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Los alimentos no son mercancía

ALAI/14 de abril de 2016

Si bien desde hace décadas, en instancias internacionales, los gobiernos han asumido compromisos para lograr un planeta que garantice una alimentación digna para todos y todas, el hambre perdura como un asunto crítico irresuelto.  En 1974, la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Alimentación, precisamente, estableció como objetivo: “dentro de una década ningún niño se irá a dormir con hambre… ningún ser humano se verá afectado por la desnutrición”.

Hoy, alrededor de 795 millones de personas padecen hambre en el mundo.  Más de 34 millones son de América Latina y el Caribe, región que produce y exporta más alimentos en el planeta, pero también donde hay mayor desigualdad e injusta distribución de la riqueza.  Según declaraciones de José Graziano da Silva, Director General de la FAO, en la XXXIV Conferencia Regional de este organismo, realizada en México del 29 febrero al 3 marzo de 2016, se acordó “acabar con el hambre y la malnutrición en menos de diez años”.

Buenos propósitos, magros resultados.  ¿Por qué?  Por insistir en soluciones erradas, pero que benefician con creces a los grandes intereses que se mueven en este campo sobre la base, entre otros, de dos mitos: la escasez y el incremento de la producción y la eficiencia.  La realidad es que no hay falta de alimentos, pues el sector campesino está en capacidad de producir alimentos para todo el mundo, pero sí abundantes intereses mercantiles en la alimentación que se traduce en una distribución inequitativa.

En los años ’60, como “solución” se impulsa la llamada revolución verde de la agricultura que con el tiempo terminó por establecer un reparto cada vez más injusto, la pérdida de diversidad biológica y de suelos fértiles, y una creciente dependencia alimentaria supeditada al agronegocio.  Y, hoy, como relevo, se pretende dar continuidad a lo mismo a partir de una nueva revolución tecnológica: la biotecnología asociada a la ingeniería genética, impulsada por un puñado de corporaciones que busca el control monopólico del sistema alimentario global.

De hecho, desde la década de los ’90 asistimos a una nueva fase del capitalismo hegemonizada por el capital financiero y las corporaciones transnacionales[1], que pasan a controlar la producción y el comercio mundial de las principales mercancías.  Situación que repercute en cambios estructurales en la producción agrícola, debido al despliegue de un nuevo modo de producir basado en el monocultivo, con el uso extensivo de la tierra y la búsqueda de la mayor escala posible, el empleo intensivo de agrotóxicos y de la mecanización, y la imposición de semillas propietarias y transgénicas.

En esta nueva fase, se va diluyendo la distinción entre banca y empresas comerciales de materias primas, al tiempo que los bienes comunes –como la tierra, el agua, la energía, los minerales, etc.- se tornan en meras mercancías.  Y es así que la presencia de actores financieros en el sistema alimentario global ha dado pábulo para que se monte la manipulación especulativa del mercado de alimentos, porque ahora éstos se transan en las bolsas de valores internacionales.  ¿Se acuerdan de la crisis alimentaria que explotó en 2008?

 

Una alternativa político-estratégica

Reivindicando el principio que la alimentación es un derecho humano y no una mercancía más, el movimiento internacional Vía Campesina propone la noción de la soberanía alimentaria como alternativa político-estratégica al agronegocio y su matriz socialmente injusta; económicamente inviable; subordinada a grandes corporaciones (cuyo propósito es el incremento de sus ganancias), insustentable para el medio ambiente; y con una producción de alimentos con graves consecuencias para la salud[2].

Esta propuesta aborda cuestiones estructurales para impulsar un modelo de producción alternativo, como el uso de la tierra y el territorio, la apropiación y gestión de los recursos, la agroecología, el comercio local e internacional, el desarrollo sostenible, la acción participativa, derecho a la alimentación, etc.

Específicamente, para la Vía Campesina, la soberanía alimentaria es el derecho de la población a producir y consumir comida saludable y culturalmente adecuada, obtenida con métodos ecológicamente sostenibles; lo que solo es posible si se fortalece la agricultura campesina y sus sistemas de producción.  En tal sentido, abarca y supera el concepto de seguridad alimentaria planteada por la FAO –que hace referencia sólo a la disponibilidad y acceso a los alimentos para combatir el hambre– y el derecho a la alimentación.

Es decir, no se trata únicamente de producir una cantidad de alimentos que permita dar de comer al conjunto de la población, tal como se define la seguridad alimentaria, sino también de contemplar la calidad de esa producción, es decir, definir qué, dónde, cómo y cuánto se produce, que son las preguntas que hay que responder a través de la construcción de la soberanía alimentaria.

Por lo mismo, la soberanía alimentaria incorpora el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental.

Integra, igualmente, componentes multiétnicos y culturales, la gestión del territorio, la prioridad a la alimentación de la población local y de los sectores más vulnerables, la reforma agraria, la agroecología, comida sana, la protección de las semillas criollas, políticas de distribución de alimentos no sometidas a las exigencias del mercado, rescate de saberes tradicionales, capacitación, y mucho más.

 

Principios clave

La soberanía alimentaria, en síntesis[3], se expresa en los siguientes principios:

  • Los alimentos no son mercancía; deben ser suficientes, nutritivos y culturalmente adecuados para los pueblos y las comunidades.
  • Los/as productores/as de alimentos, mujeres, hombres, pequeños agricultores, pueblos indígenas, pescadores artesanales, habitantes de los bosques y trabajadores/as agrícolas, deben ser revalorizados/ as por ser actores y actrices claves para su construcción; no deben ser subestimados por políticas ni programas que los/as colocan sólo como destinatarios/as de políticas asistencialistas.
  • Quienes producen y consumen alimentos deben ser el centro de la toma de decisiones sobre las cuestiones alimentarias, rechazando los acuerdos y prácticas que otorgan poder a las corporaciones transnacionales para decidir sobre nuestra alimentación.
  • La producción de los alimentos debe ser localizada para evitar enormes desplazamientos hasta llegar a los/as consumidores/as y el control del sistema alimentario debe ser local. Los/as productores/ as y la propia comunidad tienen que tener el control sobre el territorio, las semillas y demás bienes comunes, con el propósito de evitar su privatización y preservar la biodiversidad.
  • La soberanía alimentaria recupera las habilidades y los conocimientos tradicionales del campesinado y las comunidades indígenas, favoreciendo su transmisión a las generaciones futuras.
  • El sistema alimentario debe interactuar con la naturaleza, respetando sus ciclos, para lo cual son necesarios métodos de producción agroecológica que maximizan las funciones beneficiosas de los ecosistemas. Esta característica implica un claro rechazo a los monocultivos, las explotaciones ganaderas de factoría y la industrialización a gran escala.

Las organizaciones del campo identifican, a la vez, diversos factores que limitan el avance en la práctica de este modelo alternativo.  Éstos incluyen, entre otros, las distancias entre producción y consumo, en las ciudades, junto a la cultura consumista centrada en los centros comerciales y los supermercados.  Además, los sectores sociales urbanos de bajos ingresos no siempre están en posibilidad de permitirse pensar en una buena alimentación, cuando lo primordial es llenar el estómago, y al menor costo.

Mientras las experiencias de construcción de la soberanía alimentaria han avanzado principalmente en comunidades locales u organizaciones sociales, en la mayoría de casos aún no se han desarrollado suficientes estrategias específicas, instrumentos jurídicos ni infraestructura que permitan pensarla a niveles geográficos más amplios, provinciales o nacionales.

Por ello, la soberanía alimentaria implica considerar a la alimentación no como una cuestión personal y dependiente del poder adquisitivo, sino como un sistema alimentario que implica un proceso complejo que abarca la producción, el transporte, la comercialización, el consumo, las políticas económicas, sociales y científicas y las acciones de los movimientos sociales y de consumidores, que hacen que el alimento sea considerado un derecho.

Desde hace más de dos décadas, la Vía Campesina y otras entidades aliadas han venido desarrollando este concepto desde la teoría y la práctica, a nivel mundial, proceso que se ha plasmado en una serie de planteamientos y posiciones de consenso que se han venido afinando y que se ve reflejado en los acuerdos sucesivos de una serie de eventos internacionales.

Un logro importante en el escenario internacional es que se ha colocado el tema de la soberanía alimentaria en las Naciones Unidas e incluso en las constituciones y políticas públicas de algunos países.  Sin embargo, como suele suceder en tales casos, el sentido mismo del término “soberanía alimentaria” está en disputa, en vista de que las instituciones que lo adoptan luego pueden tratar de vaciar el contenido político, como está sucediendo en la FAO, cuando se lo pretende equiparar al concepto de agricultura familiar.

Fuente: Texto introductorio de la edición de abril 2016 de la revista América Latina en Movimiento (No. 512) de ALAI, titulada “Por los caminos de la soberanía alimentaria”.  http://www.alainet.org/es/revistas/512

[1] João Pedro Stedile y Osvaldo León, Reforma Agraria Popular: “Una alternativa al modelo del capital”, En el año de la agricultura familiar: Políticas y alternativas en el agro, Revista América Latina en Movimiento Nº 496, ALAI, junio 2014.

[2] Basta constatar las cifras de la población afectada por la desnutrición, por un lado, y las referidas a quienes crecientemente padecen obesidad, por otro; y bien se puede añadir también las que dan cuenta del desperdicio de alimentos.  Según la FAO, con los alimentos que se pierden en la región se podría alimentar al 37% de quienes sufren hambre.

[3] Patricia Agosto y Marielle PalauHacia la construcción de la Soberanía Alimentaria. Desafíos y experiencias de Paraguay y Argentina, Asunción, BASE-IS, Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, CIFMSL, diciembre 2015.

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La discriminación que empieza en la misma cuna

 El País/14 de abril de 2016/Por: Juan Carlos Sanz
Las madres judías piden la segregación de las árabes que dan a luz, según una emisora.
 
La mayoría judía vive de espaldas a la población árabe de Israel, que representa una quinta parte de los ocho millones de habitantes. Se trata de una segregación territorial —que solo se ve rota en el norte del país, y en localidades mixtas como Jaffa (colindante con Tel Aviv)— y también económica, que conduce a esta minoría a disponer de una renta per capita tres veces inferior a la media nacional. Una investigación periodística acaba de reflejar ahora que la discriminación empieza desde la misma cuna.
Una reportera de la emisora estatal Voz de Israel se hizo pasar por una embarazada en avanzado estado de gestación para solicitar dar a luz en los principales hospitales con la condición de no tener que compartir habitación con “madres no judías”. En casi todos los centros sanitarios recibió respuesta favorable, a pesar de que la discriminación por razones de raza o religión está prohibida por el Ministerio de Sanidad.
Esta investigación constata una práctica que resalta la separación entre las sociedades judía y árabe. “Siempre lo hacemos, lo tenemos muy en cuenta”, contestaron a la periodista en dos grandes hospitales de Jerusalén. “Suele ser la norma que seguimos”, le comunicaron en varios centros del área de Tel Aviv. Tan solo en Beersheva (al sur del país, con numerosa población beduina) fue rechazada su propuesta.
Bezalel Smotrich, diputado del partido Hogar Judío (nacionalista religioso e implantado entre los colonos de los asentamientos de Cisjordania), ha echado leña al fuego en las redes sociales: “Mi mujer no es racista, pero después de dar a luz quiere descanso, y no esas grandes fiestas comunes entre las familias árabes [en la misma habitación]”. Tras el aluvión de críticas a su tuit, Smotrich enfatizó: “Es natural que mi mujer no quiera estar en una cama cerca de la de una mujer que acaba de tener un niño que puede querer asesinar a su bebé dentro de 20 años”.
La diputada israelí de la Lista Conjunta Árabe Aida Tuma Suleimanha ha expresado su perplejidad por la “naturalidad con la que los hospitales asumen una petición racista”.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/04/13/opinion/1460567074_715689.html
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El modelo escolar tradicional a cuestas (en proceso)

Por: Rosa María Torres

El modelo escolar tradicional en Occidente no es solo un modelo de organización espacial sino un modelo pedagógico y un modelo mental de representación de la educación. Desde que se inventó la escuela, la palabra educación evoca este modo de hacer educación y esta organización espacial de la enseñanza y el aprendizaje. La educación escolar sigue siendo tomada como equivalente a educación, en general.

El modelo pedagógico que corresponde a este modelo escolar define las características del espacio, del mobiliario y del arreglo de los elementos dentro del aula (o del lugar usado para enseñar): enseñanza enciclopédica, transmisiva, ‘bancaria’; aprendizaje individual, pasivo;profesor sabe, alumnos ignoran; profesor habla, alumnos escuchan; profesor parado, alumnos sentados; profesor frente al grupo, alumnos en filas mirándose entre sí las nucas.

Este modelo mental se lleva a cuestas e instala incluso donde no hay escuela ni aula ni paredes, y a menudo también en edificaciones nuevas, equipadas con mobiliario vistoso y modernas tecnologías. Romper con este modelo ha probado ser, históricamente, una de las rupturas más difíciles en el terreno de la educación y de la propia innovación educativa.Modernizar el mobiliario y cambiar/flexibilizar la organización del aula pueden ayudar a modificar la pedagogía pero no aseguran por sí mismos un cambio sustantivo y profundo como el que se requiere (ver mi relato «Un aula de clase ancha, ancha» sobre una experiencia personal en Tailandia). Superar el viejo modelo pedagógico implica un golpe mayor a la cultura escolar convencional y va mucho más allá de adecentar o modernizar el entorno físico de la enseñanza. Es indispensable trabajar el cambio pedagógico con los docentes, de manera específica y sostenida, poniéndolo en el centro de su proceso de formación y capacitación. Y trabajarlo además con los estudiantes, con los padres de familia y con toda la sociedad (Ver «Campaña de Renovación Pedagógica»).

Escenario 1: La vieja escuela

La vieja escuela es fácilmente reconocible hoy por su aspecto físico (incluido el color de las fotos): atuendos y porte de alumnos y profesores, mobiliario, recursos didácticos,disposición de los elementos en el aula, ambiente general. Mucho menos visible y reconocible resulta la vieja pedagogía en el contexto actual, sobre todo con los espejismos que crean nuevas construcciones y tecnologías. Entre el aula con pupitres de madera conagujero para el tintero y ranura para la pluma de fines de 1800, y el aula de las primeras décadas del 2000 puede haber, sorprendentemente, muchos menos cambios en la enseñanza y el aprendizaje que lo que sugieren los nuevos looks.

El aula convencional sobrevive en sus aspectos esenciales. Aula cerrada sin contacto con el exterior, modelo pedagógico frontal, pizarrón monopolio del profesor, pupitres en fila (a menudo con valor clasificatorio-discriminatorio atribuido a la primera y la última filas: niñas y niños, ‘buenos’ y ‘malos’ alumnos, molestosos, repitentes, etc.), rigidez, formalidad.

Escenario 2: La escuela del futuro

Así es como artistas franceses, en 1899, imaginaron que sería la escuela en el año 2000, un siglo después. «Moderna» tecnología de enseñanza convierte los libros en material de audio (presuntamente sustituyendo incluso el rol y la voz del profesor), pero intactos el mobiliario y la organización del aula: alumnos sentados en bancos y mesas, en filas, escuchan de auriculares que cuelgan del techo. Aprendizaje rigurosamente individual.

 

 

Escenario 3: Pedagogías alternativas e innovaciones en la organización escolar

Justamente una de las innovaciones de pedagogías alternativas como la Montessori fue proponer modificaciones en la configuración del aula y en el ambiente de aprendizaje. Esto, como exigencia de la propia pedagogía, de la concepción de la enseñanza y del aprendizaje,del rol atribuido a maestros y a alumnos, de la búsqueda de un aprendizaje sintonizado con la libertad, la independencia, la experiencia, el juego, el aprendizaje autodirigido, en grupo y entre pares.

 

 

Escenario 4: Viejo modelo escolar y pobreza 

La combinación entre viejo modelo escolar y pobreza suele producir engendros. A diferencia de culturas en las que sentarse en el suelo es parte de la cotidianeidad y está naturalizado también en la cultura escolar, aquí el intento por plasmar el aula convencional obliga aconstruir mesas y bancas a partir de lo que se encuentra a mano: troncos, piedras, plásticos, chatarra.

Para el modelo escolar tradicional, estudiar, aprender, implican sentarse y elevarse sobre el suelo. En contextos de gran pobreza puede verse profesores y alumnos tratando de mantener el equilibrio sobre asientos endebles, incómodos, y tratando de escribir sobre mesas destartaladas o bien sobre los muslos.

Escenario 5: La escuela al aire libre

 

Millones de maestros en el mundo conocen un solo modelo escolar. Este es el modelo en el que son formados, el que les muestra el texto escolar, el que propone el currículo. No tienen modelos alternativos en los cuales inspirarse y nadie espera que lo hagan. Por eso, a falta de escuela física esta maestra la edifica a la intemperie, levantando paredes invisibles en medio del verde natural. Coloca la pizarra y se coloca ella misma al frente y sienta a sus alumnos en pupitres escolares, organizándolos por edades. Un aula-escuela multigrado al aire libre, rodeada de montañas.

Escenario 6: Las tecnologías en el aula 

 Los sistemas escolares han acogido sucesivamente diversas tecnologías. En el siglo XX fueron las máquinas de escribir, en el siglo XXI las computadoras. Estas últimas fueron incorporadasentusiastamente al modelo escolar tradicional, en espacios específicos creados para ellas o bien en las aulas, también en filas y con el mismo mobiliario, sin las adecuaciones necesarias en términos de espacio, altura y superficie de las mesas, instalaciones eléctricas, etc.Laptops, netbooks y tablets han sido posteriormente integradas en muchos casos a los mismos pupitres estrechos en los que se despliegan libros y cuadernos, ocasionandoprevisibles y frecuentes caídas y roturas.

Escenario 7: Instalaciones nuevas, vieja pedagogía

La vieja pedagogía acampa también en construcciones nuevas, equipadas con mobiliario vistoso y con modernas tecnologías. Pupitres de plástico en vez de pupitres de madera, pizarras electrónicas en vez de pizarras de tiza, pero la misma organización del aula, el mismo rol docente y la misma pedagogía: enseñanza frontal, aprendizaje individual, «dictar clase», «transmitir conocimientos».

Escenario 8:La vieja escuela fuera de la escuela 

 El modelo escolar tradicional no opera solo en la escuela; se replica a lo largo y ancho del sistema escolar, incluida por supuesto la educación superior. Sigue gozando de buena salud yde buena reputación donde quiera que se hace – o pretende hacer – educación. Está enquistado en la familia. Lo podemos ver en iglesias, auditorios, plazas, cárceles, hospitales, bibliotecas, centros infantiles y de la tercera edad. Se aplica a todas las edades y para todo propósito en charlas, conferencias, paneles, mesas redondas, consultas, rendiciones de cuentas, talleres, sermones, mítines. La escenografía escolar puede no estar presente, pero la coreografía es inconfundible.

Publicado originalmente en http://otra-educacion.blogspot.com/
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EE.UU: Monsanto’s Evil Twin: Disturbing Facts About the Fertilizer Industry

12 DE ABRIL DE 2016 / TRUTH-OUT.ORG/Por: Por Martha Rosenberg y Ronnie Cummins , Organic Consumers Association | Análisis de noticias

Resumen: ¿Qué sabe usted acerca de la industria de los fertilizantes químicos en todo el mundo? Si usted es como la mayoría de la gente, no mucho. Hay un montón de cobertura de la prensa y de sensibilización de los consumidores cuando se trata de alimentos y cultivos genéticamente modificados, y los riesgos ambientales de los plaguicidas y medicamentos para animales, pero de la industria de los fertilizantes, no tanto, a pesar de ser el mayor segmento de la agroindustria corporativa con al menos 175 $ millones de dólares en ventas anuales, y la mayor fuerza destructiva de contaminar el medio ambiente, lo que altera el clima y la salud pública. Aprender los hechos sobre los fertilizantes químicos y las empresas que los producen le dará una razón más para boicotear los alimentos químicos, granjas industriales y elegir los productos orgánicos de origen animal. Según las normas orgánicas establecidas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) se prohíben el uso de fertilizantes químicos, pesticidas, transgénicos, o medicamentos para animales. En esta noticia se plantean cuestiones ambientales y regulatorios inquietantes sobre la transnacional de Monsanto: 1.) es la industria más grande de fertilizantes químicos y agroalimentaria mundial; 2.) Fracking ha alcanzado para los EE.UU. un enorme Productor nitrógeno de fertilizantes; 3.) Koch Industries es un líder de Fertilizantes; 4.) de fertilizantes químicos «Aplicación» es a menudo el autocontrol de la Agencia de Protección Ambiental (EPA); 5.) El nitrógeno de fertilizantes contamina el medio ambiente y el agua potable; 6.) Fertilizantes nitrogenados trabajadores daño y comunidades; 7.) Los fertilizantes químicos destruir la capacidad natural de los suelos para secuestrar el exceso de CO2 atmosférico; 8.) Las emisiones de óxido nitroso de los fertilizantes químicos son una gran contaminante y gases de efecto invernadero persistente. La situación es grave cuando entendemos que dos tercios del suministro de agua potable de Estados Unidos están contaminados con altos niveles de nitratos o nitritos cancerígenos, casi todos de uso excesivo de fertilizantes nitrogenados sintéticos. Algunos pozos públicos tienen nitrógeno a un nivel tan alto que es peligroso e incluso mortal para los niños beban agua del grifo. El fertilizante de nitrógeno es también el mayor contribuyente a las famosas «zonas muertas» en el Golfo de México, la Bahía de Chesapeake, las costas de California y Oregon, y otros 400 lugares en todo el mundo. Dado que se utilizó muy poco de fertilizante de nitrógeno sintético antes de 1950, todos los daños que vemos se produjo hoy en día en los últimos 60 años. Nitratos excesivas de agua, común en las zonas productoras de maíz de los EE.UU. potable, se sabe que causan mortal «bebé azul «síndrome en los bebés, y se han relacionado con el cáncer en adultos. En combinación con los residuos de herbicidas como la atrazina de Syngenta, nitratos se vuelven aún más tóxico , que puede causar daño cerebral y trastornos hormonales.

Artículo original:

There’s plenty of press coverage and consumer awareness when it comes to genetically engineered food and crops, and the environmental hazards of pesticides and animal drugs. But the fertilizer industry? Not so much — even though it’s the largest segment of corporate agribusiness, and a major destructive force in disrupting the climate and damaging public health.

What do you know about the worldwide chemical fertilizer industry? If you’re like most people, not much.

There’s plenty of press coverage and consumer awareness when it comes to genetically engineered food and crops, and the environmental hazards of pesticides and animal drugs. But the fertilizer industry? Not so much — even though it’s the largest segment of corporate agribusiness ($175 billion in annual sales), and a major destructive force in polluting the environment, disrupting the climate, and damaging public health.

Learning the facts about chemical fertilizers and the companies who produce them will give you yet another reason to boycott chemical/GMO/factory farmed foods and choose organic and grassfed animal products instead. Remember, organic standards established by the US Department of Agriculture (USDA) prohibit the use of chemical fertilizers, pesticides, GMOs, or animal drugs.

Here’s a list of underreported facts that raise disturbing environmental and regulatory questions about Monsanto’s Evil Twin — the chemical fertilizer industry. 1.) Chemical Fertilizer Is the Largest Industry in Global Agribusiness According to the ETC group, a watchdog organization that researches the socioeconomic and ecological impacts of industrial agriculture and GMOs, the world’s seven dominant pesticide, GM, and seed companies (including Monsanto, DuPont, Dow, Bayer, and Syngenta) represent a $93 billion market. The global, energy-intensive chemical fertilizer industry is almost twice as large, at $175 billion.

Like most of the other multinational players in Big Food Inc., the fertilizer industry has secretive, vertical or «cartel» like qualities that obscure operations and make regulation difficult. Increasingly, seed and GMO companies, farm equipment producers, pesticide/herbicide makers and crop and soil data producers work in each others’ interest seamlessly and behind the scenes, according to ETC.

As ETC points out: «With combined annual revenue of over $385 billion, these companies call the shots. Who will dominate the industrial food chain? And what does it mean for farmers, food sovereignty and climate chaos?» Industrially mined phosphorus and potash, along with synthetic nitrogen, are major components of the fertilizer industry. Up to 85 percent of the world’s known phosphate rock reserves are located in Morocco. About 70 percent of potash comes from former Soviet states and Canada.    2.) Fracking Has Made the US a Huge Nitrogen Fertilizer Producer In recent years, US production of nitrogen fertilizer has boomed thanks to the falling price of natural gas used in its production. The reason for the cheap gas of course is fracking — the process of extracting gas from rock formations by bombarding them with pressurized water spiked with toxic chemicals. Unfortunately, fracking releases large amounts of climate disrupting methane and toxic chemical laden fracking liquids which can permanently pollute underground aquifers.

That’s bad for the environment — but good for fertilizer companies. Thanks to low natural gas prices, after decades of importing nitrogen fertilizer from the Middle East, the number of US nitrogen fertilizer plants is growing. The three leading domestic producers — Koch Industries, Orascom Construction Industries and CF Industries — are reaping the benefits. Who’s driving demand for all this nitrogen fertilizer? Monsanto.

Between 2005 and 2010, US growers of genetically engineered corn, largely for GMO animal feed and ethanol, increased their nitrogen fertilizer use by one billion pounds. New nitrogen fertilizer plants are being situated close to the corn and soybean growers to feed demand more efficiently. «It is a highly concentrated and oligopolistic-type industry,» says Glen Buckley, a fertilizer industry consultant who spent 30 years working at CF Industries, based in Deerfield, Ill. 3.) Koch Industries Is a Fertilizer Leader In 2010, Koch Industries was named «the world’s third-largest maker and marketer of nitrogen fertilizer,» according to the Wichita Eagle. Koch, which along with Monsanto is one of the most hated corporations in the US, is infamous for its support of extreme right-wing politicians and climate deniers. Koch Industries is part of a large system «of buying, leasing, upgrading and expanding fertilizer manufacturing, trading and distribution facilities worldwide.» It controls over 65 terminals «where it wholesales nitrogen fertilizer to co-ops and grain elevators for sale to farmers, as well as selling to the chemical industry,» reported the Eagle.  Not surprisingly, Koch’s fertilizer unit, called Koch Agronomics, has drawn the ire of environmentalists.  Pollution is «strictly monitored and legally permitted by federal, state and local governments,» Steve Packebush, president of Koch Fertilizer and vice president for nitrogen for Koch Industries told the Eagle. But how strict are those guidelines, really?  4.) Chemical Fertilizer «Enforcement» Is Often Self-Monitoring The Environmental Protection Agency (EPA) acknowledges the severe harm nitrogen fertilizer does to waterways, including to marine life and humans. Yet the agency’s «enforcement» of harmful excessive farm runoff sounds a lot like an honor system.

Asked how National Pollutant Discharge Elimination System (NPDES) permits, which allow farming operations to discharge nitrogen, are «enforced,» the EPA says, «The permit will require the facility to sample its discharges and notify EPA and the state regulatory agency of these results. In addition, the permit will require the facility to notify EPA and the state regulatory agency when the facility determines it is not in compliance with the requirements of a permit. EPA and state regulatory agencies also will send inspectors to companies in order to determine if they are in compliance with the conditions imposed under their permits.» Self-monitoring by private industry is of course a government trend across the board. In the late 1990’s the government rolled out the Hazard Analysis Critical Control Point (HACCP) program which took away the majority of those «pesky» federal meat inspectors’ duties and allowed Big Meat to self-police its own slaughterhouses. Sometimes US meat inspectors were openly defied and laughed at. HACCP was quickly dubbed Have a Cup of Coffee and Pray. Meat inspectors identified greater amounts of feces and contamination in meat soon after the program was instituted. Since then, self-policing by food producers has only been expanded. 5.) Nitrogen Fertilizer Pollutes the Environment and Drinking Water As most people know, nitrogen runoff from non-organic farms and feedlots into waterways causes hypoxic conditions — lack of oxygen — which regularly kill fish in shocking quantities.

Two-thirds of the US drinking water supply is contaminated at high levels with carcinogenic nitrates or nitrites, almost all from excessive use of synthetic nitrogen fertilizer. Some public wells have nitrogen at such a high level that it is dangerous and even deadly for children to drink the tap water.

Nitrogen fertilizer is also the greatest contributor to the infamous «dead zones» in the Gulf of Mexico, the Chesapeake Bay, the coasts of California and Oregon, and 400 other spots around the world. Since very little synthetic nitrogen fertilizer was used before 1950, all of the damage we see today occurred in the last 60 years. Excessive nitrates in drinking water, common in the corn-growing areas of the US, are known to cause deadly «blue baby» syndrome in infants, and have been linked to cancer in adults. In combination with herbicide residues such as Syngenta’s atrazine, nitrates become even more toxic, potentially causing brain damage and hormone disruption.

In some rural areas, fertilizer pollution levels are 10 times beyond so-called «allowable levels,» although golf courses and homeowner fertilizer and pesticide use in urban areas also contribute to the problem. Last fall, the Des Moines Water Works sued three neighboring farming counties over their nitrate discharges but, reported the Associated Press, «the litigation has provoked intense criticism from Iowa’s powerful agricultural industry, which argues that farmers are already taking voluntary measures to control them.» 6.) Nitrogen Fertilizers Harm Workers and Communities Anhydrous ammonia, a nitrogen compound compressed into a clear, colorless liquid for easy application, is extremely dangerous to workers and neighboring communities. It poses explosion and fire hazards as well as respiratory risks.

«It [Anhydrous ammonia] must be stored and handled under high pressure, requiring specially designed and well-maintained equipment,» says the University of Minnesota’s extension site. «In addition, to ensure their safety, workers must be adequately educated about the procedures and personal protective equipment required to safely handle this product.» In 2013, an anhydrous ammonia explosion and fire at the West Fertilizer Company storage near Waco, Texas, killed 15 and injured 160, and caused 150 buildings to be razed. (At the time, Governor Rick Perry was in Chicago recruiting businesses to relocate in Texas, where safety regulations were more lax and would not cut into their profits.) In 2006, railroads asked to be relieved of their common carrier obligation to haul fertilizer products like anhydrous ammonia or to be protected by a liability cap. Accidents like last year’s in South Carolina, where people within a 1.5- mile radius of a derailed train carrying ammonium nitrate and anhydrous ammonium were evacuated, occur regularly. Yet the Fertilizer Institute trade group says «The historically high safety record of anhydrous ammonia transport by rail has been achieved over the years by the fertilizer industry, the railroads and tank car manufacturing and leasing companies working in a close cooperative effort.»

7.) Chemical Fertilizers Destroy the Soils’ Natural Ability to Sequester Excess Atmospheric CO2 According to GMO no-till advocates, adding nitrogen fertilizer to soil, is supposedly «climate friendly» because it allegedly helps crops draw CO2 from the atmosphere and sequester it in the soil as organic carbon. But University of Illinois soil scientists disputed this view in «The Myth of Nitrogen Fertilization for Soil Carbon Sequestration,» a research paper published in the Journal of Environmental Quality:

«…excessive [fertilizer] application rates cut profits and are bad for soils and the environment. The loss of soil carbon has many adverse consequences for productivity, one of which is to decrease water storage. There are also adverse implications for air and water quality, since carbon dioxide will be released into the air, while excessive nitrogen contributes to the nitrate pollution problem.»

Not surprisingly, much of the organic carbon decline the researchers identified occurred in the fertilized soil found in corn belts. The ETC group agrees with the University of Illinois researchers.

There is growing recognition that synthetic fertilizers are a major contributor to climate-destroying greenhouse gases (GHG). The estimated cost of environmental damage from reactive nitrogen emissions is between $70 billion and $320 billion in the European Union alone.»

8.) Nitrous Oxide Emissions From Chemical Fertilizers Are a Major and Persistent Greenhouse Gas Pollutant

Nitrous oxide (N2O) is responsible for approximate 5 percent of all US greenhouse gas emissions from human activities. Nitrous oxide is naturally present in the atmosphere as part of the Earth’s nitrogen cycle, and has a variety of natural sources. However, human activities such as agriculture, fossil fuel combustion, wastewater management, and industrial processes are increasing the amount of N2O in the atmosphere.

The primary cause of N2O contamination of the atmosphere are the nitrogen fertilizers used in industrial (non-organic) agriculture.

Nitrous oxide molecules, in comparison to other greenhouse gases such as CO2 and methane, stay in the atmosphere for a very long time, an average of 114 years. NO2 also has much more potent heat-trapping characteristics. The impact of one pound of N2O on warming the atmosphere is 300 times that of one pound of carbon dioxide.

Although transportation, industry and energy producers are significant and well-recognized GHG polluters, few people understand that the worst US greenhouse gas emitter is «Food Incorporated,» industrial food and farming. Industrial food and farming accounts for a huge portion of US greenhouse gas emissions. EPA’s ridiculously low estimates range from 7 percent to 12 percent, but some climate scientists believe the figure could be as high as 50 percent or more. Industrial food and farming also destroys the natural capacity of plants and soils to sequester atmospheric carbon.

Many climate scientists now admit that they have previously drastically underestimated the dangers of the non-CO2 GHGs, including nitrous oxide, which are responsible (along with methane) for at least 20 percent of global warming.

Nearly all nitrous oxide pollution comes from dumping billions of pounds of synthetic nitrogen fertilizer and sewage sludge on farmland (chemical fertilizers and sludge are banned on organic farms and ranches), mainly to grow animal feed or produce ethanol. Given that about 80 percent of US agriculture is devoted to producing factory-farmed meat, dairy and animal feed, reducing agriculture GHGs means eliminating the over-production and over-consumption of factory-farmed meat and animal products.

The most climate-damaging greenhouse gas poison used by industrial farmers is synthetic nitrogen fertilizer. Pesticide manufacture and use are also serious problems, which generate their own large share of GHGs during manufacture and use (more than 25 billion pounds per year). But, about six times more chemical fertilizer is used than toxic pesticides on US farms.

German chemical corporations developed the industrial processes for the two most widely used forms of synthetic nitrogen in the early 1900s. But until World War II, US use of synthetic nitrogen as a fertilizer was limited to about 5 percent of the total nitrogen applied. Up until that time most nitrogen inputs came from animal manures, composts and fertilizer (cover) crops, just as it does on organic farms today.

During the Second World War, all of the European powers and the US greatly expanded their facilities for producing nitrogen for bombs, ammunition and fertilizer for the war effort. Since then, both the use of nitrogen fertilizer and bomb-making capacity have soared. By the 1990s, more than 90 percent of nitrogen fertilizer used in the US was synthetic.

According to the USDA, the average US nitrogen fertilizer use per year from 1998 to 2007 was 24 billion 661 million pounds. To produce that nitrogen, the manufacturers released at least 6.7 pounds of GHG for every pound produced. That’s 165 billion, 228 million pounds of GHGs spewed into the atmosphere every year, just for the manufacture of synthetic nitrogen fertilizer. Most of those emissions are nitrous oxide, the most damaging emissions of US agriculture.

Regenerative Organic Farming and Ranching Can Drastically Reduce GHG Emissions

The currently catastrophic, but largely unrecognized, greenhouse gas damage from chemical farms and industrial food production and distribution must be reversed. This will require wholesale changes in farming practices, government subsidies, food processing and handling. It will require the conversion of millions of chemical farms, feedlots and CAFOs (concentrated animal feeding operations) to organic production. It will require the establishment of millions of urban backyard and community gardens.   If we carried out a full environmental impact statement on industrial and factory farming synthetic nitrogen fertilizer use, we would never give these practices a permit for agricultural use. Ironically, although factory farming is responsible for more GHGs than any other US industry, it will not be regulated under proposed EPA regulations designed to limit GHGs, unless citizens demand it. We must demand that methane pollution from factory farms and synthetic nitrogen fertilizer pollution on chemical farms be highly taxed and regulated in the short term, and phased out, as soon as possible. We must substitute instead cover crops, compost and compost tea, as currently utilized in organic farming and ranching.

In the meantime, consumers should boycott all foods and products emanating from Monsanto and its Evil Twin: the chemical fertilizer industry.

Fuente: http://www.truth-out.org/news/item/35575-monsanto-s-evil-twin-disturbing-facts-about-the-fertilizer-industry

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Ciencia facción

ALAI/8 de abril de 2016/Por: Luis Casado

¿El nombre de H.G. Wells te dice algo? Wells, escritor inglés, es el autor de obras como “La Máquina del Tiempo” y “El Hombre Invisible”, célebres novelas clasificadas en el género de la ciencia ficción.

En “El Hombre Invisible”, un médico un pelín fallo al caldo estudia cómo cambiar el índice refractivo de una persona para que coincida exactamente con el del aire. Lográndolo su cuerpo no absorberá ni reflejará la luz, y se hará invisible al ojo humano. Es la cualidad del aire que conocemos como “transparencia”, también llamada translucidez. La transparencia se cuantifica como transmitancia, porcentaje de intensidad lumínica que atraviesa una muestra. Para medirla se utiliza un colorímetro o un espectrofotómetro. A 100% de transmitancia no ves nada: hay “transparencia”.

H.G. Wells tenía claro, en 1897, que ser “transparente” permite pasar piola. De ahí que su personaje, el Dr. Griffin, aproveche su invisibilidad para robar, enriquecerse y dominar, sin detenerse ante la violencia y el engaño.

Los “expertos”, que cada día nos venden la pomada de la libre competencia, son los vicarios de la “transparencia”. Visto lo que precede comienzas a comprender porqué.

Hace unos días, la televisión francesa, que en la materia es tan sopas tontas como la chilena, proclamó urbi et orbi el ranking de la transparencia en el mundo, citando, desde luego, al Vaticano auto-designado, al metro patrón, al sistema de referencia inercial en el que se verifica la invariancia de Galileo, al nec plus ultra de la translucidez, tengo el placer, el honor y la ventaja de presentarte a Transparencia Internacional.

En Francia, el uso inmoderado de los cilicios y otros adminículos destinados a la mortificación, el tormento, el suplicio y la penitencia, es deporte nacional. El pueblo francés tiene que comprender que sus “privilegios” –la seguridad social, el sistema de previsión por repartición, la educación pública, laica y gratuita, los transportes públicos, el sistema de sanidad pública y hasta el empleo– son injustificables e inmerecidos, y contribuyen poderosamente a la pérdida de “competitividad en los mercados internacionales”, arrastrando a Francia a su pérdida y a una decadencia definitiva.

De ahí que con un entusiasmo delirante, el charlatán de la TV arrojase a la cara de la ciudadanía, como un escupitajo condenatorio, el ranking de Transparencia Internacional, en el cual, horror de horrores Francia está en el mismo nivel de corrupción que… Chile. Como lo lees. ¡El país cuyo capítulo de Transparencia Internacional era presidido por un malandrín que traficaba en Panamá!

El informe no tiene pierde: en él “corrupción” y “transparencia” son antónimos. Cuando te digo que emporcando el idioma logran ocultar la realidad, no exagero.

Islandia y Gran Bretaña, cuyos primeros ministros poseen cuentas off-shore en Panamá, están muy por arriba, son muy “transparentes”. Suiza, cuyos bancos han sido condenados y multados por blanqueo de capitales, organización industrial de fraude al fisco y ocultamiento de los latrocinios de cuanto dictador hay en el mundo, también está entre los países más “transparentes”.

Cerquita de Suiza, Islandia y Gran Bretaña está Luxemburgo, otro paraíso fiscal, que ostenta el honor de haber tenido un ministro de finanzas y luego primer ministro, que durante 30 años consagró lo mejor de su tiempo a estafar a los países del primer mundo.

Monsieur Jean-Claude Juncker, así se llama ese forajido, blanqueó el dinero de 340 multinacionales, de las cuales 58 francesas. Cada año Jean-Claude Juncker le hizo perder al fisco francés la módica suma de 100 mil millones de euros. Multiplica por 30 y dime cuanto hace el total.

¿Qué hace ahora Jean-Claude Juncker? Preside la Unión Europea, la transparencia hecha continente.

Nótese que el Banco Mundial, una de las instituciones más inútiles que haya inventado la estulticia humana, ofrece a su vez otro ranking, llamado “Índice de facilidad para los negocios” o Doing Business. Ese índice premia o castiga a 189 países según dispongan de la reglamentación más favorable a las empresas. Los países mejor calificados son aquellos en los que las empresas encuentran la pensión Soto.

No te sorprenderá que el número uno sea Singapur, un paraíso fiscal, y los dos últimos Libia y Eritrea, países que occidente bombardea un día sí y el otro también. El drama de los migrantes, ¿te dice algo?

Sin embargo, como queda dicho, el mercado exige “transparencia”, tiene horror de los “privilegios” de que gozan los atorrantes, detesta la legislación laboral y se caga en los sindicatos que perturban la libre competencia. De modo que en Francia no nos queda más que avergonzarnos de figurar en las profundidades de las clasificaciones que, gracias a su ciencia infusa, nos ofrecen generosamente Transparencia Internacional y el Banco Mundial.

Por alguna razón, no puedo olvidar cómo terminó el hombre invisible en la novela de H.G. Wells. Después de robar y agredir, después de soñar con enriquecerse y dominar el mundo gracias a su “transparencia”, los lugareños logran atraparle y lo linchan.

No faltará quien diga que el populacho es violento e imprevisible. Por eso es buena la democracia protegida, ese esperpento inventado por quienes se dedicaron, y se dedican, a la ciencia facción.

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/176620

 

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EPISTEMOLOGIA DESDE LA INTEGRACION CULTURAL LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA

epistemologia

Julio C Valdez/ Venezuela

Intentaremos establecer un perfil mínimo de la integración latinoamericana y del Caribe, enfatizando en lo cultural. Luego, apoyándonos en el camino antes recorrido, propondremos algunos lineamientos de la epistemología de la integración.

Lo primero que tenemos que decir es que eso que se llama “integración cultural” es algo bastante complejo y diverso, y de seguro significa distintas cosas para distintas personas. En ella se encuentra y se confrontan memoria ancestrales de los pueblos con el pensamiento secular del mundo moderno, y formas culturales locales, específicas, con los arrolladores procesos de la mundialización. No obstante, y sin pretender exponer acá un concepto acabado, existen algunos elementos definitorios que pueden fundamentar un constructo de integración cultural. Proponemos los siguientes:

a) Es posible hablar actualmente de un cambio radical en el polo de referencia desde donde se miran los procesos de integración cultural latinoamericana y caribeña. Desde la visión donde la cultura es un mero recurso para el logro de las metas económicas en la región, hasta los nuevos enfoques donde lo cultural, pasando por el desarrollo de una plena ciudadanía, es el eje articulador e integrador. Ello incluye el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, la consolidación de la convivencia pacífica, la creación de un espacio cultural común dentro de la diversidad que nos es propia, el crecimiento de la autonomía en las diferencias y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestros países, particularmente de los que viven en situaciones de pobreza, desempleo y exclusión (Declaración de Cartagena de Indias, 2004).

b) Si antes la integración se pensaba desde los organismos internacionales que son sujetos económicos por excelencia (como el BID y el Banco Mundial), en el entendido de que el progreso económico traería a la larga el bienestar para todos, hoy día la integración comienza a pensarse desde la propia América Latina y el Caribe, desde las personas concretas en situaciones históricas, sociales y culturales definibles.

c) Anteriormente, se suponía que la apertura absoluta de los mercados generaría núcleos crecientes de progreso que a la larga terminarían permeando toda la sociedad; hoy día, la integración se concibe como un proceso multidimensional, que se sustenta en el fortalecimiento de los regímenes democráticos, en el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas, en el fomento de la paz y el empleo de la negociación para la resolución de conflictos (Alba, 2005). En otras palabras, se trata de la constitución de sociedades democráticas, estables y activas, lo cual pasa necesariamente por la constitución de ciudadanías, por la vitalización de los derechos a oportunidades productivas y al desarrollo (Kliksberg, 2001).

d) Si en otro tiempo, los enfoques macroeconómicos (visión global de los conjuntos de factores económicos, atención al producto interno bruto y a la balanza comercial), eran empleados de manera privilegiada para evaluar el grado de desarrollo de una sociedad, hoy día (sin dejar de lado lo macroeconómico) es vital ocuparse de factores tales como el índice de desarrollo humano, el desarrollo endógeno, el desarrollo del concepto de “economías más pequeñas” (Alba, 2005), en fin, el impacto en la calidad de vida como un concepto multidimensional.

Si la concepción predominante ha sido la libertad absoluta de los mercados al capital internacional, minimizando el rol de los estados, ahora se retoma la importancia de estos, su rol activo en el establecimiento de equilibrios y en la promoción y coordinación de iniciativas y proyectos destinados al mejoramiento de los niveles de vida de la población en toda su diversidad y alcance.

Propuesta epistemológica
Para esbozar la propuesta, a continuación expondremos los puntos de la integración antes presentados, y sus implicaciones para el abordaje epistemológico de la realidad latinoamericana y caribeña.

1. Si pensamos la cultura como el eje articulador en los procesos de integración, entendiendo que nuestra región es multicultural y polisémica, entonces tenemos que abrirnos a la diversidad y pluralidad de enfoques para estudiar y actuar en esa realidad. Ello implica la apertura a la creatividad, en la generación y el uso de marcos de referencia tentativos, que de ser preciso podrán ser modificados en el camino. Hablar de multiculturalidad es hablar de intercambio entre iguales, de diálogo de saberes, de escudriñar el mundo desde la relación con el otro, desde la intersubjetividad.

2. Si hablamos de la integración como un proceso en construcción, donde hemos de articular la realidad actual (opresión, injusticia y luchas reivindicativas) con la construcción de nuevos espacios sociales (utopías creadoras), tal vez debamos ver el conocimiento también como un proceso que se transforma permanentemente (de lo mediato al porvenir), por lo cual ha de incorporar un sentido histórico (utópico, si se quiere), y que requiere para sí la búsqueda de consensos y articulaciones cada vez más globales.

3. Si hablar de integración es referirse a grandes políticas y lineamientos estratégicos que han de surgir desde las vivencias específicas, es decir, el mundo cotidiano de las personas en toda su plenitud, entonces conviene detenerse a pensar la relación del conocimiento y la vida. La vida, por supuesto, incluye el conocimiento, y el conocimiento se debe a la vida. Más, ese aspecto vital que es el conocimiento tiene un papel importante en el hecho de nombrar, de construir el sentido, y orientar esa vida. Por supuesto, que el conocimiento debe estar profundamente articulado con otros aspectos de la vida, que interactúan con él en esa creación de sentido: las valoraciones, las creencias, las emociones y sentimientos, etc. En este sentido, conviene superar la concepción estrechamente racionalista del conocimiento y ampliar sus fronteras (Zemelman, 1989), incluyendo lo espiritual, lo sagrado, lo subjetivo, las memorias ancestrales, el arte, en fin, lo “irracional”, en una dimensión mayor del conocimiento.

Tenemos, pues, una apuesta epistemológica que supone:
a) Realidades complejas, entrelazadas, actualmente cargadas de injusticias y opresiones, pero en transformación permanente, comprometidas con la búsqueda de la justicia, la libertad, la solidaridad, las relaciones horizontales y simétricas.

b) Sujetos de conocimiento diversos, plurales, multigeográficos, polisémicos, históricos, involucrados con lo espiritual, lo sagrado, el arte, comprometido con sus situaciones actuales y prefiguradores de nuevos estadios sociales.

c) Acciones de conocer que, de acuerdo con lo anterior, se abran a la creatividad, a la pluralidad de enfoques y procedimientos, a explorar lo intersubjetivo, lo “irracional”, con el fin de establecer sentido a las vivencias personales, colectivas y regionales y orientar, por ende, las prácticas específicas.

d) Una búsqueda generalizada, a diversos niveles y escalas, de acuerdos y consensos, interpersonales, locales, regionales, que propendan a la construcción de un proyecto histórico colectivo, no absoluto, que constituya una base para la construcción del devenir social.

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¡Y Virginia Wolf se fundió con el agua! Una reflexión literaria sobre el empoderamiento de la mujer

Kaosenlared/13 de abril de 2016/Por: Iñaki Urdanibia

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Era el 28 de marzo de 1941 cuando la escritora penetró en las aguas del río hasta desaparecer en ellas, en la orilla quedó la verticalidad de su bastón como testigo mudo de su muerte. No podía soportar la existencia, y aun viniendo de lejos tal sentimiento, en los últimos tiempos las voces no le dejaban vivir, atormentaban a la atormentada mujer. Si decía la escritora que « las cosas nos expresan », el bastón en su verticalidad daba muestra del lugar en el que Virginia dejó su vida, al tiempo que simbolizaba también la resistencia frente a la locura en la que el mundo se veía envuelto,…soportando –como lo señalaba Leonard, el marido de la escritora- « como símbolo de una humanidad que, a pesar de todas sus dudas, superando su desgana, su asco, había decidido no ceder, no abdicar, resistir…».

Los últimos días de la gran escritora londinense fueron días difíciles, dolorosos, días de profunda depresión por los continuos bombardeos que caían sobre el sur de Inglaterra, y por la desesperante trayectoria que tomaba su enfermedad mental, y la enfermedad del mundo. Estos últimos días se desarrollaron en unos parajes idílicos, en Rodmell, pueblecito situado junto al río Ouse, en Sussex. Alí el matrimonio trataba de alejarse del mundo, sustraerse al sangriento ajetreo que sacude la vieja Europa. Los días que precedieron al 28 de marzo de 1941-fecha de la muerte de la escritora.- están plenos de temor, de reflexiones sobre el presente , el pasado y el incierto futuro. El domicilio respiraba inquietud, los dueños preocupados por la enfermedad de Virginia, del futuro de la guerra, de la increíble pasividad de Dios que nada hace para parar el aplastante avance del mal. El pensamiento en una muerte digna ocupa a la pareja que preparaba sus respectivas dosis de cianuro, para llegado el momento…El marido pensando en su condición de judío, cosa que hasta entonces no le había preocupado en absoluto, se dedicaba a leer la Biblia, tarea a la que nunca había dedicado ni un minuto de su vida. La mujer aguantaba su derrumbe como podía. El médico mostraba su pesimismo con respecto al futuro de la mente de Virginia, y la criada Louie, se desesperaba al ver la vida de la pareja: el marido en su despacho oyendo las noticias de la radio, la escritora en su cabaña, « en perpetua charla consigo misma», …y Louie ahogando su tristeza en coñac ( no me resisto a recomendar un librito, « El bastón de Virginia», editado en 2000, por Circe Ediciones, que recoge aquellos días de manera polifónica).

El cuerpo sería encontrado tres semanas después. También se encontraron dos notas: una dirigida a su hermana Vanesa y la otra a su marido Leonard Wolf. En esta se podía leer : « estoy segura de estar volviéndome loca otra vez. Siento que ya no podemos atravesar otros de estos horribles periodos. Y creo que esta vez ya no tengo cura. Empiezo a oír voces, y ya no puedo concentrarme. Así que voy a hacer lo que me parece mejor». Se fundió con el agua, tan presente en su obra, y las olas marcaron el ritmo de su desaparición. « ¡Muerte! Las olas rompían en la playa ». Allí se acabó aquella vida que había sido una continua búsqueda de un rostro propio, de una voz, de una mirada, de un tono…permanente mudanza en pos de u espacio propio, de una habitación propia.

El espejo de una vida

Se apagó la vida de Adeline Virginia Stephen que había nacido, , en el seno de una familia acomodada de clase media, el 25 de enero de 1882. De su madre, Julia Duckworth, heredó el talante artístico y la preocupación por los demás, especialmente por los más desfavorecidos. De su padre, Leslie Stephen, sus posturas atrevidas en lo que hace a las costumbres sociales y el gusto por los asuntos intelectuales. Niña sensible donde las hubiese, Virginia al igual que su hermana Vanesa recibió una educación doméstica, sólo los varones iban a estudiar a centros universitarios, como ella lo explica con afilada pluma en su Habitación propia ( « si, por desgracia, no se tiene una formación universitaria…», se quejaría) ( * ) . La surtida biblioteca del domicilio familiar, en Hyde Park Gate, y los sabios consejos paternos le iban a servir para curtirse en los terrenos del saber .Cuando contaba con la edad de trece años muere su madre, « su muerte fue el mayor desastre que podía ocurrir» dirá en Momentos de vida. Aquel verano de 1895, tendría su primera crisis ( « y también mí se levanta la ola. Se hincha; arquea el lomo. Una vez más soy consciente de un deseo, nuevo, de algo que se levanta en mí como el caballo cuyo jinete hinca espuelas para después tirar de las riendas», se lee en Las olas ). Ya periódicamente, a lo largo de su vida, le volverían a visitar esas olas de la conciencia, las innúmeras voces, los pájaros cantando en griego…y le ocuparían mucho tiempo en su reflexión. Se puede leer en sus Diarios: « creo que estas enfermedades so en mi caso-¿cómo puedo expresarlo?- en parte místicas. Algo ocurre en mi mente . Se niega seguir registrando impresiones. Se encierra en sí misma se convierte en crisálida, a menudo con un agudo dolor físico. Luego de pronto se dispara un resorte». De crisis maníaco-depresivas, con verbo menos poético, habla algunos especialistas.

La casa, debido a la ausencia materna, queda en manos de su hermanastra Stella-que jugará el papel materno- y de un padre enfurecido y que se comporta de manera un tanto autoritaria. Esa es la impresión que Virginia guarda de su, por otra parte, admirado padre. De aquellos años recordará más tarde la escritora, datan también lo abusos a los que le sometía su hermanastro George. Dos años después muere Stella y cinco después su padre. ¡ Qué cúmulo de muertes! Como dirá en su conmovedor relato , Condolencia, : « ¿Cómo lo ha cambiado todo la muerte! Como en un eclipse de sol, los colores se esfuman…Ha sido la muerte , la muerte acecha tras las hojas y las casas y el humo que asciende tembloroso, y lo sosiega…y he visto al hombre con la guadaña mirando por encima del seto a nuestro paso ». El año de la muerte de su padre, el mismo en el que se traslada junto a sus hermanos Vanesa, Thoby y Adrián, al 46 de Gordon Square, en el barrio más popular de Bloomsbury, sufre nuestra protagonista su segunda crisis que le viene a durar prácticamente todo el año, 1904. Allí, en el nuevo domicilio, comenzaron las tertulias sin fin, las libres palabras sobre cualquier tema, que dio origen al llamado «Bloomsbury Group». Años más tarde, confesaría Virginia a su sobrino, y biógrafo, Quentin Bell: « no éramos más que seres alocados, extravagantes, ingenuos, toscos, excéntricos e industriosos por encima de las palabras ». Por allá andaban célebres filósofos, economistas, escritores, pintores, y entre ellos el que luego sería marido de Virginia, Leonard Wolf. Más que cualquier tipo de doctrina, fueron los valores de la libertad más absoluta los que dejaron su perenne impronta en la futura escritora. Aquellas veladas refuerzan más si cabe, el complot contra el mundo dominado por hombres, y por estúpidos valores, que Virginia había sellado hacia ya años con su hermana Vanesa; relación estrechísima que haría que Virginia preguntase a ésta : « ¿ Tú crees que tenemos el mismo par de ojos y sólo gafas distintas ¿ o que le llevase a decir en otro lugar, Flush … existía un parecido entre las dos. Al mirarse la una a la otra decían: “¡ soy yo!” , pero cada una se decía, “¡ qué distinta!…” Separadas en dos mitades, pero hechas con el mismo molde, ¿ sería acaso, que cada una plasmaba lo que estaba latente en la otra? ».

Precisamente u viaje con su hermana a Grecia, donde se contraría con sus os hermanos, tiene como desgraciado resultado la muerte del hermano pequeño debido a unas fiebres tifoideas. ¡ Otra muerte! Al año siguiente se casa su hermana y Virginia se muda co su hermano Adrián a otro domicilio londinense, se cansan de este domicilio y se trasladan a otro que comparten con Duncan Grant, Maynard Keynes y Leonard Wolf. Al año siguiente, el 10 de agosto de 1912, se casan Virginia y Leonard. Crisis postmatrimonial, justo al cumplirse un año del enlace, que le lleva a consumar una tentativa de suicidio. La pareja se traslada a otra casa y compran una imprenta ( Hogarth House) que serviría para publicar los escritos de Virginia, y también algunos de Freud – refugiado en Londres- , y de sus amigos Catherine Mansfiled , E.M. Forster y T.S.Eliot.

Viajes, intensa vida social, amistades ( elevada a ivel de verdadera leyenda la que mantuvo con la aristócrata Vita Sackville-West), conferencias, trabajo editorial, y participación en diversas luchas feministas ( feministas, pacifistas y laboristas). La enfermedad le visita con frecuencia. Sufre con la guerra de España ( en la que se le muere un sobrino) y con el estallido de la segunda guerra mundial. Se van de Londres por temor a los bombardeos, y teme también por la condición de judío de Leonard. El mundo se hunde ( « zarandeados entre la esperanza y la desesperanza, la guerra y la paz, la locura y la cordura…» que decía Leonard a un amigo) y parece que Virginia se hundía con él…Sus libros no lo hicieron entonces, ni lo harán..son inmortales: Fin de viaje, El cuarto de Jacob, La señora Dalloway, Alfaro, Orlando, Una habitación propia, Las olas, Tres guineas…Siempre con los temas perennes de la salud y la enfermedad mental, lugar de la mujer en la sociedad, de la relación de las mujeres con la escritura, la sociedad patriarcal , la vida y la muerte, y muy en concreto el suicidio .

Escritura sin rostro

A Virginia Wolf se le ha solido relacionar con el filósofo francés Henri Bergson ( 1859-1941) en el hincapié que ambos hacen en las cuestiones relacionadas con el tiempo, la memoria, los recuerdos. Se preguntaba el pensador de la durée : « ¿ qué somos nosotros, qué es nuestro carácter sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros, disposiciones prenatales? ». Los recuerdos privilegiados- la memoria es sin duda selectiva- van dejando su poso en las personas que los arrastran a lo largo de su existencia…ahí residirá la materia prima de la escritura. « Es un error creer que la literatura pueda producirse a partir de la materia en bruto…es preciso extraerla de la vida », decía Virginia Wolf y convertía de se modo a la novela en algo así « como una visión de la vida en un espejo, aunque, naturalmente , con innumerables simplificaciones y deformaciones ».

Mas la singularidad de una vida está conformada por la multiplicidad de relaciones, por una multiplicidad de voces que Virginia- por medio de su escritura líquida- convierte en un rumor de voces que combina los silencios con la aceleración de sentimientos, con las reflexiones entrecortadas y entrecruzadas de los distintos persones que en su escritura se dan cita. Son sujetos sin rostro, quebrados, que son desnudados en sus flujos de conciencia ( stream of consciousness ), y que dejando ver por momentos sus actos oscuros-tan reseñables para Virginia Wolf- que los grandes hechos de los que habitualmente se nutre la historia. Es esta fragmentación, el fluir de repetitivas y desiguales olas de conciencia, unidos a las alusiones al carácter no trasparente y comunicativo del lenguaje lo que ha hecho que se emparente el nombre de la escritora con el de Foucault, o con el de la corriente denominada postmoderna. « Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito ».

Muy ligado a lo anterior, salta a la vista en la prosa woolfiana su afán por adoptar una mirada distinta, por « buscar una frase femenina, una frase psicológicamente femenina». Como se harta de repetir la escritura sobre las mujeres siempre la han hecho los hombres-quienes necesitan a éstas para que se comporten como « espejos dotados del mágico y delicioso poder de reflejar una silueta del hombre de tamaño doble del natural»-, es hora ya de que las mujeres se retraten por ellas mismas. Su búsqueda se centró en hallar esa diferencia de visión, esa mirada diferente, que harían que las mujeres esquivasen los consolidados discursos masculinos para explorar pagos hasta entonces inexplorados y vetados al sexo femenino ( condenado a no escribir o a hacerlo en la sala de estar, en medio de los ruidos, de los niños, las tareas domésticas…). Devenir-femme – que diría Gilles Deleuze- fue el intento inagotable de la escritora de Al faro, tratando de abrir ventanas al discurso de la alteridad, como otro del discurso dominante. « Soy mujer…cuando escribo », decía con orgullo.

Y con ese equipaje explorará las cuevas de la conciencia, trazará mapas de los múltiples estados mentales. Como espectadora privilegiada da cuenta de la familia victoriana ( los escritores no surgen de la nada, sino que son herederos de sus épocas), de la visión del mundo desde el enfrentamiento entre cordura y locura, de la constitución del artista…y se compromete contra la guerra, en pro del feminismo y la justicia sin recurrir al panfleto sino incrustándolos en un registro lírico. Marcando el ritmo…el tic-tac de los relojes, la intermitencia de los faros, y el vaivén de las « viejas olas que han estado rompiendo exactamente así durante estos miles de años ».

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( * ) Artículo que escribí con ocasión del 75 aniversario de la publicación de « Una habitación propia», que fue publicado en el diario GARA.

Una hermana para Shakespeare

En 1926, Virginia Woolf es invitada a impartir unas conferencias en Cambridge en un ciclo sobre Mujeres y literatura, el público asistente, en su mayor parte femenino, se entusiasmó con las posturas que expuso la escritora. Tres años después, en 1929, relevante fecha de la primera crisis del capitalismo industrial, a principios de año, mientras enferma pasa tres semanas en cama-según cuenta en el segundo volumen de sus diarios íntimos– madura la idea de convertir en libro las conferencias antes nombradas, extendiéndose así de un modo que en su participación oral no había podido hacerlo por las restricciones de tiempo. Varias veces a lo largo de dicho año podrá observarse en sus nombrados diarios su preocupación por tal texto, por las posibles correcciones a introducir, y posteriormente, tras su otoñal publicación, bajo el título de Una habitación propia( A Room of One´s Own ), el enorme éxito de ventas.

La respuesta que daba a la cuestión planteada acerca de la relación de las mujeres con la literatura, la respuesta de ella fue plenamente materialista y en vez de derivar hacia concepciones esencialistas que estableciesen alguna forma de particularidad propia de la escritura femenina- sin dejar, no obstante, de reivindicar el derecho a la diferencia, y también la deseable complementariedad, «es funesto ser un hombre o una mujer a secas; uno debe ser “mujer con algo de hombre” u “hombre con algo de mujer”. Debe consumarse una boda entre elementos opuestos », para añadir unas páginas después que «a menudo me gustan las mujeres. Me gusta su anticonvencionalismo»-, propondrá que la condición sine qua non para que las mujeres puedan escribir es tener «dinero y una habitación propia », además de libros también propios y una cerradura en la puerta de dicho cuatro propio. La aparente simpleza de la respuesta, va a ser, en cierto sentido, un grito de alerta y de radicalidad contra la situación a que se ha visto reducida la mujer a lo largo de la historia, contra la dependencia económica a la que se las ha sometido, a la carencia de habitación, hacendosas ellas en la sala de estar a disposición de la casa y sus habitantes, y sin libros propios patrimonio exclusivo de los varones de la casa. Ad maiorem gloriam homini-apropiando el lema jesuítico para la ocasión-, tal ha sido el rol que ha debido jugar la mujer como «espejo al hombre durante siglos, poseen el poder mágico y delicioso de reflejar una imagen del hombre de tamaño natural, dos veces y media más grande>>. Desde aquella afirmación aristotélica que hablaba de las mujeres como hombres incompletos(en su Política se lee: «un ser degradado o por debajo de la humanidad »),las mujeres se han visto marginadas de los asuntos importantes, para ser convertidas en floreros o sirvientas, o a lo más en dominadoras de la vida de los reyes pero únicamente en la ficción, ya que en la práctica…recluidas y la pata quebrada. La obra woolfiana de la que ahora se cumplen setenta y cinco años desde su publicación, es un repaso que abarca desde el siglo XV hasta los tiempos en que se escribe para denunciar la dependencia femenina con respecto a los varones, y subrayar el recurso por parte de las mujeres que escribían a utilizar pseudónimos masculinos para evitar que se conociese su identidad; ellas tenían prohibido el acceso a las aulas universitarias, a las librerías, y en consecuencia las más curiosas o interesadas por el aprendizaje habían de recurrir a apropiarse de los libros y los apuntes de sus hermanos del género masculino para poder acceder a estos pagos intelectuales que les estaban vedados.

El libro, téngase en cuenta la época en la que fue escrito, se convirtió en avanzadilla, y hasta en texto de obligada lectura para cualquiera que defienda los derechos de la mujer a disfrutar de la libertad y la igualdad con respecto a sus compañeros, y a veces dominadores infames como la misma autora lo denunciará años después en su novela Tres guineas(1938) al comparar el comportamiento de los nazis con ciertos hombres que parecen completamente dispuestos a conservar el privilegio de ser los únicos «dueños del mundo ». Pues bien, en el libro que recordamos Virginia Woolf recurre a la ficción como mecanismo para penetrar con eficacia por algunos lares ya transitados por distintas disciplinas académicas y por ciertos textos de ensayo, rompiendo con el recurso citado los estrictos lindes de las disciplinas, y abarcando así el quid de la cuestión muchas veces escamoteado por los cómplices silencios o por los discursos gastados. ¿Cómo explicar la «ausencia» persistente de las mujeres a lo largo de la historia? ¿Cómo es posible que haya habido tan pocas mujeres escritoras?…la autora de Orlando (1928)-precedente de las posturas del libro del que hablamos, en la medida que ese ser viaja a través de los siglos, encarnado en hombre o en mujer dependiendo los siglos por los que pasa, y tendiendo a la superación de los antagonismos de los sexos-, la autora digo, pasando por encima-o de lado- de las distintas disciplinas(antropología, historia, psicología, literatura, sociología…) va y le da una hermana al gran escritor inglés, Shakespeare, la bautiza con el nombre de Judith y la dota de un enorme y «maravilloso ingenio » y señala el camino que ésta habría de seguir: aprovecharse de los libros que poseía su hermano, y a cierta edad se vería obligada a huir de su domicilio familiar ya que allí le querían organizar una boda, y deseando hacer teatro vería negado su deseo ya que los papeles femeninos eran representados por hombres jóvenes, etc. ¡Amargura, tristeza, melancolía…!

El grito woolfiano se alza con furia contra todos los límites y cortapisas que hacen que la mujer no pueda desarrollar sus potencialidades en todos los terrenos-incluidos obviamente los creativos-por la eterna dependencia económica, simbólica, espacial… y las coartadas hasta supuestamente científicas acerca de «la inferioridad intelectual , moral y física del sexo femenino», defendidas según señala la escritora en su libro por un tal profesor von X(que no era otro que su amigo Freud)…aspectos todos ellos que, a pesar del tiempo transcurrido , siguen estando vigentes( en estos tiempos de floreros, velos, mutilaciones , infanticidios, mujeres quemadas por sus maridos, golpeadas, y muertas) lo que hace que el libro siga teniendo una extraordinaria vitalidad, debido tanto al tema abordado como a la sagacidad y originalidad con que se hace.

Fuente de artículo: http://kaosenlared.net/y-virginia-wolf-se-fundio-con-el-agua/

Fuente de la imagen:

https://www.google.com/search?q=Virginia+Woolf&espv=2&biw=1366&bih=623&site=webhp&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwia8c65mYzMAhUG0iYKHTA3C1AQ_AUIBigB#tbm=isch&q=virginia+woolf+frases&imgrc=1wGSfJhLtQBpNM%3A

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