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Juan Romeu: “Las redes sociales acercan la ortografía y la gramática a los estudiantes”

Por: Laura Roman.

Juan Romeu es lingüista y autor del libro ‘Ortografía para todos’. En él, y con el objetivo de acercar las reglas ortográficas a los alumnos, propone unirlas a los 118 elementos de la tabla periódica. Estas son las claves de esta particular unión.

Cofundador de la web ‘sinfaltas.com’, el lingüista Juan Romeu asesora y ayuda a resolver dudas lingüísticas. Su libro ‘Ortografía para todos’ es un manual ortográfico basado en la tabla periódica y con la que ha sido capaz de explicar cada una de las normas ortográficas del castellano. En esta entrevista desvela algunos trucos para mejorar la manera de escribir de los estudiantes y defiende las redes sociales como una herramienta beneficiosa para ello.

Pregunta: Es usted autor de una tabla periódica de la ortografía, en la que enlaza los elementos químicos con las reglas ortográficas. ¿Cómo establece la relación entre unos y otros?

Respuesta: Lo que hago en la tabla periódica de la ortografía es relacionar el símbolo de cada elemento con alguna cuestión ortográfica que tenga que ver con las letras que forman dicho símbolo. Así, por ejemplo, en el caso del helio, cuyo símbolo es He, se da una regla relacionada con la ‘h’. En concreto que se escribe  ‘He hecho menos que tú’, pero ‘Te echo de menos’. Y en el boro, con símbolo B, se explica que la b y la v se pronuncian igual en español. En la tabla se ofrecen estas pequeñas indicaciones y en el libro de ‘Ortografía para todos’ se desarrolla cada una en dos páginas.

P: ¿Cuáles son, a su juicio, las claves para que los estudiantes mejoren su ortografía?

R: Es muy importante que lean mucho intentando prestar atención a las palabras, pero más importante aún es que tengan cuidado a la hora de escribir. Si al hacerlo tratan de consultar cada duda que les surja buscando la palabra o expresión en el diccionario (el de la RAE, el panhispánico de dudas…), mejorarán ostensiblemente su ortografía. No hay que frustrarse por tener que mirar muchas veces algo: es normal que de repente dudemos sobre cómo se escribe una palabra que hemos escrito mil veces.

“El uso de los móviles no tiene por qué ser perjudicial para la salud ortográfica”

P: ¿Hay alguna metodología o técnica pedagógica que haga más sencilla la asimilación de las reglas ortográficas para el alumnado?

R: Como digo, lo importante es consultar cualquier duda que nos surja al leer y al escribir. Aun así, para memorizar mejor las reglas e, incluso, aprenderlas para siempre, hay distintos trucos y reglas mnemotécnicas que pueden ayudar. Además, si se entiende la razón de por qué existen determinadas reglas, es más fácil recordarlas. Para eso, en el libro explico cuestiones como por qué huérfano se escribe con ‘h’, pero orfanato no, o por qué hay que escribir bricolaje o tejer con ‘j’, pero ambages o coger con ‘g.

P:  Es cofundador del sitio web sinfaltas.com, un asesor lingüístico online. ¿Cuáles cree que son los errores ortográficos más comunes entre los estudiantes?

R: Aparte de las tildes, se falla mucho con clásicos como la ‘b’ y la ‘v’, la ‘g’ y la ‘j’ o la ‘h’. También con elementos que se pueden escribir en una o dos palabras, como ‘si no’ y ‘sino’, ‘por qué’ y ‘porqué’, o en pares como ‘de parte’ y ‘aparte’ o ‘a ver’ y ‘haber’. De la puntuación es mejor no hablar y mucho menos de otras cuestiones ortográficas más avanzadas, como las mayúsculas o la escritura de prefijos, símbolos y abreviaturas.

P: ¿Cree que influye el uso continuado de los dispositivos móviles en el nivel ortográfico de los más jóvenes?

R: El uso de los móviles no tiene por qué ser perjudicial para la salud ortográfica. Lo que pasa más bien es que, como se escribe mucho en ellas, se muestran más abiertamente las carencias ortográficas de cada uno. Pero precisamente el hecho de que escribamos más gracias al móvil puede servir para practicar todos los días.

ortografía
Kids spelling out words with alphabet blocks

Como decía, una de las claves para mejorar la ortografía es escribir. Y las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea como WhatsApp son las herramientas perfectas. Eso sí, para que ayuden a mejorar hay que esmerarse a la hora de escribir y buscar cualquier palabra o expresión con la que dudemos en lugar de escribirla de cualquier manera. Así pues, lejos de deteriorar la ortografía, el uso continuado del móvil puede llegar a ser beneficioso si se quiere.

P: ¿De qué forma pueden usarse las redes sociales para acercar la gramática y la ortografía al alumnado de cualquier edad?

R: Las redes sociales han demostrado ser una vía idónea para acercar las reglas de la gramática y la ortografía a los alumnos y a cualquier persona interesada. No hay más que ver la cantidad de preguntas que le llegan a la RAE por Twitter y a nosotros en SinFaltas. Las redes permiten informar de manera breve, rápida y atractiva, y ayudarnos así a consolidar los conocimientos. Pero además los nuevos medios facilitan la difusión de materiales como la tabla periódica de la ortografía y de otras muchas infografías que se publican. Si a esto le sumamos la cantidad de recursos lingüísticos gratuitos que tenemos a nuestro alcance en Internet, está claro que quien no escribe bien es porque no quiere.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/redes-sociales-son-adecuadas-acercar-ortografia-estudiantes/106852.html

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Entrevista a Víctor Cuevas. “El movimiento por el clima no es una moda, una moda es estudiar robótica. Esto es una necesidad social”

Europa/España/06-10-2019/Aturo: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: eldiariodelaeducacion.com

Por: Daniel Sánchez Caballero

Una parte del profesorado está muy preocupado por la crisis climática. Prueba de ello es la visita que hicieron hace unos días al Ministerio para entregar un programa completo de actividades para los centros educativos. Defienden así la vuelta de la educación ambiental al sistema educativo.

Víctor Cuevas ha conseguido hacer lo que todo profesional de la educación debe soñar: plantarse en el Ministerio y contarle a la ministra, Isabel Celaá, sus propuestas para mejorar el sector. Cuevas es orientador en el Centro de Educación Para Adultos (CEPA) Hermanos Correa, en Valdemoro (Madrid), pero acudió al Ministerio en calidad de miembro de la sección española de Teachers for Future (Profes por el futuro) junto a sus compañeras Miriam Leirós, impulsora del movimiento en España, e Isabel Rey. Esta agrupación de docentes contra el cambio climático, involucrada en las convocatorias de huelga Fridays for future, lamenta que se perdiera la educación ambiental en la escuela tras la LOGSE en favor de “otras cosas más pragmáticas”, y le pidieron a Celaá que la recupere de manera transversal a lo largo de todo el ciclo educativo. También cree que los pequeños gestos cuentan y alaba que los jóvenes se involucren en la lucha contra el cambio climático.

¿Cómo fue en el Ministerio?

Le llevamos a la ministra un programa educativo para abordar el cambio climático. El programa se llama 28.000 por el clima, que es el número de centros no universitarios que hay y nuestro objetivo es que llegue a todos.

También nos hemos reunido con el Ministerio de Transición Ecológica. A la ministra Celaá le pedimos que la educación ambiental recupere el peso que tenía antes de la LOGSE y que se perdió, de manera que sea un contenido transversal del currículo. No pensamos que una asignatura específica sea válida para abordar el tema. Acaba de terminar la cumbre en Nueva York y ya estamos viendo en las noticias que la situación puede ser irreversible en los océanos. Los docentes tenemos que ser responsables con los alumnos que van a vivir aquí. Necesitamos naturalizar el currículum y que los alumnos sepan habitar un planeta con un estado distinto al que habitamos ahora. Queremos abarcar todas las etapas, que se hagan actividades concretas en todas, que exista un plan de sostenibilidad con un coordinador, igual que hay un plan de convivencia. Queremos implementar programas de residuos cero en los recreos. No programas de reciclaje, sino de no generar residuos. También queremos recuperar el contacto con la naturaleza más cercana, comprenderla para aprender a cuidarla. Estamos hablando igualmente de un programa llamado Camino Seguro. Queremos que el Ministerio lo lleve a los ayuntamientos para que los alumnos vayan andando o en bicicleta al colegio. Es un programa europeo, pero en España vamos muy retrasados respecto a Europa.

Somos conscientes de que el Ministerio no tiene competencias, pero puede convocar a las comunidades autónomas para ver cómo se implementa el plan de sostenibilidad en los centros. La ministra también nos aseguró que comparten esta preocupación por el currículum ambiental y que incorporarían los contenidos ecosociales en los decretos cuando hagan los currículos.

¿Qué pueden aportar los colegios e institutos a este movimiento por el clima?

Queremos apoyar la huelga simbólica en los centros el próximo viernes haciendo parones o vistiendo de verde para reivindicar ante la sociedad que la emergencia climática está aquí y no podemos permanecer impasibles. Esta parte de apoyo también es muy importante para nosotros. ¿Cómo hacemos con los alumnos de diez años que empiezan a tener esta preocupación? Tenemos que apoyarlos. Estamos promoviendo también que los centros educativos hagan una declaración de emergencia climática con el objetivo de que tomemos medidas, no solo desde el punto de vista educativo sino también de gestión de los centros. Gestionemos de manera eficiente: el gasto de papel, de plástico, de materiales de un solo uso. Es una forma también de involucrar a las familias, a la comunidad cercana, y vamos haciendo un papel de difusión de una educación ambiental hacia fuera del centro.

En el caso de Residuos cero, no generar residuos, el éxito es brutal allí donde se está realizando. Los niños están volviendo a casa a concienciar a sus familias. Pero nos damos cuenta de que reciclar no es suficiente, hay que reducir. Todo esto hay que llevarlo a la práctica en los residuos que generamos, en el agua que gastamos o las luces que encendemos. Estamos concienciados ante un problema que es global y tenemos que dar una respuesta desde cada centro con una mirada global. Cientos de ellos se están uniendo a esta iniciativa de semana por el clima, se están apuntando a Residuos cero, en definitiva a poner en el centro de los colegios la agenda climática. Igual que hay otros problemas sociales a los que no somos ajenos, como la diversidad o la violencia machista, este también es un problema de calado, nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos, hijas.
Algunos miembros de Teachers for Future se reunieron hace unos días con la ministra Isabel Celaá. Fotografía: Ministerio de Educación y FP

¿Le habéis hecho al Ministerio propuestas concretas o de un currículum?

Hemos hecho este año unas propuestas concretas llamadas 28.000 por el clima, con actividades todos los meses, pero no hemos hecho un currículum de educación ambiental. Hay colectivos que están en ello, por ejemplo, la Fuhem tiene muy avanzada una propuesta de currículo ecosocial. Nosotros no hemos llegado ahí, lo que hacemos más es aportar prácticas más que el desarrollo curricular. Pero en la propuesta de actividades para todo el curso sí que proponemos cosas. En el blog El Guiño Verde, de profesores, se pueden ver experiencias de educación ambiental. Por ejemplo, hemos hecho un hotel de insectos o cómo se trabaja una compostera. Hacemos más cosas desde la práctica. Tenemos otra actividad con un documental, Before the flood, que estamos poniendo en los centros educativos para alumnos a partir de 5º o 6º de Primaria, para verlo y después reflexionar. Para los más pequeños hay que hacer cosas más vivenciales. Estos documentales se pueden ver en casa, sí. Pero en la escuela está mediado, propones una reflexión y una acción posterior.

Un alumno de diez años, ¿entiende la complejidad del cambio climático?

Lo entiende. Están impactados por las imágenes de los osos polares famélicos, de los océanos llenos de plástico o por las imágenes de las inundaciones. En cuanto les das cuatro claves empiezan a interpretar. Empiezan enseguida a decir: “Aquí está habiendo un problema”. Les pedimos que le pregunten a sus abuelos cómo era la temperatura antes, cuándo nevaba en el pueblo o cómo son los veranos en Madrid y cómo eran. El concepto global abstracto es más difícil de entender, pero con diez años van construyendo una imagen mucho más amplia de un fenómeno global y algo más abstracto. Si hablamos de cambio climático alguien lo puede confundir con que haga más calor o que llueva, pero hablamos de otras cosas.

¿Cree que este movimiento va a tener recorrido o teméis que pueda ser una moda que se desinfle?

Creo que va a ir más porque responde a una necesidad social. Estamos ante un problema global y social. Greta Thunberg [la adolescente sueca que se ha convertido en el rostro de las protestas por el cambio climático] es un símbolo, pero hay muchos intereses para que se hable de Greta y no de lo que está ocurriendo. Creo que no es una moda, una moda es hablar de otras cosas. Cuando hablamos de una circunstancias que está afectando a nivel planetario no puede ser una moda. Nuestro reto es ser capaces de cambiar la sostenibilidad de la escuela desde la escuela y cambiar los contenidos relacionados con la sostenibilidad ambiental a nuestra práctica diaria. Una moda es estudiar robótica. ¿Por qué hay que estudiar robótica? ¿Vamos a ser todos programadores? Nosotros no hablamos de una asignatura, hablamos de cuestiones globales. Desde la escuela vamos a ayudar a que los políticos tomen medidas que no han tomado. Hablamos de lo mencionado: gestionar mejor los centros educativos, reducir residuos, que el vehículo privado no sea el elemento principal para llevar a los niños. Esto no es el punto de llegada, es el punto de partida. Lo que puede ser una moda es que haya discursos que se acerquen más o menos a las ideas climáticas. Lo que no es ninguna moda es que necesitamos que todas las personas entiendan que así no llegamos a ningún lado y tenemos que hacer algo.

¿Cuánta parte de responsabilidad tenemos los individuos en esto? En ciertos sectores hay escepticismo con la utilidad de estos movimientos porque la mayor parte de la contaminación la producen organizaciones como las grandes empresas o los ejércitos y no los individuos.

Nosotros decimos que cada decisión personal cuenta. Una merienda con un papel de plata menos hace mucho por el planeta. Si se hace en 28.000 centros… Si conseguimos que los ayuntamientos empiecen a creerse que a las escuelas se va andando… Cada gesto cuenta, y con nuestros gestos demandamos propuestas políticas. Aunque haya una huelga simbólica este viernes no se trata de la huelga en sí, pedimos medidas efectivas contra el cambio climático. Nosotros no podemos legislar sobre combustibles fósiles, claro, pero estamos llamando la atención sobre un problema. Como cada detalle cuenta, empezamos nosotros y, además, exigimos a los políticos y hacemos un llamamiento social para que haya cambios. La huelga mundial del viernes 27 la hacemos más de 300 organizaciones, no somos solo los profesores. Hace falta una respuesta individual y colectiva. Tengo la sensación de que en no mucho tiempo las empresas y cualquier organización van a tener que plantearse un plan de sostenibilidad, cómo reducir y cómo tener un menor impacto en el planeta.

Has mencionado que la educación ambiental desapareció del currículum tras la LOGSE. ¿Qué pasó?

La educación ambiental era uno de los ejes de la LOGSE. Era transversal y se desarrollaba, en teoría, diseminado por las distintas áreas. Tras la LOGSE se perdió. En los últimos años, también por la visión tan neoliberal de las leyes educativas, se ha buscado algo más pragmático. Vamos a los estándares de aprendizaje y lo que no se puede medir no existe. La educación ambiental tiene un componente de valores muy importante: de compromiso, de cuidado, de conocimiento… cosas que no son evaluables. Si haces una plantación de árboles con tus alumnos no se evalúa. Estas cosas no medibles no interesaban. La educación ambiental debe estar en todos los ámbitos de la sociedad, pero en la escuela los docentes debemos asumirlo. También le decimos a la ministra que para hacer educación ambiental necesitamos formarnos. El papel lo aguanta todo y si mañana sale una ley que dice que la educación ambiental es un eje básico del currículum, estaremos igual si no nos hemos formado. No pretendemos una asignatura específica, sino que en todas las etapas lo ambiental está presente, igual que no hay dudas de que todo el mundo tenga que saber inglés. Un alumno puede estar toda la vida en el sistema educativo sin tener ni idea del impacto sobre los recursos del planeta, de reciclar, etc. Y en un país sin recursos tan importante es saber inglés como tener nociones ambientales.

¿Os da miedo que si entra un gobierno con otras sensibilidades e intereses se caigan este interés del Ministerio?

Si de las urnas en noviembre sale un Gobierno que no tiene en la agenda el cambio climático nos da igual. Vamos a ir a hablar con ellos y decirles lo mismo que al Gobierno en funciones: esto no es un tema de moda y nos afecta a todos. Nosotros seguiremos reivindicando y haciendo cosas en la escuela. Si no tenemos el apoyo del Ministerio no va a ser nuestro problema. Será el Ministerio el que responda ante la sociedad del tipo de escuela que tenemos y de ciudadanos que estamos formando. Es imposible que en el SXXI, cuando anteayer se dijo en la cumbre de Nueva York que estamos en una situación crítica, el partido que sea diga que esto no está en la agenda. No es porque lo diga Teachers, lo dicen los científicos. Hay que actuar. Y nuestra manera de actuar es desde la educación. Lo dice la ONU: la educación es clave, para cambiar hábitos tenemos que educar.

Greta Thunberg ha recibido ciertas críticas, quizá no tanto ella personalmente como el hecho de que una adolescente de 16 años esté siendo el rostro visible de esta protesta. ¿Qué opinión te merece la situación? ¿Es adecuado que lo sea?

Que sea una adolescente la que pone cara y lidera un movimiento global indica que otras organizaciones y los políticos no están actuando correctamente. Que vengan adolescentes y nos digan a los mayores que les estamos negando el futuro nos tiene que hacer pensar. Si yo soy negacionista del cambio climático puedo buscar aristas y criticar que haya venido en un barco que ha pagado no sé quién. Son argumentos tangenciales para negar el problema mayor y no abordarlo. La realidad es que el cambio climático no es actual. Al Gore lo reivindicó de otra manera y el efecto fue ninguno. Los menores son conscientes de que esto va mal. Nos dicen que les robamos el futuro y que también tienen derecho a ello. Me parece vergonzoso que haya gente que hable de forma despectiva de Greta por ser Asperger o criticando que no esté yendo a clase. Estamos matando al mensajero, pero el problema está ahí. Y respetamos y apoyamos que alguien de fuera del estatus, una chica adolescente de Suecia, sea consciente de la problemática mundial y haga que la gente quiera moverse. Nos quejamos de que la juventud no se mueva, pues aquí están. Me gusta que alguien joven esté llevando la bandera del movimiento. Nosotros solo estamos recogiendo el guante.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/09/26/el-movimiento-por-el-clima-no-es-una-moda-una-moda-es-estudiar-robotica-esto-es-una-necesidad-social/

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Entrevista a Juan Antonio Ortega: “Tenemos que recuperar la calle para los niños”

Por: Daniel Sánchez Caballero

Director del departamento de Pediatría Medioambiental en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia:

“Las cosas pequeñas importan”. Juan Antonio Ortega, director del departamento de Pediatría Medioambiental en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, repite la frase varias veces a lo largo de la entrevista. En este caso, este pediatra se refiere a un gesto tan pequeño como ir andando al colegio para combatir un doble problema: la generalizada obesidad infantil (“globesidad”, la llama) y los altos índices de contaminación en las ciudades. Para ello, el Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría que él coordina se ha volcado, junto a otras organizaciones, en la propuesta Caminando al cole, con la que pretenden recuperar esa costumbre tan habitual antes y tan escasa ahora de ir el colegio andando o en bici. El documento, que se presentará en forma de Proposición No de Ley (PNL) para una hipotética aprobación en el Congreso, alerta sobre las consecuencias negativas de las hileras de vehículos acudiendo en los colegios, tanto para los propios menores como para las ciudades y el medioambiente.

Vamos a fijar el marco primero. ¿Qué es la pediatría ambiental?

Constituye un área del conocimiento dentro de la pediatría dedicada a comprender, manejar, evaluar los factores de riesgo de salud ambiental en la salud de los niños. Es un área clínica que incorpora una mirada nueva a las enfermedades, muchas de ellas ambientalmente relacionadas. Hay pocas áreas así en el mundo, pero constituye unos de los desafíos de la Organización Mundial de la Salud más importantes para la infancia y la UE insta al desarrollo de unidades clínicas de este tipo. En un futuro, gran parte de las tareas de los profesionales será asesorar sobre la salud de las personas. La salud medioambiental viene a cambiar de plano la forma estructural en que se organizan los sistemas sanitarios. Hay un pool de enfermedades ambientalmente relacionadas que señala la UE: las enfermedades respiratorias, asma, trastornos endocrinos y del desarrollo sexual en los niños, cáncer infantil… hay una creciente conciencia social, cada vez más padres y madres preguntan si tal o cual cosa puede afectar a su hijo. Cada vez hay una mayor conciencia social sobre medioambiente y enfermedad. Es mucho lo que las familias y los enfermos pueden hacer para mejorar su calidad de vida y su salud sin necesidad de pensar en lo grande, haciendo pequeñas cosas.

¿Cuál es el objetivo de su propuesta ‘Caminando al cole’?

Tenemos un problema en España de obesidad infantil, y llevamos 25 años aplicando el mismo método para combatirla: “Vete al médico, que te dará las pautas”. Los resultados indican que a lo mejor no se están dando los resultados esperados. Y seguimos igual. Necesitamos innovar, explorar nuevas vías. Las cosas pequeñas importan. ‘Caminando al cole’ constituye un acercamiento para abordar un problema global de obesidad que tienen nuestras ciudades con una mirada nueva. Hacemos un llamamiento a la participación en la comunidad y en el barrio. Les pedimos a los pediatras de atención primaria que participen en los proyectos de su ciudad, que contribuyan con su conocimiento. ‘Caminando al cole’ es un cambio importante, porque lanza mensajes a las familias, barrios y ciudades. Creo que se va a colocar en dos estrategias importantísimas: el control y prevención de la obesidad infantil y de la contaminación atmosférica urbana. A todos nos vienen a la cabeza los atascos que se montan en los entornos escolares. Conseguir que las escuelas tengan entornos saludables es clave también. Esta PNL viene a reclamar esta necesidad de construir entornos saludables en su espacio natural, donde juegan y pasan 40 horas a la semana.

¿Cómo de importante es el problema de obesidad del que habla?

Hasta un 40% de los niños en edad escolar tiene exceso de peso. Es un disparate, es una bomba de relojería en el tiempo. La obesidad relaciona con enfermedades crónicas, cardiovasculares, respiratorias, neurológicas, el 8% de los cánceres de la vida adulta se asocian al exceso de peso…

¿Puede tener que ver también con que no se ven ya niños jugando en la calle, aparte de ir caminando al colegio?

Se ha perdido barrio, se ha perdido calle. Los niños cada vez pasan más tiempo en espacios cerrados. Cuando un padre te dice que el niño está jugando todos pensamos que está en la habitación con un par de pantallas. Hace unos años el pensamiento habría sido que está jugando al balón en la calle. La calle se ha perdido como un espacio de recreo, socialización y juego para la infancia. Tenemos que recuperar la calle para los niños. Trabajar para la peatonalización de las ciudades, la horizontalización, abrir espacios para que la gente camine, crear espacios públicos donde los niños puedan pisar la tierra y abrazar los árboles. Necesitamos conectar a los niños con la naturaleza y crear entornos más saludables.

Se dice en la PNL que los padres empezaron a llevar a sus hijos en coche al colegio por una sensación de inseguridad indefinida. Pero se ha dado la paradoja de que para evitar un riesgo difuso se ha creado un riesgo concreto: más contaminación en los entornos escolares y más posibilidades de accidentes/atropellos.

En el piloto que hemos hecho, uno de los elementos que explorábamos era si las familias consideraban seguro ir al colegio y por qué. Intentamos explorar la explicación, si no lo consideraban seguro por qué era. Antes había una serie de elementos clave para que los críos fueran andando al colegio. Influía la cultura, el diseño urbano y, lo que más, era la distancia del hogar al colegio. También la edad del crío. En los menores de 7-8 años los padres consideraban que podían andar unos 800 metros. A partir de los 10 años, 1,8 kms aproximadamente. Las familias piensan en la distancia a la hora de valorar ir andando al colegio. La percepción de que el barrio es seguro es importante, con un máximo de dos kilómetros de distancia. Los colegios también podían hacer mucho. En las comunidades escolares que habían desarrollado materiales y habían hecho algo de campaña esos niños caminaban más, los centros con más aparcabicis también utilizaban más la movilidad activa. En los municipios donde los guardias estaban en los cruces, también.

Supongo que existe una relación directa entre el tamaño del municipio y cuántos niños van andando al colegio. ¿O es una cuestión de distancia al colegio, más allá del tamaño del núcleo?

En los municipios más pequeños es más fácil implementar estos proyectos. ‘Caminando al cole’ va vinculado también a un proyecto de barrio, es recuperar la comunidad de vecinos del barrio. No es solo acompañar a los hijos andando, se crean experiencias. Hemos visto proyectos en los que los padres se rotaban. También le damos utilidad a los abuelos, que a las 8.10 estaban preparados para llevar a sus nietos y otros niños al colegio. Esto también crea vínculos entre los pequeños y los mayores. Al final de algunos procesos hemos visto cómo los más mayores cuidaban de los más pequeños. La experiencia en valores es muy positiva. Construye vínculos, barrio, incorpora a los ancianos a una ciudad más viva y saludable. También influye en la obesidad infantil y en la calidad del aire. Pusimos en un centro un medidor de calidad de aire y se venían abajo los niveles en las horas puntas. Alcanzaba los 70 ppm de materia particulada. El proyecto ‘Caminando al cole’ redujo la presencia de estas sustancias a ocho veces menos. Se nota mucho y es un proyecto comunitario, no son solo las AMPA. Implica rediseñar las ciudades, que adultos y pequeños podamos ir seguros por nuestras ciudades, coger la bici, recuperar barrios que nunca debimos perder. Estoy convencido de que los alcaldes son auténticos ministros de salud pública, pero algunos no lo saben aún. Tienen competencias para mejorar el diseño urbano de las ciudades y para construir barrios y ciudades saludables.

En el texto habláis de la “amenaza invisible” de la contaminación. ¿Minimizamos los riesgos que presenta?

Es muy importante. La contaminación del aire constituye una de las mayores amenazas para la salud. Y una de las más descuidadas en las últimas décadas. Su impacto es enorme. Un 20% de las muertes por riesgo cardiovascular de la infancia se asocia a la contaminación del aire. Es mucho. La comunidad científica lo tiene claro, cada vez más observamos la necesidad urgente de mejorar la contaminación atmosférica urbana. La buena noticia es doble: todos los efectos son 100% prevenibles y ya hay experiencias positivas en ciudades, como prohibición del tráfico más pesado o el cierre de vías para crear entornos más saludables. Es una excelente noticia para implementar que haya modelos. Quizá haya sido de lo más descuidado en los últimos años, pero la evidencia lo sitúa en el eje central.

¿Se puede actuar sobre la contaminación localizada en un punto concreto como un colegio?

La contaminación atmosférica no es invisible, aunque hayan intentado hacérnoslo creer desde hace años. Una de las características es que cuánto más cerca estés del foco, las probabilidades de exposición son mayores y la concentración de contaminantes es mayor, aunque pueda influir el viento, etc. Tenemos colegios construidos con aglomeraciones o construidos al lado de un autovía. En estas cosas también se ve el entorno urbano. ¿Están los colegios en un lugar seguro? ¿Está en una avenida o rambla? ¿Está junto a un lugar de alto tráfico? Esto es clave, es la pregunta que hay que hacerse. Hace 50 años, la escuela estaba en el centro de las ciudades, en el corazón. Hemos ido viendo cómo ese urbanismo descontrolado desplazaba a los niños hacia las periferias y zonas inseguras a veces, con avenidas, autopistas, lugares donde la presión del tráfico es tremenda. Hablamos de caminar al cole, pero aún hay colegios con barracones, y esto ocurre porque los niños no votan y nosotros decidimos por ellos. Oímos a padres quejarse de escuelas con amianto, barracones, patios a veces inseguros, niños soportando temperaturas increíbles en las aulas, algo impensable para los adultos. Además, esto influye en su rendimiento posterior. Hablamos de niños que pasan 40 horas en la escuela y carecen de medio regulador dedicado a la protección de la salud medioambiental escolar. Es la salud laboral de la infancia, entiéndase. Esto va a ser uno de los desafíos más importantes de los próximos años, la salud medioambiental escolar.

¿Las familias son conscientes de esto?

Creo que se piensa poco. Los niños no votan, luego son invisibles. Y la escuela tiene el paradigma de espacio mágico, pero creo que el tejido social en España está poco organizado para proteger la salud ambiental escolar, aunque hay una creciente conciencia social de esa relación entre la salud de los niños y el medio ambiente escolar. Pero necesitamos avanzar en la cristalización activa de esa sociedad que haga valer los derechos para proteger la salud de la infancia en el entorno escolar.

¿Han hablado con los partidos?

Se les ha hecho llegar a distintos activos dentro de la política y tendrán que hacer un ejercicio de reflexión importante. Es una oportunidad extraordinaria para que piensen un poco. Pero nos falta una cultura política para entender que hablamos del futuro de la nación. A los políticos les pedimos algo muy importante. El 90% del peso cerebral que tenemos todos como individuos se construye en la primera década de vida. Cuando hablo de peso cerebral hablo de la inteligencia individual o las matemáticas, pero también la inteligencia colectiva, al emprendimiento, a cómo nos relacionamos con los demás. Pues desarrollar a estos individuos construyendo entornos más saludables en su medio natural, la escuela, es una prioridad. Esto trasciende de forma horizontal a todos los partidos, deberían defenderlo como a sus propios hijos. Recuperar entornos y barrios saludables, el diseño de las ciudades, potenciar que los niños vayan andando, activen sus neuronas desde primera hora de la mañana, contribuyan a que el aire sea más limpio, que las escuelas sean más cercanas a donde viven los chavales.

¿Pero sabéis qué opinan?

A nivel individual todos lo reciben como algo que hay que hacer. Hay gente comprometida porque esto trasciende a la filiación política porque es hacer barrio, es algo cercano. Hay comunidades interesadas en sacar esto. Creo que los municipios van a ser clave. Y los padres y madres. A los pediatras, animarles a que participen en la comunidad, salgan a aportar el conocimiento científico. Queremos ver a través de una serie de cuestionarios online cómo disminuye el perímetro abdominal de los niños. Dos tercios de la actividad diaria recomendada (2 kms andando) lo harían con esto. Sabemos que en la obesidad el impacto puede ser importante. Las cosas pequeñas importan, sobre todo sin son diarias. Diez meses de escuela son 400 kilómetros al año andando. Esto se va a notar en el diámetro abdominal y en la calidad del aire. También repensar el diseño urbano, la ubicación de las escuelas que comentábamos antes.

Ha hecho mención dos veces un poco de pasada a que ir andando al colegio mejoraría el rendimiento académico. ¿Cómo?

En el documento que hemos revisado hay trabajos científicos que asocian mejoras en el rendimiento cognitivo y los resultados académicos. Es lógico. Cuando movemos el corazón, el sistema, el oxígeno, activamos el riego cerebral. Los estudios muestran cómo los niños que van andando al cole mejoran sus resultados académicos, su rendimiento, su autoestima, aumenta el sentido de pertenencia. También disminuye la ansiedad, mejora la atención, ahora que hay niños con tanta actividad hiperactiva. Les hace centrarse más. Las cosas pequeñas importan, este es un desafío extraordinario.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/09/20/tenemos-que-recuperar-la-calle-para-los-ninos/

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“La sostenibilidad debería enseñarse como una asignatura más”

Por: Educación 3.0.

Ally Vispo es escritora, divulgadora y uno de los principales referentes del movimiento Zero Waste en España; una filosofía de vida que defiende el ‘residuo cero’ o la reducción máxima de la cantidad de basura que generamos los seres humanos en los hogares. Acaba de publicar ‘Zero Waste para salvar el mundo’, una guía ilustrada en la que aporta algunas claves para conseguirlo. ¿Cómo puede trasladarse al aula? ¿Debería enseñarse la sostenibilidad como una asignatura más? ¿Por qué es importante educar en el respeto al medioambiente desde la infancia? Responde en esta entrevista.

Pregunta: ¿Qué significa llevar un estilo de vida sostenible?

Respuesta: Para mí, significa hacer todo lo que puedes en tu día a día por tomar las mejores decisiones de consumo y estilo de vida, mientras luchamos por crear un sistema más respetuoso con el medioambiente, los animales y las personas. Se trata, desde mi punto de vista, de combinar las acciones individuales diarias con la responsabilidad que todos y todas tenemos de exigir a las instituciones los cambios necesarios.

P: ¿Por qué considera importante concienciar desde edades tempranas sobre ello?

R: Si se hubiera invertido en educación y concienciación desde siempre, no habríamos llegado a este punto. Tenemos poco tiempo para evitar una catástrofe climática y esto ha ocurrido porque todos y todas lo hemos permitido; en mayor parte, porque no estábamos informados ni concienciados sobre el tema (yo incluida). Cuando educamos desde edades tempranas, estamos creando personas responsables, cívicas, éticas, concienciadas y compasivas, y un mundo lleno de personas así no puede ir mal.

Conciencia ecológica

P: ¿Cómo se puede concienciar desde los coles a generar menos basura o fomentar una conciencia ecológica?

R: Para empezar creo que la sostenibilidad debería incluirse de alguna forma, ya sea como asignatura individual o como parte del temario, porque es algo igualmente (o más) importante que muchas cosas que nos enseñan. Es, literalmente, de importancia vital. Hablar a los estudiantes de cómo funciona el mundo, cómo pueden realizar acciones divertidas que pueden ayudar al planeta, y cómo pueden crear un mundo mejor, les enseña el valor de la responsabilidad y a entender que tienen el poder de crear un mundo mejor para todos y todas.

P: Movimientos como el iniciado por Greta Thunberg nos ha hecho darnos cuenta de la importancia de cuidar el planeta de cara a las futuras generaciones pero, ¿qué podemos hacer para combatir el cambio climático desde las aulas?

R: Sobre todo, los docentes tienen la responsabilidad de enseñar e inculcar unos ciertos valores y actitudes necesarios a sus alumnos (e idealmente, involucrar a los padres también) para que sean conscientes de que somos, al mismo tiempo, el problema y la solución a la situación medioambiental en la que nos encontramos. Informar a las familias sobre la importancia de reducir la utilización del plástico de un solo uso, de la alimentación libre de productos animales y de las acciones individuales diarias que son posibles, al mismo tiempo que les animamos a alzar la voz frente a las instituciones para exigir lo que creen correcto. De hecho, me escriben muchos profesores y profesoras enseñándome proyectos que están intentando integrar en sus clases y colegios. Me da mucha esperanza.

P: ¿Y desde casa?

R: Desde casa podemos tomar acciones individuales muy sencillas, como evitar el plástico de un solo uso comprando a granel, llevando nuestras propias bolsas reutilizables al supermercado, con una alimentación libre de productos animales (podemos reducir nuestro impacto medioambiental hasta en un 73% llevando este tipo de dieta), utilizando transporte público, reduciendo el consumismo y dando nuestro dinero a empresas que comparten nuestros mismos valores.

Pero, sobre todo, me gusta recalcar que las acciones individuales deben combinarse con una exigencia a las instituciones de que tomen las medidas pertinentes para cambiar el sistema, ya que son los únicos que pueden hacerlo. Esto puede hacerse concienciando, informando, dando ejemplo, escribiendo correos y realizando llamadas.

P: ¿Qué supone la filosofía Zero Waste?

R: Me gusta siempre recalcar que el ‘Zero Waste’ o ‘Residuo Cero’ es simplemente un concepto. Es imposible no crear ningún tipo de residuo, y mucho menos, en el actual sistema que se centra alrededor de la conveniencia, el beneficio y el usar y tirar. Se trata simplemente de vivir con consciencia y hacer lo que podemos en cada situación, sin aspirar a ser perfectos (ya que es imposible), pero al mismo tiempo tomando acciones constantes para reducir nuestro impacto medioambiental. El residuo va mucho más allá del plástico.

P: En su libro ofrece trucos y consejos sencillos para poner en práctica en todos los ámbitos del día a día. ¿Qué medidas considera imprescindibles en el entorno educativo?

R: La verdad es que creo que algo interactivo, como aplicaciones, juegos o incluso programas de televisión aptos para todas las edades, sería muy útil para todo el mundo, pero sobre todo para las aulas. Debería crearse algo así cuanto antes.

“la empatía está directamente relacionada con las actitudes respetuosas con el medioambiente”

P: ¿Están conectadas la educación emocional con el reciclaje y el estilo de vida saludable?

R: Considero que la empatía está directamente relacionada con las actitudes respetuosas con el medioambiente. Cuando educamos a nuestros hijos en la empatía, son capaces de ver cómo sus acciones siempre tienen un efecto en las demás personas, los animales y la naturaleza, les enseñamos a ver el mundo desde la perspectiva y los ojos de otros seres vivientes, y a darse cuenta de que tienen la responsabilidad moral de tratar a este planeta con respeto. Cuando crías desde la empatía, creas mentes maravillosas y responsables que solo pueden crear un mundo mejor.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/sostenibilidad-asignatura-mas/114990.html

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Paula FAinsod: “La educación sexual les va a permitir tener herramientas para decidir”

Por: Violeta Rivas y César Jiménez.

 

La experta argentina explica que la Educación Integral de la Sexualidad gira más allá de la genitalidad, así como la importancia de esta enseñanza desde el nivel inicial educativo a los derechos permitidos y cómo deben ser respetados.

En marco del congreso sobre “Educación Integral de la Sexualidad: un derecho humano”, la directora del diplomado Educación Sexual Integral de la Universidad de Buenos Aires en Argentina, Paula Fainsod, visitó el país para dar una ponencia sobre la Educación Integral en Sexualidad (EIS) y compartir la experiencia en cómo esto se ha implementado en otros países.

Hace énfasis en la importancia de la información, pero en especial de la formación que se debe dar a las niñas y adolescentes para que puedan evitar cualquier tipo de violaciones en sus derechos.

¿Qué es la Educación Integral en Sexualidad?
Es una propuesta pedagógica que se plasma en distintos países con políticas públicas vinculadas al campo educativo y propone generar un espacio en los centros educativos desde el nivel inicial hasta en los lugares de formación docente donde se puedan trabajar distintos contenidos que propician, fundamentalmente, la toma de decisiones autónomas en relación a la sexualidad.

Lo que propone la educación sexual es, a través de distintos contenidos, la revisión de lo que se vienen desarrollando en las escuelas.

Propicia una mirada de la sexualidad que no remite sólo a lo biológico, sino que dar cuenta que la sexualidad tiene una dimensión psicológica, social, cultural vinculada a las emociones, derechos y que todo eso debe ser abordado en las instituciones educativas para poder generar una sexualidad más plena, responsable y libre de violencia.

¿Cuáles son los contenidos que se están abordando hasta el momento?
La EIS propone una serie de contenidos específicos para cada uno de los niveles educativos. Por ejemplo en mi país (Argentina) se plantean cinco ejes de trabajo que tienen que ver con el cuidado del propio cuerpo, cuidado de la salud, respeto a las diversidades, el poder pensar con una perspectiva de equidad de género.
Por ejemplo, a nivel inicial se trabaja que cada niño y niña pueda conocer su corporalidad, a qué refiere la intimidad, cómo poder construir desde la educación sexual una subjetividad en los niños en la que ellos puedan poner límites ante situaciones que no quieren que les sucedan.

De alguna manera lo que se trabaja desde los niveles iniciales hasta la educación superior va generando distintos contenidos que refieren a como poder pensar en las diferentes dimensiones de la sexualidad que abarca una pluralidad de contenidos muy significativas.

En nivel primario es cuando se enseña historia y qué nos enseñan: ¿Hay mujeres en esa historia? ¿Qué mujeres científicas nos muestran? ¿Qué mirada en torno a las ciencias enseñan?
Todas esas preguntas que desde la EIS habilitan a pensar los estereotipos de género, los mandatos que están presentes en nuestra sociedad y que luego conllevan situaciones de desigualdad y violencia entre los géneros.

¿Cómo se van estableciendo estos contenidos? ¿Quién y cómo los definen?

En Argentina hay una ley nacional de EIS… fue sancionada en el 2006 y en uno de sus artículos establece que se deben definir lineamientos curriculares, que fueron definidos por un consejo federal de la educación con representantes de los ministros de las distintas provincias, organizaciones de la sociedad civil, investigadores y de distintas instituciones.

Tengo entendido que acá, en El Salvador, hay un desarrollo vinculado a la EIS y es importante que estos instrumentos se pongan en acción… Son los elementos que permiten a los docentes generar estrategias en sus aulas para generar desde las escuelas espacios donde los niños y las niñas sientan la posibilidad de expresar lo que les pasa, lo que sienten, sus problemáticas.

Eso genera un clima de confianza para los niños y a partir de ahí se despliega la posibilidad que tiene la escuela no solamente de trabajar contenidos vinculados al EIS, sino que junto a otras instituciones puedan desplegar estrategias para la protección integral de los derechos de los niños y adolescentes.

¿Cómo hacer llegar todo este tipo de contenidos a las niñas embarazadas que interrumpen su educación?
Cuando pensamos en los embarazos y maternidades adolescentes nos preocupa cuando esa situación se vincula a una cuestión no planificada y conlleva a diferentes dificultades en sus vida.

Es importante pensar que la educación sexual les va permitir a ellas tener herramientas para tomar mayores decisiones, pero esto no depende de que tengan mucha información sino que se construyan relaciones más igualitarias donde un varón no abuse de esas niñas.

Es fundamental que las niñas y adolescentes puedan contar con un espacio donde puedan acceder a esa información, y no solo eso, también a una educación que les permita pensar en su propia sexualidad y corporalidad, pero los embarazos y las maternidades adolescentes y en niñas frecuentemente se vinculan a situaciones de violencia.

También el sistema educativo debería de contar con espacios que las empoderen para tomar decisiones autónomas y decir que no.

Además educar a los niños para poder tener información y formación que ponga en tensión el mandato de violencia y agresividad en los varones y eso la EIS lo potencia.

Es muy importante desde la EIS pensar en la integralidad de la sexualidad, pero también en la necesidad de una política integral que entienda que el trabajo debe ser en la escuela con las niñas, los niños, las adolescentes; en la capacitación de los docentes; en el trabajo con las familias; en el trabajo con otras instituciones de distintos sectores para garantizar derechos; en el trabajo con las organizaciones sociales de la sociedad civil que tienen muchos recorridos y también pueden aportar a repensar estas cuestiones. Todo eso hace también a una mirada integral de una política en EIS.

Los niños están viendo parejas del mismo sexo. ¿Cómo le explico eso a ellos?

La UNFPA (El Fondo de Población de las Naciones Unidas) es un organismo internacional que participó del congreso y comentaba que la educación sexual no se puede pensar sin una perspectiva de género, esto implica el respeto a las distintas experiencias vinculadas a la sexualidad.

Esto no quiere decir que la escuela promueva la diversidad sexual, de ninguna manera. Lo que hace es generar un espacio donde se pueda construir una mirada respetuosa de las decisiones de cada quien y que sean tomadas autónomamente.

Lo que la educación sexual propone es que hay distintas formas de vivir la sexualidad… Lo importante es que podamos construir una sociedad que respete la diversidad en esas elecciones.

Yo tengo hijos y para ellos quiero determinadas cosas y tengo el derecho de quererlas en el marco de la familia. Igualmente mis hijos son sujetos de derechos y pueden decidir algo que yo no quiera para ellos, pero tengo que respetarlos como sujetos de derechos.

Los niños y las niñas no son de nadie, son sujetos de derechos y nosotros debemos responsabilizarnos como adultos en acompañarlos para que tengan una vida lo más plena, libre y saludable posible, pero respetando su autonomía.

Una cosa es lo que sucede en las familias, y las escuelas tienen otra función que es que los niños y las niñas puedan encontrarse con las miradas de quienes están ahí, abriéndose a nuevas miradas para poder pensar y reafirmar sus elecciones.

Si yo estoy viviendo una situación de discriminación por mi elección sexual, bueno, puedo saber que tengo derechos y que sea respetada mi elección.

La escuela abre, a diferencia de la familia, la posibilidad de encontrarse con distintas formas de pensar como en ciencias sociales, matemáticas y en las distintas áreas que trabaja la escuela, que es lo que potencia. Abrir nuevos mundos.

Fuente de la entrevista: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/paula-fainsod-la-educacion-sexual-les-va-a-permitir-tener-herramientas-para-decidir/644350/2019/

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Entrevista a Juanjo Vergara. Maestro y profesor de instituto.:

Por: Daniel Sánchez Caballero

«Los docentes quieren cambiar, pero luego llegan a los centros y solo tienen papeleos que hacer»

Reformar el sistema curricular por materias estancas, «casi contradictorias»; evaluación de la práctica docente o buscar experiencias para enriquecer los aprendizajes. Estas son algunas de las ideas de Juan José Vergara, maestro y docente desde hace 32 años.

Juan José Vergara podría vivir de dar conferencias y sus libros. Se lo han propuesto, pero no se ve. Este profesor de Intervención Sociocomunitaria y maestro no quiere dejar el aula porque, dice, “perdería credibilidad”. Y ahí sigue 32 años después. Autor de Aprendo porque quiero (SM, Biblioteca de Innovación Educativa), le ha dado continuidad con el recién publicado Narrar el Aprendizaje. La fuerza del relato en el Aprendizaje Basado en Proyectos (SM) en el que cuenta “cómo construir la enseñanza utilizando los recursos narrativos de guionistas, literatos, etc.” y expone otras ideas. Por ejemplo, Vergara cree que la educación se ha quedado estancada en un modelo antiguo, de los 70, que necesita grandes reformas, por ejemplo: acabar con el modelo de asignaturas “casi contradictorias entre sí”. También sostiene que todo iría mejor si se preguntara “a quien sabe”. O sea, a los profesores que están en clase.

Una pregunta quizá muy amplia para empezar. ¿Cómo debe ser un buen docente?

Doy algunas claves que me parecen interesantes: alguien que es capaz de generar experiencias educativas y no exclusivamente transmitir contenidos. Alguien que se cuestiona su perfil como líder de esas experiencias educativas, reconociendo que el centro del aprendizaje es el alumno, asumiendo que el aprendizaje no solo se produce en su cabeza y no solo dentro de las clases. Se produce dentro y fuera de las aulas y sobre todo a partir de las experiencias de los alumnos. Alguien que deja de ser un transmisor y pasa a ser un provocador de proyectos y aventuras.

¿Los sistemas formativos empujan a los maestros a ser estas personas?

Vivimos una situación un poco enloquecida. Sabemos que es importante que los alumnos aprendan en el SXXI. Y se da una dejación inercial tecnocrática representada por los currículums educativos. Esta es la encrucijada. Estamos por un lado en modelos legislativos que organizan la enseñanza ordenando los contenidos en asignaturas, bloques, cursos, incluso momentos de evaluación en cuanto a rendición de cuentas y que no reconocen lo que es importante que aprendan los alumnos en este mundo que nos ha tocado vivir. El desafío es ser capaz de construir modelos educativos que respondan a una visión más global de la enseñanza que la que tenemos. No creo que el gran desafío sea seguir en una dinámica de responder a políticas de derechas o izquierdas en relación a la defensa de unas asignaturas u otras, sino más bien dar un salto cualitativo y entender que el aprendizaje se produce de otra manera y es necesario que sea así si queremos educar a chavales para el mundo que estamos viviendo.
Fotografía: Teresa Rodríguez

Hay cierta polémica entre si en la docencia debe primar el conocimiento o la pedagogía. Si es más importante el qué o el cómo. ¿Qué opina?

Creo que se nos olvida algo fundamental. La educación es algo político, es el compromiso con cómo queremos entender que una persona es capaz de habitar el mundo y le dotamos de las habilidades personales para hacerlo, tanto a nivel personal, ciudadano, etc. ¿Qué es lo importante? Que el alumno o aprendiz seamos capaces de analizar la realidad, ver dónde está en nuestras vidas, en nuestra realidad concreta, y ver cómo el aprendizaje mejora la comprensión de esta realidad y de lo que hacemos con ella. Cómo actuamos, cómo realizamos acciones innovadoras. El qué es importante, hay que tratar cosas que son importantes para los alumnos. El cómo también, hay que adaptarse a cómo se producen los aprendizajes de forma real. Heredamos un modelo educativo en el que el qué, los contenidos, han sido muchas veces elementos no demasiado relevantes y el cómo se ha organizado de una manera lógica que no responde a cómo aprendemos que es, sobre todo, habitando los contenidos. Creo que ese es el problema.

¿Qué le parece la evaluación que propone el Gobierno para docentes?

Sobre la evaluación, llevo años diciéndolo: no es lo mismo evaluar que calificar. Calificar es etiquetar, poner un número. Evaluar es invitar a la reflexión. Creo que es importante que los docentes nos evaluemos y nos evalúen y nos ayuden a reflexionar sobre nuestras prácticas educativas. Para eso sería fantástico que se haga en torno a elementos que nos ayuden a esa reflexión. Luego está la parte de calificación. Si evaluar a los docentes se trata exclusivamente de ponerles en un ránking y calificar habría que ver cómo se genera ese ránking, en virtud de qué, etc. y ahí ya entramos en unas arenas movedizas.

Es importante que los docentes tengamos procesos de reflexión sobre nuestra práctica. Hay experiencias claras: que varios profesores trabajen juntos y comenten su labor. Eso es evaluación por pares. Que los alumnos sean capaces de evaluar a sus profesores, que los docentes sean capaces de evaluar y vean si se adecuan o no a sus necesidades. Que los docentes sean capaces de ver cuáles son sus demandas en cuanto a innovación metodológica y que haya organismos. Eso es un proceso de evaluación interesante, que no tiene mucho que ver con la calificación.

¿Se siente señalado por la administración como culpable de (casi) todos los males de la educación, tal y como lamentan muchos docentes?

En educación los cambios son muy lentos y esto es algo que no se termina de entender. El cambio no es ideológico ni legislativo solo, exige un cambio de mentalidad y estos son muy lentos. Hay que ir hacia ellos, pero son lentos. La salida fácil entonces es decir que el docente tiene la culpa. Creo que estamos en un momento realmente estupendo en relación a la iniciativa y las ganas de los docentes, lo veo a diario. Se generan centenares de foros con docentes que quieren cambiar, que se preguntan cómo mejorar sus clases y responder a las necesidades educativas. Vas un sábado a un foro y te encuentras a 500 docentes. Me dicen que quieren cambiar, pero luego llegan a los centros y solo tienen papeleos que hacer. Los docentes han cubierto una masa crítica y hacen que el cambio sea imparable. Pero está en la mesa de los administradores facilitar que esto suceda. Se tienen que sentar con ellos y darse cuenta de que son los expertos en sus alumnos.

Yo llevo 32 años dando clase, no he hecho otra cosa en mi vida. Veo que los docentes tienen una desconfianza importante respecto a la administración y esta también tiene desconfianza por alguna razón. Legislar al margen de ellos es un error. Creo que habría que subirse a la ola de esa ilusión que está habiendo en los docentes, que es generar un cambio y, a partir de ahí, trabajar en un cambio real que se adecue. La administración sigue generando modelos basados en cursos, asignaturas. Ahora quitan los estándares o no. No son elementos de calado.

Lo ha mencionado un par de veces. ¿Cree que las asignaturas están obsoletas?

Todos los que hablamos o escribimos sobre las necesidades educativas o cómo hacerlas (yo me centro sobre todo en el cómo hacer las clases y desarrollarlas), decimos lo mismo. El aprendizaje es algo global, holístico. No nos podemos quedar en herederos de modelos de los 70 del siglo pasado, de hace 50 años. Los alumnos aprenden globalmente y no hay diferencia entre lo que aprenden dentro de las aulas y fuera, todo se ha roto. Las empresas exigen de los profesionales no ya que desarrollen saberes técnicos, si no de otro tipo. A mí no me gusta mucho citar a Finlandia, pero allí están trabajando en su currículum. Nosotros insistimos en asignaturas casi contradictorias entre unas y otras.

Fotografía: Teresa Rodríguez

Pero no parece que esto esté en los debates educativos a nivel administrativo ahora…

No, pero al margen de eso, no me parece lo más importante. Al alumno un docente le tiene que generar una experiencia, ponerle una serie de retos. Lo que está sucediendo es que seguimos en el modelo en el que recibe una serie de contenidos que parece que son los buenos. Vamos a dejar esto. A nivel organizativo, en los centros de secundaria, por citar un ejemplo, seguimos con el modelo de departamentos, de tal manera que hay departamentos unipersonales que se reúnen. Una persona consigo misma. Es el colmo. Claro que hay que cambiar cosas, pero son cosas ridículas.

¿Cómo ve la formación inicial? ¿Hace falta un MIR educativo?

Con la formación inicial creo que hace falta generar un cuerpo de docentes. Existen personas que cuando terminan el Bachillerato y van a las universidades quieren ser docentes porque es su vocación, y luego hay otros con vocaciones dispares y por avatares de la vida acaban convirtiéndose en docentes. Y eso no puede ser. El reto es saber cuál es el sistema para que los que lleguen a la docencia. Ellos mismos reconocen que sus lagunas metodológicas son espectaculares. Los sistemas que ha habido hasta ahora, desde luego, no han funcionado bien. El modelo MIR habría que verlo. Un modelo en el que los docentes que empiezan, entren a trabajar colaborativamente con otros docentes que tienen más experiencias y se vean inmersos en procesos metodológicos, no tendría por qué ser negativo.

¿Es apropiado que un alumno pueda obtener el Bachillerato sin aprender todas las asignaturas como propone el Ministerio de Educación?

No voy a entrar, necesitaría leer la propuesta directa. Como concepto general que todo lo que sea adaptarse a las necesidades educativas de la gente es fantástico, pero tengo que ver el detalle. Me parece ridículo hablar de suspensos y aprobados. Deberíamos cambiar de concepto, y en vez de que sea la escuela la que aprueba o suspende, que eso solo genera exclusión, lo haga la sociedad.

¿Me desarrolla un poco este concepto?

Tenemos que pasar a este concepto, es importante. Se empezó a decir que era importante que las familias entren en la escuela, que la comunidad participe. Tenemos que empezar a creernos que la educación no es una tarea solo de la escuela, tiene que ser de toda la comunidad. El fracaso o el éxito de un aprendiz no depende de la escuela, sino de que la comunidad en su conjunto… En una familia con altos niveles socio-culturales el índice de fracaso escolar son realmente menores que los de una familia en una situación de mayor vulnerabilidad. ¿Esto por qué es? Porque en un caso la tarea educativa se ha relegado a un solo agente (la escuela) mientras en la otra se apoya en la familia: clases particulares… Es una cuestión social. Entiendo que esto llevarlo a la práctica desde el punto de vista legislativo es complicado, pero creo que es dónde tenemos que ir.

¿Le molesta que “gente que nunca ha pisado un aula” —queja que realizan muchos maestros— pretendan decirles a los maestros y profesores de instituto cómo dar clase?

Tienen toda la razón, no se me caen los anillos en decirlo. El modelo de formación docente que se está realizando desde las universidades deja mucho que desear. Es raro encontrar docentes de universidad que sean expertos en didáctica. Es muy excepcional y maravilloso cuando sucede. El modelo de formación universitaria está muy orientado a la investigación, a la reproducción de contenidos y poco a la implementación en la práctica. Los docentes de la universidad que quieren hacer algo distinto, muchas veces se ven en problemas en las universidades para sacar a los alumnos, llevarlos a colegios, etc.

Juan José Vergara es experto en innovación educativa y metodologías activas. Docente en ejercicio, es autor -entre otros- de los libros “Narrar el aprendizaje. La fuerza del relato en el aprendizaje basado en proyectos” (2018)https://www.juanjovergara.com/copia-de-aprendo-porque-quiero-1 y “Aprendo porque quiero. El aprendizaje basado en proyectos paso a paso” (2015)https://www.juanjovergara.com/aprendo-porque-quiero

[juanjovergara.com@juanjovergara

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/15/los-docentes-quieren-cambiar-pero-luego-llegan-a-los-centros-y-solo-tienen-papeleos-que-hacer/

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