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Estudiantes haitianos protestan contra inseguridad

Sucede en el marco de huelgas de sectores de la sociedad civil por la ola de secuestros e inseguridad que vive el país.

Estudiantes haitianos de escuelas públicas y privadas, así como del nivel universitario, protestan desde el pasado lunes contra el secuestro de profesores, estudiantes y directivos y en solidaridad con quienes han sufrido actos de secuestros en los últimos meses.

Durante estos dos días de movilización, los manifestantes levantaron barricadas de llantas quemadas en varias áreas de la capital, Puerto Príncipe, incluyendo Lalue, Poste Marchand, Avenue Christophe, Ruelle Waag y sus alrededores.

De ese modo protestan contra el fenómeno del secuestro, en pleno auge en el país, especialmente en la capital.

Los estudiantes hicieron saber que continuarán movilizados hasta la liberación de sus compañeros, quienes permanecen secuestrados desde hace una semana, cuando se produjo un pico en la ola de raptos, en la cual destacó el secuestro de dos directores de escuelas de educación básica.

Con esta serie de movilizaciones, el tráfico permanece intransitable en varias ciudades haitianas y las escuelas han estado cerradas.

Entrtanto, en el informe parcial de los operativos y casos atendidos desde el 1 de febrero de 2022 a la fecha, la Policía Nacional de Haití (PNH) informó que ha realizado 233 detenciones en todo el territorio nacional, según información revelada por el vocero de la institución, el inspector Garry Desrosiers.

Los principales cargos presentados contra las personas detenidas son posesión ilegal de armas de fuego, violación de un menor de edad, tráfico ilícito de marihuana y confinamiento forzoso, entre otros.

Además‚ seis presuntos bandidos fueron linchados por la población‚ mientras otros dos murieron a manos de la Policía‚ según Desrosiers. Respecto a los objetos incautados‚ la PNH recuperó ocho vehículos‚ 28 armas de fuego‚ 255 cartuchos de varios calibres y cinco kilos de marihuana.

Haití vive una ola de secuestros e inseguridad agravada en el último año, tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/haiti-protestas-ola-inseguridad-20220318-0009.html

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Ex ministro de educación en Haití aboga por intervención militar para sofocar a pandillas en el país

El exministro de Educación de Haití y director de la Iniciativa de la Sociedad Civil, Rony Desroches, abogó hoy por una intervención militar para sofocar las bandas armadas que operan con impunidad.

Desroches consideró que el actual clima de inseguridad está relacionado con las disputas políticas de los últimos años, además de la mala gobernanza que prevalece en la nación caribeña, aseguró el político.

“Actualmente existe una desproporción de la inseguridad y se requiere necesariamente una intervención militar para desmantelar las bandas”, dijo en declaraciones replicadas por la plataforma digital Vant Bef Info.

También defendió un mejor trato y condiciones de trabajo para la Policía y las Fuerzas Armadas, mientras llamó a los actores políticos y económicos a dejar de financiar la violencia en el país.

“Es la primera vez que el secuestro alcanza tal nivel en el país. Muchas familias han sido descapitalizadas por este fenómeno, que ha afectado a todos los niveles de la sociedad, así como a los extranjeros”, lamentó.

Las organizaciones en defensa de los derechos humanos registraron más de mil secuestros durante 2021, mientras otras 20 mil personas tuvieron que huir de sus viviendas en Martissant, en la salida sur de Puerto Príncipe, tras los enfrentamientos entre las pandillas por el control del territorio.

La víspera en la misma zona individuos armados abrieron fuego contra dos buses de transportación colectiva, matando en el acto a cuatro personas, mientras igual número fueron trasladados de urgencia al hospital.

Fuente: https://www.elpais.cr/2021/12/28/abogan-por-intervencion-militar-para-sofocar-a-pandillas-de-haiti/

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Unicef alerta que 3,3 millones de haitianos no tiene acceso al agua potable

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, siglas en inglés) informó que alrededor de 3,3 millones de haitianos no disponen de agua potable, problema que se agravó tras el sismo del pasado 14 de agosto.

Las condiciones insalubres en los sistemas hidráulicos se agravaron tras el pasado terremoto en la zona sur. Los niños y la embarazadas son los de peor situación.

También alertó que terremoto no solo provocó más de 2 200 víctimas mortales, 12 mil 700 damnificados y 130 mil  edificaciones demolidas, sino que como consecuencia más de 80 acueductos y sistemas hidráulicos fueron destruidos en la región sur del país caribeño.

Cabe destacar que, anterior a la fecha del suceso, las instituciones sanitarias, de la zona sur, con total acceso al agua potable representaban un 60 por ciento; mientras que Nippes y Grand Anse, ubicados también en la región, representaban el 59 y 52 por ciento, respectivamente.

Asimismo, la organización advierte la posibilidad de que más de 540 mil infantes padezcan enfermedades transmitidas por la insalubridad del agua, tales como respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, cólera y malaria.

En este sentido, Unicef advierte que la situación podría complicarse mucho más debido a la mala calidad de vida de niñas y niños, así como adolescentes y mujeres, los cuales no cuentan con centros higiénicos donde refugiarse, y que dispongan además de agua potable.

La organización instó a las autoridades locales a garantizar un ambiente higiénico y humano a las personas afectadas por el terremoto; pues el contexto ha sido agravado por la consecuencias de la COVID-19 en el país, así como el número de haitianos con consumo insuficiente de alimentos.

Fuente de la información e imagen: https://www.tercerainformacion.es

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Ayudando a los más vulnerables de Haití: los desplazados con discapacidad

Las personas con discapacidad en Haití que han tenido que ir de un refugio temporal a otro a causa del terremoto, el fuego y la creciente violencia de las bandas criminales han podido encontrar por fin un hogar seguro, justo antes del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra anualmente el 3 de diciembre.

Samuel cree que ser discapacitado visual en Haití es un castigo. Tras ser despedido de su trabajo por su discapacidad, le resultó imposible encontrar empleo. «Ha sido muy difícil alimentar a mi familia, por no hablar de pagar la matrícula” del colegio, dice este padre de dos hijos.

Con discapacidad visual desde hace más de una década, Samuel, de 48 años, ha pasado la mayor parte de este tiempo en el campamento La Piste, en Puerto Príncipe, la capital de Haití. Este lugar para desplazados internos ha acogido a personas con todo tipo de discapacidades desde el mortífero terremoto de siete grados que golpeo Haití en 2010.

Samuel (en el centro) y su familia esperan para salir de un emplazamiento provisional para desplazados internos en Puerto Príncipe.

OIM/Monica Chiriac
Samuel (en el centro) y su familia esperan para salir de un emplazamiento provisional para desplazados internos en Puerto Príncipe.

En junio de este año, el lugar fue devorado por las llamas, dejando a cientos de personas luchando por sus vidas y sin hogar una vez más. Poco después, una asociación local remitió a Samuel a Delmas 103, una escuela y lugar temporal de acogida en Puerto Príncipe, donde ha estado viviendo.

Violencia tras el terremoto

Los terremotos y los incendios no son los únicos peligros a los que se enfrentan los haitianos como Samuel. Desde marzo de 2020, un alarmante aumento de la violencia de las bandas en Puerto Príncipe ha provocado el desplazamiento de unas 19.000 personas.

La violencia está interrumpiendo el suministro de ayuda humanitaria a cerca de 1,5 millones de personas en todo el país, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

Las personas discapacitadas desplazadas han sufrido con regularidad debido a la violencia constante. La Organización Internacional para las Migraciones está proporcionando asistencia de protección vital a los más vulnerables afectados por la violencia.

Judith, de 27 años y madre de dos hijos, sufrió una lesión medular por una herida de bala.

OIM/Monica Chiriac
Judith, de 27 años y madre de dos hijos, sufrió una lesión medular por una herida de bala.

Necesidades específicas

La oficial de proyectos de la Organización, Claire Gaulin, afirma que las personas con discapacidad tienen necesidades específicas.

«Los desplazados a la fuerza, ya sea por catástrofes naturales o por la violencia relacionada con las bandas, necesitan apoyo para ser reubicadas en un lugar seguro donde puedan vivir con seguridad y dignidad», y añade que «también requieren un examen médico para identificar sus necesidades de atención sanitaria. Muchos no han pasado por la consulta del doctor durante mucho tiempo, lo que a veces puede empeorar sus condiciones».

También han recibido muletas y sillas de ruedas, una línea telefónica de apoyo y ayuda para poner en orden su documentación.

«Las personas con discapacidad en Haití también se enfrentan con frecuencia a la discriminación, por lo que necesitan un apoyo específico para su integración y participación en la comunidad«, dice Claire Gaulin. «En última instancia, necesitan apoyo para recuperar su autonomía, lo que puede hacerse organizando formación para ayudarles a desarrollar actividades generadoras de ingresos y dándoles la oportunidad de acceder a servicios especializados.»

La Organización Internacional para las Migraciones creó un servicio de apoyo para la reubicación* voluntaria de más de 10.000 personas que viven en los barrios más afectados por la violencia, incluidas más de 5200 mujeres y niñas y 550 personas con discapacidad.

Las familias que vivían en una escuela han sido reubicadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en otros emplazamientos seguros.

OIM/Monica Chiriac
Las familias que vivían en una escuela han sido reubicadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en otros emplazamientos seguros.

La vuelta a la normalidad

Unas 247 familias desplazadas, entre las que se encuentra la de Samuel, ya han abandonado el edificio de la escuela Delmas 103 al que huyeron tras el incendio y han sido reubicadas en las regiones y casas que han elegido. Como parte del proceso de reubicación, la agencia de la ONU apoya a cada familia con asistencia en efectivo para cubrir un año de alquiler.

Mientras tanto, la OIM también ha renovado el sitio de Delmas 103, conocido por la mayoría como la Ecole Communale de Pétion-Ville. La escuela está ahora equipada con nuevos pupitres y pizarras, y está lista para recibir de nuevo a los estudiantes, tan pronto como sea seguro hacerlo.

Ahora que Samuel ha recibido un nuevo alojamiento, su atención se centra en la salud de sus dos hijos adolescentes que, debido a una enfermedad hereditaria, ya están perdiendo parte de la vista.

«A los chicos les persigue la idea de que algún día se quedarán ciegos como su padre», dice Samuel. «Ahora que ya no vivo en sitios provisionales, puedo dedicar tiempo a encontrar los medios para cuidar de mi familia y continuar con mi terapia médica en un entorno seguro».

Este viernes 3 de diciembre conmemoramos el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

*El programa de reubicación de la Organización Internacional para las Migraciones y el apoyo a los desplazados internos han sido posibles gracias al Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de las Naciones Unidas (CERF). Estas actividades se han llevado a cabo en coordinación con la Dirección General de Protección Civil de Haití (DGPC), la Unidad Nacional de Construcción de Viviendas y Edificios Públicos (UCLBP) la Fundación J’Aime Haïti, así como la Oficina del Secretario de Estado para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (BSEIPH).
Fuente: https://news.un.org/es/story/2021/12/1500792
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«Es una decisión inhumana»: la dura carta de renuncia del enviado especial de EE.UU. para Haití por el trato a los migrantes de la nación caribeña

«No estaré vinculado con la inhumana y contraproductiva decisión de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados haitianos e inmigrantes ilegales a Haití, un país donde los funcionarios estadounidenses están encerrados en instalaciones protegidas debido al peligro creado por grupos armados que controlan la vida cotidiana».

Con esa dura crítica a su propio gobierno, el enviado especial de Estados Unidos para Haití, Daniel Foote, anunció este miércoles su renuncia inmediata al cargo.

En una carta dirigida al secretario de Estado, Anthony Blinken, Foote dijo que dejaba el cargo decepcionado y advertía que la política de Estados Unidos hacia Haití era «profundamente defectuosa».

Su renuncia al cargo, que ocupaba desde julio, se produjo luego de que el pasado fin de semana el gobierno de Estados Unidos empezó a deportar a unos 13.000 migrantes haitianos que se hallaban reunidos junto a un puente en una localidad fronteriza de Texas.

Estos haitianos habían levantado allí un campamento improvisado, donde vivían bajo temperaturas de 37ºC mientras esperaban su oportunidad para ser admitidos como refugiados en Estados Unidos, junto a grupos más reducidos de cubanos, peruanos, venezolanos y nicaragüenses.

Funcionarios locales habían enfrentado dificultades para proveerles de comida y condiciones sanitarias mínimas.

Inmigrantes haitianos deportados a Haití.

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

Pie de foto,El pasado fin de semana, Estados Unidos empezó a deportar a los haitianos que acampaban en Texas.

Desde el domingo hasta este jueves, Estados Unidos ya ha deportado hacia Haití a unos 1.400 migrantes que estaban en ese campo.

En su carta de renuncia, Foote advirtió que Haití era un «estado colapsado» que «simplemente no puede soportar la infusión forzada de miles de migrantes retornados que carecen de comida, refugio y dinero sin una tragedia humana adicional y evitable».

El malestar de los deportados se hizo visible el martes en el aeropuerto de Puerto Príncipe, cuando un grupo de ellos corrió de vuelta hacia el avión en el que habían sido trasladados, mientras que otros lanzaron sus zapatos hacia la aeronave en muestra de su descontento.

Al menos uno de los deportados casi logró abordar nuevamente una aeronave, lo que fue impedido por la tripulación que se apresuró a cerrar la puerta antes de que la alcanzara, según informó Reuters.

Imágenes de video también muestran algunas escenas de caos mientras muchos deportados buscaban sus pertenecias, luego de que su equipaje fue arrojado fuera del avión.

También circularon reportes de prensa según los cuales algunos migrantes no habían sido informados de que serían devueltos a Haití.

Migrantes haitianos intentan regresar al avión que les trasladó desde Texas hasta Puerto Príncipe.

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

Pie de foto,En Puerto Príncipe, algunos de los deportados intentaron regresar a los aviones que les había traído de vuelta a Haití.

Asilo, no deportaciones

Las imágenes difundidas en estos días de agentes estadounidenses montados a caballo intentando arrear a los inmigrantes en Texas generaron gran rechazo al evocar comparaciones con la época de la esclavitud en Estados Unidos y con el maltrato que la población negra ha sufrido históricamente en ese país.

Esas imágenes, captadas por un fotógrafo de la agencia AFP, parecen mostrar a los agentes fronterizos a caballo usando sus riendas en contra de los migrantes y empujándolos hacia el Río Bravo que marca la frontera con México.

Su difusión incrementó la presión sobre el gobierno de Biden y generó llamamientos dentro del propio gobernante Partido Demócrata para que a los haitianos se les ofrezca asilo y no se les deporte.

Funcionarios del departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informaron este jueves que el gobierno suspendería temporalmente el uso de patrullas a caballo en la localidad fronteriza de Del Río, donde se encuentra el campamento de migrantes haitianos.

Guardias fronterizos a caballo aparentemente arreando a los migrantes haitianos en la frontera con México.

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP

Pie de foto,Las imágenes de los guardias fronterizos a caballo aparentemente arreando a los migrantes haitianos generaron conmoción.

Muchos haitianos abandonaron su país después de un devastador terremoto en 2010. Gran cantidad de los que están en el campamento en Texas habían estado viviendo en Brasil y en otros países de América del Sur, desde donde se trasladaron hacia el norte luego de que no haber logrado conseguir empleos ni un estatus migratorio legal.

Este año la situación en Haití empeoró al generarse más inestabilidad política, tras el asesinato en julio del presidente; y al producirse un terremoto mortal en agosto.

Foote sostuvo que los haitianos necesitan «asistencia inmediata» y criticó que Estados Unidos y otros países estén interfiriendo en la política de ese país.

«Lo que nuestros amigos haitianos realmente quieren, y necesitan, es la oportunidad de fijar su propio rumbo», escribió.

Un portavoz del departamento de Estado agradeció a Foote por su trabajo y aseguró que Estados Unidos se mantiene «comprometido con respaldar una migración segura, ordenada y humana en toda la región».

Casi 19.000 migrantes, mayormente haitianos, se encuentran en Colombia, esperando a cruzar hacia Panamá en su recorrido hacia Estados Unidos.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58671277

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Haití: un país asolado por los desastres naturales y la política

Otro desastre natural ha sumido al país caribeño en una crisis. Pero el hecho de que Haití, en particular, se vea tan afectado repetidamente no se debe solo a su ubicación geográfica.

Después del reciente y grave terremoto en Haití, las autoridades calculan que hay alrededor de 2.000 muertos, 10.000 heridos y 30.000 familias están sin hogar. El terremoto en el suroeste de la península de Tiburón es parte de una larga lista de desastres naturales que han azotado al país en la parte occidental de la isla.

Una larga serie de desastres naturales

«Si observamos el contexto internacional, Haití siempre está en la lista de países de alto riesgo», dice Daniela Simm, directora regional para América Latina de Diakonie-Katastrophenhilfe o Diaconía Apoyo en Emergencias (DKH por sus siglas en alemán), una organización dependiente de la Iglesia Evangélica Alemana. «No son solo terremotos. Muchos huracanes pasan por Haití. Además, el país a menudo se ve afectado por la sequía debido a El Niño», añade.

Uno de los desastres naturales más graves del pasado fue el devastador terremoto de 2010, en el que, según cifras oficiales, 316.000 personas perdieron la vida y un número similar resultó herida. Alrededor de 1,5 millones, aproximadamente el 14 por ciento de la población, se quedaron sin hogar.

Aunque el terremoto de 7.0 en la escala Richter fue algo más débil que el actual, 7.2, los efectos fueron mucho más severos. En aquel momento, el epicentro estuvo cerca del área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, donde vive alrededor de una cuarta parte de los entonces diez millones de haitianos.

Inundaciones en Santo Domingo por las lluvias Inundaciones en Santo Domingo por las lluvias.

Consecuencias nefastas en Haití

En 2016, más de 500 personas perdieron la vida y 35.000 sus hogares por el huracán Matthew. Alrededor de 1,4 millones de personas necesitaron ayuda de emergencia. Teniendo en cuenta los desastres climáticos extremos de 2000 a 2019, Germanwatch incluye a Haití en su Índice de Riesgo Climático Global 2021 en el tercer lugar detrás de la vecina isla de Puerto Rico y Myanmar.

Fuertes tormentas tropicales, algunas de ellas huracanes, azotan a Haití prácticamente todos los años. Incluso hoy, menos de una semana después del más reciente terremoto, la tormenta tropical Grace causa fuertes lluvias en la de por sí devastada region, poniendo aún más en riesgo la vida de muchas personas.

Haití, también una catástrofe política

Pero no es solo la serie de desastres naturales lo que lleva al país de una crisis a otra. Como la mayoría de los países latinoamericanos, Haití ha pasado por sangrientas dictaduras. Pero incluso después del fin del régimen de Duvalier en 1986, el país no ha encontrado aún el camino hacia el Estado de derecho.

Observadores ven el asesinato del presidente Jovenel Moïse, a principios de julio, no como un hecho aislado, sino como resultado de una crisis política interna en curso. De las tres candidaturas a la presidencia interina, prevaleció la del primer ministro designado, Ariel Henry, que aún no había prestado juramento.

En la empresa privada estadounidense Stratfor, especializada en servicios de espionaje, temen que Henry pueda utilizar la crisis humanitaria para consolidar su poder: «Henry probablemente utilizará el terremoto para posponer las elecciones y coordinar la ayuda exterior para que sirva a sus intereses».

Organizaciones humanitarias privadas, explica Simm de Diakonie, hacen todo lo posible para defenderse de la influencia política: «Como organización no gubernamental trabajamos con socios no gubernamentales locales. Es decir, nos coordinamos con agencias gubernamentales como protección civil, pero no financiamos ninguna estructura de gobierno local».

Haitianos paseando bajo la lluvia y junto a casas destruidas por el terremotoTras el grave terremoto llegaron las lluvias de la tormenta tropical Grace

Estado débil que dificulta la ayuda

Haití depende, sin duda, de la ayuda externa. Es el país más pobre al oeste del Atlántico. También se halla a la cola de la región en cuando a educación. En el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, está apenas por encima del nivel de la región del Sahel en África.

Además, el país cuenta con una alta tasa de criminalidad. Según Simm «a menudo nos enfrentamos a la dificultad de transportar suministros de ayuda desde Puerto Príncipe a las regiones, especialmente en el sur, porque la delincuencia de las pandillas hace que ciertas áreas en Puerto Príncipe sean infranqueables».

Un rayo de esperanza en el caos

Haití también mostró sus debilidades en las fases de reconstrucción. Dos años después del terremoto de 2011, la organización de ayuda Oxfam informó que más de medio millón de personas tuvieron que dormir en tiendas de campaña, porque seguían sin hogar.

Simm cree que es gratificante ver los frutos del propio trabajo. En Camp-Perrin, uno de los lugares más afectados por el reciente terremoto, la Diakonie ha apoyado la construcción de casas a prueba de huracanes y terremotos tras el huracán Matthew en 2016: «Ahora hemos visto que, en primer lugar, las casas siguen en pie y no tienen grietas. Y, además, han brindado refugio a otras familias cuyas casas han sido destruidas o dañadas”.

Fuente: https://www.dw.com/es/hait%C3%AD-un-pa%C3%ADs-asolado-por-los-desastres-naturales-y-la-pol%C3%ADtica/a-58900566

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Haití: Aumenta el número de muertos por el terremoto

Fuentes: Página/12

El número de muertos en el poderoso terremoto de Haití se disparó a casi 1.300 el domingo mientras cuadrillas excavaban desesperadamente en edificios derrumbados en busca de sobrevivientes.

«La cantidad de personas muertas por el terremoto subió a 1.297 el 15 de agosto», dijo el servicio que poco antes había reportado 724 decesos. También actualizó a más de 5.700 la cantidad heridos que era de 2.800.

Tras una angustiosa noche de réplicas, máquinas pesadas, camiones y retroexcavadoras se dedicaron a trasladar losas de cemento de los edificios derrumbados en la localidad de Los Cayos, cerca del epicentro del terremoto.

El sismo de magnitud 7,2 se produjo el sábado a las 8.29 (12.29 GMT) a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe. De la casa de dos plantas de Marcel François, en Los Cayos, solo quedan ruinas. «Es por gracia de Dios y también gracias a mi teléfono que estoy vivo, porque pude avisar a la gente de fuera dónde me encontraba», dijo a la AFP el joven de 30 años. Su hermano menor, Job, y los vecinos pasaron más de tres horas sacándolo de los escombros sin más herramientas que sus brazos. «Iba en el autobús al trabajo cuando ocurrió el terremoto. Pude localizar a Marcel por teléfono, pero me dijo ‘ven a salvarme, estoy bajo el cemento’», cuenta Job François.

Tras ser rescatado de entre los bloques de hormigón y los muebles rotos, con heridas en la cabeza, Marcel François fue trasladado inmediatamente al hospital en estado de shock, ya que no tenía noticias de su hija de 10 meses, que seguía atrapada entre las ruinas.

«Pensé que mi hija estaba muerta. Cuando llegué al hospital estaba llorando, estaba resignado», cuenta, conmovido, este hombre de 30 años. Gracias al trabajo en equipo de los residentes y de su tío, la pequeña Ruth Marlee Alliyah François fue sacada de la casa cuatro horas después del terremoto.

Marcel y Job François esperan que los equipos profesionales les ayuden el domingo por la mañana a sacar de entre los escombros el cuerpo sin vida de su inquilina, una mujer de 27 años que vivía en la planta baja de la residencia y que murió a los pocos minutos del terremoto.

Rescates bloqueados

Los esfuerzos para ayudar a las víctimas podrían verse obstaculizados a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, con la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.

El Ministerio de Salud envió personal y medicamentos a la península del suroeste, pero la logística de emergencia también se ve comprometida por la inseguridad que asola Haití desde hace meses. La única carretera que une la capital con la mitad sur atraviesa en poco más de dos kilómetros el barrio pobre de Martissant, que está bajo el control de bandas armadas desde principios de junio, impidiendo la libre circulación. Los pocos hospitales de las zonas afectadas tienen dificultades para prestar atención de urgencia. El papa Francisco expresó el domingo su «solidaridad» con el pueblo de Haití, diciendo que esperaba que la comunidad internacional se implicara en su favor. Muchos países, como Estados Unidos, República Dominicana, México y Ecuador, ya han ofrecido su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos. El primer ministro Ariel Henry, que declaró el sábado el estado de emergencia durante un mes en los cuatro departamentos afectados por la catástrofe, agradeció el domingo a la comunidad internacional. «Queremos dar una respuesta más adecuada que en 2010 tras el terremoto. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada por la Dirección de Protección Civil», exigió el jefe del gobierno, al tiempo que llamó a sus conciudadanos a la «unidad nacional». «Olvidemos nuestras rencillas», abogó.

El país más pobre de América aún guarda en la memoria el terremoto de magnitud 7 del 12 de enero de 2010, que dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas. Más de 200.000 personas murieron y otras 300.000 resultaron heridas, mientras un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar. Los esfuerzos del país por recuperarse de la catástrofe se vieron frenados por la grave inestabilidad política. Once años después, la isla sigue sumida en una aguda crisis sociopolítica, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moise el mes pasado.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/361800-haiti-aumenta-el-numero-de-muertos-por-el-terremoto

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