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Colombia ¿Cómo la inteligencia artificial cambiará la forma de enseñar?

¿Cómo la inteligencia artificial cambiará la forma de enseñar?

ChatGPT ha abierto un mundo de oportunidades para mejorar la calidad de la educación en el mundo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En los docentes está la clave que permitirá impulsar con esta herramienta la creatividad y el pensamiento crítico.

En Colombia aumentó el uso de la inteligencia artificial (IA) un 25,8 por ciento, reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), convirtiendo a esta herramienta en una oportunidad para el desarrollo económico, tecnológico y social del país.

En el sector educativo la llegada de herramientas como Chat GPT, desarrollada por OpenAI, está transformando los procesos de enseñanza. Gracias a su facilidad para recopilar información, la capacidad de responder ejercicios, redactar ensayos y resolver cualquier problema o examen, se ha posicionado como un asistente digital que, pese a las bondades que otorga, representa todo un desafío a la hora de enseñar.

Para Fernando Valenzuela Migoya, reconocido como uno de los líderes más influyentes en educación tecnológica en América Latina, el uso de la IA tiene un potencial ilimitado en el campo educativo. “Si los docentes adoptan esta herramienta tecnológica en su ejercicio pedagógico diario pueden diseñar mejores experiencias de aprendizaje, desarrollar contenidos y prácticas más allá de memorizar”, explicó el educador mexicano.

Su uso en la educación, además de simplificar las explicaciones de los maestros, permite identificar dificultades, adaptar la enseñanza a las necesidades y habilidades de los estudiantes y lograr una intervención personalizada. “A través de ella también se puede potenciar la creatividad y el talento de los estudiantes en la creación y edición de contenidos”, dijo el experto.

Ante riesgos como el plagio, la cultura del poco esfuerzo y la posibilidad de que los estudiantes acudan a ChatGPT para hacer sus tareas sin utilizar su pensamiento crítico, Mónica Llanda Brijaldo, directora del Departamento de Formación de la Facultad de Educación de la Universidad Javeriana, cree que “el profesor debe generar estrategias alrededor del uso de esta herramienta antes que prohibirlo”.

Para la directora, los docentes deben enfocarse en la creación de actividades para volver a despertar la curiosidad y creatividad en las aulas de clases. Mónica Llanda Brijaldo considera necesario “desarrollar conocimientos y, sobre todo, propuestas éticas para que los estudiantes no tengan o no sientan la necesidad de copiar a partir de lo que estos sistemas le entregan”. Con una visión similar, Valenzuela indicó que esta herramienta debe ser usada con mucha precaución y entender que tecnologías como Chat GPT articulan datos para dar una respuesta, pero no significa que sea ciento por ciento correcta, o que no tenga errores. “Es necesario regular, filtrar y adecuar la respuesta, ese es el trabajo que hay que empezar a hacer ahora”, enfatizó

Fuente de la Información: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-la-inteligencia-artificial-cambiara-la-forma-de-ensenar/202303/

 

 

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Estados Unidos: Google pagará 93 millones de dólares para frenar una demanda por el rastreo de ubicación sin permisos

Google pagará 93 millones de dólares para frenar una demanda por el rastreo de ubicación sin permisos

Google también aceptó tomar medidas futuras para prevenir estas prácticas en todo el mundo.

La gigante tecnológica Google pagará 93 millones de dólares en un acuerdo con el estado de California para intentar resolver una demanda de rastreo de ubicación de los usuarios sin permiso.

El proceso legal comandado por el fiscal general Rob Bonta estaba llegando a la conclusión que la compañía estaba «recopilando, almacenando y utilizando sus datos de ubicación» con fines publicitarios para el consumidor sin consentimiento informado.

El caso

Bonta había alegado que Google «no era sincero» acerca de sus tácticas de recopilación y almacenamiento de ubicaciones. Por ejemplo, la denuncia original decía que Google seguía recopilando y almacenando datos de ubicación incluso cuando los usuarios desactivaban la configuración del historial de ubicaciones, sólo que de diferentes maneras.

La compañía señaló una publicación de blog de 2022 que introducía herramientas de transparencia, como controles de eliminación automática y modo de incógnito en Google Maps. Sin embargo, no cumplía cabalmente con este pronunciamiento.

«De acuerdo con las mejoras que hemos realizado en los últimos años, hemos resuelto este asunto, que se basaba en políticas de productos obsoletas que cambiamos hace años», dijo un portavoz de la empresa a CNN.

La publicidad basada en la ubicación de Google es una parte importante de su negocio porque las empresas quieren ofrecer su contenido basándose en quién vive y dónde, dijo el estado. El estado también dijo que Google tiene en cuenta la ubicación en su perfil de comportamiento de los usuarios.

Ahora la empresa tendrá que ser más transparente sobre su seguimiento de ubicación y revelar a los usuarios que su información de ubicación podría usarse para anuncios dirigidos. La orden propuesta está sujeta a la aprobación del tribunal, dijo el fiscal general del estado.

Google aceptó tomar medidas futuras para prevenir esas prácticas. Estas acciones se aplicarían más allá de California a otros estados, según la orden propuesta.

En el banquillo de los acusados

Las prácticas de Google también están bajo escrutinio por parte de otros legisladores en este momento.

A principios de esta semana se inició un histórico juicio antimonopolio contra la gigante, con amplias acusaciones del Departamento de Justicia de EE. UU. de que durante años la compañía reprimió intencionalmente la competencia desafiando su enorme motor de búsqueda, acusando al gigante tecnológico de gastar miles de millones para operar un monopolio ilegal que ha dañado todas las computadoras y usuario de celulares en los Estados Unidos.

Fuente de la Información: https://rpp.pe/tecnologia/google/google-pagara-93-millones-de-dolares-para-frenar-una-demanda-por-el-rastreo-de-ubicacion-sin-permisos-noticia-1505922

 

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Irlanda: TikTok multada con 345 millones de euros por la privacidad de los datos de los niños

TikTok multada con 345 millones de euros por la privacidad de los datos de los niños

Los reguladores irlandeses han multado a TikTok con 345 millones de euros (296 millones de libras esterlinas) por violar la privacidad de los niños.

La queja se refería a cómo la aplicación de redes sociales manejó los datos de los niños en 2020, particularmente en torno a la verificación de edad y la configuración de privacidad.

Es la multa más grande que TikTok ha recibido hasta la fecha por parte de los reguladores.

Un portavoz de la empresa de redes sociales dijo que «respetuosamente no estoy de acuerdo con la decisión, en particular con el nivel de la multa impuesta».

«Las críticas se centran en características y configuraciones que estaban implementadas hace tres años, y que hicimos cambios mucho antes de que comenzara la investigación, como configurar todas las cuentas menores de 16 años como privadas de forma predeterminada», dijeron.

La multa fue emitida por la Comisión de Protección de Datos (DPC) de Irlanda en virtud de la ley de privacidad del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE.

GDPR establece reglas que las empresas deben seguir al manejar datos.

La DPC descubrió que TikTok no había sido lo suficientemente transparente con los niños sobre su configuración de privacidad y planteó dudas sobre cómo se procesaban sus datos.

La comisionada de Protección de Datos, Helen Dixon, dijo a BBC News que la investigación también encontró que las cuentas creadas por personas de entre 13 y 17 años se hacían públicas de forma predeterminada al registrarse, lo que significa que el contenido que publicaban era visible para cualquiera.

«Eso es precisamente culpa de TikTok por la forma en que diseñaron la plataforma, y ​​decimos que infringió la protección de datos desde el diseño y los requisitos predeterminados del RGPD», dijo la señora Dixon.

La firma tiene tres meses para que su tratamiento de datos cumpla íntegramente con el RGPD.

La profesora Sonia Livingstone, que investiga los derechos y experiencias digitales de los niños en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, acogió con satisfacción la decisión del DPC.

«[Los niños] quieren participar en el mundo digital sin ser explotados ni manipulados. Y eso significa que las plataformas deben explicar cómo se tratan sus datos y, lo más importante, tratarlos de manera justa, ya que la privacidad es un derecho de los niños», dijo.

Sigue en marcha una investigación sobre si TikTok ha transferido ilegalmente datos de la UE a China. TikTok es propiedad de la firma de Beijing ByteDance.

Multas europeas

A pesar de que la multa asciende a cientos de millones, en realidad es menor que otras sanciones observadas en los últimos meses, como la multa de 1.200 millones de euros (1.000 millones de libras esterlinas) que el regulador impuso a Meta en mayo por mal manejo de los datos de las personas al transferirlos entre Europa. y Estados Unidos.

Sin embargo, es sustancialmente mayor que la multa de £ 12,7 millones que el organismo de control de datos del Reino Unido impuso a TikTok en abril por permitir que niños menores de 13 años usaran la plataforma en 2020.

La multa emitida por la DPC se refiere específicamente a 2020, y TikTok tomó varias medidas en los años siguientes para que cumpliera mejor.

Esto incluyó convertirse en uno de los primeros sitios de redes sociales en hacer que las cuentas de jóvenes de 13 a 15 años sean privadas de forma predeterminada en enero de 2021.

También introducirá un cambio este mes que significará que todos los jóvenes de 16 y 17 años que se registren en la plataforma tendrán su cuenta configurada como privada de forma predeterminada.

 

Fuente de la Información: https://www.bbc.com/news/technology-66819174

 

 

 

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UNESCO: Manual aborda oportunidades y desafíos de la era de la inteligencia artificial para la educación superior

Manual aborda oportunidades y desafíos de la era de la inteligencia artificial para la educación superior

La guía explora cómo se utilizan actualmente los desarrollos tecnológicos y cómo integrarlos de una manera práctica y ética en la generación de conocimiento

El crecimiento exponencial de la inteligencia artificial ha supuesto una revolución en todos los ámbitos. UNESCO IESALC ha desarrollado la guía Oportunidades y desafíos de la era de la inteligencia artificial para la educación superior: una introducción para los actores de la educación superior”, que proporciona información básica y orientaciones que permitan a los diferentes actores a desarrollar conceptos y políticas sobre IA, las cuales les permitan mejorar procesos y resultados.

Al ser fundamentales en la creación y difusión de conocimiento en las sociedades de todo el mundo, las IES deben liderar el camino para garantizar que la IA trabaje para los humanos, que los objetivos y valores de las personas sean su núcleo y que se use para apoyar la sostenibilidad del planeta.

El manual brinda un estudio detallado de qué es la IA, cómo se usa actualmente en la educación superior y cómo abordar algunos de los impactos y dilemas éticos que surgen debido a su difusión.

A lo largo de la publicación, presentada oficialmente el 6 de septiembre de 2023 en la Semana del Aprendizaje Digital de la UNESCO,  se proporciona evidencia del diseño, la implementación y el impacto de la IA en la educación superior en los siguientes títulos:

  • Comprender qué implica la tecnología de IA y sus desarrollos recientes, así como sus aplicaciones comunes;
  • La IA en el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de la educación superior
  • Administración y gestión de la IA en la educación superior
  • Investigación sobre IA, herramientas basadas en esta tecnología para la investigación y estudio de los ODS mediante IA
  • La IA de la educación superior al mercado laboral, mediante un debate sobre el futuro del trabajo, la participación de la mujer en el mercado laboral de la IA, las competencias y habilidades requeridas para esta era y el aprendizaje a lo largo de la vida
  • Desafíos clave relacionados con la IA en la educación superior, incluida la consideración de la desigualdad global en la distribución de la IA y cuestiones relacionadas con la inclusión, la diversidad y la sostenibilidad
  • La ética de la IA en la educación superior, con especial atención a la aplicación de la Recomendación de la UNESCO sobre la ética de la IA.

En toda su extensión se presta atención a la dinámica de género de la IA y las desigualdades, así mismo incluye una extensa guía práctica con herramientas y recomendaciones para apoyar y profundizar una integración responsable y profunda de la IA en la educación superior.

 

 

Fuente de la Información: https://www.iesalc.unesco.org/2023/09/06/manual-aborda-oportunidades-y-desafios-de-la-era-de-la-inteligencia-artificial-para-la-educacion-superior/

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Internacional: Propuesta de Pacto de Estado para proteger a los menores de edad en Internet y las redes sociales

Propuesta de Pacto de Estado para proteger a los menores de edad en Internet y las redes sociales

El uso problemático de internet, redes sociales y pornografía por parte de los niños, niñas y adolescentes genera múltiples riesgos. Asimismo, la tecnología se ha convertido, en muchas ocasiones, en una puerta a contenidos inapropiados para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, que generan una banalización de las relaciones sexuales, sexualización precoz, sesgos de género y exposición a contenidos inapropiados para los que no están preparados.

Por ello, seis entidades: la Asociación Europea para la Transición Digital (AETD)Save The ChildrenFundación ANARiCMediaDale Una Vuelta y Unicef, con el apoyo institucional de la Agencia Española de Protección de Datos, se han unido para consensuar una propuesta de Pacto de Estado ante un problema cada vez más acuciante: el impacto negativo que puede tener el uso de Internet y las redes sociales en los menores de edad.

En la propuesta, tratan de impulsar una educación digital responsable y también, educación afectivo-sexual para la ciudadanía. En este sentido, proponen una serie de claves:

  1. Concienciar sobre lo que está pasando en la Red (acoso, violencia, abusos, ciberdelitos, adicciones sin sustancia, pornografía, mercantilización de los datos de los menores, falta de pensamiento crítico, etc.) y su impacto en la vida y en el desarrollo de los menores.
  2. Fomento de Escuelas de Padres y Madres para formarse en una ciudadanía digital responsable y dotarles de herramientas para poder educar a sus hijos en un consumo consciente y responsable.
  3. Dotar de competencias habilitadoras a través de formación reglada a alumnado, profesorado, trabajadores sociales, profesionales de la salud y el derecho con formación adecuada, acreditada y continuada, que incluya: protección de dispositivos, de datos y privacidad, de la salud y el bienestar, y frente a la violencia. Y, para ello, propone la formación a docentes, y la facilitación de espacios seguros que promuevan la participación social y cívica de niños/as y adolescentes.

Ante esta situación, se consensuan una serie de medidas que inciden en la necesidad de asumir el problema, formar a los profesionales para afrontarlo, y desarrollar la legislación vigente para que todos los actores implicados asuman su responsabilidad en la necesidad de un entorno digital que no dañe a una población vulnerable, como son los niños y los adolescentes.

  1. Trasladar en medidas concretas los principios, medidas y mecanismos necesarios en consonancia con la Convención sobre los Derechos del Niño y la Observación General No. 25 relativa a los derechos de los niños en relación con el entorno digital.
  2. Diseño de los productos y servicios digitales teniendo en cuenta la edad.
  3. Recogida y difusión de la información personal que una persona menor de edad introduzca en línea.
  4. Prevención para un uso seguro y responsable.
  5. Medidas para limitar el acceso a contenidos inadecuados.
  6. Obligar a que los algoritmos y sistemas de tratamiento automático, estén auditados por terceros independientes y autoridades de control con relación a la protección.
  7. Refuerzo a las instituciones.

Desde Educar en Igualdad, ponemos a disposición del público en general de herramientas y recursos educativos para impulsar una educación afectivo- sexual y prevenir la violencia de género. ¡No olvides suscribirte a la Comunidad Educativa para recibir todas las novedades en materia de igualdad!

Para más información consulta los siguientes enlaces:

Materiales educativos recomendados para la educación digital:

 

Fuente de la Información: https://www.educarenigualdad.org/propuesta-de-pacto-de-estado-para-proteger-a-los-menores-de-edad-en-internet-y-las-redes-sociales/

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Conocimiento Libre: Transformaciones en el capitalismo de la información

Transformaciones en el capitalismo de la información

 Pablo Dávalos

Resumen

La teoría económica moderna parte de la categoría de “equilibrio general” como una condición necesaria para la comprensión del funcionamiento de la economía. Sin embargo, existen ahora fenómenos económicos que son irreductibles al equilibrio general. Las corporaciones de la sociedad de la información definen su estructura de precios por fuera de toda consideración del equilibrio general. Esto ha generado dos fenómenos que son incompatibles con la teoría económica moderna: de un lado hay corporaciones que han endogenizado la demanda, es decir, han convertido a los consumidores en vectores de su propio modelo de negocios; y, de otro, han exogenizado la oferta, es decir, se han desprendido de todo proceso productivo. Para hacerlo se necesitan de condiciones de posibilidad previas, esas condiciones son políticas y tienen que ver con la desarticulación política a los trabajadores, con las medidas de austeridad y con el debilitamiento del Estado, entre otras. Esto conduce a que la estructura social sobre la cual se definen los precios en la sociedad de la información y por fuera del equilibrio general, sea política, lo que conlleva al retorno de la economía política.

Palabras clave: endogenización de la demanda, homo economicus, exogenización de la oferta, neoliberalismo, desarticulación de la clase obrera

El marco teórico del mainstream de la economía moderna

El neoliberalismo transformó de manera radical el concepto de “mercado”. De ser un espacio social destinado al intercambio entre vendedores y compradores a partir de un sistema de precios, el neoliberalismo lo transformó en una esfera de regulación social y validación de decisiones políticas. Para el neoliberalismo el mercado no solo permite el encuentro entre oferta y demanda, sino que, además, ratifica a la sociedad en sus decisiones políticas y su capacidad de regularse a sí misma.

La construcción de instituciones sociales que siempre se habían relacionado con la ley, la justicia y la costumbre, ahora ceden el paso a la racionalidad económica del mercado porque se asume que los criterios de eficiencia y la racionalidad solamente pueden ser expresados y validados desde el mercado, de ahí que se afirme que todas las instituciones sociales sean económicas y que todo cambio histórico de la humanidad, en realidad, se debería a los cambios en los precios relativos.

Sin embargo, la teoría económica clásica, es decir, el pensamiento que proviene de Adam Smith, David Ricardo y Karl Marx, entre los más importantes, siempre había integrado el mercado a la producción y, a su vez, la producción al trabajo y a la división del trabajo. Marx, de su parte, nunca asimiló la producción al mercado sino que había integrado al mercado como la esfera que realizaba el valor que, de su parte, se había generado en la producción. El mercado, en tanto circulación del valor, nunca crea valor: lo realiza. La única excepción que Marx previó fue aquella del transporte de mercancías.

Para que el mercado se transforme en algo más que un espacio de compra y venta y se convierta en un regulador de toda la sociedad, que incluye a sus decisiones políticas, era necesario una amputación teórica radical: separarlo de la producción. Este proceso se realizó a fines del siglo XIX y se construyó a lo largo del siglo XX con la denominada teoría económica moderna.

De esta manera, el eje de toda la discusión económica asume al mercado como algo más que un concepto económico, en realidad lo considera como regulador social. La producción de mercancías se convierte en un asunto técnico y se desplaza hacia la administración de empresas y la microeconomía. Así, se efectúa un proceso inverso a aquel de la economía clásica: se transforma a la producción en una determinación de la circulación (el mercado).

El valor de las mercancías tendría que ver, en efecto, con el mercado como el locus desde el cual los consumidores asignan el valor a partir de sus decisiones supuestamente racionales, autónomas y libres en un contexto de libre concurrencia. Los consumidores se acercan a la mercancía y deciden adquirirla en función de un concepto que tiene un fuerte componente metafísico: las preferencias reveladas. Esos seres humanos convertidos en una determinación de la mercancía (un fenómeno que ya había sido advertido por Marx en el análisis de la alienación y en el fetichismo de la mercancía), se transforman, para la teoría económica moderna, en homo economicus.

De todos los conceptos económicos elaborados en el siglo XIX, quizá aquel de equilibrio económico sea uno de los más importantes no solo por sus implicaciones económicas sino incluso por sus consecuencias políticas y metafísicas. El equilibrio de mercado, para la economía moderna, implica una utilización racional de recursos escasos y la máxima satisfacción tanto para los consumidores como para los productores, lo que conduce a la sociedad a una realización de sí misma. El equilibrio económico es ese punto metafísico en donde coinciden la supuesta utilidad del homo economicus y la rentabilidad de los empresarios y en donde la sociedad también alcanza el máximo nivel de racionalidad posible con un sistema de precios dado y a partir de recursos escasos. El equilibrio económico petrifica a la historia y hace imposible pensar en cualquier transformación social.

El concepto de equilibrio general fue formulado por Leon Walras a fines del siglo XIX. Se construye metodológicamente el encuentro entre dos fuerzas casi naturales (oferta y demanda) que, al coincidir, se anulan mutuamente y dejan en su punto máximo la función de utilidad para compradores y vendedores. Ese punto máximo, la teoría económica moderna, lo denomina margen.

En la oferta constan todos los bienes y servicios realizados por los productores con una dotación inicial de factores (tierra (o naturaleza), trabajo y capital (incluye tecnología y gestión)), que buscan el máximo posible de rentabilidad para su inversión. En la demanda, en cambio, están los consumidores que, en tanto homo economicus, son plenamente racionales en cuanto a sus gustos y preferencias, y que pueden discriminar de forma racional aquellos bienes y servicios que maximizan su utilidad con la restricción del ingreso disponible.

Para la oferta y la demanda, el precio constituye una información que les permite tomar decisiones que se consideran racionales. Todas esas decisiones que se toman de manera libre, autónoma y soberana en el mercado conducen, finalmente, al equilibrio general de toda la sociedad.

El concepto de equilibrio de mercado, que Marx consideraba un concepto vulgar porque no permitía ninguna comprensión del capitalismo en tanto sistema económico, por supuesto que ha cuestionado desde diferentes visiones y marcos teóricos; sin embargo, la construcción del mainstream implica y supone la invisibilización de sus críticos.

La noción de equilibrio general de la economía es el punto nodal de todo el discurso económico del siglo XX y también del siglo XXI. Se asume como una posición de principio epistemológico sobre la cual descansa toda la analítica de la economía moderna. Si este principio epistemológico se cae, se derrumba todo el edificio conceptual construido sobre él. Por ello no hay cabida para ninguna forma de reinterpretar, criticar, cuestionar o siquiera poner en debate la noción de equilibrio general.

Aunque sumario, pero este es el marco general que subyace a la teoría económica moderna y su enfoque de equilibrio general. Se llama equilibrio general porque en él coinciden, a saber, los tres mercados más importantes: el mercado de trabajo, el mercado de capitales y el mercado de bienes y servicios. Toda posición que mueva a los precios de sus posiciones de equilibrio implica distorsiones que no tienen nada que ver con el mercado sino con fuerzas exógenas a él, porque el mercado, se supone, llega de forma natural y espontánea al equilibrio en función de su capacidad de autorregulación. En este enfoque de la teoría económica moderna, quien puede desplazar a la economía de sus posiciones de equilibrio general es, habitualmente, el Estado.

Ahora bien, no quiero sumarme a las críticas del concepto de equilibrio general de mercado y, menos aún a la crítica al marco epistemológico del neoliberalismo, que son múltiples, vastas e importantes sino, más bien, ponerlo en otra perspectiva y que tiene que ver con la posibilidad de que la demanda de mercado pueda ser endogenizada por las empresas mientras que, al mismo tiempo, estas empresas puedan exogenizar la oferta, lo que daría lugar a la anulación práctica del equilibrio económico o, en todo caso, a una posición bastante alejada de las prescripciones teóricas del discurso actual de la economía.

En otros términos, hay un contexto en el cual existen determinadas empresas con tal capacidad de dominar al mercado que pueden conocer casi con exactitud a la demanda, mientras que, al mismo tiempo, deciden dejar de producir los bienes y servicios que tradicionalmente comercializaban y, no obstante, mantienen una posición de dominancia de mercado sobre esos bienes que ya no producen directamente. Para estas empresas, la oferta y la demanda ya no son fuerzas ciegas que llevan al equilibrio general sino más bien determinaciones de su propio modelo de negocios. Ellas definen e imponen sus precios por fuera de toda consideración de equilibrio de mercado, competencia, racionalidad de los consumidores, preferencias reveladas, en fin.

Si esto es así entonces el equilibrio general, definitivamente, adquiere otra significación. ¿Cuál es esa nueva significación? Y ¿cómo la oferta y la demanda pasan a convertirse en determinaciones de cierto tipo de empresas? ¿Qué significa que estas empresas (o, si se quiere, corporaciones) puedan endogenizar la demanda y, al mismo tiempo, exogenizar la oferta? Si anulan al equilibrio ¿qué pasa con la economía de mercado?

La endogenización de la demanda y exogenización de la oferta

Son cuestiones que tienen que ver con el desarrollo del capitalismo y las consecuencias sobre los sistemas de regulación del capitalismo de los avances tecnológicos y de la emergencia de la economía de la información. Son avances cuyos contornos se han perfilado a partir de la segunda década del siglo XXI y que dan cuenta de niveles de concentración y centralización del capital a niveles inéditos.

En un grado determinado de concentración y centralización y, al mismo tiempo, de desarrollo tecnológico y de especulación financiera, ciertas corporaciones tienen la capacidad de anular los efectos aleatorios y la incertidumbre de la oferta y la demanda, es decir, del mercado. Para esas empresas, el mercado es otra cosa que aquella de la descripción original del siglo XIX y XX. Es, ahora, un espacio que ellas controlan por entero y que forma parte de sus propias determinaciones. De límite externo ha devenido en determinación interna.

No se trata solamente de una posición de monopolio o de acuerdo colusorio del mercado sino de algo más profundo, más vasto y más complejo. Se trata de la forma por la cual un determinado grupo de corporaciones dejan de producir bienes y servicios y, al mismo tiempo, se dedican a producir patrones de comportamiento que implican administrar la demanda a voluntad.

Este proceso que empieza con la sociedad de la información, se consolida, amplía y profundiza con la masificación del uso de redes sociales, el incremento de las capacidades de conexión a internet, la irrupción de la inteligencia artificial, el abaratamiento y el fácil acceso de los dispositivos tecnológicos, entre ellos los teléfonos inteligentes, entre otros, son los que ahora permiten la conversión de la subjetividad humana como una determinación de la corporación para administrar la demanda a su antojo.

Creo que las nuevas tecnologías están logrando lo que a primera vista puede ser imposible: que las empresas puedan conocer de tal forma al consumidor que puedan registrarlo, inscribirlo y adecuarlo a sus propios modelos de negocios como un vector de su modelo de gestión. De esta manera, la demanda, al menos como la conocíamos y como se la había teorizado desde el siglo XIX, para estas corporaciones, desaparece en su formato original. La demanda de mercado es ahora, para ellas, una determinación que nace, se dispone, define y condiciona como un vector que ha sido previamente precisado y estructurado dentro de sus propios modelos de negocios.

A este proceso de endogenización de la demanda de mercado se suma otro: estas corporaciones se desprenden de la producción para concentrarse en la administración de las preferencias del consumidor. Es decir, la oferta se exogeniza de la empresa. La producción, en tanto espacio para la creación de bienes y servicios, sale de la esfera de la empresa. Así, estas corporaciones dejan de preocuparse de la producción y, más bien, se concentran en la administración de la demanda.

El desarrollo de las tecnologías de la información, con la expansión de las redes sociales, con el perfeccionamiento y rápida propagación de  la inteligencia artificial, con las capacidades de conectividad cada vez más exponenciales (las próximas redes 6G por ejemplo), y con el desarrollo de nuevas tecnologías, como es el caso de la computación cuántica y los enlaces cuánticos, las biotecnologías y las nanotecnologías, entre otros, otorgan a cierto grupo de corporaciones capacidades tecnológicas que son inéditas y que les conducen a alterar de forma importante la estructura misma de la economía.

Ahora pueden hacer algo que era imposible en el siglo XX: individualizar su producción sin perder sus economías de escala y llegar a tal conocimiento de la demanda que pueden generar patrones de comportamiento en los consumidores para inscribirlos dentro de sus propios modelos de gestión y de negocios.

Pero ¿cómo lo hacen? ¿De qué forma han logrado, de una parte, dejar de producir y, de otra, incidir sobre la subjetividad de los consumidores para administrarla a su conveniencia? Y, ¿qué consecuencias tiene esto para la teoría económica? O más bien, ¿qué tipo de teoría económica debería ocuparse de estos fenómenos? Esto nos lleva a una cuestión importante: ¿Hacia dónde va el capitalismo?

El mercado como espacio de incertidumbre: la regulación en el capitalismo

Una empresa se enfrenta siempre a un entorno de indeterminación e incertidumbre con respecto al mercado. Mientras que para la empresa la producción no guarda ningún misterio y puede planificar al detalle todos los procesos productivos, en cambio el mercado se le presenta con un enorme signo de interrogación.

Es por ello que las empresas han invertido tanto en el conocimiento, predicción y comprensión de las tendencias del mercado. Es por ello también que se han desarrollado campos analíticos como la neuro-economía y la economía del comportamiento, porque las empresas buscan intuir de la manera más cierta la forma por la cual se comportarán los mercados para poder reducir la incertidumbre, los gastos asociados a ella y, por ende, incrementar su rentabilidad.

Una de las formas arcaicas que tienen las empresas para domeñar los mercados es a partir de su  control directo, sea por la vía de los monopolios o los monopsonios, o por la vía de los acuerdos colusorios de mercado. Pero son controles exógenos al mercado. Son, en realidad, distorsiones al mercado y, por tanto, al equilibrio general. Es por eso que los textos de economía analizan de forma particular la formación de precios de los monopolios porque suponen alteraciones al equilibrio de mercado.

¿Qué pasaría si una empresa puede reducir casi a cero la incertidumbre del mercado sin distorsionarlo? En ese caso la empresa se confronta a un horizonte de certezas hacia el cual puede converger su producción. Sabe exactamente qué es lo que tiene que producir y para quién es esa producción. Fue esa transformación la que provocó el denominado “toyotismo” de la producción justo a tiempo en los años setenta del siglo pasado.

Pero el toyotismo no alteró la incertidumbre del mercado, simplemente la adecuó a las necesidades de las empresas. En vez de la producción en masa del fordismo, el toyotismo se ajustó a las exigencias de la demanda. Desde la demanda nacían las señales que se replicaban hacia toda la empresa. La demanda de mercado, en todo caso, siempre era un factor exógeno a la empresa.

Ahora bien, este modelo del toyotismo empieza a transformarse en la sociedad de la información. Las nuevas empresas endogenizan la demanda y, casi al mismo tiempo, exogenizan la producción. ¿Qué quiere decir esto? Que las empresas van un paso más allá del toyotismo. Ahora pueden conocer exactamente al consumidor. Y no se trata de un conocimiento ni marginal ni casual, sino amplio, riguroso y exhaustivo y a tal extremo que, incluso, llegan a conocerlo más allá de lo que el propio consumidor puede conocerse a sí mismo.

Para estas corporaciones de la sociedad de la información, los consumidores ya no representan ningún misterio. Estas corporaciones saben qué sienten, qué necesitan, qué les gusta, qué no les gusta, cómo distribuyen su tiempo, cuáles son sus filias, cuáles son sus paranoias, cuáles son sus excesos, cuáles son sus debilidades, etc.

Estas corporaciones tienen la posibilidad de desarrollar una especie de mapa cognitivo, afectivo, fisiológico e intelectual de todos y cada uno de sus consumidores reales y potenciales. Con ese mapa no solo que pueden ubicar su modelo de negocios sino también pueden generar señales imperceptibles sobre los patrones de conducta e interferir sobre ellos. Esto pone a estas corporaciones en otro nivel: de la incertidumbre del mercado ahora deben resolver el desafío de cómo interferir en los patrones de comportamiento del consumidor y transformarlos en vectores de su modelo de negocios.

De esta forma, la empresa endogeniza al consumidor. Lo transforma en una determinación de la propia empresa. Si la empresa tiene éxito puede crear una especie de reflejo condicionado o patrones de conducta condicionados que han sido diseñados desde la empresa.

Entonces, el desafío ya no consiste tanto en producir algo sino en endogenizar al consumidor dentro de la empresa y para ello se necesita de información. En efecto, la endogenización del consumidor no puede hacerse sin que el consumidor transfiera a las empresas todos sus datos personales, sus gustos, sus preferencias, sus dinámicas más vitales, los datos de su salud y fisiología, sus dudas más existenciales y sus proyectos de vida, de manera libre, voluntaria, sistemática, cotidiana y, además, gratuita. Es exactamente eso lo que hacen las redes sociales y las aplicaciones de internet. Son, literalmente, redes lanzadas hacia la subjetividad de las personas que, al caer en ellas, ponen en ellas toda su vida y, encima, lo hacen todo el tiempo y gratis.

Las corporaciones tienen información del número de pasos que ha dado una persona en un día determinado. De los circuitos urbanos o rurales que ha recorrido. De las compras que ha hecho. De su presión arterial y pulso cardíaco. De sus indicadores más importantes de su salud. De sus preferencias cotidianas. De su círculo social. De sus opiniones políticas. De su forma de conducir un coche. En fin.

En ese contexto, para estas corporaciones la producción, de forma paradójica, se convierte casi en un obstáculo porque le sustrae recursos de su objetivo más importante que es la endogenización del consumidor. Se trata de un proceso que lleva el fetichismo de la mercancía a un nivel más alto y que coloniza la subjetividad del consumidor de tal manera que el consumidor se convierte en una determinación de la empresa sin que tenga la más mínima idea de ello.

La empresa ya no solo produce un bien o un servicio, sino que también produce al consumidor de ese bien y de ese servicio.  Estas corporaciones lo pueden hacer porque conocen los patrones de comportamiento y preferencias de los consumidores, no como un dato general y que ha sido extrapolado de otras variables, sino como un dato real y que tiene que ver con la propia información que el consumidor ha colocado en sus redes sociales.

Pero el volumen de información es tan grande y las posibilidades de integrarlas de manera consistente es tan vasta que se necesitan recursos tecnológicos gigantescos para hacerlo. Es en esa dinámica que se genera la inteligencia artificial, como un algoritmo que tenga capacidades heurísticas y probabilísticas para poder manejar la información que los consumidores diariamente exponen en las redes sociales.

Me voy a valer de un ejemplo, como un marco heurístico, de lo que quiero decir. En el siglo XXI existe, sobre todo en las sociedades capitalistas más avanzadas, una especie de culto al cuerpo y a la imagen. El filósofo francés Michel Foucault las denominaba las tecnologías del yo y tienen que ver con las derivas biopolíticas del neoliberalismo. Ahora bien, esto conduce a que prácticas relativamente extrañas ahora formen parte de la cotidianidad de millones de personas en todo el mundo y sin las cuales no se sienten conformes consigo mismas y que han generado importantes modelos de negocios e industrias. Una de esas prácticas extrañas tiene que ver con los gimnasios y el trabajo sobre el cuerpo. Existen, en efecto, muchas industrias detrás de ese culto al cuerpo (farmacéuticas, ropa deportiva, aplicaciones, etc.). Pero de todas ellas, quisiera detenerme en las corporaciones de ropa deportiva como Nike, Puma o Adidas, entre otras.

Cada una de ellas, ha logrado influir sobre la subjetividad de millones de personas que se han convertido en usuarios permanentes de eventos deportivos y que adquieren una serie de gadgets, ropa deportiva y uso de aplicaciones que les obligan a cambiar sus rutinas diarias de vida. Este comportamiento de las personas, aparentemente autónomo, en realidad se integra a las necesidades de las corporaciones cuando ellas saben exactamente lo que piensan y sienten estas personas y los motivan a que adopten ciertos comportamientos, entre ellos, el uso del gimnasio (fitness) y sus rutinas (o el jogging).

Estas corporaciones, que han exogenizado la producción (actualmente ninguna de ellas fabrica ropa deportiva, ni zapatos deportivos ni nada en concreto en realidad), ahora se concentran en las conductas de las personas. Así, han experimentado un proceso de alteración que tiene que ver con las mutaciones del capitalismo: primero se transformaron en corporaciones dominantes gracias a su economía de escala; luego trasladaron su producción hacia subcontratistas gracias a la delocalización en zonas especiales de desarrollo económico, lo que les obligó a concentrarse en la gestión de la marca; y, finalmente, han vinculado la marca con patrones de comportamiento del consumidor para administrar la demanda.

De esta forma, la marca de la corporación es solo una interfaz para la intervención directa sobre la conducta. Se trata de influir sobre la conducta para provocarla a que asuma hábitos y costumbres que, en otras circunstancias, habrían sido imposibles. Así, logran movilizar millones de personas todo el tiempo a través de eventos deportivos, maratones, o jornadas extenuantes con los pretextos más variados pero que generan fenómenos sociales que han sido creados expresamente desde estas corporaciones.

Muchas personas quizá en algún momento de epifanía retornen a ver el ambiente del gimnasio, del fitness o del jogging y se pregunten “¿qué hago aquí?”, o “¿por qué estoy haciendo esto?”. Es solamente un relámpago de lucidez que alumbra el absurdo de su situación. No están ahí por motu propio. Están ahí porque han sido condicionados. Porque su propia subjetividad ha dejado de pertenecerles. Pero no lo saben. Se esfuerzan en el gimnasio hasta más allá de lo posible y transitan todo el día con ese cansancio que los obliga a tomar suplementos y drogas para mantenerse siempre en esa forma; así, establecen sus propios horarios de vida para robarle tiempo al descanso o a la recreación, y pasar en el gimnasio o en el jogging o en algo parecido, solamente por el culto al cuerpo: biopolítica pura. Todo ello revela una colonización de la subjetividad que va más allá de la alienación que describía Marx.

¿Cómo una corporación, como Nike por ejemplo, pasó de la producción de artículos deportivos a la gestión de la marca, y de ahí a la formación y administración de conductas? Quizá porque tienen a su disposición algo que no existía en el siglo XIX cuando se conformó la teoría de los mercados y del equilibrio general. Ahora tienen información real y permanente de todos y cada uno de los consumidores. Y se trata de un insumo abundante, gigantesco y que cada día crece más y que para estas corporaciones tiene un costo marginal nulo, es decir, es casi gratuito. Se trata de una mina de proporciones colosales que necesita de empresas de minería de esa información. El principal extractivismo del siglo XXI no es del petróleo, ni del oro, ni de ningún commodity. El principal extractivismo es la minería de datos. Es el extractivismo sobre la subjetividad de todos y cada uno de nosotros.

De esta forma, para estas corporaciones el mercado quiere decir otra cosa que aquello que define la teoría económica tradicional. Esta vez, el mercado no tiene nada que ver entre el encuentro del consumidor con su oferta. Ahora, son el espacio en el cual se produce la disputa sobre la conciencia de lo humano y la colonización de la subjetividad personal. Los consumidores dejan de ser impredecibles. Se convierten en vectores. Pero su dirección, en tanto vectores, no depende de ellos, sino de aquella que ha sido impregnada desde estas corporaciones.

Volvamos al caso de una de ellas. Nike por ejemplo. Hace ya varias décadas que Nike dejó de producir y empezó a descargar sobre sus subcontratistas las responsabilidades de la producción de ropa, zapatos y accesorios deportivos. El proceso previo fue la liberalización comercial que empezó en el año 1979 en China con las Zonas Especiales de Desarrollo Económico. Las empresas, cuando comprendieron que en esas Zonas de Desarrollo Económico que empezaron a proliferar en todo el sudeste asiático, les permitían reducir sus costos laborales, decidieron relocalizar y delocalizar sus líneas de producción. Nike es una de ellas. Pero Nike entendió rápidamente que no solo podía relocalizar su producción sino también exogenizarla, es decir, trasladar hacia terceros todas sus líneas de negocios relacionadas con la producción. Ahora Nike, strictu sensu, no produce ningún bien. Todos ellos han sido transferidos hacia empresas subcontratistas. Muchas de ellas están en esas zonas especiales de desarrollo económico del sudeste asiático aunque se han replicado por todo el mundo.

De esta forma, muchas empresas pasaron de la relocalización y delocalización al outsourcing. Así por ejemplo, Apple ha transferido a Foxconn, una empresa de Taiwan, la fabricación de todos sus productos.

Pero las empresas pueden exogenizar la producción y asegurarse de la propiedad intelectual de su marca gracias a los derechos de propiedad intelectual y sus instrumentos jurídicos internacionales que han sido avalados y reconocidos por los Estados a través de los acuerdos internacionales de inversión; el reconocimiento a los tribunales internacionales de justicia para controversias relacionadas con las inversiones, y gracias también a que los Estados consideran a la inversión extranjera directa la capacidad de determinación de la tecnología, la innovación y el empleo en sus propias economías.

En la exogenización de la producción en primera instancia la corporación se queda con la marca, de ahí la importancia del derecho a la propiedad intelectual y los tribunales de conciliación y arbitraje para diferencias relativas a inversiones. Son, de hecho, sus subcontratistas los que finalmente producen todo lo que estas corporaciones negocian. Pero esos subcontratistas, a su vez, tienen a su disposición una fuerza de trabajo abundante, barata y que, gracias a las zonas especiales de desarrollo económico, no tiene capacidad política de interferir en la producción porque tienen prohibida toda forma de sindicalización. Se produce así una situación paradójica: los trabajadores crecen a escala global pero, como clase obrera, prácticamente están anulados. Políticamente los obreros son irrelevantes.

Es una fuerza de trabajo precarizada a nivel global. La precarización laboral es el otro lado de la exogenización de la producción. La precarización es, en realidad, creada desde la anulación política de la clase obrera y, por ello, corresponde a una dinámica política. Sin embargo, para que la precarización se convierta en un vector clave de la producción globalizada es necesario evitar que el Estado intervenga sobre la sociedad, sobre todo a través de la regulación, control y política social. Al mismo tiempo es necesario que los derechos de los trabajadores se anulen políticamente. El Estado debe achicarse. Así, la exogenización de la producción es también un resultado de las políticas de austeridad que recortan al Estado y las políticas de des-sindicalización que destruyen la capacidad política de los trabajadores.

En ese contexto, las referencias teóricas de la economía se quedaron en el siglo XX. El equilibrio general no es ni funcional ni metodológicamente pertinente para comprender a las corporaciones del siglo XXI, sobre todo a aquellas que manejan, controlan y administran la demanda y la oferta.

El precio: un espacio de disputas políticas

Estos procesos de endogenización de la demanda y exogenización de la oferta suscitan una cuestión: ¿qué significación tienen para el equilibrio económico? Si el equilibrio económico, supuestamente, es el locus desde el cual se estructuran y definen los sistemas de precios globales, pero si ya no existen como fuerzas cuasi-naturales ni la oferta ni la demanda, entonces, ¿cómo se forman los precios en contextos de endogenización de la demanda y exogenización de la oferta? Por ejemplo, ¿por qué la suscripción al Chat GPT de OpenAI o Midjourney tiene ese precio y no otro? ¿De dónde y cómo se estructuró ese precio? ¿qué tienen que ver esos precios con la demanda, con las preferencias reveladas del consumidor, con el equilibrio general, con los costos marginales de producción? Lo mismo puede decirse con un vasto conjunto de aplicaciones de internet y sus precios.

Si en esos precios no existe la lógica del equilibrio entre oferta y demanda, porque parten de un precio que es inelástico y que ha sido impuesto por fuera de cualquier punto de encuentro entre oferta y demanda y, por tanto, sin relación alguna con la competencia de mercado, entonces ¿cómo se definen? ¿qué significación tienen para el capitalismo? ¿qué rutas abren para los procesos globales de acumulación de capital? ¿cómo se estructuran esos precios?

Esto nos lleva a una constatación: los precios de las corporaciones de la sociedad de la información se estructuran, establecen, definen e imponen por fuera de la racionalidad económica y sin relación alguna con el cálculo económico; porque se han formulado desde otras determinaciones que no tienen relación con la economía, al menos con aquella economía que describen y analizan los libros de texto y el discurso oficial de la economía moderna.

Los precios que se originan desde estas corporaciones de la sociedad de la información nada tienen que ver con la racionalidad económica del siglo XX. Esos precios expresan procesos relativamente novedosos como son la endogenización de la demanda y la exogenización de la oferta.

Si esos precios no nacen desde la economía, porque no tienen relación alguna con el equilibrio económico, ni las preferencias reveladas del consumidor, entre otras, entonces ¿cómo se definen? ¿cuál es su estructura más fundamental? Y una intuición clave es que los procesos más fundamentales que definen esos precios en realidad obedecen a fenómenos políticos y globales. Esos precios, a la larga y esencialmente son políticos. Dependen de circunstancias y procesos políticos concretos e históricamente determinados.

Para que los ciudadanos pongan su información personal en las redes se necesita de la desregulación a las corporaciones que administran esta información y esas redes. Para que estas empresas puedan realizar minería de datos (machine learning, big data, data science, etc.), también se necesita de desregulación y de asimetrías entre el poder de los ciudadanos y aquel de las corporaciones. ¿Qué poder regulador controla el uso de datos, por ejemplo, de Google? ¿Qué estructura legal regula el hecho que OpenAI haya usado a toda la humanidad literalmente como conejillo de Indias para sus programas de inteligencia artificial? ¿Qué instancias de control ético y moral pueden regular y controlar el uso de la información que utiliza Alexa?

Para que las corporaciones puedan colectar datos globales y administrarlos necesitan de la complicidad de los Estados, los sistemas jurídicos y los sistemas políticos a escala global. Para que se pueda exogenizar la oferta se necesita precarizar al trabajo y, para que esto ocurra, se necesita deconstruir y derrotar políticamente a la clase obrera y eso, por definición, es una tarea política. Para proteger los derechos de propiedad intelectual de las marcas se necesita que los Estados realicen convergencias normativas hacia las prescripciones hechas por estas corporaciones en los tratados de libre comercio o acuerdos internacionales de inversión que son instancias, de hecho, políticas y en las cuales no participa la sociedad.

En definitiva, la endogenización de la demanda y la exogenización de la oferta tienen sustratos políticos y, evidentemente, globales. Es desde esa trama de circunstancias políticas que se crean las condiciones de posibilidad para que estas corporaciones puedan definir sus precios prescindiendo del mercado y de los equilibrios de mercado y de toda la racionalidad económica del siglo XX. De esta manera, entramos en una etapa en la que los precios dejan de ser económicos para convertirse en determinaciones políticas. Los usuarios o consumidores nada pueden hacer contra este sistema de precios que ahora se convierte en una gigantesca aspiradora de rentas.

La principal significación del equilibrio económico en circunstancias en las que la demanda se ha endogenizado y la oferta se ha exogenizado es que, esta vez, los precios adquieren una consistencia fundamentalmente política y el equilibrio general de la economía se transforma en una categoría política de desequilibrio general entre ciudadanos y corporaciones. A mayor desequilibrio mayores rentas para estas corporaciones. Un desequilibrio que se mantiene, consolida y expande gracias al poder político de estas corporaciones y a la debilidad de los Estados, de la democracia y de la clase obrera.

Si esto es así, entonces la trama que sostiene a estos precios se confunde, imbrica y yuxtapone a los procesos productivos que aún conservan aquella trama que los define desde el siglo XIX. En esa mezcla, el capitalismo contamina todos los procesos productivos y los lleva, de grado o por fuerza, a esa lógica en la que los precios se definen desde la política. Son precios que deben dar cuenta de las circunstancias políticas que contribuyen a conformarlos, sostenerlos y consolidarlos, es decir, la política como relaciones de poder, como espacios de luchas, resistencias, violencia e imposiciones. Es el retorno de la economía política.

Endogenizar la demanda y exogenizar la oferta implica administrar políticamente los precios y eso supone administrar políticamente a la sociedad. La lucha política que se supone se inscribía en las coordenadas del sistema político, en realidad se define antes: en la economía política. Se trata, por tanto, de un vasto proceso político que le permite a las corporaciones asegurar y controlar las condiciones políticas desde las cuales se estructuran estos precios como vectores políticos.

Quizá sea por ello que un espacio ad hoc y contingente como el Foro de Davos, finalmente, sea más importante y trascendente que cualquier Asamblea de Naciones Unidas. Porque en el Foro de Davos se trazan las coordenadas políticas (y, sobre todo, geopolíticas) sobre las cuales van a actuar las corporaciones de la sociedad de la información y se definen las coordenadas de esas luchas políticas.

Esto pone en otro nivel la lucha por las reivindicaciones sociales. Si los precios ahora constan en la esfera de la política, entonces será la política quien imponga sus límites y trace sus posibilidades. Pero para ello es necesario que los trabajadores puedan abrir la política para la discusión de la economía de la información. Para hacerlo, los trabajadores necesitan capacidad política que, lamentablemente, por ahora no tienen. Quizá ese sea uno de los retos del futuro y de la nueva izquierda.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/transformaciones-en-el-capitalismo-de-la-informacion/

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Chile busca capacitar a sus docentes en Inteligencia Artificial

Chile busca capacitar a sus docentes en Inteligencia Artificial

La iniciativa busca explorar el potencial de las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje

Chile se prepara para el Encuentro Internacional «Ideando el aula», a celebrarse el 31 de agosto en la Universidad Autónoma,  destinado a docentes, directores, estudiantes de pedagogía, autoridades educativas y público general.

Su principal objetivo es explorar el potencial de las nuevas tecnologías, particularmente la IA y la ciudadanía digitalpara mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizajey fomentar una convivencia democrática. Pero sobre todo, crear una instancia para que los docentes se conecten y capaciten con las últimas innovaciones educativas para aplicar en el aula.

«Estamos convencidos del potencial transformador de la tecnología y la inteligencia artificial para mejorar la práctica docente y el aprendizaje de los estudiantes en el siglo XXI, así es que se vuelve clave incorporar herramientas prácticas para que los docentes puedan usarpero también saber qué son y las implicancias que tienen estas herramientas para que se puedan usar de manera transversal a todas las asignaturas«, detalló Claudia Jaña, gerenta de Educación de Kodea, que junto a BHP Foundation lideran esta iniciativa.

El seminario se divide en dos grandes bloques: un plenario durante la mañana con expertos nacionales e internacionales, como la eslovaca Martina Pometlova, Gerenta de Programa Internacional de CODE.org; Andreas Hein, Líder de Contenidos de IdeoDigital; y Diego Golomberk, doctor en Ciencias Biológicas y divulgador científico argentino.

A esto se suman talleres presenciales durante la tarde, dictados por especialistas de numerosas organizaciones colaboradoras como Code.org; la Fundación Cruzando; Cenia; ProFuturo y la Universidad Autónoma de Chile.

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/chile-busca-capacitar-a-sus-docentes-en-inteligencia-artificial/

 

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