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Riesgos de inequidad en la educación a distancia.

Riesgos de inequidad en la educación a distancia.

Rogelio Javier Alonso Ruiz*

La pandemia que ha provocado el coronavirus tomó por sorpresa a los sistemas educativos del mundo. El mexicano no ha sido la excepción. Ante el cierre de escuelas como medida de prevención de contagio del patógeno y dado que aún no se ha difundido una estrategia oficial para continuar con el trabajo académico, se ha generado cierta incertidumbre entre docentes y alumnos. Las posturas han sido diversas: desde profesores que desde su iniciativa particular han generado ofertas atractivas para trabajar a distancia con sus alumnos, hasta quienes tachan a las autoridades educativas de insensibles al solicitar evidencias del trabajo, dadas las condiciones sociales y económicas de sus alumnos.

Ante el cierre de planteles, la educación a distancia ha emergido como la alternativa para tratar de salvar, en la medida de lo posible, el desarrollo escolar del estudiantado. A pocos días de que sea presentada la estrategia nacional de educación a distancia (ya circulan en internet los documentos correspondientes), es necesario revisar con detenimiento las condiciones de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación de la población mexicana. Buena parte del éxito de la estrategia se sentará en el aprovechamiento de los medios de comunicación al alcance de los mexicanos. En este sentido, el panorama presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2019), da cuenta de dificultades importantes.

Por lo que se ha visto en las primeras semanas de confinamiento el internet se ha posicionado como el medio para establecer contacto con los alumnos. Si bien la conectividad a internet ofrece muchas ventajas para el trabajo académico por las amplísimas posibilidades de acceder a información o establecer mecanismos de comunicación entre docentes y estudiantes, debe considerarse que no es cercana su universalización entre los mexicanos: 65.8% de la población mayor a seis años se declara usuaria de este servicio. Además, hay una brecha considerable entre las zonas urbanas y rurales del país: mientras en las primeras el 73% usa internet, en las segundas apenas el 40.6%.

Debe señalarse también que sólo la mitad de los hogares mexicanos (52%) cuenta con conexión a internet. Las desigualdades en cuanto a la disponibilidad de este recurso son considerables: mientras entidades como Ciudad de México, Nuevo León o Sonora sobrepasan el 70%, otros estados como Oaxaca y Chiapas tienen niveles inferiores al 30%. Además de la conexión fija en los hogares, otra de las vías de acceso a internet es a través de la telefonía celular mediante conexiones de datos o móvil. Si bien este servicio se ha extendido aceleradamente en los últimos años, las brechas entre los Estados del país con respecto a su uso son significativas: mientras en el primer grupo de entidades señaladas anteriormente los niveles son superiores al 80%, en el segundo es inferior al 60%. Aunado a los datos anteriores, debe decirse también que sólo el 44% de los hogares mexicanos cuentan con computadora.

Es evidente pues que, en sus condiciones actuales, el uso de internet como medio educativo implicaría un riesgo significativo de perpetuar las desigualdades en nuestro país: como sucede con las escuelas físicas, las regiones de pobreza se encontrarían en desventaja con respecto a las de zonas de mayor prosperidad o, dicho de otra forma, se estarían brindando las peores oportunidades educativas a quienes más requieren de sus efectos transformadores. Sin el afán de sugerir que sea una medida posible para nuestro país, resulta muy ilustrativo el hecho de que, en la ciudad de Nueva York, la alcaldía haya determinado dotar de computadoras y tabletas a aquellos estudiantes que carecían de ellas para poder efectuar el trabajo a distancia: el riesgo latente de dejar atrás a la población en pobreza no ha pasado desapercibido de las autoridades de aquel lugar.

Países como Italia, ante el cierre de escuelas por la presencia de coronavirus, ya han decidido otorgar la aprobación a sus estudiantes. Si en México se considerará continuar con el trabajo escolar a distancia, es importante generar una estrategia que sea realista y pertinente, tarea por demás compleja debido al volumen de la matrícula de nuestro sistema educativo y su heterogeneidad. Dadas las condiciones sociales y de acceso a la tecnología, parece inevitable que la educación a distancia no logre llegar a un sector importante de la población mexicana: desafortunadamente, para muchos alumnos la escuela física es el único medio para aprender. No por lo anterior deben desestimarse los esfuerzos por ofertar una enseñanza remota, pero quienes diseñen la estrategia deberán cuidar no contribuir a hacer más grandes las diferencias entre los alumnos mexicanos, considerando no sólo el acceso a la tecnología, sino también el capital cultural de las familias. Ojalá, por el bien de los más necesitados, la educación a distancia no se convierta en una de las caras más lamentables de nuestro sistema educativo: su tendencia hacia la inequidad.

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

Facebook: El Profe Rogelio

REFERENCIAS

INEGI (2029). Estadísticas a propósito del Día Mundial del Internet (17 de mayo). Datos nacionales. Disponible en: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/internet2019_Nal.pdf

Autor: Rogelio Javier Alonso Ruiz

Fuente de la Información: https://proferogelio.blogspot.com/2020/04/riesgos-de-inequidad-en-la-educacion.html?m=1&fbclid=IwAR0lMO7mf0juAI-LtPdqSJZNzsnwpciMIOK6S_jATHp_4JLm40JPtZkHPd4

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Hacer de la necesidad virtud (I): Reforzar los vínculos

Guadalupe Jover

De la noche a la mañana la docencia directa, la presencia física, el diálogo cara a cara, el trabajo comunitario se ha visto sustituido por un sinfín de aplicaciones y plataformas que manejamos a tientas -quienes contamos con dispositivos móviles y conexión a internet- y cuyas muchas sombras no queremos plantearnos.

Asomó enseguida la brecha digital. Es decir, la brecha social nos estalló en la cara. Cuando la Comunidad de Madrid argumentaba el otro día que la mayor respuesta del alumnado de bachillerato se debía a sus mayores dosis de responsabilidad y compromiso con los estudios, pretendía obviar dos cosas: que quienes llegan a bachillerato son, en la mayor parte de los casos -hasta PISA lo confirma-, quienes pertenecen a determinados entornos socioeconómicos y cuentan, por tanto, con uno o varios ordenadores en casa; y que la comunicación con ellos se establece al margen de la plataforma institucional de Educamadrid, que tantísimos problemas nos ha dado y de la que no debemos escapar con los más pequeños. Lo más triste de todo esto es que es posible anticipar -si no se da un golpe de timón en las políticas sociales y escolares- qué estudiantes de 1º de ESO llegarán a bachillerato, tomando como criterio el lado de la brecha digital en que han caído.

Valga un ejemplo entre otros muchos posibles. Uno de mis alumnos de primero apenas daba señales de vida en el aula virtual del instituto. Pongamos que se llama Ahmed. La tutora contactó al fin con su familia. Y esto fue lo que nos dijo: “Acabo de hablar con la familia de Ahmed. En persona es más o menos fácil comunicarme con ellos, pero por teléfono es imposible. Ahmed se ha puesto por fin al aparato y me ha contado que no tiene ordenador y que se va ‘sin que le pille la policía’ a casa de su hermano que sí tiene”. Se nos partía, claro, el corazón. Para que nos hablen luego de responsabilidad y compromiso.

Parece al fin que algunas comunidades van a proveer de dispositivos y conexión a los hogares que carecen de ambas e, incluso, introducirán mejoras en sus propias plataformas aprovechando el parón vacacional. Bienvenidas ambas medidas.

Vayamos, entonces, a un segundo escenario. Imaginemos que estamos ya en condiciones de comunicarnos, todos sin excepción, de manera virtual. Quienes lo han hecho durante estas semanas -y hablo de estudiantes, docentes y familias- saben bien lo abrumadora que puede ser una tarea planteada de manera atomizada: decenas de asignaturas y decenas de actividades y ejercicios, muchos de ellos absolutamente descontextualizados, e imposibles de acompañar en el proceso. Un proceso que reclama horas y horas de pantalla y que nos tiene a estas alturas absolutamente desbordados. A todos.

Y mientras, en los hogares, pasan cosas: enferma el padre, fallece la abuela, la madre se queda sin trabajo. La convivencia es fácil o difícil. El aislamiento se sobrelleva con recursos o pasa factura en la salud, en el ánimo y en el trato. Sobrecoge imaginar (o conocer) qué vivencias están teniendo ahora mismo nuestros alumnos y alumnas.
Necesitamos buscar, creo, respuestas colectivas a un problema colectivo. El confinamiento ha disparado aún más la soledad académica. Preñada de buena voluntad, es cierto. De incontables horas y muchísimo cariño. Es cálida la comunicación de estos días, pese a no tenernos delante. Pero seguimos trabajando a solas. Aún más a solas que nunca.

La preocupación de la inspección estos días parece ser -y se entiende que así sea- cómo vamos a acometer la calificación del alumnado en un fin de curso incierto. Pero en no menor medida debiera preocuparnos qué aprendizajes vamos a impulsar en los tres meses que aún faltan para las vacaciones de verano.

Y aún más debiera preocuparnos -es lo que de verdad nos preocupa a quienes estamos a pie de aula- cómo dar apoyo emocional a nuestro alumnado en estos días tan difíciles. Por eso, si hay un quehacer docente irrenunciable ahora mismo, ese es el de la tutoría. Ojalá hubiéramos contado en cada centro con sólidos equipos de trabajadores sociales; cuánto más fácil sería ahora. Pero no es el caso. Y como ninguno de nosotros somos capaces de llegar a conocer las circunstancias de cada uno de nuestros más de cien o doscientos estudiantes, habremos de echar el resto con los 30 de nuestra tutoría. Es el momento de los tutores. Incluso en vacaciones.

Se ha escrito mucho en estas semanas acerca de cuáles han de ser ahora las prioridades: cuidar el bienestar personal, facilitar -y no tensar- la convivencia familiar, procurar la equidad. Con estos cimientos claros, es importante que Administración y docentes aprovechemos la tregua de las vacaciones para repensar cómo acometer este extraño tercer trimestre, también en lo académico.

El Consejo Escolar del Estado baraja entre sus recomendaciones posibles no avanzar contenidos nuevos en lo que queda de curso: esta concepción del aprendizaje como una vertiginosa sucesión de epígrafes en el libro de texto no deja de ser extraña. Pero puesto que está hondamente arraigada y nos encontramos ante una coyuntura que nos legitima para superarla, ¿por qué no ponernos a ello?

¡Cuántas veces hemos querido acometer actividades que se nos antojaban hondamente formativas pero que nos reclamaban tiempo; cuántas veces hemos querido preparar pequeños proyectos interdisciplinares pero el currículo nos apremiaba; cuántas veces hemos querido abrir la mirada al entorno y otras urgencias nos lo impedían! Ni para leer había tiempo, al parecer.

No sé si tiene mucho sentido “volver” de Semana Santa y seguir como hasta ahora: tratando de dar seguimiento individual a nuestras respectivas programaciones, sea “avanzando” sea “repasando”. No podemos dedicar tampoco la mayor parte del tiempo a una interminable -y a menudo estéril- supervisión de tareas. Un escenario nuevo reclama una estrategia diferente y este, en su enorme tragedia, entraña una oportunidad también para repensarnos como equipos docentes.

Mi propuesta es sencilla: coordinémonos más, compartamos materiales, trabajemos en equipo. Y propongamos a chicos y chicas tareas menos fragmentadas y más vinculadas: vinculadas entre sí, con ellos y con el mundo. Plantémonos qué aprendizajes son de verdad relevantes.

Y para todo ello, para salvaguardar el bienestar personal y la convivencia familiar, para salvar la equidad y promover aprendizajes que en otros contextos no son siempre posibles, necesitamos también de las bibliotecas. Mañana hablaré de ello.

Nota. Concluido ya este artículo y enviado a la redacción tengo noticia de esta iniciativa: “Suspender las programaciones” del IES Cartima (Cártama, Málaga). Qué mejor ejemplo de cuanto propongo.

Guadalupe Jover es profesora de Educación Secundaria

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El confinamiento del COVID-19: prueba piloto del capitalismo en el advenimiento de la cuarta revolución industrial

Por: Luis Miguel Alvarado Dorry

La develación y advertencia

Hace aproximadamente cinco años que, Luis Bonilla-Molina y otrxs pedagogxs críticos, develaban y advertían un reordenamiento de las sociedades, una transformación de nuestra cotidianidad, es decir, de nuestra vida misma, en el plano económico, político, social, y tecnológico que repercutirían en todos los sistemas educativos en el mundo, donde denominaron a este como Apagón Pedagógico Global (APG) [1].

En una entrevista Alba Carosio [2], aseveraba que el APG tendría efectos desastrosos en la “producción de conocimientos en las ciencias sociales”, porque esta, es parte fundamental de las ciencias humanas. En este contexto, al ser eliminada, advertía que podría generar una deshumanización de la cotidianidad, espiritualidad, de la mente y del conocimiento.

En esta misma mencionaba que, la pedagogía, forma parte de estas ciencias, por lo tanto, en ella se producen conocimientos con base en el proceso dialectico de enseñanza-aprendizaje con el fin de “poder desarrollar a otros seres humanos a lo largo de la vida” y que, un apagón de estas magnitudes, provocaría un control total del conocimiento por parte del capitalismo cognitivo, es decir, los conocimientos “legítimos” solo serían los emanados de la élite de la sociedad del conocimiento.

En este sentido, en un confinamiento como lo que está ocurriendo en estos tiempos, por la contingencia sanitaria y, un reordenamiento del control en la producción del conocimiento, Alba aseveraba que “estaríamos perdiendo quizá, la más preciada de las capacidades humanas, es la capacidad de ir aprendiendo, de ir interactuando con su entorno, de ir interactuando con nosotros mismos”, asimismo añadía que “la disminución del trabajo pedagógico condena al oscurantismo intelectual de la sociedad, impidiendo el desarrollo de la inteligencia colectiva”, en esta perspectiva se disminuye, al mismo tiempo, los escenarios para la construcción en lo colectivo de otros mundos posibles, más justos, más humanos y humanizantes.

Por lo que respecta a Omar Hurtado [3], mencionaba que “el Apagón Pedagógico Global lo entendemos como la virtual eliminación de los soportes de la pedagogía transformadora”, añadía también “porque la educación encierra en sí misma el germen de la transformación y modificación fundamental de la sociedad para convertirla en una sociedad más justa y humana”, en este escenario y en estos tiempos de confinamiento, el oportunismo salvaje del capitalismo tiende a reconfigurarse y a reconfigurar a las sociedades para volverlas, aún, más deshumanizadas e injustas.

Hurtado observaba que esta eliminación se expresa en el “control” de la educación en manos de las corporaciones internacionales (FMI, BID Y BM), hipócritas fachadas del neoliberalismo como las denominé en mi anterior artículo, ver [4], en este mismo, menciono la estructuración e imposiciones que vienen en cascada hasta llegar a las políticas educativas de los países alineados y alienados a estas corporaciones. En este contexto, se amordaza todo acto de transformación, de rebeldía, de resistencia y de divergencia, tanto de estudiantes como de docentes.

A continuación, me centraré en la entrevista que le hicieron a Iliana Lo Priore [5], en la cual, remarcaba algunos componentes generadores del APG, entre ellos, se encuentra la fragmentación que presenta la educación inicial entre el cuidado-atención-educación como “temas aislados” o como temas en pugnas, asevera que “la inversión social de muchísimos países, en este momento, todavía siguen apuntalando una de ellas que es el cuidado”, sugiere una relación dialéctica de esta triada “para lo que nosotros aspiramos como metas establecidas en la agenda 2030 para nuestros niños y niñas”, en esta agenda se decretaron, desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) [6] como metas a alcanzar para ese año.

Otro componente que develaba y advertía Lo Priore es “el modelo de escuela en uniformidad”, es decir, homogenizar a los y las niñas desde temprana edad con estándares que deben cumplir según el perfil de egresos de los programas educativos, se incluyen también las sugerencias didácticas, planeaciones, evaluaciones, como si estos y estas no fueran diversxs. En este contexto, refería que esta homogenización “ciega todo indicador de creatividad y originalidad”, por lo tanto, sería un ataque certero y constante a la diversidad.

El tercer componente que advertía es la “exclusión de la educación en su etapa maternal como obligatoria” y la remiten únicamente como obligación familiar sin una guía o acompañamiento de un o una docente. En este contexto, los miembros de las familias se ven obligados a educar conforme ellas o ellos fueron educados, con el hito de la reproducción de las sociedades y perpetuación del sistema imperante.

El cuarto y último componente que Lo Priore advertía es “la descontextualización y falta de pertinencia cultural y social que tienen los recursos de aprendizajes”, añadía también que “hay elementos de mercantilización de la educación inicial donde se venden una cantidad de juguetes y de espacios de aprendizajes que se reproducen en los distintos países que tienen características distintas”. En este sentido, se observa en plataformas digitales, muy oportunas en esta época de confinamiento, programas para estimulación temprana, roles o actividades para los miembros de las familias encargadas de la educación de sus niños o niñas, del mismo modo, lugares en dónde comprar artículos educativos y un sinfín de objetos, juguetes, videos, canales televisivos, youtubers, etc. Que son consumidos a diario desde los hogares, pero ¿Qué pasa con aquellos niños y niñas en donde, las familias, no cuentan con los medios económicos o comunicacionales para la adquisición de estos recursos?, simplemente son excluidxs.

De lo anterior, podemos observar en los distintos centros públicos o privados que  atienden a niños y niñas en los primeros años de vida, lxs cuidan niñeras y niñeros que no cuentan con una formación profesional docente, unos y unas ni siquiera cuentan con una, sin denostar la ardua labor que realizan las y los niñeros, la finalidad del sistema capitalista es desprofesionalizar la labor docente y despedagogizar a la educación (dos componentes esenciales del Apagón Pedagógico Global que veremos más adelante), este objetivo va en aumento e invadiendo a los otros niveles educativos.

Del mismo modo, Luis Bonilla-Molina [7], ha develado y advertido los grandes efectos de cambios que se vienen gestando en lo económico, político y social que inciden en lo educativo en el advenimiento de la cuarta revolución industrial. En el componente económico aseveraba Bonilla-Molina que, existe una reconfiguración del consumo desde casa, es decir, por medio de dispositivos electrónicos con acceso a internet se compran infinidad de artículos que se publicitan en las diferentes páginas web y redes sociales, esto ha venido en aumento y, en el estado de confinamiento contemporáneo, al parecer, es un boom para los grandes consorcios transnacionales por la proliferación, incremento de usuarios, incrementos de compras y la generación de nuevos monopolios.

Plataformas digitales de compras oline que vienen compitiendo por la hegemonía en ventas y acumulación de grandes cantidades de capital digital, entre ellos, tenemos a Amazon, Alibaba, Ebay, Rakuten, Vente Privee, Zalando, entre otros y, en mi país, México, tenemos a Mercado Libre, Walmart México, Coppel, ELEKTRA, Liverpool, entre otros, ver [8]. En este sentido, Luis aseveraba que “implica la sustitución de vendedores y el desarrollo de nuevos mecanismos de robótica para que esto suceda”, asimismo para que la experiencia de compras sea de una forma más fácil y rápida. Las personas que no cuentan con un dispositivo tecnológico e internet, simplemente quedan excluidxs, ¿Qué pasaría con lxs excluidxs si los artículos de la canasta básica solo se pudieran comprar y conseguir en línea? La cantidad de personas con hambre aumentarían y buscarían la forma de sobrevivir o simplemente, morirían.

En el plano político también existe una transformación en la participación, el mismo investigador mencionaba que “la mayoría del ejercicio político se hace desde la comunidad de la casa desde un computador, haciendo participación política online”, en este contexto, podemos observar a candidatos, ex gobernantes, gobernantes actuales, etc., haciendo política desde las redes sociales, así también solo basta escribir en GOOGLE el partido del cual se quiere afiliar o conocer y con un solo clic aparece su página web, por ejemplo, ver [9], los espacios físicos vienen en obsolescencia por el manejo de la virtualidad.

En lo que se refiere a lo social, Bonilla-Molina denunciaba que “hay una relocalización en el mecanismo de socialización en la casa y en la virtualidad de las redes”, en solo cinco años de su develación y advertencia sobre la tendencia a estar recluidos en la casa, el coronavirus COVID-19, ha sido un acelerador para este confinamiento y para el incremento del uso de la virtualidad, ahora las clases son virtuales, las tareas son virtuales, las compras son virtuales, las charlas son virtuales, las clases de yoga son virtuales, los amores son virtuales, las caricias y besos son virtuales, hasta las relaciones sexuales son ya virtuales. En este contexto, ¿qué sucede con lxs que no tienen casa? Ya ni se diga de virtualidad, les piden que se queden en casa ¿Cuál casa?, si su casa son las calles y su cama una banqueta.

Del mismo modo, en las tecnologías, en las investigaciones que ha realizado Luis Bonilla-Molina, nos advertía que “la tecnología cada vez más tiende a sustituir a los estados nacionales, el estado, ha creado una especie de estado virtual que nos remite a ir a buscar la seguridad de la casa”, en este contexto, las autoridades gubernamentales de los tres niveles, en México, en este estado de confinamiento, toda información mediante discursos, textos, imágenes y demás, las han estado socializando a través de las redes sociales más populares como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, entre otras, por consiguiente se reconstruye el estado en la realidad virtual.

Los otros dos componentes que mencionó este investigador son: la despedagogización de la educación y la desprofesionalización docente; en la primera, hace referencia que en diferentes momentos de la segunda parte del siglo XX y, en lo que vamos del XXI, se viene tendiendo el terreno para la eliminación de la pedagogía fragmentándola en sus diferentes componentes, convirtiendo a estos en “modas” educativas, el investigador Luis Bonilla-Molina mencionaba las siguientes “la didáctica, métodos gerenciales y de planificación, evaluación, currículo, calidad educativa y los sistemas de evaluación”, en este sentido, se construye y programa las conceptualizaciones de los y las docentes sobre cada una de estas “modas” educativas, mientras que, se desconoce la semántica y semiótica de la pedagogía, este trabajo ha durado setenta años, hoy en día, la mayoría de los y las docentes desconocen su significado.

Mientras que en la segunda, mencionaba que “cada día se dice más que no es necesario ser maestro o ser profesor para dar clases y se comienzan a habilitar en los sistemas escolares a cualquier profesional para ejercer la docencia en el aula”, en este sentido vemos pues, a ingenieros, abogados, informáticos, administradores de empresas, matemáticos, entre otras, asimismo la proliferación de youtubers que han venido a educar a niños, niñas y jóvenes, sin ninguna formación en pedagogía y, recordemos que, la pedagogía, es parte de las ciencias sociales y esta, a su vez, forma parte de las ciencias humanas, por estas razones se advierte sobre la peligrosidad de la tendencia a deshumanizar a las sociedades.

En este confinamiento, los ambientes de aprendizajes virtuales vienen a sustituir al salón de clases, en este sentido denunciaba Bonilla-Molina sobre “la destrucción del concepto del aula y de la escuela”, las charlas de pasillos, las idas al baño, los roces, las lágrimas, las risas, los olores, la limpia del pizarrón, ocupar la silla sea que haya sido elegido por los y las estudiantes o no, los gritos de felicidad a la hora de recreo o de educación física, entre otras interrelaciones físicas que se daban hace aproximadamente catorce días en mi país, en otros, han sido hasta cuatro meses, son eliminados de golpe, creando nuevos imaginarios colectivos y paradigmas en y desde las virtualidades.

Pero si este confinamiento sigue perpetuándose ¿qué pasaría con las escuelas construidas y por construir? Para ello el investigador mencionaba sobre “destruir el compromiso de los estados en el financiamiento de infraestructura para la construcción de planteles”, es pues, más redituable construir ambientes de aprendizajes virtuales desde un dispositivo electrónico que construir una escuela, o bien, contratar un youtuber o un docente que atienda simultáneamente a cientos o hasta miles de estudiantes, que a cincuenta docentes que atiendan en las escuelas físicas.

Por otro lado, Vladimir Acosta [10], aseveró sobre la mercantilización de la educación pública, específicamente sobre la educación superior, esto devenido de la “famosa reunión de Bolonia” [11] al finalizar los años 90’, de la cual, se reformaron las políticas educativas a nivel mundial. En este contexto, acosta arremetió sobre las imposiciones neoliberales y su “idea fundamental de destruir por completo a la educación, el papel que cumplía las universidades, los métodos, los contenidos de esa educación”, la educación como un medio más para la obtención de ganancias y aculturación de las futuras generaciones con base en su objetivo primordial, el consumo.

Acosta mencionaba también sobre que, en Venezuela, “se suspendió por ejemplo la enseñanza de la historia, se la reemplazó por materias mucho más prácticas”. En este sentido, hemos venido diciendo acerca de los propósitos de deshumanización de las sociedades usando como medio a la educación, en esta, se impuso a mediados de los 90’ una jerarquización de las asignaturas conforme a su utilidad, eficacia y eficiencia, según los intereses y necesidades no de las sociedades, sino del capitalismo.

De lo anterior, Acosta afirmó que “ese apagón que significa prácticamente reformular la educación en términos puramente mercantiles, que significa además escoger los temas, los contenidos, las áreas que tienen prioridad o que tienen importancia para ese modelo”, en este marco, el capitalismo impulsó desde sus discursos y usando todos sus medios posibles, una educación estandarizada e instrumental, esto le permitió crear nuevos imaginarios educativos en las sociedades. El modelo educativo que ayudó a instalar los nuevos perfiles fue el del STEM+R (Alianza para la Promoción de STEM, 2019), por sus siglas en inglés, que ponderan una educación basada en la ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y la lecturas que, por fuertes y constantes críticas de que este modelo era totalmente instrumental, se incluyó, a partir del 2009, a las artes, convirtiendo su siglas en STEAM+R; aunque este modelo haya incluido a las artes en representación de las ciencias humanas, no dista de ser instrumental y, por lo tanto, deshumanizante.

Pero ¿por qué es deshumanizante este modelo?, acosta nos remitió porque “excluye todo lo que tiene que ver con identidad, con formación de una cultura”, al excluir las materias de las ciencias humanas, solo se permite la instrumentalización de razón con el hito de formar personas que solo sepan leer manuales y seguir instrucciones, en este sentido, se omite la construcción del conocimiento, la inhibición del pensamiento crítico, creativo y divergente, es decir, el modelo educativo neoliberal del STEAM, impone las formas de pensar, de percibir, de crear, las reglas, las normas y los instructivos, con el fin de homogenizar a las subjetividades.

A lo anterior, Acosta arremetió que “La historia es un enemigo, la filosofía es un enemigo, la sociología es un enemigo, la antropología es un enemigo”, enemigo por que se enseña a pensar libremente, a observar y develar los fenómenos sociales de las realidades que ocurren en la cotidianidad, a leer entre líneas a la realidad impuesta desde el capitalismo, a ser creativos, a ser imaginativos, es decir, enseña y se aprende a ser humano. Del mismo modo, mencionó que, los jóvenes, se “animalizan” y se “embrutecen” con el uso de la tecnología, pues éstos, aprehenden acríticamente toda información bajada de internet.

Por otro lado, Rubén Reinoso [12] advertía sobre los retos que tiene la escuela en la era tecnológica, pues su vertiginosa transformación e innovación es sumamente peligrosa, peligrosa en el sentido de que, los y las docentes, estamos desfasados del proceso de transformación e innovaciones tecnológicas, mientras que lxs estudiantes la aprenden aceleradamente fuera de la escuela, es decir, mientras que lxs docentes seguimos enseñando las tablas de multiplicar, el capitalismo tecnológico ya cuenta con inteligencia artificial que va aprendiendo rápidamente de la especie humana. Esta aceleración de las tecnologías, Reinoso aseveraba sobre el término de “pos humanismo”, es decir, sobre los requerimientos de un nuevo perfil que deben de tener las personas a finales del siglo XXI.

En este marco, también advertía sobre “hay toda una línea de trabajo que plantea cómo se producen modificaciones en la cognición y en el cerebro debido a la tecnología que se utiliza para el desarrollo de la comunicación” añadiendo que esta comunicación “va desde el habla, después la escritura, después el telégrafo, el teléfono y ahora la televisión y las TIC”, entonces, la mayoría de lxs docentes seguimos desfasados y estancados en contenidos, modelos, métodos y prácticas que, distan de los intereses y necesidades de lxs estudiantes en la era digital.

Reinoso comentó que existen “cuatro problemas fundamentales” en los procesos educativos formales que se deben plantear, el primero se refiere a “la necesidad de que construyamos teorías que nos permitan explicar y dar cuenta de los fenómenos que se están dando hoy en día en el campo de la educación en general y en el campo de la pedagogía”, con respecto a esto, desde las pedagogías críticas y las educaciones populares, es necesario construir propuestas contra hegemónicas que contrarresten y liberen de la voracidad alienadora del capitalismo tecnológico, el cual, instrumentaliza a la razón de lxs estudiantes, emanadas desde las élites de la sociedad del conocimiento.

El segundo problema que develó el investigador es sobre “el desarrollo de la herencia cultural”, en este advierte que estamos viviendo “fenómenos típicos de un momento transicional”, es decir, nuestrxs abuelxs (de más de 70 años de edad) percibían, con solo observar el cielo, si el día sería lluvioso o si sería soleado; a la tierra, si habría buena cosecha o no, provenientes de un mundo de información analógica que les ha costado aprender y aprehender sobre las realidades digitales y virtuales, muchos no quisieron siquiera aprender, mientras que, los nacidos antes de los 90’ que oscilan entre los 35 a 55 años de edad, Marc Prensky en (Institución Educativa SEK, 2010), los ha denominado como “inmigrantes digitales”, es decir, las necesidades lxs llevaron a aprender estas realidades, estas y estos tienen un pie en el mundo analógico y un pie en el mundo digital-virtual, pueden entonces, percibir los días lluviosos o soleados, pero ya no nos esforzamos y sacamos el dispositivo para confirmar en una aplicación de los climas sobre esto. Los nacidos en los años 90’ a la actualidad, Prensky los ha denominado como “nativos digitales”, los cuales, tienen grandes habilidades en los lenguajes y realidades digitales y virtuales, desconociendo por completo el mundo analógico, por lo que se basan únicamente en informaciones digitales y virtuales.

Por lo anterior Reinoso afirmaba que “no estamos entendiendo a nuestros hijos, porque nuestros hijos manejan una tecnología que nosotros no manejamos”, en este contexto, a la transición a la que se refiere será instalada en nuestrxs nietxs, es decir, la cultura digital-virtual en la que nacieron, aprendieran y aprehendieran nuestrxs hijxs será transferida a sus hijxs, dando paso a una nueva cultura, la digital-virtual.

En estos tiempos de confinamiento sanitario obligatorio, los inmigrantes digitales nos hemos encontrado con fuertes incertidumbres en el momento que, nuestros gobiernos, nos obligan a llevar a cabo una educación a distancia, desde casa, en línea y/o virtual. En este sentido el coronavirus COVID-19 ha develado tanto la precariedad de infraestructura tecnológica de la que cuentan los sistemas educativos, docentes y estudiantes, como la precariedad de habilidades y conocimientos de las virtualidades que tenemos lxs docentes y, la mayoría, nos hemos dedicados a investigar en diferentes aplicaciones tecnológicas el funcionamiento de esta virtualidad, participando de manera pasiva o activa en las diferentes videoconferencias que ofrecen diversos medios e investigadores, aquellxs que no cuentan con internet y solo cuentan con al menos un dispositivo tecnológico, se reducen a mandar en los grupos de WhatsApp u otras redes sociales los trabajos o tareas con el fin de abarcar los contenidos de su programación, lxs que no cuentan con esto, quedan excluidxs.

El tercer problema que ha advertido Reinoso es sobre “la necesidad de reivindicar el acto pedagógico como un acto de encuentro cara a cara”, añade también “creo que es fundamental que nosotros desarrollemos tecnologías de diversas naturalezas y la utilicemos, pero el hecho de que la gente vaya a un acto de aprendizaje en compañía de los otros, es fundamental”, en relación a esto, los miedos que ha causado el coronavirus COVID-19 para confinarnos en casa, nos desterritorializa de ese encuentro, por lo tanto, la pedagogía y la educación tiene la tendencia de ser destruida, de ser apagada, mientras que el acto educativo se vuelve netamente bancaria, en el sentido que, lxs docentes, mandan los trabajos o tareas y lxs estudiantes las elaboran.

De lo anterior, para el capitalismo tecnológico salvaje, este confinamiento, le ha servido como medio para desterritorializar a las pedagogías y a las educaciones, con el fin de promover la virtualización de la educación y la ineptitud de lxs docentes, para luego dar paso a sus soluciones privatizadoras. Es por ello que, la escuela, es un espacio fundamental para el proceso dialéctico de enseñanza-aprendizaje con base en la dialogicidad y encuentro con lxs otrxs.

Asimismo, Reinoso se hizo una importante interrogante ¿pero eso significaría que no se utilizaran la tecnología? Y responde rotundamente “No, significa que la tecnología debe estar acompañada de la tecnología social, o sea, de la relación que tu tengas con los otros”, es decir, las tecnologías deben ser un complemento de las pedagogías, no confinar o subordinar las pedagogías a las tecnologías, porque estas, las pueden devorar, por lo tanto, destruirlas, objetivo primordial del capitalismo tecnológico salvaje.

El último problema que develó es sobre “la construcción de un docente de nuevo tipo que esté a la altura del desarrollo” con las siguientes características:

  1. “Capacidad diagnóstica,
  2. Capacidad humanista,
  3. Tenga profundo conocimiento de los fenómenos de su tiempo, a nivel global y local,
  4. Ser una persona que maneje herramientas de orden pedagógicas para contribuir a la modulación intelectual e independencia”

Este tipo de docentes, deben pues, estar en constante actualización inherentes a la construcción de ciudadanía, no para los intereses del capital, sino para la trasformación de las sociedades en unas más justas, humanas y humanizantes.

Por todo lo anterior, el confinamiento obligatorio de las sociedades por el coronavirus COVID-19, por lo tanto, de las pedagogías y de la educación, ha sido un catalizador por el cual, el capitalismo cognitivo y tecnológico, ha aprovechado para acelerar el Apagón Pedagógico Global que tanto habían advertido y develado los investigadores antes mencionados.

Ante esto, el magisterio en distintas partes del mundo y, en referencia a mi país, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha construido alternativas educativas, empero, en la perspectiva de lo local y, ha dejado a un lado o con avances muy lentos en lo referido a lo global y sus innovaciones tecnológicas. En este sentido, el coronavirus COVID-19 y su inherente reclusión domiciliaria, ha develado la precariedad, lentitud, exclusión y miedos que han tenido estas alternativas, en el abordaje e incorporación de las innovaciones tecnológicas, al mismo tiempo permite, como caldo de cultivo, la vertiginosa construcción de propuestas educativas contra hegemónicas con el hito de resistir y construir otros mundos posibles.

 

El coronavirus COVID-19, exclusivo e inclusivo

No entraré en el debate y/o especulaciones sobre si el coronavirus COVID-19 es o no un ataque biológico y/o una estrategia para apoderarse de los mercados, ya que existen fuertes debates al respecto, asimismo notas falsas que circulan por las redes sociales, con el paso del tiempo se develará, para ello la Organización Mundial de la Salud menciona sobre la posible fuente:

Hasta la fecha se desconoce la fuente del SARS-CoV-2, el coronavirus (CoV) que causa la COVID-19. Todos los datos disponibles sugieren que el SARS-CoV-2 tiene un origen animal y no es un virus creado en laboratorio. Lo más probable es que el virus tenga su reservorio natural en los murciélagos. El SARS-CoV-2 pertenece a un grupo de virus genéticamente afines en el que se encuentran también el SARS-CoV y otros CoV que han podido aislarse en poblaciones de murciélagos. El MERS-CoV también pertenece a este grupo, pero está menos relacionado con estos últimos[13]

Este apartado, lo importante es dar a conocer ¿qué es el coronavirus COVID-19?, ¿Dónde surgió?, ¿hacia dónde se expandió?, ¿a quiénes afecta? Y por último ¿qué ha originado?

Para ello, me apoyaré en las fuentes que otorga de manera digital la Organización Mundial de la Salud donde menciona que “La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019” mismo documento, el cual, se expandió por la movilidad de las personas hacia Tailandia, Corea del Sur, Japón, avanzó hacia Europa, Italia el más golpeado por esta enfermedad repunta con el mayor número de muertes.

Aparecieron los primeros casos en el continente Americano y África, los casos confirmados fuera del epicentro fueron incrementándose, para el 30 de enero la OMS siguiendo sus protocolos, declara como “emergencia de salud pública de importancia internacional” [14]. China como epicentro y con mayor número de contagios empezó a tomar acciones un tanto autoritarias hacia sus sociedades, obligándolos a confinarse de manera rotunda en sus casas con el fin de frenar la propagación, Estados Unidos empezó a repuntar con mayor cifra de infectados que hasta este 10 de abril presentó “467,000 infectados y 17,000 muertes” [15].

El coronavirus COVID-19, afecta a todxs, no respeta edad, clases social, raza o género, pero las estadísticas demuestran que es más letal para lxs de la tercera (de 65 a 75 años) y cuarta edad (más de 75 años) porque su sistema inmunológico es débil, porque tienen enfermedades crónicas y afectaciones a la salud previas al contagio por la COVID-19, las cifras nos muestran, hasta el 20 de marzo, que de “70 a 79 años: 8% de mortalidad; 80 años o más: 14.8% de mortalidad” [16], este escenario va disminuyendo conforme disminuye las edades y afectaciones previas de salud que presentan las personas.

 Bajo este marco, podemos observamos que, nuestrxs ancianxs, son más propensos a morir con esta enfermedad, bajo las miradas tristes y el dolor incesante de las familias por tal o tales pérdidas, sin embargo, puede parecer que el coronavirus COVID-19 se ha convertido en fuerte aliado desde la perspectiva del capitalismo rapaz, ya que tiende a desechar a las personas improductivas que solo generan gastos a las instituciones públicas y privadas, ancianxs que, trabajaron durante toda su vida siendo explotados con salarios miserables, la COVID-19 les viene a dar el tiro de gracia.

Por otro lado, en Estados Unidos el coronavirus COVID-19 se ensaña con infectar y matar más a latinos de pueblos originarios y, afrodescendientes se observa la cifra del “62% de muertos en la ciudad de Nueva York” [17], esto no significa que el coronavirus sea racista, sino que devela las fuertes desigualdades socioeconómicas que impera en ese país, pues, en las poblaciones con mayor presencia de inmigrantes y pobreza, la brecha del lenguaje ha sido crucial para esta cifra, asimismo y haciendo énfasis que, las personas, viven al día, es decir, salen de sus casas para trabajar y llevar comida a sus familiares, entrando en el dilema si “morir de hambre o de COVID-19” y, al parecer, han escogido la segunda.

En este contexto, el coronavirus COVID-19 es exclusivo para las personas que están socioeconómicamente bien acomodados (clase alta), pues, por sus viajes de placer, trabajo o diversión fueron éstas las que, en varios países, llevaron el virus, sin embargo, se vuelve inclusivo de lxs pobres, los más vulnerables, los que no cuentan con un trabajo y salario que les permita confinarse, los que arriesgan la propia vida y la de los suyos para evitar escuchar los rugidos de los estómagos de sus hijxs por hambre y lo que más han sido golpeados por esta calamidad; ojalá que aprendamos de este coronavirus, no de su destrucción, pero si de su inclusión, su igualdad y equidad.

El coronavirus ha develado también la fragilidad y debilidad de los sistemas de salud en distintas partes del mundo, causadas por el neoliberalismo y sus disfraces financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que pide como requisito, para otorgar sus créditos, recortes presupuestarios en el gasto público en confabulación con gobiernos corruptos, entre ellos, al sector salud y al educativo, la lectura tras las líneas de esos requisitos nos devela que, nos quieren ignorantes y enfermos, la primera para perpetuar y reproducir el sistema imperante, la segunda para consumir tratamientos médicos, de a poco o mucho, por los diversos padecimientos que se tiene por el desgaste de nuestros cuerpos originados por la enorme explotación en la que vivimos, asimismo para no tener fuerzas a manifestarnos, resistir y luchar para la transformación de las sociedades en una más justa, humana y humanizante.

Para este 10 de abril tenemos ya un recuento de 1.6 millones de infectados y más de 100,000 muertos en todo el mundo, esto ha provocado, en muchos países, la salida de las fuerzas del orden a las calles, desde policías municipales hasta el ejército, con el fin de mitigar el riesgo de contagios de la población, sin embargo, ha provocado también fuertes violaciones a los derechos humanos, en la India, ver [18], se observan a policías que golpean con palos a las personas que caminan por las calles; en España golpean a mujeres y a jóvenes, detenciones a todxs lxs que se encuentras en las calles, entre otros abusos. Según datos de la OIT, existen “casi 500 millones de personas afectadas por insuficiencia de empleos remunerados” [19] lo que no permite confinarse siquiera por un día y, lxs arroja a las calles para poder sobrevivir arriesgándose al contagio.

Por lo que respecta a México, los pueblos originarios a lo largo de la historia han sido excluidos por las sociedades y por el mismo gobierno, en esta emergencia sanitaria no dista mucho de estas realidades, los pueblos originarios ubicados a lo largo y ancho de mi país también son grupos vulnerables ante el embate del coronavirus COVID-19, en este sentido, una de las voceras de los pueblos originarios de la región selva del estado de Chiapas, ha salido a denunciar y develar la exclusión y desinterés por parte de las autoridades gubernamentales, afirma que “si nos pega el coronavirus moriremos en silencio” [20], en la misma añade “No ha dicho que hace o nos han dado protocolos a seguir”. En este contexto, el sector educativo tiene las mismas características excluyentes y discriminatorias para los que menos tienen, de esto hablaré en el siguiente apartado.

Por lo anterior, el coronavirus COVID-19 ha develado un cúmulo de exclusiones, violencias y desigualdades en todo el mundo originado por el neoliberalismo salvaje, y su privatizador objetivo de los sistemas públicos bajo la bandera del FMI.

 

Ensayo y error del capitalismo cognitivo y tecnológico

Con el paso del uso de la microelectrónica a la nanoelectrónica surgió la cuarta revolución industrial donde, además, las telecomunicaciones experimentan un desarrollo estrepitoso, dando como resultado la fabricación de aparatos diversos que cooptaron la atención de la sociedad mediante intensas campañas publicitarias que llegaron hasta los lugares más recónditos de la geografía y que han dado como resultado una sociedad digital-virtual cada vez más consumista.

El capitalismo ha empleado todos los recursos que ha tenido a su alcance para que a través de la publicidad desmedida impacte en las subjetividades de los seres humanos de todas las edades y estratos socioeconómicos. La economía, la política, la educación han sido objeto de reformas estructurales sucesivas, en virtud a la velocidad de los cambios experimentados por la ciencia y la tecnología que ha hecho necesario ajustarlas a las nuevas necesidades de la sociedad y sobre todo a los intereses del régimen capitalista que se ha tornado insatisfecho en su insaciable deseo de cautivar las subjetividades de las personas y hacerlxs sujetos consumidores, alienados y enajenados a tal grado de perder su identidad.

Este avance en la tecnología y en la industrialización ha provocado el abandono del campo, la destrucción progresiva de la naturaleza y una incontenible contaminación al medio ambiente a través del desmesurado incremento de desechos inorgánicos y la utilización cada vez mayor de sustancias químicas para la agricultura, acto que ha generado que el ser humano atente en contra de su propia vida.

Por otra parte, es importante destacar la rivalidad entre las naciones más poderosas, en las que  la superioridad se mide desde la capacidad bélica que posean, lo que significa en última instancia que, la  tecnología  de punta en comunicaciones, programación, robótica y el uso de inteligencia artificial, esté más enfocada a construir instrumentos para la guerra que para el bienestar de la humanidad (Noah, pág. 339).

Google, una de las compañías multinacionales más avanzada en inteligencia artificial, entre sus servicios ofrece búsqueda de información, lugares geográficos, videos, entre otros, de manera tal que cuando un usuario es recurrente en la búsqueda, el software tiene la capacidad  de identificar el perfil de éste (Noah, págs. 368-370); archiva toda la información del cibernauta, pues al ingresar al sistema para realizar una nueva búsqueda, infiere el interés más frecuente del usuario.

En efecto, en este confinamiento obligatorio en el que vivimos, Google empezó ya ha controlar la movilidad de los usuarios, dando en el discurso las “bondades” que tiene para el control de la propagación de la pandemia y, “[…] si los confinamientos por coronavirus se aplican” [21], en este sentido, la peligrosidad que se presenta es que comienzan como bondades, a mi perspectiva como un ensayo y error, con el fin de convertirse en necesidad y reconfigurar los imaginarios sociales donde permita que, este procedimiento de control, se normalice.

Pareciera ser que toda esta bondad no representase ningún peligro, sin embargo, le da la opción de poder violentar la privacidad de los usuarios, ingresar a toda la información relacionada con estos (cuentas bancarias, lugares visitados, acciones financieras o transacciones comerciales realizadas, ubicación geográfica, entre otras), adquiriendo un fuerte poder de control sobre las sociedades desde las aceptaciones de sus condiciones y términos de la política de la empresa.

El confinamiento del COVID-19, es un importante y oportuno momento para el capitalismo cognitivo y tecnológico salvaje en el sentido de “ensayo y error” para aplicar sus innovaciones tecnológicas en todos los sectores y reestructurar a las sociedades relocalizadas en casa, limpiando el terreno para el advenimiento de la cuarta revolución industrial y la automatización.

El cuarto cambio de época, las industrias 4.0 o la cuarta revolución industrial, en palabras del fundador del foro de Davos, Klaus Schwab (Schwab, 2016), en su libro “la cuarta revolución industrial” explica que:

“[…] se basa en la revolución digital. Se caracteriza por un internet más ubicuo y móvil, por sensores más pequeños y potentes que son cada vez más baratos, y por inteligencia artificial y el aprendizaje de la máquina” (pág. 13).

La automatización de los grandes sectores de producción, en primera instancia, se augura las bondades para que, en la colaboración con los seres humanos, las máquinas, haya una complementación entre ambos, sin embargo, dista mucho de esa complementariedad y pasa a sustituir, las máquinas automatizadas e inteligentes, a los seres humanos. En este marco, estos sensores al ser más “baratos, pequeños y potentes” no necesitan de un salario constante, ni prestaciones de ley, ni seguros de salud, ni formación de sindicatos que los respalden, por lo que, esta tendencia, se dirige a la destrucción total de la mano de obra humana.

El confinamiento del coronavirus COVID-19 es tomado como un espacio-tiempo de prueba y error para el advenimiento de la cuarta revolución industrial, a partir del miedo infundado por el contagio de la enfermedad al contacto con lxs otrxs, crean las necesidades, en primera instancia, de comprar insumos básicos desde casa, realizar pagos a tarjetas bancarias por transferencias electrónicas, realizar visitas virtuales a lugares turísticos, museos, entre otros; creación de supermercados automatizados y robotizados, escuelas virtuales en todos sus niveles, videollamadas a familiares que viven frente de nuestras casas, para luego “normalizar” estas actividades, destruyendo así las formas de relacionarse con lxs otros y de emplearse.

Por lo anterior, al no necesitar a lxs estibadorxs, organizadorxs, lxs de limpieza y cajerxs que trabajan en los supermercados; lxs cajerxs, supervisorxs y ejecutivxs que trabajan en las empresas bancarias; choferes de transportes y trabajadorxs de todo tipo en los sectores turísticos; docentes, académicxs, investigadorxs, entre otros, por lo tanto, serían despedidxs, creando con ello oleadas gigantescas de desempleos.

En este marco, se augura según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la desaparición de “195 millones de empleos en el segundo trimestre de 2020” (OIT, 2020, pág. 4), aunque pueden ser más, ya que existen 1250 empleados (OIT, 2020, pág. 5) que se les pueden reducir sus horas de trabajo o simplemente despedirlos.

Se observan cifras catastróficas en esta primera oleada masiva de desempleos que vienen a generar más pobreza y desigualdades, en la última semana de marzo y la primera de abril, solo en Europa, 11 millones de personas han perdido su empleo [22], en América Latina y El Caribe se han perdido 14 millones de empleos según datos de la OIT [23], En estados Unidos 17 millones empleos perdidos en las últimas tres semanas [24], en México se han perdido 346,878 empleos por la contingencia sanitaria [25].

Los sectores más golpeados según la OIT (OIT, 2020, págs. 4-5) son: actividades administrativas, comerciales y automotrices, actividades de alojamiento y de servicio de comida, entre otros; la enseñanza por su parte, tiene una afectación baja, ya que se estima en empleados temporales o interinos, todavía no se toca el bruto de los gremios magisteriales, sin embargo, creo que es debido a las resistencias y manifestaciones que se pudieran dar a nivel mundial, lo cual, en estos tiempos de contingencia sanitaria, sería un genocidio por parte de los gobiernos y de los capitalistas, o acaso ¿llevarán a cabo el chasquido de Thanos que devela Luis Bonilla en su artículo “Avengers, coronavirus y cambio climático” [26]?, esperemos que no.

Seguramente para ello, en el recuento de los daños sobre el proceso educativo una vez  que se haya levantado el confinamiento y regresado a clases, el capitalismo cognitivo y tecnológico usará su látigo denostador “El complejo Industrial Cultural” (Bonilla-Molina, 2018) para dar el último y letal golpe al magisterio mundial por la falta de habilidades, destrezas, conocimientos y/o “competencias” digitales-virtuales que presentan.

Es por ello, que mis augurios sobre los despidos masivos magisteriales, vendrán con las reformas pertinentes y legitimadas de los gobiernos corruptos y serviles a este sistema, en la segunda oleada masiva de desempleos una vez que el complejo industrial cultural haya hecho su labor de instalar, en los imaginarios colectivos, sobre la incapacidad en la digitalización y virtualización que presentan lxs docentes.

Una vez instalada las necesidades de educación en casa en este confinamiento, el uso de las tecnologías educativas o EdTech (nuevo lenguaje en los imaginarios), se han incrementado considerablemente ofreciendo de manera “gratuita” las digitalización y virtualización de la educación, con el fin de educar desde nuestros hogares. Comienza entonces la lucha por la hegemonía y mercantilización digital-virtual de la educación, una nueva forma de privatización sin que reaccionemos a la violación de uno de los principales derechos fundamentales, la educación pública.

La prueba piloto de ensayo y error del capitalismo cognitivo y tecnológico ha comenzado, desde antes y con considerable incremento a partir del confinamiento del coronavirus COVID-19, en China se disputan a la educación en línea entre las grandes compañías como China Telecom, China Mobile, Baidu, Huawei y Alibaba, este último presentó hasta el 11 de marzo un incremento de 120 millones de estudiantes (este número es solo la mitad de la población estudiantil de este país) como usuarios desde la aplicación DingTalk, según el diario digital xinhuanet [27].

Para esto, la UNESCO [28] hace un llamado a organizaciones internacionales, sociedades civiles y corporaciones privadas para unirse y “dar soluciones  a los aprendizajes a distancia y llegar a los niños y jóvenes que corren mayor riesgo” basados en el objetivo de “educación continua”, entre estas corporaciones transnacionales y dueñas de tecnologías de punta y acumulación de enorme capital cognitivo y tecnológico se encuentran a Microsoft, GSM, Weidong, Google, Facebook, Zoom, KPMG y Coursera; entre los organismos multilaterales y financieros mencionan a la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud, la Alianza Mundial para la Educación, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, el Banco Asiático de Desarrollo, entre otros, para la atención de más de 1,500 estudiantes se han visto afectados en este confinamiento.

En el mismo artículo, esta coalición, hace cuatro propuestas con respecto a “la educación continua” en este confinamiento, la primera referida a “ayudar a los países a movilizar recursos y aplicar soluciones innovadoras y adaptadas al contexto para impartir educación a distancia, aprovechando los enfoques de alta tecnología, baja tecnología y no tecnológicos”, en esta perspectiva, creo que, esas “ayudas” a las que se refieren es que, cada país, construya la infraestructura necesaria con sus propios recursos, en el advenimiento del control total del sistema educativo, en primera instancia, ofrecerán de manera “gratuita” programando, en los imaginarios sociales, bajo los discursos de las “bondades” que esta trae, sin embargo sabemos que detrás de esas “bondades” viene una voracidad de dominio, exclusión, control y explotación de lxs seres humanos.

La segunda propuesta que mencionan es en el sentido de “hallar soluciones equitativas y lograr el acceso universal”, a esto mencionamos con anterioridad sobre las “bondades” para detectar si el confinamiento se está llevando a cabo con respecto a la información de ubicación de las personas a las que tiene acceso Google, en un acceso universal, que debe ser un derecho público, sin embargo, detrás del discurso existen perspectivas de dominación y control de las sociedades, sus movilidades y violación a su privacidad.

En la tercera propuesta mencionan sobre “aportar respuestas coordinadas y evitar la superposición de esfuerzos”, en este sentido, el neoliberalismo hace construir infraestructura para posteriormente adjudicársela en colusión con los gobiernos corruptos y, los que terminamos de pagar todo eso, somos los ciudadanos.

En la cuarta propuesta escriben acerca de “facilitar el regreso de los estudiantes a las aulas, cuando las escuelas abran de nuevo, evitando así un aumento de las tasas de deserción escolar”, instalado ya, en los imaginarios colectivos, sobre la incapacidad de lxs docentes ante las innovaciones tecnológicas, las bondades y facilidades de la educación en línea y el miedo que se ha generando en el encuentro con lxs otrxs, las familias que tienen las posibilidades de educación online, puedo aseverar que, ya no mandarán a sus hijos a las escuelas, lo que permite una destrucción total de la educación pública de contacto físico.

La OIT por su parte, ver [29], menciona en una de sus discusiones sobre la acelerada necesidad  de las innovaciones tecnológicas “en el aprendizaje en línea y la facilitación de EFTP y de formación para la adquisición de competencias”, asimismo añade sobre el análisis de la concepción de “aprendizaje y formación en cualquier lugar, en cualquier momento”, en este marco, no se necesitarán a lxs docentes, sino a motivadores y entrenadores técnicos que adiestren instrumentalmente a lxs futuras generaciones, por lo tanto, las escuelas, lxs docentes, las aulas y todo el sistema educativo se reducirá a una pantalla y un ordenador con acceso a internet.

Ante estas imposiciones a manera de “propuestas” y discusiones devendrán reformas estructurales en los países de todo el mundo para legitimar estas acciones, al construir la infraestructura con los recursos públicos, al tener acceso a las identidades y subjetividades y, por lo tanto, generar un control total, al apoderarse de las infraestructuras construidas, al virtualizar totalmente la educación, desprestigiar, despolitizar y despedagogizar la labor docente, estas propuestas traen consigo uno de los objetivos principales del capitalismo cognitivo y tecnológico, el peligroso Apagón Pedagógico Global que tanto advertía Luis Bonilla-Molina.

En este contexto, el horizonte geopolítico, social, económico, cultural y tecnológico, producido por el confinamiento sanitario que conlleva el coronavirus COVID-19, afecta la vida cotidiana de millones de estudiantes y docentes a nivel mundial, desterritorializándolxs de la escuela en su realidad física y lxs relocaliza en sus hogares, es decir, hace una nueva territorialización de la educación en las realidades digitales y virtuales.

Esta desterritorialización de la educación confinándola a la casa, ha causado enormes brechas entre los que tienen al menos un dispositivo y conexión a internet o redes sociales y los que no, los que saben usarlo y los que no. Bajo este marco, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) menciona que el acceso a internet en el nivel de primaria solo el 56% de lxs estudiantes cuentan con este servicio dejando fuera a 44% de estudiantes, mientras que el 81% en secundaria cuenta con este acceso y solo el 19% no.

De lo anterior, aquellxs que cuentan con acceso y al menos un dispositivo, tienen 2 a 3 hijxs, esto dificulta el proceso, el confinamiento de México desde el 23 de marzo, las autoridades mencionaron  a lxs que tuvieran estos privilegios, optaran por usarlos para que no se retrasaran, aunque en muchos hogares y familias, estudiantes y docentes el proceso de enseñanza-aprendizaje se redujo a mandar tareas o trabajos desde las aplicaciones como el WhatsApp y Facebook, lxs que no cuentan con estos servicios privilegiados hoy en día, simplemente fueron excluidos y fueron reducidos a realizar las actividades de sus libros de textos, sin embargo, existen familias en donde no saben leer y escribir ¿quién o quiénes acompañarán a lxs estudiantes en la realización de estas? ¿Los hermanos más grandes? ¿Y a ellos quién?, observamos entonces las grandes desigualdades que se tiene en el país, en América Latina, en el mundo en sí.

Por todo lo anterior, se observa entonces, como el capitalismo cognitivo y tecnológico va limpiando el terreo en el advenimiento de la cuarta revolución industrial, la automatización de los procesos y el internet de las cosas, con el hito de reducir sus gastos y ensanchar sus ganancias, creando monopolios cognitivos y tecnológicos en aras de dominar, controlar, instrumentalizar y reconfigurar a las subjetividades con los objetivos de deshumanizar y de consumir.

 

Las resistencias, las alternativas, la incertidumbre

 A nivel internacional lxs investigadorxs Luis Bonilla-Molina, Iliana Lo Priore, Oscar Jara, Boaventura de Sousa Santos, entre otrxs y, los mexicanos Lev Moujahid Velázquez Barriga y Miguel Erasmo Saldivar Carrillo han venido criticando las actividades del neoliberalismo bajo las sombras del coronavirus COVID-19, los cuales defienden, desde las pedagogías críticas, las izquierdas pedagógicas, desde las educaciones populares, a  la educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad, a las escuelas físicas como espacios de encuentro, a lxs docentes y estudiantes, afirmando que somos seres tecnológicos, pero que esta no debe superponerse sobre las pedagogías, sino que es un complemento de ellas.

Algunxs de estos invetigadorxs empiezan a corroborar sus pronósticos que, desde hace años, advertían lo que el capitalismo cognitivo y tecnológico salvaje haría en su proceso de reestructuración y en el advenimiento de la cuarta revolución industrial y construyen hitos para resistir en esta prueba piloto de ensayo y error.

En México se han construido proyectos educativos alternativos y populares contra hegemónicos con el fin de construir otros mundos posibles, justos, humanos y humanizantes, como lo son el Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura del Programa de Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PNAEC-PDECEM), de Michoacán, el Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE), del mismo lugar, el Plan Alternativo de Transformación de la Educación de Oaxaca (PETO), el Proyecto de Educación Crítica de Baja California, El Proyecto de Educación Alternativo (PEA) en Chiapas, todos estos, surgidos desde las resistencias e izquierdas magisteriales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Me dediqué a indagar sobre ¿qué están haciendo las alternativas educativas en este confinamiento? Encontré lo siguiente:

  1. En el Proyecto de Educación Crítica de Baja California no encontré mayor información, solo que están donando artículos médicos y de protección ante el coronavirus COVID-19 al sector salud de su región, no encontré ningún sitio digital en el que se trabaje;
  1. En el Plan Alternativo de Transformación de la Educación de Oaxaca (PETO) solo encontré información de la presentación de su proyecto al ejecutivo federal en agosto del 2019;
  1. El Proyecto de Educación Alternativo (PEA) en Chiapas, fueron claros al momento de que el gobierno federal indicó el cierre de escuelas y confinarse, éstos optaron por seguir las instrucciones del gobierno y sus protocolos, reanudarán sus actividades una vez que termine la contingencia sanitaria, el PEA cuenta con una página web pero no hay actividad desde el año 2015, ver [30];
  1. El Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE) de Michoacán, solo cuenta con un usuario en Facebook, han elaborado cuadernillos digitales de diversos tipos como el de “economía solidaria”, “coronavirus y el desarrollo integral de la salud”, “cartilla de salud integral para preescolares”, “cartilla de salud integral para primaria”, “cartilla de salud integral para lactantes”, “cartilla de salud integral para maternales”, entre otros, estos son distribuidos por medio de las redes sociales como WhatsApp y Facebook, han elaborado videos de la manera de cómo usar la aplicación de Skype como medio para trabajar desde casa, ver [31];
  1. El Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura del Programa de Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PNAEC-PDECEM), este cuenta con una página web bien estructurada y con contenidos actualizados, desde el pasado 23 de marzo al 10 de abril han montado una serie de actividades y videos diarios con el fin de apoyar a lxs estudiantes, ver [32].

Podemos observar que solo dos de las alternativas educativas en México están actualizándose constantemente y compartiendo por medio de las redes sociales y por las páginas que cuentan, con el fin de apoyar a lxs estudiantes y sus familias, sin embargo, al preguntar sobre ¿Qué pasa con lxs niñxs que no tienen ni siquiera señal de telefonía y mucho menos de internet?  Las respuestas fueron un tanto desoladoras, “donde no hay internet o no tienen dispositivos, no hubo opción”, es decir, muchxs niñxs fueron excluidos, convirtiéndose en la incertidumbre de las alternativas.

Si bien es cierto que, las luchas populares en México y América Latina, habían incrementado e intensificado en los últimos meses, cabe señalar lo acontecido en Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, México, etc. pienso que éstas fueron las detonantes para poner en juego, en estos tiempos de reclusión domiciliaria, sus medios tecnológicos y su peligrosidad para poder mitigar las resistencias a inmediato y mediato plazo. Esta perspectiva de automatizar y virtualizar todo, atenta a la socialización cara a cara, a reunirse para luchar, para resistir y protestar, refundando los imaginarios de las sociedades con el hito de construir hegemonía, alienación, dominación y control desde las virtualidades.

En mi país, en América Latina y en el mundo, optamos por manifestarnos y protestar en colectivo con lxs otrxs, cerramos carreteras, edificios públicos y privados, gasolineras, supermercados de líneas transnacionales, en sí paramos el municipio, estado, país y continente, sin embargo ¿de qué manera vamos a manifestarnos y protestar en este estado de confinamiento? Puedo augurar que, en el momento de retornar a la «normalidad» de nuestra vida cotidiana de hace unos meses, podremos reanudar estás prácticas de antaño, pero ¿si el confinamiento se sigue prorrogando? ¿y si la próxima etapa de confinamiento tarda más de lo que está tardando el actual? O, peor aún ¿y si el confinamiento es permanente? En este contexto tenebroso y desolador ¿protestaríamos y nos manifestaríamos virtualmente, llenando las redes sociales con pancartas digitales-virtuales como lo hicieron los seguidores de Assnage? ¿tendría algún impacto en las sociedades y en las políticas gubernamentales? Preguntas que, desde las resistencias gremiales, debemos de reflexionar, debatir y construir propuestas contra hegemónicas.

A modo de cierre

  • Las develaciones y advertencias fueron desde hace más de cinco años y, tanto las izquierdas pedagógicas, las pedagogías críticas, las educaciones populares y las alternativas educativas, su avance ha sido lento en comparación de la velocidad enorme del capitalismo cognitivo y tecnológico, es por ello que debemos refundar la formación docente, tanto inicial como la continua, construirnos desde las digitalizaciones y virtualidades con el hito de construir contra hegemonía estando profesionalmente actualizados;
  • Para detener el APG, es necesario ser investigadores con el fin de construir teorías desde lo local fusionado con lo global (glocal) sin perder rumbo, esto nos permitirá presuponer a las pedagogías sobre las tecnologías, no olvidando las investigaciones constantes al ritmo de la velocidad en la que va el capitalismo cognitivo y tecnológico, ya que muchas veces quedamos en los debates y no las convertimos en propuestas;
  • Las alternativas educativas contra hegemónicas no deben temer a la inclusión de las tecnologías como complemento de las pedagogías, esto permite estar actualizados, mantenernos en constante construcción e innovaciones pedagógicas y tecnológicas;
  • Debemos exigir-nos y defender-nos en nuestras próximas oleadas de manifestaciones y protestas las precariedades y pauperización de los sectores educativos y de salud, puesto que, el coronavirus COVID-19, ha develado su fragilidad;
  • Debemos exigir-nos y defender-nos, salud y educación como derechos inalienables para todxs sin exclusión, en estos tiempos sabemos que son los dos sectores más importantes que existen, por lo tanto, debe ser pública y popular;
  • Debemos exigir-nos una conexión a internet universal, pública y popular, sin restricciones y sin perspectivas dominantes y de control, debemos exigir-nos respeto a nuestra privacidad digital;
  • Debemos estar atentos y en alerta para evitar campañas de denostaciones por parte del capitalismo a través de su verdugo “al complejo industrial cultural” hacia lxs docentes antes y después del término del confinamiento por la falta de habilidades en las innovaciones tecnológicas;
  • Debemos construir propuestas educativas con el fin de comunicar que, la escuela física, es un lugar de encuentro donde la socialización, las charlas cara a cara, los roces, los aromas, entre otros, son de gran importancia para el desarrollo integral de las capacidades humanas y, que las innovaciones tecnológicas, son un complemento de ese encuentro;
  • El proceso educativo no se puede automatizar, es necesario la parte humana con base en el encuentro con lxs otrxs;
  • Las alternativas educativas, pedagogías críticas e izquierdas pedagógicas deben avanzar a la par con las innovaciones tecnológicas y subordinarlas a las pedagogías alternativas, para evitar las exclusiones desde las mismas;
  • Lxs docentes debemos construir teorías y contenidos en los diversos espacios (físicos, digitales y virtuales) no para sustituir las aulas, sino para apoyar a las familias y evitar que algunx quede excluido.

 

Referencias

Alianza para la Promoción de STEM. (2019). Visión STEM para México. México: Alianza para la Promoción de STEM.

Bonilla-Molina, L. (2018). Mafaldas o Zombis. El complejo industrial cultural en el siglo XXI. Caracas: Ediciones OVE.

Institución Educativa SEK. (2010). Nativos e Inmigrantes Digitales. Barcelona: Distribuidora SEK, S.A.

Noah, Y. (2018). Homo deus. Breve historia del mañana. México: DEBATE.

OIT. (2020). Observatorio de la OIT – segunda edición: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones actualizadas y análisis. Ginebra: OIT.

Schwab, K. (2016). La cuarta revolución industrial. Barcelona: DEBATE.

 

[1] http://otrasvoceseneducacion.org/miradas-sobre-el-apagon-pedagogico-global

[2] https://www.youtube.com/watch?v=IjXdG4a4I78&t=182s

[3] https://www.youtube.com/watch?v=4B8DN6yywjw

[4] http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/339604

[5] https://www.youtube.com/watch?v=RYgzzqI-lvU

[6] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/

[7] https://www.youtube.com/watch?v=zZ79h4Zu4SE

[8] https://blog.credifiel.com.mx/las-10-mejores-tiendas-en-linea-en-mexico

[9] https://morena.si/

[10] https://www.youtube.com/watch?v=S6RwhbDKzd8&feature=youtu.be

[11] http://www.eees.es/es/eees-desarrollo-cronologico

[12] https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=-HHITyfdscM

[13] https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses

[14] https://www.who.int/es/news-room/detail/30-01-2020-statement-on-the-second-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-outbreak-of-novel-coronavirus-(2019-ncov)

[15] https://www.rtve.es/noticias/20200410/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml

[16] https://www.elplural.com/sociedad/tasa-mortalidad-coronavirus-edad_233928102

[17] https://www.clarin.com/internacional/estados-unidos/coronavirus-unidos-62-muertos-nueva-york-latinos-negros_0_Su6QK85oq.html

[18] https://www.20minutos.es/videos/internacional/4205527-la-policia-india-golpea-con-varas-de-madera-a-los-que-se-saltan-el-confinamiento-por-el-coronavirus/

[19] https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_734456/lang–es/index.htm

[20] https://www.sinembargo.mx/09-04-2020/3764640

[21] https://www.dw.com/es/google-publica-datos-de-ubicaci%C3%B3n-para-mostrar-si-los-confinamientos-por-coronavirus-se-aplican/a-53004885

[22] https://www.wsws.org/es/articles/2020/04/06/euro-a06.html

[23] https://www.ilo.org/americas/sala-de-prensa/WCMS_741222/lang–es/index.htm

[24] https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/04/09/crisis-del-coronavirus-17-millones-de-estadounidenses-solicitaron-un-subsidio-de-desempleo-en-las-ultimas-tres-semanas/

[25] https://www.infobae.com/america/mexico/2020/04/08/mapa-del-desempleo-en-mexico-los-seis-estados-mas-sacudidos-por-el-golpe-economico-del-coronavirus/

[26] http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/340966

[27] http://spanish.xinhuanet.com/2020-03/11/c_138867375.htm

[28] https://es.unesco.org/news/unesco-agrupa-organizaciones-internacionales-sociedad-civil-y-sector-privado-amplia-coalicion

[29] https://www.skillsforemployment.org/KSP/es/Discussions/EDMSP1_256639

[30] http://cnteeducacionalternativa.blogspot.com/

[31] https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=927033204382456&id=100012273554310

[32] https://educador-popular5.webnode.mx/

El autor escribe para OVE

Imagen: Gabriel Miguel Bero en Pixabay

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Ojo con sobrecargar a los niños con deberes durante la cuarentena

Por: Carolina García

El juez Emilio Calatayud alerta de que los menores ya tienen bastante con combatir el coronavirus. Varias expertas piden una racionalización justa de estas tareas

«El sistema de educación a distancia que se ha implantado para los niños en este confinamiento está siendo el mayor error de todos los que se están cometiendo. Todo se basa en hacer deberes y que los padres les enseñemos lo que tienen que hacer”. “Pensad que los adultos sí salimos. Poco, muy poco, pero salimos. Al supermercado, a tirar la basura, a pasear el perro. Pero hay niños y niñas sin terraza siquiera que no han tomado el aire ni unos minutos desde que empezó todo esto. Hay que frenar con los deberes”. Las quejas por la gran cantidad de deberes son una realidad en las redes sociales. Cada día, muchos padres y madres reconocen estar sobrepasados por tener que combinar teletrabajo y tareas escolares durante la cuarentena. Y muchos otros inciden en el hecho de que los niños llevan ya semanas encerrados sin salir de casa y que les estamos echando sobre la espalda mucha responsabilidad. ¿Se están adecuando correctamente las tareas escolares a la situación actual de confinamiento?

Una de las voces que ha entrado en el debate ha sido el juez Emilio Calatayud. El magistrado, defensor acérrimo de los maestros y la educación, ha recalcado, en el blog que publica con asiduidad en el periódico Ideal de Granada, que en esta etapa tan excepcional “los niños ya tienen bastante con el deber de luchar contra el coronavirus”. La crítica del juez se produce en un momento en el que España vive su peor semana, en cuanto a infectados y fallecidos, desde que comenzó la crisis del Covid-19. Calatayud, al que su carácter transgresor en sus opiniones siempre le acompaña un revuelo de polémica, ha querido en esta ocasión recalcar primero la admiración y respeto que siente por los maestros y profesores y los reconoce como imprescindibles, “pero para cuando esto pase”. “Pero ahora, por favor”, prosigue, “¡ojo con el exceso de deberes, maestros!”.

Para el juez, los menores ya tienen bastante con el deber de luchar contra el coronavirus. Y los felicita por ello: “Estar confinados es para ellos quizá más incómodo que para los adultos, pero saben que su papel es muy importante para evitar que se extienda el contagio entre sus abuelos”. No se olvida tampoco de los hijos de médicos, cajeras, policías, etcétera, y como estos “ven poco a sus padres y eso tampoco es fácil de sobrellevar”. “Y luego están todos los que han perdido a algún familiar. Los niños y los adolescentes aprenden todos los días una lección, pero también nos dan lecciones todos los días. Cuidemos también de ellos”, incide el juez.

Las expertas piden una racionalización más justa de estas tareas

Efectivamente, “en cuanto a los deberes, estamos ante una situación nunca antes vivida tanto por la necesidad de confinarse, pero sobre todo por la urgencia con la que se produjo”, explica Yolanda Salvatierra, psicóloga infantil. La visión de esta experta es que se ha intentado mantener la actividad al máximo como un mecanismo de defensa psicológica para no venirse abajo. “El sistema educativo reaccionó en ese sentido”, prosigue Salvatierra, “incidiendo en la necesidad de que se pudiera seguir en casa con el ritmo de las clases y que así no se parase el curso escolar. Pero es importante entender que haya que rebajar ritmos”.

Para la experta es esencial reorganizarse en casa y entender que cada familia lo tiene que hacer a su manera porque las realidades son distintas: “Ante situaciones tan duras y difíciles como esta epidemia que afecta a las relaciones y al contacto social, se necesitan tiempos y espacios para poder manejar la ansiedad, los miedos, la tristeza. Sí es interesante que las escuelas sigan ahí, en contacto con las familias, ofreciendo recursos, dando respuesta a las dificultades que aparezcan, pero sobre todo tranquilizando para que esas tareas no sean un factor más de presión psicológica”.

El mejor aprendizaje es entender lo que ocurre. “Los niños necesitan sentirse seguros y protegidos, adaptándose a las nuevas circunstancias y a los cambios que se van produciendo en las rutinas que los padres van ajustando”, explica Salvatierra. También en esta situación tenemos la oportunidad de dedicar tiempo de juego con ellos y pedirles que colaboren en las tareas domésticas, de esta manera, y, según la experta, “ fomentaremos los vínculos familiares y ayudaremos a cohesionar el manejo de las emociones de todos”.

La experta incide en la importancia de mantener los horarios de despertarse y acostarse así como de utilizar calendarios para situarse en el día de la semana. “Más que deberes, es más interesante que los profesores envíen objetivos a conseguir y propongan pautas. Hemos de ayudar a las familias a gestionar esta situación, no agobiarlas con más trabajo del que ya tienen”, concluye la experta.

Comunicación necesaria entre familia y profesorado

Ruth Alfonso Arias, educadora de familias de Disciplina Positiva y educadora de Infantil, añade que, los primeros días, las familias vivieron en un caos: “Muchos padres y madres comenzaron a recibir tareas por diversas plataformas sin parar, experimentando grandes dificultades para compaginar trabajo y deberes escolares”. La experta recuerda que esta situación de crisis es también una situación muy difícil para los docentes, una situación a la que nunca se habían enfrentado, motivo por el cual no se debe de dejar de valorar su gran esfuerzo: “Sin embargo, todo lo que estamos viviendo debe llevarnos a una reflexión más profunda y priorizar sobre qué es lo que prima en estos momentos. Una buena comunicación entre familia y profesorado podría acabar con las quejas de los padres”.

“Hay que tratar de llegar a un consenso para que esta situación pueda llevarse de la mejor manera posible para todos”, prosigue Alfonso, “pero, sobre todo, hay que pensar en los niños, en los que poca atención se está poniendo en esta crisis”. “Estos días, están viviendo grandes aprendizajes, que no olvidarán jamás y que no están presentes en ningún libro. Todos estamos pasando por difíciles situaciones, igual es momento de aflojar”, termina la experta.

Eva Bailén, diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz de Educación por Ciudadanos, admite que “con la actual situación de confinamiento, los deberes se han convertido en los protagonistas indiscutibles de esta inusual actividad escolar desarrollada en casa: ahora mismo todo lo que los estudiantes hacen tiene la apariencia de este tipo de tareas”. Además, Bailén, también promotora de la campaña por la racionalización de los deberes en change.org y autora de varios libros como Cómo sobrevivir a los deberes de tu hijo, reconoce que estos días es más difícil que nunca garantizar que los deberes sean justos: “Que las tareas escolares produzcan aprendizajes significativos, que sean creativas, o que estén adaptadas a las necesidades y dificultades de cada niño”.

Para la experta, es imperativo apelar “al sentido de la responsabilidad hacia los alumnos y exigir que exista coordinación entre los maestros o profesores, que se estimen los tiempos que tendrán que dedicar los alumnos a las tareas y que estas se ajusten a la edad de cada menor”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/03/24/mamas_papas/1585050846_129972.html

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La carta viral de un profesor a sus alumnos: «No os agobiéis. Es momento de aprender grandes lecciones, no matemáticas, física o literatura»

Por: ABC

Sergio Calleja, docente de filosofía, recuerda a sus estudiantes que lo están «haciendo muy bien». Y les recuerda que los profesores, por muchos deberes que manden, «no quiere decir que estemos enseñando, mucho menos significa que estemos educando»

Deberes, teletrabajo y niños está siendo la combinación explosiva desde que el coronavirus obligase a cerrar los colegios. Son muchos los hogares españoles que denuncian la carga lectiva ya que, aunque se intente que los alumnos lleven el mismo ritmo, las familias recuerdan a los docentes que es imposible. Avanzar o no en el temario, tener clase de todas las asignaturas (incluidas las extraescolares, como la natación), etc. sumado a las situaciones personales de cada casa (niños con TDAH, familias numerosas…), está generando un estrés adicional en los progenitores, que no dudan en desahogarse en los grupos de WhatsApp de padres del colegio.

Si se decreta o no el aprobado general y la promoción automática de curso está por verse. Pero cada vez son más voces las que recuerdan que estamos en una situación excepcional que requiere de medidas excepcionales y donde el aprendizaje tradicional debe quedar en un segundo plano para dar protagonismo a otras enseñanzas derivadas de esta situación.

En esta línea se sitúa Sergio Calleja, profesor de filosofía, que ha escrito en su blog una carta a sus alumnos para manifestarles su admiración. «Lo estás haciendo muy bien», asegura el profesor, que recuerda a sus alumnos que no se agobien con la lista de tareas que les manda el colegio. «Esta lista no es ahora lo más importante. Aceptad cada uno vuestra situación y sacad lo mejor de vosotros mismos como en tantas ocasiones os he visto hacer», les dice.

Esta es la carta íntegra del docente:

«Querido alumno adolescente:

No tengo que ser yo el que te diga que el confinamiento continúa y que parece que va para largo, ya lo sabes y ya lo sufres. Para nadie es fácil y sé que para ti menos. Cuando se tiene la vida en los labios, cuando se tienen tantas ganas de volar, cuando soñabas con ese viaje con todos tus compañeros, cuando se estrena la libertad cada día y cuando se desean vivir experiencias cada noche, estar encerrado en casa no es fácil. Solo te puedo decir que lo estás haciendo muy bien. Realmente bien.

Cuando cada día os oigo en la pantalla del ordenador, cuando recibo vuestras reflexiones sobre la libertad y cuando cumplís en la entrega de todo lo que los profesores proponemos solo puedo sentir orgullo de vosotros. Sí, no sé si alguien te lo está diciendo, si te sirve te lo digo yo: lo estás haciendo muy bien.

Entendiste muy pronto el mensaje repetido de que no estábamos de vacaciones y que las clases continuaban con normalidad, es verdad, pero que no te engañen, esto no es normal. Las clases no continúan con normalidad, que los profesores te mandemos una lista interminable de tareas (sé que te está resultando agobiante) no quiere decir que estemos enseñando, mucho menos significa que estemos educando. Sé que las circunstancias de cada uno de vosotros son muy diferentes, vuestro acceso a la tecnología, vuestras situaciones familiares, vuestros hogares… no os agobiéis, esta lista de tareas no es ahora lo más importante. Aceptad cada uno vuestra situación y sacad lo mejor de vosotros mismos como en tantas ocasiones os he visto hacer.

Es un tiempo privilegiado para aprender, no precisamente matemáticas, física, literatura o latín sino para aprender grandes lecciones importantes que, tal vez, pasan desapercibidas en las clases presenciales por el agobio del «temario oficial». Es un tiempo privilegiado para educar la paciencia, sé que te cuesta mucho; admirar la solidaridad del ser humano, todo el mundo está sacando lo mejor de sí mismo y esta me parece la mejor orientación académico-profesional que puedes recibir; entender la verdadera libertad; vivir con menos cosas; pensar mucho; entender lo importante que son las clases, quién te iba a decir a ti que estabas deseando volver al instinto del que tantas veces dijiste que te querías ir y no volver; entender y valorar la utilidad de las redes sociales como herramienta de relación y aprendizaje, no olvides que somos relación… seguro que tú puedes continuar esta lista de aprendizajes.

Los balcones se han convertido en escenarios improvisados para el mundo donde se aplaude, se canta, se recita, se interpreta música, se homenajea, se vibra…y ahí también estás tú. Las calles se llenan de aplausos y ruido de sirenas que emocionan. ¿No te parece esto una lección magistral?

Al final ha tenido que ser un virus y no un filósofo, como yo pensaba, quien nos remueve la conciencia y nos enseñe qué es la vida, su significado más profundo y su verdadera esencia. Cuando salgamos de nuestras casas, que hoy son más que nunca nuestras «cavernas», será otra la realidad que nos encontremos, más verdadera, más humana, más real, más viva. De esta saldremos siendo mejores, sabiendo qué es el bien, la belleza y la verdad.

Un abrazo. Habrá primavera.

Sergio Calleja«.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-coronavirus-carta-viral-profesor-alumnos-no-agobieis-momento-aprender-grandes-lecciones-no-matematicas-fisica-o-literatura-202004070149_noticia.html

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Virtualización de la precariedad y de la educación bancaria

Por: Lev M. Velázquez Barriga

La pandemia por el Covid-19 ha sido el escenario ideal para acelerar la virtualización de la educación, porque se presenta como única opción frente al cierre de las escuelas y se evaden las consecuencias o incluso su viabilidad ante los contextos adversos; sin embargo, es necesario que en medio de la crisis y ante el ritmo vertiginoso en que desembarca la educación a distancia, analicemos la situación sin que seamos arrastrados por la necesidad de continuar con el proceso formativo. Del amplio campo temático que pudiera derivarse, coloco al menos dos temas: el uso de las Tic’s no es sinónimo de mejores condiciones en la educación y tampoco es igual a un aprendizaje creativo.

Si los edificios de las escuelas y las aulas son de por sí precarios en sus condiciones básicas para el desarrollo integral de aprendizajes y habilidades holísticas; si las escuelas multigrado, las comunitarias y las que atendieron la integración de las discapacidades en condiciones regulares representan ya condiciones de exclusión y desatención; la infraestructura tecnológica y de acceso a Internet es aún más precaria, lo mismo en los centros escolares que en las comunidades y las viviendas del país, pero también con respecto a los dispositivos personales de los alumnos, que muchas de las veces no son los adecuados para soportar plataformas virtuales más completas y complejas.

Pareciera que estamos asistiendo a la instalación de un proceso de virtualización de la precariedad, en el que las carencias de la educación escolarizada, de constitución física y material, de relaciones interpersonales directas se trasladan, se profundizan y se extienden a sectores más amplios de la población con la educación virtual y a distancia. De igual modo se transfieren y agudizan los factores altamente burocráticos, según denuncian los propios maestros que han visto fuertes limitaciones en ellos mismos y sus alumnos para continuar con las clases, pero ahora con mayor hostigamiento por parte de la autoridad educativa para entregar evidencias de su trabajo virtual, por veces peor al que fueron sometidos en épocas de la evaluación estandarizada.

La educación a distancia, aunque se apoye de medios digitales, de redes sociales como WhatsApp y Messenger, de Facebook o de correos electrónicos, si regularmente utiliza estas herramientas sólo para la distribución de tareas, cuestionarios, lecturas o actividades, que en determinado tiempo tienen que ser devueltas por el mismo medio, contestadas o desarrolladas para que sean revisadas y aprobadas por los docentes, el objetivo no es muy diferente a la vieja educación por correspondencia, salvo los formatos digitales y la rapidez con la que fluyen los materiales por la Internet.

En este mismo sentido, estamos frente a otro proceso que podríamos denominar virtualización de la educación bancaria, en la que a los alumnos se les sigue viendo como cabezas vacías, depositarios de conocimientos tutelados y dirigidos de forma unidireccional, de ida y vuelta, por medio de canales digitales; se les sigue concibiendo sujetos sin habilidades creativas y de indagación, sin curiosidad ni autonomía cognitiva o intereses propios, pero con capacidad de responder, de seguir ordenamientos y secuencias, al igual que se hace en la programación informática, con la diferencia de que estamos tratando con seres humanos, no con computadoras o videojuegos.

La crisis sistémica y la deshumanización del capital que se puso al descubierto con la pandemia nos deja la oportunidad de reordenar el currículo para repensar el mundo que queremos, de colocar ahí los temas fundamentales para la humanidad, de poner en el análisis del pensamiento crítico las salidas que garanticen la vida y la sustentabilidad planetaria, por ejemplo: la economía solidaria y endógena, las cosmovisiones y formas de vida de los pueblos originarios, el territorio como fuente de vida y cultura, la democracia protagónica, la agroecología, la cultura para la paz, la pluriversidad frente al racismo y el neocolonialismo, el pensamiento complejo para enfrentar problemas sistémicos, la despatriarcalización, la ciudadanía planetaria, la cuarta revolución industrial para todos, la singularidad tecnológica y la reivindicación humana, la mecánica cuántica y la espiritualidad no religiosa.

Sin embargo, la virtualización de la educación bancaria opta por instalar el capitalismo en su fase digital y tecnológica, por organizar la acumulación de plusvalía desde la casa o desde la localización donde se encuentre cada individuo interconectado por el Internet de las cosas, por continuar con el mismo currículo oficial que no propicia la emancipación humana ni del pensamiento. La educación escolarizada fue el espacio de disputa para las pedagogías criticas del siglo XX; ahora, la virtualización, así como la revolución industrial de tercera y cuarta generación que se condensan en las nanotecnologías, la big data, la robótica, la inteligencia artificial y las neurociencias del siglo XXI son los nuevos escenarios para repensar las educaciones populares, para defender la escuela pública, justo en este momento en que las corporaciones y sus plataformas digitales privadas dictan dónde, cómo, en qué y a favor de quién educar.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/12/opinion/017a1pol

Imagen: Amber Clay en Pixabay

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Ecuador’s Covid-19 catastrophe is man-made disaster — because for political elites ordinary Ecuadorians are just disposables

By: Pablo Vivanco

Corpses line the streets of Ecuador’s city of Guayaquil, as it’s struggling to deal with the outbreak of Covid’19. But catastrophe could’ve been avoided had the political elites not put monied interest before the lives of people.

Even by Latin American standards, the images emerging from Ecuador’s largest city, Guayaquil, have been shocking. Since the first case of Covid-19 was announced in late February, Ecuador has turned into the epicenter of the crisis in Latin America, touching many of the city’s 3 million residents.

I know several people who have been infected and also some who have died,” Guayaquil resident Xavier Flores Aguirre tells me. “I think that by this point, everyone in Guayaquil is experiencing something similar.

In the last weeks, videos and photos have been circulating on social media showing wrapped and covered bodies strewn on the streets in 30 degree temperatures.

Lenín Moreno

@Lenin

Colegas presidentes, no nos hagamos eco de las noticias falsas que tienen clara intencionalidad política. ¡Todos estamos haciendo esfuerzos en la lucha contra el ! La humanidad nos necesita unidos.

Esteban Trapiello@TrapieLLo

Esto son rumores Señor Presídete @Lenin Moreno?

Embedded video

314 people are talking about this
Others chose to bury their dead loved ones in empty fields, some in mass graves, and in some cases even resorting to burning the corpses on the streets, all in desperate attempts to save other family members from being contaminated.

Government officials initially played down reports about the outbreak in the city, and Ecuadorian president Lenin Moreno even tweeted on April 1 that this was “fake news with clear political intent.

Ecuadorian authorities have become accustomed to either denying inconvenient facts, or to simply blame the previous government for any of the country’s woes, but when the mainstream media outlets that have towed government lines in the past began to report on the situation, they had no choice but to acknowledge what was happening.

Miaurguerite Gautier@geribelda

‘s reality in one picture, people are trying to find some dignity for their dead relatives in the middle of utter chaos and government’s indifference. We need international help.

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See Miaurguerite Gautier’s other Tweets
The city’s hospitals are now spilling over with the sick and dead, and workers from morgues have not been picking up cadavers, leaving many with few options other than the moribound ones that are all over social media.

But who is to blame for the post-apocalyptic scenes in Ecuador’s busiest port?

I think that the fact that Guayaquil is the most affected population is related to the development model imposed by the political right in the city since the 1990s,” says Flores Aguirre.

Home to the country’s wealthiest people, Guayaquil has long been governed by the Social Christian Party, which has concentrated resources and efforts on supporting the export industries of the city. Social investments have historically been paltry, and in 2018 the city put aside more money for publicity than it did for health. Despite its ‘law and order’ mantra, Guayaquil retains the highest homicide rates, and it has also been deemed as a central gateway for cocaine to Europe.

But the lack of social infrastructure created under decades of uninterrupted rule in Guayaquil can only partly explain why the city accounts for some 90% of the confirmed Covid-19 cases in the country.

Since the beginning of the outbreak, the city’s leaders have carried on as usual, allowing large gatherings to continue and even encouraging people to flock to the Copa Libertadores match in the city. Over 20,000 people showed up to see Barcelona SC play Independiente del Valle in what is certainly a repeat of ‘biological bomb’ in the Champions League match in Northern Italy between Atalanta and Valencia.

Even as the city garners world wide attention for the disaster on the streets, Mayor Cynthia Viteri branded a ‘donation of 1000 cardboard coffins’ to the victim’s families as an act of ‘solidarity.’ The level of contempt and disregard that Guayaquil’s leaders have shown their residents is truly astounding.

But Viteri and her party share responsibility with their allies for this debacle.

The highest authorities of the central government must be held responsible for the ineffective, late and reactive response,” says Flores Aguirre, who is a constitutional lawyer by trade.

As soon as he was elected, President Moreno back-stabbed his former left-wing allies, as well as predecessor Rafael Correa, by pacting with right-wing parties and groups to dismantle the institutions and policies created by the ‘Citizen’s Revolution’ that he helped usher in. He also cosied up to Washington and brokered deals with the International Monetary Fund, all the while pushing through harsh austerity measures that have gutted key social services and diminished the state’s capacity to respond to a crisis like this.

In the health sector, the Moreno government slashed spending from $306 million in 2017 to $201 million in 2018, and then $110 million in 2019, according to a March report from the Central University of Ecuador.

Just two weeks after the first confirmed Covid-19 case, Moreno announced another budget cut of $1.4 billion, including the elimination of 4 regulatory and control agencies, 3 public companies and 4 technical secretariats. Later in March, Ecuador chose to pay $324 million to creditors instead of making investments to stem the impact of the impending crisis.

This is no coincidence of course, as creditors such as the IMF make reduction of public spending a condition of their loans, and this was certainly the case for Ecuador, where the proposed cuts sparked weeks of violent protests in October of 2019.

Moreno worked to dismantle the apparatus and regulations created under Correa, in order to return the country towards the model of governance that his allies have been carrying out in Guayaquil for decades. Simply put, the tragedy unfolding in Guayaquil is the result of the political leaders being unwilling to seriously confront any sort of social crisis, let alone a health related one, and decimated institutions being unable to.

What’s more, the specter of the Guayaquil problem threatens to spread across the country, as the state struggles to ensure police are allowed to patrol the popular tourist city of Banos, or even to properly equip or pay doctors at public hospitals while they attend to the worst crisis that has hit the country since the devastating 2016 earthquake.

Comparing the response now with that of the Correa government in 2016, where the central government moved to coordinate relief and rescue efforts quickly, underscores the fact that what is playing out in Guayaquil is a man-made tragedy.

RT

The government now acknowledges almost 4,000 cases and under 200 deaths, but surely this number is considerably higher. A joint military-police operation in the city has now begun picking up more than 100 bodies a day, and the country’s health minister said in an interview that as many as 1500 had died in the city so far.

Ecuador was already turning into a powder keg, as the October protest showed. However, this callous indifference in the handling of this crisis should make it clear that, to the country’s political elites, ordinary Ecuadorians are disposable. Once the dust has settled, those who have already had to scramble to dispose of the corpse of their uncle or grandmother won’t be likely to forget that quickly…

Source and Image: https://www.rt.com/op-ed/485211-ecuador-covid19-catastrophe-disposables/

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