Page 649 of 2441
1 647 648 649 650 651 2.441

Problemas de las resistencias en cuatro aspectos claves de la actividad escolar

Por: Luis Bonilla-Molina

Nos interesa en este breve artículo, comenzar a visualizar las tareas que tenían las resistencias en la máquina educativa newtoniana, para intentar comprender las características de estas tareas en el marco de la cuarta revolución industrial. En consecuencia, exploraremos las tareas centrales asignadas por el capital a la escuela y como construíamos lo alternativo. Primero, respecto a la formación para la ciudadanía; segunda formación para el desarrollo integral de la personalidad; tercera, educación para el empleo; y cuarta la formación para el consumo. Ello nos llevó a hablar de ciudadanía crítica, una perspectiva humana y solidaria del desarrollo integral de la personalidad, educación para la ruptura de la alienación en el trabajo y resistencia a la lógica del consumo superfluo capitalista.

Cuando hablábamos de ciudadanía crítica, esto estaba vinculado al paradigma socialista pero también al paradigma liberal radical democrático burgués, y muchas veces corríamos en riesgo de perdernos en esta delgada frontera. En el marco de la tercera revolución industrial, el neoliberalismo comienza a cuestionar, de hecho, su propio paradigma de ciudadanía, porque ello afectaba el modelo neo conservador y autoritario de sociedad que impulsa a finales del siglo XX y comienzos del XXI. La noción de ciudadanía crítica pasó a ser en la práctica, una bandera exclusiva de las resistencias, sin eco en la dominación, que era muy potente porque tensiona la realidad social.

Ni siquiera en la etapa de dictaduras de los sesenta y setenta, el capitalismo había producido una “nueva” ideología de gobernabilidad, que desbordara y renunciara a la democracia liberal, como lo hace en los ochenta en el marco del auge de la tercera revolución industrial. Esta nueva perspectiva postula disminución del tamaño del Estado, el paradigma de la sociedad civil como responsable de su seguridad social, la elección como espectáculo formal y el vaciamiento de la representatividad de lo político.

La democracia para el capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrial, deja de ser una cuestión estratégica y se convierte en sistemas de elecciones ocasionales de una oferta política, que cada vez más va construyendo un performance más nítido desde la lógica de marketing publicitario, con un horizonte neo autoritario en la relación del Estado con sus ciudadanos.

Esto choca con una escuela que educa para la vieja democracia liberal burguesa, hecho que para los estudiantes y la sociedad en general, encuentra cada vez menos expresión en la realidad. La educación para ciudadanía se convierte en retórica del sistema a la cual aún no podía renunciar en muchos de sus instrumentos jurídicos, pero para las resistencias representa cada vez de manera más nítida posibilidades de construcción de pensamiento crítico.

El auge de la internet, la web y las redes sociales, convierten a la participación y la elección en un acto rutinario y efímero. El capitalismo logra, desde la externalidad de la escuela, abrir paso a modelos políticos neo conservadores y neo autoritarios que no tienen que ver nada con lo que expresa la escuela como modelo societal. En la lógica de promover la obsolescencia programada de la escuela pública presencial, el capitalismo no hace mayor cosa por ajustar estas poleas y engranajes de la vieja máquina educativa newtoniana. La escuela en la pre pandemia de febrero de 2020, hablaba de una ciudadanía que no tenía correlato en la realidad, pero tampoco interpretaba lo que estaba ocurriendo en materia de participación y gobernabilidad en la externalidad de lo escolar.

La escuela fue cada vez más empujada a ser un cascarón de reproducción y socialización de conocimiento, dejando a un lado el ideal liberal burgués de inicios del capitalismo, heredado de la ilustración, de ser un espacio para el desarrollo integral de la personalidad. El capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrial no solo requería un enfoque transdisciplinario, sino que la escuela abandonara su papel de formación integral para centrarse en la capacitación de competencias para el mundo de la aceleración de la innovación.

Las pruebas del LLECE-UNESCO y PISA mostraban los cuatro aprendizajes sobre las tenía que concentrarse la escuela en su tránsito de la máquina educativa newtoniana a la máquina educativa transdisciplinariaenseñanza de lógica matemática indispensable en la programación y la resolución de fórmulas que demanda la ciencia del siglo XXI; enseñanza de la lectura y escritura interpretativa de tercer nivel, para entender manuales y redactar procesos instruccionales; tercero, formación general sobre las ciencias que permitiera captar la epistemología de la aceleración de la innovación y de las nuevas dinámicas de investigación; cuarto, manejo tecnológico, lógica computacional y arquetipos funcionales de las nuevas máquinas digitales.

Las artes, el deporte, la creación, la recreación de saberes populares fueron presentándose como elementos residuales, cada vez más lanzados a la responsabilidad de las familias y la sociedad, formulados como conceptos etéreos.

La escuela en la pre pandemia, tenía una crisis de identidad respecto a lo que enseñaba, de definición respecto a quién servir, al mercado o la vida. Desde mi punto de vista, el capital no hacía nada al respecto para resolver esta crisis “existencial” de la escuela, porque este caos le era funcional para garantizar la ruta de lo escolar, hacia la obsolescencia programada, especialmente de la escuela presencial.

El tercer elemento tiene que ver con el empleo. La escuela, liceo y universidad sufrieron en las últimas décadas una brutal desinversión en infraestructura y actualización tecnológica. La actualización más reciente que se dio en materia de formación para el empleo ocurrió en la década de los ochenta del siglo XX, con la incorporación de educación para el trabajo como área de trabajo escolar, pero ello se correspondía a la lógica de inicios del posfordismo, no del mundo digital.

Esta desactualización en materia de equipamiento y fundamentalmente de paradigma, fue haciendo que la escuela viera lo tecnológico como una amenaza. Un mes antes de la cuarentena por la pandemia, el celular estaba prohibido en las escuelas, liceos y universidades de muchos países, porque se veían a estos artefactos como entretenimiento, no como dispositivo que podría ser usado con fines educativos. De allí la crisis de lo tecnológico que veríamos en la pandemia. Este “fenómeno” no le era ajeno a la élite capitalista, que había reflexionado al respecto e incluso había generado las  directrices para el uso de celulares en la escuela, sino que su  aparente apatía formaba parte del esfuerzo por hacer aparecer la escuela como obsoleta y a los docentes como desactualizados.

El cuarto elemento tiene que ver con el consumo, y el papel de lo electrónico y digital en sus nuevas dinámicas en el siglo XXI. La escuela que había jugado un papel central en el siglo XX en la construcción de mentalidad de consumo e incluso orientado buena parte del consumo, hacia las mercancías que estaba generando el modo de producción capitalista de esa época, resultaba ineficiente para orientar los nuevos modelos de consumo digital y apropiación de las mercancías tecnológicas y digitales del siglo XXI. Difícilmente un profesor conoce cómo funciona la consola de juegos, los video juegos, una parte importante de las redes sociales, etc., lo cual hace aparecer a la escuela de febrero de 2020 como un museo, no como el lugar donde ir a aprender lo nuevo.  Ello pudo resolverse con la formación permanente del profesorado, pero desde mi punto de vista el capital carecía de interés para ello, porque esto formaba parte del esfuerzo para generar la obsolescencia programada de la escuela pública presencia.

*Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/07/06/problemas-de-las-resistencias-en-cuatro-aspectos-claves-de-la-actividad-escolar/

Comparte este contenido:

Reversa al pin parental en Aguascalientes

Por: Carlos Ornelas

¿Quién fuera a decirlo? En unas cuantas semanas la tuerca dio vuelta. En Nuevo León pasó y luego, tras una reconvención que la Secretaría de Gobernación aventó al Congreso local, el llamado pin parental no franqueó la puerta de entrada a la ley de educación local. Pero sí en Aguascalientes y por unanimidad, además.

En términos sencillos, el pin parental es una adaptación de las iniciales en inglés de personal identification number para dispositivos digitales o cajeros de bancos, es el nip. En canales de televisión de paga o en plataformas de internet, los padres usan ese pin para fiscalizar ciertos programas y evitar que sus vástagos los vean.

El partido político español Vox lo adoptó con el fin de ponerse a la vanguardia en la censura a la educación sexual y reproductiva que se estableció en programas de estudio y libros de texto. Invoca a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aunque también apela a la consigna de libertad de elegir y detrás de esos preceptos se encuentra una moral religiosa arcaica y dogmática.

El texto que propuso un diputado del Partido Encuentro Social quedó plasmado en artículo 4 de la Ley de Educación del estado de Aguascalientes:

[…] la autoridad educativa estatal dará a conocer de manera previa a su impartición, los programas, cursos, talleres y actividades análogas en rubros de moralidad, sexualidad y valores a los padres de familia a fin de que determinen su consentimiento con la asistencia de los educandos a los mismos, de conformidad con sus convicciones.

Este precepto asienta un veto que los padres de familia pudieran imponer a la enseñanza de valores cívicos, perspectiva de género, promoción de estilos de vida saludables, educación sexual y reproductiva que plasma el párrafo decimoprimero del artículo 3 de la Constitución.

El artículo del pin parental es la punta de lanza de una ofensiva más amplia que, por una parte, recupera parte de los debates del siglo XIX, cuando los liberales pugnaban por la enseñanza libre, es decir, al margen de la religión y del control de la Iglesia católica. Tras guerras civiles, el precepto se asentó en el artículo 3 de la Constitución de 1857.

Por otra parte, atenta contra la educación laica que los constituyentes de 1917 instituyeron tras largos debates, nada más la discusión del artículo 27 tomó más saliva de los congresistas. Éste daba por terminado un Estado oligárquico asentado en la hacienda, el 3 ratificaba que el monopolio de la conciencia nacional ya no pertenecía a la Iglesia.

La Segob (también Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación en un artículo en El Universal), que no la Secretaría de Educación Pública, debatieron con “los conservadores” (esta vez el vocablo se aplicó en el sentido histórico) porque atacaba el monopolio del gobierno para definir planes y programas de estudio. Fue la defensa burocrática del Estado educador.

Hoy va para atrás en Aguascalientes. Diputados locales de Morena, PRD y PRI, incluso uno del PES, lanzaron una iniciativa para reformar  la reforma porque, expresa su exposición de motivos: “Errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios”.

Más allá de que los proponentes se califiquen de sabios (elogio en boca propia…), la crítica de maestros, organizaciones de la sociedad civil, colectivos de defensa de los derechos humanos, académicos, periodistas y ciudadanos comunes, forzaron a los diputados hidrocálidos a meter reversa.

Estos detractores del pin parental salvaguardaron el derecho de la infancia y los adolescentes a una educación científica y libre de dogmas. El impulso a un estilo de vida sana implica a la educación sexual. Está comprobado, además, que una enseñanza de esa naturaleza disminuye prácticas de riesgo, retrasa el inicio de la vida sexual, aminora la violencia y la homofobia.

¡Qué bien que la reforma de mayo en Aguascalientes resultó fuego fatuo! La sociedad civil frenó la intentona derechista. Una pequeña victoria para celebrar.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reversa-al-pin-parental-en-aguascalientes/

Comparte este contenido:

Brechas

Por: Elisabeth de Puig

En tiempo de pandemia crece la brecha entre quienes estudian en escuelas privadas de calidad y los de las escuelas públicas.

Son muchos los cambios sociales que se han producido como consecuencia del Covid-19. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, para bien o para mal, el aumento de la presencia de Internet en nuestras vidas.

La tecnología digital está cambiando el mundo provocando la toma de conciencia de la brecha entre aquellos que tienen acceso a ella y los que no pueden integrarse según datos del informe de UNICEF The State of the World’s Children 2017: Children in a Digital World”.

A la brecha social se han añadido brechas adicionales: la brecha digital, que hemos constatado en toda su crudeza durante el confinamiento de las familias; la brecha económica que ahora, sencillamente, ha dejado sin ingresos a muchos, y la brecha educativa al quedarse niños, niñas y adolescentes descolgados de sus colegios.

Según datos de Unicef, el Covid-19 obligó al 95% de los niños y niñas de América Latina y el Caribe a suspender su asistencia a las aulas. Desde la primaria, hasta la universidad, las clases virtuales llegaron de manera forzada. Este fenómeno amplifica las oportunidades de los niños de entornos más favorecidos, mientras reduce las de los más desfavorecidos.

Centros educativos privados han desarrollado sus propias plataformas, muchas de ellas con bastante éxito; no obstante, al pasar el tiempo han dejado ver sus debilidades.

Al principio del confinamiento estos nuevos métodos han jugado un papel muy importante.La inclusión de la educación digital supone una mejora educativa por su novedad, que aumenta la motivación de los estudiantes.

Sin embargo, una vez pasada la novedad, ha sido comprobado por especialistas de la innovación educativa con medios digitales en varios países y por los mismos padres que la mejora disminuye.

Esta implementación ha permitido salvar el año escolar para muchos alumnos capaces de trabajar por sí mismos, pero paulatinamente se ha vuelto una carga pesada para los padres de los más chiquitos que han tenido que dedicar dos y más horas al día a las clases digitales y que a la hora de reincorporarse al trabajo virtualmente o presencialmente tienen dificultades para seguir asistiendo sus hijos e hijas por horas.

En nuestro sistema de enseñanza pública deficiente y atrasado tecnológicamente, el Ministerio de Educación ha habilitado un sistema virtual de enseñanza. En la mayoría de los casos los profesores envían las clases por WhatsApp o interactúan con sus alumnos a través de aplicaciones como zoom, sin la debida preparación ni las exigencias académicas necesarias, con padres sin preparación adecuada, dejando irremediablemente de lado un sector de la población infantil que no tiene acceso a estas herramientas, lo que pone a estos estudiantes en desventaja.

El abandono de un sector de la población infantil por las autoridades educativas confirma la idea que la defensa de los derechos de la niñez no ha sido todavía bien asimilada por las mismas instituciones públicas que deben velar por su cumplimiento. En esta pandemia los más vulnerables, los hijos de migrantes, los discapacitados han sido olvidados por el sistema escolar o de ayuda alimenticia.

Al concluir el año escolar de forma no presencial el confinamiento dejará grandes lagunas entre muchos alumnos y alumnas, que se acumularán con el déficit crónico en lectoescritura y matemática que arrastra la educación dominicana.

En tiempo de pandemia crece la brecha entre quienes estudian en escuelas privadas de calidad y los de las escuelas públicas. Crece la brecha en la enseñanza pública entre quienes están conectados y los que no en los barrios marginados, lo mismo que entre las zonas rurales y las urbanas.

Crece la vulnerabilidad del sistema educativo en general y de la revolución educativa enarbolada por el presidente Medina. Crece el temor a la desaparición de la tanda extendida para poder acomodar los alumnos a la nueva normalidad;se dice que se mantendrán las comidas, que se volverá al sistema de tandas matutinas y vespertinas para el año escolar 2020/2021.Crece el temor que el 4% para la educación quede relegado en las mazmorras de la historia con la crisis económica que se avecina.

¿Cómo prepararse para la reintegración de niños y niñas que habrán olvidado parte de las rutinas adquiridas y de los contenidos aprendidos?

¿Cómo evitar las deserciones masivas y reenganchar nuestros alumnos y alumnas al sistema luego de varios meses de vaganciaen escuelas que tienen menos espacios que nunca?

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/brechas-8834629.html

Comparte este contenido:

La Agenda 2030 y el papel de las universidades latinoamericanas

Por: Paola Estrada Villafuerte

Las publicaciones recientes de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, ofrecen una guía para las universidades en su camino hacia la implementación de los ODS.

A cinco años de la definición de los Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible (ODS), las instituciones educativas continúan detallando los pasos a seguir para su implementación en las comunidades universitarias. Estos 17 objetivos, adoptados por la ONU en septiembre del 2015, forman parte de la Agenda 2030 y dan continuidad a la Declaración del Milenio. Cada uno contiene metas específicas a alcanzarse en los próximos 15 años y aborda temáticas necesarias para el desarrollo humano óptimo dentro de los actores internacionales involucrados. Se plantean líneas de desarrollo en materia de igualdad de género, reducción de desigualdades, acción por el clima, educación de calidad, entre otros.

La Universidad, como institución principal de difusión de conocimiento, es pieza clave en el progreso de estas metas. Desde su incorporación, la academia ha tenido que establecer nuevas medidas educativas que se acoplen a la formación de ciudadanos y comunidades de aprendizaje con consciencia humana. La Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), presentó durante el webinar, Las Universidades como Agentes del Cambio, dos distintos documentos de gran importancia en este eje temático: la guía «Cómo evaluar la contribución a los ODS de las universidades» y el dosier «Casos prácticos de Educación para los ODS». Ambos reflexionan sobre la transformación que las instituciones requieren para ocupar un papel de liderazgo en la acción de la Agenda 2030.

El papel de las universidades en la implementación de los ODS

La educación superior es incuestionablemente un potencializador de la innovación y de ciudadanos con sentido humano. Suele destacarse el papel de este actor precisamente en el cuarto ODS: educación inclusiva, equitativa y de calidad. Y para que esto se lleve a cabo, se espera que estos objetivos se aborden de forma transversal en todas las distintas áreas de la vida universitaria: formación, investigación y extensión. Siendo así que se debe involucrar a todos los que conforman las instituciones educativas de manera directa e indirecta.

“Se ha puesto en evidencia la necesidad de actuar y acelerar los procesos en marcha para lograr la transformación de nuestras sociedades, para lo cual las universidades son piezas fundamentales”.

Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La Universidad de Alcalá, explica que la academia desempeña un papel fundamental en la formación de la ciudadanía global, misma que construye estrategias socialmente responsables en sus estudiantes, quienes serán en un futuro agentes de cambio necesarios. Gran parte la educación directa que debería abordar problemáticas trascendentes, se desarrolla en el área docente y de investigación. Para entonces, generar una retroalimentación activa en la sociedad donde la universidad se desarrolla.

En este sentido, la universidad debería entonces también incorporar en estos campo las competencias adecuadas para la transmisión de visiones en el cumplimiento de los ODS. Desde una enseñanza  y búsqueda de información orientadas a la mejora social, se logra dar respuesta a los problemas que la Agenda 2030 aborda. Utilizar estos objetivos como referentes para la administración educativa, significa no sólo un progreso notable en su implementación oportuna, sino también una ventaja para aquellas universidades que deseen propiciar la construcción de alianzas con otros actores implicados y el acceso a diversas fuentes de financiación.

“México reprueba en ocho de los 17 ODS, mientras que en los nueve restantes, obtiene un puntuación intermedia, ya que a nivel regional en América Latina y el Caribe los principales desafíos tienen que ver con los altos niveles de desigualdad, de violencia e inseguridad”.

La guía “Cómo empezar con los ODS en las universidades”, publicada en el 2017 por la SDNS Australia/Pacific, fue de las primeras en su tipo y proporcionó información en cuanto a las herramientas necesarias en el vínculo de la Agenda 2030 y las instituciones educativas. Aquí se respondió la pregunta, ¿qué pueden hacer las universidades?

¿Qué pueden hacer las universidades para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

  • Dotar al alumnado de conocimientos, habilidades y motivación para entender y abordar los ODS.

  • Crear más oportunidades para la creación de capacidades de estudiantes y profesionales de países en desarrollo para abordar los desafíos relacionados con los ODS.

  • Apoyar todo el espectro de enfoques de investigación necesarios para abordar los ODS, incluida la investigación interdisciplinar y transdisciplinar.

  • Apoyar y fomentar la innovación para soluciones de desarrollo sostenible

  • Alinear las estructuras de gobierno universitario y las políticas operativas con los ODS.

A partir de esta publicación, la Red Española para el Desarrollo Sostenible, desarrolló eventualmente la importancia del papel de la actividad docente en su dosier mencionado anteriormente. Aquí, se proyectaron experiencias sobre la implementación de los ODS en esta área. Algunos de los más significativos logran servir como inspiración para otras universidades que se encuentran en el camino de la aplicación de la Agenda 2030 en sus comunidades educativas.

Igualmente, se plantea que una correcta iniciativa gira entorno a “proporcionar  a los  estudiantes  y  al  personal  de  la  universidad  los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para abordar los complejos desafíos del desarrollo sostenible a través de cualquier carrera o trayectoria vital que tomen”. Además de “implementar los ODS en la forma más apropiada a su  propio  marco  académico: estrategia y cultura de la universidad; particularidades de cada centro, titulaciones y asignaturas; así como los intereses y capacidades de su comunidad universitaria”. De modo que cada institución diseñe sus propios medios y planes de desarrollo, construidos a partir de la información proporcionada pero siempre en función de sus capacidades.

La guía “Cómo evaluar los ODS en las universidades”, brindó una propuesta de herramientas útiles para evaluar y monitorear la contribución de las universidades en el desarrollo de los ODS. Con una serie de tres indicadores para cada objetivo y estrategias que permiten su valoración, se intenta dar el seguimiento necesario para saber si su ejecución se está cumpliendo y si se presentan resultados significativos en áreas estudiantiles, docentes y de investigación. Más que la creación de una rúbrica estricta para la designación de un ranking institucional, la REDS brinda la oportunidad a las universidades de autoevaluar su progreso en la transmutación de valores de desarrollo sostenible.

Esta misma red también plantea que para que esta evaluación y el desarrollo mismo de los objetivos sean completos, se debe dar pie a la transdisciplinariedad. Las instituciones con un sistema de división rígido, podrían llegar a presentar dificultades en el desempeño por la búsqueda de los objetivos. “Es fundamental el trabajo en proyectos compartidos entre distintas facultades dentro del campus universitario, favoreciendo así los procesos de integración entre disciplinas, y contar con personas que lideren y dinamicen estos procesos de cambio”, explica Javier Benayas de la UAM.

Academia latinoamericana

Desde el 2017 en México, se implementó la Estrategia Nacional para la Puesta en Marcha de la Agenda 2030 y la instauración del Consejo Nacional de la Agenda 2030. Estas instituciones se proyectaron entonces como un paso concreto en la visión del 2030 con las universidades mexicanas. Un año después, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior publicó el documento “Visión y acción 2030”. Este sugiere y crea un trazo claro del proceso que la academia mexicana debe atravesar para convertirse en un agente de cambio activo.

“Es fundamental el trabajo en proyectos compartidos entre distintas facultades dentro del campus universitario, favoreciendo así los procesos de integración entre disciplinas, y contar con personas que lideren y dinamicen estos procesos de cambio”.

Las instituciones líderes del país, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Tecnológico de Monterrey, se situaron en el sitio número 62 y número 101, respectivamente, en el Ranking de Impacto publicado por el Times Higher Education. Ambas universidades coordinan en conjunto la SDSN de México, establecida apenas hace un año y de primera mano con su entidad en Chile. Esta red de instituciones se mantienen desarrollando propuestas que propicien el involucramiento en problemáticas locales y globales. Desafortunadamente, “nuestro país reprueba en ocho de los 17 ODS, mientras que en los nueve restantes, obtiene un puntuación intermedia, ya que a nivel regional en América Latina y el Caribe los principales desafíos tienen que ver con los altos niveles de desigualdad, de violencia e inseguridad”, explica Miguel Ruiz Cabañas para CONECTA.

Sin embargo, las recientes publicaciones ofrecen para estos países el seguimiento oportuno para el trabajo continuo en la búsqueda de los ODS. La propuesta de evaluación, será una herramienta indispensable para todas aquellas universidades que se encuentran interesadas en la acción de la Agenda 2030 dentro de sus comunidades de aprendizaje.

¿Puede la crisis actual acelerar las acciones para contribuir a la Agenda 2030?

La REDS plantea que la pandemia de COVID-19  ha proporcionado el escenario ideal para comprender la importancia de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Es fundamental identificar y fortalecer las herramientas que serán de gran utilidad para mantener su cumplimiento sobretodo en este panorama. “Se ha puesto en evidencia la necesidad de actuar y acelerar los procesos en marcha para lograr la transformación de nuestras sociedades, para lo cual las universidades son piezas fundamentales”.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/rol-de-las-universidades-agenda2030

Comparte este contenido:

Del semáforo en verde a: ¿escuelas en rojo?

Por: Abelardo Carro Nava

Recientemente, el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, afirmó que el sector educativo será el último en incorporarse a la Nueva Normalidad; esto, porque a decir de este funcionario, el cuidado de la salud y bienestar de quienes integran las comunidades de aprendizaje son prioridad (Profelandia.com, 20/06/2020); una declaración que me parece de lo más sensata porque, como ya se ha dicho en reiteradas ocasiones, dicho sector educativo, moviliza a diversos actores directos e indirectos. Imaginemos lo que significa la movilización de 36.6 millones de alumnos (SEP, 28/04/2019) a las escuelas de los distintos niveles educativos.

No obstante, lo anterior, ¿qué es lo que se está haciendo en estos momentos para tener un regreso seguro, con un entorno seguro, a las escuelas de la República Mexicana? Porque si bien es cierto que, durante la contingencia sanitaria, la atención estuvo centrada en asegurar que, tanto los estudiantes y maestros siguieran la estrategia “Aprende en casa”, también es cierto que “algo” se tuvo que estar haciendo para que las escuelas pudieran contar con los recursos necesarios que les permitieran ir trabajando con la idea de que las medidas de prevención, al momento de ese regreso a clases, sean una realidad; y bueno, la verdad de las cosas es que, desde mi perspectiva, muy poco, o nada, se está haciendo al respecto. Me explico.

Quienes, por alguna razón de primera necesidad, hemos tenido que salir de nuestros hogares en estos días, nos hemos dado cuenta que las escuelas de nuestra comunidad, municipio o estado, siguen en las mismas condiciones en las que las dejamos en marzo de este año; en algunas, las labores de limpieza de áreas verdes (que es lo que de manera inmediata se puede observar, o he podido observar) han continuado; supongo, que el personal de asistencia o apoyo a la educación, ha continuado con su trabajo; sin embargo, ¿se ha observado la construcción de aulas en las que, como seguramente sabemos, hay hacinamiento en los salones de clase?, ¿se han observado trabajos que permitan contar con una red hidráulica que posibilite este vital líquido de manera continua en las escuelas en las que dicha agua no es constante o, prácticamente, es inexistente?, ¿se han observado trabajos de limpieza y sanitización en esas instituciones educativas?, ¿se ha observado la llegada de material didáctico, de diversa naturaleza, que posibilite el proceso de enseñanza y aprendizaje en los distintos espacios que conforman los centros escolares?, ¿se han observado trabajos de algunas compañías que ofrecen servicio de internet para que se haga uso de este recurso en los meses venideros en todos los salones de clase? Vaya, sobre este asunto, qué es lo que ha informado la Secretaría de Educación Pública (SEP) o el gobierno federal en turno.

En mayo de este año, la SEP informó que, mediante el programa “La escuela es nuestra”, se habían entregado casi 9 mil millones de pesos para rehabilitar escuelas; en su boletín No. 130 se dijo que, la dispersión de recursos, se realiza con base en la matrícula de cada escuela y que, en su primera fase, se implementó en 54 mil 177 planteles de educación básica de mil 931 municipios en zonas de alta y muy alta marginación (SEP, 18/05/2020). Datos que son interesantes sobre los recursos asignados pero que, resultan insuficientes porque, si bien es cierto que estos municipios representan una prioridad, también lo son, aquellos en los que el proceso de urbanización ha generado diversas problemáticas en los planteles escolares.

Ahora bien, en ese mismo boletín se especificó que, hasta ese día, se habían conformado más de 50 mil Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP); y también se dijo que la organización, convocatoria, instalación y registro de esos Comités, es operada por los “Servidores de la Nación”; sin embargo, y aunque existe un manual que brinda una orientación al CEAP (versión 2.0.1, consultado el 30/06/2020), así como también, una página que ofrece información sobre dicho programa (consultada el 30/06/2020), la verdad de las cosas, es que no hay otros datos que permitan conocer las empresas a las cuales se están contratando para la realización de algunas obras o para la adquisición de ciertos muebles; peor aún, tampoco se especifica si es que dichos comités, han contratado personal especializado para la realización de los diagnósticos o para la emisión de dictámenes relacionados con la posible construcción de inmuebles en los centros escolares. Los datos pues, pintan un escenario ideal en el que todo funciona y se mueve, casi a la perfección, pero ¿realmente esto ocurre así?, ¿cuál es la responsabilidad del gobierno y de los maestros y padres de familia sobre estos asuntos? Recuerdo que, en su momento, se habló de que los recursos llegarían a las escuelas sin intermediarios, un tema que fue harto polémico en nuestro país, por aquello de la probable corrupción que en antaño se había observado, no obstante, y desde mi perspectiva, al ser un recurso directo, ¿no tendría que existir un mecanismo que asegurara la total transparencia en el manejo de dichos recursos?

Ahora bien, el tiempo sigue su curso, el mismo Secretario de Educación, en este día (30/06/2020), ha difundido un video mediante el cual, agradece a todos los maestros y maestras por hacer posible que el ciclo escolar 2019-2020 concluyera con éxito. Sin embargo, también hasta este día, no se ha presentado un plan educativo que defina líneas claras de acción para ese regreso seguro a las escuelas. Ciertamente, hace unas semanas se habló de un protocolo, que no es un plan educativo como tal, con el que se espera se pongan en marcha ciertas medidas preventivas mediante las cuelas se eviten contagios masivos. ¿Será que el regreso seguro a clases dependerá de los Comités Participativos de Salud Escolar (CPSE)?, ¿cuál es la responsabilidad del gobierno de la República?, ¿cuál es la responsabilidad de los gobiernos estatales?, ¿cuál es la responsabilidad de directivos, maestros, alumnos y padres de familia?

Hace unos días, una profesora me comentó, que la autoridad educativa de su estado les había informado que, una vez que se regresaran a clases, los profesores trabajarían con el grupo que les había sido asignado solo que, una parte de ese grupo, asistiría a la escuela durante una semana y, la otra parte, trabajaría desde casa las mismas actividades que se pondrían en marcha en la escuela; luego, el grupo que estuvo en casa durante esa semana, asistiría al centro educativo y el otro grupo, haría lo propio en casa. Muchos pensarían que es una estrategia sensata; sin embargo, vuelvo al punto con el que inicié estas ideas porque, independientemente del número de alumnos que asistan a los planteles escolares, sabe usted, ¿todo lo que se moviliza a partir de esta estrategia? Y, sabe usted, ¿cuántas carencias se tienen en los centros escolares?

En suma, considero que las autoridades gubernamentales, en lugar de estar grabando videos, tendrían que estar realizando las gestiones, convenios o acuerdos, con diversos sectores a fin de que, durante este receso, se lleven a cabo las acciones que a éstos les competen llevar a cabo. Ciertamente, los CPSE son importantes pero su responsabilidad se ve, y se verá rebasada en escuelas, sencillamente porque a éstas no les han llegado recursos en muchos años.

Referencias:

    • Redacción Profelandia.com. (20/06/2020). Sector educativo será el último en incorporarse a la nueva normalidad: Moctezuma. Profelandia.com

Recuperado de: https://profelandia.com/sector-educativo-sera-el-ultimo-en-incorporarse-a-la-nueva-normalidad-moctezuma/

Recuperado de: https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-61-regresan-a-clases-mas-de-25-millones-de-alumnos-de-educacion-basica-del-pais-sep

    • SEP (18/05/2020). Boletín 130. Entregó la Escuela es Nuestra casi 9 mil millones de pesos para rehabilitar escuelas: SEP.

Recuperado de: https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-no-130-entrego-la-escuela-es-nuestra-casi-9-mil-millones-de-pesos-para-rehabilitar-escuelas-sep?idiom=es

Fuente: https://profelandia.com/del-semaforo-en-verde-a-escuelas-en-rojo/

Comparte este contenido:

La meditación para el aprendizaje

Por: Rubí Román Salgado

“La meditación puede utilizarse como un recurso privilegiado de pausa pedagógica en sesiones largas o prolongadas. Incluso en la música la pausa es fundamental”. -Eloísa Heredia-

En el contexto escolar, la meditación es utilizada para mejorar el desarrollo de habilidades de aprendizaje y el rendimiento académico. También puede incorporarse como un recurso didáctico inicial dentro de cualquier clase o asignatura permitiendo ‘llevar’ a los estudiantes a un estado de apertura y disposición favorable para el proceso de aprendizaje. La práctica constante de la meditación genera una huella de aprendizaje en la persona al tiempo que beneficia de manera holística otras dimensiones del ser humano. Así lo explicó la Dra. Eloísa Heredia en nuestro webinar de Junio. Si no tuviste oportunidad de verlo lo puedes consultar aquí.

“Antes de incorporar la meditación como herramienta didáctica, el docente debe capacitarse y practicar. Es indispensable considerar que no podemos transmitir bienestar o tranquilidad si nosotros mismos tenemos una mente inquieta, ansiosa o estresada”.

En esta sesión la profesora Eloísa presentó los fundamentos de la meditación como práctica milenaria, compartió hallazgos de la investigación educativa que muestran que a través de la meditación es posible mejorar el clima escolar. También realizó un ejercicio práctico de meditación para toda la audiencia. Estoy segura de que este ejercicio te servirá como primer acercamiento al tema y podrás dimensionar el impacto de la meditación en ti. Lo puedes consultar directamente en la grabación del webinar en el minuto 54:37 que estará disponible en todo momento para que revivas la experiencia.

A continuación, un resumen de los puntos más relevantes del webinar que nos compartió la Dra. Eloísa Heredia.

La meditación para promover el aprendizaje

  • Incorporar dentro de la planeación de la clase tiempo de meditación, reditúa en una mejor receptividad y desempeño del alumno.

  • La práctica de la meditación es recomendable sobre todo en procesos de aprendizaje que demandan del alumno periodos prolongados de atención y concentración.

  • Como en cualquier planeación didáctica, el docente debe tener claras las intenciones pedagógicas en el marco de la institución para la cual se desempeña y de las intenciones como docente.

  • Estos son algunos criterios didácticos básicos para considerar cuando se integra la meditación en clase:

    • Definir intenciones pedagógicas, así como las habilidades, contenidos y procedimientos en los que se enfocará el docente.

    • Dar claridad a los alumnos. Que los alumnos tengan claro qué se hará y por qué se introduce la meditación como secuencia didáctica.

    • Considerar la edad de los alumnos, la etapa de desarrollo en que se encuentran y sus intereses.

    • El lugar donde vamos a trabajar o se llevará acabo la clase.

    • Los recursos que se tienen al alcance

    • Crear el contexto apropiado para que la meditación se inserte como una pauta pedagógica en la secuencia de aprendizaje.

  • Es recomendable intercalar en clase pausas pedagógicas que ayuden a los alumnos a volverse a enfocar y alcanzar un estado de tranquilidad que facilite a los docentes la transmisión y receptividad del mensaje que desean transmitir.

  • La meditación es un recurso que también detona procesos metacognitivos, es decir, tiene que ver con la reflexión sobre cómo estamos aprendiendo. La metacognición nos ayuda a revisar ese camino que hicimos para llegar al aprendizaje.

Invito a profesores y profesionales de la educación a explorar el potencial de la meditación para el aprendizaje y el bienestar del ser humano. También a estar pendientes de nuestros próximos webinars del Observatorio de Innovación Educativa.

Eloísa Heredia Escorza es profesora del Depto. de Estudios Humanísticos en la Escuela de Educación y Humanidades. Es directora nacional de Punto Blanco: espacio de reflexión en el Tec de Monterrey. Actualmente dirige la investigación “Meditación, bienestar y espiritualidad en los estudiantes de esta institución”.

Si tu idioma nativo no es el español puedes activar la traducción instantánea subtitulada de YouTube incluido en este artículo. Para activar esta opción, selecciona en YouTube la opción Subtítulos (aparecerán los subtítulos en español) posteriormente selecciona la opción Configuración ->Subtítulos -> Traducir automáticamente y seleccionar el idioma que prefieras.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/meditacion-y-aprendizaje

Comparte este contenido:

El capitalismo de la vigilancia

Por: Carlos Fazio

Difuminada en la coyuntura por el apocalipsis mediático desatado por las élites plutocráticas y los poderes fácticos de Estados Unidos a raíz de la irrupción del Covid-19, la guerra comercial y financiera entre los gobiernos de Donald Trump y Xi Jinping profundizará en la pospandemia la carrera por la hegemonía, en momentos en que, parafraseando a Clausewitz, la tecnología es la continuación de la política por otros medios.

En 2016, un informe de Barack Obama sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA) reconocía que su sucesor gobernaría un país que está siendo transformado por la IA. Aunque Trump abandonó parcialmente esa visión, Estados Unidos sigue siendo líder en IA gracias a las compañías líderes de la digitalización conocidas mediante el acrónimo Gafa (Google, Apple, Facebook, Amazon), pero el punto de quiebre se está volviendo el control de acceso a datos, ya que las principales plataformas someten a sus usuarios a procesos de supervisión no estandarizados y desfasados con la velocidad de la IA.

Los ingenieros de la IA necesitan datos (materia prima) para crear sus algoritmos y/o perfeccionarlos. Y si bien EU es el país que ha recolectado más datos, a partir del 13 Plan Quinquenal de Informatización Nacional (2016-20) de Xi Jinping, China ha aumentado de manera exponencial sus capacidades a través del Internet de las cosas, el aprendizaje automático y del número de usuarios de sus empresas innovadoras apoyadas por las nuevas tecnologías ( startups).

El gobierno chino ha hecho fuertes inversiones en investigación y desarrollo, subsidia la industria de los chips de procesamiento y tiene una regulación más laxa en tecnologías de automatización y recolección masiva de datos. Así surgieron conglomerados privados de Internet comercial como Baidu, Alibaba y Tencent (conocidos bajo el acrónimo Bat), que de cara a la carrera por la IA han alcanzado tecnológicamente a las corporaciones estadunidenses del sector.

Y al igual que ocurrió en sus orígenes con las Gafa del Silicon Valley, pioneras del capitalismo digital gracias a los programas de inversión militar keynesianos, que después del 11 de septiembre de 2001 −en conexión con el Estado de seguridad nacional de la administración Bush hijo− desarrollaron el enorme aparato de vigilancia y control estatal revelado en 2013 por el ex contratista de la CIA y la NSA Edward Snowden, el apoyo del gobierno chino ha sido clave en el desarrollo de Baidu como la plataforma base de IA para vehículos autónomos, Alibaba para ciudades inteligentes y Tencent para cuidados de la salud.

Alibaba, considerada el Amazon chino, desarrolló un sistema de puntajes de crédito social privado, que se propone recopilar y almacenar todos los rastros que los usuarios dejan en Internet y regular el comportamiento de cada persona sobre acceso al crédito, a la educación formal y al mercado de trabajo, incluido el uso de líneas aéreas comerciales y trenes de alta velocidad. La empresa implementó el proyecto City Brain (cerebro de la ciudad) para conectar a través de un software mapas, cámaras de vigilancia, sensores, datos del gobierno e información compartida en redes sociales, que procesan algoritmos de IA en superordenadores que sirven de alimento para la planeación urbana y la gestión de tráfico en ciudades como Hangzhou y Macau.

La cooperación de Baidu con las autoridades chinas también gira en torno del control de datos y la ciberseguridad. La corporación ha equipado puntos neurálgicos del espacio público con cámaras que cuentan con un sofisticado software de reconocimiento facial que también puede identificar personas encapuchadas por su forma de caminar. Tencent, la tercera integrante del Bat también explota patentes de reconocimiento facial y videovigilancia. Ergo, el capitalismo de la vigilancia.

En la pospandemia del Covid-19, la guerra fría política, comercial y tecnológica entre EU y China se calentará. Después de que Trump lanzó su estrategia de decoupling (desconexión) para contener el crecimiento económico de China, Xi llamó a poner énfasis en el desarrollo del mercado interno, y no en las exportaciones. Aunque en el plano exterior, a través de Alibaba, el soft power chino aumentará su infraestructura ferrocarrilera, portuaria y digital (fibra óptica, antenas de telecomunicaciones, 5G) en su área de influencia: Vietnam, Tailandia y Singapur, y eventualmente Bangladesh y Pakistán. Aun en África.

Es en ese contexto que hay que ubicar los discursos de Xi del pasado 26 de mayo ante la Comisión Militar Central (la versión china del Pentágono) y de Trump en la academia militar de West Point, el 13 de junio. Xi ordenó a las fuerzas armadas pensar en el peor de los escenarios para salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo. Trump insinuó cambios doctrinarios para un conflicto con China en pos de mantener la hegemonía global.

La hegemonía de EU se basa en el dominio de las rutas marítimas y su superioridad tecnológica. Según fuentes del Pentágono citadas por el periódico inglés The Times, con base en unos juegos de guerra simulados, en 2030 EU perdería una guerra naval con China en el Pacífico. El análisis concluye que todas las bases de EU en la región del Comando Indo-Pacífico serían abrumadas por los misiles balísticos de alcance medio chinos, incluida la isla de Guam, principal base de los bombarderos estratégicos B-2. La disputa geopolítica está en pleno desarrollo.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/06/29/opinion/019a1pol

Imagen: SpaceX-Imagery en Pixabay

Comparte este contenido:
Page 649 of 2441
1 647 648 649 650 651 2.441