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Comprender la educación para la ciudadanía global.

Por: Kartikeya V Sarabhai.

La educación para un desarrollo sostenible ha venido concentrando paulatinamente la preocupación sobre el ambiente, el desarrollo económico y otros aspectos sociales. Desde 1976, cuando se realizó la primera conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Ambiente Humano, en Estocolmo, aumenta la conciencia sobre el intrincado vínculo entre la conservación ambiental y el desarrollo humano.

El hecho de que nuestro estilo de vida y la forma en que nos hemos desarrollado tengan un enorme impacto sobre el ambiente no es nuevo. Pero el libro “Primavera Silenciosa”, de Rachel Carson, abrió los ojos sobre este asunto, en especial en Estados Unidos, donde se publicó en 1962.

«No es solo con leyes que se cambiará el comportamiento de la gente, sino con ella misma actuando con sentido de responsabilidad. Y este sentido de responsabilidad está en el centro del concepto de ciudadanía».

La Conferencia de Estocolmo fue, quizá, el principio de la toma de conciencia sobre que desarrollo y ambiente deben atenderse en conjunto. En la primera Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro en 1992, se reconoció al deterioro ambiental como un asunto de interés global.

Las convenciones sobre Diversidad Biológica y el Cambio Climático fueron redactadas en esas conferencias. También quedó claro que los países ya no podrían resolver sus problemas ambientales a escala nacional. Con la mayor conciencia, en especial en materia de recalentamiento planetario, se hizo evidente que lo que ocurre en una parte del planeta, tiene un impacto en otra.

A pesar de la declaración del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Río de Janeiro, sobre que “el estilo de vida estadounidense no se negociaba”, el mundo se dio cuenta de que, en definitiva, tenía que ver con el estilo de vida de la gente. El paradigma del desarrollo que emergió fue de intensas emisiones de dióxido de carbono y de un derroche excesivo.

La medida de la huella ecológica global fue desarrollada en 1990 por el ecologista canadiense William Rees y el proyectista regional, el suizo Mathis Wackernagal, en la Universidad de Columbia Británica. Fue una buena forma de saber cómo las acciones de una persona impactan en el planeta.

Desde la década de los 70, la huella ecológica supera la capacidad de regeneración del planeta.

El debate global de entonces y, en gran medida el actual, parece tender a que los cambios en las políticas y en la introducción de nuevas tecnologías pueden, de alguna forma, dejar una huella ecológica sostenible, pero es una noción ampliamente discutida.

En el centro del cambio necesario está la transformación que ocurre en la forma en que las personas se relacionan con el planeta y cómo producimos, consumimos y desperdiciamos recursos. No es solo con leyes que se cambiará el comportamiento de la gente, sino con ella misma actuando con sentido de responsabilidad. Y este sentido de responsabilidad está en el centro del concepto de ciudadanía.

La Ciudadanía Global emerge casi naturalmente de la comprensión del ambiente y del desarrollo sostenible. La educación para el desarrollo sostenible (EDS) se vuelve la fundación de la educación para la ciudadanía global (ECG).

Un ciudadano global no es alguien que pueda ser pasivo, sino que necesita aportar. A diferencia de los programas de educación formal, la EDS tiene el componente de acción necesario en sí misma.

En la sigla EDS se pierde una palabra tan importante como las otras tres: “para”. Esta palabra plantea un objetivo que implica acción al final del proceso educativo. No se trata solo de aumentar la conciencia pública y el conocimiento sobre el desarrollo sostenible, sino, de hecho, de alcanzarlo.

La Iniciativa Mundial para la Educación Antes que Nada (GEFI, en inglés), del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se refiere a la ciudadanía global como uno de los tres conceptos clave que el mundo debe procurar en la educación.

La ECG implica ampliar horizontes y mirar a los problemas desde otro ángulo. Los debates entre múltiples actores forman una parte importante del Programa de ECG. Aunque nos esforcemos, no es fácil comprender y experimentar distintos puntos de vista.

El Centro para la Educación Ambiental (CEE), en esta ciudad noroccidental india de Ahmedabad, junto con el CEE de Australia, lanzó el programa Ciudadanía Global para la Sostenibilidad, que implica conectar a niños y niñas de escuelas de diferentes países utilizando un tema vinculado a la naturaleza.Por ejemplo, Proyecto 1600 conecta ocho escuelas de la costa del estado indio de Gujarat, donde se ubica Ahmedabad , con otras tantas en el estado australiano de Queensland.

A través de proyectos sobre el ambiente marino, niñas y niños que viven en sociedades muy diferentes y con distintos grados de desarrollo comparan notas. El intercambio les obliga a pensar de otra forma y a comprender temas desde distintas perspectivas, ubicándose en otra parte del mundo.

Las pasantías en las que estudiantes están una temporada en países y ambientes muy distintos a los suyos también son una herramienta efectiva de la EDS. Además, la creciente conectividad abrió nuevas posibilidades al respecto que hubieran sido impensables hace unos pocos años.

El trabajo durante la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014), encabezada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), junto a varias organizaciones internacionales, sentó las bases para la EDS.

Todavía se trabaja para conseguir herramientas que midan la EDS, al igual que el propio concepto. El Instituto Brookings dio el puntapié inicial.

Las continuas reacciones que recibe el programa que tiene el instituto para este fin y su propio fortalecimiento generará perspectivas específicas sobre la ECG, así como la década pasada de trabajo en la EDS permitió enseñar a la comunidad global los puntos más delicados de la creación de un sentido de responsabilidad hacia el planeta, al mismo tiempo que se participa en el proceso de desarrollo.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2014/12/comprender-la-educacion-para-la-ciudadania-global/

Imagen: http://www.araucaniacuenta.cl/wp-content/uploads/2015/01/Kartikeya_-V_Sarabhai.jpg

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Derecho a educación sigue esquivo para indígenas latinoamericanos.

Por: Orlando Milesi.

La educación, el  instrumento más poderoso en la lucha contra la exclusión y la discriminación, es aún esquivo para los pueblos indígenas de América Latina que, pese a tener una amplia presencia en la región, son todavía los más desfavorecidos.

La creciente necesidad de otorgar mayor acceso a una educación de calidad para los pueblos originarios de la región, con respeto a la interculturalidad y sus tradiciones, sigue siendo una declaración de buenas intenciones,  aún lejos de transformarse en políticas públicas reales y de largo plazo, afirmó a IPS el alcalde del municipio chileno de Tirúa, Adolfo Millabur.

En Chile, por ejemplo, “hay una especie de voluntad declarada, pero que no se realiza en la práctica”, dijo Millabur, cuyo municipio, a 685 kilómetros al sur de Santiago, se sitúa en la región de La Araucanía, donde se concentra casi 50 por ciento de población mapuche, el más numeroso pueblo indígena del país.

“Hoy la gente está demandando participar en espacios de toma de decisiones de toda índole, y es ahí donde los pueblos originarios se configuran como actores sociales a los que hay que prestar más atención”: Loreto Jara.

Millabur creció en la localidad de El Malo, a 35 kilómetros de Tirúa. Junto a sus ocho hermanos se levantaba a las cinco de la mañana y caminaban cada día 30 kilómetros hasta la escuela de Antiquina. Después de un par de horas en clase, todos emprendían el viaje de regreso a casa.

No recuerda cómo aprendió a leer y asegura que no tenía idea de cómo firmar un cheque cuando en 1996, con 28 años, se convirtió en el primer alcalde mapuche de Chile.

El derecho a la educación es el tema este año del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra en el mundo cada 9 de agosto.

Ello porque se considera que el acceso a una escolaridad apropiada a sus métodos culturales de aprendizaje y con pleno reconocimiento de su diversidad, de sus valores y de sus necesidades específicas, incluyendo el aprender en su lengua materna, se considera la clave para romper con su vulnerabilidad y exclusión.

Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en América Latina viven cerca de 45 millones de personas indígenas, equivalentes a 8,3 por ciento de la población regional que supera los 605 millones de habitantes.

Bolivia posee algo más de 10 millones de habitantes y de ellos,  62,2 por ciento (6,2 millones) declara formar parte de un pueblo originario, lo que lo transforma en el país que cuenta con mayor porcentaje de personas indígenas sobre la población total, seguido por Guatemala, donde 41 por ciento de sus algo más de 16 millones de habitantes declara ser indígena (5,9 millones).

Les siguen Perú, donde 24 por ciento de su población total afirma pertenecer a un pueblo originario, y México, con 15,1 por ciento.

Según el estudio “Los pueblos indígenas de América Latina”, publicado en 2014 por la Cepal,  en la región existen 826 pueblos indígenas, con un panorama altamente heterogéneo.

En un extremo se ubica Brasil, con 0,5 por ciento indígena del total de su población  (900.000 habitantes), pero que cuenta con 305 pueblos originarios distintos, seguido por Colombia (102), Perú (85) y México (78). En el otro extremo están Costa Rica y Panamá, con solo nueve  pueblos indígenas cada uno, El Salvador (tres) y Uruguay (dos).

Los pueblos quechua, nahua, aymara, maya yucateco, ki’che’ y mapuche, son aquellos que cuentan con mayor población en la región, según ese estudio.

Pese a su presencia e influencia histórica, los pueblos originarios de América Latina aún representan uno de los colectivos más desfavorecidos en la región, indica la Cepal.

Los indígenas no solo han sufrido la pérdida sistemática de sus territorios con graves consecuencias para su bienestar, sino que constituyen el grupo más vulnerable en materia de pobreza y desigualdad en todos sus ámbitos.

En este escenario, el derecho a la educación es clave para el pleno goce de los derechos humanos y colectivos, y constituye un instrumento poderoso en la lucha para la erradicación de la exclusión y la discriminación.

“Uno de los grandes ausentes de las políticas educativas y también en términos curriculares  son los pueblos originarios”, afirmó Loreto Jara, investigadora de Política Educativa de la organización no gubernamental Educacion 2020.

“Hay una ausencia como sujeto histórico en el currículum mismo, pero también como actor social  en torno a los procesos de participación en la construcción  de los currículos”, añadió en diálogo con IPS.

Si bien en los últimos años se han observado progresos en el panorama educativo de los pueblos indígenas latinoamericanos, se comete el error de homogenizar los procesos “porque es más fácil trabajar en un escenario más o menos similar que  atender a  la diversidad”, explicó.

Precisó que la educación de cualquier pueblo originario “tiene lógicas distintas de nuestro sistema escolarizante”, por lo que es necesario incorporar, por ejemplo, educadores interculturales  en las escuelas.

Jara recordó la experiencia de Colombia donde existen “etnias por montones y son de diversa naturaleza, pueblos más pequeños, dialectos específicos, ligados a recuperación del territorio y a la reivindicación de las culturas indígenas”.

Precisó que en ese país, “la cultura indígena se está visualizando más desde el espacio de la ruralidad” y “las escuelas rurales están revitalizando mucho el tema de las lenguas indígenas”.

Esto, que busca también detener la migración de los jóvenes a las urbes, también ocurre en algunas zonas de México, agregó.

En la región chilena de La Araucanía, en tanto, hay 845 escuelas con enseñanza del mapudungun, la lengua mapuche, hasta cuarto año de enseñanza básica.

De ellas, 300 cuentan con apoyo directo del Ministerio de Educación y las demás con apoyo de un sostenedor particular, precisó María Díaz Coliñir, supervisora del gubernamental programa de Educación Intercultural Bilingüe.

La legislación chilena señala que todas las escuelas con más del 20 por ciento de alumnos de origen indígena deben tener programas de educación intercultural bilingüe en el que se enseñe mapudungun, quechua,  aymara o rapa nui, según corresponda en cada región.

Si bien el programa no garantiza que los niños y niñas aprendan su lengua originaria, sí potencia un mayor grado de identidad. “Se ha avanzado en la mayor autoidentificación del niño mapuche y en el mejoramiento de su autoestima”, afirmó Díaz a IPS.

Jara coincidió en las bondades de esta aproximación para todos los pueblos originarios de la región. “La reivindicación es a partir del lenguaje, porque eso representa su cosmovisión. Detrás de las lenguas indígenas se esconde toda la riqueza cultural de cada pueblo”, expresó.

Precisó que la necesidad de visibilizar a los pueblos originarios como actores sociales,  desde la enseñanza y el aprendizaje de su propia historia y su vínculo con la historia común del país,  es parte de los caminos pendientes por transitar en materia educativa.

“Hoy la gente está demandando participar en espacios de toma de decisiones de toda índole, y es ahí donde los pueblos originarios se configuran como actores sociales a los que hay que prestar más atención”, concluyó.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/08/derecho-a-educacion-sigue-esquivo-para-indigenas-latinoamericanos/

Imagen: http://cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2016/08/8169571385_2c603b6afe_o-629×472.jpg

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Un estado autoritario sólo puede educar para obedecer.

Las razones oficiales de la reforma educativa chocan con la realidad. ¿Cómo decir que se buscan alumnos participativos capaces de resolver conflictos privilegiando “el diálogo, la razón y la negociación”, cuando el Estado busca imponer esa norma por medio de la fuerza y la represión? Por ningún lado se asoman los valores humanistas que dice enarbolar y sólo dominan los del empresariado neoliberal.

Por: Lev Moujahid Velasquez Barriga. 

Un Estado no puede ser ajeno a los principios educativos en su vida orgánica, formas de gobernar, legislar e impartir justicia; tampoco lo puede ser quien lo representa públicamente; por el contrario, los principios educativos deberían estar presentes en su constante interacción con la sociedad, en el ámbito político que lo dinamiza, en el proyecto nacional que lo orienta, en su desarrollo económico y cultural.

Cuando estos principios están ausentes, no podemos hablar de un Estado educador, sino de otro corrompido, en descomposición, porque en él imperan los intereses de grupo sobre el bien común. En estas condiciones, de un Estado corrompido y no educador, cualquier propuesta que se presente como opción de transformación educativa emanada desde el seno de su descomposición orgánica, no puede ser sino parte de sus mecanismos de imposición, sometimiento y de reproducción de intereses de grupo.

En ocasiones, estos mecanismos de dominación son explícitos y también tangibles, como lo es el Servicio Profesional Docente, que no deja duda de su carácter punitivo en la letra y en los hechos; otras veces no son tan explícitos, sino que dejan un cierto margen de libertades e interpretaciones para legitimarse, pero de facto se llevan a cabo con la misma verticalidad de siempre, como lo pretenden hacer Aurelio Nuño y sus aliados empresariales y sindicales, con el nuevo modelo educativo 2016.

Partimos de la premisa de que en México no hay un Estado educador. Todo lo contrario, el que nos rige está sumergido en una condición tan crítica, que carece de principios éticos y valores cívicos que se puedan ampliar al conjunto de la sociedad desde una propuesta pedagógica que nutra la vida democrática por las venas de nuestro sistema nacional de educación.

En este sentido, los documentos Modelo Educativo 2016. El replanteamiento pedagógico de la Reforma Educativa; Los fines de la educación en el siglo XXI y la Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016, son parte de esta condición crítica; más que alternativas para dar contenido a las ausencias pedagógicas y superar los conflictos magisteriales, son un deslinde que intenta alargar la ruta de discusiones hasta el 2018, cuando el presente gobierno se haya ido y con él, toda responsabilidad sobre el caos que generó.

Se trata de una propuesta de nueva cuenta unilateral, llena de inconsistencias e incongruencias, unas producto de las mismas tesis fracasadas de la actual reforma y otras que auguran su inaplicabilidad porque son contrarias a su ADN político fascista, pero que aparecen como elemento de distensión del descontento magisterial, popular y académico.

Resulta de lo más dudoso que los mismos operadores y autores intelectuales de la reforma educativa, cuyas consecuencias son decenas de muertos, encarcelados y miles de despedidos, hoy digan que “el propósito de la educación básica y media superior es contribuir a formar ciudadanos libres, participativos, responsables e informados, capaces de defender y ejercer sus derechos, que participen activamente en la vida social, económica y política de México”.

¿Y para qué iban a querer eso? Valdría la pena preguntárnoslo, si no existen en este país garantías para el ejercicio de la libre ciudadanía, para exigir dignidad laboral sin que seas hostigado o víctima de la represión administrativa, sin ser despedido o perder tu libertad y hasta la vida. Así nos lo ha enseñado la Secretaría de Educación Pública (SEP) en los hechos, pero más crudamente durante este gobierno en turno.

Me parece que, desde las esferas de la burocracia estatal, no se puede recomendar sin atisbos de hipocresía que el sistema educativo deba formar personas capaces de resolver conflictos, privilegiando “el diálogo, la razón y la negociación” cuando se ha priorizado la vía judicial, la criminalización de la protesta, así como la intervención de los órganos represivos para dirimir diferencias de orden pedagógico y laboral.

Por otra parte, la supuesta “nueva cultura” organizativa que pone “la escuela al centro” y sienta las “bases para construir centros escolares que fomenten el trabajo colaborativo y colegiado”, no se puede edificar sobre los cimientos de un sistema vertical y centralizado, en cuyos órganos horizontales de participación social y los que a partir de su autonomía diseñan las evaluaciones para generar propuestas de política educativa, están los Empresarios Primero y las necesidades educativas después.Hablar de autonomía de gestión para la rendición de cuentas es una de las mayores inconsistencias que podemos encontrar, si la corrupción ha penetrado hasta las altas esferas del poder político, incluso en la presidencia de la república; si los niveles de endeudamiento han sido tan irresponsables que hoy se podrían financiar el 95 por ciento de los programas culturales, educativos y deportivos de la SEP tan sólo con lo que el Estado paga de intereses anuales por concepto de deuda pública.Sin embargo, el Modelo Educativo 2016 sigue proponiendo la colocación de certificados de endeudamiento en la bolsa de valores, a través de Escuelas al CIEN (Certificados de Infraestructura Educativa Nacional), como si fuese un mecanismo exitoso y los datos no fueran desalentadores.

En su caso, los Consejos Técnicos Escolares y la Ruta de Mejora Continua que se presentan como los instrumentos para la planeación contextualizada de la escuela, poco han contribuido al diseño de alternativas pedagógicas, no por falta de capacidad de los docentes claro está, en realidad su objetivo no ha sido la autogestión curricular, sino la aplicación de una reforma educativa que viene desde arriba con todo su peso administrativo, burocrático, antilaboral y privatizador hasta los centros escolares.

En cuanto a las evaluaciones internas, según las condiciones específicas, como parte de la autorregulación de los aprendizajes, la formación intrínseca de los docentes y las orientaciones autogestivas de los procesos pedagógicos escolares, podríamos decir que carecen de pertinencia y significatividad para los actores educativos, toda vez que el eje rector para los informes oficiales, la mediatización comunicativa de los resultados del sistema educativo, la opinión pública, las decisiones políticas y los impactos laborales de los profesores, son las evaluaciones externas y además estandarizadas.

A decir del modelo curricular que aparece como continuidad del marco constitucional inspirado en las recomendaciones derivadas de los acuerdos de cooperación con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para la integración del mercado mundial, y no en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es decir, para el desarrollo cultural de la humanidad, no se puede nombrar a sí mismo como humanista. No hay humanismo posible ni centralidad de lo pedagógico para quien ha esclavizado el destino de las nuevas generaciones a la globalización económica.

Pretender “encontrar un equilibrio entre las exigencias propias de un proyecto humanista, fundamentado en la educación integral, y un proyecto que persigue la eficacia y la vinculación de la educación con las necesidades de desarrollo del país”, se vuelve búsqueda paradójica en la medida en que la “calidad” y no las cualidades humanísticas son el objetivo superior de la educación, como estigma que ha dejado heridas en la Constitución mexicana, sacrificada en favor de los intereses empresariales.

No hay coherencia lógica cuando se propone, por un lado, incorporar “los avances que se han producido en el campo del desarrollo cognitivo, la inteligencia y el aprendizaje” y, por otro, supeditar toda la teoría pedagógica avanzada que apunta a la diversidad humana y de sus formas de aprendizaje, al modelo único por competencias, el cual no concibe a la persona en su complejidad (homo complexus), sino en la simplicidad de su unidimensionalidad económica (homo economicus).

En suma, un Estado totalitario, como el nuestro, no educa para la autonomía, sino que refuerza la obediencia y la sumisión, transgrede la diversidad cultural y cosifica la integralidad humana, ahí está la esencia del modelo educativo que presenta la SEP, revuelta entre marañas conceptuales que se contradicen con su tradición neoliberal.

Una verdadera propuesta educativa sólo podrá venir de las oposiciones críticas al proyecto empresarial, de las diferencias políticas a la dictadura pro fascista, de la cultura democrática y popular que se reconstruye en la renovación constante de los movimientos sociales, de las autonomías indígenas y su proyecto decolonial, del diálogo de saberes entre la raíz pedagógica latinoamericana y las epistemologías para atender la diversidad cognitiva.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article192952.html

Imagen: http://www.voltairenet.org/local/cache-vignettes/L400xH227/educacion-685-2fbb4.jpg

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El Manual de Convivencia como estrategia pedagógica.

Por: Reynaldo Mora Mora.

En una institución educativa ocurren diversas interacciones entre sus miembros, ya que allí se producen encuentros de culturas que están mediados por unas normas que deben reflejar la pirámide axiológica de una Nación.

Entonces, a través del Manual de Convivencia (MC) se deben favorecer las condiciones que permitan a sus miembros vivir en comunidad, y hacerlo es tener el sentido de favorecer toda una gama de valores en el quehacer escolar. Teniendo en cuenta ese conjunto de valores, el Manual debe ser concebido como la herramienta pedagógica por excelencia, como la referencia para la valoración y respeto por el derecho a la vida; pero, de ninguna manera puede ser considerado como un conjunto de normas de información que deben cumplirse per se, ni como una serie de máximas de adoctrinamiento o inculcación.

El MC es el mejor recurso con que cuenta la comunidad educativa para enfrentar la problemática y solución al matoneo, en tal sentido, debe ser interiorizado como la vocación comunicativa para la formación de constructores de convivencia, para consolidar por parte de los actores una serie de estrategias pedagógicas, sociales y familiares como propuesta de vida a fin de establecer un diálogo alrededor de los más caros valores del ser humano. Esta problemática que viven las instituciones educativas, implica pensar, que las instancias familiar y escolar contribuyan, junto con el Estado a impedir conductas y acciones arbitrarias que un grupo de estudiantes o individualmente imponen sobre otros.

En tal sentido, el matoneo debe ser considerado el problema fundamental para regular el accionar de los miembros de una comunidad educativa, en cuanto integra esa situación problemática quehacer a través de su funcionamiento cotidiano interno, atendiendo a todos los sujetos a fin de atenerse a unos principios mínimos de convivencia.

Este enfoque pedagógico y curricular plantea desarrollar y fortalecer la centralidad del ser humano, propiciando el respeto hacia su dignidad; invitando a considerar todas sus capacidades y actitudes para aprender a ser persona. Entonces, es cuando desde la estructura curricular, se deben proponer cambios sustanciales en el ambiente educativo de los aspectos integradores del currículo para la convivencia escolar y ciudadana; lo cual consolida el respeto por el otro concepto como espacio concreto para la autonomía en la dinámica institucional. Desde esta perspectiva se concibe el MC como el espacio de construcción social y familiar para promover la armonía, el consenso, el respeto por el otro, como posibilidad que los propios sujetos desde este escenario integren en sus actitudes la convivencia.

Fuente: http://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/el-manual-de-convivencia-como-estrategia-pedagogica-275733

Imagen: https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRfpbJWpMZ2SjowxJ2qbu-73JGWI7YFNDF6Ssa8COz9ERFkKce6iA

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Cambio de énfasis.

Por: Raymond J. Wennier

Dos verdades, entre otras, usadas en el campo educativo, veremos hoy. Una, el maestro sigue siendo persona esencial en la formación integral de los alumnos. Segunda, la clave para la mejor ejecución de los maestros en el aula, es la planificación de clase.

El 19 de julio recién pasado, hubo bloqueo, efectuado por maestros, en vías públicas en diferentes departamentos del país.

Pregunto si los maestros que participaron en los bloqueos, utilizaron seis horas de esa semana para la planificación de sus clases para la semana siguiente, 25 a 29 de julio; si lo hicieron, imagino que incluyeron nuevas estrategias educativas en beneficio de sus alumnos. Deplorable lo que enseñan con el ejemplo.

Este siglo se conoce como la época del cambio. Estimados lectores, piensen por un momento sobre los cambios en su propia vida y a su alrededor en los dieciséis años que van de este siglo. ¿Qué han hecho para enfrentarlos?

Cuando hay cambio de condiciones en nuestra vida, necesariamente cambia nuestra conducta, cambian hábitos arraigados por muchos años. No son fáciles esos ajustes sin pensar en las actitudes que nutren nuestras acciones.

En educación hay resistencia al cambio. ¿Por qué? Porque esos cambios obligan a los maestros a cambiar lo que hacen en el aula y no continuar en el siglo pasado. Lo que hacemos está arraigado por la práctica de mucho tiempo y separarse de ese modo de actuar “duele” porque provoca inseguridad. ¿Quién quiere salir de su comodidad para tratar de implementar acciones bajo condiciones nuevas que son desconocidas?

Hay nuevo énfasis en el quehacer educativo. Poner en segundo lugar los datos e información, enormes en cantidad, y más bien priorizar otros aspectos que son más importantes que el contenido de una materia académica.

Dentro de múltiples aspectos, veamos los de mayor interés:
1. Aprender a saber quién soy realmente. ¿Cómo reacciono ante obstáculos? ¿Qué me saca de quicio? Si sé cómo reacciono en distintas situaciones, puedo anticiparlas antes de perder el control. Esa es la base de la madurez, conocerse a sí mismo.
2. Nutrir las interrelaciones y las comunicaciones con otras personas para conocer sus necesidades y sus sentimientos.
3. Aprender a escuchar. Cuando estamos en una discusión o en una conversación con otros, a menudo estamos pensando en cómo contestarle en vez de escucharla para entender su pensamiento mientras nos ofrece lo que piensa traducido en palabras, gestos e inflexión de la voz, que me ayudan a conocerla. Esta atención puesta a la otra persona y a su perspectiva, demuestra el interés que tengo en ella.
4. Retroalimentación. Tiene tres aspectos, dos exteriores y uno interior. Cuando una persona nos expresa lo que piensa de nosotros y de nuestras acciones, nos está dando retroalimentación externa. Otra de este tipo, es cuando nosotros pedimos la opinión de terceras personas sobre nuestras acciones. La interna es la metacognición, es pensar obre nuestros pensamientos. Es evaluarnos a nosotros mismos.

Ninguno de los cuatro puntos tiene que ver con el contenido de una materia; demuestran la inteligencia emocional de la persona. En el aula, son elementos más importantes que saber un dato informativo que puede cambiar dentro de unos meses. Así son los cambios, rápidos y profundos.

¿Podemos ajustarnos y cambiar también?

Fuente: http://lahora.gt/cambio-de-enfasis/

Imagen: http://bp0.blogger.com/_DgacknRWtbk/R8YSMJ9sKMI/AAAAAAAAAOQ/XgjtjLHTPzM/s320/maestro1.jpg

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El aula inteligente.

Por:Armando Gomez Villalpando.

El aula inteligente es un constructo creativo, un conjunto de saberes que se plasman en una pedagogía singular. Entenderemos aula inteligente como una comunidad de aprendizaje, cuyo objetivo principal es el desarrollo de la inteligencia y de los valores de los alumnos, que planifican, realizan y regulan su propio trabajo, bajo la mediación de los profesores, por medio de métodos didácticos diversificados y tareas auténticas, evaluados por alumnos y profesores, en un espacio multiuso abierto, tecnológicamente equipado y organizado según los principios de la calidad total en la gestión.

El aula inteligente ayuda a cada individuo a centrarse y descubrir sus saberes y potencialidades. Así entendida la acción educativa, las tareas a destacar serán las de aprender a pensar críticamente, aprender a vivir creativamente para eliminar la rutina y desafiar los modos convencionales de hacer y pensar las cosas, aprender a elegir libre y responsablemente y, finalmente, aprender a actuar éticamente.

En el aula inteligente la aplicación del enfoque constructivista del aprendizaje se aborda desde el replanteamiento de la enseñanza en una cuádruple perspectiva: contextual, comprensiva, estratégica y funcional. El enfoque contextual abarca las claves del contexto educativo a ser tenidas en cuenta por el profesor: las ideas previas, las tareas, las preguntas y el trabajo cooperativo.

El enfoque comprensivo enfatiza el desarrollo de la comprensión significativa del alumno en torno a cualquier idea. La perspectiva estratégica postula un desarrollo necesario de las estrategias de aprendizaje. El enfoque disposicional establece la necesidad de generar en los alumnos la voluntad de aprender, sólo así podrán actuar eficazmente los postulados anteriores.

La cultura escolar que promueve el aula inteligente define un marco de instrucción que se adapta a la diversidad del alumnado. Es un diseño instruccional abierto, que permite a cada alumno aprender según su propio ritmo y estilo cognitivo.

Es un diseño interactivo y constructivo que reformula los diferentes componentes del aprendizaje tradicional: el papel del profesor y el del alumno, las metas y objetivos, los procesos y tareas, la secuencia y proceso de instrucción y los modos de evaluación. Es un diseño autorregulado porque se basa en una metodología investigadora, que promueve el trabajo y la planificación autónoma en función de los intereses de cada alumno.

El aula inteligente incorpora la tecnología informática, poniéndola al servicio de la educación. Considera que su papel es el de promover la inteligencia y los valores de los alumnos. En este sentido, la tecnología educativa debe convertirse en una “herramienta cognitiva” de gran poder para el aprendizaje constructivo, y su lugar debe estar, por tanto, en el aula junto al alumno. Este nuevo paradigma escolar se concibe como una comunidad de aprendizaje, un proyecto común y en permanente renovación, en el que todos los miembros se sienten comprometidos por igual.

En el aula inteligente el profesor es un inspirador que abona el germen de la curiosidad y la solidaridad entre sus estudiantes. De acuerdo con este modelo de gestión de la calidad, el aula inteligente es un elemento coherente y lógico, cuya eficacia pedagógica es totalmente válida para dar respuesta a las nuevas habilidades y características necesarias en los individuos, como consecuencia de las nuevas formas de organización del trabajo

Fuente: http://www.am.com.mx/2016/08/06/guanajuato/opinion/el-aula-inteligente-304189

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/_irR09w62cTs/S-brvsM0ZOI/AAAAAAAAACM/flDwkjnyjzc/s1600/aula_inteligente1.gif

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Un tercer baño es la opción.

América del Norte/Estados Unidos/Fuente:http://almomento.net/

Por: Migel Melenciano.

Tremendo revolú ha armado el presidente Barack Obama  acotándose la paloma, o sea,  al final de su gestión presidencial de ocho años, al requerir a las escuelas públicas que reciben fondos federales que dejen que las personas transgénero usen los baños, del lado que se sientan más cómodas.

Aunque no es legalmente vinculante,  la decisión emitida por el Departamento de Educación y Justicia coloca en la guillotina a las escuelas que no accedan a dicha petición, ya que podrían  verse afectadas económicamente con el recorte de dinero que reciben. Y como todo sabemos, en los United States.. money talk (El dinero habla).

Tremenda encrucijada para un sector tan delicado, ya que de no acoger la medida podrían verse afectados sus planes educativos así como las de los  estudiantes que reciben financiamiento y ayuda federal para cubrir los estudios técnicos o profesionales que realizan en estos  centros docentes.

Esta es una medida que a todas luces, de entrada, no es fácil asimilar, máxime cuando, desde que se creó el mundo, por evolución o creación, el hombre como ente humano se ha divido en: masculino y femenino.  Cada uno con sus particularidades sexuales que lo identifica, y le otorga funciones y acciones propias que no puede ser realizada por el otro.

Hay que aclarar que los transgénero  no son gays, homosexuales ni travestis; son personas a las que le fueron asignadas un género, generalmente al nacer y sobre la base de sus órganos reproductores, pero que sienten que esta es una descripción falsa o incompleta de ellos mismos, aunque suelen identificarse como heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, polisexuales, asexuales, etcétera.

La medida de Obama, aunque pretende resolver un problema de discriminación, crea un problema mayúsculo pues coloca en riesgo a los transgénero y a los que no son.  A unos, porque les ofrece la facilidad de hacer sus necesidades fisiológicas en el baño de sus compañeros del sexo opuesto y, a los otros, porque pueden ser motivados por el sexo biológico, sin reparar en la identidad de género.

Esta situación ha empotrado un problema legal del que ya se tiene, por lo menos, una suspensión de su aplicación por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos, el cual bloqueó temporalmente la decisión que permite el acceso de un transgénero a los baños del sexo biológico opuesto.

Ahora bien, en ánimo de que nadie se sienta discriminado, evitando un trato transfóbico y que se respete todos los derechos de las personas transgénicas,  quien suscribe propone la instauración de un tercer baño en los centros escolares para ser utilizado por los  que no se identifican con el género que le fue asignado al nacer.   Resuelto el problema y todos contentos y contentas,  o ningunas de las dos!!

Fuente: http://almomento.net/un-tercer-bano-es-la-opcion/231345

Imagen: http://i2.sdpnoticias.com/sdpnoticias/2015/11/03/fd4ec4eb72ce4fb191797a8d5fda0b82_620x350.jpg

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