Page 1200 of 2677
1 1.198 1.199 1.200 1.201 1.202 2.677

Los jóvenes de hoy viven peor que los mileuristas de hace una década

Por: Luis Doncel. 

Los jóvenes de hoy, nacidos en los noventa, sufren más temporalidad y tienen sueldos más bajos que los que nacieron una década antes a pesar de estar más formados

Más precarios, más pobres, más pesimistas y muchos, muchos menos. Pero también mejor preparados. Los menores de 30 años viven peor que sus hermanos mayores, los mileuristas de hace una década. Los veinteañeros de hoy crecieron con la palabra crisis cosida a su existencia, y muchos creen que jamás podrán escapar de ella. Precisamente por arrastrar unas expectativas tan bajas han decidido estudiar en masa. Cuentan, así, con más herramientas para enfrentarse al futuro.

Al comparar los jóvenes actuales con la generación que estrenó los 20 antes de la crisis que en 2008 sacudió al mundo, dos aspectos llaman poderosamente la atención: la precarización del empleo y la sangría demográfica. El primero se traduce en una devaluación salarial vivida entre 2008 y 2016 por prácticamente todos los trabajadores, pero que se concentró en las franjas de edad más bajas: el salario medio de los menores de 20 sufrió un descenso del 28%; la caída para los de 20 a 24 fue del 15%; y del 9% para los de 25 a 29, según la Encuesta Anual de Estructura Salarial.

El segundo gran cambio estructural es el adelgazamiento de la nueva generación: los 4,8 millones de españoles de 20 a 29 años que el INE contabilizaba a principios de año suponen un descenso de casi el 30% respecto a los 6,7 que había en 2005. Un impresionante bajón demográfico.

«Se están acentuado tendencias precarizadoras instaladas hace ya tiempo. Un joven consolida su proyecto vital sobre dos pilares: condiciones laborales y acceso a la vivienda. Y tanto la temporalidad como los precios del alquiler han ido a peor estos años», asegura Carlos Gutiérrez, secretario de Juventud de CC OO, sindicato que acaba de publicar #Generaciónmóvil, una radiografía de la juventud cuya principal conclusión es que la precariedad «no se define ya como una fase inicial o transitoria», sino que «cada vez más se extiende como una mancha de aceite que conforma una nueva normalidad del mercado de trabajo».

Los jóvenes de hoy viven peor que los mileuristas de hace una década

La precariedad juvenil en el trabajo puede analizarse desde dos grandes patas: la temporalidad y la rotación de un puesto a otro. Mientras la temporalidad cayó en la última década para el conjunto de trabajadores, esta ha vuelto a repuntar para los menores de 29 y es ya superior a la de antes de la crisis. Pero el gran triunfador en las prácticas laborales de los veinteañeros es el contrato a tiempo parcial, en su mayor parte no deseado. Durante la crisis, la destrucción de empleo afectó sobre todo a los trabajos a tiempo completo. La consecuencia es que los contratos por horas para los menores de 29 años pasó del 15% al 27%, según calcula CC OO con datos de la EPA.

Los jóvenes de hoy viven peor que los mileuristas de hace una década

Frente a tanta negatividad, el catedrático de Sociología Luis Garrido es mucho más optimista. Según sus estudios, las tasas de temporalidad se han mantenido sorprendentemente estables en cada franja de edad en generaciones anteriores. Y no ve ningún motivo para que esto vaya a cambiar en el futuro. Garrido huye de cualquier discurso que lleve la coletilla de «generación perdida». «De generación perdida nada. ¡Todo lo contrario!», protesta. Él detecta dos factores que colocan a los jóvenes de hoy en una situación mucho más favorable que la de sus predecesores: la vuelta en masa a los estudios —sobre todo de las chicas— que dieron tras el shock de la crisis y la menor competencia por la caída demográfica.

Las malas perspectivas de encontrar empleo hundió drásticamente el abandono escolar: en 2006, el número de varones de 16 a 24 años trabajadores llegó a igualar a los estudiantes. Este año, el 63% de los chicos y chicas de esa edad se dedican tan solo a los libros, frente a un 15% de los que solo trabajan. «Muchos jóvenes dicen estar desesperados por las malas perspectivas. Pero tienen ventajas descomunales. Entre otras, el ser poquísimos. No hay ninguna ventaja comparable a esta», concluye Garrido, que lleva décadas escudriñando los datos de la EPA.

Pese a este futuro luminoso que les anticipa el catedrático de Sociología, los jóvenes se enfrentan a un presente muy difícil. Así se desprende del informe que esta semana va a publicar el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. Este barómetro muestra que el impacto de la crisis fue mayor entre los jóvenes españoles que en los de otros países europeos. «Para medir la emancipación, estudiamos las políticas públicas, la situación económica y factores culturales. En este aspecto, España sigue por debajo de sus vecinos. Y la brecha sigue creciendo», dice Eulalia Alemany, del Centro Reina Sofía. Otro problema al que tendrán que enfrentarse jóvenes como Severino Edjagn. «Mis amigos y yo vemos muy difícil dar con un buen trabajo estable. Más bien pensamos que iremos saltando de un puesto a otro», sintetiza este estudiante de FP de 25 años.

Fuente del artículo: https://elpais.com/economia/2018/11/23/actualidad/1542990291_009623.html

Comparte este contenido:

Can Sturgeon’s bid to narrow the ‘educational gap’ survive austerity

By: Kevin McKenna.

The first minister has praised the contribution of Catholic schools to ‘modern Scotland’

There was a time not very long ago – perhaps 25 years, maybe 30 – when Scotland wasn’t obsessed with how its education system was delivered.

This is not to suggest that education was ever deemed less than crucial to the nation’s future. It’s just that, until recently, you never had the sense that education on its own could destabilise governments. There was a received wisdom that Scotland possessed the finest education system in the world. This probably resonated for many years after it ceased to be true.

The intensity we now bring to any debate on the subject was also largely absent. The optimism inspired by Anthony Crosland’s expansion of the comprehensive education system in 1965 cannot be overstated. For tens of thousands of UK families, these stretched horizons and parted clouds. They held out the genuine prospect of “bettering” yourself. The vast deposits of emotional trust that working-class people invested in Harold Wilson’s Labour government as a result cannot be overstated.

This was an era when working-class people were still content to rent their homes from the local authority and the concept of home ownership – moving on, up and beyond the environs of your birthplace – was unknown. The idea of living in an area with a “good school” was also exotic. You simply took the school you were given; we all knew who the bright children were and who would start every day two goals down. The nature and quality of a school couldn’t change that.

In Scotland, as in the rest of the UK, remorseless free market capitalism began to undermine the concept of comprehensive education. Schools once considered to be excellent were soon deemed to be “rough”, as “aspirational” families moved from their traditional heartlands. The schools where they began to settle quickly had “desirable” status conferred upon them. As newspapers began to publish league tables of academic attainment, house prices rose and education became the main topic of conversation where the expanded middle classes gathered. To be caught short at the school gates on the details of the Herald’s academic league tables was to risk becoming a social pariah.

There was an increase in expectations of families who had once simply been grateful that the 11-plus system had been replaced with the much fairer comprehensive one. The concomitant pressure on successive Scottish governments to meet these heightened expectations has become almost unbearable. Initiatives have tumbled forth: Higher StillCurriculum for Excellence and still the attainment gap between the disadvantaged and the affluent remains.

‘The medical school at Glasgow University has overseen an astonishing increase in the number of poorer students accessing medicine.’
Pinterest
 ‘The medical school at Glasgow University has overseen an astonishing increase in the number of poorer students accessing medicine.’ Photograph: Alamy Stock Photo

Scottish Conservatives relish those times of the year when measures of attainment are published. They never consider the effects of punitive austerity in neighbourhoods left devastated by it. How does a child concentrate on his studies when he doesn’t know what will confront him when he gets home? When the question is not: “What’s for dinner?” but: “Will there be dinner?”, double maths takes a back seat.

Yet, Nicola Sturgeon has publicly – and repeatedly – staked her career on narrowing the gap. Some developments in the last few weeks have relieved the pressure on her. Scotland’s two greatest universities, Glasgow and Edinburgh, announced that their widening access programmes for children from disadvantaged communities have begun to bear rich fruit. In particular, the medical school at Glasgow University has overseen an astonishing increase in the number of poorer students accessing medicine, one of the most coveted and elite courses in the UK. Painstakingly constructed over 10 years, the initiatives that have delivered this success are also beginning to trickle down through entire year groups in schools within the target lowest 20% of MD (multiple deprivation) communities.

The first minister has also had cause to acknowledge another much older and well-established success story. Last week was the centenary of the passing of the 1918 Education (Scotland) Act, which paved the way for state-funded Catholic schools. In a speech this year, Sturgeon went further than any previous first minister in acknowledging and endorsing the hugely significant contribution Catholic schools have made to Scottish society.

As she unveiled an extra £100,000 of funding for Catholic teacher training, she said: “Catholic schools have made a tremendous contribution to Scottish education and this is something we want to see continue. We value the contribution that Catholic schools make to modern Scotland.” She is aware of the extraordinary academic results achieved by Catholic schools in deprived areas. If the educational attainment gap is to narrow then Catholic schools will be a key factor. She knows it and so does her government.

Of course, in enlightened, progressive and modern Scotland, you can still hear liberal voices, usually on phone-in shows on BBC Radio Scotland, offering opposition to these schools. Some have recently come from the scarecrow wing of the SNP’s Westminster group. Their manufactured tolerance comes with strings attached regarding some of the teachings of the Catholic church.

This is when they pretend to be concerned with “bigotry” and “sectarianism”. If they did, they might wonder why Catholics in Scotland are more likely to be the victims of hate crime than all other faiths combined. Must be those wretched Catholic schools encouraging their pupils to be Catholic and upsetting people.

Source of the article: https://www.theguardian.com/commentisfree/2018/nov/25/catholic-schools-improve-lot-poor-children

Comparte este contenido:

Brasil: Ciencia en retroceso

Por: Nadia Luna. 

Unos días antes de la segunda vuelta presidencial en Brasil, policías militares entraron a la Universidad del Estado de Pará y amenazaron con meter en prisión a un profesor. El docente había disertado sobre la producción de fake news y consideraron que la clase tenía contenido ideológico. Algo similar sucedió en la Universidad Federal de Campina Grande, donde policías ingresaron a la sede de la Asociación de Docentes para buscar e incautar supuestos panfletos a favor del candidato Fernando Haddad (PT). Desde la asociación explicaron que solo habían realizado un manifiesto en defensa de la democracia. No fueron casos aislados: la presencia policial en universidades se repitió varias veces antes del triunfo electoral del ex militar y candidato del Partido Social Liberal (PSL) Jair Bolsonaro, el pasado 28 de octubre.

Otro sector que está en alerta desde que comenzó la campaña es el de medioambiente. Bolsonaro, quien se manifestó “admirador de Donald Trump” y asumirá la presidencia el primer día del año próximo, anunció la unificación del Ministerio de Medioambiente con el de Agricultura, y designó a la empresaria Tereza Cristina, líder del Frente Parlamentario de la Agricultura, como ministra. Este frente está respaldado por empresas del agronegocio y ha impulsado iniciativas relacionadas con el uso de agrotóxicos y la explotación de los recursos naturales del Amazonas. Esto afectará también a las comunidades indígenas que habitan allí. “Gran parte de los indios son brasileños como nosotros. Ellos quieren tener energía eléctrica, televisión, Internet…”, había dicho Bolsonaro en campaña.

La presencia policial en universidades se repitió varias veces antes del triunfo electoral del ex militar y candidato del Partido Social Liberal (PSL) Jair Bolsonaro, el pasado 28 de octubre.

El sector científico también está en problemas. Además de compartir las preocupaciones de las áreas académica y medioambiental, por ser transversal a éstas y mantener una relación estrecha, viene sufriendo recortes en su presupuesto desde hace varios años. El ajuste comenzó en 2014, cuando Dilma Rouseff todavía estaba en el poder, y se agravaron con su destitución y la asunción de Michel Temer, quien fusionó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación con el de Comunicaciones. Temer nombró ministro de la cartera híbrida a Gilberto Kassab, ingeniero civil y economista, quien fue denunciado por corrupción junto con otros integrantes del gabinete.

Al realizar un repaso por el presupuesto asignado en los últimos años (ver gráfico), se observa que el último pico fue en 2013, con más de 9.000 millones de reales. Para este año, el presupuesto descendió a 2.783 millones de reales, agravado por el hecho de que desde la fusión de ministerios el presupuesto también abarca áreas como telecomunicaciones y correos. La pregunta inevitable es: ¿la crisis del sistema científico se profundizará con el nuevo presidente? “Bolsonaro habló de disminuir recursos para las universidades e institutos de investigación. Todo indica que, si se sigue este rumbo, la ciencia y la tecnología brasileñas colapsarán muy rápidamente. Sólo quedarían las líneas que sean de interés para empresas de desarrollo tecnológico, sobre todo extranjeras”, le dijo a TSS Alejandra Kandus, doctora en Física y profesora de la Universidad Estadual de Santa Cruz, situada en el estado brasileño de Bahía. Kandus es argentina y vive en Brasil desde hace 17 años.

Evolución del presupuesto asignado a ciencia y tecnología en Brasil

* Valor posterior al agregado de recursos presupuestarios para ese año. A partir de 2016, el presupuesto incluyó también al área de Comunicaciones tras la fusión de ambos ministerios. Fuente: SBPC, 2018.

Kandus dijo que, si bien a simple vista el presupuesto para ciencia y tecnología aumentó un poco para 2019 (es de 3.750 millones de reales), “sigue siendo absolutamente insuficiente considerando la cantidad de nuevos investigadores que se forman, la corrección por inflación y los proyectos que no pudieron ser desarrollados este año porque los fondos no fueron liberados. Tampoco hay garantía de que no haya un ‘contingenciamento’ (retención) de dinero para destinarlo al sector financiero o de seguridad”. La Sociedad Brasileña para el Progreso de las Ciencias (SBPC) también sostuvo en un comunicado que, aunque parezca un aumento, la inversión adicional está destinada a otras áreas por fuera de la ciencia y la tecnología, donde el gasto permanece congelado.

El pasado 7 de noviembre, durante una audiencia pública de la Comisión de Ciencia, Tecnología, Comunicación e Informática de la Cámara de Diputados, integrantes de 40 entidades e instituciones científicas exigieron un aumento de presupuesto para 2019. En particular, insisten en la necesidad de aumentar los recursos para el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq, el órgano equivalente al CONICET argentino), ya que con el presupuesto previsto para el año que viene el programa de formación y capacitación de personal del instituto sufriría un recorte del 28%.

“Un aumento de 300 millones de reales en la asignación para el CNPq es esencial para que la agencia se mantenga con los mismos recursos que en 2018, ya bastante bajos, y no tenga que suspender el pago de becas en septiembre del próximo año”, advirtieron. En diálogo con TSS, el físico brasileño Ennio Candotti, profesor de la Universidad Federal de Espírito Santo y expresidente de la SBPC, señaló: “El área económica del Gobierno es poco sensible a los reclamos de los científicos, ya que no comparte la tesis de que las inversiones en ciencia y tecnología son importantes para promover el desarrollo económico y la competitividad del sistema productivo”.

“El área económica del Gobierno es poco sensible a los reclamos de los científicos, ya que no comparte la tesis de que las inversiones en ciencia y tecnología son importantes”, dijo Candotti.

La comunidad científica también criticó una iniciativa que se está discutiendo en el Congreso llamada “Escuelas sin partido”. La SBPC se pronunció al respecto: “Ese proyecto de ley prevé la censura de profesores y alumnos de educación básica y superior desde el impreciso punto de vista de las convicciones religiosas o morales de los padres. Como tales puntos de vista son múltiples y variables, la educación escolar estará bajo constante amenaza de denuncias y castigos”. Kandus agregó: “Dada la defensa de Bolsonaro de lo que él y su gente llaman ‘desideologización’ de la educación, es esperable que haya muy poco financiamiento para proyectos de investigación en ciencias humanas, que son las que le dan contenido social a la producción tecnológica y de ciencias duras”.

Salir a la calle

Ante el panorama negativo que se avizora, los investigadores brasileños comenzaron a movilizarse a través de protestas, manifiestos y reuniones con legisladores. En vísperas de las elecciones de segunda vuelta, un grupo de científicos se autoconvocó para escribir y difundir un manifiesto titulado“Científicos por la democracia”. “La ciencia, como bien público, precisa de un ambiente democrático para progresar y producir sus beneficios. Los regímenes autoritarios muy frecuentemente utilizan la ciencia para fines contrarios a los intereses de la sociedad”, sostienen. La carta tuvo casi dos mil firmas y la primera correspondía al físico Sergio Rezende, ministro de Ciencia del gobierno de Lula.

Los científicos brasileños también se hicieron tiempo para dedicarle un comunicado al presidente Mauricio Macri, donde lo instan a revertir sus políticas de ajuste para evitar “el posible colapso del sistema de ciencia y tecnología de Argentina, debido a recortes presupuestarios, reducciones de personal y otras restricciones serias, que seguramente tendrá consecuencias muy graves para la cooperación científica entre nuestros países y para el desarrollo científico y tecnológico en América Latina como un todo”.

Protesta de estudiantes en Río de Janeiro contra intentos de censura por parte del Gobierno de Bolsonaro en universidades federales.

Acerca del alcance que tienen las medidas de protesta de científicos en Brasil, Kandus dijo: “la movilización es importante, pero el impacto visual no es tan grande como lo sería en la Argentina porque el centro del Gobierno brasileño está en Brasilia, a por lo menos mil kilómetros de San Pablo, Río de Janeiro o Pernambuco, por nombrar algunos centros de excelencia. La SBPC se está movilizando fuerte mediante reuniones con diputados y senadores, pero hasta el momento no fue recibida por el equipo del futuro presidente”.

Tanto Kandus como Candotti coinciden en que una de las principales consecuencias negativas de la baja inversión en ciencia y tecnología estará en el desarrollo de la industria nacional. “La competitividad necesaria para superar la crisis económica necesita del apoyo de los institutos de investigación y de cuadros técnicos. En Brasil, la economía todavía depende de la exportación de productos agrícolas y de la minería, recursos sin valor agregado”, señaló el físico. Su colega agregó: “Es una gran pena que Temer haya vendido la empresa Embraer a Boeing, que ya está trasladando la producción de aviones Embraer a Estados Unidos, ayudando a generar más desocupación”.

La científica remarcó que, en contextos de crisis económica, debería ser más prioritario invertir en ciencia y tecnología y recordó la frase de Pandit Nehru, primer ministro de India hace varias décadas, quien dijo: “Somos demasiado pobres como para darnos el lujo de no invertir en ciencia y tecnología”. Y  agregó: “El problema de Brasil es su gran desigualdad y la estructura económica que arrastra desde la época de la esclavitud. La economía brasileña en el mundo colonial era la que mas dependía del trabajo esclavo, que es un trabajo extractivista. Esa estructura sigue presente, en menor medida, en la actualidad. Es una decisión política cambiar esa forma de pensar el país”.

“Es esperable que haya muy poco financiamiento para proyectos de investigación en ciencias humanas, que son las que le dan contenido social a la producción tecnológica y de ciencias duras”, dijo Kandus.

Una noticia que podría ser considerada positiva es que, a partir del año que viene la fusión de ministerios realizada por Temer volverá a dividirse en dos, aunque esto no necesariamente garantizará un mayor presupuesto. El nuevo ministro será el ingeniero aeronáutico y astronauta Marcos Pontes, teniente coronel de la Fuerza Aérea Brasileña hasta 1998, cuando fue seleccionado para trabajar en la NASA. “Su perfil indica que no es una persona que conviva con el mundo de la investigación científica, con lo cual hay dudas sobre lo que pueda ser su trabajo como ministro. Muchos opinan que hasta dentro del ámbito militar había opciones mejores. Por ahora es una gran incógnita lo que hará”, opinó Kandus.

Mientras tanto, el futuro ministro ya empezó a revelar algunas pistas para resolver la incógnita. En una conferencia en Manaos, el pasado 31 de octubre, Pontes dijo que “siguiendo el ejemplo del juramento que hizo en la Academia de la Fuerza Aérea, combatirá a los enemigos, tanto externos como internos, con el mismo sacrificio de vida”. Resta ver a quiénes considera Ponte como sus enemigos y cuál será el impacto de la nueva política en la comunidad científica brasileña.

Fuente del artículo: http://www.unsam.edu.ar/tss/brasil-ciencia-en-retroceso/

Comparte este contenido:

Por esto elegí la educación segregada

Por: Nacho Meneses. 

Con independencia del sistema que creamos apropiado, pocos dudan que ha de contemplar tanto las necesidades presentes de los niños como las futuras exigencias de los adultos. El problema, claro, es ponernos de acuerdo en cómo garantizarlo. Los defensores de la educación diferenciada (o segregada) argumentan que no separan a chicos y chicas por motivos religiosos (la mayoría de los 170 centros de este tipo en España están vinculados a la Iglesia católica), sino porque maduran a un ritmo distinto, por lo que sus necesidades son diferentes; y que al enseñarles separadamente obtienen mejores resultados académicos. Por el contrario, aquellos que prefieren los centros mixtos apuntan a la necesidad de formar en valores como la igualdad, la diversidad y la colaboración entre unos y otros.

Garantizar la diversidad

La sociedad en la que vivimos es cada vez más diversa, y la lucha por la igualdad real entre hombres y mujeres está más viva que nunca. Pero ¿cuál es el papel de la escuela? “El mundo evoluciona hacia una sociedad cada vez más variada, en la que deberán colaborar y convivir personas de diferente procedencia y mentalidad. Es imprescindible que los niños y jóvenes desarrollen progresivamente esa capacidad, no solo en ambientes festivos y familiares, sino también cuando hay tareas y obligaciones que atender”, sostiene Luis Rey, director del Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula. “Cuanto más variada sea la composición del aula y del centro, mejor adquirirán los jóvenes las competencias que les serán fundamentales en la vida”. Este centro lo lleva en sus genes: por algo fue el primer colegio de Sevilla en admitir alumnas, durante la Segunda República. Para Rafael González, padre de un exalumno de ese centro, “no vivimos en una sociedad diferenciada. Tenemos que interactuar, y si empezamos a hacerlo desde pequeños es más enriquecedor”.

Para María José Olesti, directora general de The Family Watch y madre de cuatro hijos de educación diferenciada, “escogimos este modelo por sus diferentes ritmos de aprendizaje y maduración. Las niñas entran en la pubertad antes y maduran más rápido; nos pareció que así aprovechábamos más sus fortalezas y debilidades”. De similar manera se expresa María Calvo, presidenta en España de la Asociación Europea de Centros de Educación Diferenciada (EASSE), para quien chicos y chicas tienen necesidades diferentes que se solucionan mejor cuando se les enseña por separado. “Los varones son más movidos e inquietos, y muchas veces se les tacha de torpes o vagos, cuando lo que pasa es que su desarrollo cognitivo va a otro ritmo”. Son diferentes “la psicomotricidad y la capacidad visoespacial, y también hay que atender la bajada de autoestima que suele producirse en las niñas en la adolescencia”. Madre de varios alumnos del Colegio Retamar, en Madrid, afirma que “ellas están más obsesionadas con su aspecto físico. Prefiero que durante unas horas al día mis hijas se centren en ellas mismas, en el desarrollo de su personalidad, que se olviden de su físico por un rato y que se sientan libres. No es una vida diferenciada, sino educación diferenciada; son unas horas al día”.

Para Sol Guzmán, madre de una joven de 15 años, es necesario poner en valor la necesidad de que la escuela refleje el objetivo de lograr igualdad social y laboral: “Esto lo tienen que ver desde pequeños. Yo creo que los colegios no mixtos contribuyen a que desde pequeños no nos veamos iguales. No va en pro de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; les estamos mandando un mensaje sesgado a los niños: que hay que educarles de forma distinta”.

¿Mejor rendimiento?

Según los datos del último informe PISA, sigue existiendo una profunda grieta de género: las jóvenes de 15 años aventajan en casi 30 puntos a los chicos en comprensión lectora y repiten menos de curso; estos, en cambio, aventajan a las mujeres en ciencias y matemáticas. Todo apunta a diferentes necesidades que, argumentan los que optan por la educación segregada, redundan en mejores resultados académicos cuando acuden a centros diferentes. “La separación permite que te concentres en lo que te tienes que concentrar. Además, en nuestra experiencia, niños y niñas no aprenden igual, tienen capacidades distintas y les estimulan cosas diferentes”, afirma Pedro Mora, padre de tres niñas y dos niños en Madrid.

“Nunca hemos tenido tantos medios materiales, pero los resultados son peores. Hay un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) que demuestra que las niñas que han ido a colegios diferenciados triplican la cantidad de alumnas que acceden a carreras técnicas, comparadas con las que han ido a centros mixtos”, afirma Calvo. “Y si ha bajado el abandono escolar, es porque se ha bajado el nivel; es vergonzoso. Permitiendo que el niño pase con asignaturas pendientes, así podemos ser el número uno en aprobados de Europa…”

Para Concha Ortiz, intérprete y madre de Leo y Paula, estudiantes de 14 y 16 años del colegio San Francisco de Paula en Sevilla, se trata en cambio de mantener “un modelo educativo que tenga en cuenta los diferentes ritmos evolutivos de unos y otros; eso es enriquecedor porque la vida real se desarrolla en diversidad. Las calificaciones académicas no deben depender de quienes te rodean, sino de la capacidad del sistema educativo de atender la evolución de las capacidades cognitivas y conductuales de cada persona”. En un entorno mixto colaborativo, apunta, “van a evolucionar más, enriqueciéndose de sus pares de forma natural, en vez de hacerlo en un entorno artificial y sesgado en el que te pierdes el punto de vista del otro género. La inteligencia emocional de niños y niñas se nutre de entornos igualitarios y diversos”. Guzmán, por su parte, sostiene que, aunque “es cierto que maduran de forma distinta —se ve en 1º y 2º de la ESO, tanto física como psicológicamente—, es más lo que les aporta que lo que les resta: trabajar en equipo y sacar lo mejor de cada sexo, con las fortalezas de cada uno. Somos complementarios, no excluyentes”.

Los valores, en casa… y en la escuela

Puede que educar en igualdad y diversidad sea el argumento más utilizado para ilustrar las ventajas del sistema mixto. Sin embargo, la educación en valores no es exclusiva suya, asegura Calvo: “La diversidad de género la aprenden en la familia. Conozco a muchísimos niños que van a colegios mixtos y que tienen muy radicalizados los estereotipos de género, o que poseen un concepto poco respetuoso de lo que han de ser las relaciones con las mujeres… Hay menores que ven a su padre tomándose una cerveza y a su madre lavando los platos; o que observan en casa esa violencia contra las mujeres”. Para Olesti, “convivir con el otro género no sirve de mucho si no hay una educación de fondo que se enseñe en las familias, basada en el respeto. Son valores que se inculcan en casa y que se llevan en la mochila al colegio”.

Proveer, en definitiva, la mejor educación en el presente que prepare a nuestros hijos para el futuro. Ese es el objetivo de unos y otros, aunque el método para conseguirlo sea diferente. Para Calvo, “no hay una elección real; tendría que haber colegios públicos diferenciados para quien quiera ese tipo de educación pero no pueda pagarla”. Otros, en cambio, rechazan que se financie con fondos públicos un sistema que consideran que no enseña a los menores a relacionarse en condiciones de igualdad y a solventar problemas que surjan de esa convivencia en diversidad. Lo dice Ortiz pero lo podrían firmar todos: “La sociedad necesita igualdad y diversidad; y la educación es el vehículo para vivir en un mundo igual, diverso y respetuoso. Y de ahí se llega a la paz social y a la prosperidad. Es una cadena de condiciones positivas para tener un mundo mejor; allí donde quiero vivir con mis hijos”.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/11/19/mamas_papas/1542616886_753934.html

Comparte este contenido:

Enseñanza para el éxito (Parte III)

Por: Salvador Paiz.

 

Los mejores sistemas escolares alrededor del mundo reclutan a los mejores estudiantes para ser maestros. Ese es el primer paso en esta política docente. A mediados de la década de los 2000, había escasez de educadores en China. Así que comenzaron a ofrecer formación docente gratuita a buenos estudiantes. Los que deciden ser parte de este programa, están exentos de pago de matrícula y alojamiento, y reciben subsidios de manutención. Sin embargo, ello va de la mano de un compromiso. Al aceptar esta ayuda, deben trabajar como maestros durante los siguientes diez años después de su graduación.

Firmar el compromiso es solo una parte. En Shanghái los requisitos para ingresar a la profesión docente son estrictos, exigen al menos un título de educación terciaria para primaria (tres años) y una licenciatura para educación secundaria (cuatro años), lo cual contrasta con las exigencias del sistema de nuestro país (dos años de formación inicial a nivel diversificado más tres años de profesorado en educación). Además, atraviesan entrevistas en las que deben demostrar sus habilidades pedagógicas y, previo a graduarse, es obligación realizar seis meses de práctica docente. Luego deben adquirir un certificado de profesor, para lo cual son evaluados en habilidades escritas. Una vez con este certificado, pueden ser reclutados por escuelas. Aun y con tantos requisitos, la competencia es fuerte.

Los salarios de docentes también son competitivos relativo al mercado y varían según su rendimiento. De hecho, estos salarios son similares a los de otros funcionarios públicos e incluyen beneficios médicos y de jubilación. En Shanghái el salario de maestros tiene dos partes: por antigüedad y según su desempeño (30 por ciento). En cambio, en Centroamérica el único requisito que existe para un incremento salarial es la antigüedad y no existe un sistema basado en méritos. Es imposible entonces asegurar la calidad de los docentes.

En Shanghái los maestros cuentan con un gran apoyo para mejorar en su desempeño. Esta región invierte siete por ciento de su gasto operativo total en desarrollo profesional docente. El gobierno ofrece capacitaciones a lo largo del año, lo cual se complementa con otras opciones de desarrollo profesional (grupos de enseñanza e investigación y observaciones de clase). Ello los expone a las mejores prácticas pedagógicas dentro de un ambiente cola borativo. En ese sentido, se han enfocado en apoyar a escuelas en comunidades rurales. Un ejemplo es la iniciativa Guopei, un programa de capacitación en línea a maestros en áreas retiradas, en dónde aún hay escasez de profesores. Ellos eligen el plan de estudio, la hora, el tiempo, método de instrucción, según sean sus necesidades. Con ello se ha logrado capacitar a 3 mil docentes,  beneficiando a escuelas de 23 provincias.

En Guatemala, y en todo el mundo, ser maestro debe ser uno de los más grandes honores. Pero no podemos dejarlos solos en esta tarea, necesitamos dignificar la profesión. Recordemos que su función es fundamental para el desarrollo de la sociedad. No se trata únicamente de enseñar, se trata de formar y de inspirar. Sin duda Shanghái tiene mucho que enseñarnos. Ojalá algún día lo logremos.

Fuente del artículo: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/11/22/ensenanza-para-el-exito-parte-iii/

Comparte este contenido:
Page 1200 of 2677
1 1.198 1.199 1.200 1.201 1.202 2.677