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Apostemos a las tendencias educativas modernas

Por: Vilma Báez Valdez

Hace algún tiempo escribí un artículo sobre “La desmaterialización de modelos de educación”. En el cual les compartía que en lo personal, yo, como docente me preguntaba ¿cómo enseñaré hoy? ¿seguiré usando el modelo clásico victoriano, el modelo constructivista teórico práctico, de competencias? o ¿asumiré el reto de hacerlo a través de las nuevas tecnologías de la comunicación? refiriéndome a la importancia de aceptar en el aula de clases el que los estudiantes usasen sus juguetes tecnológicos como la computadora, la tablet, la laptop, el celular y por supuesto, el internet. Pues,  no he cambiado de idea, hago un mix de los modelos educativos para enseñar y ahora aún mejor, soy de la tendencia de que nuevos recursos requieren nuevas metodologías y tendencias modernas a utilizar en los procesos educativos,  los docentes debemos de adecuarnos a las tendencias tecnológicas para sacar el mayor potencial posible a estos maravillosos aparatitos.

La enseñanza clásica, convencional para los jóvenes que nacieron a mediados del siglo pasado y principio de este, se tornaba lenta, monótona y repetitiva, los estudiantes estaban obligados a aprender las mismas cosas al mismo tiempo, al unísono y  escuchar solo el criterio del profesor dentro del aula de clases. En la actualidad, el modelo de aprendizaje es impuesto, obligatorio a partir de reglas obsoletas que no están acorde a los tiempos virtuales en que vivimos. Sin embargo, los avances de la ciencia y de la tecnología imponen necesariamente un cambio en el método hacia un modelo del aprendizaje con una tendencia moderna, debemos ser capaces de ver y hacer las cosas desde otra perspectiva y desarrollar una metodología que aproveche las relaciones entre los instrumentos tecnológicos y las fuentes de información. Como docentes sabemos que el internet es un aula virtual gigante, que alberga un mundo de información y del conocimiento que ha acumulado la especie humana en su devenir histórico; en donde todos podemos hacer preguntas, explorar y obtener respuestas sobre cualquier tema de interés, con la ventaja que cada quien puede obtener información desde su propia casa, lugar de trabajo, de preferencia, a su propio tiempo y ritmo, tornándose el aprendizaje más divertido, motivador y hasta puede despertar vocaciones que pudieren estar ocultas en la persona.

En el aula de clases, yo veo como mis estudiantes pasan a exponer un tema frente al salón, y no llevan tarjetas de notas, o papelitos en donde tengan anotados los temas que van a desarrollar, ahora lo que usan es el celular o una tablet. Y en una de esas yo me pregunte: ¿podré usar una de esas tablet para impartir mis clases? mi respuesta, fue: Sí, la utilizaré como un instrumento complementario al proceso metodológico de enseñanza, como un soporte en el cual se puede apostar a dinamizar, a buscar información de manera ágil y rápida, a utilizar google earth, webquests, usar aplicaciones, presentaciones multimedia, prezi, blog personales, aprovechar las características audiovisuales, crear videollamadas, hacer entrevistas, webinar, retar el imaginativo de las nuevas tecnologías o cualquier otro recurso educativo en línea, haciendo también una combinación con el uso de la pizarra digital o tradicional.

Ante estas nuevas tendencias modernas, el docente debe de garantizar en la clase que tales herramientas sean utilizadas de manera segura y responsable, el docente debe de dirigir y decidir el uso de estas herramientas en el aula en el momento adecuado, para sacarle el mejor provecho y para adoptar una nueva forma de enseñar, el profesor siempre será el guía de la clase, la enseñanza no debe perder el sentido filosófico, teórico y práctico del conocimiento.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/407853-apostemos-tendencias-educativas-modernas/

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El eterno racismo en la tierra del Ku Klux Klan

Por: Ilka Oliva Corado

Surge la pregunta urgente, ¿qué hace Obama hablando de derechos humanos en Venezuela y firmando acciones ejecutivas injerencistas, cuando en su país la policía caucásica, asesina afro descendientes todos los días en crímenes de odio racial?

Partiendo de ahí es imposible hablar de democracia en el país, una falacia más de las tantas que ha inventado este sistema injerencista que no se ocupa de su política interna.

Sin lugar a dudas la peor vergüenza para la comunidad afro descendiente es haber tenido un presidente negro afín al capital, que no los representara con integridad y que con cada acción denigrara a sus ancentros e irrespetara a las generaciones futuras.

Más cruel aún, que vea asesinar afro descendientes en manos de la policía caucásica, en evidentes casos de odio racial y no haga nada al respecto, más que utilizar su oratoria y su excelente dramatización teatral para dar el pésame entre lágrimas y poesía. Una deshonra total para los mártires afro descendientes que dieron sus vidas en la lucha por los Derechos Civiles.

Más latente que nunca el ku klux klan, y más libre y más impune pues viene desde las entrañas del sistema de justicia de todo el país. La policía es solamente la acción evidente, hay mucho más en las sombras de la mediatización. ¿Derechos humanos en Estados Unidos? Jamás.

Esa segregación racial que no puede esconder Estados Unidos aunque quiera, es el elefante dentro de la habitación. Está en el sistema de salud, en el sistema de educación, está en las fibras más íntimas de la sociedad, en los patrones de crianza; en lo más banal ahí también está inmerso el racismo y el odio. Y lo evidente, en el sistema de justicia que no es imparcial cuando se trata de negros o latinos indocumentados. De unos años para acá, también con los musulmanes que son acusados así por así de terroristas.

Los actos terroristas en Estados Unidos los realiza todos los días la policía y esos torturadores, esos violadores, esos asesinos vestidos de uniforme, que son fieles al ku klux klan nunca van a la cárcel, a ellos nunca se les imponen cargos, a ellos siempre el sistema y la doble moral de la sociedad blanca caucásica los excusa y les avala el odio racial, porque también ellos se sienten superiores por el color de piel.

¿Por qué Obama no firma una Acción Ejecutiva de emergencia para tratar el odio racial de la policía hacia la comunidad latina indocumentada y afro descendiente? Así como las firma de inmediato para invadir países en democracia.

Y el papel de la sociedad, ¿Porqué no han salido las masas blancas caucásicas a exigir un alto a los crímenes raciales y a denunciar el sistema impune que deja libre a los culpables? ¿Todas las vidas importan en Estados Unidos? No, importan las blancas caucásicas nada más. ¿En dónde está la comunidad europea, la musulmana, la asiática y la latinoamericana uniéndose a las manifestaciones masivas de afros exigiendo justicia? La comunidad LGBTI que lloraba de alegría cuando legislaron la ley del Matrimonio Igualitario, ¿en dónde está ahora uniéndose a los afros exigiendo el respeto a la vida y a los derechos humanos? ¿Doble moral? ¿En dónde están la iglesias, los feligreses que toman las calles cuando del aborto se trata, en dónde están manifestando por el respeto a la vida de los negros? ¿Doble moral? ¿En dónde están los millones de indocumentados uniéndose a las manifestaciones? ¿Doble moral? ¿De qué estamos hechos? De porquería…

El sesgo con el que la mediatización de los medios de comunicación nacionales e internacionales han manejado la información es la evidencia de un racismo que se vive a nivel mundial. Pregunto, ¿en dónde están los presidentes del mundo que piden una invasión en Venezuela, exigiendo justicia por los crímenes de odio en Estados Unidos, cuestionando a Obama así como cuestionan a Maduro? ¿Por qué no piden la renuncia de Obama así como piden la de Maduro? Así como fueron Orlando, Francia, Charlie Hebdo, Bruselas y tantos ataques terroristas más, ¿por qué no son las vidas de los afro descendientes en Estados Unidos y el mundo?

¿Con qué cara Hillary Clinton, Biden y Obama le piden a Maduro que “respete” los derechos humanos de venezolanos cuando aquí en su país la policía asesina afros y latinos indocumentados todos los días y los culpables nunca van a la cárcel? ¿Doble moral?

Esto no se trata de negros y blancos. Se trata de un sistema impune, de una sociedad que solapa, de líderes que manipulan, de medios de comunicación que ocultan y tergiversan. Se trata de nuestra doble moral. Se trata del silencio de todos los que vivimos en Estados Unidos, nacidos aquí o no. Se trata de dejar a otros la responsabilidad que nos corresponde a nosotros desde nuestro lugar en la sociedad. Se trata de nuestra indolencia cuando la violencia la sufre otro que no habla nuestro idioma, que desconoce nuestra cultura, que no vive cerca de nuestra casa, que nació en otro país, que tiene distinto color de piel.

Se trata de lo inhumano que nos corroe y que nos convierte en lacayos idénticos a quienes ejercen la discriminación racial en los crímenes de odio, somos más culpables aún, por avalar la segregación racial y la injusticia con nuestro silencio y nuestra pasividad.

Esto también nos incumbe a todos dentro y fuera de Estados Unidos, porque el odio racial existe en todo el planeta. Esto debe llamarnos a una auto evaluación de nuestro papel en la sociedad. Y preguntarnos las veces que sean necesarias, ¿de qué manera ejerzo yo el racismo? ¿En qué forma solapo la segregación racial? Y la más importante, ¿qué puedo hacer yo desde mi lugar en la sociedad para crear un cambio? ¿De qué manera me puedo involucrar?

¿Qué tal va nuestra doble moral? ¿Es nuestro país también tierra del ku klux klan? ¿De qué magnitud es el racismo en nuestra casa, colonia, pueblo, comunidad, país? ¿Qué tan patriarcales, misóginos, machistas, clasistas, racistas, xenófobos y mente colonizada somos?

Nuestra mayor irresponsabilidad como ciudadanos del mundo es dejar en manos de otros lo que nos corresponde como seres individuales, que somos parte de un todo, porque al final de cuentas todo en este mundo va de la mano. ¿Todas las vidas importan? Depende: el género, el color, la étnia, la nacionalidad, la clase social y grado de escolaridad, es nuestra consigna en el mundo entero. Vaya nivel de deshumanización el nuestro.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/07/09/el-eterno-racismo-en-la-tierra-del-ku-klux-klan/

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La admisión a posgrados de la Universidad Nacional

Por: Ignacio Mantilla

La naturaleza misma, los requerimientos, la demanda y la oferta de cupos para cursar estudios de posgrado hacen que tanto la convocatoria como el proceso de admisión sean sustancialmente diferentes al proceso de admisión al pregrado. En efecto, es más extensa, prácticamente se realiza durante todo el periodo académico, y se consolida con la presentación de las pruebas que son exigidas en algunas áreas.

Antes de mostrar algunas cifras de los posgrados de la Universidad Nacional, quiero destacar especialmente el interés creciente de los nuevos profesionales por realizar estudios de posgrado, principalmente programas de maestría, inmediatamente después de concluir los estudios de pregrado. Es por lo tanto común o corriente que algunos jóvenes busquen opciones de becas para continuar sus estudios, aún con preferencia sobre la búsqueda de un primer empleo, incluyendo en su búsqueda la no despreciable opción de realizar los estudios en el exterior.

En la Universidad Nacional, actualmente cerca del 20% de los estudiantes  son de posgrado. La Universidad ofrece más de 300 programas de posgrado en todos los niveles, la mayoría son maestrías de investigación. Contamos también con cerca de 60 programas de doctorado y 35 especialidades médicas.

La demanda de cupos es muy disímil, como lo muestran las cifras del proceso que acaba de concluir: se presentaron 6452 aspirantes para una oferta de 4212 cupos; sin embargo la cifra de la demanda por especialidades médicas es asombrosa: hubo 2931 médicos aspirantes a cursar una especialidad y únicamente 151 cupos disponibles. Es decir que la gran competencia por el ingreso que ya se da en el pregrado de medicina es aún mayor en el posgrado. Esta es, claramente, una de las causas por las que a muchos sólo les queda la opción de ir a especializarse en el exterior. Lo cual no justifica la obtención de engañosos diplomas que algunos pretenden convalidar como de especialistas; títulos que han sido motivo de debate recientemente.

Pero, en los otros programas de posgrado la cobertura es amplia y se presenta incluso el caso extremo de programas cuya disponibilidad de cupos supera ampliamente a la cantidad de aspirantes inscritos, cosa impensable en cualquier carrera ofrecida por la Universidad Nacional.

Todos los programas de posgrado de la Universidad Nacional están subsidiados en un valor que alcanza más del 60% y un buen número de estudiantes son beneficiarios de alguna beca. El valor de la matrícula oscila entre dos y cinco millones de pesos (3.5 y 8 smmlv) aproximadamente y, a diferencia del pregrado, este valor no depende de la condición socioeconómica del estudiante o de su capacidad de pago, sino del programa mismo.

Naturalmente los profesionales, estudiantes de doctorado, son un enorme capital para reforzar el recurso docente de una institución. Es común y recomendable que haya asistentes que se formen como nuevos docentes mientras adelantan sus estudios doctorales y que adicionalmente, por una parte, ayuden a mitigar la escasez de profesores, atendiendo las asignaturas obligatorias en el pregrado y, por otra, que como compensación, reciban una ayuda económica y exención de pago de matrícula para estimular su entera dedicación al programa.

Estoy convencido de que no debe haber estudiantes de tiempo parcial en un programa de doctorado. El doctorando debe dedicarse exclusivamente a sus estudios y es por esta razón que todo estudiante de doctorado debe estar financiado, preferiblemente becado. Adicionalmente, es fundamental para los estudiantes de doctorado que durante el desarrollo de su tesis puedan acceder a pasantías internacionales que les permitan vivir y aprender de otros ambientes académicos. La experiencia internacional, de otra cultura, si es posible otro idioma, no solamente fortalece la formación académica del estudiante sino que además lo forma como ciudadano, como investigador y ser humano integral.

Una información adicional sobre el proceso de admisión recientemente concluido en la Universidad Nacional es la edad de los aspirantes a los programas de posgrado: 67 de ellos tienen más de 50 años y la mitad de los aspirantes tienen entre 26 y 30 años. Sorprende que cerca de 30 aspirantes no habían cumplido los 20 años.

Como en el caso de los exámenes de admisión a los programas de pregrado,  los exámenes para posgrado se presentan dentro y fuera del país. De esta forma encontramos que los aspirantes inscritos al proceso de admisión son de 24 nacionalidades distintas. La mayoría de extranjeros son ecuatorianos, seguidos del grupo de venezolanos, costarricenses y algunos alemanes, ingleses y norteamericanos.

La Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, es la institución de educación superior del país con mayor cobertura en posgrado. Más del 40% de los graduados de doctorado en Colombia son formados en nuestra alma mater. Los esfuerzos de nuestra Institución para ofrecer programas de posgrado de calidad internacional, nos obliga a invertir permanentemente en equipos, bases de datos, laboratorios, bibliotecas y movilidad internacional, entre otros muchos aspectos, que son esenciales para la investigación y formación al más alto nivel. Gracias a los colombianos por creer y apoyar a su Universidad Nacional.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/admision-posgrados-de-universidad-nacional

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La educación en Colombia al garete

Por: Ángel Pérez Martínez

Quienes conocemos el funcionamiento del Estado en Colombia no podemos ignorar el efecto negativo que tiene para el equipo directivo y demás funcionarios de un Ministerio o de una entidad pública no contar con un jefe nombrado en propiedad y con el respectivo apoyo técnico y político que lo avala. En estos casos las decisiones complejas se posponen y la interinidad impide el desarrollo y la concreción de los programas.

Sorprende que no exista Ministro de educación en propiedad desde el 30 de agosto, dadas las responsabilidades y la importancia de este Ministerio en la política educativa y social del país, las cuales son enormes, veamos: El MEN tiene incidencia directa en la matrícula de 8.3 millones de estudiantes de la educación oficial en Colombia, la cual funciona en 41.736 sedes educativas por todo el país con más de 320.000 docentes. A las cifras anteriores se deben agregar los 1.6 millones de estudiantes de colegios privados y 2.3 millones de estudiantes de la educación superior, más sus respectivos docentes. Luego son cerca de 13 millones de personas entre estudiantes, docentes y personal administrativo y de apoyo que a diario asisten o laboran en un sistema educativo cuya responsabilidad es del MEN. Así mismo, los más de 34 billones de recursos públicos del sector educativo ($31.6 billones presupuesto nacional y más de $3 billones de recursos de las entidades territoriales) hacen del Ministerio la institución nacional con mayor presupuesto del país. Sin embargo, el MEN no tiene Ministro, y lo peor, parece no importar que no lo tenga.

También sorprende que no haya Ministro de educación porque el presidente Santos logró para su elección en la segunda vuelta el apoyo de la Federación Colombiana de Educadores, FECODE, de importantes organizaciones del magisterio tales como CANAPRO, CODEMA y SINDODIC, así como de diversos expertos del sector educativo. Además, por primera vez en los últimos gobiernos la educación se constituyó en uno de los 3 pilares del Plan Nacional de Desarrollo, PND, “Todos por un Nuevo País”, junto con la equidad y la paz. En las bases de dicho PND se sostenía que “la paz favorece la equidad y la educación, la equidad propicia la paz y la educación, y la educación genera condiciones de paz y equidad”.  Lo anterior es cierto, pero hasta ahora el MEN no ha logrado movilizar a los colegios y menos a los docentes en torno a la paz. La cátedra de la paz y una acción decidida de colegios, docentes y padres de familia a su favor han sido las grandes ausentes del proceso de paz.

Además, el PND “Todos por un Nuevo País” asumió la educación como el “más poderoso instrumento de igualdad social y crecimiento económico en el largo plazo, con una visión orientada a cerrar brechas en acceso y calidad al sistema educativo, entre individuos, grupos poblacionales y entre regiones, acercando al país a altos estándares internacionales y logrando la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos” (Ley 1753 de 2015). Lo anterior es cierto, pero mientras no se mejore la calidad de la educación de los más pobres y se creen universidades con ubicación y programas estratégicos para aumentar el acceso de los estudiantes (cobertura del 50%) y la pertinencia de la educación superior, el punto de la equidad es un canto a la bandera.

También sorprendió, en su momento, que, a pesar del acompañamiento de los docentes y sus organizaciones, el Presidente Santos decidiera nombrar al frente del Ministerio de Educación a Gina Parody, mujer sin duda inteligente y capaz, pero que no conocía el sector y menos de política educativa y sus complejidades. Les recuerdo que durante los últimos cinco gobiernos el país no ha tenido una política pedagógica sería y coherente, que no estandarice y que acepte las disparidades regionales y la autonomía de los colegios. A cambio de política pedagógica el enfoque ha estado en las pruebas, los rankings, los índices sintéticos de calidad y los derechos básicos de aprendizaje,  todas ellas acciones de llegada —productos finales dirán algunos— pero que no tocan y afectan el proceso educativo de manera real. Una política educativa fuerte y coherente involucra un enorme esfuerzo de trabajo con los docentes, facultades de educación y comunidad educativa, esfuerzo que los gobiernos prefieren soslayar.

Destaco de la exministra Parody los programas de jornada única, el plan nacional de construcciones escolares, la propuesta de colegios 10 y su reclamo, bien sustentado, por mayores recursos para el sector educativo, a pesar de que en este gobierno, por primera vez, el sector educativo tiene la mayor participación en el presupuesto nacional, por encima del sector defensa. En palabras de la exministra: “Chile invierte 4.500 dólares al año por estudiante. Nosotros, con la devaluación, invertimos alrededor de dos millones y medio de pesos, o sea, 800 dólares. En la OCDE el promedio es de 8.400 dólares por estudiante al año. Por ahí comienza la inequidad”.

La exministra nunca logró el acompañamiento y la armonía de trabajo que se requiere con los docentes, las organizaciones del magisterio y del sector. En política educativa nada se logra sin el compromiso de los docentes.

Las propuestas del Plan Nacional relacionadas con la educación y la paz y equidad, y en general el impacto de la educación con el desarrollo social, político y económico de la población, a nivel macro, tienen pocos reparos, y con seguridad concretar estos propósitos educativos requerirá el esfuerzo de éste y de varios gobiernos (jornada única, construcciones de colegios y mejora de la calidad tienen metas a 2030).  Para empezar, se requiere contar ya con un buen ministro o ministra de educación con experiencia y conocimiento del sector.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/la-educacion-en-colombia-al-garete-por-angel-perez/235139

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Espacios públicos, ¿cotos privados?

Por: Pedro de la Hoz

Toda ciudad cuenta con espacios públicos: plazas, parques, arterias viales, pero también centros culturales, recreativos, de servicios y otros ámbitos en los que está presente el intercambio social. En unos, más que en otros, pero en todos sin excepción, opera y se manifiesta una dimensión cultural que es a su vez reflejo de conductas cívicas, actitudes éticas y nociones estéticas.

Una sociedad como la nuestra, o con mayor exactitud a la que aspiramos, debe precisar el alcance conceptual de lo que esos espacios representan tanto en el plano simbólico como funcional, y en un orden mucho más puntual, hallar correspondencias entre la manera de gestionarlos y su incidencia en la calidad de vida de las comunidades donde se insertan.

Cuando hablo de gestión no me refiero únicamente a la administración aun cuando en ciertos casos sea deficiente y hasta negligente, sino al uso que se les dé a partir de la comprensión de su necesidad como bien público. A la administración se debe exigir cumplir con lo que toca, pero sin el compromiso y la participación ciudadana nada será posible.

Permítaseme colocar un ejemplo. En el cen­tro de El Vedado se levanta un monumento que honra a Mariana Grajales, la madre de los Maceo. Por años parque y monumento vinieron a menos en cuanto a estado físico, hasta que por interés y voluntad de la Oficina del Historiador de la Ciudad y el órgano de gobierno de la capital se restauró la escultura y rehabilitaron el mobiliario y las áreas verdes del parque.

Pero tales acciones solo se completaron cuando al darle nueva vida a ese espacio, de memoria sagrada para la Patria, se comprometieron con su cuidado a los actores de la comunidad, léase el Consejo Popular, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, la Federación de Mujeres Cubanas y el preuniversitario Saúl Delgado. Lo que se veía y padecía poco tiempo atrás —retozos sobre la estatua, balonazos que se estrellaban contra esta, pintadas en los pasajes, maltrato a los bancos, escándalos producidos por la ebriedad— se ha reducido a la mínima expresión y cuando sucede se toman las medidas pertinentes.

Mantenimiento, protección y llamadas de atención pesan, pero lo decisivo pasa por in­formar, orientar, educar, compulsar y comprometer: crear conciencia entre los vecinos y es­tudiantes acerca de los valores de ese espacio público.

Hace dos años, Eusebio Leal decía: «Hoy existe una conciencia más amplia en la población del carácter patrimonial de su ciudad, no solamente del centro histórico. La patrimonialidad de La Habana desborda con creces el Centro Histórico, y existe también una gran preocupación por su preservación, para que no aumente, más bien se detenga, la degradación urbana, la descalificación de los espacios públicos».

No hay ningún municipio del país, por pequeño que sea, en el que deje de existir un sitio relacionado con nuestra historia. De lo que se trata es de potenciarlos como parte de la memoria colectiva del presente y el futuro.

Pero también debemos ocuparnos de aquellos espacios de uso cotidiano, donde transcurre una parte importante de nuestras vidas. Qué santiaguero no siente orgullo de la calle En­ramadas, o de la trama cultural de la calle He­redia. A ninguno habrá que decirle cómo comportarse, mantener limpio el ambiente, dar muestras consuetudinarias de civilidad y respeto.

Lo que no puede ocurrir es algo que observé el año pasado en el Parque de la Libertad, de Matanzas, donde la apertura de una zona de conexión inalámbrica (wifi) se traducía en el agrupamiento de decenas de personas sobre los símbolos del lugar, o lo que en fecha más reciente ví en el parque Ignacio Agra­monte, de Camagüey, en el que no hay mo­mento del día y parte de la noche sin la emisión de músicas urbanas de pésima calidad reproducidas por bicitaxistas a todo meter.

En este último caso es deplorable que un esfuerzo tan afanoso como el que llevan a cabo las autoridades locales y la Oficina del Historiador de la Ciudad —entre el 2016 y 2017 se acomete un programa inversionista de notable magnitud para el cuidado, mantenimiento y protección del patrimonio tangible de la villa— se empañe por indisciplinas sociales.

Ni que en una trama cultural que sobresale a escala nacional, como la Calle de los Cines, que alienta un inédito proyecto para la educación de los jóvenes en el universo digital con fines estéticos, se convoque, en el cine Ca­sablanca, a una llamada discofiñe, donde la música dista de ser de la mejor calidad.

Es quizá la utilización de la música en los espacios públicos la asignatura de más baja calificación en el país. Pareciera territorio de nadie, aunque se sabe que se halla a merced del gusto o el mal gusto de los operadores de audio. Suele confundirse animación con estridencia. Vaya usted a la pizzería de la Marina Hemingway un fin de semana para que se aturda con el volumen indiscriminado de los reguetones más pedestres.

No es cuestión de género, aunque cabría en otro momento analizar de dónde viene y de qué va el reguetón. Rock, pop, salsa, o esas indefiniciones que ahora pasan por mú­sicas tropicales, en vivo, en grabaciones o en pantallas, a todo volumen y arbitrariamente programados, agreden oídos y degradan sensibilidades, ya sea en espacios gestionados por el estado o por el emergente sec­tor no estatal.

Al Instituto Cubano de la Música le cabe el encargo de establecer regulaciones y normas válidas para ambos sectores, pero se ha dilatado en demasía su dictado. No se trata de prohibir ni aplicar absurdas o inviables restricciones, sino humanizar el disfrute de la diversidad sonora de nuestro entorno.

Si hemos llegado al consenso, explícito en la actualización de los Lineamientos Eco­nó­micos y Sociales aprobados por el 7mo. Con­greso del Partido y asumidos por los diputados que nos representan en la Asamblea Nacional del Poder Popular, de que estamos en la obligación de promover y reafirmar la adopción de los valores, prácticas y actitudes que deben distinguir a nuestra sociedad, no podemos darnos el lujo de desatender el tema que nos ocupa.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-10-18/espacios-publicos-cotos-privados-18-10-2016-23-10-56

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El feminismo: de la ilustración a la globalización

Rosario Herrera

En la teoría feminista
Se plasman los efectos reflexivos
de las luchas de las mujeres
por su liberación.
Celia Amorós

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No deja de sorprender la actualidad en problemas, conceptos rectores, líneas de pensamiento, posiciones filosóficas, perspectivas teóricas, programas, movimientos sociales y contexto histórico-político, una obra colectiva sobre el trayecto histórico, político y cultural que va desde el feminismo ilustrado hasta la globalización”, muy bien pensada, erudita y con un elenco de filósofas especialistas en el tema cinco estrellas, coordinada por la prestigiada teórica y luchadora feminista española, la Dra. Celia Amorós, a quien hace algunos años tuve el honor de hospedar y dialogar durante una larga caminata por Morelia, en el marco de una conferencia magistral sobre filosofía y feminismo que dictó en Morelia, y a quien años más tarde volví a encontrarme en la UNED de Madrid, España, ella como profesora e investigadora y la que escribe como estudiante del doctorado de su departamento: Filosofía Moral y Política. Siempre aguda y polémica, sin dejar de ser, haciendo honor a su apellido, amorosa. Una obra en cuya coordinación la acompaña, la Dra. Ana Miguel Álvarez, filósofa española, profesora e investigadora titular de la universidad Rey Juan Carlos de Madrid, temprano destacada por su tesina sobre “Marxismo y Feminismo en Alexandra Kolantai” (la voz de Galicia (1 de noviembre de 2006), su brillante tesis doctoral defendida en la Universidad Autónoma de Madrid, “Élites y participación política en la obra de John Stuart Mill” y sus novedosos textos sobre Flora Tristán y el feminista Quasim Amin, que incluye en esta magna obra (Celia Amorós y Ana de Miguel, Teoría feminista: de la ilustración a la globalización, Madrid, Minerva, 2005).

Desde el Primer Tomo, estamos ante un espléndido libro colmado de profundos pensamientos filosóficos rectores: 1) conceptualizar es político; el feminismo es una teoría crítica de la sociedad; 3) las tesis de la teoría feminista pueden ser exploradas en las redes de Movimiento Feminista, cual laboratorios de experimentación con los conceptos y teorías que desafían los códigos patriarcales dominantes; 4) el problema toral del feminismo es la ceguera de las tradiciones emancipatorias ante el sistema de dominación patriarcal; una ceguera que sigue afectando a la sociedad y exigiendo la imperiosa llamada de Mary Wollstonecraft: “Que las feministas ilustradas dejen de sacar brillo a sus cadenas y se dispongan a quitárselas”. Algo que recuerda unas palabras de Karl Marx: “El esclavo besa sus cadenas”. Una terrible verdad que si la hubiera profundizado, se le habría adelantado a Sigmund Freud, en la invención del discurso psicoanalítico.

Tres volúmenes que recogen el trabajo de una década, con doctos ensayos de investigación de numerosas y doctas pensadoras, que sistematizan el movimiento social feminista y sus teóricas, que tratan de ponerle nombre al sistema de dominación humana patriarcal más “antiguo del mundo” (Kate Millet).

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“De la Ilustración al Segundo Sexo”, es el tema del Tomo 1, la llamada “Primera Ola”, cuyo programa resume esta explosiva fase a través de una red conceptual que se despliega en estas tesis principales: 1) La teoría feminista es un corpus conceptual y reflexivo que se despliega en una práctica escritural y dialógica que plasma los efectos reflexivos de las luchas de las mujeres por su liberación” (Celia Amorós); 2) la teoría feminista no es un pensamiento lineal ni homogéneo de acuerdo a las luchas; 3) la trayectoria va de los agravios y quejas de las mujeres contra el poder usurpador patriarcal del que se asume como amo y/o es levado a ese rango, hasta “las vindicaciones” que se expresan la denuncia de la crisis de legitimidad de este “poder” en las luchas por la ciudadanía de las mujeres en la Revolución Francesa y que llega hasta el Movimiento Sufragista; 4) la obra de la filósofa existencialista Simone de Beauvoir [Le deuxieme sexe, Gallimard, 1949 (El segundo sexo, Madrid, Aguilar, 1972)], es la articulación entre las preguntas últimas de esta primera fase y la apertura de los nuevos ámbitos temáticos de la llamada “Segunda Ola” del feminismo.

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Del feminismo liberal a la posmodernidad, es el corpus del volumen 2, al filo de la “Segunda Ola”, que recorre la fase de las movilizaciones feministas de los 60 y 70 del siglo pasado, teniendo como horizonte el mayo del 68 y los movimientos estudiantiles mundiales, con sus militantes de la New Left y del Movimiento Pro Derechos Civiles de los afroamericanos, pero donde las mujeres experimentan el sexismo, por lo que se plantean su autonomía, y en el plano teórico, independizarse de la absorción de sus problemas por los paradigmas vigentes: el marxismo y el psicoanálisis, que gesta el “feminismo radical”, para dar cuenta de la opresión de las mujeres en todas sus tan frívolas como intolerables facetas. Y donde surgen paralelamente el feminismo socialista y el feminismo cultural, con su puesta en cuestión de los ideales ilustrados desde la perspectiva de la posmodernidad, que le plantea al feminismo emancipatorio inexcusables retos.

Un segundo tomo abundante en pensamientos filosóficos y propuestas: 1) el feminismo liberal de la posguerra, a través de la pluma de Betty Friedan y la fundación del feminismo liberal, a través de la aguda lectura de Ángeles Perona; 2) lo personal es político: el surgimiento del feminismo radical a cargo de Alicia Puleo; 3) “La dialéctica del sexo” de Shubmith Firestone: modulaciones feministas del freudomarxismo, por una autorizada freudomarxista como Celia Amorós; 4) la teoría de las mujeres como clase social, a través de los agudos pensamientos de Christine Delphy, Lidia Falcón y Asunción Portolés, que llevan hasta sus últimas consecuencias la lucha de clases al corazón de la dominación patriarcal, 5) el feminismo socialista estadounidense de la

“Nueva Izquierda” y las teorías del sistema dual (capitalismo+patriarcado), bajo la conducción de Cristina Molina Petit; 6) teoría del feminismo radical: política de la explotación sexual (Kathleen Barry); 7) los debates del feminismo cultural a cargo de Raquel Osborne; 7) la diferencia sexual como diferencia esencial de Lucy Irigaray y Luisa Posada Kubissa; 8) el pensamiento de la diferencia sexual en el feminismo italiano, representado obviamente por Luisa Muraro, con su polémica tesis del “orden simbólico de la madre”, conducido por Luisa Posada Kubissa y 9) el feminismo y la posmodernidad: una difícil alianza (Seyla Benhabid).

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De los debates sobre el género al multiculturalismo, es el título del Tomo 3, que se sitúa en el horizonte de la globalización y la dilución de las fronteras, que exige una agenda feminista global, de acuerdo a sus exigencias. Los movimientos “queer”, que llevan a debate hasta el mismo concepto, en los países coloni8xados por Occidente, donde surge un “feminismo poscolonial”: los ecofeminismos que dan forma a la convergencia de ciertas perspectivas feministas y la problemática ecológica, como “la feminización de los flujos migratorios”, que hace apremiante la contrastación de los derechos humanos de las mujeres con el fenómeno de la multiculturalidad.

El acceso a las nuevas tecnologías, los procesadores, los sitios virtuales y el ciberfeminismo, que liga a nuevos sujetos emergentes a las anónimas relaciones con el capital y el trabajo en lo que llama el filósofo catalán Eugenio Trías llama “El Casino Global”, que obligan a un nuevo orden de género y, necesariamente, a que la teoría feminista se haga cargo de un nuevo e inmenso material de reflexión.

Fuente del articulo: http://michoacantrespuntocero.com/el-feminismo-de-la-ilustracion-a-la-globlalizacion/

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Indicadores invisibilizados del Derecho a la Educación

Rafael Lucio Gil

En artículo reciente anotábamos algunas pautas para comprender la Educación como un Derecho Humano. El discurso oficial insiste en “restituir derechos”, entendiéndose que ello incluye el de Educación. Pero cuáles son los componentes e indicadores de este Derecho, que  debieran ser tomados en cuenta, para que esté realmente siendo restituido, más allá del discurso simbólico.

Las cuatro A que propusiera Katarina Tomasevski en Naciones Unidas, como pilares de este Derecho, posibilitan profundizar en los indicadores requeridos para lograr su integralidad. Estos, aún son invisibilizados por las estadísticas habituales; explicitarlos posibilitaría avanzar notablemente en la mejora de la educación. Ocultarlos significará, no solo traicionar este Derecho, sino también mentirle a la Nación. Son estos cuatro pilares –Asequibilidad o Disponibilidad, Accesibilidad, Aceptabilidad y Adaptabilidad, que posibilitan que el edificio del Derecho a la Educación se construya sobre bases sólidas.

Desde la ASEQUIBILIDAD o DISPONIBILIDAD, se requiere que el estado asegure las instituciones, recursos financieros, personal y programas educacionales en la cantidad requerida, con las instalaciones necesarias para funcionar adecuadamente según los contextos específicos.

Esto demanda cumplir indicadores, tales como: escuelas suficientes con estructuras adecuadas (baños para ambos sexos, agua potable, normas antisísmicas, condiciones seguras). Estado aceptable de la infraestructura y dotaciones de insumos escolares. Docentes capacitados y en número suficiente, que reciban sueldos competitivos en el país; materiales de enseñanza suficientes, disponibilidad de bibliotecas, instalaciones de computadoras y tecnologías de la información.

La ACCESIBILIDAD deberá traducirse en que la educación sea accesible para todos, física y económicamente, sin discriminación de ninguna clase. Que sea gratuita, particularmente, en sus diferentes niveles.

Esto debe comprender la abolición de costos directos e indirectos, tales como uniformes, útiles escolares, alimentación escolar; ubicación geográfica adecuada de las escuelas  y docentes en todas las regiones del país. Provisión adecuada de medios de transporte gratuito para llegar a la escuela, estrategias de acción afirmativa (becas, transferencias condicionadas a la asistencia) para garantizar el acceso a los grupos discriminados e históricamente excluidos.

La ACEPTABILIDAD refiere a la forma y contenido en calidad y probidad. Comprende el deber del estado, de asegurar que las escuelas tengan ciertos estándares mínimos para el proceso de enseñanza-aprendizaje,  currículo pertinente; materiales escolares que valoren las diferencias, la pluralidad étnica y el diálogo intercultural. Gestión democrática de la escuela, valores y relaciones entre sujetos de la comunidad escolar, que tengan como base el respeto y la promoción de los derechos humanos, incluso la superación de cualquier forma de violencia en el ámbito de la escuela.

Formación inicial y continuada de docentes y demás trabajadores de la educación. Estrategias de incorporación permanente de los derechos humanos a la educación, y para superar todo tipo de discriminaciones en el campo de la educación. Capacidad de responder a adolescentes embarazadas o con niños y niñas pequeños. Requiere responder a jóvenes trabajadores que tengan la edad permitida por la Convención de la Infancia, y que frecuentan la escuela.

La ADAPTABILIDAD se refiere a la necesidad de que la educación sea flexible y capaz de responder a las necesidades de los estudiantes, dentro de diversos ambientes sociales y culturales.  Recursos físicos, docentes y de dotación escolar, que permitan la Adaptación del proceso educativo a los contextos específicos donde habitan las poblaciones, y la interculturalidad. Capacidad de responder a contextos multilingües. Los Docentes deben estar preparados para educar a niños y niñas con discapacidad en escuelas ordinarias, y se debe disponer del equipo y el apoyo necesarios para que las personas con discapacidad puedan alcanzar el mismo nivel de educación que las demás personas.

Por último, en los últimos años también se ha incluido la RESPONSABILIDAD en la educación, que demanda al estado establecer mecanismos que permitan a la ciudadanía supervisar al estado, y exigirle cumplir con sus obligaciones. Procesos participativos amplios para discutir leyes y políticas públicas relativas al Derecho; realizar publicaciones de informes sobre el avance de las leyes, políticas públicas y procesos presupuestarios relativos al Derecho; y establecer canales expeditos que permitan el monitoreo del Derecho por parte de la ciudadanía, incluyendo niños, niñas y adolescentes, así como la reorientación pertinente de la política y el presupuesto público.

Fuente del articulo: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/393854-indicadores-invisibilizados-derecho-educacion/

Fuente de la imagen:  http://observatoriopoliticasocial.org/wordpress/wp-content/uploads/2014/02/indicadores.pn

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