Page 59 of 1236
1 57 58 59 60 61 1.236

Guatemala: La semilla rebelde

La semilla rebelde

Carolina Vásquez Araya

La violencia contra los pueblos originarios solo los ha hecho más fuertes.

En toda nuestra América, pero también en el resto del mundo, el acoso y la violencia criminal en contra de comunidades autóctonas que no ceden ante la invasión de sus territorios, ha causado millones de víctimas inocentes. Esta guerra constante, herencia de las invasiones colonizadoras cuya bandera de raza y estirpe impera sin sonrojo, ha marcado en ellas, a lo largo de las generaciones, la huella de la pobreza, la desigualdad y la injusticia. En pleno siglo veintiuno podemos observar el aniquilamiento de poblados enteros e incluso macabros planes estatales destinados a apoderarse de sus tierras.

En la Amazonía, en la región de la Araucanía, o en las estepas del norte de Canadá, los habitantes llevan en su historia el sino de la persecución y la pérdida de sus diversas expresiones culturales. Pero, además, el peso de una existencia privada de los derechos ancestrales sobre los territorios que les han pertenecido. En síntesis, el colonialismo, de cuya arrogancia y desprecio por la vida están saturados los tratados de historia, permanece intacto; fortalecido por un sistema depredador capaz de anteponer las ventajas para un puñado de entidades industriales, agrícolas o comerciales, por encima de la vida de millones de seres humanos.

La constante y despiadada manipulación de la imagen pública de los pueblos originarios, inyectada en el imaginario colectivo de las clases medias gracias al trabajo minucioso de los medios de comunicación aliados con el poder, contribuye de modo rotundo en la pérdida de identidad, en la creación de estereotipos -capaces de poner una división indestructible entre sectores sociales- y en la división de una ciudadanía que termina siendo instrumentalizada con ese propósito. Sin embargo, en ellos aún persiste la semilla rebelde que los ancla a su territorio.

Este milenio, con sus crisis migratorias, sus conflictos bélicos por el dominio geopolítico y la voracidad insaciable de las multinacionales, será la prueba de fuego para innumerables comunidades indígenas que aún logran sobrevivir a pesar de las agresiones y los intentos por exterminarlas. Las estrategias varían y se desplazan desde el ataque violento -como en la región mapuche o la Amazonía brasileña- hasta esos planes de “integración” forzada la cual, en esencia, significa la destrucción del tejido social y cultural de comunidades ricas en expresiones propias.

Estamos ingresando a la etapa más dura de la guerra por el agua y los alimentos. El escenario incluye los efectos devastadores del cambio climático, por un lado, y la visión deshumanizante de la comunidad internacional sobre las poblaciones privadas de recursos, por otro. Los pueblos originarios, que alguna vez tuvieron soberanía sobre sus territorios pero fueron colonizados y expoliados por imperios que hoy se ufanan de sus riquezas, no tienen derecho a decidir sobre su futuro y menos aún sobre su presente. Los “desplazados forzosos”, esas personas obligadas a abandonar su hogar y su tierra, ya son cien millones; cien millones de seres humanos perdidos en la nada social.

Cien millones entre los cuales predominan los grupos étnicos que no encajan con el sistema capitalista y tampoco con los preceptos de los marcos teóricos de las sociedades urbanas, tan adictas al ejercicio de la discriminación y sus variadas formas de dar a cada quien su lugar, en este mundo de infinitos estratos.

Cien millones de seres humanos caminando por el mundo sin rumbo y sin futuro.

Fuente de la Información: https://iberoamericasocial.com/la-semilla-rebelde/

 

Comparte este contenido:

Nicaragua: Escuelas de Managua participan en Festival de la Ciencia y la vida “Innovando mis Aprendizajes”

Escuelas de Managua participan en Festival de la Ciencia y la vida “Innovando mis Aprendizajes”

Con el objetivo de promover la implementación de tecnología para mejorar el aprendizaje, en el Instituto Miguel de Cervantes se realizó el Festival de Ciencia y la Vida “Innovando mis Aprendizajes”, donde 9 escuelas del Distrito III compartieron las técnicas que se emplean en las asignaturas para incorporar la innovación y tecnología.

“Estamos trabajando fuertemente para innovar y usar la tecnología en diferentes disciplinas, por ejemplo en matemáticas. Tenemos algo que no puede faltar y es la educación especial, hay un stand de la escuela Melania Morales donde nos explican como llevar un excelente proceso de aprendizaje en estos casos”, dijo Brenda José Campos, Directora del Instituto Miguel de Cervantes.

En total participan 5 centros de primaria y dos de secundaria, entre ellos: Colegio San Luis, Chiquilistagua y Miguel de Cervantes. También se unieron las escuelas Melania Morales, Escuela Panamá, Fernando Gordillo e Instituto Benjamín Zeledón.

Implementación de la tecnología en las aulas de clases

Honniel Rachel Ramírez, estudiante con discapacidad de noveno grado A, dijo que la tecnología es importante para los retos actuales y futuros. “Con esta los estudiantes asumimos roles al convertirnos en conductores de nuestro aprendizaje y nos formaremos como profesionales capaces de desarrollarnos en esta sociedad cambiante”.

“Este festival está orientado a que presentemos las diferentes estrategias que ayuden a los muchachos a aprender más y mejorar su rendimiento académico. Los jóvenes están enfocados a utilizar los diferentes dispositivos electrónicos que hay; recordemos que todos los centros que están equipados, y nos permiten mantenernos actualizados en las estrategias de aprendizaje”, compartió el docente Oscar Villavicencio.

Asimismo compartió, que la implementación de la tecnología facilita el intercambio entre los docentes y estudiantes. “Tenemos recursos multimedia que nos ayudan a hacer más ágil nuestro trabajo y que los estudiantes aprendan de manera interactiva que es lo que se necesita en este contexto tecnológico”, agregó Villavicencio.

Festival de tecnología

Festival de tecnología

Fuente de la Información: https://www.mined.gob.ni/escuelas-de-managua-participan-en-festival-tecnologia-de-la-ciencia-y-la-vida-innovando-mis-aprendizajes/

Comparte este contenido:

El Juez Gálvez y su cita con la Historia

Por: Carolina Vásquez Araya

Un juez guatemalteco cuyo compromiso con la justicia reta a las mafias.

La captura del Estado del Guatemala, perpetrado por las mafias en el poder, es total y pública. Los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- ya han sido invadidos por quienes pretenden transformar una débil democracia en una dictadura, pero no con el propósito de gobernar, sino con la perversa intención de destruir por completo su institucionalidad en pleno. Para ello, cuenta con un sicariato organizado desde oscuras huestes militares y empresariales, cuyo empeño consiste en revivir los violentos tiempos que llevaron a ese país al conflicto armado interno que duró más de 36 años.

Las amenazas contra quienes todavía intentan detener esa debacle, cruzan todos los espacios públicos con un absoluto descaro; y los atentados contra la vida de operadores de justicia, periodistas, activistas sociales y organizaciones civiles son parte de un nuevo orden de cosas. Como consecuencia inmediata está el exilio de muchos de ellos, obligados a abandonar su hogar y su país para salvar su vida.

En medio del caos, el honorable juez Miguel Ángel Gálvez se ha transformado en uno de los últimos bastiones del estado de Derecho en Guatemala. Armado con su sólido conocimiento de las leyes, una rectitud a toda prueba y un profundo compromiso con la justicia, enfrenta algunos de los procesos de mayor impacto de los últimos años. Entre ellos, los dolorosos casos de las mujeres indígenas violadas en Sepur Zarco y del Diario Militar -el archivo de la muerte con las fichas de miles de detenidos, desaparecidos y asesinados entre 1983 y 1985- los cuales involucran a ex miembros del Ejército y constituyen estremecedoras evidencias de los horrendos crímenes cometidos por el Estado con la complicidad de la cúpula empresarial, ante el silencio de la comunidad internacional.

El hecho de ligar a proceso a un grupo importante de ex militares de alta graduación representa un acto de valentía extrema en un país invadido por las mafias en todas sus instancias, pero especialmente en aquellas como el Ministerio Público y las Cortes de justicia, desde donde se apaña la corrupción y la impunidad. Esto ha significado la condena a muerte -hecha pública por uno de los allegados al poder- para un juez íntegro como Miguel Ángel Gálvez, así como significó el exilio de operadores de justicia cuyo impecable desempeño puso en evidencia a las redes de corrupción que socavan al estado de Derecho.

La pérdida de las bases institucionales no ha sido totalmente evaluada por la ciudadanía. Si los sectores de mayor poder y los estratos urbanos de clase media creen que con la impunidad y la vía libre para perpetrar toda clase de actos de corrupción el país puede sobrevivir, están equivocados. Las últimas dos administraciones rompieron récord y acabaron con cualquier posibilidad de retorno de la democracia.

Lo que ahora corresponde es una rotunda reacción ciudadana ante semejante pérdida. Acompañar al honorable juez Miguel Ángel Gálvez es un deber ciudadano. Este Quijote de la justicia ha tenido más de una cita con la Historia durante el desempeño de su difícil labor como jurista, dejando la marca indeleble de la honorabilidad, la ética y el amor por el país. Para Guatemala, la posibilidad de su exilio sería como cerrar el último capítulo, declarar oficialmente la muerte del Estado y entregar así todo el mando a sus peores enemigos.

El honor reside en el compromiso, la ética y la convicción de hacer lo correcto.

Fuente de la información: www.carolinavasquezaraya.com

Comparte este contenido:

Mujeres y diversidades indígenas de América Latina reunidas en Salta contra el terricidio y el chineo

Nodal

En la región de los Valles Calchaquíes, rodeadas por los cerros de Chicoana (Salta), más de 250 personas indígenas inauguraron hoy el Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres Indígenas y Diversidades por el Buen Vivir.

A 50 kilómetros de la capital provincial, representantes de más de 20 naciones originarias -la mayoría del territorio argentino, pero también hermanas procedentes de Bolivia, Perú y México- se reúnen hasta el miércoles 25 de mayo. El objetivo del encuentro: compartir experiencias de sus territorios y construir una agenda común con el eje de la lucha contra el terricidio y la abolición del chineo, la violación a niñes indígenas por parte de criollos. 

Muchas de las personas que participan del encuentro vienen trabajando desde hace dos años con el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir -quien convocó al Parlamento- en una campaña para difundir este abuso implantado desde la colonización, que se declare imprescriptible y crimen de odio. En la actualidad, la práctica tiene mayor arraigo e impunidad en el norte de Argentina, por eso se eligió este lugar para el encuentro. Pero también porque Salta es una de las provincias con mayor diversidad étnica: hay más de 14 de los 35 pueblos naciones indígenas de Argentina.

La primera jornada del Parlamento comenzó con una ceremonia conducida por las autoridades espirituales de cada nación indígena. Alrededor del fuego, se agradeció a la madre tierra y a lxs ancestrxs por poder estar reunidxs, se realizaron ofrendas y se elevaron cantos en distintas lenguas. Se trata del 3er. Parlamento de Mujeres Indígenas (el primero fue en 2015 en Ensenada, Buenos Aires, y el segundo en Las Grutas, Río Negro) y el primero que abraza de manera explícita a la diversidad sexual.

Tras compartir el desayuno, la weychafe (guerrera) mapuche Moira Millán, del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, dio la bienvenida y agradeció a todas las personas que hicieron posible el encuentro.

Y resaltó que sabía que no sería fácil hacer este Parlamento en Salta, un lugar históricamente discriminatorio con la diversidad. Sin embargo, la mayoría de las personas que asisten provienen de esta provincia y de su vecina Jujuy. También aclaró que la gran mayoría de las mujeres indígenas aquí presentes no se identifican como feministas “sino como antipatriarcales”.

Luego las hermanas formaron una gran ronda para presentarse y contar sobre sus territorios y culturas de procedencia. Al Parlamento llegaron hermanas de las naciones Quechua, Wichi, Qom, Diaguita, Charrúa, Mapuche, Moqoit, Tapiete, Ava Guaraní, Chorote, Chulupí, Chané, Weenhayek, Simba Guaraní, Guaycurú, Lule, Diaguita Calchaquí, Purépecha y Huarpe.

«Soy enfermera. Soy traductora. Soy docente. Soy artesana. Soy técnica en desarrollo indígena. Soy de la asamblea de mi comunidad. Soy guardiana de semillas. Soy guardiana de territorios. Soy guardiana del arte textil. Soy comunicadora. Soy cantora», fueron algunas de las formas cómo se presentaron.

–He nacido para cantar y transmitir las energías de mis abuelos. Vengo a los territorios a entregar parte de eso, dijo una hermana llegada desde Bolivia.

–Soy una persona trans y dos espíritus, vengo de Chile representando a nuestros ancestros.

–Soy trans y mapuche. Nosotras también somos indígenas y voy a resistir en donde sea, en el territorio que lo necesite.

–Gracias por incluir a la diversidad en este parlamento. Existimos y resistimos.

–Venimos a curar nuestras matrices como mujeres y nuestra alma, dijo una hermana kolla.

–Vengo porque hemos sufrido muchos hechos de violencia.

–Quiero recordar que las mujeres organizadas podemos mucho y ser una voz de lucha contra todo lo que pasa.

–Vengo de Salta, una provincia que nos intenta enmudecer. Pero acá las mujeres tomamos el mando y la voz, y esa es la fuerza que les queremos transmitir a ustedes.

–Estamos acá porque queremos que nuestras voces sean escuchadas en todo el mundo para que podamos salir adelante.

–Venimos para unir nuestras voces, nuestro pensamiento y nuestra energía espiritual para luchar por los mismos objetivos.

“Soy Pía, orgullosamente travesti, orgullosamente indígena. Vengo a decir basta de chineo y de violencia a nuestras compañeras trans. Gracias por estar acá y por el afecto. Con nuestras ancestras en el corazón.  Las travestis nos sumamos a la lucha contra el territorio”, dijo la activista travesti y afroindígena salteña Pía Ceballos.

Día de la lucha global contra el terricidio

Tras el almuerzo, las hermanas se juntaron para la primera reunión plenaria donde fueron tomando la palabra, en castellano, pero también en distintas lenguas originarias, para contar qué significa ser una mujer o disidencia y defender el territorio. Allí se habló sobre el avasallamiento a los derechos básicos, así como la represión por parte de los estados al defender sus comunidades de los avances extractivistas.

“Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas decidimos usar la palabra terricidio porque es más abarcativa que ecocidio. Se trata no solo del asesinato de la naturaleza sino también de la destrucción de nuestros espíritus y nuestros cuerpos” dijo Evis Millán, hermana mapuche. Desde hace tres años se instauró el 22 de mayo como el día de lucha global #BastaDeTerricido.

“En el norte estamos luchando contra los agrotóxicos. Vivimos rodeadas de plantaciones de soja. Estamos cerca de la pista donde cargan el veneno. Nos han arrinconado. Estamos enfermando”, dijo Nancy López, cacica, comunicadora de la radio La Voz Indígena y perteneciente al pueblo Weenhayek.

El Parlamento sigue hasta el miércoles 25 de mayo con talleres -entre ellos, uno de Comunicación que coordina Agencia Presentes-. “El liderazgo es telúrico y es indígena”, dijo Millán. Y una de las hermanas resaltó: “Cuando las mujeres estamos convencidas de llevar adelante una lucha no nos importan las fronteras”.

Presentes

Comparte este contenido:

UNESCO: A la escucha de las niñas y mujeres

A la escucha de las niñas y mujeres

Magdalena Cox Xum es la menor de una fratría de cuatro hermanas y cinco hermanos de la localidad de San Andrés Xecul, situada al sudoeste de Guatemala, en el Departamento de Totonicapán. En esta región sólo un 35% de las niñas en edad escolar frecuentan los centros docentes de primaria, mientras que a los de enseñanza secundaria sólo accede un menguado 1% de las muchachas con edades comprendidas entre 12 y 21 años de edad.

En 2014, el índice de mujeres alfabetizadas era uno de los más bajos del país: un 62,5%. En la familia de Magdalena, ella y su hermano menor son los únicos que pudieron finalizar sus estudios y, luego, con la ayuda de su madre esta joven cursó una formación para poder ejercer la profesión de maestra bilingüe (en quiché y español) en la enseñanza primaria.

En 2018, en el marco de un nuevo proyecto financiado por el Fondo UNESCO-Malala para el derecho de las niñas a recibir educación, Magdalena llegó a ser la primera coordinadora pedagógica del Centro Local UNESCO-Malala de San Andrés Xecul. Ese fondo se creó en 2012, a raíz de la brutal tentativa de asesinato perpetrada contra la joven paquistaní Malala Yusafzai, militante por el derecho de las niñas a recibir educación. La acción del Fondo se basa en el postulado de que la educación tiene un gran poder transformador por ser creadora de valores y prácticas que respetan y fomentan los derechos humanos, la inclusión social, la igualdad de género y la paz.

Tengo derecho a la educación, a jugar, a cantar, a hablar, a ir al mercado y a expresarme.
Malala Yusafzai en la entrevista concedida al canal televisivo CNN (noviembre de 2011)

Magdalena no se contenta con enseñar, sino que además va de casa en casa en búsqueda de posibles alumnas. En una ocasión, dijo a una mujer: “Por las mañanas puedes cuidar de tus animales, pero por las tardes vente a estudiar conmigo”. Hoy en día, esa mujer ha finalizado su sexto año de estudios. Magdalena imparte las clases en su propio domicilio, tras haber comprado una pizarra blanca y bancos para las educandas.

Magdalena Cox (tercera por la derecha) y sus amigas se esfuerzan por contrarrestar el acceso limitado de las niñas a la educación en Guatemala, impulsando las actividades de los Centros Locales UNESCO-Malala

Magdalena Cox (third from left) and her friends are working to address girls’ limited access to education in Guatemala through the local UNESCO Malala Center. © UNESCO / Mariana Samayoa
Estoy encantada de poder ayudar a las niñas y mujeres de mi comunidad. Aunque los Centros hayan despertado en ellas un gran interés, todavía nos queda mucho por hacer, especialmente en la tarea de llevar la educación a las que viven en zonas apartadas. Tenemos que ofrecer oportunidades a todas sin distinción.
Magdalena Magdalena Cox Xum

Desde 2018, se han unido a ella nuevas coordinadoras pedagógicas para emularla. Juana, Lucero y Sandra se están consagrando ahora a la tarea de lograr que el derecho a la educación de las niñas y mujeres indígenas de Guatemala se traduzca en los hechos.

Mi vida ha cambiado mucho en los últimos meses porque tenía la costumbre de trabajar directamente con las mujeres y niñas de la comunidad. Ahora, sólo puedo ponerme en contacto con ellas y prestarles apoyo por “WhatsApp”. Pese a todo y a que las posibilidades de desplazarse son limitadas, he podido visitar a algunas en sus casas
Magdalena Cox Xum

Los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala trabajan con copartícipes locales para poder ofrecer programas de enseñanza viables en zonas rurales alejadas de las escuelas y afectadas por problemas económicos, en las que el acceso de las niñas y mujeres a la educación es muy limitado. Los cursos de esos programas se imparten en el idioma de las alumnas y su objeto es contribuir a su autonomía en el plano personal y socioeconómico.

Mi proyecto de futuro es proseguir mi labor docente con las niñas y mujeres, pero también dirigirme a los muchachos jóvenes que nos manifiestan su interés por aprender. Es importante integrarlos porque esto puede coadyuvar a que vayan desapareciendo las normas sociales negativas y los estereotipos de género con respecto a la educación de las niñas y mujeres.
Magdalena Cox Xum

Ante todo, es fundamental escuchar cuáles son los deseos y las necesidades de las niñas y mujeres. Por eso en abril de 2018, cuando se inició la primera fase del proyecto, se organizaron dos talleres participativos previos en los Centros Locales UNESCO-Malala de los municipios de San Andrés Xecul y Santa María Chiquimula. Muchas de las participantes se matricularon en esos talleres firmando con sus huellas digitales porque no sabían leer ni escribir. Una de las asistentes declaró: “Lo que yo quiero es tener conocimientos prácticos que me ayuden a tener ingresos propios”. Otra dijo que, para ella, aprender a leer le iba a servir para no perderse en la calle. Otra manifestó que quería ser maestra y, por último, otra indicó que quería aprender para ayudar a sus hijos a hacer los deberes escolares.

Me agradan mucho todos los aspectos de mi trabajo, especialmente las visitas a las comunidades para localizar a mujeres y niñas que desean aprender y ayudarlas a matricularse en el Centro. Algo que puede parecer muy banal, como el hecho de poder escribir el propio nombre, significa mucho para las mujeres.
Sandra.

Una participante en un taller organizado por los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala

A participant at a workshop organized by the UNESCO-Malala Centers © UNESCO Guatemala / Armando Velásquez
El cambio más importante ha sido la evolución de estereotipos negativos como el de ‘las mujeres no tienen que estudiar’. Ahora, las madres que no pudieron ir a la escuela apoyan a sus hijas para que cursen estudios.
Juana
Retratos de participantes en programas educativos de los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala
Desde que soy coordinadora pedagógica me he convertido en un modelo para toda mi familia, especialmente para mi abuela que ahora participa en las actividades del Centro y anima a todos mis familiares a que sigan mi ejemplo.
Lucero

Los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala trabajan con copartícipes locales para poder ofrecer programas de enseñanza viables en zonas rurales alejadas de las escuelas y afectadas por problemas económicos, en las que el acceso de las niñas y mujeres a la educación es muy limitado. Los cursos de esos programas se imparten en el idioma de las alumnas y su objeto es contribuir a su autonomía en el plano personal y socioeconómico.

Ante todo, es fundamental escuchar cuáles son los deseos y las necesidades de las niñas y mujeres. Por eso en abril de 2018, cuando se inició la primera fase del proyecto, se organizaron dos talleres participativos previos en los Centros Locales UNESCO-Malala de los municipios de San Andrés Xecul y Santa María Chiquimula. Muchas de las participantes se matricularon en esos talleres firmando con sus huellas digitales porque no sabían leer ni escribir. Una de las asistentes declaró: “Lo que yo quiero es tener conocimientos prácticos que me ayuden a tener ingresos propios”. Otra dijo que, para ella, aprender a leer le iba a servir para no perderse en la calle. Otra manifestó que quería ser maestra y, por último, otra indicó que quería aprender para ayudar a sus hijos a hacer los deberes escolares.

Participantes en los talleres organizados por los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala

Participants at workshops organized by the UNESCO-Malala Centers

En agosto de 2019 se organizaron otros dos talleres para que las participantes en el proyecto pudieran exponer e intercambiar sus experiencias sobre lo aprendido en los Centros. Acudieron a ellos más de 100 mujeres y muchachas que dieron testimonio de cómo la educación había cambiado sus vidas. Para una de ellas, el cambio había consistido en “poder salir de casa, despejarse la mente y aprender un montón de cosas…, en resumen, un cambio afortunado”. Otra estimó que su gran descubrimiento fue percatarse de que “las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos, y eso ha cambiado mi visión del mundo».

En marzo de 2020, los Centros cerraron sus puertas por la crisis sanitaria mundial y fue necesario que las coordinadoras pedagógicas se adaptaran a la situación para que, en el contexto de la nueva normalidad, pudieran seguir prestando apoyo a las mujeres que participaban en ellos. A este respecto, cabe destacar que el hecho de que en Guatemala solamente un 29% de la población tenga acceso a Internet supuso todo un reto para superar el problema de la conectividad. No obstante, se impartieron cursos de formación a distancia sobre temas como la salud y el bienestar, la igualdad entre los sexos, la prevención de la violencia de género y la autonomía económica, distribuyéndose para ello toda una serie de instrumentos tecnológicos y materiales educativos bilingües. En total, los Centros de Guatemala atendieron a más de 500 mujeres y jóvenes.

Fuente de la Información: https://www.unesco.org/es/articles/la-escucha-de-las-ninas-y-mujeres

Comparte este contenido:

Guatemala: Falta de oportunidades, pobreza, violencia: el drama que rodea la migración de niños y adolescentes

Falta de oportunidades, pobreza, violencia: el drama que rodea la migración de niños y adolescentes

Ana Lucía Ola

Las razones que llevan a que menores de edad de la región migren son diversas. Este año hasta el 23 de mayo más de 6 mil niños, niñas y adolescentes migrantes irregulares guatemaltecos fueron retornados.

“Sentí temor porque me amenazaron, tuve miedo de que me hicieran algo”. Darlyn -nombre ficticio- tiene 14 años, huyó de El Salvador porque pandilleros la acosaban. Lleva 11 meses en Guatemala, donde ha solicitado asilo. El proceso va encaminado, para ella y su bebé de tres meses.

La ilusión de la adolescente era ser militar en su país, ahora lo que busca es poner un negocio en el corto tiempo para trabajar y sostener a su hijo. Mientras llega la oportunidad, estudia por las tardes de manera virtual con el apoyo de la Casa del Migrante y la organización Plan Internacional le gestiona una beca. Cursa segundo básico.

“Primero Dios voy a obtener los papeles”, menciona con ilusión, pero la voz se le quiebra en segundos al recordar que dejó a sus padres y a sus hermanos en El Salvador. Todo por la violencia de las pandillas.

“A veces me arrepiento porque no voy a poder alcanzar mis sueños, pero también le agradezco a Dios por mi bebé”, dice.

Acá tiene a su abuela, que migró a Guatemala hace cinco años, y la acogió cuando su nieta le explicó que corría peligro si no huía de su país. Ella es quien la apoya con la crianza del bebé, y con sus estudios, le compra recargas de internet para que desde su teléfono pueda recibir las clases.

“A veces me arrepiento porque no voy a poder alcanzar mis sueños, pero también le agradezco a Dios por mi bebé”, dice.

Acá tiene a su abuela, que migró a Guatemala hace cinco años, y la acogió cuando su nieta le explicó que corría peligro si no huía de su país. Ella es quien la apoya con la crianza del bebé, y con sus estudios, le compra recargas de internet para que desde su teléfono pueda recibir las clases.

De acuerdo con datos oficiales, este año hasta el 23 de mayo fueron retornados 39 mil 528 migrantes indocumentados guatemaltecos desde Estados Unidos y México, vía terrestre y área. La cifra incluye a menores de edad.

El reporte indica que, desde México vía terrestre regresaron a Guatemala a 505 menores acompañados y 1 mil 672 que viajaban solos. Mientras que vía área fueron 105 menores acompañados y 1 mil 535 no acompañados.

Desde Estados Unidos vía área retornaron 2 mil 846 menores acompañados y 79 que iban solos. En total son 6 mil 742 niños y adolescentes indocumentados que vieron truncada su travesía hacia territorio estadounidense. según el consolidado de Fernando Castro Molina, consultor migratorio.

Sucely Donis, especialista en migración y cambio climático para Plan Internacional Guatemala, señala que si bien el factor económico lleva a las personas a migrar con el paso de los años se han sumado otros problemas como conflictos internos en los países, la criminalidad, pero también el cambio climático.

El paso de las tormentas Eta e Iota dejó a muchas familias sin medios para subsistir.

violencia en la niñez

En un dibujo plasman los niños la violencia y cómo les afecta, como parte de la atención psicológica que reciben en la Casa del Migrante. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

“Antes en los recorridos migratorios veíamos en su mayoría a persona adultas, o cabezas de familias, esa dinámica ha cambiado, quienes están tomando la batuta de llevar sustento a sus hogares son los niños, niñas y adolescentes, estamos hablando de edades entre los 14 y 16 años, que se atreven a pasar por un sinfín de situaciones para alcanzar sus sueños de vida, pero también el de sus familiares”, indica Donis.

No se sabe con certeza cuántos niños y adolescentes se han desplazado internamente, como tampoco hay datos de los que han migrado de manera irregular hacia México y Estados Unidos. Es el reporte de los que son retornados o deportados el que da una idea de la magnitud del problema.

“Hay que prestarle atención porque las personas que están retornando difícilmente van a encontrar el país como lo dejaron, y las condiciones en su retorno son ahora mucho más difíciles que las que los llevaron a irse”, señala la entrevistada de Plan Internacional.

Estudiar no es prioridad

En ese proceso hay niños y adolescentes que abandonaron la escuela para migrar, la especialista de Plan Internacional Guatemala refiere que una de las oportunidades para que puedan continuar con sus estudios es crear modelos flexibles de educación que les facilite retomarlos y crear mecanismos que les permitan desarrollar habilidades o competencias que les ayuden a reinsertarse no solo en la sociedad sino también al campo laboral.

Al dejar los estudios es difícil que los retomen, añade, pues los menores han tomado el papel de adultos y su objetivo es obtener los recursos económicos para colaborar con el sostenimiento de la familia, proveerle a los padres un terreno o una casa, o bien pagar la deuda que adquirieron para poder viajar hacia Estados Unidos.

Donis indica que en los niños y adolescentes retornados hay una ruptura emocional y de desarrollo físico que debe ser atendida, porque ellos se van con la ilusión de lograr condiciones de vida mejores para ellos y sus familias, y no lo logran.

“Cuando ese sueño se rompe por una deportación, por un retorno, lo último de lo que quieren saber es de la educación, porque ellos están conscientes de que tienen que pagar una deuda, aparte traen un tema emocional fuerte de no haber alcanzado o cumplido sus sueños, y esos son los casos más sencillos, pero hay otros en los que van huyendo porque su vida corre peligro”, agrega Donis.

Ese es el caso de Darlyn, cuya intención de migrar no fue por situaciones económicas sino para escapar de la violencia, y lo hizo a un país vecino. En Guatemala intenta reanudar sus estudios en la capital.

Pero sería más complejo en la provincia, Plan Internacional ha evidenciado un rechazo de las mismas comunidades hacia las niñas y mujeres jóvenes retornadas, sobre ellas pesa un estigma que les dificulta retomar sus vidas, sus estudios, reinsertase a la sociedad.

Sucely Donis, Plan Internacional

Sucely Donis, especialista en migración de Plan Internacional, analiza la situación de violencia y migración en Centroamérica. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

“Hay muchas brechas por cerrar, comenzando porque la educación en nuestros países no es prioridad en las agendas de los gobiernos, al igual que la migración, y deberían de ponerle atención a estos temas, porque el bono demográfico de Guatemala se está yendo”, agrega, pues la cantidad de población joven que está migrando va en aumento con los años, y este es un fenómeno que alcanza otros países de la región.

En Guatemala el bono demográfico está conformado por la tercera parte de la población, guatemaltecos entre 13 y 30 años que al darles las herramientas adecuadas podrían contribuir al desarrollo económico del país.

Durante el 2021, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)un total de 7 mil 840 niños y adolescentes migrantes no acompañados retornaron de forma forzosa a Guatemala, un 73.8% más que en el 2020. Las detenciones en la frontera suroeste de Estados Unidos de esta población también aumentaron, crecieron 670% con respecto a 2020.

Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/falta-de-oportunidades-pobreza-violencia-el-drama-que-rodea-la-migracion-de-ninos-y-adolescentes/

 

 

Comparte este contenido:

El Salvador: La mujer marcada

La mujer marcada

Carolina Vásquez Araya

La intolerancia religiosa impuesta a las mayorías asemeja otra forma de fascismo.

La condena a 30 años de prisión contra una mujer salvadoreña por un aborto involuntario, revela de modo explícito el profundo desprecio de un Estado -bajo régimen dictatorial- por los derechos de una parte mayoritaria de su población. El solo hecho de marcar una administración con el sello del autoritarismo extremo, persiguiendo a los jóvenes y castigando a las mujeres, constituye una peligrosa señal para otras naciones latinoamericanas que siguen esa tendencia.

En nuestro continente, el tema del aborto ha ido imponiéndose en las agendas como un modo de rescatar los derechos de las mujeres, tradicionalmente sometidos a la imposición machista e intolerante de las instituciones eclesiásticas y legislativas. Pero, sobre todo, como un intento de colocar el tema en la agenda de salud pública que le corresponde, en países en donde supuestamente existe separación entre iglesia y Estado. Sin embargo, el poder inquisitorial de estos sectores ha permeado en otras instancias y va dejando su huella en un debate ciego, según el cual ninguna mujer es dueña de su vida ni de su cuerpo.

Ya lo afirmó hace tiempo el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, quien aseveró en un documento oficial que: “Es una aberración y una ignorancia culpable, afirmar que la mujer es dueña de su cuerpo y que se puede deshacer del feto que lleva en su seno. Este no es responsable de los deslices de la madre”. Con ello, el obispo Arizmendi automáticamente asume varios conceptos, dándoles el carácter de válidos e irrebatibles.  El primero, es que la mujer no es dueña de su cuerpo. De ese modo, el religioso legitima toda política de sometimiento de la mujer como sujeto de la sociedad a un papel subordinado, negándole por principio su derecho al libre albedrío y al goce de todos los derechos inherentes al ser humano sin distinción de sexo, raza ni condición social. Y luego, que el embarazo es producto de un “desliz».

El debate sobre la despenalización del aborto, por tanto, polariza a las sociedades por el poder emanado de los púlpitos, estableciendo un vínculo estrecho entre las doctrinas religiosas y las leyes que rigen a las sociedades desde sus textos constitucionales. De este modo, se pretende establecer de manera tajante la condición subordinada de la mujer como ente reproductor, sin mayores derechos sobre su propia existencia como ser humano.

Uno de los pretextos para condenar el aborto es calificarlo como una “solución fácil”, para eliminar los resultados de una vida de excesos, o como un método de control de la natalidad, pasando un conveniente borrador por las escandalosas cifras de pedofilia, violaciones sexuales de niñas, adolescentes y mujeres, víctimas de trata y de otras formas de violencia. Tampoco parece tener un espacio, en las reflexiones de los sectores más conservadores, la escandalosa cifra de abortos inseguros en Latinoamérica, que según la OMS alcanzan a 3 millones 700 mil cada año.

La negación del derecho de la mujer sobre su cuerpo es un tema antiguo y de enorme impacto social. Unos de sus más reveladores capítulos fueron los ensayos sobre reproducción obligatoria con el propósito de “perfeccionar” la raza, perpetrados contra víctimas inocentes durante el régimen nazi en Alemania. Pero no son los únicos. La postura radical y absoluta contra la práctica del aborto -sin distinción de causales- en algunos de nuestros Estados, no se aleja mucho de esa imposición, también ella dictada bajo el amparo de la ley.

La separación entre Iglesia y Estado es una condición fundamental en la democracia.

Fuente de la Información: https://iberoamericasocial.com/la-mujer-marcada/

Comparte este contenido:
Page 59 of 1236
1 57 58 59 60 61 1.236