Page 9 of 13
1 7 8 9 10 11 13

El derecho a la educación hoy

El derecho a la educación hoy

Luis Bonilla-Molina

(Artículo elaborado para la CLADE)

  • Introducción

Estos meses de pandemia han significado un desafío sui generis para las organizaciones y personalidades que defendemos el derecho humano a la educación. La velocidad y novedad de los acontecimientos han retado perspectivas, generado una turbulencia epistémica sin precedentes.

Durante los últimos años se habían ignorado muchas de las advertencias sobre un escenario como el que vivimos con el COVID-19, de impacto profundo de la aceleración científica-tecnológica en la educación. La masividad de la virtualidad y el desembarco de las propuestas educativas digitales se han presentado en oposición a la presencialidad y no, como realmente son, un complemento epocal del trabajo pedagógico en las aulas. Esto por supuesto está asociado a nuevas formas de privatización y mercantilización en curso, tendencias que amenazan con profundizar exclusiones y odiosas segmentaciones.

Les docentes han tenido que asumir contingentemente el desarrollo de modelos de aprendizaje determinados por el acceso o no, a la virtualidad. El sostenimiento del vínculo pedagógico ha demandado un renovado vínculo entre docentes, familias y estudiantes que debe servir para repensar la educación en la post pandemia.

En este contexto se realiza la XI Asamblea de la CLADE.  La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación constituye la más importante coalición y convergencia de voluntades y experiencias en defensa del derecho a la educación, por ello, esta Asamblea es crucial para fortalecer y ampliar las correlaciones de fuerzas existentes en esta dirección.

  • ¿Qué es el derecho humano a la educación?

La perspectiva que defendemos del derecho a la educación es de carácter amplio y, considera que su cumplimiento pleno está asociado a los avances en los demás derechos; es decir, reivindica su intersectorialidad, interdependencia y complementariedad.

Se reivindica el papel del Estado como garante de este derecho, lo cual implica la obligación que tienen los gobiernos de proporcionar condiciones de igualdad para desarrollar los procesos de enseñanza-aprendizaje, procurando con ello disminuir el impacto en lo educativo de las múltiples asimetrías y exclusiones que caracterizan a las sociedades.

Cuando se quiere verificar cuál es el nivel de cumplimiento de un país, respecto al derecho humano a la educación, existen un conjunto de elementos y parámetros a tomar en cuenta. Estos son:

Primero, que cuente con un marco jurídico para normar el cumplimiento de este derecho, de rango Constitucional y orgánico, desarrollado en leyes y normas especiales, en correspondencia con los preceptos y definiciones alcanzadas en las convenciones internacionales;

Segundo, la capacidad institucional con la que cuente el Estado para instrumentar ese marco jurídico. Los Ministerios de Educación o sus equivalentes, suelen ser las instancias encargadas de instrumentarlo, para lo cual deben contar con instancias y dependencias que garanticen el desarrollo en sus dimensiones de financiamiento, pedagógicas, formación docente, infraestructura y equipamiento, planes y programas, supervisión y gestión, sistema escolar y perfiles profesionales de egreso, calidad y pertinencia.

Desde nuestra perspectiva, la calidad educativa se debe realizar con una praxis de educación emancipadora y liberadora, con pensamiento crítico para potenciar las capacidades de transformación radical de la sociedad, perspectiva de género y anti patriarcal, ética ecológica y solidaridad;

Tercero, que cuente con presupuesto público suficiente para garantizar la inclusión educativa, con un piso mínimo del seis por ciento (6%) del producto interno bruto (PIB) del país. En este aspecto es importante desglosar el uso del presupuesto en educación, para que su ejecución y las prioridades que se determinen, sean el resultado de un amplio consenso social;

Cuarto, la suficiencia del presupuesto es vinculante y se constata por: a) la capacidad para crear y sostener tantas instituciones educativas como se requieran en cada uno de los territorios, adecuadamente equipadas con materiales y equipos acordes para las distintas labores pedagógicas, b) políticas y programas de compensación para disminuir y hacer desaparecer las desigualdades para el aprendizaje de los estudiantes producto de limitaciones preexistentes en el acceso a otros derechos, c) un sistema de remuneración y condiciones de trabajo del personal docente acorde con la elevada y digna labor que realizan, d) un sistema educativo que garantice educación como continuo humano, con expresiones nítidas en la cobertura y prosecución, f)una red de centros de formación docente (inicial y continua) que garantice la adecuada y actualizada calificación de maestras, profesores y personal que coadyuva al proceso educativo, entre otros elementos;

Quinto, el vínculo de la educación con la calidad democrática de un país, las posibilidades de contribuir al buen vivir de los ciudadanos, la paz y la felicidad colectiva. En este sentido, son muy importantes las prácticas y culturas de gestión escolar que se orienten a la transparencia, toma de decisiones compartidas, control social de los procesos pedagógicos y administrativos;

Sexto, la contextualización de la educación, que pasa por la articulación entre conocimientos, procesos de enseñanza-aprendizaje y necesidades de los territorios. Esta contextualización no puede ser un localismo aislacionista, sino un proceso dialéctico entre lo local y lo global;

Séptimo, las posibilidades que tenga la población en edad escolar de inscribirse y permaneceren escuelas, planteles educativos y universidades cercanas al territorio que habitan. La cercanía de los centros educativos a los lugares de vivienda de la población en edad escolar es un determinante muy importante en la accesibilidad;

Octavo, la capacidad de los sistemas escolares para constituir sujetos autónomos, críticos, creativos y vivan la solidaridad y el encuentro como una praxis cotidiana. En este sentido los aprendizajes significativos deben ser aquellos que posibiliten la construcción compartida de una sociedad de justicia social, paz, inclusión, libertad de opinión;

Décimo, el apoyo institucional a las educaciones populares, a las propuestas educativas no convencionales que garantizan llegar con propuestas pedagógicas flexibles y contextualizadas, a sectores de la población en edad escolar que en otras circunstancias no lo haría. La educación continua, encuentra en las educaciones populares, comunitaria, indígena según sus usos y costumbres, y de las diversidades, son expresiones del acceso al derecho a la educación;

Décimo primero, lo que se hace para garantizar la democratización del conocimiento, para que no sean solo las clases burguesas y los instalados en el poder quienes manejen y usen el conocimiento reciente. La democratización del conocimiento está referida tanto a la memoria histórica y la cultura ancestral, como a los elementos teóricos fundantes de las ciencias, el desarrollo de capacidades para construir localidad desde lo común, así como las innovaciones derivadas de la aceleración científico – tecnológica. Nadie tiene el derecho a decidir sobre lo que “conviene” o no enseñar, sino que es el trabajo educativo emancipador, el que posibilita constituir sujetos autónomos, con base al pensamiento crítico, que les permita a les estudiantes y egresados, situarse críticamente ante lo tradicional y lo emergente.

  • El neoliberalismo y el derecho humano a la educación

Desde su aparición, el neoliberalismo desarrolló una ofensiva sin precedentes sobre el derecho humano a la educación. Los ataques al tamaño del Estado y sus compromisos con las agendas sociales, se tradujeron en el plano educativo en una versión manipulada del paradigma de sociedad educadora, impulsando en consecuencia, la transferencia a les ciudadanos, las familias, les docentes y estudiantes, de muchas de las responsabilidades y competencias que se consideraban encargos para los gobiernos.

El neoliberalismo desarrollo su propia versión de la co-responsabilidad ciudadana, instalando la idea que al ser la educación un bien compartido, todes teníamos que aportar económicamente en su sostenimiento, flexibilizando la obligación financiera y presupuestaria de los Estados con el derecho a la educación.

Con discursos elaborados, que en muchos casos tomaban para sí y manipulaban categorías y definiciones que habían pertenecido al campo popular, el neoliberalismo instaló iniciativas de destrucción de lo público en educación.  La privatización, mercantilización, estandarización, cultura evaluativa, el desfinanciamiento y la desactualización programada de la formación docente, constituyeron expresiones de esta ofensiva neoliberal.

Ofensiva que avanzó de manera desigual en la región, gracias a las resistencias estudiantiles, docentes, comunitarias y de la sociedad civil, durante las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado.  Durante las dos décadas del siglo veintiuno, el neoliberalismo uso la calidad y la pertinencia educativa como caballos de Troya para destruir la educación pública, avanzar en las ideas empresariales en educación y abrir paso a modelos como “home School”.

Siendo el campo de las tecnologías informáticas y digitales uno de los sectores con mayores niveles de expansión económica a nivel mundial, los grandes capitales se orientaron a la generación de un modelo híbrido entre presencialidad y virtualidad en la educación, que tenía como primer paso, presionar a los gobiernos para que facilitaran las condiciones para que les estudiantes se dotaran de computadores y conectividad. Mientras tanto, las grandes corporaciones monopolizaban el desarrollo de plataformas virtuales de uso masivo, la arquitectura de la nube, producción de contenidos digitales de quinta generación, así como las propuestas de educación con uso de herramientas informáticas, el acceso a los algoritmos y el manejo de datos personales.

  • El derecho a la educación en la nueva situación de pandemia y post pandemia 

La pandemia del COVID-19 se convirtió en una oportunidad para el impulso de la agenda puesta en marcha por el neoliberalismo educativo. La necesidad que tuvieron la mayoría de Estados del mundo de pasar a un modelo de cuarentena preventiva para proteger la vida de sus ciudadanos, conllevó a una crisis de sentido y orientación de los sistemas escolares. Se hacía necesario garantizar la continuación del vínculo pedagógico y, unos Estados que habían desestimado el impacto de la aceleración científico-tecnológica en los sistemas escolares, terminaron cediendo ante el modelo de educación virtual de las grandes corporaciones tecnológicas.

Es absolutamente falso que los gobiernos no pudieron prever un escenario como este.  En el marco del Foro Mundial de Educación, realizado en el año 2015 en Incheón, Corea del Sur, las grandes corporaciones tecnológicas anunciaron el desembarco masivo de la virtualidad en un horizonte máximo de diez años. Bastaba repasar las cifras públicas de inversión de estas corporaciones para constatar que estaban invirtiendo enormes volúmenes de dinero en esta orientación. Y como el sector empresarial no invierte para perder o dejar congeladas sus mercancías, era previsible el cumplimiento de este anuncio. La mayoría de gobiernos no construyeron plataformas virtuales propias para sus sistemas escolares, ni repositorios de contenidos digitales lo suficientemente dinámicos, versátiles y actualizados, lo cual facilitó el desembarco impune las grandes empresas tecnológicas.

Los escépticos señalaban que se requeriría un acuerdo mundial para producir un evento que garantizara el desembarco global de una iniciativa de este tipo. El COVID-19 posibilitó el surgimiento de las condiciones de posibilidad para este asalto paradigmático.

En las primeras semanas de declaración de cuarentena, las grandes corporaciones desembarcaron amparadas por el paradigma neoliberal de transferencia de las competencias y responsabilidades de los Estados nacionales, a las familias, estudiantes y docentes.  Se produjo en corto tiempo un nuevo modelo de privatización educativa. Fueron las familias, docentes y estudiantes quienes tuvieron que comprar o repotenciar equipos de computación, pagar el acceso a internet y planes de datos, buscar y suscribirse (incluso hasta pagar) plataformas virtuales.  La mayoría de los Estados nacionales se desentendieron de sus obligaciones de garantizar las condiciones mínimas para el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, e igualdad para realizar el trabajo educativo.

   Esta privatización abrupta se impuso, con terribles consecuencias para el derecho a la educación. Se produjo una odiosa e inequitativa estratificación, primero, entre docentes que tenían o no posibilidades de garantizar continuidad del vínculo pedagógico en escenarios virtuales; segundo, esto fue aún mayor en la población estudiantil, creándose cuatro estratos diferenciados entre quienes a) contaban con acceso a computadoras, internet y una familia de apoyo educativo, b) aun teniendo computadores e internet carecían de apoyos familiares, pues su entorno estaba concentrado en sobrevivir en una situación económicamente tan difícil, c) solo disponían de televisión o radio para relacionarse con un modelo educativo referenciado en el pasado, que afirmaba la idea de estar en las fronteras de múltiples exclusiones, d) finalmente estaban en zonas de difícil acceso, a donde no llega la radio ni la televisión, pero a donde, en muchos casos, tampoco llegaron los prometidos módulos de auto aprendizaje.

Comienzan a mostrarse cifras que evidencian los estragos de este modelo de privatización impuesto en la pandemia del COVID-19. Mientras en Ecuador la Unión Nacional de Educadores (UNE) denuncia que el 75% de les estudiantes no pudieron acceder al modelo de educación virtual en casa, es decir 3.250.000 niños, niñas y jóvenes, en Panamá, gremios docentes como la Asociación de Profesores de la República de Panamá (ASOPROF) y la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE) señalan que un país de menos de 800.000 estudiantes, casi 300.000 quedaron fuera de cualquier posibilidad de continuidad del vínculo pedagógico. Las evidencias empíricas muestran dimensiones preocupantes de este fenómeno en los restantes países de la región. Los datos extra oficiales en el sector universitario muestran un importante decrecimiento de la matrícula durante la pandemia.

Todo esto ocurre, en medio de demandas crecientes por alfabetización digital crítica, por alfabetización en los algoritmos necesarios para crear en el mundo digital. Se cierne un nuevo modelo de conocimiento reproductor, a partir del consumo de materiales y plataformas elaboradas por las grandes corporaciones tecnológicas.

Esto último está muy vinculado al riesgo de producir un modelo de educación bancaria virtual, con el agravante que en muchos casos se está trasladando el modelo frontal de enseñanza a medios tecnológicos.

  • La coyuntura y el horizonte estratégico: es imposible abordar la una sin lo otro

Muchos docentes, autoridades e incluso algunos gremios docentes consideran que en la post pandemia retornaremos a la presencialidad, tal y como estaba en febrero de 2020. Este deseo de volver a la situación conocida ha generado, abandono de una parte importante de los cuestionamientos que se le hacían al carácter reproductor de la ideología dominante por parte la escuela y, un retiro silencioso de iniciativas que procuraban el emerger de una educación emancipadora y liberadora.

El neoliberalismo educativo instaló la falsa disputa entre presencialidad y virtualidad, y como esta se vincula a ganancias de las grandes corporaciones, es previsible que en la post pandemia se siga tensionando en este sentido. Ciertamente volveremos a las escuelas presenciales, pero ya nada será igual. La estratificación que vimos en la pandemia, amenaza a tener un correlato en los planteles educativos y las aulas cuando cese la cuarentena.

Escuelas enteras podrán ser estratificadas de acuerdo a su capacidad y disponibilidad, de trabajar con computadores, conexión a internet, inteligencia artificial, análisis de metadatos. Hacerlo o no, significará un nuevo modelo de exclusión que podrá marcar el desarrollo profesional de les estudiantes y sus posibilidades de inserción laboral en el futuro. En un contexto de reducción sensible del empleo por efectos directos de la cuarta revolución industrial, esta situación puede ser dramática para pueblos enteros.

Es importante trabajar el derecho a la educación y la inclusión educativa en las claves epocales del siglo XXI, en su tercera década. Pero ello no es un tema solo de voluntad, se requiere actualizar muchas de las premisas que nos resultaron útiles hasta hace muy poco.

  • Aceptar pasivamente la marginalización o rebelarse epistemológicamente y en la acción

Millones de estudiantes y docentes, en el marco de la pandemia, fueron ubicados por la fuerza de los hechos en el borde de lo educativo. Esta situación amenaza con extenderse en la post pandemia, afectando de manera sensible el derecho a la educación. Romper con esta lógica del neoliberalismo implica desarrollar y articular de manera regional las demandas emergentes y las agendas vinculadas.

Conexión universal gratuita a internet de banda ancha con conexión 5G, dotación de equipos de computación con alta capacidad para trabajar en plataformas virtuales y contenidos digitales, alfabetización en los códigos y lenguajes de los algoritmos informáticos, formación docente inicial y permanente para poder acompañar la aceleración de la innovación científico tecnológica con perspectiva de buen vivir, ecológica, solidaria, feminista, diversa, así como presupuesto educativo bajo contraloría social con un mínimo de referencia del 6%, constituyen parte importante de las temáticas asociadas a la defensa del derecho a la educación en la postpandemia.

No se puede aceptar el sostenimiento de la estratificación educativa como forma de marginalización social a gran escala. Resistir a ello, implica abrirnos a un quiebre de paradigmas y la eliminación de la brecha epistemológica que ha impuesto el capital en los últimos años; ruptura que precede a la construcción de adecuadas y eficientes resistencias pedagógicas.

  • Por una agenda urgente

Es urgente trabajar en un nuevo pacto social inclusivo, que allane la elaboración actualizada de estrategias para la superación de las viejas y nuevas exclusiones, que coloque a tono la aceleración de la innovación científica-tecnológica con la formación docente y las actividades pedagógicas, que garantice condiciones iguales de aprendizaje para todes les estudiantes, con capacidad de vincular innovación con tradición.

Esta agenda tiene que apalancarse en la renovada alianza entre docentes, familias y estudiantes, convocando a todos los sectores de la sociedad. La CLADE es actor fundamental para propiciar este encuentro.

Fuente de la Información: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/11/15/el-derecho-a-la-educacion-hoy/

Comparte este contenido:

La educación nos hace mejores

La educación nos hace mejores

Agustín Moreno

Acabo de ver Uno para todos, una película de David Ilundain -director de Bárcenas-, protagonizada por David Verdaguer. Se basa en una historia real: un maestro interino es destinado a la escuela pública de un pueblo que no conoce, donde será tutor de una clase de sexto de primaria y tendrá que gestionar la reincorporación al aula de un alumno enfermo de leucemia y las relaciones dentro del grupo. De aquella experiencia nació el “Proyecto Guillén”, que buscaba mantener el contacto emocional entre un alumno ausente y sus compañeros a través de un blog con los contenidos que se impartían en clase y que se grababan en vídeo. Esta situación puede parecer un caso singular, pero no lo es ya que en España, por ejemplo, se diagnostican 1.400 cánceres infantiles al año. Quizá por reflejar un hecho real y por el buen trabajo del director y los actores, la película es verosímil y logra conmover al espectador sin tirar de recursos fáciles.

Aunque la historia principal se produce en torno a Carlos, el niño enfermo, la película es, al tiempo, un homenaje al profesorado interino. A esos profesionales marcados por la inseguridad, por la angustia de tener que aprobar las oposiciones, por la incertidumbre de ser llamados o no para poder trabajar, por el temor de la vuelta del profesor titular. Ese profesorado empieza cada curso en un centro o localidad diferente a la que se llega con una maleta cargada de libros y, a veces, de tabaco para soportar la soledad. Son personas que se mueven en ese difícil equilibrio entre el intento de no comprometerse afectivamente con algo que es efímero y los enamoramientos y amores imposibles. Pero combinan una fértil mezcla de entusiasmo, capacidad de adaptación y supervivencia, empatía y amor a la escuela.

Aleix es muy creíble porque no es el profe superguay, sino un profesor normal, que tiene recursos como aprenderse el nombre de sus alumnos desde el minuto uno y controlar bien la clase. Que les ayuda a pensar, les hace trabajar en equipo y va mejorando el espacio físico del aula. Pero es también una persona con sus problemas familiares, con un pasado laboral de precariedad, sus miedos a no saber gestionar el conflicto y su necesidad de encontrar afecto. 

El buen cine educativo no abunda en España. Es aquel que plantea la aventura de educar a partir de una situación escolar concreta y que desarrolla el juego de relaciones y emociones entre un grupo de alumnos muy diversos en un contexto determinado. Ilundain huye de ese tipo de cine que convierte a los profesores (generalmente hombres, aunque sea una profesión muy feminizada) en superhéroes que con una guitarra o siendo más macarras que los alumnos malotes se hacen con la clase. Se inserta más en la excelente tradición francesa de cine sobre educación que nos ha dejado joyas como Hoy empieza todo, Ser y tener, La clase o Los chicos del coro.

Es una película necesaria porque plantea que hay que repensar cómo educamos y la importancia de centrarnos en lo esencial (en este caso, en un conflicto que bloquea la clase). Y es más necesaria aún en estos raros tiempos de pandemia. Tiempos en los que no se garantiza la seguridad ni la presencialidad; en los que las familias se ven obligadas a elegir entre educación y seguridad, ante la caótica organización de vuelta a la escuela. Los poderes públicos tienen la obligación de intentar conseguir la máxima seguridad posible. Para ello hay que invertir lo que sea preciso. Y aunque el Gobierno central ha puesto 2.000 millones de euros a disposición de las comunidades autónomas, no es una cifra suficiente y hay que recordar que todavía se deben 9.000 millones a la educación por los recortes de la etapa Rajoy. También le ha faltado valentía del Gobierno central para fijar una ratio máxima que obligase a organizar espacios, desdoblar grupos y contratar a profesorado interino –como Aleix-, algo que han hecho masivamente países como Italia.

La película habla del uso de la tecnología (vídeojuegos) para trabajar en común, crear cohesión e integrar al alumno que no puede asistir a clase por estar hospitalizado. Pero la película nos recuerda algo mucho más importante: no hay educación sin afecto. Del profesor hacia su alumnado, del alumnado entre sí, superando los graves problemas de convivencia existentes que vuelven aflorar como todo lo que no se trata y cura. Es irrenunciable la presencialidad, porque sin afecto el proceso de educación-aprendizaje no funciona de forma óptima y porque con la educación online un tercio del alumnado se descuelga y aumentan las desigualdades educativas y sociales.

Como decía Dantón, la educación siempre debe ser lo primero. Porque se educa fundamentalmente para ser personas. Porque su finalidad es esa: acompañar a los niños y niñas y a la juventud en su proceso de convertirse en individuos formados, informados y comprometidos con la mejora de su sociedad. Porque les ayuda a crecer, a superar etapas en su desarrollo emocional y moral. Y, efectivamente, un profesor puede cambiarte la vida y un alumno también. Porque la escuela puede ser el lugar donde nacen los sueños, donde se aprende a convivir y donde se desarrollan los valores humanos.

 

Artículo publicado originalmente en Cuarto Poder.

Autor: Agustín Moreno

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/la-educacion-nos-hace-mejores/

 

Comparte este contenido:

Pasar tiempo al aire libre sin peligro durante la COVID-19

Pasar tiempo al aire libre sin peligro durante la COVID-19

UNICEF

Consejos para mantener segura a tu familia mientras disfrutan del tiempo al aire libre

La actividad al aire libre es un pasatiempo favorito tanto de los adultos como de los jóvenes. Pero debido a que la pandemia de la COVID-19 no remite, los progenitores se enfrentan a la dificultad de cómo disfrutar del tiempo al aire libre a la vez que protegen la salud de sus familias. ¡Estos recordatorios te permitirán mantener más segura a tu familia cuando salgan a pasarlo bien!

¿Se puede propagar la COVID-19 en los espacios abiertos?

Por desgracia, sí. La COVID-19 se puede propagar en cualquier lugar donde uno entre en contacto con una persona infectada. Recuerda que el virus se propaga sobre todo por medio de las microgotas respiratorias que las personas infectadas emiten al toser, estornudar, hablar o cantar, y que a continuación penetran en la boca, la nariz o los ojos de las personas que están cerca. Es posible que también se transmita por vía aérea (o en aerosol), sobre todo en espacios que están poco ventilados o muy concurridos. Y uno también puede contagiarse si se toca la boca, la nariz o los ojos después de haber tocado una superficie que esté contaminada con el virus.

Teniendo en cuenta esto y lo que se conoce sobre el virus, podemos concluir que el riesgo de transmisión es mucho menor al aire libre que en los espacios cerrados; aunque también influirán las medidas de precaución que estén adoptando las personas, como, por ejemplo, guardar la distancia de al menos un metro de los demás; usar una mascarilla de tela cuando estén cerca de otros; lavarse las manos con frecuencia; y verificar antes de salir de casa que no tienen síntomas de la COVID-19.

¿Cómo puedo mantener segura a mi familia mientras disfrutamos juntos al aire libre?

Mantenerse activo físicamente es lo mejor que pueden hacer todos los miembros de la familia para conservar la salud de cuerpo y mente. La adopción de algunas medidas básicas puede ayudarte a minimizar el riesgo de que tu familia se exponga al virus de la COVID-19.

  • Cuando planifiques las salidas, procura evitar las horas punta y los lugares muy concurridos, y opta por itinerarios en los que haya menos congestión de tráfico siempre que sea posible.
  • Recuerda llevar contigo un desinfectante para las manos que contenga como mínimo un 60% de alcohol, además de toallitas desinfectantes, pañuelos de papel, mascarillas de repuesto y bolsas con cierre para guardar la mascarilla cuando no se esté usando (por ejemplo, mientras comen o beben).
  • Antes de salir de casa, asegúrate de que todos los miembros de la familia se encuentran bien y que no presentan síntomas.
  • Es importante que durante el tiempo que estén fuera, se recuerden unos a otros la importancia de cumplir las normas básicas de precaución, como guardar una distancia física de al menos un metro de los demás, usar la mascarilla cuando se acerquen a otras personas que no sean de la familia, no tocarse la cara (ojos, nariz, boca) o la superficie de la mascarilla, y lavarse o desinfectarse las manos con frecuencia.
  • Si deciden comer fuera, lleven su propia comida y utensilios, y si esto no fuera posible, elijan la opción más segura, como, por ejemplo, pedir comida para llevar, en lugar de comer en el interior de un local. No olviden lavarse o desinfectarse las manos antes de comer.
  • Cuando regresen a casa, recuerden, primero que todo, lavarse las manos con jabón durante al menos 20 segundos.

¿Es peligroso si mi familia se reúne con un pequeño grupo de amigos cercanos? ¿Cómo decidir si es seguro o no pasar tiempo con alguien?

Cada familia debe tomar sus propias decisiones basándose en su situación. Estos son algunos factores que conviene tener en cuenta:

  • Mantente informado de cuál es el grado de transmisión de la COVID-19 en tu comunidad. En general, cuanto mayor sea el índice de transmisión, más elevado será el riesgo de exposición en los espacios públicos.
  • Si en la familia hay personas que corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por la COVID-19 (abuelos, parientes ancianos o que padezcan trastornos médicos subyacentes), toda la familia deberá adoptar precauciones adicionales para protegerlas. Estas medidas podrían consistir, por ejemplo, en evitar el contacto de tus hijos con otras personas (sobre todos los encuentros con amigos), o si esto es difícil –como puede ocurrir cuando los niños regresen a la escuela–, en mantener a tu hijo apartado de esos familiares siempre que sea posible.
  • En cuanto a los encuentros en persona, lo mejor es que tengan lugar al aire libre y que sean breves. Procura que el grupo sea muy reducido y asegúrate de que los familiares o amigos que lo integran practican también las medidas preventivas cotidianas.

Habla con tu hijo acerca de tu decisión y explícale bien por qué la has tomado y por qué es importante. Decidas lo que decidas, es esencial que mantengas una comunicación abierta con tus hijos. Anímales a que compartan sus preocupaciones y a que sean honestos cuando no hayan cumplido las reglas. Esto es especialmente importante en el caso de los niños mayores y de los adolescentes, que suelen ser más propensos a correr riesgos o a ceder a la tentación de reunirse con sus amigos. Procura orientarles y reencauzarles mediante argumentos científicos (lo que sabemos y lo que no sabemos), con empatía y compasión.

¿Es seguro usar los baños públicos?

Anima a tu familia a que usen el baño antes de salir de casa y procura evitar en lo posible el uso de aseos públicos, que pueden estar muy concurridos. Si tienen necesidad de usar un baño público, guarden una distancia de al menos un metro de los demás, utilicen la mascarilla y lávense las manos con jabón inmediatamente después. Si no hay agua y jabón, empleen un desinfectante de manos que contenga como mínimo un 60% de alcohol.

¿Es seguro dejar que mi hijo vaya a nadar (al aire libre o en una piscina cubierta)?

Por el momento no hay pruebas de que el virus de la COVID-19 pueda propagarse en los cuerpos naturales de agua o en aguas recreativas como las piscinas. Si estás pensando en ir a darte un baño con tu familia, infórmate antes sobre cuáles son las directrices más recientes emitidas por las autoridades de tu localidad, que pueden variar dependiendo de cuál sea el grado de propagación de la enfermedad en el lugar. En el caso de que esté permitido abrir las playas y piscinas, convendrá pensar en los siguientes aspectos:

  • La ubicación: La seguridad de la instalación para nadar dependerá también de la masificación que haya en el lugar y del comportamiento del público asistente.
  • La hora: Elije una hora en la que sea más probable que haya menos gente.
  • La edad de tus hijos: Piensa en si serán capaces de mantener el distanciamiento físico.
  • Las medidas de prevención: Cerciórate de que en la instalación se adoptan medidas para prevenir la propagación del virus y otros riesgos para la salud. Por ejemplo, verifica que haya escaleras para evitar el hacinamiento y vigila la limpieza y la desinfección; la ventilación, si se trata de una piscina climatizada; y la salubridad de los sistemas de agua.

Si deciden ir a darse un baño, abandonen el lugar cuando comience a haber demasiada gente, pasen el menor tiempo posible en espacios cerrados como los vestuarios, eviten comer en la zona de baños y supervisen a los niños en todo momento.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/coronavirus/pasar-tiempo-al-aire-libre-sin-peligro-durante-covid19

 

 

Comparte este contenido:

Las escuelas sin paredes

Las escuelas sin paredes

Manuel Gil Antón

¿Quién lo iba a decir? En estos días, sin poder ir a las escuelas, nos ha sido dado entrar a conocerlas. Hoy, cuando están cerradas, vaya paradoja, han quedado abiertas a la mirada de millones. Ingresamos al sitio secreto, ese espacio que al cerrar la puerta es caja negra, territorio incógnito, lugar sin ventanas donde rige, manda y ordena una persona. Ella, en el rol que ocupa la silla del saber, dice lo que hay que hacer y dicta el deber. El aula tradicional perdió los tabiques o el adobe que impiden asomarnos. Amaneció traslúcida. ¿Vemos lo que pasa adentro, el misterio se revela?

Ocurre sin querer. Los actores principales de conducir el proceso escolar están a la vista. A través de su voz, movimientos y acciones paridas por instrucciones superiores, muestran, a las claras, lo que la autoridad educativa concibe como lo que ha de ser una clase: pantomima.

El programa Aprende en Casa II, al no poder (ni tratar de evitar) la estructura de “la clase”, sino recargarse en ella (enseñar un tema específico de equis materia, de tal hora a tal hora para cada uno de los grados en todo el país) hace visible lo que, se supone, acontece por parte de quienes somos maestras o maestros todos los días en millones de espacios escolares. Según ellos, los meros jefes, nos retrata de cuerpo entero.

Desde este punto de vista, no son vehículo de información que llega, sino espejo en que nos reflejan, como creen que somos y hemos de ser, los que mandan. Es representación de lo cotidiano que imaginan para las y los niños, con el único cambio que no se puede preguntarle a la tele ni tiene botón de pausa: ¿no entendiste? ¿No te dio tiempo de hallar en tu casa una caja de cartón? ¿Buscaste una goma de borrar y al regresar ya estaban en otro tema? Lástima.

Estos días, enciendo el espejo (perdón, la tele) y veo, filmado, lo que “ocurre” cada día en miles de salones de los primeros grados de primaria, según los expertos hacedores de la farsa: una señora, o dos; a veces un señor y una señora hacen las veces de maestros. Saludan con afecto afectado por lo cursi a las niñas y los niños que suponen están atentos a sus palabras y gestos más allá de las cámaras. Siempre me ha dado coraje que a las criaturas pequeñas les hablen como si fuesen tontos, con un tonito que, en sí mismo, los coloca en la galería de los infelices inferiores infantes carentes de voz. Me imagino a la niña pensado: ¿por qué me hablará como tarada la maestra de la tele de tercero? Chorrean miel y falso aprecio: les abunda la soberbia, la superioridad del adulto que condesciende a hablar con animalitos del señor.

Lo peor es cuando se hacen los graciosos: aprendices malos de payasos de fiesta infantil, creen que impostar la voz y dar saltitos de alegría mientras dicen que aprendieron mucho es educativo. No se dan cuenta que es ridículo, sí, penoso a secas. Hablar claro no es lo mismo que fingir que la comunicación tiene que ser lenta y la voz lo más aguda posible, so pena que no me entiendan quienes ignoran todo.

“Pongan atención. Hay dos características de los sonidos: tono y duración. TO-NO. Hay dos tipos de tono: GRA-VE y A-GU-DO, escribe el maestro en el pizarrón, aunque la lección sea para quienes no saben aún leer. Y el del suéter verde brinca de emoción más falsa que un sábado que se cree martes. ¡YU-PI! Ya aprendí”.

Circo pedagógico, espejo de la idea dominante de enseñanza, forma segura de no aprender. Espejo de la idea educativa de los que no han pisado un salón. O, ¿así es? Sería terrible.

Autor: Manuel Gil Antón

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/las-escuelas-sin-paredes/

Comparte este contenido:

Mundo Educativo: Educación post COVID- 19: Sesión extraordinaria de la Reunión Global sobre la Educación 2020

Educación post COVID- 19: Sesión extraordinaria de la Reunión Global sobre la Educación 2020

La UNESCO convocará una sesión extraordinaria de la Reunión Global sobre la Educación 2020 (2020 GEM) el 20 de octubre de 2020, 13:00- 15:00 (CEST – París), coorganizada por la UNESCO y el gobierno del Reino Unido . Este segmento de alto nivel del 2020 GEM será precedido por un segmento técnico el 22 de octubre de 2020, 13:00- 16:00 (CEST- Paris). La reunión tendrá lugar en línea.

El 2020 GEM proporcionará una plataforma única para el intercambio entre los líderes políticos de alto nivel, los encargados de la formulación de políticas y los agentes de la educación mundial para proteger y repensar la educación en el mundo actual y posterior a la reunión de COVID-19 y acordar medidas prioritarias a nivel mundial para la recuperación y el progreso de la educación en el Decenio de Acción para el Desarrollo Sostenible.

El evento brindará una oportunidad estratégica para que los Estados Miembros y la comunidad internacional mantengan y amplíen su compromiso con la educación como la inversión más decisiva para una recuperación y un futuro sostenibles, que se pondrá de relieve en particular durante el Diálogo de Dirigentes de la serie de sesiones de alto nivel del 22 de octubre.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/educacion-post-covid-19-sesion-extraordinaria-reunion-global-educacion-2020

 

Comparte este contenido:

#WhyIChoseEducation: ‘I Want to Help Young Students Deepen Their Love for Learning and Take that Forward with Them as a Lifelong Passion and Desire,’ Says Middle Grades English Language Arts and Social Studies Education Student Matin Maani ‘22

#WhyIChoseEducation: ‘I Want to Help Young Students Deepen Their Love for Learning and Take that Forward with Them as a Lifelong Passion and Desire,’ Says Middle Grades English Language Arts and Social Studies Education Student Matin Maani ‘22

This is part of a monthly “Why I Chose Education” series in which NC State College of Education alumni, students, faculty and staff share why they chose education.

Matin Maani ‘22 spent the majority of his formative years in Beijing, China, and Haifa, Israel, where he experienced firsthand the “transformative effect teachers have on the minds and hearts of young people.”

In China, Maani attended an international school where students were encouraged to look beyond the words of their textbooks. He realized the connection between what he was learning in class and how it expressed itself in everyday life, and Maani discovered that education had its strongest impact and influence when “approached with the intellectual, socio-emotional and moral facets of the human being in mind” — a conviction he has carried with him into his courses and that helps guide his approach to becoming a teacher.

When Maani was in Israel, he volunteered at the Baha’i World Center in Haifa, where he was surrounded by people from a multitude of cultural backgrounds and ethnicities who were all trying to learn the same thing. He learned a lot about “what it means to be of service to humanity — how we can use our unique talents and skills to contribute to the transformation of society — and the importance of adopting a posture of constant learning and listening.”

“While reading stories about various educators from across the globe, I began to see how the role of a teacher was so in line with these notions of serving the world and operating in a mode of learning. My experiences in Haifa really expanded my notion of what it meant to be involved in education and how so much of it involves a two-way street for learning and acquiring knowledge that can then benefit our society,” Maani said.

Those experiences inspired him to want to pursue a career in education.

He was attracted to the NC State College of Education because of the opportunities it provided for future teachers and “it promised an integrated student-teacher experience.” Maani wanted to have the opportunity to get firsthand experience as early as possible. And not being familiar with Raleigh, he saw attending NC State as a great opportunity to get to know the city.

“I love learning from the observations and thoughts of students and find it so empowering to be in a classroom where everyone is working together to learn, analyze and apply new knowledge, especially when that knowledge contributes to the wellbeing of the students and their community,” said Maani.

Majoring in middle grades English Language Arts and social studies education, Maani plans to teach middle school, but he sees himself eventually transitioning into higher education. He would like to earn a doctorate and become a professor to “empower other young educators.”

When he’s not studying and preparing for his career as an educator, he enjoys creating and listening to music. He also loves reading historical narratives and non-fiction, playing basketball, meeting and making new friends, calling and meeting up with friends, or sitting by a body of water to reflect and meditate on life.

He shares why he chose education, how education shaped him, what he enjoys most about being in the NC State College of Education and what others should know about the college.

Why I Chose Education: I chose education because I believe it is the key to so many of society’s most challenging issues at the moment, and I also feel there is a lot of room for the education system to grow, and therefore there is a lot of wonderful potential waiting to be unraveled and utilized. I also chose education because I want to help young students deepen their love for learning and take that forward with them as a lifelong passion and desire.

How Education Has Shaped Me: Education has helped me build a conceptual framework through which I see, interact with and understand the world around me, and all of its moving parts, institutions, unique people and various social forces. Education has helped me understand more deeply the importance of education itself and how it is the responsibility of the whole to create conditions where all in the community can have access to education that serves their intellectual, emotional, physical and spiritual needs.

What I Enjoy Most About Being Part of the NC State College of Education: The vibrance, joy and commitment of the staff and students! It gives so much life to the College of Education and makes you feel part of a community. I also enjoy that so many of the doctoral students, teachers and staff are young and from diverse backgrounds, which makes me feel more comfortable talking to them about any questions or concerns I have regarding my academic and/or life journey.

An Experience with the College of Education that Changed Me: My first opportunity to start observing in the classroom was for my ED 204 class at Centennial Magnet Middle School. That was the best experience ever. I loved that I, as a sophomore, got to work so closely and collaboratively with my lead teacher in thinking about ways I could help the students tap into their ever-present sense of community and channel those energies towards keeping their art classroom clean and organized. I learned a lot about how to interact, befriend and listen to students who all strive to reach excellence and may just express their needs and learning tendencies in different ways. I was also able to make strong friendships, even in a short span of time, with some of the students and that really filled my heart.

What Others Should Know about the College of Education: The College of Education has a group of staff specifically focused on helping students succeed, not only academically but also in regards to their life’s aspirations. There are also several opportunities for undergraduate students to meet, talk to and learn from a myriad of experienced professors and teachers in the college and engage in special research-based or internship projects that will bolster one’s learning experience.

Fuente de la Información: https://ced.ncsu.edu/news/2020/09/24/whyichoseeducation-i-want-to-help-young-students-deepen-their-love-for-learning-and-take-that-forward-with-them-as-a-lifelong-passion-and-desire-says-middle-grades-english-languag/

Comparte este contenido:

Internacional: Teacher’s Guide to Amnesty’s Human Rights Academy

Teacher’s Guide to Amnesty’s Human Rights Academy

Amnesty International’s online education portal, Amnesty Human Rights Academy, now offers a curated Teacher’s Guide aimed at educators of students aged 10 and up. Teachers can use this guide to supplement their lesson plans with online courses about human rights, each lasting from 20 minutes to a few hours. Some of the topics covered include an introduction to human rights, freedom of expression, and human rights defenders.

Flipping the classroom

Amnesty International has produced many resources for teachers before, including our Human Rights Friendly Schools framework and a wide range of other toolkits. The Teacher’s Guide, however, is our first global resource based on a flipped classroom approach. In a traditional model, students learn new information in the classroom and later apply that knowledge through homework. The flipped classroom reverses this: Students learn new information independently at home and later apply it through classroom exercises.

The flipped classroom approach isn’t always ideal, but it does have its benefits. Some students that struggle in a formal classroom environment do much better with online courses, where they can proceed at their own pace. Online courses on the Academy don’t require their undivided attention, and they don’t pressure students with time-limited tests. Flipped classrooms also often entail group discussions and joint exercises, so students have greater opportunity for input and participation, and their individual needs are more likely to be addressed. This can also be more stimulating for teachers, because instead of reciting information, they can actively and creatively engage and discuss with their students.

Of course, many teachers already do this, even if they don’t call their approach “flipped classroom”! But fewer are equipped to do this on the subject of human rights, unless it’s directly part of their curriculum. The Teacher’s Guide on the Amnesty Human Rights Academy aims to fill this gap by pointing teachers to our free learning resources on human rights that they can use for their own flipped classroom.

Teaching during a pandemic

The benefits of the flipped classroom approach are even more pronounced in the context of the COVID-19 pandemic. The current situation for schools varies from country to country, and even within countries. But one thing that teachers everywhere now face, in their own unique ways, is the need to adapt.

If a school is physically closed to students, and teachers need to rely on online resources to keep students engaged in learning, the Teacher’s Guide can form the basis of lesson plans for distance learning. Teachers can direct students to take an online course on their own, and later they can follow up with group discussions in a virtual classroom. Learning outcomes are listed at the beginning of each course, so teachers can determine if a course is suitable for their students and for their curriculum.

If your school is physically open to students, the guide is still just as relevant. Instead of taking the learning further in a virtual classroom, teachers can engage students through hands-on classroom activities.

The guide is useful beyond the scope of the pandemic, too. As we look into the future of education, we see necessary pivots and shifts. Online courses will continue to be one of many tools available to educators in all fields, allowing for structured learning regardless of location.

Using the Teacher’s Guide

Maybe you’re a social studies teacher covering indigenous peoples of your country—have your students take the short course on Indigenous Peoples’ Land Rights. If you have younger students and want to address the basics, have students take An Introduction to Human Rights. If your classes are now online and you’re concerned about students’ online safety, introduce them to Digital Security and Human Rights.

The guide is meant to be a starting point, a window into the Amnesty Human Rights Academy and what it can offer to educators interested in human rights. Teachers may find that, after exploring the Academy and the rest of the course catalog, they see other learning opportunities available to their students. Educators often find their own creative solutions!

Go to the Teacher’s Guide

Fuente de la Información: https://www.amnesty.org/en/latest/education/2020/09/teachers-guide-to-amnestys-human-rights-academy/

Comparte este contenido:
Page 9 of 13
1 7 8 9 10 11 13