Page 2402 of 2732
1 2.400 2.401 2.402 2.403 2.404 2.732

El octavo mandamiento: Destrabar responsablemente

07 de septiembre de 2016 / Por: Rodrigo Arce Rojas / Fuente: http://pcnpost.com/

En estos días se habla de la imperiosa necesidad de destrabar para favorecer la fluidez de las inversiones e incidir favorablemente en el crecimiento económico. Todo está bien en tanto la propuesta se inscriba en un enfoque integral de sostenibilidad, donde el crecimiento económico es un medio pero no la finalidad única.

En un contexto en el que los procedimientos y los trámites resultan engorrosos suena bien el hecho de destrabar. Aprovechando el objetivo compartido de facilitar la vida a personas e instituciones profundicemos lo que implicadestrabar.

Si partimos de la premisa que apuntamos a una gestión pública efectiva y responsable entonces tendríamos que entender primero la razón del trámite y procedimiento y cómo éstos contribuyen a la efectividad de la gestión en una mirada de atención al ciudadano (persona natural o jurídica) con los más altos estándares de calidad.

Sean los diversos usos de la información que se deriva del trámite (información, gestión, control, seguimiento) lo importante es definir cuál es la ruta crítica que hace que el trámite tenga sentido tanto para la administración pública como para el ciudadano (estoy pensando en hombre y mujeres). El problema es cuando el trámite solo se hace para cumplir un rito burocrático y no existe una administración efectiva de esa información.

Una gestión pública moderna debe ser capaz de administrar su información, convertirlo en conocimiento y toma de decisiones efectivas. De ahí se entiende la importancia de avanzar hacia el gobierno electrónico y todo aquello que permita un proceso rápido de toma de decisiones. Pero no estamos hablando de simples decisiones discrecionales del funcionario/funcionaria, sino de decisiones responsables que en buena cuenta quiere decir decisiones de acción con gran sentido de responsabilidad social y ambiental.

Esto significa que destrabar no significa de ninguna manera subestimar, reducir o eliminar consideraciones de naturaleza social y ambiental. Si alguien está pensando que bajo la lógica de destrabar vamos atacar a la “legislación ambiental agresiva”, los “conservacionistas opositores al progreso” o vamos a relativizar el ejercicio de derechos humanos lo invito a revisar si su posición se inscribe en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Destrabar tiene que ver con una mejor gestión de la información y la administración de materia y energía. Ello implica identificar el paso innecesario, la duplicidad de información, buscar la forma de ahorrar materiales (papeles, tintas, estantes, etc.), energía (física, psicológica, etc.) y personal (mirando el Estado como un sistema y no como un sector o dependencia). De ahí la necesidad de seguir avanzando en el tema de informatización de todos los procesos de la administración pública.

Significa también pasar de una mirada de recurso o producto a una mirada de gestión de sistemas a partir de la identificación de problemas de frontera. Los temas no son absolutamente sectoriales como hablar de árboles o de peces o de rocas, sino que cada uno de estos recursos se ubica en un sistema en el cual interactúan personas, ideologías, valores, intereses, agendas, proyecciones que escapan largamente a una visión sectorializada.

La informalidad o ilegalidad no se resuelve desde miradas sectoriales y se requiere el concurso de diversos especialistas, sectores y niveles de gobierno, incluyendo a los propios actores involucrados en la informalidad o ilegalidad. Es lo que se llama la comunidad extendida de pares que busca de manera creativa los caminos de la transformación con enfoque de sostenibilidad.

Bienvenida entonces las inversiones responsables y los procesos responsables de simplificación administrativa en el marco de una gestión pública efectiva en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-el-octavo-mandamiento-destrabar-responsablemente/

Comparte este contenido:

Semilla de salvación

Por Carlos Ruperto Fermín

Con un grano de misericordia, se puede extirpar el cáncer del enfermo. Con un granito de arena, se puede detener la Tercera Guerra Mundial. Con un grano de maíz, se puede saciar la hambruna de los más pobres.

Entre abrazos, sonrisas y palabras de amor, es posible que un espermatozoide evolucione en una flor llena de paz, cariño y humildad. Es posible ganar la monumental carrera existencial, sin quemar a los adversarios con trampas uterinas. Y es posible nacer en absoluta libertad, para renacer como el profético profeta de una turba iracunda.

No olvidemos que nada es imposible de alcanzar en la vida, porque somos la brillante astucia del guerrero y de la guerrera, que despierta el plexo solar de las peores tinieblas, para aceptar y encarar sin ningún destello de miedo, todos los problemas y todos los desafíos por venir.

Sabemos que la envidia siempre quiere destruir la prosa de los ángeles, con una infinidad de elogios desde el lejano crepúsculo, que pretenden quebrar la pluma y secar el tintero de tu propio destino. Pero nosotros nunca nos damos por vencidos, porque no hay mal que por bien no venga, porque heredamos la sabiduría galáctica de Galileo, y porque la rendición pertenece al trágico reino de los cobardes.

Hay personas que tienen la felicidad en la palma de sus manos, pero no se cansan de recorrer la hermosa geografía del Mundo, con la única intención de arrancarle todos los sueños al poeta, y con la única ambición de convertirlo en el mártir más versado, más amaestrado y más desmotivado.

Pese a disfrutar de todas las comodidades y de todos los lujos del Universo, hay individuos que viven emocionalmente insatisfechos, y se encuentran espiritualmente vacíos por dentro. Los cazadores de genios siempre están al borde del suicidio, porque la dosis de egoísmo e ignorancia que les carcome el cuerpo y el alma, va bloqueando los tres ojos de la solidaridad, del altruismo y de la empatía.

Ellos podrían utilizar su riqueza para sembrar un árbol, para adoptar a un perro mestizo, para limpiar un parque, para reparar una silla de ruedas, y para vestir al vagabundo. Pero por desgracia, los majestuosos recursos materiales siempre corrompen a los benditos recursos naturales, y quien hoy se halle libre de pecado, que se atreva mañana a lanzar la primera piedra.

Dicen que mientras mayor sea la miseria, mayor será la promesa de misericordia. Es un gran alivio saber que después de tocar fondo, habrá un buen samaritano que te ayudará en la oscuridad, que te curará las heridas, y que te devolverá el amanecer. Sin embargo, la realidad planetaria que contemplamos a diario, nos demuestra que mientras mayor es la miseria, mayor es la garantía de pobreza extrema.

Es muy fácil rezar, cantar y predicar los cuentos bíblicos, desde la pantalla de un sofá hollywoodense, desde un plateado altar romano, y desde un paradisíaco jardín caribeño. Pero cuando los salmos y los versículos se rebelan del mágico libro, y deciden romper las páginas de la mágica fantasía, entonces deberán salir descalzos a la calle sin un centavo en los bolsillos, deberán partirse el lomo trabajando para alimentar a sus hacinadas familias, y deberán sudar la más amarga gota de la traición divina.

Afirmar que nadie es mejor que nadie, que todos somos iguales, y que la vida es un carnaval, nos convierte en los mejores blasfemos pecando en una blasfemia global. Una misma mentira idolatrada por el desconsuelo de una conciencia, que juega a ser el pasito a pasito de la absurda y totalitaria verdad.

Por eso, cada día se multiplican los niños que sufren de hambre en las calles latinoamericanas, mientras se multiplican los exquisitos panes calientitos y recién salidos del horno. Todos compran el sabroso olor de la panadería, pero usted no quiere regalarle un trozo de pan al huérfano. Con ese pan no te vas a enriquecer, y sin ese pan no te vas a empobrecer, pero hasta que no seamos la misma boca de los huérfanos, pues seguiremos siendo los mismos tragones de antaño.

En sus caras se observa tristeza, desesperación y soledad. Mejor hubiera sido abortar el feto materno y evitar el sufrimiento, porque los hipócritas que defienden el sagrado derecho a la vida, son los mismos fariseos que jamás regalan un panecillo al huérfano.

No se justifica engendrar un millón de víctimas cada nueve meses, para que la carencia de Educación Sexual se pague con una lista de victimarios, en un anónimo calvario umbilical que no escuchará relajantes canciones de cuna, que no gozará de banquetes celestiales en la mesa del edén, y que se desangrará chillando en un domingo sin resurrección.

Ellos no tienen la culpa de tanta mala suerte, y nosotros no merecemos la fortuna de tanta buena suerte.

Es consabido que los supermercados de nuestras localidades, desechan a la basura un gran número de productos alimenticios, que aunque no fueron adquiridos por los caprichosos consumidores, todavía se hallaban en estado comestible para su libre distribución, porque no habían expirado las fechas de vencimiento.

La lógica de la misericordia, nos pide que regalemos esos alimentos sobrantes a los indigentes del vecindario, porque el sentido común es una noble demostración de gratitud. Pero la maldita lógica del capitalismo, nos pide que tiremos esos alimentos sobrantes en el huerto del limbo, porque ni siquiera la gratitud se comercializa gratis a los clientes.

Nunca pedimos perdón de rodillas, por toda la fría perversión que creamos diariamente, pero necesitamos que el agresivo proceso de la quimioterapia, nos devuelva la célula madre de un maravilloso futuro por recorrer.

Todos deseamos un mejor futuro y un nuevo corazón en la vida. Un corazón para alabar y servir a la Madre Tierra, que sea tan limpio como el cristal, tan dulce como la miel, y tan fuerte como una hostia. Pero nuestra querida Pachamama, no se cansa de llorar a cántaros por culpa de los Seres Humanos, que tienen un corazón tan sucio como el dinero, tan dulce como la venganza, y tan fuerte como el odio.

Lloremos con alegría todo ese rencor, toda esa frustración y todo ese pesimismo, que no podemos seguir negando y que no debemos seguir callando. Es difícil reconocer nuestra legendaria cadena de errores, pero si realmente queremos dejar de ofender, de robar, de chismear, de matar y de volar por las nubes, pues tendremos que reconocer y confesar que somos unos groseros, unos ladrones, unos chismosos, unos asesinos y unos drogadictos.

Recordemos que no hay mansiones eternas en el cielo, que no hay tribunales de justicia ciega en el purgatorio, y que no hay chimeneas ardiendo de fuego en el infierno. Tan solo existe un golpeado Planeta Tierra que se cae a pedazos, y una Humanidad que santifica o maldice su pasajera existencia sideral, con cada acción social o inacción personal que delimita su vida terrenal.

Es allí donde la fe mueve montañas, para que otras montañas pierdan la fe. Un simplísimo reflejo de la vida. Tú solo quieres que la fe mueva esas estorbosas montañas, para hallar claridad y encontrar el éxito en la vida. Pero recuerda que cuando la fe mueva esas estorbosas montañas, para despejarte la vista y abrirte el camino al éxito, otras montañas le estorbarán el paso y le cerrarán el camino a otro montañista.

A ti no te importa la cruz que carga en su espalda el otro montañista, por lo que no te interesa su dolor, su fracaso y su derrota. Tú solo quieres alcanzar la cima de la montaña primero que los demás, tomarte una espectacular selfie primero que los demás, y saborear el placer de la victoria primero que los demás.

Por eso dicen que la fe es la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve. Nunca hemos visto el valor de ayudar sin esperar nada a cambio. Todo lo que hacemos en la vida, lo hacemos esperando conseguir una recompensa. Una ovación, una moneda, una erección. Vivimos llenando el cofre del tiempo con billetes verdes, con noches de sexo y con platos de comida, pero jamás podremos ocultar la terrible indiferencia, que pudre al gran tesoro de la confraternidad.

Para evitar el eco de la indiferencia, todos los días la fe mueve sus preciadas montañas. De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. La fe va y viene. Es un sentimiento impredecible. Fíjate que las montañas siempre varían de color, de región, de clima, de altura y de trayecto. Pero no olvides que esas montañas seguirán siendo las mismas montañas, sin importar el color, la región, el clima, la altura y el trayecto.

Todos queremos gozar del don de la inmortalidad. Nadie pero absolutamente NADIE, quiere perder el consagrado don de la vida. Americanos, europeos, asiáticos, africanos y oceánicos. Todos quieren vivir por siempre y para siempre. Pero lamentablemente, hemos dejado que el desdichado don de la rivalidad, nos mantenga presos en inagotables batallas llenas de lágrimas, de armas y de desolación.

Si culpamos al orgulloso Caín, también tendríamos que culpar a David, para finalmente volver a culpar a Eva.

Es obvio que cuando todo va viento en popa, todos agraciamos la omnipresencia del Espíritu Santo. Pero cuando los leprosos tocan la puerta de nuestra casa, nos lavamos las manos como el mismísimo Poncio Pilatos.

La prostitución de la fe, es el mal de males en el siglo XXI. Vemos que muchísima gente hispana, le coloca acento ortográfico a la palabra fe, pensando que la fe se escribe con tilde. Nadie entiende las reglas convencionales de acentuación, pero todos sienten que la fe debe reforzarse con el acento ortográfico.

Es así como la fe no se basa en leyes explícitas, sino en la necesidad implícita de creer, con una enorme venda en los ojos.

A gritos pedimos sanación, pedimos piedad, y pedimos compasión. Llevamos tatuada la imagen de una doble moral, que come carne sin importarle la tortura del animalito en el matadero, que asiste a la santa misa de la Iglesia con la mujer del prójimo, y que ejercita la intolerancia calzándose sus propios zapatos.

Por ejemplo, hay personas que afirman ser los máximos protectores de los derechos humanos, repudiando las escalofriantes penas de muerte que incluyen la silla eléctrica, la inyección letal y la guillotina. Pero cuando ese delincuente que merece una segunda oportunidad en la vida, se encargó de apuñalar y matar a la mamá, a la esposa, o a las hijas de los máximos protectores de los derechos humanos, pues estamos seguros que ellos clamarán justicia y exigirán la pena de muerte, para que el maldito delincuente reciba el martirio de la silla eléctrica, del envenenamiento químico y de la guillotina.

Cuando nos juzgan sin conocernos, y cuando juzgamos sin conocerlos, estamos edificando una peligrosa furia en el Medio Ambiente, que genera un arrebato de indignación en nuestros pueblos latinoamericanos, permitiendo que las protestas violentas, los linchamientos públicos y los genocidios verbales, nos quiten el don de ser dignos y vivir en dignidad.

No hay duda que la homosexualidad es una bendición tan grande como la heterosexualidad. La orientación sexual se expresa naturalmente en cada organismo, y NO debe catalogarse como un estigma, que nos haga superiores o inferiores a los demás. Lo realmente importante en la vida, es la calidad humana que manifiesta la persona, evitando el vicio capitalista de la deshonestidad, y subrayando el ideal humanista de la tolerancia.

Por eso, somos una maraña holística que se marchita con cada equivocación, y se regenera con cada plegaria sin fundamento. Un simple costal de huesos, que se dedica a depredar los corazones rotos, para que la teoría del cáncer sea el principio del fin.

La historia estéril de beneplácito, se recrudece cuando perdemos a nuestros mejores amigos, que no quisieron visitarnos en el hospital, que cambiaron los dígitos de sus números telefónicos, y que fueron sedientos lobos disfrazados de caperucita roja.

Perdonar es la clave para germinar una nueva semilla de salvación. Nuestra voluntad no puede ser tan endeble, como una hoja de primavera en el bosque. Debemos desechar la mentalidad basura adquirida por religión, que se sistematiza en premiar o culpar a las deidades supremas, por todos los triunfos alcanzados o por todos los tropiezos cometidos.

Por el contrario, debemos empezar a construir una auténtica filosofía de vida, en la que seamos los únicos dueños del camino por hilar. Maduremos el fruto de la responsabilidad social, ambiental y cultural, para no seguir culpando a terceros de nuestra propia culpa, para no seguir contaminando el entorno que habitamos, y para no seguir negándole el pan al desafortunado.

Todos compartimos el mismo barco. El huérfano, el envidioso, el poeta, el chismoso, el leproso, el buen samaritano, el drogadicto, el asesino, el autista, el ladrón, el rey y el ciempiés. Pasaron los años, y no supimos controlar el mismo barco. Pasan los años, y no sabemos por dónde navega el barco. Pasarán los años, y nos quedaremos con un barco a la deriva.

Ya muchos compatriotas se ahogaron en las profundidades del mar, y el resto de los mercantes se niegan a pedir auxilio en altamar. Ellos siguen esperando un milagro que calme la oleada de crisis, pero la tempestad de la tormenta viene retoñando más canas, más arrugas y más cenizas.

Todos quieren manejar el timón, pero nadie sabe nadar contra la corriente. Todos quieren ser el capitán, pero nadie tiene voz de mando. Todos quieren llegar a tierra firme, pero nadie aprendió a caminar.

He allí lo bonito del arte. Un trago amargo de la vida, se transforma en un manantial de esperanza.

Fuente:http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Globalizacion/Semilla-de-salvacion

Comparte este contenido:

El Saber Pedagógico

Una Reconstrucción Social de la Praxis Educativa. II parte

Autora: Arlene Vergaras

Hoy día, en los escenarios educativos, se observa con más preocupación las acciones que el docente realiza para cumplir su labor profesional. De ahí, que la construcción del saber pedagógico se considera una responsabilidad de los intelectuales colectivos de la educación, y ello se logra no solo por la vía de la reconceptualización de las prácticas pedagógicas, también se alcanza a través de la crítica severa a las formas de existencia instrumental de la pedagogía. En este sentido, el saber pedagógico y la praxis educativa, desde la diversidad, son elementos muy significativos en la vida del educador.

Por consiguiente,se debe analizar el alcance conceptual y el ámbito del saber pedagógico, entendido desde la complejidad de situaciones escolares y en correspondencia con los planteamientos epistémicos de diferentes autores. Es importante resaltar que este nuevo término comienza a fortalecerse en los escenarios educativos, un hilo conductor que se despliega del saber docente y se conjuga con la multiplicidad de factores que subyacen en el proceso de formación continua. Se experimentan procesos reflexivos y de análisis de la praxis educativa así como la confrontación de la teoría en la práctica. Antes de entrar en las especificidades del alcance del saber pedagógico. Reflexionar sobre el saber, implica detenerse y pensar en su alcance etimológico, pues éste va mucho más allá que el poseer un conocimiento. Se puede tener sabiduría de algo que no se conoce; esto explica el cómo las madres sin haber recibido instrucción específica cómo ser mamás, cumplen con la misión encomendada por la naturaleza.

Al respecto, Tardif (2004), afirma que “saber”, es siempre el saber de alguien que trabaja en algo concreto, con la intención de lograr un objetivo. No obstante, en lo tocante al estudio pedagógico, éste no puede ser entendido o desligado de los conocimientos y las teorías del campo de estudio educativo. Con referencia a lo anterior,  Quevedo (2006), plantea las siguientes consideraciones: El concepto de saber es muy complejo, esta cualidad se enmarca en contexto de aplicabilidad, por ello existen tantos tipos de saberes como diferencias específicas sean construidas desde los contextos donde se utiliza, por consiguiente, existen tantas definiciones del saber. En el ámbito de estudio de la educación se denomina: saber pedagógico.

En el campo educativo, es donde se construye el saber pedagógico, un saber específico, personal e individual; reconstruido desde la cotidianidad de la praxis, articulado a las estrategias didácticas coherentes con la realidad educativa, en un momento específico de la historia, así como a las características delineadas en los contextos donde se desarrolla el acto pedagógico. Reflexionar sobre el saber, es definir que el saber es “un conocimiento profundo sobre algo”, cuya diferencia se enmarca en lo pedagógico. El saber pedagógico es un saber específico. Comprender el ámbito de alcance, implica determinar la complejidad del proceso que se da por la vinculación de los actores que estructuran el proceso educativo, desde los diferentes escenarios educativos formales e informales. En ellos se genera el accionar cotidiano, que define lo pedagógico y el acto pedagógico.

En este orden de ideas, el término: saber pedagógico, según Zuluaga (2003, p. 15), “…no es el nombre de ninguna teoría que reemplace a la pedagogía, la educación, la didáctica, la ciencia de la educación, el currículo”. Desde esta perspectiva, el autor antes citado  pretende que  cada docente se ubique en el conocimiento como si estuviera en un espacio abierto, donde interactúa y se orienta; en ese proceso dinámico, se interioriza un saber específico que no solo es inherente a una disciplina. El saber pedagógico, como proceso, está en constante transformación, mientras que las disciplinas son estáticas. Las teorías o concepciones epistémicos, al concebirse, se mantiene, permanecen según los planteamientos de cualquier autor.

Afirma Ibarra (2004), que emplea el término: saber pedagógico, para no asumir la pedagogía como un saber preexistente, formalizado, ante toda mirada histórica. Este término conlleva avanzar con sentido crítico más allá de las concepciones epistémicos, centrando la acción y reflexión docente desde los espacios  educativos donde se desarrolla la praxis. Desde esta perspectiva, se concibe el saber pedagógico, como un proceso dinámico que se gesta desde escenarios múltiples no siendo una disciplina específica. El saber se produce en diferentes circunstancias generadas en la cotidianidad de la praxis educativa, y desde ahí, el docente construye y reconstruye el saber pedagógico propio. Éste, le permite reorientar la acción docente desde otra óptica didáctica con sentido, consolidándose en un saber hacer especializado.

El saber pedagógico, como herramienta didáctica particular, que se contextualiza en un escenario o ambiente de aprendizaje socializador,  conlleva al docente a mirar con detenimiento, a observar. Así, es consciente de su praxis, cómo desarrolla las estrategias metodológicas, cómo las implementa, para mediar procesos de enseñanza y aprendizaje en correspondencia con la naturaleza de sus estudiantes y, en particular, con la realidad educativa donde se desarrolla el acto educativo: en el ámbito de la escuela o en otros escenarios de aprendizaje.

En este sentido, Ibarra (Ob. cit.), plantea que el saber pedagógico no es una metodología de análisis sino una forma de entender el conocimiento, la ciencia y el concepto; es un espacio del saber donde las conceptualizaciones, metodologías,  teorías, conceptos sobre enseñanza, formación, aprendizaje e instrucción, adquieren sentido.

Desde esta perspectiva, el saber pedagógico se va definiendo desde los diversos escenarios donde se gestan importantes procesos de reflexión y análisis de la praxis. En ese momento, estar frente de una nueva forma de desarrollar la praxis educativa, se potencia un nuevo hacer, un motivador que impulsa el desarrollo de estrategias validadas en la práctica. Ahí nace, se gesta, se origina la forma de una nueva creación. Donde se promueven estrategias didácticas motivadoras, que mantienen el interés de experimentar nuevas formas de acción pedagógica, cuya consecuencia inmediata se traduce en un saber hacer particular. Esta disposición, permite el desarrollo profesional del docente donde se moldean las habilidades y destrezas didácticas que se operacionalizan en el hacer docente, nuevas forma de enseñar y educar, lo cual va mucho más allá de lo que plantean las disciplinas del campo de la pedagogía y la didáctica.

Es importante indicar que posiciones epistémicas permiten al docente disponer de un marco referencial curricular regulador de la forma de conducir el proceso educativo. Desde estas concepciones curriculares, en el ámbito institucional, el docente asume compromisos laborales y profesionales, conduciéndolo a ensayar y desarrollar nuevas estrategias de aprendizaje, con el criterio de probar y validar qué tan efectivas son, pudiendo medir el nivel de impacto educativo en sus estudiantes, como su efectividad y alcance en función del propósito educativo que se ha planteado.

Con referencia a lo anterior, Zuluoaga y otros (2005), en la obra La Pedagogía y la Educación. Pensar de otro modo. Interpretan el saber pedagógico desde el punto de vista de otros autores. Refiere que toda disciplina es un saber que está presente en la ciencia de la educación, en la pedagogía; que afecta a la escuela, pues en ese lugar de encierro para la normalización, cuando la pedagogía sea considerada como una disciplina, un saber; estamos presente ante un saber pedagógico, cuya misión epistémica es determinar teorías, procedimientos y estrategias.

Sin embargo, uno de los esbozos radicales del autor es definir que la pedagogía es saber cuando es ciencia. Cuando la pedagogía se humaniza, cuando se establece y explica en teorías, cuando norma, vigila y plantea objetivos racionales se convierte en un saber y ciencia. El autor precitado, piensa que existen dos pedagogías: una que quiere producir el sujeto y otra que quiere transformar el sujeto; por ello estamos presentes ante una bipolaridad de la educación.

El saber pedagógico según lo planteado por Goethe (citado por Zuloaga y otros, Ob. cit.),  refiere claramente que “él no quería definir una pedagogía, no quería producir un saber específico, ni establecer objetivos que demostraran su existencia  de un objeto del cual muchos pudieran hablar y reconocer como válido y universal” (p.78).

Según lo citado por los autores antes referido,  la pedagogía era una cultura abierta, personal, una experiencia que se construye entre el hombre, su ser y el de la naturaleza. El autor reconoce que la pedagogía busca conducir al hombre, ya sea por medio de una institución, otro hombre o por medio de un saber.  Interpretando lo antes dicho, es importante destacar que si bien es cierto que la pedagogía se considera un saber disciplinar, por ser ella la disciplina científica de la educación, la cual norma y regula en parte el acto pedagógico, no se asume como punto de referencia o complementaria en el saber pedagógico, pues es parte fundamental en el hacer docente.

Por consiguiente, el saber pedagógico no aparece como una sabiduría, sino como experiencia, y el sujeto que lleva a cabo esa experiencia no es el hombre o individuo sino las fuerzas de la naturaleza. El autor pretende crear a un sujeto capaz de recrear su representación del saber cónsona con la naturaleza del contexto donde se desarrolla la praxis educativa. Donde hay consciencia, hay un saber. Éste, debe ser reconocido, instalado y reconvertido, cuando el propio sujeto lo asume como una forma de verdad y pauta de conducta.

Interpretando el pensamiento de Nietzche, (citado por Zuluaga y otros 2005),  sobrevolar al campo de la pedagogía en la construcción del saber pedagógico, en su enfoque ontoepistemológicos refiere: desviar la mirada hacia nosotros mismos, es hacernos consciente del proceso interno que nos lleva a buscar, a dar respuesta a las expectativas que emergen en el campo de la pedagogía, es revisar si realmente los ideales del Estado y de la ciencia de la educación son los nuestros, si nos identificamos con ellos o por el contrario, si somos capaces de asumir una pedagogía particular, la cual argumentamos sobre bases epistémicas que sustentan esos planteamientos, puesto que cada docente debe tener un fin, un ideal.

Hay que reconocer la posibilidad del docente en el proceso de formación permanente, al percibirse éste con mirada introspectiva y en esa constante búsqueda del yo interno, sobreponerse a las imposiciones externas, búsqueda que lo mueve hacia el camino de la liberación. En ese proceso, cada individuo mantiene valores e ideales, los fines que persigue, lo que lo hace moverse con sentido pedagógico en otras direcciones, con el fin de establecer un estilo personal correspondiente con la realidad educativa, valorando la experiencia socioeducativa, apropiándose de un saber pedagógico específico, perdurable, basado conocimientos previos.

Desde los enfoques teóricos de diferentes autores que a continuación se especifican: Quevedo (2006), hace una clara delimitación del saber teórico y del saber institucionalizado. El saber teórico, como su nombre lo indica, proviene de las concepciones epistémicas. Define y norma cómo debe ser la praxis docente, justifica y fundamenta el acto pedagógico cuando proyecta la misión y visión  de la pedagogía. Basado en el saber teórico, el docente estructura, con actitud crítica, su labor y el modo como realizar lo prescrito.

La autora precitada hace referencia al saber institucionalizado, que lo denomina saber práctico. Es la fuerza que impulsa la intencionalidad del docente a experimentar formas de enseñar y promover los procesos de aprendizajes, a partir de un desarrollo reflexivo y crítico de qué enseñar, interpretado con enfoque multidireccional que valora el enfoque globalizado. De allí, el saber pedagógico se conjuga con el saber teórico y el saber práctico, y en ambos casos, generan y estructuran el acto pedagógico.  La diferencia que regula el acto pedagógico está en la habilidad del docente de emprender el hacer cotidiano desde la  autorreflexión, de manera sistemática e intencional el complejo proceso de educar y enseñar. El saber teórico se enriquece desde la práctica docente, ella es fuente invalorable que gesta el saber pedagógico.

En lo concerniente al saber pedagógico, Tardif (2004), ofrece una clasificación que delinea así: Saberes disciplinarios, son los producidos por las ciencias de la educación. Los saberes pedagógicos y la práctica docente incorporan nuevos saberes sociales definidos y seleccionados por la academia universitaria, en respaldo del proceso de formación docente. Estos saberes se imponen a través de las teorías, son los que se transmiten o se socializan en los procesos de formación docente. Los saberes de las disciplinas surgen de la tradición cultural, de los grupos sociales productores de saberes.

En el mismo orden de ideas, los saberes curriculares son los normados y establecidos en las orientaciones curriculares, metodologías, programas; definen objetivos, contenidos, métodos y procedimientos que se cumplen y aplican en  la institución escolar, son los que regulan el trabajo cotidiano al pautar o normar el estilo curricular que conduce el acto pedagógico.

Por último Tardif (Ob. cit.), delimita un saber experiencial, supeditado al trabajo cotidiano, al ejercicio de la práctica docente, materializado en saber hacer, validado en el contexto de aprendizaje de los estudiantes y de las teorías pedagógicas. Por ello, los saberes son elementos constitutivos integrales de la práctica docente. Es  una dimensión de la profesión docente, que respalda y reconoce que el acto pedagógico es un elemento complementario, articulado al saber docente, el cual facilita transformar la praxis escolar a través de la trilogía: saberes disciplinarios, saberes curriculares y saberes experienciales.

El docente debe equilibrar estos tres saberes, asumiendo el saber pedagógico como un saber práctico que le permite concienciar el acto educativo, reconstructor del saber pedagógico que da acceso a enseñar en vez de informar. De esta manera, evaluando cada una de sus acciones, así como el contexto globalizado donde se gesta un saber pedagógico como resultado de un proceso dinámico e interactivo.

Al respecto, García (2005), puntualiza que el saber experiencial o práctico, es el  que se construye día a día, en el transcurso del ejercicio de la  función docente  y en la práctica de su profesión. Saber que los docentes desarrollan en saberes específicos, basados en el trabajo cotidiano y el conocimiento de su medio; así, se convierten en el fundamento básico de la práctica diaria del docente, que están presentes diversidad de saberes: sociales, disciplinares, curriculares, pedagógicos entre otros. Éstos, se reconocen como saberes profesionales.

A partir de los referentes teóricos citados, es preciso admitir que el saber pedagógico va mucho más allá de ser un saber práctico. Se asume como un proceso trascendental, activado por el análisis crítico de la labor docente concretada desde la diversidad de escenarios educativos. El acto pedagógico es un proceso globalizado donde se conjuga un saber hacer, interpretado a través de una visión crítica, autoreflexiva,  que permite al docente cambiar la praxis mediante la reconstrucción del saber pedagógico, transformándolo en un saber hacer especializado, consensuado, armónico, dinámico y creativo; el cual se ajusta y reajusta en función a la realidad de los  escenarios educativo donde se sistematiza la labor docente.

Fuente: Segmento teórico del libro El Saber Pedagógico. Una reconstrucción social de la praxis educativa. Autora Arlene Vergaras.  Caracas – Venezuela 2015

Fuente de la imagen:www.google.co.ve

Referencias:

García, M.  (2005).El Saber Docente: Una Construcción Intersubjetiva para Pensar la Práctica Pedagógica.Revista Electrónica de Investigación del Instituto Pedagógico. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Venezuela.

Ibarra, R.  (2004). Saber Pedagógico y Saber Disciplinar. Seminario Internacional “Modelo de Formación Docente”. Universidad Pedagógica Nacional. Colombia.

Quevedo, M. (2006). Saber Pedagógico y Saber Disciplinar. Un Camino en Reconstrucción. Ponencia Publicada Disponible en www.face.ubiobio.cl/webfle/media/143/descargas/doc/ponencia%20Saber%20Pedagogico%20Marcela%20Quevedo.do

 

Tardiff, M. (2004). Los Saberes del Docente y su Desarrollo Profesional. España. Editorial  Narcea.

Zuluaga, G. (2003). Una Lectura de la Práctica Pedagógica. Colección Pedagogía e Historia. Editorial Magisterio. Colombia.

arlenevergarasm@gmail.com

Barinas – Venezuela

Comparte este contenido:

El agotamiento de la propuesta educativa del gobierno de Peña Nieto

Por: Miguel Ángel Pérez Reynoso

En la historia reciente de la educación en México nunca como ahora se había presentado una propuesta con tanta improvisación, carencia de legitimidad y ausencia de claridad en los planteamientos e ideas educativas, sociales y culturales, como la actual mal llamada reforma educativa.

Los errores en la propuesta educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto son fiel reflejo de un gobierno débil e inseguro. Algunos analistas como Gil Antón y Alberto Arnaut han señalado que el actual primer mandatario es producto de Televisa y la empresa de televisión pensó que un gobierno sexenal es como una telenovela de seis capítulos, uno por año, todos malos, e igualmente improvisados.

peña-clases

Desde el llamado Plan de 11 años, pasando por la reforma educativa de Luis Echeverría Álvarez, el Plan Nacional de Educación de José López Portillo y el proyecto de Modernización Educativa ideado por De la Madrid y Carlos Salinas, hubo cierto nivel de claridad en cuanto al curso de acción de las políticas en la materia. La Secretaría de Educación Pública (SEP) se dejaba ayudar de cierta manera, en momentos específicos, por investigadores. Pablo Latapí es un personaje emblemático en esta historia; sirvió de contrapeso y animó verdaderos debates educativos en los espacios donde él confluía. Podemos estar en favor o en contra de sus ideas y su estilo de hacer análisis de las políticas educativas, pero Latapí es un clásico en la investigación y el análisis de la educación en nuestro país.

La crisis del gobierno ha contagiado los espacios académicos. El llamado modelo educativo tiene ocupados a muchos analistas e investigadores, siendo un documento insípido que servirá para muy poco.

El gobierno actual pervirtió el potente concepto de reforma educativa. A partir de una caricatura deforme quiso presumir que estábamos ante una obra de arte, y aquí estamos muchos atorados en viejos debates, sin poder avanzar. La parte más triste y más desfavorable del gobierno actual, junto a su incapacidad para diseñar una propuesta coherente que dé rumbo y soporte al presente y futuro de la educación en nuestro país, es su falta de disponibilidad para debatir, para hacer circular las ideas, para hacer una autocritica de su actuación y para reconocer que se han equivocado en el galimatías que ha diseñado y al que erróneamente llamaron reforma educativa.

Hoy en día vivimos un paralelismo en el diseño de las propuestas. Por un lado, el gobierno sigue empecinado en su complejo proceso de cometer errores y, por el otro, los analistas, investigadores, académicos e instituciones educativas seguimos en un debate permanente, produciendo propuestas y contrapropuestas. En el centro de dicho espacio, los maestros movilizados nos reclaman que los visibilicemos y les permitamos hacer uso de su voz y sus propuestas. Estamos inaugurando la cultura de la sordera institucional, cada loco con su tamborcito espera que lo escuchen los demás, pero nadie escucha, y son pocos los que hablan.

Necesitamos un dispositivo que destrabe el estado actual de cosas, un recurso estratégico que siente en una mesa de diálogo a los sordos y los obligue a escuchar, y un mecanismo versátil que garantice que el gobierno sí puede corregir el rumbo de la educación en este país.

En educación pública seguimos en caída libre desde el aparato de gobierno y el abismo aun está muy lejos, por favor, hay que parar y corregir el rumbo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-agotamiento-de-la-propuesta-educativa-del-gobierno-de-pena-nieto/

Comparte este contenido:

Trump, sí; maestros, no

Por: Hugo Aboites 

Los maestros anuncian cierres de carreteras exigiendo la reanudación del diálogo y, en respuesta, el gobierno prepara la represión. Trump insulta y amenaza con cerrar la frontera de manera permanente con un muro que pagarán los mexicanos; el sector empresarial guarda respetuoso silencio y el presidente lo invita a dialogar en Los Pinos. Aun cambiando todo lo que haya que cambiar, con esa decisión el gobierno deja sin sustento político y ético la postura que adopta con los de casa, los maestros, la de no dialogar y no llegar a acuerdos. Dar un trato digno al indigno y negarlo a quienes han asumido la tarea de ser los mentores de la nación es infligir un golpe aún más profundo a la vapuleada dignidad del país. Son los maestros de escuelas públicas quienes han creado las condiciones para que millones de mexicanos, incluyendo a aquellos que en alguna apartada y polvorienta escuela del norte pudimos aprender a leer y escribir y conocer algo de este nuestro país. Una tarea difícil y siempre mal pagada, pero digna como pocas.

Afortunadamente, apenas hace dos semanas el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) abrió una ruta de diálogo al decidir la suspensión por un año de las evaluaciones a los maestros. Una decisión importante que, en primer lugar, debió contar con la anuencia de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Porque en un clima político muy galvanizado se sabía que establecer una moratoria, así fuera parcial, a la aplicación de la reforma, necesariamente tendría una lectura política. Y así se manejó en varios medios, como un guiño a la CNTE. En segundo lugar, con esta decisión el INEE confirma lo que en entrega anterior planteábamos ( La Jornada, 20/08/2016), que era perfectamente válido y no vulneraba el marco legal de la reforma educativa optar por no aplicar un tipo de evaluación y dar preferencia a otro, más humano. Ahora, el INEE va más lejos y considera perfectamente legal suspender completamente, así sea por un tiempo, todo tipo de evaluación. Esta capacidad de dejar sin efecto temporal o incluso indefinidamente (como ha venido ocurriendo con la evaluación descrita en los artículos 15-20 de la ley) muestra, con toda la contundencia de los hechos, que la SEP-INEE tiene un espacio enorme de flexibilidad en la aplicación de la ley y, por tanto, un horizonte amplio de negociación. En tercer lugar, es alentador observar que esta decisión suspensiva del INEE no ha generado absolutamente ninguna crítica, comentario cauteloso o rechazo.

Ni siquiera Mexicanos Primero, organización empresarial siempre pronta a señalar con dedo flamígero cualquier desviación de la ley, alguna concesión a la CNTE, o la politiquería en lo oscurito, como se denunciaba respecto de las mesas en la Secretaría de Gobernación. Hay que recordar que ya en el pasado, en junio de 2014, la SEP de Chuayffet suspendió por unas semanas la aplicación de una evaluación, y entonces Mexicanos Primero, junto con el propio INEE, se fueron literalmente a la yugular al secretario acusándolo de violentar la legalidad. Todo esto significa que ahora es perfectamente posible para el gobierno encontrar una salida al conflicto que no sea la de exigir la rendición incondicional y humillante (como Trump exige al gobierno), mediante la no aplicación o suspensión de una parte de la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Lo que sigue es que el gobierno federal reconozca lo que está ocurriendo: que sus propias acciones muestran que es posible respetar el marco legal y responder a la demanda de que no se vulneren los derechos de los maestros. Si con la suspensión en los hechos ha abierto una puerta a la negociación, actuando de buena fe, ahora le corresponde explorarla con la otra parte. Si no lo hace, incurrirá en la profunda contradicción ética y política que significa haber abierto una puerta y luego, sin probarla, cerrarla violentamente. Frente al país, los padres de familia, los estudiantes y los propios empresarios que claman por el fin del conflicto, deberá entonces explicar por qué no le apuesta al diálogo, por qué prefiere reprimir al otro. En otras palabras, entrar en la dinámica de desaparecer al otro, políticamente.

El presidente Rafael Correa, de Ecuador, recientemente tomó esa ruta y ahora se dirige al absurdo: ha decretado la desaparición administrativa de la Unión de Trabajadores de la Educación, el sindicato nacional de maestros de ese país. Pero ni los movimientos magisteriales como el actual ni los sindicatos que han sido fundacionales en la historia moderna de América Latina pueden ser eliminados por decreto. Su sustento histórico no es una ley o norma administrativa, han nacido de inconformidades históricas tan profundas (y todavía más válidas hoy) que no pueden dejar de hacerse sentir y reconocerse. Además, en la hora de peligro que se avecina para la soberanía, son ellos, los más despreciados y pobres, los que habrán de proporcionar un sustento de dignidad y resistencia del que en este momento ya no puede prescindirse.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/03/politica/019a1pol

Comparte este contenido:

Sobre la jornada extendida, o como destruir una buena iniciativa

Por: Laura García Tuñón

El Gobierno de la Ciudad anunció la implementación del Programa de Jornada Extendida, pero lo que aparece es la voluntad de tercerización de la educación bajo la contratación de ONGs que realizarán actividades, en la mayoría de los casos, fuera de los edificios escolares. Esta decisión también esconde que no se han construido los edificios necesarios para transformar las escuelas de Jornada Simple en Jornadas Completas. Enmascarar esto, llevando a los chicos a clubes, iglesias o centros comunitarios para que personas contratadas por ONGs se hagan cargo de ellos, no es precisamente garantizar una mayor profundidad de la enseñanza y deja serias dudas sobre el proyecto pedagógico que lo sostiene.

La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, junto al Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, anunciaron la implementación del Programa de «Jornada Extendida» destinada a ampliar el horario en las escuelas primarias y secundarias. Con bombos y platillos, el Jefe de Gobierno dijo: “Estamos dándole impulso a uno de los programas más lindos y gratificantes que tenemos”, y destacó que “cada rato, minuto y hora que los chicos están en clase, no están en la calle, sino aprendiendo y extendiendo su jornada educativa”. “El espíritu del programa es que los chicos estén más tiempo dentro de la escuela y sus clases, en coordinación con la currícula y los contenidos pedagógicos”, complementó el Jefe de Gobierno y reafirmó su “compromiso” de “llegar en estos cuatro años a todas las escuelas primarias y secundarias”.

Desde 2006, con la promulgación de la Ley Nacional de Educación, somos muchos los que estamos exigiendo que se cumpla con su artículo ARTICULO 28 que dice que: Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley.

La Ciudad de Buenos Aires tiene 455 escuelas primarias, de las cuales 262 son de Jornada Completa, pero con la particularidad de que los Distritos Escolares (DE) con las poblaciones con necesidades básicas insatisfechas son las que menos escuelas de este tipo tienen. Como ejemplo, el DE 4 (La Boca, San Telmo) tiene 11.376 chicos y chicas en Jornada Simple y 7155 en Jornada completa; el DE 8 (Bajo Flores) tiene 13.677 chicos en Jornada simple y 4975 en completa. Mientras que el DE 15 (Villa Urquiza, Saavedra) tiene 1566 chicos en Jornada simple contra 5645 en completa.

Ampliar la Jornada de clases, en especial para los sectores más desfavorecidos, no sólo sirve para mejorar la educación, sino para permitir que los padres puedan trabajar mientras sus chicos están en un lugar seguro con garantía de educación y almuerzo. Es necesario posicionar a la escuela como verdadero espacio de enseñanza, revalorizando su función como institución integradora, constructora de ciudadanía y potenciadora de vínculos y lazos sociales, planteando un horizonte educativo innovador, ampliando el tiempo escolar en beneficio del fortalecimiento de una propuesta educativa.

Pero en la propuesta del Ministerio, lo que aparece nuevamente, es la voluntad de tercerización de la educación y la contratación de ONGs que se harán cargo de los chicos 3 veces por semana y en la mayoría de los casos fuera de los edificios escolares. Todos los trabajadores de la educación sabemos que «el aula» no es solo el salón con bancos y pizarrón dentro de un edificio escolar. Que existen múltiples espacios en donde se enseña y aprende. El aula es todo espacio con criterio pedagógico donde un grupo de sujetos se junta para enseñar y aprender. Pero esta decisión esconde que no hay suficientes espacios dentro de las escuelas, y como dijo la ministra -poco felizmente- las escuelas son como «camas calientes, sale un turno y entra otro» y por ello es necesario buscar otros lugares. Queda de manifiesto que no se han construido los edificios necesarios para transformar las escuelas de Jornada Simple en Jornadas Completas, con comedores, patios, bibliotecas y espacios para música, plástica, Tics, necesarios. Y enmascarar esto, llevando a los chicos a clubes, iglesias o centros comunitarios para que personas contratadas por ONGs se hagan cargo de ellos, no es precisamente garantizar el programa «más lindo» de la educación de la Ciudad.

Además, como el mismo gobierno admitió, deberán “coordinar” estas prestaciones con las actividades que se desarrollen en las clases, lo que nos indica que no son parte de un mismo proyecto pedagógico. Muchas otras dudas surgen de la propuesta. ¿Quiénes llevarán a los chicos de un lugar a otro? ¿Cómo se organizarán las familias los otros días que los chicos no están en la Jornada extendida?, ¿Dónde almorzarán? ¿Quién supervisará pedagógicamente estas horas?

La Jornada extendida y completa es un buen lugar para el aprendizaje. Una escuela que amplía su tiempo de estudio para los estudiantes y que mejora las condiciones laborales de los docentes, que transforma sus dinámicas de trabajo optimizando el tiempo escolar es el desafío para convertir nuestras escuelas de jornada simple en completa. Significa que la extensión de la jornada no implica un agregado de horas que se planifican de manera aislada y con agentes externos a la escuela, sino, que las prácticas pedagógicas se reorganizan para brindar mayor profundidad en el abordaje de los contenidos de la enseñanza y diversidad de oportunidades de aprendizaje.

Comparte este contenido:

Educación: negocio para el uno por ciento

Por: John Saxe-Fernández
Aunque aquí la narrativa para la promoción de la reforma educativa ni lo menciona, en Estados Unidos sí: se trata de un negociazo. La colocan junto a otras industrias de alto rendimiento, como la farmacéutica o la del petróleo. La llaman industria de la reforma educativa (the education reform industry), inspiración y aspiración de Mexicanos Primerocon la mira en el botín del kínder a la universidad. Así la piensan los amigotes de allá, las corporaciones, fundaciones y FMI, Banco Mundial (BM), BID y OCDE, verdaderos cabildos del uno por ciento. Presentes, como en otros servicios públicos en vías de mayor privatización, educación, salud, seguridad pública, gestión del agua, petroquímica, electricidad, infraestructura etcétera, las asociaciones público-privadas (APP) se usan para la usurera y opaca extracción de riqueza de lo público a lo privado.
Para la Fundación de la familia Walthon, dueña de Walmart, la reforma educativa, ya en Estados Unidos o acá, es instrumento de poder y negocio. También para la Fundación de la Familia Clinton. En un bien documentado estudio, Guerra y Wall Street: el sombrío expediente de Clinton (Truthout org, 1/8/2016), Timothy Scott puntualiza que en la Fundación de los Clinton está la crème de la crème del mundo bancario, corporaciones, filantropías, cabildos, contratistas militares, de la industria del gas y del petróleo, la farmacéutica y múltiples donantes, de Citigroup, Goldman Sachs y Exxon Móbil a Monsanto y ¡Blackwater! Narra que una vez nombrado gobernador de Arkansas (1988), Bill Clinton colocó a Hillary a cargo del Comité de Evaluación Educativa para la reforma del sector de ese estado. De ahí salió una ley extraordinariamente regresiva que financia la educación con aumentos en los impuestos al consumidor, dejando a las grandes corporaciones libres de mayor obligación fiscal. Para los educadores esa reforma no fue diseñada para ayudar, sino para castigar y transformar a los maestros en chivos expiatorios de todos los males del sistema educativo. Desde entonces, Hillary mantiene contacto personal y profesional con (textual) la industria de la reforma educativa y algunos filantropistas claves.
Ante la creciente oposición nacional a la reforma educativa en Estados Unidos, como en México, auspiciada por el uno por ciento, Clinton actúa con cuidado para no perder votos. Sin embargo, Scott revela que “DLA Piper, firma legal que representa las principales empresas en el mercado de la reforma educativa, es uno de los principales donantes a la campaña electoral” de Hillary, al igual que Alice Walton, una de las personas más ricas del mundo, heredera de Walmart, que opera en todo México.
La narrativa del BM-BID y de los hacendistas locales, dice que las APP combaten pobreza y alientan el bienestar general. Cuando el Senado mexicano aprobó una controvertida reforma a la Ley de las APP, el pasado 16 de marzo, PRI, PAN y anexos, al tiempo que abrían las puertas a las APP en lo educativo, salud y seguridad pública, enarbolaron las banderas del BM-BID, de que aumentan inversión, empleo, crecimiento, el ingreso familiar y dan más y mejores servicios públicos y bienestar. Lo que ni las evaluaciones internas del BM se atreven a afirmar, menos dados los desastres a la vista en Mexichem y OHL, entre otras APP.
Vicente Bello de Tren Parlamentario informó que según el senador Manuel Bartlett: se trata del robo al presupuesto nacional, garantizado por los gobiernos neoliberales, apoyado por la Secretaría de Hacienda. Observación puntual porque la SHCP aplica la línea macroeconómica del FMI, que es la del alto capital, exigida para acceder a las líneas de crédito del BM-BID. Las evaluaciones internas del BM avalan las críticas vertidas en el Senado. Recabadas por Nicholas Hildyard thecornerhouse.org.uk y presentadas a la Escuela de Negocios de Manchester, el BM reconoce que son escasos los datos en su posesión requeridos para evaluar las APP; que el BM no cuenta con sistemas que permitan evaluar las APP una vez concluido el proyecto y además, que para el BM desarrollo exitoso equivale a éxito comercial. Los del BM asumen que si fue un buen negocio, entonces debió ser bueno para el país como un todo y en particular para los pobres(sic).
La senadora Dolores Padierna advirtió que con aval de PRI y PAN la ley permite que cualquier actividad a cargo del Estado, sea productiva o social, pueda ser contratada por privados al extremo de usar las APP para delegar en ellos la regulación económica del sector energético con el enorme riesgo de perder el poco control que le dejó al Estado la reforma energética. El senador Alejandro Encinas advirtió que quienes usan las APP las conciben no como un instrumento para fortalecer los bienes públicos y el interés público, sino como continuidad del proceso de privatización. Delegan “al sector privado funciones sustantivas que corresponden al ámbito de gobierno en materia de educación, de salud, de seguridad pública”.
Facebook: JohnSaxeF
*Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/01/economia/026a1eco
*Fotografía: volutaradia
Comparte este contenido:
Page 2402 of 2732
1 2.400 2.401 2.402 2.403 2.404 2.732