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Las 10 claves que explican el Nuevo Sistema Mundo

Por: Ignacio Ramonet

¿Cómo es el Nuevo Sistema Mundo? ¿Cuáles son sus principales características? ¿Qué dinámicas están determinando el funcionamiento real de nuestro planeta? ¿Qué características dominarán en los próximos 15 años, de aquí a 2030?

Para tratar de describir este Nuevo Sistema Mundo y prever su futuro inmediato, vamos a utilizar la brújula de la geopolitica, una disciplina que nos permite comprender el juego general de las potencias y evaluar los principales riesgos y peligros. Para anticipar, como en un tablero de ajedrez, los movimientos de cada potencial adversario.

¿Qué nos dice esa brújula?

EL DECLIVE DE OCCIDENTE

La principal constatación es: el declive de Occidente. Por vez primera desde el siglo XV, los países occidentales están perdiendo poderío frente a la subida de las nuevas potencias emergentes. Empieza la fase final de un ciclo de cinco siglos de dominación occidental del mundo. El liderazgo internacional de Estados Unidos se ve amenazado hoy por el surgimiento de nuevos polos de poderío (China, Rusia, India) a escala internacional. El «desclasamiento estratégico» de Estados Unidos ha empezado. El «siglo americano» parece llegar a su final, a la vez que va desvaneciéndose el «sueño europeo»…

Aunque Estados Unidos sigue siendo una de las principales potencias planetarias, está perdiendo su hegemonía económica en favor de China. Y ya no ejercerá su ‘hegemonía militar solitaria’ como lo hizo desde el fin de la guerra fría (1989). Vamos hacia un mundo multipolar en el que los nuevos actores (China, Rusia, India) tienen vocación a constituir sólidos polos regionales y a disputarle la supremacía internacional a Washington y a sus aliados históricos (Reino Unido, Francia, Alemania, Japón).

En tercera linea aparecen ahora una serie de potencias intermediarias, con demografías en alza y fuertes tasas de crecimiento económico, llamadas a convertirse también en polos hegemónicos regionales y con tendencia a transformarse, de aquí a 15 años, en un grupo de influencia planetaria (Indonesia, Brasil, Vietnam, Turquía, Nigeria, Etiopía).

Para tener una idea de la importancia y de la rapidez del desclasamiento occidental que se avecina, baste con señalar estas dos cifras : la parte de los países occidentales en la economía mundial va a pasar del 56% hoy, a un 25% en 2030… O sea que, en menos de quince años, Occidente perderá más de la mitad de su preponderancia económica… Una de las principales consecuencias de esto es que EE UU y sus aliados ya no tendrán los medios financieros para asumir el rol de gendarmes del mundo… De tal modo que este cambio estructural podría lograr debilitar durablemente a Occidente.

IMPARABLE EMERGENCIA DE CHINA

El mundo pues se «desoccidentaliza» y es cada vez más multipolar. Destaca, una vez más, el rol de China que emerge, en principio, como la gran potencia en ciernes del siglo XXI. Aunque China se halla lejos aún de representar un auténtico rival para Washington. Por una parte, la estabilidad del Imperio del Medio no está garantizada porque coexisten en su seno el capitalismo más salvaje y el comunismo más autoritario. La tensión entre esas dos dinámicas causará, tarde o temprano, una quebradura que podría debilitar su potencia.

De todos modos, hoy por hoy, en 2016, los Estados Unidos siguen ejerciendo una indiscutible dominación hegemónica sobre el planeta. Tanto en el dominio militar (fundamental) como en varios otros sectores cada vez màs determinantes : en particular, el tecnológico (Internet) y el soft power (cultura de masas). Lo cual no significa que China no haya realizado prodigiosos avances en los últimos treinta años. Nunca en la historia, ningún país creció tanto en tan poco tiempo.

Por el momento, mientras declina el poderío de Estados Unidos, el ascenso de China es imparable. Ya es la segunda potencia economica del mundo (delante de Japón y Alemania).

Para Washington, Asia es ahora la zona prioritaria desde que el presidente Obama decidió la reorientación estratégica de su política exterior. Estados Unidos trata de frenar allí la expansión de China cercándola con bases militares y apoyándose en sus socios locales tradicionales : Japón, Corea del Sur, Taiwán, Filipinas. Es significativo que el primer viaje de Barack Obama, después de su reelección en 2012, haya sido a Birmania, Cambodia y Tailandia, tres Estados de la Asociación de naciones de Asia del Sureste (ASEAN), una organización que reúne a los aliados de Washington en la región, la mayoría de cuyos miembros tienen problemas de límites marítimos con Pekín.

Los mares de China se han convertido en las zonas de mayor potencial de conflicto armado del área Asia-Pacífico. Las tensiones de Pekín con Tokyo, a propósito de la soberanía de las islas Senkaku (Diaoyú para los chinos). Y también la disputa con Vietnam y Filipinas sobre la propiedad de las islas Spratly está subiendo peligrosamente de tono. China está modernizando a toda marcha su armada. En 2012, lanzó su primer portaaviones, el Liaoning, y está construyendo un segundo, con la intención de intimidar a Washington. Pekín soporta cada vez menos la presencia militar de Estados Unidos en Asia. Entre estos dos gigantes, se está instalando una peligrosa « desconfianza estratégica » que, sin lugar a dudas, podría marcar la política internacional en esta región de aquí a 2030.

EL TERRORISMO YIHADISTA

Otra de las amenazas globales que nos indica nuestra brújula es el terrorismo yihadista practicado ayer por Al Qaeda y hoy por la Organización Estado Islámico o Daesh (ISIS, en inglés). Las principales causas de ese terrorismo yihadista actual hay que buscarlas en los desastrosos errores y los crímenes cometidos por las potencias que invadieron Irak en 2003. Además de los disparates de las intervenciones en Libia (2011) y en Siria (2014).

En Oriente Próximo se sigue situando el actual foco perturbador del mundo. En particular en torno a la inextricable guerra civil en Siria. Lo que está claro es que, en ese país, las grandes potencias occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Francia), aliadas a los Estados que más difunden por el mundo una concepción arcaica y retrógrada del islam (Arabia Saudíta, Qatar y Turquía), decidieron apoyar (con dinero, armas e instructores) a la insurgencia islamista sunní. Estados Unidos constituyó en esa región un amplio «eje sunní» con el objetivo de derrocar a Bachar El Asad y despojar así a Teherán de un gran aliado regional. Pero el gobierno de Bachar El Asad, con el apoyo de Rusia e Irán, ha resistido y sigue consolidándose. El resultado de tantos errores es el terrorismo yihadista actual que multiplica los atentados odiosos contra civiles inocentes en Europa y Estados Unidos.

Algunas capitales occidentales siguen pensando que la potencia militar masiva es suficiente para venir a cabo del terrorismo. Pero, en la historia militar, abundan los ejemplos de grandes potencias incapaces de derrotar a adversarios más débiles. Basta recordar los fracasos norteamericanos en Vietnam en 1975, o en Somalia en 1994. En un combate asimétrico, aquél que puede más, no necesariamente gana. El historiador Eric Hobsbawn nos recuerda que «En Irlanda del Norte, durante cerca de treinta años, el poder británico se mostró incapaz de derrotar a un ejército tan minúsculo como el del IRA; ciertamente el IRA no tuvo la ventaja, pero tampoco fue vencido.»

Los conflictos de nuevo tipo, cuando el fuerte enfrenta al débil o al loco, son más fáciles de comenzar que de terminar. Y el empleo masivo de medios militares pesados no permite necesariamente alcanzar los objetivos buscados.

La lucha contra el terrorismo también está autorizando, en materia de gobernación y de política interior, todas las medidas autoritarias y todos los excesos, incluso una versión moderna del «autoritarismo democrático» que toma como blanco, más allá de las organizaciones terroristas en sí mismas, a todos los insumisos y protestatarios que se oponen a las políticas globalizadoras y neoliberales.

HAY CRISIS PARA LARGO…

Otra constatación importante: los países ricos siguen padeciendo las consecuencias del terremoto económico-financiero que fue la crisis del 2008. Por primera vez, la Unión Europea, (y el «Brexit» lo confirma), ve amenazada su cohesión y hasta su existencia. En Europa, la crisis económica durará al menos un decenio más, es decir hasta por lo menos 2025…

Decimos que hay crisis, en cualquier sector, cuando algún mecanismo deja de pronto de actuar, empieza a ceder y acaba por romperse. Esa ruptura impide que el conjunto de la maquinaria siga funcionando. Es lo que está ocurriendo en la economía mundial desde que estalló la crisis de las sub-primes en 2007-2008.

Las repercusiones sociales de ese cataclismo económico han sido de una brutalidad inédita: 23 millones de desempleados en la Unión Europea y más de 80 millones de pobres… Los jóvenes en particular son las víctimas principales; generaciones sin futuro. Pero las clases medias también están asustadas porque el modelo neoliberal de crecimiento las abandona al borde del camino.

La velocidad de la economía financiera es hoy la del relámpago, mientras que la velocidad de la política, por comparación, es la del caracol. Resulta cada vez más difícil conciliar tiempo económico y tiempo político. Y también crisis globales y gobiernos nacionales. Todo esto provoca, en los ciudadanos, frustración y angustia.

La crisis global produce perdedores y ganadores. Los ganadores se encuentran, esencialmente, en Asia y en los países emergentes, que no tienen una visión tan pesimista de la situación como la de los europeos. También hay muchos «ganadores» en el interior mismo de los países occidentales cuyas sociedades se hallan fracturadas por las desigualdades entre ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.

En realidad, no estamos soportando una crisis, sino un haz de crisis, una suma de crisis mezcladas tan íntimamente unas con otras que no conseguimos distinguir entre causas y efectos. Porque los efectos de unas son las causas de otras, y así hasta formar un verdadero sistema. O sea, enfrentamos una auténtica crisis sistémica del mundo occidental que afecta a la tecnología, la economía, el comercio, la política, la democracia, la identidad, la guerra, el clima, el medio ambiente, la cultura, los valores, la familia, la educación, la juventud, etc.

Desde el punto de vista antropológico, estas crisis se están traduciendo por un aumento del miedo y del resentimiento. La gente vive en estado de ansiedad y de incertidumbre. Vuelven los grandes pánicos ante amenazas indeterminadas como pueden ser la pérdida del empleo, los electrochoques tecnológicos, las biotecnologías, las catástrofes naturales, la inseguridad generalizada… Todo ello constituye un desafío para las democracias. Porque ese terror se transforma a veces en odio y en repudio. En varios países europeos, y también en Estados Unidos, ese odio se dirige hoy contra el extranjero, el inmigrante, el refugiado, el diferente. Está subiendo el rechazo hacia todos los «otros» (musulmanes, latinos, gitanos, subsaharianos, «sin papeles», etc.) y crecen los partidos xenófobos y de extrema derecha.

DECEPCIÓN Y DESENCANTO

Hay que entender que, desde la crisis financiera de 2008 (de la que aún no hemos salido), ya nada es igual en ninguna parte. Los ciudadanos están profundamente desencantados. La propia democracia, como modelo, ha perdido credibilidad. Los sistemas políticos han sido sacudidos hasta las raíces. En Europa, por ejemplo, los grandes partidos tradicionales están en crisis. Y en todas partes percibimos subidas de formaciones de extrema derecha (en Francia, en Austria y en los países nórdicos) o de partidos antisistema y anticorrupción (Italia, España). El paisaje político aparece radicalmente transformado.

Ese fenómeno ha llegado a Estados Unidos, un país que ya conoció, en 2010, una ola populista devastadora, encarnada entonces por el Tea Party. La irrupción del multimillonario Donald Trump en la carrera por la Casa Blanca prolonga aquello y constituye una revolución electoral que ningún analista supo prever. Aunque pervive, en apariencias, la vieja bicefalia entre demócratas y republicanos, la ascensión de un candidato tan heterodoxo como Trump constituye un verdadero seísmo. Su estilo directo, populachero, y su mensaje maniqueo y reduccionista, apelando a los bajos instintos de ciertos sectores de la sociedad, le ha conferido un carácter de autenticidad a ojos del sector más decepcionado del electorado de la derecha.

A ese respecto, el candidato republicano ha sabido interpretar lo que podríamos llamar la «rebelión de las bases». Mejor que nadie, percibió la fractura cada vez más amplia entre las élites políticas, económicas, intelectuales y mediáticas, por una parte, y la base del electorado conservador, por la otra. Su discurso violentamente anti-burocracia de Washington, anti-medios y anti-Wall Street seduce, en particular, a los electores blancos, poco cultos, y empobrecidos por los efectos de la globalización económica.

SEÍSMOS Y MÁS SEÍSMOS

A este respecto podríamos decir que otra gran característica del Nuevo Sistema Mundo son los seísmos. Seísmos financieros, monetarios, bursátiles, seísmos climáticos, seísmos energéticos, seísmos tecnológicos, seísmos sociales, seísmos geopolíticos como el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, o, en otro sentido, el reciente golpe de Estado institucional en Brasil contra la presidenta Dilma Rousseff… Seísmos electorales como la reciente victoria del «no» en Colombia a los Acuerdos de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC; o el reciente «Brexit» en el Reino Unido, o el éxito de la extrema derecha en Austria, o la derrota de Angela Merkel en varias elecciones parciales en Alemania. O el enorme seismo que podría constituir efectivamente la eventual victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos

Acontecimientos imprevistos irrumpen con fuerza sin que nadie, o casi nadie, los haya visto venir. Hay una falta de visibilidad general. Si gobernar es prever, vivimos una evidente crisis de gobernanza general. En muchos países, el Estado que protegía a los ciudadanos ha dejado de existir. Hay una crisis de la democracia representativa: «No nos representan!», decían los «indignados». La gente reclama que la autoridad política vuelva a asumir su rol conductor de la sociedad. Se insiste en la necesidad de reinventar la política y de que el poder político le ponga coto al poder económico y financiero de los mercados.

INTERNET, EL CIBER-ESPIONAJE Y LA CIBER-DEFENSA

El Nuevo Sistema Mundo también se caracteriza por la multiplicidad de rupturas estratégicas cuyo significado a veces no comprendemos. Hoy, Internet es el vector de la mayoría de los cambios. Casi todas las crisis recientes tienen alguna relación con las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, con la desmaterialización y la digitalización generalizadas, y con la explosión inaudita de las redes sociales. Más que una tecnología, Internet es pues un actor fundamental de las crisis. Basta con recordar el rol de WikiLeaks, Facebook, Twitter y las demàs redes sociales en la aceleración de la información y de la conectividad social a través del mundo.

De aquí a 2030, en el Nuevo Sistema Mundo, algunas de las mayores colectividades del planeta ya no serán países sino comunidades congregadas y vinculadas entre sí por Internet y las redes sociales. Por ejemplo, ‘Facebooklandia’: más de mil millones de usuarios… O ‘Twitterlandia’, más de 800 millones… Cuya influencia, en el juego de tronos de la geopolítica mundial, podría revelarse decisivo. Hoy, las estructuras de poder se difuminan gracias al acceso universal a la Red y el uso de nuevas herramientas digitales.

Por otra parte, por las estrechas complicidades que algunas grandes potencias han entablado con las grandes empresas privadas que dominan las industrias de la informática y de las telecomunicaciones, la capacidad en materia de espionaje de masas ha crecido también de forma exponencial. Las mega empresas, como Google, Apple, Microsoft, Amazon y más recientemente Facebook han establecido estrechos lazos con el aparato del Estado en Washington, especialmente con los responsables de la política exterior. Esta relación se ha convertido en una evidencia. Comparten las mismas ideas políticas y tienen idéntica visión del mundo. En última instancia, los estrechos vínculos y la visión común del mundo, por ejemplo, de Google y la Administración estadounidense están al servicio de los objetivos de la política exterior de los Estados Unidos.

Esta alianza sin precedentes –Estado + aparato militar de seguridad + industrias gigantes de la Web- ha creado un verdadero imperio de la vigilancia cuyo objetivo claro y concreto es poner Internet bajo escucha, todo Internet y a todos los internautas, como lo denunciaron Julian Assange y Edward Snowden.

El ciberespacio se ha convertido en una especie de quinto elemento. El filósofo griego Empédocles sostenía que nuestro mundo estaba formado por una combinación de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Pero el surgimiento de Internet, con su misterioso “interespacio” superpuesto al nuestro, formado por miles de millones de intercambios digitales de todo tipo, por su roaming, su streaming y su clouding, ha engendrado un nuevo universo, en cierto modo cuántico, que viene a completar la realidad de nuestro mundo contemporáneo como si fuera un auténtico quinto elemento.

En este sentido, hay que señalar que cada uno de los cuatro elementos tradicionales constituye, históricamente, un campo de batalla, un lugar de confrontación. Y que los Estados han tenido que desarrollar componentes específicos de las fuerzas armadas para cada uno de estos elementos: para la tierra: el ejército de Tierra; para el aire, el ejército del Aire; para el agua, la Armada; y, con carácter más singular, para el furgo: los bomberos o “guerreros del fuego”. De manera natural, desde el desarrollo de la aviación militar en 1914-1918, todas las grandes potencias están añadiendo hoy, a los tres ejércitos tradicionales y a los combatientes del fuego, un nuevo ejército cuyo ecosistema es el quinto elemento: el ciberejército, encargado de la ciberdefensa, que tiene sus propias estructuras orgánicas, su Estado mayor, sus cibersoldados y sus propias armas: superordenadores preparados para defender las ciberfronteras y llevar a cabo la ciberguerra digital en el ámbito de Internet.

UNA MUTACIÓN DEL CAPITALISMO: LA ECONOMÍA COLABORATIVA

Treinta años después de la expansión masiva de la Web, los hábitos de consumo también están cambiando. Se impone poco a poco la idea de que la opción más inteligente hoy es usar algo en común, y no forzosamente comprarlo. Eso significa ir abandonando poco a poco una economía basada en la sumisión de los consumidores y en el antagonismo o la competición entre los productores, y pasar a una economía que estimula la colaboración y el intercambio entre los usuarios de un bien o de un servicio. Todo esto plantea una verdadera revolución en el seno del capitalismo que está operando, ante nuestros ojos, una nueva mutación.

Es un movimiento irresistible. Miles de plataformas digitales de intercambio de productos y servicios se están expandiendo a toda velocidad. La cantidad de bienes y servicios que pueden alquilarse o intercambiarse mediante plataformas online, ya sean de pago o gratuitas (como Wikipedia), es ya literalmente infinita.

A nivel planetario, esta economía colaborativa crece actualmente entre el 15% y el 17% al año. Con algunos ejemplos de crecimiento absolutamente espectaculares. Por ejemplo Uber, la aplicación digital que conecta a pasajeros con conductores, en solo cinco años de existencia ya vale 68.000 millones de dólares y opera en 132 países. Por su parte, Airbnb, la plataforma online de alojamientos para particulares surgida en 2008 y que ya ha encontrado cama a más de 40 millones de viajeros, vale hoy en Bolsa (sin ser propietaria de ni una sola habitación) más de 30.000 millones de dólares, o sea más que los grandes grupos Hilton, Marriott o Hyatt.

A este respecto, otro rasgo fundamental que está cambiando –y que fue nada menos que la base de la sociedad de consumo–, es el sentido de la propiedad, el deseo de posesión. Adquirir, comprar, tener, poseer eran los verbos que mejor traducían la ambición esencial de una época en la que el tener definía al ser. Acumular “cosas” (viviendas, coches, neveras, televisores, muebles, ropa, relojes, libros, cuadros, teléfonos, etc.) constituía para muchas personas la principal razón de la existencia. Parecía que, desde el alba de los tiempos, el sentido materialista de posesión era inherente al ser humano.

La economía colaborativa constituye pues un modelo económico basado en el intercambio y la puesta en común de bienes y servicios mediante el uso de plataformas digitales. Se inspira de las utopías del compartir y de valores no mercantiles como la ayuda mutua o la convivialidad, y también del espíritu de gratuidad, mito fundador de Internet. Su idea principal es: “lo mío es tuyo” , o sea compartir en vez de poseer. Y el concepto básico es el trueque. Se trata de conectar, por vía digital, a gente que busca “algo” con gente que lo ofrece. Las empresas más conocidas de ese sector son: Uber, Airbnb, Netflix, Blabacar, etc.

Muchos indicios nos conducen a pensar que estamos asistiendo al ocaso de la 2ª revolución industrial, basada en el uso masivo de energías fósiles y en unas telecomunicaciones centralizadas. Y vemos la emergencia de una economía colaborativa que obliga, como ya dijimos, al sistema capitalista a mutar.

Por otra parte, en un contexto en el que el cambio climático se ha convertido en la amenaza principal para la sobrevivencia de la humanidad, los ciudadanos no desconocen los peligros ecológicos inherentes al modelo de hiperproducción y de hiperconsumo globalizado. Ahí también, la economía colaborativa ofrece soluciones menos agresivas para el planeta.

En un momento como el actual, de fuerte desconfianza hacia el modelo neoliberal y hacia las elites políticas, financieras, mediáticas y bancarias, la economía colaborativa parece aportar respuestas a muchos ciudadanos en busca de sentido y de ética responsable. Exalta valores de ayuda mutua y ganas de compartir. Criterios todos que, en otros momentos, fueron argamasa de teorías comunitarias y de ambiciones socialistas. Pero que son hoy –que nadie se equivoque– el nuevo rostro de un capitalismo mutante deseoso de alejarse del salvajismo despiadado de su reciente periodo ultraliberal.

Nuestra brújula también nos señala la aparición de tensiones entre los ciudadanos y algunos gobiernos en unas dinámicas que varios sociólogos califican de ‘post-políticas’ o ‘post-democráticas’… Por un lado, la generalización del acceso a Internet y la universalización del uso de las nuevas tecnologías están permitiendo a la ciudadanía alcanzar altas cuotas de libertad y desafiar a sus representantes políticos (como durante la crisis de los «indignados»). Pero, a la vez, estas mismas herramientas electrónicas proporcionan a los gobiernos, como ya vimos, una capacidad sin precedentes para vigilar a sus ciudadanos.

AMENAZAS NO MILITARES

“La tecnología –señala un reciente informe de la CIA– continuará siendo el gran nivelador, y los futuros magnates de Internet, como podría ser el caso de los de Google y Facebook, poseen montañas enteras de bases de datos, y manejan en tiempo real mucha más información que cualquier gobierno”. Por eso, la CIA recomienda a la administración de EE.UU. que haga frente a esa amenaza eventual de las grandes corporaciones de Internet activando el Special Collection Service, un servicio de inteligencia ultrasecreto -administrado conjuntamente por la NSA (National Security Service) y el SCE (Service Cryptologic Elements) de las Fuerzas Armadas- especializado en la captación clandestina de informaciones de origen electromagnético. El peligro de que un grupo de empresas privadas controle toda esa masa de datos reside, principalmente, en que podría condicionar el comportamiento a gran escala de la población mundial e incluso de las entidades gubernamentales. También se teme que el terrorismo yihadista sea sustituido por un ciberterrorismo aún más sobrecogedor.

La CIA toma tanto más en serio este nuevo tipo de amenazas que, finalmente, el declive de Estados Unidos no ha sido provocado por una causa exterior sino por una crisis interior: la quiebra económica acaecida a partir de 2007-2008. El informe insiste en que la geopolítica de hoy debe interesarse por nuevos fenómenos que no poseen forzosamente un carácter militar. Pues, aunque las amenazas militares no han desaparecido, algunos de los peligros principales que corren hoy nuestras sociedades son de orden no-militar: cambio climático, mutación tecnológica, conflictos económicos, crimen organizado, guerras electrónicas, agotamiento de los recursos naturales…

Sobre este último aspecto, es importante saber que uno de los recursos que más aceleradamente se está agotando es el agua dulce. En 2030, el 60% de la población mundial tendrá problemas de abastecimiento de agua, dando lugar a la aparición de “conflictos hídricos”… En cuanto al fin de los hidrocarburos en cambio, gracias a las nuevas técnicas de fracturación hidráulica, la explotación del petroleo y del gas de esquisto está alcanzado niveles excepcionales. Ya Estados Unidos es casi autosuficiente en gas, y en 2030 podría serlo en petroleo, lo cual tiende a abaratar sus costes de producción manufacturera y exhorta a la relocalización de sus industrias. Pero si EE.UU. –principal importador actual de hidrocarburos- deja de importar petroleo, es de prever que los precios del barril se reducirán. ¿Cuáles serán entonces las consecuencias para los grandes países exportadores?

HACIA EL TRIUNFO DE LAS CIUDADES Y DE LAS CLASES MEDIAS

En el mundo hacia el que vamos, el 60% de las personas vivirán, por primera vez en la historia de la humanidad, en las ciudades. Y, como consecuencia de la reducción acelerada de la pobreza, las clases medias serán dominantes y triplicarán, pasando de los 1.000 a los 3.000 millones de personas. Esto, que, en sí, es una revolución colosal, acarreará como secuela, entre otros efectos, un cambio general en los hábitos culinarios y, en particular, un aumento del consumo de carne a escala planetaria. Lo cual agravará la crisis medioambiental.

En 2030, los habitantes del planeta seremos 8 500 millones pero el aumento demográfico cesará en todos los continentes menos en África, con el consiguiente envejecimiento general de la población mundial. En cambio, el vínculo entre el ser humano y las tecnologías protésicas acelerará la puesta a punto de nuevas generaciones de robots y la aparición de “superhombres” capaces de proezas físicas e intelectuales inéditas.

El futuro es muy pocas veces predecible. No por ello hay que dejar de imaginarlo en términos de prospectiva. Preparándonos para actuar ante diversas circunstancias posibles, de las cuales una sola se producirá. A este respecto, la geopolítica es una herramienta extremadamente útil. Nos ayuda a tomar conciencia de las rápidas evoluciones en curso y a reflexionar sobre la posibilidad, para cada uno de nosotros, de intervenir y fijar el rumbo. Para tratar de construir un futuro más justo, más ecológico, menos desigual y más solidario.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217558

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No entienden

Por: Gloria Hurtado

¿A quien no le ha pasado, que muy seguro de su pensamiento y de su criterio, se pregunta por qué los otros “no entienden” lo que se está diciendo? ¿Por qué “si es tan obvio” captar el planteamiento propuesto el otro no lo acepta? ¿Qué se necesita para “convencer” al interlocutor de “la” verdad que se está exponiendo? No importan las palabras, los juegos pedagógicos, las metáforas que se utilicen, el nivel profesional o intelectual, el interlocutor no acepta los razonamientos que se exponen. De lado de quien habla es facilísimo, “cae de su peso” la argumentación. Pero quien escucha no cede ni un ápice porque no lo convencen las explicaciones del contradictor. ¿Terquedad? ¿Obstinación? ¿Miedo a perder? Podrían darse muchas respuestas pero tal vez, lo importante por destacar es que en “ambos bandos” puede existir sinceridad. El que habla está “convencido” de su verdad y el que escucha “de la suya”, sin que ninguno de los dos mienta o se haga el importante para no ceder. Le vuelvo a hablar entonces de niveles de conciencia. Cada quien escucha desde su nivel de evolución. Posiblemente nunca se le había dado importancia a esto y se creyó que la inteligencia “mandaba la parada”.  Pero cuando hechos reales como que Trump no pierde puntos  y Antonio Caballero en  Semana, lo explica asi: “a sus millones de seguidores (…) les gusta porque es como todos ellos. Piensa como ellos, actúa como ellos, habla el mismo lenguaje que hablan ellos”. En definitiva quisieran tener la forma de vida del magnate porque no les parece “incorrecta”. Viejas, lenguaje soez, poder, dinero, he allí el sentido de la vida. ¿Cómo explicarlo?

Los niveles de conciencia muestran cómo cada quien capta, no de acuerdo a la inteligencia, sino al desarrollo de su conciencia, a su evolución. Un mismo término (la palabra pareja, por ejemplo) se entiende de manera diferente de acuerdo al nivel de conciencia. Para un nivel inferior puede significar fusión, media naranja, simbiosis, siempre juntos. En otro nivel mas desarrollado significa acompañamiento, somos dos no uno, diferencia. Otro nivel mas evolucionado: libertad, respeto, compañía, amistad. En fin, cada quién entiende no desde la inteligencia sino desde su conciencia, permeada por emociones, intelectualidad, información, evolución, espiritualidad. El problema es que creímos que era facilísimo que lo obvio se impusiera, que lo que se veía “tan claro” fuera claro para todos, lo que no es cierto. No todos vemos lo mismo y no sólo por preparación intelectual.

Cómo explicar que el “horroroso” de Trump tenga todavía seguidores. Que el Brexit perdiera. Que el SI no ganara tan “obvio” que eran sus objetivos. Que Maduro tenga seguidores. Que el Presidente de Filipinas con su lenguaje y actitudes, no sea repudiado por todos. Que no se perciba el caudillismo de Uribe.  No somos iguales y no existe poder humano que nos iguale por decreto, por deseo, por intelectualidad o argumentación.  No es con razonamiento intelectual como se genera conciencia. Vivir en medio de las diferencias de conciencia es el mayor reto de cuantos existen. Porque hay que aceptar la diferencia nos guste o no, querámoslo o no. La madurez (y la conciencia) se dan en aprender a vivir en el caos de la diferencia. No hay otro camino. Es el precio de ser humano.

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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Inventamos o erramos

Por: Alí Ramón Rojas Olaya

Inventamos o erramos, es la conclusión de un estudio comparado que hace Simón Rodríguez a la relación que tiene Estados Unidos con Inglaterra respecto a la de Suramérica con España. Consideramos a Estados Unidos, dice, “como el país clásico de la libertad”, y creemos que hasta “podemos adoptar sus instituciones, sólo porque son liberales”. En efecto lo son, indica, pero “¿el suelo, su extensión, sus divisiones, su situación, los hombres, sus ideas, sus costumbres, las razas, las clases, las creencias, las necesidades, la industria, la riqueza, dónde están?”. Rodríguez sabe la forma gangrenal en que crece ese país. Conoció la sociedad esclavista porque vivió allí entre 1798 y 1800 y vivió en la Inglaterra de la Revolución Industrial: “Cada una conserva su carácter; pero el dominante es el inglés”.

En cambio, “los hijos de los españoles, se parecen muy poco a sus padres: la lengua, los tribunales y los templos engañan al viajero; no es España; aunque se hable español, aunque las leyes y la creencia religiosa sean las mismas que trajo la conquista. La única analogía que hay, entre las dos Américas, es la noble idea, que ambas tienen, de la utilidad de la esclavitud. Los angloamericanos han dejado, en su nuevo edificio, un trozo del viejo, sin duda para contrastar, sin duda para presentar la rareza de un hombre mostrando con una mano, a los reyes el gorro de la libertad, y con la otra, levantando un garrote sobre un negro que tienen arrodillado a sus pies”.

Sobre la diferencia entre ambas relaciones, Rodríguez, en un ejercicio cultural de excelsa filigrana, expone: “los angloamericanos tienen a sus esclavos a distancia -los suramericanos se rozan con ellos, y con ellas… se casan”. Previo al final, Robinson se hace (o nos hace) una pregunta para cuestionar la forma en que culturalmente se aborda el momento histórico: ¿Dónde iremos a buscar modelos? Su respuesta es contundente: “La América Española es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales los medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos”.

Si esta máxima bifurcada la citamos fuera de contexto, pareciera que Rodríguez, lejos de ser un planificador, tomaba decisiones improvisadamente, lanzaba una moneda al aire y se preguntaba ¿inventamos o erramos? Sobre esto es categórico: “la posibilidad es el país de las vanas observancias, con ella fraguan los hombres limitados sus enredos, y los imaginativos sus ficciones”.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/ali-rojas-olaya-inventamos-erramos/

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Pobreza y educación

Por: Pedro Flores Crespo

¿Qué hace a una persona ser pobre? ¿La falta de autoestima, la carencia de ingresos o ambos? La discusión sobre la pobreza en México y en el mundo se ha renovado considerablemente desde hace más de dos décadas. El interés por entender mejor este fenómeno ha servido para desarrollar inteligentes discusiones entre economistas, filósofos, sociólogos y antropólogos, entre otros especialistas.

Comprender mejor la pobreza, medirla con mayor rigor e imaginar y aplicar políticas y programas para combatirla eficazmente ha sido preocupación de gobiernos de signo político distinto, de diversas asociaciones civiles (e.g. Oxfam), así como de los poderosos organismos internacionales.
En este sentido, el Banco Mundial (BM) ha establecido dos metas importantes. Primero, terminar con la pobreza extrema al reducir a 3 por ciento el porcentaje de personas viviendo con menos de dos dólares diarios (36 pesos, aproximadamente). Segundo, promover la “prosperidad compartida” impulsando un crecimiento del ingreso de 40 por ciento más bajo de la población de cada país.

Bajo la visión del economista bengalí, Kaushik Basu, quien fuera vicepresidente y economista en jefe del Banco Mundial, se creó, en 2015, la Comisión sobre Pobreza Global con el propósito de asesorar al organismo internacional sobre cómo mejorar sus prácticas y procedimientos para medir y monitorear la pobreza a escala mundial. El informe estuvo coordinado por Anthony Atkinson, economista de la Universidad de Oxford y prominente especialista en el campo. Sir Atkinson estuvo acompañado por 23 expertos, entre quienes podemos encontrar a premios Nobel de Economía y a destacados académicos de América Latina, África, Norteamérica, Asia y Europa.

¿Cuáles fueron las recomendaciones de este grupo? De acuerdo con la carta de presentación (cover note), del reporte de 232 páginas —que aún estamos por recibir— surgieron 21 recomendaciones. Con la misma independencia que actuó la Comisión Atkinson, el Banco Mundial también declara estar en desacuerdo con cuatro de ellas, aunque va a aceptar inmediatamente 11 y en seis de ellas, tendrá que hacer trabajo adicional, pero, en principio, las suscribe.

Las 21 recomendaciones de la Comisión Atkinson son de naturaleza distinta. Encontramos, por ejemplo, diversas recomendaciones para hacer comparables los datos a escala mundial, así como un notable reconocimiento a las variaciones en los estándares de vida en cada país. Ser pobre en París no equivale a serlo en Metlatónoc, Guerrero.

Llama también la atención que la mayoría de las recomendaciones hechas al Banco Mundial tiene que ver con la necesidad de mejorar la medición de la pobreza y expresarla en indicadores más precisos. Ir más allá del ingreso monetario parece un punto ya ganado en el debate y por eso se habla de la multidimensionalidad para poder establecer quién es pobre. El Banco cayó en la cuenta de que “el dinero no es la vida”, como cantaría Luis Arcaraz hace años.

No hay que perder de vista que a partir de lo sugerido por la Comisión Atkinson, el Banco Mundial ya aceptó establecer sus propios requerimientos de información para estimar la “pobreza no monetaria” y trabajará, en los próximos doce meses, para introducir indicadores de pobreza multidimensional y no solo basados en el ingreso. Para poner en marcha esta recomendación, el Banco dice que va a rastrear carencias no monetarias en tres dominios específicos: (1) resultados educativos, (2) acceso a atención médica y (3) acceso a servicios básicos como agua, sanidad y electricidad. Según el Banco, está particularmente interesado en conocer los traslapes entre estas tres dimensiones y cómo éstas se relacionan con la pobreza monetaria ($).

Que el poderoso Banco Mundial considere como un determinante de la pobreza no monetaria los resultados educativos no es algo revolucionario; sin embargo, si abre la puerta para iniciar interesantes debates entre los especialistas educativos. Primero, se ratifica que la dosis de escolaridad —expresada en el número de años de estudio —deja de ser el indicador único para establecer avances educativos y sociales. Segundo, es posible (y deseable) que se reaviven los debates en torno a la calidad educativa y su relación con la riqueza económica. Imagínese que pronto le digan, con base en estas nuevas mediciones, que pese a pagar altas colegiaturas en el colegio de moda y de los viajes a Disneylandia, su hogar es “pobre ” debido a que sus mirreyes o mirreinas obtuvieron resultados escolares bajos.

Tercero, ¿de qué base tomará el Banco Mundial los datos sobre resultados educativos? ¿De PISA? A este respecto, seguramente pronto tendremos que conocer un posicionamiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y del Coneval.

Cuarto, habrá que recordarle a los economistas del Banco Mundial que los resultados alcanzados en la escuela son muy importantes para tener un acercamiento a lo que ahora nombran como la “pobreza no monetaria”, no obstante, no hay que olvidar que aprender es parte de un proceso social y humano y que ese proceso también cuenta y no sólo el resultado que se obtiene. Puede ser que se obtengan resultados educativos sobresalientes, pero para alcanzarlos se practiqué el bullying, se menosprecié a los maestros y se endeude al hogar de manera innecesaria.

El diálogo entre economistas y pedagogos aún está por establecerse a partir de las nuevas corrientes teóricas de la pobreza y la desigualdad.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/pobreza-y-educacion/

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Educación no resuelve aspectos claves de la nueva prueba para la Universidad

Por: Pilar Alvaréz

 El ministerio deja en el aire en el borrador que negocia el distrito único o cómo subir nota. El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas han comenzado las reuniones para diseñar contrarreloj las evaluaciones externas de ESO y Bachillerato. Después de que el propio Mariano Rajoy se comprometiera a quitarles el valor de reválidas (es decir, que no habrá que aprobarlas para obtener el título) queda pendiente concretar cómo serán los exámenes. La prueba de Bachillerato será la nueva prueba de acceso a la Universidad.

El primer encuentro, de carácter técnico, ha tenido lugar este martes con jefes de servicio y directores generales de las comunidades autónomas. Los representantes de algunas comunidades del PSOE, como Aragón y Andalucía, han hecho un plante y han abandonado el encuentro, según distintas fuentes consultadas.

Las regiones socialistas han presentado una propuesta alternativa para que se lleve al próximo Consejo de Ministros del viernes un Real Decreto que permita restablecer la Selectividad tal como estaba antes del cambio. Todas las comunidades autónomas, incluidas las gobernadas por el PP, pidieron a Méndez de Vigo en octubre que prorrogara un año la antigua Selectividad. Hace ya dos meses que empezó el curso y los alumnos no saben aún cómo serán sus pruebas.  El PSOE cree una «irresponsabilidad» que se pongan en marcha ahora estas pruebas en lugar de mantener esa prórroga.

Los socialistas han presentado también una propuesta para dejar sin vigencia los artículos de la LOMCE que contemplan estas evaluaciones y su carácter de reválidas, un aspecto que Educación se comprometió a solucionar «lo antes posible» después del anuncio que hizo el presidente Rajoy durante el debate su investidura en el que se comprometió a que estos exámenes no sirvan para sacarse el título.

Más peso del ministerio en el diseño de las pruebas

El borrador que regula las características de las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato de la LOMCE, que Educación ha entregado a las comunidades para negociar y fechado el 6 de octubre, deja en manos de las comunidades autónomas las fechas y las preguntas. Las asignaturas a examinar, los contenidos y los estándares de aprendizaje —lo que deben saber los estudiantes de cada materia— los determina, en gran medida, el departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo. La Selectividad la diseñaban las comunidades autónomas con docentes de secundaria y Universidad.

Méndez de Vigo ha pedido a los alumnos en sus últimas intervenciones públicas que preparen las prueba «como si fuese la Selectividad». Pero lo cierto es que hay diferencias. El borrador de la orden con el que negocian, de 206 páginas y al que ha tenido acceso EL PAÍS, incluye más días de examen y más asignaturas de las que evaluarse, incluidas de otros cursos. Y deja sin resolver la implantación del distrito único o cómo subir nota, dos aspectos que tanto las comunidades como las Universidades habían pedido al ministerio aclarar.

El distrito único supone que cada alumno haga un solo examen y la nota le sirva para optar a cualquier campus, frente a lo que recoge la LOMCE, que permite a cada Universidad hacer pruebas propias de acceso. En la práctica, hay un acuerdo casi pleno entre regiones y campus para evitar la repetición de exámenes, pero las comunidades le habían pedido al ministerio que lo dejase fijado por escrito.

Igual ocurre con las pruebas para subir nota. Los alumnos que hacían la Selectividad podían examinarse de dos asignaturas optativas para obtener hasta cuatro puntos extra (de 10 a la calificación máxima de 14). Esa fórmula ya no existe, aunque la mayoría de las universidades están intentando acordar una fórmula para que siga teniendo vigencia, como fijarse en la nota de asignaturas concretas para una carrera concreta. Por ejemplo, ponderar más la nota de Biología para el alumno que quiera estudiar Medicina.

El ministerio establece de forma pormenorizada en este borrador todas las asignaturas y lo que debe conocer el alumno de cada una de ellas y cuánto debe puntuar cada bloque de materias, tanto para la evaluación de ESO como la de Bachillerato. De esta forma, Educación asume gran parte del control de lo que se van a examinar los alumnos, el 80% en la de la ESO y el 70% en la de Bachillerato.

La nota del examen

El borrador de la orden mantiene, como ocurría con la Selectividad, que el examen de Bachillerato se podrá aprobar con un 4. La media para obtener la calificación final se calculará como hasta ahora, ponderando un 40% el resultado de la evaluación final y un 60% la nota media del expediente académico del alumno en Bachillerato. Asimismo, el texto indica que se reúnen los requisitos de acceso a la Universidad cuando el resultado es igual o superior a 5 puntos.

Las principales diferencias entre las nuevas evaluaciones y la selectividad es que se emplearían cuatro días como máximo —cinco en las comunidades con lengua cooficial—, en lugar de tres —cuatro en autonomías con lengua cooficial—, y los alumnos se examinarán de contenidos de 1º y 2º de Bachillerato, otro aspecto que distintas comunidades han pedido cambiar.

Asignaturas y fechas

El borrador indica que los alumnos de 4º de ESO se examinarán de siete troncales —Geografía e Historia, Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas (aplicadas o académicas) y primera lengua extranjera—, dos materias troncales de opción y una específica a elección del alumno que no sea Educación Física, Religión o Valores. La nota final constará en un 70% de la media de las calificaciones obtenidas en esa etapa y en un 30% la calificación en la evaluación final. Además, cada examen durará 60 minutos con un descanso mínimo de 15 minutos entre ellas.

Los alumnos de Bachillerato se examinarán de ocho materias: Cuatro troncales —Filosofía, Historia de España, Lengua Castellana y Literatura y primera lengua extranjera—; una troncal general, dos de opción y una específica, excepto Educación Física y Valores. Cada examen durará 90 minutos con un descanso mínimo de 20 minutos.

El borrador también señala que las pruebas de evaluación final de ESO correspondientes al curso 2016-17 en convocatoria única deberían finalizar antes del 24 de junio; las de Bachillerato, antes del 10 de junio. La convocatoria extraordinaria de esta última, antes al 8 de julio y, en el caso de hacerse en septiembre, antes del 9.

Tomado de: http://politica.elpais.com/politica/2016/11/08/actualidad/1478607519_093901.html

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Poverty Wages For U.S. Child Care Workers May Be Behind High Turnover

Por: Jennifer Ludden

In Greensboro, N.C., Eyeisha Holt spends her days as a full-time child care worker at Head Start. But after a decade’s work in early education she still earns only $11.50 an hour — barely enough, she says, to cover the basics as a single mom of two. So every weekday evening she heads to her second job, as a babysitter.

«Are you ready to go to bed?» she asks, as she oversees bath time for her 3-year-old daughter and another of her charges. For 25 hours a week, Holt cares for toddler twins, in addition to her daughter and teenage son.

«Some days I’m really strong,» she says. «Some days it’s like, ‘OK, give me seven cups of coffee.’ «

Nationwide, average pay for child care workers like Holt is less than $10 an hour. Nearly half of these workers receive some kind of public assistance.

Holt gets food stamps and her children are on Medicaid. «And I just feel like it’s kind of messed up,» she says. «You would think, being in a profession such as teaching, I should be making enough money where I didn’t qualify at all.»

Specialists in early education say low pay doesn’t just hurt child care workers. It has an effect on babies and toddlers, too, and poses a major challenge in creating high quality child care — something 71 percent of parents who rely on care from outside the family say they seek when choosing a program, according to a recept poll from NPR, the Robert Wood Johnson Foundation and the Harvard T.H. Chan School of Public Health.

«We’re seeing a high turnover of [child care] teachers,» says Michele Rivest, executive director of the North Carolina Child Care Coalition. «We’re seeing the lowest enrollment in our community college programs for early education. And I think it’s all attributable to low wages.»

Research shows the turnover among child care workers nationally is about 30 percent.

The North Carolina coalition plans to lobby state lawmakers this coming session to budget $10 million for bonuses for these workers, hoping to persuade more early educators to stay put. They would get an extra $2,000 to $4,000 from the state a year, depending on their education, if that proposal is adopted.

«We’re talking about a modest supplement,» Rivest says, «that will get early education teachers closer to our public school kindergarten teachers,» who generally earn more.

U.S. presidential contender Hillary Clinton says she would «fund and support» states and cities that find ways to improve pay for child care workers. Donald Trump also has proposed ways to make child care more affordable, but he has not addressed worker pay.

Rivest says more stability in the work force is better for babies and toddlers, who thrive and learn through interactions with experienced, loving caregivers.

She says this kind of public investment would pay off for years to come. Decades of research shows that children who had quality early education are more likely to graduate from high school, have better jobs with more pay and be less reliant on public support.

But paying child care workers through a state-approved bonus is tricky. What lawmakers give, they can also take away when times are tight.

In another push, child care workers are part of the national campaign for a $15 minimum wage.

«Raising the floor is a good thing,» says Marcy Whitebook, director of the Center for the Study of Child Care Employment, at the University of California, Berkeley. «But we also want to raise the ceiling.»

A higher minimum wage won’t necessarily keep workers from leaving the field, Whitebook says. So a lot of states, and the federal Head Start program, are trying to boost overall pay by requiring child care workers to have more education. The idea is that if they’re better qualified, higher wages will follow.

«That might work in a well-functioning market,» Whitebook says, «but the market we have for early childhood does not function that way.»

In New Bedford, Mass., Jennie Antunes has been with the North Star Learning Center for 30 years. The state recently started requiring lead teachers like her to have a four-year degree, and it even gave Antunes a full scholarship to finish her studies. Afterward, Antunes says, she got a raise of $1 an hour, bringing her wage after an entire career in child care to $13.75 an hour.

«Unfortunately we’re so behind, that dollar really didn’t do anything to make life easier,» she says.

She also lost one of her most experienced colleagues, who left for a higher-paying job shortly after getting her bachelor’s degree. Antunes is 52 and acknowledges she’s tempted to do the same.

«It’s getting really hard,» she says. «My husband retired, so there’s less pay coming in, and I’m, like, thinking, ‘Do I get a second job, or do I leave?’ «

Antunes says she’s passionate about her work, and the thought of leaving the field makes her feel guilty. She knows the child care system desperately needs people like her to stay.

Tomado de: http://www.npr.org/sections/health-shots/2016/11/07/500407637/poverty-wages-for-u-s-child-care-workers-may-be-behind-high-turnover

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10 tema urgentes que debe atender quien asuma el Ministerio de Educación y Cultura

Por: Karina Sainz Borgo

La legislatura que quedó relevada el sábado pasado con la investidura de Mariano Rajoy ha sido de las más duras en lo que a Educación y Cultura respecta, comenzando por la desaparición del rango ministerial de esta última hasta la aprobación de una reforma en la ley de Educación que ha puesto en pie de guerra a estudiantes y profesores. Es bastante problemática la herencia recibida por los años de fuego de José Ignacio Wert y algunas decisiones puestas en marcha por su predecesor, Íñigo Méndez de Vigo, un hombre algo más dialogante y razonable pero no por ello menos polémico en su labor al frente del Ministro de Educación, Cultura y Deportes. ¿Cuáles son los temas más importantes que debe atender quien asuma ahora el despacho? ¿En qué orden y con qué urgencia?

El tema prioritario, sin duda, es el Gran Pacto por la Educación, sin embargo no es el único que apremia. En cinco años ha pasado de todo. Cuando en 2011 comenzó la legislatura, todos daban por hecho que José María Lassalle, diputado popular por Cantabria y portavoz de Cultura, ocuparía el ministerio que la socialista Ángeles González-Sinde dejaba con varios temas por resolver. Pero llegó el momento de formar gobierno y todo cambió. El ministerio se transformó en una secretaría dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes para el que fue elegido José Ignacio Wert, alguien cuyo estilo directo alimentó una fuerte tensión con el sector. No fueron pocos los desencuentros que tuvieron algunas instituciones con el predecesor de Íñigo Méndez de Vigo: recortes presupuestarios de proporciones ciclópeas –de hasta cuatro y cinco veces menos dotación-; una absoluta incomunicación entre Cultura y Hacienda, un hecho que el sector pagó con un precio altísimo: el gravamen del 21% para el cine y el teatro; la ruptura del tejido empresarial cultural; la precarización de los empleos asociados a esas industrias… La crisis pegó con una fuerza inusitada a un sector que no tenía nada para guarecerse. Nada.

Tanto José Ignacio Wert y José María Lassalle –en la primera etapa de la legistatura- como Íñigo Méndez de Vigo después no sólo no impulsaron las que habían sido sus promesas electorales, sino que afearon y minusvaloraron temas esenciales como la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual e incluso aquellas que habían sido sus grandes bazas, una de ellas, la Ley de Mecenazgo, que terminó malamente embutida como un injerto en la reforma fiscal impulsada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Entonces, qué urge, a qué debe ponerse cuanto antes la persona elegida para asumir el ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Con que se vuelque en estos diez temas, ya tiene para rato.

Educación, cuando antes mejor. El asunto más urgente que enfrenta el nuevo gobierno es el llamado gran Pacto por la Educación. Será ahí donde el gobierno de los populares tendrá que demostrar su capacidad de consenso con los grupos políticos y la sociedad civil organizada. Tendrán que sentarse a discutir y revisar el contenido de las nuevas reválidas, cuya aprobación ha puesto en pie de guerra tanto a estudiantes como docentes. Luego de que Mariano Rajoy anunciara su intención de paralizar el efecto académico de estas pruebas de evaluación de la Lomce, el siguiente paso será la creación de una Subcomisión parlamentaria en el Congreso de los Diputados. En ella está previsto que los cuatro grandes partidos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) sean capaces de encausar la creación y una agenda para Subcomisión que debe diseñar estos lineamientos. A pesar de que la Cultura aporta cerca de 3% del PIB y que temas Propiedad Intelectual. La reforma de la ley que contempla y rige la protección de los derechos de Propiedad Intelectual fue polémica desde su anteproyecto. La crítica más patente era la poca eficacia de la lucha contra la piratería; la prolongación  del pago de la compensación por copia privada  que sustituyó al antiguo canon digital, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. En los días previos a su aprobación, la Asociación para el desarrollo de la Propiedad Intelectual 8Adepi) en un texto conciso y contundente, aseguró: “Ni la reforma de la compensación por copia privada ni las propuestas antipiratería son acertadas, porque ni compensan con justicia ni protegen con eficacia”. En un país en el que se pierden 1.669 millones de euros al año por acción de la piratería, la Ley de Propiedad Intelectual que entró en vigor el 1 de enero de 2015 no consiguió si quiera afilar las lanzas para luchar contra ella. E incluso, consiguió algo mucho peor: levantar desconfianza y suspicacia. Así lo demostró, la  Federación Internacional de Entidades de Gestión de Derechos de Reproducción, que agrupa a 144 organismos de 79 países, cuando acusó a España de discriminar a los autores y editores frente a los demás países europeos. La guinda sobre el pastel fue la que confirmó la sentencia del Tribunal Europeo, la reforma no cumple con la legalidad comunitaria, algo de lo que ya había sido advertido el Ejecutivo por el Consejo de Consumidores y Usuarios, por el Consejo General del Poder Judicial y, sobre todo, por su máximo órgano consultivo, el Consejo de Estado.

Ley de Mecenazgo. Fue el gran desaire para un sector que, una vez que había atravesado por el largo desierto de los recortes, esperaba al menos el vaso de agua de una legislación que le permitiera conseguir vías alternativas para financiarse. La Ley de Mecenazgo sin embargo no llegó siquiera a Ley, ya que quedó incluida  aquella reforma ejecutada por Montoro en el año 2014. Algunas de las medidas contempladas fueron: en el ámbito del IRPF, esta incrementó los porcentajes de deducción general del 25 al 30% con efectos desde el ejercicio 2016; decía incentivar el micro mecenazgo a partir de dos tramos de deducción en el IRPF: los primeros 150 euros se aplica un tipo del 75% y en los restantes un tipo general del 30%. Se contempló además beneficiarios una bonificación adicional de 5 puntos hasta el 40%. Las Artes Escénicas y la Música tenían acceso a una deducción del 20% de los gastos realizados en la producción y exhibición de espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. En el caso de la Cinematografía y el Audiovisual, el proyecto incluía una deducción del 20% para el primer millón de inversión y del 18% para el los siguientes. A eso se sumaba una deducción para atraer rodajes del 15% de los gastos realizados en España por grandes producciones extranjeras, con un mínimo de gasto de 1 millón y un límite de la deducción de 2,5 millones por cada producción. La realidad de aquel paquete fragmentario de medidas quedaba muy por debajo de las expectativas de quienes esperaban un mayor rango de exenciones y gravámenes que permitieran a las industrias culturales españolas ser más competitivas. Las exenciones al cine se esperaba que llegaran al 30%, tal y como se había manifestado en repetidas ocasiones. Pero estas quedaron en el 20%.

IVA del 21%. Se trata del impuesto que grava el consumo de determinados bienes culturales y que ha desatado una verdadera guerra entre el Gobierno de Rajoy y el sector desde que en 2012 este pasara del 8% al 21%.La medida se hizo extensiva concretamente al cine y el teatro, que resintieron en taquilla el efecto que eso produjo sobre un consumo ya golpeado por la enorme crisis económica.  Esa modificación convirtió el IVA Cultural de España en el más alto de toda Europa, por delante de Alemania (7%), Francia (5,5%),Finlandia (10%), Italia (10%) y Portugal (13%). Hay quienes se indignan porque creadores y empresarios culturales ejercen presión para que este IVA bajase hasta 10%; otros se indignan, también, porque les parece absurdo que la actividad creadora –cine, teatro, música en vivo- sea objeto de cualquier consideración fiscal. Primero que rebajen el IVA de las peluquerías, los yogures y el pan, dicen quienes ven en la cultura un elemento superfluo y accesorio, cuando en realidad aporta al PIB español 3,5%.

Daños por sectores. El teatro fue justamente el sector más perjudicado por el IVA del 21%. Aunque el gobierno de los populares sacó pecho en los Presupuestos Generales del Estado pasados con mayor dotación -la subida fue del 53% (de 37,76 millones a 58,01)-, también cierto que tan sólo en 2013, éste se contrajo un 15%, además de la caída acumulada de taquilla del 40% en los últimos cuatro años. Los galeristas también vieron aparecer una pálida zanahoria que les dejó, sin embargo, frustrados y sin ventas y les dejó un buen palazo en las arcas. La medida de aplicar el tipo reducido de IVA (10%) a la venta de obras de artistas, tanto si lo hacen directamente con el cliente como si la compraventa se desarrolla con la intermediación de una galería, no los ayudaba a ellos sino a los artistas. ¿Dónde estaba el engaño? Si la obra que se vende es propiedad de una galería, el IVA que se aplicará a la transacción será el general, situado en el 21%. Es decir: con respecto al tipo original con el que tributaban los galeristas no sufren ninguna rebaja.

Escritores y creadores. La reforma de la Ley de Pensiones aprobada en 2013 comenzó a pasar factura, probablemente a quienes menos correspondiese. Según el texto aprobado y vigente desde hace 18 meses, los escritores están obligados a elegir entre dos derechos: el que tienen como autores de una obra y aquel que les corresponde como ciudadanos, su jubilación. No pueden cobrar ambos a la vez. Si esta legislación hubiese existido en 2006, cuando Álvaro Pombo ganó el Planeta (dotado de 601.000 euros), el autor de La Fortuna de Matilde Turpín –que tenía entonces 67- podría haberse despedido de la pensión (además de 270.000 euros que debía pagar a Hacienda por el premio). Al menos eso es lo que se desprende de la interpretación de la ley, según la cual un escritor debe renunciar al cobro de su pensión si sus ingresos profesionales superan el salario mínimo anual (9.172,80 euros). Eso abarca charlas, premios y conferencias y por supuesto derechos de autor, incluyendo el de las obras escritas antes de jubilarse. Este tema, que tiene en pie de guerra al sector, también debe ser revisado.

Tomado de: http://www.vozpopuli.com/cultura/enfrentar-Ministerio-Educacion-Cultura-Deportes_0_967703552.html

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