presente del movimiento estudiantil, así como el papel que ha jugado históricamente la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) y las posibilidades de su rescate.

Fuente: http://lahora.gt/realizaran-jornadas-del-movimiento-estudiantil/

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Jóvenes excluidos de educación y trabajo

Por: José Roberto Osorio

Según el estudio “Exclusión educativa y laboral de la población de 15 a 24 años en Centroamérica”, (ERCA-Estado de la Nación, con auspicio de OIT), en 2015, Centroamérica tenía 45.4 millones de habitantes de los cuales 9.1 millones, cifra equivalente a una quinta parte, eran jóvenes. El 59 % de ellos estaba fuera del sistema educativo y dos millones (22.8 %) estaban simultáneamente fuera del sistema educativo y del mercado laboral.

Este grupo es importante numéricamente y porque se espera desempeñen funciones sociales, económicas y políticas estratégicas para sus países, aunque muchos ya se han incorporado tempranamente al mundo del trabajo, generalmente en forma precaria y es obvio que se integran de varias y con frecuencia limitadas formas a la dinámica social. Empero, sin formación, o con una de baja calidad, no tendrán las condiciones para contribuir positivamente al proceso de desarrollo de los países y la falta de trabajo decente les impediría disponer de recursos mínimos para crear familias y ser parte de un proceso de crecimiento de ellos mismos y de cada nación. CEPAL ha planteado que “una persona en edad laboral debe contar al menos con 12 años de escolaridad formal para reducir su riesgo de ser pobre”.

En la Región, Honduras tiene el mayor porcentaje de jóvenes de su población (2015), con el 22 %, siguiéndole Nicaragua con el 21 %. Guatemala y El Salvador exhiben una tasa del 20 %, Costa Rica el 18 % y Panamá el 17 %.

La cobertura educativa en la Región se habría incrementado. En 2013 la educación primaria acogía entre el 80 % y 95 % de los niños y niñas en edad de acudir a la escuela, tasa que disminuye a menos de la mitad en preescolar y secundaria en la mayor parte de los países. Un fuerte desafío de la institucionalidad y los propios civiles es lograr una inclusión temprana de los estudiantes y retenerlos en el sistema para que continúen en la secundaria.

En cuanto a inversión pública en educación por persona, en 2013, Costa Rica casi sextuplicaba, por ejemplo, la de El Salvador y Honduras; decuplicaba la de Nicaragua, siendo casi el doble de la que se registró en Panamá.

También en 2013, la PEA de la Región fue de 20 millones de personas y la tasa de desempleo del 5.5 %. El problema mayor no es el desempleo sino la “precariedad de las condiciones de trabajo, y en ambas situaciones la población joven es la más afectada”. Los jóvenes tienen fuertes limitantes para incorporarse al mundo del trabajo y la tasa de desempleo en este grupo social duplica o triplica los promedios de cada país.

La clasificación elaborada en el estudio mencionado va desde la exclusión total que es la de aquellos jóvenes que no estudian ni trabajan (en este contexto se denominarán NENT, debido a las tergiversaciones del muy difundido vocablo “ninis”, grupo que en ocasiones se ha llegado a interpretar como una amenaza a la convivencia democrática, en tanto no creen en nada y se oponen a todo), hasta la inclusión en que se encontrarían los jóvenes que se dedican solamente a estudiar.

Combinaciones intermedias son “solo trabaja” y “estudia y trabaja”.

Suponiendo que los jóvenes que solo estudian (inclusión), asisten a un grado acorde a su edad y reciben una educación de buena calidad, tendrían mayores y mejores oportunidades de inserción en el mercado laboral.

En general los jóvenes trabajan en empleos peligrosos, mal remunerados y precarios.

Este panorama, complicado y difícil, impone tareas urgentes y prioritarias a los gobiernos, en particular a los tomadores de decisiones, gestores y gerentes públicos.

Fuente: http://www.laprensagrafica.com/2016/10/07/jovenes-excluidos-de-educacion-y-trabajo

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Guatemala: Organizaciones Civiles de AL y El Caribe se reúnen para abordar el reto de la permanencia escolar

Centroamérica/Guatemala/Octubre de 2016/Fuente: Newsinamerica

La Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (REDUCA), realizó del 10 al 12 de octubre el VI Encuentro de REDUCA para discutir los factores que contribuyen a la exclusión educativa e identificar posibles acciones para prevenir y disminuir la deserción escolar.

La permanencia escolar es un tema importante a promover en todos los países de América Latina, ya que aún persiste la desigualdad en el acceso a la educación, la deserción y la repitencia, factores que agravan la desigualdad y la vulnerabilidad social. Más de la mitad de quienes estudian en primaria no alcanzan los conocimientos mínimos para su nivel escolar, el 18% de los Latinoamericanos entre 15 y 19 años no estudian ni trabajan y solo el 21% de los jóvenes del continente termina la secundaria.

Verónica Spross de Rivera, Directora Ejecutiva de Empresarios por la Educación, organización guatemalteca anfitriona del evento, comentó “Este esfuerzo busca discutir las acciones que se deben tomar para promover y garantizar un sistema educativo inclusivo, que sea capaz de generar las condiciones para mantener en la escuela a todos los niños y niñas, como también de entregarles un proceso educativo pertinente, de calidad, que forme personas con competencias para su vida”.

Además, la deserción escolar implica consecuencias graves para los niños y jóvenes. De acuerdo con un estudio de CEPAL, aquellos estudiantes que dejan la escuela tienen más probabilidades de caer en drogadicción, alcoholismo y delincuencia. Este estudio muestra una fuerte correlación entre el nivel educativo alcanzado y los salarios que se obtienen del mercado laboral, ya que en aquellos países de la región en donde se ha logrado una alta cobertura en educación secundaria, dejar la escuela dos años antes trae una pérdida de ingreso de hasta el 30%.

De acuerdo con Gabriel Biguria, Presidente de Empresarios por la Educación, “la permanencia escolar es un reto importante para Guatemala ya que actualmente se estima que alrededor de 800,000 jóvenes se encuentran fuera del sistema escolar y muchos de ellos tampoco tienen oportunidades de trabajo.”

Durante el encuentro se llevó a cabo un seminario internacional sobre “Los desafíos de retención y permanencia escolar en América Latina” con la participación de expertos como Axel Rivas de CIPECC y Javier Luque del BID, autoridades educativas guatemaltecas y argentinas, representantes de organismos internacionales como la UNESCO y representantes de México, Argentina, República Dominicana y Brasil, entre otros de los 14 países que conforman la red. Finalmente, se conformaron mesas de trabajo para abordar la exclusión escolar desde el punto de vista pedagógico, las acciones y medidas que se toman actualmente para prevenirla y el rol de los docentes para mejorar la permanencia de los estudiantes en la escuela hasta concluir su educación secundaria, contando con las competencias, habilidades y destrezas básicas para la vida.

La Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (REDUCA) está compuesta por organizaciones provenientes de catorce países latinoamericanos, las que trabajan por un objetivo común: garantizar a todos los niños, niñas y jóvenes de la región el derecho a una educación pública inclusiva, equitativa y de calidad. La red se enfoca en incidir en las políticas educativas en cada uno de los países, exigiendo a las autoridades y promoviendo la participación de la sociedad civil para impulsar mejoras en los sistemas educativos de América Latina.

Dentro de la red participan organizaciones civiles de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile, Paraguay y Argentina.

Fuente: http://newsinamerica.com/pdcc/organizaciones-civiles-de-al-y-el-caribe-se-reunen-para-abordar-el-reto-de-la-permanencia-escolar/

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