Page 1545 of 2732
1 1.543 1.544 1.545 1.546 1.547 2.732

¿Qué tanto contribuyen la educación y la ciencia al desarrollo?

Por: El Nuevo Diario/Eddy Zepada Cruz

Se considera casi como una verdad absoluta que el conocimiento, la tecnología, la educación y la ciencia garantizan desarrollo a los países que invierten en ellas.

Se considera casi como una verdad absoluta que el conocimiento, la tecnología, la educación y la ciencia garantizan desarrollo a los países que invierten en ellas. Que la calidad de vida de sus ciudadanos es superior al de países que no prestan importancia a tales indicadores. Los países nórdicos, europeos y algunos asiáticos entre los primeros. De África y Latinoamérica los segundos. Verdad relativa. Siempre hay privilegiados y marginados en ambos grupos.

Existe ciencia y educación para hacer bien y para hacer mal. Investigadores que aportan conocimientos para mejorar el estado de seguridad y bienestar de una parte los ciudadanos del mundo, y también para generar enfermedades y desastres a otra parte. A los menos favorecidos, a los marginales, a las minorías étnicas, por ejemplo.

Información reciente da cuenta de la existencia de 400 centros de investigación norteamericanos que buscan códigos genéticos en ciudadanos rusos y ucranianos. Antigua Europa del Este. ¿Para qué? ¿Retorna el fantasma de Menguele? ¿Buscarán información molecular que permita encontrar áreas vulnerables para diseñar armas biológicas y para generar desórdenes cognitivos (conducta, pensamiento)? Esperemos que las Naciones Unidas (ONU) regulen los protocolos a utilizar y no permitan repetir la historia de décadas pasadas donde las poblaciones indefensas eran utilizadas como conejillos de indias para que la industria farmacéutica y bélica abunde en utilidades.

Existe ciencia que genera resultados positivos, pero también negativos. Las armas de destrucción masiva, los microrganismos (virus, bacterias y hongos), las diferentes energías que intoxican y provocan cáncer, todas son creadas por científicos. Genios del bien y genios del mal. ¿Quién regula hacia dónde dirigir los conocimientos, la innovación, la tecnología? Otro tipo de mercado de conocimiento con fines lucrativos es el ideológico. El llamado mediático, donde se mezcla lo político, lo religioso y lo banal (moda) para generar tendencias de consumo en poblaciones amplias. Más del 60% del uso de la tecnología moderna es usada con estos fines. Quienes diseñan y asesoran tales estrategias también son investigadores en las áreas de la conducta y comportamiento humano y saben dónde influir para provocar conductas obsesivas e impulsivas.

Información reciente de estudio de aprobación sobre decisiones políticas que fueron usadas en siglo pasado dan cuenta que la población de países desarrollados que hoy gozan de niveles de vida alto aprobarían el uso de armas atómicas y nucleares nuevamente si se utilizaran para defender su statu quo. Su abundancia material. Lo dijo CNN y no Telesur ni RT. Deshumanización directamente proporcional al llamado desarrollo. ¿De qué ha servido la educación entonces? No abona a la concientización y el compromiso humano y moral? Dicho fenómeno es observado en el lado izquierdo y derecho, sociológica y políticamente hablando. También se observa en los estratos económicos altos, medios, bajos y subterráneos. No existe discriminación alguna.

El llamado opio de los pueblos también cobra relevancia hoy día, vinculado al tema tratado. Mundialmente, cual pandemia, existen grupos que viven bien vendiendo ofertas de vida nueva y paraísos terrenales como sucursales de Bienes Raíces. Son capaces incluso de curar cualquier enfermedad por encima de los grandes centros de investigación que poseen evidencia científica que algunos males todavía ni se conocen, menos aún sus tratamientos. Estafadores? También reciben entrenamiento y educación para hacerlo. Siguen repitiéndose los fenómenos como el de George Mason y su secta suicida, a propósito de su reciente fallecimiento. La leyenda del atol con el dedo y los espejitos a cambio del oro no quedó en la conquista de hace más de 500 años. Como la materia, solo se transforma.

Entonces: ¿Cuánto contribuyen la educación, ciencia, tecnología e innovación al desarrollo humano equitativo y justo? Contestación de grupo, como diría el finado profesor Sandoval. Mientras exista ciencia para el bien y para el mal… Muy poco.

Fuente: https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/451553-que-tanto-contribuyen-educacion-ciencia-desarrollo/

Comparte este contenido:

El cambio climático obliga a las niñas a casarse

Por: Estrella Digital

Además de todas las consecuencias medioambientales que pueden derivar del calentamiento global, el aumento de la desigualdad y de la discriminación contra las mujeres son otros de los problemas que este fenómeno puede acarrear.

Los efectos del cambio climático no sólo se centran en problemas medioambientales como el aumento de las temperaturas, del nivel del mar y de la frecuencia e intensidad de los desastres naturales, sino que podrían provocar y de hecho, ya lo están haciendo, serias consecuencias en las poblaciones de los países en vías de desarrollo, especialmente a las mujeres.

La brecha de la desigualdad entre hombres y mujeres, la discriminación contra ellas, el matrimonio infantil y otros factores, como la desnutrición, son algunas de las trabas a las que las féminas de los países más pobres deben enfrentarse. Esta situación se ve agravada considerablemente por los efectos del cambio climático, pues ante la escasez de recursos naturales o de trabajo, las primeras víctimas son las mujeres.

“La consecuencia es una doble discriminación para las niñas y las adolescentes, por género y edad. Son especialmente vulnerables de sufrir explotación, violencia física y sexual, matrimonio infantil o embarazos tempranos por culpa del cambio climático. Esto agranda la brecha de género entre niños y niñas, restringiendo los derechos de las jóvenes y obstaculizando su derecho a la educación”, explica Emilia Sánchez, directora de comunicación de Plan Internacional, organización que lucha por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas.

Tal y como explica Sánchez, ante la escasez que provoca el calentamiento global, las mujeres también sufren “tasas más altas de desplazamiento, abandono escolar, más riesgo de desnutrición, mortalidad…”. En las familias que sobreviven a la pobreza, la reducción de la producción de comida y víveres, provoca que, en los núcleos familiares, los niños tengan más acceso a los alimentos que las niñas. Además, esa necesidad convierte el casar a las niñas en una opción considerable, al conseguir así una boca menos que alimentar.

Las soluciones, tanto a la continuidad del cambio climático, como a sus consecuencias sociales y humanitarias, están tardando en estudiarse y en aplicarse. La necesidad de que los gobiernos adopten políticas relativas a este problema es realmente urgente, pero por el momento, y pasado más de un mes desde la última Conferencia sobre el Cambio Climático de 2017 de las Naciones Unidas (COP23), la implantación de nuevas medidas brilla por su ausencia.

“Es necesario que los gobiernos de todo el mundo hagan políticas y programas de adaptación al cambio climático enfocados en la infancia y género”.

Un año después del acuerdo de París, la COP23 busca proporcionar seguros de riesgo climático a unos 400 millones de personas pobres y vulnerables para el año 2020, y con este objetivo trabajan decenas de organizaciones no gubernamentales, “para instar a los gobernantes a que tomen medidas al respecto”, apunta Emilia Sánchez.

“Poner énfasis en las políticas de género para desarrollar un Plan de Acción de Género, asegurar fondos y acciones necesarias a fin de cerciorar la asistencia inmediata a las niñas y adolescentes afectadas por el cambio climático o garantizar la integración de informaciones sobre cambio climático en las políticas educativas y en los currículos escolares” son algunas de las medidas que Plan Internacional estima necesarias para frenar la realidad a la que se enfrentan miles de niñas y mujeres en todo el mundo.

Fuente: https://www.estrelladigital.es/articulo/mundo/menores-obligadas-casarse-culpa-cambio-climatico/20171228130841338331.html

Comparte este contenido:

La conmovedora historia del niño que llega congelado al colegio da la vuelta al mundo

Por: Cadena Ser

Cada día, el pequeño Wang Fuman, un niño chino de 8 años, tiene que recorrer 4,5 kilómetros bajo la nieve para llegar a su escuela. El joven, que vive en la localidad de Zhaotong, en una zona rural de la provincia de Yunnan (China), se enfrenta cada día a temperaturas de hasta diez grados bajo cero para poder llegar al colegio. A pesar de ello, Fuman nunca falla, tal y como cuenta el medio chino The Paper.

Este lunes, el niño de tercero de primaria llegaba, como cada día, a las ocho de la mañana para comenzar sus clases. Al llegar a clase, todos los niños comenzaron a reírse de él. ¿La razón? Su pelo. Debido a las bajas temperaturas, el niño llegó con el pelo blanco, completamente congelado. Tras presenciar esta imagen, el maestro de la escuela primaria de Zhuanshanbao, a la que asiste el menor, decidió sacarle una fotografía y compartirla en la red social Sina Weibo y con el medio Thepaper.cn, que ha difundido la historia de este niño a nivel mundial.

El niño llegó con heridas en las manos.
El niño llegó con heridas en las manos. / Sina Weibo

La situación crítica de Fuman

Además del pelo y las cejas completamente congeladas, el niño (que no llevaba ropa de invierno durante ese día) también contaba con las mejillas completamente rojas y con las manos arrugadas y heridas por el frío. Imágenes que han desatado una auténtica ola de solidaridad y que ha llamado la atención de los medios de comunicación chinos, que se han visitado el hogar de Fuman para conocer su historia. 

Una televisión local entrevistó al niño en su hogar. / YouTube

Tal y como explica el medio local, el niño vive con su abuela y una hermana mayor en una casa hecha de barro y con un techo cubierto de paja. La madre los abandonó hace ya varios años y a su padre, que trabaja en otra ciudad, hace meses que no le ve. La familia sobrevive con los 250 euros que les envía su padre cada mes y los dos cerdos que cuida el propio Fuman cuando llega del colegio.

La imagen que ha desatado una ola de solidaridad

Gracias a la fotografía sacada por el profesor, que ha dado la vuelta al mundo, muchas han sido las personas que han decidido ayudar a la familia y a otras que viven una situación similar a la de Fuman. Las autoridades provinciales locales han creado un fondo de desarrollo juvenil para proporcionar ropa de invierno a Wang y a otros niños de la zona. De hecho, el pequeño ya tiene gorro, guantes y una chaqueta nueva para recorrer su largo camino diario.

El niño con su ropa nueva.
El niño con su ropa nueva. / The Paper

Por otro lado, también se han enviado unos 100.000 yuanes (unos 1.200 euros) en donaciones tanto a su escuela como a otros centros educativos cercanos. En lo que respecta a la familia de Fuman, el gobierno local ha habilitado una casa para ellos, a la que se mudarán próximamente, que está mucho más cerca del colegio. Por lo tanto, Fuman se ha convertido en un auténtico símbolo y en un ejemplo, tal y como explica el director del colegio a The Paper; «Wang camina todos los días una hora y media con una temperatura de nueve grados bajo cero. Es un ejemplo».

Fuente: http://cadenaser.com/ser/2018/01/12/internacional/1515742598_928672.html

Comparte este contenido:

Feminismo radical, ideología de género y el Papa Francisco

Por: Religión Digital

«El humo generado por críticos de la ‘ideología de género’ impide ver el sentido cristiano de la gracia».

Suena siniestro leer que tras la ideología de género se encuentra el marxismo cultural y el feminismo radical, amén de otros agentes, empeñados en acabar con la familia tradicional y el mundo occidental tal como lo conocemos.

¿En relación a qué es «radical» el feminismo así calificado? Según sus críticos es «radical» en relación al feminismo moderado o tradicionalde las primeras feministas, las cuales fueron buenas chicas que portaron el estandarte de la liberación femenina con justas reivindicaciones sociales como un salario digno o acceso a profesiones consideradas exclusivamente de hombres. Un feminismo al cual nada se puede objetar, sino todo lo contrario.

Pero a finales de los años sesenta surge en Estados Unidos un grupo de feministas radicales que empieza a desmarcarse de lo que hasta ese momento había sido el movimiento feminista reivindicativo en todo el mundo, dando lugar al feminismo agresivo contra el hombre y toda su cultura patriarcal, cuyo germen debe buscarse en la nueva izquierda surgida después de mayo del 68. «El corpus de esta ideología totalitaria incluye el sexo libre, el aborto, y la desaparición del matrimonio, la familia y la religión por ser instituciones opresoras».

A juzgar por lo extremado de las afirmaciones de algunas de sus representados es fácil satanizar el feminismo radical, sin pararse a pensar en sus causas y razones reivindicativas, tras las que se esconden muchas experiencias de dolor, como la de, por ejemplo, la escritora estadounidense y activista Andrea Dworkin, cuya vida es todo un rosario de abusos.

Para empezar, abusos por parte de su padre, abusos de su primer marido. A los 18 años fue arrestada durante una protesta contra la guerra del Vietnam y estuvo en la cárcel de mujeres del Village, donde sufrió abusos de dos médicos. Todos estos factores dominaron sus batallas subsiguientes contra toda forma de violencia contra la mujer.

Tras licenciarse en Literatura en 1968 por el Bennington College, dedicó todas sus fuerzas a la lucha feminista. Básicamente, fueron batallas contra la pornografía, la pedofilia, la violencia contra la mujer y la conducta sexual del hombre como referente de la desigualdad imperante, ahondando en la utilización del sexo por el hombre como vehículo del poder patriarcal. En 1999, a los 53 años, fue drogada y violada en un hotel de París, un suceso que le hizo un daño enorme, agravado, además, porque hubo quien no creyó su historia.

Es evidente que muchas mujeres no han llegado al feminismo radical por pura teoría ni por promover caprichosamente una ideología de género, sino sencillamente como consecuencia de su propia experiencia de vejación y dolor. Se entiende perfectamente que sea una mujer, monja y teóloga católica, Ivone Gebara, la que pueda escribir una teodicea teológica hasta aquí no tratada por ningún teólogo o filósofo masculino, me refiero a El rostro oculto del mal. Una teología desde la experiencia de las mujeres (Trotta, Madrid, 2002).

Ciertamente, la experiencia de violencia sexual o machista no justifica necesariamente las posiciones extremas o radicales, pero ayuda a comprenderlasy obliga a buscar otras perspectivas y hermenéuticas más comprensivas, según el principio cristiano destacado por San Ignacio, de que antes de condenar la posición contraria, hay que intentar salvarla. Así es como se es fiel a aquel que dijo, «no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo» (Jn 12, 47).

Cuando cada día somos testigos del abuso de la mujer, que en estos últimos meses ha tenido por protagonista a la industria del espectáculo de Hollywood, pero que es una realidad cotidiana que muchas niñas -y niños- llevan sufriendo desde la más tierna infancia en el seno mismo de su familia. Es triste comprobar que la violencia contra la mujer está presente en tanto en ámbitos privados como públicos; en el hogar y en trabajo; en la economía canalla de la prostitución, la pornografía y la trata de blancas; en la violencia física directa; en los feminicidios, que muchas veces quedan impunes.

Los que señalan los años 60 como génesis de la ideología de género, deben recordar que aquellos fueron marcados no solo por el movimiento feminista radical, sino también por protestas internacionales contra la guerra en Vietnam y contra la aceptación y hasta el apoyo de brutales dictaduras en Latinoamérica. Parte de aquella juventud se radicalizó al no ver posibilidades de eliminar esta violencia institucional. Protestaba por igual contra la violencia política y todo tipo de violencias, entre ellas la violencia de género.

Dicho esto, hay que aclarar que este tipo feminismo radical de los años 60-70 ya apenas si existe, excepto en Estados Unidos, donde siempre ha contado con grandes representantes, cuyo pensamiento fluctuó entre lo radical y lo moderado. Hoy muchas feministas abogan más por la cooperación que por la confrontación. En la actualidad, se puede decir con María Blanco, que «nadie tiene el monopolio de lo que piensan las mujeres, ni del feminismo auténtico, ni de la feminidad» (Afrodita desenmascarada. Una defensa del feminismo liberal, Deusto Ediciones, Barcelona, 2017).

Cathy Young, escribiendo a mediados del 2016 para The Washington Post, afirmaba que casi nadie niega la realidad histórica de la dominación masculina, pero la solución al problema, que ha creado un gran fractura en nuestra cultura, pasa no sólo por la guerra entre sexos. «Para formar parte de la curación, el feminismo debe incluir a los hombres, no sólo como aliados sino como socios, con una misma voz y una misma humanidad».

Después de una década complicada, la Conferencia Episcopal Española reconocía que el tiempo transcurrido desde la publicación Directorio de la Pastoral Familiar en España (2003), donde los obispos llamaban la atención sobre las nuevas circunstancias en las que se desarrollaba la vida familiar, y la presencia en la legislación española de presupuestos que devaluaban el matrimonio, en la actualidad «permite advertir que, desde entonces, no son pocos los motivos para la esperanza. Junto a otros factores se advierte, cada vez más extendida en amplios sectores de la sociedad, la valoración positiva del bien de la vida y de la familia; abundan los testimonios de entrega y santidad de muchos matrimonios y se constata el papel fundamental que están suponiendo las familias para el sostenimiento de tantas personas, y de la sociedad misma, en estos tiempos de crisis».

Los múltiples desafíos al concepto cristiano de la sexualidad y la familia están ahí, pero para responder a esta problemática, amplia y compleja, a la Iglesia no le queda otra vía que volver a reflexionar las viejas creencias a la luz de las nuevas realidades. Su labor es la búsqueda de la paz y el bien en cada nuevo contexto y en cada nuevo momento de la historia, sanar el egoísmo visceral que nos lleva a preferir siempre nuestros intereses en detrimento de los demás.

El ser humano, debido a lo arraigado de su pecado, ha construido una sociedad injusta y discriminadora, donde las esclavitudes antiguas da lugar a nuevos tipos de esclavitud, donde en última instancia todo se reduzca a mantener la diferencia entre los de arriba y los de abajo, entre la élite y la no-élite; entre los nuestros y los otros.

«Establecemos», como dice Ivone Gebara, «colores y etnias superiores unas a otras, sexos superiores a otros, orientaciones sexuales más normales que otras. Y quien está del lado del poder y de la normalidad no duda en mantener relaciones excluyentes y culpabilizar a ‘los diferentes’ por muchos males del mundo».

La Iglesia no es inmune a estos combates históricos entre la igualdad y la desigualdad, lo que en la Biblia se describe como «acepción de personas», intolerable para el creyente. La Iglesia tiene miedo de las feministas radicales y la feministas tienen miedo de la Iglesia. «Las feministas», escribía Alicia Miyares, «sabemos que los valores, tanto morales como políticos, de la igualdad y la libertad son falazmente cuestionados por discursos religiosos que pretenden interrumpir de continuo la marcha de la humanidad hacia modelos de democracia más perfectos».

Los últimos papas, comenzando por Juan Pablo II, pasando por Benedicto XVI y llegando a Francisco, se han pronunciado inequívocamente contra la «ideología de género»; esto no se puede negar.

En la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia sobre el amor a la familia, publicada en marzo de 2016, el Papa Francisco advierte: «Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo» (n. 86). Con ello no hace sino defender la enseñanza sustentada en la Escritura y la Tradición sobre las relaciones hombre-mujer y el matrimonio.

Pero, téngase en cuenta una nota importante. Para Francisco, denunciar la ideología de género no implica negar ayuda o compañía a los homosexuales; no cierra los ojos a la urgencia de una teología pastoral adecuada, sensible y atenta a la realidad.

En la habitual conferencia de prensa que concede en el retorno de sus viajes internacionales, específicamente en el vuelo de Azerbaiyán a Roma, el Papa señaló que «las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá seguramente vete porque eres homosexual. No. Lo que yo he dicho, es esa maldad que hoy se hace en el adoctrinamiento de la teoría del género».

«Antes que nada, yo he acompañado en mi vida como sacerdote, obispo y también como Papa, he acompañado personas con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales. He acompañado, los he acercado al Señor, algunos no podían, pero yo he acompañado y nunca he abandonado a nadie, esto que quede claro».

Anteriormente, el 26 junio 2016, Francisco se había atrevido a decir que la Iglesia católica debería disculparse con las personas gays por la forma en que las ha tratado. Fue durante el vuelo de regreso al Vaticano tras su visita a Armenia. El Papa hizo estas declaraciones cuando le preguntaron si estaba de acuerdo con los comentarios del cardenal alemán Reinhard Marx, quien dijo que la Iglesia debía disculparse con los homosexuales por haberlos «marginado».

Francisco respondió literalmente: «Creo que la Iglesia no sólo debe pedir disculpas a una persona homosexual que ofendió, sino que hay que pedir perdón a los pobres, a las mujeres que han sido explotadas, a los niños obligados a trabajar, pedir perdón por haber bendecido tantas armas».

Por si fuera poco, el 3 de octubre de 2016, de nuevo a bordo de un avión, de regreso de su viaje a Georgia y Azerbaiyán, Francisco aseguró que Jesús no abandonaría a un homosexual o un transexual. Fue en respuesta a la pregunta sobre qué opinaba de las personas transexuales, de aquellas con disfunciones hormonales o aquellas que cambiaban de sexo porque no aceptaban su cuerpo de hombre o mujer. «Cuando una persona con esta condición llega delante de Jesús, nunca le dirá vete porque eres homosexual», dijo y agregó: «A las personas hay que acompañarlas cómo hace Jesús siempre».

A la luz de estas declaraciones «en vuelo», no es de extrañar que el Papa Francisco haya sido reconocido por la comunidad gay como el papa más «clemente» de los últimos años. El escritor colombiano Giuseppe Caputo, aunque no cree que es para echar las campanas al vuelo, reconoce que «ha habido un cambio, dentro del estrecho margen de cambio que un discurso de derecha como el católico puede tener: el suyo es un gesto sutil, muy sutil, pero ha demostrado ser simbólico y, sobre todo, beneficioso. Definitivamente no es lo mismo que una institución con tanto poder de influencia hable de hogueras y penalización a que pida abiertamente que los gays no sean marginados. Que la extrema derecha rechace las declaraciones de Francisco, evidencia que ha habido un giro: las personas homosexuales, señores creyentes, no pueden ser discriminadas ni tratadas con violencia, lo pide el Papa».

Esta es lo diferencia de la crítica papal de la «ideología de género» de la crítica de los que la instrumentalizan para sus intereses particulares, principalmente políticos. En todos los países latinoamericanos, con nula educación política en general, muchos políticos debeladores de la «ideología de género» la utilizan interesadamentecomo un instrumento muy importante para ganarse la voluntad que pueblo, siempre dispuesto a defender la moral tradicional y sus creencias religiosas, al tiempo que también, cómo no, excitan los prejuicios, odios y fobias populares, con el fin de conseguir su voto, o al menos, el rechazo de aquellos partidos zurdos señalados como defensores de la subversiva «ideología de género».

Muchos pastores, principalmente de las iglesias evangélicas fundamentalistas, pentecostales y carismáticas, se suman a con tal fervor a este discurso que arrastran tras de sí a toda su congregación, llegando a traspasar el límite del rechazo a la homosexualidad por causas doctrinales, para caer en el odio más visceral al que es tildado de abominable y digno de la pena de muerte, según la ley de Moisés. Imagino que aderezado con amor por la salvación del alma.

En estos casos, la «ideología de género» se convierte en una nube de humo que no solo oculta los problemas del pueblo de carácter social y económico, y desvía la atención del subdesarrollo y la corrupción política, sino lo que es mucho más grave, oculta por completo el mensaje evangélico de gracia y misericordia.

El humo generado por muchos críticos de la «ideología de género» impide ver el sentido cristiano de la gracia y la reconciliación. En lugar de ser portadores de esperanza, se convierten en mensajeros de odio y miedo. Han pisado el umbral de la gracia, sí, pero se han quedado en la antesala de ley; pertenecen más en la escuela del Juan Bautista tronante que del apacible Jesús de Nazaret.

Para Amelia Valcárcel, desde su posición de observadora, estos predicadores evangélicos pentecostistas son más veterotestamentarios que neotestamentarios; son capaces de sacar enseñanzas de los versículos más abstrusos del Antiguo Testamento, por el que tienen especial predilección. Los Evangelios se escuchan poco, pero Josué, Jueces, Esdras, Reyes, o Ezequiel son citados de continuo.

Lamentablemente, los rigoristas e integristas, «convierten la defensa de la moral, de la vida y familia en una ideología e ideologización que les lleva a despreocuparse o legitimar, al mismo tiempo, otros males e injusticias sociales-globales. Como son el hambre y la pobreza, la precariedad (explotación) laboral, el trabajo basura e indecente y el paro, la pena de muerte, las guerras, armas e industria militar, las violencias y destrucción ecológica.

«Es la parcialización e ideologización de la fe y la moral que cae en la moralina burguesa e individualista, obsesionada por las cuestiones personales como la familia o la sexualidad. Sin enmarcarlas y responsabilizarse por las otras cuestiones sociales y éticas, que o bien no les preocupan o quieren justificar dichas injusticias sociales. Para ser una moral coherente, hay que defender la vida en todas sus fases, dimensiones y aspectos, desde el inicio con la concepción-fecundación, durante toda la existencia humana con el bien común, la dignidad y derechos de las personas hasta el final de la misma».

En la Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, publicada en 1986 durante el papado de Juan Pablo II y que estuvo a cargo del cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se afirma con rotundidad que los actos homosexuales son «intrínsecamente desordenados» y que en ningún caso pueden recibir aprobación -enseñanza que recogía la anterior declaración sobre la «Persona humana» y la ética sexual, del 29 de diciembre de 1975-, sin embargo en dicha carta el cardenal Ratzinger, advierte con no menos énfasis, que «es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen» (n. 10).

Importante nota pastoral que muchos parecen ignorar. Lo grave es que aquí no están en juego ciertas doctrinas o ideas, sino las personas, las mismas que estamos llamados a servir con amor y diligencia.

Fuente: http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2018/01/13/religion-iglesia-opinion-feminismo-radical-ideologia-de-genero-papa-francisco.shtml

Comparte este contenido:

La plasticidad sináptica mejora la memoria y el aprendizaje

Por: Tendencias 21

Provoca la reorganización cerebral y perfecciona la búsqueda de alimento en abejorros.

Un equipo de científicos ha descubierto que la plasticidad sináptica mejora la memoria y el aprendizaje. Ha comprobado en abejorros que cuánta más comunicación entre neuronas, mejor es el rendimiento en la percepción visual, el recuerdo de las experiencias y más rápido es el aprendizaje. Esta ambiente provoca la reorganización estructural de las regiones visuales del cerebro y perfecciona la búsqueda de alimento.

La plasticidad sináptica es la propiedad que emerge del funcionamiento de las neuronas cuando establecen comunicación entre sí, y es la que modula la percepción de los estímulos del medio.

Pese a conocerse que la plasticidad sináptica ostenta una gran influencia sobre el funcionamiento cognitivo, el grado de comprensión sobre la relación entre la organización sináptica —conexiones nerviosas— real y las diferencias individuales en lo que atañe al aprendizaje y la memoria, sigue siendo inadecuado.

Para profundizar en esta laguna, un grupo de científicos ha desarrollado un ejercicio de discriminación visual para analizar la correlación entre la densidad de complejos sinápticos —microglomérulos— del cerebro de abejorros, y la experiencia visual, el aprendizaje visual y el funcionamiento de la memoria a nivel individual.

El equipo descubrió que los abejorros con una mayor densidad de microglomérulos realizan mejor las actividades de discriminación visual y recuerdan en mayor medida las tareas aprendidas —relacionadas con colores—dos días después del aprendizaje.

El equipo explica en la revista Proceedings of the Royal Society B el modo en el que, durante un experimento, se entrenó a abejorros para diferenciar entre diez tipos de flores artificiales de colores distintos.

Cinco de estas flores contenían un agua azucarada apetitosa para los abejorros, mientras que las otras cinco tenían una solución de quinina de sabor amargo. Tras dos días, se efectuó una prueba para determinar la eficacia con la que los abejorros recordaban qué colores ofrecían la recompensa.

Aprendizaje más rápido

El equipo descubrió que las abejas con una mayor densidad de microglomérulos en la región del cuello —relacionados con la asociación visual—aprenden más deprisa debido a que se posan en menos ocasiones en su búsqueda de flores artificiales con recompensa: van directos a las flores azucaradas.

También hicieron gala de una mejor memoria dos días después de ser entrenadas, lo que sugiere que los cambios en la densidad de microglomérulos pueden inducirse mediante la adquisición de memoria visual.

La inclusión de un paradigma de aprendizaje basado en diez colores permitió a los investigadores profundizar en estudios previos de discriminación visual que, por lo general, empleaban únicamente dos colores, lo que se materializaba en una variación limitada de los resultados entre abejorros.

El equipo descubrió que los abejorros mostraban una mayor densidad de microglomérulos cuando se encontraban expuestos a flores artificiales de numerosos colores, a diferencia de lo que ocurre cuando no se establece dicha distinción o cuando ésta se restringe a dos colores.

El equipo espera que los hallazgos ayuden a esclarecer la base neuronal de la cognición en todos los animales, incluidos los seres humanos.

Enriquecimiento ambiental
En estudios previos se había demostrado que la plasticidad neuronal de carácter estructural y funcional, además de estar asociada a mejoras en el aprendizaje y la memoria, se relaciona con un incremento en la variedad de estímulos ambientales con los que interactúan los animales.

Los investigadores piensan que sus experimentos basados en diez colores controlados en laboratorio, podrían suponer uno de estos ambientes enriquecidos que inducen la reorganización estructural de las regiones visuales del cerebro.

Aunque las diferencias individuales en la densidad de microglomérulos podrían emplearse para predecir el rendimiento a la hora de buscar alimento y las pautas de búsqueda, los investigadores también sugieren que la variación natural en dicho rendimiento podría ser un mecanismo de adaptación a las alteraciones de las fuentes de alimentos.

Esto es, en lugar de que algunas abejas simplemente posean una menor capacidad cognitiva en conjunto, en realidad éstas podrían estar priorizando recursos alternativos de supervivencia para la colonia en lo que sería un fenómeno actualmente desconocido.

Referencia

Comparte este contenido:

Matizaciones en torno a la “nueva” pedagogía universitaria

España / 14 de enero de 2018 / Autor: Marcos Santos Gómez / Fuente: Paideia. Educación y Filosofía

En el post inmediatamente anterior, terminaba escribiendo, en el último párrafo, mi impresión de que existe un modo de entender la pedagogía que resulta cómplice de la debacle que estamos viviendo en la universidad y, lo extiendo ahora, a todos los niveles de la enseñanza. Así pues, en las líneas que siguen, necesariamente breves e imprecisas, intentaré de modo somero justificar dicha afirmación.

En primer lugar, deseo recordar que a lo largo de los numerosos posts que hemos dedicado al surgimiento de la paideia en Grecia, hasta el siglo V a. C., hemos presentado unas ideas que pueden ayudarnos a comprender el presente. Tratar de la Grecia clásica no es un mero afán de vana erudición, sino que consiste en abordar las líneas y formas fundamentales de lo que somos hoy. Estudiando aquel periodo he pretendido pensar el presente a partir de un problema concreto que había planteado en una entrada aun anterior: el de las competencias, la teoría pedagógica de las competencias. Allí, traté de argumentar y mostrar que, lejos de lo que afirman sus defensores, en ella hay presupuestos y un modo concreto de formación (paideia) en unas ideas particulares de lo que debe ser el mundo y los hombres. Se transmite, con la mera conversión de lo educativo en un supuesto aprendizaje de “austeras” competencias, una manera de ver el mundo que tiene que ver con el mundo acrítico y capitalista que cierta pedagogía está construyendo en la universidad. Como digo, esto ya lo argumenté y puede leerse aquí. De aquello extrajimos la idea de que contra su pretensión, no hay pedagogía limpia de ideología pues desde su origen, nos guste o no, la pedagogía ha sido una cierta técnica de encarnación de unos ideales que fluyen y prosperan en la cultura. Es decir, lo que la Bildung alemana trató de desarrollar es lo propio de cualquier actividad pedagógica o educativa. La educación como formación, en definitiva.

Pero además de la falacia de las competencias a la que se trata, inútilmente, de reducir lo educativo en un vano afán de librarlo de lo ideológico y que no hace más que encubrir un modo concreto de ideología, tenemos otros elementos que no traté en su momento y que la lectura de unos libros polémicos y un tanto agresivos, contra la pedagogía al uso, me han suscitado. Se trata de los conocidos libritos de Ricardo Moreno Castillo, Panfleto antipedagógico y un sucesor del mismo de la mano de Alberto Royo, titulado Contra la nueva educación. No comparto el tono panfletario que, como ellos mismos admiten, tiene su aguerrida obra. Me gustaría que hubieran acudido de un modo más logrado a los clásicos y haber leído una discusión profunda con los grandes de la pedagogía a los que explícita o implícitamente se refiere la “nueva” pedagogía. Trataré de referirme yo al asunto, aunque poco puede hacerse en la entrada de un blog.

De toda su crítica destaca la negación de que pueda hablarse de un aprender a aprender vacío, desprovisto del contenido de aquello que haya que aprender. Aquí les debo dar la razón. Como ellos, creo que el futuro maestro que formamos en facultades como aquella en la que yo trabajo, de Formación del profesorado, debe ser y formarse, ante todo, como un intelectual. Es algo que digo a menudo. Un maestro es un técnico de la enseñanza, de acuerdo, pero porque tiene algo que decir. No vale ampararse en una libertad mal entendida del alumno que debe, a iniciativa propia, descubrir lo que le vale. Yo he dicho cosas parecidas a menudo, pero aquí está el matiz y acaso mi equivocación. Esta pedagogía que ha sucedido, creo, a un gigante, que es Emilio de Rousseau, no ha comprendido bien a Rousseau. Está claro que la llamada “educacionalización” del mundo, que consiste en lo que iniciara un devoto discípulo del ginebrino, el maestro Pestalozzi, ha consistido en asumir una fe en que la sociedad y sus problemas debían abordarse en la escuela y de un modo educacional. Se extrajo lo que para Rousseau fue un atrevido intento de “tecnificar” con cierta distancia la constitución del hombre capaz de “firmar” su contrato social. En Emilio solamente especula, como lo hace cuando se refiere al “estado de naturaleza” y a la idea contractualista de la sociedad y la política. Sabe que toda visión política e ideal debe jugar a encarnarse en los sujetos, como pasara en la Grecia de Pericles, debe fabricarse, y entonces, acude, de un modo experimental, a su ideación pedagógica. En ella, a pesar del canto a la libertad que podemos apreciar en una rápida lectura, no podemos pasar por alto los matices que señalan que esta libertad es relativa, pues se basa en una distancia obvia entre el preceptor (profesor, enseñante) y su alumno. Hay una enseñanza, unos métodos a veces sutilmente directivos, unos límites y unas evidentes reglas que seguir, con la educación de Emilio. Precisamente, Emilio debe aprender a ir modelando su libertad, más que restringiéndola. Educarse es, según Rousseau, básicamente modelarse, y modelarse como persona libre, modelando la propia libertad. Es lo que no se cansó de repetir A. S. Neill cuando debía matizar una y otra vez que la libertad no es libertinaje y que en Summerhill se seguían y aprendían unas reglas.

Lo que tenemos, pues, en la nueva pedagogía cuestionada por los mencionados panfletos contra ella, es una mala interpretación de Rousseau que acaso, habría que estudiar el texto y yo no lo he hecho, impregna la LOGSE o, lo que me temo más probable, acapara la aplicación e interpretación de la misma. Sí puede ser, contra lo que afirman los aguerridos polemistas, que sea verdad esa defensa que los partidarios de dicha ley hacen, cuando echan la culpa a la aplicación e interpretación de la misma y no a la propia ley y, entiendo yo, su espíritu. Lo que una pedagogía que tienda a lo no directivo o rousseauniana pretende no es, evidentemente, el tinglado que se ha formado y se está formando en la actualidad, y pienso en la universidad. En realidad, lo que se propugnaba era de sentido común y además, antiguo, pues la ley franquista de Villar Palasí, la de la E.G.B. y el B.U.P., ya lo trataba de introducir en el sistema educativo. Cuando se hablaba de evaluación continua no era, como falsamente se interpretó, la constante realización de exámenes (!!!), ni lo que ahora en nuestra Universidad de Granada se pretende con la aplicación de la enseñanza por los ECTS, que nos acaba de obligar a evaluar de un modo concreto a nuestros alumnos. En realidad, al profesor no se le debe obligar, como bien saben en Summerhill, a emplear una metodología concreta en su enseñanza ni en la evaluación. Lo que Rousseau invoca es un tipo de relación personal entre quienes por naturaleza, en el proceso pedagógico, se sitúan en polos diferentes (Nota bene). El profesor que superando obstáculos psicológicos y sociales que le obligan inconscientemente a lo contrario (nada menos, y a esto parecen referirse los defensores de la LOGSE con el tantas veces invocado y echado en falta “cambio de mentalidad”, me parece) es capaz de valorar tanto a su discípulo que se implica de verdad en su aprendizaje y conoce los más minúsculos avatares del mismo, de manera que la evaluación va cayendo de su cuenta y es parte de un proceso obvio que conocen ambos, en el curso de la enseñanza, alumno y profesor. Da igual que en este proceso haya, finalmente, un único examen. Pues quien no quiera hacer las cosas bien, las seguirá haciendo mal por mucho que se le obligue a una metodología concreta, y quien quiera y esté preparado para hacerlas bien, las hará bien sin imposiciones de ese tipo que interfieren y molestan. Así que la bienintencionada pretensión de que todos evaluemos ahora con dos notas mínimo, en la universidad, no arregla nada, a mi modesto entender. El profesor que se toma en serio su trabajo, lo va a hacer bien, siempre, pues la relación personal que establece con los alumnos va sugiriendo e indicando el derrotero a lo largo de todo el proceso. Y esto se ha hecho siempre. En realidad, creo, un educador serio admite implícitamente lo que Rousseau indicaba, independientemente de que haga o no exámenes. Bien es cierto que la interpretación que se haga del mismo ha podido conducir a críticas muy serias de la mera noción de examen y de nota, pero esto lo demanda el sistema educativo en sí, el que haya notas, no es culpa de una mala interpretación de nadie de lo que trataba de implantar la LOGSE y su sucedáneo la LOE. A hacer exámenes, de uno u otro modo, más o menos encubiertos, nos obliga el sistema.

Es verdad que resulta falaz la pretensión de aprender a aprender. Le doy la razón a los autores de sendos panfletos es que todo aprendizaje requiere unos contenidos que hay que interiorizar según una disciplina, a veces con esfuerzo. Pero es que hasta Erich Fromm en su Arte de amar lo dice respecto del aprendizaje del amor (!!!) y de cualquier arte, como tocar la guitarra. En este sentido es en el que se ha excedido la nueva pedagogía con la pretensión de ludificar o gamificar (o sea, transformar la educación en un juego permanente) eliminando lo que la enseñanza tiene también de momento de silencio, disciplina y memoria pura y dura. Yo estoy repasando mi latín, por ejemplo, y he comprobado que para gozar de los textos de Cicerón he debido, con cierta desgana pero muy motivado, repasar como se hacía con la tabla de multiplicar, toda la compleja morfosintaxis del latín, desde las declinaciones a la utilización de las conjunciones subordinantes o los usos del gerundio o los participios en tan hermosísima lengua. Sólo a partir de ahí, el latín puede ser un juego de verdad, en el que se juegue con sus máximas posibilidades literarias y lingüísticas, de la mano de sus grandes artífices. Y aquí entramos en otro campo: el valor de la cultura y el conocimiento, del poso que los siglos nos han legado y del que se debe partir en la escuela y en la universidad.

Cabe preguntarse por qué en la nueva pedagogía universitaria, que ha bajado evidentemente el nivel intelectual de los Grados, no se han mantenido tales obviedades y por qué se ha dado desde la LOGSE una tan estridente desviación de la intención rousseauniana. Creo que la explicación estriba en la función cómplice e ideológica de la pedagogía en sí, con un sistema social y económico, y político, concreto, y del propio gremio de los pedagogos que se halla siempre muy próximo al poder de turno. Es desde aquí que, consciente o inconscientemente, ha servido y venido muy bien emplear nociones de vaga procedencia rousseauniana en lo que se ha constituido una tecnología del “nuevo” ciudadano neoliberal que requieren los tiempos. Las complicidades personales son en muchos casos evidentes, pero no vamos a entrar aquí en eso. No deseo deslizarme hacia la utilización de argumentos “ad hominem”. Pero sí se puede recordar que desde la Ilustración, la escuela ha servido, fundamentalmente, para fabricar ciudadanos concretos, para crear creyentes de la propia facción (Lutero, el calvinismo, el catolicismo) en las guerras europeas entre religiones, y para ir labrando en la sociedad un nuevo poder supuestamente laico e impermeable al viejo poder, heredado del Antiguo Régimen, de la Iglesia, en el caso concreto de España. La escuela y el sistema educativo han hablado mucho de libertad, desde siempre, desde hace doscientos años, pero su función real ha sido acoplar mentalidades y hacerse con grupos sociales, aumentando las posibilidades de gobierno y poder. En esto, es natural que la reflexión que ha intentado producir escuela, haya sido, no en todos los caso, pero mayoritariamente, cómplice de gobiernos de turno. Y de esto no se han librado nuestros tiempos. Así, desde este hecho, es como entiendo la bajada de nivel terrible que se está viviendo en el sistema educativo, incluida la universidad.

Los discursos sirven para situarse, para posicionarse políticamente. Y las ventajas de la LOGSE, la LOE, la LOU universitaria, en este sentido, han sido obvias. Han creado y están creando una escuela y una universidad que, de hecho y como indicábamos en el post inmediatamente anterior a éste, sirven al actual modelo neoliberal en la economía y en la sociedad. Digamos que, en este sentido, Rousseau y todas las herramientas pedagógicas (abuso de las nuevas tecnologías, destrucción de la figura del profesor y su dignidad y libertad, teoría neoliberal de las competencias, el afán obsesivo por «innovar» para que en realidad todo siga igual, etc.) sirven a este fin político concreto, de hecho. De manera que el gobierno de turno y el poder no pueden sino promover, con un halo de progresismo, estas lecturas tendenciosas y profundamente equivocadas de una pedagogía que no es tan nueva como se dice (por el contrario, es muy vieja, tanto como, hemos dicho, Rousseau y Pestalozzi). Lo que se está dando en la universidad, en los institutos y en las escuelas, es una disolución del saber, que era el punto de partida para toda libertad y que es, el mundo de la cultura, aquello a lo que Emilio “es conducido por Rousseau”. Porque uno no aprende en el vacío, ni a golpe de impulso, ni como una pulsión descontrolada, ni en el caos de una clase indisciplinada, sino que se requiere, como prueba el mismísimo Summerhill un orden y una disciplina. La mala interpretación que se ha hecho de Rousseau es ingenua y falsa, por parte del bienintencionado pedagogo que la defiende, y, desde el punto de vista del Estado, profundamente tendenciosa y peligrosa. Así, la LOGSE, en efecto, se convirtió, como es propio de tantas leyes educativas, en ideología al servicio de una causa, de la misma manera que todo lo que estamos sufriendo (algunos escandalizados y boquiabiertos en la universidad) sirve a un amo concreto. No estaría mal iniciar por parte de la pedagogía en España una ronda de artículos o congresos que intentaran, al menos, reflexionar y visibilizar este terrible problema que amenaza con hundir del nuevo al país en la selva de unos pocos ricos ilustrados y una ingente masa de ignorantes manipulables y sin preparación pero dispuestos a trabajar a destajo en lo que le digan por cuatro gordas. En esto nuestros autores tienen razón: con la baza de un supuesto igualitarismo que nivela las aulas e impide el desarrollo de los potenciales de cada uno, se promueve, paradójicamente, la más atroz desigualdad y la más injusta de las sociedades. Bien es cierto que ellos no parecen haber tenido en cuenta la fuerza de las “circunstancias”, mayor de la que suponen en sus libros, en pro de una capacidad individual de superación, pero, por otro lado y aunque abordemos personal e individualmente este asunto crucial para el logro de una razonable y verdadera igualdad de la sociedad, no se puede frenar el avance y el desarrollo de quien, aun teniendo también quizás un origen humilde, tiene el derecho a ilustrarse. La igualdad no se puede lograr descendiendo el nivel intelectual a niveles ínfimos. Es injusto y falaz. Y aquí sí parecen tener razón nuestros autores (recordemos el elevadísimo nivel cultural tanto de alumnos como de maestros en nuestra admirada Finlandia, donde un maestro es formado, ante todo, como intelectual). 

Escrito tras la lectura de:

Moreno Castillo, R. (2006). Panfleto antipedagógico. Barcelona: Lector.  

Moreno Castillo, R. (2016). La conjura de los ignorantes. Madrid: Pasos Perdidos.

Royo, A. (2016). Contra la nueva educación. Barcelona: Plataforma Editorial.

Fuente del Artículo:

https://educayfilosofa.blogspot.mx/2017/05/matizaciones-en-torno-la-nueva.html

Fuente de la Imagen:

http://pedagogiauniversitariamoderna.blogspot.mx/2016/12/docentes-del-siglo-xxi-retos-y-desafios.html

Comparte este contenido:

Colombia: 17va Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Inclusión Educativa)

Colombia / 14 de enero de 2018 / Autor: El abecedario La educación de la A a la Z / Fuente: Youtube

Publicado el 21 oct. 2017
Nuestro tema será, Inclusión Educativa. En huellas de maestros: La profesora Judith López de la IE Ana Gómez de Sierra. En el palabrero: La profesora Astrid Elena Cardona de la IE José María Córdoba de Rionegro. En La Nota Informativa: presentaremos la película Los Coristas.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=VhjiwgleWFg
Comparte este contenido:
Page 1545 of 2732
1 1.543 1.544 1.545 1.546 1.547 2.732