Page 1981 of 2667
1 1.979 1.980 1.981 1.982 1.983 2.667

Necesario apoyar en educación de niñas y mujeres africanas: Kandinki

Por: Antoinette Kandinki

La filósofa Antoinette Kandinki, Premio Harambee 2017 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana, destacó el papal de la mujer para promover valores como la familia, la solidaridad y la hospitalidad, que ayudan al desarrollo de las sociedades. En rueda de prensa con motivo de la concesión del galardón, Kankinki, originaria de Nord-Kivu R.D. Congo, aseguró que proporcionar ropa, alimentos o enseres a los africanos no les ayuda, pues «lo que verdaderamente les ayuda es el acceso de las niñas, jóvenes y mujeres a la educación».

Kankindi es profesora de Filosofía Política en la Universidad de Strathmore en Nairobi, es una intelectual muy reconocida en su país por su lucha  a favor de la igualdad de la mujer y contra la corrupción política. Su proyecto “Áfrican Women Leadership”, en el que han participado mujeres de diferentes países africanos,  fue financiado por la  UAF-A (Urgent Action Fund-Africa). La filósofa ahora pretende seguir desarrollando ese proyecto para dotar a las mujeres kenianas de oportunidades de empleo y asegurar los medios de subsistencia a familias enteras, como mejor forma de luchar contra la pobreza y la marginalidad.

«El objetivo principal de mi proyecto es intentar reducir la desigualdad en términos de oportunidades, darle autonomía económica a la mujer para que no siga queriendo salir del país y engrosar las filas de inmigrantes de otros». sostuvo.

«Quiero que cada vez haya más mujeres que se quieran quedar en el país, que creen empleos con medianas y pequeñas empresas, que ayuden a reducir el desempleo femenino», agregó. Se refirió a los términos que usualmente se usan para fortalecer el

liderazgo de mujeres como el empoderamiento y expresó que «a mí me gusta más usar el de desvelar ese liderazgo». Hizo hincapié en que hay tres valores de la cultura africana que no son tan diferentes a los de otras culturas que ayudan a desvelar ese liderazgo: la familia, la solidaridad y hospitalidad.

«Que no se me enfaden los señores, pero es la mujer la guardiana de estos valores, el principio integrador de la sociedad», subrayó. Kandinki manifestó su convencimiento de que es imposible mejorar la vida en cualquier lugar de África si no se trabaja por mejorar la situación de la mujer y dar a la juventud razones para tener esperanza. «La mujer es el auténtico motor de África», agregó.

En 2012 la Fundación Integrity Action patrocinó uno de sus proyectos sobre Ética y Gobernabilidad para participar en política con sentido ético y de servicio al ciudadano. En 2013 fue invitada al Seminario Internacional de Liderazgo de la Mujer celebrado en Lilongwe, la capital de Malawi. Su conferencia sobre «Liderazgo de las mujeres de África» fue acogida con tanto interés por los países presentes que el Fondo de Acción Urgente-África le financió un programa durante los dos últimos años, en el que participaron mujeres empresarias, políticas, periodistas y científicas de distintos países africanos. El proyecto, ahora premiado y patrocinado por los laboratorios René Furterer, quiere dotar de habilidades de liderazgo e integridad a mujeres jóvenes y proporcionarles conocimientos de sus derechos y responsabilidades para ayudar a mejorar los medios de vida sostenibles para otras mujeres.

Harambee es el proyecto de solidaridad que promueve iniciativas de educación en África y sobre África, a través de proyectos de desarrollo en el área subsahariana y de actividades de sensibilización en el resto del mundo, a fin de difundir los valores, las cualidades y las posibilidades de futuro de la cultura africana. Harambee nació en 2002 con motivo de la  canonización de Jose María Escrivá, fundador del Opus Dei, con la convicción de que no es verdad que África sea una tragedia sin solución.

Fuente:  http://www.20minutos.com.mx/noticia/197924/0/necesario-apoyar-en-educacion-de-ninas-y-mujeres-africanas-kandinki/

Comparte este contenido:

España falla en formación práctica y colaborativa, según una investigadora de Harvard

Por: EFE

Aboga por implementar en nuestro país estrategias educativas muy prácticas, con modelos como los estadounidenses, por ejemplo.

El profesional español es muy valorado en el ámbito internacional por su gran formación teórica, pero falla en formación práctica y en trabajo colaborativo, lo que nos hace menos competitivos, en palabras de la investigadora Zafira Castaño, de la Harvard Medical School de Boston (Estados Unidos).

En una clase magistral ofrecida en el Museo de la Evolución Humana de Burgos dentro del proyecto Stem Talent Girl, Zafira Castaño ha insistido en que España tiene que ser «más práctica».

Por ese motivo, la investigadora de la Harvard Medical School aboga por implementar estrategias educativas muy prácticas, con modelos como los estadounidenses, por ejemplo.

Igualmente, en España falta espíritu colaborativo, desarrollar proyectos e iniciativas en el que estén integrados universidades, empresas, gobiernos y talentos emigrados.

«Tenemos que abrir la mente a la colaboración en ámbitos local, nacional e internacional», ha asegurado, porque «los que colaboran son los que tienen más éxito».

Zafira Castaño ha reconocido que no es necesario salir de España para ser competitivo, que es suficiente con tener la mente abierta, pero en ciencia sí que se puede considerar una obligación.

Estudiar y trabajar en el extranjero permite conocer otras formas de trabajar, mejorar la formación o ampliar contactos, pero debe ir de la mano de políticas que permitan recuperar el talento.

Por ese motivo, Castaño ha impulsado una fundación internacional que busca recuperar el talento fugado de España, aunque únicamente a nivel intelectual ya que la recuperación «física» es más complicada.

Se trata de crear puentes de colaboración entre talento emigrado y empresas o universidades españolas, para recuperar en cierto modo la inversión en preparación y formación.

La investigadora ha insistido en que el talento es clave para el desarrollo de cualquier país, y el ejemplo más claro es EE.UU., uno de los países que más rápido está creciendo.

Al igual que en España, la ciencia y la tecnología no son ámbitos especialmente atractivos para las mujeres, y estas ocupan pocos puestos de responsabilidad.

«No hay muchas diferencias» entre España y EE.UU., ha reconocido Castaño, «y es sorprendente»; allí también se desarrollan proyectos para impulsar la presencia de mujeres en ciencia y tecnología.

Zafira Castaño ha insistido en la necesidad de que los equipos de trabajo sean mixtos, porque son más ricos y debemos aprovechar las potencialidades de hombres y mujeres por igual.

Fuente: http://www.expansion.com/sociedad/2017/03/18/58cd3035ca4741a3218b4615.html

 

 

Comparte este contenido:

Denuncia: Las graduaciones millonarias en la UCV

Por: Miguel Alfonzo

En el artículo 109 de la CRBV indica claramente sobre la autonomía administrativa que tiene las universidades de este país, especialmente las públicas. Parte del contenido del artículo reza «… Las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la administración eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca la ley«. Sin embargo, las mismas Universidades generalmente son sometidas por los dueños de algunas empresas privadas que por sus intereses de lucro son capaces de quebrarlas, tal como sucede con los comedores de la USB administrados por empresas que han creado momentos de jaque a esa universidad.

La semana pasada, específicamente en la sesión del Consejo Universitario (CU) de la UCV del día 09 de marzo, se llevó un punto en la agenda que decía: «Informe y recomendaciones para la contratación de la Empresa «Color Center Graduaciones C.A.», presentado por la ciudadana Rectora. Prof. Cecilia García-Arocha M». Este informe lo realizó la Consultoría Jurídica de la UCV, cuya jefa encargada, la abogada Mervin Ortega, expuso a los miembros del CU una serie de consideraciones que no solamente coloca a la universidad en una posición vulnerable ante una empresa, sino que, prácticamente por la decisión tomada por los miembros de la máxima instancia de la Universidad, se «violaron» la autonomía de su propia universidad.

La abogada Ortega planteó que la empresa «Color Center Graduaciones C.A.», la única compañía encargada de ofrecer las togas, fotos, videos y portatitulos a los casi 4.000 estudiantes de la UCV cuando se gradúan en el Aula Magna cada año, está exigiendo a las autoridades rectorales una serie de condiciones para este año 2017 sobre algunas cláusulas del contrato de CONCESIÓN que tiene la compañía hace más de 24 años con la Universidad. Resumidamente, tales exigencias son las siguientes: a) a partir del 21 de marzo se aumentará el pago (Bs 55.000, 183 UT) que debe realizar aquel estudiante que en el momento de su acto de graduación en el Aula Magna desea adquirir el paquete que ofrece la empresa, es decir, la toga, el porta titulo, cinco fotos y un video corto; b) reducir el número de exoneraciones (de 150 a 100 por año) que debe realizar la universidad para aquellos estudiantes que no tienen las condiciones económicas para cubrir el costo del paquete; c) reducir el número de togas que la empresa presta a las autoridades decanales (casi el 50%) para asistir a los eventos académicos.

Ante esta situación, la misma consultora jurídica expresó a los sorprendidos presentes que estas exigencias colocaban en una situación difícil a la universidad. Sin embargo, por las características del contrato, según la ley de concesiones, si se desea derogarlo, debe ser de mutuo acuerdo entre las partes y se debe realizar un año antes de terminar el tiempo de la concesión. Aunado a esto, hizo énfasis que el actual contrato que había entre esa empresa y la universidad no tenía límite en el tiempo, es decir, es ilimitado, eterno. Con base a estos elementos esgrimidos, la consultora seguidamente propuso que se aprobaran las exigencias de la empresa ya que estaban atados de manos.

A pesar de la sorpresa y la indignación de algunos de los presentes, entre Decanos, representantes profesoral y estudiantil, quienes expresaron fuertes argumentos para rechazar las exigencias de esta empresa y pedir que la Consultoría Jurídica de la Universidad revise y analice las posibles medidas jurídicas a muy corto plazo para la derogación de ese contrato eterno, la Rectora como moderadora del debate finalizó dando un apoyo irrestricto a la propuesta de la consultora, es decir, aprobar tales condiciones de la empresa.

La académica argumentó que la calidad del evento académico no puede rebajarse, se debe conservar la «calidad académica», la dignidad y majestuosidad del acto académico, que la violación de la autonomía la ejercía el gobierno nacional cuando se encargaban de pagar las jubilaciones del personal universitario a través del programa Petrorinoco y no la universidad (¿?). Agregó que si los estudiantes de esta universidad tienen para pagar en su graduación un vestido nuevo o celebran al terminar el acto en buenos y lujosos restaurantes, cómo no van a tener para pagar los 55.000 Bolívares… sin palabras.

Lo triste de todo esto es que los miembros de este CU al momento de la votación, todos apoyaron la propuesta de la Rectora, incluso la delegación estudiantil, excepto por este servidor quien expresó en el momento de su voto salvado que «aquí confundieron la dignidad por la vanidad«.

Es increíble que la autonomía haya sido afectada significativamente por una empresa de unos cuantos dueños, quienes colocaron en una situación comprometida a los estudiantes y a la universidad en el evento académico por excelencia de la institución, el acto de graduación que viene representando la fase final de un largo esfuerzo realizado por el graduando y por los académicos que lo formaron. Es una de las esencias de la Academia.

En este sentido, este año veremos que muchos estudiantes no se graduarán en el Aula Magna. No pueden. Lo realizaran por Secretaría. Su familia no podrá sostener esta derogación de 183 UT. El sueño de muchos de los casi 4.000 estudiantes que se gradúan cada año en la UCV será eliminado por esta empresa, que tuvo el tupé de exigirle a la institución de bajar el número de exoneraciones que por derecho tiene esta casa de estudios, lo hace a sus estudiantes con menos recursos económicos, y los académicos que se deben a la universidad, cedieron.

Es importante indicar que la CRBV en su artículo 103 señala que la «educación impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado universitario«. Es por ello que muchas universidades del país, tales como la UBV, la graduación es financiada por el Estado, es parte de los estudios de pregrado. Estamos hablando que los estudiantes no pagan ni por su toga ni por su titulo. Es un derecho y la Rectora de la UCV, desconociéndolo, ha apoyado a esa empresa. La misma consultora jurídica en ese día preciso que la UCV recibe un porcentaje del monto total para el paquete, por lo que pareciera ser que estos ingresos propios está por encima del derecho de los estudiantes de graduarse en el Aula Magna.

Paradójicamente, en una resolución del CNU del año 2001, se indica que en las graduaciones de pregrados en las Universidades privadas del país los costos que deben realizar los graduandos no deben exceder de un monto de 6 UT. Sin embargo, en la UCV, se tiene que derogar 183 UT para graduarse en el Aula Magna.

¿Misterio de la ciencia?

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a242617.html

Comparte este contenido:

Educación Pública, Ética y Compromiso Social

Por: Gerson Gómez

Quiero dedicar este corto artículo, a quien dedicara, gran parte de su vida al desarrollo del Sistema Educativo en Venezuela. El 14 de marzo de este año se celebró un año más de su natalicio, entre sus logros más resaltantes, está la creación de la Federación Venezolana de Maestros, la Tesis del Estado Docente, los INCES, las Escuelas Técnicas, entre otras cosas, que fueron esenciales en su lucha y compromiso en cada uno de los contextos en los que se desenvolvió.

El Doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa, extraordinario educador venezolano, se destacó intelectualmente desde el gobierno de Juan Vicente Gómez hasta el último gobierno del Doctor Rafael Caldera, sus posiciones inclinadas hacia el progresismo, lo llevó a enfrentar a la élite política del partido en el cual milito por décadas AD ( Acción Democrática) Ministro de Educación, candidato presidencial, pero esencialmente educador con compromiso social y ético con visión y perspectiva de futuro para las nuevas generaciones.

En La Ley Orgánica de Educación, se visibiliza su obra a través de elementos, que fortalecen el marco legal a través de su tesis del Estado Docente, Articulo 6 (Seis) que en esencia destaca el papel del Estado frente la educación, donde se proponen aspectos metacognitivos, que son esencia de  la  Administración Educativa:” Planificación, Seguimiento, Control y Evaluación de procesos” donde hoy se debate el asunto de la representatividad y la administración “vertical” y la participación a manera de Gestión Educativa, que genera las contradicciones, que no solo, se acentúan en las políticas públicas, en materia educativa, que debe partir desde la transformación educativa, desde lo local y lo nuestro americano  con una visión estratégica epistemológica de la universidad del Siglo XXI.

Lejos de todas las posiciones encontradas, que pudiéramos encontrar, sobre la vida y obra de este insigne y ante todo educador, quiero resaltar, un artículo escrito  en 1969 “La fe en sí mismo “donde dedica el texto, a estimular en fomentar el espíritu de lucha, de cada joven, el deseo de salir adelante, en donde debe sobreponerse a las trabas o los obstáculos que aun mal intesionadamente, puedan surgir, en la ruta hacia las metas.

En este sentido invito, a la juventud venezolana, a leer y a visibilizar la vida y obra de este y otros intelectuales, que han dedicado su vida y lucha por una Venezuela mejor, dedicar tiempo y esfuerzo, de construir una escuela contemporánea, con fundamentos en lo nuestro americano, y en el pensamiento político educativo venezolano  y de América Latina.

No niego la necesidad, de consultar experiencias de otras latitudes y sus posibles aportes a la mejora de nuestra educación, pero también darle peso a lo nuestro, que tiene base en nuestra realidad concreta, y que debe dar pie, a la conservación y transformación de la universidad y de las economías dependientes, con un recurso humano que consolide la nueva realidad geopolítica.

Imagen: http://www.venezuelatuya.com/biografias/prieto_figueroa.htm

Comparte este contenido:

¿Y qué tal si enseñamos lo que los jóvenes quieren aprender?

Por: Ángel Pérez Martínez

Uno de los problemas más graves de los maestros, de los colegios y de la educación en Colombia es la manera tradicional en la cual los docentes, en la mayoría de los casos, educan a los estudiantes en el aula.

Lo anterior ocurre cuando los maestros transmiten conocimientos e información, en algunas ocasiones en forma autoritaria, a sus estudiantes, clase tras clase, con escasa innovación, sin la participación de los muchachos y sin apoyarse en el uso de herramientas educativas, como computadoras, videos, cine, emisoras o periódicos de los colegios o en las posibilidades que brindan las redes informáticas. Además, estos docentes olvidan o desconocen las posibilidades y las potencialidades de aprender fuera del aula.

Queremos a los estudiantes calladitos en el aula, ordenados en filas, unos detrás de otros, juiciosos, dirán algunos. Les solicitamos atención, desarrollo de capacidades de obediencia y escucha para el docente, quien con la misma sapiencia dicta su clase, sin renovación alguna, hace cinco, diez y hasta más años.

Qué bueno volver a leer y estudiar al gran pedagogo Brasileño Paulo Freire y sus ideas sobre la educación alcancía; para animar a los docentes a cambiar prácticas educativas, innovar de manera permanente con los estudiantes, indagar y buscar qué los hace felices en el proceso de enseñanza y de aprendizaje, así como para interactuar con los niños y los jóvenes, quienes son personas con derechos a los cuales nos debemos como sociedad. Los docentes y los padres de familia no pueden creer que el cerebro de los niños o de los jóvenes es el lugar donde todos los días se introduce una moneda, y ellos son seres pasivos frente al conocimiento. Duro pensar que es posible que los estemos acostumbrando en la cotidianidad de la escuela a no protestar, más bien a asimilar. Al final del año puede que la alcancía este vacía, pero eso es lo que menos importa, se enseñó durante 180 días, aunque no se aprendió.

Por fortuna, cada vez más en diferentes regiones del país encuentro en los propios rectores, coordinadores y profesores un sentido crítico a estas prácticas educativas que olvidan las responsabilidades morales que tienen los docentes de formarse, prepararse e innovar de manera constante en sus prácticas pedagógicas; así como las responsabilidades éticas frente a los niños y jóvenes frente a su proceso de formación, de manera especial con los estudiantes más pobres o los de menos oportunidades. Por ello los docentes que trabajan en la educación oficial tienen mayores deberes éticos y morales.

En el código de ética que elaboró un equipo encabezado por el gran maestro Guillermo Hoyos Vásquez para los docentes de Bogotá encontramos llamados como: “Estamos comprometidos con la calidad de la educación si asumimos a los seres humanos como el centro de nuestras prácticas pedagógicas”; “nos comprometemos con la calidad si concebimos la educación como un proceso de formación integral”, o, “somos educadores respetuosos cuando promovemos el reconocimiento del pluralismo, la cooperación, la participación y la solidaridad en la comunidad educativa”.

La calidad de la educación mejorará cuando el alumno sea el centro del sistema educativo y del trabajo del docente en el aula y, por lo tanto, la práctica educativa de manera permanente esté indagando sobre qué quieren ellos aprender, qué le gusta o los atrae del conocimiento y cómo ponerse de acuerdo estudiante, familia y docentes para disminuir los efectos de un entorno social o familiar adverso.

Una educación que no motiva a los estudiantes y a los padres de familia, porque no valora a la persona o porque la desconoce, termina en fracaso escolar (tasa de repitencia nacional del 2,14 para el año 2014) o deserción escolar (la tasa de deserción intra-anual en la educación básica y media en Colombia supera el 3%), estos dos indicadores son mayores en los municipios y regiones más pobres o con mayor población rural, que es donde necesitamos más y mejor educación.  Recordemos también que en Colombia los jóvenes a los 12 o 13 años empiezan a retirarse de la escuela, muchos de ellos lo hacen, en parte, porque pierden interés en su proceso educativo.

La educación es un acto humano en donde el afecto, la felicidad y la alegría deben ser elementos transversales. El conocimiento es construcción social y los docentes también aprenden, se requiere humildad.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/y-que-tal-si-ensenamos-lo-que-los-jovenes-quieren-aprender-por-angel-perez/221112

Imagen de archivo

Comparte este contenido:

La ignorancia y la igualdad en Rancière

Por: Gastón Gutierrez

Todo libro y toda historia tienen su efecto, y este libro de Rancière, y la historia del maestro ignorante, lo tiene incluso en las escalas más inesperadas. Situación: aula pequeña, escuela bonaerense, decenas de jóvenes distraídos, maestro absorto e impotente, y una chica aplicada pide “¡dicte profe dicte!”. Y el efecto apareció de repente: “no vamos a dictar porque no hay nada que dictar”. La historia de Joseph Jacotot apareció (aunque sea para salir del paso), y cuando hubo finalizado el relato sobre el maestro ignorante la atención juvenil, expresada en sus ojos, había cambiado por completo. Se llevaron algo más que el concepto de una clase (en este caso una mala definición manualística de “cultura”, que por cierto no copiaron), se llevaron la certeza subjetiva de que sabían de qué se estaba  hablando, que podían conocer más partiendo de lo que ya conocen, y especialmente que todas las inteligencias son iguales.

La igualdad de las inteligencias

La anécdota es modesta, pero multiplicada por miles de anécdotas similares, que deben repetirse en muchas geografías en los últimos tiempos, uno se puede dar una idea del efecto que una nueva edición de El maestro ignorante. Cinco lecciones para la emancipación intelectual de Jacques Rancière, puede tener1. Ciertamente no llegará a renovar la pedagogía habitual en un sistema educativo en crisis, ni fomentará un auge plebeyo del autodidactismo, pero por lo menos transmitirán la premisa sencilla de que todas las inteligencias son iguales (imprescindible en una coyuntura en que neurobiólogos macristas contabilizan cómo el “capital mental” se distribuye entre las clases2).

Publicado por primera vez en 1987, El maestro ignorante repone la experiencia pedagógica de Jacotot y su método de emancipación intelectual. Es la historia de un hombre del siglo XVIII, que atraviesa la Revolución francesa a los 19 años y participa como artillero en el ejército republicano. Desarrolla una carrera de instructor militar y llega a director de la Escuela Politécnica y diputado nacional. La Restauración Borbónica lo obliga al exilio en Bélgica y allí pasa por una experiencia de enseñanza que lo trastoca profundamente. Enseña con una versión bilingüe del Telémaco de Fenelón el francés a jóvenes belgas, sin conocer una palabra de holandés. Incapacitado de transmitir saber alguno, su método fue transmitir la voluntad de aprender. Dejarlos solos con el texto, ya que el saber estaba ahí para que ellos lo tomaran por sí mismos. La sorpresa es que al poco tiempo los alumnos podían replicar frases coherentes, comprendían el francés y componían estructuras argumentativas. Por azar Jacotot encontró que la inteligencia de los alumnos replicaba la inteligencia del niño al aprender la lengua materna (escucha, retiene, imita; compara, corrige, repite). Su teoría, como todas, parte de una práctica generalizada. Sacando conclusiones de esta experiencia Jacotot plantea su tesis: hay que partir de la premisa de que todas las inteligencias son iguales.

El impacto de esta idea en su tiempo generó un movimiento igualitarista y pedagógico revolucionario, pleno de equívocos y apropiaciones diversas, que a fin de cuentas hablaba de un método humanista nacido del impulso igualitario de la Revolución francesa (específicamente del contexto de su “urgencia” revolucionaria, donde Jacotot vio excelentes matemáticos militares y otras proezas científicas motorizadas por la voluntad revolucionaria del pueblo). El maestro ignorante es un voluntarista, “anarquizante” según Rancière, que se aleja de la “instrucción popular” que supone la dirección progresista de la burguesía, y se interesa en primer lugar por los pobres porque combate la desigualdad. El discurso contra la desigualdad de los hombres se basa en la igualdad de las inteligencias como una premisa o un axioma, por lo que no es demostrable científicamente, ni quiere serlo. Es un presupuesto que se prueba un poco como el budín inglés de Engels: en la práctica de comerlo3. Y aunque una axiomática no es una teoría del conocimiento, Jacotot se pregunta cómo se conoce en una práctica emancipada, criticando para ello el trasfondo filosófico del mito pedagógico y el atontamiento que produce. Contra Sócrates, Jacotot señala que éste no es la figura del emancipador sino “la del embrutecedor por excelencia, que organiza una puesta en escena en la cual el alumno debe ser confrontado a las lagunas y aporías de su propio discurso”. Embrutece porque pone en primer plano “el sentimiento de la propia incapacidad”4. Si en vez de partir del “sólo sé que no sé nada” se responde que se conoce una cosa (todos conocemos alguna cosa) y luego se vincula a ella todo lo demás, se “espolea” la voluntad de conocer, se pone en marcha el procedimiento de la comparación y diferenciación y se sale del “círculo del atontamiento”. Más aún se puede enseñar lo que no se sabe, precisamente porque no se enseña lo que se sabe. Para Jacotot la “opresión no es la sujeción de una voluntad a otra” que deba dejar paso a “una relación de inteligencia a inteligencia”. Al contrario, en ésta última es dónde “se demuestra mejor la desigualdad de las inteligencias, la necesidad de que una inteligencia sea guiada por otra inteligencia”. Mientras el maestro ignorante “no establece ninguna relación de inteligencia a inteligencia”5 es solo una “voluntad que ordena al ignorante que haga su camino. Es decir, echa a andar las capacidades que el alumno ya posee”6.

Rancière no llegó a Jacotot buscando una buena nueva filosófica, sino hurgando en los archivos de la historia de la clase obrera de la primera mitad del siglo XIX. Allí encontró un espacio y un tiempo de autonomía de los obreros, por las noches, donde se ponían en juego filosofías, poesías, artes, y en donde se le apareció la figura del maestro ignorante en la formación de “Louis Vinçard, instruido por su madre en el arte de la lectura, lo que no tendría nada de extraordinario si esta mujer, casi iletrada, no hubiera enseñado lo que ella misma no sabía”7. Sin saberlo, esa madre había aplicado el método de la emancipación intelectual. A fin de cuentas ¿de qué es ignorante el maestro ignorante? De la desigualdad. Contra el “orden explicador” que lo instaura, inevitablemente, Rancière propone invertir la lógica del maestro, abandonar toda proposición de que el que no sabe es una “tabula rasa” que debe dejar sus prenociones de lado (Durkheim-Bourdieu) o desprenderse de la ideología para llegar a la ciencia (Althusser). En este punto Rancière se emparenta con el Marx de las “Tesis sobre Feuerbach” que señalan que el educador debe ser educado8. Postula que el mito pedagógico divide el mundo en dos y supone el encuentro de dos inteligencias escondiendo el encuentro entre dos voluntades, una de las cuales se sabe impotente. Al contrario se puede ensenar lo que se ignora, sólo hay que dar el principio de esta instrucción: “hay que aprender alguna cosa y relacionar con ella todo el resto según este principio: todas las inteligencias son iguales”9.

Contra los maestros del atontamiento

Reponiendo el método de la emancipación intelectual Rancière construye un libro de historia y filosofía alternando posiciones jacotistas (repuestas interesantemente en su contexto) y consideraciones propias para pensar las implicancias de la emancipación intelectual, la filosofía de la emancipación y su relación con el marxismo. Las investigaciones sobre la vida obrera aparecen como campo de interés para Rancière luego de Mayo del ‘68, y de manera contrapuesta al marxismo estalinizado del PCF (donde tiene una breve militancia juvenil) y particularmente contra el marxismo de Althusser, con el que había colaborado en la obra colectiva Para leer El Capital. En 1969, ya alejado de Althusser y Balibar, va a realizar una crítica a la rígida teoría de la ideología althusseriana como una que no dejaba espacio para la libertad del sujeto. Le contrapone a este marxismo una reivindicación de la emancipación intelectual por parte del obrero como un momento imprescindible de la emancipación social (aunque se distinga de él). La ruptura con el althusserianismo se completa en La lección de Althusser, donde éste es denunciado como el filósofo del “orden” tanto universitario como del PCF. Un maestro burocrático alejado de la revuelta obrera y estudiantil y galvanizado contra los planteos más innovadores de Mayo. Motorizado por una activa militancia en el “segundo aliento” del movimiento del ’68, Rancière se integra al maoísmo de Izquierda Proletaria (Gauche Prolétarienne) y activa en la universidad de Vincennes, en las fábricas (donde reside su verdadero interés por los sucesos de Mayo) y colabora, junto a su esposa, en el movimiento del GIP (Grupo de Información de las Prisiones que tenía a Foucault como impulsor). De manera especular al estalinismo, Izquierda Proletaria postulaba una tesis populista que depositaba en el obrero el lugar de la “verdad”. Lo que por supuesto no impidió la espectacular metamorfosis derechista del maoísmo francés, y la disolución del grupo. A mitad de los ‘70 Rancière atraviesa esta “crisis de la izquierda” estableciendo una distancia tanto de la izquierda reformista (refortalecida con la conformación de la Unión de Gauche de estalinistas y socialistas), como con los nuevos filósofos que abren el camino a la reacción ideológica (el punto que lo distancia de Foucault). Pero también mantiene distancia de la continuidad de las organizaciones marxistas revolucionarias trotskistas y se concentra en sus estudios y en la revista Les revoltes logiques10. Su investigación había comenzado originalmente con el objetivo de dar cuenta del encuentro y desacuerdo del marxismo y la clase obrera francesa desde inicios del siglo XIX hasta la constitución del PCF. Ahora ese objetivo había mutado y conservando algunos tópicos va a tener su modulación más nítida en el periodo de la llamada “crisis del marxismo”11.

La aparición de El maestro ignorante coincide con la llegada de los socialistas al poder en los ‘80 en Francia y se escribe en parte para tomar distancia del “sociologismo progresista” (Bourdieu) que ponía el acento en las formas de llegada del saber para las poblaciones desfavorecidas, y en general contra la idea de que es el saber el que otorga el medio para la igualdad. Se anudan allí el rechazo del althusserianismo que oponía ciencia/ideología, con las teorías sociológicas de la dominación, y en general con todo el marxismo en el que se había formado al que ve como uno que “pinta la ley de la dominación como una fuerza que se apodera de todo lo que pretende impugnarla”12. La conclusión es que hay que salir del funcionamiento social que está siempre basado en las desigualdades y que dejan a los individuos impotentes de su propia emancipación. La cuestión es cómo.

El método de la igualdad y el marxismo

El camino de la emancipación intelectual a la emancipación social no es una vía regia. Al contrario, la emancipación intelectual es un proceso individual, es una lógica que “sólo trata, en definitiva, de las relaciones individuales”13 y que para Rancière en principio no puede definir una política colectiva. Una lógica que no carece obviamente de implicancias en “lo social”, pero que deja en un lugar de suspenso el sentido que ésta pueda tener: “El emancipado puede tener sueños de emancipación social, o simplemente querer un mejor lugar en la sociedad. La emancipación intelectual tiene un lado suspensivo con relación a los usos sociales”14.

Sin embargo, Rancière oscila entre establecer vínculos y analogías limitadas entre ambas emancipaciones o adoptar una extensión más o menos directa del principio de la igualdad. En la emancipación intelectual se adopta la presuposición de la igualdad y se la verifica, “mientras que en la política se verifica la igualdad que el otro nos está negando”15. El “método de la igualdad” deriva así del método Jacotot y establece un uso general posible en el que la emancipación social se compone de actos individuales que se contraponen a los límites establecidos por aquellos que sólo ven el “círculo continuo de la dominación”. Éstos no pueden ver cómo:

Las lógicas individuales, en el sentido de lógicas de los individuos, normalmente reproducen al infinito las lógicas sociales dominantes. Entonces, es necesario que alguna cosa, un evento, un dispositivo, un individuo, se ponga en disfuncionamiento con respecto a ese funcionamiento “normal” de la lógica social, para que un individuo se ponga a hacer trabajar su inteligencia por sí misma16.

Al igual que en la emancipación intelectual, el método de la igualdad es un postulado. Pero a diferencia del terreno de las desigualdades intelectuales (ciertamente más ilusorias que reales) en el terreno de las desigualdades sociales es más difícil conjugar esa apuesta. El apego a coyunturas críticas que cambian las percepciones sociales continúa sanamente el espíritu del ‘68 (el cual ciertamente Althusser y algunos más no pudieron ver). Sin embargo, a posteriori Rancière lee ésto menos como un asunto de la “lucha de clases” en Francia que como un acontecimiento que cambia el “reparto de lo sensible” y que debe ser pensado con otra lógica:

… yo siempre rechacé la explicación por lo social, en el sentido de la explicación por la base, por lo que está debajo, ese pensar escalonado en que los cambios en la sociedad van a explicar los cambios en la política, en la ideología17.

Para Rancière una revolución es “el momento en que todo un orden de lo visible, de lo pensable, de lo posible, se encuentra brutalmente despachado y reemplazado”18. Ocurre cuando se da “la interrupción brutal de todo un orden simbólico dado, y donde aparecen como posibles cosas que eran absolutamente impensables”19. Esto conlleva rechazar también la búsqueda de la “figura correcta del proletariado” (lo que lo aleja tanto de los marxistas revolucionarios como del neo-autonomismo de Negri). Rancière conserva sin embargo una resonancia manifiesta de Marx, al retomar la lógica entre la parte y el todo del proletariado tan presente en textos de juventud como la Introducción a Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel. Con la enorme diferencia de que el “proletariado” pasa a nominarse como la “parte de los sin parte” y así el camino de Marx de buscar en “lo social” las potencialidades de un sujeto de lucha con pretensión universal (aún en su heterogeneidad el colectivo de los trabajadores) es abandonado. Alejado de los análisis de clases, en ausencia de una teoría de la ideología y la alienación de la clase trabajadora y dejando en un plano muy simplificado y abstracto la teoría de la reproducción (y la dominación del Estado), es el “reparto de lo sensible” lo que se pone en cuestión en las situaciones revolucionarias. Aquellos que son “parte de los sin parte”, los que carecían de tiempo y espacio en el “consenso” y expresan un “disenso” de proporciones frente a éste pueden tomar cartas en el asunto. Ahora dos modos de sensibilidad confrontan y disputan el sentido de la experiencia en el espacio y en el tiempo. Y donde las palabras y los símbolos muestran la constitución de los sujetos. Es según sus palabras una “guerra de discursos” en la que la “parte de los sin parte” reclaman ser tratados como iguales. ¿Y quiénes son esa parte de los sin parte? Son los que lo hacen, no hay predeterminaciones sociales, más bien dependen de las formas de dominación de las clases dominantes y adoptan actualmente la forma de revueltas populares sin claros contornos de clase desde Egipto y Túnez hasta Madrid y París. Sin dudas todos esos sucesos son cuestionamientos más o menos profundos en el “reparto de lo sensible” dando cuenta de cambios en los modos de pensar, pero no alcanzan a trastocar las relaciones de clase, y la extensión del “método Jacotot” no permite pensar los límites que estas situaciones tienen para dar curso a una emancipación social.

  1. Edición ampliada de libros del Zorzal, Buenos Aires, 2016.
  2. M. Kaniuka, “El ‘capital mental’ y el discurso neoliberal de Facundo Manes”, La Izquierda Diario, 11/07/2016.
  3. Véase el alegato del astrofísico Neil deGrasse Tyson en el sitio de Noospora (www.facebook.com/noospora).
  4. J. Rancière, “La actualidad del maestro ignorante”, entrevista de Patrice Vermeren, Laurence Cornu y Andrea Benvenuto, Cuaderno de Pedagogía, Rosario, 2003, p. 4.
  5. Ídem.
  6. Ibídem, p. 5.
  7. J. Rancière, La noche de los proletarios. Archivos del sueño obrero, Buenos Aires, Tinta Limón Ediciones, 2010, p. 84.
  8. Para una buena lectura comparativa ver Juan Dal Maso, “La potencia del maestro ignorante”, blog Los Galos de Asterix (losgalosdeasterix.blogspot.com.ar).
  9. “La actualidad…”, ob. cit., p. 5.
  10. J. Rancière, El método de la igualdad. Conversaciones con Laurent Jeanpierre y Dork Zabunyan, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 2014.
  11. G. Gutiérrez, “Cartografías intelectuales. Notas críticas sobre Hemisferio Izquierda de Razmig Keucheyan”, IdZ 16, diciembre 2014.
  12. J. Rancière, “Las desventuras del pensamiento crítico”, en El espectador emancipado, Buenos Aires, Ediciones Manantial, 2010.
  13. “La actualidad…”, ob. cit., p. 8.
  14. Ibídem, p. 11.
  15. El método de la igualdad…, ob. cit., p.104.
  16. Ibídem, p. 10.
  17. Ibídem, p. 174.
  18. Ibídem, p. 213.
  19. Ibídem, p. 214.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/ideasdeizquierda/la-ignorancia-y-la-igualdad-en-ranciere/

Comparte este contenido:

“El Imperio de la Vigilancia”: La batalla por los derechos cívicos en la era digital

Ignacio Ramonet

“Hoy todos los estadounidenses están bajo escucha”.
Edward Snowden

A nuestro alrededor merodea permanentemente un Big Brother que quiere saberlo todo de cada uno de nosotros, y clasificarnos en función de los “riesgos potenciales” que podríamos presentar. Esta vigilancia masiva ha sido siempre la gran tentación de los poderes autoritarios. En este sentido, algunos regímenes del pasado permanecen definitivamente asociados a prácticas secretas de intromisión en la vida de las personas. Pensamos sobre todo en el III Reich hitleriano y en el Estado estalinista. En su novela 1984, George Orwell se burló especialmente de este último. Más próxima a nosotros, la película La vida de los otros[1] ha estigmatizado el sistema de vigilancia generalizada en la antigua República Democrática Alemana (RDA), implantado por el Ministerio para la Seguridad del Estado, más conocido como Stasi.

Estos regímenes eran dictaduras. Pero, en nuestros días, son democracias las que han levantado sofisticadas redes de vigilancia clandestina, a veces en contradicción con sus propias tradiciones. En este sentido, hay que recordar que el acto fundador de los Estados Unidos fue la revuelta de los colonos norteamericanos contra una ley inglesa que autorizaba la violación de la vida privada. La explosión de cólera desembocó en la revolución norteamericana de 1776. La cuarta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos protege siempre a los ciudadanos estadounidenses contra cualquier abuso de una administración que quisiera someterlos a una violación ilegal de su intimidad: “No será violado el derecho de los ciudadanos a la seguridad de sus personas, domicilios, documentos y bienes; contra cualquier registro o detención arbitrarios …”.

El auge de Internet y de las nuevas redes electrónicas ofrece actualmente a los principales servicios estatales de escucha de las comunicaciones –la NSA, en los Estados Unidos; el GHCQ, en el Reino Unido; la DGSE, en Francia; el CNI en España-, una inesperada ocasión para instaurar fácilmente una vigilancia sistemática y generalizada de todas las protestas políticas y sociales. Precisamente porque Internet ya no es ese espacio de libertad descentralizado que permitiría escapar a la dependencia de los grandes medios de comunicación dominantes. Sin que la mayoría de los internautas se haya dado cuenta, Internet se ha centralizado en torno a algunas empresas gigantes que lo monopolizan y de las que ya casi no se puede prescindir.

No se vio venir la centralización de Internet –confirma Laurent Chemla, uno de los pioneros de la Internet militante en Francia. No entendimos que el modelo económico de publicidad-contra-gratuidad crearía un peligroso fenómeno de centralización, porque los anunciantes tienen interés en trabajar con los más grandes, aquellos que tienen más audiencia. En la actualidad, hay que conseguir ir en contra de esta lógica, para descentralizar de nuevo Internet. La opinión pública debe comprender que la gratuidad conlleva una centralización tal de Internet que, poco a poco, el control se vuelve más fuerte y la vigilancia se generaliza[2].

Otro cambio: hoy la vigilancia se basa esencialmente en la información tecnológica, que es automática, más que en la información humana. Como en Minority Report, es el “predelito” lo que a partir de ahora se persigue. Para “anticiparse a la amenaza”, las autoridades tratan de “diagnosticar la peligrosidad” de un individuo a partir de elementos de sospecha, más o menos comprobados. Con la paradójica idea de que, para garantizar las libertades, hay que empezar por limitarlas.

Retorno del determinismo genético

En el nuevo Estado de vigilancia, toda persona es considerada sospechosa a priori. Sobre todo, si las “cajas negras algorítmicas” la clasifican mecánicamente como “amenazante” después de analizar sus contactos y sus comunicaciones.

Esta nueva teoría de la seguridad, que es una variante del funesto determinismo genético, considera que el ser humano está desprovisto de verdadero libre arbitrio o de pensamiento autónomo. El hombre no sería sino una mera máquina sometida a la influencia de pulsiones de nacimiento y a fatalidades biológicas. Es inútil, por lo tanto, que, para prevenir eventuales derivas, se busque intervenir retroactivamente en el entorno familiar o en las causas sociales. Lo único que ahora quiere el Estado, con la fe puesta en los informes de vigilancia, es reprimir lo antes posible, antes de que se cometa el delito. Esta concepción determinista de la sociedad, imaginada hace más de sesenta años por el excelente escritor estadounidense de ciencia ficción Philip K. Dick, se impone poco a poco en numerosos países, a medida que son golpeados por la tragedia del terrorismo[3].

Metamorfosis de la Justicia

El gran cambio arrancó en los Estados Unidos. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la ley Patriot Act modificó, por primera vez en el seno de una democracia, la relación seguridad/vida privada.

Más que un cambio, explica la jurista francesa Mireille Delmas-Marty, es una auténtica metamorfosis de la justicia penal, y, por extensión, del control social […] La Patriot Act ha hecho posible que, por orden del presidente, emerjan una vigilancia masiva y un régimen penal derogatorio, y que se llegue a amparar el uso de la tortura e incluso la organización de asesinatos selectivos […] Se ha pasado muy rápidamente a una “guerra contra el terrorismo” desplegada sobre el conjunto del planeta; primero, con la apertura del campo de concentración de Guantánamo fuera del territorio de los Estados Unidos; y, más tarde, con la “tela de araña” estadounidense, denunciada en 2006 por el Consejo de Europa: el mapa de centros secretos de detención en todo el mundo y las transferencias ilegales de detenidos[4].

Otras democracias han imitado a los Estados Unidos. De la Terrorism Act[5], en el Reino Unido, a la ley Renseignement, en Francia, pasando por la Ley de Seguridad Ciudadana[6], en España, se ha multiplicado la legalización de la vigilancia clandestina de masas. Expresar en Internet una simple intención de cometer un acto “irregular” puede llevar hoy, en algunos países democráticos, a la detención del internauta[7]. Lo cual es contrario a uno de los principios fundadores de la Justicia penal moderna. El jurista Beccaria[8] estableció, en el Siglo de las Luces, que para declarar “criminal” a una persona, primero tiene que haberse cometido realmente el crimen, o al menos haberse iniciado su ejecución.

La cuestión de la libertad

Nada que hacer: nuestro uso de Internet nos delata. Lo cual ha llevado a Julian Assange a decir: “Internet ha sido transformado para convertirse en el más peligroso vehículo del totalitarismo que jamás hayamos conocido”. La red es “de ahora en adelante una amenaza para la civilización humana[9]”.

Porque, hay que admitir finalmente que, con la centralización de Internet, la “democracia digital”, en la que se pudo creer en los albores, se ha revelado como una impostura y un engañabobos.

La “República digital” –explica François de Bernard—no es el gobierno del interés público por medio de las leyes -lo cual, según Rousseau, constituye la condición, si no la esencia, de toda República-, sino solamente el gobierno de los números, por los números y para los números; el gobierno de las cifras, de lo cifrado y destinado a la cifra, con el fin de que, con un simple clic del ratón, la República pueda ser gobernada con el menor número de obstáculos que pudieran dificultar el despliegue del proyecto de sus dirigentes[10].

Succionados por la dinámica centralizadora, los gobiernos, los servicios de seguridad y las empresas gigantes de la Red se fusionan ante nuestros ojos en un complejo securitario-digital que tiene un objetivo preciso: controlar Internet para controlarnos mejor. En Internet, cada internauta está interconectado y proporciona, en tiempo real, una cantidad incalculable de informaciones personales que ningún Estado ni empresa privada habría soñado nunca en poder recopilar.

Como “un ejército de ocupación” que controla los puntos de paso […], los Estados impiden la independencia de la Red. Llevados al extremo, pueden alimentarse, como sanguijuelas, en las venas y las arterias de nuestras nuevas sociedades, atiborrándose con cada intercambio expresado o comunicado, con cada mensaje enviado y con cada pensamiento “googleado”, y almacenar luego todo este saber –miles de millones de interceptaciones diarias, un poder inimaginable- en centros de procesamiento de datos. Y para siempre.

Frente a este rodillo compresor, muchos ciudadanos tiran la toalla y se resignan a ver amenazada su libertad de expresión y violados sus derechos fundamentales. Están equivocados. Porque la auténtica cuestión no es la vigilancia, sino la libertad, como explica Edward Snowden:

Cuando alguien dice: “No tengo nada que ocultar”, en realidad está diciendo: “Me río de mis derechos”. [..] Si dejáis de defender vuestros derechos pensando: “No necesito mis derechos en este contexto”, ya no se trata de derechos. Los habéis convertido en algo de lo que disfrutáis como de un privilegio revocable por el gobierno […] Y ello reduce el perímetro de la libertad en el seno de una sociedad[11].

Resistir, encriptar

¿Cómo defenderse? En primer lugar, informándose y consultando las numerosas páginas web especializadas en seguridad informática[12]. También uniéndose a las diferentes organizaciones que luchan contra la vigilancia masiva, especialmente WikiLeaks[13] y, en Francia, La Quadrature du Net[14]. Y sobre todo optando, en primer lugar, por la autodefensa mediante la encriptación, o codificación, como nos aconseja Edward Snowden: “La encriptación es una responsabilidad cívica, un deber cívico”.

Solamente la encriptación permite enviar y recibir mensajes de correo electrónico codificados. Impide que una herramienta automática de vigilancia pueda leerlos si los intercepta. Aunque no se tenga nada que ocultar, la encriptación nos ayuda a proteger nuestra vida privada y la de las personas con quienes nos comunicamos. Lo cual hará más difícil el trabajo de los espías del nuevo Complejo securitario-digital.

Aunque muchos gobiernos, sobre todo después de los odiosos atentados del 13 de noviembre en París, están planteándose la prohibición de todo sistema de encriptación de mensajes, las revelaciones de Edward Snowden han permitido la emergencia y la democratización de varias herramientas de encriptación de mensajes SMS y de comunicaciones telefónicas. Por ejemplo: Signal, Telegram, Wickr, TrueCrypt, ProtonMail, Threema, etc.

Oponerse a la vigilancia del Estado, cuando se es inocente, es una lucha política. Y aprender a protegerse es la primera etapa de esta lucha. Después, hay que pasar a la guerrilla digital: engañar a los espías, cegarlos, disimular nuestras conexiones a Internet, cifrar nuestros correos electrónicos, proteger nuestros mensajes. El objetivo es hacer que los algoritmos enloquezcan, crear zonas de opacidad, y escapar a la inspección y al cacheo de los chivatos digitales secretos.

El derecho está de nuestra parte. Una importante sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), dictada el 6 de octubre de 2015, constituye efectivamente una gran victoria jurídica, y alienta la rebelión de los ciudadanos contra la vigilancia masiva. En respuesta a la demanda contra Facebook interpuesta por un joven austriaco, Maximilian Schrems, que, a raíz de las revelaciones de Edward Snowden, acusó a la empresa gigante de haber colaborado con la NSA, el TJUE decidió ese día invalidar el acuerdo entre la Unión Europea y los Estados Unidos, firmado en el año 2000, llamado comúnmente Safe Harbor (“Esfera de Seguridad”), que autorizaba a las empresas estadounidenses, y especialmente a las GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft) a exportar a los Estados Unidos los datos personales de los europeos, y a almacenarlos allí [15].

La sentencia “Schrems” debería obligar a Facebook a suspender la transferencia de datos a los servidores estadounidenses. También debería obligar a la Comisión Europea a ser más severa en la renegociación del acuerdo con Washington[16]. Y forzar a las GAFAM, que obtienen la mayor parte de sus ingresos de la explotación a gran escala de nuestros datos personales, a revisar sus prácticas.

Finalmente, el Consejo de Europa[17], ha estimado en un informe reciente que “mientras los Estados no acepten fijar límites a los programas de vigilancia masiva que llevan a cabo sus agencias de información, la codificación generalizada, y orientada a proteger la vida privada, es la solución de repliegue más eficaz para permitir a la gente proteger sus datos”[18].

Más aún. Con ánimo de resistencia, algunos sitios web asociativos permiten iniciarse fácilmente en el cifrado de las comunicaciones digitales[19]. Hay también otras armas: la red de anonimato TOR[20], sobre todo; las empresas ProtonMail (Alemania) y Tutanota (Suiza), que ofrecen servicios para proteger mejor los correos; el sistema de explotación Tails[21]; la solución de ciframiento Trucrypt, que permite ante todo cifrar archivos; o proyectos de mensajería como Caliopen, un software libre destinado a proteger la confidencialidad de los intercambios de sus usuarios, lanzado en septiembre de 2013 por Laurent Chemla[22]. Al parecer, las revelaciones de Edward Snowden han generado una toma de conciencia de la importancia de la encriptación[23], incluso en el seno de algunos organismos más oficiales, como el Internet Engineering Task Force (IETF), encargado de la estandarización de los protocolos de Internet a escala global.

Los lanzadores de alertas

Desde hace varios años, hackers, militantes contra el espionaje y lanzadores de alertas colaboran y se relevan para denunciar los abusos. Resisten al Imperio de la vigilancia y son los héroes de la era Internet. Conocemos, desde luego, a los tres más célebres: Julian Assange, Chelsea Manning y Edward Snowden, pero recordemos que otros iniciaron la resistencia antes que ellos. Por ejemplo, Mark Klein, un exejecutivo de la empresa AT&T, y el jurista Thomas Tamm, en los Estados Unidos. También algunos exagentes de la NSA, inspirados probablemente en el ejemplo de Daniel Ellsberg, un analista de la Rand Corporation que, en 1971, se atrevió a publicar los célebres Pentagon Papers[24], que sacaron a la luz las razones ocultas de la intervención militar de los Estados Unidos en Vietnam (55 mil muertos del lado estadounidense, más de un millón del vietnamita), un conflicto que jamás fue autorizado por el Congreso.

Entre los lanzadores de alertas anteriores a Snowden, y exagentes de la NSA, se puede citar también a Perry Fellwock, o a Russell D. Tice. Y, más recientemente, a William Binney, Thomas Drake, Edward Loomis y J. Kirk Wiebe, quienes, junto a Diane Roark, del Comité para la Información de la Cámara de Representantes, llegaron a difundir públicamente un manifiesto contra la vigilancia masiva, el 17 de enero de 2014[25].

En muchos países se han lanzado campañas para incitar a los agentes de información a que dimitan. Por ejemplo, en septiembre de 2015, y a iniciativa del colectivo berlinés Peng, grupos de artistas y activistas defensores de las libertades públicas pegaron, delante de las agencias de información estadounidenses y alemanas, banderolas animando a los espías con remordimientos a que abandonasen su trabajo. “¿Queríais servir a vuestros conciudadanos? Habéis terminado por espiarlos. ¡Dimitid!“[26].

De igual modo, ante la entrada de la base militar estadounidense de Dager, en Alemania, donde hay una importante estación de escucha de la NSA, unos activistas instalaron un panel estratégico en el que se podía leer: “Escuchad vuestro corazón, no nuestras conversaciones”. Por otra parte, el sitio web IntelExit ofrece muchos consejos y argumentos para convencer a los agentes de que dejen sus funciones, y les ayuda también a redactar automáticamente una carta de dimisión[27].

Por una Carta de Internet

Pero hay que hacer más, y contraatacar. Muchos militantes anti-cibervigilancia proponen el lanzamiento de una Carta de Internet, semejante a la Carta de la ONU:

Es necesario –afirma Snowden—que nuestra generación cree lo que Tim Berners-Lee, el inventor de la Red, llama la Gran Carta de Internet. Queremos definir lo que deben ser los “derechos digitales”. ¿Qué valores debemos esforzarnos en proteger? ¿Cómo vamos a garantizarlos[28]?
En una entrevista en The Guardian[29], Tim Berners-Lee deseó, efectivamente, que esta Gran Carta[30] mundial que él exige consagre la vida privada, la libertad de expresión y el anonimato:

Sin un Internet libre y neutral, sobre el que podamos apoyarnos sin tener que preocuparnos por lo que pasa entre bastidores –declaró—, no podemos tener un gobierno abierto, ni una buena democracia, ni un buen sistema de salud, ni comunidades conectadas entre sí, ni diversidad cultural. […] Nuestros derechos son pisoteados cada vez más en todas partes. Y el peligro es que nos acostumbremos a ello. Quiero, por tanto, aprovechar el 25 aniversario del nacimiento de la Web para invitarnos a todos a ponernos manos a la obra con el fin de retomar las riendas y definir la Web que queremos para los próximos 25 años[31].

Con la cooperación de ONG internacionales y de juristas de todo el mundo, WikiLeaks ha creado también su propia Carta. Consta de trece principios[32], denuncia la vigilancia del Estado como “un atentado a las leyes internacionales sobre los derechos humanos”, y rechaza que lo gobiernos utilicen su poder para controlarnos. Otros pensadores, como el filósofo François de Bernard, reclaman el derecho a “una objeción de conciencia digital[33]”.

¿Cómo resistir? La solución está en buscar una multitud de microrresistencias, que pasan por la educación popular, la formación en herramientas informáticas de cifrado, la búsqueda de soluciones alternativas para volver caducas las actuales normas dominadas por las GAFAM.

La batalla por los nuevos derechos cívicos en la era digital no ha hecho más que comenzar. Los Estados de vigilancia se apoyan en su carácter democrático para manifestarse especialmente implacables contra los nuevos disidentes. No es casualidad que Snowden decidiera difundir sus espectaculares revelaciones sobre el programa PRISM justo el día en el que comenzaba en los Estados Unidos el proceso contra Chelsea Manning (antes Bradley Manning), acusada de transmitir archivos secretos a WikiLeaks; la misma fecha en la que se cumplía también el primer aniversario de la reclusión de Julian Assange en los locales de la embajada de Ecuador en Londres, donde hubo de encontrar refugio para evitar ser extraditado a los Estados Unidos vía Suecia…

Snowden, Manning, Assange, tres héroes de nuestro tiempo, acosados y perseguidos por el Imperio de la vigilancia. Edward Snowden se arriesga a una pena de treinta años de prisión[34], tras haber sido acusado por los Estados Unidos de “espionaje”, “robo” y “utilización ilegal de bienes gubernamentales”. El 21 de agosto de 2013, Chelsea Manning fue ya condenada a treinta cinco años de prisión. Y Julian Assange está amenazado con la pena de muerte[35].

A aquellos que se preguntan por qué estos tres paladines de la libertad asumen tantos riesgos, Snowden les responde:

Cuando te das cuenta de que el mundo que has ayudado a crear será peor para la nueva generación y para las siguientes, y de que no deja de reforzarse la capacidad de esta arquitectura de la opresión, comprendes que hay que denunciarla y que, por eso, debes aceptar todos los riesgos. Cualesquiera que sean las consecuencias.

A todos los ciudadanos libres de actuar de la misma forma, una sola consigna: “¡Contra la vigilancia masiva, resistencia masiva!”.

Fuente del articulo: http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/03/19/el-imperio-de-la-vigilancia-la-batalla-por-los-derechos-civicos-en-la-era-digital/#.WM6pwDs1_IU

Fuente de la imagen:http://media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2017/03/el-gran-hermano-580×345.jpg

Comparte este contenido:
Page 1981 of 2667
1 1.979 1.980 1.981 1.982 1.983 2.667