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La ciencia no es un lujo

Por: Agustín Lage Dávila

En su discurso al inaugurar el Centro de Inmunología Mo­lecular el 5 de diciembre de 1994 Fidel dijo: «Es un orgullo en pleno periodo especial inaugurar este Centro que no es un lujo, es una promesa de salud para nuestro pueblo y es una promesa de ingresos para nuestra economía». Lo dijo con un énfasis muy evidente, y lo escuchamos muy de cerca.

Esa advertencia enfática nos hacía ver que existían (y aún existen) compañeros que piensan que la ciencia es un lujo, un gasto improductivo, o al menos no inmediatamente productivo, que solo pueden permitirse las sociedades opulentas del norte, o los diletantes del sur ; o quizá algo relacionado con un distante futuro de lo que podemos ocuparnos «después».

Son muchos de ellos buenos cuadros, empeñados en defender la Revolución y en hacerle frente con gran esfuerzo, a las presiones económicas de la vida cotidiana. Las urgencias económicas llevan a algunos (por suerte para Cuba, no a sus grandes líderes) a desarrollar una visión de corto plazo. Siempre hemos vivido bajo presiones económicas urgentes, primero por la economía dependiente, y pobre que heredamos del capitalismo periférico, a lo que se sumó luego el feroz bloqueo norteamericano contra Cuba, después la desaparición de la URSS y el periodo especial, y finalmente las tendencias actuales de la globalización neoliberal. Pocos países han vivido bajo presiones económicas de tal magnitud y duración. Y como dicen algunos compañeros con visión cortoplacista, para tener un futuro, primero hay que trabajar para llegar hasta ese futuro. Se les puede comprender, pero esa comprensión no nos exonera de decir que están equivocados, y de explicar porqué.

Y he aquí cuatro razones, dichas de manera muy directa, sin matices, precisamente con el objetivo de motivar el debate:

  1. No hay desarrollo económico posible sin inserción de la ciencia en la economía, no en nichos de excelencia, sino en toda la economía. En el mundo de hoy la producción de prácticamente cualquier cosa tiene un contenido de conocimientos y tecnología grande y creciente. Un componente esencial del desarrollo es el «valor agregado» de las producciones, es decir, la diferencia entre el valor de los insumos materiales y el valor final de lo producido. Esa diferencia la crea el trabajo, pero la función transformadora del trabajo depende cada vez más de los conocimientos y las tecnologías. Ningún país se desarrolla hoy produciendo mucho, con mucha gente y mucho esfuerzo, pero con escaso valor añadido.
  2. Sin capacidad científica no habría tampoco capacidad de asimilar tecnologías foráneas. La capacidad de utilizar el conocimiento y asimilar tecnologías de origen externo está cada vez más vinculada a la capacidad de generar conocimientos y tecnologías propios. No estamos ya en el siglo XX. El reforzamiento de las conexiones de la ciencia con otros procesos económicos y sociales contiene fenómenos relativamente nuevos, difíciles de comprender con los esquemas mentales del pensamiento económico clásico. En este siglo XXI las tecnologías cambian mucho y rápido. Es la práctica de producir conocimiento nuevo (y esto es «la ciencia») lo que habilita a una sociedad para interpretar, adaptar, mejorar y asimilar el conocimiento que se genera en otros países.
  3. Como país pequeño que somos, nuestra eficiencia económica depende de nuestra capacidad de insertarnos en la economía mundial, y eso solamente es posible con las palancas de la ciencia y la técnica. Es parte integrante de la defensa de la soberanía nacional. La palanca principal del crecimiento económico para Cuba no puede ser el tamaño de la demanda interna, como lo es para China, pues somos solamente 11 millones de cubanos. Tiene que ser nuestra inserción en la economía mundial; y esto no lo podemos hacer, como lo hacen los países petroleros por ejemplo, con recursos naturales que nosotros no poseemos. Nuestra inserción en las cadenas productivas transnacionales, y en los flujos mundiales de bienes, servicios y capitales habrá que hacerla con las palancas de la ciencia y la técnica.

Producir bienes de alto contenido tecnológico y valor añadido es poco rentable (con escasas excepciones) para la demanda interna de 11 millones de habitantes, por los altos costos fijos y de capital que tienen estas producciones. La disyuntiva es clara: o creamos capacidades para exportar productos de alto valor, o producimos bienes y servicios de escaso valor.

  1. 4. Sin una economía técnicamente desarrollada no es posible el Socialismo. Esta cuarta razón ha estado menos presente en nuestros debates pero es imprescindible traerla al centro. Ne­cesitamos ciencia y tecnología no solamente para desarrollarnos, sino también para que ese desarrollo sea socialista. El So­cialismo es una consecuencia objetiva del desarrollo de las fuerzas productivas. No era viable con las fuerzas productivas del siglo XIX, a pesar de la superioridad moral de la distribución socialista. Son las fuerzas productivas técnicamente avanzadas las que hacen imprescindible la socialización de la producción; y las que obtienen ventaja comparativa del contexto de educación, cultura y equidad social que solo puede provenir de la inversión presupuestada del estado socialista. Son las fuerzas productivas técnicamente avanzadas las que hacen inviable que sea el mercado la forma principal de relaciones entre las personas.

Una economía «de chinchales» enlazados por las fuerzas del mercado no sería solamente una economía más pobre, sino también menos soberana, y menos socialista.

Por eso tenemos que cuidar la ciencia, como cuidamos la salud, la educación y la cultura: siempre están en riesgo en periodos de dificultades económicas, porque la «racionalidad de mercado» no protege el largo plazo. Por eso tenemos que cuidar los recursos humanos que nuestro país ha creado en seis décadas de inversión social. Tenemos actualmente una de las tasas más elevadas de América Latina de doctores en ciencias con respecto a la población y necesitamos que esa fuerza pueda desplegar todas sus potencialidades.

Entonces el redespegue de la actividad científica y de la inversión en Ciencia, ciertamente e inevitablemente dañadas por el periodo especial y por el bloqueo, no es un lujo sino una urgencia. Tampoco es «teoría»: la centralidad de la ciencia para la construcción del Socialismo próspero y sostenible a que aspiramos tiene que reflejarse en el componente de ciencia y técnica de nuestros presupuestos anuales, y también en la estructura de costos de nuestras empresas; y gestionarse con instrumentos jurídicos y procedimientos concretos que incentiven, además de la producción eficiente de bienes y servicios, la producción eficiente de conocimiento autóctono, y sus conexiones con la economía y con el sistema educacional. Y no se puede evaluar el proceso con anécdotas. Los indicadores duros de porciento del PIB invertido en ciencia, producción de patentes y publicaciones científicas, formación de doctores, componente tecnológico de las exportaciones y otros, tienen que moverse. Y el Estado Socialista tiene que garantizar la direccionalidad del esfuerzo científico para que este respalde los objetivos y ejes estratégicos de nuestro desarrollo social y económico, que aprobamos en el 7mo. Congreso del Partido.

La buena noticia es que lo podemos hacer. Habrá que discutir mucho (y rápido) sobre los métodos concretos, pero lo podemos hacer, y el pueblo lo sabe.

A pesar de los emigrados geográficos y los emigrados mentales que andan por ahí, la masa grande y limpia de jóvenes científicos competentes, comprometidos con Cuba y motivados por su proyecto socialista, está presente, reclamando su puesto en la batalla. Y no son pocos.

Ellos responderán al esfuerzo social en ciencia con sus propios esfuerzos personales, como debe ser cuando se comprende que uno está implicado en las tareas grandes de la Patria. Eso nos dijo José Martí: «la razón, si quiere guiar, tiene que entrar en la caballería».

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-10-25/la-ciencia-no-es-un-lujo-25-10-2016-21-10-52

Imagen: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/ley-de-ciencia-y-tecnologia-necesita-voluntad-politica.html

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Romance con la tecnología

Por: Yasel Toledo Garnache

Un muchacho tarareaba la canción escuchada a través de los auriculares mientras caminaba con paso lento. A veces, parecía moverse al ritmo salido de su teléfono móvil.

Otro estaba como hipnotizado por un juego en su tableta electrónica, en los momentos de más emoción hasta se detenía, y luego seguía casi sin prestar atención en la vía.

Cada vez son más frecuentes escenas como esas en nuestras calles. Los nuevos dispositivos son poderosos imanes, con efectos positivos y negativos.

Resulta difícil resistirse a sus encantos, pues además de las utilidades para la comunicación, constituyen algunos de los mejores medios de entretenimiento de la historia, la conjunción de mucho de lo preferido por los niños, adolescentes y jóvenes.

Varios adultos suelen criticar a quienes sostienen esa especie de romance con los modernos equipos, y parecen olvidar que cuando pequeños fueron cautivados por la maravilla de las imágenes en movimiento en los televisores.

Uno de mis tíos asegura que cuando observaba algo atractivo en aquel aparato, casi ni escuchaba lo expresado por sus padres y, si le ordenaban realizar otra tarea, hasta demostraba su falta de voluntad con leves llantos.

Recuerdo la preferencia por el Playstation y los juegos de Atari. Ahora es todo eso, aunque en una dimensión mayor, pues los nuevos dispositivos, como sabemos, son fuente de las fotos, juegos y videos más gustados, seleccionados por uno mismo, y pueden ser llevados a casi todas partes.

Cada vez son más perfeccionados, como parte de una industria empeñada en atraer consumidores, pero de la cual es difícil abstenerse, no ya por estar a la moda; sino por su utilidad y porque los tiempos actuales casi lo exigen.

Lo lamentable es ser víctimas modernas, atraídas demasiado por sus redes seductoras. Estudiosos señalan efectos negativos, incluidos el aislamiento social, la ansiedad, el insomnio, el desánimo, cambios emocionales y estrés, lo cual puede provocar otros males.

La fijación en la pantalla y apego desmedido a los equipos provoca falta de concentración, afectaciones en la comunicación interpersonal y un incremento de los accidentes. En ocasiones, vemos a choferes contestar llamadas mientras manejan, y eso constituye una gran irresponsabilidad.

La situación puede complejizarse más en Cuba, donde la tecnología no es tan abundante como en otras naciones, pero se avanza en la informatización y aumentan los dispositivos.

Según la periodista Rosa Mirian Elizalde en su conferencia El consenso de lo posible, parte de su tesis de doctorado presentada en el IX Congreso de la UPEC (2013), el 82 % de los cubanos entre 12 y 24 años tenía a la memoria flash como medio fundamental de intercambio de contenidos y existían aquí 11 millones de accesos diarios a Facebook y dos millones de celulares.

Esos números crecieron en los últimos años. En el 2015, fueron habilitados en el país 65 puntos wifi, y para el 2016 se planificó un total de 80, aunque se sobrecumplió a 135.

Informaciones de la dirección nacional de Etecsa, en la Mesa Redonda transmitida por la televisión nacional el 29 de marzo último, revelan que unos 200 000 usuarios empleaban la wifi, como promedio cada día, y se ha incrementado la conexión a Internet desde centros laborales y escuelas.

No debemos ser extremistas y satanizar a la tecnología, pues brinda numerosos beneficios. Los padres y otras personas deben ser guías de los niños, por eso es preciso que sepan hasta cuáles son sus juegos, pues varios incluyen violencia, son de peleas, lanzar lavas…, y podrían tener incidencias negativas en su formación.

Es imprescindible incrementar las iniciativas para compartir en conjunto, intercambiar opiniones y divertirse de otras maneras más tradicionales, que fomenten la unidad. Ojalá los partidos de pelota o fútbol en los barrios y otros en conjunto, estén siempre en la preferencia de muchos.

Somos afortunados por vivir en una época con tantos avances tecnológicos, como lo fueron generaciones anteriores por diferentes razones, y lo serán las próximas. Lo importante es aprovecharlos para el bienestar individual y colectivo, conscientes de que somos los jinetes de nuestro destino.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-11-03/romance-con-la-tecnologia-03-11-2016-22-11-46

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Lo que todos deberíamos saber y aplicar sobre la teoría general de sistemas

Por: Néstor del Prado

Suele repetirse con alta frecuencia que se debe hacer un enfoque o análisis en sistema; que debemos tener un pensamiento sistémico para resaltar que si dejamos de tener en cuenta una parte del todo indivisible o indesintegrable, el resultado no será ni confiable ni correcto.

Existen sistemas producto de la naturaleza, y otros de la creación humana.   Sistemas determinísticos: interactúan en forma predecible. Sistemas probabilísticos: presentan incertidumbre. También se habla de sistemas físicos o concretos y sistemas abstractos.

Lamentablemente muchas veces se repite algo inconscientemente, como una consigna o una frase hecha, que por lo general anulan su fuerza cognitiva. Intentaremos escribir de manera que todos podamos entender, compartir y sobre todo tratar de aplicar en los diversos ámbitos de la vida.

Conceptualización

Esta teoría surgió con los trabajos del biólogo alemán Ludwing Von Bertalonffy, publicados entre 1950 y 1968.

Un sistema es un conjunto de elementos o procesos que interactúan dinámicamente entre sí, que están sometidos a influencias externas si son abiertos; que se organizan en función de un objetivo.

Entre las propiedades de un sistema podemos citar los siguientes

  • El comportamiento de cada elemento del sistema o del entorno tiene efecto sobre el sistema tomado como un todo
  • Cada elemento depende al menos de otro elemento del conjunto
  • Cada posible subsistema tiene un efecto dependiente sobre el todo, y existe una interdependencia entre estos.

El sistema no es una simple suma de sus partes, aunque sea posible separarlo estructuralmente con fines metodológicos.

Los sistemas son entidades dinámicas y sus principios son: interconectividad, complementariedad, incertidumbre y transformación.

El tema de la dinámica de los sistemas ha generado toda una teoría no acabada y yo diría que inacabable.

Entre las leyes de la dinámica de los sistemas podemos citar las siguientes

  • Si se divide el sistema pierde dinámica
  • Mientras más se presione el sistema, más presionará este en sentido inverso
  • Cuando presionamos un sistema, mejora para después empeorar
  • Existe una demora entre la decisión y el resultado
  • Todo sistema tiene al menos un límite de crecimiento
  • Si eliminamos el límite más potente, el sistema ganará dinamismo en forma significativa

Hay sistemas más complejos que otros, pero no pretendo inmiscuirme en este artículo en la importante teoría de la complejidad. Esto es harina de otro costal, incluso existe una cátedra sobre la complejidad integrada por importantes estudiosos de sus diferentes dimensiones.

Incorrectamente la teoría de los sistemas es también frecuentemente identificada con la cibernética y la teoría del control.

Su importancia universal

Todo en la vida está conectado sistémicamente, desde los procesos primarios de la vida hasta los más desarrollados en la vida natural y social. En algunos casos esa realidad sistémica es fruto de la naturaleza, y otros de la creación humana. En la mayoría de los casos ambos ámbitos se interconectan.

Desconocer la teoría de los sistemas nos lleva frecuentemente a cometer violaciones de sus leyes y principios, y entonces nos preguntarnos: ¿por qué no sucedió lo que esperábamos, o por qué no obtuvimos el resultado previsto?

Una Organización empresarial es un sistema socio-técnico incluido en otro más amplio que es la sociedad con la que interactúa influyéndose mutuamente, en que están presentes artefactos, normas jurídicas y comportamientos humanos.

Violaciones comunes

Es muy común que ante la presencia de un sistema fruto de la creación humana, se produzcan violaciones, bien por desconocimiento de la teoría de sistema o por la imposibilidad de satisfacer sus requisitos, y suponer que el daño no será significativo.

Existen sistemas muy bien diseñados pero lo irrespetamos a la hora de gestionarlos, de modificar algunas de sus partes componentes.

En mi experiencia profesional considero que abunda más el irrespeto al concepto del sistema que la existencia de sistemas chapuceros o mal concebidos o diseñados.

Comentemos algunos ejemplos de la vida cotidiana, tanto del ámbito laboral como familiar.

Eliminar o degradar una parte pretendiendo que no existan cambios significativos.

Por la teoría más aceptada, y la adaptación en nuestro país, el sistema de gestión de capital humano está compuesto por 9 subsistemas o módulos: 1 competencias laborales, 2 organización del trabajo, 3 selección e integración, 4 capacitación y desarrollo, 5 seguridad y salud del trabajo, 6 evaluación del desempeño, 7 estimulación moral y material, 8 comunicación institucional y 9 autocontrol.

Resulta grave y lamentablemente frecuente, que el subsistema de organización del trabajo no se realice con el debido rigor, que no esté actualizado o que se haya copiado de otra organización con características similares. También se maltrata el subsistema de las competencias laborales. En el caso de la evaluación del desempeño suele ocurrir, entre otros males, que se produce una especie de paternalismo para no afectar al trabajador. Finalmente, aunque en los últimos años se ha trabajado con más consistencia tenemos el subsistema de la estimulación moral y material. La estimulación moral está necesitada de una importante reingeniería, para lograr la efectividad requerida; y la material, que ha de ser principalmente por el pago por la cantidad y calidad del trabajo, debe tener la virtud de la sostenibilidad individual, de la organización empleadora y de la sociedad en su conjunto.

Afirmar que hacemos algo para evitar las afectaciones de una parte cuando inevitablemente afectará al todo

Es muy común poner en práctica una medida operacional para proteger una parte de los resultados percibidos y entonces, como dice una colega mía, el chichón sale por otra parte, con menor o mayor significación, pero inexorablemente sale. Voy a poner un ejemplo práctico y actual. Motivado por los problemas financieros ya explicados públicamente, se ha tenido que hacer una reducción en el consumo de energía eléctrica en las organizaciones económicas, para entre otros objetivos minimizar las afectaciones al consumo residencial. Efectivamente esta decisión posibilitó que en los meses de vacaciones, con Olimpiadas por medio, se minimizaran los molestos apagones. Aunque no sea estadísticamente relevante doy testimonio que en mi barrio, en el reparto Antonio Maceo del Cerro, los apagones fueron pocos y cortos. Pero como el sistema de los servicios a la ciudadanía tiene varias partes, reducir el consumo de electricidad a las organizaciones proveedoras de productos y servicios, también afectan a los ciudadanos por razones obvias. Aquí habría que aplicar el saber popular de que “del mal, el menor”. Pienso que la mayoría prefiere mitigar los apagones, aunque sean programados, que la disminución de la oferta en cantidad y calidad, dentro de ciertos límites. El error sería no tener en cuenta que la disminución de la cuota de electricidad también afectará de manera más o menos directa a toda la ciudadanía.

En el mismo terreno de la utilización racional de la energía es importante que las indicaciones que se den o las iniciativas que se generen tengan enfoque sistémico. Podríamos estar ahorrando centavos y gastando miles de pesos. Podríamos estar desconociendo el principio de los pocos vitales y los muchos triviales, también conocido como el 20×80 o diagrama de Pareto.

La teoría de sistema tiene suficiente contenido para impartir un diplomado, e incluso para defender una maestría, especialidad o doctorado, pero nuestro propósito es que mi artículo pueda ser interpretado por todos, sin hacer concesiones al rigor científico.

Para ser consecuente con una de las razones principales del sitio en el que escribo, hago las siguientes preguntas, para motivar el debate culto y la cultura del debate.

Preguntas motivadoras

  1. ¿Todas las partes de un sistema influyen en la misma medida?
  2. ¿Son predictibles y cuantificables los cambios del sistema al realizar modificaciones en sus partes?
  3. ¿Quiénes son los profesionales que se encargan del estudio y la aplicación de la teoría de sistemas?
  4. ¿Qué ejemplo usted podría citar en que se ponga en evidencia la violación a la teoría de sistemas y sus consecuencias?

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/10/14/lo-que-todos-deberiamos-saber-y-aplicar-sobre-la-teoria-general-de-sistemas/#.WB5i2BJGT_t

 

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Sociedad del conocimiento: ¿Ideología o fase del desarrollo?

Por: Roberto Rodríguez

La expresión sociedad del conocimiento ha conseguido instalarse en el lenguaje ordinario aun cuando adolece de una definición precisa o cuando menos una percepción común de sus rasgos generales y condiciones de operación particulares. ¿Qué es la sociedad del conocimiento, cómo y dónde funciona?, ¿es una fase de desarrollo económico que se puede alcanzar, o bien un nuevo orden social asequible a través de acuerdos entre los grupos sociales, las organizaciones productivas y el Estado?, ¿la sociedad del conocimiento reemplaza o se añade a la sociedad de clases basada en la propiedad?, ¿coincide con los límites de los países, o se sitúa en espacios suprarregionales, o bien en ámbitos meramente locales?, en fin, ¿la sociedad del conocimiento es una realidad o una utopía?

Un gran relato

Ian Miles, de la Fundación Europea para el Mejoramiento de las Condiciones de Vida y de Trabajo (EUROFOUND), refiriéndose a las ambigüedades del concepto, explica, en primer lugar, que la propia existencia fáctica de la sociedad del conocimiento está en cuestión: algunos comentaristas argumentan que todas las formas de sociedad han estado basadas en el conocimiento y que, en la actualidad, sólo en algunas áreas específicas son perceptibles cambios de cantidad y calidad significativos. Otros, en contraste, defienden la idea de que la época actual se caracteriza, precisamente, por la emergencia de cambios cuantitativos y cualitativos a partir de la generación y aplicación de conocimientos científicos (Miles, 2003).

Un segundo rasgo de ambigüedad procede de la utilización del concepto con fines descriptivos y valorativos. Es descriptivo el uso de sociedad del conocimiento en, por ejemplo, los estudios que patrocina la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para medir y comparar las capacidades educativas, científicas y tecnológicas de los países, la profundidad de los derechos de protección intelectual, o bien la existencia de  sistemas de innovación, es decir, redes entre la empresa, el Estado y la academia para la transferencia de conocimientos en tecnologías y productos (véase OCDE, 2016). En cambio, es un término valorativo cuando se dirime en el debate político, ya sea para persuadir a los ciudadanos para que asuman determinados compromisos y responsabilidades, o bien para confrontar a los gobiernos por la insuficiencia de recursos destinados a los sectores de educación, investigación científica o promoción cultural (Bohme & Sterh, 1986).

¿Por qué, a pesar de sus ambigüedades, la noción de sociedad del conocimiento ha ganado tal predominancia, al grado de identificar con ella lo que la realidad del siglo XXI debiera alcanzar? Principalmente porque es un término optimista, a diferencia del tipo de expresiones con que la filosofía y la sociología intentaron caracterizar el cambio finisecular. Compárese sociedad del conocimiento con, por ejemplo, sociedad postindustrial (Bell), postmodernidad (Lyotard), modernidad radicalizada (Giddens), sociedad del riesgo (Beck), modernidad contingente (Luhmann) o modernidad líquida (Bauman), por sólo citar algunos ejemplos representativos.

El carácter optimista de la expresión suele acentuarse en el debate sobre la sociedad del conocimiento. Todo el peso cultural del término conocimiento y sus nexos significativos con las nociones de verdad, sabiduría, educación, ciencia, etc. recarga el valor semántico de la expresión. Si hay un consenso implícito sobre el valor del conocimiento, entonces es difícil cuestionar la condición deseable de la sociedad del conocimiento. De entrada, es un juego cargado.

¿Cómo oponerse, por ejemplo, a que el Estado y los particulares otorguen prioridad a las inversiones en educación o en investigación científica y desarrollo tecnológico?, ¿cómo esperar actitudes o movimientos de resistencia a propósitos como la calidad educativa o la universalización de la escolaridad?, ¿quién se atreve a cuestionar que el conocimiento, la educación y los productos de tales actividades son bienes públicos de carácter nacional y aun de carácter global?

El discurso de la sociedad del conocimiento opera, en este sentido, como el gran relato, en la terminología de Lyotard, del siglo XXI. Paradójicamente, justo en el momento en que se había previsto el fin de las metanarrativas. Pero, además, se articula con otros cuerpos conceptuales con gran carga ideológica, política y práctica en el presente: las nuevas teorías del crecimiento económico, en sus distintas variantes; las perspectivas políticas de la universalización democrática y, desde luego, con el discurso de la globalización.

En efecto, hoy existe alto grado de consenso sobre la importancia del conocimiento científico como un elemento que genera valor al entrar en contacto con procesos productivos y servicios. No se trata del consabido diferencial de productividad por uso intensivo de tecnología.

Es una noción más amplia: las economías que incorporan fuerza de trabajo calificada, tecnología de vanguardia, e innovaciones en los procesos de producción, gestión y mercadeo, adquieren ventajas comparativas, mejoran su competitividad, crecen más rápidamente y obtienen mayores ganancias. Si bien esta cadena de factores se vuelve trivial, por conocida, al referirla a la competencia empresarial, su pertinencia resulta menos obvia en el nivel macroeconómico, donde los factores de acumulación y crecimiento del producto, así como los procesos de distribución, suele ser más complejos y diferenciados.

En este último aspecto, un grupo importante de economistas, así como las principales agencias multilaterales y la banca internacional de fomento han establecido correlaciones positivas entre el desarrollo científico y tecnológico, la formación de capital humano, las capacidades de innovación, el grado de competitividad internacional, y el nivel y ritmo de crecimiento macroeconómico. Aún está en debate el orden de los factores, principalmente si la inversión en educación e investigación científica, como tal, genera desarrollo y crecimiento, o si viceversa el nivel de desarrollo conseguido genera oportunidades en esos rubros.

También se discute hasta qué punto el nivel de escolarización afecta positivamente los índices de productividad, de qué manera la inversión en ciencia y tecnología se concreta en competitividad, y cuáles son, en todo caso, los límites del modelo. No obstante, al lado del debate académico, en la mayor parte de los países avanzados y en las regiones con economías más sólidas ocurre una definida percepción sobre la necesidad y ventajas de avanzar hacia un estadio de desarrollo descrito en términos de sociedad del conocimiento (véase Strulik et al., 2012).

Entre las pautas que apuntan en dirección de la sociedad del conocimiento, se identifican entre otras las siguientes:

• La consolidación de la sociedad de la información expresada en términos de la tendencia hacia la integración de redes informáticas, en sustitución del modelo de acceso aislado al poder de cómputo.
• Convergencia digital. Alude a la expansión sobre procesos, productos y medios de tecnologías de base digital e informática.
• Una creciente importancia de las innovaciones como fuente de competitividad y como instrumento para acrecentar la eficiencia y eficacia de organizaciones de todos tipos. La innovación se define, en términos generales, como aplicación de conocimientos para renovar la forma de hacer cosas.
• El desarrollo de economías centradas en servicios. Se subraya el papel del sector servicios en la provisión de bienes intangibles para clientes específicos, particularmente procesamiento de información e interacción humana.
• Aprendizaje social. El concepto involucra inversiones sustantivas para mejorar la calidad de la educación y la capacitación, así como para determinar el orden de destrezas y conocimientos económica y socialmente relevantes. A nivel político, la idea de aprendizaje continuo y permanente se ubica como una prioridad clave, con particular énfasis en moldear sujetos adaptables con capacidad para adquirir nuevas competencias y aprendizajes.
• Los propios retos de la globalización, que estimulan las tendencias apuntadas, las cuales, a su vez, actúan como soporte e incentivo de corrientes globales.

La otra cara de la moneda

Pese al entusiasmo que recubre el discurso sobre la sociedad del conocimiento, conviene reconocer que las transformaciones involucradas no escapan a tensiones y resistencias, aún en el mundo desarrollado.
Entre las fuentes de conflicto identificadas se mencionan, entre otras: las tendencias a la polarización desencadenadas por una injusta distribución de las oportunidades educativas; las pautas de exclusión laboral que provienen de cambios tecnológicos y organizativos, así como el desplazamiento de sectores productivos y laborales con capacidades de reconversión limitadas; la diferenciación entre economías con mayores o menores posibilidades de promoción de innovaciones; la confrontación entre la lógica de la producción de conocimiento en los centros académicos versus su apropiación y uso en las empresas; la presión sobre las universidades en torno a sus ofertas curriculares y agendas de investigación; las tendencias a la privatización de las instituciones de enseñanza superior y de los centros de investigación científica.

En fin, la dualización del espacio social entre quienes tienen capacidades de generación de conocimiento y los excluidos de este proceso.

La innovación continua y redituable exige tres condiciones: el desarrollo del conocimiento, el fértil intercambio de ideas entre personas informadas y, finalmente, un buen gobierno, sobre todo en lo que se refiere a la protección legal de la innovación. En cada uno de estos frentes existe una brecha cada vez más ancha entre países ricos y pobres, brecha que incluso es más desalentadora que las actuales desigualdades de ingresos. En tal sentido, los vectores de desigualdad de la sociedad del conocimiento, es decir, la brecha entre los capaces y los incapaces, los que saben y los que ignoran, los que tienen acceso y los prescindibles, los consumidores sofisticados y los apenas sobrevivientes, da lugar a oposiciones binarias que recuerdan la conocida confrontación de Umberto Eco: apocalípticos o integrados.

En tales condiciones, la dinámica del proceso, digamos la globalización de la sociedad del conocimiento, abre escenario a tensiones inéditas en la historia, las cuales no pueden dejar de enunciarse en sentido paradójico.
En primer lugar, nunca había existido la concentración de riqueza material del presente, conviviendo con el agudo grado de pobreza en que sobrevive la mayoría. La aparente accesibilidad a toda clase de información es contradicha por la tendencia a la concentración, eventualmente la monopolización, de los medios de comunicación de masas.

Contrasta también la presencia de estímulos para generar y diseminar conocimientos con el celo de los derechos de propiedad intelectual y el combate frontal y violento a las prácticas de piratería en todas sus acepciones.
En plena era del desarrollo de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones, nunca se había mantenido a tantas personas en la incomunicación: la mayoría escucha, mira o se entera, al margen del privilegio de emitir información o tener prácticas de interlocución no triviales.66f2a9f66e48d837f8d9568e3aa7d8b3_l

En el ámbito escolar se viven tensiones semejantes. Se ha convenido, por ejemplo, que el currículum básico se resume en dos competencias fundamentales: la cuantificación y la interpretación de textos. Sólo eso, o lo demás es pretexto para eso. Además, la evaluación de competencias y conocimientos tiende, como tal, a convertirse en el currículum.

Es un franco proceso de inversión: de evaluar lo que se enseña a enseñar lo que se evalúa. La formación media y superior tiende a enfatizar la formación de capacidades acordes a la sociedad del conocimiento, aún en aquellos contextos en que no existe ni el sector productivo, ni el mercado laboral, para colocar a los individuos formados en las mismas. El sincero asombro de los planificadores educativos por la insistencia de los estudiantes o sus familias por acceder a formaciones —saturadas— que, sin embargo, continúan ofreciendo opciones de trabajo en el sector laboral local ilustra este último extremo.

En el ámbito de la investigación científica, particularmente en los países subdesarrollados, incluso las ciencias sociales y las humanidades, se viven paradojas semejantes. ¿Cómo si no calificar el que, por un lado, se adjudique un enorme valor a la producción científica local y, por otro, se estimule, con toda clase de incentivos, la difusión de dicha producción principalmente fuera del entorno nacional y de preferencia en otro idioma?

No en uno ni en dos centros de investigación científica de nuestros países se estimula tal práctica, sino en la mayoría de nuestros ámbitos académicos. ¿Si la producción científica primaria tiene valor, por qué entonces se exporta gratuitamente, es más a costa del proveedor? Sencillamente porque da puntos en la competencia global de los prestigios. Pero, ¿eso genera productividad, competitividad, crecimiento o desarrollo?

Referencias
Bauman, Zygmunt (2003). Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica.
Beck, Ulrich (2002). La sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad. Ediciones Paidós Ibérica
Bell, Daniel (1991). El advenimiento de la sociedad postindustrial. Alianza Editorial.
Bohme, Gernot & Stehr, Nico (1986). Knowledge Society, D. Reidel Publish Company.
Giddens Anthony (1994). Las consecuencias de la modernidad. Alianza Editorial.
Luhmann, Niklas (2006). “La modernidad contingente”, en Las consecuencias perversas de la modernidad. Anthropos.
Lyotard, Jean François (1980). La condición posmoderna, Cátedra.
Miles, Ian (2003). Knowledge Society Foresight, European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions.
OCDE (2016). Measuring Science, Technology and Innovation.
Strulik, Holger; Prettner, Klaus & Prkawetz, Alexia (2012). “The Past and Future of Knowledge-based Growth”. CEGE Discussion Papers, núm. 140.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/sociedad-del-conocimiento-ideologia-o-fase-del-desarrollo/

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Ciberguerra y soberanía tecnológica

Por: Enrique Amestoy

Para la mayor parte de la gente los tiempos de la guerra fría han quedado atrás con la caída de la Unión Soviética, para otros la guerra fría continúa, mas fría, mas guerra y mas dura que en 1989. La batalla por el control hegemónico se da ahora en espacios con menos plomo y pólvora; se lucha por el control de los seres humanos a través de los alimentos, el agua y la tecnología.

Dejemos para otro análisis la batalla por el control de las semillas y los alimentos, al “Mundo según Monsanto”, al glifosato y a las movilizaciones de fines de los ’90 de la Vía Campesina o la declaración de Nyéléni, en 2007 con la conceptualización de Soberanía Alimentaria definida como “…el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo.”. Pero no olvidemos que “somos lo que comemos”.

Recordemos las datos revelados en junio de 2013 por el ex agente Edward Snowden, donde se señala a Facebook, Google, Microsoft y Apple, entre otras empresas de Internet y comunicaciones, como parte del programa de vigilancia electrónica denominado PRISM, a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en ingles) empleado como un medio para la vigilancia a fondo de las comunicaciones y otros datos almacenados en discos o en la nube.

Con la colecta de metadatos de los usuarios, las empresas son capaces de trazar verdaderos mapas mundiales de cada uno de los individuos, sus comportamientos, sus hábitos, gustos y costumbres para luego comercializar dicha información a empresas que luego venden productos por Internet segmentando su público objetivo de acuerdo al producto a ofrecer y el análisis de los metadatos proporcionados por Google o Facebook. Pero también segmentan sobre opciones políticas, sexuales, movimientos o sitios donde ha estado, que pueden ser utilizados con otros fines.

Las redes y la colecta de metadatos fueron claves en los intentos desestabilizadores al gobierno de Nicolas Maduro en Venezuela en febrero de 2014. También fueron clave en la llamada “Primavera Árabe”, protestas comenzadas en Túnez en 2010. Se llegó a censurar o bloquear el uso de las redes (como en Egipto) para impedir que los pueblos se auto convocaran y se utilizó de forma estratégica los datos colectados en las redes para la toma de acciones políticas y militares.

La XV Cumbre Social del Mercosur en julio de 2013 emitió una declaración y propuestas al respecto. Luego la Cumbre de Presidentas y Presidentes del Mercosur emitía una declaración de rechazo al espionaje por parte de los Estados Unidos, la propuesta al GMC de la creación de un Grupo de Seguridad Informática y proponía la utilización de Software Libre como forma de minimizar los riesgos así como la cooperación entre los Estados Parte en materia de tecnología.

La presidenta Dilma Rouseff fue quien mas enérgicamente tomó (al menos públicamente) este tema ordenando, entre otras medidas, que el correo electrónico de todos los funcionarios del Estado brasileño, fuese implementado con servidores en territorio nacional y utilizando la herramienta ExpressoLivre (correo electrónico, video-conferencia, chat) basado 100% en Software Libre e implementado por el SERPRO (Servicio de Procesamiento de Datos de Brasil).

Es que no solamente se reveló que las conversaciones de su teléfono celular habían sido intervenidas. También se supo que se espiaba a la petrolera estatal PETROBRAS (que realizaba prospecciones en la plataforma marítima en búsqueda de petróleo) o de reuniones personales con asesores. Es pública una nota del embajador estadounidense a su presidente donde se le “alerta” de lo que la presidenta había conversado con un asesor unas horas antes.

Es público también el sabotaje cibernético a los sistemas de PDVSA, uno de los momentos críticos del paro petrolero (lock-out) que entre diciembre de 2002 y enero de 2003 paralizó a Venezuela. Quizá en un futuro la historia reseñe el lock out petrolero como una de las primeras experiencias de “ciberguerra” en el mundo. Las compañías transnacionales como Microsoft mediaban su asistencia a través de sus sucursales venezolanas y aportaban sus “puertas traseras” para que los sistemas fueran bloqueados desde fuera del país, probablemente desde USA.

El 2 de enero de 2003 se inició el “rescate” de los sistemas informáticos de PDVSA apoyado en gran medida en las comunidades organizadas vinculadas al Software Libre en Venezuela. Ya el 8 de enero PDVSA comenzaba a quedar operativa. El Decreto 3390, pionero en la región y tal vez el mundo entero, del 23 de diciembre de 2004, señalaba, en lo medular, que el Estado tendería a la utilización de Software Libre y de Estándares Abiertos en sus sistemas informáticos.

El 23 de abril de 2014 el Senado Federal de Brasil aprueba la Ley 12.965 mas conocida como Ley de Marco Civil de Internet. Ley paradigmática, que entiendo debería tomarse como modelo en el mundo entero. Comienza su camino en 2009 cuando el Ministerio de Justicia y la Fundación Getulio Vargas proponen la primer fase de un proceso colaborativo de construcción de un marco regulatorio de Internet. Tuvo varias etapas de consulta ciudadana antes de ingresar a la Cámara de Diputados donde fuera aprobada el 25 de marzo de 2014. Finalmente fue aprobada por el Senado el 23 de abril de 2014 en el marco de la NetMundial (encuentro de “múltiples partes interesadas en el futuro y la gobernanza de Internet”). En su artículo 9° defiende la Neutralidad de la Red (ausencia de cualquier tipo de prioridad, así como barreras de acceso, a la información que viaja por Internet), la naturaleza participativa de la red, el derecho absoluto al acceso a Internet, los derechos humanos y el ejercicio de la ciudadanía a través de medios digitales.

En el mes de mayo de 2015 en Uruguay la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) firma un inédito acuerdo entre el Plan-Ceibal (plan que ha distribuído 700.000 computadoras entre niños y adolescentes en todo el país y que fuera buque insignia del primer gobierno de Tabaré Vazquez) y la firma Google. Ceibal utilizará las “Google for Educations apps” y ofrecerá a docentes y alumnos cuentas de Gmail con espacio ilimitado. Estas cuentas son simples cuentas de Gmail, subordinadas a la legislación de los EEUU, con almacenamiento en territorio donde Uruguay no tiene jurisdicción. La “nube” de Google mas el correo potencialmente para 700.000 niños.

Como hasta el momento no existe información clara, ofrecida institucionalmente a la ciudadanía, respecto a: cómo se tomó la decisión, qué políticas educativas y tecnológicas justifican esta decisión, quiénes participaron de la toma de decisión, cuales son los alcances del acuerdo, cuales son las políticas de privacidad sobre datos personales y que legislación ampara la decisión, un grupo de organizaciones sociales, la UDELAR (Universidad de la República), investigadores, etc, han emitido una carta pública, abierta y con la posibilidad de ser firmada por quien esté de acuerdo en https://nogoogleappsedenuy.wordpress.com/ donde se manifiesta la preocupación por el acuerdo que, en tanto secreto, se parece mucho a lo propuesto por el TISA (Acuerdo de Comercio de Servicios) y que el gobierno uruguayo analiza su ingreso. Tratado de libre comercio con EEUU y la UE que potencialmente comprometería a servicios básicos como educación o salud. Actualmente integran el TISA desde América del Sur, Chile, Colombia, Perú y Paraguay. El debate por el ingreso al tratado de libre comercio genera debates entre los sectores del Frente Amplio.

Sobre la infraestructura informática hay mucho para decir. Tal vez lo medular es que mas del 80% de las páginas web o direcciones de correo electrónico de nuestra América Latina están alojados en computadoras del norte, básicamente en USA. Lo mismo sucede con el tráfico de Internet: por encima del 65% del tráfico local pasa por hubs o nodos situados en los Estados Unidos. Un correo electrónico desde Argentina a Brasil pasa primero por Estados Unidos (con la consiguiente pérdida de control, espionaje y perdida de soberanía que ello implica). ¿Quién paga el costo del tráfico sur-norte de un email o el acceso a una página web? SIEMPRE lo paga el país del sur.

Miremos brevemente alguno de los cables de fibra óptica subacuáticos que utilizamos a diario para lograr el acceso a Internet en nuestros países:

(*)Trazado de los cables de fibra óptica actualmente existentes

Cable: South American Crossing (SAC)/Latin American Nautilus (LAN)

Valparaíso – Chile / Lurin – Perú / Colón – Panamá / Fortaleza – Brazil / Las Toninas – Argentina

Propietario: Telecom Italia, Level 3 Comunications

Cable: Atlantis-2

Las Toninas – Argentina / Fortaleza – Brazil / Lisboa – Portugal

Propietario: Telefonica, Telecom, AT&T, Verizone, TATA, otros

Cable: Eulalink

Fortaleza – Brazil / Lisboa – Portugal

Propietario: Telebras, Islalink

Cable: South America Pacific Link (SAPL)

Santiago – Chile / Balboa – Panamá / Hawaii – USA

Propietario: Ocean Networks

Cable: South Atlantic Cable System (SACS)

Fortaleza – Brazil / Luanda – Angola

Propietario: Angola Cables

A grandes rasgos tenemos cables que por el Atlántico y el Pacífico conectan a nuestros países y solo dos que nos llevan a Europa, uno solo que hace de puente con Asia y uno con África. Todos en manos de transnacionales salvo rarísimas excepciones. Esto quiere decir que, a solicitud de los países centrales, nuestro continente podría quedar desconectado del mundo.

En octubre de 2014 se hizo público que el ente estatal de telecomunicaciones de Uruguay ANTEL, en asociación con Angola Cables, Algar-Telecom Brasil y Google, conectaría, con un costo de 73 millones de u$s, un cable de fibra óptica de 10.5km y seis pares de fibra, entre Boca Ratón, Florida, en Estados Unidos con Fortaleza en Brazil y Maldonado en Uruguay. Si: en medio de este indudable proyecto de soberanía y ahorro en las telecomunicaciones está uno de los “brazos armados tecnológicos” del imperio.

La Cumbre de las Américas 2015 en Panamá invitó al creador de Facebook, Mark Suckerberg. El empresario tuvo reuniones con Presidentas y Presidentes. Fue difundida la fotografía con la Presidenta Dilma Rouseff que lucía una casaca con el logo de Facebook y la bandera de Brasil.

El empresario quiere llevar adelante en el mundo un proyecto “filantrópico” denominado internet.org (similar a George Soros y su Open Society Institute, arraigado en mas de 100 países y que apoya a varias organizaciones de “datos abiertos” o “gobierno abierto” en nuestra región).

A grandes rasgos trata de dar acceso a Internet por celular a los “pobres del mundo”. El negocio entre Facebook, el país donde se implementa y una empresa de telefonía local se basa en brindar en forma gratuita el acceso a Internet a algunos sitios web previamente pactados; en la India se accede a 16 sitios. Violando, entre otros, la neutralidad de la red y generando público 100% cautivo (como con los telecentros que funcionan en la favela Heliópolis en Sao Pablo, a cargo de Facebook).

En defensa de la soberanía y la independencia tecnológica entiendo que al menos se deberían proponer acciones tendientes a lograr:

• Centros de datos regionales e interconectados.

• Fibra óptica soberana, basada por ejemplo en el Proyecto de Fibra Unasur.

• Implementación de medidas supranacionales de ciberseguridad.

• Legislación que defienda al usuario como la de Marco Civil da Internet.

• Puesta en funcionamiento del Grupo de Seguridad Informática del Mercosur.

• Legislaciones supranacionales de fomento del uso de Software Libre y Formatos Abiertos.

• Capacitación a usuarios y tomadores de decisiones.

• Capacitación en el uso seguro de Internet y sistemas informáticos.

• Ejemplos como Plan Ceibal (Uruguay), Canaima (Venezuela), Conectar Igualdad (Argentina), debieran ser tomados como base, interconectarlos, unificarlos.

• Unificar distribuciones Linux regionales (Huayra, Canaima, Nova Linux, etc)

• Posturas regionales en los ámbitos internacionales de gobernanza de Internet como son la

Agenda Global de Internet, UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones)

• Alternativas a Google (la nube de SERPRO basada en Software Libre por ejemplo)

• Propuestas alternativas, contra hegemónicas, a las redes sociales, como Facepopular .

Esto no debe aislarnos de las tradicionales ya que son “donde la gente está”. Debemos buscar la forma de tener redes con control soberano que nos permitan interactuar con los actuales usuarios de las redes tradicionales; de lo contrario quedaríamos aislados en un mundo virtual de “convencidos” que no ayudaría en nada a la lucha contra hegemónica.

Invito al lector a que agregue propuestas a esta pequeña lista de ideas y acciones a llevar a cabo, a modificarlas, a generar un gran debate social sobre la Internet y el mundo que queremos.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=200944

Imagen: http://www.rosalesuriona.com/spip.php?article894

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Rostro del futuro: sueño, realidad y desafíos

Carlos Ayala Ramírez

«10: nuestro futuro depende de las niñas que cumplen esta edad decisiva” es el título del informe sobre el estado de la población mundial 2016, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Según el documento, a los 10 años las niñas se aproximan a la pubertad, edad en que muchas personas empiezan a verlas como activos para el trabajo, la procreación o las relaciones sexuales. En consecuencia, si sus derechos no se protegen adecuadamente —a través de leyes, servicios e inversiones oportunas—, pierden para siempre la oportunidad de desarrollarse en la adolescencia y llegar a la madurez. La situación puede ser especialmente desalentadora para las que viven en un país o una comunidad pobre, o en una zona rural. Se estima que hoy en día más de 60 millones de niñas de 10 años están a punto de emprender su viaje por la adolescencia hacia la edad adulta. La preocupación principal está en saber si estarán sanas cuando la alcancen, si habrán participado en una educación de calidad, sí tendrán poder para tomar sus propias decisiones y trazar su futuro. Para que ello suceda, según la ONU, es inevitable invertir en el potencial de todos los niños y niñas de 10 años, considerándolos no solo como la infancia de hoy, sino también como las personas adultas del futuro, como los padres y madres de la próxima generación. De ahí la necesidad de construir alternativas viables de esperanza.

En esta línea de sueños deseables y posibles, en el informe se habla de imaginar un mundo nuevo para las niñas de 10 años. Un mundo que las valora, nutre y protege de verdad. Donde su horizonte se expande y diversifica. Donde los pueblos acuerdan que deben respetarse plenamente sus derechos humanos, y esto queda plasmado en las leyes y prácticas jurídicas, así como en las normas sociales. Donde nadie piensa que una niña está lista para contraer matrimonio o tener hijos hasta que cumple, como mínimo, 18 años. Donde nadie espera que deje la escuela para ocuparse de las tareas del hogar o trabajar a cambio de un salario. Un mundo donde una niña de 10 años tiene la comida suficiente, en cantidad y calidad, para satisfacer las necesidades nutritivas de su cuerpo en desarrollo. No padece malnutrición ni obesidad. Tiene a su disposición servicios de salud cercanos y cuidadores capacitados que la escuchan atentamente, respetan su necesidad especial de privacidad y permanecen atentos a sus posibles vulnerabilidades. Mientras se encuentra bajo el ala protectora de su familia, tiene las mismas oportunidades que los niños de explorar el mundo que la rodea, hacer amistades y participar en las interacciones sociales. Los miembros de su familia y su comunidad la animan a que expresen su opinión y le ofrecen orientación, pero también respetan sus decisiones. Esta niña disfruta de acceso equitativo al mundo digital y la oportunidad de aprender de manera segura, libre de peligros. Este es el sueño.

Desde luego que esta visión de futuro esperanzador está acompañada de propuestas específicas que pretenden incidir en la transformación de la realidad en la que actualmente viven millones de niñas en el mundo. De acuerdo a datos del Fondo de Población, las niñas y niños de 10 años (125 millones) son parte de la población de jóvenes más numerosa de la historia de la humanidad. La mayor parte de ellos viven en las regiones más pobres o menos desarrolladas del planeta. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por 193 países de las Naciones Unidas en 2015, obliga explícitamente a no dejar a nadie atrás en el curso del desarrollo de cada nación. Es una exigencia al mundo de que ninguna niña de 10 años permanezca al margen, abandonada a la pobreza, la enfermedad o la ignorancia. A través de la inversión en salud y educación, y el empoderamiento de las niñas se sientan las bases para el desarrollo humano de este sector.

A partir de la centralidad humana y estratégica dada a las niñas de 10 años, se plantea un conjunto de desafíos para los Estados miembros y sus respectivas sociedades. Se habla de estipular la igualdad jurídica de las niñas. De prohibir todas las prácticas nocivas contra ellas y de establecer en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio. De facilitar una educación segura de gran calidad que defienda plenamente la igualdad entre los géneros en el plan de estudios, las normas docentes y las actividades extracurriculares. De promover una atención sanitaria universal y establecer revisiones de la salud física y mental de las niñas. De ofrecer una educación sexual integral universal al inicio de la pubertad y lograr que niñas, niños y las personas a su alrededor participen en el cuestionamiento y el cambio de las normas de género discriminatorias.

Finalmente, el documento destaca que hacer realidad el sueño del mundo nuevo para las niñas de 10 años depende de las decisiones de un gran número de personas diferentes: desde los padres hasta los encargados de la formulación de políticas, pasando por los docentes, profesionales de la salud, economistas, emprendedores, periodistas y líderes comunitarios. Todos debemos participar en la consecución de este rostro del futuro.

Fuente del articulo: http://www.alainet.org/es/articulo/181227

Fuente de la imagen:http://www.alainet.org/sites/default/files/styles/articulo-ampliada/public/ninez-mujeres.jpg?itok=h1sXr7X0

 

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A dos meses de que concluya el año: puro cuento

Abelardo Carro Nava

Prácticamente a un par de meses de que concluya este convulsionado 2016, el escenario educativo en México, parece haber entrado en un impasse que ha llevado al gobierno federal, lanzar campanas al vuelo afirmando que la “reforma educativa” es una realidad. Hechos para sustentar mi dicho hay muchos y muy variados, por ejemplo: el apaciguamiento de una aguerrida Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), o la aplicación de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) en Chiapas y Michoacán – entidades donde su ejecución no se había dado por completo – para el ingreso de personal docente al Sistema Educativo Mexicano (SME).

Asuntos nada menores que, como decía, han llevado al mismo Presidente de la República, a afirmar que dicha reforma es una realidad en mi México querido. ¿Lo duda? Le invito a que revise parte del discurso que emitió en Colombia Peña Nieto durante la XXV Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica (Excelsior, 29/10/2016).

No obstante lo anterior, es que cabe preguntarse: ¿esto es así? Veamos. Indiscutible es, el que la CNTE ha bajado la guardia en estos meses, producto de las negociaciones que tuvo con la Secretaría de Gobernación, de las cuales, poco o nada se sabe, y eso que en días pasados el propio Secretario, Osorio Chong, ventiló a los medios de comunicación, que serían públicos los acuerdos a los que se llegaron en las “mesas de negociación”. Indiscutible es, el que los foros de consulta que se organizaron con el propósito de “recabar” propuestas con relación al modelo educativo planteado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en voz de su Secretario, Aurelio Nuño, se hayan llevado a cabo en las entidades federativas y con la participación de diversos actores. Indiscutible es, el que la LGSPD se haya aplicado en el territorio mexicano para “asegurar” el ingreso de los mejores maestros al SEM. Indiscutible es, el que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), esté sometido a los designios del propio Presidente y del Secretario Nuño. Todo esto es indiscutible. Sin embargo, sobre éstas cuestiones, hay varias consideraciones que hacer al respecto.

Hace unos días en este mismo espacio, Carlos Ornelas, planteó algunas ideas con relación a la CNTE y su probable desistimiento a la lucha y confrontación por la aplicación de lo que ellos han nombrado “la mal llamada” reforma educativa. Y es cierto. Tal parece que las negociaciones que hace meses tuvieron lugar en la Ciudad de México entre la Coordinadora y el Secretario Chong, les trajo buenos dividendos. Coincido, las aguas están calmadas pero dudo que sea por mucho tiempo. ¿Por qué? No olvidemos que en el 2017 comienza la carrera por la silla grande – si no es que ya inicio desde el 2012 – y, como grupo antagónico, será una pieza importante a considerar por los candidatos a la Presidencia de la República o… ¿cree usted que no será así?

Por lo que respecta a los “foros” que se realizaron en varios estados de la República, sigo creyendo que éstos fueron utilizados para legitimar lo que desde la calle de República de Argentina se planteó en su momento: un modelo educativo que carece de elementos pedagógicos y que varios especialistas, académicos, investigadores, columnistas, entre otros, nos hemos encargado de señalar en reiteradas ocasiones. ¿Serán públicos los resultados que se obtuvieron en dichos foros?, ¿se harán modificaciones al modelo propuesto por la SEP?, ¿se integrarán las “propuestas” que formularon los profesores y ciudadanos participantes? Si así fuera, ¿cuál sería el sustento pedagógico que se emplearía para sustentar dichos cambios a la curricula, por ejemplo? La realidad dista mucho de la retórica y, hasta el momento, solo hemos escuchado un discurso, por parte del Secretario, plagado de buenas intenciones, pero que no acaba de aterrizar por completo.

Por lo que respecta a la LGSPD, considero que difícilmente veremos un cambio. El mismo Secretario Nuño ha dicho en reiteradas ocasiones que no está en sus manos realizar modificaciones, y es cierto. Como ordenamiento legal que emana de la Constitución Política, les corresponde a los “representantes” del pueblo hacer los ajustes necesarios. Por este motivo, dudo mucho que en lo sucesivo seamos testigos de una reforma a la reforma educativa, tal y como Gil Antón lo ha planteado. Obviamente algún partido político, cuya intención sea la de apoyar fuertemente a su candidato, intentará vender la idea de que se harán algunas modificaciones pero… puro cuento.

Finalmente, quiero pensar que el SNTE despertará del letargo en el que se encuentra – obligado quizá –. El momento electoral lo obligará a ello. La pregunta en todo caso sería si seguirá apoyando al régimen que ha trastocado al magisterio. El control de los maestros no lo tiene y, como pintan las cosas, dudo que lo tenga en el 2017 y 2018. Juan Díaz de la Torre no es Elba Esther, y los tiempos que le ha tocado vivir al primer aludido, son totalmente diferentes a los que vivió la profesora Gordillo. ¿Será el fin del Sindicato más grande de América Latina? Es posible. La polarización y encono que se vislumbra en los próximos años, dada la contienda electoral, aseguran esta idea. ¿Sumisión o rebeldía? Ahí está el dilema.

En suma, pareciera ser que el impasse que refería al inicio de estas ideas, es una vaga ilusión veraniega. Como podemos darnos cuenta, las cosas se están moviendo por debajo de la mesa. Tristemente, la mejora educativa ha pasado, pasa y pasará a un segundo plano cuando de elecciones estamos hablando y eso, lejos del discurso y de la presunción que el propio Presidente haga en diversos eventos, jode y jode al pueblo de México.

No, no es pesimismo de mi parte. Ojalá lo fuera. La educación, como proceso de formación de los seres humanos, les corresponde a los diversos agentes que se ven inmersos en ella. Los maestros, estoy convencido, están trabajando en ello pero dudo que muchos otros actores estén haciendo y cumpliendo su parte.

Tiempo al tiempo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/a-dos-meses-de-que-concluya-el-ano-puro-cuento/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/CqfCNGmUAAA2bMd-300×190.jpg

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