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Carreras ‘low cost’ de dos años: este será el futuro de la universidad

Por: Hector G. Barnés

La educación superior se encuentra en un momento de transición, en el que se verá obligada a replantearse sus objetivos, a quién va dirigida, cuáles son sus vías de financiación y cuál es su rol dentro de la sociedad. Una de las tendencias más polémicas de los últimos años es el aumento del precio de las matrículas, que junto con la reducción de becas, está dejando fuera a muchos estudiantes de entornos menos favorecidos. En España, según el informe ‘La universidad española en cifras 2015/2016’, alrededor de 70.000 estudiantes ven alteradas sus expectativas de acceso a las ayudas, lo que puede provocar su expulsión.

Algo muy semejante ocurre en Reino Unido, donde el Ministro de Educación Jo Johnson acaba de tantear una propuesta innovadora: flexibilizar la oferta para los estudiantes con carreras de dos años que condensen en este tiempo lo que ahora suelen aprender en tres. De esa manera, los alumnos se ahorrarán unas 5.500 libras (unos 6.246 euros) en matrícula, además de otros gastos añadidos como el hospedaje o la comida (que valora en unas 25.000 libras). Es una forma de “romper el molde” de un sistema en el que apenas hay alternativas para los estudiantes, ha afirmado Johnson.

Los dos años costarán unas 22.000 libras, mientras que ahora tres cursos salen por 27.750. El mayor ahorro es en alojamiento y manutención

El objetivo del plan, recuerda el ministro, es que estos estudiantes reciban la misma formación y las mismas asignaturas, solo que en un curso menos. Además, esto les dará una ventaja adicional, al poder entrar un año antes al mercado laboral. Sin embargo, bajo este plan de beneficio para el alumno, hay una clara apuesta por el ahorro de recursos para el Estado, que podrá presumir de tener más universitarios. Según asegura Johnson, es una respuesta a la crítica de muchos alumnos que no creen que estén recibiendo una educación acorde con el alto coste que implica. Las cuentas son las siguientes: los dos años costarán 11.100 libras al año (22.200 en total), mientras que el máximo anual está en 9.250 (lo que hace 27.750 en total por tres cursos).

Esta propuesta persigue otros objetivos. Por una parte, atraer a estudiantes adultos, cuyo número ha descendido en los últimos años, y que renuncian a estudiar en la universidad por falta de tiempo. Algo que, en opinión del ministro, es importante en un entorno en el que los trabajadores deben aprender nuevas habilidades para reciclarse en el mercado laboral: “Esta política será particularmente atractiva para estudiantes mayores que deseen mejorarse sus habilidades y adaptarse a los cambios en la economía y que puedan querer pasar la educación superior a un ritmo mayor”.

Algunos pros, muchas contras

Las opiniones en contra de esta propuesta no se han hecho esperar. La primera y más sonada ha sido la de la secretaria de Educación en la sombra, Angela Rayner, que ha argumentado que no hay evidencias claras de que esta reducción de años vaya a “detener la sangría en estudiantes a tiempo parcial o a producir mejores resultados”. Es más, el hecho de que la matrícula de cada año sea más cara puede causar un efecto aún más pernicioso. Por ahora, tan solo un 0,2% de los estudiantes participan en los cursos acelerados que ya existen, y que son ofrecidos por centros como la Universidad de Middlesex, la de Greenwich o la de Derby.

Para algunos profesores es “un intento arriesgado de minar el mercado” que puede producir títulos de menor calidad que sirvan para maquillar las cifras

Una de las síntesis más completas sobre los pros y los contras ha sido recabada por Phil Baty, director editorial de ‘Times Higher Education’, una de las grandes publicaciones académicas del mundo. Este le preguntó a sus seguidores de Twitter qué pensaban sobre la medida, y muchos objetaron dudas razonables, aunque con algún matiz a favor. Entre los contras, el más obvio es que es imposible que los resultados sean los mismos. Una profesora llamada Sally Andrews, de la Universidad tecnológica Nanyang, recuerda que hay habilidades que se deben desarrollar lentamente a lo largo del tiempo; otro docente matiza que tal ritmo dificulta llevar la teoría a la práctica.

Para un usuario llamado Sjoerd Levelt, la duración de los cursos tiene como objetivo que los estudiantes reflexionen sobre lo que están aprendiendo, o que dediquen tiempo a sus trabajos. No es lo mismo, en definitiva, tener dos semanas que tres días para preparar un proyecto, lo que dañaría el aprendizaje incluso aunque los contenidos fuesen los mismos. Además, “los profesores deben responder al contexto”, recuerda. Como recuerda David Morris de la Universidad de Greenwich, muy pocas universidades se verán dispuestas a ofrecer carreras que les proporcionen menos ingresos, además de tratarse de “un intento arriesgado de minar el mercado”. Además, recuerdan que esto eliminaría gran parte de la vida académica no oficial, como la participación en organizaciones o la colaboración en proyectos estudiantiles.

El precio de las universidades inglesas se ha disparado en los últimos años. (iStock)
El precio de las universidades inglesas se ha disparado en los últimos años. (iStock)

Ese es otro problema: que dicho cambio dispare la figura del profesor interinoo por horas, que tendrán que llenar los huecos que deja el profesorado contratado, y que por sus convenios tan solo pueden dar un número limitado de horas lectivas. Esto puede tener grandes efectos negativos en los departamentos de investigación: “No veo a los académicos de las universidades de Londres sosteniendo la mayoría de sus actividades de investigación”, asegura Matthew Robb. “Si tratas a los académicos como ratones en la noria te quedarás con los desesperados y la basura”, recuerda Charles Knight. Robb apunta otra posibilidad, que es “quedarte con los profesores bien pagados y cargarte a los investigadores basura”.

En España, el proceso de reconfiguración de la estructura universitaria ha sido parecido al propuesto en Reino Unido. El conocido como “decreto 3+2” impuso un modelo de grados de tres años acompañados por un máster de dos. El Sindicato de Estudiantes lamentaba que esto produciría una devaluación de los títulos de grado, “papel mojado en el mercado laboral”, lo que obligaba a los estudiantes a gastar mucho más en másteres, cuyos créditos son mucho más caros. Una devaluación, y no flexibilización, que también presienten los detractores ingleses, que recuerdan cosas como que “sería como darle un título a alguien por completar un cursillo”. ¿Una profecía autocumplida?

Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-12-15/carreras-low-cost-dos-anos_1491591/

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La dignidad de las mujeres prostituidas

Por: Lidia Falcón

El programa de la coalición En Común que se presenta en las elecciones autonómicas de Cataluña el 21 de diciembre contiene unos puntos que pretenden la regulación de la prostitución. Se pronuncian por “reconocer los derechos de las personas trabajadoras del sexo, para garantizar el derecho a una vida digna de las personas que ejercen la prostitución y permitirles tener derecho a baja laboral o seguro por desempleo”.

Con toda seguridad ninguno de los políticos que encabezan esa candidatura, o que la avalan con su apoyo, ha tenido que prostituirse para poder comer. Tampoco creo que hayan admitido o inducido a nadie de su familia, amistades, relaciones amorosas a escoger semejante “trabajo” cuando no encontraron empleo en la profesión que estudiaron o desempeñaron anteriormente. Por tanto, pienso que este planteamiento está basado en las fantasías que difundieron durante un tiempo, en el siglo pasado, ciertos escritores, cineastas, ideólogos, de los hombres de la burguesía, totalmente ajenos a la realidad de las víctimas de la prostitución. Porque no quiero creer que los defensores de ese programa se muevan por la recompensa económica que la mafia de la prostitución pueda concederles para que legislen la impunidad de los traficantes, proxenetas, chulos, madames, y toda la red de negocios que se lucra de la explotación del más de medio millón de mujeres que trafican esas redes, a lo largo y lo ancho de España, para situarlas en los clubs de carretera, las casas de masaje, los pisos de alquiler y las calles y las carreteras de nuestro país.

No quiero creer que la alcaldesa de Barcelona, la ilustre señora Ada Colau perciba ningún beneficio por su impulso a la regularización, como la llaman, de la explotación de las mujeres prostituidas. Como tampoco Xavier Doménech, cabeza de lista de la candidatura, Josep Nuet que también participa o Pablo Iglesias que la apoya.

Por ello, desearía que atendieran las reflexiones que desde el Partido Feminista, en coincidencia con la mayoría del Movimiento Feminista e Izquierda Unida,  llevamos treinta años haciendo solicitando la abolición de la prostitución, ya que aún abrigo la esperanza de que las analicen y modifiquen su postura.

Lo más perverso de la defensa de la legalización es que dice hacerse desde el “derecho” de las mujeres a escoger libremente ese “trabajo”. No solamente la ONU se pronunció hace años contra la definición de trabajo para la prostitución, alegando que carece de la dignidad propia de una actividad laboral, sino que con esta justificación se pervierte el noble concepto de libertad. Únicamente la malvada actuación del capitalismo que considera a las personas como mercancías y la profunda represión de que el Patriarcado hace víctimas a las mujeres  y las niñas –y también hombres y niños- introduce en la sociedad el perverso discurso de que la prostitución puede ser libre y consentida por las víctimas. La libertad exige la posibilidad de escoger entre diferentes opciones, y las prostitutas no tienen opción. Las que intentan liberarse de la explotación son apaleadas, heridas, secuestradas y tantas veces asesinadas, como ha sucedido con la última víctima en el Raval, hace dos días. La libertad implica también tener opciones para no ser prostituida y alegar ese noble derecho en un mundo en el que el paro, el trabajo precario y la pobreza avanzan sin límites, es simplemente una burla.

Hace tiempo que las feministas consagramos el grito de que “NINGUNA MUJER NACE PARA PUTA”  con el que reclamamos la abolición de la prostitución, la persecución eficaz de las mafias de la prostitución, la penalización de los clientes prostituidores y la protección social, laboral y educacional de las víctimas. Porque ninguna mujer escoge libremente ser sometida a los caprichos sexuales de 20 a 40 hombres cada día para poder mantenerse, y tantas veces a otras personas de la familia que dependen de su protección.

Porque señores y señoras de la coalición En Común, no existe ninguna dignidad en estar desnuda todo el día frente a hombres desconocidos, soportando decenas de penetraciones vaginales, manoseos sin límite, la utilización de su cuerpo como objeto, para la satisfacción placentera de los llamados clientes, tantas veces desconsiderados y hasta brutales. No señora Colau, no señor Doménech, no existe ninguna dignidad en darse de alta de la seguridad social con el ítem laboral de prostituta, aunque le llamen “trabajadora del sexo”. Porque el sexo NO se trabaja. El sexo se disfruta, se entrega por amor, por simpatía, en busca de placer, siempre voluntaria y gratuitamente, en condiciones de igualdad entre los participantes. De otro modo ni es sexo, ni es trabajo, ni es placer, es simplemente explotación. Y la máxima, porque es la utilización de todo el ser humano, que se contiene en el propio cuerpo, como la esclavitud.

Quizá ustedes querrían legalizar la esclavitud para que a los esclavos se “les garantizara el derecho a una vida digna”, pero eso hoy no se le ocurre a nadie. A partir de la abolición de la esclavitud todo el mundo sabe que es más digno pedir limosna en la calle que ser esclavizado. Y de la misma forma, una mujer que mendiga mantiene su integridad corporal, psíquica y mental, que la prostituta pierde.

Ya sabemos que Cataluña, y especialmente Barcelona, además del macro prostíbulo de Figueras en Gerona, se ha convertido en el paraíso de la prostitución. A los innumerables lupanares en las carreteras, en las ciudades y en los pueblos, hay que añadir los pisos de Barcelona que se han habilitado para prostituir mujeres. En las Ramblas, ese bouvelard famoso, que fue único y excelente, los chulos, las celestinas, los intermediarios, abordan a los hombres y les señalan los pisos donde pueden divertirse un rato. Con el propósito de regular esa actividad, la alcaldesa Colau intentó aprobar una ordenanza municipal y gracias a la protesta del Movimiento Democrático de la Mujer y de algunas de las alcaldesas de Esquerra Unida del cinturón industrial de Barcelona se paralizó el proyecto.

Ya conocemos la comprensión y la tolerancia que muestra la señora Ada Colau con la industria de la prostitución y la pornografía. Es la primera ciudad en España que tiene el dudoso honor de haber montado una Escuela de Prostitución donde se enseña a las advenedizas las diversas formas en que deberán dejarse violar por un poco de dinero. En las calles de Barcelona, en los sitios más céntricos, como la Plaza Cataluña, se filman escenas de porno duro. Una mujer completamente desnuda, se arrastra a cuatro patas, atada con correas, que sostienen dos hombres con una capucha de verdugo mientras enarbolan un látigo con el que de vez en cuando azotan a la desgraciada. Los turistas se arremolinan ante tan insólito espectáculo y lo fotografían y lo filman. Así lo vi yo.

Cuando desde el Partido Feminista escribimos una carta a la alcaldesa pidiéndole explicaciones sobre semejante actividad en las calles de la ciudad que gobierna, respondió con una misiva, en el conciliador y almibarado estilo que suele utilizar, diciendo que no se había enterado y que comprendía nuestra alarma puesto que los menores podían asistir a tal espectáculo. Pero ni mencionó que intentaría averiguar quien o quienes realizaban  semejante actividad, y mucho menos nos prometió que una vez enterada pondría los medios para que no se repitiera. En este caso no le preocupaba garantizarle a la mujer humillada y maltratada “el derecho a una vida digna”

Pero ya vemos que no se ha abandonado el propósito de legalizar esta clase de actividades infames. No sé si porque la convicción de los y las redentoras de las prostitutas es tan firme y tan profunda o porque la recompensa de las mafias es cada vez mayor. O porque se espera el voto de los millones de prostituidores que hacen cola en los puticlubs, en las casas de masaje y en la carretera de Castelldefels, para utilizar a una mujer, pobre, triste, asustada y vulnerable, tantas veces traficada desde América o África, en satisfacer una sexualidad enferma que se contenta con abusar de un ser que se le entrega indefenso. Esa mafia de la prostitución, que desde hace 25 años está intentando lograr su legalización, para lo que constituyó la asociación ANELA, llamada eufemísticamente Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne, que gracias a la tolerancia y la ignorancia –no quiero creer que a la corrupción y la prevaricación- funciona en nuestro país legalmente como una asociación civil más.

Al parecer En Común pretende que Cataluña imite a Alemania y Holanda que han legalizado la prostitución hace años y que han convertido varias de sus ciudades en lupanares, exhibiendo a las mujeres en las ventanas de los burdeles. Nadie que tenga la más elemental sensibilidad ante este denigratorio trato a las mujeres puede defender que semejante tráfico sea legalizado en ninguna comunidad de nuestro país. Ni aunque las víctimas declaren que lo hacen con su consentimiento, porque no se puede prestar consentimiento para la propia esclavitud, para la más grave humillación, para la pérdida de toda dignidad humana. Desde la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, proclamada el 10 de diciembre de 1948, ningún ser humano puede ser sometido a trato humillante, ofensivo ni degradante, y eso es precisamente lo que soportan las mujeres prostituidas.

No, señores y señoras de la candidatura de En Común, legalizar la prostitución no significa “garantizar a las víctimas el derecho a una vida digna”, sino todo lo contrario”. Significa entregar indefensas a las mujeres y a las niñas a las redes del proxenetismo, a las que se les garantiza la impunidad, para satisfacer la salacidad sin límites de los prostituidores.

El Común de esa candidatura es al parecer el común denominador de los prostituidores, los proxenetas y los chulos.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/12/13/la-dignidad-de-las-mujeres-prostituidas/

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Las humanidades en la educación universitaria

Por:

Pensamos en las humanidades, pensamos en un conjunto de saberes que se adquieren por medio de la lectura reflexiva y recreativa o a partir de la experiencia estética. La historia en sus diversas tramas, los géneros literarios y las distintas artes, constituyen el núcleo de lo que llamamos “formación en humanidades”. En el contexto técnico y profesionalizador de la universidad hoy, ¿por qué considerar relevante la formación en humanidades? Una respuesta posible es que existen para evitar que, en el espacio universitario, se formen visiones reductivas y simplistas de la realidad.

El riesgo de que en la universidad se generalice la perspectiva técnica e instrumental del saber, constituye uno de los mayores peligros para el conocimiento teórico, ya que es la reflexión especulativa y problematizadora la que ha permitido los mayores logros en el ámbito del saber. Si solo se favorece el conocimiento de lo útil, se pone en riesgo de extinción este tipo de saber.

Una vez que la universidad es tomada por las perspectivas técnicas del saber, la idea de una formación amplia e interdisciplinaria se reduce al mínimo. Los conocimientos históricos y sociales son desdeñados. Y, peor aún, la producción literaria y artística es considerada innecesaria. Un estudiante universitario, formado fundamentalmente en los saberes de su especialidad, posee una idea limitada de los fenómenos sociales y una visión empobrecida de la experiencia humana.

El reconocimiento de los saberes literarios, históricos y artísticos no solo tienen como fin el saber en sí mismo, sino que posee una evidente dimensión formativa en la configuración intelectual del universitario. Reconocer que nuestra especie construye mundos simbólicos, visuales, escénicos, sonoros; también culturales, sociales, económicos y políticos eleva y potencia la imaginación. La reflexión y la especulación se amplían si la mente del estudiante está en contacto con formas creativas de la acción humana.

Valorando la creación y dejándose sorprender por la misma, el universitario potencia su capacidad de ser creativo, lo cual es de vital para formar una mente que genere hipótesis y conjeturas, que a su vez colabora con lograr un intelecto más efectivo para el mundo laboral. Gracias a las humanidades su mente es lo suficientemente permeable ante entender la constante variación de la circunstancias de la realidad humana.

También, desechar o reducir al mínimo el acceso a las humanidades, forma profesionales con una perspectiva muy limitada, incapaces de entender los procesos de nuestro mundo en su real magnitud y profundidad. Todo ello tiene una evidente repercusión negativa sobre la vida social y en el entorno natural. Recuperemos las humanidades.

Fuente: http://www.elperuano.pe/noticia-las-humanidades-la-educacion-universitaria-61731.aspx

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Educación, racismo y exclusión social en la RD

Por: Elvys Ruíz

Como ya sabemos la educación es un vehículo, que como parte de la superestructura de la sociedad sirve a los intereses de la clase dominante y es utilizada por ellos como modelo de reproducción ideológica de los grupos de poder. De ahí que dentro de las funciones básicas del educador es preparar al educando para que se rija dentro del marco de las normas establecidas.

En la República Dominicana el sistema de educación como aparato ideológico de un Estado donde la población blanca es muy mínima, ha negado al dominicano el derecho de conocer el aporte de los negros y aborígenes al enriquecimiento cultural de la nación.  Cuando vemos los libros utilizados en las escuelas dominicanas, en ellos encontramos una ausencia del indigenismo y la negritud en las propuestas editoriales, destacándose solo lo ibérico, afán desmedido de la elite pro-hispánica de blanquear el sentimiento dominicano para su beneficio.

En nuestra nación se excluye a la persona de tez oscura y de características fenotípicas africanas de ocupar puestos de importancia, y esto por supuesto es discriminación y exclusión social. Un ejemplo concreto de esta discriminación es que en la sociedad dominicana de ayer y hoy, cuando se pide el currículo vitae para una plaza de empleo, este debe incluir una fotografía del solicitante. Esto inmediatamente excluye del proceso de selección a quienes no tienen rasgos europeos, y por lo tanto el trato es racista, puesto que se favorece a cierto grupo social, menospreciándose a otro.

Desde la oficialidad nuestra nación promueve un sentido de exclusión etno-racial al denominar erróneamente, aunque deliberadamente, la identidad del dominicano al designárseles en muchos documentos oficiales como “Indio”, “Indio Claro”, “Indio Oscuro”, para ocultarles sus raíces negras. Esto es simplemente una obliteración. Además, se sabe que el uso del “color” como categoría racial para clasificar los grupos humanos fue una invención de los colonizadores europeos para establecer su superioridad, hegemonía y subyugar al negro africano, al dotarlo de una categoría inferior.

Dice el historiador Franklin Franco Pichardo “Nosotros hemos elaborado un discurso liberador de procesos de enajenación que hemos sufrido, pero nuestro discurso se ha quedado a nivel universitario, y por eso el pueblo dominicano, en pleno siglo XXI, aún sea negro, se dice indio, y esa es una realidad tétrica que debemos superar”.

Con el ascenso de Trujillo a la Dirección del Estado Dominicano en 1930, el sistema educativo se constituyó en un instrumento de perpetuación de la ideología del régimen cuyo objetivo central consistía en mantener al pueblo dominicano vendado y así poder dominarlo. En ese sentido el mecanismo de mayor fuerza para conseguir tales fines fue la instauración de la Ley Orgánica de Educación No. 2909 del 1951, la cual en su artículo 1ro señala:

“el contenido de la educación dada por la escuela dominicana estará basado en los principios de la civilización cristiana y de tradición hispánica que son fundamentales en la formación de nuestra fisonomía históricas y se orientara, dentro del espíritu democrático de nuestras instituciones, a despertar en los alumnos, el sentimiento panamericanista y de compresión y solidaridad internacionales”.  Bajo este postulado se definían los contenidos y las bases filosóficas de la educación y la cultura dominicana a partir de los componentes hispánicos como esencia de la formación histórica del pueblo dominicano.

Durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo se inculcaba un sentido de apego a la patria y a la nación sobre la base de la satanización y el rechazo de la presencia negra en el país, por lo que desde la esfera del poder se promovía la unidad y homogeneidad nacional, rechazando toda influencia proveniente de Haití o cualquier otra parte del caribe negro o África.

Los problemas de exclusión étnico-racial en nuestro país tienen raíces muy profundas y el problema mayor es que no vemos que nuestra nación se encamina a resolver dichos problemas. Los epítetos raciales son ya parte del vocablo del dominicano y en los medios de comunicación, radio, y televisión se promueve esta práctica de rechazo hacia las personas de tez oscura de una manera irresponsable y no hay sanción o penalidad ante la grave falta.

Es obvio que en el país no existen leyes de derechos civiles, que protejan a las personas de ser discriminadas sobre la base del credo, raza, origen nacional, sexo, etc. como ocurre en Estados Unidos donde estas conquistas se lograron a base de lucha y hoy en día protegen a todos sus ciudadanos de ser discriminados y segregados racialmente. La realidad es que al dominicano de tez oscura se le excluye de las posibilidades de ascenso social, aunque tristemente, una alta porción del pueblo dominicano lo niegue.

En la patria dominicana parece ser que la solución al problema está muy lejos de resolverse, en una sociedad que todavía tiene neo-trujillistas en la cúpula del poder decidiendo el destino del pueblo dominicano y quienes se valen de los medios de comunicación a su alcance para forjar un sentimiento de desdén y vilipendio que en la mayoría de los casos va dirigido a los haitianos y a dominicanos con acentuadas facciones negras.

Es una tarea de todos luchar para eliminar el racismo, la xenofobia y la discriminación racial y forjar sociedades más inclusivas en donde la sana convivencia entre los diferentes grupos étnicos sea la norma.

Fuente: http://almomento.net/educacion-racismo-y-exclusion-social-en-la-rd/

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El temor a graduarse

Por. José Antonio Alonso

El PIB per cápita no es la mejor forma de certificar que los logros de un país son tan irreversibles como para hacer prescindible la ayuda internacional.

De manera no totalmente inesperada, el proceso por el que los países dejan de recibir ayuda internacional al desarrollo (denominado proceso de graduación) suscita controversia internacional. Como es sabido, el CAD de la OCDE (que es el comité que agrupa a los donantes) determina que si un país supera por tres años consecutivos el umbral que le da acceso al grupo de renta alta (hoy fijado en algo más de 12.000 dólares per cápita), deja de ser elegible como receptor de ayuda internacional. Este tema que antes estaba reservado a tediosas sesiones técnicas de la OCDE, ha pasado a ocupar un puesto estelar en la agenda diplomática de un amplio número de países en desarrollo (incluidos varios latinoamericanos). Algunos de ellos, como Uruguay o Chile, han presionado ante la Comisión Europea y la OCDE para que se alteren los criterios de graduación y diversos organismos (como SEGIB o CEPAL) han hecho saber sus discrepancias con respecto al proceder de la OCDE.

Para mediar en el debate, debiera reconocerse que está totalmente justificado que existan reglas de elegibilidad para el acceso de los países a unos fondos que, como la ayuda internacional, son de naturaleza concesional. Eso mismo sucede en el ámbito doméstico con los programas subvencionados: necesariamente han de precisarse las condiciones de acceso a los recursos. La crítica, por tanto, no puede derivar de que exista graduación, sino acaso de los criterios que la rigen. Y, desde esta perspectiva, la razón está de parte de los países afectados: la definición de un umbral puramente discrecional de PIB per cápita no es la mejor forma de certificar que los logros de un país son tan irreversibles como para hacer prescindible la ayuda internacional.

Son muchas las limitaciones que el PIB per cápita tiene para captar los niveles de bienestar y desarrollo de un país. En primer lugar, remite a una dimensión única del progreso –la económica-, omitiendo otras como el medio ambiente, los derechos de las personas o los logros sociales, cuyo valor no se expresa adecuadamente a través del mercado. Es, además, una variable promedio, que vela la información acerca de cómo se reparten los recursos y las oportunidades en el seno de una sociedad. Y, en fin, iguala en su traducción monetaria ámbitos (escuelas y cañones) que la sociedad, sin embargo, valora de forma diferenciada. La Comisión que creó el presidente Sarkozy, con la participación de dos premios Nobel, Amartya Sen y Joseph Stiglitz, ilustra bien las limitaciones de esta variable para medir el progreso.

Cabría pensar en un procedimiento alternativo que respete algunos criterios. En concreto, debería reconocerse el carácter multidimensional del desarrollo

La experiencia histórica lo confirma. El crecimiento del PIB per cápita es compatible con la persistencia en el país de mayúsculos déficits en términos de infraestructuras, logros sociales o solidez de las instituciones, que fácilmente pueden revertir los logros alcanzados. La experiencia de algunos países de América Latina, como Argentina o Brasil, ilustra estos procesos. En otros casos el progreso en el PIB deriva de una ocasional revalorización de una materia prima de exportación, con limitado impacto en la transformación social del país (piénsese en Guinea Ecuatorial o en Angola, por ejemplo). Y, en fin, en otros casos un PIB elevado es compatible con que el país presente altos niveles de vulnerabilidad ante el cambio climático u otros fenómenos ambientales extremos, como sucede en algunas islas del Caribe o Pacífico. En todos estos casos el PIB per cápita es muy poco ilustrativo de los desafíos que esas sociedades afrontan. Por ello, basar en esa variable el acceso a la ayuda no puede juzgarse sino como insatisfactorio.

Cabría pensar en un procedimiento alternativo que respete algunos criterios que parecen de razón. En concreto, debería reconocerse, en primer lugar, el carácter multidimensional del desarrollo, admitiendo que un país puede tener logros en una dimensión, mientras mantiene carencias en otras, sin que quepa encerrar todas ellas en una única variable. La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible refrenda ese carácter irreductiblemente multidimensional del desarrollo. En segundo lugar, debería sustituirse la lógica dual, del “todo o nada”, por una lógica más gradual, en donde los países puedan perder el acceso a unos instrumentos de apoyo, a medida que consolidan sus logros en algunas dimensiones, pero mantengan el recurso potencial a otros en aquellos ámbitos donde son mayores sus desafíos. La graduación debería tener en cuenta, en tercer lugar, no solo las carencias de un país, sino también las posibilidades que este tiene para afrontarlas, a partir de la movilización de recursos propios. No parece razonable, por ejemplo, que se reclame ayuda internacional mientras se renuncia a construir un sistema fiscal solvente, permitiendo que las clases pudientes eludan su responsabilidad tributaria. Y, por último, la oferta de apoyos debería ser transparente y clara, de modo que todo país supiese a que mecanismos de apoyo puede acceder a medida que transita de una situación a otra.

La oferta de apoyos debería ser transparente y clara, de modo que todo país supiese a que mecanismos puede acceder

La aplicación de esta forma de enfocar el proceso, permitiría que hubiese graduaciones parciales, haciendo que el proceso fuese más progresivo y adaptado a las condiciones del país. Ahora bien, para que el proceso de graduación sea manejable, las dimensiones a considerar debieran estar acotadas. De forma deseable, deberían referirse a ámbitos muy centrales del proceso de desarrollo, susceptibles de medir a través de indicadores solventes y para los que existan instrumentos específicos de ayuda, que puedan ser activados de acuerdo con las circunstancias del país. Cuatro dimensiones destacan entre las que satisfacen esas exigencias: las carencias sociales, que se expresan no solo en términos absolutos, sino también a través de diversas medidas de desigualdad y fragmentación social; la carencia en materia de infraestructuras, que está en ocasiones condicionada por adversas condiciones geográficas del país; los desafíos ambientales, que condicionan la sostenibilidad del desarrollo; y, por último, la vulnerabilidad del país frente a riesgos diversos (ambientales, de conflictos o shockseconómicos).

La Unión Europea, aunque de un modo imperfecto y parcial, ha tratado de desplazar el sistema de graduación de su cooperación a un formato cercano a lo que aquí se sugiere. Los países miembros del CAD, sin embargo, hasta ahora han hecho caso omiso a las críticas aferrándose a unos procedimientos (imperfectos) que fueron definidos hace casi cincuenta años. ¿Sería demasiado pedirles que se pongan al día?

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/11/22/planeta_futuro/1511366462_120639.html

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Los videojuegos de acción potencian la capacidad de lectura

Por: Tendencias 21

También desarrollan las habilidades cognitivas, especialmente la atención espacial.

Los videojuegos de acción aumentan la capacidad de lectura y desarrollan también la cognición, según dos nuevas investigaciones. Permiten identificar más letras simultáneamente en la secuencia de una palabra y así leer más eficazmente, al mismo tiempo que potencian la atención espacial.

Investigadores franceses y españoles han descubierto que los videojuegos de acción mejoran la capacidad de lectura de sus usuarios. Esta ventaja se adquiere porque el videojuego comparte con la lectura un mecanismo común: el intervalo de atención visual y de concentración, es decir, el número de informaciones visuales que puede tratarse simultáneamente en una sola mirada.

Ya se sabía que los videojuegos de acción son algo mucho más importante que un divertimento. Dada su gran complejidad visual y la rapidez de los movimientos, los efectos positivos que desempeñan sobre la percepción, la atención y la cognición espacial están bien documentados.

Sin embargo, hasta ahora no se habían estudiados sus efectos sobre el control de la lectura. Para descubrirlos, los investigadores compararon la capacidad de lectura de jugadores de videojuegos con las de no jugadores y descubrieron que los jugadores de videojuegos leen correctamente un mayor número de palabras que los no jugadores.

Para descubrir por qué ocurría esto, los investigadores midieron la capacidad de atención de los participantes, focalizándose en el intervalo visual y atencional, una medida de la atención visual implicada en el aprendizaje de la lectura.

Otro descubrimiento fue que los jugadores de videojuegos de acción eran capaces de tratar simultáneamente más información visual que los no jugadores, lo que confirma que desarrollan una capacidad superior de atención visual. Los resultados se publican en la revista Nature Scientific Report.

Se constata así que la práctica de videojuegos de acción otorga mejor capacidad de lectura y de tratamiento visual a los jugadores. Son capaces de identificar más letras simultáneamente en la secuencia de una palabra y así leer más eficazmente.

Los investigadores aclaran que el descubrimiento no significa que debe recomendarse la práctica de videojuegos para mejorar la capacidad de lectura, sino que se pueden aprovechar estas ventajas para desarrollar videojuegos educativos orientados específicamente a potenciar estas habilidades.

Desde esta perspectiva, un videojuego de acción concebido para entrenar el espacio de la visión y la atención se va a proponer a medio centenar de alumnos de Grenoble, convencidos de que la práctica regular de este videojuego en clase favorecerá el aprendizaje de la lectura en una mayoría de niños. Los resultados se esperan para el verano del año próximo.

Otras capacidades cognitivas
Otra investigación publicada esta semana dirigida por la Universidad de Ginebra que reúne datos de los 15 últimos años ha llegado a otra conclusión sorprendente: los videojuegos de acción bélica desarrollan las capacidades cognitivas del cerebro, especialmente la atención espacial.

En esta investigación, que combinó datos históricos con trabajo de campo, los científicos trabajaron con 8.970 personas de entre 6 y 40 años que pasaron diferentes tests psicométricos para evaluar sus capacidades cognitivas. Se descubrió que la cognición de los videojugadores mejoraba en más de la mitad a la de los no jugadores. Los resultados se publican en Psychological Bulletin.

Por otro lado, los investigadores analizaron también los estudios de intervención de 2.883 personas (hombres y mujeres) que jugaban un máximo de una hora a la semana y fueron sometidas también a tests cognitivos. En esta fase se descubrió también que los participantes de los videojuegos de acción bélica aumentan sus capacidades cognitivas un tercio en relación con los no jugadores.

Referencias
Enhancing reading performance through action video games: the role of visual attention span. Sci Rep. 2017 Nov 6;7(1):14563. doi: 10.1038/s41598-017-15119-9.

Meta-Analysis of Action Video Game Impact on Perceptual, Attentional, and Cognitive Skills. Psychological Bulletin, Nov 27 , 2017. DOI: http://dx.doi.org/10.1037/bul0000130

Fuente: https://www.tendencias21.net/Los-videojuegos-de-accion-potencian-la-capacidad-de-lectura_a44310.html
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7 técnicas educativas que son un completo error

Por: El País

Olvide la disciplina castrense: castigarle en su habitación no sirve para nada.

  • cachetes niños
    1. Nada de cachetes La literatura científica los desaconseja con contundencia, catalogando a los tirones de orejas y palmadas en el trasero como recursos contraproducentes. “Los padres, ante conductas no deseables, deben montar su enfado y rechazo, pero el azote esporádico no servirá para cambiar el comportamiento del pequeño”, explica la psicóloga Ollero. Es más, la experta afirma que estas prácticas únicamente conseguirán viciar la relación entre ambos a largo plazo y, si bien quizá atajen en el momento la situación, configurará una personalidad más difícil de encauzar.
  • disciplina niños
    2. Las fórmulas ‘Antonio Alcántara’ no son las ideales Numerosos estudios han demostrado que la mayoría de técnicas disciplinarias clásicas, las que pasan por el arresto domiciliario o por los sistemas de recompensa son, a la larga, inservibles y contraproducentes. “En el papel de los padres como modelos de los hijos, la conexión emocional debe jugar un papel fundamental, estableciendo vínculos de confianza y seguridad para fomentar el desarrollo correcto, marcando los límites con firmeza pero también con amabilidad”, explica Andrea Ollero, psicóloga educativa. En este sentido, Ángela Pulido, también psicóloga y directora del centro El Árbol del Patio, apuesta implementar el modelo de Disciplina Positiva ideado por el psiquiatra y educador Rudolf Dreikurs, basado en “implicar al pequeño en su contexto, motivándolo desde los sentimientos positivos que le permiten saber que su papel también es importante”. Por eso, muchas de las técnicas clásicas se entienden, hoy, obsoletas. Esto es lo que no debe hacer con su pequeño, según la ciencia, y las alternativas para criarle con inteligencia emocional.
  • castigos niños
    3. Nada de castigos sin razonamiento En la misma línea, la imposición de sanciones en forma de actividades desagradables quizá corte de raíz la mala conducta, pero sólo momentáneamente. “Hacer sentir mal al niño no significará, necesariamente, que este entienda el verdadero motivo de nuestro malestar”, asegura Pulido, que apuesta más bien por tratar de razonar con él, usando un lenguaje en positivo, y exponerle las razones por las que su comportamiento no es el adecuado. Poner de relieve, al final, por qué sus actos no están construyendo un buen clima en el núcleo del que él debe sentirse partícipe, en el que él tiene que estar implicado.
  • chantaje niños
    4. Nada de dejarles sin postre Técnica basada en el chantaje y en la manipulación, según numerosos estudios, pero no en la explicación razonada que sí llevará al niño a entender por qué no debe hacer esto o lo otro. “De nuevo, esta práctica no hace pensar ni reflexionar al niño, y sólo le llevará a hacer determinadas cosas para contentarnos”, explica Pulido, que se pregunta si nuestra voluntad es que nos obedezca únicamente movido por el miedo a la prohibición o si realmente buscamos que entienda por qué debe comportarse correctamente.
  • premios niños
    5.  Nada de prometerle ración doble de postre Otra técnica basada en el chantaje: “Si vinculamos las educaciones con premios, igual que si lo hacemos con castigos, estamos dejando a un lado las emociones profundas”, repasa la psicóloga Ollero. Explica además que “la necesidad de conocerse, de entrar en comunión, es fundamental para que los actos estén ben encauzados y motivados por una decisión íntima y real que busca lo mejor para todos”.
  • rincon pensar niños
    6. Nada de mandarlo ‘al rincón de pensar’ ¿Para qué? “En el momento de enfado y frustración, ambos estarán dominados por el cerebro reptiliano, al que corresponden las funciones básicas. Los dos estarán bloqueados por el grado de tensión del contexto, y pedir al niño que reflexione no hará sino llevarle a pensar que su padre y su madre son seres horribles y mezquinos”, afirma Pulido. Además, y como explican los expertos en educación infantil Tina Payne Bryson y Daniel J. Siegel en su libro No-Drama Disciplineobligándoles a encontrarse con sus pensamientos en esa situación hará que se pierda la oportunidad de establecer un diálogo comprensivo, explicativo y que busque, realmente, lo que se pretende: hacerle reflexionar para que no repita sus actos.
  • prohibido llorar niños
    7. Nada de coartar sus sentimientos “Sobre todo si se trata de niños, muchos padres piensan que pidiéndoles que endurezcan su carácter le están ayudando a fortalecerse, pero eso no es así”, asegura Ollero, en la misma línea de numerosas investigaciones. Durante décadas, explica, la educación se ha basado en la ocultación de emociones, en la prohibición de llorar o mostrarse triste, pero es preferible “dejar que se expresen y enseñarles a entender lo que les ocurre para que aprendan a gestionarlo”, concluye.
  • culpabilidad niños
    8. Nada de educar en la culpabilidad “Vivimos en la era del buenismo.”, comenta la psicóloga Pulido, que añade: “Esto no es en absoluto positivo porque, ante situaciones realmente límite, esos padres colegas terminan por pasarse al otro lado y recurrir a gritos y broncas, descolocando al pequeño que no entiende esos estallidos de ira”. Por eso, ella apuesta por implementar las herramientas adecuadas para que el niño entienda que sus actos tienen consecuencias, y que de ellos depende también la buena marcha del grupo. “Hay que enfocarles hacia las soluciones, y no educarles en la culpabilidad”, confirma. Pero hay casos difíciles. “En situaciones ingestionables, lo más recomendable es buscar ayuda”, aconseja Ollero. Cuando todas las técnicas fallan, sólo un profesional puede detectar dónde está el desajuste en la relación entre padres e hijos y buscar soluciones.

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/12/12/album/1513081412_992481.html#foto_gal_8

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