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La educación al margen del sexismo: cómo fomentar la igualdad entre niños y niñas

Por: Observatorio FAROS Sant Joan de Déu

La actitud sexista aún está muy patente entre los más jóvenes. Para prevenir actitudes discriminatorias y casos graves de maltratos en un futuro es básica la educación para la igualdad desde la primera infancia y ser un modelo positivo de conducta. 

Un estudio realizado entre adolescentes (de entre 14 y 19 años) por la Universidad Complutense de Madrid demuestra que las cifras sobre actitudes sexistas entre los jóvenes son preocupantes. Un 4 % de las chicas encuestadas admitía haber sufrido una agresión por parte de su pareja o de su ex-pareja. Además, un 25 % reconocía que la pareja las controlaba a través del teléfono móvil (particularmente a través de la aplicación Whatsapp), y hasta un 23 % afirmaba haber sentido que la pareja intentaba aislarla de su grupo de amistades.

Respecto a los chicos, el 20 % se mostraba de acuerdo con que los chicos salieran con muchas chicas al mismo tiempo, pero no al revés. Finalmente, más del 12 % consideraba que lanzar amenazas a la pareja si esta quería romper con la relación no era una forma de maltrato.

A pesar de todo, la mayoría de los adolescentes aseguraban estar informados de las campañas de sensibilización contra los maltratos. Un posible diagnóstico según el mismo estudio es que el mensaje llega a los adolescentes, pero no lo trasladan a su vida diaria. Otra explicación es que los jóvenes no consideran que se trata de violencia de género hasta que el caso llega a un extremo grave.

Claves para evitar actitudes sexistas

Ante estos datos, es importante conocer que la influencia y educación de los padres es uno de los principales factores para que el niño adopte una actitud más tolerante y respetuosa, menos discriminante hacia el otro sexo y más igualitaria.

A continuación presentamos algunos de los factores que te ayudarán a educar a tu hijo en la igualdad:

  • Repartir las labores del hogar. Son el ejemplo más paradigmático. Si desde pequeño los padres inculcan al niño que el hogar y las tareas que conlleva es responsabilidad de todos, al niño le será más complicado observar diferencias de género. Esto adquiere especial peso en un mundo en el que las responsabilidades laborales suelen estar repartidas a partes iguales entre padre y madre.
  • Expresar los sentimientos. Debe ser percibido como algo totalmente individual y natural, que depende de la persona y no del sexo. El tópico de que los hombres no deben llorar en público aún está muy extendido (el 21 % de los adolescentes aún lo da por bueno), y ayuda a fomentar la actitud discriminatoria. Si un niño ve que sus padres expresan sentimientos con libertad lo percibirá como un signo de igualdad.
  • Evitar el lenguaje sexista al hablar. Muchas veces pueden hacerse comentarios sexistas o emplear palabras de desprecio hacia el sexo opuesto, incluso sin caer en la cuenta de ello. Es una actitud a evitar, puesto que los niños tienden a imitar cualquier cosa que hacen o dicen sus padres.
  • Elección de las actividades extraescolares. No trabajes con el supuesto de que los chicos vayan siempre a hacer deportes y que las chicas van a elegir danza y música. Todas las actividades son adecuadas para todos, y es algo que sólo depende de los gustos y de la vocación de cada persona.
  • Juguetes. Una de las fuentes de discriminación que parecen más inofensivas. Existe el peligro de que los pequeños entiendan que tienen asignados unos roles. A la hora de jugar, todos pueden usar libremente todos los juguetes. De hecho ello les permitirá también el desarrollo de su imaginación y de su creatividad.

Además de los factores citados, ten siempre presente el fomento del espíritu crítico entre los hijos. Cualquier estímulo (el cine, los medios de comunicación, etc.) puede ser aprovechado para que los pequeños vayan entendiendo, poco a poco, que la realidad es mucho más compleja, y que la convivencia de igual a igual entre ambos sexos ha de ser lo más natural.

Referencias bibliográficas:

Educar en igualdad. Recursos educativos para la igualdad y la prevención de la violencia de género. Mujeres fundación. 2014

Sahuquillo, M. Sexismo a golpe de Whatsapp. El País. 19-11-2013

Cómo educar a las niñas y niños en igualdad. Educastur. Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno del Principado de Asturias. 2-4-2007.

Fuente: http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/educacion-margen-sexismo-como-fomentar-igualdad-entre-ninos-ninas

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Nueva ecología del aprendizaje

Por: José Joaquín Brunner

Entendida en sus tres dimensiones de lo formal, informal y no-formal, la educación es sin duda un universo más grande y complejo que el de las escuelas. Esto genera una serie de preguntas para el futuro de las políticas educacionales.

Habitualmente imaginamos la educación como resultado de lo que hacen los colegios. Consistiría en estudiantes y docentes, un currículo oficial, una jornada escolar completa, exámenes, certificados que dan cuenta de los ciclos cursados y los resultados del Simce o PISA. Incluso, medimos el nivel educacional de la población por el promedio de los años de escolarización.

Pero esta es solo la parte formal de la educación. Aquella que Coombs caracterizó a inicios de los años 1970 por su naturaleza sistemática, jerarquizada, estructurada, cronológicamente graduada, que va desde la escuela primaria hasta la universidad o la formación técnica. Parte importante, sin duda. Mas la porción obligatoria de ella -digamos del Kindergarten al grado 12- apenas ocupa un 15% de la vida de las per0sonas.

Al lado existe una vasto territorio de educación informal, que el mismo autor define como el “proceso a lo largo de toda la vida a través del cual cada individuo adquiere actitudes, valores, destrezas y conocimientos de la experiencia diaria y de las influencias y recursos educativos de su entorno; de la familia y vecinos, del trabajo y el juego, en el mercado, la biblioteca y en los medios de comunicación”.

Además, la literatura identifica una tercera franja: la educación no-formal. Corresponde -según el mismo Coombs-a cualquiera actividad educativa organizada fuera del sistema formal establecida para facilitar ciertas clases de aprendizaje a subgrupos particulares de la población, tanto adultos como niños. Aquí caben programas de alfabetización, capacitación agrícola, actividades deportivas, trabajos de verano, participación en clubes juveniles, labores pastorales, etc.

Así entendida -en sus tres dimensiones de lo formal, informal y no-formal, hoy corrientemente utilizadas por la Unesco- la educación es sin duda un universo más grande y complejo que el de las escuelas, de suyo complicados microcosmos.

Por lo pronto, genera una serie de cruciales preguntas para el futuro de las políticas educacionales, hasta hoy altamente escolarizadas ellas también.

Por ejemplo, si la educación comienza el día cero de la vida de un infante, incluso antes, durante su gestación, ¿por qué entonces postergar el objetivo de equidad en la distribución de las oportunidades de aprendizaje al momento en que los niños y niñas inician el proceso formal de educación, a la altura del pre-Kínder o Kínder? Al contrario, sabemos que el tiempo crítico para las posibilidades de aprendizaje a lo largo de la vida coincide con “los primeros años, antes del ingreso a la escuela. Las circunstancias iniciales -el “efecto hogar” o “de la cuna”- son determinantes para el desarrollo individual y la equidad. Antes de los 36 meses, la pertenencia a una clase socioeconómica ya se manifiesta en la adquisición y uso del lenguaje. Hijos de padres con educación superior acumulan un vocabulario 6 veces más rico que hijos de padres en condiciones de pobreza y el doble que hijos de la clase trabajadora.

¿No resulta esencial, por tanto, que una política educacional con sentido de la equidad se construya partiendo desde la familia, el hogar y la educación informal y no-formal hacia los ciclos superiores? ¿Desde el día cero hacia el Kínder, la escuela y el liceo?

Las ciencias del aprendizaje nos enseñan que durante los primeros años se crean 700 nuevas conexiones neuronales cada segundo, a partir de las interacciones entre los genes y el medio ambiente y experiencias del infante. Si esa experiencia familiar involucra factores de riesgo -como pobreza, discapacidad mental del adulto a cargo, maltrato físico del niño, un hogar monoparental, bajo nivel educacional de la madre, etc.- existe una alta probabilidad de que el infante experimente importantes atrasos en su desarrollo cognitivo, emocional o del lenguaje (Barth et al., 2008).

¿Acaso estas realidades no deberían estar al centro de nuestro debate educacional? ¿No deberíamos mostrar una similar, intensa, preocupación por los múltiples otros espacios que forman parte de la educación informal y no-formal? ¿No es del todo evidente ya que la vinculación entre educación escolar y extra-escolar es una pieza vital para la calidad de la educación que reciben las nuevas generaciones? ¿Cuánta continuidad o discontinuidad existe entre ambos modos de educación? ¿En qué debería consistir una educación sexual en tiempos de libre acceso a Internet y temprana iniciación en prácticas sexuales? ¿Qué significa educación ciudadana de niños y jóvenes en democracias desconfiadas, con crisis de representación y un difundido sentimiento antipolítico?

A la luz de los océanos de información disponibles y crecientemente accesibles en los espacios de la educación informal, ¿qué cambios deberíamos introducir en los métodos de enseñanza y aprendizaje y cómo deberíamos evaluar el conocimiento utilizado por la población?

En fin, la propia idea de educación, de actividad docente, institución escolar, equidad de oportunidades y una sociedad reflexiva, necesita ser repensada a la vista de esta nueva ecología del aprendizaje que está creándose a nuestro alrededor.

De la educación formal como única vía debemos pasar al entramado formal, informal y no-formal. De la escuela como espacio singular y separado al eje hogar-escuela-comunidad-pluralidad de espacios formativos interrelacionados. Del currículo nacional al conocimiento interdisciplinario y “glonacal”; esto es, global, nacional, local. Del aprendizaje lineal conducido por agentes externos a los aprendizajes en red dirigidos desde el propio interés, capacidades y esfuerzo de cada uno.

Es hora de poner al día nuestra discusión sobre política educacional.

“Las ciencias del aprendizaje nos enseñan que durante los primeros años se crean 700 nuevas conexiones neuronales cada segundo, a partir de las interacciones entre los genes y el medio ambiente y experiencias del infante. Si esa experiencia familiar involucra factores de riesgo -como pobreza, discapacidad mental del adulto a cargo, maltrato físico del niño, un hogar monoparental, bajo nivel educacional de la madre, etc.- existe una alta probabilidad de que el infante experimente importantes atrasos en su desarrollo cognitivo, emocional o del lenguaje”.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=15621

https imagen://img.scoop.it/ros9gO0812ZXi8oXIZTwpTl72eJkfbmt4t8yenImKBVvK0kTmF0xjctABnaLJIm9

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20 ideas clave para construir la escuela del Siglo XXI

Por: Nati Bergadà Bofill

Es evidente que la escuela necesita actualizarse para adaptarse a los grandes cambios sociales del momento. Este cambio cada vez se ve más claro, pero para hacerlo bien hay que parar, reflexionar y pensar qué pasos seguir.

Necesitamos replantear la educación actual y rediseñar una escuela muy diferente de la que tenemos actualmente. No basta en sacar los libros de texto de nuestras aulas si se sigue trabajando de la misma manera. Sacar el libro de texto para trabajar con fichas no es cambiar. Hay que cambiar la metodología de base, hay que darle la vuelta a todo el sistema educativo tal como lo concebimos hasta ahora.

Este cambio no se hará de un día para otro, pero es necesario que todos reflexionemos y actuemos para que podamos crear la escuela del siglo XXI.

20 ideas clave para la escuela del Siglo XXI

Estas son las 20 ideas clave que, para mí, deben ser la base de la nueva escuela del siglo XXI:

La escuela del siglo XXI-6

  1. El niño es el protagonista y regula su propio proceso de aprendizaje.
  2. Que los niños elijan qué quieren aprender en lugar de que lo hagan los maestros (aprender debe ser un proceso voluntario).
  3. Potenciar alumnos activos, creativos y reflexivos en lugar de limitarse a escuchar y obedecer. Los alumnos aprenden haciendo, no escuchando.
  4. Concebir el alumno / a de forma global, con sus emociones y sentimientos, en lugar de concebir sólo al alumno / aa nivel académico.
  5. Cambiar el rol del maestro. Que ejerza de guía y acompañante del alumno / a en su proceso de aprendizaje en lugar de ser un simple transmisor de información.
  6. Que sean los niños los que marquen el ritmo de trabajo en lugar de homogeneizar todos los alumnos de un grupo.
  7. Basar el aprendizaje en el trabajo colaborativo en lugar del trabajo individual. Es mucho más enriquecedor.
  8. Tener alumnos motivados e implicados en el aprendizaje en lugar de alumnos desmotivados. La motivación es el motor de la educación.
  9. Potenciar el uso de las Tic. Hay que integrar las nuevas tecnologías de forma natural en el proceso de aprendizaje.
  10. Flexibilizar los horarios en lugar de secuenciar el horario en sesiones.
  11. Trabajar de manera interdisciplinar (que todos los aprendizajes se relacionen) en lugar de secuenciar los aprendizajes en asignaturas.
  12. Tener maestros animados, motivados y con muchas ganas de disfrutar del aprendizaje en lugar de maestros desanimados y pesimistas.
  13. Utilizar la evaluación para construir (evaluación continua) en lugar de evaluar únicamente por tener unas calificaciones.
  14. Luchar para tener un buen hábito lector en todo el sistema educativo en lugar de considerar la lectura como un problema. El hábito lector está estrechamente relacionado con los resultados académicos.
  15. Aprender debe ser divertido en lugar de un proceso monótono y aburrido.
  16. Potenciar aulas activas y participativas (los alumnos de manera colaborativa resuelven los problemas y trabajan autónomamente) en lugar de impartir clases magistrales (el maestra imparte conocimiento y el alumno lo recibe).
  17. Trabajar conjuntamente escuela- familia en lugar de cerrar la escuela a las familias. Las familias son nuestros aliados.
  18. Potenciar la adquisición de conocimientos a través de la experimentación y el descubrimiento en lugar de limitarnos a transmitir los conocimientos.
  19. Basar el aprendizaje en el descubrimiento conjunto (alumnos-maestros) observando, experimentando, probando … en lugar de hacerlo sólo en los libros de texto.
  20. Potenciar que voluntariamente los alumnos quieran hacer investigación y buscar información en lugar de aburrirse diariamente con deberes mecánicos y repetitivos.

La opinión de un activista en defensa de la reforma del sistema educativo.

Te recomiendo que visualices este vídeo. Es una entrevista de Eduard Punset a Robert Schank, uno de los principales investigadores de la teoría del aprendizaje. Aunque no se siente muy bien dice cosas muy muy interesantes como por ejemplo:

  • «Aprende haciendo»
  • «Debemos entender la educación como práctica y experiencia»
  • «Los maestros deberían concentrarse en intentar comprender qué es lo que los estudiantes pueden hacer y ayudarles a hacerlo»
  • «El educador ha de tutorizar a los estudiantes a mejorar lo que hacen mientras practican y mejoran»

conclusión

En el nuevo modelo educativo del alumno / a pasa a ser el centro y el maestro / a cede el protagonismo para convertirse en un guía y acompañante en el proceso de aprendizaje.

Este cambio de paradigma hará posible que el alumno / a sea más activo en su proceso de aprendizaje y cambia radicalmente el sistema educativo tal como lo conocemos hasta ahora.

Todo cambio conlleva dudas, miedos, incertidumbres … y seguramente se cometerán errores (se probarán cosas que no funcionarán y otras que sí), pero sin intentarlo, sin probarlo, sin arriesgarnos seguro que no podremos avanzar y construir.

La evidencia de que el sistema educativo tiene que cambiar ya es innegable. Hay que mirar hacia el futuro y pensar en construir. Tenemos que disfrutar de este momento de cambio de la escuela porque es un momento crucial y nosotros tenemos la oportunidad de hacerlo posible.

Este cambio no se hará de golpe pero hay que ir cambiando el planteamiento y pensar en una escuela más creativa, abierta, flexible, participativa, colaborativa y vivencial.

¿Qué piensas? ¿Quieres compartir tu opinión? Añadir la haciendo un comentario. Muchas gracias.

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es-419&sl=ca&u=http://natibergada.cat/&prev=search

Fuente imagen:http://www.digitalavmagazine.com/wp-content/uploads/2012/08/EDU_ESCUELA20.jpg

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¿Saliste hoy? En Egipto las mujeres sufren un constante acoso sexual

Por: Nourhán Elshamy

Desde acoso en las calles a políticas machistas que denigran a la mujer. Egipto no es el paraíso que ven los turistas.

Aunque soy egipcia no tengo amigos, ni conocidos de mi país, pero sí tengo conocidos del norte al sur, de este al oeste de toda la tierra, menos en mi país, aunque hubo un día que tuve y muchos, pero todo ha cambiado por empezar a pensar. La mayoría no ha salido de la educación tradicional en la que nos inculcaban que pensar es pecar, por lo que ellos tienen su razón para alejarse de mí: las personas como yo solo traen problemas. Me pregunto ¿por qué tener una cabeza que piensa es demasiado raro y peligroso? Y sobretodo se trata de quién piensa: una mujer, yo, uan mujer que según la educación egipcia debería tener tapada la cabeza.

Pero cuando hablo con cualquiera de mis conocidos de cualquier país del mundo encuentro esa mentalidad abierta, no de aceptar siempre mis ideas, pero sí de respetarlas, y no digo que son mejores que los de mi país, no es cuestión de ser mejor o peor, sino que la diferencia está en el temor. Los de aquí temen mucho, y con el temor les enseñaron a estar callados, ciegos, sordos. Tampoco digo que yo soy la héroe, la que no teme de nada, quizás yo temo mucho más.

Respecto a mis amistades extranjeras, ellos me hacen siempre la misma pregunta en nuestras conversaciones: «¿saliste hoy?», una pregunta que me sorprende. Parece normal, salir es un acto normal de la vida de todo ser humano, salir de día o de noche, es algo simple, pero par mí no es algo simple, ni tampoco agradable, y en cambio sí muy peligroso. ¿Por qué?, pues porque cada vez que salgo, sufro de acoso sexual, así tan simple, no hay ningún día de mi vida que haya salido sin acosos,en la calle, en las escuelas, en los institutos, en las universidades, dentro de cada oficina de trabajo, en el mercado, en los jardines, etc. El acoso sexual no es tan simple como su definición según Wikipedia: la intimidación o coerción de naturaleza sexual, o la promesa no deseada o inapropiada de recompensas a cambio de favores sexuales. No sé por dónde he de comenzar, pero debo regresar al principio. Cuando tenía 14 años estaba en una escuela que era solo para chicas, durante 3 años, cada mañana, no quería irme a la escuela diciendo a mi madre un montón de excusas, ¿por qué? Pues todos los días a la salida de la escuela a las 14:00 de la tarde, siempre había un hombre a 10 metros más o menos de la puerta de escuela, ese hombre estaba haciendo gestos asquerosos, teniendo la cremallera de sus pantalones abierta, con su miembro fuera. No entendía qué es esto, ni tampoco por qué nadie hizo nada, estaba en un punto donde toda la gente podía verlo con claridad, pensé que estaba loco, y no sabía qué hacer, solo me daba mucho miedo, y templaba, y no quería volver a ir de nuevo a esa escuela. Recuerdo un día estando en la casa de una amiga más valiente que yo que contó todo a su mamá, y de repente y sin aviso la madre empezó a pegar mi amiga muy fuerte, gritando “¿Por qué miraste a ese hombre?, deberías ir por otro camino” no entendí que mal hizo mi amiga, pero aprendí que tenemos que esconder la cabeza como el avestruz. Por cierto, desde entonces mi amiga no fue nunca más a esa escuela, ni ninguna otra.

Mucha gente pensará que es una rara y poco habitual situación, pero en todas las salidas de las escuelas de chicas en Egipto, y no solo a las salidas, en cualquier calle, en el metro, en las esquinas, de día y noche se ven los hombres caminando con sus penes fuera, hombres en sitios públicos masturbándose. Gente religiosa cuyo paraíso está creado solo para ellos, como me enseñaron en la escuela.

Con los años por fin me fui a la universidad, la casa de las ciencias y culturas, pero mi alegría no se ha cumplido. No hablaré de los abusos dentro de la universidad, pero de mi camino de la casa hasta la universidad, 25 minutos de miedo, asco y estrés, son unos minutos pero muy largos: chistes sucios, agresión física, insultos y miradas fijas en cada punto de mi cuerpo. No soporté el sentimiento de la culpa que sentía… y aun no sabía qué hice, pero en Egipto la teoría es que la ropa de la mujer incita a ser acosadas. Auqnue en realidad, aquí, en cualqueir esquina se pueden ver a grupos de chicos acosando a perras callejeras, a mujeres de 60 años, incluso a las que llevan burka y solo se las ven los ojos. Así que la teoría falla y puede que el problema aquí sea ser mujer, simplemente. Y lo peor es que no puedes denunciar, aunque hay muchas leyes, pero nada funciona además si cualquier mujer insista en denunciar y luchar por sus derechos, por desgracia que no llegará a nada, y si una sufre de violación, en muchos casos la única solución será que se case con el violador, porque ya no es virgen, nadie la aceptará.

En el parlamento egipcio nos salió uno de los grandes parlamentarios del país quien debe trabajar para mejorar la vida, pero de lo que se ocupa es de pedir que las estudiantes, antes de continuar su educación universitaria, deben mostrar un papel obligatorio, más importante para él que las notas altas: el test de virginidad  y quien rechace hacerlo no podrá cumplir su educación. No se puede comprender qué relación hay entre continuar los estudios y lo que la mujer tiene entre las piernas!

Al decir eso a mis conocidos me dicen que yo exagero mucho, y muchos de ellos han venido aquí y vieron una vida tranquila y muy bonita, y sí hay muchas mujeres tapadas pero también hay otras que llevan lo que quieren, pero la respuesta es muy sencilla: el 99.9% vive en ciudades pobres sin seguridad, sin servicios, sin nada. Los turistas ven a ese 1% que tiene la seguridad, el poder, y todos los servicios. Yo y muchas otras mujeres no tenemos el lujo de participar en clases de baile, ni deporte, ni tampoco puedo salir a correr por la mañana. Pero eso no significa que no extrañe el salir, a veces después de estar en mi habitación meses y meses, el sol entra y me llama por la ventana, y me invita a dar una vuelta por las calles del Cairo, las que tienen esa mezcla de lo antiguo y moderno, los que se abrazan convirtiendo en un verso de belleza el que te alegra la mirada, y de tomar un café en una de las terrazas fabulosas que están a la orilla del Nilo, que ilusión, pero antes de salir de mi barrio, regreso corriendo a mi habitación, diciendo gracias al fundador del internet por poder ver mi país al menos por la red, y por tener café en mi cocina.

Los perjuicios del acoso sexual: la depresión que causa la desconfianza, la que causa el aislamiento social, el que causa a la furia, la que causa la parálisis de sueño, la que causa el insomnio, el que causa alta presión arterial, la que causa la histeria, la que causa finalmente el suicidio…

Solo lo que pido es salir a la calle tranquila, sin estrés ni miedo, sentarme en el autobús sin girarme la cabeza 360º para ver por dónde me van a atacar, quiero pasar el fin de semana en un jardín leyendo un libro en paz, sin que me toquen ni me digan insultos, no es piropo es abuso. Al 99% de las mujeres en Egipto les ocurre diariamente. ¿Sabéis cuántas mujeres se suicidan diariamente por no poder soportar el estrés en el que viven? ¿Sabéis cuántas mujeres las violan durante el mediodía? ¿Pero dónde están y qué hacen las feministas? Pues tan ocupadas saliendo en huelgas.

Fuente: http://www.mundiario.com/articulo/sociedad/saliste-hoy-egipto-mujeres-sufren-constante-acoso-sexual/20170207182815078633.html

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Escribir correcto: La importancia de la ortografía

Por: Cristina García Noriega

Una de las principales calidades, que no solo adornan, sino componen cualquier idioma, es la ortografía, porque sin ella no se puede comprender bien lo que se escribe, ni se puede percibir con claridad conveniente lo que se quiere dar a entender”

(Diccionario de autoridades, 1726)

 

          *Haver (con “v), *Iva (pero no el “Impuesto sobre el Valor Añadido”, sino el pretérito imperfecto del verbo “ir”, también con “v”), *“honrrar” (con doble “r”), *”valla” (como interjección, con “ll”, por ultracorrección, aunque sin saberlo), * “e estado” (sin “h”), *aprovar (con “v”), * “estube” (con “b”, ¿será porque se parece a “Youtube”?), * “cojer” (con “g”), o *extrés (con “x”, porque parece que la “x” representa mejor la tensión que la “s”) son algunos de las muchas faltas de ortografía que podemos encontrar en e-mails, mensajes de móviles (en estos casos a veces “justificadas” por ahorrar espacio y, por tanto, dinero), trabajos y exámenes de nuestros alumnos.

           Y es que el caudal de faltas de ortografía de estos es uno de los grandes problemas con los que nos encontramos día a día en la enseñanza. Y lo peor es que no es solamente un “problema” escolar, pensamiento que tienen nuestros alumnos y que hace que solo les importe porque les fastidia que las temidas faltas les puedan bajar la puntuación del examen; sino que va más allá, pues pertenece a la vida cotidiana: cartas, currículos, solicitudes, instancias, denuncias… Todos estos tipos de documentos se tienen que poner por escrito y es imprescindible que vayan impecables, no solo en redacción sino también en lo que a ortografía se refiere. De ahí la relevancia de inculcarles a nuestros alumnos la necesidad de prestar atención a este conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua y que se conoce con el nombre de ORTOGRAFÍA.

           Pero, ¿por qué suelen cometerse errores ortográficos? Habrá muchas posibles respuestas a esta pregunta y lo que sí hay que desterrar es la creencia de que esta está ligada a la inteligencia, pues hay personas verdaderamente inteligentes que tienen auténticos problemas con la ortografía y viceversa. Básicamente, las faltas de ortografía suelen asociarse, además de al desconocimiento de la norma, a falta de atención (algo que se comprueba claramente cuando encontramos la misma falta cometida por la misma persona una y otra vez cuando ya se la hemos corregido), a no revisar lo escrito (es una mala costumbre de los alumnos terminar el examen y entregarlo sin repasarlo), a falta de vocabulario (la falta de caudal léxico hace que no puedan sustituir la palabra que no saben cómo se escribe por otra con igual significado) y a hábitos de escritura que se pueden considerar “perezosos” (no molestarse en buscar la palabra “dudosa” en el diccionario). Todo ello genera no solo el empleo incorrecto de letras, sino también de tildes (a veces por exceso y a veces por defecto), mayúsculas, minúsculas, signos de puntuación y demás que hacen que muchas veces los escritos resulten ilegibles. Por eso, de la misma forma que practicamos la redacción en clase, debemos trabajar la ortografía, pues ambas son habilidades básicas para manejar la competencia en la lengua escrita.

           En primer lugar, para ayudar a nuestros alumnos con la ortografía, debemos hacerles entender la importancia de un escrito ortográficamente “correcto”, aludiendo a razones como que la ortografía contribuye al fortalecimiento de la unidad de un idioma, pero, sobre todo, a que esta permite comprender con exactitud lo que se lee y facilita la exposición de lo que nosotros queremos expresar. A partir de ahí, es necesario trabajarla en clase como parte de la rutina diaria no solo del profesor de Lengua Castellana y Literatura sino de todos los profesores de las distintas materias, haciendo ver así a nuestros alumnos que es erróneo pensar que las faltas de ortografía no encierran ninguna gravedad porque todo el mundo las comete y que no es solo incumbencia de la asignatura de Lengua.

       A continuación vamos a repasar y proponer métodos y estrategias que pueden resultar útiles para trabajar la ortografía:

         Tradicionalmente la ortografía se ha enseñado mediante el aprendizaje mecánico y memorístico de una serie de normas que los alumnos han repetido hasta la saciedad como si fuesen cacatúas, sin entender realmente el significado de lo que estaban diciendo. Es cierto que es necesario el conocimiento y estudio de estas normas, pero principalmente las que hay que enseñarles son las que tienen carácter general y no poseen cientos de excepciones, porque si no lo que se produce es el efecto contrario: crean confusión y perjudican la propia ortografía. Pero como resulta a veces tedioso para los alumnos, se puede proponer el estudio de estas normas por descubrimiento a través de juegos con tarjetas, por ejemplo. En ellas, aparecerán las palabras que comparten una misma regla y serán los alumnos quienes traten de justificar porqué creen que esa palabra se escribe de esa forma. Así, sin saberlo, al tratar de hallar la solución estarán reteniendo en su memoria la norma.

              Otro método muy usual ha sido la técnica del dictado. A pesar de que este es uno de los instrumentos más útiles a la hora de practicar la ortografía, pierde su valor cuando este es utilizado solo para controlar el número de palabras erróneamente escritas, ya que la misión del mismo debe ser que, tras la realización de este, el alumno sepa algo más de léxico, morfosintaxis e incluso de literatura y estilo; y, sobre todo, puede resultar totalmente inútil cuando en él aparecen solo palabras técnicas o muy poco usuales, en lugar de palabras que usamos habitualmente y que son las que, precisamente por ello, debemos empezar por saber escribir correctamente.

También se les puede entregar a los alumnos textos que contengan faltas de ortografía para que ellos las corrijan. A los alumnos les encanta muchas veces encarnar el rol de profesor y casi siempre este está asociado a su faceta del “temido corrector”. Ahora, pues, serán ellos los que corrijan textos ortográficamente incorrectos y seguro que acertarán a la hora de descubrir los errores cuando vean que esa palabra queda “fea” así escrita. Y digo “ven” y digo “fea” porque las palabras son imágenes visuales y muchas veces no saben porqué pero sí saben que así no está bien escrita, pues tienen en su mente la fijación de otra imagen de dicha palabra. Posteriormente, seremos nosotros, los docente, quiénes les expliquemos ese porqué que les falta saber.

Además, hay que incentivarles en el uso del diccionario como herramienta fundamental para una correcta escritura, pues, además de para adquirir vocabulario, el diccionario es una fuente esencial de información ortográfica. Cuando duden en una palabra, deben “molestarse” en buscar cómo se escribe y proponerles que creen alguna oración usándola, adquiriendo así destreza en la búsqueda de palabras en este medio, ganando más caudal léxico y fijando en su mente la imagen de la palabra.

             Finalmente, hay que inculcarles a nuestros alumnos la necesidad de leer, pues hoy nadie duda de que la lectura es una gran ayuda para aprender la ortografía de las palabras. No hace falta que sean solo libros, sino desde las letras que aparecen en el paquete de galletas que desayunan, hasta el periódico, los carteles de publicidad o las revistas que compran porque aparece este o aquel cantante de moda, pues sabemos que las palabras se fijan en nuestra memoria a base de verlas una y otra vez.

             Quizás utilizando estos recursos podamos intentar obtener un aprendizaje realmente efectivo y poner remedio, en la medida de lo posible,  a ese caos ortográfico que existe no solo en el ámbito escolar, sino en nuestra sociedad en general. Ahora que la RAE ha sacado la última edición de su Ortografía, y dejando aparte la controversia que entre muchos estudiosos ha producido los cambios que introduce, es el momento de que entre todos (profesores, alumnos, familias, medios de comunicación..) tomemos conciencia de la gravedad del problema y promovamos el interés por nuestra lengua, pues, al fin y al cabo, el principal uso del idioma es la comunicación y para poder comunicarnos convenientemente es necesario que elaboremos nuestros mensajes de forma correcta y comprensible.

 Bibliografía:

Fuente: http://revista.academiamaestre.es/2011/01/escribir-correcto-la-importancia-de-la-ortografia/

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Educar no es crear, sino ayudar a los niños a crearse a sí mismos

Por:  Ana Isabel Laguna

Educar no es crear intentando que los más pequeños sean como nosotros queramos, pues no estamos hablando de máquinas que no tienen voluntad propia.

Si evitamos que los niños se creen a sí mismos, los estaremos limitando. Tarde o temprano, reflejarán las consecuencias.

Enseñarles a pensar, a cómo ser, a creer en ciertas verdades sin cuestionarlas hará que no puedan hacer uso de una de las más valiosas capacidades: la autodeterminación.

Tú eres el protagonista de tu vida

La autodeterminación en los niños implica que, elijan lo que elijan, ellos serán siempre los protagonistas de su vida, porque es así como debe ser.

Aunque sean pequeños no tenemos por qué darles la fruta masticada. Los errores, equivocarse y el poder de la elección tienen que estar presentes desde ahora.

Es el momento ideal para enseñarles buenas prácticas, para que sepan gestionar sus emociones, aprender de todo lo que hacen y saber que, aunque se caigan, pueden volver a levantarse.

Sin embargo, los padres actuamos queriendo ser los protagonistas de la vida de nuestros hijos. Diciéndoles cómo deben pensar, actuar y decidir.

Cambiar una verdad absoluta por un desafío les permitirá a los más pequeños adquirir un montón de beneficios. Les ayudará a tomar decisiones, a reflexionar y a observar lo que ocurre.

Comenzarán a confiar en sus capacidades y, solo así, podrán ganar en seguridad y empezar a enfrentarse a sus grandes miedos.

Educar no es crear, sino permitir.

Educar no es crear, sino permitir que los niños labren su propio camino. Piensa que no hacerlo, a veces, se extiende incluso a etapas posteriores del crecimiento.

Pongamos por ejemplo a esos jóvenes que entran en la universidad con una falta de motivación patente porque sus padres les han obligado a estudiar determinada carrera.

¿Por qué no permiten que su hijo vuele? ¿Por qué no dejar que persiga lo que él quiere? Quizás esto sea fruto de los miedos e inseguridades de los progenitores.

Y es que el tiempo del que disponen los hijos se acorta, pues lo están perdiendo en lo que no les interesa. Por todo esto es necesario que desde pequeños les demos alas a su pensamiento, fomentemos la capacidad de crítica y evitemos, siempre, las respuestas y soluciones aprendidas y predeterminado.

¿Cómo podemos hacerlo?

  • Permitiendo que los niños lleven a cabo tareas que no les supongan un elevado estrés o ansiedad. De esta manera, podrán verse como competentes.
  • Dejar que vuelen solos, brindándoles un espacio de autonomía donde sientan que tienen el control para buscar sus propias soluciones.
  • Apoyarles siempre, estando ahí, pero sin condicionar lo que hacen. Haciéndoles saber que cuentan con tu amparo.

Es normal que eduquemos a nuestros hijos tal y como lo han hecho con nosotros. Sin embargo, es importante abrir los ojos para evitar cometer los mismos errores que una vez nos afectaron.

Ten siempre presente que educar no es crear, sino permitir que los más pequeños se creen a sí mismos para que puedan ser auténticos y únicos.

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/educar-no-crear-sino-ayudar-los-ninos-crearse-mismos/

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Cómo enseñar a los chicos a leer y a escribir, un debate que se actualiza

Por:  Mariana Otero

La Nación dio marcha atrás con su idea de cambiar el actual método de aprendizaje. Los investigadores aseguran que la psicogénesis es la causante de las fallas en la comprensión lectora. Sostienen que es necesario aplicar la “conciencia fonológica”, que permite aprender a leer antes, y producir textos en su contexto social. Estudiantes de Ingeniería desarrollaron una “app” que enseña a través del juegoAna Borzone: La pobreza no es una excusaLa nueva tarea del siglo 21

¿Cuál es la mejor manera de aprender a leer y a escribir? ¿Qué metodología da mejores resultados? ¿Es posible optimizar el rendimiento enseñando de una manera distinta y evitar así la repitencia y el abandono escolar?

El tema está en discusión desde hace décadas y ahora, después de 25 años de alfabetización con el actual método constructivista (la psicogénesis) –que sostiene que el origen del aprendizaje está en la psiquis–, vuelve a ponerse en el debate público.

Hasta fines del año pasado, el Ministerio de Educación de la Nación dejó trascender que habría modificaciones, que apuntaban a revalorizar lo que es conocido como “conciencia fonológica”, que se enfoca en la oralidad y en los sonidos de las palabras.

Sin embargo, con los cambios en los equipos técnicos nacionales se daría marcha atrás con la idea. Funcionarios del área se excusaron de confirmarlo o negarlo, aunque fuentes de la cartera confirmaron que ya se notificó a las provincias que no habrá transformaciones.

Ana María Borzone, investigadora del Conicet y una de las referentes de la perspectiva de la “conciencia fonológica”, fue invitada en noviembre para explicar en el Palacio Sarmiento las ventajas de dicha metodología.

“Los chicos para poder leer y escribir textos tienen que aprender a leer y a escribir palabras. Para aprender hay que enseñarles de manera sistemática. Una manera activa es a través del desarrollo de la conciencia fonológica y la enseñanza de las correspondencias (entre letras y sonidos). La conciencia fonológica no es un método; es una metodología más abarcativa y compleja, que no sólo enseña a leer y a escribir palabras, sino que enseña a comprender y a producir textos”, dice Borzone.

La experta asegura que la psicogénesis explica, en parte, el fracaso de los estudiantes en el secundario y es la causante de los problemas de comprensión de textos hasta en el ámbito universitario.

“Las investigaciones sobre este método revelan que los chicos se retrasan mucho en el aprendizaje y que no pueden comprender un texto porque no tienen fluidez para el conocimiento de palabras”, remarca Borzone.

Bibiana Amado, doctora en Ciencias del Lenguaje y docente de la Facultad de Lenguas de la UNC, explica que la alfabetización es un proceso de integración de prácticas sociales, cognitivas, lingüísticas y discursivas. La escritura es un modo de comunicación y es un sistema que demanda el dominio de un código.

“Cuando hablamos de conciencia fonológica no decimos que es igual a alfabetización. La conciencia fonológica se refiere a un conjunto de habilidades que nos permiten saber qué sonidos forman las palabras que escuchamos. Estas habilidades son parte del proceso de alfabetización”, dice.

Y explica: “Cuando se enfoca el proceso de alfabetización sólo desde la conciencia fonológica se corre el riesgo de limitar la comprensión de lo que significa el acceso a la lectura y a la escritura. Lo mismo sucede cuando se entiende que la lectura y la escritura no están vinculadas con la cognición sino que son prácticas sociales. Ese enfoque presenta un contrasentido porque la cognición humana es social. Así, podemos sostener que ambas prácticas del lenguaje tienen una dimensión social y cognitiva, lo que permite reconocer su complejidad”.

Fuentes del Ministerio de Educación de Córdoba dijeron que en las escuelas provinciales se aprende a leer y a escribir con una combinación de ambos enfoques.

 

Diferencias

Desde la perspectiva de la “conciencia fonológica” se trata de que los chicos sean capaces de encontrar la correspondencia entre grafemas (letras escritas) y fonemas (sonidos de esas letras). El punto de partida es la oralidad. Sus promotores aseguran que evita retrasos y que permite aprender a leer antes.

“La conciencia fonológica es la capacidad que desarrolla el niño de darse cuenta de que las palabras habladas, que escucha desde que nació, están compuestas de segmentos de sonidos, los cuales forman las palabras, y a su vez que esos segmentos (las palabras) están compuestos de sonidos individuales, que son las letras”, explica Alberto Fernández, doctor en Neuropsicología e investigador de la Universidad Católica de Córdoba (UCC).

El maestro interviene de manera precisa, para enseñar la correspondencia entre el fonema y su representación visual.

“Se juega con los chicos a prolongar los sonidos. Por ejemplo, ‘sssooolll’. Los chicos empiezan a prestar atención al sonido, no al significado. Hay un aprendizaje implícito porque ya identifican los sonidos, miran las palabras que empiezan con el mismo sonido y relacionan el sonido con la letra y van infiriendo las correspondencias”, explica Borzone.

Asegura, además, que un niño puede aprender a leer y a escribir en tres meses.

Desde la perspectiva psicogenética, el proceso de alfabetización ocurre con relación a la interacción con el medio y las experiencias culturales. Se alienta a escribir “como salga”.

“Los chicos de alguna manera tenían que ‘adivinar’ qué palabras estaban escritas, tenían que escribir como les pareciera y no se corregía el error”, refiere.

“Estos estudios basan su propuesta en la teoría de que el niño, al interactuar con palabras y textos va generando hipótesis mentales sobre el lenguaje y va construyendo su lengua escrita pasando por distintas etapas”, explica María Fernanda Freytes, magíster en Lingüística y docente en la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba.

Los detractores de este método sostienen que, de esta manera, no se llega a la comprensión de los textos y que no es efectiva en la alfabetización de niños de sectores empobrecidos.

“Aprender a escribir no es un proceso espontáneo, sino que supone mucha reflexión sobre el lenguaje”, sostiene Freytes. Y agrega: “No debe verse como una mera técnica mecanicista. El objetivo principal es automatizar las asociaciones de sonidos y letras para no ocupar espacio mental en ello y dedicarlo a la producción de textos en su contexto social”.

 

Metodologías

Dos posturas. Especialistas afirman que es necesario un cambio. En la actualidad se implementa en las escuelas el método constructivista (la psicogénesis), en el que el proceso de alfabetización ocurre en relación a la interacción con el medio y las experiencias culturales. Se alienta a escribir “como salga”… Los especialistas sugieren aplicar el de la “conciencia fonológica”, es decir el de las correspondencias entre letras y sonidos.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/como-ensenar-los-chicos-leer-y-escribir-un-debate-que-se-actualiza
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