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Trascendencia de la tecnología y cultura digital

Por

Es fácil sentirse abrumado por los cambios que se han producido en los últimas generaciones. Sin duda, una evolución tan rápida y profunda, que afecta a nuestra vida cotidiana, debe tener consecuencias en los procesos y contenidos educativos.

En los últimos 25 años, las escuelas y las familias de todo el mundo han gastado una cantidad considerable de dinero en ordenadores, conexiones a Internet, y software para uso educativo. Pero, no basta hacer esa primera inversión tecnológica sino que también es importante capacitar a los jóvenes para convertirse en personas con pleno derecho en el espacio público digital de hoy, equipándolos con los códigos y herramientas de su mundo rico en tecnología, y animarles a utilizar los recursos de aprendizaje en línea – al mismo tiempo que exploran el uso de las tecnologías digitales para mejorar los procesos de enseñanza existentes, tales como la evaluación o administración de la escuela – son objetivos que justifican la introducción de la tecnología informática en las aulas.

Las herramientas digitales a menudo son complementarias a las habilidades, básica y avanzada. Los cambios tecnológicos en la sociedad plantean cuestiones fundamentales sobre el papel de la educación y las escuelas. ¿Qué deben saber y ser capaces de hacer? ¿Cuál es el valor del conocimiento que se ha adquirido tradicionalmente en la escuela, cuando tanto la información está disponible en línea? 

La mayoría de las escuelas y los maestros no influyen directamente en la velocidad a la que se introdujeron en los lugares de trabajo los ordenadores; ni tampoco deciden como las comunicaciones personales pasaran a través de Internet, en lugar de las reuniones cara a cara o el uso del teléfono. Sin embargo, las habilidades que normalmente se aprenden en la escuela juegan un papel crucial en la determinación de si un estudiante adopta la tecnología digital y puede beneficiarse de ella.

Cuando todos los niños tengan acceso a Internet, los padres y los maestros pueden utilizar los recursos educativos que están disponibles en línea para fomentar el aprendizaje. Sin embargo, el acceso ilimitado a Internet también puede tener consecuencias negativas para el desarrollo de los niños. Los responsables de la educación de los alumnos “conectados” de hoy en día se enfrentan a una serie de nuevos temas, desde la “sobrecarga de información” al plagio, de proteger a los niños de los riesgos en línea (fraude, violaciones de privacidad, acoso en línea) a establecer un tratamiento de medios adecuados y apropiados para ellos. (OCDE, 2012a; OCDE, 2014).

Por ello, las escuelas deben educar a los estudiantes como consumidores críticos de servicios de Internet y medios electrónicos, lo que ayuda a tomar decisiones informadas y evitar conductas perjudiciales. También pueden sensibilizar a las familias sobre los riesgos que enfrentan los niños en línea y cómo evitarlos (OCDE, 2012). Además de proteger a los niños contra las amenazas en línea, los padres deben ayudar a equilibrar el uso del tiempo de ocio en las TIC con el tiempo para otras actividades recreativas que no implican pantallas, tales como deportes y, de igual importancia, el sueño.

OECD (2015). Students, Computers and Learning. Making the Connection. Paris: OECD. Retrieved September 19, 2015 fromhttp://dx.doi.org/10.1787/9789264239555-en.

Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/2015

Imagen: http://revistaeducacionvirtual.com/wp-content/uploads/2016/05/articulo-5.jpg

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Qué paradoja: Ellos dicen tener filosofía, nosotros únicamente cosmovisión.

Por: Ollantay Itzamná

En la retórica de la intelectualidad se asume que los pueblos indígenas u originarios de Abya Yala, y del resto del mundo, tenemos únicamente cosmovisiones y Occidente tiene filosofía.

Es muy común oír a indígenas (profesionales o no) repetir con aires de orgullo sobre la cosmovisión de sus pueblos, como la máxima construcción intelectual y espiritual de sus ancestros. Pero, ¿sabrán para qué y quiénes acuñaron el concepto de cosmovisión? ¿Sabrán que al asumir/apropiarse de tal constructo “naturalizan” el racismo integral que tanto nos daña?

Según Dilthey, Schelling, Heidegger, Kierkegaard, Hegel, entre otros, la cosmovisión es la forma primaria (preteórica) de ordenar y explicar el mundo, hecho por un grupo cultural, sin mayor abstracción teórica. La filosofía, en cambio, es la explicación profunda y amplia de la realidad total. Es la abstracción teórica y metafísica para responder a las preguntas trascendentales que inquieta a la humanidad.

Por eso Heidegeer, a inicios del siglo XX, dirá: “La cosmovisión expone fenómenos ajenos a la filosofía”. Y en el mejor de los casos, la cosmovisión formaría parte del quehacer filosófico primario al intentar responder, de manera elemental/limitada, a las inquietudes humanas.

Está claro que la cosmovisión (según sus acuñadores) no tiene categoría de filosofía por ser un “esfuerzo” elemental. Es decir, los pueblos atrasados o inferiores tienen cosmovisión (visión casi mágica de su realidad). Los pueblos avanzados o superiores construyen filosofía (cuentan con la razón y la voluntad para teorizar y abstraer la realidad).

¿Por qué los alemanes acuñaron esta idea a finales del siglo XIX? En el fondo fue con la finalidad de justificar lo que Hegel y otros ya habían afirmado antes: “La supuesta superioridad mental, espiritual y cultural de ellos sobre el resto de los pueblos”. De allí se asume que ellos, por estar habitados por un espíritu humano superior, tienen filosofía, y el resto (pueblos inferiores/atrasados) tenemos únicamente cosmovisiones.

En las facultades de filosofía occidental se enseña que la sociogénesis de la filosofía se encuentra en los pueblos griegos del siglo IV aC. Estos pueblos de navegantes, rodeados de aguas marinas, registraron sus preguntas y respuestas a sus inquietudes existenciales (condicionados por su época, geografía y demás circunstancias), y los europeos los asumieron como la base de su civilización.

Desde entonces, la academia occidental, y cuantos se esfuerzan por ser reconocidos como académicos, divulgan las preguntas y respuestas de los griegos del siglo IV aC. como la única verdad filosófica universal, capaz de explicar y organizar la realidad.

Es importante indicar que en los escritos griegos, phylosophia (amor a la sabiduría) construida por comunidades, bajo la guía de sabios/as, tenía una perspectiva integral/holística sobre la realidad. Poesía, mitología, teogonía, matemática, astronomía, ética, política, metafísica, etc., constituían dicha filosofía.

Fue en el transcurso del tiempo que Europa seleccionó únicamente las “teorías abstractas” griegas como filosofía, y censuró el resto de los documentos como simple “literatura”. Allí nació la racionalidad lineal y fragmentaria, que luego dará origen a la “razón lineal” occidental. Es decir, a la filosofía como conocemos actualmente. Los griegos de aquel entonces jamás imaginaron en la universalización de su pensamiento.

Los pueblos indígenas tenemos filosofías, no cosmovisiones

Mayas, aztecas, chipchas, quechuas, aymaras, guaraníes, mapuches, etc., tenemos nuestras propias filosofías con las que comprendemos y explicamos nuestras realidades. Y, existen tantas filosofías como pueblos o civilización coexistimos en el planeta.

Quien asuma que existe una única filosofía (la occidental) y cosmovisiones, no hace más que externalizar el racismo mental y espiritual que lo habita. Y si algún aborigen o indomestizo asume el pensamiento/espiritualidad/ritualidad de sus ancestros comocosmovisión, por ignorancia o por mal formación, padece y reproduce la colonialidad del saber y del poder occidental.

Occidente intentó imponer su pensamiento como la filosofía universal. Y ese pensamiento moderno “superior”, en cuestión de tres siglos devastó y devasta la vida, sus ciclos, e incluso la capacidad regenerativa y autoclimatización de nuestra Madre Tierra.

Mientras esto ocurre, nosotros y los otros seguimos despreciando lo nuestro: Asumiendo que ellos tienen filosofía, nosotros sólo cosmovisión. Que ellos tienen arte, nosotros únicamente artesanía. Que ellos, religión, nosotros solamente creencias. Que ellos hablan idiomas, nosotros apenas lenguas. Que ellos, cultura, nosotros sólo tradiciones. Y así sigue y suman los desprecios semánticos “naturalizados”.

*Articulo tomado de: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Pueblos-Indigenas/Que-paradoja-Ellos-dicen-tener-filosofia-nosotros-unicamente-cosmovision

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Buenas prácticas docentes en la perspectiva de la pedagogía de la virtualidad (Parte I).

 Margarita Victoria Gómez

En el contexto del Módulo Internacional Uruguay 2014, se realizó el Seminario Políticas, acciones e investigación para la emancipación digital en el Observatorio de Tecnologías de Información y Comunicación (ObservaTIC – Facultad de Ciencias Sociales – UdelaR). Fue una oportunidad para retomar trabajos anteriores que abrieron cuestiones para un momento de reflexión. Especialmente, fue retomada la conferencia ofrecida en el Encuentro de buenas prácticas docentes CONECTACTICA 2014, en Guadalajara, México.

Fue una satisfacción haber participado en Guadalajara de la sexta edición de Conectáctica y de la celebración de los 20 años de la red universitaria de la Universidad de Guadalajara (UDG), una de las más importantes universidades pú- blicas mexicanas, autónoma y con vocación internacional, que asumió el compromiso social de educar con base en la investigación científica y tecnológica que son necesarias para las buenas prácticas educativas.

Como ahí, Montevideo fue también una oportunidad de reencontrar amigos(as) y conocer otros(as). Para mi fue una honra reinventar en Montevideo aquella experiencia, en el Seminario de ObservaTIC, con profesionales que piensan, reflexionan, se identifican y se sienten desafiados por la realidad que les toca vivir, por las ideas en que creen y defienden sin temor de exponerlas. En Conectáctica, a partir de las conversaciones -por teléfono y por e-mail- con los organizadores, pude constatar que la propuesta de formación docente estaba tomando consistencia en una red de prácticas, que relacionan un proceso personal e institucional. Por eso la invitación fue para involucrarnos en una conversación, de la que ya hacíamos parte acerca de las buenas prácticas docentes para el siglo XXI. En realidad es un tema que abre más preguntas que respuestas: ¿Cuáles son esas buenas prácticas? ¿Y las otras, que son? ¿Para qué y para quién? ¿Con quién?

La propuesta fue buscar elementos en la pedagogía de la virtualidad, sustentada en la Pedagogía de Paulo Freire, el concepto de rizoma (Guilles Deleuze y Félix Guattari) y en el sujeto de la praxis, que nos ayuden a repensar las prácticas docentes y (re)establecer un diálogo con nuestra experiencia para saber si teníamos ‘las buenas’ y las otras para tejer consideraciones que no provinieran de saberes superiores o inferiores, y sí de nuestros saberes diferenciados. En este sentido, destaqué algunos puntos que me parecían de interés y que podrían encontrar resonancia con el tema general del encuentro que busca brechas educacionales más allá de paradigmas tecnicistas y pragmáticos.

Buenas prácticas: condiciones

El preguntarnos cuál es la noción que tenemos de buenas prácticas nos remite a las propias y a tomar alguna distancia de ellas para repensarlas en pro de la formación universitaria que deseamos; pensar los relacionamientos y aprendizajes realizados, los fracasos y los aciertos para el futuro. Creo firmemente que reflexionar sobre la práctica es constitutivo de nuestro ser docente. Esta cuestión también exige considerar nuestra situación en la sociedad de la información y del conocimiento, estimar el acceso a internet, el acceso a la universidad, presentar los datos sobre porcentaje y condiciones de conexión y de acceso a la educación superior. O sea, pensar las prácticas en la educación actual implica relacionar estas con la realidad en que son realizadas. Por ejemplo, Universia de España pública (02/06/2014) la siguiente noticia: “Sólo un 9,3% de los profesores [universitarios] españoles utiliza Wikipedia en sus clases”. ¿Eso es malo? ¿Es bueno? ¿Por qué?

Esta situación atraviesa nuestra vida, nuestras prácticas y crea otras realidades tan intangibles como transformadoras produciendo una cultura académica en su entorno. O sea, si preguntamos también por nuestra situación en la red, cuanto al uso y dominio de los dispositivos tecnológicos, tendremos que pensar la exclusión social que va más allá de la tecnología, pensar si lo que queremos es solamente buenas prácticas con tecnologías para adaptarnos o para generar buenos pensamientos, buenos sentimientos, buenas conversaciones, para producir(nos) y apropiarnos del universo cultural de la época.

Hoy, en ese mundo interconectado que nos atrapa en una red que tiende más a pulverizarnos que a libertarnos afirmamos que la tecnología y la red son elementos propios de la liberación antes que de la opresión -ya que el fin último de la red es la solidaridad y la liberación-, y por eso los encuentros se tornan necesarios para discutir leer, escribir y aprender nuevos operadores de lectura y escritura que constituyen también los espacios digitales/virtuales universitarios. Considerar internet y sus dispositivos como parte de nuestra cultura educativa implica en reconocer que también somos contemporáneos de la mercantilización y financiación de la educación y, por lo tanto, no podemos ser indiferentes a estas corrientes de época. Como educadores somos continuamente desafiados por las ideas que defendemos y/o combatimos (cf. FREIRE, 1995).

Retomando la cuestión referida anteriormente, Paulo Freire compartió en 1995, cuando participó del encuentro Una mirada sobre la cultura, el ciudadano y la empresa en Río de Janeiro, una charla sobre La tragedia de ser o no ser contemporáneos, donde él se colocó como muy respetador de las cosas que nos constituyen como gente reconociendo el cruzamiento que sufrimos en nuestras prácticas por el neoliberalismo. Al mismo tiempo en que discutían la posmodernidad, millones de personas estaban muriendo de hambre, colocándolos en una posición difícil como intelectuales, la de vivir la tragedia de ser contemporáneo de esa situación y tan lejos de ser contemporáneo de las ideas que defendían.

Universidad y formación

Es indudable que la universidad es parte de estas cuestiones, y en busca de acompañar los cambios traídos por la cibercultura, comenzó a virtualizar ciertos procesos académicos, administrativos, algunos servicios técnicos, las bibliotecas, hasta llegar a crearse la universidad totalmente virtual. El desarrollo de internet y la desterritorialización de procesos administrativos y académicos para el mundo digital genera comunidades virtuales con conexiones que exigen organizaciones otras; se puede decir que la internet es uno de los mayores acontecimientos sociológicos de los últimos tiempos, que está produciendo una nueva manera de pensar, conocer, organizar, practicar y de hacer sociedad, política y educación.

Las consecuencias del avance tecnológico (Marx, 1980) se hicieron sentir, y parafraseando a Marx, todo lo que era sólido se desvaneció en lo digital/virtual. Se han realizado experiencias prácticas y discursivas que, a su vez nos interpelan y son interpeladas por acontecimientos como la emergencia de las megauniversidades con más de cien mil estudiantes, el mobile learning ubicuo que reúne miles de personas en entornos virtuales de aprendizaje, constituyendo comunidades universitarias virtuales, la internacionalización y transnacionalización de la educación superior.

Buenas prácticas: procedencia

Hace algún tiempo, cuando apareció en la ‘agenda’ educativa el concepto de ‘buenas prácticas’, constatamos que ese concepto proveniente de la gestión de la organización (privada), y utilizado en la farmacología, se incorpora en los códigos de buenas prácticas de diversas áreas de conocimiento: educación, construcción civil, transparencia fiscal, enfermería, medicina y política pública, entre otros ámbitos. En el campo de la educación el uso de conceptos provenientes del área de la administración no es nuevo, en las últimas décadas del siglo anterior, los hallamos en las orientaciones del Banco Mundial y de la Organización Mundial del Comercio. Organizaciones que consideran que los alumnos son clientes, los profesores recursos humanos, el conocimiento es la materia prima, y que cada uno puede tener su ‘banquito’ para comprar y vender contenidos. O sea, en esa perspectiva, buenas prácticas y transparencia nos remitían a rendición de cuentas en el sentido mercantil y financiero.

Mejores prácticas o prácticas inteligentes, contextualizadas, han sido tema de estudio y de discusión mantenida por investigadores que creen que es raro que ocurra la mejor práctica, pero que se podrán encontrar algunas inteligentes que ofrezcan solución para cierta situación. El desafío es pensar que no hay una práctica recomendable, que sea la mejor en todos los casos. La práctica contextualizada considera que lo ‘mejor’ variará según el contexto. La dimensión contextual de la ‘mejor práctica’ encuentra subsidios ya por los años 1950 y 1960 en la teoría de la contingencia (MORGAN, 1996; CHIAVENATO, 2002) o en la teoría fundamentada (STRAUSS; GLASER, 1967).

En la presente década, existen nuevas teorías o relecturas de las mismas. Hoy, al mismo tiempo que pensamos las buenas prácticas somos provocados casi inmediatamente a pensar las prácticas corruptas o corruptibles. El Catálogo de prácticas corruptas de Ruth Sautu presenta una investigación sobre la corrupción entendida como un hecho que ha afectado nuestras sociedades generando una cultura de desconfianza e indignidad entre las personas. Para los entrevistados por Sautu, la corrupción ocurre cuando se obtienen beneficios particulares en detrimento del mantenimiento del orden social que establece las reglas de convivencia social. Y de cierta manera, en una sociedad con ese tipo de prácticas emerge el imperativo de prácticas transparentes y confiables, de buenas prácticas.

A las universidades y empresas del estado se les solicita transparencia y ética para luego rematarlas o terciarizarlas a favor del sector privado. Venimos de una trayectoria marcada por el neoliberalismo económico y el mercado financiero en educación, por las orientaciones del banco mundial, de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de la UNESCO, entre otras, que nos lleva a desconfiar, de querer saber quien está facturando con la educación, de las empresas que están financiando los proyectos, de saber si las buenas prácticas con tecnología son para conseguir mejor posicionamiento en el ranking o si también están preocupadas con las mejorías en la condición laboral de los docentes, el aprendizaje de los estudiantes y en la ciudadanía. Tratar de entender entonces que prácticas son esas, son buenas ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Con qué? ¿En qué situación?

Modos de ser con la tecnología

La cultura que se va generando en torno a estas temáticas y las maneras de ver y ser con la tecnología, todavía implica concordar con el filósofo Carl Mitchan (1989):1. Toda tecnología es sospechosa, peligrosa; 2. Que la tecnología es promotora de progreso y conocimiento y, 3. La tecnología promueve una actitud ambigua pues parece que le quitara la humanidad a las relaciones. El escepticismo, el optimismo o el desasosiego con relación a la tecnología todavía carga el estigma de dudosa calidad, confiabilidad, credibilidad y acreditación educativa. Por otro lado, está la supervaloración de la tecnología por parte de los que buscan resolver cuestiones políticas emergenciales o establecer un negocio.

Se puede decir que sectores de la comunidad todavía se manifiestan idolatrando, antropomorfizando o endemoniándola haciendo necesario repensar críticamente sus promesas y nuestras expectativas con las prácticas docentes. En este sentido, concordamos con el filósofo y educador brasilero Álvaro Vieira Pinto (2008) cuando afirma que la técnica tiene un potencial libertador y recusamos la concepción que sostiene que es un peligro. Acreditamos como él que es una acción creadora del hombre siempre presente en la humanidad. El problema es que hay grupos quienes se apoderan de la tecnología en un proceso de dominación sin generar otros vínculos sociales. Hay que entender que es la lógica del capitalismo que subyace excluyendo, para luego incluir por medio de espectaculares programas gubernamentales, observando las orientaciones internacionales.

El imperativo ‘conéctate y realiza buenas prácticas docentes’, es cuestionado por algunos y abrazado por otros remitiéndonos a revisar diferentes sustentaciones teóricas y modelos pedagógicos de formación universitarias. En este sentido de revisar las propias prácticas, se encuentra alguna resonancia en la pedagogía de la virtualidad que entiende que las buenas prácticas son realizadas más allá del modelo tradicional, cartesiano, positivista, vertical, elitista, colonialista y autoritario de educación. Que es necesario reinventar la universidad popular, cultural para trabajar por una educación donde la diversidad cultural no genere una competición desmedida por un empleo, por el mejor lugar, por el reconocimiento, status o posición que afecte el diálogo, la confianza, la amistad perdiéndose el respecto por la diversidad y la posibilidad de construir una identidad democrática, humana y terrena.

Buenas prácticas: comprensión y posicionamiento

Y con estas cuestiones, buscar una comprensión de las prácticas a partir de un posicionamiento pedagógico crítico y como sujetos sociales e históricos, entendemos que por ser parte de un sistema educacional de una sociedad capitalista, donde la universidad se sustenta en su legitimidad académica, institucional y hegemónica debemos reconocer con Boaventura de Souza Santos que esta institución está en crisis.

En este ámbito, las innovaciones tecnológicas y las prácticas correspondientes vienen acompañadas de los cambios culturales y humanos que se manifiestan en la docencia universitaria y en la investigación al punto de ser interpelados y comenzar a responder, a los desafíos que la ciencia como una iniciativa abierta nos impone.

La Royal Society da Inglaterra publicó, en 2012, el informe Science as an open enterprise: open data for open Science que muestra los hechos ocurridos que llevaron a repensar el modelo de ciencia encerrada en los laboratorios, los procesos poco transparentes y en las publicaciones inaccesibles. Soares (2012), a partir de una traducción libre [ya que estaba inaccesible en portugués o español], destaca que la publicación abierta de las diferentes teorías científicas – y de los datos experimentales y observacionales en que se basan – permite que los demás investigadores puedan identificar sus posibles errores, para apoyar, rechazar o refinar teorías y reutilizar datos para el mejor entendimiento y conocimiento.

Es una posibilidad de la ciencia para su autocorrección, así como para su desarrollo, quedando la investigación como un trabajo en equipo de investigadores nacionales e internacionales que objetivan su contribución social. Uno de los desafíos se sitúa en que la centralidad histórica de los textos impresos en los medios de comunicación ha disminuido con la llegada de las tecnologías digitales.

El desarrollo de prácticas educacionales y de investigación en la cibercultura con todas las oportunidades tecnológicas, implica en enseñar nuevas maneras de:

  1. Reunir, organizar, almacenar, transmitir y compartir datos e informaciones científicas.
  2. Abrir la ciencia y el libre acceso a los artículos científicos y a sus datos, lo que puede ser una utopía considerando los intereses y tensiones generadas entre lo público-privadomercantil, la inversión, el pequeño número de publicaciones calificadas en nuestros países en el área de la educación y la reducida población haciendo investigación en la universidad. Además de eso, la permanencia de los estudiantes en la investigación y el mantenimiento de esos datos y metadatos necesita de ciertas políticas públicas y también de profesionales que otorguen confianza al proceso.

La cuestión es que si se abre la producción científica en la red sólo para llenar el currículo (hoja de vida), para la práctica de la publicación salami, o sea, fragmentada, parcial, en diferentes artículos, y/o para mantener el poder concentrado en las empresas de tecnología, esto no es interesante. Los datos deben estar disponibles en la Internet, de manera accesible, inteligible, relevante y reutilizable para democratizar la cultura y la educación.

Este movimiento de ciencia abierta implica consideraciones éticas, educativas y económicas, para mantener una política que pueda cuidar, también, la utilización de software libre, del creative commons y del BOI (Budapest Open Access Initiative), la cultura libre y el código abierto. Hacer ciencia abierta implica en nuevas maneras de revisión por pares – Peerage of Science, o arXiv e a PLoS- organismos de financiación, editores de revistas científicas y buena distribución de las mismas, entre otras cuestiones.

En Brasil y otros países de América Latina la abertura está ocurriendo con inversiones específicas y cambios educativos. Brasil, por ejemplo, es uno de los países de América Latina, con más acceso abierto, ejemplo de ello es la Plataforma Lattes, SCIELO, Inep, IBGE, Bireme, entre otros. (GOMEZ, 2012) La ciencia y la tecnología se abren también a las necesidades populares de personas que utilizan las bases de datos, los entornos de aprendizaje virtual (VLE) y de Recursos Educativos Abiertos (REA / REA), que son una expresión de los cambios más allá del aspecto instrumental, ya que son culturales y educativos. Pero todavía creemos que estamos en el comienzo de una era en la que estos dispositivos serán ampliamente utilizados para la educación, conforme el modelo de universidad (pública, privada, popular) por la cual trabajemos.

Fuente del artículo: http://www.flordeceibo.edu.uy/sites/default/files/documentos/Emancipacion%20digital.pdf

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Escuchar a maestros

Por. Susan Hopgood

He tenido el honor, con los demás, de representar Internacional de la Educación (IE) en todas las cumbres internacionales sobre la Profesión Docente de Nueva York en 2011 para el más reciente en Berlín, donde el tema fue la educación profesional y el crecimiento.Recuerdo que, en la cumbre inicial, hubo algunos Ministros de Educación que no entendía muy bien por qué estaban compartiendo la plataforma con los sindicatos de docentes, incluyendo con los de sus propios países.

Sin embargo, en los años transcurridos, se ha producido un cambio importante en el nivel de comprensión acerca de la capacidad de los sindicatos de docentes para satisfacer las necesidades profesionales de los maestros. Nosotros no sólo hemos compartido nuestros puntos de vista, sino también nuestras experiencias. Por ejemplo, hablamos de los sindicatos toman la responsabilidad de la formación en el servicio para sus miembros en el Reino Unido, los EE.UU., los Países Bajos, Dinamarca y Australia.

Ha sido durante mucho tiempo claro para nosotros, pero no siempre a los demás, que los sindicatos de docentes debe estar en el centro de la vida profesional de sus miembros.Las cumbres han ayudado a la corriente principal que pensar, al menos en el plano mundial. El trabajo serio de la OCDE también ha sido de gran ayuda. En Berlín, la OCDE argumenta también que las prácticas de una profesión deben ser determinados por sus miembros.

Con demasiada frecuencia, las autoridades escolares y los políticos han mirado fuera de orientación sobre la educación, incluyendo a los intereses corporativos. Sin embargo, este trabajo no puede ser hecho por personas ajenas. Solamente los maestros, que combinan la formación profesional con experiencia cotidiana, pueden abrir el camino. El potencial de mejora de la calidad de la educación es enorme si seguimos ese camino lógico, crítico.

Nuestros sueños comunes para una mejor educación no tiene por qué ser sólo sueños.Con la plena participación de profesores altamente cualificados y motivados, los sueños pueden hacerse realidad. participantes en la cumbre tenían una comprensión compartida de ese punto, pero lo que es la realidad requiere escuchar a los maestros.

Aprendizaje profesional continua y el desarrollo es y siempre ha sido muy importante. Se permite a los maestros para hacer frente a las necesidades variadas y cambiantes de los niños que enseñan. Que el aprendizaje continuo sólo puede ser plenamente eficaz y productiva, sin embargo, si los maestros tienen la libertad de determinar sus necesidades de desarrollo profesional.
Las políticas que apoyan el aprendizaje de los profesores y su confianza en sí mismo para influir en la política y la práctica de la educación son vitales para una eficaz y auto-sostenible profesión. Nuestra experiencia en la IE es que los sindicatos de maestros pueden ser y están proporcionando aprendizaje de los maestros y el espacio profesional de vital importancia para la profesión.

Durante la cumbre de Berlín, tuvimos la oportunidad de visitar las escuelas. Esas visitas demostraron maestros en acción y, al igual que en algunos otros países, estaba claro cómo los profesores importantes y son centrales en la vida de todos los niños. Ese papel, que el liderazgo, nos recuerda lo que nuestra profesión, nuestro compromiso y nuestra misión son todos acerca de
la educación que reconoce el papel central de los maestros y que es amplia y completa en lugar de estrecho y limitado a la formación en algunas habilidades, negociables, hace una contribución esencial e insustituible para los estudiantes, sino también para asegurar, justo y sociedades seguras. Una buena educación apoya y permite la democracia y ayuda a que nuestras sociedades coherente y no excluyente.

actitudes y comportamientos antisociales, si se trata de los poderosos o los débiles no puede simplemente ser suprimida. Debe ser superado. Hacer frente a este reto va más allá del salón de clases, pero dentro y fuera de las escuelas, los malos hábitos y reacciones debe ser educado de distancia.

Un ejemplo actual más importante del valor de nuestro concepto de la educación se ocupa de la crisis de refugiados. Muchos de nuestros afiliados están trabajando para asegurar que los refugios son educados adecuadamente para que los niños refugiados pueden tener éxito, hacer una nueva vida y el sabor de la emoción de aprender.

La IE está reuniendo y el intercambio de dicha información. Tenemos la intención de convocar un foro de docentes y sus sindicatos de los países con una gran afluencia de refugiados para permitir el intercambio de buenas prácticas. Como profesión, aceptamos nuestra responsabilidad. También esperamos que a través de esta iniciativa podemos influir y animar a los gobiernos y las sociedades para cumplir con sus responsabilidades morales y legales.

En el entorno actual, es decir un papel importante para profesionales de la educación y sus sindicatos. Es totalmente de acuerdo con lo que nosotros, como maestros y sindicalistas, vemos como nuestro trabajo y nuestra misión.

Nota : Este artículo es una adaptación de la despedida de las ISTP 2016 en Berlín de Susan Hopgood

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Colombia: La revolución del circulante.

América del sur/Colombia/17.05.2016/Autor:Luis Montero/Fuente:https://www.diagonalperiodico.net/.

Una imagen.
Una rueda de roedor.
Uno de esos artefactos que se colocan en las jaulas para roedores domésticos. El ratón se sube y comienza a correr. Y, corre que te corre, no se desplaza. Tras un par de minutos, agotado, el roedor se lanza a la fuente en busca de agua.
Pero no nos hemos quedado ahí. Hemos conectado una pequeña dinamo a esa rueda. Almacenamos la energía que genere el roedor. ¿Qué pasaría si también conectamos la cantidad de energía producida a la alimentación del animal? ¿Si, cuanta más energía genere, más remuneración recibe?

Pues así funciona la revolución del circulante.

Una introducción.
La revolución del circulante no es un fenómeno reciente. Ni siquiera se basa en alguna novedad conceptual o ni tampoco en un fenómeno naciente. Todo lo contrario, es el corolario predecible de un proceso que comenzó hace siete siglos, en los albures del Renacimiento.

En el siglo XIV se produjo un asombroso descubrimiento en las ciudades-estado italianas: la potencia económica del capital productivo, ese working capital que aquí se llamó «activo circulante». Si se ponía el capital a trabajar sus rendimientos crecían –un crecimiento sujeto también al riesgo que conllevaba ese trabajo. ¿Cuál era ese trabajo del capital? El tránsito, la circulación. Por eso se llamó «circulante». El capital en movimiento, que es lo que es, es una fuerza productiva como la materia prima o el trabajo, si no más.

Y, con ese descubrimiento, llegó la llamada contabilidad italiana, la contabilidad de doble entrada. A partir de entonces los libros de contabilidad de cualquier entidad contarían con dos tablas enfrentadas, una para los Haberes, otra para los Debes. Y así hasta hoy.

Fue el primer intento de formalizar el tránsito dinerario.

El segundo es Blockchain. Pero eso ya es otra historia.

Un desarrollo:
Pero tan importante como el feliz hallazgo contable fue un hallazgo conceptual de mayor trascendencia: el cero, para la economía, no es un valor neutro. El cero contable no es cero, todo lo contrario: es la sombra del número precedente (no en la secuencia de números naturales, claro, sino en la tendencia contable). El cero, de tener algún valor, tiene el valor de la querencia con el que la contabilidad de doble entrada lo registra. Es decir, si uno viene de números negativos, el cero es positivo. Si uno viene de números positivos, el cero es negativo. Pero nunca es neutro. Porque de serlo, neutro, significaría que el dinero no se ha movido, que ha permanecido estanco, inmóvil. Y el dinero inmóvil no produce, es pasivo –pasivo es como llamamos aquí a ese capital que no es circulante y que se entiende como una carga, como un lastre para el movimiento: el capital inmovilizado.

El cero tiene valor de transición.

De hecho, el cero contable es tan poco neutro que es un valor del que conviene escapar. El cero es el punto de inflexión que separa la aceleración de la desaceleración económica. Entre la inmovilidad y el tránsito. Entre el pasivo y el circulante. Y, como es de esperar, nadie quiere soportar pasivos ni, mucho menos, serlo. Una economía estancada es peor que una economía desacelerada. De la desaceleración se sale acelerando; desde el cero aún se puede desacelerar.

El capitalismo niega el valor neutro del cero. O, mejor dicho, la economía niega el valor neutro del cero y el capitalismo acelera esa negación.

Fue el capitalismo, con su insistencia inicial en la derogación de aranceles, la superación de los proteccionismos europeos y el reclamo a la libre circulación de mercancías aprovechando los cauces fluviales del Rin y del Sena durante los siglos XVII y XIX, el que superó el inmovilismo del mercantilismo, que atenazaba el desarrollo económico de Europa, a base de promover la libre circulación de capitales, bienes y personas. El tránsito que promulgaba el capitalismo erosionó los cimientos mercantilistas europeos. Hoy, el tránsito ya no es suficiente. Si el mundo se ha globalizado es porque todo puede estar, y está, en movimiento. El capital fluye, las mercancías fluyen y el trabajo fluye. La deslocalización del trabajo es eso, un fluir. La increíble capacidad logística es eso, un fluir. Y la libre circulación del capital es eso, un fluir.

Pero, si todo fluye, nada fluye. O, dicho de otra forma, el movimiento de todo no es muy distinto del estancamiento de todo. Si todo se mueve todo está estancado. Es un cero. Ya no se trata tanto de que todo transite, porque todo transita desde la década de los 80 del siglo pasado, como de que todo acelere. Y nada, nada ha acelerado tanto como el capital. Hoy el capitalismo, empujado por un capital convertido en –y gestionado como– información, va a una velocidad de cojones. Y subiendo.

Tan rápido viaja y tanta es su aceleración que amenaza con emanciparse definitivamente de los otros dos medios de producción tradicionales, las materias primas y el trabajo. Si es que no ha superado ya ese umbral, dado que hoy para generar capital ya sólo hace falta capital. Nunca ha sido tan alto el peso de la especulación financiera –desde los mercados de futuros al high frequency trading– en la economía mundial.

Pero ellos no lo llaman especulación, claro. Lo llaman transformación digital, que no es sino la capacidad de transformar la información en el mayor activo del balance corporativo. En el único activo del balance corporativo. O, mejor dicho, transformar las corporaciones para que su mayor activo, su único activo sea la información. Frente a la aceleración del capital todo lo demás es pasivo. Y como tal es prescindible. Lastra. Frena. Las nóminas, los bienes inmobiliarios o los equipos y maquinarias son considerados liability en cualquier P&L. Y hay que deshacerse de ellos.

De ahí las ETT, los bancos vendiendo todas sus posesiones inmobiliarias para alquilaras segundos después o las cadenas interminables de subcontratas…

De ahí la automatización del trabajo, la externalización de servicios y las llamadas IA tomando el control de la corporación –o con parte de ella, como ha sucedido en la consultora (ahora no recuerdo el nombre de la consultora, mañana lo pongo), que los mandos intermedios han sido sustituidos por una inteligencia artificial.

Todo lo que es pasivo desacelera. Salvo la marca y el pipeline de clientes lo demás es pasivo. ¡Si hay empresas de las que no queda otra cosa que el departamento demarketing y el call center! Tan optimizadas están. El capital intelectual, aquel despojo heredado de los tiempos de la artesanía, es un recurso que muchas veces no es necesario para la operación. Y el resto de recursos, incluidos los humanos, son pasivos. Frenan. Y frenar mata. O, al menos, mata la generación. Y, muerta la generación muertos nosotros. O, mejor dicho, muertas las corporaciones.

Como curiosidad –y un tanto al margen, aunque no tan al margen–, es debido a esta negación del valor neutro del número cero que el balance no se entiende como algo equilibrado. Como algo balanceado, que por mucho que oscile tiende al equilibrio. De hecho, es esa paradoja lo es lo que nos condena al crecimiento económico infinito. Al menos mientras la economía del decrecimiento no sea capaz de dibujar un modelo productivo que no identifique tránsito y movimiento con generación. Aquí no hay péndulo, nada bascula, aquí todo se mueve en una y única dirección.

Un colofón: La economía colaborativa.
¿Y qué tiene que ver todo esto con nosotros? Aquí entra eso que llamamos «economía colaborativa». Que no es mucho más que la conversión del pasivo en circulante. ¿Que tengo una vivienda que podría rentar los fines de semana? Estoy perdiendo oportunidades. ¿Que tengo un coche que no circula más que dos horas al día, mientras llevo y recojo del cole a la progenie? Estoy perdiendo oportunidades. ¿Que soy freelance –o desempleado– y no tengo todas mis horas productivas ocupadas? Estoy perdiendo oportunidades.

Y así con todo: perder oportunidades es acumular pasivo.

En realidad, cuando alguien usa AirBnB para alquilar su casa un fin de semana, cuando entra en Über para transportar pasajeros por su cuidad o se da de alta en Upwork para tener más trabajo –o para, simplemente, tener trabajo– está emulando a las corporaciones. Pero con las alas cortadas. Porque hay una diferencia fundamental entre la corporación y el sujeto: que este no puede contar con la información como su único activo —de hecho no puede contar con la información de ninguna forma para generar nada. Entre otras cosas porque el mercado de la información no es tal: es una plaza exclusiva de acceso restringido a unos pocos; mis datos no cotizan sino como parte de un acumulado al que no tengo acceso: como agente económico autónomo, que es como nos llamaba Becker y sobre la que se construyó la promesa neoliberal de la igualdad operativa de todos los agentes del mercado, deja de serlo en el elusivo mercado de datos. ¿Cómo voy a ser agente económico autónomo de ningún tipo si no puedo ni acudir al mercado? El capitalismo, reforzado por la capacidad de aceleración del capital, deja de ser un juego de suma 100 y vuelve al juego de suma 0. A los tiempos de Ricardo, que introdujo la idea de la extenuación como supervivencia.

Quizá sea el momento de volver a la imagen de la rata corriendo su rueda a cambio de comida…

Así que si quiero seguir el ritmo acelerado del capital, que es el que marca el ritmo de la economía global, y no puedo acceder al mercado de la información, sólo me queda una estrategia: procurar maximizar el rendimiento de mi pasivo mediante su conversión en circulante. Y, para ello, aprovecho las migajas –puesto que migajas es lo que me queda una vez excluido del mercado de la información– de esa llamada transformación digital, pero esta vez aplicada a los individuos.

¡Bienvenido a la economía colaborativa!

Y, desde ese momento, como la rata que no para de hacer girar su rueda, mi vida se centra en maximizar el rendimiento del pasivo-circulante. Ya no es trabajo, es maximización. Que un conductor de Über –me acabo de bajar de uno y se lo he preguntado– trabaje 15 horas diarias de media y sin un contrato que defina claramente las condiciones laborales no es explotación. Porque es él quien está explotando su pasivo. Él es el explotador, faltaría más. Para chulo su pirulo. Que sea un explotador derivado de una tendencia económica iniciada hace casi seis siglos es irrelevante. Él es el explotador, ¿acaso no va al volante y puede decidir cuándo descansa y cuando no descansa? El caso es, y esto es revelador, cuando al explotador le es permitido elegir su descanso, elige no descansar. Por algo será. Quizá no lo sea tanto.

¿Cómo soportamos esa máscara ideológica ideología entendida como la entendía Marx?

Con esta misma pregunta hemos hecho un estudio entre usuarios de las plataformas de economía colaborativa de próxima publicación. Y, para resumir, la respuesta es clara: mediante la construcción de vínculos afectivos. Con la plataforma, con los clientes que alquilan el piso el fin de semana o son transportados en coche de un extremo a otro de la ciudad, con quien haga falta, con tal de no declararse explotados. Porque no se sienten explotados. De hecho, ni siquiera son conscientes de que estén realizando un trabajo. Cuando hablan de las tareas que exige alquilar el piso o mantener el coche según los estándares de la corporación que les proporciona clientes, ninguno lo describe como trabajo. Y, por tanto, ninguno lo califica de trabajo. Lo hacen porque es «bueno compartir». Aunque algunos saben que no comparten nada, ya que reciben una contraprestación económica por sus servicios, todos justifican las horas invertidas no en términos económicos (beneficios, rendimientos, dinero, lo que sea) sino en términos emocionales. Explotar sus casas, el coche en el que llevan a sus hijos o sus horas de ocio mediante una plataforma de economía colaborativa no se entiende como una forma de explotación de su intimidad –el pasivo siempre estuvo más cerca de la intimidad– y, por tanto, no se considera capitalismo emocional –la intimidad convertida en circulante.

Así se explica –una forma más– el auge de esa explotación de la intimidad que son el porno amateur o los reality shows. Nadies haciéndose ricos a base de mostrar su intimidad. Y, al mismo tiempo, así se explica que plataformas como Google o Facebook se hayan hecho tremendamente ricas explotando la intimidad de muchos. Muchos nadies que no tienen acceso al mercado para en el que se explota la información de sus intimidades.

Y, lo más flipante, es que los usuarios de AirBnB, Über o Upwork entienden ese capitalismo emocional entienden como anti-capitalismo. ¿Ha triunfado o no la ideología? ¿Tenía o no tenía razón Marx? La rata es feliz corriendo, total, si es lo que más le gusta hacer.

Un corolario: ¿Es este el fin del trabajo?
Ahora todo el mundo habla del fin del trabajo. El fin del trabajo asalariado, deberían aclarar. Porque bien podría ser que en un futuro automatizado, en el que la carestía del trabajo no fuera una situación coyuntural y sí estructural, el único recurso posible para la supervivencia fuera la continua y continuada conversión del pasivo en circulante y su maximización. De ser así, qué diferencia habría con la rata, que gira que gira su rueda sin parar, a cambio de comida. Como la rata, perseguiríamos algo que no va a llegar, la consolidación del circulante es una tautología, y la única salida sería seguir corriendo en la rueda del circulante. Esa, o morir extenuados. También como la rata.

Post scriptum:
¿Y sí bajamos paulatinamente la ración de comida del ratón? ¿Correrá cada vez más? Al final, eso es lo que han descubierto los economistas: dado un nivel de riqueza suficiente, nada como bajar el nivel de vida para acelerar la economía. «Estimular la economía» lo llaman. Agitarla, vamos. Un meneíto y a ver si se pone en marcha…

¡Y que todo siga girando!

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/blogs/consumidos/la-revolucion-del-circulante-o-hablan-cuando-hablan-economia-colaborativa.html

Imagen: 

https://images-na.ssl-images-amazon.com/images/I/41NgjpPpZbL._AC_UL320_SR278,320_.jpg

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Twitter una herramienta para educar

Por. León Magno Montiel

“La idea es usar lo que ya existe en la red
para ayudar a enseñar, sin perder identidad”.
Mónica Stillo (Investigadora uruguaya)

Las personas tenemos resistencia a los cambios, nos negamos a cambiar hábitos o rutinas, a darle paso a nuevos aparatos o tecnologías en nuestra rutina diaria. Así ha sucedido a través de la historia con cambios tan importantes como el automóvil, la electricidad o la llegada de las computadoras. Esta resistencia al cambio se acrecienta a medida que envejecemos, en general, el adulto mayor está menos presto para los cambios de hábitos, puede costarles integrar nuevos elementos tecnológicos en su quehacer. Los adolescentes y adultos contemporáneos representan la diferencia: ellos nacieron para los cambios. En esta era de las redes sociales, muchos se resisten a darle paso a esas tecnologías de la comunicación inmediata en la educación formal. En el caso de Twitter, el microblogging creado por Jack Dorsey en 2006, creemos es uno de los mejores aliados para los educandos de este siglo, es una herramienta muy útil e innovadora para los educadores.
Antecedentes:
El 21 de marzo del 2006, un joven nativo de Misuri con apenas 30 años de edad llamado Jack Dorsey, envió el primer mensaje de 140 caracteres, lo llamó un “tweet”, es decir: “trino”. Ese día nació el microblogging que conocemos como Twitter, la red social identificada con un azulejo, un pájaro azul trinando en la web 2.0, conectando gente de los cinco continentes. Ese trino o gorjeo electrónico que se produjo en la computadora de Dorsey ahora cuenta con 580 millones de usuarios en 32 idiomas en todo el globo. Su creador se ha convertido en una celebridad de la tecnología, en un nuevo líder del ranking de millonarios del mundo, certificado por la Revista Forbes.

En un principio, Twitter, como todas las redes sociales: Facebook, Sónico, Lindkedin, Badoo, instagram, se creía que sería utilizado para lo lúdico, para el mero divertimiento, sería un dispositivo para acercar personas ubicadas en ciudades lejanas, algunas antípodas, solo para entretenerlas o comunicarlas de forma básica. Sin embargo no ha sido así, su impacto ha obligado a replantear la forma de hacer la comunicación, la política y el arte. Ha puesto el acento en el acontecer social, las crisis políticas, procesos eleccionarios, las noticias y las novedades en general.
El sociólogo Manuel Castells afirmó en 2004: “A lo largo de la historia el poder se ha basado en el control de la información y la comunicación”. Y luego concluyó: “Hemos pasado de un mundo dominado por la comunicación de masas a un mundo en que esta coexiste con la autocomunicación de masas”.
En estos años de evolución, Twitter ha crecido exponencialmente y tiene una inmensa presencia en los medios de comunicación de todo el planeta. Hoy en día es impensable un periódico, emisora o canal de televisión sin su cuenta Twitter, y está generando una gran interactividad, produciendo el feedback que en otrora se realizaba a través de cartas, faxes, llamadas telefónicas costosas. Twitter es parte de la producción de contenidos de cualquier medio masivo, fuente de contactos con su público, anunciantes, proveedores y usuarios en general. No obstante, no ha tenido hasta ahora, el mismo impacto en la educación, en las universidades o en las escuelas.

Propuesta:
Twitter está presente en todos los networks de radio y televisión, en las cadenas editoriales, medios satelitales, esto le ha dado a la red de los trinos un peso específico en el mundo político, logrando generar o reforzar matrices de opinión que favorecen o enlodan la imagen de gobernantes, empresarios, celebridades planetarias. Twitter ha moderado el debate en crisis como “primavera árabe”, la de los renegados en las plazas europeas, y de los inmigrantes asediados en Norteamérica.
Ahora Twitter debe entrar en las escuelas, liceos, universidades, y desde las PC o los móviles; generar información y conectar a los alumnos con los contenidos y nuevos aprendizajes. Con todo su potencial, pues si la red Twitter fuese un país, tendría más habitantes que los Estados Unidos, Brasil o Canadá. Sus 580 millones de habitantes generan cerca de 350 millones de tuits al día, donde logran adjuntar fotografías, logos, MP3, blogs, archivos digitales, videos, juegos, bibliotecas virtuales, infografías. Este inmenso tráfico de contenidos se genera desde las computadoras, las tabletas y los teléfonos inteligentes. Venezuela está en la cuarta posición como país generador de tuits (porcentualmente) cada día se cierra un poco la brecha digital, cada día tenemos menos analfabetos digitales. En América Latina, los usuarios venezolanos generan el 45% de los tuits del tráfico total de esa red (Conatel, 2012).

Algunos educadores o teóricos han satanizados las redes sociales, argumentan que son banales, que han vaciado de contenido el entretenimiento, la correspondencia, que mataron la era epistolar. Sin embargo, las redes no son malas o buenas a priori, su categorización depende del uso que cada quien le dé. Una red como Facebook puede ser muy útil si le damos un uso pedagógico, si la usamos para colgar información valiosa, si referimos buenos autores, artículos científicos, música de arte o causas filantrópicas, además de las tradicionales publicaciones de carácter familiar o social asociadas a su origen. O por el contrario, puede convertirse en una vitrina de la vanidad y el narcisismo, una vía para anunciar lo que va a comer el usuario, o “qué trago se va a echar con sus amigos”. Facebook puede ser una ventana para exhibir las nalgas de una meretriz, o los excesos de un artista excéntrico.
El reto para los educadores es utilizar Twitter en todos los niveles de educación, orientar a los niños de primaria, secundaria, a los jóvenes de superior para que desde una computadora o su laptop tengan su cuenta Twitter y puedan reenviar contenidos educativos, artículos interesantes de ciencia,arte, historia, compartir lo que están leyendo o lo que han encontrado cuando están navegando. Para hacer resúmenes, textos colaborativos, seguir autores importantes, coordinar agendas o tareas entre profesores y alumnos. A cada alumno debemos enseñarle a ser “un curador de contenidos” y cuál es su tarea, para que puedan realizar una mejor selección de información y de temas en la nube.
Mario Vargas Llosa afirma: “Las redes sociales han generado más desinformación, han hecho que la gente se pierda en un océano de mensajes, muchos de ellos sin veracidad, sin soporte científico”. El escritor peruano (Premio Nobel 2011) apuesta por los libros tradicionales y las cartas selladas. Pareciera que vive en un “nuevo medievo”, de espaldas a esta era tecnológica, a la realidad de las smart-cities (ciudades inteligentes) y la Sociedad de la Información. No así escritores como Arturo Pérez-Reverte o Jorge Volpi, quienes las utilizan con mucha profundidad y asiduidad.

Pienso que ha sido más predominante el aporte cultural-tecnológico, que la patología de los contenidos basura que nos llega sin control a través de las redes sociales. Ese es el caso de portales culturales como www.revistaarcadia.com o www.revistaenie.com o los portales de consorcios deportivos como ESPN, de líderes como Dalai Lama, que a través de sus trinos personales generan información oportuna, importante, que vale la pena seguir.
El célebre Jack Dorsey y su equipo deben ingeniárselas para que Twitter se convierta en el mejor aliado de las universidades, de las escuelas, las editoriales, las casas de e-books. Mantener sus principios fundacionales de resaltar la cultura, la sencillez y el arte, que han identificado a la red con el logo del pajarito azul, símbolo que recientemente redimensionó, haciéndolo más sencillo, más minimalista. Deben ser implacables y castigar a los usuarios que quieren deformar, transmitir pornografía sin control. Reforzar los controles para cuentas falsas, el spam, bloqueo de cuentas ofensivas. Controlar la morbosa búsqueda de ser tendencia en la red (el tredending topic).
Nos toca orientar a los nativos digitales para que utilicen Twitter para compartir crónicas, resúmenes valiosos, blogs de investigadores y no para los anuncios que promuevan vicios, delitos o la degradación. El límite de los 140 caracteres nos obliga a tener poder de síntesis, disciplina, creatividad en la brevedad, es como si escribiésemos epigramas modernos. Twitter debe acercarnos a la educación participativa y plural.

El periodista David Alandete (2009), en el diario El País, relató la experiencia del director de orquesta californiano Emil de Cou Anthony, quien mientras dirigía la Sexta Sinfonía de Ludwing Van Beethoven, ordenó a su asistente enviar 30 tuits explicando cada movimiento, y lo que quiso expresar el genio Beethoven en cada uno. Sus alumnos, presentes en la sala de conciertos, iban siguiendo en teléfonos silenciosos esos trinos, y comparando el contenido de estos con lo que escuchaban en tiempo real. Es una muestra de cómo Twitter puede entrar en la enseñanza de la música, hacer la educación musical más interactiva, más interesante y actual.
Además, la red del pájaro azul se convierte en gimnasia cerebral para los adultos mayores, los mantiene ejercitando las habilidades motoras y cognitivas, amplía sus relaciones sociales, lo cual optimiza su salud. Y es una forma idónea de ocupar su extendido tiempo de ocio. La brevedad es uno de los grandes atractivos de Twitter. Se pueden utilizar hashtags, o etiquetas de metadatos, que permiten agrupar los tuits por categorías o nombres específicos, lo cual es útil para encontrar de una manera más sencilla todos los tuits de un tema relacionado y participar en discusiones con personas de todo el mundo. El uso de la etiqueta permite, además, transmitir o seguir en tiempo real eventos como conferencias, clases magistrales, foros.
La investigadora Carolina Velasco (2010) afirma: “Existe un clara tendencia a la optimización de los procesos educativos, y se produce gracias a la interacción de los estudiantes con sus pares, que traspasa las barreras y dota a los modelos educativos de la apertura y la optimización inherentes a la multiculturalidad”.

Conclusión:
No temamos a la tecnología, no subutilicemos las redes, sumémoslas al proceso educativo, a nuestra comunicación oportuna, veraz, colaborativa. La educación debe estar en permanente evolución, adaptándola a los nuevos retos, y acercar las herramientas tecnológicas al aula es uno de los más urgentes, eso generará nuevos procesos creativos en la comunicación alumno-docente, institución-personal, educando-entorno.
No podemos ver las redes e internet como una catástrofe cultural, por el contrario, son un avance en el quehacer del hombre que generan conocimiento e información, que edifican para el desarrollo. Si bien debemos replantear la parte lúdica de las redes, también es cierto que las bellas artes, como el cine, pueden ser muy banales, convertirse en un producto porno, vacío, pero por eso no dejan de ser importantes, con grandes posibilidades de aportar para el desarrollo social.
Estamos frente a un nuevo planteamiento histórico, con nuevas herramientas tecnológicas, avancemos con optimismo en su aplicación o iremos directo a la degradación y el atraso. Todo va a depender del uso que le demos.

León Magno Montiel
@leonmagnom
leonmagnom@gmail.com

Fuente: http://noticiaaldia.com/2016/05/twitter-una-herramienta-para-educar-leon-magno-montiel/

 Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-uHPKFmpeQaI/VVR5waAVHOI/AAAAAAAAAGc/HzM9No75gsw/s1600/smartphone-586944_640.jpg

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¿Qué lleva la reforma educativa?

La verdad es que el cambio en la educación tiene que empezar a nivel de las bases en las escuelas. Mientras que los sistemas de aprendizaje y las iniciativas de educación de adultos son una parte crucial de la corrección de un legado histórico oscuro, el acceso a la educación básica ya no es el mayor obstáculo para los Estudiantes.

Kibi Magome

El objetivo más importante de la reforma educativa ha sido acertadamente descrito por la Colaboración Fondo de Educación Nacional (CONNECT): mejorar la dotación de recursos, se centran en el bienestar alumno, llame por su valor en el liderazgo, tambor de la participación ciudadana en la educación, y profesionalizar la enseñanza. Necesitamos construir calidad en nuestro sistema de educación básica, ahora que hemos logrado el acceso casi universal.

Lo que está claro, es que el gobierno solo no puede reformar la educación. las grandes empresas individuales históricamente han apoyado la reforma educativa — pero al mismo tiempo hay focos de cambio, no se hace sentir a cualquier escala medible, en parte porque no se ha coordinado, y en parte porque a pesar de las buenas intenciones que no ha tenido la masa crítica para dar lugar a un cambio sistémico.

Chantyl Mulder, Director Ejecutivo para la Transformación y construcción de una nación en SAICA, señala que el problema en muchos casos es que las empresas individuales ya se han comprometido a sus propios proyectos educativos individuales. Independientemente de si éstas son eficaces en una escala tan pequeña, que, sin embargo, se convierten en «proyectos favoritos», y el apego emocional de la compañía de los mismos significa que la financiación a ellos no se puede desviar a las colaboraciones más exitosas a gran escala como el CONNECT o el Fondo de becas Thuthuka de SAICA (TBF).

El desarrollo de un enfoque de colaboración

«Creo que todos estamos de acuerdo que los sudafricanos, por lo general, quieren ‘hacer el bien'», dice ella. «Pero nuestro enfoque ha sido demasiado fragmentado. Ha habido una enorme cantidad de dinero gastado en la escuela, pero no hemos visto los cambios que podrían indicar que ha sido dinero bien gastado. Necesitamos consolidar nuestros recursos: unido nos colocamos, divididos caemos «.

Terence Nombembe, SAICA CEO señala que: «No podemos tener un gran negocio diciendo ‘esta cuestión básica de calidad la educación es un problema de gobierno’. Por otra parte, no podemos darnos el lujo de señalar con el dedo.Es crucial que trabajemos juntos y decir, ‘Aquí es una colaboración en forma de la NECT — ahora cómo podemos trabajar juntos para apoyar esto? ¿Cómo podemos convertir nuestra fortuna colectiva en torno a la creación de una fuerza laboral educada? ‘ «

Según Mulder: «Todos podemos tener los mismos objetivos, pero conseguir que todos en la misma página, para jugar en el mismo parque, puede ser un reto. Las empresas están gastando el dinero, pero no están viendo los cambios, porque no están colaborando para apoyar una estrategia de una sola mente. «Ella explica que es sólo una vez las empresas» consolidar sus recursos, que el movimiento va a ganar masa crítica y hacer que los enormes olas del tsunami que necesitan reformar la educación en África del Sur «.

Edward Kieswetter, ex CEO de Alexander Forbes está de acuerdo: «Las empresas deben darse cuenta de que hay una mayor responsabilidad con respecto a la elevación que va más allá de la donación de dinero, y haciendo caso omiso de lo que sucede después de eso. Debemos aunar todos nuestros recursos hacia un enfoque más colaborativo y coordinado «.

Mulder usa el ejemplo del TBF como una indicación de lo que es posible cuando los individuos clave se unen y colaboran en uno, objetivo claro — incluso si no sucede durante la noche. «TBF comenzó con tres universidades, 123 estudiantes y muy poco dinero. Hasta la fecha, TBF ha proporcionado una beca completa a 7 213 estudiantes. «El crecimiento sostenido desde pequeñas orígenes sólo ha sido posible porque el TBF es una colaboración de amplia base entre SAICA miembros / donantes y el gobierno.

Más allá de la inversión social de las empresas

«La educación es una extensión de construcción de la nación. Su en el corazón del PND. Más allá de ser un esfuerzo de inversión social, la educación es la llave que abrirá las habilidades requeridas para el futuro lugar de trabajo. Es un imperativo estratégico para desarrollar las mismas habilidades que muchas empresas se quejan de que no existen.Pero si los empresarios no están dispuestos a recoger el testigo y se vierte a sí mismos en los agujeros en nuestro sistema educativo, nunca vamos a desarrollar las habilidades necesarias para una economía próspera «.

De acuerdo con Mark Lamberti, director general del Grupo Imperial: «Apoyo a la educación deberían ni siquiera salir de los presupuestos de CSI. En su lugar, debe ser un objetivo estratégico y un gasto estratégico «. gasto empresarial en la educación es una inversión en la mano de obra cualificada que se necesita ninguna empresa en el futuro, en caso de que la operación es crecer y ofrecer cada vez más oportunidades para el empleo. En este sentido, la financiación del sector privado de las iniciativas de educación se alinea perfectamente con los dos objetivos del PND del gobierno y la planificación empresarial sensata a largo plazo. La financiación del sector privado en la educación no es CSI; que debe ser reconocido como una inversión en el desarrollo de habilidades, y como una cuestión de la planificación estratégica.

Estas estrategias luego, para hacer una diferencia real, debe ser sistémica, integral y de largo plazo. Para hacerlo necesitamos fuertes líderes de negocios a bordo que dan cuenta de los beneficios de la colaboración. Mulder señala que «las organizaciones como la NECT existen para que las grandes empresas puedan conseguir en la misma página y cimentar sus estrategias fragmentadas. También trabajan con la cooperación del gobierno, por lo que se sabe que los fondos serán soportados por vía sistémica «.

Para lograr esto, Nombembe sugiere que «Tenemos que mostrar a los líderes de negocios por la que necesitamos para llevar a cabo estas iniciativas y recordarles que estas habilidades son necesarias a un día de sostener sus propios negocios. SAICA entiende esto. Después de todo, es a través de la colaboración que hemos sido capaces de producir los profesionales que sustentan nuestra clasificación como un cuerpo profesional de primera «.

Medir los resultados con precisión

Con el fin de estar seguros de que cualquier intervención de educación específica está dando sus frutos, es esencial que podemos identificar y evaluar los resultados concretos. En última instancia, la métrica deseada sería más alumnos que pasan matricial con bastantes altas calificaciones en matemáticas, ciencias e idiomas que siguen a la Universidad y estudiar las profesiones en las que tenemos una escasez de personal calificado.

En el ínterin, como Godwin Khosa, CEO de la NECT, señala, necesitamos indicadores que demuestran que los proyectos de innovación educativa sistémicos están entregando valor a escala y que podemos esperar razonablemente que cuando una generación de estudiantes han tenido el beneficio de estas mejoras , el país va a ver las marcas de paso mucho más altos en el último año de secundaria. Para controlar estos resultados con eficacia, necesitamos combinar análisis constructivo y el compromiso del sector privado, con medidas para evaluar la innovación educativa sistémica tan pronto como sea posible.

Pero incluso antes de considerar el monitoreo y la evaluación, Mulder nos recuerda, en primer lugar hay que conseguir que más empresas comprometidas con la acción colaborativa.

«Para hacer ningún progreso en esto», concluye Mulder, «necesitamos un buen liderazgo en un gran negocio.Necesitamos líderes que están con visión de futuro y suficientemente independiente como para decir: «No estamos recibiendo el retorno más eficaz de nuestra inversión con este algunos proyectos, por lo que vamos a dedicar que pasan, en cambio, en gran escala de colaboración programa como el CONNECT o el TBF ‘. No podemos permitir que las empresas se quejan de la falta de habilidad en el lugar de trabajo, y luego no contribuye al desarrollo de habilidades — y que comienza a nivel de la escuela. Realmente depende de la búsqueda de los tomadores de decisiones que toman esto en serio «.

Ella sostiene que la construcción nacional de educación comienza con la construcción de la canalización, en las escuelas. «Y cuando todo el mundo llega finalmente se reúnen, hay que preguntarse:» ¿Qué ha llevado mucho tiempo?

Fuente: http://www.bbqonline.co.za/articles/education-17509.html

Imagen: http://cms.bbqonline.co.za/image/73a7a273318cfe7ee8e1fede87544ea3.300×250%7Ct.jpeg

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