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Ningún estado cumple con su responsabilidad educativa

Mexicanos Primero-Por Paola González-Rubio Novoa

El pasado martes 21 de junio Mexicanos Primero presentó, ante autoridades educativas, representantes de la sociedad civil, académicos, maestros de educación básica y ciudadanos, el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa (ICRE) Estatal 2016.

Tomando como punto de partida el derecho a aprender de todas y todos, el ICRE pone foco y alerta a la situación que viven niñas, niños y jóvenes en todo el país en materia educativa.

El derecho a aprender exige que la educación sea doblemente incluyente. La primera inclusión se refiere a lograr trayectorias completas. La segunda inclusión requiere que dicha trayectoria sea exitosa, de manera que todas y todos logren un aprendizaje integral, adecuado y suficiente para poder participar como ciudadanos globales y continuar aprendiendo a lo largo de su vida. El ICRE incluye componentes de permanencia y aprendizaje para reconocer los resultados de política pública y acciones tomadas en el pasado entorno a esta doble inclusión, considerando el contexto socioeconómico de cada entidad.

No obstante, el derecho a aprender no sólo se evalúa con base en resultados. Para poder visibilizar el contexto educativo de manera más integral, el ICRE también considera las condiciones educativas del presente en cada entidad: 1) la presencia y disposición de personas (estudiantes, maestros y familias), 2) sus relaciones y procesos de aprendizaje, 3) las condiciones materiales de las escuelas y 4) la red de apoyo brindada por las autoridades. En su conjunto, el Índice contempla 13 conceptos, todos con un sustento legal que responsabiliza a las autoridades estatales con su cumplimiento.

Los resultados del ICRE son alarmantes: todos los estados incumplen con su responsabilidad de garantizar el derecho a aprender de sus niñas y niños. Aguascalientes obtuvo la mejor calificación, con 7.4 en una escala de 0 a 10. Más de la mitad de las entidades del país (17) fallan gravemente con calificaciones menores a 6. En los últimos lugares del ranking se encuentran los estados de Michoacán, Oaxaca y Chiapas.

A pesar de que algunos indicadores dan evidencia de los esfuerzos que algunos estados han realizado, vale la pena hablar de las áreas que preocupan y urge atender. Por ejemplo, todos los estados excepto uno reprueban en aprendizaje, y el que no reprueba, Puebla, apenas logra una calificación de 7. Por el lado de la permanencia estados como Nuevo León, Yucatán y la Ciudad de México deben esforzarse específicamente en garantizar trayectorias completas. Estos resultados dan pista de que las estrategias educativas deben cambiar para garantizar que las generaciones presentes y futuras aprendan y transiten el sistema educativo exitosamente.

El indicador de atención a niñas y niños desde 1º de preescolar tiene resultados impresionantemente bajos. Tabasco obtuvo la mejor calificación con una cobertura de niñas y niños de 3 años de apenas 68%, y el resto de las entidades no llegan ni al 60%; Sinaloa tiene una cobertura del 3.4%. ¿Cómo pretender garantizar el derecho a aprender si niñas y niños no reciben una atención para su desarrollo integral desde sus primeros años?

Por otro lado, los resultados sobre acompañamiento docente nos permiten concluir que los estados no han logrado diseñar e implementar una estrategia que le sea útil a los docentes de nuevo ingreso. De nuevo, el mejor estado en este indicador, Zacatecas, no llega ni al 75% de docentes noveles con tutor asignado.

Preocupa mucho lo excluyentes que son los sistemas educativos estatales. De acuerdo con el ICRE, niñas y niños alrededor del país con necesidades educativas especiales no reciben apoyo para reforzar su aprendizaje. En Yucatán, el estado con el mejor resultado en este indicador, sólo 2 de cada 10 niñas y niños reciben este tipo de apoyo. Por otro lado, el ICRE demuestra que la infraestructura escolar es igualmente excluyente y le falla gravemente a las niñas y niños: Coahuila es el estado con mejor calificación en este rubro, pero sólo 6 de cada 10 de sus escuelas cuentan con rampas para personas en condición de discapacidad. En Oaxaca, únicamente 2.7% de las escuelas cuentan con rampas. Esto habla claramente de la exclusión que viven niñas y niños en el que debería ser su espacio para desarrollarse y aprender integralmente.

El ICRE busca generar información útil para sostener un diálogo constante entre autoridades educativas y sociedad. Buscamos que el ICRE sea una herramienta para que la ciudadanía se involucre – con datos y evidencias – en la exigencia de la garantía del derecho a aprender.

Invito a la sociedad a descargar de manera gratuita el reporte del ICRE Estatal 2016 en la página de Mexicanos Primero (mexicanosprimero.org) para averiguar cómo está su estado en educación, exigir soluciones específicas de las autoridades, y ser agentes activos en el proceso de cambio de nuestros sistemas educativos.

La autora es investigadora en Mexicanos Primero.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/ningun-estado-cumple-con-su-responsabilidad-educativa.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main//files/crop/uploads/2015/08/24/55dba4b04ab41.r_1466630178205.0-329-1333-1208.jpg

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Ciencia, tecnología y diversidad: Una perspectiva acerca de la educación inclusiva

Red Iberoamericana de Comunicación y Divulgación Científica OEI

Debate CTS: Por Carolina Jiménez Pizarro y Mario Toboso Martín Coordinadora Internacional de la Red Iberoamericana de Estudios Sociales sobre Discapacidad (RIESDIS) y Departamento CTS del Instituto de Filosofía (CSIC), España.


Hoy en día, en nuestro contexto geográfico iberoamericano vemos cómo se manifiesta una vulnerabilidad socioeconómica importante de diversos colectivos sociales, a raíz de la crisis económica y por las condiciones históricas desfavorables en América Latina.

Nos interesamos aquí por el caso particular de las personas con discapacidad. La gran mayoría de ellas viven condiciones de exclusión social y pobreza. Padecen falta de acceso a la educación y al empleo, lo que condiciona sus posibilidades de desarrollo personal, integración y participación social. Afrontan, además, otras situaciones discriminatorias, como la reproducción de prejuicios y estereotipos negativos hacia ellas en los medios de comunicación, que dificultan, aún más, su inclusión social (1). En materia de educación, es necesario tener en cuenta que la ‘integración’ de estudiantes con discapacidad en un centro ordinario no es sinónimo de ‘educación inclusiva’. No basta con que las niñas y los niños con discapacidad puedan sentarse en un aula general. Es perentorio que cuenten con oportunidades reales de desarrollo a lo largo de toda su trayectoria educativa y vital, para lo cual resulta imprescindible la presencia de profesionales de apoyo y de las figuras orientadoras necesarias.

El avance hacia la educación inclusiva muestra signos de estancamiento, debido a la paralización del proceso en dos modelos previos: la educación integrada y la educación segregada. El agotamiento de reiteradas políticas específicas de integración debería dejar paso a un compromiso decidido y continuo con la inclusión, basado en el análisis crítico de los problemas y en el desarrollo de buenas prácticas en educación inclusiva, susceptibles de ser transferidas entre los países de la región, para que se establezcan como pautas de actuación (2).

Las políticas para la educación inclusiva deben ser políticas sistémicas que atiendan a todos los componentes del sistema educativo. Resulta crucial formar adecuadamente al personal docente, tanto de enseñanza primaria como de secundaria, y al profesorado universitario, en una mirada que otorgue valor a la diversidad, con una connotación positiva, y que posibilite la pluralidad de experiencias de vida, enriqueciendo así los entornos de aprendizaje (3). Asimismo, es necesario orientar a las madres y padres, pues a menudo afrontan situaciones educativas de sus hijas e hijos que no saben cómo resolver, a falta de las herramientas prácticas y conceptuales necesarias. También hay que preparar de un modo específico a otros agentes educativos presentes en las escuelas: no hay que descuidar al personal administrativo y paradocente, quienes desempeñan un papel esencial ante las situaciones conflictivas que se suscitan en las aulas y en los patios escolares, y son figuras clave en la prevención de la hostilidad hacia las niñas y los niños considerados diferentes por motivos de discapacidad, raza, etnia u otros.

Al mismo tiempo, se debe pensar la educación inclusiva de manera situada, tratando de mejorar el contexto local como estrategia para avanzar hacia cambios más globales. Cada zona geográfica de Iberoamérica es única, y urge crear estrategias de trabajo e intervención que reconozcan su singularidad específica, así como la diversidad del conjunto. Identidades múltiples en un contexto diverso. Esta es una labor que no debe circunscribirse sólo a la escuela (4). Hay que implicar a las instituciones del barrio en que estén insertos los centros educativos, a las juntas de vecinos, a las empresas ubicadas en el entorno, a las bibliotecas y a los centros comunitarios o culturales. Una escuela que se sitúa y trabaja en red con las organizaciones vecinas de la sociedad civil tiene mayores posibilidades de éxito en el logro de una educación inclusiva, pues se están promoviendo en lo cotidiano prácticas de aceptación de la diferencia, de convivencia e intercambio con lo distinto, otorgando a ello una connotación positiva. Como resultado se genera una sinergia transformadora que socava la lógica que estigmatiza y discrimina lo diferente, que lo considera inferior, anormal, extraño o que debe ser ocultado.

Si algo caracteriza a la región iberoamericana es, precisamente, su diversidad. No sólo étnica, sino también cultural y lingüística. Siendo el portugués y el español las lenguas mayoritarias que compartimos, merecen consideración también las lenguas y las culturas de los pueblos originarios americanos que aún se mantienen y enriquecen la vida social. La cuestión clave es cómo gestionar y poner en valor esta diversidad y riqueza.

La gestión de la diversidad en unos escenarios cada vez más globales, se plantea hoy en día como un gran reto social, pues si en el diseño y puesta en marcha de todos los entornos y espacios sociales, como el entorno educativo, no se atiende a esta diversidad, se producirán desigualdades en las posibilidades de participación social de las personas y colectivos que resulten discriminados en el acceso y uso de los mismos. Por ello, la gestión del riesgo de exclusión de esos colectivos sociales, como las personas con discapacidad en el entorno educativo, debe basarse en la gestión de la diversidad ligada al desarrollo de tales procesos de diseño, ya se trate de entornos y espacios sociales, artefactuales, tecnológicos, etc. Por su orientación y objetivos, planteamos que estos análisis podrían constituir una línea específica de estudios sobre “ciencia, tecnología y diversidad” (estudios CTD), dentro del marco general de los estudios sociales sobre ciencia y tecnología, o estudios CTS, orientados a la gestión de la diversidad.

En el proceso de formación de los profesionales de la educación que se encargarán de apoyar al estudiante con discapacidad, es necesario emplear nuevas metodologías de trabajo e introducir y mantener programas de formación, actualización y perfeccionamiento. Para una correcta escolarización, el profesorado debe recibir formación permanente sobre las características del alumnado con discapacidad al que va a impartir clase y sobre la mejor forma posible de atender a todos los alumnos. Las considerables diferencias entre países, en cuanto a la calidad de la formación de los profesionales de la educación, en materia de discapacidad y atención a la diversidad, y la falta de herramientas conceptuales de los padres, que les permitan comprender tal situación de sus hijas e hijos, o sus compañeros en el aula, complejizan la gestión de la diversidad en los centros educativos. Por estos motivos, proponemos la formación de los distintos agentes implicados en la educación inclusiva, de acuerdo al denominado “modelo de la diversidad” (5).

Este modelo nace recientemente en nuestra región, como una extensión del llamado “modelo social de la discapacidad”, elaborado en el ámbito anglosajón a partir de los años 70 (6), en el campo disciplinar de los “estudios sobre la discapacidad” (disability studies). En el modelo social los principios fundamentales son la capacidad de las personas y su posibilidad de aportar a la sociedad. En el modelo de la diversidad son la dignidad humana y la diversidad. Propone, además, el concepto de “diversidad funcional”, en lugar de discapacidad, como expresión positiva de esta situación vital inherente a la vida humana, y la aceptación de la diversidad funcional como una más de las diversidades que conforman y enriquecen la humanidad (género, raza, orientación sexual, religión, nacionalidad). Aboga por el reconocimiento de la plena dignidad en la diversidad funcional, basada en dos ideas o valores fundamentales: dar el mismo valor a las vidas de todos los seres humanos, sea cual sea su diversidad funcional, y garantizar los mismos derechos y oportunidades a todas las personas.

Si la trayectoria educativa y vital de las personas con discapacidad queda interrumpida, esto tiene consecuencias negativas notables. De acuerdo a lo anterior, planteamos la posibilidad de reflexionar e intervenir desde una nueva perspectiva: los estudios sobre ciencia, tecnología y diversidad (estudios CTD), que consideramos situados en el espacio de intersección entre los estudios de ciencia, tecnología, y sociedad (estudios CTS) y los estudios sobre la discapacidad (disability studies). Al respecto, pensamos que el pluralismo axiológico de los estudios CTS tiene en cuenta un conjunto amplio de valores, sociales y éticos, lo cual permite dar entrada a cuestiones como la discapacidad y considerar las prácticas científicas y tecnológicas implicadas en la gestión de la diversidad, resultado de la presencia del alumnado con discapacidad en el ámbito educativo.

Ésta es, pues, una propuesta en torno a la transferencia de prácticas y conocimientos, y acerca de cómo entendemos que una cierta transdisciplinariedad de ámbitos científicos puede generar nuevos horizontes de posibilidad para la educación inclusiva en la región iberoamericana. Nos basamos en la postura crítica de los estudios CTS, en combinación con los nuevos estudios sobre la discapacidad derivados del modelo de la diversidad, para proponer los estudios de ciencia, tecnología y diversidad como una nueva perspectiva desde la que poder pensar, quizá, una educación efectivamente inclusiva en Iberoamérica.

Referencias bibliográficas

(1) ONU (2006): Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y Protocolo Facultativo, Nueva York. Disponible en: http://www.un.org/disabilities/documents/convention/convoptprot-s.pdf.

(2) SAMANIEGO DE GARCÍA, P. (2009): Personas con discapacidad y acceso a servicios educativos en Latinoamérica. Análisis de situación, Madrid, Ediciones Cinca. Disponible en: http://www.mecd.gob.es/dms-static/9b18b5d4-671b-463b-bb33-9f785124cc2a/personas-con-discap–compl-pdf.pdf.

(3) ONU (2013): Estudio temático sobre el derecho de las personas con discapacidad a la educación. Informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nueva York. Disponible en: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G14/110/57/PDF/G1411057.pdf?OpenElement.

(4) BLANCO GUIJARRO, R. (2011): “Educación inclusiva en América Latina y el Caribe”, CEE Participación Educativa, n° 18, pp. 46-59. Disponible en: http://www.mecd.gob.es/revista-cee/pdf/n18-blanco-guijarro.pdf.

(5) PALACIOS, A. y ROMAÑACH, J. (2006): El modelo de la diversidad: La Bioética y los Derechos Humanos como herramientas para alcanzar la plena dignidad en la diversidad funcional, Valencia, Ediciones Diversitas-AlES. Disponible en: http://www.asoc-ies.org/diversitas/docs/modelo%20diversidad.pdf.

(6) UPIAS (1976): Fundamental Principles of Disability, Londres. Disponible en: http://disability-studies.leeds.ac.uk/files/library/UPIAS-fundamental-principles.pdf.

Fuente del articulo:http://www.oei.es/divulgacioncientifica/?Ciencia-tecnologia-y-diversidad-una-perspectiva-acerca-de-la-educacion

Fuente de la imagen: http://1.bp.blogspot.com/-I_Xel6SIB_E/VBclXPoDr6I/AAAAAAAAAOw/lig89RATomY/s1600/imagen%2B2.png

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La guerra de los sexos ¿Y quién tiene bajo rendimiento?

Cynthia Hobbs y Justine Stewart

Sí, es verdad. Un mayor porcentaje de chicas que de chicos aprueban el Examen Regional del Consejo de Educación Secundaria (CSEC – por sus siglas en inglés,  un examen usado como evaluación de fin de los estudios secundarios) en la mayoría de las asignaturas.  Sin embargo, en materias claves como las matemáticas, más de la mitad de los candidatos jamaiquinos reprobaron en 2013, independientemente de su sexo. En ese sentido, aunque los chicos sí tienen un desempeño académico inferior al de las chicas, está claro que ambos muestran un bajo nivel académico y aún deben mejorar. Por ende, el sistema educativo deberá apuntar a la excelencia en aprendizajes para todos.  

Es importante exigir la excelencia porque los estudiantes se motivan a través de las expectativas. De hecho, las expectativas de un maestro pueden convertirse en una profecía auto-cumplida; se ha comprobado que independientemente del nivel socioeconómico de la escuela, existe una relación entre resultados altos de aprendizaje estudiantil y las actitudes y expectativas de los maestros hacia sus alumnos. Por ejemplo, un estudio financiado por el BID mostró que las escuelas más eficientes en Jamaica son aquellas que promueven una cultura de altas expectativas.

Entonces, ¿cómo mejorar la excelencia académica en todos? ¿Deberían variar las intervenciones según el sexo?  Aunque frecuentemente se habla de un enfoque de género, los expertos de Jamaica hallaron evidencia de que el nivel socioeconómico es el mayor predictor del éxito escolar. Además, la realidad muestra que las disparidades de desempeño entre escuelas no se reflejan en la fuerza laboral. En Jamaica, los hombres de todos los niveles educativos y de todas las edades, suelen tener salarios más elevados y tasas de desempleo más bajas en comparación con sus pares mujeres.

Además, existen costos económicos y sociales asociados al bajo desempeño estudiantil y a los bajos salarios, tales como la deserción escolar y la participación en conductas de riesgo como el crimen y la violencia.  Por estas razones, es necesario abordar los aprendizajes bajos tanto de chicos como de chicas. De hecho, los estudios demuestran que un liderazgo escolar sólido y una enseñanza efectiva, pueden influir positivamente en el desempeño estudiantil. He aquí algunas otras estrategias:

  • Aumentar la participación de los padres y madres en la educación de sus hijos para prestar apoyo y motivación.
  • Enseñar habilidades específicas, mejorar la enseñanza de competencias para la vida y ofrecer programas que incluyen prácticas de trabajo.
  • Mejorar las habilidades básicas de lectura y matemáticas.
  • Ofrecer apoyo pedagógico a los maestros para identificar los estilos de aprendizaje de los estudiantes y aplicar estrategias de enseñanza diferenciada que permitan satisfacer necesidades distintas.

Por último, es prácticamente innegable que los chicos de habla inglesa del Caribe tienen un desempeño estudiantil bajo, pero si estamos decididos a apuntar a la excelencia, chicos y chicas deben ser igualmente ganadores.

Fuente del articulo: http://blogs.iadb.org/educacion/2014/11/21/batalla-de-los-sexos-quien-tiene-bajo-rendimiento/

Fuente de la imagen: http://blogs.iadb.org/educacion/files/ID-100107919.jpg

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Comunidades de aprendizaje, respuesta posible a muchos de nuestros retos educativos

Blanca Heredia

Participé en una conferencia sobre temas educativos organizada por Club EPE, Suma por la Educación y el Centro OCDE en México. El público era grande y estaba constituido, fundamentalmente, por maestros en servicio de básica y, sobre todo, de educación media superior.

A mí me tocó integrar y moderar un panel en el que participaron el doctor Gabriel Cámara, quien habló sobre Comunidades de Aprendizaje; la doctora Margarita Tarragona, experta en el desarrollo de habilidades socioemocionales, y la doctora Ana Razo, especialista en observación de interacciones en aula. Al finalizar las presentaciones, varios de los maestros que asistieron al evento hicieron preguntas muy reveladoras sobre el tipo de retos que enfrentan, día a día, en sus aulas.

Dos temas, si bien no desconocidos, me llamaron la atención por el tono casi angustioso con el que fueron planteados por los maestros. El primero tiene que ver con los desafíos que, para los maestros, supone la presencia de fuertes problemas de desintegración familiar en muchos de los hogares de sus alumnos.

Al respecto, una maestra de educación media superior del Estado de México comentó que una proporción importante de sus alumnos vive en condiciones de abandono, de hecho, por parte de sus padres; es decir, solos y sin supervisión u apoyo cotidiano de éstos. A fin de generar condiciones mínimamente viables para los procesos de enseñanza-aprendizaje, esa maestra nos contó que ella se daba personalmente a la tarea de prepararles un desayuno caliente a la semana. Otro docente, éste de básica, hizo una pregunta que aludía al mismo tema: ¿doctores, cómo le hacemos para ser padres, además de maestros?

La segunda problemática que se hizo poderosamente presente a través de los comentarios y preguntas de los asistentes se refiere a los retos (mayúsculos) planteados por los, con frecuencia, radicalmente distintos niveles de preparación de sus alumnos. En relación a este asunto, un profesor de química de media superior de la Ciudad de México nos refería que en su clase había muchos alumnos que no tenían claros los conceptos de multiplicación y/o de división, mientras que, en el otro extremo, algunos otros dominaban los fundamentos requeridos para cursar esa asignatura. Tal diversidad, nos explicaba, le suponía retos formidables a la hora de dar sus clases.

Para fortuna nuestra, recién había hablado el doctor Cámara y todos teníamos muy fresco lo poderoso que es y puede ser, para enfrentar estas y otras muchas problemáticas, el método pedagógico Comunidades de Aprendizaje, desarrollado e instrumentado por el doctor Cámara durante ya muchos años, en muchas partes del país.

En un apretadísimo resumen, dicho método se basa en un supuesto fuerte (sin vínculo personal-afectivo no hay aprendizaje) y en un formato pedagógico clave: hacer de los alumnos participantes activos en el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de dinámicas que promuevan el que los estudiantes se enseñen entre sí. Por ejemplo: la alumna que sabe más de matemáticas le enseña a el/la que tiene rezagos en esa materia: el que domina las conjugaciones verbales apoya a compañeros/as con deficiencias en esa área y así. En el camino, los alumnos se vuelven actores de su propio aprendizaje, refuerzan lo que ya saben (nada mejor para aprender bien algo que tenerlo que enseñar), generan vínculos personales fuertes, fortalecen su autoestima, su motivación y su sentido de pertenencia.

En este modelo pedagógico, el/la maestro/a retiene un papel centralísimo, pero uno distinto al tradicional. En el contexto de una Comunidad de Aprendizaje, el maestro deja de ser el único que sabe y el que tiene todas las respuestas, para convertirse en una suerte de director/a de orquesta que propicia, facilita y orienta la construcción colectiva de aprendizaje. El tránsito del rol tradicional de impartidor de una verdad única al de facilitador que detona y estructura el aprendizaje recíproco y compartido no es fácil. No lo es, pues le supone al docente, entre otras cosas, redefinir el basamento de la autoridad del docente frente a sus alumnos, al tiempo que le exige desarrollar o fortalecer a este habilidades como la escucha, la observación, la empatía y la capacidad de argumentación.

Si bien plantea dificultades, la verdad es que hay pocos otros modelos de enseñanza-aprendizaje que ofrezcan tantos beneficios y tantas herramientas valiosas para enfrentar las muy difíciles condiciones que enfrenta una alta proporción de los docentes mexicanos. Por eso vale la pena conocerlo a detalle y promover el que nuestros maestros pudiesen usarlo para lidiar con las duras realidades que muchos de ellos enfrentan cotidianamente.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/comunidades-de-aprendizaje-respuesta-posible-a-muchos-de-nuestros-retos-educativos.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/02/08/56b907f074aa0.jpg

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Bits de Comunicación Popular

Sursiendo

Hablemos sobre la prensa, Internet y comunicación popular, en estos tiempos difíciles

Cuando nació la prensa escrita, allá por el siglo XVII, con publicaciones semanales llamadas las gacetas, y se consolidó en el siglo XVIII, el mundo estaba cambiando. Era síntoma y a la vez aporte hacia un mundo nuevo que estaba naciendo: crecimiento urbano, industrialización, revoluciones burguesas, movimientos de independencia en América Latina, etc. Aumentaba la población que sabía leer y escribir, y estaba ávida de conocer y organizarse. Se gestaba una incipiente opinión pública, que al estar informada se relacionaba de otra forma con el poder, y exigía derechos fundamentales. La prensa aportaba noticias y opiniones, lo cual muchas veces fomentaba el espíritu crítico frente al poder establecido, que abusaba y perpetuaba (o pretendía perpetuar) el oscurantismo, la ignorancia y por lo tanto la obediencia.

Con el correr de las décadas, la prensa cobró mayor importancia e incluso servía de contrapoder, de ahí que se le llamase el cuarto poder, frente al poder ejecutivo, el judicial y el legislativo (que se suponen que tienen que estar separados y actuar como contrapesos de sí mismos en una democracia). Pero la prensa establecía una comunicación muy unidireccional, y llegaba aún a una parte pequeña de la población, aunque tenía el sentido ético de servir a la sociedad.

Después vino la radio y más tarde la televisión se hizo comunicación de masas porque, aunque seguía el modelo unidireccional, iba de un emisor a millones de receptores; las corporaciones de comunicación se hicieron más y más poderosas, concentrándose en industrias del espectáculo, que salvo excepciones fomentaban el status quo político y el desarrollismo capitalista.

También estaban (y siguen) miles y miles de radios comunitarias por todo el mundo, miles y miles de gacetas, boletines o volantes independientes, que creados desde las organizaciones, colectivos o comunidades humanas expresaban sus ideas, sus noticias y sus propuestas, manteniendo ese espíritu crítico y su inquietud ética para con el pueblo.

Pasó el tiempo y en los últimos años del siglo XX se fue expandiendo el uso de Internet, actualmente usado por más del 42% de la población mundial, unos tres mil cien millones de personas (datos de diciembre de 2014). ¿Un nuevo medio? ¿una nueva herramienta? ¿un nuevo espacio? ¿cómo denominarlo?

México trágico
Mueren en México más periodistas que en Afganistán y Somalia, dice un titular del periódico Excelsior en diciembre de 2014. El problema es que en este recuento macabro sólo se incluyen profesionales de la información acreditados… ¿qué pasa con las personas que escriben en un blog informativo, que comunican en las redes sociales de forma seria y permanente? En México muchas de estas personas reciben amenazas, se tienen que refugiar en otras ciudades, son agredidas o son asesinadas.

Se ataca a personas que quieren informar a la sociedad frente al cerco mediático que establecen las empresas, los grupos delincuenciales organizados y las instituciones de gobierno. Son personas que se implican en difundir hechos que debe conocer la sociedad a través de revistas independientes, radios comunitarias, vídeos o notas a través de Internet. Muchas veces formando parte de colectivos sociales, que están actuando en las propias luchas que se difunden.

Internet popular
La prensa tal y como existía desde hace 200 años ya está agotando sus últimos momentos de poder y protagonismo (¡crisis del papel! dicen algunos). Las sociedades están cambiando a ritmo frenético, pero muchas instituciones sociales no lo quieren ver o intentan evitarlo, para seguir como están. Internet y las formas de relacionarse que plantea están presentes en esos cambios sociales, contrarias al monopolio de un-emisor-muchos-receptores-pasivos. Mucha gente quiere participar y puede hacerlo con los recursos digitales, creándose lo que Manuel Castells llama autocomunicación de masas,

“Es comunicación de masas porque potencialmente puede llegar a una audiencia global (…) Es autocomunicación porque uno mismo genera el mensaje, define los posibles receptores y selecciona los mensajes concretos. Es producto del desarrollo de las llamadas Web 2.0 y Web 3.0, o el grupo de tecnologías, dispositivos y aplicaciones que sustentan la proliferación de espacios sociales en Internet y su contenido está autogenerado, su emisión autodirigida y su recepción autoseleccionada por todos aquellos que se comunican”.

¿Por qué no considerar comunicadores y comunicadoras a quien usa esos medios de esa forma?

Medios y tercios en acción
Hace pocas semanas participamos brevemente en un encuentro de medios alternativos, comunitarios, ciudadanos o como quieran llamarse, para realizar un pequeño taller de seguridad digital, pero también a escuchar y aportar sobre la comunicación social (no comercial). Fue un encuentro fraterno en las montañas del sureste mexicano, donde hasta café y pan dulce recién horneado había… planteándose a modo de semillero, para definir líneas, formas y confluencias de trabajo.

Ahí se produjo un debate interesante sobre la exigencia o no de profesionalismo a la hora de realizar la labor comunicativa. Pero no en el sentido profesional de cobrar y ser periodista formalmente acreditado, no. Profesional en el sentido de dedicarle tiempo y esfuerzo para llegar a mucha gente y que sea interesante y entendible lo que se comunica. Por supuesto, ahí entra la actitud de saber a quién quieres llegar, y cómo.

En las escuelas y facultades de periodismo aún se predica la necesidad de la objetividad, de que el o la periodista es una persona con una misión social, por encima del resto de mortales. También se tratan algunos temas éticos, pero pocos. “Lo importante es la objetividad”, como si los profesionales de la información no fuesen sujetos, no tuviesen memoria histórica, sentimientos, vida cotidiana, frustraciones y simpatías. Todo ello finalmente se convierte en vender un producto, con apariencia de aséptico, pulcro y neutral, cuando en realidad es sólo un producto que beneficia a la empresa informativa de turno.

Frente a esto está la comunicación popular, que viene desde la educación popular de Paulo Freire y la teología de la liberación. Se puede definir como el proceso de interacción que se da entre seres humanos, en la colectividad que comparte su memoria histórica, que crea conciencia crítica y de justicia social, reflejando su realidad. Y también son las distintas formas en que se puede plantear esa interacción social.

Según Jorge Merino Contreras, la Comunicación popular:

“es aquella que partiendo de la cultura y necesidades de los grupos, transforma las características de la comunicación dominante; donde emisores y receptores intercambian continuamente sus posiciones; aquella que está definida prioritariamente para la participación de todos los sujetos que en ella intervienen, sobre todo aquellos a los que más directamente les atañe el proceso en el que están incluidos”.

Como explica Mario Kaplún, uno de sus impulsores en América Latina, se puede designar: “comunicación horizontal”, “comunicación participativa”,  “comunicación popular”, es la comunicación micro frente a la macro de los mass media.

Pero con Internet esta comunicación deja de ser tan micro, y sirve para comunicar denuncias, luchas, logros, propuestas, vivencias, errores, cotidianeidades, cultura, etc. que pueden ser leídas, escuchadas o vistas por millones de personas. Revaloriza el ser sujeto, frente a la objetividad, y hace suyo realmente el término glocal: piensa local y actúa global y viceversa. Da posibilidad de participación, de creación, de retroalimentación. Porque además es entrar en contacto, ejercer verdadera comunicación, recibir respuestas y comentarios, da la posibilidad de articularse y organizarse. Porque Internet es más que un medio, es más que una herramienta, es más que un espacio.

Pero sin duda, hay que dejar de lado el determinismo tecnológico, las máquinas por sí solas no nos ayudan; la tecnología puede ser de ayuda si las utilizamos de forma social y éticamente responsable, si no dejamos que se adueñen de ellas los intereses económicos y políticos privatizadores y de pensamiento único. Internet nos da posibilidades expresivas y de difusión sin precedentes, y en nuestras manos está que aprovechemos eso.

Participemos en la comunicación popular 2.0 ¡Hackeemos la comunicación!

Fuente del articulo: http://sursiendo.com/blog/2015/08/bits-comunicacion-popular/#more-5189

Fuente de la imagen:http://www.somoselmedio.org/sites/default/files/3_15.jpg

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Educar para la sociedad humana

Adriana Puiggrós

A pocos días de la tremenda masacre efectuada por terroristas islámicos en la redacción del periódico francés Charlie Hebdo, es necesario afirmar que no hay ninguna justificación que le reste inhumanidad. En cambio debemos ahondar en las condiciones de producción de hechos de esta naturaleza, en cuya serie debemos incluir la reciente matanza de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, México. Es bien sabido que el terrorismo lleva agua a molinos diversos que no se agotan en sus ejecutores o inspiradores directos; se engarza en la compleja trama del mundo financiero-narcotraficante-racista-expulsivo-armamentista, que expresa al capitalismo de la nueva y peligrosa etapa que está avanzando.

Los protagonistas más visibles son jóvenes, su carne, su sangre, su percepción brutal de la imposibilidad de un porvenir viable, atractivo, que conecte con la vida. Las inscripciones de los jóvenes en las sociedades encuentran profundas diferencias y distinciones, pero son extremadamente escasos los que tienen alguna libertad para elegir, o de ser conscientes de que no está necesariamente inscrito en sus biografías ser instrumentos antes que humanos. Las personas son sensibles a los atractivos de su entorno. El fútbol socializa: agrupa, educa, entusiasma. También hay barras bravas futbolísticas que convocan a jóvenes y adultos desesperados por ser grupo, por pertenecer. Se incluyen en un lema, comparten un cántico, pero también suelen construir un enemigo mortal en el club rival, o en cualquier otra entidad, inasible, una entidad que les permita recortar un “nosotros”, poner un cerco subjetivo que los saque del llamado a la individualidad absoluta que tienta en este siglo.

La cultura hegemónica no proyecta al ambiente más propuestas que la subsistencia, el consumismo y la lucha por “being someone”, la tremenda frase anglosajona. Descalifica y desgaja la pasión colectiva. La pasión misma ha perdido actualidad y prestigio; afortunadamente subsiste en los deportes. La oferta repetida, y repetida, de cerveza o de Nike, habilita a los chicos a decir ¿por qué yo no? o bien a tomar por sí mismos lo que sea, incluso la vida de los otros por mano propia y a vivir peligrosamente. La opción por la violencia es desprecio por la política y desaliento por la vida social. El estímulo del peligro o la muerte misma alientan a jóvenes que están hartos de la oferta del mundo capitalista yanquizado, de la rutina publicitaria que les exhibe objetos inalcanzables y de la falta de empleo y de oportunidades de estudio. De la ausencia de sentido histórico en la sociedad pragmática. Siniestro destino.

¿Es posible revertir esta situación? En el devenir inmediato de la peligrosa situación mundial, es la política la que tiene capacidad de incidencia directa, no la educación. Pero toda política está cargada de enunciados político-pedagógicos. En la Argentina miles de jóvenes testimonian en las redes sociales y en actos políticos su adhesión y entusiasmo por la realización de los juicios a los responsables del genocidio y la política de derechos humanos de los gobiernos kirchneristas.

Nuestro gobierno, junto a los gobiernos populares de América latina, juega un papel importante a favor de la paz mundial, basado en la firme defensa de la autodeterminación nacional y regional. En esa postura hay un mensaje pedagógico implícito, una invitación a soñar con la Patria Grande. Como lo hay en el aumento del empleo (miremos la situación de una década atrás), como lo encuentran quienes ahora pudieron terminar su secundaria y los millones de adolescentes que fueron incluidos en el mundo digital desde la escuela pública. Lo hay en la apertura de universidades en los lugares más desfavorecidos. La etapa preelectoral de la Argentina es un momento adecuado para pensar en grande, para habilitar el “inédito viable” del que hablaba Paulo Freire, para embarcar a los jóvenes en proyectos que creen en la posibilidad de una sociedad humana.

Fuente del articulo: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-263801-2015-01-13.html

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Luis Britto García: La ceguera histérica

Por: Luis Britto García

Venezuela en muy pocas décadas ha asumido cambios que a otras sociedades les han tomado siglos. Las modificaciones, las transformaciones han sido rapidísimas, muy profundas, y todavía no encuentran una forma estable; son inestables, desiguales.

Las novelas del siglo pasado son todas sobre la Venezuela agrícola, el modo de producción de la nación. Nuestra literatura y nuestra cultura reflejaban ese hecho: éramos una sociedad rural. Peonía, de Manuel Vicente Romero García; Doña Bárbara y Sobre la misma tierra, de Rómulo Gallegos; todas son novelas rurales. Hasta Memorias de Mama Blanca, de Teresa de la Parra, trata acerca de una niña en una hacienda. El modo de producción está perfectamente expresado en la inmensa mayoría de nuestra producción literaria y cultural. En cambio, en cuanto al petróleo, son unos pocos los que se ponen a trabajar sobre ese tema.

Por ejemplo, uno ve solitarias, casi despeñando, obras como Mene y Casandra, de Ramón Díaz Sánchez y Oficina Número 1 y Casas Muertas, de Miguel Otero Silva, que tratan literalmente de la explotación del hidrocarburo, de los cambios, la desolación de las poblaciones y la migración de los campesinos hacia los campos petroleros.

Fuera de eso, el petróleo deserta de la narrativa. Hay un título de un libro de Adriano González León, Asfalto-Infierno, pero no trata sobre eso. En País Portátil hay un personaje (empleado de una compañía petrolera extranjera), pero son toques como de refilón. Y también en nuestra plástica son raras las obras que toman en conjunto el tema del petróleo.

En el teatro encontramos Las torres y el viento, de César Rengifo, obra en la que se aborda el tema petrolero, pero no de una manera integral. Tenemos además La hora Texaco, de Ibsen Martínez. Y si vamos a ver, también ahí hay esa escasez a la que me refiero. En este recuento cabe mencionar Zona de tolerancia, de Benito Irady, texto que presenta una serie de relatos, testimoniales de los obreros petroleros, unos cuentos extraordinarios.

En el cine hay excepcionales documentales, como Pozo muerto (Carlos Rebolledo, 1967), y en la cinematografía, por ejemplo, está Maracaibo Petroleum Company (Daniel Oropeza, 1974), que es una película un tanto frustrada y que trata más de las desventuras de una pareja intentando insertarse en el mercado de trabajo de Maracaibo que del propio petróleo. Está también La hora Texaco, (Eduardo Barberena, 1985) basada en la ya mencionada obra de teatro de Martínez. Y hay una película, El Escándalo (Carlos Oteyza, 1987), sobre los espías petroleros, gente que vendía datos e información de Petróleos de Venezuela.

En lo posible siempre puse en mis libros el tema petrolero. Yo pasé parte de mi infancia en los Campos Petroleros de Oriente, que eran como una cosa aparte. El lado americano era una especie de campo de golf, cercado con alambrada, donde había un automercado en el cual los productos llegaban libres de impuestos; ese era el llamado Comisariato. El que poseía una tarjeta del Comisariato gozaba de un pase extraordinario, era como una credencial de aristocracia. Desde luego, en algunas de mis novelas, como en La palabra, hago referencia a toda esa cultura del campo petrolero, y reseño hechos como la huelga petrolera del 36, que antes no se habían tratado narrativamente. Reuní los testimonios de Rodolfo Quintero, quien participó directamente en la misma, y de Kotepa Delgado, que fue uno de los agitadores del movimiento.

Pero todo eso es comparativamente escaso. No hay una obra que siga la vida cotidiana de un obrero petrolero, lo que significa perforar un pozo, los accidentes laborales, etc. Se filmó en Venezuela una película de Henri Georges Clouzot (1953), basada en el incidente de unos camiones de dinamita que van a exprimir un pozo petrolero, El salario del miedo, la cual sí versa sobre la industria petrolera. Esto muestra como de repente le podía resultar más llamativo ese fenómeno a un cineasta extranjero que a los venezolanos.

¿A qué podría deberse esto? Yo creo que este fenómeno tiene que ver con que nuestros trabajadores petroleros han sido una fracción sumamente pequeña de la población. El conjunto de venezolanos que explotan el petróleo son muy pocos, unas decenas de miles. Hoy día ha aumentado la nómina petrolera, pero en realidad siguen siendo algo así como 100 mil, una fracción ínfima de los 30 millones de venezolanos. Entonces, al abarcar una cantidad tan pequeña de la población, ese proceso no tiene una incidencia directa, pero sí tienen una incidencia indirecta los efectos inmensos de la producción petrolera en nuestro país, y sobre eso, acerca de esos temas, sí hay una abundante producción cultural.

DE LA AUSTERIDAD AL CONSUMISMO

Éramos, en el siglo antepasado, un país con personas obligadas a una gran austeridad en sus modos de vida. Habíamos sido un país, hasta cierto punto, centrado en lo nuestro, aunque teníamos una elite siempre europeizante, o favorable a Estados Unidos.

Actualmente, los medios de comunicación, que son como los heraldos del consumismo, nos han insertado modelos foráneos de actuación, de cultura. De modo que Venezuela en muy pocas décadas ha asumido cambios que a otras sociedades les han tomado siglos. Por eso un poco el desencuentro y la fragmentación de nuestra vida social. Las modificaciones, las transformaciones han sido rapidísimas, muy profundas, y todavía no encuentran una forma estable; son inestables, desiguales.

Uno tiene que partir de la idea de que la infraestructura económica tiende a determinar, aunque no de una manera automática, la súper estructura ideológica. Entonces es bueno estudiar en qué forma nuestra infraestructura económica, que ha pasado a ser la de un país exportador de un recurso natural que se extrae, ha cambiado nuestra manera de pensar. Yo creo que sobre el petróleo hay en el país una especie de ceguera histérica. Se ha tendido a ignorar el fenómeno o a disimularlo, o también, a presentarlo como una cosa malvada y demoníaca de la cual hay que prescindir.

En ese sentido, fíjate tú que se han ido creando expresiones como el excremento del diablo, el laberinto del minotauro, etc., tendiendo a satanizar el petróleo, es decir, a hacer creer que el petróleo es algo malo. ¿Para qué? para lograr que los venezolanos le tengamos una especie de tirria y digamos: tenemos que desprendernos de esa cosa tan mala, tenemos que dejárselo a otros, a las transnacionales, ¡que por favor se lo lleven para que no nos haga tanto daño! Yo creo, por el contrario, que es un recurso extraordinario, el mundo depende de él.

Hay que decir que frente a la relativa escasez de tratamiento del tema petrolero en la narrativa, o en la plástica venezolana, e incluso, podría decirse que en la música y hasta en la canción popular, contrasta, sin embargo, una producción ensayística excepcional. Libros como Hacia la democracia, de Carlos Irazábal; Historia económica y social de Venezuela, de Federico Brito Figueroa; Antropología del petróleo, un libro envidiable de Rodolfo Quintero, y en las obras de Juan Pablo Pérez Alfonzo, algunas de ellas, por cierto, realizadas en colaboración con Domingo Alberto Rangel, como Hundiéndonos en el excremento del diablo, y otros sumamente críticos sobre la dedicación del ingreso petrolero en el área nacional. En este aspecto sí hubo creación de conciencia. Allí sí hubo un discurso crítico sobre el petróleo.

A principios de los años 40 se lanzó una consigna que se la atribuyen tanto a Arturo Uslar Pietri, como a Alberto Adriani, sobre la siembra del petróleo, vale decir, acerca de la utilización de los ingresos generados por su explotación para crear una economía productiva en el país. Esta fue una consigna que se lanzó con mucho espíritu.

Había un gran entusiasmo de la intelectualidad por la comprensión del tema del petróleo en el país, lo que en 1970 nos llevó a reunirnos en Cabimas (estado Zulia) a casi un millar de intelectuales que llegamos allí precariamente, algunos en colitas, en autobuses, etc, y pasamos un conjunto de días conviviendo con la gente de la población, a veces pidiendo prestado los zaguanes para colgar un chinchorro y poder dormir. Realizamos un congreso cultural, modelo de acción cultural que ahí se lanzó a la vida nacional en todos sus aspectos. Es más, se predijo que el modelo petrolero se iba a agotar entre los años 1983-1984.

En aquel congreso de Cabimas una de los postulados era precisamente la nacionalización de nuestros recursos petroleros, la nacionalización además de otros recursos mineros como el hierro, aluminio, etc. Allí se hicieron propuestas enteras y completamente socialistas. Prácticamente toda la intelectualidad era radical, era de izquierda, era muy raro un intelectual de derecha. Y en ese sentido yo diría que se salvó el honor del petróleo venezolano en ese congreso y en infinidad de otros eventos que entre otras personas animaban intelectuales como Edmundo Aray y Pedro Duno. Es decir, había un granero, una producción intelectual poderosa, decisiva, que llevaba la vanguardia del pensamiento venezolano; eso quedó como un ejemplo de acción cultural.

Allí además se hicieron obras de teatro heterodoxas, se pintó un mural en un depósito petrolero abandonado. Yo estuve intentando promover de nuevo un congreso de ese tipo pero lamentablemente nunca se dio. Lo curioso es que en esa época en que teníamos todas las condiciones en contra se hiciera ese gran congreso cultural.

100 AÑOS DE PETRÓLEO

Es difícil resumir 100 años de historia petrolera en Venezuela en cuanto a sus íconos fundamentales. En primer lugar está el inicio de las exportaciones. Es difícil fijarlo en sus comienzos porque hubo pioneros que sacaban uno que otro barril, pero yo diría lo siguiente: lo primero fue el reventón del pozo El Barroso, hecho que determinó ante el imaginario nacional la importancia de esa riqueza.

Otro evento resaltante: en 1929, en plena crisis económica mundial, en nuestro presupuesto nacional los ingresos por el petróleo superaron, por primera vez, a los demás rubros. Desde entonces el papel del Estado como redistribuidor del ingreso petrolero vino a determinar que su importancia fuera creciendo. Se hizo evidente que no se le podía seguir manejando autocráticamente como lo hacía, por ejemplo, Juan Vicente Gómez, y que además era necesario articular nuevos modos de participación política, espacio que al principio llenaron los partidos socialdemócratas, los partidos llamados populistas.

Hay que señalar que en 1930, gracias a esa riqueza, Juan Vicente Gómez paga la deuda pública venezolana, hecho trascendente porque entre 1902 y 1903, Inglaterra, Alemania e Italia habían realizado un bloqueo y bombardeado nuestras costas para cobrar empréstitos externos artificialmente inflados.

En 1936, apenas muerto Juan Vicente Gómez, una huelga petrolera suspende la producción durante mes y medio y marca el ingreso del proletariado como tal, industrial, dentro, no ya de la economía, sino de la política del país. Había habido otras huelgas. Hubo una huelga de panaderos en Caracas y una de telegrafistas. Ese mito, que intentó implantar la socialdemocracia, de que antes no había movimientos sociales, es falso, pero por su importancia la huelga petrolera fue definitiva.

Eleazar López Contreras, el presidente que sucedió a Juan Vicente Gómez, liquidó esa huelga mediante la represión absoluta. Toma militarmente los campos petroleros y aprueba cosas insignificantes como un bolívar diario de aumento a los trabajadores.

Otro ícono importante: cuando el presidente Isaías Medina Angarita, elegido democráticamente, sanciona una norma –La Ley de Hidrocarburos de1943– que prevé la nacionalización petrolera, la reversión de la industria petrolera para 1983. En ese momento todos los activos de la industria debían regresar al patrimonio nacional sin pagar un centavo.

También es unhito significativo el golpe de Estado del 18 de Octubre de 1945, a raíz del cual Rómulo Betancourt inicia una política de concesiones que incrementa masivamente la participación de las empresas estadounidenses. Hasta entonces, curiosamente, predominaban en nuestra industria las petroleras inglesas y las petroleras holandesas. Pero a partir de Betancourt empieza a predominar el capital estadounidense. Él se trae a Nelson Rockefeller, quien crea una gran industria que se llama la Basic Economic Corporation para sus inversiones en Venezuela, la cual multiplica extraordinariamente las inversiones de capital y va a cambiar de manera determinante el modo de vida del venezolano a través del consumo y de toda otra cantidad de manifestaciones decisivas de la presencia del capital estadounidense en el país.

En 1956 Marcos Pérez Jiménez crea la primera empresa petroquímica nacional, que parece ser una de las razones por las que pasó a ser mal visto por Estados Unidos.

La nacionalización del petróleo, en 1975, en un momento en el cual a las transnacionales les convenía centrarse en la comercialización del recurso y no en su extracción y demás actividades que implicaban relaciones laborales complejas con los obreros, líos con la legislación, etc. Pero después de la nacionalización se siguió imponiendo el punto de vista de los intereses petroleros foráneos en el país.

Después de la nacionalización petrolera se produjo una especie de reflujo del pensamiento y de la acción intelectual sobre el petróleo por varias razones. En primer lugar, porque una nacionalización chucuta, como se decía en la época, dejó abierta la puerta de una reprivatización. En segundo lugar, porque se respetaron tanto la estructura administrativa como la gerencia, los procedimientos y las líneas estratégicas de todas las empresas supuestamente nacionalizadas. Y en tercer lugar, porque empezó esa tendencia hacia la privatización y la insistencia en la idea de ver el petróleo como un excremento del diablo, como una cosa mala, negativa, de la cual los venezolanos teníamos que deshacernos con el objetivo de pasar a desarrollarnos por nosotros mismos, sin la existencia de eso que nos deparaba tantos ingresos fáciles.

REPÚBLICA CAÍDA

También es un hito fundamental la caída de la llamada IV República. Varios factores contribuyeron a eso. En primer lugar, la mala administración del bipartidismo. Tanto Acción Democrática como el Partido Socialcristiano Copei, lamentablemente, dilapidaron los recursos. Muchos de sus dirigentes incurrieron en una corrupción verdaderamente insoportable, y además confiaron en que podían seguir mandando sin llevar a cabo la redistribución de la riqueza.

Fue disminuyendo abruptamente el gasto social, contrajeron deudas de una manera absolutamente irresponsable y en un momento, a partir del llamado Viernes Negro (18 febrero de 1983), se verificó que no había divisas con las cuales pagar inmediatamente esos compromisos, por lo que se tuvo que acudir al Fondo Monetario Internacional.

El paquete económico del presidente Carlos Andrés Pérez aumentaba la gasolina, le quitaba el subsidio a todos los rubros de alimentos, traía la masiva privatización de las empresas del país. El gasto social disminuyó y toda la carga la iba a soportar el pueblo, a favor de un conjunto de condiciones muy favorables para la inversión extranjera. Eso fue un peso que la sociedad venezolana no pudo soportar, y el pueblo, curiosamente sin dirigencia, protagonizó esa enorme sublevación que sacudió la vida nacional el 27 de febrero de 1989, que deslegitimó a la socialdemocracia.

En parte todo eso fue determinado por el mal manejo del ingreso petrolero, el cual, poco a poco, se fue desviando del gasto social y de las obras de infraestructura hacia los grandes negociados y el pago de intereses de la deuda pública para los consorcios financieros.

A Carlos Andrés Pérez lo enjuician por corrupción, luego asciende al poder Rafael Caldera, pero no como candidato de Copei, del cual había sido expulsado. El hecho a destacar es la tendencia hacia la desnacionalización, hacia la sobreventa de petróleo, hacia la sobreproducción, con el objetivo de que el precio del petróleo bajara, para que PDVSA se hiciera no rentable y tuviera que ser vendida a las transnacionales.

LA BATALLA POR PDVSA

Toda esa tendencia ideológica por la privatización, que afortunadamente fue revertida por la Revolución Bolivariana, fue uno de los detonantes del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, cuando el presidente Hugo Chávez Frías ejerce la potestad soberana de la República, como única propietaria de PDVSA, de nombrar su Junta Directiva.

Quienes dirigían el negocio petrolero se creían tan por encima de la República, que sostenían, en una soberbia inconcebible, que Venezuela no podía nombrar a los gerentes de la industria. El hecho de que el Presidente ejerciera su potestad desencadenó un golpe.

Después de eso vino, además, un sabotaje petrolero en el cual la Junta Directiva de PDVSA y la Nómina Mayor se declararon en rebeldía contra la Nación. Eso es sorprendente. Que una empresa declare que ella no obedece a sus accionistas y, en este caso, a su único accionista que es la Nación. Esta es una situación inédita en la historia de los negocios, que afortunadamente fue superada por la disciplina y la cohesión del pueblo venezolano.
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Ilustracion

Fuente: http://www.tves.gob.ve/noti/17479/luis-britto-garc-a-la-ceguera-hist-rica/

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