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ONU emite ‘alerta roja’ por aceleración del cambio climático

ONU emite ‘alerta roja’ por aceleración del cambio climático

El cambio climático se está acelerando y acercándose a un punto de inflexión con eventos climáticos catastróficos y otros efectos ambientales dañinos que se volverán irreversibles en los próximos años, advirtió el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático en su último informe .

De hecho, las perspectivas de nuestro planeta en el futuro cercano son tan nefastas que el equipo de expertos afiliado a las Naciones Unidas detrás del informe ha sonado como una “alerta roja para la humanidad”.

“Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, si no en cientos de miles de años, y algunos de los cambios que ya se han puesto en marcha, como el aumento continuo del nivel del mar, son irreversibles durante cientos o miles de años”, IPCC destacó en un comunicado .

Nuestras posibilidades de cruzar el umbral de calentamiento global de 1,5 ° C en las próximas décadas son mucho más altas de lo que generalmente se supone y la única forma de evitar la eventualidad de un calentamiento climático más allá de los niveles manejables es lograr reducciones rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero escriben los expertos.

“El cambio climático ya está afectando a todas las regiones de la Tierra, de múltiples formas. Los cambios que experimentamos aumentarán con un calentamiento adicional”, señaló Panmao Zhai, copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC, que publicó el informe.

Desde 1850-1900, cuando la industrialización se aceleró, las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas ya han provocado un calentamiento de alrededor de 1,1 ° C. Las temperaturas en todo el mundo continúan aumentando y, en promedio, durante los próximos 20 años, es probable que alcancen o superen el objetivo de 1,5 ° C, dice el IPCC.

“Las campanas de alarma son ensordecedoras”, comentó António Guterres, secretario general de la ONU. “Este informe debe sonar como una sentencia de muerte para el carbón y los combustibles fósiles, antes de que destruyan nuestro planeta”.

El Cambio climático y sus efectos devastadores

Entre los efectos adversos más inmediatos del cambio climático se encuentran sequías prolongadas en algunas áreas, lluvias excesivas en otras, así como olas de calor frecuentes y duraderas que pueden devastar cultivos, reducir la biodiversidad y causar una crisis de salud en países que no están preparados para el calor excesivo.

Un clima cambiante también desencadenará devastadores incendios forestales del tipo que Grecia está experimentando actualmente. Mientras el país mediterráneo está sufriendo las peores olas de calor en décadas, casi 600 incendios forestales se desataron el 9 de agosto en todo el país.

Con el tiempo, un planeta más cálido también verá cómo las capas de hielo polar se derriten y el nivel del mar aumenta, inundando numerosas islas pequeñas y áreas costeras bajas en todo el mundo. Al mismo tiempo, un mayor calentamiento acelerará el deshielo del permafrost y provocará la pérdida de la capa de nieve estacional en regiones enteras.

“Los cambios en el océano, incluido el calentamiento, las olas de calor marinas más frecuentes, la acidificación del océano y la reducción de los niveles de oxígeno se han relacionado claramente con la influencia humana. Estos cambios afectan tanto a los ecosistemas oceánicos como a las personas que dependen de ellos, y continuarán durante al menos el resto de este siglo”, dice el IPCC.

Sin embargo, todavía hay tiempo para que mitiguemos los peores efectos del cambio climático mediante reducciones drásticas en las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en los próximos años.

Los beneficios más inmediatos de reducir las emisiones de CO2 de manera significativa y sostenida serán una calidad del aire más limpia, mientras que se necesitarán de dos a tres décadas para que se estabilicen las temperaturas globales.

“La estabilización del clima requerirá reducciones fuertes, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero, y llegar a cero emisiones netas de CO2”, dijo Zhai. “Limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes del aire, especialmente el metano, podría tener beneficios tanto para la salud como para el clima”.

Por Daniel T. Cross. Artículo en inglés

 

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/onu-emitio-una-alerta-roja/

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Cómo ‘hackean’ tu cerebro para que hagas clic pase lo que pase

Cómo ‘hackean’ tu cerebro para que hagas clic pase lo que pase

 

Fuentes: hipertextual.com

El ‘clickbait’ es una técnica poco ética cada vez más común, para atraer público a vídeos o artículos digitales. Así nos manipula.

Lo que leerás en este artículo te sorprenderá. O quizás no. Pero si hubiésemos puesto esta frase en el título ahora mismo habría muchas más personas leyéndolo. Eso es así, por mucho que intentemos evitarlo, al final todos acabamos cayendo en las garras del clickbait.

Y no es para menos, ya que esta técnica dudosamente ética para atraer público se basa en un estudio muy completo del comportamiento humano. Puede que no la hayan desarrollado neurocientíficos, psicólogos, antropólogos o etólogos, pero lo cierto es que, a base de ensayo y error, con el tiempo se ha forjado como un truco infalible, capaz de encontrar la debilidad hasta en las fuerzas de voluntad más férreas. Veamos cómo lo consiguen.

¿Qué es el clickbait?

Antes de comenzar a hablar sobre cómo el clickbait manipula nuestra mente, debemos saber qué es exactamente.

El nombre procede del inglés ‘anzuelo de clicks’

Se trata de un nombre procedente del inglés, cuya traducción sería algo similar a “anzuelo de clicks”. Y se llama así porque básicamente consiste en eso: hacernos morder el anzuelo para que, a través de títulos engañosos o sensacionalistas, hagamos clics en una publicación.

Esta no tiene por qué ser necesariamente un artículo escrito en un medio digital. También pueden ser vídeos. De hecho, es una práctica muy extendida entre algunos youtubers. Además, hoy en día su uso ha llegado a ser tan común que incluso puede encontrarse en recetas de cocina, con títulos como: “Mezcló leche y huevo y no imaginas lo que ocurrió”. Si pinchamos en la receta, veremos que la leche y el huevo son solo dos de los ingredientes de una larga receta, cuyos resultado final posiblemente sea algo de lo más convencional. Pero ya habremos entrado y posiblemente en el proceso hayamos visto unos cuantos anuncios. Porque ese es otro de los propósitos del clickbait, generar ingresos publicitarios.

Aunque puede hacerse de muchas formas, generalmente se sigue más o menos el patrón del titular de la receta anterior. Frases que generen interés, a veces con exclamaciones, dirigidas en segunda persona al lector o espectador. Además, una vez dentro, la respuesta a esa curiosidad que generó el titular no está o es algo demasiado simple.

En periodismo se considera una táctica poco ética y está muy condenada, tanto por algunos profesionales del sector como por los propios lectores. Pero incluso quienes la condenan pueden acabar cayendo en ella. Porque está hecha precisamente para eso. Y aquí es donde entra en juego la psicología.

clickbait

Control mental

Los seres humanos tendemos a buscar constantemente información de nuestro entorno por un mero instinto de supervivencia. Igual que nuestros antepasados salían a por comida, nosotros intentamos tener el máximo posible de conocimiento sobre el medio en el que vivimos. Así explica en Psychology Today el psicólogo Mike Brooks por qué nos vemos atraídos por el clickbait. 

Y, como el resto de acciones que se relacionan con nuestra tendencia evolutiva a la supervivencia, activa los sistemas de recompensa del cerebro. La moneda de cambio en estos procesos es un neurotransmisor llamado dopamina. 

Popularmente se la conoce como hormona de la felicidad, porque nos genera una sensación de bienestar al liberarse ante determinados estímulos. El objetivo es que sigamos realizando esos hábitos que, en cierto modo, nos benefician evolutivamente. Por eso es tan placentero el sexo. Evolutivamente su fin es que nos reproduzcamos. Otra cosa es que, aun sin tener la más mínima intención de procrear, nos aprovechemos de ese placer que nos genera. Igualmente ocurre con muchas comidas. Comer es un placer, entre otras cosas, porque si no comiéramos nos moriríamos.

En este caso, el titular que induce el clickbait es como un bistec (o una buena hamburguesa de garbanzos para los vegetarianos). Sabemos que comerlo nos dará placer y por eso sentimos que lo necesitamos. Lo mismo ocurre con la promesa de información, que nos mantendrá al tanto de asuntos que, sin ser importantes, rellenarán huecos en nuestro cerebro con conocimientos que no teníamos.

En el mismo artículo, Brooks cita algo conocido como efecto Vegas, por ser muy frecuente entre quienes practican juegos de azar. Sentimos curiosidad por saber qué pasa si apostamos a la ruleta una vez más. O si abrimos ese vídeo en el que un youtuber sonriente anticipa que le ha pasado algo increíble.

El papel de las emociones

clickbait, smiling girl in black and white striped shirt

En declaraciones a WiredJonah Berger, profesor de la Universidad de Pensilvania, habla del papel de las emociones en la toma de decisiones. Cómo nos sintamos a la hora de decidir influye en lo que hagamos finalmente.

Por lo general, los sentimientos extremos, como la ira, la ansiedad o la sorpresa son los que nos llevan a reaccionar más rápido. A veces incluso impulsivamente.

Es la razón por la que muchos de estos titulares clickbait buscan sorprendernos, con muletillas como “lo que ocurrió te sorprenderá” o “lo que pasó es increíble”. Pero también es la razón por la que a veces los medios de comunicación buscan la indignación. Lo hemos visto con la pandemia, al leer titulares que aumentaban nuestra exasperación por la situación. Y también tristemente con casos como el de las niñas asesinadas recientemente por su padre, en Tenerife. El clickbait funciona bien ante situaciones de horror como estas, porque la indignación y la ira de la gente hace mucho más fácil el clic.

¿Es malo caer en la trampa del clickbait?

Morder el anzuelo del clickbait no significa que seamos personas fáciles de engañar. Está muy bien diseñado y es normal picar de vez en cuando. Y tampoco es malo, más allá del tiempo perdido en intentar conocer un dato que finalmente no será tan interesante como parecía.

No debemos sentirnos mal por ello. Son los propios medios de comunicación los que deberían pensarlo dos veces antes de caer en la vía fácil del titular clickbait. Lógicamente, es imposible contar todo lo que dice un artículo o un vídeo solo en el título. Por supuesto, es importante captar la atención de quien recibe la información.

¿Pero a qué precio? Es algo que todo buen comunicador debe pararse a pensar. Literariamente hablando, sacrificar un buen contenido por un titular clickbait es casi como vender el alma al diablo. Y no, no somos Dorian Gray.

Fuente: https://hipertextual.com/2021/06/clickbait

Fuente de la Información: https://rebelion.org/como-hackean-tu-cerebro-para-que-hagas-clic-pase-lo-que-pase/

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Mundo: What Do Professionals Worry Most About COVID?

What Do Professionals Worry Most About COVID?

Other than preying on humans, the deadly COVID-19 virus has severely affected livelihoods, local businesses and the economy in general. Major industries such as tourism and hospitality have been hit hard by the pandemic. Many have also lost their jobs or have been furloughed amid the health crisis.

A 2020 report by the World Economic Forum (WEF) in partnership with global professional services group, Marsh & McLennan and the Zurich Insurance Group titled, ‘COVID-19 Risks Outlook: A Preliminary Mapping and Its Implications’ tapped into the views of nearly 350 senior risk professionals who were asked to look at the next 18 months and rank their biggest concerns in terms of likelihood and impact for the world and for business.

According to the report, the economic fallout from the COVID-19 pandemic dominates companies’ risks perceptions. Two-thirds of professionals identified a prolonged global recession as the number one worry for businesses. Whereas some cited the increase in data fraud, breakdown of IT infrastructure, and another pandemic as critical concerns.

Prolonged Recession

Last November, it was reported that Indonesia, Southeast Asia’s biggest economy had fallen into its first recession in 22 years as the coronavirus pandemic continues to take its toll. The archipelago in 2020 saw growth fall 3.49 percent in the third quarter of the year compared to the same period in 2019. A fall of 5.32 percent in the second quarter of 2020, had effectively pushed the country into a recession.

Indonesia is not the only country to have experienced a recession last year. According to media reports, most economies in the region have been affected and most of them have not suffered a recession since the Asian financial crisis of 1998.

In August 2020, it was reported that Southeast Asia’s second largest economy, Thailand, contracted the most in more than two decades, deepening its recession. In an article published in December, Kirida Bhaopichitr, a Research Director at the Thailand Development Research Institute, projected that the Thai economy will grow in 2021 after contracting by almost 10 percent in 2020. However, she noted that should the kingdom face another wave of COVID-19, or if effective vaccines are delayed, the recovery could be slower than anticipated.

Unfortunately, Thailand is currently in the midst of tackling a new wave of coronavirus cases and the arrival of a highly contagious variant.

top 10 most likely fallout wef

Cyberattacks

One of the most worrisome fallouts for companies according to the WEF report is the increase in cyberattacks and data fraud. COVID-19 has accelerated the adoption of a digital culture worldwide. From people using computer gadgets to work from home, to contact tracking applications and devices, fast data exchange and processing, technology has been a vital part of the response to the pandemic.

This means that cyberattacks and data fraud are likely to happen more often. A simple example is this; the demand for information on COVID-19, accompanied by fear and anxiety has created opportunities for cyber criminals to deliver malware (malicious software such as viruses), ransomware (a type of malware that threatens to publish the victim’s data unless a ransom is paid) and phishing scams (fraudulent attempt to obtain sensitive information).

“The techno-optimism that accompanied the rise of the internet was already dampened by rising cybercrime, concerns about the security of networked technologies, the risk of cyberwar and suspicions about data manipulation to shape perceptions. As the COVID-19 crisis accelerates dependency on technologically-enabled economic processes, it is also exacerbating those cyber-risks,” stated the WEF in the report.

Another Outbreak

To date, over 134 million people have been infected with the deadly COVID-19 virus which has already laid claim to over two million lives. In order to flatten the coronavirus curve, governments across the globe have imposed strict measures such as nationwide lockdowns and travel curbs. Fortunately, these measures seem to be working for most countries.

However, based on WEF data, around 30 percent of respondents worry that another global outbreak of the disease or a different infectious virus will arise. This could include a fresh wave of infections – as Thailand is currently facing – and coronavirus variants such as the B.1.1.7, first identified in the United Kingdom (UK) and B.1.351, first identified in South Africa.

According to Yong Poovorawan, a government expert and virologist at Chulalongkorn University, the UK variant “is very viral and can spread 1.7 times faster than the usual strain.”

Other top concerns mentioned in the WEF report include high levels of unemployment, tighter restrictions on the cross-border movement of people and goods, and disruption of global supply chains. These are definitely valid concerns amid the pandemic.

Fuente de la Información: https://theaseanpost.com/article/what-do-professionals-worry-most-about-covid

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Corruption and child labour have no place in the energy transition

Corruption and child labour have no place in the energy transition

Richard Kent, Researcher on Business and Human Rights at Amnesty International

The European Commission is currently wrapping up consultations on a new law that could shape the future of green energy. If adopted, the EU Battery Regulation would require all businesses in the battery industry to report on the social and environmental impact of their operations. It would ensure that batteries entering the EU market – for use in electric cars, smartphones, solar panels, and much more – are responsibly sourced and sustainable. Businesses would have to show, for example, that the minerals in their batteries do not indirectly finance armed groups or child labour, and that their supply chains are free of corruption.

The law would be a pillar of Europe’s Green New Deal, and it is long overdue. The World Bank found that production of some battery metals could increase by up to 500 percent by 2050, to meet the growing demand for electric vehicles – essential for reducing carbon emissions. Never before has mineral extraction sought to mitigate climate change on such a scale. But there are currently no laws in place to ensure green technologies do not themselves cause harm – and cause harm they do.

The real frontier of the battery revolution is not in the corridors of Brussels. It is in the unregulated cobalt mines of the DRC, where children as young as seven work in perilous conditions. It is in the vast frozen expanses of Siberia’s Taimyr Peninsula, where a nickel mining company spilled thousands of tonnes of diesel fuel into the Arctic; and in the salt flats of Latin America, where lithium extraction is threatening livelihoods. Cobalt, nickel and lithium are key components of rechargeable batteries, and we are sliding towards a situation where we have replaced one type of environmental injustice with another.

The grim irony is that these abuses are being perpetrated against the people least responsible for the climate catastrophe. Indigenous fishing communities in Papua New Guinea’s Basamuk Bay aren’t the ones pumping CO2 into the atmosphere. Yet it’s their water that was poisoned when a nickel mine dumped 23 tonnes of toxic waste into the ocean, while sourcing the minerals necessary to get drivers in Paris, Beijing and New York into electric cars. The need for regulation has never been so urgent.

Last month, Amnesty International and 66 other human rights and environmental organizations published a set of principles for businesses and governments to adopt in order to clean up battery supply chains. Many of the organizations who signed up to Powering Change represent the frontline communities most affected by the energy transition.

In Powering Change, we call on manufacturers to work towards maximum recycled content in batteries, minimize the use of hazardous materials, and manage battery waste responsibly. We call on businesses and governments alike to ensure environmental defenders and Indigenous communities are consulted and properly informed about planned operations and potential risks.

The EU Battery Regulation proposal contains several articles to improve transparency in supply chains, which is also one of our coalition’s crucial principles. In 2017, Amnesty researchers found that companies including Microsoft, Renault and Volkswagen were failing to ask basic questions about where the cobalt in their batteries came from. More than half the world’s cobalt comes from the DRC, where Amnesty has documented children and adults mining in perilous conditions, earning a couple of dollars a day to work in narrow tunnels at risk of collapse. In light of this, it’s unacceptable for businesses to shrug their shoulders about their supply chains – consumers deserve to know that their cars are not powered by human rights abuses.

This is why the European Battery Regulation could be one of the most important pieces of industry legislation ever. It would be the first legally binding initiative to clean up battery supply chains, and would force businesses to do more to protect workers, Indigenous communities and the environment.

Europe is the epicentre of the push towards a battery-powered future. Governments including the UK, Poland and Sweden are scrambling to construct multi-billion dollar battery “gigafactories”, and the European Investment Bank pledged €1 billion investment to the battery manufacturing industry in 2020. Many of the corporations that led the Second Industrial Revolution – the invention of the internal combustion engine, the mass growth of the car industry, and concurrent demand for oil – are now taking the reins of what they pledge will be a “Green Industrial Revolution.” It is imperative that this time, corporations recognize their impact on the planet and human rights, and factor this into their business models.

If the Battery Regulation is adopted, Europe would also be the epicentre of an energy transition that is genuinely clean and fair.

This article was originally published in EU Observer

 

Fuente de la Información: https://www.amnesty.org/en/latest/news/2021/02/corruption-and-child-labour-have-no-place-in-the-energy-transition/

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El derecho a la educación hoy

El derecho a la educación hoy

Luis Bonilla-Molina

(Artículo elaborado para la CLADE)

  • Introducción

Estos meses de pandemia han significado un desafío sui generis para las organizaciones y personalidades que defendemos el derecho humano a la educación. La velocidad y novedad de los acontecimientos han retado perspectivas, generado una turbulencia epistémica sin precedentes.

Durante los últimos años se habían ignorado muchas de las advertencias sobre un escenario como el que vivimos con el COVID-19, de impacto profundo de la aceleración científica-tecnológica en la educación. La masividad de la virtualidad y el desembarco de las propuestas educativas digitales se han presentado en oposición a la presencialidad y no, como realmente son, un complemento epocal del trabajo pedagógico en las aulas. Esto por supuesto está asociado a nuevas formas de privatización y mercantilización en curso, tendencias que amenazan con profundizar exclusiones y odiosas segmentaciones.

Les docentes han tenido que asumir contingentemente el desarrollo de modelos de aprendizaje determinados por el acceso o no, a la virtualidad. El sostenimiento del vínculo pedagógico ha demandado un renovado vínculo entre docentes, familias y estudiantes que debe servir para repensar la educación en la post pandemia.

En este contexto se realiza la XI Asamblea de la CLADE.  La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación constituye la más importante coalición y convergencia de voluntades y experiencias en defensa del derecho a la educación, por ello, esta Asamblea es crucial para fortalecer y ampliar las correlaciones de fuerzas existentes en esta dirección.

  • ¿Qué es el derecho humano a la educación?

La perspectiva que defendemos del derecho a la educación es de carácter amplio y, considera que su cumplimiento pleno está asociado a los avances en los demás derechos; es decir, reivindica su intersectorialidad, interdependencia y complementariedad.

Se reivindica el papel del Estado como garante de este derecho, lo cual implica la obligación que tienen los gobiernos de proporcionar condiciones de igualdad para desarrollar los procesos de enseñanza-aprendizaje, procurando con ello disminuir el impacto en lo educativo de las múltiples asimetrías y exclusiones que caracterizan a las sociedades.

Cuando se quiere verificar cuál es el nivel de cumplimiento de un país, respecto al derecho humano a la educación, existen un conjunto de elementos y parámetros a tomar en cuenta. Estos son:

Primero, que cuente con un marco jurídico para normar el cumplimiento de este derecho, de rango Constitucional y orgánico, desarrollado en leyes y normas especiales, en correspondencia con los preceptos y definiciones alcanzadas en las convenciones internacionales;

Segundo, la capacidad institucional con la que cuente el Estado para instrumentar ese marco jurídico. Los Ministerios de Educación o sus equivalentes, suelen ser las instancias encargadas de instrumentarlo, para lo cual deben contar con instancias y dependencias que garanticen el desarrollo en sus dimensiones de financiamiento, pedagógicas, formación docente, infraestructura y equipamiento, planes y programas, supervisión y gestión, sistema escolar y perfiles profesionales de egreso, calidad y pertinencia.

Desde nuestra perspectiva, la calidad educativa se debe realizar con una praxis de educación emancipadora y liberadora, con pensamiento crítico para potenciar las capacidades de transformación radical de la sociedad, perspectiva de género y anti patriarcal, ética ecológica y solidaridad;

Tercero, que cuente con presupuesto público suficiente para garantizar la inclusión educativa, con un piso mínimo del seis por ciento (6%) del producto interno bruto (PIB) del país. En este aspecto es importante desglosar el uso del presupuesto en educación, para que su ejecución y las prioridades que se determinen, sean el resultado de un amplio consenso social;

Cuarto, la suficiencia del presupuesto es vinculante y se constata por: a) la capacidad para crear y sostener tantas instituciones educativas como se requieran en cada uno de los territorios, adecuadamente equipadas con materiales y equipos acordes para las distintas labores pedagógicas, b) políticas y programas de compensación para disminuir y hacer desaparecer las desigualdades para el aprendizaje de los estudiantes producto de limitaciones preexistentes en el acceso a otros derechos, c) un sistema de remuneración y condiciones de trabajo del personal docente acorde con la elevada y digna labor que realizan, d) un sistema educativo que garantice educación como continuo humano, con expresiones nítidas en la cobertura y prosecución, f)una red de centros de formación docente (inicial y continua) que garantice la adecuada y actualizada calificación de maestras, profesores y personal que coadyuva al proceso educativo, entre otros elementos;

Quinto, el vínculo de la educación con la calidad democrática de un país, las posibilidades de contribuir al buen vivir de los ciudadanos, la paz y la felicidad colectiva. En este sentido, son muy importantes las prácticas y culturas de gestión escolar que se orienten a la transparencia, toma de decisiones compartidas, control social de los procesos pedagógicos y administrativos;

Sexto, la contextualización de la educación, que pasa por la articulación entre conocimientos, procesos de enseñanza-aprendizaje y necesidades de los territorios. Esta contextualización no puede ser un localismo aislacionista, sino un proceso dialéctico entre lo local y lo global;

Séptimo, las posibilidades que tenga la población en edad escolar de inscribirse y permaneceren escuelas, planteles educativos y universidades cercanas al territorio que habitan. La cercanía de los centros educativos a los lugares de vivienda de la población en edad escolar es un determinante muy importante en la accesibilidad;

Octavo, la capacidad de los sistemas escolares para constituir sujetos autónomos, críticos, creativos y vivan la solidaridad y el encuentro como una praxis cotidiana. En este sentido los aprendizajes significativos deben ser aquellos que posibiliten la construcción compartida de una sociedad de justicia social, paz, inclusión, libertad de opinión;

Décimo, el apoyo institucional a las educaciones populares, a las propuestas educativas no convencionales que garantizan llegar con propuestas pedagógicas flexibles y contextualizadas, a sectores de la población en edad escolar que en otras circunstancias no lo haría. La educación continua, encuentra en las educaciones populares, comunitaria, indígena según sus usos y costumbres, y de las diversidades, son expresiones del acceso al derecho a la educación;

Décimo primero, lo que se hace para garantizar la democratización del conocimiento, para que no sean solo las clases burguesas y los instalados en el poder quienes manejen y usen el conocimiento reciente. La democratización del conocimiento está referida tanto a la memoria histórica y la cultura ancestral, como a los elementos teóricos fundantes de las ciencias, el desarrollo de capacidades para construir localidad desde lo común, así como las innovaciones derivadas de la aceleración científico – tecnológica. Nadie tiene el derecho a decidir sobre lo que “conviene” o no enseñar, sino que es el trabajo educativo emancipador, el que posibilita constituir sujetos autónomos, con base al pensamiento crítico, que les permita a les estudiantes y egresados, situarse críticamente ante lo tradicional y lo emergente.

  • El neoliberalismo y el derecho humano a la educación

Desde su aparición, el neoliberalismo desarrolló una ofensiva sin precedentes sobre el derecho humano a la educación. Los ataques al tamaño del Estado y sus compromisos con las agendas sociales, se tradujeron en el plano educativo en una versión manipulada del paradigma de sociedad educadora, impulsando en consecuencia, la transferencia a les ciudadanos, las familias, les docentes y estudiantes, de muchas de las responsabilidades y competencias que se consideraban encargos para los gobiernos.

El neoliberalismo desarrollo su propia versión de la co-responsabilidad ciudadana, instalando la idea que al ser la educación un bien compartido, todes teníamos que aportar económicamente en su sostenimiento, flexibilizando la obligación financiera y presupuestaria de los Estados con el derecho a la educación.

Con discursos elaborados, que en muchos casos tomaban para sí y manipulaban categorías y definiciones que habían pertenecido al campo popular, el neoliberalismo instaló iniciativas de destrucción de lo público en educación.  La privatización, mercantilización, estandarización, cultura evaluativa, el desfinanciamiento y la desactualización programada de la formación docente, constituyeron expresiones de esta ofensiva neoliberal.

Ofensiva que avanzó de manera desigual en la región, gracias a las resistencias estudiantiles, docentes, comunitarias y de la sociedad civil, durante las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado.  Durante las dos décadas del siglo veintiuno, el neoliberalismo uso la calidad y la pertinencia educativa como caballos de Troya para destruir la educación pública, avanzar en las ideas empresariales en educación y abrir paso a modelos como “home School”.

Siendo el campo de las tecnologías informáticas y digitales uno de los sectores con mayores niveles de expansión económica a nivel mundial, los grandes capitales se orientaron a la generación de un modelo híbrido entre presencialidad y virtualidad en la educación, que tenía como primer paso, presionar a los gobiernos para que facilitaran las condiciones para que les estudiantes se dotaran de computadores y conectividad. Mientras tanto, las grandes corporaciones monopolizaban el desarrollo de plataformas virtuales de uso masivo, la arquitectura de la nube, producción de contenidos digitales de quinta generación, así como las propuestas de educación con uso de herramientas informáticas, el acceso a los algoritmos y el manejo de datos personales.

  • El derecho a la educación en la nueva situación de pandemia y post pandemia 

La pandemia del COVID-19 se convirtió en una oportunidad para el impulso de la agenda puesta en marcha por el neoliberalismo educativo. La necesidad que tuvieron la mayoría de Estados del mundo de pasar a un modelo de cuarentena preventiva para proteger la vida de sus ciudadanos, conllevó a una crisis de sentido y orientación de los sistemas escolares. Se hacía necesario garantizar la continuación del vínculo pedagógico y, unos Estados que habían desestimado el impacto de la aceleración científico-tecnológica en los sistemas escolares, terminaron cediendo ante el modelo de educación virtual de las grandes corporaciones tecnológicas.

Es absolutamente falso que los gobiernos no pudieron prever un escenario como este.  En el marco del Foro Mundial de Educación, realizado en el año 2015 en Incheón, Corea del Sur, las grandes corporaciones tecnológicas anunciaron el desembarco masivo de la virtualidad en un horizonte máximo de diez años. Bastaba repasar las cifras públicas de inversión de estas corporaciones para constatar que estaban invirtiendo enormes volúmenes de dinero en esta orientación. Y como el sector empresarial no invierte para perder o dejar congeladas sus mercancías, era previsible el cumplimiento de este anuncio. La mayoría de gobiernos no construyeron plataformas virtuales propias para sus sistemas escolares, ni repositorios de contenidos digitales lo suficientemente dinámicos, versátiles y actualizados, lo cual facilitó el desembarco impune las grandes empresas tecnológicas.

Los escépticos señalaban que se requeriría un acuerdo mundial para producir un evento que garantizara el desembarco global de una iniciativa de este tipo. El COVID-19 posibilitó el surgimiento de las condiciones de posibilidad para este asalto paradigmático.

En las primeras semanas de declaración de cuarentena, las grandes corporaciones desembarcaron amparadas por el paradigma neoliberal de transferencia de las competencias y responsabilidades de los Estados nacionales, a las familias, estudiantes y docentes.  Se produjo en corto tiempo un nuevo modelo de privatización educativa. Fueron las familias, docentes y estudiantes quienes tuvieron que comprar o repotenciar equipos de computación, pagar el acceso a internet y planes de datos, buscar y suscribirse (incluso hasta pagar) plataformas virtuales.  La mayoría de los Estados nacionales se desentendieron de sus obligaciones de garantizar las condiciones mínimas para el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, e igualdad para realizar el trabajo educativo.

   Esta privatización abrupta se impuso, con terribles consecuencias para el derecho a la educación. Se produjo una odiosa e inequitativa estratificación, primero, entre docentes que tenían o no posibilidades de garantizar continuidad del vínculo pedagógico en escenarios virtuales; segundo, esto fue aún mayor en la población estudiantil, creándose cuatro estratos diferenciados entre quienes a) contaban con acceso a computadoras, internet y una familia de apoyo educativo, b) aun teniendo computadores e internet carecían de apoyos familiares, pues su entorno estaba concentrado en sobrevivir en una situación económicamente tan difícil, c) solo disponían de televisión o radio para relacionarse con un modelo educativo referenciado en el pasado, que afirmaba la idea de estar en las fronteras de múltiples exclusiones, d) finalmente estaban en zonas de difícil acceso, a donde no llega la radio ni la televisión, pero a donde, en muchos casos, tampoco llegaron los prometidos módulos de auto aprendizaje.

Comienzan a mostrarse cifras que evidencian los estragos de este modelo de privatización impuesto en la pandemia del COVID-19. Mientras en Ecuador la Unión Nacional de Educadores (UNE) denuncia que el 75% de les estudiantes no pudieron acceder al modelo de educación virtual en casa, es decir 3.250.000 niños, niñas y jóvenes, en Panamá, gremios docentes como la Asociación de Profesores de la República de Panamá (ASOPROF) y la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE) señalan que un país de menos de 800.000 estudiantes, casi 300.000 quedaron fuera de cualquier posibilidad de continuidad del vínculo pedagógico. Las evidencias empíricas muestran dimensiones preocupantes de este fenómeno en los restantes países de la región. Los datos extra oficiales en el sector universitario muestran un importante decrecimiento de la matrícula durante la pandemia.

Todo esto ocurre, en medio de demandas crecientes por alfabetización digital crítica, por alfabetización en los algoritmos necesarios para crear en el mundo digital. Se cierne un nuevo modelo de conocimiento reproductor, a partir del consumo de materiales y plataformas elaboradas por las grandes corporaciones tecnológicas.

Esto último está muy vinculado al riesgo de producir un modelo de educación bancaria virtual, con el agravante que en muchos casos se está trasladando el modelo frontal de enseñanza a medios tecnológicos.

  • La coyuntura y el horizonte estratégico: es imposible abordar la una sin lo otro

Muchos docentes, autoridades e incluso algunos gremios docentes consideran que en la post pandemia retornaremos a la presencialidad, tal y como estaba en febrero de 2020. Este deseo de volver a la situación conocida ha generado, abandono de una parte importante de los cuestionamientos que se le hacían al carácter reproductor de la ideología dominante por parte la escuela y, un retiro silencioso de iniciativas que procuraban el emerger de una educación emancipadora y liberadora.

El neoliberalismo educativo instaló la falsa disputa entre presencialidad y virtualidad, y como esta se vincula a ganancias de las grandes corporaciones, es previsible que en la post pandemia se siga tensionando en este sentido. Ciertamente volveremos a las escuelas presenciales, pero ya nada será igual. La estratificación que vimos en la pandemia, amenaza a tener un correlato en los planteles educativos y las aulas cuando cese la cuarentena.

Escuelas enteras podrán ser estratificadas de acuerdo a su capacidad y disponibilidad, de trabajar con computadores, conexión a internet, inteligencia artificial, análisis de metadatos. Hacerlo o no, significará un nuevo modelo de exclusión que podrá marcar el desarrollo profesional de les estudiantes y sus posibilidades de inserción laboral en el futuro. En un contexto de reducción sensible del empleo por efectos directos de la cuarta revolución industrial, esta situación puede ser dramática para pueblos enteros.

Es importante trabajar el derecho a la educación y la inclusión educativa en las claves epocales del siglo XXI, en su tercera década. Pero ello no es un tema solo de voluntad, se requiere actualizar muchas de las premisas que nos resultaron útiles hasta hace muy poco.

  • Aceptar pasivamente la marginalización o rebelarse epistemológicamente y en la acción

Millones de estudiantes y docentes, en el marco de la pandemia, fueron ubicados por la fuerza de los hechos en el borde de lo educativo. Esta situación amenaza con extenderse en la post pandemia, afectando de manera sensible el derecho a la educación. Romper con esta lógica del neoliberalismo implica desarrollar y articular de manera regional las demandas emergentes y las agendas vinculadas.

Conexión universal gratuita a internet de banda ancha con conexión 5G, dotación de equipos de computación con alta capacidad para trabajar en plataformas virtuales y contenidos digitales, alfabetización en los códigos y lenguajes de los algoritmos informáticos, formación docente inicial y permanente para poder acompañar la aceleración de la innovación científico tecnológica con perspectiva de buen vivir, ecológica, solidaria, feminista, diversa, así como presupuesto educativo bajo contraloría social con un mínimo de referencia del 6%, constituyen parte importante de las temáticas asociadas a la defensa del derecho a la educación en la postpandemia.

No se puede aceptar el sostenimiento de la estratificación educativa como forma de marginalización social a gran escala. Resistir a ello, implica abrirnos a un quiebre de paradigmas y la eliminación de la brecha epistemológica que ha impuesto el capital en los últimos años; ruptura que precede a la construcción de adecuadas y eficientes resistencias pedagógicas.

  • Por una agenda urgente

Es urgente trabajar en un nuevo pacto social inclusivo, que allane la elaboración actualizada de estrategias para la superación de las viejas y nuevas exclusiones, que coloque a tono la aceleración de la innovación científica-tecnológica con la formación docente y las actividades pedagógicas, que garantice condiciones iguales de aprendizaje para todes les estudiantes, con capacidad de vincular innovación con tradición.

Esta agenda tiene que apalancarse en la renovada alianza entre docentes, familias y estudiantes, convocando a todos los sectores de la sociedad. La CLADE es actor fundamental para propiciar este encuentro.

Fuente de la Información: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/11/15/el-derecho-a-la-educacion-hoy/

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Hecho en Latinoamérica: 6 inventores que cambiaron la historia

Hecho en Latinoamérica: 6 inventores que cambiaron la historia

De América Latina han surgido grandes inventores en campos como la química, la medicina y la tecnología, entre otros. Conoce algunos de los inventos más relevantes y populares.

Seguramente te sorprendería descubrir todas las cosas del uso cotidiano que no sabías que fueron creadas por latinoamericanos.

En el Día Internacional del Inventor, que se celebra cada 9 de noviembre aunque varios países han cambiado la fecha para conmemorar a sus propios inventores, Sputnik te trae seis de las creaciones más importantes de inventores latinoamericanos.

Inventos latinos que cambiaron la historia

  • Televisión a color 

El ingeniero mexicano Guillermo González Camarena fue el responsable de darle color por primera vez a la televisión. En 1940, creó el sistema tricromático secuencial de campos, más conocido como STSC, que permitía transmitir a color los contenidos televisivos.

¿Medios con información oficial?

Patentado en 1942, el sistema sirvió como modelo para el desarrollo y perfeccionamiento de la televisión a color alrededor del mundo.

  • Pastillas anticonceptivas

También oriundo de México, el químico Luis Ernesto Miramontes logró en 1956, con solo 26 años, sintetizar la hormona noretisterona, que inhibe la ovulación femenina y es el principal compuesto de la píldora anticonceptiva.

Píldora anticonceptiva

La investigación la realizó junto a su director de tesis, Carl Djerassi, y el director del laboratorio George Rosenkranz. Y aunque su responsabilidad ha sido discutida, el propio Djerassi ha afirmado que Miramontes fue el responsable de la síntesis de la hormona, asegura el medio de ciencia y tecnología mexicano Xataca.

  • Bolígrafo

Un húngaro naturalizado en Argentina llamado Ladislao José Biro inventó la pluma que escribe con una tinta a base de aceite que se desliza sobre el papel mediante una bola de tungsteno, más conocida como bolígrafo.

Un bolígrafo, imagen referencial

De hecho, en Argentina el Día del Inventor se celebra el 29 de septiembre, en honor al nacimiento de Biro. Además, por su nombre, al bolígrafo lo llaman «birome».

  • Corazón artificial

El médico argentino Domingo Liotta creó en 1958 el sistema de Dispositivo de asistencia ventricular derecha, o RVAD, y lo instaló por primera vez en un paciente con insuficiencia cardíaca avanzada irreversible.

Una cirugía de corazón

Aunque hubo diseños anteriores, este es considerado el primer corazón artificial total aplicable a pacientes con afecciones de este tipo.

  • Código Captcha

El responsable de los códigos Captcha que aparecen en ciertas páginas web es el informático y empresario Luis Von Ahn, oriundo de Guatemala.

Código Captcha

También profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad Carnegie Mellon, es el fundador de las empresas Duolingo, Captcha y Recaptcha.

  • Bypass vascular

Otro médico argentino destaca entre los inventores latinoamericanos. Se trata del cardiocirujano René Favaloro, responsable de la creación de la cirugía de revascularización miocárdica, también llamada bypass vascular.

Operación de bypass coronario

Tras su invención, esta clase de cirugía comenzó a expandirse y ha salvado millones de vidas alrededor del mundo.

Fuente de la Información: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202011061093406730-hecho-en-latinoamerica-6-inventores-que-cambiaron-la-historia/

 

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Regreso al pasado: a favor de los virus

Regreso al pasado: a favor de los virus

Salvador López Arnal

Un matiz (que suele ser concepto): no a favor de todos los virus, a favor de los fagos, de los bacteriófagos, unos virus descubiertos a principios del siglo XX por Frederick Twort y Félix d’Herelle (este último fue el inventor del nombre), utilizados entonces con éxito en el tratamiento de infecciones en humanos. Sin embargo, tras esa época inicial, fueron arrinconados y “su uso y estudio quedó restringido a los países de Europa del Este debido al descubrimiento y posterior edad dorada de los antibióticos”. Varios grupos de investigación de estos países continuaron con esta línea de trabajo debido, básicamente, a la baja disponibilidad de antibióticos y a su alto precio (Las autoras señalan que la mayoría de estas investigaciones mostraron resultados positivos aunque no seguían los criterios (¿nuestros criterios actuales?) “para una buena cuantificación clínica y carecían de grupos de control a los que no se les suministrase el tratamiento”).

La estructura de este buen y breve libro de divulgación científica: Introducción. 1. El micromundo que nos rodea (recordemos que fue en 1876 cuando Robert Koch, el descubridor de las bacterias causantes del cólera, la tuberculosis y el carbunco, empezó a estudiar ese mundo)  y las bacterias patógenas que se esconden en él (en 1928, Fleming realizó uno de los mayores descubrimientos del siglo, el primer antibiótico natural descubierto, la penicilina, por el hongo Penicillium notatum que producía la sustancia). 2. Los bacteriófagos: qué son y dónde están. 3. Un amplio abanico de aplicaciones. 4. Aislamiento y selección de fagos con potencial terapéutico. 5. Avances en la producción de bacteriófagos. 6. Requerimientos legales para el uso de bacteriófagos. Glosario. Bibliografía. No hay índice analítico-nominal, aunque no es necesario en este caso.

La principal virtud del libro: útil, muy útil, para personas no puestas (el firmante por ejemplo) que quieran informarse sobre el papel y los avatares de estos virus.

Un apunte sobre las autoras: Lucía Fernández es investigadora posdoctoral en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), instituto público que no ha caído en la ola privatizadora que nos invadió; Diana Gutiérrez es investigadora en el laboratorio de Biotecnología Aplicada de la Universidad de Gante; Ana Rodríguez es también investigadora del IPLA y coordina el grupo de investigación Fermentos Lácticos y Bioconservación; Pilar García es científica titular del IPLA. Sus ámbitos de investigación: estudio de los fagos y las endolisinas como armas frente a enfermedades infecciosas; nuevas estrategias basadas en los fagos para combatir enfermedades bacterianas; los fagos como herramientas para el desarrollo de nuevos agentes antimicrobianos aplicables en terapia humana y en seguridad alimentaria. Etc. Los fagos como elemento decisivo.

Unas breves notas que aspiran a justificar la recomendación de la lectura del libro:

1. Una definición para situarnos: Los bacteriófagos (o fagos) son los virus de las bacterias. Al igual que el resto de los virus, señalan las autoras, “tienen una estructura relativamente simple ya que están formados por proteínas y ácidos nucleidos”. Son parásitos intracelulares, necesitan infectar una célula (una bacteria en su caso) para multiplicarse”. Los fagos, pues, infectan bacterias, mientras que “los virus que ocasionan enfermedades en humanos (virus de la gripe, hepatitis o sida), en animales (virus de la rabia) o en plantas (virus del mosaico del tomate), necesitan una célula eucoriota (animal o vegetal) para multiplicarse” (p. 33). A pesar de esta similitud (en su estructura y en el modo modo de desarrollo entre los fagos y otros virus, “no comparten la capacidad de infectar indistintamente a unos y otros tipos de organismos debido a su alta especificidad”. Los fagos, asunto determinante, “no pueden infectar células de humanos ni de animales o plantas. Es imposible que causen ningún daño a los seres vivos”. Este hecho, señalan las autoras, es de vital importancia para evaluar la seguridad de los bacteriófagos en determinadas aplicaciones.

2. El problema de fondo: La diversidad del mundo microbiano en los diferentes ambientes que nos rodean incluye microorganismos beneficiosos y otros causantes de enfermedades. Las bacterias beneficiosas son las responsables, por ejemplo, “de la fermentación de algunos alimentos y también las que habitan en nuestro tracto gastrointestinal, en nuestro sistema respiratorio o en nuestra piel” (p. 5). Por su parte, las patógenas tienen especial relevancia debido a su capacidad de “producir infecciones en humanos y animales, algunas de las cuales pueden llegar a provocar la muerte”. Pero recientemente, el tratamiento de estas infecciones se ha convertido en un serio problema “debido a la ineficacia de la mayor parte de los antibióticos utilizados en clínica y veterinaria”. La resistencia puede deberse a una mutación del material genético del microorganismo y transmitirse a las bacterias descendientes (la llaman transferencia vertical) o proceder de la incorporación de otras bacterias de la misma u otra especie (transferencia horizontal). Dicha resistencia, todos hemos oído hablar de ella, “se ha visto incrementada por el uso incorrecto de los antibióticos, así como por su inclusión durante un largo tiempo en el pienso de los animales de granja para facilitar su engorde”, una de las nefastas prácticas de la ganadería industrial (a lo que hay que añadir “los numerosos tratamientos que estos animales reciben a lo largo de su vida para combatir infecciones”). Consecuencia: hemos llegado a una situación en la que “el porcentaje de bacterias resistentes es tan elevado que el tratamiento con antibióticos no permite en muchos casos la eliminación de la infección”.

3. Las autoras señalan que el problema es de tal magnitud que informes recientes hablan de la muerte anual de 33.000 personas en la UE y de unas 700.000 en el mundo como consecuencia de infecciones bacterianas que en el pasado podían superarse con los usuales tratamientos antibióticos.

4. En este contexto de resistencia, de multirresistencia a los antibióticos, una de las posibles alternativas es la que se está llevando “a cabo con una intensa investigación científica sobre los fagos”, que recordemos son virus que infectan bacterias siendo totalmente inocuos, remarcan las autoras, para la humanidad, para las plantas, para los animales y, en general, para el medioambiente. Su morfología, añaden, junto con su particular forma de multiplicación, diversidad y abundancia, “los convierten en microorganismos interesantes por sus aplicaciones biotecnológicas y por el papel que juegan en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas naturales”.

5. A día de hoy, en el sector hospitalario, los fagos pueden ser utilizados tanto para prevenir como para tratar infecciones en humanos (se le llama terapia fágica). Su aplicación es habitual en Rusia y en las antiguas repúblicas soviéticas (en Georgia, por ejemplo), también en Polonia. En los países occidentales, el tratamiento de infecciones con fagos queda restringido a paciencias individuales, y solo como uso compasivo (en Francia y Bélgica por ejemplo), es decir, “cuando no existen otras posibilidades para salvar la vida del paciente o simplemente para aliviar su sufrimiento”. A pesar de una falta de regulación clara en la mayoría de países de la UE, se están llevando a cabo ensayos clínicos en diferentes países con resultados prometedores.

Hay mucho más para contar, leer y comentar, incluidas propuestas de política de la ciencia, industrial y comercial.

La consideración central de las autoras: “queremos resaltar la clara necesidad de nuevas alternativas a los antimicrobianos actuales, lo que nos hace pensar que los bacteriófagos pueden tener un papel relevante en un futuro cercano, pero para ello es imprescindible el apoyo a esta línea de investigación”, una línea de la que las autores forman parte.

Fuente: El Viejo Topo, septiembre de 2020.

Autor: Salvador López Arnal

 

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