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El SNTE de rodillas

Por: Abelardo Carro Nava

 

Qué triste y penoso espectáculo, pero hoy, sin duda: el SNTE se encuentra de rodillas ante un “poder supremo”.

 

Tal y como se esperaba, el pasado 1º de mayo fue una jornada en la que cientos de trabajadores de la educación, salieron a las calles para “conmemorar” el día del trabajo; sin embargo, contrario al motivo por el cual se realiza este acto, no hubo expresiones de inconformidad hacia el actual gobierno por la promesa fallida de “revalorizar al magisterio” durante este sexenio; tampoco hubo lonas o mantas que plantearan ipso facto la eliminación de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), órgano desconcentrado y brazo extendido de la política neoliberal impulsada por el sargento Nuño y la derecha conservadora; tampoco hubo un duro planteamiento para demandar una mejora sustancial de los salarios de los trabajadores de la educación; mucho menos hubo arengas a favor de una jubilación y pensión digna, recuperando el derecho a jubilarse a los 28 y 30 años de servicio; tampoco hubo una fuerte demanda para exigir la desaparición de la UMA (Unidad de Medida y Actualización), dado que precariza la pensión de todo trabajador al momento de su retiro; no, no hubo una desmedida exigencia para emplazar al gobierno federal afín de que en los planteles se cuente con todo lo necesario para el desarrollo de las actividades, ya sea en el ámbito de la infraestructura, materiales u otros requerimientos que son fundamentales en el proceso de enseñanza y de aprendizaje; no, no se observaron cartulinas con mensajes que exigieran una desburocratización de la labor docente para que se priorizara el quehacer pedagógico y didáctico en las aulas; tampoco se observaron a cientos de trabajadores exigir mejoras en los programas de formación continua y acompañamiento pedagógico tan necesarios en tiempos en que el presupuesto para este rubro es el peor en décadas; no, no se escucharon aquellos reclamos muy sentidos por la incompetencia de muchas autoridades educativas y escolares, cuyo autoritarismo y verticalidad, recuerda a lo más podrido y rancio del priismo de sus buenos tiempos.

No, nada de esto, o tal vez muy poco llegó a escucharse en las calles.

Lo que sí llegó a escucharse y a conocerse a través de propios y extraños, fue la actitud servil y descarada del líder sindical del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) quien, momentos antes de ingresar a una comida con el presidente López Obrador (por el día del trabajo), expresó a los reporteros que le cuestionaron sobre el apoyo en la contienda electoral en curso, que ya sabían a quien apoyaba, a la candidata de la educación, agregando que lo habían incluido en la lista en el lugar 11 para el Senado por Morena y que, por obvias razones, ya tenía y “teníamos” candidata (https://profelandia.com/tenemos-candidata-snte-respalda-a-claudia-sheinbaum/).

Quiero pensar que muy pocos recuerdan aquella fotografía icónica que fue tomada en un evento político-electoral en 2018; en ésta se puede observar a José Antonio Meade (ex candidato a la presidencia de México por el PRI), a Juan Díaz de la Torre (ex líder del SNTE), a Alfonso Cepeda (actual líder del SNTE) y otras y otros políticos más en un templete, tomados de la mano apuntando hacia arriba en señal de victoria y con una gran sonrisa en el rostro. Quiero pensar que muy pocos recuerdan que el SNTE, a través de sus “líderes sindicales”, le ofrecía a Meade la jugosa cantidad de 300 mil maestros para que pudieran vigilar el proceso electoral en 2018, principalmente, para que pudieran llevar votos a las urnas en tal contienda (https://www.sinembargo.mx/26-05-2018/3422724).

Sí, eran aquellos tiempos en los que el régimen neoliberal y los partidos de derecha no eran adversarios de la clase trabajadora mexicana; por el contrario, eran regímenes y partidos que merecían la fabulosa cantidad de 300 mil maestros.

Vaya, esto que estoy argumentando no lo estoy inventando, basta revisar el pronunciamiento que esta organización sindical emitió a propósito del 1º de mayo, particularmente, transcribo 2 pequeños párrafos: “Los trabajadores de la educación tenemos memoria. Sabemos que los gobiernos y partidos de la derecha han sido y serán abiertos adversarios de la clase trabajadora mexicana” y “En 2018, el pueblo de México y los trabajadores decidimos poner fin al régimen neoliberal y conservador que empobreció a los mexicanos y sumió al país en la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la violencia” (https://snte.org.mx/blog/pronunciamiento-010524/).

¿Cómo explicar que, durante la campaña electoral de 2018, el ejercito intelectual del lopezobradorismo y de la 4T, nombrado así por Cepeda Salas, apoyaba con todo al ex candidato presidencial priista José Antonio Meade?, ¿cómo explicar que el mismo Cepeda, que gustosa y sonrientemente levantaba la mano a Meade en señal de victoria, sea el mismo que hoy critica al régimen neoliberal y conservador del que se benefició hasta el hartazgo?, ¿cómo explicar que el morenismo reciba entre sus filas a quien solo ha velado por sus propios intereses y se ha olvidado de sus agremiados?, ¿cómo explicar la complacencia y hasta benevolencia de un presidente, de un presidente de partido y de una candidata que se dicen de izquierda al otorgarle prácticamente un escaño a quien, igual que antaño, solo se sirve del poder y se olvida de quien dice servir?

Ojalá y las marchas conmemorativas del 1º de mayo no fueran vistas como la oportunidad de tomarse “selfis” portando una playera y gorra con la imagen del SNTE; ojalá y estas marchas conmemorativas no tuvieran como propósito esperar recibir un “lunch”, y tener el visto bueno del delegado o representante sindical para ausentarse un día durante la semana debido a su participación en el desfile; ojalá y en estas marchas se expresaran todas y cada una de las necesidades y demandas que, regularmente se observan y se escuchan en las escuelas; ojalá y el magisterio reaccionara y se diera cuenta de que lo único que han hecho ciertos líderes sindicales, es servirse del puesto y de sus trabajadores; ojalá y así fuera porque, de lo contrario, no sé qué pensarían los mártires de Chicago si vivieran en estos momentos.

Qué triste y penoso espectáculo, pero hoy, sin duda: el SNTE se encuentra de rodillas ante un “poder supremo”. Ahí están los hechos.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Cultura del odio y regulación de las redes

Sao Paulo (Prensa Latina): Crece el número de suicidios de jóvenes causados por el linchamiento virtual. El odio permea las redes digitales, avanza la cultura de la cancelación, y la defensa de la honra de las víctimas se hace imposible. Las fake news provocan diversos trastornos, estrés postraumático y depresión profunda. Y los asesinos virtuales se esconden tras el anonimato de las redes.

De ahí la importancia de que la escuela, desde el ingreso de los niños, promueva la educación para el uso de las redes digitales e internet en general. En caso contrario, niños y jóvenes corren el riesgo de tornarse vulnerables a la mayor fábrica de odio global inventada por el ser humano, que engrosa con miles de millones de dólares cada mes las cuentas bancarias de los propietarios de las plataformas digitales, las big tech, y cuyo objetivo es uno solo: ¡money, money, money!

Esos propietarios conocen el secreto para mantener a millones de personas conectadas a las redes digitales, hasta el punto de sufrir de la enfermedad de moda, la nomofobia: dependencia de internet. Hoy más de cinco mil millones de personas están conectadas a las redes.

Haga una encuesta en su entorno y verá que las personas recuerdan mejor las ofensas sufridas que los elogios recibidos. Por tanto, cuanto más odio destilan las redes, tantas más personas se conectan. He ahí la receta del éxito de las plataformas.

La más sencilla noción de psicología nos permite saber que nuestra identidad se deriva de nuestras relaciones sociales. Hoy en día, no solo de nuestras relaciones presenciales, como la familia y las amistades, sino también de las conexiones virtuales.

La diferencia es que las conexiones virtuales tienen el inconmensurable poder de amplificar una acusación injusta, mientras que el acusado muchas veces ni siquiera cuenta con la oportunidad de defenderse, porque es cancelado inmediatamente, o sea, eliminado de los canales digitales.

¿Cómo defenderse de un comentario malintencionado que en menos de una hora se multiplica por mil? Ante esa siniestra coyuntura solo veo dos antídotos: la educación de niños y jóvenes en el uso de las redes digitales y el mundo virtual, y el establecimiento por el gobierno de una rígida regulación para ponerle freno a la “fakecracia” e impedir que la cultura del odio prevalezca sobre la del respeto y la solidaridad.

Investigaciones realizadas en Brasil arrojan que los niños y jóvenes enviciados con internet presentan una considerable pérdida de la capacidad de memorización, redacción e interpretación de textos, y expresión oral. Y muestran cada vez menos interés por la literatura. Saben digitar, pero no siempre saben reflexionar.

Además de tratar de capturar y mantener al internauta conectado el mayor tiempo posible y motivarlo a compartir los contenidos seleccionados por el algoritmo en función de una infinidad de factores, como sucede en las redes digitales, estas pueden ser un factor de inducción de la discriminación y desigualdad. Es lo que ocurre cuando el algoritmo de una empresa de selección de candidatos a empleo excluye sistemáticamente a las personas de determinado género o etnia.

Ese “hueco negro” del ciberespacio debe ser mapeado urgentemente para no asfixiar nuestra ciudadanía y vernos reducidos a meros consumistas. *Escritor brasileño y fraile dominico, autor de varios libros, colaborador de Prensa Latina.

Fuente de la información e imagen:  https://vocesdelsur.prensa-latina.cu

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Joaquín Gairín: La investigación educativa, una construcción compartida entre diferentes profesionales

La educación avanza gracias al conocimiento acumulado y al nuevo conocimiento que se genera constantemente. Los profesionales de la educación tienen un conocimiento sobre la realidad que está configurado por elementos objetivables como son los datos, las informaciones o las experiencias propias, pero también por otros elementos más subjetivos como puedan ser sus sentimientos, expectativas o comportamientos, asimilados y acumulados a partir de sus vivencias escolares, familiares, sociales o profesionales. Este conocimiento personal puede ser compartido/socializado con otros profesionales y enriquecerse a partir del intercambio generado o mediante aportaciones de otras fuentes (documentos, estudios, lecturas, prácticas analizadas…).

La construcción del conocimiento pedagógico sobre la realidad educativa es y ha de ser una construcción colectiva de los investigadores y profesionales, si queremos que sea útil y funcional para la mejora educativa. Los primeros pueden aportar fundamentación, técnicas y procedimientos de investigación mientras que los segundos pueden contribuir con la identificación de problemas reales, con mecanismos adecuados de actuación y, por último, con el conocimiento exhaustivo que poseen de los contextos educativos. Pero, más allá del bagaje general de cada colectivo y del enriquecimiento que aporta la información compartida, se trata de cocrear conjuntamente respuestas a los retos que la realidad educativa plantea, en una asociación en la que todos podemos aprender unos de otros.

Hablamos de una colaboración necesaria y de una investigación aplicada y centrada en los problemas de la práctica profesional, que no excluye ni la investigación básica que los investigadores puedan hacer ni las comunidades de práctica profesional que desarrollen los docentes u otros profesionales de la educación. Tampoco se trata de que los docentes se hagan investigadores ni que estos últimos aprendan a ser docentes; aunque, seguro, que del intercambio todos van a aprender técnicas y procedimientos de trabajo de los otros profesionales al mismo tiempo que pueden identificarse más con las problemáticas existentes y con la cultura de los colectivos implicados.

La investigación-acción, la práctica basada o informada por evidencias u otros planteamientos cercanos (los profesionales como prácticos reflexivos) buscan así una intervención educativa más apoyada en el conocimiento contrastado y menos en el sólo sentido común o en la propia y limitada experiencia personal. La finalidad última es promover mejoras continuas en las actuaciones profesionales y sedimentar procesos de innovación sostenibles.

De lo que se trata es de superar la perspectiva epistemológica tradicional que se funda en la idea de que el sujeto primario (y algunas veces único) del conocimiento es el individuo y que su desarrollo es independiente de la realidad social y cultural. En la actualidad, parece claro que todo conocimiento está situado y que en su configuración y desarrollo hay procesos colectivos importantes tanto para el enriquecimiento de ese conocimiento como para la implicación colectiva y social de su utilización. Se considera que el conocimiento transciende la reflexión mental de las personas, tiene lugar en una realidad material sujeta a las visiones y lecturas diversas de las personas que la analizan y exige procesos de intersubjetividad colectiva que nos permitan consensuar interpretaciones y acordar propuestas de acción para avanzar en las mejoras educativas que precisamos.

Podemos hablar, así, de la construcción del conocimiento como un hecho colectivo en el que participan diferentes agentes que interactúan y dialogan entre sí en condiciones de igualdad. De alguna manera, no hay jerarquías y cada participante aporta elementos de su dominio con la perspectiva de superar los retos colectivos que se plantean.

Considerado el conocimiento y su creación colectiva como una realidad situada y contextualizada, será importante considerar lo que facilita o dificulta su desarrollo. En este sentido, hacer posible una mayor colaboración entre investigadores y profesionales de la educación no sólo es una cuestión de voluntad y actitudes, sino que también precisa considerar los factores estructurales y operativos que habría que activar para configurar un entorno más favorable a la colaboración que el actual.

No merece la pena remarcar de nuevo el déficit tradicional de los recursos que se dedican a la investigación en España que, aunque han aumentado en los últimos años, especialmente en el ámbito privado, siguen siendo inferiores al promedio de países de su entorno (ver gráfica). Pero no se trata sólo de los recursos destinados a la investigación general y a la educativa (aún más escasos) sino también de los dedicados a apoyar los procesos de innovación y mejora de la educación donde se inserta de manera más natural la colaboración que hablamos entre los distintos profesionales que inciden en los contextos educativos.

Es cierto que el sistema educativo español, o más bien los sistemas educativos de las diferentes comunidades autónomas, promueven las llamadas innovaciones y que los centros participan e impulsan muchas de ellas y otras propias. Pero también es cierto que no existen planes generales conocidos y sistemáticos de intervención en apoyo de mejoras educativas, más allá de los incidentales y potenciados con los recursos europeos (los últimos, centrados en la Competencia Digital Docente) o los impulsados como reacción a evaluaciones menos positivas que las deseadas (los últimos, vinculados a los resultados negativos de PISA 2022). El profesorado, los centros y las redes de centros promueven experiencias diversas con sus propios recursos, que pocas veces se institucionalizan y sostienen en el tiempo para que se pueda hablar de verdaderas innovaciones, dado que suelen desaparecer cuando sus promotores cambian de centro educativo o se cansan de trabajar desde la voluntariedad permanente.

El sistema educativo y el sector de la educación social pueden mejorar las condiciones que favorezcan el trabajo colaborativo entre investigadores y profesionales de la práctica educativa con diversas iniciativas. RETINDE ha planteado algunas como, por ejemplo,: convocatorias que promuevan investigaciones conjuntas entre universidades y centros educativos y/ o profesionales del ámbito socioeducativo; compensar económica o laboralmente a los profesionales e instituciones que participan o desean participar en los proyectos de investigación educativa; favorecer la realización de los doctorados institucionales, que permiten un mayor contacto entre investigadores y la realidad educativa; permitir que el profesorado asociado pueda participar en los proyectos de investigación; recuperar las licencias de estudios / comisión de servicios para que profesionales del ámbito educativo puedan realizar investigaciones vinculadas a dicho ámbito; promover la realización de estancias e integración de profesorado de las universidades en centros educativos (formales y no formales) o de formación para facilitar un mayor conocimiento de estos y fomentar la colaboración entre diferentes instituciones y entidades; incorporar la formación en investigación dentro de los estudios de educación, para favorecer su posterior participación en proyectos de investigación conjuntos; entre otras.

Desde una perspectiva más operativa, se ha de poner más énfasis en la promoción de equipos de investigación multiprofesionales y multidisciplinares, en la difusión de las colaboraciones realizadas y en la apertura de profesionales/investigadores y centros educativos a la colaboración como principio de acción. Asimismo, será importante reforzar los valores que hay detrás de investigaciones éticas, rigurosas y respetuosas con otros valores sociales propios del contexto de actuación.

La separación tradicional entre teoría y práctica educativa (más dialéctica que real) sólo puede ser superada con el trabajo colaborativo de ambos colectivos, investigadores y profesionales, y con el apoyo decidido y explícito de un ecosistema educativo que lo favorezca y potencie. Los beneficios que aporta son incontestables: acceso privilegiado a la realidad educativa, análisis educativos más fiables, incorporación de perspectivas distintas y multidisciplinares en la interpretación de la realidad, mayor confianza de los colectivos implicados en la validez y utilidad de los estudios, más sostenibilidad de los resultados y desarrollo de sinergias entre diferentes colectivos, entre muchos otros. Por eso, no dudo de que la colaboración será cada vez mayor y que, poco a poco, se construirá una nueva manera de analizar y transformar la realidad educativa, con (siempre deseable) o sin el apoyo de los sistemas educativos y sociales.

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Los libros, clave para el éxito educativo

Abril, un mes repleto de significado. El pasado 23 de abril, celebramos el Día del Libro. Este formidable instrumento ha transformado a la humanidad y continúa empoderándonos a quienes leemos a: Cervantes, Shakespeare, el Inca Garcilaso de la Vega y a tantos escritores. La lectura otorga poder a los estudiantes al expandir sus horizontes mentales y emocionales. Le brinda un acceso a una amplia gama de conocimientos, perspectivas, enriqueciendo su pensamiento crítico, creativo y visionario, que constituyen las habilidades fundamentales para alcanzar el éxito en la vida.

De acuerdo al Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), en el mundo hispano, los peruanos leemos tres libros por año y los españoles leen alrededor de diez, en contraste con Finlandia, que leen alrededor de cincuenta libros al año. Esto implica que el Estado debe impulsar una masiva promoción de la lectura, considerándolo como elemento relevante en la educación de los estudiantes, de lo contrario continuaremos anclados en el subdesarrollo.

Los expertos coinciden en que la escasa lectura durante la formación del estudiante tendrá un impacto negativo en el ámbito escolar y en su entorno social. En la escuela, al no cultivar el hábito lector, será difícil continuar con éxito su formación profesional. Asimismo, en el ámbito social, la falta de lectura puede obstaculizar el desarrollo de la empatía y la capacidad de entablar conversaciones significativas, causándole un aislamiento y dificultad para interactuar en una sociedad que se mueve en función de la comunicación.

Para el más grande del siglo XX en lengua castellana, Jorge Luis Borges, la lectura constituía una forma de felicidad y el acontecimiento capital de su vida fue la biblioteca de su padre. Y para nuestro querido Premio nobel, Mario Vargas Llosa, dice que la cosa más importante que le ha sucedido en la vida fue aprender a leer.

En este sentido, la lectura nos conlleva poseer una cultura que es motor de desarrollo de un país. Parafraseando a la Unesco, podríamos decir que esta cultura es una forma o estilo de vida de una persona o una sociedad. Puede ser moldeada y fortalecida mediante la lectura en la escuela, en la familia y en la colectividad, haciendo de nosotros, ciudadanos responsables y capaces de convivir en una verdadera armonía como una sociedad civilizada.

¿Y cómo está nuestra cultura en este mes de las letras? Imitando al gran Bertolt Brecht, cabe estas extrañas disquisiciones: ¿Es posible caminar seguros con nuestras novias por las calles de las grandes ciudades? ¿Podemos circular por las veredas sin tropezarnos con objetos de negocios? ¿Existen bibliotecas públicas en las localidades más alejadas? ¿Todos los niños y jóvenes en edad escolar se encuentran en la escuela? ¿La sociedad considera que el camino más rápido para obtener ingresos es la política? ¿Por qué la presidenta peruana visita a los lugares más pobre del país, luciendo joyas valoradas en miles de dólares? ¿Por qué el delincuente no acepta que ha robado?

Ante tantas interrogantes, volquémonos a leer algún libro que nos ayude a vivir sin trampas para ser mejores personas.

© David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCP.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: El diario de la educación

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Razones por las cuales no llevar a cabo la Olimpiada de Conocimiento Infantil (OCI)

Por: Andres Octavio Varela Enriquez

 

No existe ningún tipo de evaluación desde un enfoque crítico y emancipador, como lo proponen los libros sin recetas para la maestra y el maestro.

1.- Los concursos, por su naturaleza excluyente, contravienen a los principios filosóficos de la NEM; el único plan de estudios vigente.

2.- La idea de reconocer a los niños o niñas “más sobresalientes”, se construye sobre la exclusión sistemática de los “menos sobresalientes”. En la gran mayoría de los casos, los niños y las niñas que no tienen “buenos resultados” en las escuelas, sufren violencias de diferentes tipos por su condición de clase, raza y género; se violan sus derechos. El concurso y el premio, en este caso, legitima las desigualdades y justifica las violencias. Además, se manda un mensaje contundente a aquellos niños y niñas a quienes nunca se les reconocen sus talentos y diferencias, ni sus derechos, mucho menos las violencias que provocan las desigualdades por las cuales no tienen las mismas oportunidades que sus compañerxs.

3.- Existe en este momento una Recomendación de la CNDH en donde, después de una robusta investigación, se probó que la gobernadora de Chihuahua, al interponer una Controversia Constitucional para evitar la distribución de los LTG de la NEM, violentó los derechos de los NNA. Uno de esos derechos se refiere a la Participación. Por esta razón, la CNDH recomienda al Gobierno del Estado que emita un circular en el que informe a todos los servidores públicos que, cuando exista un asunto en donde estén involucrados los derechos e intereses de las NNA, se construyan mecanismos eficientes para su participación. En la OCI no hay ningún mecanismo de ese tipo y con ello se violenta ese derecho; existe un ejercicio de revictimización.

4.- Bourdieu, desde hace un par de décadas, nos advirtió de las prácticas de la lógica escolar que, aún autoproclamándose un lugar en el que “caben todos”, terminan por excluir a quienes menos tienen y más violencias sufren. Para el caso de la OCI, en el que están involucrados apoyos económicos a quien “gana” estos concursos, se manda un mensaje claro: se apoya a quien ya tiene otros apoyos y suficiente capital cultural y económico para tener un “buen desempeño escolar” y no a quien más lo necesita. Es cierto que la gran mayoría de estudiantes, incluso aquellxs que participan en la OCI, necesitan estas becas escolares, pero estamos convencidos de que, al no existir universalidad de apoyo, primero debe optarse por beneficiar a quien más lo necesita.

5.- Por si fuera poco, si la OCI tiene el agravante de llevarse a cabo con un examen estandarizado, no sólo se contravienen los principios de la NEM, sino cualquier intento de promover una educación liberadora y enfocada en la resolución de problemas reales, que guarden una relación con la vida de las y los estudiantes y los contextos comunitarios en los que viven. Además de someter a un terrible estrés a las y los estudiantes y construir una imagen artificial, meritocrática y excluyente de los procesos educativos.

6.- Porque la forma en la que se está planteando para el estado de Chihuahua por las autoridades locales, aún y cuando se trata de que los participantes expongan un proyecto que hayan elaborado en el aula, escuela o comunidad, no deja de tener una lógica individual y sujetarse a una evaluación externa de un “comité evaluador” que es ajeno al proyecto construido en comunidad. En consecuencia, no existe ningún tipo de evaluación desde un enfoque crítico y emancipador, como lo proponen los libros sin recetas para la maestra y el maestro.

7.- Porque ya existe una gran sobrecarga de trabajo en las escuelas, sobre todo a estas alturas del ciclo escolar.

8.- Porque demandamos, primero, políticas educativas que ayuden a fortalecer la apropiación de la NEM y no su obstaculización.

P.D. del momento histórico que vivimos con la NEM.- Afortunadamente, y para la tristeza de sus malquerientes, la NEM sigue caminando, al grado de que hoy ya hay bastantes maestros/as, escuelas, zonas e, incluso, sectores que se oponen a la tan “tradicional” y violenta “Olimpiada del Conocimiento Infantil”.

P.D. para el adultocentrismo.- Si tanto agradan esos concursos al ego de los adultos, que concursen los adultos.

P.D. de la incongruencia.- Pobre SEP, a veces, tan lejos de la NEM que, con estos concursos, contraviene sus propias luchas y le brinda elementos a los gobiernos antiderechos -como el de Chihuahua- para llevar a cabo políticas educativas excluyentes. Un reconocimiento pa los compas que, al interior de la SEP, resisten y hacen posible las transformaciones en la medida de las posibilidades.

P.D de otra incongruencia.- Encima de que es un mecanismo para deducir impuestos: ¿Tan sólo 28 becas para todos los participantes del estado de Chihuahua otorgadas por la banca extranjera que más ha crecido en México? En fin, banqueros.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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El trabajo en la nueva fase: tiempo de más explotación

Por Lucas Aguilera

Hace 138 años, miles de trabajadores estadounidenses pasaron a la historia como los “mártires de Chicago”, marcando un hito para la lucha del movimiento obrero por la reducción de la jornada laboral. Bajo la consigna «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso», los trabajadores de 1886 llevaron a cabo un reclamo que culminaría en una sangrienta represión y en el fusilamiento de los manifestantes.

Es un día como hoy, primero de mayo, que recordamos no sólo a los mártires de Chicago, sino que también a los millones de trabajadores que han luchado por una vida digna, por la supresión del tiempo de vida que les es expropiado cotidianamente.

El mundo en el que vivimos, es un mundo convulsionado por la crisis que atravesamos, por la disputa entre quienes pretenden apropiarse de la riqueza que producimos. Es en este mundo, donde la capacidad que nos hace humanos, la que nos identifica como seres universales, capaces de convertir nuestra actividad vital en objeto de nuestra voluntad, nos es expropiada y enajenada para el enriquecimiento de unos cuantos.
El trabajo, esa condena en la que vive el hombre contemporáneo, es en realidad la facultad que le permite crear los instrumentos para alcanzar sus fines, es la habilidad que le posibilita convertir en medio cualquier objeto que encuentre y es la determinación que lo distingue como actividad vital consciente.

En nuestra sociedad, donde reinan el dios dinero y los reyes del capital, es en donde nuestro trabajo como actividad y relación, es trastocado. Ya no somos nosotros los que definen a las cosas como instrumentos, sino que son las cosas mismas las que nos instrumentalizan. El trabajo, lejos de ser la definición que nos hace humanos, se ha convertido en mero medio de una estrecha vida material.

Es por esta inversión, que cuando trabajamos, estamos fuera de nosotros mismos, somos incompetentes para alcanzar nuestros propios fines y realizamos los de otros, que usurpan nuestra actividad vital. Somos convertidos en animales al momento de trabajar, y nos sentimos humanos al momento de consumir.

Esta contradicción ha llegado a su non plus ultra en la actualidad, en el momento donde el capital ha expandido su capacidad de explotación hacia los rincones más recónditos de nuestra intimidad y a los tiempos más remotos de nuestra actividad. Las tecnologías digitales son utilizadas para la enajenación de nuestra capacidad creativa y nuestra intención productiva, convirtiéndonos en engranajes de una maquinaria social que vive a expensas de nuestra actividad vital consciente.

Esta nueva fase del capital ha generado mayores grados de dispersión y fragmentación social y política, al mismo tiempo que ha provocado una mayor integración económica. La capacidad del capital de asociar brazos e instrumentos en el proceso productivo se expandió, permitiendo que millones de personas en cualquier parte del mundo puedan trabajar en un objetivo común. Este nuevo grado de combinación de la fuerza laboral, a través del mundo digital y sus plataformas, ha significado la reducción de costos y tiempos de producción para el capital, ampliando su capacidad de acumulación.

El advenimiento de esta nueva fase ha desdibujado entonces los límites de la jornada laboral, yuxtaponiendo los tiempos y espacios en los que habita el ser humano. La consolidación de la virtualidad como nuevo locus standi para la producción, ha provocado la difuminación de la diferencia entre tiempo laboral y tiempo de recreación, convirtiendo finalmente todos los tiempos y espacios donde acciona el trabajador, en tiempo de explotación para el capital.

Por eso es urgente, hoy más que nunca, rememorar a los mártires de Chicago y todos los trabajadores que dejaron la vida en la lucha por un mundo en donde el hombre no sea esclavo de su producto. Es necesario entonces empezar a debatir la totalidad de la riqueza que producimos, sin reducir la discusión a las formas tradicionales de explotación.

Sólo de esta manera lograremos asumir la complejidad de la situación en la que estamos inmersos y encontraremos los instrumentos para la definitiva liberación de las clases subalternas.

Entonces es necesario que ofrezcamos a los pueblos la posibilidad de que trabajen felices con un grado suficiente de dignidad para un progreso técnico y científico de la humanidad, que quizás no sea tan grande como el que ha venido asegurando el capitalismo, pero por lo menos que no sea sobre el sacrificio de nadie. Pueblos felices trabajando por la grandeza de un mundo futuro, pero sin sacrificio y sin dolor, que eso es lo humano, eso es lo natural y que es también lo científico.

Juan Domingo Perón

El trabajo en la nueva fase: tiempo de más explotación – Por Lucas Aguilera

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