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Opinión: Una Libreta Para La Vida, Para Cambiar Nuestra Mirada Y La De Nuestros Alumnos

Por: Jonquera Arnó y Xavier Aragay

Escribir, una práctica sencilla pero profunda, es una herramienta poderosa que se hace imprescindible en estos momentos de incertidumbre.

Ya llevamos bastantes días confinados en casa observando cómo somos capaces de vivir sin hacer tantas cosas fuera de ella. Las escuelas están cerradas y todos los docentes y directivos, con un gran espíritu de generosidad y compromiso, hemos ido buscando maneras de asegurar el ritmo de aprendizaje de nuestros alumnos. Hemos querido trasladar la escuela que teníamos y vivíamos, a cada casa, con nuestros alumnos y sus familias. Está siendo un esfuerzo épico.

Casi sin quererlo, hemos creado una nueva vía para educar. Y junto a esa nueva manifestación de ser educador, mayoritariamente desconocida para muchos y muy poco entrenada, hay que gestionar el ritmo de la familia, la preocupación por los seres queridos, por la salud y por el futuro. Nadie nos avisó de este viaje. No estábamos preparados, ni como escuela, ni como educadores, ni como directivos. Creíamos que la escuela era casi inamovible, estática, siempre ha estado allí y justo ahora se para y no precisamente para irnos de vacaciones, sino para situarnos en otra perspectiva, en otra mirada, en la tesitura de rescatar lo esencial, acompañar, ayudar a crecer, ayudar a pensar y quizá menos a hacer o solamente a transmitir contenidos. La realidad nos ha obligado a frenar. Y sabemos que aunque tarde, volverá aquella escuela presencial que dejamos, volverá la “normalidad”. ¿Cómo anticipamos y nos preparamos desde ahora para que sea distinta? ¿Cómo aprovechamos este tiempo para transformarnos para transformar?

Para nosotros, una de las herramientas que nos puede ayudar es la Libreta del Itinerario Personal, que también podemos llamar, el cuaderno de la vida. En Reimagine Education Lab iniciamos todos los seminarios entregando un cuaderno para este cometido. Invitamos a directivos y docentes a incorporar esta poderosa herramienta a su vivir diario, como un aliado, un amigo…un confidente que nos acompaña a encontrarnos con nosotros mismos, con lo esencial, con la incertidumbre, con la gratitud, con la inspiración. Una herramienta que nos ayuda a tomar perspectiva de las situaciones que vivimos. En definitiva, como dice Otto Scharmer, para conectar con nuestra fuente interior y dejar fluir, sin ponernos freno alguno, como quien deja fluir la corriente de un río. Así de simple y así de complejo.

El proceso de cambio que estamos viviendo, tanto nosotros como nuestros alumnos y familias, pide caminar y adoptar maneras de hacer diferentes. Requiere tiempo, tiempo para transformar marcos mentales, para conocernos y para hacernos preguntas: ¿Qué deseo? ¿Qué persona quiero ser? ¿Qué educador? ¿Qué directivo? ¿Qué quiero dejar porque, en esta nueva realidad que está surgiendo, ya no me será útil? ¿Qué es aquello que voy a necesitar y quiero que nazca en mí? Cuando termine todo, ¿imagino y quiero la misma escuela?

Así pues, ahora que todo se ha parado (sí, ¡ahora!), te invito a que cojas una libreta, la que tú quieras, la personalices con colores, frases, imágenes y cuando ya te hayáis conocido, párate y piensa qué quieres compartir con ella. ¿Quizás aquellos aprendizajes sobre tu ser educador que estás haciendo estos días? ¿Quizás qué líder van a necesitar nuestros equipos y nuestra escuela? ¿Qué es lo que me da sentido como educador? ¿Cuál es a la semilla que quiero que nazca en mí cuando vuelva a la escuela? ¿Voy a ser igual? ¿Qué mirada quiero tener hacia mis compañeros y alumnos? Elige un camino, una recorrido, deja fluir y disfruta. Es en estos momentos donde se hace imprescindible MI LIBRETA, un lápiz y un espacio/tiempo para escribir cada día. El valor de escribir estriba en dejar fluir para anclar, vislumbrar, descubrir patrones, esquemas, agradecer, amarte, perdonarte y permanecer en tu esencia real, en aquello que eres y vives. Y esta práctica sencilla pero profunda, unida a un tiempo de meditación, se convierte en el anclaje más poderoso de nuestro ser.

Y esta herramienta también podemos utilizarla con nuestros alumnos, en nuestra tutoría. Tenemos una gran oportunidad de compartir esta acción-reflexión con ellos. Que escriban su diario del confinamiento. En casa. Escribiendo lo que piensan, lo que hacen, lo que sienten. Y después, lo compartimos, juntos.

El viaje hacia nuestro interior es una aventura a la vez arriesgada y apasionante para toda persona —educador, directivo, alumno— que quiera vivir a fondo su vida, su vocación en conexión consigo mismo, con el otro y con el universo. Esta es una experiencia que hacemos y practicamos y que deseamos compartir: un viaje en solitario al interior de uno mismo en barco de papel y pluma.

La vida va de caminos. Ahora tenemos uno por recorrer, pero esta vez es en solitario, a la profundidad de uno mismo. Necesitamos poco equipaje, simplemente una LIBRETA y un lápiz. ¡Atrevámonos! ¡Nuestros alumnos y la escuela lo necesitan!

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/cuaderno-de-vida-educacion-reflexion

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Las extracurriculares en tiempos de pandemia: ¿Qué hacemos con las artes y el deporte?

Por: Sofía García-Bullé

¿Qué están haciendo las universidades para dar continuidad a las clases extracurriculares? Aquí presentamos algunos ejemplos.

Las instituciones de educación superior enfrentan nuevos retos ante la presente contingencia de salud por el COVID-19, desde la necesidad de materiales y recursos educativos en línea hasta la creación de una estructura curricular completa habilitada por tecnología educativa. Tan solo en los últimos meses, hemos visto un enorme avance en la infraestructura de recursos que habilitan los programas académicos en línea. Las necesidades educativas primordiales de las universidades están siendo cubiertas, pero el aprendizaje valioso no solamente comprende la cobertura de las materias académicas.
Los programas extracurriculares, que incluyen la difusión cultural y la competencia deportiva, son indispensables para una formación integral y una vida en campus completa, ahora en línea. ¿Qué están haciendo las universidades para asegurar la continuidad de estos programas?
En términos generales
Ante el inminente cierre de escuelas e instituciones de educación superior, los gobiernos a nivel mundial ya han comenzado a implementar estrategias para la continuidad de las actividades educativas a distancia. China es uno de los ejemplos más sobresalientes en ese respecto. Desde mediados de febrero, el gobierno chino lanzó una Plataforma Nacional de Servicio Público para Recursos Educacionales, también conocido como “aula nacional en la nube”, que habilitó el regreso a clases de 200 millones de estudiantes.
Esto es relativamente más sencillo de llevar a cabo con materias académicas, las cuales llevan años implementando recursos de educación a distancia y sistemas de gestión del aprendizaje, como es el caso de Blackboard y Canvas, presentaciones de PowerPoint, grupos de Facebook, WhatsApp, etc. Sin embargo, las materias extracurriculares de arte y de deportes siempre han dependido más de la dinámica presencial, ya que requieren un enfoque más “hands-on”, equipamiento, instalaciones especiales, materiales para trabajo manual e idealmente, interacción directa.
La necesidad del arte
Zeng, una maestra de arte de escuela primaria en el nordeste de Qingdao, es una de los miles de docentes que usan plataformas en línea para mantenerse en contacto con sus alumnos. Zeng habla de su experiencia como neófita en DingTalk, uno de los recursos para realizar clases en línea.
“Es la primera vez que doy clases en línea (…) implica enfrentar a más de 200 estudiantes y padres de ocho clases en la pantalla, estaba nerviosa».
Zeng comentó cómo la clase de arte se vuelve un catalizador no sólo para registrar y procesar lo que está pasando, sino convertir esta crisis en algo positivo. La profesora explicó que sus alumnos vieron al personal médico como héroes y es lo que plasmaron en los dibujos que compartieron vía plataformas virtuales.
En México, instituciones de educación superior entienden no solo la necesidad de mantener a flote los programas de arte para beneficio de los estudiantes, sino cómo estos beneficios pueden extrapolarse y convertirse en un apoyo para la salud emocional del público en general.
“Ni un maestro ha parado y estamos con las pilas al 100, porque sabemos que estas actividades ayudan a aligerar la carga académica y el estrés que puede causar la contingencia”, comenta Eloísa Hernández, coordinadora del Departamento de Arte y Cultura del Tec de Monterrey, campus Monterrey. Hernández informó sobre el esfuerzo conjunto de la casa de estudios superiores para la continuidad de la educación en el arte. Todas las clases que se daban en forma presencial, han sido incluidas en las plataformas en línea, igual que las académicas. Además de esto, los grupos artísticos representativos: Raíces, Alegría Mexicana, Orquesta Sinfónica, Coro, Cheer, Dance Borregos y Alegría Mexicana de nivel preparatoria, continúan ensayos y prácticas desde sus casas, coordinándose con recursos tecnológicos como Zoom y grupos de WhatsApp. Se realizan también talleres y master classes virtuales, para mantener el nivel de estos grupos.
Recientemente se publicó en redes sociales un video realizado por la Orquesta Sinfónica del Tec de Monterrey, con el objetivo de ofrecer una instancia de práctica a los alumnos y un mensaje positivo al público en general.

“Sabemos que estas actividades ayudan a aligerar la carga académica y el estrés que puede causar la contingencia”.

Roberto Hernández Vivero, director de la orquesta, recalcó que la labor más importante de docentes y líderes es mantener la labor de los grupos artísticos, propósito para el cual ya se han elaborado agendas de contingencia que maestros y alumnos siguen al pie de la letra. “(…) aún siendo un experimento con los estudiantes, ha tenido tanto éxito en nuestra comunidad por el mensaje de amor y solidaridad que transmite en estos tiempos de angustias e incertidumbre”, comentó el director.

El deporte como actividad a distancia
La cuarentena es especialmente difícil para niños y jóvenes acostumbrados a un nivel de actividad física cotidiano. Este aspecto también es una cuestión de salud. En España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social aconseja tres horas de actividad física al día, de cualquier tipo, para niños hasta los seis años de edad, y una hora de actividad de intensidad moderada o vigorosa para los que pasan de los seis y llegan a los 18 años.
En China, instructores de educación física introdujeron un miniprograma en WeChat que provee a los estudiantes de videos de entrenamiento profesional para que los vean desde casa. Los maestros también demuestran cómo se hacen diversos ejercicios y dan consejos sobre cómo realizarlos. Durante las clases en línea, los estudiantes siguen las instrucciones de los videos, se filman a sí mismos haciendo los ejercicios y envían los videos para revisión de los maestros.
La dificultad de establecer programas de preparación física de cualquier nivel es mayor que la de otras materias, como menciona Sigifredo Treviño, quien labora en el departamento Atlético y Deportivo Región Norte del Tec de Monterrey.
“Todos nuestros maestros envían un plan de entrenamiento de preparación física para poder realizar en casa. Se formó un grupo de WhatsApp para poder estar en continua comunicación y aclarar dudas, y se habilitó una sesión de Zoom el día y la hora de su clase para poder trabajar el programa”, declaró Treviño, agregando que se han designado actividades específicas para la conservación del nivel de los equipos representativos de la institución.
“Todos nuestros maestros envían un plan de entrenamiento de preparación física para poder realizar en casa”.
A todas las escuadras de los diversos deportes se les ha enviado un programa de preparación física dedicado para ayudarlos a mantener una buena forma. Esto se ha hecho a través de una plataforma llamada visual coaching en la que se les dan seguimientos puntuales del trabajo que están realizando, además de monitorear la fatiga, el descanso y cómo se van desarrollando en forma general. Treviño también comentó sobre la apertura de seis torneos intramuros de e-sports, con títulos como FIFA 20, Clash Royale, Call of Duty Mobile, y League of Legends.
Es importante entender la oferta educativa como un todo. Las materias académicas es lo que necesitamos seguir haciendo para asegurar la continuidad del aprendizaje, y las materias artísticas y deportivas con las que nos habilitan a tener esta continuidad del aprendizaje académico; ya que son las que ayudan a mantener una salud emocional y física estable.
¿Qué recursos utilizan en tu escuela o universidad para mantener vivos los programas de arte y deportes?

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/arte-deporte-covid-19

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La “sana” distancia de la SEP con los maestros, alumnos y padres de familia

Por: Abelardo Carro Nava

Desde que inició la contingencia sanitaria en México por el Covid-19, la Secretaría de Educación Pública (SEP), al mando de Esteban Moctezuma, ha venido dando “palos de cielo”. Esto, ¿qué significa? Que antes y durante dicha contingencia, esta Dependencia, no supo ni ha sabido qué hacer ni cómo responder o atender las diferentes situaciones que ha generado esta crisis sanitaria. Me explico.

Como seguramente usted conoce, la Secretaría de Salud (SSA), desde los primeros días de marzo, con mayor frecuencia, informó de las medidas de prevención que todos tendríamos implementar porque, como era obvio, el virus había llegado a nuestro país. Si usted lo recuerda, el 12 de marzo, en plena rueda de prensa del Presidente, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, así lo informó; de hecho, hizo alusión a que el primer caso confirmado de Covid-19 en nuestro país se registró el 27 de febrero y hasta ese día (12 de marzo), se habían registrado 12 personas contagiadas por el virus (La Jornada, 12/03/2020).

Ni tarde ni perezoso, el 14 de marzo, el Secretario de Educación, se reunió con sus homólogos de todas las entidades del país (La Jornada, 14/03/2020); esto, según se dijo, para acordar una “propuesta educativa” que, bajo las recomendaciones que emitió la SSA, pudiera evitar contagios en todas las escuelas del territorio nacional; sin embargo, las cosas no resultaron como, supongo, las previó este funcionario porque, en conferencia de prensa, Moctezuma Barragán informó que se adelantarían las vacaciones de Semana Santa y por, ello el periodo vacacional sería del 20 de marzo al 20 de abril (Aristegui Noticias, 14/03/2020). Como era de esperarse, los medios de comunicación y las redes sociales circularon esta información y, obviamente, hubo una tremenda confusión entre la población y el magisterio porque, en primer lugar, se dijo que se adelantaban las vacaciones y, días después, se informó que no era vacaciones, sino que el trabajo escolar seguiría y, por ello, los profesores y alumnos “trabajarían” desde casa, en línea o virtualmente. El hecho es que comenzaba a asomarse una idea de una “educación a distancia”.

Sobre este acuerdo, el de “adelantar vacaciones”, diez estados del país no lo respetaron; quiero pensar que, ante la propagación rápida del virus y, pensando en el bienestar y salud de sus habitantes, tomaron la decisión de suspender las actividades académicas a partir del 17 de marzo. Las entidades a las que me refiero fueron Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Michoacán, Tamaulipas, Sonora, Nuevo León, Tlaxcala, Colima y Veracruz (Expansión Política, 17/03/2020). Esto, desde mi perspectiva, fue importante y necesario, dado el incremento de contagios que podía darse en los próximos días de ese mismo mes de marzo. Sin embargo, debo decir que, con esta medida, tanto los profesores como los alumnos y padres de familia, se dejaron a su suerte.

Para pocos es desconocido que la SEP, para esa fecha, no contaba con un plan educativo que permitiera darle continuidad al trabajo que venían realizando los maestros en las escuelas. De nada sirvió el referente mundial que, desde enero y febrero, pudimos conocer dada la propagación del virus en China, Italia, Francia, España, Estados Unidos y en otros países del orbe. No, nada de eso sirvió, simplemente se pensó, que todos los profesores podrían trabajar desde casa con sus alumnos, sin considerar que buena parte de éstos, no cuenta con las condiciones mínimas necesarias para acceder y conectarse en línea con sus profesores.

En este sentido, habría que recordar lo que el Censo que levantó el INEGI en el 2014, arrojó, y que el portal Educación Futura difundió en su momento: “Casi 40% de alumnos de educación básica, sin acceso a internet…del total de alumnos, 39.50 por ciento, es decir, 9 millones 307 mil 327, no tiene acceso a internet; 27.82 por ciento, 6 millones 554 mil 719, puede ingresar a la red desde su casa; 11.70 por ciento, 2 millones 756 mil 219, lo hace desde la escuela, y 18.79 por ciento, 4 millones 426 mil 547 accede desde otro lugar (cibercafé, casa de un amigo, etc.) (Educación Futura, 22/09/2014). Ciertamente alguien me dirá que estos son datos del 2014 y que, a la fecha, es muy probable que las condiciones de los alumnos ya no es la misma pero, ¿esto es así? Es decir, ¿en verdad habrán cambiado de manera significativa las cifras cuando sabemos que, en México, poco menos de la mitad de la población se haya en condiciones de pobreza y, desafortunadamente, más de 9 millones de personas se ubica en pobreza extrema? Voy un poco más allá, ¿por qué ya no se le dio seguimiento a este censo que, desde mi perspectiva, fue harto importante porque nos permitió conocer el estado que guardan las escuelas, profesores y alumnos de México? La respuesta se antoja obvia, no es ni sería viable para un gobierno “desnudar” las deficiencias que presenta un Sistema Educativo. En resumidas cuentas, estos datos (y con seguridad los actuales), nos hablan de una brecha de desigualdad importante.

Pasados algunos días de tal embrollo, y en pleno receso escolar (tal y como lo marca el calendario por la Semana Santa), la SEP dio a conocer algo que llamaron: Estrategia de educación a distancia: transformación e innovación para México. Propuesta integral frente al Covid-19. Google por education”. Sí, así como lo leyó usted, después de que por dos o tres semanas (del 17 de marzo al 3 de abril o, en otros casos, del 23 de marzo al mismo 3 de abril) en las que los profesores y algunos alumnos siguieron trabajando con sus propias herramientas y recursos, la SEP dio a conocer esta estrategia. Sí, les llevó poco más de 20 días armarla, pero bueno, tal parece que esta dependencia no aprendió nada de lo que ocasionó el virus de la influenza H1N1 en 2009. Ah, pero eso sí, durante esas dos o tres semanas, pudimos ser testigos de las instrucciones más absurdas y ridículas que hayamos conocido puesto que, muchos jefes de sector, supervisores o directores pidieron a los mentores, cuanta evidencia pudieran recabar del trabajo que estaban realizando con sus alumnos; esto, sin olvidar su respectivo plan de aprendizaje.

Creo, a muchas de estas autoridades educativas, se les olvidó el país en el que viven pero, lo más importante, olvidaron que el trabajo en línea, virtual o distancia, no sustituye las clases presenciales, ni lo que en el aula sucede. Me refiero pues, a lo que se genera en ese proceso educativo, mismo que por su naturaleza, transciende lo virtual, porque la pedagogía y la didáctica, va más allá de lo que se genera a través de una computadora o un móvil. En cualesquiera de los casos, esta estrategia nacional, considero, cumplirá las “expectativas” de la SEP, si gustan en términos estadísticos y/o numéricos; es decir, seguramente en unos días se darán a conocer cifras y datos sobre los usuarios de las plataformas que ahí se proponen. Sin embargo, no tengo duda que la brecha de desigualdad se mantendrá por lo que en líneas atrás argumentaba. Craso error de la SEP y las de los estados porque, trabajar “en línea” y “subir” evidencias, no necesariamente significa el logro de un aprendizaje y, viceversa. Deberíamos aprender de los miles de maestros y maestras que, desde que inició esta contingencia, han seguido trabajando con el propósito de que sus alumnos, en la medida de sus posibilidades, no dejen de aprender. Ahí está, desde mi perspectiva, un recurso valioso que las autoridades educativas debería considerar para futuras contingencias que, espero, no se presenten en nuestro país por el bien de todos.

Ahora bien, para cerrar estas líneas; permítanme brindar algunas propuestas y/o sugerencias que, desde mi perspectiva, podrían ser viables (no digo que sean las únicas) para cuando podamos regresar a clases.

Siguiendo cada una de las conferencias y/o comunicados que emite diariamente la SSA, parece posible que, en junio o julio, es muy probable que las actividades se vayan regularizando en México; creo, lo importante, está en considerar la salud de los millones de niños, jóvenes y maestros y maestras, trabajadores administrativos y del personal de apoyo o asistencia de la educación, que asisten a los centros educativos.

Así, dadas las condiciones bajo las que operan dichas escuelas y que ya he expuesto. Qué podríamos hacer:

Hasta donde sea posible, mantenernos informados, a partir de lo que digan los especialistas en esta materia. La información oficial, debe ser y es, una fuente indispensable para que tengamos el referente inmediato para actuar.

Dotar a las escuelas de los materiales necesarios para la sanitización de las diversas instituciones educativas. El Plan DN3 que ya se puso en marcha o, mejor dicho, la ayuda del ejército en este escenario, resultaría de gran valía para que, entre todos, se logre este propósito.

Considerar un regreso paulatino del personal directivo, docente y alumnado en general, es decir, darles los tiempos a los primeros actores (directivos y docentes), para que replanteen o reprogramen aquello que sea necesario replantear o reprogramar para asegurar los aprendizajes de los alumnos. El trabajo en colegiado o en academias, permitiría conocer qué se trabajó, cómo se trabajó y cuáles fueron los avances reales durante la contingencia.

Después del trabajo colegiado, ahora sí, el reingreso de los estudiantes, y sin atiborramiento de actividades y evaluaciones porque, si ya de por sí ya fue complicado trabajar “a distancia” con los alumnos por las razones que he expuesto, no se justificaría que se les llenara de una excesiva carga académica en las aulas. De hecho, al respecto considero dos cuestiones: 1) de manera inmediata al regreso, establecer una conversación con los alumnos sobre las experiencias que toda esta contingencia sanitaria les dejó, ¿qué hice?, ¿qué hicimos como familia? y ¿qué aprendimos de esto? Pudieran ser tres preguntas detonadoras que favorecerían una reflexión y aprendizajes compartidos; 2) no considero que este ciclo escolar esté perdido, debemos reconocer que hubo avances hasta el momento en que se suspendieron clases; lo que se haya avanzado en esta cuarentena (y lo que se pueda lograr después de ésta) resultaría suficiente para la promoción de grados y niveles educativos y, si me lo permiten, dada la continuidad que existe entre niveles, para el siguiente ciclo escolar, planear las actividades con el propósito de fortalecer los contenidos que no se hayan visto o trabajado a profundidad en este que se está cursando; intentando esa articulación de contenidos, a través del aprendizaje basado en proyectos, por ejemplo.

En suma, considero que, hoy por hoy, podemos aprender de quienes están en las aulas, ellos, son quienes tienen un conocimiento real de sus alumnos y de las condiciones de sus escuelas. Esperaría que la SEP redujera esa “sana” distancia, y pudiera buscar o establecer un mecanismo a través del cual, se escuchen y consideren sus propuestas pedagógicas y educativas. Esta es la segunda contingencia que vivimos por una pandemia, espero, podamos aprender de ello y se trabaje y trabajemos en ello.

Referencias:

Cruz, A. y Martínez, F. (12/03/2020) En 15 días, posible expansión comunitaria de Covid-19 en México. La Jornada. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/12/en-15-dias-posible-expansion-comunitaria-de-covid-19-en-mexico-ssa-6021.html

Poy, L. (14/03/2020). Secretarios de Educación de todo el país se unen contra el Covid-19. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/14/secretarios-de-educacion-deciden-acciones-contra-coronavirus-563.html

Redacción Educación Futura. (14/09/2014). Casi 40% de alumnos de educación básica sin acceso a internet. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/casi-40-de-alumnos-de-educacion-basica-sin-acceso-a-internet/?fbclid=IwAR0EDALX23pVk3PA38IPCJZCN5VxttF2p6ad9v_LQU6BmQZsPwGDzdeGnV4

Redacción Aristegui Noticias. (14/03/2020). SEP adelanta vacaciones de semana santa por Covid-19; durarán 1 mes. Del 20 de marzo al 20 de abril Aristegui Noticias. Recuperado de: https://aristeguinoticias.com/1403/mexico/sep-adelanta-vacaciones-de-semana-santa-por-covid-19-duraran-1-mes-del-20-de-marzo-al-20-de-abril/

Redacción Expansión Política (17/03/2020). Por coronavirus, al menos 10 estados adelantan la suspensión de clases. Expansión Política. Recuperado de: https://politica.expansion.mx/estados/2020/03/17/estados-adelantan-suspension-de-clases

 

Fuente: https://profelandia.com/la-sana-distancia-de-la-sep-con-los-maestros-alumnos-y-padres-de-familia/

Imagen: https://pixabay.com/photos/pencil-sharpener-notebook-paper-918449/

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Suspender la evaluación para preservar el derecho a la educación

Por: Lidón Gasull. 

El 12 de marzo, el ‘conseller’ de Educació, Josep Bargalló, anunció el cierre de los centros educativos por el covid-19. Debemos reconocer que estamos ante una situación muy compleja de la que no tenemos referente y, tanto el Departament de Educació como el resto de la comunidad educativa, están trabajando contrarreloj para ofrecer soluciones. Quizá es esta prisa para tomar decisiones la que hace que nos desviamos del objetivo principal: garantizar el derecho a la educación bajo los principios de igualdad, equidad y no discriminación.

La obligación jurídica de garantizar este derecho bajo estos principios no queda suspendida durante el estado de alarma y, por tanto, es responsabilidad del Departament desplegar tantas medidas como sea necesario para garantizar las mismas oportunidades al conjunto del su alumnado, también –y especialmente– en momentos de excepcionalidad como la actual.

En este sentido, debemos recordar que la garantía del derecho a la educación no se mide por los contenidos académicos que un sistema educativo es capaz de ofrecer a un determinado tipo de alumnado, al contrario, se mide por la capacidad que tiene de hacer que todo el alumnado disfrute de las mismas oportunidades para desarrollarse.

Los medios telemáticos

Sabemos, sin embargo, que tal y como reconoce el propio ‘conseller’, actualmente no se puede garantizar que todo el alumnado tenga las condiciones materiales –y emocionales– para seguir la actividad académica por medios telemáticos, así como tampoco se pueden garantizar las competencias digitales y pedagógicas del conjunto del profesorado para afrontar este reto.

Parece evidente, pues, que el Departament debería suspender la tercera evaluación en todos aquellos niveles educativos en los que no pueda garantizar la accesibilidad de todo el alumnado. Pero también deber prohibir a todos los centros educativos (públicos y privados concertados) que sigan impartiendo materias curriculares a su alumnado. La Conselleria debe velar por que no se aproveche este momento de crisis de salud pública para algunos tomen ventaja, ya que permitiéndolo está convirtiendo el derecho fundamental a la educación en un privilegio para aquellos que disfrutan de las mejores condiciones en el marco de la crisis actual.

Es momento que el Departament demuestre a la ciudadanía que la educación privada concertada, financiada con los fondos públicos, no goza de privilegios frente la educación pública, y prohíba que su profesorado, pagado directamente por la Conselleria, siga impartiendo materias curriculares al alumnado a través de plataformas educativas. Por otra parte, se debe prohibir que sigan haciendo publicidad y promoción de sus centros educativos para hacer campaña de preinscripción cuando, desde el Departament, se ha suspendido el proceso hasta nuevo aviso.

Ahora bien, el hecho de que no se hayan de impartir y evaluar materias curriculares no significa que se tenga que romper el vínculo entre el alumnado, la familia y la escuela, todo lo contrario. El papel de los tutores es esencial, porque conocen tanto las necesidades de su alumnado como su contexto familiar y pueden ser la correa que transmita información entre la administración educativa, servicios sociales y las familias para cubrir necesidades materiales y, en la medida de lo posible, emocionales.

La urgencia de unas directrices claras

Es urgente, sin embargo, que el Departament saque directrices claras destinadas al profesorado, familias y alumnado. El profesorado debe saber cómo proceder a partir de este martes en cada nivel educativo, y también hay que trabajar con los equipos directivos para hacer las adaptaciones curriculares necesarias para que el alumnado recupere los contenidos académicos el próximo curso.

Las declaraciones ambiguas del ‘conseller’ acerca de las actividades evaluables ponen mucha presión sobre las familias, que se ven incapaces de ofrecer el apoyo educativo necesario a sus hijas e hijos y, a la vez, se sienten responsables del impacto que esto puede tener en su currículum académico.

También el alumnado debe tener claro bajo qué condiciones se hará el paso de 4º de ESO hacia Bachillerato o la FP; y aquellos que los días 7, 8 y 9 de julio se someterán a la selectividad se les debe garantizar que el acceso a los estudios universitarios no dependerá del centro educativo donde han estudiado o de su contexto socioeconómico.

Ahora, más que nunca, es necesario que los principios de igualdad, equidad y no discriminación sean la base de cualquier decisión que se tome, porque sólo así evitaremos que el derecho a la educación se convierta en un privilegio.

Fuente del artículo: https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200413/articulo-lidon-gasull-suspender-la-evaluacion-para-preservar-el-derecho-a-la-educacion-7926803

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Educación a distancia en tiempos de pandemia

Por: Juan González.

Ahora culminaremos el año escolar a distancia, según lo anunciado por el Ministro de Educación. Claro, todo ello previa encuesta, en la cual por supuesto que más del 99% de los encuestados afirmarán que es la decisión más acertada que se haya tomado en estos últimos 20 años.

Honestamente no creo que esta pandemia deje para mucho campo en esta materia. Ya la educación venezolana venía de sufrir los estragos de un prolongado bloqueo y un estrangulamiento de la economía que llevó los salarios de los docentes al subsuelo y por tanto a la decadencia en esta materia apenas levemente superada por los últimos años de la cuarta república, cuando el neoliberalismo casi por poco desaparece la educación pública.

La semana pasada una maestra me contó que con su última quincena de marzo, incluido cesta tickets, logró comprar 5 canillas y kilo y medio de queso. Esta semana, cuando el queso ya supera los 550.000 Bs, supongo que si compró un kilo no le alcanzó para las canillas.

Pero el Ministerio dentro de poco declarará como todo un éxito el plan de educación a distancia. Quizás el próximo año escolar se instrumente esta modalidad de manera definitiva, quizás como un incentivo para las maestras y maestros que ya no tendrían que pagar pasaje.

Con ese plan de «educación a distancia», el ministro y sus asesores dejan de lado la cuestión de cómo abarcar a la población, numerosísima, de niños y niñas que no tienen equipos (computadoras, teléfonos inteligentes) y/o servicio de internet, sin dejar por fuera a las maestras y maestros que carecen de estos soportes tecnológicos.

Quizás en esta coyuntura tan difícil que vive, con la amenaza de una intervención de parte de los Estados Unidos, nada disimulada y más real que ficticia, no parece propicio ni oportuno señalar las equivocaciones de un Ministro, que no ha dejado de equivocarse desde que llegó por segunda vez a Salas, pero la verdad verdadera es que lo menos que debemos hacer es atender con seriedad los asuntos nacionales ante una Patria amenazada.

Si ha sido acertada la estrategia de imponer una cuarentena preventiva por parte del Gobierno nacional para evitar los riesgos de la pandemia, contando con la asesoría y el apoyo de China, Cuba, Rusia y entes como la OMS y OPS, vale la pena que a la educación se le dedique tiempo y esfuerzos para, una vez superado lo de la pandemia, tomar el toro por los cachos en esta materia.

Aristóbulo, por los años vividos deberías tener un mínimo de vergüenza y poner tu cargo a la orden, renuncia y dale paso a otros, ya has cometido suficientes fracasos en esta segunda gestión.

Fuente del artículo: https://www.aporrea.org/educacion/a289141.html

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Aprendamos de lo comunal para no aniquilar al individuo

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo.

En el libro La formación del pensamiento sociológico Nisbet expone francamente el conflicto, al parecer aun hoy insoluble, entre la autoridad que emana de la vida comunitaria y la libertad que nos regaló el capitalismo solidariamente con el desarrollo del poder del estado. Y en algo tiene razón cuando critica a Rousseau: la libertad que nos dieron fue la causa de la disolución de la responsabilidad emanada de la vida en colectivo bajo la idea del éxito y el cuidado personal (Robert, 1996). Según lo que expresa el autor es difícil que la persona humana en libertad pueda crecer solidariamente con la colectividad. Ante esta postura me revelo.

Es asombroso, que todavía hoy, cuando se leen algunas propuestas emanadas de las formas organizativas de las culturas madres se argumenta, en algunas oportunidades, en contra del individualismo generado por el capitalismo como si el sujeto individual no pudiese estar en un armonioso equilibrio con el sujeto colectivo. En la formación del homo sapiens  lo individual y lo social no pueden ser separados; ni ontogenética ni filogenéticamente. La socialización de lo individual y la individualización de lo social son dos caras de la misma moneda en el proceso de constitución de la personalidad.  Ni lo uno ni lo otro podrán entenderse sino en la dialéctica del sistema de relaciones sociales en la que el hombre individual emerge.

Que la “naturaleza humana” es el “conjunto de las relaciones sociales” es la respuesta más satisfactoria, porque incluye la idea del devenir: el hombre deviene, se transforma continuamente con el transformarse de las relaciones sociales […]. Puede incluso decirse que la naturaleza del hombre es la “historia” (y en este sentido, postulando historia = espíritu, que la naturaleza del hombre es el espíritu) si precisamente se da a la historia el significado de “devenir” (Gramsci, 1981, págs. III, 172-173)

Se nace en un específico nicho socio histórico cultural y se han de internalizar las relaciones, saberes y habilidades humanas para que lo humano emerja en un individuo; luego ese propio individuo tendrá posibilidades creativas que lo impulsen más allá de sus propias internalizaciones, haciendo que la sociedad humana avance en esta construcción de la cultura en la que estamos empeñados desde que el Tumai bajó de los árboles en las llanuras africanas. El desarrollo del capitalismo, ciertamente, se acompañó de un proceso de liberación del individuo que se encontraba atado e impedido de crecer por creencias, en algunos casos muy dañinas, como las que nos condujeron a quemar mujeres (supuestamente brujas); también cadenas emanadas de relaciones económicas regidas por el monarca y que frenaban el desarrollo de la naciente industria; otras eran relaciones familiares de sumisión de la mujer, etcétera. La liberación del individuo por parte del desarrollo del capitalismo temprano fue un pequeño paso de avance en el curso de la historia humana que lo condujo a males terribles.

Quiero llamar la atención en este punto porque se suele confundir al individuo y su derecho a la plena libertad con el individualismo capitalista y no son la misma cosa. Considero que no debemos confundir ambas ideas porque el capitalismo es, en primer lugar, el palacio del egoísmo y es en este egoísmo subjetivado al extremo que emerge un sujeto irresponsable ante el destino humano.  Cuando se dice individualismo no debe entenderse la negación de lo individual sino más bien la instalación del egoísmo desmedido como fundamento primero de ese sujeto, que es uno de los logros más difíciles de aniquilar del capitalismo. El individualismo capitalista devino egoísmo sin freno, ambición enfermiza y amor a lo superfluo.  En este punto digo que el capitalismo liberó al individuo para atarlo con mayor firmeza a su instrumentalismo consumista y, en tal sentido, no liberó. No hay tal individualismo capitalista porque se le niega al hombre el derecho a ser diferente y único, para reducirlo a cierto número de hábitus malsanos. En el capitalismo la uniformidad llega a ser crónica: Nada hay más parecido a un enajenado que otro enajenado.

El problema del individuo en el capitalismo no es que se sienta solo para decidir su vida, sino que cree estar por encima de los demás y de la naturaleza en la búsqueda de sus intimas satisfacciones mundanas. Padecemos un egoísmo que, quiérase o no, separa al sujeto o a un grupo de ellos, del destino de la humanidad toda. Metafóricamente puede decirse que el capitalismo educa personas capaces de construir, en medio del diluvio, una barca para ellos solos y sentirse felices y satisfechos. La educación del individuo no prohíbe que se le permita volar por encima de su tiempo y darse a una utilidad que va más allá de todo límite. Se trata entonces de educar un individuo con valores humanos para que no pueda disfrutar su felicidad rodeado de la miseria ajena.

Y es que la patria no pude ser el podio del egoísmo sino el espacio social en el que los hombres individuales se donan a los demás; patria es donación serena, sacrificio necesario hacia el bien común.

El pasado 4 de abril varios medios de comunicación amanecían con la noticia, por demás, aterradora de que:

Este viernes, la ministra de Exteriores española Arantxa González Laya informó de que las autoridades turcas han retenido en el aeropuerto de Ankara un cargamento de respiradores camino de España, donde iban a ser destinados al tratamiento de los pacientes más graves con coronavirus, enfermedad que ya se ha cobrado las vidas de casi 11.200 personas y contagiado a 119.200 en el país. (Alicia, 2020)

Se le estaba limitando la llegada de esos equipos y materiales a una España que ya había visto morir a más de 11 mil ciudadanos. Y uno se pregunta, si un país decide robar los respiradores que otro había encargado: ¿Qué valores se ponen de manifiesto?

Y qué ocurrió cuando el crucero británico MS Braemar con sus enfermos de covid-19 quiso entrar a puerto y se lo impidieron: ¿Que valores manifestamos cuando actuamos de esta manera? ¿Y qué ocurrió cuando Cuba abrió su puerto para que esos seres humanos tuviesen una posibilidad de vivir?; que Habló Martí por sus actos: “Patria es Humanidad”. En un comunicado, la cancillería cubana subrayó que “son tiempos de solidaridad, de entender la salud como un derecho humano, de reforzar la cooperación internacional para hacer frente a nuestros desafíos comunes”.

Si una nación agredida y con severas limitaciones económicas, como la cubana, manda a sus galenos a curar a los hijos de otros pueblos: ¿Qué valores humanos se están manifestando?? No se trata entonces de poner a competir lo individual con lo social; sino de educar valores en los que ni uno ni otro prevalezca mezquinamente. Una sociedad que se ocupe de sus individuos educa individuos que se ocupan de los problemas de esa sociedad y del mundo.

En el seno de la sociedad mexicana han subsistido pueblos con una muy especial forma de organización a la que se le denomina comunalidad. Dentro de ella el sujeto es libre de crecer y desarrollar todas sus potencialidades; pero llegado el momento el pueblo en su asamblea lo convoca a cumplir ciertas funciones a las que no puede sustraerse. ¿No es esto una limitación de la libertad del individuo? No, no lo es. Es un pequeño aporte de lo individual a lo social sin el cual se disuelve lo comunal. Con esto digo que encontramos hoy en día territorios en los que se han dado el equilibrio ético al que toda sociedad humana debe aspirar. Es el mismo equilibrio que se logra en la isla de Cuba sin que en ella existan territorios organizados por comunalidad.  Tal vez, toda la isla es una comunidad de 11 millones de habitantes que practica el sentido comunal de la existencia con el mundo.

En este mismo orden de cosas es triste cómo algunos, a veces, la emprenden contra la ciencia, la industria y la tecnología como si ellas fueran las causantes de los males sociales que hoy aquejan a la sociedad humana. Esto es, salvando las distancias, como aquellos que arremetieron contra las herramientas de trabajo acusándolas de sus condiciones de explotación.

Algunos me han esputado; ¿Por qué hablas mal del capitalismo y utilizas una computadora? Como si mi laptop en sí fuese capitalista por haber sido construida en condiciones de explotación. Habría que remitirse al texto de José Ramón Fabelo “Los valores y sus desafíos actuales” para entender que las creaciones humanas portan significado hacia la humanidad y que este significado depende de la relación de su propia naturaleza y función con la dignidad de la vida. Ni la ciencia, ni la industria ni la tecnología en sí son malas; si puede serlo el uso que los hombres deciden hacer de ellas. Lo negativo es el sistema de relaciones económicas que se ha desarrollado y que subsume toda creación humana desnaturalizándola y sometiéndola a su servicio egoísta. Marx dejó claro que el capitalismo es un sistema inhumano, alienante y debe ser derrotado.

La educación utilizando las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones tampoco es mala en sí mismo. Lo peligroso es que se la utilice para llenar arcas particulares a costa del desarrollo pleno e integral de la persona humana. Porque debemos estar alertas en que los contenidos con los que se educa al hombre en México son, como mínimo, cuestionables.

Digo contenido cuestionable porque están peligrosamente separado de la realidad histórica en la que vivimos y porque entretiene a los estudiantes en problemáticas que no tocan en los más mínimo las urgencias que viven sus pueblos y comunidades. Se enseña ciencia sin conciencia y se instruye en las humanidades sin humanidad.  No diré que se ha perdido el sentido de la educación crítica y/o emancipadora porque, en mi opinión, eso no lo hemos tenido.

Los mexicanos de este tiempo y más lo educadores deben entender que con pandemia o sin pandemia estábamos ya evocados a construir una educación que abriera el futuro de esta matria mexicana a la definitiva liberación sobre todas las formas de explotación que hemos vivimos.  Con pandemia o sin ella, debemos estar claro que lo que denominamos educación pública, universal y gratuita estaba muy mal: porque ni educaba la criticidad ni la liberación. Los términos publica, universal y gratuita no satisfacen las necesidades educativas del mundo que hoy se vive. Necesitamos, como mínimo una educación, como nos dice Dussel, descolonizadora y yo agregaría; que eso indica antimperialista. Cuando digo, antimperialista no me refiero a la empresa privada; sino a la ética productiva de un sistema que para funcionar necesita robar al hombre su territorio, espiritualidad y su carácter solidario. Imperialismo es despojo por la fuerza, como pretenden hacer hoy con la hermana y siempre digna Venezuela.

En este punto aparece, para salvar el tema, y hablando de educación el concepto de calidad que tanto critican algunos. ¿Qué es calidad educativa? ¿Cómo entender este concepto que el egoísmo capitalista brega por arrebatarnos? ¿Acaso calidad educativa puede ser un concepto que organice y dirija el proceso de emancipación humana?  Nosotros pensamos que sin calidad educativa no podrá haber educación descolonizadora.  Más que sustraernos del concepto de calidad educativa debemos rescatarlo y regresarle el sentido primario que tuvo. Calidad es esencia.

La calidad, tal y como la conceptúa Gramsci es la cualidad de todo objeto de ser diferente a otros elevándose a la vez a su máxima potencia.  El Guernica de Pablo Picasso es una obra de calidad.  Según argumenta el propio Gramsci el capitalismo renuncia a la calidad en aras de la cantidad; pone la cantidad por encima de ella.

La pandemia no va a cambiar el contexto socio histórico anterior a la cuarentena. No lo hizo la peste, ni la gripe española y no lo hará el covid-19.  Cuando termine la cuarentena seguiremos siendo un país productor de materias primas e importador de mercadería. Seguiremos siendo un capitalismo dependiente de la economía norteamericana. Seguiremos disfrutando de las televisoras privadas que ahora, tendrán nuevos temas para sus propuestas alienantes. Retomaremos el futbol, a Batman y a Laura Boso. Y todo ello será, irremediablemente, si no nos montamos en la crisis de este momento histórico y construimos una educación capaz de darnos  conciencia histórica. Las crisis no ofrecen más soluciones que las que sean capaces de construir los hombres. Las crisis suelen ser excelentes oportunidades de crear soluciones, pero solo para hombres y pueblos que fundan. Estoy seguro, por ejemplo, que el sistema de salud del pueblo cubano saldrá fortalecido de esta crisis porque mejorará su calidad y se harán los cambios necesarios para prepararnos para próximas eventualidades como esta.

Necesitamos construir, entonces, una educación de calidad en el sentido en el que Gramsci la entendía. En este momento debemos decir que calidad educativa es todo aquel proceso pedagógico que se organice y dirija hacia el desarrollo máximo de lo humano (del individuo) en el hombre. Un hombre que emergiendo de su colectividad logre la mayor individualidad posible y un sistema de valores que lo prepare para servir. Un hombre que pueda vivir, como decía Martí, por encima de su tiempo. Un hombre cuya creatividad pueda romper las cadenas de la explotación.

Y en este sentido, la noción de creatividad, en su vínculo con la praxis política, asume un nuevo significado: “creativo hay que entenderlo en el sentido ‘relativo’, de pensamiento que modifica el modo de sentir del mayor número y por lo tanto de la realidad misma que no puede ser pensada sin este mayor número” (Gramsci, 1981, págs. Tomo IV, p. 131)

Calidad es lo irrepetible, lo que no podrá ser clonado ni homogeneizado por el capitalismo.  El capitalismo no produce calidad sino cantidad. Como dice Antonio el capitalismo renuncia a la calidad en aras de la cantidad. La escuela de hoy produce cantidad y no calidad porque no potencia al máximo el desarrollo personal individual del alumno. Lo conduce hacia un estado de mediocridad funesto y aniquilador.

La OCDE y otros organismos internacionales nos robaron el concepto de calidad y le adjudicaron criterios egoístas, reduccionista y parciales en consonancia con el individualismo capitalista y con el modelo de sociedad y hombre que ellos buscan.  Les interesaba que al sujeto mediocre que salía de sus aulas se le adjudicara una categoría como esa para ocultar su putrefacción pedagógica. Con solo decir que el argumento central de la OCDE en su propuesta de calidad para México se centra en que:

Hacia una reforma educativa en México: La mejora en la calidad educativa es una prioridad política y social en México, especialmente en años recientes, debido a las altas tasas de pobreza, la fuerte desigualdad y el aumento de la criminalidad. (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 2010)

Ellos pretenden resolver los problemas de la sociedad mexicana atacando los efectos y no las causas. La educación, en nuestra convicción no puede resolver problemas sociales que no genera. Idealistamente se le pretende dar a la escuela responsabilidades que están más allá de sus posibilidades reales para justificar al verdadero causante del desastre que es el imperialismo neoliberal.  Lo que para la OCDE es calidad para nosotros es suicidio; lo que para nosotros es calidad para ellos es aniquilación porque la calidad educativa tal y como la vemos aniquila al egoísmo capitalista neoliberal.

Ninguna sociedad podrá llamarse humana si no potencia al máximo el desarrollo de todas las cualidades humanas individuales: todo hombre tiene derecho a ser y a ir más allá del grupo en el que se forma; de eso se trata la creatividad y la calidad educativa: de superar individualmente las condiciones sociales de partida; pero junto a ello, claro está, se debe educar en la responsabilidad hacia el otro, hacia la humanidad toda.

Cuando nos acercamos a personalidades de la historia como Bolívar, Martí, Juárez, Sucre; etcétera: comprendemos que fueron personas que pudieron vivir su tiempo siendo ellos mismos, tal vez con algunas dudas y temores; pero, tomando distancia, de la masa que los acompañaba. La verdadera libertad humana legará cuando la educación pueda darle a cada quien el desarrollo para el que está listo, cuando la escuela le de alas a cada niño para que se eleve al cielo de lo humano y enriquezca la cultura con sus aportes únicos e irrepetibles. En los cuadros de Diego, de Frida y de Picasso hay calidad; son únicos, hermosos y creativos.

Digamos entonces que se debe buscar el equilibrio natural y sano entre lo social y lo individual; entre mis justificadas metas personales y las posibilidades del colectivo de sustentarlas sin perder la dignidad colectiva. Podemos asegurar que una colectividad humana sana es aquella en la que los individuos no tienen límites a sus desarrollos personales.

Trabajos citados

Alicia, A. (4 de Abril de 2020). La escasez global de respiradores multiplica la «piratería moderna» entre países. Obtenido de MUNDO: https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-04-04/respiradores-coronavirus-escasez-global-pirateria_2534175/

Gramsci, A. (1981). Cuaernos de la Carcel (Vol. Tomo I a VI). Puebla, México: Era.

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. (2010). Acuerdo de cooperaciónMéxico-OCDE paramejorar la calidadde la educación de lasescuelas mexicanas. México-DF: OCDE.

Robert, N. (1996). La formación del pensamiento sociológico. Buenos Aires: Amorrortu editores.

Fuente del artículo: Equipo de Ove.

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/human-group-of-people-collection-567563/

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El coronavirus y la sociedad de la mentira global

Por: Pedro Luis Angosto.

 

Durante el año pasado se registraron en España 277.000 casos de cáncer. La mitad de los enfermos morirán en un plazo inferior a cinco años, sufriendo durante el resto de su vida un calvario indecible de idas y venidas al hospital, de quimio y radioterapia, de dolor y sufrimiento y de miedo indescriptible. En una sociedad avanzada y civilizada, las investigaciones para curar o paliar el cáncer, las enfermedades cardíacas y las degenerativas deberían ocupar un lugar preeminente, dedicándoles todos los medios económicos posibles. Del mismo modo, en un mundo civilizado y justo, la Organización Mundial de la Salud, en vez de callar, debería denunciar los precios altísimos de los tratamientos para esas enfermedades que están arruinando a los sistemas estatales de salud, declarar la libertad de todos los países copiar cualquier medicamento que sirva para mejorar la vida de los enfermos y condenar el reparto mafioso y monopolístico de los nuevos tratamientos por parte de los grandes laboratorios. No lo hace, mira para otro lado, y la curación de esas enfermedades que tanto dolor causan a tantísima gente se pospone hasta que la mafia quiera.

El año pasado murieron en España por accidente laboral casi setecientas personas, resultando heridos de gravedad o enfermos debido al trabajo varios miles de personas. Las causas están claras, precariedad laboral, jornadas interminables, destajo, escasas medidas de seguridad y explotación. Ningún organismo estatal ni mundial alerta sobre el deterioro de las condiciones de trabajo ni esas víctimas, que podrían haberse evitado con muy poca inversión, abren los telediarios ni ocupan más de su tiempo.

No creo que nada de lo que pasa en el mundo sea por casualidad, ni que los informativos ignoren inocentemente el número de muertos por guerras absurdas que cada año asolan al mundo de los pobres

En 2019, seis mil españoles murieron de gripe, una enfermedad tan común como el sarampión que  mata todos los años a miles de personas en África sin que la OMS exija a los Estados miembros que aporten las vacunas necesarias -que valen cuatro perras- para evitar ese genocidio silencioso. Al fin y al cabo, la mayoría son negros.

En 2018, más de cuarenta mil personas murieron en España por la contaminación ambiental, siendo directamente atribuibles a esa misma causa el fallecimiento de ochocientas mil personas en la Unión Europea y casi nueve millones en el mundo, aparte de los millones y millones que padecen enfermedades crónicas que disminuyen drásticamente su calidad de vida.

En 2017 más de seis millones de niños murieron de puta hambre en el mundo mientras en los países occidentales se tiran a la basura toneladas y toneladas de alimentos. Ese mismo año, más de dos mil millones de personas trabajaron jornadas superiores a 15 horas por menos de 10 euros al día. Ningún informativo, ningún periódico, ninguna radio lleva días y días insistiendo machaconamente en esa tragedia que martiriza a diario a media humanidad y amenaza con llevarnos a todos a condiciones de vida insufribles.

La suspensión del Congreso Internacional de Móviles de Barcelona -Congreso que probablemente no se vuelva a celebrar tal como lo hemos conocido en años sucesivos- no se debió al coronavirus, sino a la exhibición que las grandes tecnológicas chinas iban a hacer sobre sus avances en el 5G

Hace unas semanas surgió en una región de China un virus que causa neumonía y tiene una indicencia mortal menor al uno por ciento. Los medios de comunicación de todo el mundo, acompañados con las redes sociales de la mentira global, decidieron que ese era el problema más terrible que había azotado al mundo desde los tiempos de la peste bubónica del siglo XIV que diezmó la población de Europa en casi un tercio. No hay telediario, portada de periódico por serio que sea o red social en la que el coronavirus no ocupe un lugar preferente y reiterativo hasta la saciedad, como si no tuviésemos bastante con las enfermedades ya conocidas que matan de verdad a muchísima gente después de largos periodos de sufrimiento y tortura vital. No sé como surgió ese nuevo virus, tampoco si es nuevo, carezco de conocimientos científicos para ello, lo único que sé es lo que cuentan los especialistas, y es que apenas mata ni deja secuelas importantes. Pese a ello, a que lo saben, los informativos siguen creando alarma a nivel mundial. ¿Por qué?

No creo que nada de lo que pasa en el mundo sea por casualidad, ni que los informativos ignoren inocentemente el número de muertos por guerras absurdas que cada año asolan al mundo de los pobres. Vivimos un tiempo de relevos, la potencia hegemónica –Estados Unidos– tiene por primera vez desde el final de la Guerra Fría un serio competidor que se llama China. Ese competidor fue alimentado desde los años ochenta por las potencias occidentales debido a su enorme población, a su pobreza y a los salarios bajísimos de sus trabajadores. Han pasado cuarenta años y lo que entonces pareció una decisión magnífica para acabar con los Estados del Bienestar, abaratar costes e incrementar riquezas de modo exponencial, ha tomado otro cariz y ahora esa potencia pobre produce casi el 18% de todo lo que se fabrica en el mundo y está en disposición de dar el gran salto que la coloque en como primera potencia mundial, algo que será inevitable haga lo que haga Trump y sus amigos porque tienen el capital, la tecnología y la mano de obra necesaria. La suspensión del Congreso Internacional de Móviles de Barcelona -Congreso que probablemente no se vuelva a celebrar tal como lo hemos conocido en años sucesivos- no se debió al coronavirus, sino a la exhibición que las grandes tecnológicas chinas iban a hacer sobre sus avances en el 5G. Se trataba de impedir de cualquier manera que los chinos pudiesen demostrar que hay campos en los que ya están por delante de Estados Unidos y, por supuesto, de Europa. No hay otra explicación ni otra razón. Con la cancelación del congreso de Barcelona y la información apocalíptica sobre las consecuencias de la expansión del coronavirus se daba un paso más en la nueva guerra fría que se ha inventado Donald Trump, dejando claro a China que todo vale en la guerra y que su ascenso al primer puesto les va -nos va- a costar sangre, sudor y lágrimas.

El coronavirus es una enfermedad que no arroja datos alarmantes, primero porque no se expande al ritmo de las grandes epidemias que ha sufrido el mundo, segundo porque tampoco los porcentajes de mortandad son equiparables a los de otras plagas como la “gripe española”. Sin embargo, y dentro de un lenguaje medieval, se está intentando crear pánico a escala global y por eso cada día nos cuentan el nuevo caso que se ha descubierto en Italia, Croacia, Malasia o Torrelodones, uno por uno, haya dado muestras de quebranto o no. Se trata de alimentar el bicho del miedo a escala global con fines estrictamente políticos y económicos, y nunca antes como hoy, en la sociedad de la desinformación, han existido tantos medios para imponer las mentiras como verdades absolutas al servicio de intereses bastardos. El coronavirus no es el fin del mundo ni nada que se le parezca, es una enfermedad normal, como tantas y con poca mortandad, pero la manipulación mediática interesada puede llevarnos a una crisis de consecuencias devastadoras.

Fuente del artículo: https://rebelion.org/el-coronavirus-y-la-sociedad-de-la-mentira-global/

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