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Haití: un país asolado por los desastres naturales y la política

Otro desastre natural ha sumido al país caribeño en una crisis. Pero el hecho de que Haití, en particular, se vea tan afectado repetidamente no se debe solo a su ubicación geográfica.

Después del reciente y grave terremoto en Haití, las autoridades calculan que hay alrededor de 2.000 muertos, 10.000 heridos y 30.000 familias están sin hogar. El terremoto en el suroeste de la península de Tiburón es parte de una larga lista de desastres naturales que han azotado al país en la parte occidental de la isla.

Una larga serie de desastres naturales

«Si observamos el contexto internacional, Haití siempre está en la lista de países de alto riesgo», dice Daniela Simm, directora regional para América Latina de Diakonie-Katastrophenhilfe o Diaconía Apoyo en Emergencias (DKH por sus siglas en alemán), una organización dependiente de la Iglesia Evangélica Alemana. «No son solo terremotos. Muchos huracanes pasan por Haití. Además, el país a menudo se ve afectado por la sequía debido a El Niño», añade.

Uno de los desastres naturales más graves del pasado fue el devastador terremoto de 2010, en el que, según cifras oficiales, 316.000 personas perdieron la vida y un número similar resultó herida. Alrededor de 1,5 millones, aproximadamente el 14 por ciento de la población, se quedaron sin hogar.

Aunque el terremoto de 7.0 en la escala Richter fue algo más débil que el actual, 7.2, los efectos fueron mucho más severos. En aquel momento, el epicentro estuvo cerca del área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, donde vive alrededor de una cuarta parte de los entonces diez millones de haitianos.

Inundaciones en Santo Domingo por las lluvias Inundaciones en Santo Domingo por las lluvias.

Consecuencias nefastas en Haití

En 2016, más de 500 personas perdieron la vida y 35.000 sus hogares por el huracán Matthew. Alrededor de 1,4 millones de personas necesitaron ayuda de emergencia. Teniendo en cuenta los desastres climáticos extremos de 2000 a 2019, Germanwatch incluye a Haití en su Índice de Riesgo Climático Global 2021 en el tercer lugar detrás de la vecina isla de Puerto Rico y Myanmar.

Fuertes tormentas tropicales, algunas de ellas huracanes, azotan a Haití prácticamente todos los años. Incluso hoy, menos de una semana después del más reciente terremoto, la tormenta tropical Grace causa fuertes lluvias en la de por sí devastada region, poniendo aún más en riesgo la vida de muchas personas.

Haití, también una catástrofe política

Pero no es solo la serie de desastres naturales lo que lleva al país de una crisis a otra. Como la mayoría de los países latinoamericanos, Haití ha pasado por sangrientas dictaduras. Pero incluso después del fin del régimen de Duvalier en 1986, el país no ha encontrado aún el camino hacia el Estado de derecho.

Observadores ven el asesinato del presidente Jovenel Moïse, a principios de julio, no como un hecho aislado, sino como resultado de una crisis política interna en curso. De las tres candidaturas a la presidencia interina, prevaleció la del primer ministro designado, Ariel Henry, que aún no había prestado juramento.

En la empresa privada estadounidense Stratfor, especializada en servicios de espionaje, temen que Henry pueda utilizar la crisis humanitaria para consolidar su poder: «Henry probablemente utilizará el terremoto para posponer las elecciones y coordinar la ayuda exterior para que sirva a sus intereses».

Organizaciones humanitarias privadas, explica Simm de Diakonie, hacen todo lo posible para defenderse de la influencia política: «Como organización no gubernamental trabajamos con socios no gubernamentales locales. Es decir, nos coordinamos con agencias gubernamentales como protección civil, pero no financiamos ninguna estructura de gobierno local».

Haitianos paseando bajo la lluvia y junto a casas destruidas por el terremotoTras el grave terremoto llegaron las lluvias de la tormenta tropical Grace

Estado débil que dificulta la ayuda

Haití depende, sin duda, de la ayuda externa. Es el país más pobre al oeste del Atlántico. También se halla a la cola de la región en cuando a educación. En el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, está apenas por encima del nivel de la región del Sahel en África.

Además, el país cuenta con una alta tasa de criminalidad. Según Simm «a menudo nos enfrentamos a la dificultad de transportar suministros de ayuda desde Puerto Príncipe a las regiones, especialmente en el sur, porque la delincuencia de las pandillas hace que ciertas áreas en Puerto Príncipe sean infranqueables».

Un rayo de esperanza en el caos

Haití también mostró sus debilidades en las fases de reconstrucción. Dos años después del terremoto de 2011, la organización de ayuda Oxfam informó que más de medio millón de personas tuvieron que dormir en tiendas de campaña, porque seguían sin hogar.

Simm cree que es gratificante ver los frutos del propio trabajo. En Camp-Perrin, uno de los lugares más afectados por el reciente terremoto, la Diakonie ha apoyado la construcción de casas a prueba de huracanes y terremotos tras el huracán Matthew en 2016: «Ahora hemos visto que, en primer lugar, las casas siguen en pie y no tienen grietas. Y, además, han brindado refugio a otras familias cuyas casas han sido destruidas o dañadas”.

Fuente: https://www.dw.com/es/hait%C3%AD-un-pa%C3%ADs-asolado-por-los-desastres-naturales-y-la-pol%C3%ADtica/a-58900566

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Haití: Aumenta el número de muertos por el terremoto

Fuentes: Página/12

El número de muertos en el poderoso terremoto de Haití se disparó a casi 1.300 el domingo mientras cuadrillas excavaban desesperadamente en edificios derrumbados en busca de sobrevivientes.

«La cantidad de personas muertas por el terremoto subió a 1.297 el 15 de agosto», dijo el servicio que poco antes había reportado 724 decesos. También actualizó a más de 5.700 la cantidad heridos que era de 2.800.

Tras una angustiosa noche de réplicas, máquinas pesadas, camiones y retroexcavadoras se dedicaron a trasladar losas de cemento de los edificios derrumbados en la localidad de Los Cayos, cerca del epicentro del terremoto.

El sismo de magnitud 7,2 se produjo el sábado a las 8.29 (12.29 GMT) a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe. De la casa de dos plantas de Marcel François, en Los Cayos, solo quedan ruinas. «Es por gracia de Dios y también gracias a mi teléfono que estoy vivo, porque pude avisar a la gente de fuera dónde me encontraba», dijo a la AFP el joven de 30 años. Su hermano menor, Job, y los vecinos pasaron más de tres horas sacándolo de los escombros sin más herramientas que sus brazos. «Iba en el autobús al trabajo cuando ocurrió el terremoto. Pude localizar a Marcel por teléfono, pero me dijo ‘ven a salvarme, estoy bajo el cemento’», cuenta Job François.

Tras ser rescatado de entre los bloques de hormigón y los muebles rotos, con heridas en la cabeza, Marcel François fue trasladado inmediatamente al hospital en estado de shock, ya que no tenía noticias de su hija de 10 meses, que seguía atrapada entre las ruinas.

«Pensé que mi hija estaba muerta. Cuando llegué al hospital estaba llorando, estaba resignado», cuenta, conmovido, este hombre de 30 años. Gracias al trabajo en equipo de los residentes y de su tío, la pequeña Ruth Marlee Alliyah François fue sacada de la casa cuatro horas después del terremoto.

Marcel y Job François esperan que los equipos profesionales les ayuden el domingo por la mañana a sacar de entre los escombros el cuerpo sin vida de su inquilina, una mujer de 27 años que vivía en la planta baja de la residencia y que murió a los pocos minutos del terremoto.

Rescates bloqueados

Los esfuerzos para ayudar a las víctimas podrían verse obstaculizados a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, con la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.

El Ministerio de Salud envió personal y medicamentos a la península del suroeste, pero la logística de emergencia también se ve comprometida por la inseguridad que asola Haití desde hace meses. La única carretera que une la capital con la mitad sur atraviesa en poco más de dos kilómetros el barrio pobre de Martissant, que está bajo el control de bandas armadas desde principios de junio, impidiendo la libre circulación. Los pocos hospitales de las zonas afectadas tienen dificultades para prestar atención de urgencia. El papa Francisco expresó el domingo su «solidaridad» con el pueblo de Haití, diciendo que esperaba que la comunidad internacional se implicara en su favor. Muchos países, como Estados Unidos, República Dominicana, México y Ecuador, ya han ofrecido su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos. El primer ministro Ariel Henry, que declaró el sábado el estado de emergencia durante un mes en los cuatro departamentos afectados por la catástrofe, agradeció el domingo a la comunidad internacional. «Queremos dar una respuesta más adecuada que en 2010 tras el terremoto. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada por la Dirección de Protección Civil», exigió el jefe del gobierno, al tiempo que llamó a sus conciudadanos a la «unidad nacional». «Olvidemos nuestras rencillas», abogó.

El país más pobre de América aún guarda en la memoria el terremoto de magnitud 7 del 12 de enero de 2010, que dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas. Más de 200.000 personas murieron y otras 300.000 resultaron heridas, mientras un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar. Los esfuerzos del país por recuperarse de la catástrofe se vieron frenados por la grave inestabilidad política. Once años después, la isla sigue sumida en una aguda crisis sociopolítica, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moise el mes pasado.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/361800-haiti-aumenta-el-numero-de-muertos-por-el-terremoto

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UNICEF: Un terremoto de magnitud 7,2 golpea a Haití; UNICEF se prepara para llegar a los niños y las familias con ayuda humanitaria

Un terremoto de magnitud 7,2 golpea a Haití; UNICEF se prepara para llegar a los niños y las familias con ayuda humanitaria

14 de agosto de 2021

Las Naciones Unidas están trabajando para apoyar los esfuerzos de rescate y socorro en Haití luego de un poderoso terremoto que supuestamente dejó cientos de muertos, con quizás más heridos y desaparecidos, y causó daños masivos en la parte suroeste del país.

El jefe de la ONU, António Guterres, dijo que está siguiendo de cerca la última tragedia que se desarrolla en Haití, mientras que UNICEF informó que sus equipos que ya están en el terreno están haciendo evaluaciones para priorizar las necesidades urgentes y brindar asistencia a las poblaciones afectadas a raíz del terremoto de magnitud 7,2 que se ha producido. supuestamente mató a más de 200 personas.

“Mi corazón está con todos los afectados por el terremoto. Mis más profundas condolencias a todos los que tienen amigos y familia perdida “, el Secretario General dijo en Twitter.

Niños desplazados, las familias pueden tener una necesidad urgente

En un comunicado, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) dijo que el sismo se sintió en la capital haitiana, Puerto Príncipe, pero que el epicentro se detectó en la zona sur del país.

En los departamentos de Grande Anse, Sud y Sud-Est se reportan graves daños, heridos y víctimas, dijo UNICEF.

Según informes de noticias, el último terremoto, similar en magnitud al terremoto de 2010 que devastó el país y dejó cientos de miles de personas muertas y desplazadas, derribó iglesias y escuelas, y redujo severamente la electricidad en las áreas afectadas.

«Estamos profundamente entristecidos por los informes de víctimas y graves daños tras el terremoto de hoy en Haití», dijo Bruno Maes, Representante de UNICEF en el país, quien agregó que la agencia se solidariza con las familias y los niños tras el desastre. .

Señaló que UNICEF está trabajando con socios gubernamentales y no gubernamentales para brindar apoyo a las comunidades afectadas, y la agencia advirtió que los niños y las familias pueden haber sido desplazados como resultado del terremoto y podrían tener una necesidad urgente de refugio, agua potable, atención y protección médica.

Al decir en Twitter que estaba profundamente entristecida por la tragedia que se desarrollaba, la jefa de UNICEF, Henrietta Fore,  reiteró que: «Hoy y en los próximos días, UNICEF trabajará en estrecha colaboración con nuestros socios para llegar a los niños y las familias afectados».

El terremoto se produjo cuando una tormenta tropical azotó la región del Caribe y el propio Haití enfrenta un aumento reciente en los casos de COVID-19 y aún enfrenta el asesinato el mes pasado del presidente Jovenel Moise.

Entrega en solidaridad

«Nuestros pensamientos están con el pueblo de Haití luego del devastador terremoto», dijo la subsecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, en una publicación de Twitter donde  también enfatizó que la Organización «está comprometida a brindar solidaridad con ustedes «.

Por otra parte, Collen Vixen Kelapile, presidente del Consejo Económico y Social de la ONU, dijo que «el pueblo de Haití está en nuestros pensamientos en este momento difícil». Agregó que el Grupo Asesor Ad Hoc del Consejo sobre Haití , seguirá trabajando para promover el desarrollo a largo plazo del país, en referencia al organismo creado para brindar asesoría y promover la recuperación, reconstrucción y estabilidad socioeconómica del país.

Fuente de la Información: https://news.un.org/en/story/2021/08/1097822

 

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Primeras imágenes tras el terremoto de magnitud 7,2 en Haití muestran la letalidad del sismo

Alrededor de las 8:30 a.m., hora local, Haití ha experimentado un fuerte terremoto de magnitud 7,2, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Las autoridades informaron de la probabilidad de que el suceso provocase «muchos fallecidos y daños». Las primeras imágenes tras el temblor muestran edificios derrumbados y escombros en las calles del país.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/video/terremoto-de-72-grados-sacude-haiti/

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Haitianos marchan contra la violencia y ocupación de EE.UU.

América Central/Haití/30-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Los ciudadanos exigen un cambio de modelo que permita salir de la profunda crisis económica y social que padece el país.

Centenares de haitianos marcharon este miércoles en Puerto Príncipe (capital) en repudio a la situación de violencia existente, así como de la ocupación de Estados Unidos (EE.UU.) en el país que suscitó hace 106 años.

Diversas organizaciones políticas y sociales exigieron Justicia, en medio de la marcha, a las víctimas de la masacre en Delmas el pasado 29 de junio y que dejó como resultado 20 víctimas mortales, el episodio es catalogado como «la noche oscura».

En el marco de la masacre, entre los asesinados figuran el periodista Diego Charles de Radio Visión 2000 y creador del sitio en línea La Ripiblik, así como la activista feminista Marie Antoinette Duclair, quien criticaba la gestión gubernamental en medio de la crisis.

Las autoridades haitianas aún no brindan información sobre la investigación de dicha masacre, más allá de que la Policía inculpó a la facción disidente Fantom 509, nacida en el ambiente de protestas de 2019, y cuyo fin era propiciar mayor acceso a seguros de salud y primas económicas a los oficiales.

En cambio, la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos destacó el posible vínculo del suceso con las llamadas bandas G-9 de presuntos vínculos con el Gobierno, y luego de que algunos testigos identificaran a miembros de la misma tras el incidente.

La manifestación de este miércoles se inició en la Plaza de Constitución en Champs de Mars y terminó frente a la Embajada de EE.UU. en Puerto Príncipe, debido a que el Gobierno interino solicitó nuevamente a Washington asistencia militar para estabilizar la crisis social y violencia, agravadas por el asesinado del presidente Juvenel Moise el pasado 7 de julio.

Moise, de 53 años, fue asesinado durante un ataque en su residencia, y fue sepultado el pasado viernes en medio de un clima de violencia. Hasta la fecha 26 personas han sido arrestadas, incluyendo 18 colombianos, dos policías haitianos y seis civiles, algunos de ellos de nacionalidad estadounidense.

El 28 de julio es recordado en Haití como el día de inicio de la primera ocupación militar estadounidense, la cual dejó cerca de 30.000 muertos en sus 19 años de duración.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/haiti-marchan-contra-violencia-ocupacion-eeuu-20210728-0035.html

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Haití: Mantener la atención sanitaria en medio de la violencia extrema y la incertidumbre

Para describir la vida diaria hay que recurrir al vocabulario de la guerra. La capital de Haití, Puerto Príncipe, está dividida en muchas líneas de frente. Barrios enteros están bajo el control de grupos armados que cambian territorios. En las zonas pobladas y empobrecidas las calles tienen barricadas y en algunas áreas hay francotiradores que disparan a lo que ven.

Los enfrentamientos entre bandas han forzado a miles de residentes a abandonar algunos barrios, mientras que en otros, como Cité Soleil, la población se encuentra atrapada por los combates. Naciones Unidas calcula que 18.000 personas están desplazadas, acogidas por familiares o en lugares mal adaptados como escuelas o iglesias.

Se trata de un nuevo fenómeno, dado que la mayoría de ellos han huido durante las últimas semanas debido al repunte de los enfrentamientos. Las principales rutas de acceso a Puerto Príncipe están controladas por bandas y entrar o salir de la ciudad se ha convertido en una tarea complicada. Además de los combates, hay un elevado nivel de criminalidad, con robos, secuestros y extorsiones.

En este contexto, hay muchas víctimas de la violencia, especialmente heridos. En nuestro hospital en Tabarre, MSF ha dado atención a más de 600 personas heridas desde principios de año, la mayoría de las cuales son de los distritos de Martissant, Cité Soleil, Croix des Bouques o Bel Air, que es escenario de enfrentamientos.

Desde abril hemos hecho frente a varias oleadas de heridos que han provocado que incrementemos nuestra capacidad de hospitalización. Ha habido días en los que nuestros equipos han recibido hasta a 20 pacientes. De media, más del 60 por ciento de los pacientes de traumatología son víctimas de heridas de bala o arma blanca.

Por otra parte, MSF ha seguido atendiendo a víctimas de violencia sexual o de género en Puerto Príncipe y Gonaives. Si bien Haití ha estado afectado por la violencia crónica desde hace años, la situación se ha deteriorado de forma gradual durante el último año.

Las instalaciones sanitarias no están ya exentas de los ataques y nuestras actividades médicas se han visto alteradas por una sucesión de incidentes críticos. En febrero, un hospital de MSF dedicado al tratamiento de personas con quemaduras graves en el distrito de Drouillard tuvo que cerrar porque fue rodeado por los combates.

Los cerca de 20 pacientes que aún estaban en el hospital tuvieron que ser trasladados y el hospital aún no ha reabierto. Hemos mantenido un puesto médico de avanzada en el que estabilizar y enviar a los heridos o a las víctimas de quemaduras.

Durante el mes pasado, una explosión de violencia en el barrio de Martissant puso en la línea de frente, a prueba, al personal del centro de emergencias de MSF. Durante muchos días, el personal médico tuvo que atender a los heridos mientras se protegía de las balas perdidas y una de nuestras ambulancias fue robada.

El 26 de junio, la estructura fue objetivo de disparos directos y fue finalmente evacuada para no seguir poniendo en peligro a los pacientes y el personal. Más allá de estos episodios extremos, hay una violencia ordinaria que amenaza a todos. Cuando vamos a las calles, nuestros trabajadores sanitarios, como la población, viven con temor a las balas perdidas o los robos.

Un empleado de MSF que trabajaba en Tabarre fue asesinado el 25 de mayo por hombres armados una vez que había terminado su turno en el hospital y se dirigía a casa. Este estado permanente de inseguridad limita el acceso de la población a la atención sanitaria.

El sistema sanitario es ya extremadamente desigual, con una atención privada disponible sólo para los que pueden permitírsela, mientras que las instalaciones públicas carecen de los recursos básicos. En este contexto, es un desafío mantener las actividades médicas.

El personal y los pacientes tienen que llegar a las instalaciones médicas y volver de ellas con seguridad, pero no hay garantías de que puedan lograrlo. En un momento en el que MSF debería expandir sus actividades para responder a las crecientes necesidades médicas de la población, incluidas las relacionadas con un aumento de los casos de COVID-19, estamos teniendo problemas para mantener abiertas nuestras instalaciones.

Hoy es urgente darse cuenta de que Haití está sumido en una situación de violencia e inseguridad total que se suma a una gran crisis sanitaria. El asesinato del presidente, Jovenel Moise, agrega incertidumbre a un país que parece estar al borde del caos.

Fuente: https://www.europapress.es/internacional/noticia-haiti-mantener-atencion-sanitaria-medio-violencia-extrema-incertidumbre-20210715153629.html

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Más de un 1,5 millones de niños precisan ayuda de emergencia en Haití

Más de un 1,5 millones de niños precisan ayuda de emergencia en Haití

Noticias ONU
9 Julio 2021

El país caribeño vive su peor crisis humanitaria de los últimos años y el deterioro aumenta día tras día debido a la violencia, la falta de acceso a servicios básicos, la pandemia y los huracanes. Haití es el único país de América que no ha recibido ninguna vacuna COVID-19.

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) dio la alarma este viernes sobre la situación humanitaria en Haití, donde al menos 1,5 millones de niños necesita ayuda urgente para sobrevivir en un entorno de carencias y violencia creciente.

Según la agencia de la ONU, la suma de factores como el aumento de la violencia, el acceso limitado al agua potable, la salud y la nutrición, los servicios de educación y protección interrumpidos por la pandemia de COVID-19, y los huracanes han sumido al país en su peor crisis humanitaria de los últimos años.

Además, el reciente asesinato del presidente Jovenel Moïse ha generado disturbios que podrían acarrear mayor violencia e inseguridad, dificultando la labor de los trabajadores humanitarios que distribuyen asistencia de emergencia a la población más vulnerable.

La violencia obstruye el trabajo humanitario

“Cuando las pandillas luchan en la calle y las balas vuelan, es difícil llegar a las familias más vulnerables con estos suministros que salvan vidas. A menos que se otorgue un paso seguro a las organizaciones humanitarias, miles de niños afectados seguirán con poca o ninguna asistencia”, dijo el representante de UNICEF en Haití.

Bruno Maes señaló que la vida de muchos niños depende de la ayuda humanitaria y de artículos esenciales, como vacunas, jeringas, medicinas y alimentos terapéuticos.

Agregó que aunque UNICEF cuenta con suministros que pueden salvar vidas en el país, la violencia y la inestabilidad prolongadas podrían impedir la entrega y reposición de artículos esenciales para los niños, incluidas vacunas, medicamentos y suministros médicos, así como tratamientos para la desnutrición.

Desde principios de año, la situación humanitaria de las familias haitianas se ha deteriorado mucho y sólo en el primer trimestre se incrementaron un 26% las hospitalizaciones de niños con desnutrición aguda grave, con respecto al año anterior.

Para empeorar el panorama, en junio estallaron los enfrentamientos entre grupos armados en algunas zonas de Puerto Príncipe, provocando incendios y otros daños en cientos de viviendas.

De acuerdo con los datos de la ONU, desde entonces más de 15.000 mujeres y niños han abandonado sus hogares a causa de la violencia en la capital y la periferia.

Al menos 1,5 millones de niños precisan asistencia humanitaria urgente en Haití

Sin vacunas COVID-19

Además, los casos de COVID-19 van en aumento y para fines de junio se habían registrado más de 18.500 infecciones y 425 muertes.

UNICEF reportó que los hospitales dedicados para pacientes con COVID-19 están saturados y enfrentan una escasez de oxígeno. Asimismo, algunos pacientes mueren porque la violencia impide que las ambulancias lleguen a auxiliarlos.

El representante del organismo para la infancia recordó que Haití es el único país de América al que no ha llegado una sola dosis de la vacuna COVID-19.

Es inaceptable. (…) En medio del aumento de los casos de coronavirus en Haití, cualquier día adicional sin vacuna pone en peligro la vida de cientos de personas”, recalcó Maes.

El trabajo de UNICEF

UNICEF solicitó este año 48,9 millones de dólares para aliviar las necesidades humanitarias de 1,5 millones de personas en Haití, incluidos más de 700.000 niños, pero hasta ahora sólo ha recibido el 31% de los fondos requeridos.

El Fondo para la Infancia apoyará la distribución, transporte y almacenamiento de vacunas COVID-19 a la temperatura adecuada.

En los últimos tres años, UNICEF ha instalado más de 920 refrigeradores solares en Haití para fortalecer la cadena de frío, principalmente en áreas remotas donde la electricidad no es confiable. En total, la agencia ha equipado al 96% de las instituciones de salud del país con refrigeradores solares.

UNICEF instó a poner fin a la violencia de las pandillas en Haití y pidió que se garantice el movimiento seguro del personal humanitario para llegar con asistencia a las familias en las zonas más afectadas de Puerto Príncipe.

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2021/07/1494192

 

 

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