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Suiza: La inteligencia artificial, en el centro de los debates del Foro de Davos

La inteligencia artificial, en el centro de los debates del Foro de Davos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado en el clavo en un estudio prospectivo que estima que la IA podría destruir hasta el 60% de los empleos existentes en las economías avanzadas.

¿Qué impacto tendrá la inteligencia artificial en nuestras economías y sociedades? Esta es la pregunta más debatida en el Foro de Davos de este año.

Una treintena de sesiones están dedicadas a la inteligencia artificial (IA), y los protagonistas de esta revolución tecnológica están presentes en la estación alpina suiza para responder a todas las preguntas y dudas que plantea la inteligencia artificial. Esta herramienta, accesible al público en general con ChatGPT, es fascinante, pero también asusta a los dirigentes de empresas.

Los numerosos estudios sobre el tema publicados en vísperas del Foro arrojan todos un panorama bastante preocupante. Encuestados por los organizadores del Foro, los empresarios consideran que la IA es un riesgo para nuestras sociedades. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado en el clavo en un estudio prospectivo que estima que la IA podría destruir hasta el 60% de los empleos existentes en las economías avanzadas.

Para los líderes empresariales, esta ola de destrucción de empleo ya está en marcha. Una cuarta parte de los líderes empresariales del mundo encuestados por la auditora PwC cree que los puestos de trabajo desaparecerán ya en 2024 como consecuencia de la IA.

Poco entusiasmo

Según la encuesta de Deloitte, los jefes adoptan la IA con bastantes reservas y más vergüenza que entusiasmo. Muchos se sienten obligados a utilizar la IA para reducir costes más que para innovar. Dos tercios del panel que ya han introducido una dosis de IA en su empresa están divididos sobre los efectos. La gran mayoría adopta una actitud de espera.

Es difícil comprometerse a invertir hasta que el marco normativo esté claramente definido. El presidente de IBM, Arvind Krishna, pide que se superen estas reservas. Es uno de los jefes que repite al infinito que la IA puede suponer un asombroso aumento de la productividad. Tenemos que hacerlo ahora», afirma, «no dentro de dos o tres años».

Diferentes niveles de compromiso

El compromiso de los líderes empresariales varía mucho de un país a otro. Es muy fuerte en la cuna de la IA, Estados Unidos, pero también en países que la han convertido en un pilar de su desarrollo, como China y los países del Golfo. Es en Oriente Medio donde el nivel de formación en la empresa es más alto, con un 11%, y en Europa el más bajo, con sólo un 5%, según un estudio de la consultora internacional de estrategia BCG.

Pero también hay enormes disparidades de un país a otro. Según PwC, casi el 40% de las empresas estadounidenses y británicas utilizan IA. En Noruega y Japón, la tasa se eleva al 50%. En Francia, la cifra es del 20%, y sólo del 9% en Alemania.

Para los protagonistas de la IA, Davos es también una oportunidad de darse a conocer mejor. Las start-ups presentes desean reunirse con inversores que les apoyen y, por qué no, presentar sus conocimientos a Sam Altman, responsable de OpenAI. Entre las prometedoras start-ups presentes en Davos hay un puñado de empresas francesas, entre ellas Dust, Giskard y Mistral AI, considerada ya como la mayor esperanza europea en el campo de la inteligencia artificial.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/economia/la-inteligencia-artificial-en-el-centro-de-los-debates-del-foro-de-davos-9292915.html

 

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UNICEF: El futuro de los niños en una encrucijada

El futuro de los niños en una encrucijada

A principios de 2024, nos encontramos en una coyuntura crítica: las tensiones geopolíticas están aumentando, la integración económica se está desmoronando y la cooperación multilateral está flaqueando. Esta fragmentación global amenaza con socavar décadas de progreso logrado para los niños en todo el mundo. Las decisiones que tomemos hoy –si continuar por este camino o si debemos reforzar la cooperación global– tendrán un profundo impacto en las generaciones venideras.

Los niños son siempre los más vulnerables en tiempos de crisis, una realidad puesta de relieve por la pandemia de COVID-19, cuando el cierre de escuelas, las dificultades económicas y la interrupción de los servicios de salud pusieron en peligro los derechos y el bienestar de los niños. Casi cuatro años desde que se declaró esa pandemia, nuestro nuevo informe, Perspectivas para la infancia en 2024: Cooperación en un mundo fragmentado , pinta un panorama preocupante para el desarrollo y el bienestar futuro de los niños.

Las tensiones entre las principales potencias están aumentando y la amenaza de que surjan nuevos conflictos es alta. Más allá de los peligros físicos inmediatos, los niños pueden experimentar traumas psicológicos duraderos y violaciones de sus derechos básicos. Si el gasto militar sigue aumentando a expensas de las inversiones en atención sanitaria, educación y protección social, el desarrollo de los niños se verá aún más comprometido.

Mientras tanto, la fragmentación económica está ampliando las disparidades entre los países. Las políticas comerciales restrictivas y las interrupciones en las cadenas de suministro están provocando un aumento de los precios de la energía y los alimentos, reduciendo el acceso a bienes esenciales y afectando negativamente a la nutrición infantil y los ingresos de los hogares. La competencia por minerales críticos esenciales para la economía verde está aumentando los riesgos de fragmentación del comercio y amenazando al mismo tiempo el ritmo de la transición a la energía verde. Al mismo tiempo, el impulso para ampliar la extracción de minerales pone a las comunidades mineras y a los niños en riesgo de sufrir prácticas de explotación.

A pesar del continuo crecimiento económico mundial, la recuperación tibia y desigual está disminuyendo las perspectivas de reducir la pobreza infantil. Desde ahora hasta 2030, 15 millones más de niños al año vivirán en la pobreza de los que vivirían de otra manera, debido a la desigual recuperación post-Covid.

Tailandia. Un miembro del personal de UNICEF habla con una mujer que sostiene a su bebé fuera de su casa.

Este panorama sombrío se ve agravado por el debilitamiento de las instituciones multilaterales, lo que está socavando aún más el potencial de progreso para los niños. ¿Por qué? Porque un sistema multilateral fragmentado y paralizado por intereses contrapuestos tendrá dificultades para cumplir con la prevención de conflictos, el cambio climático, la gobernanza digital efectiva, el alivio de la deuda y la aplicación de las normas de los derechos del niño, lo que alimentará la insatisfacción en el Sur Global con las crecientes desigualdades. Los niños de las naciones más pobres también enfrentan barreras continuas para financiar los servicios básicos. La deuda paralizante, las altas tarifas de las remesas y la falta de voz en la gobernanza económica global restringen las inversiones en atención médica, educación y protección social, inversiones vitales para la supervivencia y el desarrollo de los niños.

Pero en medio de todas estas tendencias preocupantes, todavía vemos signos de esperanza. Están surgiendo alianzas alternativas en el mundo en desarrollo para promover la cooperación, aportando soluciones políticas novedosas, una formulación de políticas más ágil y resultados efectivos. A pesar de expresar descontento con las estructuras políticas democráticas actuales, los jóvenes siguen siendo optimistas en cuanto a que existen oportunidades para reformar y resolver las deficiencias del sistema político, ya sea a nivel nacional o internacional. Están participando como agentes de cambio, dando nueva vida a la participación cívica y la renovación democrática.

Además, las innovaciones tecnológicas están abriendo nuevas oportunidades para empoderar a los niños y mejorar sus derechos. La transición verde, si se lleva a cabo de una manera justa y sostenible, que dé prioridad a las necesidades, las habilidades y el acceso de los jóvenes a empleos en sectores emergentes (como la economía digital y verde), puede beneficiar a las generaciones más jóvenes. Las reformas y la modernización de la gobernanza global y los acuerdos financieros aún podrían generar mayor justicia para los países en desarrollo.

Este camino más esperanzador no se desarrollará por sí solo. Requiere que los líderes mundiales tomen una decisión activa: redoblar la solidaridad, la inclusión y la cooperación a pesar de las tensiones y la inestabilidad.

Dar prioridad a los niños y sus derechos debe estar en el centro de esta elección.

Jasmina Byrne es Jefa de Previsión y Políticas de UNICEF Innocenti – Oficina Mundial de Investigación y Previsión.

 

Para leer más sobre lo que les espera a los niños en 2024 y explorar las ocho tendencias que los impactarán más, lea Perspectivas para la infancia en 2024: Cooperación en un mundo fragmentado , la última publicación de la serie anual Global Outlook de UNICEF Innocenti.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/blog/childrens-futures-crossroads

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La Transformación Educativa: Nuevos Horizontes en la Educación Virtual para Estudiantes

 

La Transformación Educativa: Nuevos Horizontes en la Educación Virtual para Estudiantes

La educación virtual ha experimentado una metamorfosis significativa en los últimos años, impulsada por avances tecnológicos, cambios en la percepción de la educación a distancia y la necesidad de adaptarse a un mundo en constante evolución. Para los estudiantes, este cambio no solo representa un ajuste en la modalidad de aprendizaje, sino una redefinición completa de cómo acceden al conocimiento, interactúan con los materiales de estudio y participan en experiencias educativas significativas. En este artículo, exploraremos los cambios clave en la educación virtual que están dando forma a la experiencia de aprendizaje de los estudiantes en la actualidad.

1. Accesibilidad Global y Oportunidades Ampliadas

Uno de los cambios más significativos en la educación virtual es la eliminación de las barreras geográficas. Los estudiantes ahora tienen acceso a una variedad de cursos y programas educativos de instituciones de todo el mundo. Esta globalización de la educación no solo amplía las opciones disponibles, sino que también brinda a los estudiantes la oportunidad de sumergirse en perspectivas culturales diversas y colaborar con compañeros de diferentes partes del mundo.

2. Modalidades de Aprendizaje Interactivas

La educación virtual ha pasado de ser una experiencia pasiva a ofrecer modalidades de aprendizaje interactivas y participativas. Plataformas educativas integran elementos como videos interactivos, simulaciones y entornos virtuales que involucran activamente a los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Esto no solo hace que las lecciones sean más atractivas, sino que también fomenta la aplicación práctica de conceptos y el desarrollo de habilidades prácticas.

3. Personalización del Aprendizaje y Adaptabilidad Curricular

La personalización del aprendizaje se ha convertido en un pilar central de la educación virtual. Los estudiantes ahora tienen la capacidad de avanzar a su propio ritmo, profundizar en áreas de interés y recibir retroalimentación personalizada. Los sistemas de aprendizaje adaptativo utilizan algoritmos para ajustar el contenido en función del rendimiento y las preferencias del estudiante, proporcionando una experiencia educativa más centrada en el individuo.

4. Enfoque en el Desarrollo de Habilidades

La educación virtual se ha alineado más estrechamente con las demandas actuales, centrándose en el desarrollo de habilidades que van más allá de la mera acumulación de conocimientos. Los estudiantes se enfrentan a tareas y proyectos que fomentan el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la colaboración. Estas habilidades son fundamentales para preparar a los estudiantes no solo para los desafíos académicos, sino también para el mundo laboral en constante cambio.

5. Tecnologías Emergentes y Realidad Extendida

La integración de tecnologías emergentes, como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA), ha añadido una dimensión completamente nueva a la educación virtual. Los estudiantes pueden sumergirse en experiencias inmersivas, desde explorar civilizaciones antiguas hasta realizar simulaciones científicas complejas. Estas tecnologías no solo hacen que el aprendizaje sea más emocionante, sino que también permiten a los estudiantes visualizar conceptos abstractos de una manera tangible.

6. Colaboración Global y Redes de Aprendizaje

La educación virtual ha fomentado la colaboración global y la formación de redes de aprendizaje. Los estudiantes pueden conectarse con compañeros de todo el mundo a través de plataformas en línea, participar en proyectos colaborativos y compartir experiencias culturales. Esta conectividad global no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también prepara a los estudiantes para trabajar en entornos cada vez más interconectados.

7. Evaluación Continua y Formativa

La evaluación en la educación virtual ha evolucionado hacia un enfoque más continuo y formativo. En lugar de depender en gran medida de exámenes puntuales, los estudiantes son evaluados de manera constante a lo largo del curso a través de tareas, proyectos y discusiones en línea. Esta forma de evaluación proporciona retroalimentación regular, permitiendo a los estudiantes comprender y abordar áreas de mejora de manera más efectiva.

8. Soporte Tecnológico y Recursos Accesibles

La infraestructura de soporte tecnológico ha mejorado significativamente en la educación virtual. Los estudiantes cuentan con acceso a una variedad de recursos en línea, desde bibliotecas digitales hasta herramientas de colaboración en línea. La disponibilidad de recursos accesibles contribuye a una experiencia de aprendizaje más completa y equitativa.

Desafíos y Reflexiones Éticas

Aunque la educación virtual ha traído consigo beneficios significativos, también plantea desafíos y reflexiones éticas. La brecha digital, la seguridad de los datos y la necesidad de equidad en el acceso son cuestiones cruciales que deben abordarse cuidadosamente para garantizar que los beneficios de la educación virtual lleguen a todos los rincones de la sociedad.

Un Nuevo Paradigma Educativo

En conclusión, la educación virtual ha experimentado una transformación radical que redefine el paradigma educativo. Los estudiantes se benefician de un acceso global a la educación, modalidades de aprendizaje más interactivas, y la capacidad de personalizar su experiencia de aprendizaje. A medida que la educación virtual continúa evolucionando, es esencial abordar los desafíos restantes y garantizar que esta revolución educativa beneficie a todos los estudiantes, preparándolos para un futuro lleno de oportunidades y descubrimientos en el mundo virtual y más allá.

Fuente de la Información: https://www.redem.org/la-transformacion-educativa-nuevos-horizontes-en-la-educacion-virtual-para-estudiantes/

 

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El negocio del malestar emocional y psicológico

Nos encontramos con que tenemos muchas personas que han decidido hacer negocio con lo que debería ser, por un lado, una atención totalmente pública, sin ánimo de lucro, al alcance de todos, y que además, no tienen suficiente conocimiento ni formación para ejercer como lo que ellos denominan terapeutas.

Últimamente, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de cuidar de nuestra salud mental; este hecho, imprescindible y necesario, ha propiciado que muchas de las personas que no pueden acceder a este cuidado a través del sistema de salud (de forma regular o con la celeridad que preveían) —en gran medida debido a la falta de psicólogos y a la poca inversión actual para revertir esta situación— hayan empezado a realizar terapias a través de la atención privada.

En paralelo, se han desplegado una serie de influencers e instagrammers; personas con muchos seguidores y voces propias, que apelan a la cultura del autoconocimiento y eslóganes y frases vacías que llegan a miles de personas a través de las redes sociales. Este hecho supone un clarísimo intrusismo laboral en el ámbito de la psicología, pero lo más grave es que generan discursos y difunden contenidos que, en muchísimas ocasiones, no están validados científicamente ni apelan a los sistemas de opresión —y por tanto, nos responsabilizan única y exclusivamente a nosotros de nuestro bienestar—, y tampoco nos aportan una visión que pueda ayudarnos en un momento concreto de nuestras vidas.

De esta forma, nos encontramos con muchas personas que han decidido hacer negocio con lo que debería ser, por un lado, una atención totalmente pública, sin ánimo de lucro, al alcance de todos y que, además, no tienen suficiente conocimiento ni formación para ejercer como lo que ellos denominan terapeutas.

Este hecho genera dos derivadas: la primera es que para hacer negocio todo vale, y por tanto, estos eslóganes, esas frases vacías que nos responsabilizan de forma individual, sin abordar la raíz de los sistemas de opresión, generan un impacto en cada uno de nosotros que, paradójicamente, van en contra de nuestra salud mental. Al mismo tiempo, una segunda derivada es que tenemos personas que han hecho algunos cursillos “online o vivenciales” que se sienten con suficiente legitimidad —propia y colectiva— para atreverse a abordar problemas complejos como son los malestares psicológicos y emocionales de las personas a las que atienden y que necesitan de una perspectiva biopsicosocial para ser abordados.

No seré yo quien diga que cuando tienes una carrera de Psicología ya puedes ejercer y abordar la complejidad de los mundos emocionales y mentales de las personas, pero sí me parece necesario poner sobre la mesa que la carrera te ayuda a ver la complejidad de la realidad, los distintos sistemas que operan en el bienestar de un individuo y de un colectivo. Al mismo tiempo, la formación específica en psicología social te da las herramientas necesarias para entender las causas de las diferentes problemáticas sociales que nos acaban impactando como sociedad y, por tanto, para comprender que lo que nos está pasando no es única y exclusivamente responsabilidad nuestra sino que existen unos sistemas sociales y económicos —de valores, de creencias, de desigualdad— que nos afectan y que, por tanto, no estamos solas con nuestros malestares. De la misma forma, la psicología clínica nos da herramientas para abordar desórdenes de origen biológico en nuestro organismo; para entender su funcionamiento, así como aplicar un abordaje biopsicosocial de la realidad de las personas con el trabajo interdisciplinar, cuando es necesario.

Al mismo tiempo, nos encontramos en un momento en el que parece que cualquier cosa es una patología, es decir, lo estamos psicopatologizando todo. Y esto implica poner etiquetas a los diferentes malestares, cuando, de hecho, vivir y sentir emociones que no nos gustan —tristeza, rabia, ira, enfado— es precisamente un síntoma de salud; estas emociones deben estar ahí para darnos información sobre lo que nos impacta. Todas nos dicen algo y la clave es qué hacemos con ellas; con qué intensidad y frecuencia las sentimos, si nos permiten orientarnos hacia la acción o, por el contrario, nos inmovilizan. A menudo, las etiquetas que ponemos a nuestros malestares, más que aportarnos soluciones, nos estigmatizan y empeoran nuestro proceso de recuperación hacia una vida en la que el bienestar esté presente.

Y, si en un momento dado, sentimos que necesitamos un profesional que nos acompañe porque queremos cambiar cosas y no sabemos cómo, o porque nos encontramos en una situación de desorientación o malestar constante, es importante saber quién es la persona que nos acompañará. Por eso, es necesario contar con profesionales con una formación y experiencia en el campo de la psicología, que nos aseguren que las terapias que llevarán a cabo funcionan —que están validadas científicamente, porque las hay, y muchas, que cuentan con evidencia científica que demuestra su impacto en las personas y en el tratamiento—. También cabe preguntar desde qué perspectiva trabajará la persona con nosotros; delimitar cuál será el objetivo del acompañamiento, cómo lo evaluaremos y desde qué perspectiva en relación a las cuestiones sociales y sistémicas actuará (¿tendrá perspectiva interseccional, feminista y comunitaria?). Finalmente, necesitaremos saber cuál será el plan de trabajo, la duración de la intervención o, sobre todo, cuáles serán los indicadores que habrá que tener en cuenta para acabar la relación de acompañamiento.

Así pues, teniendo en cuenta que los sistemas de opresión nos vulnerabilizan, necesitamos, por un lado, estrategias comunitarias para hacer frente a las consecuencias emocionales y psicológicas que esto implica, y al mismo tiempo, que todas nosotras nos aseguremos de que en un momento dado contaremos con una persona cualificada y con el conocimiento científico y social necesario para acompañarnos en un momento de nuestras vidas. Es imprescindible tener y tejer herramientas de empoderamiento y debemos luchar para que existan los profesionales necesarios y para que el acceso a ellos y ellas sea público y universal.

Fuente de la información e imagen:  https://eldiariodelaeducacion.com

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Libro (PDF): Luchas «muy otras». Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas

Por: Pressenza

Compartimos el libro Luchas «muy otras». Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas, coordinado por Bruno Baronnet, Mariana Mora Bayo y Richard Stahler-Sholk, que recopila «textos con base en trabajos de campo realizados entre 2003-2007, que analizan las prácticas indígenas de autonomía política en las diferentes zonas de influencia zapatista en Chiapas».

Descargar el libro en pdf

Fuente de la información e imagen:  https://www.pressenza.com

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Trabajador venezolano, fantasía y realidad

Trabajador venezolano, fantasía y realidad

La voz nacional reclama salarios justos, que permitan cubrir las necesidades básicas y contribuyan a mejorar las condiciones de vida

En medio de la compleja realidad económica que atraviesa Venezuela desde hace ya largo tiempo, el gobierno nacional creó expectativa en las últimas semanas ante el inminente anuncio de un ajuste en el “bono de guerra” que reciben los empleados públicos del país. Un nombre tan rimbombante como inútil.

Sin embargo, cuando la noticia se dio a conocer finalmente en detalle, no trajo consigo el esperado incremento en el salario mínimo, que sigue estancado en 130 bolívares mensuales, equivalente a unos escasos 3,60 dólares a la tasa oficial actual.

Lo que finalmente sucedió, es que a partir del 1 de febrero, se podrá cobrar un incremento en el denominado «bono».

Al mismo tiempo, el bono de alimentación, el tan conocido Cestaticket, se mantendrá en 40 dólares. Además, se anunció un aumento para los jubilados, cuyos ingresos ascenderán a 70 dólares, y para los pensionados, quienes recibirán 25 dólares.

Aunque estas bonificaciones suman algo al deteriorado presupuesto familiar y sin duda siempre son útiles en medio de una economía que desde el mismo poder se califica como “de guerra” sin que estemos atravesando por una, lo más importante es destacar que no representan un aumento real en el salario mínimo.

La difícil situación económica obliga a los trabajadores a tomar decisiones injustas y que no tienen razón de estar sucediendo: optar entre destinar los ingresos a la compra de alimentos o a medicinas, ya que no alcanza para ambas necesidades básicas.

Lo que lamentablemente muchos esperaban pero no llegó, era una medida más audaz, que permitiera un cambio más sustancial en el modelo económico, lo cual podría relanzar la economía del país hacia rumbos más cónsonos con las urgencias y necesidades de la ciudadanía, mediante la creación de un círculo virtuoso que permitiera un crecimiento sostenido en la situación financiera de la gente.

Los funcionarios públicos han expresado la necesidad de una contratación colectiva que no solamente incremente el sueldo en sí mismo, sino que además abarque beneficios como cajas de ahorro, bonificaciones por profesionalización, aguinaldos, entre otros derechos que deben ser afectados positivamente por un incremento en la remuneración. Asimismo, la demanda de la fuerza laboral venezolana es que los aumentos salariales tengan incidencia en el cálculo prestaciones y cualquier otro beneficio pecuniario de los empleados.

Lo cierto es que, a pesar del anuncio y de toda la parafernalia que lo acompañó, el salario mínimo sigue siendo de 130 bolívares, esa es la verdad. Y tenemos que agregar que la medida adoptada no satisface las expectativas de la gran masa trabajadora nacional, abandonada a su suerte.

En noviembre del 2023, el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) reveló datos sobre la situación económica de los trabajadores venezolanos que nos acercan más a la realidad.

Según el informe, la canasta alimentaria familiar alcanzó la cifra de 522,01 dólares, equivalente a aproximadamente 140 salarios mínimos. Mientras tanto, el salario mínimo permanece estancado desde marzo de 2022. Por ello, el reciente anuncio sobre el supuesto aumento salarial quedó simplemente como una estrategia propagandística.

Adicionalmente, es de todos conocido que los bonos –incluso los de “guerra”– no son recibidos por todos los trabajadores, no son regulares y no cotizan en prestaciones sociales. En consecuencia, el salario real no aumentó.

La comparación con los salarios mínimos de otros países de la región es devastadora. En Colombia el salario mínimo asciende a 335 dólares y en Costa Rica alcanza los 687 dólares, el más alto de la región.

Para colmo, nuestra administración pública mantiene salarios extremadamente bajos para profesionales como enfermeros y maestros. Estos trabajadores, que desempeñan roles fundamentales en la sociedad, se manifiestan con frecuencia en busca de condiciones salariales dignas.

En este contexto, la ilusión de un aumento salarial se desvanece frente a la dura realidad que enfrenta la mano de obra venezolanos. Mientras persista la brecha entre la realidad económica y las expectativas generadas por los anuncios, la lucha por condiciones salariales justas seguirá siendo un desafío crucial en el día a día de la población.

La voz nacional reclama salarios justos, que permitan cubrir las necesidades básicas y contribuyan a mejorar las condiciones de vida.

Ante la persistencia de una economía desafiante, se hace evidente la urgencia de un cambio de modelo que proporcione soluciones. Es la única manera de salir de esta trampa que mantiene secuestrado al trabajador venezolano.

Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com/el-universal/173051/trabajador-venezolano-fantasia-y-realidad

 

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Gaza: con escuelas en ruinas, jamás habrá paz

Por: Mauro Jarquín Ramírez*

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la educación ha sido entendida como factor importante para la construcción de paz en el discurso oficial de organismos multilaterales. Dicha función se muestra explícitamente en la carta fundacional de la Unesco en 1945: Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz. El discurso institucional vigente a escala global ha mantenido dicha perspectiva hasta hoy, bajo la noción de cultura de paz y educación para la paz, impulsadas por la ONU.

Para la narrativa del multilateralismo liberal, la educación es un bien preciado que debe ser protegido, incluso en contextos de guerra. No obstante, la campaña militar de Israel en Palestina ha tomado el curso contrario, recordando así que ni Israel ni EU forman parte de los 185 países que han suscrito la Declaración sobre Escuelas Seguras, impulsada en Naciones Unidas por Argentina y Noruega en 2015, año en que la propia ONU acusó a Israel de atacar escuelas de Naciones Unidas que servían de refugio a personas desplazadas durante 2014.

En el reciente caso presentado contra Israel por conducta genocida en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el equipo jurídico de Sudáfrica ha valorado el ataque israelí a escuelas, comunidades educativas y personal docente en Gaza como una destrucción del acceso a la educación: casi 90 mil estudiantes universitarios no pueden asistir a sus clases, más de 60 por ciento de escuelas y casi todas las universidades, así como librerías y bibliotecas, han resultado dañadas o destruidas; profesores y académicos han sido asesinados, incluyendo decanos universitarios e investigadores reconocidos internacionalmente. La destrucción de la infraestructura educativa ha formado parte sustancial de los efectos de la campaña bélica.

Sin embargo, el acoso y la violencia contra la educación en Palestina no son novedad.

En marzo de 2022, la Coalición Mundial para Proteger la Educación de Ataques presentó un informe sobre el impacto de la violencia contra la educación en Palestina en el contexto de ocupación israelí. Señala que las formas más comunes de hostilidad contra la educación en los territorios palestinos son: uso de gases lacrimógenos, operaciones de registro y detención, redadas, puestos de control, violencia de los colonos que afecta a las escuelas, detención e intimidación de estudiantes y profesores. Además, autoridades israelíes denegaban por sistema las solicitudes palestinas de permisos de construcción. Particularmente en Gaza, el uso de armas explosivas lanzadas por fuerzas de seguridad israelíes constituyó la forma más común de ataque contra la educación, siendo la mayoría de los incidentes colaterales. Así, entre enero de 2019 y septiembre de 2021, al menos 305 escuelas y guarderías resultaron afectadas debido a armas explosivas. En ese periodo, 480 estudiantes y educadores resultaron dañados por lacrimógenos, granadas aturdidoras y otras armas.

La destrucción educativa subrayada por la delegación sudafricana resulta preocupante por las implicaciones a futuro de generaciones de palestinos. Esto es aún más complejo al considerar las reiteradas declaraciones de Ron Dermer, integrante del gabinete de guerra israelí, sobre la necesaria desradicalización de Palestina, emitidas en Fox News y en sus propias redes sociales. Ahí ha expresado un supuesto cambio radical que debe efectuarse en lo que jóvenes palestinos aprenden en las escuelas. Dermer escribió en X: no podemos permitir ninguna fuerza allí que vaya a educar a la próxima generación de palestinos para que odien a Israel, odien a los judíos y odien a EU.

Es muy problemático plantear la posibilidad de construir paz en la región mediante la destrucción de escuelas y centros de cultura, y el asesinato de estudiantes, docentes y familias. Resulta muy difícil pensar que una sociedad en armonía puede ser forjada a raíz de la cotidianidad de la infancia palestina, víctima de un sinnúmero de injusticias como currículo oculto que experimenta a diario por fuera de las escuelas.

Hace más de 10 años, el educador palestino Ziad Abbas afirmaba en entrevista que no podría haber paz en el mundo sin justicia en Palestina. El conflicto, decía, podía conducir a una tercera guerra mundial. Tras tres meses de la agudización de los ataques de Israel en Gaza –con más de 24 mil muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza–, la justicia y por ende la paz se observan lejanas.

Es necesario recordar que con escuelas en ruinas, con muerte y con opresión, jamás existirá paz. La defensa de la vida y la integridad física del pueblo palestino debe también acompañarse de una defensa de su memoria histórica y de su derecho a decidir sobre su educación, en escuelas libres donde estudiantes, docentes y familias encuentren un centro de aprendizaje, cooperación y creación de mejores futuros.

La solidaridad internacional en la exigencia de un alto a las hostilidades y el reconocimiento efectivo de los derechos del pueblo palestino es tan necesaria como siempre, aunque más evidente que nunca.

*Politólogo

Fuente de la información:  https://www.jornada.com.mx

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