Page 2370 of 2733
1 2.368 2.369 2.370 2.371 2.372 2.733

El reto de los equipos directivos en los procesos de cambio e innovación. Desde la gestión a la visión

Asociacion Educacion Abierta

No es cierto que nunca como ahora se haya hablado de cambio en la educación española. Desde el inicio de los 90, que empecé mi historia docente, siempre ha estado presente esta cuestión en los diálogos entre educadores. La conciencia de que algo no avanzaba al ritmo que la sociedad requería ya estaba muy presente.

En aquel tiempo los docentes confiábamos en que todos los esfuerzos que la LOGSE nos obligó a hacer (cambios de programaciones, trabajo de las CCBB, cambio en áreas-asignaturas…) desembocarían en una renovación impulsada desde el propio marco legislativo.

No fue así en la gran mayoría de los casos. Por las razones que fuesen, la propia estructura consumió los esfuerzos de los docentes sin que se viesen consecuencias, de forma suficiente, en el aula o en los procesos de aprendizaje.

Desde mi punto de vista una de las situaciones más negativas para ese momento concreto y que más se está prolongando en el tiempo es la fijación de los equipos directivos en labores de gestión y burocracia. Todo el desarrollo de la ley traía tal cantidad de exigencias legales (espacios, horarios, titulaciones, programaciones…) quedesbordó el trabajo ordinario de nuestros líderes educativos. Lo urgente devoró a lo importante y las labores de gestión se comieron la gran mayoría de las reflexiones de los equipos.

En aquel momento esta situación podía entenderse como una respuesta a unas circunstancias extraordinarias. El problema es que da la impresión que esta dinámica ha podido llegar a interiorizarse de tal manera entre los directivos que lo que debía entenderse como una necesidad puntual se proyectó de tal manera que en muchos casos se convirtió en dinámica que aún hoy perdura en el tiempo.

No soy ingenuo. Reconozco la necesidad de dar respuestas eficaces a situaciones de gestión urgentes; pero, caricaturizando, podríamos preguntarnos quién reflexiona y decide sobre el modelo de centro que queremos y necesitamos, si los líderes educativos se preocupan en que los autobuses lleguen a su hora.

En Escuelas Católicas de Madrid, desde nuestro programa Innovación 43,19,  tenemos la fortuna de ser testigos de auténticas “revoluciones” en centros que, generalmente sin atención mediática, están cambiando las raíces del quehacer diario en la escuela. En todos ellos la constante son equipos directivos que han dedicado tiempo, y tiempo de calidad, a pensar-soñar el centro que responde a su identidad y al entorno en el que se insertan, así como a diseñar un itinerario que les permita pasar de su realidad actual a la deseada.

No se trata de buscar superhéroes, ni siquiera individuos generadores de ideas brillantes, sino de educadores que entiendan la necesidad de saber dónde se encuentra su centro, dónde quieren llevarlo y cuáles serían los primeros pasos para realizar ese recorrido. Y este proceso, en equipo.

En las circunstancias concretas que nos toca vivir a la educación española, donde la inestabilidad política y social amenaza con contagiarse al sistema educativo, es más urgente que nunca la presencia de líderes educativos que traten de ALINEAR, PROGRAMAR, SIMPLIFICAR Y TECNIFICAR.

1. ALINEAR: la gran mayoría de los centros son realidades educativas con una identidad muy definida desde las propias instituciones titulares y las motivaciones propias del entorno donde se encuentran.

Uno de los mayores riesgos que corremos hoy día es afrontar la innovación olvidando quiénes somos, dónde nos encontramos y por qué nacimos. El destino de los centros que así actúen será el convertirse en “pollos sin cabeza” moviéndose al albur de las modas y convicciones ajenas, sin responder a lo que la sociedad requiere de ellos.

Los líderes educativos habrán que alinear todas las aportaciones de la pedagogía, la psicología y la sociología desde las claves identitarias y desde la propia realidad del equipo que conforma el colegio.

El futuro de nuestras escuelas se juega no en la implementación de metodologías activas, sino en que estas metodologías reflejen la propia identidad en el contexto de su entorno.

La elaboración y comunicación de un relato de la identidad real y práctica del centro (con el corazón en la mano, ¿cuándo fue la última vez que leímos con detenimiento el carácter propio?) es una misión ineludible para cualquiera de nuestros centros educativos.

2. PROGRAMAR: Nuestros claustros son muy variados. Sin embargo una constante en todos ellos es que estarán más confortables, seguros y comprometidos si se les hace partícipes del camino que se quiere recorrer.

No van a exigir seguridades acerca del éxito de la propuesta, pero sí que se comparta con ellos la lógica de un proceso que requerirá, sí o sí, su compromiso y trabajo. Los equipos directivos habrán de ir creando, en comunicación-colaboración con el resto del claustro, el mapa del proceso de cambio. Sabiendo dónde queremos llegar y el camino que se nos propone será más sencillo que todos nos podamos situar, eliminando innecesarias incertidumbres y desorientaciones.

El conocimiento de las bases teóricas sobre las que se va a sustentar cualquier decisión evitará largas y estériles discusiones. Ya casi nadie que haya leído y estudiado un poco cuestiona las claves del aprendizaje. ¿Por qué seguimos entonces viviendo discusiones sobre la conveniencia de aplicar modificaciones en nuestros centros que propicien dichas claves?

3. SIMPLIFICAR: Todos estaremos de acuerdo en que la mejor manera de comprobar si hemos entendido algo es explicarlo a alguien de una manera clara y sencilla. Lo mismo sucede con los proyectos de innovación en los centros.

No se trata de descafeinar las exigencias y las dificultades, pero sí de ofrecer las claves de comprensión que permitan a los miembros del claustro comprender el porqué de las decisiones. La simplificación de los mensajes (por más que envuelvan conceptos complejos) será una de las claves de éxito en cualquier proceso de cambio educativo. Todos tenemos experiencia de ser invitados a participar en dinámicas que no entendíamos y todos los cuestionamientos consecuentes que acaban ineludiblemente por minar el propio proceso.

4. TECNICIFICAR: Uno de los lastres del sistema educativo español es la falta de profesionalización de la función directiva. Muchas veces los directivos se eligen de entre los mejores profesores, corriendo el riesgo de perder un buen profesor y ganar un mediocre directivo. Las competencias directivas se dan por supuestas y no se dota a los directivos de una formación sólida y tecnificada que les permita conocer-dominar herramientas que faciliten su función.

Uno de las exigencias básicas de cualquier corriente innovadora en el campo educativo será repensar las ofertas formativas para los cuadros directivos y hacerlo en paralelo a las que se ofertaron a los líderes de otros campos laborales. Hemos de entender que nuestros centros educativos tienen unas peculiaridades propias, pero no dejan de ser estructuras con características comunes a las de otros campos profesionales.

La incorporación de herramientas eficaces ahorrará esfuerzos inútiles permitiéndonos centrar nuestro trabajo en la atención a nuestra principal riqueza, el capital humano.

Es fácil decir a los demás lo que tienen que hacer mirando el toro desde la barrera, siendo muchas veces injustos con el trabajo, esfuerzo y compromiso de nuestros equipos directivos. Nada más lejos del objetivo de este artículo.

Sólo deseo constatar la imperiosa necesidad de que los equipos directivos estén directamente implicados en los procesos de cambio-innovación y de que existen una serie de claves, totalmente aceptadas en otros contextos profesionales, que creemos capitales.

La mayoría de nuestros centros ya han introducido el destino en el “GPS”: CAMBIO DE CULTURA DE CENTRO/INNOVACIÓN. Ahora ya sólo es necesario que alguien se ponga al volante y lidere la ruta a seguir, eligiendo entre las posibilidades que se abren por delante según la realidad del vehículo-centro y de las circunstancias que les toca vivir.

La tarea puede parecer abrumadora, pero desde el programa INNOVACIÓN 43,19 comprobamos todos los días que es posible y que los resultados hacen que el esfuerzo merezca la pena.

Muchas veces el reconocimiento se lo llevará el vehículo y la vistosidad del destino, pero nunca podremos olvidar que el éxito del camino lo tendrá el conductor y los ocupantes del vehículo. A ellos nuestro reconocimiento y ánimo en esta maravillosa tarea.

Fuente: http://educacionabierta.org/el-reto-de-los-equipos-directivos-en-los-procesos-de-cambio-e-innovacion-desde-la-gestion-a-la-vision/

Comparte este contenido:

Ciencia y público

Por Elsa Beatríz Acevedo

«La ciencia y la tecnología no han podido salir de sus dominios virtualmente aislados, donde pequeñas elites de intelectuales se comunican entre iguales y permanecen separados del resto de la sociedad por la barrera de lenguajes herméticos y conceptos fríos».
Colciencias

En los estudios de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (CTS+I) la relación entre ciencia y público ofrece un excelente campo tanto de investigación como de acción interdisciplinaria. En este sentido, la divulgación científica representa un canal dinamizador favorable a la comprensión pública de la ciencia.

Su importancia radica en la posibilidad de convertir los resultados de la investigación en agregados sociales tendientes a la aprehensión social de la tecnociencia y su acertada valoración.

De la misma manera, en las circunstancias actuales frente al desarrollo ilimitado del conocimiento, la divulgación de la ciencia se convierte en parte sustancial de la necesaria democratización del conocimiento en las sociedades modernas.

Los cambios en la atmósfera de las comunicaciones científicas y tecnológicas obedecen a las crecientes demandas sociales sobre las mismas. Y no obstante persista un alto nivel de analfabetismo científico en países como Colombia, es imposible desconocer que la tecnociencia invade todos los espacios de nuestra vida, acelerando tanto el interés como las demandas sociales sobre la misma.

En tales circunstancias, la divulgación científica representa un importante agente informador-formador que nutre y a su vez se nutre del proceso de popularización del conocimiento. Ambos responden a dinámicas diferenciadas; la información puede ser en determinados casos, más ágil depositando en el receptor una serie de mensajes sin entrar a profundizar en cada uno de ellos.

Por su parte, la formación además de un proceso interactivo entre el científico y el público a través del «aprendizaje no formal», implica la valoración de contenidos tecnocientíficos a través de su apropiación social, demostrando con ello la importancia de la participación pública en materia de ciencia y tecnología en la sociedad actual.

En otras palabras, una cosa es un público informado y otra diferente uno formado, en este último caso, es posible hablar de alfabetización científica sostenida. Porque, un público formado en materia científica, es aquel que maneja, comprende y puede traducir códigos culturales diferentes, que le permiten asumir actitudes valorativas con relación a la evolución del conocimiento. La elevación de la cultura científica permite a su vez la participación pública en materia de ciencia y tecnología.

Mientras que la información contiene un margen de especulación, la formación exige un nivel de conocimiento acertado, que permite argumentar, sustentar, discutir, disentir basado en presupuestos sólidos, acerca de aspectos tecnocientíficos. Una persona puede estar informada sobre la clonación de manera general, pero el proceso científico implícito en la misma, sólo puede ser comprendido y asimilado por un tipo de público específico: el público formado, dentro de una cultura y una educación científica.

La educación científica es presupuesto fundamental para la divulgación de la ciencia, actuando como puente entre el laboratorio o centro de innovación tecnológica y la sociedad. En ese sentido, los juicios valorativos son extremadamente delicados debiendo ser emitidos por personal idóneo. Cualquier improvisación puede poner en entredicho el prestigio de un científico o de un centro de investigación.

Recordando una vieja polémica científica relativa a la vacuna contra la malaria del doctor Manuel Elkin Patarroyo, los doctores Eduardo Posada Flórez y Nohora Elizabeth Hoyos T. afirman que «El deber de los medios es mantener a la opinión correctamente informada de los avances que tienen lugar, desde una posición objetiva y serena, sin caer en la actitud que en el pasado los llevó a ensalzar y hoy los conduce, tan a la ligera, a condenar».(2)

Es importante además que la divulgación científica sirva de estímulo a la ciencia nacional, exaltando la producción de conocimientos, de beneficio generalizado así como el desarrollo de un pensamiento tecnocientífico endógeno. En este sentido, debe reconocer en el capital científico un agente social de cambio en la superación de los problemas que acompañan a la sociedades emergentes. De ahí la urgencia de una ciencia comprometida con el desarrollo democrático de la sociedad colombiana.

En el desarrollo y consolidación de una divulgación científica, capaz de cambiar la visión aislada que tradicionalmente se ha tenido sobre la ciencia, influyen numerosos factores; en el caso concreto de Colombia, la guerra y sus secuelas económicas, sociales, culturales, ambientales, políticas, obligan a una reflexión contextualizada de la misma. Esto implica un ejercicio de pertinencia y pertenencia, además de calidad, ética y profesionalismo.

A su vez el conocimiento ejerce sobre el periodista una exigencia concreta, que le obliga a documentarse constantemente sobre su evolución. En estas condiciones el proceso de información termina necesariamente en una fase formadora sobre la tecnociencia, por parte de los mismos divulgadores.

Sobre ciencia y público sería prácticamente ilimitado hablar, puesto que implica tanto espacios como actores diferentes. Es posible hacerlo desde el ámbito de los científicos del público, o desde el mismo divulgador de la ciencia pero, lo más conveniente es involucrarlos a todos, dependiendo de la comprensión social que se tenga por parte de los mismos sobre el valor social, económico, cultural y político de la ciencia contemporánea.

De todas formas, la sociedad debe conocer, comprender y ver en la ciencia y en las innovaciones tecnológicas procesos sociales que pueden mejorar sostenidamente sus condiciones de vida. De ahí la importancia de su apropiación, mediante una divulgación, seria, sencilla, veraz y objetiva. En tal sentido, las publicaciones y todo el mecanismo implícito en las actividades vinculadas con esta actividad, representan canales tan informativos como formativos muy importantes en el proceso de democratización y popularización del conocimiento.

La divulgación debe propiciar la formación de una mentalidad nueva, de apertura hacia horizontes científicos de vanguardia. Para lograrlo, según la periodista argentina, Amalia Dellamea, es indispensable realizar una revisión de nuestros modelos mentales.

Por su parte, las preguntas y respuestas que se manejen desde el campo divulgativo, deben estar necesariamente acompañadas por la visión y explicación del científico en términos sencillos. El empleo y más que ello la apropiación de un lenguaje de fácil comprensión es fundamental para el divulgador, no sea que por utilizar una terminología para él mismo incomprensible termine confundiendo a la opinión pública. Por esta razón la corrección del texto definitivo de un trabajo de divulgación científica, necesariamente debe ser realizada por el científico.

De esta manera la ciencia dejará de generar resistencia en el público, transformando la misma en parte sustancial de la vida cotidiana, sólo así podemos hablar de popularización de la ciencia, no como un concepto de moda sino como el efecto educador de una actividad en la cual se comprometen científicos y divulgadores. Abriendo de esta forma espacios propicios para la participación pública en ciencia y tecnología.

Es prácticamente imposible hablar de participación pública, procesos de popularización, democratización de la tecnociencia, sin tener en cuenta la divulgación científica, como agente dinamizador – transmisor de conocimientos «socialmente útiles».

En consecuencia, en momentos en que la sociedad aprecia y valora lo que le proporciona bienestar la divulgación científica representa un mecanismo tanto de socialización como de aprendizaje.

Posiblemente sea esta la razón por la cual, tengan gran aceptación los temas de salud, motivando la participación pública. Mientras sucede todo lo contrario en el caso de las armas tecnológicamente avanzadas, no obstante que de su aplicación dependa mucho más que un buen estado de salud; como lo es el de la vida misma y la del entorno natural de nuestra civilización.

Por su parte, la cobertura de la divulgación científica, merece ser dimensionada en su contexto social, variando sustancialmente de una sociedad a otra, en correspondencia con el nivel de información-formación de su población. No es lo mismo en Colombia, un país que ocupa uno de los últimos lugares en la producción de conocimientos del planeta. Situación que contrasta con el desarrollo científico de un país como Cuba, el cual ha venido construyendo una interesante versión de «sociedad del conocimiento» con una visión endógena de la misma, que vale la pena estudiar.

De todos es sabido que este pequeño país, que ha tenido que sobrevivir a más de 40 años de bloqueo, se perfila como una potencia científica en América Latina, representado a través de un alto número de grupos, centros de investigación y desarrollo, programas de posgrado y un ambiente cultural muy favorable al desarrollo tecnocientífico.

Cuba tiene establecidas y consolidadas numerosas redes de conocimiento y muy arraigado en su población el valor de los mismos en el proceso de desarrollo de su mayor potencial endógeno: el capital humano altamente calificado. Es suficiente visitar el portal de la ciencia cubana (www.cubaciencia.cu) para darse cuenta que en ese país, el desarrollo de la tecnociencia es política del Estado y por lo tanto estrategia social de desarrollo prospectivo.

El alto nivel científico de su educación, coloca a Cuba como un interesante paradigma educativo para otras sociedades en desarrollo y subdesarrolladas.

En cuanto a la divulgación científica se refiere, su prensa tanto hablada como escrita, publica continuamente los últimos avances de la ciencia nacional, exaltando la endogenización de la misma, así como de los diferentes procesos tecnológicos. Además Cuba supera a muchos países en materia de eventos de carácter científico, con una programación planificada a varios años.

La comprensión y participación pública en ciencia y tecnología, obedece a un cambio de mentalidad de la población de la isla reflejada, en una actitud favorable y abierta hacia las fronteras del conocimiento. «Los signos distintivos del funcionamiento de la ciencia y la tecnología en Cuba están la integración, la colaboración y la participación pública en esas actividades. Esos rasgos transparentan las particulares interrelaciones entre la ciencia, la política y los valores que caracterizan el contexto cubano»(3)

Volviendo nuevamente al caso colombiano, la visión del nuevo periodismo científico en condiciones tan difíciles como las que enfrenta nuestra sociedad, amerita una reflexión interdisciplinaria, comprometiendo a los sectores involucrados en la producción de conocimientos, en las diferentes regiones del país.

Ahora bien, tanto se ha hablado del divorcio entre las dos culturas: la humanista y la técnica, que es factible aplicar el mismo concepto de ruptura entre la cultura periodística y la científica. Situación que enfrenta al periodista con el ambiente de presión, implícito en la atmósfera noticiosa. Todo ello agravado por el peso «de lo que es » y «no es» prioridad noticiosa implícita en los criterios de comercialización que prevalecen en el medio periodístico.

En tales circunstancias nos preguntamos; cómo hacer de la ciencia una meganoticia de impacto generalizado? Cuál debe ser su contenido? Debe retratar necesariamente los efectos perversos de la tecnociencia o por el contrario su solución a graves problemas de la humanidad?

Indudablemente se trata de un debate complejo, que induce a caer en la crítica del mercado informativo. Tomemos como ejemplo el caso colombiano, cuyo frente noticioso necesariamente se identifica con el de guerra, las masacres, el narcotráfico, las voladuras a las torres eléctricas y los efectos sobre la población civil del terrorismo. En tales circunstancias, es interesante analizar el impacto que puede tener en la opinión pública una información relativa a los resultados investigativos sobre la caña de azúcar, o los avances en materia de cirugía cardiovascular.

De la misma manera, es preocupante observar el impacto e interés que despiertan en el público algunas noticias sensacionalistas, como en el caso de la información sobre el nacimiento de un ternero con dos cabezas, fenómeno presentado como si se tratara de un castigo divino, y no como una malformación genética. En este sentido la noticia es de primera plana, preferiblemente acompañada de fotos impactantes que atraen inmediatamente la atención de los desprevenidos transeúntes, que terminan llevando a sus hogares un material noticioso que causará efectos negativos.

De la misma manera, sobre la astronomía un campo que se presta tanto para la popularización científica, en algunas oportunidades se prefiere acudir a especulaciones sobre el posible choque de un asteroide contra la Tierra, obviando la belleza ilimitada del universo y sus posibilidades futuras para la humanidad.

La realidad es que existen noticias que «se venden» por sí solas, mientras otras difícilmente se pueden publicar en las páginas interiores de los diarios. De otra parte, el público no se encuentra lo suficientemente educado para recibir la información científica, sencillamente porque sus prioridades son otras como la guerra, la política, la corrupción o las noticias de farándula.

Por esta razón se dejan escapar noticias verdaderamente importantes que ocurren diariamente en los laboratorios y centros de investigación, muchas veces, por desconocimiento, ausencia de claridad conceptual e imposibilidad de abordar al científico con el fin de obtener lo que en otras realidades sociales podría catalogarse como una excelente información noticiosa.

En algunas oportunidades, para el comunicador resulta más fácil exaltar a un personaje de la vida pública, que a un científico cuya nota periodística exige un referente de gran madurez, conceptualización, formación y sobre todo de alfabetización científica de parte del reportero. Por esta razón nuestro desarrollo científico se encuentra lleno de hombres de ciencia desconocidos, esperando el reconocimiento social e institucional que su labor amerita. En tales condiciones la política de estímulos a la ciencia compromete seriamente su divulgación.

El perfil de un científico, manejado adecuadamente, indudablemente produce un efecto favorable en la sociedad. Una crónica de laboratorio combinada con una imagen de la trayectoria del científico, logra excelente impacto en la opinión, lo cual resulta especialmente benéfico para la juventud despertando futuras vocaciones investigativas. Fomentado así un «efecto demostración» favorable al desarrollo de la ciencia.

En medio de un ambiente sostenido de alfabetización científica el divulgador debe actuar además, como el traductor del lenguaje de la ciencia y la tecnología para toda la sociedad, y como es imposible traducir de un idioma desconocido, es por ello que aún tenemos serias fallas en el acercamiento entre ciencia y público.

Además, debemos reconocer que aún existe cierta resistencia entre científicos y periodistas; el científico desconfía del periodista o mejor aún de la forma y el contenido de su nota periodística. En el periodista, por su parte, hay cierto temor y reverencia hacia los científicos, ellos también han sido formados en un medio en que el científico es visto como un personaje excéntrico, alejado del mundo y con un manejo incomprensible del lenguaje. Esto hace imprescindible el acercamiento entre ambos.

Ahora bien, quién debe dar el primer paso? El científico debe buscar literalmente al divulgador para contarle sobre sus investigaciones o a la inversa? La verdad es que debe haber un acercamiento en ambos sentidos, traducido en un conversatorio y contacto humano previos a la redacción de la nota científica. Más que un simple encuentro, lo que debe existir es una aproximación humana de beneficio mutuo, a través de la sensibilización que produce tanto entregar como recibir información, con todo el conocimiento y la responsabilidad implícita en la misma.

Además es imposible negar que mediante el ejercicio de reportería, el divulgador se está educando, se va formando, adquiriendo una valoración social diferente de la ciencia, que antes no tenía, esto implica una apreciación muy valiosa para la acumulación y reproducción de conocimientos.

En esta dinámica de aproximación se rompen códigos, se aprende a conceptualizar de una manera diferente, elevando la calidad de la información, se socializa y se educa; el periodista por parte del científico y el público a través de la traducción del divulgador científico.

La ciencia no admite tergiversaciones, tampoco es inmune a las mismas. Desafortunadamente el lenguaje científico sigue siendo muy complicado para la mayoría de la sociedad, de ahí la necesidad de una lectura «popular» a los códigos distintivos del quehacer científico.

Es entonces, cuando la alfabetización científica y tecnológica debe entrar como parte sustancial de la formación integral en las facultades de periodismo y de comunicación social, a través de la institucionalización de la cátedra de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, (CTS+I) ofreciendo un punto de equilibrio entre el mundo social y el mundo del conocimiento.

La divulgación científica como parte importante de los estudios de CTS+I representa hoy un valioso campo de trabajo interdisciplinar. Máxime en el momento actual cuando el impacto de la ciencia y la tecnología invade la vida cotidiana de todos nosotros. Por tal razón, el divulgador no deber generar falsas expectativas y menos sembrar temores infundados sobre ambas. Es aquí donde aflora un tema de especial relevancia; la ética periodística.

Divulgar la ciencia sin acudir al mínimo de la complejidad de sus códigos, lenguaje y categorías, sólo logra el efecto contrario a su popularización y por ende a la participación y democratización de la misma. Esto significa que para entender la ciencia, es necesario realizar un ejercicio de «reconversión lingüística» basado en la apropiación conceptual de los contenidos de la tecnociencia. Lo cual a su vez implica un proceso de educación y familiarización con su nomenclatura específica y sus beneficios sociales, acompañado de una reflexión crítica sobre sus efectos y un sentido de alerta sobre su impacto negativo.

El temor hacia la tecnociencia debe dar paso al interés por la misma. Sólo así es posible valorar su impacto sobre la sociedad y la naturaleza. Es mejor fomentar una curiosidad sana, acompañada por el afán de investigar, conocer y aprender, que una visión apocalíptica de la misma.

Se trata de ampliar su cobertura social y en este sentido el divulgador tiene una enorme responsabilidad. Porque hacer que un artículo de biología molecular interese además de los biólogos, a los abogados, artistas, historiadores, así como al público en general, no es tarea nada fácil. Por lo cual es necesario presentar claramente sus niveles de impacto, tanto positivo como negativo, retratando objetivamente sus diferentes campos de acción.

En tales condiciones, además de la función informativa, formativa, educativa e ideológica, a la divulgación científica le es inherente, una profunda dimensión cultural y valorativa. Por lo demás, calificar qué es y qué no es una nota científica, es trabajo de divulgadores y científicos sobre quienes recae la enorme responsabilidad de ser formadores de una escuela de pensamiento científico que nutre y se nutre de los diferentes espacios del mismo quehacer, a través de una dinámica interactiva permanente.

El periodismo científico nos ayuda a capturar y a familiarizarnos con la ciencia, exigiendo del divulgador una gran diversificación, que lo capacita para hablar hoy de biotecnología vegetal, mañana de transgénicos, SIDA, clonación, ingeniería espacial, investigaciones sobre violencia, paz y convivencia, entre otras.

Además debe ser generador de nuevas noticias, eso implica una vocación investigativa permanente, para no decir lo que otros han dicho sino por el contrario, ser innovativo y creativo, despertando conciencia crítica y una evaluación social estratégica de los resultados de la tecnociencia.

La divulgación tecnocientífica tiene además el deber de informar equilibradamente sobre los logros de la ciencia nacional a la par con los desarrollos de la misma a nivel mundial. De su trabajo depende en gran medida el reconocimiento social de nuestras comunidades científicas.

Así como hablamos de investigación competitiva también es posible hablar de un periodismo científico competitivo, en un momento en que la divulgación de la ciencia gana importantes espacios en otros países. Y para el caso colombiano ayudaría a cambiar la mala imagen que tenemos y la onerosa estigmatización a la cual se nos somete en el exterior.

Es hora de repensar y más que eso, reconstruir nuestra imagen basada en un prototipo de sociedad muy diferente a la real; la de un país con un valioso capital humano disperso por toda su geografía nacional, sobreviviendo en la mayoría de los casos, a un ambiente adverso al desarrollo del conocimiento.

Existe un semillero de investigadores anónimos y otro de divulgadores que con una debida formación en periodismo científico, y en los contenidos de CTS+I, es mucho lo que podrían hacer en el proceso de democratización de la ciencia en nuestro país. Porque ciencia y público, son partes de un todo y en modo alguno representan mundos diferentes, la tarea de la divulgación en tal sentido, es acercar ambos espacios para fortalecer la cultura científica nacional, a través de la formación de una opinión pública favorable al desarrollo de la tecnociencia.

Cuando nuestra sociedad aprenda a pensar científicamente, con seguridad seremos un país con mejor futuro. Aún es mucho el camino por recorrer, en el mismo la educación debe desempeñar una gran labor, tal y como lo están haciendo los estudios de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I que con el apoyo de Colciencias y de la Organización de Estados Iberoamericanos OEI, se empiezan a desarrollar en el ambiente académico nacional.

La ciencia como institución social, requiere además de una serie de fortalezas científico tecnológicas, de un cuerpo de divulgadores capaz de traducir, popularizar y transmitir los resultados de la misma a la sociedad. Este es el resultado de un largo proceso educativo sobre el valor estratégico del conocimiento en una sociedad emergente, en donde el uso y el abuso de la tecnociencia sean debidamente dimensionados.

Por lo demás es posible afirmar que la ciencia puede tener diferentes lecturas, en correspondencia con la formación del público receptor; para los científicos una, para el periodista y la sociedad otra. No obstante una nota científica no puede estar sujeta al juego de la espontaneidad y mucho menos al de la emotividad. Los elementos de juicio subjetivo deben ser eliminados, pues su efecto nocivo puede contaminar la visión de la ciencia así como la misión de los recursos humanos dedicados a la misma.

La divulgación de la ciencia, ofrece un espacio de reflexión y aprendizaje especialmente valioso para la sociedad y al aproximarse la misma al conocimiento se acerca al desarrollo humano integral. De ahí la importancia de dotar al divulgador de una visión humanista de la tecnociencia, pues de nada le vale conocer una serie de tecnicismos si desconoce el sustrato social bajo el cual se hace la ciencia.

Más allá de la publicación debe existir un agregado valorativo implícito en la formación del divulgador. Por tal razón, enfatizamos en la importancia de la formación humana integral, tan contextualizada como comprometida por parte de los periodistas.

De la misma manera es necesario evitar caer en extremos llegando a considerar al periodista como un “experto” en determinada área investigativa. La celeridad con que transcurre el conocimiento en el mundo contemporáneo es tal, que ni siquiera el mismo científico se considera a sí mismo un experto. La terminología y las categorizaciones son extremadamente delicadas y hay que ser muy cuidadosos con respecto a las mismas.

Sabemos que el divulgador reproduce una realidad, para nuestro caso representada en el panorama de la ciencia y la tecnología, en un contexto crítico de subdesarrollo. De otra parte, el mundo no se encierra en un laboratorio, existe toda una representación contextual, bajo la cual debe ser retratada la imagen de la ciencia y para el caso nuestro, es menester que el divulgador además de manejar los principios éticos y profesionales, conozca la realidad económica, política, social y cultural bajo la cual se “produce” nuestro aporte a la ciencia contemporánea.

Resumiendo, entre la ciencia y la sociedad existe un gran vacío, un espacio que debe ser necesariamente llenado por la educación científica y la apropiación de la misma por parte de nuestra sociedad. Un espacio comunicativo, cuyo discurso aún debemos construir, en el cual la divulgación científica debe entrar a convocar a la sociedad en general alrededor de la urgente necesidad de convertir la ciencia y la tecnología en grandes propósitos nacionales con alto grado de contenido social. De no hacerlo, sobrevendrá un vacío comunicativo que aislará peligrosamente a la ciencia de las fronteras sociales.

Bibliografía

DELLAMEA, Amalia Beatriz; BERNAL, Julio; RIATO, María Cristina. Espacios Imaginarios y representaciones. La divulgación científica y tecnológica en diarios argentinos de cobertura nacional. http://www.campus-oei.org/salactsi/dellamea2.htm

DELLAMEA, Amalia Beatriz. Estrategias de enseñanza y formación de recursos humanos en divulgación. Algunas observaciones críticas. http://www.campus-oei.org/salactsi/dellamea1.htm

DELLAMEA, Amalia Beatriz. La formación de divulgadores y periodistas científicos en la Argentina. http://www.campus-oei.org/salactsi/dellamea3.htm

DELLAMEA, Amalia Beatriz. La formación de divulgadores y democratizadores de la ciencia y la tecnología: Un desafío para los países en desarrollo. http://www.campus-oei.org/salactsi/dellamea5.htm

Revista Innovación y Ciencia Volumen V. No. 4. 1996.

Revista Colombia Ciencia y Tecnología Vol. 11. No. 2. Abril – junio 1993.

Revista Colombia Ciencia y Tecnología Vol. 11. No. 4. Octubre – diciembre 1993.

DUQUE SOTO, Álvaro. Muchos “doptores” y poco doctorado. Periódico El Tiempo. Domingo 17 de febrero de 2002. P. 2 – 15.

Cuba. Amanecer del Tercer Milenio. Ciencia, Sociedad y Tecnología. Coordinador. Editor Fidel Castro Díaz – Balart. Editorial Debate. Madrid 2002. P. 180.

MARTÍNEZ, Eduardo y FLÓREZ, Jorge. La popularización de la Ciencia y la Tecnología. Fondo de Cultura Económica. México D.F. 1997.

Notas

(1) Profesora Titulad del Departamento de Humanidades e Idiomas de la Universidad Tecnológica de Pereira. Prereira, Risaralda, Colombia. Miembro de la Cátedra Colombia de CTS+I de la OEI.

(2) Posada Flórez y Nohora Elizabeth Hoyos T. Comentarios inmediatistas? Revista Innovación y Ciencia. Volumen V No. 4. 1996 P. 7. Bogotá, Colombia.

(3) Núñez Jover, Jorge. Filosofía y Estudios Sociales de la Ciencia. En Cuba. Amanecer del tercer milenio. Editorial debate. Madrid 2002. P. 180.

Fuente: http://www.oei.es/historico/salactsi/elsa5.htm

Imagen tomada de: http://www.condistintosacentos.com/wp-content/uploads/2014/07/ciencia-polc3adtica.jpg

Comparte este contenido:

¿Es lo mismo ir a la playa con burka que llevarlo a la universidad?

Por María Acaso

Hace unos días me invitaron a dar una charla en el Master on Education en el centro universitario donde actualmente estoy realizando una estancia de investigación, The University of Adelaide en Australia. La asignatura tenía por nombre Pedagogical engagement and learning y asistieron unos cuarenta estudiantes. Todos fueron muy puntuales y, antes de la hora que aparecía en los horarios, llegaban al aula. Se fueron organizando por afinidades estudiantes provenientes de áreas geográficas relativamente cercanas a Australia como Indonesia, Kuala Lumpur o China siendo llamativa la ausencia de estudiantes de nacionalidad australiana. Todos ellos vestían de una manera muy similar; todos excepto dos alumnas que llevaban su rostro tapado a excepción de sus ojos.

Nunca me había encontrado en una situación similar y tengo que decir que impartir esa clase fue un ejercicio muy incómodo que me llenó de sensaciones contradictorias, un suceso que ha tenido lugar casi al mismo tiempo que medio mundo estaba comentando los modos de vestir de las deportistas olímpicas musulmanas en Río así como el caso realmente increíble ocurrido en Niza en el que otra mujer musulmana fue invitada a quitarse la prenda denominada como burkini para poder permanecer en la playa.

shirin_neshat

La primera razón de mi incomodidad fue la autocensura que apareció de manera instantánea: de repente pensé que tendría que cambiar muchas de las imágenes que había seleccionado para proyectar, ya que muchas de ellas podrían herir la susceptibilidades de las estudiantes con el rostro tapado. ¿Hubiera pensado lo mismo si hubieran ido con la cara descubierta? Y, en segundo lugar, me incomodó mucho no poder leer su comunicación facial, no poder recibir el feedback necesario en cualquier acto de comunicación, y especialmente necesario en los actos de comunicación que suceden en contextos educativos, donde muchas veces los consensos, los disensos así como cualquier signo de participación en la experiencia se efectúa a través del rostro.

aprendefotografiadesdecero_shirin_neshat_13

Llevar la cabeza o la cara tapada mediante un pañuelo es una manera clara de visibilizar la posición subrogada de las mujeres en el espacio público en los países que profesan religiones musulmanas. En cuanto una niña tiene la menarquia, es obligada por los ritos y costumbres que la rodean a adoptar un tipo de vestimenta. Desde mi punto de vista, no es tan importante el tipo de vestimenta en sí comoel acto de violencia simbólica del poder masculino que obliga a una mujer libre a tomar la decisión de adoptar una serie de símbolos concretos cuando permanece en el espacio público.

untitled

En nuestra sociedad nos ocurre algo parecido pero de manera diferente. En nuestro caso, tal y como ha teorizado la escritoraFátema Mernissi, la imposición que asumimos es la talla treinta y ocho junto con otras representaciones simbólicas (siempre rodeadas de dolor e incomodidad)como la depilación, los tacones, los tintes o las uñas largas, sin hacer continuar con las faldas tubo, los miriñaques y otros dispositivos de control histórico sobre el cuerpo femenino.

shirinneshat_veiledwomen

En nuestro caso, la obligación no es llevar el cuerpo tapado, es llevarlo destapado: no es tapar el pelo con el yihab, es lucirlo cuanto más largo, más sedoso y más incómodo posible; no es invisibilizar el pecho, es distorsionarlo hasta tamaños realmente perversos que nos obligan a pasar por el quirófano. Pero estas normas invisibles que nos alejan de nuestra libertad de elección al mismo nivel que las mujeres musulmanas, en nuestro caso se establecen a través del lenguaje visual (y aquí me permito la licencia de recordar que las religiones musulmanas son iconoclastas) mediante las revistas de moda, la prensa del corazón, la publicidad, el cine, las series y en general todos los productos visuales que configuran los mundos visuales que nos rodean, lo que la filósofa Marina Garcés denomina como el Imperio del Ojo.

Estas normas operan, con la misma violencia, aunque en direcciones opuestas, para todas nosotras, normas que nos obligan a impedir el deseo en el caso de las mujeres musulmanas y a fomentarlo en el caso de las no musulmanas. Normas que no elegimos, que son impuestas y que se traducen una vez más en símbolo del sometimiento ante el patriarcado, porque, imaginemos por un momento que este proceso ocurriese al revés y fuesen los hombres musulmanes los que tuviesen que vestir con burka, o que los hombres no musulmanes tuviesen que lucir tacones, depilarse, operarse el pecho, llevar el pelo largo y teñirse las canas en cuento aparecen.

bonding

En cualquier caso, todo esto ocurre en el espacio público, en las calles, las plazas, las playas, las olimpiadas, los parques, los medios de transporte, los comercios, pero, y esta es la pregunta que origina este post,…¿debemos dejar qué ocurra en los contextos educativos entendidos como espacios públicos y muy especialmente en la universidad?

Las razones que han llevado a las autoridades de Niza a prohibir la presencia de una mujer con burkini en una playa pública son, desde mi punto de vista, igual de autoritarias y patriarcales que las razones de quienes obligan a las mujeres musulmanas a llevarlo. Pero una playa es muy diferente que una universidad. Una playa es un espacio para el ocio, donde los rituales de comunicación se establecen dentro de este paradigma. El contexto de una institución educativa y de un aula universitaria en concreto, es muy diferente y por lo tanto, creo que es necesario problematizarlo y preguntarnos si es lícita la presencia del burka o el chador en el aula porque son los contextos en los que las mujeres musulmanas tapan su rostro los que deben definir su uso.

Sin aventurarme a analizar otros contextos, los educativos son espacios de conocimiento y, por lo tanto, espacios que deben de operar al revés que la playa o las olimpiadas. Espacios que nunca deben de validar al profesor como autoridad a intervenir, porque estaríamos reproduciendo la lógica patriarcal que estamos criticando,sino espacios que deben brindar la posibilidad de reflexión crítica para que sean ellas, las estudiantes con el rostro tapado, las que decidan qué hacer con sus vestimentas y con sus cuerpos.

speechless

En ningún caso la autoridad del aula debe de tomar decisiones por las estudiantes sino crear un clima de trabajo y de aprendizaje donde se les ofrezca la posibilidad de repensar las normas y decidir tras este proceso de reflexión.

Tanto las Olimpiadas como la playa de Niza han sido lugares donde, una vez más, las mujeres han sido tratadas como objetos dispuestos a acatar las normas masculinas. Por oposición, lo que debemos de procurar desde los contextos educativos (que son, no lo olvidemos, contextos intelectuales) es ofrecer a estas mujeres la posibilidad de entenderse como sujetos, como sujetos de conocimiento y autonomía plena, sujetos capaces de detectar, analizar y transformar los hábitos que configuran la urdimbre de las culturas, hábitos que nos impiden en muchas ocasiones visibilizar estas normas como presupuestos simbólicos que pueden ser alterados.

allegiance-with-wakefulness

Creo que en este tema subyace un problema de libertad de elección.Como profesora yo tengo la libertad de respetar o no respetar la decisión de las estudiantes por llevar la cara tapada, pero esto es una contradicción en sí misma puesto que ejerzo una libertad que para ellas está prohibida. En mi condición de académica feminista, debería de haber sido para mi una necesidad abordar la problemática del chador desde una postura crítica pero, sin paternalismos, tal y como aborda Elizabeth Ellsworth en su artículo Why Doesn’t This Feel Empowering? (1989). En dicho artículoElizabeth invita al lector a repensar la idea de que obligar a alguien a ejercer una postura crítica desde una posición de poder, es un proceso igual de paternalista y violento que aquel que se critica.

Nadie puede empoderar a otra persona, solo existe la capacidad de crear el clima para que los sujetos nos empoderemos a nosotros mismos, a nosotras mismas. Estos procesos de reflexión regenerativa que tanto necesitamos, no se desarrollan (la mayoría de la veces) en las playas, ni en los parques, ni en los comercios, pero sí se desarrollan en las aulas, porque las aulas son los espacios desde los que debemos de propiciar la autonomía intelectual de los y las estudiantes, proceso que consiste no en instarlas a quitarse el burka, el yihad, el chador sino, muy al contrario, en propiciar unas bases de reflexión epistemológica para que sean ellas mismas quienes decidan al respecto respetando profundamente esta decisión.

women-of-allah

Cuando seamos capaces de crear contextos públicos de reflexión y debate, recuperaremos las aulas como verdaderos espacios de conocimiento en vez de perpetuarlas como lugares de sometimiento. Construyamos espacios desde donde se nos haga necesario sopesar el sentido que tiene ir a la playa, a las olimpiadas o al parque con chador. Recuperemos la universidad para aquello para lo que fue creada: repensar el sentido de la cultura en la que vivimos.

*Todas las imágenes de este post son obra de la artista iraní Shirin Neshat

Comparte este contenido:

La innovación no se prescribe

Por Carlos Magro

La educación no es neutra. Debemos decidir si queremos una educación para la igualdad o una educación para la exclusión. Devenir en una cosa, la otra, o algo diferente, es cuestión de los agentes implicados”, planteanRamón Flecha y Iolanda Tortajada.

Dicho con otras palabras, la gran pregunta que deberíamos responder es si queremos ser agentes de transformación o de transmisión o, en palabras de Rafael Feito, si lo que “queremos es que nuestras escuelas sirvan básicamente para que los alumnos pasen de curso, aprueben exámenes y saquen buenas notas o para que aprendan a pensar y no acepten sin más la primera idea que les sea propuesta o que les venga a la cabeza.”

pensar_carlosmagro

Debemos ser capaces de respondernos a las preguntas básicas de por qué y para qué educamos. Debemos cuestionarnos si la educación que ofrecemos hoy responde a las necesidades reales de los alumnos y a la complejidad de nuestra sociedad. “Posponer, trivializar o no contemplar con rigor y altura de miras la necesaria renovación constante de la escuela, puede generar el distanciamiento, e incluso el no cumplimiento, de las altas expectativas que la sociedad deposita en ella.” (Javier Pericacho)

Las respuestas pasan por la palabra innovación. Un término que se ha convertido en ubicuo en el mundo de las organizaciones pero cuyo significado se nos escapa porque no todos entendemos lo mismo por innovación.

Hace ahora 20 años que Francisco Imbernón pedía pasar de las mejoras cuantitativas a mejoras cualitativas. Hace ahora 20 años que Imbernón reclamaba innovación para una nueva forma de ver la educación y la enseñanza. Innovación para impulsar un cambio educativo constante. Innovación para que la educación pudiera responder a la incertidumbre, la complejidad y la diversidad que estaban provocando los profundos cambios sociales, económicos y tecnológicos que entonces vivíamos.

10030_o_sience_fiction_1950_s

Pasados 20 años, los cambios socioeconómicos y tecnológicos a los que apelaba Imbernón no han hecho más que acrecentarse y acelerarse. “La educación ya no es el ámbito seguro y con pocos riesgos que era apenas hace unas pocas décadas. Debemos dejar de evadirnos. Hoy en día no nos queda otra posibilidad que soñar la utopía y desarrollar estrategias para actuar en la incertidumbre”, dice Ferrán Ruiz Tarragó. La necesidad de innovación parece más necesaria que nunca. Es urgente pasar de la innovación a la acción.

Esto es precisamente lo que hemos hecho en la segunda temporada (2016) de los laboratorios de Santillana (#santillanaLab) al dedicar un eje de trabajo a entender bien qué es la innovación educativa, por qué es importante la innovación educativa, por qué tenemos que innovar, para qué innovamos, desde dónde debemos innovar y a dónde nos lleva la innovación y sobre todo para y con quién innovamos. A identificar cuáles son las dimensiones del cambio. Y lo hemos hecho partiendo de dos premisas: que la innovación que buscamos queremos que sea una innovación transformadora y sostenible, y que la unidad básica para este tipo de innovación es el centro educativo.

The Golden Dolphin, by the Turin-based Viberti, 1956

The Golden Dolphin, by the Turin-based Viberti, 1956

Para profundizar en estas preguntas nos reunimos con 15 profesionales de la educación en dos intensas sesiones de trabajo para tratar de identificar qué es un centro educativo innovador, cuáles son los ejes de la innovación de un centro educativo, cuáles son las dimensiones del cambio y cómo debemos activar ese cambio. Y si bien estamos convencidos que la unidad de cambio educativo es el centro escolar, no debemos olvidar que el proceso de enseñanza/aprendizaje dentro de la escuela sucede en las aulas, por lo que también exploramos qué era un aula innovadora, cómo interacciona el aula con el resto de elementos del centro y cuáles son las principales barreras para la innovación. Hicimos también una propuesta de dimensiones para el cambio, exploramos rutas de la transformación y construimos una rúbrica de diagnóstico de la innovación educativa en un centro escolar.

En este post nos gustaría compartir las principales conclusiones a las que llegamos. Las hemos escrito a modo dedecálogo de la innovación educativa:

1. LA INNOVACIÓN SE DEBE A LOS ALUMNOS
Innovamos para mejorar los resultados de aprendizaje de los alumnos. El alumno es el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje y por tanto debe ser también el principal beneficiario de la innovación educativa. El alumno es el foco y el motor del cambio y debe, además, participar en la definición del cambio.

2. LA INNOVACIÓN DEBE RESPONDER A UN PROYECTO
No hay cambio posible si no se tiene claro el por qué y el para qué de la educación. La innovación debe responder a una visión clara y compartida por cada comunidad educativa. Debe responder a un proyecto educativo. Es necesario hacer explícitos los objetivos del cambio.

3. LA INNOVACIÓN NO SE PUEDE PRESCRIBIR
No se puede imponer desde arriba ni dictar desde el boletín oficial. No hay recetas únicas. Es fundamental por tanto responder al contexto y a las necesidades de cada comunidad educativa y de cada centro. No hay un único modelo de escuela innovadora. Hay tantos modelos como proyectos educativos. Hay tantos modelos de innovación como comunidades educativas.

4. LA INNOVACIÓN ES PROPIA DE LOS CENTROS EDUCATIVOS
La unidad de innovación no son, por tanto, ni las administraciones públicas ni las aulas aisladas. Los verdaderos impulsores de la innovación no son los legisladores, pero tampoco es suficiente con la innovación que se produce en un aula aislada. La innovación debe surgir e incidir en los centros educativos.

5. LA INNOVACIÓN DEBE RESPONDER AL CONTEXTO
El contexto es fundamental y cada centro debe desarrollar un proyecto que responda a las necesidades de la sociedad de hoy pero que también esté de acorde con sus circunstancias particulares, sus problemáticas, sus necesidades, su entorno. Un proyecto, en definitiva, que responda a sus alumnos,  a sus docentes y a su comunidad educativa.

ramonflecha

6. LA INNOVACIÓN ES UNA TAREA COLECTIVA
La innovación educativa exige la participación de toda la comunidad educativa. Parece claro como decía Andy Hargreaves en 1999 que “una reforma de arriba-abajo, sin una innovación de abajo hacia arriba, no creará, las escuelas que necesitamos para el mundo del mañana.” La innovación educativa es, por tanto, una tarea colectiva, que debe ser liderada por cada comunidad educativa. La innovación “significa también la habilidad de trabajar con otros, de saber comunicarse” (Joan Rué. Enseñar en la Universidad).

7. LA INNOVACIÓN ES UN PROCESO SISTÉMICO Y DINÁMICO
Igual que no hay recetas universales, tampoco hay palancas mágicas para la innovación. La innovación requiere actuar simultáneamente sobre varias dimensiones. Y aunque cada proyecto de innovación es diferente, todos actúan sobre un conjunto de dimensiones comunes. En #SantillanaLab hemos identificado estas siete grandes dimensiones con las que hemos construido nuestra rúbrica de diagnóstico de la innovación: 1. Objetivo; 2. Liderazgo y Organización; 3. Currículo, contenidos y metodología; 4. Evaluación; 5. Formación; 6. Infraestructuras; 7. Conexión con la comunidad. Cada centro debe decidir sobre qué dimensiones actúa y en qué orden. Además, la innovación es acción y es necesario introducir desde el principio una dimensión que atienda al proceso de implementación del cambio, desde el diagnóstico hasta la evaluación y la iteración, pasando por el  plan de acción. Cada centro debe diseñar un plan de acción para la innovación.

8. LA INNOVACIÓN DEMANDA FORMACIÓN
Sin formación no hay innovación. El proceso de innovación nos exige aprender continuamente y aprender de otros, compartir experiencias, formar equipos y formar a la comunidad educativa (profesores, equipos directivos, familias..). “Para generar innovación educativa lo fundamental es la instauración de capacidades al interior de las escuelas, de modo que sean ellas mismas las que instalen la reflexión-acción como práctica para el mejoramiento escolar continuo.” (Red Lab-Sur. Innovaciones educativas que conectan).

9. LA INNOVACIÓN EXIGE LIDERAZGO Y ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
La innovación exige liderazgo. Es necesario crear entornos de trabajo flexibles en los que no se castigue el error, donde la información y el conocimiento estén disponibles y circulen abiertamente. Que favorezcan la mezcla y la diversidad. Entornos porosos que incentiven la conectividad. La innovación nos pide liderazgo en la organización y un modelo de organización y de gestión del cambio. La innovación surge y cambia la cultura escolar.

10. LA INNOVACIÓN SON LAS PERSONAS
Lo más importante en un proceso de cambio son las personas. En el centro de los procesos de innovación se encuentran las personas. Por eso también nos interesa respondernos a preguntas como ¿para quién innovamos?, ¿Quién debe innovar? y ¿quién debe participar en el proceso de cambio? ¿Quién debe liderar ese proceso de innovación?. Al final como dijo Ángel Serrano (Escuelas Padre Piquer) “no son las metodologías, ni los espacios…son la personas”.

invisibility

En resumen, innovar nos exige conocer el contexto, trabajar desde lo que tenemos, asumir riesgos, investigar, fijar objetivos, organizarnos de una cierta manera, compartir, colocar al alumno en el centro, liderazgo y formación. La innovación y el cambio debe ser la respuesta a necesidades concretas, debe estar liderada por personas comprometidas y debe ser ejecutada por toda la comunidad educativa. El cambio exige una correcta combinación de planificación, liderazgo, personas, recursos y acción.

La innovación debe ayudarnos a construir un futuro mejor desde nuestro presente. Innovar es, de hecho, nuestra manera de hablar con el futuro. Innovar es nuestra manera de construir nuestra utopía, de “diseñar y poner en marcha, de manera pausada, participativa y humilde, una renovación pedagógica que supere unas disfunciones que cada día que pasa son más manifiestas, contribuyendo al mismo tiempo a satisfacer mejor las necesidades de las personas (los alumnos) en el incierto mundo que les espera.” (Ferrán Ruiz Tarragó). Innovar es hacer que el cambio sea deseable, posible, articulable, sostenible y generalizable. Pasa por construir la imagen de “lo deseable”. Innovamos para cambiar. Innovamos para transformar. Innovamos para crear una nueva cultura del aprendizaje. Innovamos para vivir mejor.

Fuente: https://carlosmagro.wordpress.com/2016/09/22/la-innovacion-no-se-prescribe/

Comparte este contenido:

Menos guarderías allí donde más se necesitan: desigualdades territoriales en la primera infancia

Por: Pau Rodríguez

En Santa Coloma de Gramenet, uno de los municipios más pobres de la provincia de Barcelona, sólo un 20% de los niños de 0 a 2 años en una guardería. En Sant Cugat, el pueblo más rico, la cobertura de esta etapa llega casi al 60%. Hay menos cobertura de guarderías allí donde más se necesita. O, lo que es lo mismo, hay indicios de que la política educativa de primera infancia es «regresiva», en palabras de Jaume Blasco, autor de un estudio De la guardería a las políticas para la pequeña infancia, publicado por la Fundación Jaume Bofill.

«La red de guarderías se ha desarrollado más en los municipios con mayor renta y nivel educativo y con menor paro», sostiene Blasco. La desigualdad territorial afecta también a la relación de centros públicos y privados. Sant Feliu de Llobregat, con un 38,5% de los niños menores de dos años en guarderías públicas, cuadruplica la cobertura de ciudades como Badalona (9,9%) o Blanes (12,7%).

Esto es especialmente problemático, según el autor del informe, si se tiene en cuenta que la escolarización entre los 0 y los 3 años es especialmente beneficiosa para los niños de familias sin recursos . Fuera de la guardería, sus padres y madres suelen tener más dificultades para garantizarles un entorno rico en estímulos y experiencias.

Cobertura de plazas en función del nivel de estudios y de paro del municipio. / Elaboración FJB

Cobertura de plazas en función del nivel de estudios y de paro del municipio. / Elaboración FJB

En general, el informe evidencia que es en los municipios grandes -las zonas urbanas- donde hay un déficit de plazas más «grave». La ciudad de Barcelona, a pesar de conseguir que más de la mitad de los niños de esta edad estén escolarizados -muy por encima de la media-, sólo puede atender el 56% de las demandas. Esto quiere decir que el curso 2014-2015 se quedaron sin plaza 3.000 solicitantes.

Pasa al contrario en los municipios pequeños, expone Blasco, donde muchos ayuntamientos «afanan» para no cerrar guarderías que se abrieron la década pasada y que, por el descenso demográfico y los efectos de la crisis económica, no consiguen llenar sus plazas . En el conjunto de Cataluña cada año quedan aproximadamente un 10% de plazas en la pública sin ocupar.

El Gobierno recorta el 50% de su aportación

Esta desigualdad territorial, que supone un agravio para muchas familias en función del lugar donde viven, tiene su origen, según el estudio, en una política que se ha limitado a regular y expandir esta etapa, sin dotarla de coherencia , y que además se ha visto agravada por los recortes. Desde 2004 -año en que se aprobó la llamada Ley de las 30.000 plazas- hasta 2015 se ha duplicado el número de guarderías públicas en Cataluña (de 422 a 883). Este impulso ha situado Cataluña por encima de la mayoría de comunidades autónomas y de la media europea en cuanto a tasa de escolarización a los dos años (un 44%), pero no ha corregido las desigualdades que existen entre sus municipios.

No ha contribuido, por el contrario, que la Generalitat haya recortado drásticamente su parte de financiación de las cuna: de 146,9 millones en 2009 a 71,6 en la actualidad, poco más de la mitad. Esta tijeretazo, en un sistema que se financiaba por tercios (un tercio la Generalitat, un tercio los ayuntamientos, un tercio las familias), ha supuesto, a grandes rasgos, que los municipios que han podido han tenido que aumentar su aportación, y el resto lo han confiado en el bolsillo de las familias. Las matrículas se han encarecido un 10% de media. Que el gasto en pequeña infancia haya sido de las más recortes prueba que «no ha sido una prioridad», dice Blasco.

Para hacer frente al desequilibrio del mapa actual, el estudio propone de entrada que el departamento de Enseñanza vuelva a asumir la parte que le toca de la financiación. Pero añade otras recomendaciones, como una «estrategia de expansión selectiva» de la red de escuelas -en función de los municipios con más necesidad-, o subvenciones para acceder al sector privado a aquellas familias que hayan quedado fuera de la pública y no tengan suficiente dinero para pagar la matrícula de la privada.

El informe recoge también que cada vez más municipios adoptan algún tipo de tarifación social, es decir, que las familias pagan por tramos en función de su renta. En la provincia de Barcelona estos pueblos ya representan el 61% del total.

Y el 55% que no va a la cuna?

Si un 44% de los niños de dos años van a guarderías, ¿qué pasa con el 55% restante? Algunas familias no acceden a pesar de solicitarlo, otros consideran que no es necesario que sus hijos vayan a la cuna, algunos padres y madres en paro optan por quedarse con los hijos en casa por razones económicas … La foto aquí es más difícil de encuadrar. Pero lo que sí constata el estudio es que las políticas de apoyo a este 55% de familias «son casi inexistentes».

«O te toca todo o no te toca nada», resume Blasco, en referencia a los sorteos para acceder a plaza. En este sentido, defiende que se deberían potenciar otras políticas de infancia como los permisos remunerados de parentalidad.

Este ha sido uno de los motivos -entre otros- que ha hecho aflorar los últimos años iniciativas al margen del sistema para el cuidado de los niños: desde servicios de espacio familiares, donde los padres y madres se encuentran para compartir dudas e ideas , hasta ofertas de horario flexible por parte del sector privado, pasando por iniciativas como las llamadas madres de día (educadoras que se hacen cargo de grupos muy reducidos de niños, a menudo en el propio hogar). A esta diversidad de iniciativas las une el haber proliferado al margen de la regulación vigente.

En este sentido, el estudio aconseja regular estas actividades menos para garantizar unos «mínimos de calidad» y unas «condiciones de funcionamiento».

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es&sl=ca&u=http://diarieducacio.cat/author/pau/&prev=search

Fuente imagen:

Comparte este contenido:

Los secretos revelados por Julian Assange

Por: Manuel Yepe

El último día de agosto, el New York Times publicó un extenso ensayo contra Julian Assange, periodista australiano que al frente de WikiLeaks, se convirtió en eje de uno de los episodios más controvertidos de la historia del periodismo mundial.

Con la firma de Jo Becker (jefe de grupo), Steven Erlanger y Eric Schmitt, el artículo apareció con el título de “Cómo Rusia se beneficia con frecuencia con los secretos de Occidente revelados por Julian Assange (How Russia Often Benefits When Julian Assange Reveals the West’s Secrets)”.

Evidentemente el propósito principal del trabajo periodístico era difundir la idea de una probable existencia de vínculos de Assange con los servicios de inteligencia rusos “que pudiera ser la razón por la que las agendas de WL y el Kremlin encajan tan a menudo”. El ensayo difundido por el NYT recuerda que Assange saltó a la fama en 2010 al difundir enormes alijos de comunicaciones altamente clasificadas del gobierno estadounidense exponiendo interioridades de sus guerras en Afganistán e Irak, así como de su errática diplomacia alrededor del mundo.

Los autores afirman que Assange, desde el reducido espacio en que vive en la embajada ecuatoriana en Londres -que desde hace cuatro años le ha concedido asilo para protegerle de la cacería a que le tienen sometido las agencias policiales al servicio de Estados Unidos- ha venido ofreciendo una visión de EEUU como un “superbully”, vale decir, una nación que dispone de poder imperial para reconocer la lealtad de las naciones a los principios de los derechos humanos y facultades para castigar a quienes, como el propio Assange, se atreven a decir la verdad. En julio, WL divulgó casi 20.000 mensajes electrónicos del Comité Nacional Demócrata sugiriendo que ese partido había conspirado con la campaña de Hillary para socavar a su principal oponente en aquel momento, el senador Bernie Sanders. Assange, quien ha sido abiertamente crítico de la señora Clinton, prometió nuevas revelaciones que podrían voltear su campaña contra el candidato republicano, Donald Trump.

El trabajo publicado por el NYT contra Assange asegura que “funcionarios estadounidenses creen, con alto grado de certeza, que esos mensajes fueron hackeados por el gobierno ruso y sospechan que los códigos han sido robados por los rusos”.

Según los autores del artículo, ello ha hecho surgir la pregunta de “si WL se habría convertido en máquina de lavado para el material reunido por espías rusos y, en términos más generales, ¿cuál es la relación entre Assange y el Kremlin?”.

Los coautores del trabajo que publica el NYT, afirman que “ya sea por convicción, conveniencia o coincidencia, las versiones de documentos divulgados por WL, así como muchas declaraciones de Assange, han beneficiado a Rusia a costa de Occidente”.

De ahí que el consenso entre funcionarios de Estados Unidos sea que -aunque probablemente Assange y WikiLeaks no tengan vínculos directos con los servicios de inteligencia rusos- al menos en el caso de correos electrónicos del partido demócrata, Moscú sabía que en WikiLeaks tenía una salida viable para bajar, en las bandejas digitales anónimos del grupo, los documentos hurtados.

Poco tardó el fundador de WikiLeaks en salir en rechazo de lo planteado por los tres coautores del artículo contra él aparecido en el New York Times el 31 de agosto.

«La teoría de la conspiración que el artículo intenta imputar a la distribución de las publicaciones de WikiLeaks es falsa y otros varios puntos del artículo son «falsos» o «engañosos», simplemente no son periodismo,» escribió Assange en su respuesta.

«La única noticia seria en el artículo del NYT es que los funcionarios estadounidenses hayan admitido que Assange y WikiLeaks probablemente no tienen vínculos con los servicios de inteligencia rusos”, dice Assange citando el subtítulo del artículo.

WikiLeaks no ha tenido noticias de que el gobierno de Estados Unidos haya afirmado en algún momento que los mensajes hackeados del Comité Nacional Demócrata que WikiLeaks publicó en julio, hayan sido obtenidos por la inteligencia rusa. De hecho, el gobierno de Estados Unidos jamás ha acusado públicamente al gobierno ruso de estar detrás del hecho, aunque ahora se diga que muchos expertos cibernéticos estadounidenses hayan asegurado tener un «alto grado de certeza» de que el gobierno ruso estaba detrás del robo de los correos electrónicos.

Respecto a los cuestionamientos que se le hacen acerca del hecho de que WikiLeaks nunca publica materiales contrarios a los intereses de Rusia, Assange afirma que su grupo no excusa a ninguna nación en particular. Más bien verifica que cualquier material que publica sea en servicio del público, que «adora echar un vistazo a la maquinaria corrupta que intenta gobernarlos.»

Exclusivo para el diario POR ESTO! de Mérida, México.

http://manuelyepe.wordpress.com/

Comparte este contenido:

¿Por qué dicen que el Banco Mundial está detrás del Operativo Aprender?

Por: Hernan Cortiñas

El jueves 15 de septiembre el ministro Esteban Bullrich participó de una de las conferencias para inversionistas extranjeros realizada en el llamado “mini” Davos. Allí afirmó que “no importan cuánto se invierta sino en qué se invierte”, muy a tono con su rechazo, de hace un par de semanas, a reabrir paritarias.

Hablar de mejorar los resultados sin aumentar la inversión implica, pensando la educación desde su punto de vista empresarial, aumentar la “productividad” de docentes y estudiantes. Con este objetivo e ideología es que están planificando el Operativo Aprender 2016 a realizarse el 18 y 19 de octubre en todas las escuelas primarias y secundarias del país.

Este tipo de reformas basadas en evaluaciones censales, externas y estandarizadas vienen siendo impulsadas y aplicadas desde hace más de 10 años en gran parte de América Latina. El Banco Mundial es su principal impulsor e ideólogo. Esto se puede apreciar claramente en la publicación que hicieron hace dos años titulada “Profesores excelentes, cómo mejorar el aprendizaje en América Latina”. Allí el Banco Mundial analiza la implementación de reformas educativas durante la primera década de este siglo y saca conclusiones para imponerlas con la “menor resistencia posible”.

Un manual del Banco Mundial para reformas educativas neoliberales en Latinoamérica

Centrado en la experiencia de la región, la receta desarrollada en “Profesores Excelentes” se podría resumir en tres pasos. “El primer paso son las pruebas a los estudiantes, con una divulgación transparente de los resultados”; “el segundo paso ha sido la adopción del pago de bonificaciones a nivel de las escuelas, mediante el cual se establece el concepto de pago por desempeño y las escuelas se centran en el progreso del aprendizaje del alumno” y el tercero, la evaluación de los docentes “en forma individual y de manera voluntaria, con el atractivo de recompensas financieras para los profesores que asuman el riesgo de ser evaluados y demuestren un buen desempeño”. El trabajo no olvida a los sindicatos y la resistencia docentes: “Por lo general, los sindicatos se han opuesto a esto, pero con programas voluntarios se puede evitar la confrontación”.

Cabe señalar que es el propio Banco Mundial quien confirma que este tipo de evaluaciones censales a estudiantes, como la que se propone ahora para Argentina, fueron el primer paso de la reforma privatista chilena, “esta secuencia de reformas se implementó en Chile entre 1995 y 2004, más recientemente en el estado de São Paulo”.

Preocupados por la previsible resistencia, el documento recomienda una campaña mediática como la que viene desarrollando Clarín con su “periodismo de guerra contra la educación pública”: “los líderes políticos pueden establecer alianzas eficaces a favor de la reforma entre directivos de empresas y la sociedad civil mediante campañas de comunicación”.

Pero esto es sólo el principio. Una segunda tanda de campaña por una reforma neoliberal es recomendada con la publicación de los resultados de la primera evaluación censal, ya anunciada por el PRO para principios del 2017, ¡junto cuando se estén discutiendo las paritarias! En palabras del Banco Mundial, “contar con datos duros sobre los resultados del sistema educativo es una herramienta política clave. El uso de estos datos por parte de los líderes políticos para justificar las reformas ha sido un factor clave de todas las estrategias que han tenido éxito hasta la fecha”.

Premios y castigos según resultados

Bullrich intenta atenerse al libreto y negar el carácter punitivo de la evaluación, ya que lo recomendado por los organismos de crédito para esta etapa es crear una cultura de la evaluación y concientizar a la sociedad. En otras palabras, naturalizar que vienen operativos ajenos a las escuelas a evaluar a todos los estudiantes de un año y utilizar los datos para convencer a la sociedad de la necesidad de reformas neoliberales.

Sin embargo, el archivo lo delata a Bullrich. En mayo del 2013, en declaraciones para La Nación, afirmó: “si la escuela mejora un 10% con respecto al año anterior podemos darle una nueva biblioteca. Si mejora un 20%, los chicos del séptimo grado podrían viajar a Bariloche. Lo que queremos es que se comprometa toda la comunidad en la mejora de la calidad”. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Ahora bien, ¿en qué consisten esto premios y castigos? Según el documento analizado el objetivo es “lograr que los docentes rindan cuentas por su desempeño”.

En este sentido señalan que “los aumentos salariales generales son ineficientes” y que “los buenos sistemas garantizan que los resultados de las evaluaciones tengan consecuencias —tanto positivas como negativas— para los profesores (…) en Chile y Ecuador, los profesores que obtienen puntajes sobresalientes en las evaluaciones pueden recibir una bonificación”. Por todo esto recomiendan “el indicador compuesto utilizado en Brasil, que es un producto de las calificaciones de las pruebas y los porcentajes de alumnos aprobados, es un modelo interesante para que consideren los países”. Esto es toda una provocación cuando los salarios docentes no están alcanzando para llegar a fin de mes y hace falta tomar más cargos u horas para pagar las cuentas del tarifazo.

La evaluación externa: más sobrecarga para la docencia y un adiestramiento para los estudiantes

Otro aspecto muy criticado en los países en donde ha avanzado este tipo de evaluaciones es la sobrecarga del trabajo de los docentes y desviación del estudio de los estudiantes. Incluso Diane Ravitch, una de las responsables de implementar las evaluaciones externas en EEUU durante las presidencias de Bush y Clinton, considera que el sistema de evaluaciones externas fracasó: “observando los efectos concretos de estas políticas, cambié de opinión: ahora considero que la calidad de la enseñanza que reciben los niños es más importante que los problemas de gestión, de organización o de evaluación”.

Diane Ravitch en “Multiple choice: Charter School performance in 16 states” describe el impacto de estas evaluaciones en Estados Unidos, “en muchas escuelas, la enseñanza común se interrumpe varios meses antes de la fecha de los exámenes para dar lugar a la preparación intensiva que se les dedica a estos últimos. Muchos especialistas han determinado que este trabajo no beneficia a los niños, quienes aprenden a dominar las pruebas más que las materias correspondientes”. Además, alerta sobre un vaciamiento de contenidos que implica este tipo de evaluaciones, “la lectura y el cálculo se volvieron prioritarios (para aprobar). Los docentes, conscientes de que estas dos materias deciden el futuro de su escuela y por lo tanto de su empleo, descuidan las otras. La historia, la literatura, la geografía, las ciencias, el arte, las lenguas extranjeras y la educación cívica son relegadas al rango de materias secundarias”.

Otro aspecto a tener en cuenta es la sobrecarga del trabajo docente, que a las obligaciones actuales se les suman las relacionadas con la evaluación. Por ejemplo, en Chile la evaluación integral combina la observación de las prácticas de los profesores en el aula, la producción de un portafolio con la planificación de clases, una autoevaluación, una entrevista con un colega, y una evaluación realizada por el director de la escuela y el supervisor pedagógico. Todo al módico precio de querer el bono para llegar a fin de mes.

Una puerta para los despidos masivos en educación

Sin ningún tipo de tapujos lo explican en “Profesores excelentes”, “las evaluaciones docentes generan datos que permiten a los sistemas escolares lidiar de manera directa y transparente con quienes muestran repetidamente un desempeño bajo. En Chile, Ecuador y Colombia, y en las nuevas iniciativas propuestas en Perú y México, los profesores que en las sucesivas evaluaciones obtienen puntajes en las categorías más bajas del desempeño son despedidos”.

En Chile incluso se fortaleció el proceso de selección, se incrementó la autonomía de los directores y se les exigió una mayor rendición de cuentas: pueden despedir por año hasta el 5% de los profesores de su escuela por mal desempeño.

Lamentablemente no se trata de elucubraciones. En marzo de este año en México, durante la presentación de los resultados de la evaluación 2015-2016, el secretario de educación Aurelio Nuño anunció el despido de 3360 docentes, que generó revueltas en el magisterio mexicano.

Una puerta a la privatización de la educación estatal

En este caso no se trata de la problemática del aumento de la matrícula privada, que también va a ser incentivada por este tipo de medidas, sino del ingreso directo del sector privado en la educación estatal.

Los ejemplos sobran. En 2008, la revista Time citó que Susan Neuman, subsecretaria de George W. Bush y promotora de la ley de evaluaciones norteamericana, señaló que algunos de sus colegas en el gobierno veían esa ley como un caballo de Troya para promover su agenda de privatización, demostrar el fracaso de la educación pública y así hacerla estallar un poco.

Por su parte Diane Ravitch señala que “la profesión magisterial está bajo ataque de aquellos que culpan a los maestros por condiciones más allá de su control”. También advirtió que “si logran quitar a los maestros el derecho de negociar el contrato colectivo, silencian sus voces, con ello eliminan la única fuerza que puede detenerlos. Eso deja el camino abierto para recortar fondos y para entregar más escuelas públicas a las cadenas de escuelas chárter. No permitan que lo hagan”. Asimismo, Ravitch, en un artículo en The Daily Beast, pronosticó que “en los próximos años, los alumnos estadunidenses serán sometidos a más y más exámenes, la industria de los exámenes engordará”. Un negocio redondo, a costa del derecho a la educación.
Que el rechazo a la evaluación se transforme en lucha por la educación pública
Este ataque a la educación pública por medio de evaluaciones censales, externas, estandarizadas y punitivas que se propone llevar adelante el gobierno de Macri plantea la posibilidad no solo de tener una posición de rechazo, sino de repensar los objetivos de la educación pública, los planes de estudio y la relación de sus contenidos con la sociedad. Es decir, tener una política ofensiva de pelear por una educación pública que esté realmente al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre.

En este sentido, se hace necesario fortalecer la lucha por una mejor educación pública, partiendo del reclamo de un aumento inmediato del presupuesto educativo al 10% del PBI, para implementar un plan de construcción de escuelas que garanticen el derecho a la educación desde los 45 días y reformar la jornada laboral docente a 6 horas, con un salario mínimo igual a la canasta familiar y un tope de 4hs frente al curso, destinando el resto del tiempo a tareas de corrección, preparación de clases y capacitación en servicio. Sólo así podremos garantizar las condiciones de enseñanza y de aprendizaje necesarias.

Por todo lo planteado, es imperioso rechazar el Operativo “Aprender 2016” parando masivamente y movilizando este 27 de septiembre, para fortalecer éste y el resto de los reclamos. Al mismo tiempo, es necesario tomar el plan de lucha en nuestras manos, desarrollando un fuerte y profundo debate y exigir desde cada asamblea de escuela, distrital o provincial a la conducción de Ctera un paro nacional de 48 hs. el próximo 18 y 19 de octubre para derrotar de una vez las reformas neoliberales de Macri y el Banco Mundial.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/Por-que-dicen-que-el-Banco-Mundial-esta-detras-del-Operativo-Aprender

Comparte este contenido:
Page 2370 of 2733
1 2.368 2.369 2.370 2.371 2.372 2.733