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Méjico: Generación de textos científicos en criminología y criminalística

Generación de textos científicos en criminología y criminalística

 

Wael Sarwat Hikal Carreón

Doctorando en Filosofía con Acentuación en Estudios de la Educación (becario Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Correo electrónico: wael.hikalcrr@uanl.edu.mx. Orcid: https://orcid.org/0000-0003-1278-567X

Resumen

 

El aprender a escribir es un proceso que se lleva durante largo tiempo de la formación educativa, desde las letras, hasta ir internalizando conceptos, términos, procedimientos. A nivel profesional, el construir conocimiento podría ser una labor que beneficie a las comunidades académicas para dar a conocer las prácticas y teorías sobre casos específicos, esto ayudaría a que los nuevos estudiantes  otros profesionales aprendan de los casos ya experimentados y conocer los resultados. En el presente artículo se da una guía de cómo redactar para cientifizar a la criminología y criminalística a través de sistemas formales de construcción del conocimiento mediante búsquedas adecuadas, métodos verificables y confiables y publicación en órganos idóneos para ello. De manera general, el conocimiento ayuda a resolver los problemas sociales, también a la pertinencia externa e interna de los profesionales y las profesiones. Finalmente, se analizan algunos aspectos del sistema educativo en los centros escolares en criminología y criminalística, con la finalidad de estimular la investigación y procesos de calidad.

 

Palabras clave: Divulgación científica; Escritura creativa; Innovación científica; Información y comunicación; Pertinencia de la educación.

 

Abstract

 

Learning to write is a process that takes a long time from educational training, from letters to internalizing concepts, terms, procedures. At the professional level, building knowledge could be a task that benefits academic communities to publicize case-specific, practices, and theories, this would help new students and other professionals learn from already experienced cases and know the results. This article provides a guide to how to write to scientificize criminology and criminalistic through formal knowledge-building systems through appropriate researches, verifiable and reliable methods and publication in appropriate bodies. In general, knowledge helps to solve social problems, also to the external and internal relevance of professionals and professions. Finally, some aspects of the education system in schools in criminology and crime are analyzed, in order to stimulate research and quality processes.

 

Keywords: Creative writing; Education relevance; Information and communication; Science popularization; Scientific innovations.

 

Introducción

La criminología y criminalística en México, requieren una renovación constante con base a las nuevas modalidades delictivas que acontecen, del mismo modo, sugerir nuevas intervenciones forenses. Esta tarea se ha limitado a las oficinas de trabajo, donde se investigan situaciones emergentes y se busca darle solución, o se soluciona, pero la teoría desarrollada para los casos particulares no se da a conocer a la comunidad profesional por la discreción que cada caso exige; es decir, no se conoce públicamente los resultados de un peritaje, tampoco el tratamiento penitenciario aplicado en determinado centro, ni el tratamiento específico a una víctima menor de edad, o la estrategia preventiva de la violencia en una escuela primaria, o el modo de investigar digitalmente el uso de redes para la consecución de crímenes, entre tantas más intervenciones.

Por lo anterior, el publicar artículos, libros, informes, resultados, estrategias por medios institucionalizados, así como académicos, permite a la comunidad de profesionales tener un conocimiento comparativo con el trabajo que otros están realizando ya en el campo donde se presentan los problemas criminales. Esto no solo beneficia a otros profesionales, sino también en la formación de los estudiantes de cualquier nivel superior, con lo que tendrían el caso actualizado del fenómeno delictivo, victimal, forense, penitenciario, de seguridad pública, etcétera, que se esté presentando. El profesional con un lenguaje técnico, puede comprender y desarticular lo leído que se esté implementando en otros sitios, mientras que el estudiante, mediante su guía docente, puede aprender términos, procedimientos, y resultados, en ambos casos, el aprendizaje emerge.

De tal manera, el sistematizar la información de casos, o el trabajar una tesis para darlos a conocer a la comunidad, es de utilidad para la construcción de casos y conocimientos, su entendimiento y solución. Profesionales y alumnos podrían moverse en esta esfera con mayor soltura, preparándose en el campo de la redacción sistematizada, científica, académica, especializada, aproximándose a los medios formales para divulgar y poner al público profesional y estudiantil, las experiencias elaboradas. En las siguientes líneas se trabaja sobre algunas áreas esenciales en la elaboración de textos académicos y científicos, como guía para que más profesionales se introduzcan en esto y se contribuya científicamente para mejores resultados en sociedad.

 

Objetivo

 Fomentar el conocimiento en los profesionales de la criminología y criminalística sobre los procesos de desarrollo del conocimiento y su preparación formal para postularlos en medios como revistas, capítulos, libros o incluso conferencias, para acrecentar su presencia y participación en estas plataformas, ser contribuyentes de conocimiento útil para otros profesionales, alumnos, prácticas profesionales y en beneficio de la sociedad. Los criminólogos y criminalistas deben ser conscientes de la gravedad de problemas con los que tratan, y de la utilidad en el conocimiento generado para generar un banco de saberes, teorías, ideologías, casos, prácticas, accesibles para otros lectores e investigadores. Se considera aquí, que si el conocimiento se sistematiza y difunde, se estará en mejores condiciones para responder a las necesidades sociales de atención a la violencia, con calidad, no improvisadas, realizada por profesionales preparados, no por actores emergentes, expertos de gabinete.

 

Argumentación y evaluación de la información para la calidad

Cuando un trabajo es evaluado por otros profesionales, principalmente que sean científicos, aumenta el valor, puesto que no se queda solo con la generación del investigador, sino que acuden a su verificación otros investigadores, dando validez a esos estudios, no solamente con juicios positivos, sino con sugerencias sobre la interpretación del texto, el orden, acomodo, recogida de datos, sistematización, etcétera, la estética de un trabajo escrito, facilita su comprensión, además que fomenta su lectura; es decir, la presentación debe ser sugestiva. En ocasiones puede que el investigador escritor esté permeado del conocimiento que está construyendo y ello puede cegarlo a detalles que otros sí podrán ver (Goetzs y LeCompte, 1988).

Un aspecto que deviene importante durante la evaluación es la calidad de las fuentes empleadas para argumentar el trabajo, existen editoriales que su enfoque es científico o académico; es decir, llevan un proceso de evaluación y diseño de la obra a publicar, que además el producto final o libro, le caracteriza por objetivos, introducción, resúmenes, palabras clave, bibliografía sugerida, etcétera, otras editoriales son de publicación libre, lo que el autor desee exponer, sin haber sido evaluado. Otras, por la libre, ediciones que el mismo autor gestiona en plataformas de autopublicación. Por el lado de las revistas, para que un medio sea llamado así “revista”, y sea legal, no es meramente el título, debe contener un ISSN o número internacional seriado estandarizado, las redes digitales no son un medio legal, ni formal, ni académico, menos científico para exponer información, son un medio que a través de redes de grupos de intereses comunes, se acrecienta y permite la conectividad con más personas.

Para construir un escrito, este debe tener fuentes confiables, académicas, evaluadas, obtenidas de órganos dedicados a ello, no es comparable el obtener datos por un ente de gobierno que aporta estadísticas delictivas, a que un criminfluencer diga que la criminalidad va en aumento. No es de validez argumentar una tarea, menos la tesis, con escritos redactados por organizaciones de criminología y criminalística vendedoras de morbo que se postulan como instituciones de educación superior con un mero registro en una plataforma para dar cursos a personal en activo laboralmente, y menos cuando esas publicaciones emanan de Facebook, o videos por narcisistas criminólogos y criminalistas jóvenes que anhelan seguidores. Una fuente de información debe ser legal, verificada, válida, evaluada por académicos o científicos, no por el seguidor de criminfluenciadores.

El consultar revistas de diversas instituciones, libros, capítulos, informes, estadísticas, etcétera, debe estar triangulado entre estos y con otras fuentes, para corroborar su credibilidad, puesto que la argumentación se logra con la construcción de diversos estudios en convergencia, no con la vaga suposición que pareciera imposición. También resulta importante ser selectivo con la información obtenida en congresos, existe una tendencia creciente en congresos y eventos de criminología y criminalística, donde el expositor es carente de experiencia profesional sobre el tema que imparte, pero logró presentarse ahí por amistad con el organizador u otro expositor, porque ha improvisado algún tema que sigue la tendencia delictiva, o por engordar su currículo con falsedades, aplicando lo que alguna vez Franz Boas para la antropología, hay que expulsar de la criminología y criminalística a los falsos aficionados y especialistas de gabinete, haciendo de la investigación de campo la experiencia central y atributo mínimo del estatus profesional.

La fiabilidad en la información que el criminólogo y criminalista construya, se logrará con su rol como investigador, de las fuentes de las que obtenga su información, la exposición sistematizada de sus constructos desarrollados en el estudio. La criminología y criminalística se han visto inundadas por la arrogancia de los autores ortodoxos, catapultados como únicas voces y letras legitimadas para dar directriz, esto por un lado, y por otro, el avance digital, ha saturado de narcisistas emergentes cuyas opiniones han logrado el poder de obtener seguidores huecos, igual de vacíos que estos otros. Se padece una época en la que el ignorante tiene más control sobre las masas que los intelectuales, se tergiversa mediocridad con liderazgo, experiencia con desocupación laboral y dedicación digital.

La credibilidad también se basa en los procesos de obtención de la información, de tal manera el lector pueda examinar las fuentes que contribuyeron a los constructos presentados y los resultados del estudio (Goetzs y LeCompte, 1988). En ocasiones puede que nos disguste que alguien más opine sobre nuestro trabajo, resulta muy polarizable ello, puesto que los analistas pueden ser tajantes en despreciar y rechazar un escrito, o en una mejor actitud, sugerir cambios, fomentar el aprendizaje, no es lo mismo un escrito de tres páginas que solo lleva el nombre del autor y el título de sus reflexiones, y tres fuentes bibliográficas, a un artículo con título, resumen, palabras clave, introducción, método, discusión, resultados, conclusiones,  bibliografía amplia, o uno con introducción, desarrollo y conclusiones, pero en cada momento, requiere un aprendizaje, al cual, el investigador debe ser abierto, sin que se vicie de haber obtenido una calificación aprobable como sinónimo de “saberlo todo” y ser incuestionable.

Utilidad de la información para la prevención del delito y la intervención forense

La importancia de publicar los resultados de investigaciones resulta en la utilidad para otros profesionales. Desarrollando conocimientos, se llega a la fiabilidad, en el grado en que si un investigador replica los métodos y procedimientos realizados por otro investigador, a partir de los constructos previos, ajustaría ellos a sus datos para un caso nuevo. Se debe tener presente que la réplica será una aproximación, puesto que cada situación es particular. “La comparabilidad de un estudio es lo que confiere a éste su utilidad científica” (Goetzs y LeCompte, 1988, p. 231). Estos estudios serán de utilidad para un grupo de profesionales de un campo de conocimiento en común, cuyo léxico esté nutrido de los términos y conceptos propios de su profesión, lo que facilitará su comprensión, mientras que por otro lado, la divulgación del conocimiento al público en general, se refiere a ciencia para la sociedad; es decir, que cualquiera la pueda entender.

La comparación, desmenuzamiento y traducción de los resultados, permitirá que estos sean aplicados a escenarios distintos. La aplicabilidad se logra mediante dos opciones: Al generalizar el estudio como conocimiento general para fluirlo a casos particulares, o a un escenario similar, de tal manera cobra efecto. En ocasiones puede que el estudio no sea adecuado para aterrizarlo a un particular, dadas las características únicas de tal; por ejemplo, la teoría de las ventanas rotas fue un estudio realizado entre Nueva York y California, Estados Unidos de América (Hikal, 2019), entonces ¿Cómo aplicar este a un barrio en Perú, Guyana o Nueva Zelanda? No está descartada, menos porque ya se ha probado la adaptabilidad de esta en otros escenarios, pero es importante prever las dificultades, otro ejemplo es la teoría de las subculturas criminales de Albert Cohen (Pérez López, 2011), fue hecha en un escenario muy particular, por lo que había que generalizar sus explicaciones y ver la viabilidad de adaptarla para su aplicación en otro contexto, de ocurrir, se genera una nueva teoría.

También pueden resultar casos no comprensibles por la diferencia cultural, en México, existen, por ejemplo, licenciados en criminología y criminalística, pero también solo licenciados en criminología y solo licenciados en criminalística, para otro lector de otra región, podría resultar incomprensible ello, así como para la interpretación, comprender la cultura profesional, orientación de investigación, enfoques, métodos, son parte del aprendizaje por parte de los lectores e investigadores. “Los constructos creados pueden no ser comparables con los “mismos” constructos aplicados a otro contexto” (Goetzs y LeCompte, 1988, p. 232).

 

La criminología en la era digital. Presentación de la información

Estamos en la época de transformación, estamos de paso en un momento en que de la producción, se empoderó la información, es la era de oro de la informática. Esto puede aprovecharse para el acceso a la información, así como para su divulgación. También estamos en la fase en que la economía se basa en la informática, el desarrollo científico y tecnológico se lleva de una manera avanzada y creciente no antes vista de tal modo, la comunicación digital ha agilizado y apresurado este proceso. Anteriormente, no hace mucho, las comunicaciones eran por teléfono, llamadas de larga distancia, envío de paquetes por correo postal, esperas prolongadas para recibir la información, los vídeos eran limitados, hoy, esto y más cosas, están al acceso en un click.

Lo anterior puede aprovecharse para el aprendizaje continuo en criminología y criminalística, tenemos plataformas como YouTube donde se suben videos con contenidos de todo tipo, inútiles, estúpidos o formales, educativos, de aprendizaje, culturales, científicos. El criminólogo y criminalista deben ser selectivos con la calidad de dichos contenidos, no limitarse a un solo canal, expositor, organización, sino en todo caso, contrastar, verificar, comparar con otros canales y medios. Está Facebook live, donde se transmiten contenidos también, pero en el caso de estos campos de conocimiento, se han mal empleado para saciar el ego de criminfluencers para narrar sus estilos de vida parasitarios. Un influenciador, genera seguidores, pero no es un científico, esto nace de un medio artístico, y los criminólogo y criminalistas, NO SOMOS artistas, las carencias de atención, deben tratarse en el psicólogo, y no en imágenes eróticas, de morbo, videos en tiktok, o autoreferencias, donde se construye la imagen de ser cultos, líderes, millonarios, esto explícita su vacío intelectual y afectivo.

 

Dónde buscar la información correcta en materia criminal

Se cuentan con miles de revistas, directorios y plataformas donde se difunden artículos, libros, informes académicos, estadísticos, científicos, pero pareciera que el criminólogo y criminalista no están revisando donde deberían hacerlo, por el contrario, buscan en Facebook hacer un foro de consulta para tareas, libros en PDF gratuitos, quien realice su investigación y sus fuentes de conocimiento son obtenidas de redes digitales. En la siguiente dirección https://portal.issn.org/ pueden introducirse palabras clave como: Seguridad pública, criminología, psicología criminal, victimología, forense, criminalística, entre otros, para que el buscador arroje los resultados de revistas legales, de entes institucionales y en gran mayoría de casos “gratuitas”, para consultas, descarga, lectura. Además de esto, basta con que el lector investigador ponga en su buscador los términos: DOAJ, Scielo, Redalyc, Dialnet, Academia.edu, ResearchGate, y de estos, resultarán otros, para que de igual forma, coloque los términos y consulte información de mejor calidad. En ocasiones el criminólogo y criminalista actúa como un inútil incapaz de realizar búsquedas en páginas web, pero muy hábil para pasar su tiempo en Facebook, esta no es un centro universitario, ni biblioteca.

 

Redacción de textos de criminología y criminalística

El tema central de realizar una investigación y presentarla al público es si este aporta algo al conocimiento existente y es aplicable en la criminología y criminalística. La información se distribuye en párrafos, no de dos líneas, no de tres o cuatro, pues esto resulta en que el investigador no sabe organizar su información y la avienta por partes, tampoco párrafos de 10 líneas, junto con uno de tres o cinco, sino estandarizar el ordenamiento de los párrafos, que se lean uniformes. Pero antes de continuar, es preciso conocer qué tipos de documentos se pueden elaborar y algunas características. Un documento, artículo, capítulo en libro o reporte de investigación contiene aproximadamente lo siguiente (con enfoque positivista o de investigación científica):

 

  • Fines y cuestiones postuladas
  • Marcos teóricos que dieron dirección a la investigación
  • Diseño del estudio
  • Grupo del que se obtuvo la información
  • Experiencias del investigador en la recogida de datos
  • Métodos para la obtención de datos
  • Análisis, discusión
  • Conclusiones, resultados, propuestas, interpretaciones (Goetzs y LeCompte, 1988, p. 235)

 

Existen tipos de artículos (Springer, 2020), que se dividen en:

 

  • Investigación original: También llamado artículo original, de investigación, se refiere a los resultados sintetizados de una investigación desarrollada, se secciona en partes: Título, resumen, palabras clave (en dos idiomas), introducción, planteamiento del caso, análisis, discusión, método, población estudiada, desarrollo, resultados, conclusiones, lista de referencias. La extensión varía según la revista, oscila entre 15 a 30 páginas. Por ejemplo, técnicas de intervención pericial a un caso particular, o estudios de población penitenciaria.
  • Artículos de revisión: Es una perspectiva sobre el estado que guarda una situación, por ejemplo, este artículo, sirve para introducirse en temas o reflexionar profundamente sobre estos. A diferencia de los de investigación, su verificación de obtención de datos, no es requerida, es una opinión del autor. Por ejemplo, escribir sobre los retos de la criminología en el siglo XXI. Es una visión particular, que puede ser compartida por otros que estén involucrados.

 

Una comunicación universal de fuentes de información es el sistema APA de la Asociación Americana de Psicología, o ISO690, entre otros, en textos jurídicos, notas al pie de página, cualquier sistema, puede localizarse un resumen guía en Internet, colocando normas APA 6 o 7, por ejemplo. En criminología y criminalística se viene usando el APA, pero si depende su objeto de estudio del derecho penal, debería conocer o atender también a saber utilizar los pies de página. Las palabras clave, están universalizadas por el tesauro de UNESCO o el tesauro de política criminal de ILANUD, ambos, disponibles en Internet.

 

Vicios comunes. La falta de originalidad

Ha ocurrido en criminología y criminalística, que los autores son los mismos de hace décadas, no siendo comparables con autores clásicos cuyos descubrimientos destacaron por su originalidad, sino que la labor de los autores ortodoxos ha sido organizar teorías, pensamiento, ideologías, etcétera, sin demeritarlo, pero al paso de los años, no se ha visto la innovación, nuevos autores emergieron, pero sin originalidad; es decir, un libro de criminología o criminalística con estructura similar a libros anteriores, y donde concurre el resumen del resumen del resumen, siendo una fusión de libros ortodoxos con alguna bibliografía contemporánea, es de sorprender el valor de estos escritores, al realizar aportaciones mínimas maquilladas de novedosas. Y pueden resultar innovadoras, pero para un público no experimentado, que recién se introduce en el tema o que no conoce del todo el pasado. “Lo que algunos expertos consideran relevante puede no decir nada a otros” interpretaciones (Goetzs y LeCompte, 1988, p. 237), por ejemplo, los libros de Rodríguez Manzanera.

En el caso de los alumnos, sus tesis se ven llenas de aquellos autores ortodoxos, con un poco de los nuevos e información mesográfica (webgrafía), pero sin llegar a la originalidad, menos aún cuando esas tesis no logran publicarse, comúnmente los centros escolares tendrían bases de datos digitales donde se sube la tesis y se comparte al público que la busque, ya pasada la prueba de auditoría de los asesores, pero pudiera madurar aún más al compartirse en revistas legales y que tal aportación del alumno, sea de posible referencia comparativa para otros lectores, asimismo, progresar a la madurez de lector y escritor, consultando revistas en línea que ofrezcan casos actuales, comparados, de otras regiones, para aprender y contribuir al crecimiento del conocimiento en este campo de las ciencias criminales.

No significa que el pasado deba olvidarse o abandonarse, sino que una investigación también es útil cuando recuestiona situaciones previas y da una perspectiva diferente, por ejemplo, si la criminología tradicional centrada en generalidades y en aglutinar los estudios solo en dos áreas: Crítica y clínica, no es más funcional, podría realizarse aportación ampliando los conocimientos de la criminología. O si los libros de Montiel Sosa son ya hartos consultados o desactualizados, implica sistematizar nuevos procedimientos forenses y mostrarlos en libros o artículos, por parte de las teorías, para que avancen a una contribución los estudios de las nuevas generaciones, sería mostrar su adaptabilidad a otros escenarios. O tomar un autor, tenerlo de referencia, modificarlo, contradecirlo, etcétera, por ejemplo, de la escuela de Chicago, se tiene a Sutherland, Parsons, Merton, Howard Becker, de los cuales, uno fue tomando lo del otro, para cambiarlo, ampliándolo o rediseñándolo.

Otro ejemplo podría ser el de las criminologías específicas; es decir, especializarse en campos concretos de fenómenos, como lo ha hecho la madurez científica de la psicología (en campos en lo social, ambiental, de los colores, de la ingeniería, fisiológica, de la nutrición, educativa), el derecho (espacial, internacional, aeronáutico, público, familiar, canónico), la sociología (del trabajo, de la música, de la industria, de la desviación, del género). El innovar en el desarrollo de las criminologías específicas de inicio no parece útil, puesto que su existencia en América Latina está invisibilizada en contraste con Europa, por lo que tratar sobre criminología ambiental, psicológica, educativa, corporativa, ecológica, familiar, infantil, son apenas construcciones con miras a aproximaciones prácticas, sin embargo, conforme otros las desarrolles y articulen con campos de investigación de fenómenos particulares y ejercicios laborales, tendrán más innovación y utilidad.

 

Reflexiones del sistema educativo en los centros escolares en criminología y criminalística

Cabe reflexionar previamente en el sistema educativo en los centros escolares de criminología y criminalística, estos no están respondiendo a los cambios en la dinámica criminal, son más las diversificaciones en las formas de expresión, y en aumento la cantidad de delitos, a lo cual, los profesionales formados en estos campos del conocimiento deben dar respuesta y solución, a esto, para el centro escolar se le llama responsabilidad social universitaria, y a nivel egresados, responsabilidad social profesional, en ambos casos o pertinencia externa (Cantú Mendoza, 2015). Se requiere estudiar y redefinir las estrategias educativas que las escuelas están implementando para preparar al profesional al contexto cambiante (Prawda y Flores, 2001).

La velocidad de cambio en los problemas sociales, en contraste con los resultados de los criminólogos y criminalistas está dando motivo a que rápidamente pierdan pertinencia y relevancia, contrario al empoderamiento con el que nacieron la criminología y criminalística, donde se coronaban como campos donde fluían aquellas ciencias de lo criminal y forense. Estas obtuvieron tanta espectacularidad (Ordaz Hernández y Figueroa Castellano, 2017) que lograron establecerse como materias dentro de los planes de estudio del derecho, psicología, medicina, sociología, pero a mediados del siglo XX, pretende un desmembramiento del derecho penal, que la tenía como una rama de este, para buscar su independización como ciencia autónoma, con lo que surgieron posgrados inicialmente, para luego dar lugar a las licenciaturas (Zaffaroni, 1990).

En alrededor de 20 años, ocurrió un boom de centros escolares y programas educativos (PE) en materia criminal, siendo más de 500 PE (Hikal Carreón, 2020a), principalmente, privados, de los cuales, este sector representa más del 90%, pero, que de todos ellos, no se logra dar disminución a la violencia que se vive en el país, sin considerar otros problemas limítrofes o en escala internacional, el criminólogo no ha podido dar explicación a los fenómenos de migración ilegal, crimen organizado, jóvenes criminales, violencia familiar, tráfico de animales, personas, subculturas criminales, imitación criminal, contenidos mediáticos tóxicos, marginación, terrorismo, etcétera, por parte de los criminalistas, los procesos de investigación son lentos, a veces sin resultados, técnicas pasadas de utilidad, improvisando. Qué decir de los centros escolares, sin laboratorios, donde la práctica pedagógica es la memorización, repetición de conceptos.

Todos estos signos de deterioro, merman además la pertinencia externa de los egresados (Cantú Mendoza, 2015), ha aumentado la ineficacia, se ha debilitado la capacidad de gestión. La criminología y criminalística a nivel centros escolares, y los egresados, de no renovarse y manejarse en dirección a la calidad educativa, estarán perdiendo fuerza, necesaria para apoyar al país (Prawda y Flores, 2001, p. 13). Tal fuerza no se logra con una serie de adjetivos positivos de autoreferencia; es decir, el autoelogio por parte de criminólogos y criminalistas en las redes digitales, no abona al crecimiento de la ciencia, difundir imágenes de morbo, impartir cursos de capacitación con falsas horas de valor curricular, no contribuye a la calidad, lo que sí esmera en ello, es que los centros escolares tengan compromiso real de formar en valores, ética, respeto, empatía, compromiso (Escobar Marulanda, 2006), de contar con instalaciones dignas para la capacitación y de inyectar en sus programas de estudio calidad, evaluada por agencias externas.

“Ante un escenario de tamaños cambios, negarse al cambio sería morir” (Abbot Matus, 2007, p. 17). Los centros escolares de criminología y criminalística están muy prestos para absorber a los egresados de las preparatorias o secundarias para incitarlos a su oferta educativa, son clientes fuertes, que aportan grandes ingresos a las escuelas, pero no de manera proporcional. Se presentan algunos puntos a re-flexionar, la cobertura educativa a llenado o plagado todos los estados de México, los índices de absorción laboral son terriblemente bajos, no es ya común, pero sí triste, encontrar egresados desempleados o dedicándose a otra cosa puesto que de criminólogo o criminalista no encontró empleo, la eficiencia terminal de estos se mantuvo en niveles de calidad bajos, desproporcionándolo frente otros profesionales. De tal manera, el efecto es reverso, en lugar de que los centros educativos generen profesionales capacitados y listos para el campo laboral, ocurre, que produce profesionales deficientes y condenados al desempleo (Prawda y Flores, 2001).

 

Eficiencia externa y eficiencia interna en la criminología y criminalística

Visto lo anterior, se debe trabajar en la eficiencia externa, que mide el grado en que los centros escolares de criminología y criminalística brindan a sus educandos los conocimientos, aprendizajes y habilidades que se requieren según las demandas sociales (Prawda y Flores, 2001) de atención a la violencia, centros penitenciarios, periciales, explicación de la criminalidad, pero también vinculado a lo que el mercado laboral requiere, un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad en 2018, mostró que la licenciatura en criminología es de las peores pagadas, junto con pedagogía, trabajo social y filosofía. El empoderamiento o empobrecimiento de estas, depende de los centros escolares, en la utilidad en la que se trabaje a nivel profesional. La eficiencia interna, se refiere a la inversión que implica la educación, años de estudio, libros, alimentos, rentas, equipo electrónico, tiempo, y que este se relaciona con la capacidad profesional y la absorción laboral (Prawda y Flores, 2001).

La relación de los dos temas anteriores con lo general del artículo, se limita a: La escuela debe fomentar la investigación, la práctica extraescolar, la gestión universitaria, la vinculación con el sector empresarial y público. Desarrollando investigación, el criminólogo y criminalista estará en mejor capacidad de entender los problemas de criminalidad que emergen en el contexto, para dar pronta explicación y propuesta de solución, lo que provocará que sea visto como un profesional útil, de no dar resultados y culpar a gobierno, se queda como un profesional sin reacción, sumiso, inutilizado, se requiere su liderazgo, no mostrado en tiktok, no en Facebook live, no en conferencias improvisadas, sino en acciones sociales. Si la escuela genera alianzas adecuadas con los sectores públicos y privados, podrá colocar a sus alumnos en áreas de servicio social y prácticas profesionales, adecuadas para la absorción laboral y no que el criminólogo y criminalista sea útil para la labor gratuita, pero ahuyentado para la contratación.

Otro aspecto más importante es, si la secretaría de educación pública a nivel federal y en las localidades ha tenido conocimiento de la tasa de egreso y absorción laboral de los criminólogos y criminalistas y estas son bajas, debe detener la autorización desmedida de apertura de más centros escolares. Existen más de 500 programas educativos en el área, más de 500 organismos no gubernamentales (Hikal Carreón, 2020b) también en estos campos,  que también se ocupan de capacitaciones con falsas horas de valor curricular, pero la criminalidad sigue en crecimiento, algo no se está haciendo bien. En la siguiente figura se muestra una propuesta para mejorar la condición educativa:

Figura 1. Armonía sistémica (Prawda y Flores, 2001, p. 277).

 

Conclusiones

La capacidad de organización de la información será una cualidad que todo estudiante debe aprender durante lo largo de su formación, no solamente para presentar escritos publicables, sino para presentar sus informes laborales, propuestas, prácticas, resúmenes, lo que le valdrá una mejor exposición y claridad en su trabajo. En otros momentos, una información bien presentada, es motivo de la financiación de proyectos o el mantenimiento de estos, donde los agentes financiadores, deben leer con claridad los objetivos y resultados de un proyecto. Un trabajo evaluado que ha logrado superar los exámenes de redacción, organización, comprobación de la información, procedimiento seguido o especulación en la obtención de los datos, y que ha ganado el ser publicado en una revista legalizada con ISSN, gozará de credibilidad y reputación para el escritor investigador, saber dónde buscar y extraer información útil y de calidad, refuerza la calidad del profesional investigador. Estas tareas se deben a los centros escolares, creando profesionales con pertinencia externa, basada en calidad y compromiso social.

Lista de referencias

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Escobar Marulanda, G. (2006). La enseñanza en criminología. Algunas consideraciones. Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología. 8, 1-8. Recuperado de http://criminet.ugr.es/recpc/08/recpc08-r2.pdf

Goetz, J.P. y LeCompte, M.D. (1988). Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa.  Madrid: Ediciones Morata.

Hikal Carreón, W.S. (2020a). Censo de centros escolares y programas educativos en criminología, criminalística, victimología y carreras afines en México. Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística, 8(15), pp. 1-30. Recuperado de https://drive.google.com/file/d/13cs7uy8-Okezddai4Bd94IH1ENISPtmO/view

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Hikal, W. (2019). Criminología Sociológica. Teorías Sociológicas de la Criminalidad. Ciudad de México: Flores Editor y Distribuidor.

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Ordaz Hernández, D. y Figueroa Castellano, J. (2017). Hacia una criminología contemporánea. Vox Juris, 33(1), 113-122. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6058758.pdf

Prawda, J y Flores, G. (2001). México Educativo Revisitado. Reflexiones al Comienzo de un Nuevo Siglo. Ciudad de México: Editorial Océano de México.

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Autor: Wael Sarwat Hikal Carreón

Fuente de la Información: OVE

 

 

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Escuela y coronavirus: luces y sombras

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

La pandemia causada por el coronavirus ha tomado por sorpresa al mundo y sus sistemas educativos. La emergencia sanitaria ha dejado al descubierto problemas sociales cuya presencia se ha hecho más notoria a raíz de la crisis. Han sido exhibidos problemas que, aunque ya estaban presentes, el coronavirus los ha hecho más visibles o, incluso, los ha intensificado. Repentinamente, los estratos de pobreza que se escondían debajo de la alfombra de los países prósperos quedaron al descubierto. En la vida escolar, la pandemia hizo que relucieran fortalezas y debilidades de las escuelas. En el caso de la mexicana, algunas sombras como las políticas tendientes a la exclusión, las prácticas pedagógicas o la excesiva carga burocrática en la administración educativa, mientras que destaca la fuerza del magisterio o la presencia del libro de texto gratuito.

La pandemia ha hecho resurgir con mayor fuerza una de las críticas más comunes de las políticas educativas: su tendencia hacia la exclusión y a promover las desigualdades. Muchas voces han expresado sobre la educación a distancia que es una medida que, lejos de tener resultados académicos convenientes, podría acentuar las distancias ya de por sí considerable entre los estudiantes. Mientras algunos alumnos pudieron acceder a entornos virtuales donde podían interactuar con sus profesores, plantearles dudas, recibir retroalimentación sobre las actividades o consultar en diversas fuentes de información en internet, otros se tuvieron que conformar con la televisión, a la que no podían preguntar nada y la que ofrecía incluso programas con errores pedagógicos importantes. Al igual que en la educación presencial, en la remota se hizo palpable la desafortunada naturaleza discriminatoria del sistema educativo.

Aunque no es para nada una verdad oculta, la pandemia ha puesto de manifiesto las condiciones indignas de muchos planteles educativos mexicanos. Resulta por demás lamentable que, de acuerdo con palabras del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, en casi una de cada tres escuelas los alumnos, por falta de agua potable, no puedan ejercer una medida higiénica tan básica como el lavado de manos. Si no se cuenta con agua potable, es evidente que mucho menos las escuelas cuentan con insumos suficientes para el cuidado de la salud, ni qué decir sobre personal especializado. La necesidad de mantener la distancia entre las personas para evitar el contagio del coronavirus ha puesto de manifiesto también las condiciones de hacinamiento de muchos grupos escolares: si bien el Secretario de Educación ha minimizado la situación señalando que el promedio de integrantes ronda los 20 alumnos, olvida que se trata precisamente de una media: habrá lugares donde existan muchos menos, pero también habrá donde haya muchos más. No es fortuito que casi uno de cada tres docentes de educación primaria opine que su salón de clases es pequeño para el número de estudiantes que alberga (INEE, 2016).

El cierre de planteles y el consecuente trabajo a distancia desde los hogares mexicanos ha desatado una oleada de opiniones en torno a las prácticas escolares, en particular, en una de las más tradicionales: las tareas domiciliarias. El primer motivo de crítica tiene que ver con la cantidad: se ha generalizado una opinión negativa en torno al exceso de tareas, que en ocasiones resultan abrumadoras para los estudiantes; aunque de acuerdo con la OCDE (2014), México apenas se sitúa por encima del promedio de la organización en cuanto a tiempo de los estudiantes destinado a hacer tareas, con 5.2 horas semanales, vale la pena voltear a ver a otros países con buenos resultados educativos, como Finlandia (2.8), Corea (2.9) o Suecia (3.6), cuyo empleo de los deberes escolares en casa es moderado. Durante la pandemia, ha dado la impresión que, en México, en muchos casos se trató, erróneamente, de transferir a las tareas domiciliarias todo lo que se pretende lograr en las aulas.

Otra crítica sobre este mismo asunto es que pareciera haber pasado inadvertido que en un país con tan profundas desigualdades socioeconómicas la experiencia de realizar tareas escolares es diametralmente opuesta entre quienes tienen acceso a medios materiales (bibliográficos y tecnológicos), así como un soporte cultural adecuado (escolaridad de los padres), que quienes apenas las realizan sin mayor apoyo que el lápiz y el papel sobre el que escriben. No se ha dimensionado el riesgo de estar reforzando, mediante esta arraigada práctica, las desigualdades entre quienes asisten a las escuelas. El programa “Aprende en Casa” está lejos de hacer valer su nombre, sobre todo en las comunidades más desfavorecidas del país.

El trabajo a distancia ha dejado también en evidencia una falla en el enfoque de las funciones de las autoridades educativas. Según el boletín 124 de la Secretaría de Educación Pública sólo “el 52 por ciento [de docentes encuestados], aseguró haber recibido asesoría, apoyo o acompañamiento de las autoridades educativas para la implementación del programa Aprende en Casa”, situación que manifiesta que, entre las tareas de quienes dirigen las escuelas, las zonas escolares y las dependencias gubernamentales, los asuntos pedagógicos son eclipsados por otros de diversa naturaleza, sobre todo administrativa. No es desconocido de ninguna manera que en México “prevalece en el sistema educativo un modelo de administración excesivamente burocrático” (INEE, 2018, p. 30), lo que ha conllevado que las autoridades enfoquen su función privilegiando los trámites y el papeleo. No fue casual entonces que el trabajo a distancia fuera motivo para la elaboración de reportes, informes, encuestas, tablas, registros fotográficos y muchos otros tipos de documentos que lejos de contribuir al aprendizaje, distraen a las figuras educativas de su misión principal.

Si bien los maestros han sido los responsables de que la acción educativa continúe y siga llegando a los hogares, la pandemia también ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de actualización y capacitación. Esto va más allá de poder manejar un dispositivo electrónico, de dar una videoconferencia o de administrar evidencias de trabajo mediante una plataforma. La enseñanza remota ha puesto de manifiesto que, en algunos casos, hace falta comprender a cabalidad los programas de estudio para así orientar de mejor manera las actividades de aprendizaje. Hace falta, incluso, entender los fundamentos del aprendizaje para así no caer en la falsa ilusión de que los alumnos pueden ser simples depositarios de los conocimientos que el docente vierte. Falta también, aunque no es un asunto atribuible a los docentes, simplificar los programas de estudio: se requiere una organización mucho más sencilla, privilegiando los aprendizajes esenciales, evitando así darle la razón al famoso dicho “el que mucho abarca, poco aprieta”.

La pandemia también ha hecho brillar muchos aspectos de la vida escolar. El cierre de escuelas hizo que se revalorara una de las fortalezas de nuestro sistema educativo: el libro de texto gratuito. Seguramente, éste constituyó para muchas familias el único material bibliográfico para seguir con las prácticas educativas. En un sistema que tiende hacia la exclusión y la desigualdad, los libros de texto gratuito son un auténtico tesoro que se debe preservar como una base mínima para brindar oportunidades educativas dignas para todos los estudiantes. Aún con los errores del programa Aprende en Casa, ha sido un acierto tomar a este recurso bibliográfico como eje de las actividades de aprendizaje.

Finalmente, el cierre de escuelas ha hecho relucir quizá la mayor fortaleza de nuestro sistema educativo: los maestros mexicanos. Sin afán de santificar al magisterio o generalizar las virtudes, es necesario mencionar que han sido ellos quienes, aún con las fallas organizativas, pedagógicas, administrativas y hasta políticas,  han tomado el toro por los cuernos, al igual que en muchos momentos anteriores. No esperaron a que se presentara la estrategia oficial de enseñanza a distancia por parte del gobierno federal, pues ellos ya llevaban semanas trabajando con sus alumnos, anteponiendo la vocación y la voluntad ante posibles carencias técnicas. Abundan ejemplos de iniciativas brillantes particulares de muchos profesores que combinan el uso novedoso y eficiente de tecnología con el toque humano indispensable de esta profesión. A los maestros no les asustó trabajar bajo condiciones adversas (¿qué le puede espantar a profesores que se desempeñan en escuelas sin sanitarios?) o desconocidas. Como bien lo dijo el Secretario de Educación en una de las conferencias presidenciales, quedó de manifiesto que los maestros “son insustituibles”. Será momento de convertir en realidad la muy prometida revalorización del magisterio que, hasta el momento, tiene más presencia en los discursos que en las escuelas.

Por lo visto, la crisis sanitaria y las consecuentes modificaciones a la dinámica educativa han sacado a relucir (y en algunos casos intensificar) los aspectos positivos y negativos de la vida escolar. Es indudable que el cierre de escuelas es un momento propicio para replantearse la práctica educativa: desde las esferas políticas hasta el día a día en las aulas. La pandemia vino a recordarnos, como si en algún momento fuera posible olvidar, la importancia de contar con escuelas dignas en toda la extensión de las palabras: abarcando tanto los aspectos materiales como los procesos que en ella se efectúan y las personas que en ella conviven cotidianamente. Así pues, después de este periodo de educación a distancia, no sólo deberá ser prioridad evaluar, diagnosticar y/o ajustar sobre los aprendizajes de los alumnos, sino, más importante aún, evaluar qué es lo que aprendió la misma escuela sobre esta experiencia extraordinaria: ¿pasará la prueba?

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

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Fuente e Imagen: http://proferogelio.blogspot.com/2020/05/escuela-y-coronavirus-luces-y-sombras.html

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‘Filósofas en la Historia’: el proyecto audiovisual que las hace ‘visibles’

Por: Laura Román

‘Filósofas en la Historia’ es un proyecto audiovisual llevado a cabo por tres docentes del IES Aramo (Oviedo) en el que se destaca el papel de las mujeres filósofas a lo largo de la historia. Dirigido a los estudiantes de Secundaria y Bachillerato, el objetivo es reconocer el papel de la mujer en esta disciplina a través del análisis, entrevistas a filósofas actuales y extractos de películas.

¿Quiénes son las filósofas españolas más relevantes? ¿Cuáles fueron las mujeres filósofas que destacaron en la Edad Antigua, la Edad Media y el Renacimiento, la Edad Moderna y la Contemporánea? Estas preguntas encuentran sus respuestas en ‘Filósofas en la Historia’, un proyecto audiovisual que a modo de documental cuenta la vida y obra de diferentes mujeres filósofas destacadas en la historia, pero a las que no se les da reconocimiento en los libros de filosofía ni en Secundaria ni en Bachillerato. Orquestado por tres docentes de la materia del IES Aramo en Oviedo (Asturias) también han contado con la colaboración de profesores de la Universidad de esta ciudad.

Objetivo: hacerlas visibles

Paz Pérez Encinas, Salvador Centeno Prieto y Manuel Gereduz Riera son los tres profesores de filosofía que han llevado a cabo el proyecto para sacar de la ‘invisibilidad’ a un gran número de mujeres filósofas a lo largo de la historia. El objetivo ha sido introducirlas en la tarea docente y darlas a conocer entre los estudiantes de Bachillerato, primero, y entre los de Secundaria después.

Una cuestión que rondaba en sus cabezas desde hace dos cursos. “La idea de introducir a las filósofas en nuestra práctica docente diaria surgió por ‘pura necesidad’. Las preguntas sobre la existencia de las filósofas y sobre su pensamiento se planteaban en clase, cada vez con mayor frecuencia. No fue fruto de un planteamiento teórico, sino de la propia ‘praxis’ educativa”, comentan los docentes.

El proyecto, en formato audiovisual, está dividido en diferentes vídeos según la época histórica: Edad Antigua, Edad Media y el Renacimiento, la Edad Moderna y la Contemporánea, y en ellos tanto los profesores del instituto como el profesorado universitario van explicando las labores y logros académicos de mujeres como Hipatia, Sor Juana Inés de la Cruz u Olympe de Gouges, entre muchas otras, que se combinan con extractos de películas y entrevistas a filósofas actuales.

Paz, Salvador y Manuel comentan que la nula aparición de estas mujeres en las programaciones de la asignatura de Historia de la Filosofía, en Bachillerato, les llevó a comenzar la investigación educativa. Aunque no fue tarea fácil: “La obra filosófica de las mujeres, enmarcada en un relato histórico, es poco conocida. Existen pocos estudios completos sobre ellas y, menos aún, con un hilo conductor que las vincule con su época y con la historia”.

Por ello, se dieron cuenta enseguida de la envergadura de dicho trabajo y ampliaron su red de colaboradores. “Han colaborado profesores de Filosofía de la Universidad de Oviedo como José Antonio Méndez Sanz y Noelia Bueno junto con la profesora de la Facultad de Derecho, también de la misma Universidad, Isabel Núñez Paz. Además, hemos contado con la posibilidad de realizar entrevistas significativas a los investigadores Paula Garay y Pedro Riesco”.

guía docente Filósofas en la historia

Por supuesto también contaron con ayuda para la parte técnica: “Mouayad Nasser Zahra, refugiado internacional sirio en Asturias, que salió de Damasco por la situación en guerra de su país se ofreció, de forma voluntaria y altruista, a realizar todo el soporte técnico, y Asunción López Reguera, trabajadora sanitaria, que por interés intelectual quiso contribuir y ofrecer su apoyo para la realización del vídeo”, destacan.

Repercusión dentro y fuera del aula

El proyecto se ha trabajado fundamentalmente en las aulas de 1º de Bachillerato y 4º de la ESO. E incluso se pudo traspasar a otras fechas importantes, como el 8 de marzo. “El resultado ha sido claramente positivo. Desde este material docente, los alumnos han elaborado distintos ‘carteles’ y presentaciones para celebrar el 8 de marzo con la figura de las filósofas”, explican los docentes organizadores.

Mientras que en 2º de Bachillerato, les ha servido para estudiar la Ilustración y otras cuestiones históricas desde la perspectiva de estas mujeres filósofas. “Justamente en este nivel es donde reivindicamos un ‘espacio legal’ para la presencia de las ‘Filósofas en la Historia’. No es simplemente dar a conocer a las autoras, no sólo ‘anunciar’ su obra, sino también ‘denunciar’ su situación en las programaciones docentes”.
Filósofas en la Historia

Fuera del centro educativo, el proyecto también se ha dado a conocer en diferentes espacios, como el Club de Prensa Nueva España, en Asturias, o en Madrid a través de una mesa redonda. Por último, el Centro del Profesorado y Recursos de Oviedo cuenta con el material para su divulgación y para realizar cursos de Formación al Profesorado. “También disponen de una guía docente para poder trabajar el documental en el aula”, concluyen los docentes.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/filosofas-en-la-historia/

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Evaluará SEP aprendizajes y avances de alumnos con contenidos de Aprende en Casa

Por: Erick Juárez Pineda

El Titular de la Secretaría de Educación  Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán explicó que con la programación y los contenidos del programa Aprende en Casa, y una vez que las autoridades sanitarias permitan el regreso a las escuelas, se aplicará una valoración diagnóstica para conocer el avance de los alumnos, con la intención de que, en las ocho semanas restantes del ciclo escolar, se alcancen los aprendizajes esperados.

El eje rector del aprendizaje son los Libros de Texto Gratuitos, reiteró, ya que el 100 por ciento de la matrícula del país cuenta con los materiales educativos de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), lo que garantiza la equidad e inclusión en el aprendizaje a distancia.

Señaló que materias como Matemáticas, Civismo, Geografía y Lectoescritura se complementan con actividades que los alumnos pueden desarrollar con el acompañamiento de su familia y, con los contenidos del programa Aprende en Casa en sus diferentes modalidades.

“Es un esfuerzo, que no debe considerarse como sustitución de la escuela; durante este periodo se busca garantizar la continuidad del aprendizaje y fortalecer el vínculo entre maestros y estudiantes con el apoyo de las familias” resaltó.

Informó que, con el apoyo de más de 40 televisoras, se transmitirán hasta el próximo 31 de mayo, alrededor de mil 140 programas educativos para las y los alumnos de Educación Básica y Media Superior, en consideración del alto nivel de cobertura televisiva que hay en el país.

Puntualizó que los contenidos para radio, elaborados por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), se transmiten hasta en 15 lenguas indígenas con el apoyo de 31 emisoras de la Red de Radiodifusoras y Televisoras Culturales y Educativas de México y siete estaciones de FM.

Asimismo, informó que a través de las plataformas Classroom, de Google, y Teams, de Microsoft, se capacita al personal docente durante el periodo de aislamiento. Alrededor de 800 mil docentes en cuatro webinars y seminarios en línea han sido beneficiados con el esquema de aprendizaje en casa, lo que revela que hay un magisterio con gran disposición de ponerse al día y conocer nuevas formas para la educación.

Además de preservar la memoria de las experiencias vividas durante este periodo, una de las principales fortalezas de Aprende en Casa es que establece las bases para desarrollar nuevas formas de educar, adaptables a cualquier tipo de escenario, concluyó.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/evaluara-sep-aprendizajes-y-avances-de-alumnos-con-contenidos-de-aprende-en-casa/

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Cómo prevenir y frenar el «zoombombing»

Por: Sofía García-Bullé

Sigue esta serie de precauciones para minimizar el riesgo de ser atacados por zoom bombers. 

Debido a la contingencia destinada a contener los brotes de COVID-19, las plataformas de comunicación en tiempo real se han vuelto un recurso de primera necesidad. Zoom, una de las más usadas, atiende a 300 millones de personas diariamente, habilitando actividades como juntas de trabajo, sesiones de clases, paneles y conferencias. Con este aumento de uso de las plataformas para reuniones virtuales, surgió una nueva forma de ataques cibernéticos, el “zoombombing”.

El zoombombing es un tipo de ataque cibernético en la que hackers entran sin invitación a chat rooms y transmiten contenido inapropiado, como insultos verbales de índole racista, sexista o contenido pornográfico.

La reincidencia de estas agresiones virtuales ha obligado al personal detrás de la plataforma Zoom a implementar actualizaciones para mejorar la privacidad y seguridad de sus video llamadas. Además de esto, hay medidas que los usuarios pueden tomar para prevenir la intromisión de participantes no invitados a los salas de chat.

Precauciones a tomar para evitar el “zoombombing”

Además de las nuevas funciones que Zoom agregó para incrementar la seguridad en su plataforma, hay precauciones que los usuarios pueden tomar para minimizar el riesgo de ser atacados por zoom bombers.

1. Usa los waiting rooms y las contraseñas

Para controlar el acceso a los chat rooms se recomienda usar la función que permite proteger las juntas virtuales vía contraseña de acceso, así como hacer uso de las salas de espera en las que los participantes pueden estar mientras le host aprueba su integración a la sesión virtual.

2. Mantén el control de la pantalla

El anfitrión debe mantener en todo momento el control de lo que se transmite en pantalla, si un participante quiere compartir contenido, es recomendable que lo envíe previamente al host para su transmisión en la junta.

3. Informa a tus invitados

Habla con los participantes de la sesión sobre zoombombing y practica con ellos tanto las medidas precautorias como las posibles estrategias para detener los ataques y/o mitigar sus efectos.

4. Asigna a una co-anfitrión

Usualmente el anfitrión está a cargo de la logística de una junta o sesión virtual, pero ante la amenaza de un ataque, la velocidad y calidad de la respuesta puede no ser idóneas, porque el anfitrión tendría que encargarse de la logística de la junta y la de la defensa de sala de chat al mismo tiempo, es recomendable tener una persona con la que se puedan dividir las tareas y organizar una defensa efectiva mientras se mantienen las propósitos básicos de la sesión.

5. Crea una atmósfera de seguridad y empoderamiento

Aun si preparas a tu equipo, sigues todas las medidas de seguridad de la plataforma y practicas estrategias con tus invitados, no eliminarás el totalmente el riesgo de zoombombing. Por lo que es importante hablar previamente sobre los efectos que podría tener un ataque como este y cómo lidiar con ellos para generar respuestas que frenen la incursión. En palabras más simples, no se trata de decirles a los participantes que el espacio en el que están es 100 % seguro, sino de inspirar en ellos la confianza como para no ser inhabilitados durante un zoombombing y responder adecuadamente para frenar el ataque lo antes posible.

¿Qué hacer en caso de un ataque?

Aunque con las nuevas funciones de seguridad  y las recomendaciones para los usuarios, el riesgo de estar en una videollamada atacada por un zoom bomber no se elimina por completo. Si llegas encontrarte con un ataque de este tipo, estas medidas pueden ayudar a frenarlo rápidamente.

1. Problematizarlo

Estar del otro lado de un agresor de cualquier tipo activa uno de nuestros reflejos más basicos, el de pelear o huir. Al conceptualizar una situación de zoombombing, como una agresión al momento en el que pasa, corremos el riesgo de responder agresivamente de acuerdo al instinto de pelear, de alejarnos de la computadora dejando el control a los atacantes, siguiendo el instinto de huir o de congelarnos ante una reacción de pánico si no pudimos escoger ninguna de las opciones anteriores.

Si nos aproximamos a un ataque de zoombombing como un problema, en vez de una agresión, es más fácil usar mecanismos que nos ayuden a mantenernos en calma e implementar soluciones inmediatamente.

2. Coordina la defensa

Muchos ataques de zoom bombers son incursiones coordinadas de equipos de hackers que entran a los chat rooms y montan ofensivas estratégicas, para contrarrestarlos efectivamente la defensa debería ser igual de coordinada y rápida. El anfitrión puede hacer uso de las medidas de seguridad, como remover a los zoom bombers de la junta, limitar el uso de pantallas compartidas y restringir el chat.

Otros participantes deberán tomar la tarea de recabar información que ayude a identificar a los atacantes, como screenshots  (pantallazos) y nombres de usuario, y otros manteniendo la comunicación dentro del grupo para monitorear el bienestar emocional de los invitados a la videollamada.

3. Discierne los impactos

La idea del zoombombing es irrumpir en espacios virtuales y exponer a otras personas a contenido inapropiado, agresivo, y ofensivo, pero no hay un solo criterio sobre lo que puede ser ofensivo para un grupo de personas. Habrá participantes que no se sientan tan violentados o afectados por los comentarios y contenidos que los zoom bombers impongan en sus espacios, y habrá otros especialmente sensibles a mismo contenido.

Es crucial tener en cuenta estas diferencias personales y tratar el problema del impacto causado por el ataque en una base de caso por caso. Establecer comunicación, diálogo, acompañamiento y un camino a buscar la ayuda adecuada, no de acuerdo a un criterio general sino a una percepción individual de cómo vivió cada uno de los participantes la experiencia de un ataque de zoom bombers.

¿Hablas con tus alumnos o compañeros de trabajo sobre la posibilidad del zoombombing? ¿Sabes cómo usar las funciones de seguridad de Zoom? ¿Tienes identificadas a las personas de tu grupo que podrían ser más sensibles a este tipo de ataque? ¿Qué estrategias has desarrollado para apoyarlos? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/como-prevenir-zoombombing

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Día del Maestro, las contradicciones

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

El contexto en el que se celebra el 15 de mayo está lleno de contradicciones; la autoridad educativa no ha terminado de reinstalar a los que fueron cesados por los efectos punitivos de la reforma educativa del pasado sexenio, la Unidad de Medida Actualizada (UMA) para calcular las jubilaciones de los docentes golpea el poder adquisitivo de trabajadores retirados, las medidas hacendarias para el reajuste del impuesto sobre la nómina han calado en detrimento de los salarios que de por sí ya estaban a la baja en los años anteriores, la reivindicación salarial no llegó y no lo hará en el marco de la crisis económica que se está agudizando por la pandemia; para botón de muestra, en entidades federativas como el estado de México argumentaron que no había recursos suficientes para entregarles completo el estímulo del Día del Maestro.

Unas semanas antes de la expansión del Covid-19 se dejaban ver los síntomas latentes de la precariedad en la que se encuentran los docentes en el país; recordemos el caso de la maestra de Yucatán que en múltiples ocasiones salió idónea en la evaluación para el ingreso, pero nunca llegó su basificación y estalló emocionalmente cuando le informaron que otra vez no había llegado su pago, lo cual había sido una situación recurrente en años; sin embargo, ya en plena pandemia, en Colima, quienes ingresaron como Servicios Profesionales Independientes y no como maestros, denunciaban que su periodo de contrato se acortaría, de facto perderían el empleo de manera anticipada con la suspensión de clases.

No sólo estamos frente a un régimen de precariedad magisterial que prevalece, también ante otro de tercerización laboral que ha sido implementado en algunas entidades del país, en el que no hay relación de trabajo con la autoridad educativa ni tampoco derecho a prestaciones; se trata de la oferta de servicios personales que no acumulan antigüedad y en la que se prescinde de recibir salario en periodos vacacionales. En la educación privada es lo más común, ha estado ahí por años y ahora pesa sobre los docentes de las escuelas particulares la zozobra de no contar con un sustento, aunque los colegios sigan cobrando las mensualidades.

Estos maestros y maestras que perduran años con pagos intermitentes por largos periodos, esperando un contrato que nunca llega, los que laboran por outsourcing sin derechos y por temporadas, no son la excepción, sino la nueva generación de docentes precarizados de la escuela pública y la generación de siempre en la escuela privada, que de manera exponencial ahondaron sus carencias con la pandemia y la suspensión de clases; en el mejor de los casos continúan con sus grupos, tropezando con la renta de datos, plataformas de paga y desplazamientos de casa en casa para llevar materiales didácticos al mismo tiempo que buscan opciones para sobrevivir sin salario o con ingresos a medias por no estar de forma presencial en las escuelas particulares.

Al régimen de la precariedad y tercerización, se suma el hostigamiento de la autoridad educativa hacia los docentes para la entrega de evidencias, unas veces acompañado de un sistemático acoso laboral a través del constante bombardeo de documentos oficiales emitidos por las dependencias educativas estatales con exigencias absurdas que no corresponden con la realidad objetiva, y otras con los llamados personales de los directivos al seguimiento de la estrategia de educación a distancia, así como a los procesos de certificación, so pena de ser merecedores de algún descuento salarial, incluso de ser sujetos de cese en el servicio docente.

Por si no fuera ya un negro panorama el de la precariedad, las escuelas normales públicas y la comunidad educativa que las conforma, siguen siendo objeto de aniquilamiento por inanición, así como de persecución judicial, administrativa y laboral. Con diagnósticos lejanos de toda realidad, las nuevas convocatorias de ingreso reducen la matrícula y por consecuencia el número de egresados que se integrarían a las escuelas; la respuesta por defender estos espacios, con el fin de mantener oportunidades profesionales para los jóvenes que se quieren integrar a la docencia, fue un tiroteo por parte de la policía michoacana en el que resultaron heridos varios integrantes de la Organización de Normales del Estado de Michoacán, otros fueron encarcelados, uno de ellos consignado y una docena expulsados de sus escuelas por la autoridad educativa.

Y para culminar con esta negra celebración y falso reconocimiento a los maestros mexicanos, citaré el caso de seis catedráticos de la escuela de Tiripetío, la primera normal rural de América Latina, que unos días antes del 15 de mayo fueron destituidos de sus cargos directivos y notificados hasta sus hogares de que habían sido cesados; la razón política es porque han desarrollado una propuesta curricular alternativa, inicialmente avalada como proyecto piloto por la dirección general a la que pertenece la institución, en ella recogieron el espíritu originario del normalismo, pero además colocaron las necesidades formativas propias del siglo XXI. El delito más grave que cometieron es haberse opuesto a la dictadura de opereta del gobernador Silvano Aureoles, la cual se replica en los funcionarios a cargo del despacho de la Secretaría de Educación en Michoacán y al proyecto de formación de la subjetividad neoliberal y neocolonial de los docentes en tiempos de la Nueva Escuela Mexicana.

Fuente: https://profelandia.com/dia-del-maestro-las-contradicciones/

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¿Quién reconstruirá el sistema educativo?

Por: Mauro Jarquin

El pasado 7 de mayo Esteban Moctezuma se unió a la Junta Nacional Virtual con la Comisión de Educación de la Coparmex en un ejercicio de rendición de cuentas sobre la respuesta de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ante la pandemia de Covid-19. La Comisión –cuyos orígenes se remontan hacia los años 70, en plena disputa entre la confederación empresarial y el gobierno de Luis Echeverría por el contenido socializante de los libros de texto– está actualmente encabezada por Luis Durán, presidente y director general de Laureate International Universities México y consejero de Aspen Institute México, la organización que con financiamiento de fundaciones empresariales realizó el Laboratorio de Educación, a través del cual el gobierno federal buscó legitimar la continuidad de una reforma educativa gerencial.

Este acercamiento no es algo fortuito ni coyuntural. Una herencia aún vigente del Salinismo es la atenta recepción que las autoridades federales han mostrado respecto a las percepciones y propuestas del sector privado en materia educativa. Actor que, por cierto, se ha integrado cada vez más –ya sea por la vía de sus cámaras o sus ramificaciones en la sociedad civil– a los procesos de deliberación sobre políticas, impulsando propuestas, programas específicos o formas de gestión del trabajo docente.

En la reunión, el secretario afirmó que el sistema educativo no se había paralizado, que los estudiantes seguían aprendiendo y que el impulso a la digitalización sería determinante para el futuro educativo nacional.

Lo dicho resulta al menos desafortunado si recordamos que al momento de tales declaraciones las cifras oficiales marcaban ya 2 mil 961 muertes por el nuevo coronavirus, una de cada tres familias mexicanas reportaba una disminución de 50 por ciento en sus ingresos mensuales, el desempleo se veía en aumento y la violencia familiar y de género se disparaba a lo largo del país.

Lo anterior aunado a una circunstancia de distanciamiento necesario para poder superar la contingencia.

De lo mencionado por Moctezuma Barragán se pueden desprender dos comentarios y una duda importante.

Parece ser que aún sigue vigente en la SEP una visión estrecha de la naturaleza y relevancia del sistema educativo en nuestra sociedad.

¿Cómo afirmar que el sistema educativo sigue trabajando cuando el dolor y la incertidumbre se han ubicado en el centro de la vida cotidiana de los estudiantes? O más preocupante aún, ¿cómo pensar que la única condición para que un sistema educativo avance es que los estudiantes aprendan contenidos particulares? Quien en algún momento ha pisado una escuela sabe perfectamente que el aprendizaje no es un elemento aislado, sino forma parte de un abanico de situaciones, prácticas y vivencias que le dan sentido a la educación. En todo caso, el aprendizaje es socialmente relevante cuando se comparte, cuando se desarrolla en común y cuando permite construir preguntas y resolver problemas de nuestra vida cotidiana. En ello, el bienestar emocional y el contacto humano resultan fundamentales.

Desde luego, hay otras perspectivas sobre el problema. Por ejemplo, aquellas que encuentran en el aprendizaje una condición sine qua non del capital humano; es decir, que conciben a la escuela y sus efectos individuales como elementos centrales para la generación de ganancia y producción de valor de cambio. Bajo esta concepción, quien aprende se guía bajo una lógica maximizadora, calculada y ajena al contexto social en el que se encuentra. Sin embargo, parte de una lectura muy cuestionable sobre la naturaleza humana, además de responder específicamente a los requerimientos del mercado de trabajo y no al imperativo complejo del bienestar en nuestras sociedades.

Si bien la narrativa oficial anuncia que el programa Aprende en Casa es seguido por ocho de cada 10 docentes y nueve de cada 10 alumnos, las evidencias de quienes trabajan día con día en las escuelas y conocen sus comunidades de trabajo no respaldan tal afirmación. A las muy conocidas desigualdades en el acceso a la tecnología se suma el hecho de que el hogar no es necesariamente el mejor ambiente para fomentar el aprendizaje. Además, los tiempos determinados para el desarrollo de contenidos no siempre son suficientes. Por otro lado, a pesar del respaldo neocorporativo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación al programa del gobierno federal, no ha sido sencillo para el profesorado mantenerse en contacto con los estudiantes, mucho menos si trabajan en comunidades rurales en donde no siempre viven.

Pese al home office docente y a lo que algunas autoridades educativas parecieran considerar un home schooling transitorio, el sistema educativo ha sido golpeado profundamente por la pandemia y es importante aceptarlo porque después de la contingencia será importante atender cada una de sus grietas.

Por otro lado, la digitalización de los procesos educativos ha resultado ser un componente fundamental en la respuesta de los gobiernos al cierre de escuelas, pero está lejos de ser una panacea a los problemas de accesibilidad, logro educativo y desarrollo profesional del magisterio. Como ha apuntado, entre otros, el pedagogo Philippe Meirieu, el uso acrítico de las herramientas digitales podría generar problemáticas a nivel de los procesos evaluativos y el trabajo docente. Pero también, hay que decirlo, podría abrir nichos de mercado que cuestionarían la condición de gratuidad del sistema educativo nacional.

Con lo anterior, podemos decir que el secretario parece vivir en un escenario donde la negación de los problemas se ha convertido en su solución, pero debemos tomar en cuenta que después de este momento crítico en la historia educativa nacional, las cosas no serán como antes, o no exactamente como antes. Si bien es un imperativo concluir el ciclo escolar en todo el país para preservar la salud y la vida de las poblaciones, es también momento para hacer preguntas respecto a hacia dónde caminar, qué aspectos del sistema educativo atender y cómo comenzar. Una que considero fundamental es: ¿Quién reconstruirá el sistema educativo tras la pandemia?

Aprovechando la cercanía con el gobierno y alejados sustancialmente del trabajo cotidiano en las escuelas, grupos privados de interés han alzado la mano, con propuestas que van desde el desarrollo de un currículum educativo nacional ante emergencias por organizaciones civiles pro empresariales, hasta la profundización de la digitalización educativa.

Ya veremos si el ingreso a la nueva normalidad significa también un rostro más explícito del gobierno empresarial de la educación.

Politólogo

Twitter: @MaurroJarquin

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/2020/05/16/opinion/011a1pol?partner=rss

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