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7 apps educativas que te ayudarán a trabajar las competencias en el aula

Por: Educaweb

Se ha terminado el curso y llega el momento de hacer balance. ¿Te planteas introducir las apps en el aula el próximo curso? Antes de lanzarte a esta aventura te recomendamos que definas tus objetivos, organices el tiempo del que dispondrás, tengas en cuenta la disponibilidad de recursos y las limitaciones en cuanto al uso y sobre todo, conozcas en profundidad las apps que vas a utilizar.

En el monográfico de Educaweb sobre aplicaciones educativas encontrarás interesantes experiencias de éxito llevadas a cabo en las aulas, pero para facilitarte el trabajo hemos seleccionado 7 apps propuestas por docentes para trabajar competencias:

  • Creatividad

Para desarrollar la creatividad, Ferran Gandol, profesor del colegio Canigó (Sant Just Desvern) recomienda My Dooddle Game. Es una aplicación que permite a los alumnos crear un videojuego sin tener que preocuparse de la programación (…). Estimula la creatividad y la creación de una historia en un entorno de gamificación, a través de la cual se tienen que resolver problemas y planificar estrategias.

  • Competencia matemática

Ferran Gandol recomienda Foldify, pues considera que es una aplicación que permite la personalización de cuerpos geométricos y facilita la comprensión de determinados conceptos matemáticos a partir de la manipulación digital. La aplicación posibilita la impresión en papel de las creaciones de los alumnos siendo un valor muy interesante ya que el alumnado deberá manipular el papel para construir su proyecto previamente diseñado.

  • Competencia lingüística

Carlos de Miguel, destaca Calligraphy practice como una herramienta sorprendente que nos sumerge en el mundo de la caligrafía de forma directa usando tan solo dos dedos, en la aplicación contamos con varios ejemplos de estilos tradicionales, donde podemos comparar nuestro trazo para mejorar, e incluso exportar nuestros trabajos a PDF vectorial.

Para Ferran Gandol, la app Ideas para escribir es un muy buen recurso para dinamizar actividades de expresión escrita y para motivar al alumnado con menos predisposición. La app presenta generadores de primeras líneas, personajes, títulos, palabras aleatorias. Además, consta de un completo taller literario de ejercicios de distintas categorías y dificultades.

  • Competencia científica

Sandra Gay Boelle, referente de Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) del Centre de Recursos Pedagògics Maresme ll (Pineda de Mar- Barcelona), utiliza diferentes apps educativas para trabajar el aparato locomotor y circulatorio en el ciclo superior de primaria. Utilizamos las app Anatomy y Essential Skeleton para ver en 3D todo el funcionamiento de los distintos aparatos que forman el cuerpo humano.

  • Competencia digital

Montse Paradeda, Directora de Innovación de Escola GEM ha realizado diferentes actividades con una aplicación que permite crear imágenes interactivas y agregarles vínculos. Thinglink es una app pensada para crear imágenes interactivas. Es una herramienta muy versátil que permite a nuestros alumnos desarrollar el contenido de una imagen hasta el máximo, fomentando la capacidad visual y creativa, la autonomía en su aprendizaje y la competencia digital.

  • Atención y concentración

Silvia Pradas Montilla, directora del Máster Educación y TIC de la Universidad Internacional de la Rioja, considera que la aplicación «Kids brain buddy» permite mejorar la atención gracias al apoyo visual y auditivo que ofrece porque prolongará la concentración durante más tiempo. La importancia de la atención en el proceso del aprendizaje es indiscutible pero como cualquier otra habilidad hay que desarrollarla a lo largo de la vida.

Fuente:http://www.educaweb.com/noticia/2016/07/08/7-apps-educativas-te-ayudaran-trabajar-competencias-aula-9475/

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El paraíso de los robots: por qué Japón es la capital del imperio de las máquinas

Por: Marta Sofía Ruiz

Fuertemente implantados en su sociedad y con visos de que su importancia siga creciendo, los robots son una parte fundamental del país nipón, que confía en ellos para solucionar los problemas de falta de mano de obra y personal de servicios.

Influido por su desarrollo histórico y por factores sociales y culturales, Japón se ha convertido en una suerte de imperio de los robots gracias, en gran parte, al apoyo institucional y a la potencia de su industria automovilística. Como si de una pócima mágica se tratara, distintos ingredientes han hecho del país nipón un refugio de autómatas llamados a solventar los problemas poblacionales y a convertirse en parte imprescindible de la sociedad.

La afición de esta isla por la robótica, cuya expresión más visible pasa por creaciones como  el famoso robot Asimo o por los humanoides que cada vez se parecen más a sus diseñadores, no es algo nuevo, sino que lleva años fraguándose, desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Tras grandes avances en el periodo previo al conflicto y después del amplio desarrollo militar que se produjo durante la contienda, el Gobierno quiso reorientar todos esos esfuerzos e impulsó la industria de la maquinaria, redirigiéndola hacia el ámbito civil.

“El Gobierno comenzó a promover la industria de forma muy activa en la década de los 50, ofreciendo préstamos con intereses muy bajos y exenciones fiscales”, relata a  HojaDeRouter.Com  Tetsuji Okazaki, profesor de historia económica de Japón en la Universidad de Tokio.

Con los años, y especialmente a partir de la década de los 70, el sector automovilístico se convirtió en estandarte de la industria de la maquinaria y en uno de los principales impulsores de la robótica. “Los fabricantes de automóviles han contribuido al crecimiento de los robots industriales con el objetivo de poder mejorar su propia productividad ”, explica Yuji Hosoda, secretario general de la Sociedad de Robótica de Japón.

La industria automovilística ha impulsado el campo de la robótica

La industria automovilística ha impulsado el campo de la robótica

Kazuhito Yokoi, director del Instituto de Investigación de Sistemas Inteligentes en el Instituto Nacional del Avance de la Ciencia y la Tecnología de Japón, va más allá y afirma que si la industria japonesa de la robótica es tan potente se debe a estas compañías: “En Japón tenemos muchas empresas de automóviles como Toyota, Mitsubishi, Nissan o Suzuki que se han introducido en la industria de los robots”, defiende. “La industria de la robótica es potente porque la de los automóviles es potente”, remarca el experto.

Desde el comienzo de los años 90, muchas otras compañías y ‘startups’ se han lanzado al mercado de la robótica con el objetivo de seguir innovando. “Empresas como Panasonic, Sharp o Sony, que también son muy fuertes, han entrado en el mercado y han aportado grandes avances”, afirma Yokoi.

Además, en muchos casos, la universidad ha jugado un papel fundamental en la configuración del panorama de la robótica, ya que ha nutrido a las empresas de jóvenes investigadores e ingenieros, ha sido el origen de numerosos avances y el embrión de ‘spin offs’ y ‘startups’ que han nacido en el ámbito de la enseñanza y han dado el salto a los negocios. “La industria se sustenta en redes muy fuertes que enlazan al Gobierno, las empresas y las universidades. Por estas redes es por lo que Japón es un buen país para el negocio de la robótica”, explica el experto.

Una necesidad vital

Con una población muy envejecida y unas tasas de natalidad muy bajas, Japón confía en su industria robótica para encontrar la solución al problema de la falta de mano de obra. Sus políticas sobre inmigración, muy restrictivas – solo un 2% de la población es extranjera–, únicamente agravan un problema que el país nipón palia con  315 robots industriales por cada 10.000 empleados, que cargan con una parte del trabajo del territorio. Solo por detrás de Corea del Sur en número de autómatas por trabajador, todos los expertos coinciden en lo mismo: estas entidades mecánicas son la solución a la falta de mano de obra que acecha a la sociedad nipona e irán cobrando cada vez más protagonismo en tareas no solo industriales, sino de cuidado de mayores y atención al cliente.

“Japón se enfrenta a un problema muy serio conforme su población envejece. Cada vez hay menos nacimientos, menos mano de obra y además hay una gran brecha generacional y una mayor necesidad de atender a los mayores. Esa brecha debe llenarse con robots”, explica el profesor Okazaki.

Muchos diseñadores robóticos crecieron influenciados por series como Astroboy

Muchos diseñadores robóticos crecieron influenciados por series como Astroboy

Esta convivencia entre humanos y robots, que parecen destinados a formar parte aún más inherente de la sociedad nipona, solo podría tener una implantación tan amplia y positiva en una sociedad como la japonesa y en el contexto de su religión y su cultura.

“Casi todos los japoneses están familiarizados con Karakuri, que fue un antiguo autómata del periodo Edo [parte de la historia de Japón que se extiende desde el 24 de marzo de 1603 hasta el 3 de mayo de 1868 y que delimita el gobierno del Shogunato Tokugawa]”, explica el secretario general de la Sociedad de Robótica.

“Además, los japoneses no se han visto influenciados por el ‘complejo de Frankenstein’ como los cristianos, porque no han sido monoteístas”, añade. Al hablar de este concepto, el experto emplea la expresión con la que Isaac Asimov describió el miedo de los hombres a que las máquinas se rebelaran contra sus creadores, como el legendario monstruo de la novela de Mary W. Shelley. Sin embargo, este temor, argumento repetido en distintas narraciones occidentales, no está presente en la isla en la que, además, una parte de la población, sintoísta, cree que incluso los objetos inanimados –incluidos aquellos construidos por el hombre– pueden tener una esencia espiritual.

El sueño infantil de la robótica

No se trata solo de que el imperio del Sol Naciente no tenga miedo de los robots, sino que el amor por estos seres mecánicos está fuertemente implantado en su cultura popular. Algunos de los más renombrados inventores de robots, como Tomotaka Takahashi, han mencionado el impacto que los cómics y la serie de Astroboy tuvieron durante su infancia. El profesor Okazaki relata que también fue uno de los millones de niños japoneses que creció contemplando las aventuras de este androide.

Pepper ha sido el primer robot humanoide en trabajar en un banco

Pepper ha sido el primer robot humanoide en trabajar en un banco

“Yo nací en 1958, y en ese momento Astroboy era muy popular y todos estábamos muy entusiasmados con esa animación. La industria de la robótica se ha nutrido de talento humano y creo que esos mismos niños que se entusiasmaron con las series de animación se convirtieron en investigadores e ingenieros en el campo de la robótica, que, por cierto, es una de las carreras más populares en la universidad”, explica el profesor de Historia Económica. “Quizá ese talento está asociado con las influencias culturales recibidas”.

Yuji Hosoda está de acuerdo. Además, en esos gustos y en la ausencia de rechazo hacia las máquinas se cimenta, en su opinión, la gran cantidad de robots humanoides que se desarrollan en el país nipón. “Puede que los robots humanoides tengan la forma de los sueños de muchos investigadores e ingenieros robóticos japoneses”, manifiesta.

Durante los últimos años, el Gobierno, a través del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI por sus siglas en inglés) ha liderado la apuesta por la robótica, y los robots de servicios son el próximo paso. “En este cuarto de siglo, los robots de servicios han sido incubados como el próximo producto de mercado en distintos programas nacionales del METI”, explica Hosoda.

Especialmente en los últimos años, Shinzō Abe, el primer ministro japonés, ha estado apostando por la innovación social a través de los robots. “Este nuevo movimiento recibe el nombre de la Iniciativa de la Revolución Robótica [Robot Revolution Initiative]”, concreta Hosoda.

El hotel en el que solo te atienden androides; el robot Pepper, que trabaja como conserje en uno de los bancos más grandes de Japón, o el desarrollo de  robots mascotas robots que se encarguen de cuidar a los ancianos son solo algunos ejemplos de la apuesta del país por una nueva generación de autómatas.

Aibo, jugando al igo, es una mascota robótica.

Aibo, jugando al igo, es una mascota robótica.

El secretario general de la Sociedad Robótica de Japón también apunta a que otros robots, como aquellos especializados en dar respuesta práctica ante un desastre, han acelerado su desarrollo desde el accidente nuclear de Fukushima. “Y, por supuesto, los robots industriales también continúan avanzando, en busca de una mayor efectividad y de una producción de mayor calidad”, añade.

Sin embargo, y a pesar de ser el rey de la robótica, Japón tiene grandes competidores en una de las áreas que más desarrollo están teniendo en la última década: la inteligencia artificial. En este campo, empresas europeas y estadounidenses se posicionan como rivales muy fuertes que buscan convertirse en referentes de esta tecnología. De hecho, Kazuhito Yokoi cree que los robots de comunicación que emplean inteligencia artificial están teniendo un desarrollo muy competente fuera del país nipón, muy avanzado en la parte mecánica.

Por su parte, Yuji Hosoda apunta a otro territorio como posible competidor dispuesto a quitarles el título de imperio de las máquinas: “ China está creciendo y convirtiéndose en uno de los mayores usuarios de robots en el mundo”.

Por el momento, y con un futuro que solo contempla la posibilidad de más robots, el país nipón será el refugio de máquinas y creaciones humanoides que, de forma progresiva, se convertirán en parte más y más imprescindible de una sociedad que, además de acogerlos con los brazos abiertos, los necesita para sobrevivir

Fuente: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/Japon-maquinas-robots-humanoides-automatas-inteligencia_artificial_0_546995435.html

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Comparación educativa.

Diversificación y descentralizacion.

Centro América/Panamá/Fuente:http://www.prensa.com/

Por: Marisa Montesano

Existe un país en el que los estudiantes que terminan la básica tienen dos opciones en la educación media (bachillerato): la académica y la profesional, como nosotros.

Los primeros pueden continuar carreras en universidades, los segundos obtienen la capacidad profesional necesaria para entrar a la vida laboral y ejercer una profesión independiente. Ese nivel profesional se logra en tres años y les permite continuar sus estudios superiores, igual que en Panamá. En esa oferta hay 75 bachilleratos profesionales básicos, similares a la diversidad panameña anterior.

Esa diversificación la constituyen las áreas de desarrollo para el país. Y los estudiantes pueden acceder a ella en institutos o en centros de trabajo mediante un contrato de aprendizaje (concepto manejado en el Inadeh como formación dual).

El año escolar en ese país tiene 190 días lectivos para los estudiantes; nuestro año escolar en 2016 aventajó al de los finlandeses por 10 días (200 días lectivos). Los horarios de clases allá van de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. (considerando su clima), similar a la jornada única que se discute actualmente.

Los grupos no superan los 20 alumnos, y si alguno tiene problemas académicos, es transferido a un grupo con 10 estudiantes para ser intervenido, oportuna y adecuadamente.

Su modelo demuestra un adecuado manejo de la descentralización educativa. Ellos descentralizaron la educación en la década de 1990, cuando le dieron más poder a sus municipios y también les concedieron a sus maestros mayores atribuciones.

Hoy, 25 años después, los docentes pueden elegir los libros de texto que quieren usar, deciden el programa de estudio que sigue la escuela en la que laboran, son capaces de diseñar las directrices que seguirán en cuestiones disciplinarias, de evaluación o de la cooperación entre las escuelas y los padres, y el papel de los directores es más como gestores y líderes académicos.

Comparar el sistema educativo panameño con el finlandés nos deja ver que hay cosas que podemos cambiar, porque así se hicieron en el pasado aquí. Alcanzar el estilo finlandés de educación puede ser una utopía o un gran reto. Tenemos similitudes y diferencias que se pueden ajustar a nuestras condiciones. La principal es el proceso de reclutamiento de docentes. Allá no solo se debe tener mística y vocación para la docencia; también es necesario demostrar que se es de los mejores, para tener la posibilidad de ser parte de la comunidad más reconocida profesionalmente en aquel país: la de docentes.

Hoy, al revalorar la profesión de educador se podrá reclutar mejores candidatos que buscarán esa calidad tan anhelada.

Los docentes tienen que ser parte activa del necesario cambio en la educación, y deben proponerse una nueva formación inicial para las venideras generaciones de maestros panameños. Porque el problema educativo que vemos arriba, en la secundaria o en las universidades, empezó abajo, en la primaria.

Fuente:

 http://www.prensa.com/opinion/Comparacion-educativa-Marisa-Montesano_0_4551294925.html

Imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/125105_800x600_crop_553efb639e3d1.jpg

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¿Propiedad de los padres?

Los hijos no son del gobierno ni del estado, dijo el procurador en su enfrentamiento con la ministra de educación. y tiene razón.

América del Norte/México/Fuente:http://www.elespectador.com/

Por: Rodrigo Uprimny.

Pero agregó que “los hijos son de papá y mamá, son de la familia”. Y ahí se equivoca pues, como bellamente lo ha dicho la Corte Constitucional, los hijos no son propiedad de nadie, ni siquiera de los padres: son “una libertad en formación, que merece una protección constitucional preferente”.

Esta precisión permite enmarcar la actual discusión sobre los manuales de convivencia.

Es indudable que los padres tienen derecho a escoger la educación de sus hijos y que pueden inscribirlos en colegios privados, que gozan de autonomía. Pero el derecho de los padres y la autonomía de los colegios tienen límites pues los derechos de los niños y su autonomía progresiva deben ser respetados. Por eso la Constitución y los pactos de derechos humanos señalan que la educación debe fomentar el pleno y libre desarrollo de los niños y debe respetar sus derechos. Si unos padres o un colegio violentan los derechos de un niño es entonces deber de un Estado democrático intervenir para protegerlo.

La Corte Constitucional, al estudiar el caso de Sergio Urrego, constató que muchos adolescentes homosexuales o transexuales sufrían matoneo en sus colegios. Y que en muchos casos las autoridades escolares no sólo no los protegían sino que incluso agravaban la situación pues los sancionaban por no ser heterosexuales. En Colombia hay entonces aún muchos “Sergios Urregos” que sufren, debido, entre otras cosas, a que los manuales de convivencia toleran (o peor aún fomentan) la discriminacion contra los homosexuales y transexuales.

La Corte no fue insensible a ese sufrimiento silencioso y ordenó al Ministerio de Educación que revisara que los manuales de convivencia de los colegios fueran respetuosos con la orientación sexual y la identidad de género de sus estudiantes.

El Ministerio ha intentado cumplir esa orden judicial pero sus estrategias han sido tergiversadas por quienes se oponen a que los manuales de convivencia sean actualizados. Es obvio que esas estrategias del Ministerio pueden y deben ser debatidas, pero es inaceptable presentarlas en forma distorsionada para hacer creer a los padres que el Gobierno pretende adoctrinar a sus hijos y fomentar la homosexualidad. Esto no sólo no es cierto sino que es ridículo, pues la orientación sexual no depende de lo que uno lea o escuche de sus docentes.

El propósito de los esfuerzos de la Corte y del Ministerio es otro y es muy simple: recordar que los niños tienen derechos propios y no son propiedad de nadie, ni siquiera de los padres; y que su autonomía debe ser respetada, en la medida en que se va fortaleciendo con el paso de los años; y que por eso debemos evitar que los adolescentes homosexuales o transexuales sufran en el colegio el acoso y matoneo que llevó al suicidio a un joven excepcional como Sergio Urrego. No dejemos que este noble esfuerzo sea distorsionado por quienes quieren polarizar y usar políticamente este tema.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/propiedad-de-los-padres

Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/NK0oWWdqAX8IcAseg3afbR1pXfPOA6NtD0Qk6HcaVBkM_9rWd1cvGWy7ce8PGZaua4B3wg=s128

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Investigar en comunicación.

Los paradigmas de los modelos de abordaje dan una lectura y una práctica adecuada del fenómeno en estudio, lo que supone una construcción del discurso del conocimiento empírico.

América del Sur /Venezuela/Fuente:http://www.elmundo.com.ve/

Por: Cesar Emilio Torres.

Uno de los cuestionamientos sobre la investigación de la comunicación, es la escogencia de la metodología aplicada al estudio de campo, como si la comunicación fuese una parte de otras especialidades o profesiones del saber social y no una en sí misma.
El campo de la comunicación por su complejidad, no se puede seguir estudiando en la perspectiva instrumental o funcionalista. Los análisis requieren de una revisión de los entornos, la cultura y las audiencias como fenómenos individuales que transforman a la sociedad y que ya han quedado expresos en las investigaciones que ampliaron aquel modelo clásico de Harold Lasswell, que inspiraron a las Escuelas de Frankfurt, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y más recientemente los estudios latinoamericanos, a hacer de modo dinámico e inspirador, todos aquellos fenómenos políticos, sociales y culturales que se viven en la comunidad.
Los problemas que determinan el reducido interés y la ausencia de reflexión sobre los mecanismos en materia de medios de comunicación y procesos institucionales respectivamente, se articulan con el cuestionamiento desde las Escuelas de Comunicación Social de Venezuela. Un ejemplo de ello, que explica el razonamiento, es lo que en la década de los 70 del siglo XX, se introdujo en la discusión como la incorporación de la democratización de la comunicación a través de la  innovación de la relación McBride, donde se vinculaba el hecho del crecimiento tecnológico y de la ciencia, frente a las realidades demográficas y económicas vividas en la región, que trajo como consecuencia, la migración de alto número de pobladores a ciudades industrializadas. Este fenómeno desde el punto de vista comunicacional, no puede ser analizado sólo con un enfoque sociológico, por ejemplo. 
Superar metodología: Un aspecto a analizar es la necesidad de sobrepasar las barreras que impiden la democracia en la comunicación, lo que implica el acceso a la información y la participación ciudadana que permite a los individuos integrantes de un pueblo a ser agentes activos del proceso y no objetos de la comunicación. 
La metodología en la investigación sobre la comunicación requiere incorporar al proceso pedagógico de la enseñanza, en el que confluyen la teoría y la práctica del quehacer comunicacional. Aquí entra en juego el modelo empírico, de modo abstracto, porque articula el saber con su implementación y se suma al efecto que genera con una actitud consciente y crítica frente al fenómeno, sujeto de estudio, sin olvidar su entorno, marco cultural y referencias.
Los gráficos que definen el campo de la investigación colocan en el eje los paradigmas y los sintagma adjetivos que describen a su vez los niveles y las fases en los discursos y las prácticas. 
Reflexión abierta :Cuesta por la enseñanza tradicional de la investigación en el campo de la comunicación insertar esta malla. El propósito se logra cuando se intenta por ensayo y error, tratar de incorporar a la investigación este modelo metodológico. 
Una posible línea de investigación sería el análisis de los discursos y la incorporación de las nuevas tecnologías al proceso educativo y comunicacional, sobre todo cuando en el aula del pregrado casi 90% de los estudiantes les cuesta asimilar las enseñanzas si está ausente la tecnología. 
Las redes sociales ocupan hoy escenarios dejados por algunos medios convencionales y se adoptan para evaluar las cuestiones económicas y políticas, cuando es menester la toma de decisiones.
La revisión crítica de la visión clásica del proceso de la comunicación se impone desde la pedagogía del aprendizaje. 
Fuente: http://www.elmundo.com.ve/firmas/cesar-emilio-torres-n-/investigar-en-comunicacion.aspx
Imagen: http://periodismo.usach.cl/sites/periodismo/files/field/noticia_image/investigar_en_comunicacion.jpg
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Educación superior gratuita, el fin de un mito.

Los derechos sociales universales no sólo abren las puertas para un gasto insostenible que termina perjudicando a todos los ciudadanos, sino que son  contrarios al gasto focalizado en los más desaventajados.

Por: Axel Kaiser.

El año 2013 escribí una columna sosteniendo que la educación era un bien económico y no un derecho. La tormenta que desató fue considerable pero todo lo que la columna afirmaba era que la educación costaba dinero esa es la definición de un bien económico y que nadie tiene un derecho al dinero ajeno.

Sostener lo contrario significa decir que la educación no tiene costo alguno y negar la propiedad privada, pues obviamente usted tiene derecho sobre los frutos de su trabajo sólo si puede excluir de ellos al resto aunque los demande para educarse. Cuando sus promotores dicen que los derechos “sociales” son el camino para construir el socialismo están precisamente reflejando la idea de que estos son incompatibles con la propiedad privada y el mercado.

Ahora bien, ¿qué ha pasado desde 2013? Pues, los que advertimos que prometer educación gratuita para todos era demagógico, porque nada es gratis, nos hemos visto reivindicados por la dura realidad, a saber, que los recursos son escasos. A los liberales, esta verdad insoslayable nos lleva a concluir que los recursos deben destinarse a aquellos que más los necesitan vaya inmoralidad-. Esa es una de las razones por las que rechazamos la idea de derechos “sociales” universales, pues estos no sólo abren las puertas para un gasto insostenible que termina perjudicando a todos los ciudadanos, sino que son esencialmente contrarios al gasto focalizado en los más desaventajados.La educación superior gratuita, por lo mismo, lejos de ser un derecho “social”, es, si se quiere, un derecho “antisocial” porque en lugar de beneficiar a los más desvalidos da privilegios a un grupo ya aventajado de la población, que invierte en su capital humano a costa de impuestos que pagan todos los demás y que otros necesitan de modo más urgente.

Esto no significa que no debiera haber becas para alumnos talentosos de escasos recursos, por supuesto, sino que la idea de derecho “social” universal como condición de ciudadano en realidad lo que consigue es crear una clase privilegiada que camufla sus privilegios bajo el concepto “social”. Porque, ¿qué se reclama en realidad con educación superior gratuita si no es lucro unilateral, es decir, un bien que beneficia al estudiante sin que éste dé nada a cambio? Así, vaya paradoja, los grandes críticos del lucro se convierten en sus principales receptores exigiendo que el Estado se los garantice a expensas de otros. Precisamente por eso la literatura económica señala que la educación superior gratuita es regresiva y genera desigualdad.

La figura del derecho “social” sin duda suena bien y es emocionalmente atractiva como tantas ideas socialistas. ¿Quién podría oponerse a un derecho llamado “social” salvo un desalmado “neoliberal”?

Lo cierto es que analizada fríamente se trata de una ficción conceptual que logra todo lo contrario a lo que se propone: desigualdad en lugar de igualdad, exclusión en lugar de inclusión, privilegio en lugar de cancha pareja. Pero lo peor, además de crear una corrosiva mentalidad paternalista donde el Estado se encarga de nuestras vidas, es que, en la lógica de los derechos “sociales” sólo el Estado puede proveer cuestiones como la educación, ya que de lo contrario emerge desigualdad y eso, según la teoría comentada, es incompatible con la condición de ciudadano, la que por definición debe ser igualitaria. Así desaparece la libertad de elegir dejándonos a merced del control estatal en las áreas más sensibles de nuestras vidas, todo en nombre de la igualdad.

En suma, tanto la realidad económica, que ha destrozado la fantasía de la educación superior gratuita universal, como el resguardo de la libertad de elegir, exigen que abandonemos el mito de los derechos “sociales”, universales y garantizados.

Fuente: http://tiempo.hn/educacion-superior-gratuita-fin-mito/

Imagen: http://i2.wp.com/otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2016/05/Foto-educacion-gratuita.jpg?resize=526%2C384

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Qué hacer ante la deserción escolar.

Europa/España/Fuente:http://www.isep.es/

Por: Maribi Pereira.

España es líder de la Unión Europea en fracaso escolar, con una tasa del 21,9% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria. Este porcentaje duplica la media comunitaria (11,1%) y está todavía muy lejos del objetivo de reducir el abandono escolar al 15% en 2020, según un informe publicado en marzo de 2015 por Eurostat. Y es que, aunque se ha reducido la tasa de abandono prematuro del 30,3% que registraba en 2006 al 23,6% en 2013 y al 21,9% en 2014, las cifras de deserción siguen siendo muy elevadas.

Pero… ¿Por qué un estudiante decide abandonar sus estudios? ¿Qué hay detrás de su decisión? ¿Qué es lo que lo hace renunciar? La deserción escolar no es una decisión individual, está condicionada por factores no solo personales sino también contextuales. Se ha constatado que las principales razones por las que los estudiantes han dejado de estudiar son:

Aburrimiento y características propias de los chicos/as: el atractivo de los videojuegos y dispositivos tecnológicos es muy superior a los conocimientos que ofrecen los libros de texto. Además, un elevado porcentaje de casos de fracaso escolar se debe a dificultades como la dislexia, el déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o problemas de visión o audición. Es fundamental detectar estas causas a tiempo para que el alumno no empiece a descolgarse del ritmo de sus compañeros. Todavía escuchamos ante estas problemáticas expresiones como “eres un vago” o “no vales para estudiar”.

Problemas económicos: la falta de dinero para continuar los estudios medios y superiores hace que los alumnos abandonen antes de tiempo su etapa formativa o no puedan desarrollar al máximo sus potencialidades.

Reconocimiento familiar: si en las familias no se reconoce el valor de la educación, difícilmente el escolar podrá apreciarlo y por tanto podrá producirse un abandono temprano con mayor probabilidad respecto a las familias donde se valora y se le da la importancia que le corresponde.

Autoestima y la autoconfianza: quienes tienen buen rendimiento académico, presentan una opinión positiva de sí mismos y de su capacidad como estudiantes. Por el contrario, el alumno que fracasa construye un esquema negativo de sus capacidades y posibilidades escolares. Las actitudes y creencias que tienen los estudiantes acerca de sí mismos en la escuela, son determinantes y poderosas para su éxito escolar.

La falta de orientación: los profesores y orientadores casi siempre tienen más estudiantes de lo que pueden atender apropiadamente y muchos padres están muy ocupados en sus trabajos por lo que dar continuidad a los estudios de los chicos puede convertirse en una tarea difícil y un auténtico dilema. La formación continua de profesores, la realización de especializaciones en pedagogía, ayudarían a mejorar este aspecto.

Estrés: la asistencia a las clases, hacer los deberes y participar en actividades extracurriculares son demasiadas exigencias. Muchos chicos y chicas tienen problemas para mantener el ritmo riguroso de los estudios.

Acoso escolar: en los casos de acoso o bullying es muy importante la detección temprana por parte de padres y profesores y la adopción de las medidas adecuadas.

Apatía y falta de motivación: muchas veces los chicos carecen de inspiración y motivación. La “cultura del esfuerzo” está poco considerada en nuestra sociedad, tanto los amigos como el entorno social en el que se mueva el estudiante pueden influir en que abandone los estudios antes de tiempo. Además, últimamente con la crisis y las altas tasas de desempleo, muchos estudiantes no ven útil un título universitario para encontrar trabajo, sino que prefieren directamente insertarse en el mundo laboral y empezar a ganar dinero

Entorno de aprendizaje: la relación con el profesorado o la falta de recursos y apoyo en los centros pueden ser también algunas de las razones que motiven el abandono escolar de los estudiantes. No se terminan de adaptar al ambiente escolar.

Fallos en el sistema educativo: en ocasiones, el sistema educativo no ayuda precisamente a muchos alumnos a tener un mejor rendimiento en sus notas. Reducir los altos índices de fracaso escolar en España ha sido siempre un objetivo de los sucesivos gobiernos, que han ido aprobando hasta el día de hoy distintas leyes de reforma del sistema educativo.

La mayoría de estudiantes están perdiendo el interés por sus estudios y solo se conforman con lo poco que ganan en sus primeros trabajos.

Además, con el actual sistema de evaluación se están preparando a los alumnos para que aprueben exámenes pero no se están preparando para la vida, que es lo realmente importante. Aprender no es aprobar exámenes. El mejor alumno no puede ser “el mejor repetidor de lo que dice el profesor”. A través de los programas de formación para educadores de ISEP invitamos nuestros alumnos a tener un pensamiento crítico y analítico sobre las políticas educativas actuales y a aportar su grano de arena para modificar el sistema educativo desde las aulas y no los despachos.

Oscar González, profesor de educación primaria y autor del libro “365 propuestas para educar”, plantea algunas estrategias para reducir el fracaso escolar. Conocer lo que otros profesionales aportan es necesario para iniciar el cambio tanto personal como profesional:

1. Una evaluación continua de verdad e integral, que contemple no solo los resultados de una prueba o examen y que se aplique al contexto real del aprendizaje. Esto se puede lograr evaluando mediante pruebas de diversa tipología: autoevaluación, evaluación por parte de los propios compañeros, etc. De esta manera el alumno es en todo momento “constructor” de su propio aprendizaje y la función del profesor no es evaluar y poner una nota sino empoderar al alumno y servir de guía en este proceso. Ya existe algún centro trabajando en esta línea en nuestro país con un método educativo importado de Harvard.

2. De nada sirve todo el conocimiento que podamos adquirir si luego somos “analfabetos emocionales” incapaces de mostrar nuestros sentimientos a los demás, de ponernos en el lugar del otro, etc. Vivimos en una sociedad excesivamente competitiva y es precisamente por este motivo que necesitamos educar a nuestros hijos y alumnos para que crezcan emocionalmente sanos. Educarles en que compites pero no contra los demás sino contra ti mismo: el reto no es ser el mejor sino ser mejor que ayer. Eduquemos en las fortalezas: que aprendan a tolerar la frustración, a saber esperar, a saber ganar y a encajar las derrotas y contratiempos de la vida. Esa es la esencia de la educación. Si educamos para que sean los mejores estaremos perpetuando la sociedad que tenemos hoy, donde todo vale con tal de ser el primero, donde el fin justifica siempre los medios.

3. Deberes sí pero con matices. No se trata de eliminarlos al 100%; lo ideal sería iniciarlos en la escuela y destinar un tiempo para poder terminarlos allí. En el caso de que esto no ocurra el niño no debería invertir más de media hora para hacerlos (en primaria). Es necesario que exista una coordinación entre el profesorado para que no se produzca una acumulación de tareas que impide al niño disponer de tiempo para jugar, realizar tareas extraescolares, etc.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-educacion/que-hacer-ante-la-desercion-escolar/

Imagen: http://www.isep.es/wp-content/uploads/2016/08/master-pedagogia-terapeutica.jpg

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