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Percepción Docente y Convención Colectiva

 Percepción Docente y Convención Colectiva

Con una inflación de 180,9% reflejada al cierre del año 2015  por el Banco Central de Venezuela, los docentes del Ministerio del Poder Popular para la Educación aún siguen sin la firma de la nueva contratación colectiva, pese que ésta se venció en octubre del año pasado. Hoy día, la tabla salarial   de un docente IV -la más alta del escalafón- con mínimo 11 años de servicio y que trabaje 36 horas percibe un sueldo de 12.076,40 bolívares.

Ante una situación de decremento del poder adquisitivo, donde existe una microeconomía en poder de la especulación de espalda a la posibilidad de hacer colas para obtener los diferentes productos, urge que el gobierno y los sindicatos que representa a un millón de profesionales venezolanos realmente unan sus esfuerzos para mejorar la calidad de vida de quienes a diario se entregan en una labor por un mejor país. No existe una nación que se desarrolle sin la transversalidad del sistema educativo, en todos sus niveles y modalidades.

El docente, es la prioridad profesional, es quien forma a ciudadanos y ciudadanas cónsonos con un Proyecto Bolivariano de país. Nunca se logrará entender por qué otros profesionales perciben mayores beneficios que un docente, pese que son esos mismos profesionales quienes exigen que sus hijos tengan una formación de calidad, en las mejores escuelas y con los mejores maestros y maestras. Hacia dónde debe apuntar las reflexiones. Hacia un criterio de valoración, que  lejos de apartarnos en lucha por una neo-sociedad, libre de dominación mercantilista, se  asuma que ser maestro implica más que un consumo, es  la producción de prácticas sociales que se conjuguen con la armonía de desarrollo horizontal de lo educativo-societal-económico-político como conjunto de directrices, orientaciones, criterios y lineamientos conducentes a la preservación y elevación del bienestar común, procurando que los beneficios del desarrollo alcancen a todas las capas de la sociedad con la mayor equidad.

Por: Rose Mary Hernández Román y Jesús Contreras

Docentes de la Universidad «Rómulo Gallegos»-Venezuela

Fuente de la imagen: http://prensa.ula.ve/sites/default/files/stories/2013/01/Nueva-Convenci%C3%B3n.jpg

 

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Pedagogía de la Intuición

Pedagogía de la Intuición

Venezuela/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

Ser intuitivo significa dejarse llevar por nuestro yo interior que a fin de cuentas maneja más información que nuestro yo consciente. Si comprendemos y asumimos que ese yo consciente heredado de la tradición occidental, sólo es la punta del iceberg, entenderíamos que hay más elementos para comprender el mundo dentro que fuera de nosotros. Y que cada estímulo que recibimos desde fuera debe traducirse en una interrogante que debemos hacernos en primer lugar hacia adentro.

Podríamos hacer algunos ejercicios para potenciar la intuición, por ejemplo hacernos preguntas lógicas de sí y no y asumir la primera respuesta que nos llegue a la mente. Podríamos por ejemplo preguntarnos en un momento determinado si tomamos hacia una dirección u otra en la calle sin establecer un punto de llegada predeterminado. Luego podríamos llevar un registro de estas experiencias y confirmar si la intuición funciona o no. Uno de los aspectos que deben ser tomados en cuenta, es la participación de la razón en todo esto. Porque no se trata de sustituir a la razón por la intuición. Se trata de dejarnos llevar por la intuición y luego aplicar la razón, si lo hacemos al contrario simplemente la razón no dejará que la intuición emerja y en consecuencia sólo tendremos razón. Por otro lado si sólo usamos la intuición, entonces negaremos nuestra propia existencia y la posibilidad de aportar en esta construcción colectiva que requiere tanto de nuestro yo interno como externo. Lo apropiado aquí sería el diálogo armónico entre el yo interno y el externo, entre la sin razón y la razón, sin pretensiones de supremacía de uno sobre el otro. Desde aquí podríamos hablar de una intuición razonada y no de una razón intuitiva. Tal vez en un futuro de nuestra evolución cuando ya la razón no sea dominada por el ego, podríamos alcanzar una razón intuitiva, pero por ahora debemos ir en busca de la intuición razonada. La reflexión, el entendimiento de las emociones, la interpretación de los sueños, la meditación, entre otras técnicas son fundamentales para lograr la intuición y poder así ir hacia una nueva ciencia y una nueva tecnología en armonía con todo lo que existe.  En esta y en cualquier dimensión.

Una ciencia con conciencia, es una ciencia que siente y razona desde una mirada que integra lo individual con lo colectivo y que principal y esencialmente se preocupa por reconocer la igualdad en la diferencia y la diferencia en la igualdad.

Una ciencia intuitiva y razonada es la ciencia de lo posible, la ciencia de los sueños y las utopías. Es en consecuencia la ciencia necesaria. La ciencia que necesitamos. La ciencia del futuro. La ciencia que ya estamos construyendo desde la pedagogía de la intuición.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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La tiranía de la publicaciones académicas.

Santiago, Chile/ Febrero 2016 / Autor: Tania Opazo

Desde afuera, la vida académica parece reposada. Profesores que tienen tiempo para pensar, darse vueltas e investigar lo que se les antoja sin plazos. Pero adentro de las universidades no se siente así. Los académicos están cada vez más presionados por la necesidad de mostrar resultados, lo que se acredita a través de la publicación en codiciadas revistas. Una carrera en la que compiten con los especialistas de todo el mundo y que no sólo los tiene estresados.

Cada vez que Alejandro Montenegro, quien está haciendo un postdoctorado en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, le cuenta a sus compañeros que va a publicar un artículo, lo primero que le preguntan no es de qué se trata, sino dónde. En los últimos años, hay una idea que se ha popularizado en el mundo universitario en Chile y en el mundo: “Publish or perish”, que es lo mismo que decir que publicas o desapareces.

La frase alude a los artículos académicos (también llamados papers, en inglés), que han existido siempre en la investigación, porque para decirlo en fácil, son un documento que le acredita al mundo que su autor hizo un descubrimiento importante. “El trabajo del científico no es el descubrimiento en sí, sino la difusión y el impacto que tiene. Un paper bueno puede cambiar el mundo, pero tiene que estar publicado, sino ¿cómo lo cambia?”, dice Flavio Salazar, vicerrector de Investigación de la U. de Chile.

Un buen artículo académico o paper debe ser original, novedoso, tener un marco teórico, una hipótesis, una demostración y debe ser replicable, es decir, que cualquiera que repita el proceso llegue a los mismos resultados. Como eso no siempre ocurre hay que acreditarlo, y para eso existen revistas (journals) especializadas por área, a las que los investigadores postulan con sus papers y que se encargan de seleccionar los mejores, tras hacerlos pasar por una revisión anónima de “pares” expertos (peer review). “Esta es su garantía de calidad”, agrega Salazar.

Entonces, astrónomos, historiadores, cientistas políticos, biólogos y un largo etcétera consiguen dinero para hacer una investigación (en su universidad o a través de fondos concursables, como Fondecyt), escriben un artículo con los resultados y tratan de ponerlo en una de estas revistas, lo que a su vez les da currículum para conseguir nuevos fondos. Pero, como queda demostrado con el relato de Alejandro Montenegro, no se trata sólo de publicar, sino de hacerlo en la revista con más impacto posible.

 

En las últimas décadas el número de publicaciones ha crecido explosivamente. En 2012 se calculaba que había 28 mil activas que usaban el método de la revisión de pares. No todas con la misma calidad y prestigio. En cada área hay algunas que son más estrictas y/o influyentes, por ejemplo, Science y Nature, en ciencia general, The Lancet o The New England Journal of Medicine, en medicina, o Econométrica en economía.

Eugene Garfield trató de poner orden a esta marea de conocimiento y creó en los sesenta el Instituto para la Información Científica (ISI), que luego compró la editorial Thomson Reuters. Lo que hizo fue crear una base de datos de las publicaciones académicas más rigurosas por área que hoy incluye 10 mil revistas.

Por eso, publicar un “paper ISI” no es lo mismo que hacerlo en una que no está en esa base de datos (u otra similar). También diseñó el llamado “factor de impacto”, que mide la importancia de una revista, en base a su nivel de citación. Así hoy, a través del servicio Web of Science (WOS, anteriormente ISI) u otros como Scopus o Scielo, es posible identificar qué revistas o artículos han sido más mencionados.

En los últimos años académicos en todo el mundo han comenzado a criticar la preponderancia que han adquirido estas bases de datos y rankings. “Estábamos acá para reflexionar sobre el mundo y vemos una competencia por quién tiene más puntitos”, dice Carlos Rodríguez, economista y director académico del doctorado en Ciencias de la Complejidad de la UDD.

Privilegiados

La razón por la que estos sistemas, y en particular las publicaciones, han adquirido un lugar preponderante en los centros de investigación es porque permiten medir y comparar el trabajo académico, algo muy importante en el ámbito de la generación de conocimientos donde es difícil encontrar indicadores de productividad. El factor de impacto y el Índice H (que mide la influencia de un investigador según el número de citas a sus artículos), por mencionar algunas métricas, son casi un segundo currículum para muchos académicos, no por un asunto (sólo) de vanidad, sino porque determinan la posibilidad de conseguir financiamiento, becas y ascensos.

“Hace 10 años se tomaban en consideración otras variables para contratar a un académico: dónde hiciste el doctorado, la carrera docente, participar de la discusión en políticas públicas… la investigación no era tan preponderante”, explica Rodríguez. Hoy, publicar lo más que se pueda es una prioridad.

Para las universidades tampoco es fácil escapar a esta presión, ya que sus posiciones en los rankings internacionales pasan en buena parte por la cantidad de publicaciones en revistas de alto impacto. “Esto es como el Simce: en un principio era importante evaluar los aprendizajes de los alumnos, pero se desvirtúa al convertirse en un índice de calidad, en una herramienta de marketing”, dice Flavio Salazar. Sin embargo, María Elena Boisier, directora de investigación de la UC, explica que “se está transitando a valorar otros productos. Es importante que esto se vaya adaptando, porque ahora el ISI impacta mucho. Es necesario un equilibrio”.

Aunque no hay reglas escritas ni taxativas, informalmente se espera que un investigador publique al menos un paper ISI (o Scopus) al año. Para esto, muchas universidades han desarrollado incentivos, que en su mayoría rondan el millón de pesos por paper publicado. “Todas las vicerrectorías de investigación tratamos de crear condiciones para que nuestros académicos publiquen mejor y más”, dice Ariel Orellana, vicerrector académico de la UNAB.

Pero Andrés Navas, subdirector de investigación del departamento de matemáticas y ciencias de la computación de la USACH, afirma que “el pago por paper ha demostrado su nocividad en todas las instituciones que se ha aplicado. Hay otras actividades ligadas a la investigación que son importantes y tienden a ser subvaloradas”.

Los riesgos de la isificación

Varios académicos se apuran en aclarar que están de acuerdo con que su trabajo sea evaluado y medido, pero critican la excesiva importancia que se le da a este sistema. Y los reclamos vienen desde distintas disciplinas.

“Hay revistas que tienen menor factor de impacto, pero que son muy relevantes en un área en particular”, dice Omar Orellana, director de Investigación de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

En las revistas “más cotizadas”, los tiempos de espera para revisión pueden ser de hasta cuatro años y sólo el tres por ciento de los manuscritos que recibe Science, por ejemplo, pasa finalmente a revisión. “Eso le hace mal a la ciencia. La comunidad no tiene acceso a ese conocimiento y todos se retrasa”, dice el biólogo Alejandro Montenegro.

Por su parte, el economista Dante Contreras, director del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), explica que lograr estas métricas ISI es aún más difícil en las ciencias sociales, porque hay menos revistas en el área y porque es más difícil presentar resultados exactos. “Economía es de lo que más publica, pero aun lejos de las ciencias duras”.

Algo con lo que concuerda Ricardo Greene, sociólogo y antropólogo visual que trabaja en la Universidad Católica del Maule: “Parte importante del trabajo en las ciencias sociales tiene que ver con un conocimiento que es situado histórica y contextualmente, pero por la imposición del ISI, que en su mayoría incluye publicaciones en inglés, los artículos muchas veces no se publican ni en español”.

En las humanidades y las ciencias sociales, entonces, formatos como el libro, el ensayo o incluso el documental pelean por recibir la misma puntuación en las evaluaciones que el paper científico.

Sin embargo, las métricas siguen ganando espacio. Bien lo sabe Erwin Krauskopf, director de la Escuela de Ingeniería en Biotecnología de la UNAB y uno de los pocos expertos en Chile en epistemometría (disciplina que estudia la dinámica de las publicaciones). Para él “la isificación es un tema que los tiene a todos vueltos locos”.

En Chile esto ocurre además en un contexto donde ha crecido el número de investigadores pero los recursos no han aumentado a la par. “Nosotros tenemos una diversidad de programas, pero al final del día tengo una fila de gente postulando a financiamiento. El tema es cómo lo reparto y a quién le entrego esos recursos, asegurando que se haga ciencia de calidad”, dice Christian Nicolai, director ejecutivo de Conicyt, el principal organismo de financiamiento de la investigación en Chile. “Se necesitan métricas para poder ordenar. Es un orden relativo, no absoluto, nos quedan muchos proyectos buenos fuera por falta de recursos”, agrega.

En ese contexto existe preocupación respecto a los efectos que esto tienen entre los académicos jóvenes. “Algunos tienen currículum excelentes y no los contratan sólo porque no tienen ISI. Eso es para llorar”, dice el filósofo de la Universidad de Chile e integrante del consejo de Fondecyt, Pablo Oyarzún. Pero, como explica Alejandro Montenegro, no se puede ir contra el sistema, “o te adaptas o quedas fuera”.

Buenas y malas prácticas

Dante Contreras explica que en la academia se han ido desarrollando formas interesantes para lograr publicaciones de alto impacto que tienen que ver con potenciar el trabajo colaborativo y asociarse para hacer estudios entre pares, distintas universidades, instituciones o disciplinas. Algo promovido por Fondap, fondo que financia centros de investigación interdisciplinarios de alto nivel, como el que él dirige. “Esta estrategia es una gran oportunidad, sin embargo, muchos de los journals interdisciplinarios exhiben menor impacto que aquellos de especialidad”, explica.

La presión también da paso a prácticas más controvertidas en todo el mundo. Desde subdividir una investigación hasta la mínima unidad publicable para aumentar el número de artículos (la llamada táctica del salame), colocar como coautor de un paper a un colega amigo para que luego él a su turno haga lo mismo, los pactos o mafias de publicación (que se dan tanto entre investigadores como entre editores de revistas), publicar la misma investigación con leves diferencias en distintos idiomas y un largo etcétera.

En ese contexto, ha habido sonados escándalos: varios casos de plagio y de “engaño del peer review”, en el que se descubrió a investigadores que sugerían a pares revisores inventados, para así terminar dándoles la aprobación a sus propios artículos, lo que puso en cuestionamiento el alabado sistema de revisión del mundo científico. Otro fue el de STAP. Publicado en la renombrada revista Nature, el gran hallazgo realizado por la joven científica japonesa Haruko Obokata mostraba un método para reprogramar células adultas y convertirlas en células madre capaces de transformarse en cualquier tejido. La noticia tuvo un gran impacto, sin embargo, el artículo fue duramente criticado y finalmente retirado en julio de 2014, cuando se comprobó que había datos manipulados. Esto no sólo acabó con la carrera de Obokata, sino que se consideró clave en el suicidio de Yoshiki Sasai, renombrado investigador y coautor del estudio.

“Es el efecto de la ley de Campbell”, dice Scott Sadowsky, lingüista y académico de la Universidad de La Frontera. “Mientras más se utilice un indicador cuantitativo en la toma de decisiones, más probable es que el uso del indicador distorsione y corrompa el mismo proceso que pretende medir”.

Cómo mejorar

Reconociendo la importancia del paper como instrumento de la difusión científica, el mundo académico admite también la necesidad de introducir matices. Muchos afirman que ya está ocurriendo, aunque no tan rápido como todos quisieran.

Adaptar los criterios de evaluación a cada disciplina es una de las solicitudes. “Conicyt ha hecho un esfuerzo por mejorar esto a través de los grupos de estudio. Aunque no es un tema sólo de ellos, sino de la complejidad de generar índices que permitan una evaluación más justa”, agrega Flavio Salazar, de la U. de Chile.

En esa casa de estudios y otras, por ejemplo, afirman que han avanzado bastante en incluir otros parámetros, como tener libros revisados en editoriales importantes, la formación de estudiantes, el trabajo transdisciplinario y el impacto en la transferencia tecnológica, entre otros.

En la otra vereda están las revistas. Muchas de las indexadas no son abiertas sino que pagadas. Un gran negocio que ha sido fuertemente criticado porque impide que ese conocimiento esté disponible para todos, algo que captó la atención del ministro de educación de Holanda, Sander Dekker, quien ejemplificó: “En 2014, la solución a la crisis del Ébola se vio obstaculizada por la falta de acceso a las publicaciones y los datos de investigaciones recientes”.

Hoy existe un movimiento global, del que Chile no es ajeno, por democratizar el conocimiento y hacerlo más accesible. Algo que Ricardo Greene ha intentado hacer con Bifurfaciones, revista online de estudios culturales que fundó hace 12 años. “Está casi quebrada, pero la seguimos manteniendo”, dice. En el extranjero están PLOS, bioRxiv, F1000Research, entra otras, que no sólo son de acceso libre, sino que en algunos casos ofrecen revisión de pares abierta y al momento de la publicación.

El impacto de la ciencia es algo en lo que Erwin Krauskopf hace hincapié. “De qué me sirve que me citen tres pelagatos si yo puedo hacer un descubrimiento muy sencillo, pero que va a tener un impacto global, mejorando la calidad de vida de una persona. Eso es importante”, dice. Y agrega un dato sorprendente: en 2007 una investigación que realizó mientras trabajaba en la Fundación Ciencia para la Vida, junto a Bernardita Méndez, determinó que, entre 1987 y 2003, cerca de 500 patentes estadounidenses citaron artículos de autores chilenos, es decir, que los descubrimientos de esos investigadores dieron fruto a invenciones en ese país. “Inventos por los que hoy pagamos royalty, cuando debería ser al revés. Ahí tienes la prueba clara de que el paper no siempre lo es todo”, agrega.

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Carlos Peña, rector de la UDP: “Isificar la vida intelectual es un error”

¿Qué lugar ocupan las publicaciones o papers en revistas de alto impacto en el trabajo universitario y la trayectoria académica?

Los niveles de investigación que efectúa una institución universitaria se miden, en términos generales, por los proyectos competitivos que sus académicos se han adjudicado y por el número de publicaciones indexadas que logra el conjunto de sus miembros. ¿Es correcto medir así el trabajo universitario? Pienso que no del todo; pero en esto los académicos y las instituciones están presas del sistema puesto que ese es el mecanismo con que se juzga el desempeño institucional.

¿Hay una estructura de incentivos en la UDP para estas publicaciones?

La UDP posee un sistema de incentivos por publicaciones que no se restringe solamente a las indexadas, sino que también incluye capítulos o libros publicados en editoriales prestigiosas. Se trata de un monto de dinero y por eso en su conjunto puede afirmarse, que los académicos de la UDP tienen una suerte de renta variable conformada por una fija e incentivos por publicaciones, proyectos de investigación, calidad de la docencia.

Hay académicos (en Chile y afuera) que se quejan de que se ha vuelto el único indicador, ¿qué piensa usted?

Hasta donde entiendo (al menos es la situación de la UDP), las publicaciones indexadas son sólo uno de los indicadores del trabajo académico. Este tiene muchas dimensiones, entre ellas, la participación en la esfera pública, el aula, el desarrollo de programas de investigación colaborativos, a veces alguna forma de administración docente, etc. Reducir todo eso al simple número de publicaciones es, obviamente, un error porque eso estimula a que el trabajo universitario se ensimisme y se ponga de espaldas a los problemas del entorno en que la universidad se desenvuelve. “Isificar” la vida intelectual es un error.

¿Cómo se llevan las ciencias sociales y las humanidades con este formato?

Lo que acabo de decir es especialmente relevante para las ciencias sociales que deben ser muy sensibles a los problemas de su entorno. El trabajo intelectual en estas áreas no se mide cabalmente por publicaciones indexadas que leen sólo los partícipes del campo (dando origen a lo que la sociología de estos temas ha llamado la “cultura de campus”, encerrada en sí misma), sino por la escritura de libros que influyen la esfera pública, modelan la cultura y ayudan a que la sociedad, que es siempre un sujeto histórico, reflexione sobre sí misma. Las formas de transmisión de este saber y el debate intelectual que le subyace requieren, pues, formas de medición de desempeño y vehículos de comunicación distintos a las revistas especializadas, que recogen papers interesantes, sin duda, pero que están muy lejos de la influencia que en esta materia ejercen los libros.

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Gaspar Galaz, profesor del Instituto de Astrofísica de la UC: “Para mí, las publicaciones son unas palomas mensajeras de la ciencia”

¿Cómo está influyendo el sistema de publicaciones indexadas en la forma en que se genera conocimiento?

Hay un dicho: “publish or perish”, que significa “publica o muere”. Si un científico no lo hace es como si dejara de existir. Pero publicar es una cosa y presentar algo relevante, es otra. Si sólo miras el número de papers se puede caer en el absurdo de que al final dé lo mismo qué es lo que se escribe. Yo prefiero mirar más bien el impacto.

¿Ha visto que la necesidad de publicar dé espacio para las malas prácticas entre los investigadores?

Por supuesto, y eso es un problema. Están los dos extremos: uno es publicar sólo cuando uno piensa que lo que estudió es casi para ganarse el Premio Nobel y entonces el investigador no presenta más que ladrillos una vez cada 10 años, decenas de páginas, que al final nadie lee. En el otro extremo está mostrar cualquier cosa. Para mí las publicaciones son unas palomas mensajeras de la ciencia, la herramienta que permite un diálogo planetario. Es como si hubiera un teléfono muy caro a través del cual cualquier científico de la misma disciplina, esté donde esté, puede entender qué está haciendo otro. Pero hay que usarlo cuando vale la pena, para comunicar algo importante o interesante, si no, genera ruido.

¿Sirve este mecanismo de las publicaciones indexadas para todas las disciplinas?

Creo que es imposible aplicar la misma regla a todas. Puede acarrear situaciones injustas. Incluso dentro de las ciencias exactas hay matices: la naturaleza de las publicaciones de la física teórica con la física experimental es diferente. En astronomía está pasando lo mismo en algunas áreas, probablemente también en las ciencias naturales. En este caso, echo de menos la pérdida de la variable exploratoria.

¿Qué significa eso?

Hay poco espacio para probar equivocándose, en parte empujado por el costo de los equipos (en el caso de la astronomía los telescopios, que son súper caros), pero también porque se olvida la naturaleza de la ciencia. Además creo que hay disciplinas que tienen poco espacio en la academia, que tienen un carácter mucho más exploratorio. La zoología, paleontología, botánica, entomología, arqueología, por mencionar algunas, donde hay mucho descubrimiento, mucha exploración, pero que están menos relacionadas de manera directa con aplicaciones tecnológicas, son disciplinas donde las universidades están casi despobladas.

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Alfredo Jocelyn Holt, historiador y profesor de la U. de Chile: “En las humanidades ha sido nefasto el efecto”

¿Por qué tiene una visión crítica del sistema de publicaciones académicas?

Porque atentan en contra de un tipo de reflexión e investigación de largo aliento, como es el caso de los libros, los que a veces pueden tomar toda una vida, ciertamente más tiempo y profundidad que un artículo ocasional para una revista “científica” indexada. Porque estos papers sólo sirven para medir impacto (tantas veces que se consultan, tantas que se citan), por eso las universidades, obsesas con mediciones, los prefieren y apoyan o “premian” financieramente. Porque las revistas que los publican son normalmente redes herméticas, hasta a veces mafias de intereses compartidos (yo te cito, tú me citas). Y, por último, porque rara vez se leen (salvo entre estas mafias que se hacen autobombo), y menos aún hacen grandes contribuciones al conocimiento y la discusión general.

¿Cómo afecta específicamente al mundo de las humanidades? 

Esto de los papers proviene de las ciencias duras y aplicadas, no es tradición en las humanidades, éstas, acostumbradas a pensar escribiendo, no a presentar “resultados”. En las humanidades ha sido nefasto el efecto. Ha significado tener que dedicarse a pelos de la cola y a ahondar en los escolasticismos de moda, para peor, con sospechosa frecuencia, política y sectariamente correctos.

¿Cuándo empezaron a adquirir importancia a nivel universitario?

Desde el momento que vino la carrera delirante por conseguir fondos, tras el abandono del apoyo estatal directo: los años 80. Ahí se vino la fiebre por la “investigación”, y cómo medirla, para así también poder financiarla.

¿Cuál ha sido su opción al respecto?

He escrito artículos para revistas indexadas pero no me he dedicado a ello. Tú entras en la lógica de la investigación actual (papers y revistas indexadas) y tienes que armarte de redes de protección (una revista propia), limitarte a un público estrictamente academicista que sólo importa si tú estás dentro de la universidad, de nulo impacto fuera en el mundo profesional y político culto. Y, además, te privas de escribir libros que, por lo mismo que demandan más tiempo, rigor discursivo y esfuerzo, permanecerán en el tiempo. No estar en estos círculos suele significar marginación. Para las nuevas generaciones es hasta más grave: implica no poder entrar en la carrera universitaria. Quienes, en cambio, asumen para sí este esquema contribuyen a que las universidades sean mundillos cada vez más ensimismados, dedicados a hacer aportes intelectuales minúsculos si es que no insignificantes.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2016/01/659-665301-9-la-tirania-de-las-publicaciones-academicas.shtml

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En México: cuarta derrota de la Secretaría de Educación y el Instituto de Evaluación.

Lejano se ve el año 2013 para la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Año en el que estaban en la plenitud del pinche poder (1), cobijados por los partidos integrantes del Pacto por México (PRI, PAN y PRD) y podían darse el lujo de reformar la Constitución Política nacional y la de todos los estados que integran la República. Incluso, ante algunos cambios constitucionales que daban alguna posibilidad a la disidencia magisterial de resguardar sus derechos laborales en algunos estados, el gobierno federal amenazó e interpuso controversias constitucionales, para obligarlas a plegarse a los designios del Pacto por México.

Lejanos están los días cuando los Consejeros del INEE, se mostraban altivos y prepotentes, llamando ignorantes a los maestros que protestaban. Su telaraña de tecnicismos, que los blindaba y les daba una salida ante cualquier critica ya ha caído y han tenido que pasar a la utilización de argumentaciones políticas falaces y cínicas.

Primera derrota de la SEP-INEE 

La lucha del magisterio mexicano contra la Reforma laboral en educación ha sido constante. Los argumentos han sido puntuales y han logrado mostrar que no hay ningún sustento educativo en las decisiones que impulsa la autoridad, detrás se oculta la intención de acabar con un esquema de derechos laborales, que desde la óptica de este gobierno implican la transferencia de recursos públicos a favor de los maestros.

El magisterio movilizado logró derrotar a la SEP-INEE al demostrar que sus intenciones no son la mejora educativa, sino la justificación para acabar con derechos laborales adquiridos y sentar las bases para que el ingreso al servicio educativo sea bajo un esquema de contrataciones individuales temporales con perfiles abiertos, con lo cual se acaba de un solo golpe con la tradición normalista en la formación de maestros.

Segunda derrota de la SEP-INEE 

En mayo de 2015, la SEP suspendió de manera indefinida la evaluación para la permanencia de maestros argumentando la existencia de nuevos elementos a considerar. Esta decisión implicó reconocer la fuerza de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del magisterio movilizado para boicotear las elecciones federales. Igualmente demostró que la Reforma educativa de este gobierno es de menor importancia, en relación con otras reformas que está impulsando.

Tercera derrota de la SEP-INEE 

Arrancamos el 2016 con el anuncio del INEE que se cancela el Calendario de evaluaciones de maestros en servicio y que no hay un plazo legal para que se lleven acabo. A estas alturas las justificaciones que dan son tan cínicas que muestran el verdadero rostro de esta Reforma. Por un lado reconocen que es necesario revisar los procedimientos e instrumentos, es decir ¿los maestros disidentes tenían razón?, ¿toda la evaluación fue una simulación?, ¿repondrán el proceso a los maestros que ya fueron evaluados?. Igualmente, Teresa Bracho una de las Consejeras del INEE declara que se cancela el Calendario para no presionar al sistema ya que habrá elecciones locales en 13 estados, entre ellos, Veracruz (lugar donde radica quien ésto escribe). Así como en mayo de 2015 Chuayfftet anunció públicamente su derrota, ahora lo hace Aurelio Nuño, utilizando al INEE como vocero y de paso pisoteando su tan cacareada autonomía. 

Cuarta derrota de la SEP-INEE 

El caso de la cancelación de la prueba nacional de alumnos, denominada PLANEA, es la última muestra del fracaso de la SEP-INEE. Las justificaciones públicas que han dado, van desde las que plantean la falta de presupuesto, hasta las que afirman que no tiene caso aplicarla cada año, porque diversas investigaciones muestran que no hay diferencias significativas entre una y otra, entonces, ¿por qué la misma SEP plantea evaluaciones de maestros en servicio cada año? Pero, la debacle no para ahí, ante la presión de especialistas, la SEP recula y dice que si se va a aplicar PLANEA, pero que lo harán los propios maestros (aplicar y evaluar) ¿para qué? ¿cómo impacta esta decisión en la carga burocrática para los docentes? ¿a quién beneficia esta simulación? 

En este rápido recorrido hemos mostrado que la Reforma educativa en México se hunde, la SEP-INEE van de derrota en derrota. El magisterio organizado puede en las próximas elecciones terminar de hundirla. Evaluar a los maestros después de las elecciones tiene como propósito, que los maestros no voten en contra del PRI, PAN, PRD y PVEM, pero a diferencia del 2015, todo el magisterio movilizado ya ha tomado una decisión, NI UN VOTO A LOS IMPULSORES Y DEFENSORES DE LAS REFORMAS PRIVATIZADORAS.  

Referencias

(1) Frase acuñada por Fidel Herrera Beltrán, gobernador de Veracruz y dadas a conocer en una audio-grabación el 16 de junio de 2010.

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Educación, Filosofía y Revolución : Una visión sustentada en Gramsci

Otras Voces en Educación
Educación, Filosofía y Revolución: Una visión sustentada en Gramsci
Artículo de opinión/15 de febrero del 2016/ Autor: José Eduardo Hermoso Q.

La virtud del pensar que posee el ser humano lo vuelve eminentemente peligroso a las formas de dominación del hombre sobre el hombre, ya que, toda tesis de dominación tiene una antítesis de emancipación, por tanto, la revolución conlleva 3 elementos necesarios para su praxis y su desarrollo, ellos son: la educación, la filosofía y el ser revolucionario, pero, ¿Qué papel juega el hombre revolucionario en la educación y la filosofía?, para Antonio Gramsci “… hay que comenzar demostrando que todos los hombres son “filósofos” definiendo los límites y las características de esta « filosofía espontanea »”, así podemos iniciar definiendo al revolucionario como el hombre que destaca su crítica y pensamiento sobre la vida del ser y por el cual hace de su propia vida la praxis de su pensamiento, que sobrelleva inevitablemente a formularse una filosofía de vida revolucionaria; esto destaca sobre el pensamiento y actuar de un colectivo que siente e identifica similitudes socio-cognitivas; por otra parte, la educación debe ser el camino de emancipación, ya que el desarrollo del pensamiento pasa inevitablemente por la madurez de un pensamiento crítico de las situaciones de dominación, la labor del educador revolucionario es develar y enfrentar las formas de opresión del pensamiento e incorporar a cada ser en la lucha emancipadora desde la complejidad del pensamiento, de tal manera de, revelarles la esencia de la verdadera filosofía, a tal fin de, convertir a cada ser (hombre masa) en filósofo de su propia vida, y este toma como base su propia historia, así, esta revelación afirma lo contenido en las palabras de Gramsci cuando dice “ No se puede ser filósofo, es decir, no se puede tener una concepción del mundo críticamente coherente sin la conciencia de su historicidad” de aquí se afirma entonces que, cada ser revolucionario revolucionará a otros en la esencia del pensamiento y de la cotidianidad que afecta sus vidas, creando conciencia colectiva de su propio pensamiento, basado en la historia del ser, así creará nueva cultura, ya que cada hombre difundirá y socializará las verdades descubiertas por él, en individual, y por él en colectivo, pero estas mismas serán convertidas en semillas que se diseminarán; afirma Gramsci “… llevar a una masa de hombres a pensar coherentemente y de modo unitario el presente real y efectivo es un hecho « filosófico mucho mas importante y «original» que el descubrimiento por parte de un «genio» filosófico de una nueva verdad que se convierte en patrimonio exclusivo de pequeños grupos intelectuales». Afirma esto que educador revolucionario enseña y difunde su filosofía de vida, mucho más allá de un pequeño orfeón de intelectuales, esto a su vez permitirá que se tome ese pensamiento revolucionario y se masifique, convirtiéndolo en filosofía popular. Aquí cada hombre se empoderará del pensamiento revolucionario y fortificará el pensamiento propio y su filosofía, convirtiéndolo en praxis reaccionaria ante la conciencia del sistema y de la sociedad actual.

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Educación cubana: Retos y oportunidades

Educación cubana: Retos y oportunidades

*11 de febrero Reynaldo Feijoo*

Cuba, país que se encuentra inmersa en lo que llama la Tercera Revolución Educacional la que aspira a transformar la isla en una sociedad del saber, sigue buscando fórmulas para dar mayor acceso a sus ciudadanos a una educación inclusiva y de calidad.

El líder de la Revolución Comandante Fidel Castro, el mayor impulsor de la educación de nuevo tipo en Cuba, aseguró hace años que, y cito: “El futuro de Cuba tiene que ser necesariamente un futuro de hombres (y mujeres) de ciencia” Hoy estas palabras están cerca de ser una indiscutible realidad. Los logros de la educación y las ciencias cubanas asombran a todos y son reconocidos aun por los que adversan el sistema político de la Isla caribeña.

Nuevas vías de acceso a los estudios y la universalidad y gratuidad de los mismos, hacen que miles de cubanos se incorporen a las distintas formas de estudio.

Una de las modalidades que hoy cobra auge es la de los Cursos por Encuentros, sumada a los Cursos a Distancia. A pesar de que estas modalidades ya existían, hoy se propone la ampliación del acceso a las mismas buscando mecanismos que faciliten su uso de forma masiva, pero ordenada.

La extensión del uso de la Internet, la que debe llegar a los hogares en los próximos años en virtud de los grandes esfuerzos que hace el gobierno revolucionario para ampliar sus servicios a pesar de las dificultades que impone el férreo bloqueo impuesto por los EE.UU., el que abarca el uso de tecnologías de patente norteamericana, debe incidir en la ampliación de los servicios educacionales a distancia y por encuentros. Estos servicios tienen, entre otras ventajas, la de no tener que usar numerosas aulas, las que en la actualidad no cubren las necesidades existentes.

La formación masiva de profesionales universitarios en algunas carreras trae beneficios evidentes para el desarrollo del país, en especial en esferas como la salud, la educación y las ciencias en general. Cuba ha desarrollado una economía y una cultura de servicios, en especial médicos y educacionales que abarcan casi 100 países, la mayoría en vías de desarrollo y distribuye medicamentos únicos en el mundo. Pero para otras carreras esto se vuelve un reto muy especial al no poder ofertar la misma cantidad de plazas de trabajo acorde al número de profesionales graduados en otras especialidades distintas a las arriba mencionadas.

Un reto como el planteado en el párrafo anterior sólo puede ser enfrentado desde la planificación socialista, planificación criticada por los líderes del neoliberalismo y el capitalismo de “sálvese el que pueda”.

La actualización del modelo político y económico de Cuba también prevé el uso racional de su fuerza de trabajo calificada y profesional, la que se insertará en los diversos aspectos de la economía nacional a medida que esta avance por el camino de la prosperidad y sustentabilidad del modelo socialista cubano.

*Foto*: www.rhc.cu

*Nota*: Reynaldo Feijoo: Profesor – Investigador del Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora “Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños”

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La Contrainformación noticiosa como experiencia educativa contrahegemónica

La contrainformación noticiosa como experiencia educativa contrahegemónica

Venezuela/ Febrero de 2016/ Autores: Iliana Lo Priore y Jorge Díaz Piña 

Jorge Díaz Piña
Jorge Díaz Piña

Un aspecto fundamental para diagnosticar y valorar las tendencias en la educación mundial, regional o local, es la información noticiosa al respecto. En ese sentido, la noticia es un género discursivo que se enmarca en el discurso informacional educativo. Asimismo, comentar o hacer otras noticias sobre noticias ya publicadas, puede considerarse, desde una perspectiva comparatista, como hacer contrainformación respecto de una información. Contrainformación interesada en promover una reflexión crítica en el “receptor”. La contrainformación puede basarse en el enfoque deconstructivista de Derrida (1982), la figura del comentario de Foucault (1980) o el proceso de recontextualización de Bernstein (1990). Con apoyo en esos aportes se fundamentarían los criterios de noticiabilidad. Criterios que darían pautas para el formato de producción noticiosa contrainformacional (lo sintáctico, lo semántico y lo pragmático), así como para inducir un modelo interpretativo en el “lector” ya que, como señala Fabbri (2000), un texto lleva inscrito como quiere ser considerado.

Iliana Lo Priore

La hegemonía capitalista impuesta por medio de los digitalizados flujos informacionales para la interconexión mundial, entre estos los noticiosos, condujo a que se llamara a este nuevo tipo de relacionamiento social mediático con el eufemismo ideológico neoliberal de “sociedad de la información” y por sus críticos anticapitalistas “globalización digitalizada neoliberal” o “globorrecolonización informacional transnacional”.

A partir de los años 90 del siglo pasado se promovieron estrategias y eventos de carácter internacional para acelerar ese proceso mercantilizado de informatización e informacionalización global con el que se solapará la expansión transnacional capitalista neoliberal para la producción de “infoplusvalía”. Un tipo de relación social simbólica o semiótica que se soporta en el tipo de trabajo inmaterial por cognitivo, explotado al no ser remunerado, de millones de trabajadores y usuarios informáticos, el llamado cognitariado, a semejanza del proletariado concebido por Marx como general intellect (trabajo intelectual colectivo o general de la sociedad).

Lo que condujo a que se crearan instancias o mediaciones transnacionales de organización y control con la finalidad de regimentar un “nuevo orden mundial de información y comunicación” desde el control de nodos de las redes informacionales y comunicacionales edificadas a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs). Un nuevo régimen informacional internacional que históricamente (Mattelart, 2002), redefinirá transformadoramente la naturaleza de la información (Abril, 2005), creando un nuevo modo de información (Poster, 1987), que incidirá mediante relaciones de poder en los procesos de subjetivación de los individuos (Castells, 2010), de forma tal que inducirá configurarlos alienadamente como SUJETOS INFORMACIONALES, individuos sujetados, disciplinados o dominados según el enfoque foucaultiano, para pensar y actuar de acuerdo a los flujos de información instrumentalizados que circulan fetichistamente a través de la red de Internet, con base en la presunta necesidad de estar informados de ese modo. Ante lo cual es clave estratégicamente para las luchas por la emancipación, propiciar y afianzar la autonomía reprogramadora y contrainformacional en los individuos.

Lo expresado en el primer párrafo puede ser desarrollado y ampliado con otros aportes intelectuales para contribuir al propósito señalado de favorecer el mejor diseño para la elaboración del formato de producción noticiosa contrainformacional e inducir un modelo de interpretación hermenéutico-crítico en el lector y así promover una experiencia educativa.

Siendo que nosotros somos educadores, y que nuestro accionar está orientado primordialmente hacia y desde el campo educativo y a defender su naturaleza como espacio o ámbito público, en el que los sucesos o eventos concernientes deben ser difundidos y sometidos a deliberación o debate críticos dentro de la más amplia participación, nos parece pertinente que enfoquemos nuestras consideraciones respecto a su contrainformación noticiosa a partir de las derivaciones que se pueden transferir reconstructivamente desde el concepto pedagógico de experiencias de formación (cuyos antecedentes se encuentran más vinculados históricamente a la noción alemana y hegeliana de Bildung, “formación educativo-cultural”, que a la Paideia griega, sin que por echar mano críticamente del acervo pedagógico universal, se nos pueda adherir al eurocentrismo o a los neohegelianos), a la noción que proponemos de EXPERIENCIAS DE IN-FORMACIÓN NOTICIOSA. Asumiendo por experiencia su acepción hermenéutica, la experiencia hermenéutica, en tanto apertura negativa dialécticamente hacia los textos noticiosos respecto de la información sobre sucesos, objetos, eventos, etcétera; experiencia de naturaleza dialéctico-productiva en consecuencia, ya que transforma los saberes, conocimientos, representaciones y valoraciones previos acerca de aquellos, así como al mismo lector interpretante porque se asume que comprender es comprender-se (autoconciencia).

Para Benjamin (1980), la insurgencia informacional de la prensa burguesa contribuyó a la decadencia del arte de la narración, que favorecía la transmisibilidad de la experiencia, al empobrecer en los individuos la capacidad de internalizar concientizadoramente los acontecimientos o sucesos del mundo. Esto lo atribuyó a la forma discursiva de la noticia en la prensa capitalista: extrema brevedad, secuencia ahistórica, superficialidad, desvinculación de las noticias entre sí, compaginación o fragmentación y otros. De esta forma se impermeabiliza la experiencia ante la información noticiosa. Sin embargo, en la prensa, de manera paradójica, sobreviven formas narrativas como la crónica y los artículos de creación en tanto formas de autoría periodística. En estos géneros breves, gracias al “autor como productor o editor”, se convierten las informaciones en cortas narraciones, haciendo que las noticias pasen a ser parte de la experiencia del lector (transmisibilidad de la experiencia por vía de la narración). A esto último aludimos con la noción de experiencias de in-formación noticiosa. Por consiguiente, hay que procurar contrarrestar las características señaladas de las noticias burguesas como las calificó Benjamin, a las que hoy día podemos agregar la sobreabundancia y saturación informacional mediática multimodal, lo que incide en su duración efímera porque lo noticioso de hoy es condenado al olvido o borrado por lo noticioso de mañana que conduce paradójicamente a la desinformación, con la finalidad de propiciar las experiencias de in-formación noticiosa en el lector que, por el contrario, inciden en la hilación, vinculación, continuidad y perduración interpretativa de la información densa a semejanza del tipo de asimilación que genera el aprendizaje significativo. Para que, parafraseando a Gadamer (1977 ) o a Ricoeur (1998 ), el lector inmerso en la incitación hermenéutica de la lectura de la noticia, al interpretarla se comprenda o emplace a sí mismo ante los sucesos del mundo educativo.

En ese sentido, nos parece que resulta de mucho interés el aporte de Gadamer (ob. cit.) con sus categorías horizonte de sentido y fusión de horizontes de sentido al considerar la relevancia de las preguntas o interrogantes que puedan ser inducidas explícita o implícitamente en el lector por medio de la noticia en relación con ellas. En otros términos, se destaca la relevancia de la formulación de interrogantes que abran nuevos horizontes de sentido en el lector y propicien a la vez la fusión de horizontes de interpretación con los del autor o editor de noticias. Esto último lo posibilitaría la dialógica entre preguntas y posibles respuestas iterativas, en la que las preguntas inscritas en el texto noticioso son reconstruidas por el lector dejando de estar en el horizonte originario del texto y en el horizonte previo del intérprete, resituándose en la fusión de horizontes realizada.

Otra estrategia contrainformacional para reelaborar resignificadoramente noticias, se puede derivar también de lo que genéricamente el semiólogo Fontanille (1988) califica como transcodificación. Una ejercitación de recontextualización para descodificar/recodificar los textos que se lleva a cabo “alterándolos”. Por alteración del texto, comprende el cambio de opciones que se verifica sobre sus estructuras inmanentes o subyacentes de significación (figurativas, narrativas-temáticas, actanciales o sintácticas y semánticas), revisadas y puestas de manifiesto al reactivar su esquema o recorrido generativo de significación, para realizar un proyecto enunciativo de reescritura no conforme con el texto originario o no estereotipado de la noticia inicial. Con base en las posibilidades virtuales de los editores (competencias modales de “saber-hacer” y “saber-ser” principalmente), que ayudan a que se reconstituyan o expresen como sujetos discursivos.

La nueva noticia contrahegemónica siempre será un discurso realizado entre otros discursos noticiosos realizados también o virtuales. Un producto más o menos previsible por ser resultado de la selección virtualizada de todas las demás posibilidades, a través de las cuales se constituye o recrea el sujeto del discurso.

La ejercitación de alteración textual practicada en el ámbito educativo la califica Fontanille (ob. cit.) pedagogía de la insolencia por cuanto “libera de los discursos de autoridad y de los discursos autorizados”(ob. cit. p. 128). Para ejemplificar los niveles generativos de significación por el proceso o recorrido hermenéutico de un texto con base en este tipo de ejercitación pedagógica, en el que cada nivel es rearticulado complejamente en el siguiente, y que pueden ser alterados por sustitución para iniciar a los estudiantes en su decodificación/recodificación escriturada, podemos considerar hipotéticamente su discurso imaginario sobre la vida. Así, partiendo del par categorial “día/noche” o “luz/oscuridad”, tendríamos su nivel, estructura o determinación figurativa (perceptual, temporal o actoral), luego hallaríamos sucesivamente “preservación/pérdida/reparación” (su estructura narrativa-temática), “conjunción/disjunción” (su estructura actancial o sintáctica) y finalmente, “vida/muerte” o “existencia/inexistencia” (su estructura semántica elemental).

Con respecto a las contribuciones que se pueden desprender para la elaboración de la contrainformación noticiosa de las elaboraciones deconstructivistas derridianas, del comentario foucaultiano y de la recontextualización bernsteiniana, señaladas en el primer párrafo del presente texto, podemos indicar sucintamente lo que sigue.

Para el deconstruccionismo derridiano todos los textos están abiertos a interpretaciones alternativas. De aquí se infiere que la deconstrucción puede ser considerada como método o estrategia de lectura reinterpretativa de la noticia en este caso, centrado primordialmente en la crítica del logocentrismo dominante por medio de la imposición arbitraria y manipuladora de la relación entre significantes y significados. De aquí que la deconstrucción de las noticias sea un acto político de cognición que subvierte la estabilidad o normalidad de los significados y sus significantes que actúan oprimiendo las lecturas alternativas basadas en la diferencia.

La figura del comentario foucaultiano conjuraría el azar interpretativo del discurso noticioso al tenerlo en cuenta para reproducirlo pero diciendo otra cosa respecto al texto noticioso primario. Un ejemplo de comentario son los textos de las disciplinas científicas que son pedagogizados o convertidos por medio de transformaciones en textos o manuales pedagógicos. Esta figura foucaultiana se asemeja a la de recontextualización bernsteiniana, que se puede concebir como un principio de reubicación, de selección, reordenamiento y reenfoque mediante el cual un discurso o noticia original se ve transformado por su relacionamiento con otro discurso que lo implica o subsume resignificándolo.

Con lo expresado hasta aquí, queremos concluir resaltando que hemos tratado de aproximarnos desde diversos puntos de vista a evidenciar las posibilidades críticas alternativas, unas entre muchas más, de hacer prevalecer la enunciación frente a lo hegemónicamente enunciado, lo “por decir” sobre “lo dicho” y, el acto crítico de producción noticioso sobre el texto realizado. Desde este perspectivismo, los enunciados reproductores de un texto serían objeto de experiencia, de experiencia de in-formación noticiosa, para producir nuevos enunciados resignificadores al respecto. La enunciación contrainformativa sería la transformación de esos enunciados en contenidos de un nuevo texto que producen los sujetos discursivos de la contrahegemonía anticapitalista.

Referencias

Abril, G. (2005). Teoría general de la información. Datos, relatos y ritos. Madrid: Cátedra.

Benjamin, W. (1980). Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Madrid: Taurus.

Bernstein, B. (1990). Poder, educación y conciencia. Sociología de la transmisión cultural. Barcelona: El Roure.

Castells, M.   (2010). Comunicación y poder. Madrid: Alianza Editorial.

Derrida, J. (1982). Dónde comienza y cómo acaba un cuerpo docente. En: Grisoni, D. (comp). Políticas de la filosofía. México: F.C.E.

Fabbri, P. (2000). El giro semiótico. Barcelona: Gedisa.

Fontanille, J. (1988). Semiótica y enseñanza: heurística, creatividad, dominio. En Rodríguez, J. Educación y comunicación. Barcelona: Paidós.

Foucault, M. (1980). El orden del discurso. Madrid: Tusquets.

Gadamer, H-G. (1977). Verdad y método. Fundamentos de una hermenéutica filosófica. V. I.Salamanca: Sigueme.

Mattelart, M. (2000). Historia de la sociedad de la información. Barcelona: Paidós.

Poster, M. (1987). Foucault, marxismo e historia. Modo de producción versus Modo de Información. Buenos Aires: Paidós.

Ricoeur, P. (1988). Retórica, poética, hermenéutica. En Valdés, J. y otros Con Paul Ricoeur: Indagaciones hermenéuticas. Caracas: Monte Ávila.

 

Autores:

Iliana Lo Priore. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Profesora Titular UC. Investigadora del CIM. Doctora en Educación.

Jorge Díaz Piña. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Profesor Universitario de la UNESR. Investigador del CIM.

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