Por: Edgardo Zablotsky
Por: Edgardo Zablotsky
Por: Atilio Borón
Desde La Habana
La desaparición física de Fidel hace que el corazón y el cerebro pugnen por controlar el caos de sensaciones y de ideas que desata su tránsito hacia la inmortalidad. Recuerdos que se arremolinan y se superponen, entremezclando imágenes, palabras, gestos (¡qué gestualidad la de Fidel, por favor!), entonaciones, ironías, pero sobre todo ideas, muchas ideas. Fue un martiano a carta cabal. Creía firmemente aquello que decía el Apóstol: trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras. Sin duda que Fidel era un gran estratega militar, comprobado no sólo en la Sierra Maestra sino en su cuidadosa planificación de la gran batalla de Cuito Cuanevale, librada en Angola entre diciembre de 1987 y marzo de 1988, y que precipitó el derrumbe del régimen racista sudafricano y la frustración de los planes de Estados Unidos en África meridional. Pero además era un consumado político, un hombre con una fenomenal capacidad para leer la coyuntura, tanto interna como internacional, cosa que le permitió convertir a su querida Cuba -a nuestra Cuba en realidad- en una protagonista de primer orden en algunos de los grandes conflictos internacionales que agitaron la segunda mitad del siglo veinte. Ningún otro país de la región logró algo siquiera parecido a lo que consiguiera Fidel. Cuba brindó un apoyo decisivo para la consolidación de la revolución en Argelia, derrotando al colonialismo francés en su último bastión; Cuba estuvo junto a Vietnam desde el primer momento, y su cooperación resultó de ser de enorme valor para ese pueblo sometido al genocidio norteamericano; Cuba estuvo siempre junto a los palestinos y jamás dudó acerca de cuál era el lado correcto en el conflicto árabe-israelí; Cuba fue decisiva, según Nelson Mandela, para redefinir el mapa sociopolítico del sur del continente africano y acabar con el apartheid. Países como Brasil, México, Argentina, con economías, territorios y poblaciones más grandes, jamás lograron ejercer tal gravitación en los asuntos mundiales. Pero Cuba tenía a Fidel …
Martiano y también bolivariano: para Fidel la unidad de América Latina y, más aún, la de los pueblos y naciones del por entonces llamado Tercer Mundo, era esencial. Por eso crea la Tricontinental en Enero de 1966, para apoyar y coordinar las luchas de liberación nacional en África, Asia y América Latina y el Caribe. Sabía, como pocos, que la unidad era imprescindible para contener y derrotar al imperialismo norteamericano. Que en su dispersión nuestros pueblos eran víctimas indefensas del despotismo de Estados Unidos, y que era urgente e imprescindible retomar los iniciativas propuestas por Simón Bolívar en el Congreso Anfictiónico de 1826, ya anticipadas en su célebre Carta de Jamaica de 1815. En línea con esas ideas Fidel fue el gran estratega del proceso de creciente integración supranacional que comienza a germinar en Nuestra América desde finales del siglo pasado, cuando encontró en la figura de Hugo Chávez Frías el mariscal de campo que necesitaba para materializar sus ideas. La colaboración entre estos dos gigantes de Nuestra América abrió las puertas a un inédito proceso de cambios y transformaciones que dio por tierra con el más importante proyecto económico y geopolítico que el imperio había elaborado para el hemisferio: el ALCA.
Estratega militar, político pero también intelectual. Raro caso de un jefe de estado siempre dispuesto a escuchar y a debatir, y que jamás incurrió en la soberbia que tan a menudo obnubila el entendimiento de los líderes. Tuve la inmensa fortuna de asistir a un intenso pero respetuoso intercambio de ideas entre Fidel y Noam Chomsky acerca de la crisis de los misiles de Octubre de 1962 o de la Operación Mangosta, y en ningún momento el anfitrión prestó oídos sordos a lo que decía el visitante norteamericano. Una imagen imborrable es la de Fidel participando en numerosos eventos escenificados en Cuba –sean los encuentros sobre la Globalización organizados por la ANEC; los de la Oficina de Estudios Martianos o la Asamblea de CLACSO en Octubre del 2003- y sentado en la primera fila de la platea, munido de un cuadernito y su lapicera, escuchando durante horas a los conferencistas y tomando cuidadosa nota de sus intervenciones. A veces pedía la palabra y asombraba al auditorio con una síntesis magistral de lo dicho en las cuatro horas previas, o sacando conclusiones sorprendentes que nadie había imaginado. Por eso le decía a su pueblo “no crean, lean”, fiel reflejo del respeto que sentía por la labor intelectual.
Al igual que Chávez, Fidel un hombre cultísimo y un lector insaciable. Su pasión por la información exacta y minuciosa era inagotable. Recuerdo que en una de las reuniones preparatorias de la Asamblea de Clacso del 2003 nos dijo: “recuerden que Dios no existe, pero está en los detalles” y nada, por insignificante que pareciera, debía ser librado al azar. En la Cumbre de la Tierra de Río (1992) advirtió ante el escepticismo o la sonrisa socarrona de sus mediocres colegas (Menem, Fujimori, Bush padre, Felipe González, etcétera) que la humanidad era “una especie en peligro” y que lo que hoy llamamos cambio climático constituía una amenaza mortal. Como un águila que vuela alto y ve lejos advirtió veinte años antes que los demás la gravedad de un problema que hoy está en la boca de cualquiera.
Fidel ha muerto, pero su legado –como el del Che y el de Chávez- vivirá para siempre. Su exhortación a la unidad, a la solidaridad, al internacionalismo antiimperialista; su reivindicación del socialismo, de Martí, su creativa apropiación del marxismo y de la tradición leninista; su advertencia de que la osadía de los pueblos que quieren crear un mundo nuevo inevitablemente será castigada por la derecha con un atroz escarmiento y que para evitar tan fatídico desenlace es imprescindible concretar sin demora las tareas fundamentales de la revolución, todo esto, en suma, constituye un acervo esencial para el futuro de las luchas emancipatorias de nuestros pueblos.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/5454-el-legado-de-fidel-por-atilio-a-boron
Por: Gloria Lomana
Conmemoramos hoy el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer porque, desgraciadamente, al menos una vez al año debemos dar este aldabonazo contra lo que sigue siendo una auténtica pandemia global. Naciones Unidas considera que el 70% de las mujeres sufren violencia en su vida. Ejercida de muchas maneras: física (con un insoportable corolario de muertes que no cesa), psíquica (con no menos insoportables vejaciones hasta la destrucción de la mujer), social (imponiendo falaces estereotipos), laboral (impactando en los salarios y las oportunidades), educativa (ahogando la futura igualdad real). Todo lo que discrimina es violento, porque desconfigura el proyecto vital de una persona. Y la violencia de género puede ser tan sutil…
Cuando una niña tiene carácter es mandona; cuando el niño tiene carácter apunta relato de futuro. Cuando un hombre destaca, es triunfo; cuando una mujer es competente, se la presupone agresividad y ambición. Tanto tiempo atribuyendo a los hombres mayor capacidad de liderazgo y a las mujeres más sensibilidad, que no es de extrañar que las mujeres interioricen los mensajes negativos que reciben durante años. Y que la vida, luego, les evidencia. Por eso, tampoco es de extrañar que muchas mujeres abandonen en mitad de la carrera…
Tras la liberación que nos legaron las hoy madres y abuelas, con su lucha en los sesenta, los hombres y mujeres de nuestros días sabemos que para erradicar la violencia machista primero debemos cambiar las mentes. De todos. Porque la equidad supera al género, alcanza los derechos humanos. Y se impone abandonar la idea de que la mujer es un hecho diferencial, cuando representa la mitad de la población. Sherill Sandberg, la exitosa directora de operaciones de Facebook, afirma en su revelador libro Lean in (Vayamos adelante) que “si las mujeres tuvieran el 50% de los puestos de mayor responsabilidad, sería prácticamente imposible sentir antipatía hacia tantas personas”. Cierto. Necesitamos un liderazgo femenino contundente.
Falta educación en las escuelas para acometer la decisiva tarea de educar por la igualdad a niñas y niños
Aupado en tacones si es nuestro gusto. Sin tener que aparentar masculinidad para demostrar liderazgo. Sin tener que acudir al trabajo con el bebé bajo el brazo para reivindicar derechos. Sin pretender sostener al niño con una mano y al trabajo con la otra. Los hombres no lo hacen. Las mujeres debemos renunciar a ser perfectas y aprender a compartir también las renuncias.
Solo desde esa visión liberadora e igualitaria acabaremos entre todos con la violencia machista. En nuestra cultura occidental. Fuera de nuestro círculo, la lucha ha de ser espeluznantemente más primaria: que las niñas no sean secuestradas, violadas, embarazadas y obligadas a matrimonios forzosos. ¿Quién se acuerda de las 200 niñas nigerianas secuestradas como esclavas sexuales?
Michelle Obama las recordó cuando llegó a España para explicar su campaña Lets girls learn y la espolearon porque venía de visitar África. Cierto que en España no estamos igual. Pero en España nos hemos tapado los oídos ante latrocinios muy cercanos, y no abrimos los ojos ante la educación que nos falta en las escuelas para acometer la decisiva tarea de educar por la igualdad a niñas y niños.
Ante la Embajada de Nigeria se habría manifestado, quizás sola, Soledad Cazorla, primera fiscal contra la Violencia sobre la Mujer, que ejerció hasta que la enfermedad se la llevó a la tumba. Sin ver en España su sueño cumplido: “Esto tan terrible de la maté porque era mía se va a acabar de una vez”. Pues no se ha acabado, Soledad. Nigeria es el infierno, sí, pero aquí las mujeres asesinadas siguen siendo un escarnio social. Y las mujeres maltratadas siguen temiendo denunciar al agresor.
Contra el maltrato machista, pintemos todos y todas, en los próximos días, “el mundo de naranja”, como nos invita a hacer Naciones Unidas. Para un futuro más brillante, sin violencia. El naranja era para el rey del color, Kandinsky, símbolo de alegría y triunfo. Buen presagio.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/11/24/opinion/1480009294_964250.html
Por: Julissa Alves Bolívar
El Libro Interculturalidad, Descolonización del Estado y del Conocimiento, está estructurado en tres grandes apartados titulados: Introducción: El desprendimiento: pensamiento crítico y giro descolonial bajo la autoría de Walter Mignolo. Primer tema Interculturalidad y colonialidad del poder. El segundo tema: Democracia liberal vs democracia comunitaria por Álvaro García Linera, actual vicepresidentes del estado plurinacional de Bolivia. Finalmente el tema 3 El pensamiento descolonial, desprendimiento y apertura: un manifiesto por Walter Mignolo.
En la introducción el semiólogo argentino, Mignolo analiza el término giro descolonial como categoría epistémica, alternativa de los movimientos sociales, intelectuales universitarios y de toda la población latinoamericana para romper con la lógica de la colonialidad eurocentrista, negadora de identidades locales, que invisibiliza los derechos de las minorías religiosas, indígenas y la diversidad de género. Siendo apremiante un trabajo reflexivo que transforme el pensamiento de dominado-oprimido y permita al Sur desprenderse de la colonialidad del poder (político y económico) la colonialidad del saber (epistémico, filosófico, científico y lenguas originarias) la colonialidad del ser (subjetividad y roles de genero). Colonialidad constitutiva en el contexto de la modernidad, el progreso y la concepción de la democracia. Se precisa que el giro descolonial se caracteriza por:
En vinculación con al ámbito de la investigación emprendida en la formación doctoral, titulada TEORETICA ANDRAGÓGICA TRANSDICIPLINARIA SOSTENIBLE EN EL TRABAJO COMUNITARIO DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA, considero que, la temática de estudio, se relaciona con los procesos de descolonización del saber y descolonización del Estado, por cuanto en las comunidades se observa la construcción de nuevas relaciones organizacionales, un poder popular que demanda al poder del estado el ejercicio de la democracia participativa y protagónica, lo que a su vez propicia nuevas relación entre el estado y la Sociedad. También desde los espacios educativos universitarios, los pensum de los programas de estudio consideran prácticas transdisciplinarias que involucran la interacción comunitaria en el proceso de formación profesional del alumnado, a los efectos de desarrollar capacidades cognitivas, ciudadanas y socio-afectivas en concordancia con el desarrollo del país. UBV (2003)
El libro en atención desde su introducción presenta argumentos explicativos de la dominación colonial, que repercute en la forma de pensar, actuar y convivir como población dominada, que solo a través una toma de conciencia desde la subjetividad individual y colectiva consigue acciones de descolonización del ser, descolonización del saber y descolonización del poder. Lo que alude a mi investigación como estudio de la Andragogía integrada a las transdiciplinariedad, vista con la interdiciplinariedad y pluridisciplinaredad al servicio de la sociedad, por cuanto el adulto comprometido con su proceso educativo, asume un rol protagónico en su formación direccionado en aras de sus interese personales y el plan de desarrollo del país, por cuanto su saber debe contribuir a la consolidación del poder popular.
En el caso de Venezuela desde el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) se reconoce el sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y los precursores, forjadores de una patria libre y soberana. Ratificándose en el artículo 100: “Las culturas populares constituyen de la venezolanidad gozan de atención especial, reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas”. Lo que demuestra que el estado venezolano se encuentra suscrito al proceso de descolonización latinoamericano, al mostrarse como una sociedad multiétnica y pluricultural, al visibilizar la presencia de los grupos indígenas y afrodescendientes, respetando su dialecto, costumbre y estilos de vida.
Por lo que resulta pertinente destacar que en el territorio nacional se mantienen presente treinta etnias aborígenes, siendo las principales: Acahuayo ubicados en las fronteras del estado Bolívar con Guyana. Arahuac del Delta Amacuro, Arahuac del Río Negro viven en las fronteras del estado Amazonas con Colombia. Arutani residen el Alto Paragua en el estado Bolívar. Barí situados en el estado Zulia. Cariña en el centro sur del estado Anzoátegui y norte del estado Bolívar. Guajibo(Jiwi) habitan en Amazonas, Apure y zonas circunvecinas de Puerto Ayacucho. Guarao o Wuarao ocupan en Amazonas, Sucre y Monagas, así como en la Guayana Esequiba. Mapoyo o Yahuana, se encuentran en el norte del estado Amazonas. Maquiritare (Yekuana) habitan en los riberas de una serie de ríos en los estados Bolívar y amazonas. Panare, se encuentra en el estado Bolívar (Caicara, La Urbana y Turiba). Pemón residen en las localidades de La paragua y Gran sabana en el estado Bolivar. Piaroa se situan en las selvas del estado Amazonas. Sape, grupo muy reducido ubicado en el alto Paragua en el estado Bolívar. Yanomami, habitan entre la Sierra Parima y el Orinoco, particularmente las cuencas de los ríos Ocamo, Manaviche y Mavaca. Yaruro, se encuentran en el centro y el sur del estado Apure entre los ríos Arauca y Cinaruco. Yucpa, habitantes de la Sierra de Perijá, Estado Zulia, también se les conoce como motilones mansos. (Lira, 2008)
En consecuencia, ello entra en relación con el planteamiento de Catherine Walsh en su artículo: Interculturalidad y colonialidad del poder. Un pensamiento y posicionamiento otro desde la diferencia colonial, al señalar:
“La interculturalidad tiene una significación en América Latina y particularmente en Ecuador, ligado a las geopolítica de lugar y espacio, a las luchas históricas y actuales de los pueblos indígenas y negros, y sus construcciones de proyecto social, cultural, político, ético y epistemológico orientado a la descolonización y a la transformación ”
Lo que evidencia el reconocimiento del otro, la construcción de nuevas representación social, la construcción de nuevas prácticas políticas, la construcción de un pensamiento subversivo e insurgente desde los pueblos indígenas, considerados grupos subalternos. La interculturalidad representa un proceso de descolonización y descolonialidad, a su vez un nuevo proyecto de sociedad construido, pensado por los grupos afrodescendientes e indígenas. Todo ello implica una transformación en el contexto político, social, epistémico y del ser. En este sentido el estado venezolano ha aprobado por el poder legislativo 6 leyes que protegen y garantizan los derechos de la minorías étnicas: La Ley de demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas (2001), Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades indígenas(2005), ley de Idiomas Indígenas(2008), Ley de Patrimonio Cultural de los Pueblos Indígenas(2008), ley de Artesanos(2009) y Ley contra la Discriminación Racial(2011)
Por otra parte Linera, reflexiona sobre la realidad socio-política de la República de Bolivia para el año 2006, considerada de urgencia transformación del Estado monoorganizado por un Estado multicultural o multinacional que incluya a los indígenas, sectores marginados hasta ese entonces, destacando el respecto a sus formas de organización comunitaria. La propuesta se orienta a la igualdad de derechos políticos y culturales a todas las etnias bolivianas.
En el último apartado Walter Mignolo, de forma brillante plantea: El pensamiento des-colonial, Desprendimiento y Apertura: Un Manifiesto. El giro descolonizador es un giro epistemológico, un giro en la concepción del colonialismo producto de la modernidad, como contrapartida. Se convierte el giro des-colonial en una apertura a la libertad del pensamiento y de forma de vida de los pueblos. El pensamiento descolonial no se asume dentro de una tendencia política determinada ni de izquierda ni de derecha, es otro pensamiento, que se desprende de la episteme política moderna. Se propone como una mezcla de las formas de gobierno liberal, cristiana y marxista, dejas de existir los sistemas puros de control y dominación social. El pensamiento descolonial se considera crítico, diferente de la teoría critica moderna y postmoderna. Se persigue otra visión del mundo, el reconocimiento de lo autóctono de nuestros pueblos latinoamericanos, silenciados durante 400 años.
Todo ello implica, asumir de los espacios educativos y en la vita cotidiana la interculturalidad, multiculturalidad, como parte de nuestra identidad latinoamericana, estableciendo criterios de convivencia para el buen vivir según Waman Puma, la armonía del buen vivir con la naturaleza y los movimientos estacionales, costumbre, tradiciones, modos de vida, formas de gobierno autóctonos y autónomos en sus relaciones interpersonales y liderazgo. Dando paso también a la reintroducción de lenguas, memorias, economías, organizaciones sociales y subjetividades. La descolonización del Estado y de saber nos conduce al empoderamiento de nuestros pueblos, a visibilizar nuestras realidades y protagonizar en el ejercicio de los derechos ciudadanos.
Referencias Bibliográficas:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) Gaceta oficial 36.860.
Lira F. (2008) Culturas indígenas venezolanas. Etnias indígenas. Disponible en www.reflexionesindigenas.blogspot.com
Universidad Bolivariana de Venezuela (2003) Documento Rector. Un proyecto educativo para la sociedad venezolana en pro del desarrollo integral del País, la transformación del Estado Venezolano y la creación del cultura democrática. Caracas
Wash y otros (2006) Interculturalidad, Descolonización del Estado y del Conocimiento. Ediciones del signo. Argentina.
Fuente: Participante del Doctorado Ciencias de la Educación UNERG_Calabozo_Venezuela
Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=Gloria+Lomana&espv=2&biw=1024&bih=445&site=webhp&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjol8mj7MfQAhUBxyYKHRz4AtcQ_AUIBigB#tbm=isch&q=warao&imgrc=JgZhmgq0fu4yxM%3A
Por: La Patilla
Este domingo 20 de noviembre se celebró el Día Universal del Niño, una fecha que además de recordar la puesta en marcha de una declaración que garantiza sus derechos, busca concienzar a la población de que millones de niños en varios países del mundo carecen de los mismos y se encuentran en medio de conflictos, pobreza y falta de recursos.

Birmania. La crisis política que atraviesa el país y los conflictos armados entre musulmanes y budistas en el estado de Rakáin, han convertido a los niños en las mayores víctimas.
Burundi. Considerado uno de los países más pobres del mundo, se enfrenta una grave crisis alimenticia que ha obligado a más de 84.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, a desplazarse a países como Tanzania o Ruanda.
Irak. La crisis ha provocado que muchos niños abandonen sus estudios para buscar trabajo o alistarse en la guerra. Según la Unicef, más de 2,8 millones de infantes han abandonado sus hogares.
Nigeria. Se calcula que desde 2014 cerca de 250.000 niños sufren de desnutrición y gran parte de las escuelas y centros de salud han sido destruidos por el incremento de la violencia del grupo terrorista Boko Haram.
República Centroafricana. Miles de niños han sido víctimas de la explotación infantil y la violencia en medio del conflicto. Se calcula que más de 39.000 menores sufrirán de desnutrición aguda grave.
Siria. Más de dos millones de niños han abandonado la escuela y requieren de ayuda humanitaria a causa de la guerra. Se estima que la mitad de los refugiados que viven en condiciones de pobreza en países aledaños son menores de edad.
Sudán del Sur. A consecuencia de la guerra, aproximadamente 16.000 niños han sido reclutados por grupos armados desde el 2013. La Unicef calcula que otros 900.000 ahora son refugiados y 13.000 se encuentran desaparecidos.
Ucrania. El conflicto civil que sufre el país ha afectado a unos 580.000 niños, que han tenido que vivir entre bombardeos y combates. Muchos de ellos se han visto obligados a dejar la escuela.
Yemen. 9,9 millones de niños requieren de ayuda humanitaria tras agudizarse el conflicto en el en el último año. Más de dos millones de menores han abandonado las escuelas tras su destrucción o reconversión en refugios para los desplazados.
Fuente: http://www.lapatilla.com/site/2016/11/25/los-diez-paises-donde-es-mas-dificil-ser-nino/
Por: AFP
El primer escollo es comprender el idioma del país que los acoge.
Para Mustafa, lo más difícil del alemán es saber cuándo usar el artículo masculino, el femenino y el neutro. Para Majd es la diéresis. Pero tras haber huido de la guerra, estos dos adolescentes sirios están, por encima de todo, felices de volver a la escuela.
Mustafa, Majd y sus familias forman parte de los cerca de 890.000 refugiados llegados el año pasado a Alemania, de los cuales un tercio son menores de edad. Sobrevivieron a los conflictos en sus países y al difícil periplo por Europa.
Ahora, el país se enfrenta al inmenso desafío de integrar en su sistema educativo a estos niños, un proceso que tendrá un costo estimado en 2.300 millones de euros por año.
Los obstáculos son considerables, ya que la mayor parte de los nuevos alumnos no hablaban una sola palabra de alemán cuando llegaron y muchos habían perdido meses o incluso años de escolarización debido al conflicto. Además, muchos niños siguen sufriendo los traumas de haber vivido en guerra.
«Es un desafío enorme», aseguró Ilka Hoffmann, miembro del consejo de administración del GEW, el mayor gremio de profesores de Alemania.
Para ella, el país debería emplear a cerca de 24.000 nuevos profesores para recibir a los nuevos alumnos, esto sin mencionar que se necesitan psicólogos y consejeros en las escuelas.
«Los traumas se expresan de diferentes formas», explicó. «Y estamos mal preparados», indicó.
Mustafa y Majd están inscritos en la escuela Heinrich von Brentano, en Hochheim, una pintoresca localidad cerca de Fráncfort. Este establecimiento puso en marcha clases «intensivas» de alemán para los 22 refugiados escolarizados, cuya gran mayoría viene de Siria, Irak y Afganistán.
Manos a la obra. En esta escuela, como en otros establecimientos del país, la frase de la canciller Angela Merkel Wir schaffen das (Vamos a lograrlo) no es una simple consigna electoral, es una misión de todos los días.
En la escuela de Mustafa, la atmósfera es jovial pero para el profesor Michael Smiraglia los desafíos son numerosos.
Uno de ellos es la diferencia de niveles, ya que mientras algunos alumnos tienen un grdo avanzado, otros todavía no conocen el alfabeto latino. A todo esto se suma la dificultad de trabajar con adolescentes traumatizados, que a veces tienen un comportamiento difícil.
Antes era consejero familiar y ya había trabajado con jóvenes que sufrían traumas, una experiencia que sin duda lo ayudó.

«Tengo alumnos de entre 12 y 15 años que temen por su vida», explicó el profesor. «Para mí es un regalo cuando se abren a mí, me permite comprenderlos mejor y gestionar los comportamientos inadecuados», agregó.
Para los alumnos, el verdadero desafío está todavía por venir, cuando dejen este ambiente protegido de las clases intensivas para integrar las aulas con el resto de los estudiantes, donde los profesores tienen un temario que completar y no tienen ni el tiempo ni las herramientas para ayudarlos de manera individual.
Para facilitar esta transición, los refugiados de la escuela de Brentano pasan varias horas por semana con los estudiantes alemanes en los cursos de inglés, de matemáticas y de deportes.
Pero la lengua sigue siendo una barrera. «Los profesores hablan tan rápido, que entiendo muy poco», se lamentó Mustafa.
Sin embargo, esto ayuda a romper el hielo y en este sentido los partidos de fútbol en los recreos son una forma de integración.
«Jugamos juntos y así mejoramos nuestro alemán», dijo Mustafa.
Los adolescentes extranjeros reconocen que de todas formas tienden a juntarse entre ellos.
«No tengo mucho contacto con los niños alemanes», expresó Marjan, una joven de 14 años originaria de Afganistán. «Pero todo el mundo es muy simpático», aseguró.
Una de las principales diferencias con su antigua escuela es que se trata de un establecimiento mixto. «Esto está muy bien», opinó la chica. «Nos entendemos mejor cuando aprendemos todos juntos», comentó.
Mustafa, en cambio, no parece tan convencido. Cuando los chicos y las chicas están juntos, «ellos solo piensan en decir ‘te quiero’ y no estudian. ¿No tengo razón?», se interrogó con una sonrisa tímida, mientras sus compañeros se morían de risa.
Retornar a la escuela permite a estos estudiantes volver a tener planes de futuro. Mustafa quiere ser piloto, ya que cree que es imposible seguir la carrera que de verdad le apasiona: el karate. Marjan duda entre ser abogada o maquilladora y Majd quiere ser policía
Fuente: http://www.nacion.com/mundo/europa/Alemania-integrar-refugiados-sistema-educativo_0_1599240119.html
Mailyng Bermúdez Sculpi
Somari de los bárbaros
Los verdaderos bárbaros dijeron “¡Guerra y muerte a los bárbaros!”
Y en el espejo se vieron a sí mismos radiantes, hermosos, civilizados, perfectos.
Gustavo Pereira, 2007
Una mirada a la realidad socio – educativa venezolana
Con la convocatoria al proceso constituyente en 1999, la sociedad venezolana tuvo la oportunidad de dialogar en torno a problemas como: exclusión, marginación, violencia estructural, fragmentación del horizonte societal, elementos éstos que permeaban toda la organización social, que oprimían especialmente a la población de escasos recursos, ésta que había heredado oprobiosas condiciones de vida producto de la racialización de la pobreza.
El racismo como dispositivo cultural y la discriminación racial como marco operativo, surgido en la conquista y la colonización; y consolidados durante la vida republicana, fungieron de trama para la urdimbre socio-política, económica y estética, donde los discursos y representaciones sociales se cimentaron, creando la ilusión compartida y construida desde los centros hegemónicos, de ser un país-vitrina, donde la desigualdad y la discriminación, eran manifestaciones minúsculas, sin relevancia, de un malestar cultural de unos pocos, que intentaban evidenciar las desigualdades de la población en el acceso y disfrute de derechos.
Con la aprobación de la Constitución Nacional; Venezuela se proclama: multiétnica y pluricultural, en oposición a muchos males como: el racismo, la discriminación racial y el endoracismo presentes en la cotidianidad, dando al traste en el plano socio – político y jurídico, con el paraíso racial, proclamado por la estructura hegemónica de la Democracia Representativa Venezolana.
Este tejido pluricultural, ha experimentado un aceleramiento en su confección, poniendo énfasis en lo relacionado con re-conocernos como iguales en la diferencia, para apuntalar este complejo proceso y con el propósito de allanar el camino, para la compresión de la riqueza cultural presente, promover valores de convivencia pacífica y luchar de manera frontal contra el racismo, la discriminación racial y el endoracismo, que silenciamos desde la casa hasta la universidad.
El Estado venezolano ha generado espacios y dispositivos jurídico – administrativos, para la concreción de políticas públicas entre ellos: la Oficina de Enlace con Comunidades Afrodescendientes, la Comisión Presidencial para la Prevención y Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y otras Distinciones en el Sistema Educativo Venezolano, el CONADECAFRO y más recientemente el Instituto Nacional Contra la Discriminación Racial (INCODIR), como producto de la puesta en práctica de la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial.
Dentro de este marco referencial se hace impostergable que Venezuela, vuelva sobre las Universidades, y más específicamente en la formación docente, que debe estar dirigida a permitirle que problematice y profundice su manera de abordar el mundo, para que pueda construir de manera dialógica, junto a sus estudiantes, una amplia capacidad resolutiva con respecto a la arquitectura de lo público, para hacer frente al racismo, la discriminación racial y el endoracismo elementos que gravitan y permean la convivencia, haciendo de ésta una ficción democrática y un obstáculo para re-encontrarnos en la diferencia.
Es perentorio que las personas que cursan estudios de educación abandonen la lógica enmarcada en el Positivismo como aparato sustantivo de la racionalidad científica, cuya matriz socio – cultural es el Eurocentrismo como modelo dominante; con ideales de progreso, evolución, emancipación y el consecuente surgimiento de la dicotomía centro – periferia.
En consecuencia, se requiere generar espacios de discusión e intercambio de saberes que permitan replantear nudos críticos de la Historia Oficial, que se reproduce en aulas de clase, enmascarando la opresión simbólica heredada desde la época colonial y concretada en la discriminación solapada que vive Venezuela, dando continuidad a mecanismos de sojuzgamiento endógenos que perpetuán la marginación socio – económica y cultural de enormes contingentes de la población actual y con ellas de su descendencia.
Una visión problematizadora de la Historia de Venezuela, generaría un discurso histórico emergente, que permita ver el pasado a partir de visibilizar a diversos contingentes humanos: pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes, entre otros, que hoy día asisten a estos ambientes de aprendizaje desde la visión del vencedor/opresor, por lo que sus referentes son de sumisión vergüenza, dolor, invisibilización, folclorización, etc.
La formación de los/as docentes con una óptica crítica del devenir histórico, generaría en ellos mismos; y por ende en el estudiantado y la sociedad en general, el resurgimiento de sentimientos identitarios auténticamente vinculados con las raíces fundacionales de la República, la visibilización de grupos subalternos desde una óptica más acorde con sus aportes para la constitución de la nación, la congregación de la población frente a objetivos significativamente aglutinadores con miras a generar nuevas formas de relacionamiento individual y colectivo, generar espacios que vayan en contra del racismo, la discriminación racial y la vergüenza étnica.
Consulta por la Calidad Educativa.
Producto de los esfuerzos del gobierno, por introducir mejoras en la calidad del Sistema Educativo venezolano, el Ministerio del Poder Popular para la Educación hizo grandes esfuerzos por realizar una consulta a lo largo y ancho del territorio nacional, con respecto a las debilidades y fortalezas de la dinámica escolar, razón por lo cual se realizaron consultadas a docentes, estudiantes, madres, padres, responsables y comunidad en general.
Dentro de los resultados arrojados por este ejercicio participativo y protagónico, para escudriñar en la escuela, se emplearon diversos recursos y medios, entre ellos: plataformas digitales, asambleas generales en los planteles, encuestas sectorizadas a indígenas, afrodescendientes, entre otros, con el resultado general de 7.233.489 personas consultadas, que representan el 27% de la población total del país, en los veinticuatro (24) estados, los trecientos treinta y cinco (335) municipios y las 1.136 parroquias.
Uno de los indicadores más importantes de esta consulta, es el que ubicó al personal docente como la pieza clave de cualquier cambio educativo, con el 53%, cifra ésta que se encuentra en consonancia con informes y estudios a nivel internacional.
En consecuencia, cualquier incursión en el ámbito pedagógico formal, debe implicar un acercamiento serio y sistemático hacia la población docente como personal que cuenta con la responsabilidad social más importante: formar para la ciudadanía, pues sólo con el concurso de maestras y maestros se forman a otros profesionales: médicos, policías, mecánicos, enfermeros(as), bioanalistas, etc.
Paraíso racial
A pesar de los reiterados esfuerzos de la sociedad nacional en institucionalizar la democracia como sistema de gobierno, no es sino hasta el 23 de enero de 1958, cuando se logra la salida Marcos Pérez Jiménez, y la consecuente instalación de una junta de gobierno que llenó el vacío de poder, para finalmente establecer un sistema, por lo menos en el plano jurídico, aparentemente basado en elecciones populares, sufragio directo y secreto, respecto a la voluntad de las mayorías, entre otros principios.
Este idilio jurídico, constituido por la democracia representativa venezolana (1958 – 1998), pronto dejó ver sus costuras al evidenciarse situaciones como los Teatros de Operaciones, la represión sistemática de la disidencia, las desapariciones forzadas, maniobras estas dirigidas a aniquilar los focos de resistencia frente a un sistema de gobierno, que se presentaba como democrático.
Un síntoma evidente de malestar, ante este modelo excluyente, es la reacción desesperada de la población más desposeída, el 27 y 28 de febrero de 1989, en la capital del país y algunos estados de Venezuela como Miranda y Aragua, quienes llevados por el hambre, la pobreza, el desempleo y la crisis económica en general, salieron a las calles a saquear, producto de las medidas impositivas en materia económica, del gobierno de turno, es decir el Neoliberalismo en su más pura expresión: racista y clasista.
En palabras de Arias y Restrepo (2010):
No es suficiente con afirmar que la raza es culturalmente producida y que las diferencias culturales son racializadas. Es necesario establecer genealogías y etnografías concretas de cómo las diferentes articulaciones raciales (o la racialización) emergen, despliegan y dispersan en diferentes planos de una formación social determinada. (p.62).
Estas contradicciones, concretadas en relaciones socio – políticas de igualdad/desigualdad, son el campo fértil, para la profundización de la pobreza, su criminalización, la exclusión, teniendo como una de las coordenadas para el accionar, la racialización de la población, es decir promover el ocultamiento, sometimiento, discriminación, invisibilización, fragmentación, alienación, y por tanto dominio de la población más empobrecida por generaciones, es decir, los descendientes de Africanos/as quienes llegaron al Continente, y al país en condición de esclavizados.
Educación Intercultural
Con miras al ejercicio de la ciudadanía dentro de una democracia participativa y protagónica como la venezolana, se hace necesario incluir dentro de la formación de los docentes de Historia, nociones que permitan desarrollar empatía, favorecer el respeto, la solidaridad, reconocimiento y valoración de la diferencia, el discernimiento moral, la convivencia pacífica, el diálogo, entre otros.
Lo anterior cobra vital importancia, a partir de la investigación de Abzueta y Salom (1986), quienes en su trabajo de grado titulado Un estudio de la imagen de la población afrovenezolana en maestros del área metropolitana, exploran las estructuras mentales de docentes con la intención de bosquejar el conjunto de imágenes y valores, que formal e informalmente trasmiten a los educandos/as.
Estos autores evidencian que los profesores/as poseen una visión estereotipada y racista con respecto a la población afrovenezolana, prejuicios que trasmiten en su práctica cotidiana, generando vergüenza étnica y odio racial, y por ende un profundo irrespeto hacia cualquier persona que forme parte de este grupo étnico.
Por ello, dentro la formación universitaria de los/as docentes de Ciencias Sociales, se deben favorecer espacios de aprendizaje consustanciados con la interculturalidad entendida como la “coexistencia de las culturas en un plano de igualdad” (Alavez 2014. p. 39, citando a Soriano), visión ésta que debe trascender el hecho cultural en tanto folklore, para constituirse en una mirada crítica desde la visión de clase, que permita plantear la superación de problemas reales de los grupos subalternos. Por tanto, la educación intercultural debe “establecer un marco de relaciones entre distintos grupos y distintas personas que conviven, se conocen y se comunican en un plano de igualdad” (Sáez. 2006. p. 879).
Para replantear esta mirada intercultural, desde la creación e implementación de políticas públicas, son varios los caminos que intervienen, al respecto el Consejo de Europa (2008), plantea: a) diversidad cultural en espacios de gobierno, b) participación y ciudadanía democrática, c) interculturalidad, d) espacios para la participación intercultural y e) interculturalidad desde el ámbito internacional.
En los espacios de formación universitaria, para los/as docentes de Ciencias Sociales, esto se debe concretar en una mirada crítica del hecho cultural a través de la reflexión de nudos críticos de la Historia, para evitar que estos se repitan; de igual forma es prudente que se familiaricen con la lucha por los Derechos Humanos, entender la gastronomía como expresión de la interculturalidad, al igual que la diversidad de productos que contribuyen a la prevención o curación de enfermedades. (Alavez. Op.cit).
REFERENCIAS
Abzueta, A y Salom B. (1986). Un estudio de la población afrovenezolana en maestros del área metropolitana. Trabajo de grado de licenciado en Psicología. Caracas: Universidad Central de Venezuela – Facultad de Humanidades y Educación – Escuela de Psicología.
Alavez, A. (2014). Interculturalidad: concepto, alcances y derechos. México: Cámara de diputados. Recuperado de: http://www.coe.int/t/dg4/cultureheritage/culture/Cities/Interculturalidad-web.pdf
Arias, J. y Restrepo, E. (2010). Historizando raza: propuestas conceptuales y metodológicas. Crítica y emancipación. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales. 3, CLACSO, 45-64.
Consejo de Europa. (2008). Libro blanco sobre el diálogo intercultural. “Vivir juntos con igualdad y dignidad”. España: Ministerio de cultura. Recuperado de: http://www.coe.int/t/dg4/intercultural/Source/Pub_White_Paper/WhitePaper_ID_SpanishVersion.pdf
Ministerio del poder Popular para la Educación. (2014). Consulta Nacional por la Calidad Educativa. Caracas: Autor. En: http://www.educalidadparatodos.org.ve/web/wp-content/uploads/Presentaci%C3%B3n-de-la-Consulta-Nacional-por-la-Calidad Educativa.pdf
Sáez, A. R. (2006). La educación intercultural. Revista de Educación, 339, 859-881.
Mailyng Bermúdez Sculpi
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