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Un enfermero escolar alerta: «Con la apertura de colegios y la llegada de la gripe nos viene un tsunami»

Por: Carlota Fominaya

Estos profesinales están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19.

Niños con diabetes, alergias alimentarias graves que cursan con shock anafiláctico, casos graves de epilepsia, golpes, caídas, casos no diagnosticados de enfermedad cardiaca no diagnosticada… y ahora, por desgracia, coronavirus. A juicio de Borja Mediero, enfermero escolar en un instituto madrileño de Secundaria, la necesidad de estos profesionales en los colegios en tiempos de coronavirus queda fuera de toda duda, porque «están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19. Nuestra figura es clave -insiste-. En los colegios es necesaria la visión de un sanitario a la hora de organizar un protocolo de actuación frente al Covid, tanto en prevención, como en detección de casos en el aula».

Mediero teme la llegada la apertura de los colegios y la llegada del frío, donde augura que se van al mezclar los síntomas de la gripe con los del coronavirus, y va a ser muy difícil de diferenciar entre ambas enfermedades hasta que no haya un diagnóstico hecho con PCR: «nos viene un tsunami», augura. «Ahora mismo, por ejemplo, estamos viendo que no todos los adolescentes están concienciados con todo esto, y qué mejor que darles formación sanitaria, tanto sobre el Covid y sus consecuencias, como otras muchas cosas que les rodean, como el alcohol y el tabaco».

De hecho, «la ley de regulación de profesiones sanitarias establece que las enfermeras son las responsables de ejercer esta promoción de la salud en la ciudadanía», explica Mediero. «Esta labor de prevención y promoción de la salud es la que ocupa gran parte de nuestra jornada laboral: organización de charlas, clases para evitar el tabaquismo, talleres sobre alimentación y nutrición, consumo de alcohol, drogas, estilos de vida saludables, RCP para el manejo de situaciones de emergencia…». Es más, a este profesional no se le olvidará en la vida el día en que tuvo que atender a un menor que presentaba una parada cardiorrespiratoria por atragantamiento. «Volvió a la vida tras hacerle una resucitación cardiopulmonar», rememora.

Porque el abanico de problemas sanitarios que se puede dar en un colegio es infinito. «Podemos realizar una atención práctica, de urgencia como una PCR… pero prevenir hábitos malos es básico para la sociedad., pero también realizamos una labor importantísima de educación sanitaria y de prevención… Es decir, además de hablar de lavado de manos y correcta utilización de mascarillas, tenemos mucho que alertar sobre el consumo de sustancias perjudiciales, por ejemplo».

La presencia en la enseñanza pública

Sin embargo, denuncia, « la tónica general es que no haya enfermeras en los colegios públicos. La ley solo establece que haya un sanitario, enfermera o enfermero escolar en caso de que haya algún niño que cumpla ciertos requisitos médicos. En Primaria se suele establecer cuando hay menores diabéticos, que necesitan un control del azúcar antes y después de las comidas, del recreo, cuando toca el comedor…». En Secundaria, prosigue, «nuestra presencia está más orientada a niños con problemas motóricos, de desplazamiento, que necesitan alguna adaptación porque van en silla de ruedas… Es decir, por problemas funcionales».

La presencia en la enseñanza privada

En los colegios privados, explica este enfermero, «esto lo gestionan las ampas (Las asociaciones de padres y madres de los centros escolares). Ellos son quienes contratan una enfermera escolar para que haya un control de parte de un sanitario. El centro contrata este tipo de profesionales cuando hay una petición generalizada por parte de los padres para atender a niños con epilepsia, diabetes, alergias alimentarias graves, alguna ambiental, etc.».

Pese a todo, el debate, reconoce Mediero, está ahí. «Muchas veces se discute sobre si los centros educativos necesitan una enfermera escolar o si los profesionales de enfermería de atención primaria pueden ejercer la labor que hacen los enfermeros escolares. yendo ellos a realizar esa atención in situ al colegio, o realizando los talleres de forma puntual. Como defensa de la profesión de enfermería escolar creo que un profesional de Atención Primaria puede atender a un niño con una enfermedad crónica o ir a dar un taller, pero no puede hacer un análisis de esa población. Eso solo lo puede establecer un enfermero que va a convivir con ese grupo escolar. La evidencia así lo dice: a la hora de prevención y promoción de la salud hay que establecer las necesidades de esa comunidad en la que se va a actuar».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-enfermero-escolar-alerta-apertura-colegios-y-llegada-gripe-viene-tsunami-202008190119_noticia.html

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La educación está perdiendo diversidad política e ideológica, sobre todo en las últimas décadas

Aspirar a que todos los puestos de trabajo estén equilibrados políticamente es una entelequia, al igual que lo es el pretender que haya la misma proporción de sexos, etnia, altura, belleza o cualquier otro rasgo que consideremos que quien lo detenta puede sentirse discriminado (a no ser que implementemos políticas totalitarias para que eso ocurra).

Sin embargo, empieza a resultar preocupante que en el campo de la educación, donde los educandos deben recibir el máximo de puntos de vista para que su juicio se afine, el profesorado esté tendiendo de forma generalizada a ser de izquierdas, sobre todo en las humanidades y las ciencias sociales.

Eje derechas-izquierdas

Hasta cierto punto, que haya mayoría de izquierdas entre el profesorado es deseable a fin de garantizar la desconfirmación institucionalizada en cualquier campo que aborde temas politizados, y eso es lo que ha sucedido en la mayor parte del siglo XX: la proporción fue de dos o tres a uno.

No obstante, las cosas empezaron a cambiar a finales de la década de 1990, cuando los profesores de la «gran generación» empezaron a jubilarse y fueron sustituidos por los miembros de la generación baby boom, tal y como denuncia Jonathan Haidt en su libro La transformación de la mente, hasta que en 2011 la proporción había llegado hasta los cinco a uno:

Los profesores de la gran generación eran predominantemente varones blancos que habían luchado en la Segunda Guerra Mundial, a los que se estimuló para que realizaran estudios superiores por medio de unas leyes diseñadas para ayudarlos en el período de posguerra. La ola de académicos incluía a muchos republicanos y conservadores. Entre los profesores del baby boom, en cambio, había una mayor diversidad de razas y sexos, pero menor en sus tendencias políticas. Muchos de ellos estaban influidos por la gran ola de protestas sociales de la década de 1960.

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En algunos campos del saber, la falta de proporcionalidad política es abismal: en humanidades y ciencias sociales, por ejemplo, sobrepasan a los diez a uno, y el desequilibrio es mayor en las universidades más prestigiosas. Ello no solo compromete la eduación abierta a las ideas diversas (los estudiantes se autodefinen cada vez como más de izquierdas), sino que perjudica la calidad y el rigor de la investigación académica.

El único campo de todas las humanidades y ciencias sociales donde consta que existe suficiente diversidad política para permitir la desconfirmación institucionalizada es el de la economía, donde la proporción entre izquierda y derecha, hallada por un estudio de los registros de voto de los profesores, era comparativamente baja: cuatro a uno.

Por supuesto, uno puede imaginar que alguien de izquierdas también es capaz de ser honesto intelectualmente para presentar ideas de derechas a sus alumnos, pero entonces estamos infravalorando los sesgos inconscientes de todos los seres humanos, amén de que, como escribió John Stuart Mill en Sobre la libertad a propósito de que las ideas conservadoras deben poder ser explicadas por conservadores: «Debes conocerlos en su forma más plausible y persuasiva».

Habida cuenta de que en política hay pocas verdades incontrovertibles, pues dependiendo del contexto y el problema que debe abordarse resulta más eficaz un tipo de idea frente a otra, lo peor que puede pasarle a las nuevas generaciones es que solo analicen el mundo desde la óptica de un único ojo, como tuertos intelectuales, en vez de la visión tridimensional que proporcionan los dos ojos.
Fuente: https://www.xatakaciencia.com/psicologia/educacion-esta-perdiendo-diversidad-politica-e-ideologica-todo-ultimas-decadas
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El principio de autodestrucción y el combate contra la COVID–19

Desde que se lanzaron dos bombas atómicas primarias en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, la humanidad ha creado para sí una pesadilla de la que no ha podido liberarse. Por el contrario, se ha transformado en una realidad que amenaza la vida sobre este planeta y la destrucción de gran parte del sistema–vida. Se han creado armas nucleares mucho más destructivas, químicas y biológicas que pueden acabar con nuestra civilización y afectan profundamente a la Tierra viva.

Aún peor, hemos diseñado la inteligencia artificial autónoma. Con su algoritmo, que combina miles de millones de informaciones recogidas en todos los países, puede tomar decisiones sin que nosotros lo sepamos. Eventualmente, puede, en una combinación enloquecida, penetrar en los arsenales de armas nucleares o en otros de igual o mayor poder letal y lanzar una guerra total de destrucción de todo lo que existe, incluso de sí misma. Es el principio de autodestrucción. Es decir, está en manos del ser humano poner fin a la vida visible que conocemos (ella es sólo el 5%, el 95% son vidas microscópicas invisibles).

Debemos enseñorearnos de la muerte. Ella puede ocurrir en cualquier momento. Se ha creado ya una expresión para nombrar esta fase nueva de la historia humana, una verdadera era geológica: el “antropoceno”, es decir, el ser humano como la gran amenaza al sistema–vida y al sistema–Tierra. El ser humano es el gran satán de la Tierra, que puede diezmar, como un anticristo, a sí mismo y a los otros, a sus semejantes, y liquidar los fundamentos que sostienen la vida.

La intensidad del proceso letal es tan grande que ya se habla de la era del “necroceno”, es decir, la era de la producción en masa de la muerte. Ya estamos dentro de la sexta extinción masiva. Ahora se ha acelerado irrevocablemente, dada la voluntad de dominación de la naturaleza y de sus mecanismos de agresión directa a la vida y a Gaia, la Tierra viva, en función de un crecimiento ilimitado, de una acumulación absurda de bienes materiales hasta el punto de crear la sobrecarga de la Tierra.

En otras palabras, hemos llegado a un punto en el que la Tierra no consigue reponer los bienes y servicios naturales que le fueron extraídos y comienza a mostrar un proceso avanzado de degeneración a través de tsunamis, tifones, descongelación delos casquetes polares y del permafrost, sequías prolongadas, tormentas de nieve aterradoras y la aparición de bacterias y virus difíciles de controlar. Algunos de ellos como el coronavirus actual pueden llevar a la muerte a millones de personas.

Tales eventos son reacciones y puede que sean represalias de la Tierra ante la guerra que realizamos contra ella en todos los frentes. Esa muerte en masa ocurre en la naturaleza, millares de especies vivas desaparecen definitivamente cada año, y en las sociedades humanas, donde millones pasan hambre sed y toda suerte de enfermedades mortales.

Crece cada vez más la percepción general de que la situación de la humanidad no es sostenible. De continuar con esta lógica perversa se va a construir un camino que lleva a nuestra propia sepultura. Demos un ejemplo: en Brasil vivimos bajo la dictadura de la economía ultra neoliberal, con una política de extrema derecha, violenta y cruel para las grandes mayorías pobres.

Perplejos, hemos visto las maldades que se han hecho, anulando los derechos de los trabajadores e internacionalizando riquezas nacionales que sostienen nuestra soberanía como pueblo.

Los que en 2016 dieron en Brasil un golpe contra la Presidenta Dilma Rousseff aceptaron la recolonización del país, convertido ahora en vasallo del poder dominante, Estados Unidos, condenado a ser sólo un exportador de commodities y un aliado menor y subordinado del proyecto imperial.

Lo que se está haciendo en Europa contra los refugiados, rechazando su presencia en Italia e Inglaterra y peor aún en Hungría y la muy católica Polonia, alcanza niveles de inhumanidad de gran crueldad. Las medidas del Presidente de Estados Unidos, Trump, arrancando a los hijos de sus padres inmigrantes y colocándolos en jaulas, denotan barbarie y ausencia de todo sentido humanitario.

Ya se ha dicho: “ningún ser humano es una isla… no preguntes por quién doblan las campanas. Doblan por ti, por mí, por toda la humanidad”. Si grandes son las tinieblas que abaten nuestros espíritus, aún mayores son nuestras ansias de luz. No dejemos que la demencia antes mencionada tenga la última palabra.

La palabra mayor y última que grita en nosotros y nos une a toda la humanidad es de solidaridad y compasión por las víctimas, es por paz y sensatez en las relaciones entre los pueblos. Las tragedias nos dan la dimensión de la inhumanidad de la que somos capaces, pero también dejan surgir lo verdaderamente humano que habita en nosotros, más allá de las diferencias de etnia, ideología y religión. Lo humano en nosotros hace que nos cuidemos juntos, nos solidaricemos juntos, lloremos juntos, nos enjuguemos las lágrimas juntos, recemos juntos, busquemos juntos la justicia social mundial, construyamos juntos la paz y renunciemos juntos a la venganza y a todo tipo de violencia y guerra.

La sabiduría de los pueblos y la voz de nuestros corazones lo confirman: no es un estado convertido en terrorista, como Estados Unidos bajo el presidente estadounidense Bush, el que vencerá el terrorismo. Ni el odio a los inmigrantes latinos, difundido por Trump, el que traerá la paz. El diálogo incansable, la negociación abierta y el trato justo eliminan las bases de cualquier terrorismo y fundan la paz. Las tragedias que nos golpearon en lo más hondo de nuestros corazones, particularmente la pandemia viral que ha afectado a todo el planeta, nos invita a repensar los fundamentos de la convivencia humana en la nueva fase planetaria, y cómo cuidar la Casa Común, la Tierra, como pide el Papa Francisco en su encíclica sobre ecología integral “sobre el cuidado de la Casa Común” (2015).

El tiempo apremia. Y esta vez no hay un plan B que pueda salvarnos. Tenemos que salvarnos todos, pues formamos una comunidad de destino Tierra–Humanidad. Para eso necesitamos abolir la palabra “enemigo”. El miedo crea al enemigo. Exorcizamos miedo cuando hacemos del distante un próximo y del próximo, un hermano y una hermana. Alejamos el miedo y al enemigo cuando comenzamos a dialogar, a conocernos, a aceptarnos, a respetarnos, a amarnos, en una palabra, a cuidarnos.

Cuidar nuestras formas de convivir en paz, solidaridad y justicia; cuidar nuestro medio ambiente para que sea un ambiente completo, sin destruir los hábitats de los virus que provienen de animales o de los arborovirus que se sitúan en los bosques, un ambiente en el que sea posible el reconocimiento del valor intrínseco de cada ser; cuidar de nuestra querida y generosa Madre Tierra.

Si nos cuidamos como hermanos y hermanas, las causas del miedo desaparecen. Nadie necesita amenazar a nadie. Podemos caminar de noche por nuestras calles sin miedo a ser asaltados y robados. Este cuidado solo será efectivo si viene acompañado de la justicia necesaria para satisfacer las necesidades de los más vulnerables, si el Estado está presente con medidas sanitarias (lo importante que fue el SUS frente a la COVID–19), con escuelas, con seguridad y con espacios de convivencia, cultura y ocio.

Sólo así disfrutaremos de una paz posible de ser alcanzada cuando hay un mínimo de buena voluntad general y un sentido de solidaridad y benevolencia en las relaciones humanas. Ese es el deseo inquebrantable de la mayoría de los humanos. Esta es la lección que la intrusión de la Covid-19 en nosotros nos está dando y que tenemos que incorporar en nuestros hábitos en los tiempos pos-coronavirus.

Fuente: https://www.cronicadigital.cl/2020/07/22/por-leonardo-boff-el-principio-de-autodestruccion-y-el-combate-contra-la-covid-19/

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El sexo biológico es dinámico y flexible

Algunos aspectos del sistema nervioso masculino adoptan transitoriamente un estado femenino y permiten que el comportamiento masculino sea flexible, ha descubierto una investigación con gusanos.

El sexo biológico se entiende típicamente en términos binarios: masculino y femenino. Sin embargo, hay muchos ejemplos de animales que pueden modificar las características biológicas y de comportamiento típicas del sexo e incluso cambiar de sexo.

Un nuevo estudio, que aparece en la revista Current Biology, identifica un interruptor genético en las células cerebrales que puede alternar entre estados específicos del sexo cuando sea necesario. Este descubrimiento cuestiona la idea del sexo como una propiedad fija.

La investigación, dirigida por Douglas Portman, profesor asociado del Departamento de Genética Biomédica de la Universidad de Rochester y del Instituto del Monte en Neurociencia, se llevó a cabo en C. elegans, una lombriz intestinal microscópica que se ha utilizado en los laboratorios durante décadas para comprender el sistema nervioso.

Muchos de los descubrimientos realizados con C. elegans se aplican en todo el reino animal y esta investigación ha llevado a una comprensión más amplia de la biología humana.

C. elegans es el único animal cuyo sistema nervioso ha sido cartografiado por completo, proporcionando un diagrama de cableado, o conectoma, que ayuda a los investigadores a comprender cómo los circuitos cerebrales integran información, toman decisiones y controlan el comportamiento.

Dos sexos, pero…

Hay dos sexos de C. elegans: machos y hermafroditas. Aunque los hermafroditas pueden autofertilizarse, también son compañeros de apareamiento para los machos y se consideran hembras modificadas.

Un solo gen, TRA-1, determina el sexo de estos gusanos redondos. Si un gusano en desarrollo tiene dos cromosomas X, este gen se activa y el gusano se convertirá en una hembra. Si solo hay un cromosoma X, TRA-1 se inactiva, lo que hace que el gusano se convierta en macho.

Genética variable

El nuevo estudio muestra que el gen TRA-1 no se vuelve completamente silencioso en los machos, como se pensaba anteriormente. En cambio, puede entrar en acción cuando las circunstancias obligan a los machos a actuar más como mujeres.

Por lo general, los machos de C. elegans prefieren buscar pareja antes que comer, en parte porque no pueden oler la comida tan bien como a las hembras. Pero si un macho pasa demasiado tiempo sin comer, aumentará su capacidad para detectar alimentos y actuará más como una hembra.

La nueva investigación muestra que TRA-1 es necesario para este cambio: sin el concurso de este gen, los machos hambrientos no pueden mejorar su sentido del olfato y permanecen encerrados en el modo predeterminado de búsqueda de pareja insensible a los alimentos.

TRA-1 hace el mismo trabajo en machos juveniles: activa la detección eficiente de alimentos en machos que son demasiado jóvenes para buscar pareja.

Sexo flexible

«Estos hallazgos indican que, a nivel molecular, el sexo no es binario o estático, sino dinámico y flexible», explica Portman en un comunicado.

Y añade: «los nuevos resultados sugieren que algunos aspectos del sistema nervioso masculino podrían adoptar transitoriamente un ‘estado’ femenino, permitiendo que el comportamiento masculino sea flexible de acuerdo con las condiciones internas y externas».

Los investigadores explican asimismo que, aunque la existencia de dos sexos es una característica fundamental de casi todas las especies animales, la forma en que el sexo biológico provoca diferencias sexuales en el cerebro y el comportamiento es poco conocida.

Género y salud

Añaden que la susceptibilidad a una serie de trastornos de salud mental y neurológica humana está también fuertemente influenciada por el género, aunque en la mayoría de los casos las bases biológicas de estas diferencias siguen siendo opacas.

Las investigaciones sobre estos temas desarrolladas por este equipo han utilizado un modelo simple y manejable experimentalmente, el pequeño nematodo del suelo C. elegans, para arrojar luz sobre los fundamentos genéticos de las diferencias sexuales en el desarrollo neuronal, el comportamiento y la susceptibilidad a enfermedades.

Sus hallazgos arrojan luz sobre los fundamentos genéticos de las diferencias sexuales en el desarrollo neuronal y el comportamiento, e incluso sobre la susceptibilidad a determinadas enfermedades, ya que existe un sesgo sexual en la cantidad de enfermedades neurológicas que se manifiestan, señalan los investigadores.

Referencia

Dynamic, Non-binary Specification of Sexual State in the C. elegans Nervous System. Hannah N. Lawson et al. Current Biology, July 23, 2020. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2020.07.007

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/el-sexo-biologico-es-dinamico-y-flexible.html

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Las ventajas y desventajas de la escuela pública y privada en el próximo ciclo escolar

Sitúo el análisis en el ámbito estricto de la escuela y para el caso de la educación básica. Y lo expongo en los términos que indica el título, por una razón fundamental: desde nuestra perspectiva, en esta coyuntura educativa el análisis debe orientarse hacia el niño y el aprendizaje. Y este se va a desarrollar ya sea en la escuela pública o la escuela privada. Y en ambas instancias se tienen ventajas, así como desventajas; y esos elementos son claves para el padre de familia. Por tanto, la línea argumentativa en el presente artículo se ubica en estos parámetros. Y para tal efecto, iniciamos con el caso de la escuela pública.

Bajo las condiciones que se han expuesto hasta el momento, ¿qué ventaja tiene la escuela pública con respecto a la escuela privada en el próximo ciclo escolar? Si un padre de familia tiene a su hijo en una escuela privada y lo quisiera inscribir en una pública, la ventaja que tendría sería en el plano económico, por el tema de las colegiaturas. No obstante, nuestro punto de análisis no es ese, sino el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y en este aspecto, hay más dudas que respuestas.

Me explico: en el artículo anterior, un servidor había adelantado algunas preguntas precisamente sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y señalaba lo siguiente: ¿cuál va a ser el rol del docente en este modelo de educación a distancia? ¿Qué tipo de práctica docente va a desarrollar? ¿Cómo va a ser el proceso de retroalimentación a los alumnos y a través de qué medios? ¿Cómo va a verificar la autoridad educativa que se esté cumpliendo, en términos de aprendizaje, con los niños, niñas, adolescentes, que van a cursar el próximo ciclo a distancia? (Educación Futura, 10 de agosto del 2020). Amplío estas interrogantes con el siguiente análisis: en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se tienen los siguientes aspectos fundamentales para el docente: 1) El proceso de diagnóstico, para saber en qué condiciones se recibe a los niños para el próximo ciclo escolar; 2) La planeación de los contenidos; 3) El planteamiento de los objetivos de aprendizaje; 4) La estrategia didáctica para la enseñanza de los contenidos; 5) El diseño del sistema de tareas; y 6) La evaluación de los aprendizajes. En estos aspectos el maestro estará siendo excluido en el modelo de educación a distancia que está planteando la SEP, porque -a como se observa – el proceso estará centralizado. Y eso tendrá costos importantes en el aprendizaje de los niños, porque prácticamente el docente entraría en el último eslabón de la cadena: en la evaluación.

Lo anterior lo afirmo, porque hasta el momento no se ha aclarado el rol didáctico que cumplirá el docente en el modelo de educación a distancia. Afino la pregunta: no se ha explicado cómo se va a vincular la figura del telemaestro -si me permiten la expresión-, con el maestro de grupo y el padre de familia. ¿Cómo se vincularán estas tres figuras en lo referente al aprendizaje del niño? Nada se ha dicho al respecto.

Agrego lo siguiente para clarificar el punto anterior: con el modelo de educación a distancia, al transformarse la dualidad tiempo-espacio en el que se desarrolla la clase, los maestros tienen que cambiar de forma sustantiva la planeación. ¿En qué aspectos? En primer lugar, al ser una educación a distancia, inexorablemente se tienen que seleccionar los contenidos que se le van a impartir al alumno de acuerdo con los objetivos de aprendizaje que se definan -vinculados con el perfil de egreso-. La educación a distancia, o no escolarizada -para utilizar la terminología de la SEP para educación superior-, es diametralmente distinta a la educación escolarizada. Por esencia, la educación no escolarizada implica una carga de contenidos más sintética que la educación escolarizada, por ende, requiere una selección cualitativa por parte del docente. Esto último no se va a poder realizar en la educación pública, debido a que ya estarán definidos los contenidos con anterioridad en los programas que se van a transmitir por televisión. En ese sentido, como lo señalamos en el párrafo anterior, el docente estará excluido.

En segundo lugar, lo ideal es que, para el modelo de educación a distancia, los docentes desarrollen un proceso de tareas integradoras para reducir la carga de trabajo a los niños -y, sobre todo, a los padres de familia- y no tareas por materias como ocurre tradicionalmente en la clase presencial. Esto tampoco va a poder desarrollarse con los alumnos, porque no hay condiciones para que los maestros trabajen un proceso de ese tipo.

En tercer lugar, si se considera el fenómeno migratorio que se va a presentar de la escuela privada a la escuela pública, no se tiene claro cuál va a ser la relación maestro-alumno para el próximo ciclo escolar; es decir, el número de alumnos que le va a tocar “atender” a cada maestro. Por simple sentido común, suponemos que esa relación se va a incrementar. Y la pregunta es: ¿qué va a hacer un maestro con un grupo de 50 alumnos o más, en un modelo de educación a distancia? Este punto es clave en referencia a los aprendizajes.

Integro un último punto: en un modelo no escolarizado, por definición el tema del aprendizaje recae de forma importante en el autoaprendizaje del alumno. Eso se puede desarrollar en el nivel universitario, no así en la educación básica. En este nivel educativo, necesariamente se debe acompañar el proceso de aprendizaje del niño. Y es aquí donde entra la figura del padre de familia. ¿Cómo le va a entrar el padre de familia a este proceso? Ojo: no es lo mismo culminar un ciclo escolar con un modelo improvisado de educación a distancia, que iniciarlo. Y en un escenario donde el modelo de educación a distancia se mantenga en todo el ciclo escolar, ¿cómo le van a hacer los padres de familia en todo ese tiempo? No se ha dicho nada. Por tanto, lo que hay es una gran incógnita.

Visto así, para el próximo ciclo escolar, la escuela pública nos ofrece más dudas que respuestas. Hay una nebulosa configurada en torno a un conjunto de preguntas. Y mientras no se aclaren estas interrogantes por parte de las autoridades educativas, las dudas se trocan en desventajas en lo referente a los aprendizajes de los niños.

En lo concerniente a las escuelas privadas, al hablar de desventajas, la mirada se orienta al tema de las colegiaturas, no en cuanto a los aprendizajes. Y cuando se señala esto último, se hace referencia a la baja calidad educativa. A lo anterior, bien vale señalar lo siguiente: Las escuelas privadas tuvieron un periodo de experiencia pedagógica y con ello están ajustando la planeación del próximo ciclo escolar, porque están ajustando las contradicciones internas que se presentaron a fines del pasado ciclo escolar.

En ese sentido, se observa una ventaja sustantiva con respecto a la escuela pública: las escuelas privadas van a desarrollar un modelo de educación a la distancia a través de las tecnologías. Ese proceso lo pueden desarrollar de manera interna, debido a que no operan en una lógica centralizada -como sí ocurre en la educación pública-. Y por ello, en lo referente al proceso de enseñanza-aprendizaje, tienen pleno control sobre la tarea didáctica que se va a desarrollar con los alumnos a través del docente. En ese sentido, cuando se presente el regreso a la clase presencial, el desfase de los aprendizajes será mucho menos pronunciado con respecto a los alumnos que cursaron el ciclo escolar en una escuela pública, porque el seguimiento va a ser más cercano con el alumno.

Por otra parte, las escuelas privadas tendrán la posibilidad de preparar el terreno para estar preparadas para un escenario de un modelo híbrido en la educación, sobre todo si se presentaran en el futuro otros fenómenos de pandemia. Un modelo híbrido que las propias escuelas podrían echar a andar en caso de que los niños se tengan que ausentar de la escuela una vez que se regrese al modelo presencial. Hasta antes de esta pandemia, si un niño se enfermaba y tenía que faltar a la escuela por motivos de salud, se perdía las clases, así como los contenidos observados durante ese tiempo. Con un modelo híbrido ese problema podría quedar solucionado. Y las escuelas privadas bien podrían hacerle frente a esa condicionante, y ello sería producto de esta experiencia que se va a vivir en el próximo ciclo escolar.

Así, si se expone en términos comparativos, se observan -hasta el momento- mejores condiciones en la escuela privada que en la pública. Y lo anterior es de suma preocupante si consideramos que la educación pública va a tener mayor peso en la matrícula por la migración que se va a presentar de la escuela privada a la escuela pública. Si antes de esta pandemia el rezago educativo de la escuela pública con respecto a la escuela privada -en educación básica- era importante -así lo indican las pruebas PISA y la prueba PLANEA-, con el siguiente ciclo escolar ese rezago se puede ampliar todavía más.

Entiendo que el gobierno federal está desarrollando un esfuerzo importante por sacar adelante el próximo ciclo escolar; pero se observa que se está trabajando por urgencias. O, en otras palabras, como señalamos en el artículo anterior: se garantiza el ciclo escolar, no así los aprendizajes.

Fuente: https://www.educacionfutura.org/las-ventajas-y-desventajas-de-la-escuela-publica-y-privada-en-el-proximo-ciclo-escolar/

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Cuba: Cultura, ética y educación en tiempos de tornados

Cultura, ética y educación en tiempos de tornados

Ernesto Limia Díaz

A raíz del indignante e impermisible ciberacoso de que es víctima el joven actor, Roberto Espinosa, quien protagoniza el papel del violador en la novela cubana El rostro de los días, sostuve un intercambio de opiniones en el muro de Facebook de Julio César Pagés con el profesor Luis Álvarez. Ante una justa preocupación suya, escribí estas ideas a las que aporté mayores argumentos para publicar aquí. Son mis modestas opiniones sobre temas que considero relevantes, en cuya solución todos debemos trabajar:

17 de agosto de 2020

Profesor Luis Alvarez, no hay diferencia entre lo que ambos pensamos. No me preocupa solo la escuela, no la creo el principal responsable de los problemas educacionales que afrontamos, cuyo reflejo son, al decir de Raúl, «la presencia de comportamientos cívicamente inaceptables en sectores cada vez más extendidos de la sociedad». Lo que más me preocupa son las fallas en el sistema educacional, en el que como sistema la escuela es solo un eslabón, con problemas crecientes —duele decirlo— por las fallas en la formación y falta de cultura de profesores graduados en los últimos lustros, que no pocas veces son los de menor nivel entre quienes vencen la enseñanza preuniversitaria. Y no estoy generalizando, solo llamo la atención sobre ello a partir de lo que me han expresado quienes se encargan de su formación.

Ahora, en el sistema educacional debieran articularse mejor todo el/la que tenga un papel decisivo en la formación de nuestros hijos y nietos: MES, Mined, Mincul y su sistema institucional, el Inder, la familia, la Uneac, la Brigada de Instructores de Arte, los medios masivos de comunicación, la UJC y las organizaciones estudiantiles; en fin, cuantos pueden aportar o están aportando. Me detengo solo en la cultura para no enjuiciar terrenos en los que no trabajo: ¿Es cierto que la escuela es la más importante institución cultural de la comunidad? Esa es la meta, pero quien afirma eso confunde el estado de deseo con la realidad. Para lograrlo hay mucho, muchísimo por hacer, y articular, y se lo dice alguien que le dedica gran parte de su vida a ese propósito: un programa semanal de promoción cultural, la Sabatina del Fresa y Chocolate; un programa semanal de radio, Cuba Libre, en la emisora Habana Radio; un círculo de interés con niños de 5to grado en la maravillosa escuela primaria Frank País García del municipio Plaza de la Revolución.

¿Los problemas con los que chocamos cada día: la indecencia, la intolerancia, el racismo, la discriminación contra la mujer y contra la libertad de las personas a escoger su preferencia sexual, el hedonismo, el egoismo y el individualismo extremo que nos chocan más porque antes eran expresiones aisladas, responden a comportamientos legítimos de quienes se manifiestan así o son conductas, proyecciones o hábitos inducidos por los centros hegemónicos de poder? ¿No lleva ello, cualquiera que sea la causa, un esfuerzo superior en materia de formación humanista? Sin embargo, cuando se redujo el tiempo físico de la enseñanza superior, ¿cuáles fueron las primeras víctimas, no fueron las asignaturas de humanidades?

En un país en el que resulta esencial la ética como columna vertebral de la construcción del socialismo, ¿por qué Ese Sol del mundo moral, de Cintio Vitier, un libro excepcional, no forma parte de la bibliografía básica de nuestras universidades, qué lo impide? Lo he preguntado en todos lados frente a rectores/as y vicerectores/as, profesores, alumnos. Nadie opina, nadie dice una palabra. Siempre recuerdo que cuando comenzó la batalla de ideas Fidel lo mandó a publicar varias veces para regalarlo a los egresados en el acto de graduación del Carlos Marx.

¿Por qué de Félix Varela y de José de la Luz y Caballero nuestros estudiantes solo conocen sus nombres, o cuando más aspectos de su vida, pero no saben nada de su proyección social y su hondo pensamiento, en no pocas aristas vigente por su alcance fundacional? ¿Cuánto podrían aportar las enseñanzas de Varela y los aforismos de Luz?¿Por qué Los silencios quebrados de San Lorenzo, del Dr. Rafael Acosta de Arriba, que aborda la vida, pensamiento y proyección civilista de Carlos Manuel de Céspedes, no está igual como bibliografía básica de la universidad, en un país en el que la cultura civilista atraviesa tan grandes desafíos?

Constituye un logro la presencia de la educación artística curricular en toda la enseñanza primaria, secundaria y en la formación de maestros; más cabe preguntarse: ¿tiene el alcance y la profundidad que se necesita esta asignatura que tanto aportó a la sensibilidad de varias generaciones de cubanos? ¿Quién le está poniendo ciencia al llevado y traído tema de la lectura y de cómo promoverla, no en correspondencia con lo que plantean los «especialistas», sino como resultado de un estudio profundo de alcance nacional?

Y aquí es importante tener en cuenta el criterio de la Dra. Graziella Pogolotti, quien ha explicado y escrito que la lectura resulta esencial entre los estudiantes, pero no vista como un simple acto de ejercicio escolar. No se trata de leer por leer, sino de enseñar desde las escuelas a encontrar lo que se esconde detrás de las palabras y ello debe aprenderse desde los primeros años y debe nacer desde la producción oral y escrita. Una cosa es la información y otra el conocimiento; la primera es auxiliar y el segundo se procesa, se metaboliza, mediante la formación de la capacidad de pensar y relacionar las cosas, los acontecimientos. Este es un entrenamiento que nace de la lectura y comienza en la educación primaria y, como insiste la Dra. Pogolotti, es importante fomentar la lectura como base de la comunicación entre los seres humanos, porque cuando la gente no se puede comunicar con palabras lo que queda es la violencia.

En este curso a transitar inexorablemente, ¿cuántos más no podemos actuar profesores, artistas, instructores de arte, periodistas, intelectuales en general, aprovechando las redes sociales, y en particular Facebook, la preferida en nuestro país, para promover fundamentos culturales y artísticos descolonizados, revolucionarios en la acepción total de la palabra?

¿Cómo detenemos la avalancha de insultos, ofensas y vulgaridades —de izquierda y de derecha— en las redes sociales de Internet? ¿Por qué nuestros medios informan acerca de la corrupción económica y no damos la pelea contra toda esta corrosiva podredumbre moral desde los presupuestos de la comunicación política y las ciencias sociales revolucionarias con una fuerza de huracán? ¿Por qué al impresentable Otaola le plantamos un oponente que deja mucho que desear? ¿Por qué funcionarios vulgares actuan en ocasiones con cierta sensación de impunidad dado que nos empeñamos en presentar o asumir la crítica como una amenaza? ¿Por qué no acabamos de ver la crítica como una oportunidad? ¿Se puede construir el consenso social en los tiempos que corren con intolerancia, sectarismo y dogma, contraponiendo «cartelitos» o soluciones administrativas al debate de ideas y conceptos? ¿En tiempos de la revolución de las comunicaciones podemos hacer como el avestruz cuando no nos gusta una opinión o la consideramos desacertada? ¿En los tiempos que corren podemos prescindir de enamorar, persuadir y sumar a la mayor cantidad de gente a las proyecciones de nuestra vanguardia revolucionaria? ¿Podríamos llamar vanguardia artística o intelectual a quienes discuten en espacios reducidos, distantes de los intereses y aspiraciones de los seres comunes?

Son preguntas que debemos plantearnos y someter a debate cada uno de nuestros días para que nuestra ejecutoria no pierda el rumbo ideológico y moral de la Generación del Centenario. Son tiempos de sumar. Frente a la apatía y la indiferencia, debemos contagiar entusiasmo. Y ser consecuentes… No podemos criticar el delito entre la marginalidad y callar ante el delito de «cuello blanco», nuestro pueblo no lo perdonará; no podemos hablar del valor de la historia y reducirla a efemérides, a veces tan mal recordadas que hubiese sido preferible pasarlas por alto. No podemos decir que es importante leer, si la gente aprecia que la mayoría de nuestros cuadros políticos, gubernamentales, culturales y educacionales no le dedican tiempo a la lectura más allá de los contenidos asociados a su especialidad o su tarea; o al menos, que no hablan y promueven los libros que leen. En el pueblo de Fidel, Raúl, el Che, Carlos Rafael Rodríguez, Raúl Roa, Osvaldo Dorticós, Armando Hart, eso constituye un retroceso.

La Revolución siempre estará bajo el acoso de nuestros «ilustres» vecinos, que aspiran a tragarnos y para ello no escatiman esfuerzos y dinero. Así ha sido desde el siglo XVIII y nada cambiará. Unas veces nos querrán destruir mediante la violencia económica y el terrorismo; otras mediante el abrazo de la muerte; en ocasiones, en una combinación de ambos métodos. Hay un pequeño segmento, pequeñísimo me atrevo a asegurar, de intelectuales criollos —dentro y fuera de Cuba— que responden a su plataforma con bases neoplattistas y a los que debemos combatir desde la máxima martiana que Fidel hizo suya: «Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras», sin olvidar un principio esencial de la política cultural trazada por el líder de la Revolución Cubana en 1961: «Solo renunciar a los incorregiblemente reaccionarios, a los incorregiblemente contrarrevolucionarios».

Tampoco olvidar que la bronca es por el corazón cubano y nuestros hijos y nietos nos están observando. Esta pelea nos exige mostrar la altura moral y la audacia de quienes nos trajeron hasta aquí, y es bueno dejar claro que no entregaremos de rodillas la patria que nuestros abuelos y padres nos legaron de pie.

El problema que tenemos es esencialmente cultural y se gana aquí adentro, con nuestros propios esfuerzos. Como dijo Fidel en el 2005 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana: solo nosotros estamos en la posibidad de autodestruirnos. Y se trabaja, no tengo duda; se hacen grandes esfuerzos, pero se impone una superior articulación, una mayor intencionalidad de las acciones y, definitivamente, menos consignas y más creatividad y estrecho trabajo entre quienes integran o pueden contribuir con nuestro sistema educacional, que como ya apunté, es más que la escuela o la universidad. A eso nos está llamando Díaz-Canel, representante de lo más genuino del hombre y la mujer nuevos anunciados por el Che; en ello, no tengo duda, nos va la vida de la Revolución, y nuestros sueños. Afrontémoslo con entereza, inteligencia y compromiso con las bases populares de nuestro pueblo. Y sobre todo, afrontémoslo con cultura: La cultura salva. La cultura no solo es la patria, de la cultura depende el futuro de la especie humana.

Autor: Ernesto Limia Díaz

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/opinion/2020/08/18/cultura-etica-y-educacion-en-tiempos-de-tornados/#.X0BCgShKh0w

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Rutas africanas de personas migrantes y refugiadas: una travesía mortífera

En busca del paraíso europeo 16.724 personas migrantes y refugiadas llegaron al viejo continente por mar entre enero y abril, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas, un 16% más que en el mismo periodo de 2019; de las 256 muertes registradas en las tres rutas del mediterráneo, 146 corresponden a la denominada central, cuyo destino es Italia y Malta. Pero no se trata de balances contables ni de gélidas estadísticas. El pasado 7 de agosto la OIM y ACNUR dieron cuenta del fallecimiento en el mar de 27 personas que habían partido de Dakhla (Sáhara Occidental) rumbo a las Islas Canarias; tuvieron problemas con el motor de la embarcación, “los pasajeros a bordo –la mayoría de origen subsahariano- quedaron varados en alta mar y empezaron a sufrir deshidratación extrema”, destacaron las citadas fuentes.

Es el contexto en el que ACNUR presentó a finales de julio un informe –En este viaje a nadie le importa si vives o mueres– realizado junto al Centro de Migración Mixta (CMM) del Consejo Danés para los Refugiados, sobre la muerte y “abusos extremos” en las rutas (terrestres) entre los países del África Oriental y Occidental así como en la costa mediterránea africana. Basado en cerca de 16.000 entrevistas, principalmente a personas que se desplazaron por estas rutas, el documento detalla que un mínimo de 1.750 migrantes y refugiados habrían muerto durante 2018 y 2019 en estas travesías (un promedio de 72 decesos mensuales). Pero la cifra no ha de considerarse el número absoluto de víctimas.

“Se trata de una de las rutas más mortales para migrantes y refugiados en todo el mundo”, concluye ACNUR. En el itinerario occidental, los migrantes transitan por Mali, Burkina Faso o Níger antes de cruzar el desierto; en la ruta oriental y el Cuerno de África pasan por Sudán (ciudades como Gadarif y Kasala) y atraviesan el desierto en dirección a Egipto y Libia; en cuanto a la ruta del norte –Egipto y Libia-, uno de los rasgos principales es la dependencia de los contrabandistas (en Libia las personas migrantes pueden estar durante dos años en manos de los traficantes).

El foco principal de las muertes (28%) fueron los territorios del desierto, según el reporte, principalmente entre Níger y Libia, pero también en el desierto entre Sudán y Libia, y entre Sudán y Egipto. Otros puntos con elevado número de muertos son Sabha, Bani Walid y Trípoli (Libia), Agadez (Níger), la ciudad de Tamanrasset, en el sur de Argelia, y Bamako (Mali); los entrevistados (42%) señalaron como principal causa las enfermedades y la falta de acceso a medicamentos, muchas veces sumados a la deshidratación, el hambre y la falta de un refugio adecuado; además el 19% apuntaron como factor determinante el accidente de los vehículos y el 13% los disparos y apuñalamientos. “Asesinados 30 migrantes en Libia en venganza por el linchamiento de un traficante de personas”, tituló Europa Press el pasado 28 de mayo, respecto a la matanza de migrantes bangladesíes en la ciudad libia de Mizda.

ACNUR ha dado cuenta de otras escabechinas. En junio de 2018 los tratantes asesinaron en Bani Walid, al sureste de Trípoli, a más de una docena de personas después que un grupo de migrantes eritreos, etíopes y somalíes intentaran escapar de la cautividad (algunos de ellos permanecían en esta situación durante tres años). En julio de 2019 el escenario de los ataques fue el centro de detención de Tajoura (cerca de la capital libia), “que albergaba al menos a 600 personas refugiadas e inmigrantes”; así, el bombardeo al centro de Tajoura, en el contexto del conflicto interno en Libia, causó decenas de muertos.

Y atravesando el desierto –sobre todo desde Níger a Libia, y entre Sudán y Egipto- también se produjeron el mayor número de agresiones y actos de violencia sexual (18%), seguido de Trípoli, Jartum y Bamako, según el reporte En este viaje a nadie le importa si vives o mueres; los entrevistados atribuyeron la autoría principal de estos ataques –consideradas las tres rutas- a los contrabandistas (45%), seguido de policías y militares (19%), individuos desconocidos (12%), bandas criminales (11%) y otros migrantes (10%). Se da la circunstancia que el 31% de las personas entrevistadas fueron testigo o sufrieron la violencia sexual en más de una ocasión. En el este de Sudán, ACNUR registró –entre 2017 y 2019- más de 630 casos de trata de refugiados y cerca de 200 mujeres y niñas que sobrevivieron a los ataques machistas.

La agencia de la ONU y el CMM han recogido testimonios sobre torturas, trabajos forzados y personas obligadas a prostituirse durante el periplo hacia el Mediterráneo Central; también de quemaduras con aceite caliente, plástico derretido y objetos metálicos; electroshocks o personas atadas en “posiciones estresantes”. El recorrido por el desierto, principalmente de Níger a Libia (11%), constituyó el eje de la violencia física, además de Bamako, Trípoli, la región de Segú, en Malí, y Agadez; a las fuerzas de seguridad, ejércitos, oficiales de inmigración y guardas de frontera se les atribuyó el 47% de los casos, mientras que a los contrabandistas, el 29%. Por el contrario fueron los traficantes quienes perpetraron la gran mayoría de los secuestros (79%), con epicentro en la ruta de Sudán a Egipto.

No son historias que puedan insertarse en la última hora mediática, ni en la actualidad al rojo vivo. Hace menos de un año la OIM detallaba que entre 2014 y 2019 habían muerto, en las rutas de tránsito a través de África, 7.400 personas, aunque la cifra podría ser muy superior; la información se complementaba con el testimonio de Patrick, de origen Nigeriano y entrevistado en Dirkou (Níger): “Tras una semana en el desierto, no pude seguir más, de modo que le dije a mi grupo que me dejaran ahí… Después de hallar a 23 sobrevivientes, ellos me encontraron, un poco alejado del montón de cadáveres…”. Los “terribles abusos”, concluyen ACNUR y el CMM, tal vez hayan quedado ensombrecidos por otro hecho: la reducción –desde mediados de 2017- del número de migrantes y refugiados que han logrado franquear el Mar Mediterráneo, de Libia a Europa (ruta del Mediterráneo Central).

Los atropellos y las penalidades no terminan en el desierto ni en las rutas terrestres. Tras ser rescatados en el mar o interceptados por los guardacostas libios, muchos de los migrantes son retornados al país norteafricano (14.300 refugiados y migrantes fueron desembarcados en Libia entre enero de 2019 y junio de 2020); ACNUR explica en un comunicado la continuación del itinerario: “Estas personas a menudo son recluidas de forma arbitraria en centros de detención oficiales, donde se enfrentan a abusos diarios y condiciones deplorables. Otros terminan en centros ‘no oficiales’ o almacenes controlados por los traficantes y redes de trata, que los someten a abusos físicos para sacarles más dinero”.

La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) y la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos han señalado que Libia no es un país “seguro” para las personas rescatadas en el mar,  ante el riesgo de que se violen los derechos humanos (informe Desperate and dangerous, diciembre 2018); añaden que los países de la UE aplican políticas “para impedir que alcancen las costas europeas, lo que contribuiría a atrapar en Libia a miles de personas desesperadas”.

Es la llamada externalización de las fronteras de la Unión Europea (UE). ¿En qué consiste? Más allá de los programas oficiales de formación, asistencia, protección y fondos fiduciarios, los 50 colectivos sociales que organizaron una concentración el pasado 23 de noviembre en Madrid (Fronteras en venta) difundieron la siguiente definición: “Se traduce en pagar a los países del sur para que hagan el ‘trabajo sucio’: la UE transfiere fondos y hace favores políticos a terceros países (Libia, Turquía, Marruecos) para la construcción de muros, concertinas y centros de detención, formación de policía fronteriza y suministro de barcos”. Y de ese modo –con la apariencia de la cooperación internacional- blindar las fronteras.

Fuente: https://rebelion.org/rutas-africanas-de-personas-migrantes-y-refugiadas-una-travesia-mortifera/
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