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La lectura en edades tempranas refuerza el vínculo familiar

Por: ABC

A juicio de los expertos, «es muy importante fomentar el amor por la lectura incluso antes de que los niños aprendan a leer»

La psicóloga María Ángeles Naranjo Moreno, miembro del servicio de pediatría del hospital Quirónsalud Huelva-IHP, ha remarcado la lectura en edades tempranas ayuda a los más pequeños a trabajar la empatía, potenciar las habilidades sociales y psicolingüísticas, y refuerza el vínculo con sus padres.

En palabras de la especialista, «en todas las etapas de la vida un buen libro nos va a ofrecer un mundo de posibilidades para crecer como persona». La lectura es una actividad que aporta numerosos beneficios en el desarrollo tanto en niños como en adolescentes y adultos mejorando la lectura comprensiva, la redacción y la atención auditiva. Y es «una ayuda indiscutible para que los más pequeños comentan menos faltas de ortografía», ha explicado la experta, según han informado desde el centro hospitalario en una nota de prensa.

A su juico, «es muy importante fomentar el amor por la lectura incluso antes de que los niños aprendan a leer». Según relata la psicóloga «una manera ideal de hacerlo es dedicando unos minutos a leer un cuento con nuestros hijos, lejos de las nuevas tecnologías que son tan interesantes y motivadoras para ellos».

MªJosé Gil, pediatra del hospital Quirónsalud Huelva, también insiste en dejar a un lado las pantallas para disfrutar de tiempo de calidad con nuestros hijos «a la vez que les brindamos un mejor desarrollo de las áreas de su cerebro vinculadas a la regulación y el autocontrol». «Si finalmente optamos por el uso de dispositivos electrónicos para los más pequeños este siempre debe estar regulado y acompañado por un adulto», ha proseguido.

Por su parte, María de los Ángeles Naranjo ha apostillado que «también es importante elegir libros de una temática que les apasione y sean acordes a su nivel de desarrollo». «Esta actividad debe ser un refuerzo positivo, que lo vean como el premio del día y no como una obligación».

Como ha sostenido, «debe ser un momento para disfrutar de la compañía de sus padres y, sobre todo, de la atención de estos». Además de lo descrito, la psicóloga insiste en hacer de la lectura una actividad familiar que ayudará a disfrutar juntos y a consolidar la lectura como un hábito: acudir a la librería en busca de nuevos títulos elegidos entre todos, comentar juntos la historia del libro, visitar ferias del libro y cuentacuentos. «De esta manera conseguiremos despertar la pasión por la lectura en los más pequeños», ha concluido.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-lectura-edades-tempranas-refuerza-vinculo-familiar-202105290046_noticia.html

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La reapertura de las escuelas no pasa por la SEP

Por. Abelardo Carro Nava

Dos cuestiones llamaron mi atención de lo expresado por el presidente López Obrador, por un lado, aseguró que la SEP emitiría ese día un documento…

Prácticamente a un mes de que culminé el ciclo escolar 2020-2021, la Secretaría de Educación Pública (SEP), en voz de su titular, la profesora Delfina Gómez, ha convocado a las maestras, maestros, padres de familia y autoridades educativas de nuestro país, a regresar a clases presenciales a partir del 7 de junio (Profeladia.com, 2021). Tal convocatoria se expresó durante la conferencia de prensa del 28 de mayo en Palacio Nacional, y bueno, el presidente hizo lo propio y respaldó este llamado porque, según él, ya hay condiciones para ¿regresar a la normalidad? a las escuelas dado que el sector educativo, prácticamente en su totalidad (85%), ha sido vacunado, aunado al hecho de que la inoculación de los adultos mayores no se ha detenido y en próximos días se continuará con los adultos cuyas edades oscilan entre los 40 y 49 años.

En esta misma conferencia, se difundió un video donde se pudieron observar y escuchar, algunos testimonios de profesores cuyas palabras refieren el deseo de regresar a clases por diversas razones, y no se equivocan. Desde hace algún tiempo he venido comentado que la inmensa mayoría de maestros y maestras tienen ese anhelo, pero también he sostenido con argumentos y datos, que las condiciones en las instituciones educativas no son las idóneas para que todos los actores educativos y no educativos tengan un regreso seguro.

Ahora bien, dos cuestiones llamaron mi atención de lo expresado por el presidente López Obrador, por un lado, aseguró que la SEP emitiría ese día un documento oficial para formalizar el regreso a clases presenciales en el país a partir del 7 de junio, pero, por otra parte, el que independientemente de este documento, cada comunidad educativa podría decidir si regresa a clases presenciales o no, “porque todo es voluntario nada es por la fuerza”.

¿Se oficializa el regreso, pero es voluntario? Menuda forma de deslindarse de la responsabilidad que trae consigo la apertura de los centros escolares sin que el gobierno federal, y los gobiernos locales, hayan hecho lo que corresponde para habilitar o rehabilitar la mayoría de los espacios físicos educativos, para dotar de suficientes y necesarios insumos para cuidar la salud y prevenir contagios, para asegurar que haya agua, drenaje y una adecuada ventilación en cada uno de los planteles y salones de clase, para capacitar sobre estos asuntos a padres de familia, alumnos, profesores, directivos y todo aquella persona que, de manera directa o indirecta, se involucra diariamente en las actividades de las escuelas, para informales sobre una línea de trabajo que permita delinear el camino para un regreso seguro de todos los involucrados más allá de lo que se menciona en el protocolo que la SEP elaboró y que hasta la fecha no ha modificado, en fin, ¿por qué no se habló de todo eso?, ¿por qué no se presentaron datos sobre la posible afectación de los aprendizajes de los alumnos durante todo este tiempo?, ¿por qué no se detalló cuántas maestras y maestros han recibido una capacitación sobre la detección de enfermedades como el COVID-19 y los protocolos establecidos por la propia Secretaría?, ¿por qué no se especificó cuántos padres de familia fueron capacitados sobre este mismo asunto?, ¿por qué no se informó del número de escuelas que se habilitaron y rehabilitaron más allá de las que contempla el programa la Escuela es Nuestra?, ¿por qué no se mencionó que, en algunas entidades federativas, se está obligando a los padres de familia y maestros a firmar una carta responsiva, mediante la cual, se deslinda a la SEP y al gobierno federal de cualquier afectación que pudieran tener los niños en su salud por un posible contagio?, ¿por qué no se dijo que, a unas semanas de que terminé el ciclo escolar, la SEP y las Secretarías de los estados, solicitan las evaluaciones de los alumnos a los profesores quienes, por tres o cuatro semanas posteriores a su entrega, repasan contenidos o refuerzan algunos temas vistos en los bimestres lo cual propicia algunas complicaciones porque, tanto los estudiantes como los padres de éstos, sabedores de que su hijo ya ha sido evaluado, deja de mostrar el mismo interés por su desempeño académico?, ¿por qué no se presentó un plan que permitiera aprovechar al máximo esas tres o cuatro semanas para que se trabajara con todos estos temas qua planteo en estas interrogantes para que se iniciara el ciclo escolar 2021-2022 con una base un tanto más sólida que permitiera la toma de decisiones de cada uno de los planteles educativos?, ¿por qué en Tabasco y Baja California ya se están citando a los trabajadores de la educación sin tomar en cuenta lo que desde la misma presidencia nacional se menciona?, ¿es voluntario el regreso o no lo es?

Antes del anuncio de este día (28 de mayo) en Palacio Nacional, tuve conocimiento de que varios colectivos docentes, conjuntamente con padres de familia, tomaron la decisión de considerar el regreso a clases presenciales hasta el siguiente ciclo escolar. Una medida, sin duda, sensata como también lo es, el que otras instituciones educativas, con el acuerdo de los mentores de los alumnos, hayan decidido regresar a las aulas en las siguientes semanas.

La comunidad es conocedora de sus propias circunstancias y, desde mi perspectiva, ahí radica el meollo de este asunto no en la Secretaria.

La SEP tendría, en todo caso, marcar una trayectoria pedagógica, didáctica y de gestión propia de las funciones que realiza con la idea de ofrecer todas las herramientas, instrumentos e insumos para que esto sea posible, pero, desafortunadamente, en lo que va de estos 14 meses de confinamiento educativo, solo ha dado palos de ciego sin saber qué hacer y cómo actuar ante lo que cierto Secretario de Educación denominó “un elefante reumático” como lo es el Sistema Educativo Mexicano.

Al respecto, basta con leer lo que en la página de esta dependencia se publicó sobre este asunto y que denominó “Consideraciones generales para formalizar el regreso voluntario a clases presenciales y finalizar el ciclo escolar”; consideraciones que contienen una serie de “reglas” específicas que “brindan” una orientación a las autoridades escolares para ese regreso a clases que, para acabar pronto, no aportan nada nuevo salvo por aquel aspecto que señala que “las y los alumnos que, por decisión de sus padres de familia, renuncien al servicio presencial, deberán ser incorporados a un ¿programa de renivelación? a fin de valorar los conocimientos adquiridos, y posteriormente, ser reintegrados al nivel o grado respectivo (SEP, 2021). ¿Cuál es el fundamento de ese programa de renivelación?, ¿qué estructura tendría? Y lo que es peor, además de que la SEP plantea una educación basada en una estrategia mixta, ¿el docente tendría un programa más a trabajar con sus alumnos?, ¿no es suficiente con toda la carga administrativa que tiene?

La SEP sigue sin rumbo; viene actuando en razón de las instrucciones recibidas por quien dirige los destinos del país, y no en función de las circunstancias en las que se encuentran cada uno de los centros educativos. ¿Se imagina usted el que los profesores tengan que trabajar de manera mixta con sus alumnos, pero sin que la escuela cuente con la infraestructura, equipos y conectividad requerida para este propósito?

En suma, insisto, la falsa idea de que la crisis por la pandemia está superada y que el propio gobierno viene difundiendo con ahínco en estos días: es por demás oportunista, electorera y alejada a la realidad que vive la educación en México.

Con negritas:

Hasta el momento en que cierro estas líneas, la SEP no ha emitido un comunicado oficial sobre el regreso a clases presenciales el 7 de junio, tal y como lo señaló el presidente. Tampoco se encuentra el documento “Consideraciones generales para formalizar el regreso voluntario a clases presenciales y finalizar el ciclo escolar” puesto que el enlace que colocaron en la página de esta dependencia, remite al mismo sitio en el que no aparece. Vaya eficiencia y eficacia, ¿no cree?

Referencias:

Fuente: https://profelandia.com/la-reapertura-de-las-escuelas-no-pasa-por-la-sep/

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Alfabetización académica: ¿por qué y para qué?

Por: Emilio Vargas Santiago 

Nadie puede enseñar lo que no sabe, por tanto, los docentes actuales de la Educación Secundaria y la Educación Superior tendrían que recibir la formación previa necesaria.

Según la RAE, el término alfabetización proviene del verbo alfabetizar y trata de la acción de enseñar a leer y escribir. ​ Para Richard L. Venezky, alfabetizar “es la habilidad mínima de leer y escribir una lengua específica, como también una forma de entender el uso de la lectura y la escritura en la vida diaria”. De modo que la alfabetización es tanto el acto de enseñanza como la capacidad adquirida para leer y escribir por cuenta propia.

Desde hace tiempo, la alfabetización de la población se ha visto como un imperativo, una obligación del Estado y un derecho que ciudadanas y ciudadanos deben ejercer, pero esta ha estado pautada por una enseñanza y un aprendizaje tradicionales, porque la lectura ha sido mecánica y la escritura repetitiva.

Las Naciones Unidas declararon el período 2003-2012 como la Década de la Alfabetización y se plantea como un largo proceso que abarca el desarrollo individual y está determinada por los cambios tecnológicos, científicos, políticos y culturales. Pero ese cambio resulta difícil, porque los docentes la enseñan como a ellos les enseñaron; tratan que niñas y niños  lleven el código escrito al código oral y transcriban lo ya escrito.

En la actualidad, la alfabetización comprende el desarrollo de saberes, capacidades, competencias para leer críticamente y escribir académicamente. Por tanto,  el cambio debe ser primero asimilado por los docentes, para después transmitirlo a sus estudiantes. La lectura crítica y la escritura académica van perfeccionándose a lo largo de la vida y su uso está determinado por la enseñanza y el aprendizaje.

La problemática de la lectura y la escritura viene siendo objeto de discusión en muchas partes del mundo. Pero donde más se ha adelantado con propuestas metodológicas ha sido en los países anglosajones, principalmente en Estados Unidos, Australia y Canadá. En los últimos años, también en Latinoamérica se han desarrollado propuestas en procura de mejorar el desempeño de los estudiantes en cada una de ellas.

Cabe señalar que en 1874, la Universidad de Harvard aplicó el primer examen de inglés escrito para ingresar a sus aulas. La mitad de los estudiantes falló, lo cual cuestionó los niveles educativos básicos y medios, y con la presión de las universidades  lograron una importante reforma educativa para que los estudiantes llegaran mejor preparados en lectura y escritura.

Después de la Segunda Guerra Mundial accedieron muchos soldados a las aulas universitarias, evidenciando la necesidad de desarrollar destrezas comunicativas escritas, pues una escritura pobre limitaba el desempeño laboral. Esto favoreció la creación de un movimiento para el mejoramiento de la calidad de la enseñanza de la escritura en la educación superior en ese país.

Estos dos procesos, lectura y escritura, constituyen la denominada alfabetización académica, entendida como el proceso mediante el cual los estudiantes adquieren las competencias necesarias para manejar con autonomía un determinado tema, expresándose con propiedad, propiciando el intercambio de ideas en el área en discusión y comunicándolo al entorno (Rosales Mora, 2016).

La alfabetización académica se plantea para afrontar la necesidad que tienen las instituciones educativas de desarrollar en los estudiantes habilidades para interpretar y/o producir textos científicos y académicos. Esto así, porque se observa que los alumnos tienen dificultades para configurar sentidos cuando escriben, y suelen producir numerosas interpretaciones erróneas cuando leen, se reporta en la literatura.

La medida para encarar esta situación ha sido desarrollar la lectura y la escritura en todas las disciplinas de cada carrera durante la educación superior. Sin embargo, como es notoria la ausencia de conocimientos básicos acerca del lenguaje y la cultura escrita de los estudiantes, algunos autores proponen extender el concepto de alfabetización académica al nivel secundario, porque es un mandato ético dotar al bachiller de recursos idóneos para enfrentar los textos disciplinares, afirma la profesora de Comunicación de la Escuela Superior Politécnica del Litoral de Guayaquil, Ecuador, Martha Espinoza.

Una alfabetización académica temprana proporcionaría al estudiantado: a) Acceso a las diferentes culturas escritas de las asignaturas; b) Amplía las lecturas y escrituras, al incluir los textos de estudio; c) Al implicar a todos los profesores, estos se harían más conscientes de que la lectura y la escritura son herramientas de aprendizaje.

Algunos docentes creen que una vez que el educando aprende a leer, la competencia está lograda y es posible aplicarla indistintamente a todo tipo de texto; “este concepto es errado, pues la lectura responde a una capacidad abierta como la inteligencia”. De ahí la importancia de capacitar a los docentes de todas las asignaturas para que cada uno, desde su disciplina/asignatura, proponga procesos de lectura y escritura, así como propiciar la escritura académica a través de blogs, periódicos escolares, presentaciones con apoyo de Power Point, entre otros, recomienda Martha Espinoza.

Con respecto a los textos de estudio es necesario que se apliquen estrategias específicas de interpretación, para que los estudiantes se familiaricen con el lenguaje propio de los temas abstractos, con los discursos explicativos y argumentativos, y con la retórica académica. También hay que abandonar la  concepción de que leer para aprender es extraer datos, y reemplazarla por la comprensión de que leer es interpretar relaciones y conceptos, afirman algunos especialistas.

En conclusión, nadie puede enseñar lo que no sabe, por tanto, los docentes actuales de la Educación Secundaria y la Educación Superior tendrían que recibir la formación previa necesaria para llevar a cabo la alfabetización académica en las distintas asignaturas que enseñan a sus estudiantes. El desarrollo de las competencias para lograr una auténtica formación en lectura crítica y escritura académica, es una vía importante hacia el mejoramiento de la calidad de la educación del país. ¡Mano a la obra!

Fuente: https://acento.com.do/opinion/alfabetizacion-academica-por-que-y-para-que-8948704.html

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Voluntariamente a fuerzas el regreso a las clases presenciales

Por: Sergio Martínez Dunstan

Se prevé que los padres, madres o tutores deberán elaborar una carta responsiva asentando estar de acuerdo de que sus hijas, hijos o pupilos se encuentren de forma presencial o, de igual manera, manifestar su plena voluntad el dejar de asistir…

El gobierno federal puso en jaque a los padres, madres y tutores. Les pone la espada de Damocles por delante. O llevas a tus hijos a la escuela para que tomen sus clases presenciales o atente a las consecuencias. Tiene la firme convicción de hacerlo sin importar el costo social, incluso electoral, que trae consigo tal decisión. Se pudiera convertir, en los hechos, en un factor de exclusión. Analicemos el asunto.

Durante el transcurso de la semana, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reiteró su postura sobre el asunto. En el blog institucional, difundió cuatro boletines. En el 102 se informó la conclusión del proceso de inoculación a los docentes. En el 103, hizo un llamado al personal que integra las instituciones educativas para regresar a las escuelas. En el 104, dio a conocer las orientaciones de apertura para el regreso a clases emitidas por la autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México. Y, en la Conferencia Matutina del 28 de mayo de año en curso, Delfina Gómez Alvarez, máxima autoridad educativa del país, presentó un informe pormenorizado sobre la vacunación al personal del sector educativo. Con ello, dijo, tenemos la posibilidad de regresar a las escuelas el 7 de junio. También hizo saber que se ha reunido con sus homólogos y gobernadores de las entidades federativas para divulgar los protocolos de seguridad.

El Presidente, Andrés Manuel López Obrador, expuso su postura al respecto. Palabras más, palabras menos señaló:

Necesitamos regresar a clases. No podemos demorarnos más. Resta un mes para concluir el ciclo escolar. Hay quienes opinan que mejor sea hasta el próximo pero yo no lo comparto. Cada comunidad educativa lo decidirá. Si no hay acuerdo, si no hay consenso, no se regresará. No es obligatorio, nada a la fuerza. No vamos a pelearnos. Todo por la razón y el convencimiento. Si hay padres que no quieran, están en su derecho. La educación a distancia continuará para sus hijos. Adelantó que la SEP emitiría un lineamiento oficial.

La instrucción presidencial se atendió con el Boletín 105 a través del cual se presentaron las Consideraciones Generales para las comunidades educativas públicas y privadas del país, que voluntariamente decidan iniciar clases presenciales y finalizar el ciclo escolar 2020-2021. El propósito es cumplir con los planes y programas de estudio para el tipo de educación básica y Normal; y de los tipos medio superior y superior que dependan de la SEP, así como aquellos particulares con autorización y/o reconocimiento de validez oficial de estudios otorgado por la Autoridad Educativa Federal.

En las consideraciones aludidas, se plantea casi lo mismo que se estableció tanto en la “Estrategia Nacional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales en las Escuelas de Educación Básica durante el Ciclo Escolar 2021-2021” como en la “Guía de orientación para la reapertura de las escuelas ante COVID 19”. Salvo una disposición por demás digna de ser analizada: Textualmente se menciona:

Los educandos de educación básica cuyos padres, madres o tutores, de forma voluntaria opten por renunciar al servicio presencial, serán incorporados a un programa de renivelación, el cual funcionará conforme las normas de control escolar que emita la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación de Estudios, y que tendrá por objeto valorar los conocimientos del educando durante todo el periodo que se abstuvo de asistir a clase presencial, para que a su regreso al ciclo escolar que corresponda, sea incorporado al nivel o grado pertinente conforme a sus conocimientos y aprendizajes obtenidos”. Y en un párrafo posterior señala: “con objeto de revisar el grado de abandono escolar en el Sistema Educativo Nacional durante el ciclo escolar 2021-2022”. Resalté con negrillas buena parte del párrafo para destacar la importancia del párrafo.

Se prevé que los padres, madres o tutores deberán elaborar una carta responsiva asentando estar de acuerdo de que sus hijas, hijos o pupilos se encuentren de forma presencial o, de igual manera, manifestar su plena voluntad el dejar de asistir.

¡Sopas perico! Voluntariamente a fuerzas. Los sitúa entre la espada y la pared. O llevas a tus hijos a la escuela para que tomen sus clases presenciales o atente a las consecuencias. ¡Órale! Qué fuerte y delicada son las repercusiones implícitas resultado de la elección. La una, de los padres de familia, o la otra, la del gobierno federal. Recordemos que el andamiaje jurídico de la reforma educativa actual, la del dos mil diecinueve, contempla la obligaciones de los mexicanos. Entre ellas, responsabilizarse de que sus hijas, hijos o pupilos menores de dieciocho años concurran a la escuelas, para recibir la educación obligatoria así como participar en su proceso educativo, al revisar su progreso y desempeño, velando siempre por su bienestar y desarrollo (artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).

Al respecto me surgen muchas preguntas, entre otras: ¿en qué consiste el programa de renivelación? ¿un examen? ¿algún curso? ¿o será mero trámite administrativo? ¿bajo qué normas se regulará? ¿a quién le corresponderá operarlo o aterrizarlo? ¿a las unidades administrativas? ¿las escuelas directamente? ¿los maestros? O ¿cómo será el procedimiento? ¿habrá periodos determinados o podrá solicitarse en cualquier momento? Una condición es la de estar inscrito en una escuela. Las otras interrogantes, seguramente se responderán al momento de publicar el acuerdo respectivo en el Diario Oficial de la Federación. Anteriormente, se contabilizaban a los alumnos registrados en el sistema educativo nacional y a quienes, no. A partir de ahora se agrega una tipificación más: quienes están inscritos oficialmente pero que no acuden a clases presenciales y tendrán la posibilidad de regularizarse cuándo deseen regresar bajo los criterios normativos que estipule la autoridad educativa federal.

Lo anterior influirá en decisión que tomen los padres, madres o tutores si acaso tenían la duda de llevar a sus hijos a la escuela para asistir a sus clases presenciales porque esta en riesgo su salud. La deberán pensar muy bien. Nada de que le diga a su hijo… “despreocúpate, no pasará nada si dejas de ir a la escuela en tanto se controle la pandemia”. Y menos que lo diga un director escolar o un maestro a sus alumnos, padres, madres o tutores. “Si no quiere traer a su hijo a clases presenciales, no pasará nada”. Porque sí pasará y mucho. Se reduce también el margen de maniobra que tienen las y los docentes de asistir a la escuela a impartir sus clases. Ellos estarán obligados a hacerlo por su condición contractual salvo que presenten la licencia médica respectiva. Por lo pronto, estarán a la expectativa a ver que dicen sus autoridades educativas escolares de las reuniones que tienen programadas para próximamente con sus superiores. Asimismo, esperaremos a conocer la actitud con la que asumirán la sociedad, el magisterio, los gremios sindicales y las mismas autoridades educativas, quienes tendrán la obligación de cumplir y hacer cumplir lo establecido. Vaya giro que tomó el asunto. Y a usted gentil lector ¿qué opinión le merece?

Carpe diem quam minimun credula postero


Facebook: SergioDunstan

Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net

Fuente: https://profelandia.com/voluntariamente-a-fuerzas-el-regreso-a-las-clases-presenciales/

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La cancha es la plaza

Por: Roberto Patiño

“En la cancha comienza la vida de un barrio”: esta certeza resume la razón por la cual varios jóvenes vienen trabajando, junto con Caracas mi Convive y Alimenta la Solidaridad, en el proyecto de recuperación de las canchas deportivas en sectores populares. Ya son quince los espacios intervenidos en esta iniciativa de organización popular, una cifra discreta si se compara con el tamaño de las aspiraciones de nuestras ciudades, pero todo un logro en lo que implica para los vecinos involucrados en estos proyectos.

Es mucho más que reparar una cancha, es recuperar el sentido de pertenencia de una comunidad con sus espacios, es una forma de apoyar la organización comunitaria, una vía para empoderarse de lo público de manera responsable, una excusa, reconocen, para formar una verdadera comunidad de vecinos. Y es que “la cancha” en el barrio va más allá de unas marcas en el suelo para hacer de deporte, es la plaza de una comunidad, el punto de encuentro, la referencia social y geográfica de los vecinos, el espacio de “lo público” donde nacen todas las iniciativas de trabajo por el bien común y donde debutan los nuevos liderazgos populares.

En Caracas Mi Convive somos muy conscientes de este universo de significados que hay que respetar, por eso la recuperación de estos espacios cumplen con una agenda de trabajo que incluye la presentación de la organización, la convocatoria de los vecinos, un taller de prevención de violencia, el trabajo organizativo y cultural en los “puntos calientes” y la divulgación de información sobre el proyecto Monitor de Víctimas.

Más adelante se avanza con un taller sobre identidad social y organización comunitaria donde se explora, junto a los vecinos, todo aquello que los vincula, se trabaja en la reconstrucción de los vínculos con su entorno, se les invita a formar parte de un proyecto para que “la cancha” les pertenezca. Esta es la única garantía, nos dicen nuestros líderes en la comunidad, de que estos espacios recuperados sobrevivan al paso del tiempo.

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Fútbol femenil y formación universitaria

Por:

El 53.3 % de las futbolistas profesionales en la liga mexicana cuentan con al menos una licenciatura.

La semana pasada se celebró el Día internacional del Fútbol Femenino, también bajo el contexto de la recientemente disputada e histórica Copa Champions Femenil y el próximo cierre del torneo de la LIGA MX Femenil, podemos hablar de un deporte que ha crecido de una manera extraordinaria en estos últimos cinco años.

En artículos anteriores hemos hablado sobre intersecciones importantes entre el deporte, la educación física y la equidad de género. Hoy nos parece importante plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cómo intersecta el fútbol no solo con la oportunidad de una formación universitaria, sino con qué tantos atletas aprovechan esta oportunidad? Una nota de El Economista sostiene que de las 489 jugadoras registradas en la LIGA MX Femenil en 2021, el 53.3 % cuenta con estudios de licenciatura o de posgrado.

Si bien podemos hablar de un mercado laboral más establecido en las divisiones varoniles, la relación de los atletas masculinos con una educación tradicional es mínima. El tiempo de entrenamiento para un futbolista profesional es de 4 a 6 horas diarias, esto sumado al tiempo de operaciones administrativas, el tiempo de descanso y recuperación, además de los viajes para asistir a encuentros deportivos. Con un cronograma así de saturado, un jugador profesional difícilmente podrá repartir su atención entre el fútbol y una formación académica tradicional. Este es un problema que afecta a ambas divisiones, pero su efecto tiene mucho mayor impacto en la liga femenil, en la que se exige este compromiso de las jugadoras sin empatar con una estructura de seguridad que les afiance un futuro económico aún cuando se encuentran jugando en ligas profesionales como la mexicana. Ante esta deficiencia, la educación universitaria es una necesidad básica.

La brecha salarial y su relación con la educación superior

La diferencia entre la producción de activos económicos y del fútbol masculino como negocio en comparación con el femenino no se discute, y aunque sí hay un tema crítico de dignidad humana y trato laboral justo en cómo se gestionan las divisiones femeniles, no podemos comparar los valores de producción monetaria de un aparato deportivo varonil que comenzó su proceso de profesionalización en 1863, con un hómologo femenil que no tuvo una federación propia ni un mundial hasta 1971.

Lo anterior no solo influye en la necesidad de las futbolistas para perseguir una formación universitaria y de posgrado que les procure estabilidad económica fuera de la cancha, sino el tiempo que pueden estar dentro de esta. Desde el inicio de su carrera en fuerzas básicas, las mujeres tienen que preocuparse por la formación académica y la capacitación que les conseguirá sustento tras una carrera futbolística que todavía no ofrece dividendos suficientes.

El rango de tiempo que dura la trayectoria futbolística de una mujer, en comparación con la de un hombre, también es un factor determinante. Durante la Copa Mundial Femenina disputada en Francia en 2019, el promedio de edad de las jugadoras era de 26 años, mientras que en Rusia 2018, la media se perfilaba en 27.4 años. Los jugadores masculinos tienden a quedarse más tiempo ejerciendo la profesión porque las exigencias físicas y psicológicas están más que empatadas con la compensación financiera, privilegio que muchas ligas femeninas todavía no gozan.

Esta disparidad puede leerse como un aspecto negativo del deporte, pero una perspectiva más positiva puede encontrarse al poner a la educación como activo eje en la conversación, como menciona la analista y periodista deportiva, Marion Reimers, en un reciente video sobre el perfil educativo de la liga mexicana femenil.

“Si vas a ser futbolista profesional, ten una red de contención que no únicamente tenga que ver con el dinero, no algo que te genere satisfacción, pura curiosidad intelectual y capacidad de asombro”.

Reimers agrega que el fútbol femenil tiene toda la capacidad para generar una nueva narrativa que beneficie la fibra del deporte mismo, visibilizando el valor de crear una red de contención más allá del ejercicio profesional de cualquier disciplina física, esto a través de de la formación académica, la educación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida.

¿Piensas que la formación didáctica es importante para cualquier atleta? ¿Cómo crees que la práctica de un deporte puede mejorar la disponibilidad y seguimiento de ofertas educativas? ¿Consideras que el deporte en sí mismo tiene el potencial de ser una herramienta de aprendizaje? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/futfem-educacion-universitaria

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