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Las acciones de la CNTE deben seguir

Por Pedro Echeverría V.

Las batallas de los maestros de la CNTE durante más de tres décadas y media, es decir desde 1979, han sido con mucho las más importantes de la historia de las luchas sociales en México y no han concluido; además es seguro que vendrán otras quizá más fuertes.cnte-logo 

1. “Padres de familia, niños y maestros de al menos 10 escuelas realizan una serie de bloqueos intermitentes en diversos puntos de la Ciudad de México en contra de la Reforma Educativa y en apoyo a los profesores de la Coordinadora (la CNTE). Uno de los bloqueos ocurre en el cruce de avenida Eduardo Molina, a la altura del metrobús Vasco de Quiroga. Los padres de familia y maestros son de la escuela primaria Maestro Silio. Una maestra lleva cuatro años en esa primaria y argumentó que este mes le hicieron un descuento de 800 pesos a pesar de que a ella no la han llamado a evaluar. Hubo un pequeño altercado con los automovilistas. La lucha sigue.

2. Los gobiernos fascistas de México siempre, de una u otra forma, han derrotado las luchas de los trabajadores. Y como éstas nunca han triunfado en siglos, no se han convertido en ejemplo que nos enseñen el método para enterrar a esta clase y este sistema capitalista de explotación y opresión de la humanidad. He escrito más de mil un veces acerca de la historia de las luchas de los trabajadores contra los gobiernos y los poderosos empresarios para conquistar condiciones menos peores de vida: los ferrocarrileros, electricistas, petroleros, campesinos, estudiantes, pero uno a uno nos han derrotado y ningún pretexto cabe para suavizar los golpes y madrizas recibidas.

3. Los maestros de la Coordinadora (la CNTE) también hemos sido derrotados después de tres meses y medio de paro y casi cuatro años de luchas permanentes en las calles. Que vamos a regresar fuerte obvio, mientras tanto continuaremos con nuestras protestas; pero no se puede negar que como siempre el gobierno y los empresarios repitieron la estrategia del cansancio y de los engaños calumniosos, así como a las amenazas y la represión, para llevar a los maestros a un callejón sin salida. Es bueno reconocer que esos hijos de puta de la clase dominante volvieron a ganar porque cuentan con las fuerzas armadas, el dinero, los medios de información y la Iglesia.

4. Pero esto de las derrotas de las luchas de los trabajadores son históricas en México y en todos los países; ello nos obliga a seguir luchando con estrategias diferentes y más radicales. Marx lanzó su teoría contra el sistema capitalista de explotación en el segundo tercio del siglo XIX anunciando la liberación, el poder de los trabajadores, la igualdad; sin embargo el capitalismo pudo recomponerse, recambiar, reestructurarse, para enfrentar a los trabajadores y seguir dominándolos. Aceptó el capitalismo muchas reformas, repartición de tierras, algunas revoluciones, cambios importantes, todo aquello que no toque las bases del sistema capitalista.

5. Las batallas de los maestros de la CNTE durante más de tres décadas y media, es decir desde 1979, han sido con mucho las más importantes de la historia de las luchas sociales en México y no han concluido; además es seguro que vendrán otras quizá más fuertes. Ayudó para que en estos últimos veinte años se desarrollaran otras luchas de trabajadores que también contaron con su solidaridad. Lo que más me extraña es que la CNTE –a pesar de echarle todos “los kilos” a su lucha- no hayan podido derrotar a los dos últimos gobiernos panista y priísta de  Calderón y Peña Nieto que han sido los más asesinos gobiernos del neoliberalismo buscando privatizar todo.

6.  Hay muchos maestros que estamos “hasta la madre” de descontentos porque no pudimos evitar los despidos de los compañeros maestros que nos acompañaron en la lucha contra las evaluaciones y que apoyaron los más de 100 días de paro; también estamos enojados porque aún hay decenas de maestros y estudiantes presos que siempre estuvieron luchando junto a la CNTE. La molestia no es contra ningún dirigente o luchador social que durante años ha demostrado mucha integridad y consecuencia. Conozco a todos los compañeros maestros de la dirección política y cada uno de ellos es gente honesta y probada en honradez. La bronca es el gobierno.

7. Quisiéramos ver triunfar nuestras luchas para obligar a los gobiernos y empresarios a solucionar los problemas en educación, salud, desempleo, aumento de salarios, con el fin de que la inmensa mayoría de nuestro pueblo no sufra hambre, enfermedades e injusticia; pero no basta con querer o desearlo. Necesitamos mayor fuerza que gobierno y empresarios. Nosotros tenemos la razón porque luchamos por la igualdad y la justicia, pero nunca la razón es suficiente si no se tiene una enorme conciencia de lucha que ayude a superar el miedo, el temor, el terror que la clase dominante nos han metido con amenazas y golpes. ¿No es el miedo producto de la inconciencia?

8. Es nuestra obligación como CNTE: a) sacar a nuestros presos de la cárcel, sean profesores o estudiantes; b) Impedir que algún maestro sea cesado o despedido; c) apoyar a los estudiantes de las normales en la lucha por plazas automáticas; d) denunciar al gobierno nacional por no dialogar. ¡Organicémonos en contraturnos para los bloqueos efectivos de aeropuertos, plazas comerciales, glorietas, avenidas, carreteras y casetas, por ser la estrategia que ha dado mejores resultados! Las manifestaciones y los plantones están bien, pero las soportan, incluso en el Zócalo; los bloqueos preparados con piedras, palos y botellas, son más efectivos.

Fuente: http://kaosenlared.net/mexico-las-acciones-de-la-cnte-deben-seguir/

Imagen:www.telesurtv.net/__export/1470312718188/sites/telesur/img/news/2016/07/27/cnte_mexico_teachers.jpg_1718483346.jpg

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Otra forma de educar es posible

Por. Kenia Lugo de Contrera

Comienza otro año escolar, comienza un nuevo ciclo y como siempre es necesario reflexionar sobre nuestro papel como padres y como educadores en la vida de nuestros niños y adolescentes. Nunca es tarde para repensar cómo podemos hacer mejor las cosas, ya que estamos acostumbrados a responder mecánicamente a todo lo que sucede a nuestro alrededor sin atrevernos a cuestionarlo y salir de la zona cómoda. Es mas fácil y mas productivo para una sociedad capitalista mantener los esquemas que año tras año y día tras día se repiten en nuestras vidas y terminamos convertidos en autómatas o seres alienados por un sistema al cual no le interesa que desarrollemos nuestro potencial y seamos libres verdaderamente.

Desde que nacemos se nos imponen costumbres, creencias, estereotipos que iremos asimilando lentamente hasta convertirnos en la persona que otros quieren que seamos y no la que deseamos ser. Esa que existe en nuestro interior y lucha por emerger con todas sus potencialidades, sueños e ideas y que nos hace únicos.

Pero otra realidad es posible: una en la que nos hacemos a nosotros mismos si nos facilitan las oportunidades, si los conceptos de crianza y formación fuesen algo distintos, si nos atreviéramos a cambiar los esquemas que nos imponen.

La visión de la maternidad, paternidad, maestras y maestros, debe evolucionar, dejar de ser castradoras y represivas, verticales y autoritarias para convertirse en relaciones de respeto, equilibrio y orientación. Un verdadero mentor te motiva a hacer las cosas por ti mismo, a que desarrolles tus talentos, a que indagues, descubras tus propias verdades; te ofrece las herramientas para que tú construyas, te invita a que preguntes, te deja saciar tu curiosidad, te invita a soñar, no coarta tu creatividad, no te manda a callar si preguntas; no te dice que es mejor que hagas los problemas de matemática si lo que te provoca es dibujar, respeta tus talentos y te ayuda a que los desarrolles; no te impone sus ideas, valora no solo tus conocimientos sino también aquello en lo que mas te destacas: tu nivel de empatía e inteligencia emocional, te corrige amorosamente, trata de comprenderte y, sobre todo, hace lo que hace con amor y con la convicción de que ama su labor.

Y por supuesto, todo comienza desde el hogar, una madre y un padre amorosos te crían para la vida, sin devorarte o engullirte en sus expectativas, neurosis o temores. No compite contigo, ni te obliga a estudiar lo que ellos quieren, ni a comportarte como a ellos les agrada, ni te presiona para que complazcas al “qué dirán”, ni te grita u ofende, no critica; te ofrece las posibilidades de desarrollar tu creatividad, de que conozcas todo tu potencial, te respeta y respeta tus sueños, tu personalidad, tus gustos, tu forma de pensar y sentir, te escucha, comparte tiempo de calidad contigo; te cuida pero también te deja experimentar, conversa contigo, te ayuda a ver las consecuencias de tus actos mas que castigarte; te deja ser y crecer en búsqueda de tu propio yo y cuando creces se convierte en uno de tus mejores amigos que te da sabios consejos pero que al final respeta tus decisiones, por supuesto siempre dándote las orientaciones básicas para crecer.

Pero al final, sabemos que ni familia ni escuela tienen la culpa de ser como son, son estructuras que vienen de años y años de tradiciones que se instauraron hace tanto tiempo que cuesta creer que puedan ser diferentes. Sin embargo, los tiempos van cambiando y debemos ir adaptándonos, todos los conceptos evolucionan y cada día somos testigos de estos cambios.

Hay países donde los conceptos educativos son muy revolucionarios, ni hablar de los nuevos conceptos de familia. Poco a poco nos vamos preparando para un nuevo tipo de sociedad y de humanidad, aunque a veces la desesperanza parezca apoderarse de todos. Mientras haya vida hay esperanza, y la vida es ese reto, ese viaje para descubrirnos, construirnos, crecer, madurar, dejar atrás lo obsoleto e innovar. Saber que debemos dejar de lado lo que no es nuestro, lo que nos han impuesto y desaprender lo que nos hace daño para ser la mejor versión de nosotros mismos que podamos ser.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/otra-forma-educar-es-posible-tematica/

Imagen: www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2016/09/Vargas-psique-y-sociedad.jpg

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Aprendizaje diferenciado en el aula

Por. Marcela Momberg

Uno de los grandes desafíos de la Educación en el siglo XXI reside en generar experiencias de aprendizaje individuales para los alumnos. Dejando la anacrónica practica de educar a los “Universos” únicos e irrepetibles que viven en una sala de clases como si fueran uno solo. Lo que inevitablemente lleva a que los niños pierdan la motivación, el interés, siempre existan los que no logran los “aprendizajes” y peor aún se les olvide lo que les apasiona, motiva y diferencia.

La Era Digital dejó obsoleto el sistema educativo del siglo pasado, en que se buscaba formar operarios para las fábricas y la idea era “moldear” futuros trabajadores con capacidades determinadas. Los niños y jóvenes tienen a su alcance recursos, herramientas gratuitas, de infinita diversidad donde pueden desarrollar sus intereses y motivaciones. Trabajar de manera colaborativa y conectarse con otros seres humanos que desarrollen sus proyectos personales.

La conexión, colaboratividad y creatividad son parte de su mundo diario.

¿Qué le queda al sistema educativo? Mudar de piel y responder a las demandas de los alumnos de la Era Digital.

¿Cómo hacerlo? Perdiendo el miedo, saliendo de la “Zona de confort” y generando junto a los alumnos, los colegas y la comunidad educativa, co aprendizajes.

Personalmente, trabajo con tres grandes motores en mis clases, motivación, diferenciación (personalización) y creación (individual y comunitaria)

Motivación por que sin ella simplemente no hay aprendizaje, ni participación. Generar vínculos emocionales, sorprender, animar, inspirar, permitir un escenario de mutua validación. Reconocer lo que hace únicos a mis alumnos, sus sueños, proyectos, lo que les apasiona y conectarlo con el aprendizaje formal.

Personalizando las actividades, incluso las evaluaciones, de tal manera que exista en ellos una identificación y conexión con sus intereses reales.

Para finalizar en proyectos creativos, comunitarios y compartidos con la sociedad.

Hace meses atrás en Economía debíamos trabajar la desigualdad del ingreso chileno y en vez de dar una cátedra eterna o llenarlos de trabajos que recopilan información, cree para un curso historias imaginarias de al menos “25 familias tipos”, realidades tan diversas como recién emparejados, estudiantes universitarios, parejas de viejitos jubilados, matrimonios con 1 hijo, sin hijos, allegados, en fin reproduje lo más cercano posible la diversidad nacional, asignándole a cada grupo familiar, un monto mensual el cual debían distribuir en alimentación, vivienda, salud, educación, entretención, etc.

En clases y fuera de ellas debían visitar supermercados, portales inmobiliarios, colegios, debían vivir como una familia real y sobrevivir el mes.

A la segunda semana de trabajo, llegaron mails que de forma aleatoria les presentaban desafíos que debían asumir, desde enfermedades, aumentos de arriendos, disminución de sueldo, cesantía, aumento de la renta, herencia.

Al final, después de 4 semanas, los alumnos de Economía IB tenían clarísima la desigualdad distribución de la renta, lo estoico de sobrevivir con bajas rentas y la necesidad de hacer un cambio real.

Quedaron fascinados con la actividad las que compartieron con sus padres y amigos, valoraron el esfuerzo de sus progenitores y se propusieron apoyar y crear campañas de ayuda solidaria.

Trabajaron en grupos de 3 personas, con tal compromiso que los proyectos finales recibieron una ovación comunitaria.

El ambiente de la sala de clases era motivador, participativo, enfrascados en sus familias y en la tarea de llegar a fin de mes.

Después de la co evaluación y la evaluación final, las calificaciones fueron altísimas y el aprendizaje indeleble, con la certeza de que se “aprendió para la vida”

El aprendizaje diferenciado esta al alcance de un clic y sólo requiere de tiempo para crearlo, perder el miedo a la tecnología y el trabajo colaborativo de profesores aula.

¿Qué esperamos para crear?

Fuente: https://marcelamomberg.wordpress.com/author/marcelamomberg/

Imagen: https://marcelamomberg.files.wordpress.com/2012/09/felizdiferencia.jpg?w=523&h=352

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El cerebro como órgano plástico

Por Maribi Pereira

Hace unos años se creía que nuestro cerebro era estático e inalterable, que nacíamos con un número determinado de neuronas que iban perdiéndose con el paso del tiempo y que nuestros genes heredados condicionaban nuestra inteligencia. Hoy en día, y gracias a los avances de la neurociencia, sabemos que existe la neuroplasticidad, una propiedad del sistema nervioso que le permite adaptarse continuamente a las experiencias vitales. Nuestro cerebro es excepcionalmente plástico, pudiéndose adaptar su actividad y cambiar su estructura de forma significativa a lo largo de la vida.

La experiencia modifica nuestro cerebro continuamente, fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas, por lo que estamos en continuo aprendizaje. Este hecho permite que independientemente del declive natural que conlleva la vejez, el aprendizaje se puede producir a cualquier edad, generando nuevas neuronas, razón por la cual nuestra inteligencia no es fija ni inmutable (Guillén, 2012).

Desde la perspectiva educativa, el concepto de plasticidad cerebral constituye una puerta abierta a la esperanza porque implica que todos los alumnos pueden mejorar. Aunque existan condicionamientos genéticos, sabemos que el talento se construye con esfuerzo y una práctica continua. Y nuestra responsabilidad como docentes radica en guiar y acompañar a los alumnos en este proceso de aprendizaje y crecimiento continuo, no solo para la escuela sino también y, sobre todo, para la vida (Guillén, 2012). Bajo esta premisa se ha diseñado el Máster en Neuroeduacación de ISEP.

Hay estudios emblemáticos en este campo. Uno de ellos es el de Eleanor Maguire con los taxistas de Londres, donde comprobó que estos aumentaban su hipocampo al tener que memorizar un complejo callejero (Maguire, E. A. et al., 2000); o el de Thomas Elbert con los violinistas, donde encontró que los sujetos incrementaban la región de la corteza cerebral que controla los dedos de la mano izquierda (Elbert, T. et al., 1995).

Recientemente, los estudios del español Álvaro Pascual-Leone han sido considerados originales y significativos. En el primero se enseñó a la mitad de un grupo de voluntarios a tocar una pieza de piano con cinco dedos. Se observó que el entrenamiento continuo conllevó un aumento en la región correspondiente a la corteza motora que era responsable de mover esos dedos. Aunque ese resultado constituía una muestra clara de neuroplasticidad, no era novedoso porque otros experimentos habían llegado a conclusiones similares. Lo realmente interesante resultó al analizar las imágenes cerebrales de la otra mitad de voluntarios a los que se puso a imaginar que tocaban la pieza. Se observó que la simulación mental de los movimientos activaba las regiones de la corteza motora que se requerían para la ejecución de los movimientos reales. Curiosamente, la práctica mental era suficiente para promover la neuroplasticidad (Pascual-Leone, A.; Amedi, A.; Fregni, F.; Merabet, M.L., 2005).

El segundo estudio de Pascual-Leone es el llamado “experimento de la venda”. Durante cinco días, a un grupo de voluntarios sanos se les vendó los ojos. Durante ese período de tiempo se les mantuvo ocupados leyendo Braille (el sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas en el que hay que desplazar los dedos sobre puntos impresos) y realizando tareas auditivas que consistían en diferenciar pares de tonos que escuchaban con unos auriculares. El análisis de los escáneres cerebrales mediante resonancia magnética funcional reveló que la corteza visual de los participantes, tras cinco días, modificó su función y pasó a procesar las señales auditivas y táctiles aumentando así su actividad. Después de retirar las vendas de los ojos, solo debían transcurrir unas horas para que la actividad se redujera (Pascual-Leone, A.; Amedi, A.; Fregni, F.; Merabet, M.L., 2005). Desde el punto de vista educativo, resulta valiosa la demostración de que el mero pensamiento provoca la neuroplasticidad.

En cuanto a procesos de aprendizaje, la atención constituye uno de los factores críticos. Resulta un mecanismo imprescindible porque la capacidad de nuestro cerebro para procesar la información sensorial entrante es limitada. La atención sobre lo que se debe aprender requiere esfuerzo continuo, motivación para ser receptivo y contar con las emociones adecuadas (Davidson, Richard, Begley, Sharon, 2012). En ese orden, la dedicación constante requiere autocontrol, lo novedoso y lo relevante facilita nuestra motivación y en un estado relajado nuestra atención (también la memoria) se encuentra en una situación más beneficiosa para facilitar el aprendizaje. Por tanto, la plasticidad cerebral permite, a través de un entrenamiento mental adecuado, que nuestro perfil emocional pueda cambiar y afectar de forma positiva a nuestra vida (Spitzer, 2005).

La dopamina es un neurotransmisor con importantes implicaciones educativas porque interviene en procesos de gratificación y motivación que son fundamentales en el aprendizaje. Se ha demostrado que el pensamiento positivo está asociado al córtex prefrontal del hemisferio izquierdo y que, en esta situación, se libera dopamina que activa los circuitos de recompensa. En un estudio realizado con ratas, se demostró que la estimulación directa del área tegmental ventral, constituida por vías de dopamina, cambió las representaciones corticales de los sonidos escuchados. Si las ratas solo escuchaban los sonidos sin ninguna estimulación eléctrica no se producía ninguna variación. La importancia de este experimento radica en el hecho de que la neuroplasticidad se daba en el córtex auditivo al estimular el circuito de gratificación de la dopamina, es decir, el aprendizaje de la tarea sonora estaba ligado a la activación de un circuito en el que interviene un neurotransmisor que sabemos cómo afecta al aprendizaje (Bao, S.; Chan, V.T.; Merzenich M.M., 2001)

En la práctica educativa, hay que saber estimular esa gratificación de la dopamina con gestos, miradas o conductas agradables. Nuestro lenguaje no verbal desempeña un papel importante en la transmisión de componentes emocionales.

Finalmente, somos la única especie que utiliza la plasticidad para perfeccionar y evolucionar el cerebro, lo que nos hace diferentes y singulares. Pero, además, cada individuo de nuestra especie es único e imprevisible y participa de su propia evolución debido a la influencia de las experiencias vividas.

La investigación en neurociencias nos hace conocer mejor nuestro cerebro y esto nos ayuda a optimizar nuestras capacidades. La formación en neuroeducación ayuda a los profesionales de la psicología y la educación a entender los distintos mapas neurocognitivos presentes en la actualidad en las aulas de nuestro país y mejorar los procesos de aprendizaje.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-neurociencias/el-cerebro-como-organo-plastico/

Imagen: www.isep.es/wp-content/uploads/2016/10/master-neuroeducacion-cerebro.png

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Padres entrenadores, animadores o fuera del colegio

Por. Javier Arroyo

¿Existe una relación clara entre una mayor involucración de los padres en los colegios de sus hijos y los resultados  de los niños? La intuición nos dice que debería haberla: a padres más pendientes de lo que ocurre en el colegio, éste debería funcionar mejor al notar el ánimo de unos progenitores que están muy pendientes de la educación de sus hijos. Pero, según  hemos visto en la guerra de los deberes, resulta que hay padres y padres y conceptos un poco diferentes sobre lo que se le debe pedir a los profesores, a los alumnos y al centro.  Y, como suele pasar en política educativas, estudios hay para muchas opiniones.

En principio, en España, existe bastante presencia de los padres a través de las AMPAS, que tienen participación en los consejos escolares de los centros públicos desde los años 80. Además, muchas se agrupan en las dos grandes asociaciones,  la CEAPA, de colegios públicos, y la CONCAPA, de concertados y privados, enfrentadas en la guerra de los deberes, ya que la primera ha auspiciado una huelga de  tareas escolares para los fines de semana de noviembre, medida que ha sido descalificada por la segunda, que entiende que nunca es bueno como padres la incitación a saltarse las reglas.

¿Qué pasa en otros sitios? ¿Cómo influye las exigencias y lo que esperan los padres de los colegios de sus hijos en los resultados académicos  de los niños? Amanda Ripley es una periodista dedicada a la educación en EEUU y que en el libro Los niños más listos del mundo compara sistemas educativos. Según dice, en su país, que no sale muy bien parado en PISA, los padres ejercen más como animadores, cheerleaders, de sus hijos que de entrenadores, papel que sí cumplen los progenitores de Corea del Sur, por ejemplo.  Lo que comprobó Amanda Ripley es que los padres estadounidenses aparecían por los colegios de sus hijos con mucha más frecuencia que hace 20 años, sin que eso repercutiera en el desempeño académico de los estudiantes. Pero, en distintas encuestas, se citaba la mayor involucración de los padres como uno de los factores fundamentales para que mejore la educación. Lo mismo podría decirse de España.

En el estudio Los Padres ante la educación de sus hijos en España, Víctor Pérez Díaz y Juan Carlos Rodríguez explican cómo se va afianzando en los últimos 40 años la percepción de que es necesaria la colaboración de los padres en los colegios: «Cuando las interacciones entre la escuela y la familia se multiplican y existe un conocimiento mutuo del contexto en el que transcurre dicho aprendizaje, pueden identificarse con mayor precisión las barreras que dificultan el rendimiento académico infantil. Por ello, cuando las funciones de cada institución se entrelazan y difuminan, dando lugar a «colegios-comofamilias» y «familias-como-colegios», se fijan las condiciones para que la sociedad familia colegio alcance sus máximos resultados educativos». O así debiera ser.

Pero con esa filosofía, ¿qué pasa con las familias que no pueden o quieren involucrarse tanto? ¿Está ahí parte de las razones que expliquen por qué los resultados en PISA de las familias de clase media alta sean consistentemente mejores en países como EEUU y España, no así en las asiáticas, por ejemplo? Porque, como dice Ripley en su libro, puede haber padres involucrados, pero también los hay que piensan que desayunar es una bolsa de patatas fritas o que tengan vidas tan complicadas como que asistir a la tutoría de sus hijos no sea una prioridad, como saben por ejemplo en la Asociacion de Nena Paine, donde están pendientes de que 200 niños hagan los deberes.

El estudio de Pérez y Rodríguez explica el tipo de involucración y concluye que la «blanda» es más efectiva: simplemente preguntar por el día en el colegio, animar con las notas o tener expectativas altas para los niños.Involucrarse en actividades del colegio resultó no tener ninguna repercusión y ayudar en los deberes la tuvo, pero negativa. En España, sin embargo,  los niños que iban peor eran los que sus padres no ayudaban para nada.  Quizás, y ahí existe un punto de debate, los deberes estén demasiado pensados para que los padres tengan que ayudar y por eso nuestra obsesión al hacer Smartick fue que los niños pudieran hacerlo solos.

Desde 2009, en PISA se pide a los padres que rellenen unos formularios para saber qué tipo de educación dan a sus hijos. Según cuenta Ripley, han salido resultados extraños. Los hijos de los padres voluntarios en actividades extraescolares lo hacían peor en lectura, por ejemplo. Y lo que nadie duda, según los estudios, es que leer a los niños de pequeños ayuda. Así de simple. «En todo el mundo, padres que debatían con sus hijos sobre libros, noticias, películas de adolescentes tenían hijos que lo hacían mejor», sigue explicando. Mejor eso que estar en el colegio de voluntario. Los coreanos, mientras, no van tanto al colegio pero preguntan por las tablas de multiplicar, sobre las lecturas y quieren mejores notas. Entrenadores. Y eso es muy típico en Asia. Y, como hemos escrito más veces, esos niños no son más infelices.

En Finlandia, otro de los países de los que escribe Ripley a través de la experiencia de una niña estadounidense de intercambio, ésta se fija en lo poco que aparecen los padres por el centro escolar. «En el Instituto, rara vez se veía a los padres por allí. A los adolescentes se les trataba como adultos. No había para nada tutorías de manera regular entre los padres y los profesores. Ninguna. Si los profesores tenían un problema con el estudiante, lo trataban con él directamente», escribe. Y, ¿cómo tratan a los alumnos en un colegio de Finlandia con muchos hijos de refugiados? ¿Cómo de presentes pueden estar esos padres? Ripley fue a uno. Había clases con niños de nueve países, incluidos rusos y chinos. De familias monoparentales de historias difíciles. «No quiero pensar mucho de dónde vienen. Son 23 perlas para cultivar y no las quiero rallar«. «No quiero sentir mucha empatía hacia ellos porque tengo que enseñar. Si le diera demasiadas vueltas, les tendría que poner mejores notas por un trabajo peor. Pensaría, «oh, pobres» y eso haría mi trabajo demasiado fácil», le sigue contando el profesor. Allí no cuenta con los padres, pero les exige porque sabe de su potencial.

Inger Enkvist, en su libro La buena y la mala educación , señala una tendencia que ocurre en algunos países occidentales, donde ha caído mucho la natalidad. «Quizá sólo tienen un hijo y si se convierten en padres relativamente tarde, es posible que caigan en la tentación de adorar a su propio hijo. Quieren darle todo y no exigirle nada», escribe en uno de los capítulos. Coincide Ripley al señalar que en EEUU muchos de los padres encuestados «creen que necesitan alabar a sus hijos para asegurarles que son listos». Y lo que ocurre es que los halagos injustificados acaban perjudicando a los niños. Aquí, en los últimos días, hemos escuchado frases como que los deberes le están robando la infancia a nuestros hijos. Si hablaran con sus abuelos sabrían que muchos de los que tuvieron suerte de ir al colegio salían a diario a las siete de la tarde y muchos tuvieron clases los sábados por la mañana.

Como siempre, conviene poner todo un poco en perspectiva. En Corea, padres entrenadores. En Finlandia, profesores y padres que los tratan como adultos. Eso tampoco cabe en un pacto educativo.

Fuente: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/mejoreducados/2016/09/29/padres-entrenadores-animadores-o-fuera.html

Imagen: www.elconfidencial.com/fotos/noticias_2011/2013022248padres-hijos-deberes-int.jpg

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Resistencia magisterial y cómo regresar al futuro

Por. Leopoldo Santos Ramírez *

Una máxima reza que si hacemos las cosas de la misma manera repitiéndolas una y otra vez, obtendremos siempre los mismos resultados. Aplicable a casi todas las actividades humanas esta sabia máxima tiende a olvidarse con frecuencia en materia política y tiene efectos perniciosos sobre todo en la conducción de los movimientos populares. Traigo a colación esta sentencia a propósito de la huelga magisterial iniciada el 15 de mayo pasado, no porque pueda aplicarse estrictamente como tal a la dirección de ese movimiento sino porque ronda sobre la perspectiva futura de su estructura organizacional y no solamente de él, sino de toda la maraña de movilizaciones regionales hoy a la puerta del futuro inmediato impulsadas por la crisis de Estado. En otras palabras resulta necesario evaluar con la mayor objetividad posible lo que pasó en este nuevo episodio de la lucha magisterial y sobre todo sus resultados. Una reflexión de esta naturaleza queda a cargo principalmente de la comunidad de educadores y actores del conflicto, pero no exenta a quienes desde fuera acompañamos al proceso. A fin de cuentas, en una acción del tamaño de la que los maestros pusieron en marcha inevitablemente el colectivo de protagonistas imagina un futuro con saldos equivalentes al esfuerzo emprendido y sostenido.

En este caso una evaluación por fuerza atrae al esquema de resultados positivos y de saldos negativos respecto de las expectativas del propio magisterio.

El principal abono a favor de los docentes consiste en que si bien no echaron abajo la reforma educativa, la hirieron de muerte al grado que Aurelio Nuño ha tenido que instrumentar un ritual con escenografía televisiva pagada para personalmente repetir día con día la mentira de que la reforma avanza. Otro logro fue la aglutinación de los auténticos conocedores de la pedagogía y la situación de la educación nacional alrededor de los maestros resistentes a la cuestionada reforma. Ningún investigador de prestigio suscribió las posturas del gobierno. Al contrario, fue muy alentador que los expertos más connotados en la materia entraran al debate público y enriquecieran las propuestas y planteamientos de los profesores en favor de una reforma democrática, popular y con bases verdaderamente científicas. Del lado del gobierno y los poderes fácticos quedaron Jorge Castañeda, Aguilar Camín, Silva Herzog, Leo Zuckermann, Reyes Heroles, Gilberto Guevara, entre otros, elaborando argumentos para convalidar las posiciones y actitudes de los personeros del sistema.

Pero quizá la enseñanza más importante fue la manera en que desde distintas regiones del país, con predominancia del sureste y el centro, los maestros administraron sus fuerzas y aún les sobró para estimular la participación de los mentores del norte. Durante más de 100 días unos 400 o 450 mil trabajadores de la educación en casi toda la República tuvieron algún grado de participación e intervinieron en los actos públicos de protesta. Especialmente significativos fueron los momentos en que saltaron los cercos policiacos para impedirles el paso a la Ciudad de México y la forma como ya dentro, después de varios intentos, lograron llegar al Zócalo mismo, punto vedado para ellos por acuerdo del gobierno de Miguel Ángel Mancera y el gobierno federal. Los educadores cargaron en sus espaldas la oposición al gobierno no solamente de ellos sino de la parte del pueblo enardecido. Su alianza con los padres de los normalistas de Ayotzinapa los vinculó con la demanda de seguridad pública vigente en la sociedad desde hace décadas y el ataque a Nochixtlán por parte de la policía federal y las policías estatales de Oaxaca levantó la indignación de la población mexicana. Pero sobre todo como trabajadores los profesores de preescolar, los de educación especial, los de primaria y secundaria cargaron sobre sus espaldas la resistencia a la reforma laboral, a la energética, y contra la posición de entregar los recursos de este país a las trasnacionales. Al oponerse a la reforma educativa espuria los maestros mostraron el rechazo a la enajenación de los intereses nacionales desde una perspectiva de clase, concepto que la literatura política contemporánea trata de borrar.

Por estas razones resulta por demás importante volver sobre lo que constituyó el movimiento como uno solo en su conjunto haciendo énfasis en los yerros, para ejercer la autocrítica sin contemplaciones de tal manera que los nuevos tiempos no alcancen a este movimiento haciendo las cosas de la misma manera, sino que se encamine hacia prácticas de mayor imaginación, al enlace con otras fuerzas afines y alcance el triunfo justo que merece su esfuerzo y la educación de la niñez y nuestros estudiantes. Una de las conclusiones que debiera entrar en la cabeza de los activistas y dirigentes es que emprender la resistencia a una reforma educativa por mañosa que sea, en nuestro tiempo solamente es posible alcanzar el éxito si se ha trabajado la unificación de varios sectores con fuerza que apunten hacia los mismos objetivos. Transformar la educación es el eje central que hará girar el resto de las transformaciones con éxito. De allí que esa reforma no es una tarea exclusiva de los educadores sino de la sociedad en su conjunto como lo han expresado los mismos mentores en diversos documentos. Pero no serán los gobernantes quienes hagan el favor de sentar a la mesa de las negociaciones a esa misma sociedad, sino quienes ejercen el magisterio y sus aliados. Se trata de volver al centro la discusión sobre el concepto de relación de fuerza, otro de los términos claves que la academia neoliberal ha eliminado de sus análisis buscando que los potenciales agentes del cambio no aprendan a medir las proporciones de las fuerzas que intervienen en el conflicto central de nuestro tiempo. Con ese sentido habrá que realizar una evaluación del actuar, de las posiciones de las mismas corrientes magisteriales, observar las condiciones y conductas que hicieron posible la coordinación exacta en algunas ocasiones y la descoordinación en otras. Sobre todo la táctica de la negociación frente al Estado, la dilación y la creencia ilusoria que se podría obligar al Estado a un buen acuerdo mientras crecía el número de profesores y padres de familia presos y crecía la represión llegando al clímax en Nochixtlán, Oaxaca. Analizar aquello que permitió que como en otras ocasiones las bases regionales regresaran a los estados a negociar bajo condiciones adversas y por separado la recuperación de sus plazas, de sus salarios retenidos, de sus maestros presos junto a los padres de familia, los acosos laborales, todo lo que junto fortalece la traición del SNTE, a los gobernadores y a las dependencias estatales de la administración educativa, por doloroso que sea sacarlo a flote.

Construir una política de comunicación efectiva y de alianza con otras fuerzas en la República, empezando por las más afines, poco a poco, sin prisas, hará que se genere un instrumento de cohesión política donde sean posibles acuerdos mínimos, de esa manera el magisterio regresará al futuro y con él la nación y los jóvenes, pues es desde allí, desde el futuro, donde se construyen los éxitos que se materializan en el presente.

* Investigador de El Colegio de Sonora

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/29/opinion/018a1pol

Imagen: https://radiozapatistasud.files.wordpress.com/2016/07/img_1731.jpg

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