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Médicos sin Fronteras: La COVID-19 desborda hospitales y hace más urgente la vacunación en Palestina

Estudiantes de la Universidad de San Carlos reinventan la Huelga de Dolores y recorren las calles de esa casa de estudios.

A diferencia de años anteriores, la edición del 2021 de la Huelga de Dolores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) es atípica, pues los estudiantes no recorrerán las 18 calles del Centro Histórico como tradicionalmente lo hacen, y en cambio desarrollan actividades en el campus universitario.

Batz, representante del Comité de Huelga, dijo: “es importante reconocer la necesidad del mensaje crítico y analítico del estudiante san carlista a través del instrumento centenario como la Huelga de dolores, por eso estamos en el campus universitario como una herramienta histórica que ya se había implementado en los años 80, cuando los estudiantes determinaron caminar dentro del campus para el resguardo de su integridad por amenazas del Estado, pero en este caso tenemos una amenaza mundial como es la pandemia”.

Agregó que se tomaron todas las medidas de seguridad necesarias para evitar contagios entre los participantes, quienes, con la sátira que los caracteriza, llevarán mensajes contra el Gobierno.

Sin embargo, otros grupos optaron por salir a las calles y concentrarse en la Plaza de la Constitución, donde hubo complicaciones en el tránsito, informó Amílcar Montejo, portavoz de Emetra.

Origen

Durante décadas, el Viernes de Dolores ha sido conmemorado por estudiantes de la Usac con el desfile bufo, carrozas alegóricos y sátira para denunciar hechos importantes que afectan a la sociedad.

El historiador guatemalteco Fernando Urquizú comentó que esta celebración surge de la conmemoración de hechos de gran importancia como la firma de independencia, y que se ha se ha caracterizado por denunciar de “manera jocosa, pero elegante”.

Agregó que con el paso del tiempo ha ido evolucionando para bien y para mal, “pero esta tradición sigue siendo el canal para muchos estudiantes para denunciar en contra del Gobierno”.

Estudiantes de varias facultades participaron en un viacrucis en el campus universitario. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)

 

 

Entre las demandas de los estudiantes está la agilización del proceso de vacunación. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)

 

 

Los estudiantes que participan en la Huelga de Dolores declararon a la Santa Chavela rectora magnifica y vitalicia de la Usac, debido a la captura del rector Murphy Paiz. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)

 

 

Con un viacrucis, los estudiantes evocan a las víctimas de la pandemia y axigen acciones claras en el combate de la enfermedad. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)

 

 

Para prevenir contagios de coronavirus, los estudiantes optaron por no salir de la Usac. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)

 

 

Algunos estudiantes si salieron a la Sexta Avenida de la zona 1. (Foto Prensa Libre: Municipalidad de Guatemala)Fuente: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/una-huelga-de-dolores-diferente-con-la-pandemia-de-fondo-y-sin-salir-de-la-universidad/

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Honduras: El grito de los bosques en tierra Tolupán: 100 asesinados por protegerlos

La etnia más antigua de Honduras se enfrenta al Estado y a empresas madereras al oponerse a la tala indiscriminada. Son apenas unos 20.000 indígenas en un territorio que posee uno de los mejores pinares del país. Más de un centenar de ellos han sido víctimas mortales de esa violencia que enfrentan todos los días los defensores ambientales en América Latina.

Ángela Murillo y José María Pineda necesitan un día completo para llegar desde San Francisco Locomapa en el departamento de Yoro, a la ciudad de San Pedro Sula, al norte de Honduras. En bus, a pie o en mula, tienen que atravesar caminos inexistentes donde el Estado no llega con unos mínimos servicios básicos. Pertenecen a uno de los pueblos originarios más antiguos de América Latina, el Tolupán, y el territorio donde viven se caracteriza por tener uno de los mejores bosques de pino del país y ser una región rica en oro, óxido de hierro y plata.

“No somos pobres, el sistema nos ha empobrecido”, cuenta Pineda en videollamada. El líder tolupán tiene 61 años y trabaja por la defensa del territorio desde hace más de 30, cuando las empresas madereras y mineras empezaron a dejar los cerros pelados, extrayendo los recursos de manera ilegal en un territorio cuyo título de propiedad pertenece al pueblo Tolupán. Un documento que data de 1874 y que la ley hondureña actual no reconoce.

Los tolupanes denuncian que la deforestación de sus bosques se inicia a través de los planes anuales de manejo forestal, aprobados por el Instituto de Conservación Forestal (ICF), y otorgados a poderosas madereras como Velomato o Inmare, propiedad de terratenientes locales. Pineda ya ha sido acusado en tres ocasiones del delito de obstaculización de la ejecución de un plan de manejo forestal. Unos procesos de criminalización donde fue defendido por el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), una organización que acompaña a los tolupanes en la defensa de sus derechos. “Si no fuera por este apoyo, ya llevaría ocho años de estar preso”, recalca el líder.

Un tercio de los bosques vírgenes que quedan en el mundo se encuentra en tierras administradas por pueblos indígenas o que les pertenecen

Agrupados en 31 tribus, repartidas por los departamentos de Yoro y de San Francisco Morazán, los tolupanes cuentan con una población de unas 20.000 personas. Cada tribu cuenta con un consejo directivo que decide sobre la gestión de los recursos naturales. Sin embargo, las 996 familias de las 19 comunidades que forman el municipio de San Francisco de Locomapa se encuentran parcialmente divididas. Su Consejo Directivo ha sido acusado de negociar los bosques a espaldas de las asambleas. Y cuando se dieron cuenta, dice Pineda, ya tenían las máquinas en el territorio, sin informarles de los derechos que tienen como pueblo y vulnerando el derecho a la consulta previa, libre e informada. Así, Pineda y Murillo, junto a buena parte de la comunidad, conformaron un Consejo Preventivo de Tribu, como manera de seguir luchando y protegiendo el territorio sin atender a los intereses empresariales, tanto nacionales como internacionales.

“Un trabajo que vale la pena”, dice Murillo, que a sus 42 años ya ha pasado también por uno de estos procesos de criminalización por parte de las empresas. “Nos mandan amenazas continuas, gasean a las comunidades y asesinan a nuestras compañeras”, y recuerda a través de la videollamada el asesinato en 2013 de la lideresa María Enriqueta Matute, junto a dos compañeros más, a manos de sicarios.

Es la alarmante realidad que viven los tolupanes, denunciada reiteradamente por Naciones Unidas como parte de esa violencia que enfrentan todos los días los defensores ambientales en América Latina por luchar contra un modelo extractivista, impulsado por unos Estados que no tienen en cuenta los derechos de los pueblos. Particularmente en Honduras donde, así como la activista Berta Cáceres fue asesinada hace cinco años por defender un río de una empresa hidroeléctrica, más de 100 indígenas tolupanes han pagado con su vida por luchar contra el despojo forestal en las últimas décadas, según el MADJ.

No respetan los límites con las fuentes de agua. Además, si marcan un árbol, se llevan tres. Estas empresas son incontrolables”

JOSÉ MARÍA PINEDA, LÍDER INDÍGENA

“Recibimos discriminación, destierro y muerte cuando buscamos defendernos. Queremos una vida digna, no como la de ahora. Se sorprenderían si vieran cómo vivimos aquí, a pesar de estar rodeadas de tanta riqueza”. Y luchan, no solo por la salida de las empresas de los territorios, sino también contra la contaminación de los ríos, por el abandono estatal en educación, sanidad y demás servicios básicos, y por el racismo que sufren a la hora de exigir sus derechos. “Es una odisea llegar al hospital más cercano, a ocho horas de camino. Y cuando llegas, ves como primero atienden a la persona andina antes que a la indígena”, asegura Murillo.

“Recuerdo las palabras de Matute cuando le preguntaba si tenía miedo”, dice Pineda, “ella me decía que no, porque quería que sus hijos vivieran de manera libre en esta tierra”. Y también evoca las palabras de otro compañero asesinado cuando estaba frente al sicario: “No me mates, porque yo también defiendo tus derechos”. Y el sicario le disparó en la cabeza. “Estas palabras y la lucha de los caídos nos dan más fuerza. Si no nos defendemos nosotros, nadie más lo va a hacer”.

Al hablar sobre si la justicia existe en Honduras, ambos ríen. “Vale más la vaca de un rico que un indígena. Tenemos la madera detrás de la casa, pero no tenemos dinero para salvarla”, dice Pineda. “El Gobierno es responsable de las vidas que han dado los compañeros y compañeras, porque no nos ha protegido y nos ha matado”, destaca Murillo.

El territorio donde viven los tolupanes se caracteriza por tener uno de los mejores bosques de pino de Honduras

Honduras es un país señalado por organizaciones defensoras de derechos humanos por negar la existencia de los pueblos indígenas y facilitar las condiciones del extractivismo. “Al sistema no le interesa que nosotros vivamos, más bien que desaparezcamos para hacer uso de estos territorios”, afirma Pineda. De poco o nada sirve estar bajo el amparo del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), firmado también por el propio país, que exige no adelantar proyectos en sus territorios sin un consentimiento tácito. Sin embargo, un informe de Intermón señala que cerca del 20% de las concesiones mineras y de producción de energía e hidrocarburos se encuentran en tierras indígenas.

La importancia de los bosques

Naciones Unidas recordó el pasado 3 de marzo, Día Mundial de la Vida Silvestre, que la pérdida anual de bosque equivale a una superficie mayor que la de Dinamarca y que esta destrucción implica, no solo una merma enorme de la biodiversidad, sino también un freno menos al avance del cambio climático y la destrucción del sustento de millones de familias en el mundo. Hoy, Día Mundial de los Bosques, lo vuelve a reiterar poniendo en valor los conocimientos de las comunidades ancestrales que los han gestionado a lo largo del tiempo. Un aspecto reforzado por un nuevo estudio publicado en la revista Frontiers in Ecololgy and the Environment que afirma que más de un tercio de los bosques vírgenes que quedan en el mundo se encuentra en tierras administradas por pueblos indígenas o que les pertenecen. La investigación insta al reconocimiento universal de sus derechos a la propiedad de la tierra, a elaborar políticas que tengan en cuenta su rol en la conservación y a reducir urgentemente la deforestación para frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Todo lo contrario de lo que sucede en territorio tolupán.

Lugar donde descansan los restos de José Salomón Matute y Juan Samael Matute, miembros del pueblo tolupán asesinados en febrero de 2019.
Lugar donde descansan los restos de José Salomón Matute y Juan Samael Matute, miembros del pueblo tolupán asesinados en febrero de 2019.FOTOS CEDIDAS POR EL MADJ

“Cuando la empresa entra en el bosque nosotros nos quedamos con la deforestación indiscriminada. Esto significa que el río y la quebrada van a desaparecer. Si dejamos que esto continúe así, vamos a desaparecer también”, destaca Pineda. “No respetan los límites con las fuentes de agua. Además, si marcan un árbol, se llevan tres. Estas empresas son incontrolables”. Efectivamente, el negocio de la explotación de la madera en territorio tolupán no es nada transparente. Así lo señala una investigación del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD) que asegura que de enero a mayo de 2019 se habrían cortado 13.499 árboles, 4.500 más de lo previsto en el Plan de Manejo.

Naciones Unidas recuerda que la pérdida anual de bosques equivale a una superficie mayor que la de Dinamarca

Los recientes huracanes Iota y Eota vinieron a agravar la situación. Causaron la pérdida de casas y escuelas, la destrucción de caminos y cultivos de café, maíz y yuca. Y se sumaban a los efectos de una pandemia que no pueden asegurar que haya llegado al territorio, porque no hay acceso a pruebas. “Todo esto nos ha dejado en una miseria total. Nos curamos con la naturaleza, porque es imposible acceder a los servicios de salud. Entonces, si nuestro entorno desaparece, nosotras también con él”, dice la lideresa tolupana. Un cúmulo de factores que han hecho que, ante la falta de oportunidades, muchos jóvenes se hayan visto obligados a migrar en busca de mejores condiciones de vida.

La educación en tiempos de pandemia

La dificultad para acceder a los servicios básicos se extiende a la educación. No tienen recursos para poder comprar un teléfono y las pocas personas que tienen uno, raramente pueden conectarse a la red. “Como pueblo tolupán estamos fuera del sistema porque no tenemos esa capacidad y nos preocupa tener un grupo de personas analfabetas en un futuro”, afirma Pineda.

Más de 100 indígenas tolupanes han sido asesinados por la defensa de sus bosques, según denuncia el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)
Más de 100 indígenas tolupanes han sido asesinados por la defensa de sus bosques, según denuncia el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)FOTOS CEDIDAS POR EL MADJ

Hace unos meses, a raíz de la falta de acceso a la educación en este pueblo, desde el área de formación del MADJ se inició un proyecto de una escuela de alfabetización que tuvo buen resultado. “Los indígenas tolupanes no han tenido la oportunidad de poder formarse. El primer curso fue muy bien, con más de 50 personas, entre ellas un hombre de 85 años que no falló a ninguna clase, a pesar de estar a más de dos horas y media de camino montaña arriba”, explica por videollamada Darwin Alachán, coordinador del equipo operativo del MADJ. A pesar de que la pandemia obstaculiza el inicio del segundo módulo, Alachán recalca la importancia de que estos procesos se sostengan en el tiempo, a pesar de que las comunidades tengan que salir a otros territorios por la falta de energía eléctrica en las áreas del pueblo Tolupán. De esta manera, se podrán ir consolidando proyectos como el de la radio comunitaria, estancada debido al asesinato de Juan Samael Matute, a quien se le había formado en nuevas tecnologías.

Una formación educativa que también pasa por el respeto a la lengua y la cultura tolupana. En su lengua, el tol, tolupán significa “ser lleno de color producto de la tierra”. Este idioma está en situación crítica de extinción, según el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro. “Se mantiene vivo entre los ancianos, pero la juventud apenas habla palabras sueltas. No queremos perder nuestra cultura propia, esa es nuestra riqueza”, señala Pineda.

En medio de los mejores bosques de pino de Honduras, los tolupanes sueñan con tener por fin la radio comunitaria, viviendas dignas, educación y sanidad de calidad, y que sus hijos e hijas puedan disfrutar de una vida libre. Esos sueños que ya tenían María Enriqueta Matute y la propia Berta Cáceres, quien también estuvo al lado del pueblo Tolupán, tal y como recuerda Murillo. “Son ejemplos de mujeres valientes indígenas que han dado su vida por un derecho que nos pertenece a todas. Las generaciones venideras vamos tras sus pasos, con la conciencia de continuar protegiendo los bosques y la vida”.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-03-20/el-grito-de-los-bosques-en-tierra-de-los-tolupanes.html

 

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Honduras sigue con sus venas abiertas

Por: Giorgio Trucchi

En Honduras no para la ofensiva contra quienes defienden la tierra y los bienes comunes. La última víctima es Juan Carlos Cerros Escalante, dirigente indígena Lenca y ambientalista.

Cerros fue ultimado de varios disparos por desconocidos la noche del domingo pasado en la comunidad Nueva Granada, ubicada entre los municipios de Chinda (Santa Barbara) y San Antonio (Cortés), mientras regresaba a su casa acompañado por sus hijos.

Según la Coalición Nacional de Redes y Organizaciones Ambientales de Honduras (CONROA), al momento de su asesinato, Juan Carlos Cerros se desempeñaba como coordinador de la organización Comunidades Unidas.

Junto a otros grupos luchaba contra la instalación del proyecto hidroeléctrico “El Tornillito”, sobre el río Ulua, una obra que amenaza con desaparecer gran parte del territorio municipal de Chinda y desplazar a una gran cantidad de familias.

Responsable de la construcción de “El Tornillito” es la empresa hondureña Hidroeléctrica El Volcán S.A. de C.V. (Hidrovolcán), que es parte del grupo Inversiones y Representaciones Electromecánicas S.A. de C.V. (Iresa).

“Hablar de Juan Carlos es hablar de una persona comprometida desde siempre con su comunidad, que se involucra con el tema de la defensa ambiental en virtud del otorgamiento de la concesión del proyecto hidroeléctrico”, dijo a La RelBetty Vásquez, coordinadora del Movimiento Ambientalista Santabarbarense (MAS).

Para Vásquez, el modelo extractivo de despojo y desplazamiento forzado que se ha implementado en Honduras después del golpe de Estado de 2009, representa una amenaza muy fuerte para los territorios, en especial para el occidente del país y el pueblo Lenca.

Criminalización, persecución, conflictividad y división comunitaria son solamente algunos de los efectos nefastos que generan estas empresas.

Juan Carlos Cerros era beneficiario de medidas de protección, tras sufrir un atentado en 2019 que lo obligó a abandonar temporalmente la comunidad.

“Él era una amenaza por este sistema explotador y su vida estaba en riesgo. Condenamos y denunciamos que se trata de un asesinato político, perpetrado para sembrar el miedo y bajar la resistencia autentica y legítima de la población de Chinda.

Vamos a seguir luchando para defender nuestro territorio, nuestros ríos, nuestra agua, porque nos pertenecen, porque son parte inescindible de nuestra cultura y cosmovisión indígena”, aseveró la coordinadora del MAS.

Hasta el momento se conoce que hay una persona capturada.

“Exigimos que se esclarezcan los hechos, que haya un debido proceso y una pronta justicia. Hay que parar la persecución y represión contra defensores y defensoras. Hay que parar la impunidad.

Vamos a seguir sembrando lucha y esperanza, exigiendo justicia para Juan Carlos y por todos los caídos en el marco de la defensa territorial”, concluyó Vásquez.

Las cifras de la vergüenza

De acuerdo con el más reciente informe de Global Witness “Defender el mañana”1Honduras en 2019 se posicionó como el quinto país más letal al mundo para quienes defienden la tierra y los bienes comunes.

Un total de 26 personas defensoras han sido asesinadas en los últimos dos años. Son al menos 39 las que han perdido la vida de manera violenta después del asesinato de la lideresa indígena y luchadora social Berta Cáceres (2016), más de 150 en la última década.

La impunidad es casi absoluta.

1 – Informe de Global Witness

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es

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México: Exigen en Chiapas justicia para Berta Cáceres

A cinco años del asesinato de la líder indígena lenca Berta Cáceres en Honduras, la organización Otros Mundos Chiapas exigió que se inicie el debido proceso contra los autores intelectuales del crimen.

Demandó a las autoridades hondureñas el debido proceso en el juicio contra el empresario y exmilitar David Castillo, «cuyas pruebas apuntan a su participación en el crimen y que presuntamente vinculan además a la familia Atala», señalada también como autora intelectual del asesinato por ser dueña del proyecto hidroeléctrico al que se oponía Cáceres.

Explicó que desde que fue perpetrado el asesinato de Cáceres en 2016 «el ministerio público y la fiscalía inventaron y alteraron pruebas, inventaron testigos falsos; generaron intimidación contra el COPINH (Concejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) y todos los testigos protegidos».

Por ello, Otros Mundos se unió «a los gritos del mundo entero» que exigen justicia por Berta Cáceres, quien fue asesinada en su casa de La Esperanza, Honduras, por luchar contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, de la empresa Desarrollo Energéticos S.A. (DESA).

A continuación el comunicado completo:

Hoy 2 de marzo se cumple 5 años del asesinato de nuestra hermana Berta Cáceres, fundadora y coordinadora del Concejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). A partir del 3 de marzo de 2016, la justicia hondureña procuró proteger y ocultar de la responsabilidad a los autores materiales e intelectuales del crimen. El Ministerio Público y la Fiscalía inventaron y alteraron pruebas, inventaron testigos falsos; generaron intimidación contra el COPINH y todos los testigos protegidos.

A cinco años de este repudiable hecho no ha llegado la justicia verdadera para la familia, el pueblo Lenca, el pueblo de Honduras y la comunidad internacional que gritamos con voz firme ¡FALTAN LOS ATALA!

Desde Chiapas, México, nos sumamos a los gritos del mundo entero que exigimos justicia con un debido proceso. Exigimos al gobierno hondureño un debido proceso en el juicio contra David Castillo, cuyas pruebas apuntan a su participación en el crimen y que presuntamente vinculan además a la familia Atala.

Este 2 de marzo de 2021 se cumplen 5 años de caminar junto a Berta. Berta no murió, sino que se multiplicó en la consciencia y en las luchas de los pueblos y movimientos en todo el mundo que claman justicia, que resisten contra el Modelo Extractivo, contra el capitalismo patriarcal, racista y depredador de los territorios, pueblos indígenas y campesinos. Berta significa y reivindica la lucha de las mujeres por defender la vida, a lo largo y ancho de América Latina, por eso Berta se multiplico, Berta soy yo.

JusticiaParaBerta #5AñosJunto A Berta

Firma

Otros Mundos AC

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/exigen-en-chiapas-justicia-para-berta-caceres/

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Educación pública, muerte silenciosa y pandemia

Por; javier Suazo

La Covid-19 profundizó las brechas de desigualdad en la educación, ya que más de 1600 millones de estudiantes, a nivel mundial, abandonaron las aulas porque cerraron las escuelas.

Cada vez se hace más necesario contar con individuos críticos y creativos que comprendan su mundo, lo cuestionen y persigan lo perfectible”

Andrews Paiva

 

Las llamadas políticas públicas universales, hace mucho tiempo desaparecieron de Latinoamérica. Cada vez más el Estado ha ido trasladando parte de las competencias, funciones y recursos en este campo a actores privados, algunos disfrazados de ONGs y otros de iglesias evangélicas. Igual, la descentralización y sus modalidades “impuras” como la desconcentración y terciarización, han acelerado este proceso, ya que los gobiernos subnacionales y locales encuentran más fácil negociar con centros de enseñanza privada para que presten este tipo de servicios, que asumir la responsabilidad que implica la enseñanza pública, garantizando acceso permanente y educación de calidad a la población.

Los gobiernos asignan menos recursos a los presupuestos de educación, salud y protección social, por lo que, en el caso de la educación, las familias se ven orilladas a buscar conocimiento en escuelas y universidades privadas, o simplemente, por los altos costos y aumento del desempleo y pobreza, renunciar a dicho conocimiento. La alta deserción escolar tiene explicación en esta realidad, pero también en la ausencia de nuevos enfoques y metodologías de enseñanza que utilicen al máximo recursos locales que ligan la presencia en las aulas o talleres de clase, con el trabajo material que se realiza dentro y fuera del hogar.

Varios países latinoamericanos, entre lo que destaca Uruguay y Costa Rica, le apostaron a la educación con políticas de cobertura universal, incluso en el marco de la vigencia de programas de ajuste económico, donde la orden del día era recortes de gastos sin excepción; prácticamente, con el respaldo de la población, convencieron a los OFIs, de la importancia de mantener o aumentar en forma vegetativa el gasto en educación. Con todo lo que ha significado el bloqueo a Cuba, la educación es uno de los pilares donde ha descansado el desarrollo a escala humana, aunque recién, por el bloqueo histórico y la crisis financiera, en lo económico se flexibilice la ejecución de políticas económicos para permitir mayor participación de inversión externa.

Antes del Covid-19, era evidente que, en la mayoría de los países, se apostaba a una educación acrítica, donde los valores del mercado, tecnicismo y los idiomas, eran más importantes que el humanismo. Y es que no puedan coexistir, sino que su avance se ha hecho a costo del debilitamiento de la educación en valores universales, derechos y culturas propias. Hay escuelas privadas donde se enseñanza el idioma inglés como segunda lengua, pero los jóvenes asumen que debe acompañarse con estilos de vida como en el país del norte. Como escribieron algunos miembros de la escuela de Fráncfort, “el conocimiento se constituye en la realidad y no por producción de conceptos, no hay que separar sujeto y realidad, ya que todo conocimiento depende de la práctica, de la época y de la experiencia”.

Con el Covid-19, la Relatora Especial de la ONU para el Derecho a la Educación, Koumbou Boly Barry, demanda que la población reciba una educación, pero una educación con pensamiento crítico. La Covid-19 profundizó las brechas de desigualdad en educación, ya que “más de mil seiscientos millones de estudiantes, de todos los sistemas juntos, a nivel mundial, abandonaron las aulas porque hubo que cerrar bastante rápido las escuelas”. El cierre se dio por decreto de las Secretarias de Educación, sin que se tuviera certeza de volver a la educación presencial, incluso después que entrara la vacuna en los países que hicieron contratos a tiempo, como Panamá, Costa Rica, Bolivia, Chile y México, no así países como Honduras que confiaron en la OPS-OMS y su mecanismo COVAX, que se retrasó y orilló a las autoridades a negociar directamente la compra de vacunas con empresas comerciales y países, incluyendo la vacuna Sputnik V, y a obtener unas 5,000 vacunas (dosis) donadas por Israel a cambio de apoyar sus propuestas de tipo político e ideológico.

En el caso de la educación, los países latinoamericanos debieron aprender de Uruguay, el primer país que retomó la presencialidad con mucho éxito, efectividad y responsabilidad. La valorización de sus autoridades educativas es que la educación es más que un aula de estudio, es vida, contario al encierro que es muerte. En el caso de Costa Rica, una de las justificaciones para abrir las escuelas y colegios, lo fue el ausentismo generado por la pandemia, donde muchos alumnos y alumnas se retiraban por no contar con los recursos para acompañar la educación en línea.

 

Debido a la ausencia de las comidas escolares, los niños están hambrientos y su nutrición está empeorando. A causa de la falta de interacciones diarias con sus compañeros y la reducción de la movilidad, están perdiendo su forma física y están mostrando síntomas de trastornos mentales. Asimismo, al no disponer de la red de seguridad que suele brindarles la escuela, los niños están más expuestos al abuso, el matrimonio infantil y el trabajo infantil”. (unicef.org. nicaragua/prensa 12-01-2021),

A ello se agrega, el problema del inmovilismo, especialmente en los colegios de secundaria y la universidad, donde las asociaciones de estudiantes y los grupos estudiantiles no han podido seguir con la lucha dentro de los centros de estudio para enfrentar las reformas educativas promovidas por los gobiernos y apoyadas por los Organismos Financieros Internacionales, caso particular del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas organizaciones de estudiantes siguen saliendo a las calles para protestas por la falta de educación presencial antes y durante el Covid-19, manteniéndose activas en las redes sociales; pero también lo harán una vez que se profundicen las reformas neoliberales por los gobiernos Post-Covid-19, en tanto los niveles de endeudamiento público serán inmanejables, sobre todo los pagos del servicio de la deuda externa.

Los procesos de innovación educativa también han sido afectados por el Covid-19, pero no aquel tipo de “innovación” que entrega 8,000 “tabletas” a niños y niñas para que puedan conectarse al internet y seguir las clases virtuales (que en mayoría son abandonadas), tal como sucede en Honduras; hablamos de aquella innovación que rescata las lenguas e idiomas ancestrales y valores comunitarios, donde se sigue con un tipo de enseñanza participativa liderada por maestros de las comunidades. En el caso de Nicaragua, la educación a distancia forma parte de este proceso de enseñanza-aprendizaje.

Hay evidencia que los costos por pago de maestros, materiales y servicios públicos de los gobiernos, han bajado por la pandemia, ya que, en el caso particular de la educación secundaria y universitaria, el ausentismo escolar es alto. Se argumenta que, la reingineria tecnológica en las universidades para enfrentar la demanda de la educación en línea, implica un gasto adicional, pero ello es mucho menor que el gasto de la educación presencial. A ello se debe que varios gobiernos que enfrentan problemas financieros por la caída de los ingresos tributarios, no estén muy interesados en volver a la normalidad, y sigan trasladando los costos de la educación virtual a la población.

Finalmente, los grupos y partidos de oposición y gobiernos deben concretar una alianza para priorizar la educación como una de las principales políticas públicas de los Estados, conjuntamente con la salud, generación de empleo masivo y el ambiente. Ocupamos asignar los recursos necesarios cada año para que se garantice una educación universal y de calidad, sustentada en un pensamiento crítico que involucre a las organizaciones sociales y comunitarias. Esta (s) políticas públicas no deben ser negociadas con el FMI y Banco Mundial, ya que es un mandato de la voluntad popular hecho gobierno.

Tegucigalpa, DC, 24 de febrero de 2021

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/211115

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Honduras: Una juventud que avanza a costa de la ausencia de sus madres

Por: Jénnifer Ávila Reyes/Contracorriente

Familias enteras huyen de Honduras a causa de la pobreza y la violencia, que normalmente van juntas. Y aunque la migración más conocida y documentada es la que tiene como destino Estados Unidos, cada vez más aumenta la población que migra hacia España, sobre todo las mujeres.

Rebeca tiene 54 años y vive en San Pedro Sula en el norte de Honduras. Ella se quedó sosteniendo el hogar que dejó Karla, su hermana menor cuando decidió emigrar a España. Karla dejó a su cuidado a tres hijos adolescentes. Ese 8 de noviembre de 2016 que se despidieron, Rebeca sintió el peso que caía sobre su espalda: lograr la estabilidad de la familia mientras Karla conseguía un trabajo en España, y lidiar con el vacío que dejaba en sus hijos. Pero Karla y Rebeca ya tenían su familia partida por la migración, de siete hermanas: tres están en Estados Unidos, donde también está el esposo de Rebeca. Las relaciones a distancia no eran nuevas para ellas.

Karla y Rebeca vivían juntas, aportaban a la familia conjuntamente para sobrevivir, ambas trabajaban y ganaban un sueldo fijo cada mes. “Al inicio fue muy difícil. Cuando ella llegó a España nos faltaba su ingreso. Yo le pude aportar y su esposo también. Mi familia nos ayudaba a pagar la comida, las facturas. Fue apretado los primeros seis meses. Los muchachos estaban finalizando el año escolar y ya venía el siguiente pago de matrículas. Pese a las dificultades, salimos adelante” cuenta.

Rebeca no tiene hijos, pero ayudó con la crianza de los de Karla. Le preocupaba que no pudieran superar la partida de la madre.

“Tuve que llevar a uno de ellos al psicólogo”, explica. El muchacho se encerraba en su cuarto y empezó a tener bajo rendimiento en la escuela, a pesar que los tres eran muy apasionados con sus estudios. Dos de los hijos de Karla estudiaron música a la vez que la secundaria. “Se veían bien, pero hay un punto en el que no puedo penetrar en sus vidas. Les preguntaba si sentían que su mamá los había abandonado, si se sentían amados. Después la psicóloga me explicó que la ausencia de su madre impacta y eso ocurre a la edad que sea, la madre siempre hace falta”, dice.

Rebeca es abogada y tiene su despacho privado con otra de sus hermanas. El trabajo le ayudaba a tener lo suficiente para vivir y a contribuir con la familia extendida que vive con ella. Pero los costos de tener hijos que ya iban a la universidad se elevaban mucho. Por eso, cuando Karla decidió emigrar, ella la apoyó.

“Karla siempre estaba pensando en emigrar a otro país por la situación de aquí, tanto económica como por la delincuencia: por el riesgo que corría ella, los muchachos, todos nosotros. Maduró la idea, empezó a averiguar y a ver cómo hacía para irse. Cuando vi que iba en serio me asusté”, explica, sobre todo por la lejanía, porque la migración en su familia puede estar normalizada, pero duele igualmente.

De las más de 370.000 mujeres que estaban registradas en el Régimen Especial de Empleo de Hogar en agosto de 2020, el 70% eran extranjeras. En 2017 CCOO Catalunya publicó que el 81,7% de las mujeres hondureñas que estaban dadas de alta en la seguridad social, trabajaban en el Régimen Especial de Trabajadoras del Hogar. Los datos actualizados a 1 de enero de 2020 del Padrón Continuo indican que en España hay unas121,695 personas empadronadas con nacionalidad hondureña. De ellas 86,297 son mujeres. Hay 21,299 mujeres de Honduras con algún tipo de permiso de residencia, lo que nos deja un total de 64.998 mujeres sin papeles.

Karla –dice Rebeca– siempre pensó en llevarse a sus hijos. Honduras es un país del que quería huir. Cuatro años después, los hechos demuestran que estaba en lo acertado.  Honduras pasa una crisis humanitaria sin precedentes. Sumida en una pandemia, dos tormentas devastaron toda la zona norte del país dejando a cientos de miles de personas damnificadas, incontables muertosy la economía aún más golpeada. El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) proyecta que Honduras aumentó el porcentaje de población viviendo por debajo del umbral de la pobreza: del 60% ha pasado al 70% tras la pandemia y las dos tormentas.

San Pedro Sula ha sido una de las ciudades más violentas del mundo, en 2018 bajó su puesto en el ranking mundial de ciudades violentas, pero a pesar de esa mejora, personas como Karla y Rebeca siguen teniendo una percepción alta de inseguridad. Rebeca dice que no hay sitio donde la violencia no llegue: “ni en las mejores colonias se salva uno”. Asegura que vivir con miedo de que algo pueda le pasar a sus hijos es algo que no le desea a nadie, mucho menos a su hermana.

Entre 2006 y 2010, Honduras ocupó los primeros lugares de peligrosidad del mundo por su tasa de homicidios. Aunque esta se ha reducido, la violencia es ya endémica en este país. En 2019 Honduras se convirtió en el país más violento de Centroamérica con una tasa de 41.2 homicidios por cada 100.000 habitantes, según el informe Balance de InSight Crime, de los homicidios en 2019. Entre los departamentos con mayor número de homicidios se encuentran Cortés, Francisco Morazán, Yoro, Atlántida y Olancho. La crisis humanitaria que ahora vive el país solo avizora más violencia y conflictividad social en un país que según el Bertelsman Transformation Index (BTI) 2020 ha sido catalogado como una autocracia.

Familias enteras huyen de Honduras a causa de la pobreza y la violencia, que normalmente van juntas. Y aunque la migración más conocida y documentada es la que tiene como destino Estados Unidos, cada vez más aumenta la población que migra hacia España, sobre todo las mujeres.

Rebeca lamenta que Karla se haya perdido los cumpleaños de sus hijos, sus graduaciones, pero rápidamente añade que quizá las graduaciones no habrían sido posibles sin Karla trabajando en España y enviando la remesa que mes tras mes no les faltó desde que, a los seis meses de llegar, encontró trabajo.

“Comida siempre hubo, pero ahora no tengo que preocuparme de que se acabe el dinero y no tenga para comprar. Ella cubre las necesidades mensualmente, nos ayuda a pagar las facturas”. Otro de los ámbitos en los que necesitaban más recursos económicos era en el de la salud. En Honduras los progenitores pueden asegurar a sus hijos e hijas en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), bastante precario, hasta sus 11 años. Después sólo les queda el seguro privado. Por ello, cada vez que uno de los tres hijos de Karla enfermaba, los gastos se disparaban.

“A mí no me gusta preocuparle. Si algún hijo cae enfermo, trato de solucionarlo sin decirle nada. Pero si veo que es fuerte y no puedo cubrir el gasto, se lo cuento y su respuesta inmediata es que le lleve al médico, que ella me manda de inmediato el dinero para hacerlo todo: los exámenes, comprar las medicinas…”, explica Rebeca.

Este año Karla tenía planificado viajar a Honduras durante la Semana Santa para visitar a la familia. El plan era llevarse a uno de los hijos con ella. Pero llegó la pandemia y el viaje se postergó de manera indefinida. Ahora el muchacho, de 20 años, con su ticket de avión comprado, no sabe cuándo se va a reunir con su madre. Mientras, se ha matriculado en la universidad de manera virtual.

La pandemia sacudió al mundo y la vida de esta familia partida. Rebeca se preocupaba por Karla porque le llegaban las noticias de la tragedia y la crisis sanitaria en ese país cuando en Honduras aun no se sabía nada del virus.

“Cuando a ella le pegó el covid ni siquiera supimos si era eso o una gripe. Ella me dijo que fue al doctor, pero que no le mandaba a hacer los exámenes porque los hospitales estaban saturados. Tenía los síntomas, pero no es fácil aceptarlo, nos habría dado terror”, recuerda Rebeca.

En Honduras, la pandemia ha sido gestionada con ineptitud, corrupción y desidia. El presidente Juan Orlando Hernández, cuyo mandato está en entredicho desde su reelección ilegal en 2017,mintió al declarar que había pasado la enfermedad en el mes que Honduras registró la mayor cantidad de contagios, hospitalizaciones y decesos por la COVID19. Los hospitales móviles que el gobierno compró para la atención de la emergencia en marzo fueron una estafa: de los 7 adquiridos solo 4 han llegado al país y, de estos, solo dos funcionan. En Honduras el temor no solo es a enfermar, sino a sufrir las consecuencias de un sistema sanitario colapsado y sin recursos para tener posibilidades de ser atendidos dignamente.

A finales de octubre, la economía estaba comenzando a reabrirse, gracias también a la flexibilización de las restricciones horarias y a la flexibilización del toque de queda decretado en marzo. Rebeca, por ejemplo, dejó de trabajar en marzo, todos dependían de su hermana.

Comenzaban a estabilizarse en casa, cuenta Rebeca, cuando tocaron tierra dos huracanes, Eta y Iota, que devastaron el valle de Sula.

“Fue algo terrible. No hemos salido de la pandemia cuando llega el primer huracán Eta.  Vivimos en una zona que nunca se ha inundado. El día del huracán empezó a azotar y, de repente, yo me siento responsable de los niños, del esposo de Karla, de decidir qué hacer. Sale una alerta de que mi colonia está en alto riesgo y en ese momento se va la energía, empieza a soplar el viento, mi hermana llamándome desde España, llorando, pidiéndome que me fuera a la casa de otra hermana, que tiene dos plantas. Empieza el shock, ella desesperada, estábamos a la deriva”, recuerda Rebeca y explica que en ese momento se imaginaba la impotencia de su hermana, que, desde lejos, habría querido volar para sacarlos de allí.

Rebeca sacó a toda la familia de la casa. Al día siguiente regresaron y la colonia no había sido afectada. La periferia de San Pedro Sula parece ahora un campo de refugiados tras la caída de una bomba. Lo que antes eran ciudades, contiguas a San Pedro Sula, ahora son grandes pantanos donde familias enteras buscan, aún meses después de la tormenta, muchos buscan pertenencias debajo del fango, mientras otras intentan huir en caravana migrando hacia Estados Unidos.

Si Karla quisiera regresar, podría decirse que no tiene un país al que hacerlo. Después de las dos tormentas, el 10 de diciembre una caravana de migrantes salió con rumbo a Estados Unidos desde San Pedro Sula. Familias enteras caminaron hacia la frontera con Guatemala donde la marcha fue disuelta por autoridades migratorias hondureñas. Esta vez, el muro del sur de México se corrió hasta Honduras. Las mujeres lloraban porque no las dejaban salir de su país, como si fuera una cárcel, como si nunca más quisieran volver a ver sus casas hundidas en el lodo.

Rebeca cree que es un precio muy caro el que se paga si se decide emigrar y que por más que al inicio las personas, como Karla, piensan que trabajarán un tiempito, ahorrarán y regresarán a su país, eso no sucede. “No se puede decir que el sacrificio vale la pena porque es mucho lo que hay que pagar por la estabilidad. Pero si ella hubiera estado aquí, habría tenido más dificultad para graduar a sus hijos”, dice Rebeca, que ahora ve más cerca el momento en que los hijos de Karla se reúnan con su madre, lejos de Honduras. Ese día continuará su vida y su plan: migrar a Estados Unidos donde la espera su esposo después de esta prolongada pausa en su vida.

Fuente: https://desinformemonos.org/una-juventud-que-avanza-a-costa-de-la-ausencia-de-sus-madres/

Imágenes: Martín Caliz/Contracorriente

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Honduras prohíbe de forma absoluta el aborto

Honduras prohíbe de forma absoluta el aborto

Honduras se consolidó en el grupo de países que prohíbe el aborto en todas las circunstancias: El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Haití y Surinam.

 

El Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla de Honduras expresó este viernes el “repudio total” a la aprobación por parte del Parlamento de un decreto de ley que prohíbe de forma absoluta el aborto al blindar el artículo 67 de la Constitución que ya rechazaba la interrupción del embarazo por cualquier causa.

En un comunicado, el movimiento feminista manifestó “su repudio total” al decreto 132 que “blinda toda posibilidad de despenalizar el aborto en Honduras”.

La ley aprobada este jueves por el Parlamento hondureño, añade, sentencia a “niñas, adolescentes y mujeres al aborto en condiciones de clandestinidad e inseguridad”.

El Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, una organización con más de 30 años de trayectoria en la defensa de los derechos humanos en Honduras, indicó que rechaza la actitud del Congreso Nacional al aprobar el decreto y tildó de “enemigos” a los diputados que votaron a favor de la ley.

Los parlamentarios que aprobaron la ley son “enemigos” y “nos niegan la obligación estatal de respetar, proteger y hacer vigentes nuestros derechos sexuales y reproductivos”, añadió.

El colectivo también condenó que la despenalización del aborto en Honduras sea consultada a las iglesias, pues el Estado es laico.

“Repudiamos la manipulación por parte del oficialismo cachureco (Partido Nacional), ya que éste es un problema grave de salud pública que, según cifras oficiales de la Secretaría de Salud, solo en 2019 se dieron más de 1.000 egresos hospitalarios por aborto en el sistema de salud pública y se dieron 882 partos en niñas de entre 10 y 14 años producto de violencia sexual”, enfatizó.

“Adefesio legal”

Honduras se consolidó en el grupo de seis países de la región que prohíbe el aborto en todas las circunstancias y que completan El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Haití y Surinam.

“Nos indigna la demagogia al utilizar un problema vital para las mujeres como distractor, en medio de los señalamientos que sufre el (poder) Ejecutivo en estos momentos por sus vínculos con el narcotráfico”, señaló el colectivo feminista.

Señaló además que el Código Penal de Honduras ya contempla la penalización del aborto. “Este adefesio legal sólo puede ser producto de mentes retorcidas que buscan blindar sus intereses, codicia y sed de poder”.

“¿Por qué no blindan la Constitución y ponen un escudo contra la corrupción?,¿íPor qué no modifican el Código Penal para asegurar cadena perpetua a los ladrones del erario público?”, agregó.

El movimiento indicó además que la “democracia como modo de vida y sistema que garantiza la pluralidad y goce de derechos ha sido eliminada, las mujeres solo significamos ÚTEROS para procrear la especia humana que luego nos apuñala por la espalda y nos pisotea a su libre antojo”.

Instó a las mujeres y a los hombres dignos “a no votar” en las elecciones generales de noviembre de 2021 por los diputados que apoyaron el decreto y “nos traicionan, asesinan y criminalizan”.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (Oacnudh) lamentó la víspera la aprobación de la reforma constitucional para la prohibición absoluta del aborto y recordó que “contraviene obligaciones internacionales y recomendaciones específicas al Estado de Honduras sobre los derechos de las mujeres”.

Fuente de la Información: https://www.vanguardia.com/mundo/honduras-prohibe-de-forma-absoluta-el-aborto-CJ3319271

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