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Cachar haciendo el bien

Por: David Calderón

Pronto serán diez años que colaboro en El Financiero, tratando específicamente temas de educación. Cuando inicié, Carlos Ornelas y Manuel Gil eran las casi únicas voces que comentaban sobre educación, seguidos por Pedro Flores Crespo y uno que otro sobreviviente del Observatorio que inició Latapí.

Afortunadamente hoy hay multitud de espacios para el debate: desde el espacio en Nexos que coordina Alma Maldonado, hasta los espacios que se han ganado los profesores mismos, primero en Educación Futura y ahora en Profelandia, Docentes Primero y en otros blogs. En los últimos años he compartido el espacio con veintidós de mis compañeros de Mexicanos Primero, en una apuesta por ir consolidando una presencia ciudadana continua, con convicciones definidas pero que sobreviva a la individualidad y al aislamiento.

Lo que nos puede pasar a todos, antiguos y recientes comentadores, es que nos refocilemos en la limitación que descubrimos y nos empantanemos en la ácida denuncia. Siempre será necesario un examen crítico de lo que ocurre en la política pública, desde su formulación hasta su realización, que sin duda es su prueba de fuego. Pero si no ofrecemos propuestas y experiencias que muestran alternativas, nuestra indignación puede ser estéril.

Como en todo ciclo de reformas, hay ahora un agotamiento por la distancia entre lo postulado y lo efectivamente acontecido. Si no fuera porque se trata de una señal de disgusto social, sería divertido: me llamó la atención lo airado de los comentarios por la salida de Aurelio Nuño de la SEP. El hecho de que renuncie, sostuvieron muchos (que en frecuentes ocasiones habían pedido que saliera) es una señal de que los procesos o contenidos de las reformas implementadas no pueden tomarse en serio, no tienen valor o sirvieron sólo de trampolín político, y por ello hay suficientes elementos para no colaborar, no apreciar lo logrado o para suspender definitivamente la evaluación de desempeño.

Esa carambola de tres bandas -“Me ofende la salida de un funcionario, y por ello ese cambio es prueba de mal diseño o deficiente ejecución de la política, de manera que estamos invitados, justificados o autorizado a evitar su continuidad”- tiene explicación emotiva, pero cuesta trabajo captar en ello la argumentación racional.

Seguro que más allá de la anécdota ramplona de la publicidad oficial (“a mí me fue muy bien con la evaluación”) o su gemela inversa (“me escribe un profesor que salió en primer lugar y dice que no sirve de nada la evaluación”) debe haber en la realidad razones para la esperanza. Son muchos los corazones heridos de los profes (“los maestros no esperamos nada de nadie”, me escribió alguno, sin duda lastimado, en un vivaz intercambio en las redes sociales; así lo piensa esa persona, así lo desea y eso merece respeto y empatía, pero las décadas de dominio de las cúpulas de SNTE y CNTE, el encargado de Finanzas del Sindicato promocionando entusiasta a Nueva Alianza o el exsubsecretario González en un mitin de López Obrador son todavía muestras de que algunos sí esperan, y eso lo aprovechan un experto grupo de abusivos.

En todo caso, para el final del año sostengo que un gran propósito es que todos quienes tenemos el privilegio de comentar los ires y venires de la política educativa busquemos, además de describir falencias y emplazar a funcionarios por su incongruencia, identificar buenas prácticas, sea que éstas se produzcan por la reforma normativa, a pesar de la reforma normativa o más allá de ella.

Nos hemos vuelto especialistas en “cachar haciendo el mal”. Y eso impulsa la justicia y la reparación, o al menos algunos exploramos los medios para que así ocurra. Pero nos damos el reto de que al menos en la misma medida volvamos a conocer y reconocer la trama de dedicación, entrega y logro que sostiene a la educación en México, aunque es como es y está como está. Así que afinaremos la mirada, para “cachar haciendo el bien”. Ya hemos probado, y hay historias maravillosas para compartir. Y no son anécdotas; son verdaderas revoluciones en curso. Son como la escuela que queremos; nos corresponde compartirlas y emplazarlas como reto a la pasividad, a la conformidad y al desánimo.

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Cachar haciendo el bien

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Navidad, nacer de nuevo

Por: Frei Betto

“No hay duda de que la Navidad papanoélica es la única festividad en que la resaca se anticipa a la conmemoración”, dice Frei Betto. 

La Navidad es un tiempo de desazón. Apremiados por la publicidad que cambia a Jesucristo por Papá Noel, se nos desdeña como ciudadanos y se nos seduce como consumidores.

Aunque tengamos dinero en el bolsillo, se instala un hueco en nuestro corazón. Aumenta la temperatura de nuestra fiebre consumista y, discípulos fundamentalistas de una secta extravagante, nos adentramos mediante una procesión motorizada en las catedrales de Mamón: los shopping centers.

En esas construcciones imponentes, brillantes falsos de la escenografía cosmopolita, nos aguardan las ofrendas de la salvación, premisas y promesas de felicidad. Exhibidas en elegantes anaqueles y vitrinas relucientes, escoltadas por bellas ninfas, las mercancías son como imágenes sagradas dotadas del milagroso poder de hacernos ingresar en el reino celestial de quienes hacen de todo para morir ricos.

Libres de las figuras profanas que contaminan el exterior, como los niños que transforman las ventanillas de nuestros carros en cuadros de pavor, recorremos silenciosos las naves góticas, elevados por la música aséptica y el aroma achocolatado de exquisitas golosinas.

Con ojos ávidos, inclinamos el espíritu de capilla en capilla, atendidos por solícitas sacerdotisas que, si bien no pueden ofrecer gratis el manjar de los dioses, al menos nos lo brindan con sus trajes de vestales romanas condenadas a la belleza obligatoria.

Es el altar de nuestros sueños, el Cielo anticipado en la Tierra en forma de joyas, aparatos electrónicos, ropas y productos importados que nos redimen del pecado de vivir en este país cuya miseria arruina el paisaje.

No hay duda de que la Navidad papanoélica es la única festividad en que la resaca se anticipa a la conmemoración. Tómense vinos y castañas, panetelas y pavos, y un puñado de regalos: he ahí la receta para disfrazar una fecha. Y ahogar emociones y sentimientos. Pero no es Navidad.

La mercancía se convierte en la "diosa" de la Navidad moderna. Foto: ValenciaBonita.

La mercancía se convierte en la “diosa” de la Navidad moderna. Foto: ValenciaBonita.

Para festejar la Navidad se necesita avivar los afectos y servir a la mesa corazones y solidaridad, destapando el alma y convirtiendo el espíritu en pesebre donde renazca el Amor. Darse en vez de dar, estrechando lazos de familia y vínculos de amistad.

Urge abrir el diccionario impreso en los dobleces de nuestra subjetividad y sustituir competencia por comunidad, envidia por reconocimiento, resentimiento por humildad, yo por nosotros.

En estos trópicos calientes, mejor que con nueces conviene gratificar la lengua con prudencia, privándose de hablar mal de la vida ajena.

Un poco de silencio, una oración, la retracción del ego favorecen el encuentro con uno mismo, sobre todo de quien se reconoce alienado de Dios, de los otros y de la naturaleza. Nada cuesta pisar el freno en la atropellada carrera de quien, en el afán de superar el ritmo del tiempo, corre el riesgo de abreviar la vida por el agotamiento del cuerpo y la confusión de la mente.

Antes de los brindis, se recomienda llenar el corazón de ternura hasta que se desborde por los ojos y se derrame en caricias y besos.

Porque ¿de qué vale la Navidad si no tenemos el valor de regalarnos la decisión de nacer de nuevo?

 

Imagen: Folhox.

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Navidad, nacer de nuevo

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La educación y el final del sexenio

Por: Blanca Heredia

La prioridad concedida a transformar la educación nacional marcó el inicio de la administración Peña Nieto. En el derrotero de ese cambio, el gobierno en turno se juega parte importante de cómo se escribirá su legado y su historia. 

Durante 5 años, las autoridades educativas, el magisterio organizado, los directivos y los docentes han desplegado un sinfín de acciones en torno al proyecto a favor de una educación de calidad con equidad. Pocas veces antes, la educación había ocupado un lugar tan relevante y visible en la agenda gubernamental y en el debate público.

Mucho del trabajo de las autoridades ha sido técnico, una parte muy grande ha sido político. Para impulsar el cambio, resultó indispensable administrar enormes y variadas resistencias, ofrecer incentivos para la cooperación, generar alianzas. Había y hubo así que echar mano de la política y esta se empleó con creces –a ratos mejor, a ratos peor– para sacar adelante la reforma.

A la fecha, se registran avances significativos. Destacan entre ellos, la alta prioridad concedida al tema educativo en la agenda gubernamental y el tránsito hacia un sistema basado en reglas claras para el acceso, promoción y permanencia en cargos docentes. El nuevo sistema dista mucho de ser perfecto (en particular, en materia de evaluación del desempeño). Con todo, la instalación de criterios transparentes y parejos orientados a distinguir entre los que cuentan o no con la capacidad para ocuparse de las tareas educativas, ofrece un mejor método para seleccionar a personas interesadas en realizar esas tareas que el viejo entramado clientelar y discrecional que tendía a premiar la disciplina y la lealtad sindical por sobre la capacidad docente.

Otro avance importante ha sido la formulación de un nuevo mapa para la educación nacional. El “nuevo modelo educativo” explicita el destino buscado (ciudadanos libres y creativos), renueva contenidos y métodos pedagógicos, y especifica otros apoyos y condiciones requeridos para alcanzar las finalidades propuestas. En lo estrictamente educativo, el nuevo modelo plantea novedades valiosas: énfasis en aprendizajes clave en sustitución del viejo esquema enciclopédico, involucramiento activo de los alumnos en sus aprendizajes, e incorporación de un espacio para que las propias escuelas decidan parte de sus contenidos curriculares.

No queda tiempo para que el gobierno intente aterrizar la reforma educativa en todas las aulas del país. Mal haría, por otra parte, en enfocarse en el cumplimiento proforma de la ruta de implementación y en diluir el cambio para intentar captar el voto de los maestros. Para afianzar el impulso transformador y evitar que se disipe, haría falta un empujón final. Uno capaz de inspirar y, simultáneamente, ofrecer a sus operadores en tierra herramientas concretas para el aterrizaje del cambio.

Resultaría vital, en primerísimo término, comunicar mejor el porqué de la reforma a los maestros en un lenguaje que los interpele de forma directa, así como dotar a docentes y directivos de guías y ejemplos concretos sobre lo que se espera de ellos (nuevas rutinas para la gestión; ejemplos vivos de una buena sesión de clase; tipos de evaluaciones que más contribuyen al aprendizaje, saberes; actitudes y habilidades específicos con los que se aspira egresen de los diversos ciclos de la educación obligatoria los estudiantes). Sería deseable, asimismo, buscar conformar una masa crítica de docentes, autoridades locales y líderes sociales diversos interesados en impulsar una educación relevante y significativa. Un cambio tan amplio y complejo, mismo que tomará varios años y muchísimas voluntades requiere apóstoles y consensos que atraviesen clases, regiones, sectores y preferencias electorales. Para formar un grupo así, se requerirá un relato fuerte y conciso capaz de mover emociones, así como invertir tiempo e inteligencia en su conformación.

Al gobierno de Enrique Peña Nieto le queda muy poco tiempo. Ojalá que, en materia educativa, no quede todo en libros blancos confeccionados a toda velocidad, en concesiones que vulneren lo alcanzado y/o en estratagemas puramente electoreros.

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La educación y el final del sexenio

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El Supremo obliga a las administraciones a que no segreguen a los estudiantes con discapacidad

Por: Daniel Sánchez Caballero

Las familias con hijos e hijas con discapacidades han recibido una buena noticia y dado un paso adelante en la defensa de sus derechos. El Tribunal Supremo acaba de notificar una sentencia por la que, además de dar la razón a una familia en su lucha por la escolarización de su hijo en un centro educativo ordinario en La Rioja, entra de lleno por primera vez en la cuestión del derecho a la educación inclusiva en todo su espectro, desde el acceso a la permanencia.

El Supremo establece en su sentencia que las administraciones educativas están obligadas a lograr la plena inclusión de los alumnos con discapacidad, que la escolarización ha de hacerse sí o sí en un centro ordinario excepto en casos realmente excepcionales y que debe mantenerse así, realizando las “modificaciones y adaptaciones (…) necesarias y adecuadas”, excepto si resultan una “carga desproporcionada o indebida”, que en ningún caso significa agotar las medidas disponibles sino las posibles.

Nada nuevo bajo el sol, puede pensar alguien que conozca la normativa vigente española, que ya contempla esta manera de proceder. El problema es que en estos casos  en España muchas veces la ley va por un lado y la realidad por otro completamente diferente, y ahora las familias tendrán una sentencia del Supremo que puede sentar jurisprudencia y a la que apelar en caso de conflicto. En España había en el curso 2014-15 un total de 173.797 alumnos con algún tipo de discapacidad, de los que 34.349 están escolarizados en centros de educación especial (un 19,7%), según datos del Cermi. Uno de cada cinco no parece que sea algo excepcional.

“Es la primera sentencia del Supremo que entra de lleno y a fondo en todo el contenido del derecho a la educación inclusiva”, valora Juan Rodríguez Zapatero, el abogado que ha llevado el caso junto a la Fundació Gerard. “Además, es muy importante en cuanto que precisa bien, con rigor y de forma detallada, las obligaciones y los mandatos de las administraciones educativas y los centros en el tratamiento de la educación de los chicos y chicas con discapacidades. Establece una serie de mandatos que deben cumplirse para que de verdad se garantice la igualdad en el acceso a la educación, precisamente para evitar situaciones discriminatorias”, explica.

La Rioja pierde

La sentencia del Supremo supone el punto final de un caso ocurrido en La Rioja, donde el Gobierno de la región envió a un centro específico a un alumno que estaba en un aula TEA (trastorno del espectro autista) en un centro ordinario. Los padres recurrieron para que continuara en su colegio y el Tribunal Superior de Justicia de la Rioja les dio la razón alegando que no se habían agotado las opciones ni se habían puesto los medios necesarios para la inclusión.

El Ejecutivo de La Rioja recurrió, pero ahora el Supremo rechaza el recurso y le da la razón de nuevo a los padres. Y entra en cómo debe realizarse la inclusión por parte de las administraciones.

Recuerda el alto tribunal en su texto que la normativa española debe interpretarse conforme a los tratados internacionales, en este caso la Convención sobre los Derechos de Personas con Discapacidad de la ONU, que España ratificó en 2008. Esta convención menciona el derecho a la igualdad en el acceso a la educación y recuerda el TS que para garantizarlo rigen los principios de normalización o inclusión tanto para el acceso como en la permanencia del sistema educativo.

“Ese doble mandato de inclusión y la efectividad de ese derecho”, continúa el Supremo, “exige de las administraciones una concreta puesta de medios que procure esa integración en el sistema educativo ordinario con las debidas adaptaciones en función de las necesidades del interesado y solo cabe acudir al régimen de centros de régimen especial si se justifica que, agotados los esfuerzos para esa integración, lo procedente es esa opción que en esas condiciones sí justificaría un trato distinto”.

Entre las medidas que deben poner los Gobiernos regionales, las administraciones deben “prestarles apoyo necesario dentro del sistema general de educación (…) y hacerles ajustes razonables en función de sus necesidades individuales”. El límite que marca para las modificaciones “necesarias y adecuadas” es que no supongan una carga desproporcionada.

¿Qué es una carga desproporcionada? La sentencia no lo especifica, pero sí aclara una cosa: que un centro determinado no cuente con algunos recursos no es suficiente argumento. “La proporcionalidad ha de entenderse no solo en relación a los recursos de un centro educativo, hay que ver el conjunto del sistema y los recursos disponibles en todo él”, explica Rodríguez Zapatero.

Carme Fernández, directora de la Fundació Gerard, que lleva años dando la batalla por la plena inclusión educativa de las personas con discapacidad, se muestra satisfecha por la sentencia y opina que “si se sigue este camino la jurisprudencia acabará eliminando las barreras que dificultan el derecho a la inclusión educativa”.

Su abogado coincide. “Después de esta importante sentencia del Tribunal Supremo, junto con otra del Tribunal Constitucional y la anterior sentencia del Alto Tribunal de 9 de mayo de 2011, cabe decir que ya existe una doctrina o cuerpo jurisprudencial sobre el contenido del derecho a la educación inclusiva”, explica Rodríguez Zapatero.

Las aulas específicas

Llegados a este punto, Fernández alerta de la nueva batalla que viene por la inclusión: las aulas específicas en centros ordinarios, clases donde se mete a los alumnos con discapacidad de las que, en ocasiones, no salen nunca.

“Estos recursos no son en realidad de apoyo a la inclusión sino para enfatizar su separación, son modelos segregadores”, explica. Y alerta ante una nueva corriente que está apostando por ellas. “En Valencia y Cataluña ya han hecho decretos en este sentido. Este modelo se está consolidando y simplemente viene a ser la versión más actualizada de los centros de educación especial. Está disfrazada de inclusión, pero hablamos de segregación”, afirma.

En cualquier caso, Fernández prefiere ir poco a poco. “Paso a paso y sentencia a sentencia se va abriendo camino. Y esta última vale el doble o el triple”, valora.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/12/22/supremo-obliga-las-administraciones-no-segreguen-los-estudiantes-discapacidad/

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Cuba, la alfabetización lo cambió todo (II)

Por: Agencia Informativa Prensa Latina/Ernesto Montero Acuña

 El enorme reservorio de anécdotas y testimonios de los participantes en la Campaña de Alfabetización refleja un país que no existe como era, pero todavía requiere que jóvenes, adolescentes y niños porten en sus pergaminos escolares las reservas educacionales, culturales y patrióticas garantizadas entonces.

Sobre la educación en las montañas, Emigdia Señarís Requena, oriunda del Topes del Collantes espìrituano, explicaba que se convirtió en maestra por solicitud de las autoridades revolucionarias para enseñar en su medio montañoso, a 365 kilómetros de La Habana, donde la carencia de educadores era absoluta. Hoy es jubilada y reside en Trinidad.

Olga Julia Villa Díaz, funcionaria en 1961 de la Comisión Municipal de Alfabetización en la ciudad histórica, recuerda aún a Manuel Ascunce Domenech como el joven al que veía durante su estancia en la localidad días antes de que lo asesinaran el 26 de noviembre de 1961 junto al campesino Pedro Lantigua.

Lo describe como serio, sereno, equilibrado, joven apuesto y ajeno a la forma bárbara en que lo ahorcaron, luego de infligirle numerosas heridas físicas y morales a él y a su alumno, ambos de valor memorable.

Pero sobre la época también existen recuerdos gratos, como los de Esther Victoria Valera, quien comentó a Prensa Latina su encuentro con Fidel Castro en la escuela de San Lorenzo, en la Sierra Maestra, donde ella se formaba como maestra y resultó aleccionada por el líder de la Revolución, con su trato.

Se la ubicó luego en la Escuela Formadora de Maestros Manuel Ascunce Domenech, de Topes de Collantes, donde les impartió clases, adicional a su labor habitual, a los profesores de los milicianos participantes en la Limpia del Escambray, elevada cifra de combatientes del pueblo que erradicaron aquel bandidismo político.

Coincidió allí con Osmaldo Águila, subdirector del centro, quien bajo la dirección del ya fallecido Marcos Pérez Álvarez dirigió las obras constructivas e impartió clases durante varios años en la escuela que existió en Topes de Collantes desde el 5 de enero de 1962 hasta el año 1974, para la formación de maestros necesarios al país.

En total, durante el esfuerzo educacional de entonces se produjeron diez asesinatos contra participantes en la alfabetización, según compila Etcheverri Vázquez y ratifica Campos Gallardo, la directora del Museo de la Alfabetización, en cuanto a lo acontecido en 1961, como a seguidas se relaciona:

Pedro Miguel Morejón Santana: El 21 de febrero la banda de Benito Campos Pírez lo apuñaló y lo estranguló en la finca Cayo Bonito, en Los Arabos, provincia de Matanzas, debido a que era alfabetizador popular.

Pedro Blanco Gómez: El 29 de mayo fue asesinado de un disparo en la cabeza en el Nicho, Cumanayagua, provincia de Las Villas. Era brigadista y solo tenía 13 años.

Modesto Serrano Rodríguez: El 4 de agosto lo secuestró la banda de Pedro Celestino Sánchez en la zona de Rangel, provincia de Pinar del Río, donde lo torturaron hasta provocarle la muerte.

Tomás Reinaldo Hormiga García: El 22 de septiembre fue ahorcado por la banda de Margarito Lanza Flores (alias Tondike) en Palo Prieto, Santo Domingo, provincia de Las Villas, por ser alfabetizador y colaborar con la dirección municipal de la campaña.

Delfín Sen Cedré: El 3 de octubre de 1961, contrarrevolucionarios de la misma pandilla, que operaba en Quemado de Güines, lo condujeron en la noche, mientras esperaba a compañeros suyos, rumbo a un río próximo y lo colgaron en una mata de aguacate.

José Taurino Galindo Perdigón: El 7 del propio mes fue secuestrado y posteriormente ahorcado por la misma banda en la finca La Esperanza, de la propia localidad, en represalia por haberse destacado como alfabetizador popular.

Francisco Vicente Santana Ortega: El día 26, justo un mes antes de la muerte de Manuel Ascunce, falleció en La Habana debido a la golpiza que le propinó la banda de Delio Almeida Martínez en Pedro Betancourt, provincia de Matanzas, por ser colaborador de la alfabetización y del proyecto revolucionario.

Etcheverri Vázquez añade los nombres, ya citados, de Conrado Benítez, Manuel Ascunce y Pedro Lantigua (alumno), para un total de diez, aunque hubo 42 fallecidos por otras causas y 37 estudiantes, brigadistas o maestros y familiares que fueron heridos o lesionados en actos terroristas relacionados con la enseñanza.

A inicios de 1961, la prensa reflejaba cómo Fidel Castro esperó, aquel 31 de diciembre, el advenimiento del Año de la Educación en Ciudad Libertad, con miles de maestros, a quienes reiteró el propósito de erradicar el analfabetismo en el año y les pronosticó como las dos grandes tareas venideras la de la educación y la de la defensa.

Al comienzo de enero el gobierno estadounidense de Dwhigt Eisenhower, próximo a expirar su mandato, rompió relaciones diplomáticas con Cuba y los medios de su país intensificaron la campaña contra Cuba, dirigida a crear las condiciones para la invasión por Playa Girón en Bahía de Cochinos.

Más tarde, el día 23, el entonces Primer Ministro cubano anunciaba en la graduación del Segundo Contingente de Maestros Voluntarios el asesinato de Conrado Benítez, perteneciente al primer contingente de aquellos educadores.

Sobre el crimen dijo que después de muerto aquel maestro seguiría siendo maestro y convocó a proponerse, doblemente, ganar la batalla emprendida contra el analfabetismo.

Cinco días después, como homenaje al natalicio de José Martí, insistió acerca de ello durante la conversión en escuela del regimiento Leoncio Vidal, de Santa Clara, al expresar que la alfabetización era una de las más grandes batallas por la cultura que haya librado nunca ningún pueblo.

El 22 de diciembre de 1961 sentenció en su discurso de la plaza de la Revolución: Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de júbilo mayor, ningún minuto de legítimo orgullo y de gloria, como este en que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido derrumbados.

Proclamaba así a Cuba como Territorio Libre de Analfabetismo, con lo cual consagraba un hecho inédito en la historia de la enseñanza.

Sobre el acontecimiento, el poeta Nacional Nicolás Guillén escribió en sus memorias tituladas Páginas Vueltas: Para mí la alfabetización de los cubanos es un hecho que tiene rango de epopeya, con la consecuencia inestimable de instalar en el sitio más alto de nuestra vida cívica un problema que parecía insoluble.

En fecha más reciente, el presidente Raúl Castro, en su carta por el aniversario 55 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, escribió: Precisamente en 1961 llevamos adelante la Campaña de Alfabetización, el acontecimiento cultural más trascendente de nuestra historia.

Entonces, 34 mil 772 maestros voluntarios, 120 mil 632 alfabetizadores populares, 13 mil 16 brigadistas Patria o Muerte (obreros), 105 mil 664 estudiantes agrupados en las brigadas Conrado Benítez -de entre 10 y 18 años- y 29 mil activistas de apoyo lograron la alfabetización de 707 mil 212 compatriotas.

Las cifras ilustran acerca de la obra que erradicó el analfabetismo en Cuba, al reducir la proporción de los iletrados a solo el 3,9 por ciento, una magnitud mínima explicada por limitaciones de salud, de edad y por impedimentos inevitables.

Para perpetuar la hazaña, el coronel retirado, médico y combatiente de la lucha clandestina Ángel Fernández Vila propone, desde los años 1992-1993, que se erija un monumento o un símbolo claro destinado a sintetizar la alfabetización, el cual debería encontrarse, según él, en la región central de Cuba.

Interrogada acerca de esta iniciativa, la entrevistada Lilavatti Díaz de Villalvilla, emocionada oradora en la Plaza de la Revolución el 22 de diciembre de 1961, respondió: Creo que debe estar en el Escambray. Se lo merece por lo que allí se hizo y por los mártires que allí hubo.

Cumple el país en el 2017 los 56 años de que se mantenga la convicción esencial de Fidel Castro, enunciada al principio de la Revolución: Al pueblo no le decimos cree, le decimos lee, precepto que siempre asoció a la capacidad y a la disposición cubana de defenderse.

Ningún arma, ninguna fuerza es capaz -creyó firmemente- de vencer a un pueblo que se decide a luchar por sus derechos.

Así logró transformar las conciencias con la alfabetización.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=140286&SEO=cuba-la-alfabetizacion-lo-cambio-todo-ii
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Decálogo educativo del 2017

Por: Jaume Carbonell

He aquí, algunas cuestiones que han generado debates, iniciativas, propuestas, conflictos y protestas por parte de los diversos actores de la comunidad educativa. Y que, muy probablemente, seguirán marcando la agenda del futuro más inmediato.

Este año no pasará a la historia por las iniciativas del Ministerio de Educación, sumido en la inacción, la grisura y el continuismo, con la aplicación de la LOMCE, sin duda la ley educativa más segregadora  y regresiva de la democracia. No vamos a entrar en el detalle de las políticas y actuaciones de las diecisiete Comunidades Autónomas, porque cada una es un mundo;  y a veces hay tantas diferencias entre ellas como las que pueden existir entre los países de la Unión Europea.

En el ámbito de las conmemoraciones conviene recordar el centenario  de la revolución rusa, con la huella de Makarenko, convertido en uno de los grandes pedagogos clásicos; y el cincuenta aniversario de la publicación de “Carta a una maestra. Alumnos de la Escuela de Barbiana”, uno de los alegatos más incisivos contra la selección y el fracaso escolar, protagonizado por Don Milani. Y hay que lamentar la pérdida de un fiel colaborador de este periódico: el sociólogo argentino Juan Carlos Tedesco, de cuyas investigaciones y aportes en torno al derecho a la educación y la equidad social seguiremos aprendiendo.

He aquí los puntos de este decálogo, resumidos de forma sintética, casi telegráfica. La mayor parte tienen su origen en años anteriores, pero en éste adquieren especial relevancia, al convertirse en foco de atención, preocupación y debate.

  1. Abandono escolar: asignatura pendiente desde hace tiempo. Desciende ligeramente, no gracias al Ministerio de Educación que se cargó los programas de apoyo y refuerzo escolar, sino por la vuelta a las aulas de aquellos jóvenes que las dejaron al encontrar salidas laborales que, en buena medida, se han esfumado tras la crisis. Se mueve en tono al 20% -superior en los varones- y aún sigue doblando la media europea. Este alumnado llena los centros de educación de personas adultas para la obtención del graduado de ESO, que dejan de atender otras necesidades.
  2. Descenso del alumnado: de momento afecta a Infantil. La tasa de natalidad registra mínimos históricos en los últimos años: 1,3 hijos por mujer (la media europea es de 1,9). Se han cerrado unidades de Educación Infantil, tanto en la escuela pública como en la privada concertada; y ello ha avivado la tensión entre estos dos sectores que puede agravarse cuando la caída llegue a Primaria. No obstante, este descenso se ha paliado en parte debido a la creciente demanda en este tramo infantil y a la escolarización de población extranjera. En paralelo, no obstante se abren nuevos centros de Primaria y, sobre todo de Secundaria; y, en muchos casos, se siguen habilitando barracones provisionales.
  3. Evaluación: lo condiciona casi todo. Las políticas neoliberales se sirven cada vez más de la evaluación para controlar el currículum -qué aprendizaje es más rentable en términos de rentabilidad económica y social- y al profesorado, de quien desconfía y culpabiliza de los malos resultados del alumnado, haciendo abstracción del contexto sociocultural y de las políticas y condiciones de escolarización. Y la mejora de la calidad educativa activa la competitividad entre el alumnado, el profesorado y los centros. La eficiencia sólo se mide por los resultados académicos a corto plazo.
  4. Inclusión educativa: atender la más amplia diversidad en términos de igualdad. Se percibe una creciente conciencia para hacer efectivo el derecho a la educación para atender los diversos colectivos discriminados por las diferencias de origen, de género o de diversidad funcional a partir de dos principios: la diversidad no hay que juzgarla sino respetarla; y somos más iguales que diferentes. Para ello se apuesta por una normalización de las intervenciones personalizadas dentro de la escuela ordinaria y del grupo-clase, sin espacios externos y marginales, currículos degradados y profesorado especial, salvo en tareas de asesoramiento.
  5. Infancia: más pobre y precoz. Todos los informes lo constatan: crece la desigualdad, sectores de la clase media pierden poder adquisitivo y los pobres son cada día más pobres: el 27% de los niños y niñas. El ligero aumento de las becas no compensa la subida del PIB (Producto Interior Bruto). La supresión de comedores escolares, sobre todo en secundaria supone un duro golpe a las familias más desfavorecidas. Por otro lado, la infancia es cada día más precoz, todo sucede antes: el acoso escolar y el ciberbullying; los ingresos hospitalarios debido a enfermedades relacionadas con la estética y la salud mental; el consumo de alcohol, o la dependencia tecnológica. Todo ello la hace más vulnerable.
  6. Innovación educativa: la nueva moda. Todo el mundo habla de innovación y se apropia de su conceptualización y lenguaje para fines muy diversos. Lo utiliza el neoliberalismo y el mundo empresarial para modernizar su discurso productivista y para penetrar en las aulas; y se utiliza desde colectivos y redes con un sólido compromiso educativo y social para transformar la educación. Emergen viejas y nuevas pedagogías y se difunden propuestas y experiencias de todo tipo que promueven nuevas relaciones educativas, un currículum más globalizador y vinculado al entorno y la modificación de los tiempos y espacios educativos.
  7. Inversión: insuficiente para revertir los recortes. La subida del 1,7% en los presupuestos del Estado mantiene la normalización de la excepcionalidad. La inversión por alumno es un 20% menor que la media de la Unión Europea. Y la medida de aumentar las ratios de alumno por profesor para generar un ahorro ha sido muy contestada por la comunidad educativa. Por otro lado, se sigue subvencionando a los centros que segregan por sexo: lo ampara la LOGSE y una reciente sentencia del Tribunal Supremo. El presupuesto en I+D lleva cursos estancada y se incrementa la precariedad y envejecimiento de la plantilla docente universitaria.
  8. Oposiciones: el pulso para terminar con la creciente interinidad. Esta alcanza a una cuarta parte del profesorado. Las negociaciones y movilizaciones para garantizar la estabilidad laboral de este colectivo para su incorporación a la función pública están encalladas. También lo están otros puntos relativos a las pruebas eliminatorias o al temario. El próximo curso, no obstante, parece que se garantiza la convocatoria de bastantes plazas -al menos en varias Comunidades Autónomas- tras años de sequía opositora.
  9. Pacto educativo: mucho ruido y pocas nueces. Al estrenarse el nuevo mandato del PP (Partido Popular) se anunció con bombo y platillo un “Acuerdo social y político para una nueva ley de educación”. Se creó una subcomisión en el Congreso a tal efecto y se organizaron un montón de comparecencias -en eso sí ha habido pluralidad-. Pero el “entusiasmo” inicial, que se tradujo en un cierto debate y atención mediática, ha ido languideciendo con el paso del tiempo, hasta sumirlo casi en el olvido. Cunde el desánimo y el escepticismo respecto a la voluntad negociadora del gobierno. Puede convertirse en uno de los grandes fiascos de la legislatura.
  10. Segregación: crecen las ofertas de centros diferenciados. No se trata ya de las clásicas diferencias y distinciones entre centros privados concertados y públicos, sino de las que se producen en el interior de éstos: centros bilingües y especializados, bachilleratos de élite, currículos diferenciados, bachilleratos de excelencia,… Se trata de extender la reproducción de clases en todos los ámbitos del sistema educativo. Por otro lado, persiste la desigual distribución del alumnado inmigrante en centros púbicos y privados -hasta llegar a formarse auténticos guetos escolares-, fruto de una zonificación escolar y del derecho a la libre elección de centros más que discutibles.

He aquí, algunas cuestiones que han generado debates, iniciativas, propuestas, conflictos  y protestas por parte de los diversos actores de la comunidad educativa. Y que, muy probablemente, seguirán marcando la agenda del futuro más inmediato.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/12/21/decalogo-educativo-del-2017/

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Si los deberes escolares no te gustan, ahora puedes hacer algo para cambiarlos

Por: Eva Bailén

Debemos usar los órganos de representación a nuestra disposición, el Consejo Escolar y las AMPAS, y poner en marcha el proceso de consenso de las tareas escolares

Mucha gente me conoce ya como la mamá de los deberes. Dicho así, podría pensarse que soy una ferviente defensora de las tareas escolares, aunque también podría ser todo lo contrario. Los que ya conocen mi trayectoria, mi campaña y mi libro Cómo sobrevivir a los deberes de tu hijo no tienen dudas. Pero no siempre fui así. Durante mucho tiempo no me cuestioné la utilidad de los deberes, no quería desautorizar a los maestros. Había que hacerlos y punto.

Y no estaba equivocada. En la Comunidad de Madrid, que es donde vivo, el Decreto 15/2007, de 19 de abril, por el que se establece el marco regulador de la convivencia en los centros docentes de la Comunidad de Madrid, en su artículo 3, titulado “las Normas de Conducta”, en el punto 4, que habla sobre “las obligaciones de los alumnos”, en la letra f dice: “La realización de los trabajos que los Profesores manden realizar fuera de las horas de clase”. Es de suponer que en el resto de Comunidades Autónomas haya leyes similares.

Qué cosas, una ley sobre normas de convivencia en centros docentes, habla de normas de conducta más allá del tiempo lectivo, permitiendo que los trabajos que los profesores mandan realizar fuera de las horas de clase puedan llegar a hacer imposible la convivencia de las familias en su propio hogar. Es una auténtica paradoja. Establece obligaciones de los alumnos, sin distinguir edad o etapa educativa, en tiempo no lectivo. Como si un niño pudiera adquirir tal obligación por sí solo, sin una familia detrás que lo respalde. Y como si todas las familias, independientemente de su condición social, pudieran dar a sus hijos el apoyo que necesitan para realizar los trabajos que les mandan.

El Decreto en cuestión no puntualiza más. Ante esto no hay excusa que valga, lo dice la ley: es obligatorio hacer los deberes que pidan los Profesores, en plural y con mayúsculas. ¿Y si los Profesores no se coordinan entre ellos y un estudiante de doce años de primero de la ESO tiene seis horas de clase diarias con seis docentes diferentes y todos le mandan deberes cada día? Precisamente eso es lo que han planteado recientemente desde la Conselleria d’Educació de Baleares: la necesidad de coordinarse. Algo que parece totalmente razonable, pero que, por falta de tiempo de los profesores, según el sindicato Unió Obrera Balear, no se puede hacer.

Dicen los expertos que el estrés puntual es necesario para nuestra supervivencia, pero el estrés continuo deja secuelas.

En marzo se cumplirán tres años desde que lancé la campaña de recogida de firmas en change.org, que todavía sigue activa.Aún no sé si podremos declarar en algún momento la victoria y decir que hemos cumplido con nuestro objetivo, porque el objetivo es bastante ambicioso y complicado de medir: que ningún niño ni adolescente se sienta permanentemente estresado por la carga de deberes y exigencias escolares. De eso va la petición, de racionalizar los deberes, y, por tanto, el estrés. Dicen los expertos que el estrés puntual es necesario para nuestra supervivencia, pero el estrés continuo deja secuelas. Lo que debemos evitar es que los deberes se conviertan en un foco de estrés continuo. Las secuelas de ese estrés continuo ya las conoce nuestro país: tasas de abandono escolar apabullantes. A muchos de nuestros estudiantes no les interesa aprender.

Varias comunidades autónomas han llevado a sus Asambleas regionales Proposiciones no de Ley (PNLs) y han comenzado el curso escolar con circulares que incluían una serie de recomendaciones sobre los deberes, de lo más variado. A pesar de lo lento que es el proceso, la PNL en Madrid se aprobó en mayo de 2016, poco a poco la campaña ha ido dando algunos resultados. Madrid, que suele crear tendencia en temas de educación, como sucedió con el bilingüismo, ha publicado su estudio y sus recomendaciones sobre los deberes hace unos días.

Se ha criticado la postura adoptada por la Consejería de Educación madrileña por su negativa a legislar acerca de los deberes, algo que sí se ha hecho en otras ocasiones en nuestro país, y que hacen nuestros vecinos europeos. De hecho, no hubo problema hace 10 años en legislar en ese sentido, cuando se aprobó el Decreto 15/2007, pero sí hay problema ahora en legislar para acotar esos trabajos que los profesores mandan realizar fuera de las horas de clase. Me parece que al menos, los responsables de redactar y aprobar dicho texto podrían haber establecido cuáles son los límites, las condiciones y las excepciones.

Tampoco tiene sentido que los alumnos de Primaria hagan más deberes que los de Secundaria.

Lo ha dicho el Consejero de Educación: no tiene sentido que todos los alumnos de una clase hagan los mismos deberes, como tampoco tiene sentido que los alumnos de Primaria hagan más deberes que los de Secundaria; o uno de primero más que uno de cuarto; o un estudiante disléxico o con TDAH los mismos que uno que no presenta esa dificultad; o que un niño con Altas Capacidades esté aburrido en el aula y tenga que estar tres horas más en casa haciendo un montón de deberes repetitivos.

El documento recoge puntos de vista críticos con los deberes, la postura que se presenta es a favor de la innovación educativa y cuestiona la utilidad de los métodos tradicionales de enseñanza. Como documento de partida está bien. Tenemos que verlo como un instrumento para que aquellos integrantes de la comunidad educativa, docentes, estudiantes y familias, que quieran trabajar en esta línea lo utilicen.

Debemos usar los órganos de representación a nuestra disposición, el Consejo Escolar y las AMPAS, y poner en marcha el proceso de consenso de las tareas escolares. Ya que la Consejería de Educación recomienda que se inicie el proceso, no dejemos pasar la oportunidad, no hay que permitir que el pequeño avance que hemos conseguido caiga en saco roto. Ojalá esto sirva para que estas navidades les den una tregua a los alumnos y los dejen descansar. Pero, sobre todo, para que el resto del curso y los que vienen dejen de ser agobiantes y estresantes.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/12/18/mamas_papas/1513598295_441178.html

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