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Barrett J. Taylor y Brendan Cantwell conversan sobre su nuevo libro: «Educación superior desigual: riqueza, estado y oportunidad estudiantil»

Por Scott Jaschik

Las grandes brechas separan los que tienen y los que no tienen en la educación superior estadounidense, ya se trate de estudiantes, instructores o instituciones. Un nuevo libro, Educación superior desigual: riqueza, estado y oportunidad estudiantil (Rutgers University Press), se centra en estas brechas y su impacto en los estudiantes.

Los autores son Barrett J. Taylor, profesor asociado de educación superior en la Universidad del Norte de Texas; y Brendan Cantwell, profesor asociado de educación superior, para adultos y de toda la vida en la Universidad Estatal de Michigan. Ellos respondieron vía correo electrónico a preguntas sobre su libro.

P: ¿Cuáles ve usted como las principales inequidades en la educación superior estadounidense?

UNA: La mayor desigualdad en un sentido absoluto es la distancia entre lo que llamamos universidades privadas «super elite» y colegios y universidades «vulnerables» que dependen de la matrícula, la mayoría de las cuales también son privadas. Si bien los lugares de élite pueden cambiar los altos precios de la matrícula, gastan aún más generosamente. Esto significa que los estudiantes en las instituciones de la élite disfrutan de un gran subsidio sin importar lo que estén pagando. Y el valor social que se disfruta de la señal de asistir a Harvard o la Universidad de Stanford es enorme. Los recursos materiales y las prácticas culturales están estrechamente vinculados. Por el contrario, en los colegios y universidades vulnerables, los estudiantes reciben un pequeño subsidio y, a veces, ningún subsidio. Esto significa que pocos recursos se dedican a la educación de los estudiantes. Además, debido a que estos campus tienden a no ser selectivos, ofrecen poca distinción social.

Dicho esto, creemos que la desigualdad más importante es la brecha entre donde solían estar los colegios y universidades públicas no selectivas más pequeñas y dónde están ahora. Al comienzo de nuestro análisis, prácticamente ninguna institución pública se clasificaba como vulnerable. Al final de nuestro período de estudio, docenas de instituciones públicas se habían vuelto vulnerables. Para los estudiantes de estas instituciones, la matrícula aumentó considerablemente y los subsidios se redujeron drásticamente. Estos campus tienden a inscribir estudiantes negros y nativos, así como estudiantes de bajos ingresos, a tasas más altas que otras instituciones. Cuando estas instituciones sufren, también lo hacen los estudiantes a quienes sirven. La ampliación de las desigualdades entre las instituciones públicas es, por lo tanto, especialmente preocupante para quienes estamos interesados ​​en las desigualdades entre individuos y comunidades.

P: En el último año, mucha atención se ha centrado en la riqueza de las universidades más ricas: piense en el impuesto de donación o en el regalo a la Universidad Johns Hopkins. ¿Es parte de la solución a los problemas que usted identifica restringir o gravar con impuestos los fondos que se destinan a las universidades más ricas o que están en su poder?

UNA:Como veremos a continuación, pensamos que la reinversión dirigida de los estados a instituciones que atienden a un grupo de estudiantes con diversidad racial es el mejor enfoque para aliviar la desigualdad. Dicho esto, estamos de acuerdo en que incentivar a los donantes privados para que apoyen a las instituciones cuyos presupuestos, activos y operaciones se parecen más a las organizaciones benéficas también es una buena idea. En este momento, tanto los fondos públicos como los privados fluyen de manera desproporcionada hacia instituciones que ya cuentan con la mayor cantidad de recursos. Gravar las donaciones más grandes o limitar el tamaño de las donaciones individuales exentas de impuestos se ha flotado como una solución política para este problema. Pero nadie se beneficia si hay menos recursos para la educación superior. La restricción de una mayor acumulación por parte de las instituciones más ricas solo ayuda si los fondos luego fluyen a instituciones que cumplen sus misiones pero que están limitadas por recursos. Por supuesto, El diablo está en los detalles. Nuestro hábito nacional en la educación superior ha sido hacer a los ricos más ricos y más exclusivos. Romper ese hábito es un trabajo duro.

P: Su libro señala que los estados financian porciones más pequeñas de los presupuestos de las universidades públicas de lo que alguna vez fue la norma. Usted sugiere que esto se invierta. Pero, ¿sientes alguna voluntad entre el público para hacerlo?

A: Esta es una pregunta difícil. Existe un amplio acuerdo público de que la matrícula en colegios y universidades públicas es demasiado alta. Una forma de reducir la matrícula es reinvertir los dólares públicos en la educación superior. Sin embargo, según una encuesta realizada por American Public Media y el Informe Hechinger, un gran número de ciudadanos desconoce que los gobiernos estatales ahora contribuyen menos a la educación superior de lo que alguna vez lo hicieron. En contraste, la mayoría de las personas son conscientes del aumento de los precios de matrícula. En este contexto, muchas personas dudan de que las universidades necesiten más.

Otro problema es que aumentar los ingresos a través de los impuestos es una venta políticamente difícil, especialmente para los votantes que favorecen a un Partido Republicano que se ha vuelto abiertamente hostil al uso de los impuestos para brindar servicios públicos. Pew y otras organizaciones han demostrado que la confianza pública en la educación superior ha disminuido, especialmente entre los republicanos, aunque las personas ven el beneficio de la educación superior para ellos y para su comunidad.

Argumentamos que la mejor manera de generar la voluntad política para la reinversión es argumentar que la educación superior es buena no solo para las personas que se gradúan, sino también para el público en general. En este momento, la educación superior se entiende de manera transaccional: la gente va a la universidad para obtener un trabajo y necesita un buen ROI para que valga la pena. No negamos que los resultados de la fuerza laboral son importantes. Sin embargo, una vez que los individuos han extraído esos beneficios para sí mismos, es difícil convencerlos de que reinviertan en un sistema que apoye a otras personas con las que podrían competir por empleos. Sin embargo, la desinversión perjudica a todos los miembros de la próxima generación. Concebir la educación superior como algo que beneficia al público en general podría proporcionar una base más segura para la reinversión. Nuestro pensamiento está influenciado por personas como Danielle Allen y David Labaree, quienes identifican el valor cívico e intrínseco de la educación superior. Para hacer este caso, los colegios y universidades deben hacer un mejor trabajo de participación con el público, explicando lo que hacen y por qué es importante. Simultáneamente, las voces poderosas, incluidas las grandes fundaciones y los actores políticos, deben hacer declaraciones sin pedir disculpas por los beneficios de la educación superior. Estos beneficios son sociales, cívicos y culturales, así como individuales y económicos.

P: Muchos de los buques insignia públicos han respondido a estas tendencias mediante la recaudación de fondos privados y la admisión de más estudiantes fuera del estado. ¿Cómo exacerba esto las desigualdades de las que escribes?

UNA:Hay un par de maneras de pensar en el comportamiento de búsqueda de ingresos por parte de las universidades públicas más visibles. Una es que estas instituciones han abandonado sus misiones públicas y no atienden adecuadamente a los estudiantes de sus estados. Otra es que los estados han dado la espalda a las universidades y, para mantener una alta calidad, los buques insignia tienen que buscar ingresos. Ambas explicaciones tienen una parte de la verdad. Ambos también exponen los efectos perniciosos de la competencia en la educación superior. En nuestra forma de pensar, la desinversión del estado incitó a los administradores del campus a generar ingresos de otras maneras, principalmente a través de la matrícula, y luego los administradores adquirieron el gusto por los ingresos sin restricciones y necesitaron cada vez más para mantenerse al día con sus compañeros aspirantes. Pero esto es solo nuestra suposición y requiere evidencia adicional más allá de lo que suministramos enEducación superior desigual . Lo que podemos demostrar es que los buques insignia públicos nunca estuvieron cerca de competir con las universidades privadas de élite, aunque la competencia por los ingresos de matrícula amplió las brechas entre los buques insignia y otras instituciones públicas.

P: Las universidades que matriculan a la mayor proporción de estudiantes de bajos ingresos reciben menos atención y dinero que otras instituciones. ¿Qué se puede hacer para revertir eso?

UNA:La respuesta convencional es que todos nosotros, aquellos en educación superior y los medios de comunicación de la industria, pongamos fin a nuestra obsesión con los exclusivos privados y las banderas públicas, y empecemos a destacar las contribuciones de otros tipos institucionales. Pero creemos que es solo un punto de partida. Nuestro análisis sugiere que lo que realmente importa es romper el ciclo de la competencia. Nuestro enfoque preferido consistiría en responsabilizar a los estados por la reinversión dirigida en las instituciones de amplio acceso que inscriben a un gran número de estudiantes desatendidos, al tiempo que responsabilizan a las intuiciones de la adhesión a la misión, lo que en la mayoría de los casos implicaría un enfoque renovado en la educación y aumentos dramáticos en el aumento de matrículas. La compensación básica es una financiación más confiable a cambio de algo menos autonomía, Aunque vemos la libertad académica y la independencia política en la enseñanza y la investigación como una línea roja. Es cierto que este es un marco general, no un camino detallado para la implementación. Pensamos que es apropiado dado que los problemas de la educación superior pública son a menudo sociales y políticos (¿qué tipo de sistema queremos?) En lugar de técnicos (¿cómo lo creamos?). Las metas y los valores importan.

P: El público parece indignado por el escándalo de admisiones, que muestra cuántas ventajas (incluso ilegales) tienen las familias ricas. ¿Crees que este furor llevará a un cambio real?

R: Probablemente no. La indignación por el escándalo de admisión es comprensible, especialmente cuando los ricos y poderosos parecen tener un sentido de derecho absoluto y desdén total para el resto de nosotros. Y el escándalo se adapta bien a una amplia gama de antecedentes políticos. Si usted es un populista de derecha, es un ejemplo de las élites costeras que manipulan el sistema. Si usted es un centrista orientado tecnocráticamente, es un ejemplo de un sistema de admisión roto. Si eres un progresista, es un ejemplo de los privilegiados que explotan las trampas de la meritocracia para consolidar su ventaja. Cada una de estas posiciones hace una afirmación acerca de cómo racionar algunos asientos altamente deseables que son inalcanzables para la gran mayoría de los estudiantes. Los análisis que presentamos en Educación Superior Desigual.Sugiera que esos tres enfoques no conducen a un cambio significativo. Creemos que es más sencillo, más justo y más adecuado a las necesidades de una creciente población de estudiantes que van a la universidad, aumentar el número de asientos deseables al reinvertir en las instituciones cuyas puertas ya están abiertas para casi todos los estudiantes en el país.

Fuente: https://www.insidehighered.com/news/2019/06/12/authors-discuss-new-book-inequities-american-higher-education

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El documental “La escuela contra el margen” : La educación pública como modelo contra la discriminación

El documental “La escuela contra el margen” revela cómo un grupo de alumnos de una secundaria de Villa Lugano se sobrepone a diversos tipos de violencia y maltrato.

Pensamientos, miradas y dedos que acusan. Burlas, críticas y miedo. Lo establecido como normal y anormal, esos estereotipos que rigen tantas vidas. ¿Se puede salir de esas reglas sociales? Diego Carabelli y Lisandro González rompen con los estereotipos en el documental “La escuela contra el margen”.

Este documental revela el día a día de los chicos en una secundaria de Villa Lugano. El film muestra la vida de cada alumno, la relación que entablan y cómo el grupo unido sigue adelante a pesar de las diferencias para terminar un proyecto. También deja testimonio de los diferentes tipos de violencia que sufren todos los días, incluyendo el acoso policial.

Diego Carabelli habló con Tiempo sobre “La escuela contra el margen”.

-¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

-Surgió a partir de varios factores que se juntaron. Yo había trabajado con Lisandro en el documental “Errantes” (2012) que tiene que ver con una cooperativa de viviendas en una fábrica tomada en la paternal y esa misma con una cuestión de presión de los vecinos y políticas se tuvieron que ir. Tuvieron un lugar en Mataderos, pero el desalojo se apuró y tuvieron que ir a Lugano. Ahí vimos toda una situación de desigualdad, discriminación y problemáticas que se hicieron muy visibles en el 2010, con la toma del Parque Iberoamericano. Ahí también se expuso de una manera muy fuerte el déficit habitacional que había en esa zona. También hubo toda una situación de represión policial y del otro lado vecinos que también fueron a sacar en forma violenta lo que fue la toma, con el saldo de tres personas muertas. Esas dos cosas que tenían que ver entre sí, con la película anterior y lo que pasó, nos hizo querer a volver a trabajar con la problemática que se había expuesto de la manera más fuerte con la toma del parque. Justo la escuela donde se hace la película está a un par de metros del parque, donde nosotros somos docentes.

-¿Qué significó hacer esta película?

-Fue un trabajo muy largo. Nos costó un año filmar todo el proceso del taller, más el equipo reducido qué grababa en el aula donde éramos cuatro camarógrafos y sólo teníamos dos cámaras. Al final teníamos un material de 90 horas donde la edición también fue muy extenso para poder ir puliendo y ver de qué cosas quedaban adentro y afuera, porque la forma siempre fue la misma: era mostrar el inicio y el final del taller y teníamos que ver qué cosas contar. Hay cómo una comunidad que trabaja junta para sostener el ese espacio que tiene que ver con el desarrollo de los chicos. Por el otro lado es valorar el rol de los jóvenes, tanto como los actores que tienen una voz. También cómo viven porque acá entra el rol de los estereotipos donde en Lugano o barrios más marginado y vulnerables, en general los que viven ahí se los considera peligrosos. Viene de la cuestión que voy a tal lugar y es peligroso. Nosotros queremos mostrar que no es así.

–Es cómo qué la película quiere romper el estereotipo qué está instalado.

–Claro porque ahí justo en la película los chicos dicen que por tener una gorra y un conjunto deportivo ya piensan que es un chorro. Además lo viven todos los días, cuando caminan por el barrio tiene a la policía cerca y ellos los detienen por cómo van vestidos, por su color de piel y cuando salen del barrio es peor y se nota mucho, no solo la policía sino también con la gente. Por ejemplo: nos pasa muchas veces cuando hacemos salidas de la escuela y vamos a otros lugares o barrios a que los chicos hagan practicas de cine y pasa que la gente se preocupa un poco o tienen miedo cuando ven que ellos llegan. Eso queríamos romper o ir en contra de esa mirada, de esos discursos hegemónicos del lugar donde exponen los chicos y la escuela pública.

–¿Cómo eligieron el elenco?

–A Florencia no fue difícil porque la conocíamos hace muchos años, conocíamos su trabajo como docente en “jóvenes y memorias” porque lo que hacía ahí era recibir los trabajos que hacían los chicos de otras escuelas, trabajar con todo lo que tiene que ver con derechos humanos, con muchos adolescentes y por tener una mente muy abierta y muchas propuestas interesantes para trabajar. En cambio, con los chicos de la escuela no los conocíamos por lo qué fuimos hablar con el director para saber el curso, el día a día y cantidad de chicos. Ahí nosotros pensamos en dos opciones: hacer con un grupo pequeño o un curso de 30 chicos. Pero al final lo que nos pareció interesante fue mostrar la realidad de un curso real de 30 alumnos de una escuela, no un grupo seleccionado.

–¿El proyecto “jóvenes y memorias” surgió de casualidad o estaba armado?

–Fue de casualidad porque durante la grabación de la película teníamos en mente que el taller sea solo de fotografía. Pero mientras Flor trabajaba con los chicos con el mapeo del barrio, fue lo que cobró más fuerza. No estaba planeado de que vayan a “jóvenes y memorias”, pero la idea central estaba en que al final presentaran un proyecto frente toda la escuela. Cuando vimos la oportunidad de que los chicos viajen y muestren lo que habían hecho, nos pareció bueno lo que propusimos y, por suerte, se dio esa posibilidad. Era una experiencia diferente para ellos.

 

-“La escuela contra el margen”. Todos los jueves de junio a las 21 en el Centro Cultural de la Cooperación, Av. Corrientes 1543.

* Articulo realizado en el marco de las prácticas de estudiantes de la Universidad Nacional de Avellaneda en Tiempo Argentino.

Fuente: https://www.tiempoar.com.ar/nota/la-educacion-publica-como-modelo-contra-la-discriminacion
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Álvaro Bilbao: «Los niños deben pasar los seis primeros años de su vida sin tecnología»

Por: Nieves García Álvarez.

El neuropsicólogo y psicoterapeuta Álvaro Bilbao aboga por retrasar el uso de las nuevas tecnologías y primero enseñar al cerebro «a pensar, a estar atento, a imaginar»

Álvaro Bilbao, doctor en Psicología, neuropsicólogo y padre de tres niños, visitó el pasado 4 de noviembre el colegio Compañía de María de A Coruña para hablar sobre ‘El cerebro del niño explicado a los padres’ en una charla en la que también abordó indicaciones sobre cómo establecer límites y motivar las conductas positivas de los niños, potenciar su autocontrol, tolerancia a la frustración y otras estrategias para ayudar a los más pequeños a desarrollar su inteligencia y mejorar sus probabilidades de éxito académico y social. En esta entrevsita el experto ofrece algunas claves sobre el uso de dispositivos tecnológicos

-¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en el desarrollo del cerebro de los niños?
-Lo primero que siempre digo es que las nuevas tecnologías son positivas para la sociedad y algo importante. Sin embargo, en el cerebro en desarrollo de los niños, y sobre todo de los más pequeños, están saliendo investigaciones que hablan de que su efecto puede ser negativo.

-¿En qué sentido?
-En primer lugar pueden reducir su capacidad de tener autocontrol. Las nuevas tecnologías, los videojuegos sobre todo o estar mirando cosas en Internet continuamente, hacen que el niño esté constantemente estimulado y tiene menos oportunidad de ejercer autocontrol, porque todo el control lo lleva la máquina. Otro efecto es que si los estímulos a los que está expuesto son muy intensos, muy rápidos, como en los videojuegos, el niño puede perder el interés por cosas que son un poco más lentas o menos intensas, como la maestra, la pizarra, un libro o jugar en la calle con los amigos; el niño se acostumbra a tener estímulos muy rápidos y cuando bajan de velocidad se empieza a aburrir.

-¿Hasta qué edad cree que los niños deberían estar alejados de móviles, tabletas u ordenadores?
-Sin lugar a dudas, y de acuerdo con la Sociedad Americana de Pediatría y la Clínica Mayo, hasta los tres años no deberían estar en contacto con estas tecnologías en ningún momento. Esa imagen que tenemos de un niño de un año o dos que no sabe hablar y que casi no anda pero que empieza a pasar el dedo por la tableta deberíamos borrarla de nuestra cultura porque los padres que tienen en mente que es positivo y muy beneficioso están muy equivocados; sabemos que es precisamente lo contrario.

-¿Y a partir de ahí?
-Yo voy un poco más allá. Creo que es importante que los niños pasen los seis primeros años de su vida sin tecnología porque es una edad muy importante en el desarrollo de la imaginación, que si no se desarrolla en esos años, luego cuesta mucho. Cuanto más tiempo pasan jugando a lo que llamamos el juego libre –que no va de la mano de otra persona o de un dispositivo o tecnología– mucho más desarrollan la imaginación. El aburrimiento es la madre de la imaginación y si el niño está constantemente entretenido no tiene tiempo para aburrirse ni para imaginarse o crear sus propios mundos donde jugar.

-¿Pero hoy en día es posible mantener a los niños lejos de la tecnología?
-Sí. Yo doy charlas en muchos sitios y hay muchos padres que desde hace tiempo lo tienen claro. A ver, es importante equilibrar. Yo no digo que vayas de vacaciones con el niño, hagas una foto con el móvil y por la noche no se la puedas enseñar, eso es ridículo, porque es bueno que vean fotos, les ayuda a construir su memoria. De la misma manera que es normal que le pongamos al teléfono a la abuela. Pero sí deberíamos limitar todo lo posible esos tiempos que el niño está tumbado en el sofá pasando el dedo por delante de la pantalla. Y se consigue con una palabra mágica que es ´no´.

-Esto va en contra de lo que se vende actualmente que los niños de hoy son nativos digitales…
-Esa frase en el fondo es un mito porque el mundo digital no es un idioma en sí mismo. Cuando el niño juega con un dispositivo no está activando las zonas del cerebro que tienen que ver con el lenguaje sino con el movimiento de la mano y la visión. Sí que es positivo enseñar programación, el tema de robótica, porque sí estamos enseñando a los niños ese lenguaje y estamos ayudándoles a pensar en otro idioma distinto. Pero que esté sentado jugando a un videojuego no quiere decir que sea nativo digital; a una señora de 70 años le das un iPad y en dos o tres días es capaz de enviar correos, whatsapps y buscar cosas en Internet porque es sencillo e intuitivo.

-¿Y que los niños demanden la tecnología desde muy temprano se debe a que es lo que ven en sus casas, en sus padres?
-Sí. Los niños tienen desarrolladas una serie de neuronas que se llaman neuronas espejo y lo que hacen es imitar todo lo que ven en los padres. Cuanto más tiempo pasan los padres delante del iPad es más fácil que el niño intente jugar con esa tecnología. También lo demandan mucho porque sus amigos lo tienen y porque es un estímulo muy interesante para ellos. Es como la Coca Cola: si se las das a un niño de tres años te pedirá al día siguiente y al otro, porque tiene mucha azúcar, cafeína, que le estimula y le encanta; pero que le encante no quiere decir que se la tengamos que dar todos los días porque es muy perjudicial para él.

-¿Pero existe alguna ventaja en el uso de las nuevas tecnologías en niños pequeños?
-No. Hay estudios que dicen que puede aumentar la velocidad de procesamiento, hacer que tenga una atención más rápida, pero son pocos, y hay tantos que van en dirección contraria de estos… Además, que tengan una atención más rápida no es necesariamente bueno: para ser pilotos de combate eso puede ser beneficioso, pero hoy en día lo que piden a los ejecutivos, a las personas mayores, es tener una atención más calmada, que te permita estar concentrado más tiempo. Y tener una atención más rápida también implica que el niño no sea capaz de esperar el tiempo suficiente para que aparezcan los estímulos que interesan.

-Pese a todo esto está de moda introducir pronto la tecnología en las escuelas con ordenadores, pizarras digitales. ¿Es acertado?
-Es distinto usar las nuevas tecnologías como soporte educativo a que el niño esté en casa sentado en el sofá. Yo defiendo que el niño no debe pasar la tarde en el sofá usando el iPad, que es mejor que esté aburriéndose, pintando, haciendo cosas que salgan de su cabeza, y no del ordenador. Aun así, hay estudios que dicen que un niño aprenderá matemáticas mucho antes jugando con unas cuentas, con garbanzos, que utilizando programas de ordenador que están diseñados para que aprenda.

-¿Por qué?
-Porque el cerebro une mucho la parte física y la parte cognitiva. Es decir, que maneja las dos partes y la del razonamiento está estrechamente ligada a la parte de la movilidad de la mano. Entonces, si el niño no tiene que hacer un movimiento de contar, de tocar, físicamente, es más difícil que aprenda todas estas cosas. Yo soy partidario de una metodología basada en el contacto físico con objetos, sobre todo los primeros años, como Montessori, a otra con el mejor dispositivo programado para estudiar matemáticas. Luego, más adelante, es maravilloso que estén en clase y que puedan estudiar por proyectos, hacer un trabajo sobre el descubrimiento de América y sean capaces de mirar en Internet.

-Precisamente hace unas semanas una noticia explicaba que la mayoría de los hijos de empleados de grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley estudian en colegios sin ordenadores ni dispositivos electrónicos.
-Estos directivos llevan a sus niños a un colegio tipo Waldorf, donde no hay dispositivos electrónicos y aprenden todo de forma más tradicional. Es que con el hecho, por ejemplo, de algo tan sencillo como estar sentado a la mesa y no levantarte hasta que no terminas de comer se está cultivando la tolerancia a la frustración, el autocontrol, que es una de las capacidades cerebrales que más influye en determinada nota de Selectividad que sacará el niño 15 años más tarde. O sea que fíjate si esas cosas tradicionales son importantes. Ahora las estamos volviendo a poner en valor, pero durante mucho tiempo se ha pensado que ir más deprisa, que el niño aprenda a hablar siete idiomas con cinco años, es más beneficioso. Ahora sabemos que tienen que respetarse una serie de pasos.

-¿Y no es desaprovechar el potencial de la tecnología el introducirla más tarde?
-Desde mi punto de vista no, porque primero tenemos que enseñar al cerebro a pensar, a estar atento, a imaginar, y luego ya le podemos enseñar a dominar las herramientas que tiene a su disposición. Si introducimos las tecnologías demasiado pronto, el niño conseguirá conectar con ellas de una forma muy rápida pero se desconectará de otras cosas más importantes para su desarrollo.

-¿Qué claves daría a los padres para ayudar a desarrollar el potencial cerebral de sus hijos?
-Ir poco a poco, ayudar al cerebro a madurar a su propio ritmo y saber que su hijo dará los frutos en el momento que los tenga que dar. Y algo muy importante que tienen que hacer cuando estén con los niños, independientemente de que les dejen la tableta a los tres, cuatro o cinco años, es enseñarles a tener autocontrol, tiempos limitados, para que cuando digan ´hasta aquí´, el niño sea capaz de soltarla sin gritar ni enfadarse. En eso los dispositivos electrónicos pueden ayudar. De hecho hay autores que dicen que es mejor que el niño empiece a utilizarlos a los tres años con reglas muy claras, entrenando el autocontrol, a que empiece con ocho o diez años y comenzar a entrenarlo ahí.

-Pero ese fijar tiempos se complica si los padres utilizan las tecnologías para que los niños estén entretenidos mientras ellos se ocupan de otras cosas…
-Efectivamente. Los dispositivos no solo son un refuerzo para los niños, sino un refuerzo enorme para los padres, porque los niños demandan en muchos momentos atención, cariño, que les hablemos… Como cuando hacemos un viaje largo en coche, ponen la televisión atrás y así el niño va tranquilo y el padre, relajado. Es importante también que el niño experimente la frustración, aprenda a dominarla, a aburrirse y a esperar que pase ese momento.

-Los padres se apoyan en esto…
-Es un refuerzo para los padres y esto es una de las cosas que ha hecho que la tecnología sea tan popular y esté tan extendido que los niños estén todo el día enchufados. Muchos padres se engañan porque dicen: ´No, yo dejo a mi hijo media hora´, y en realidad están conectados no solo a la tableta, teléfono móvil o videojuegos, sino a la televisión también dos o tres horas al día. Y sabemos que eso está relacionado con más probabilidades de tener déficit de atención, obesidad infantil, depresión infantil, problemas de conducta, y con más prevalencia de fracaso escolar.

Fuente de la entrevista: https://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2016/11/09/ninos-deben-pasar-seis-primeros/1123687.html#

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Entrevista a Rose Luckin: ¿Cómo promover la participación de maestros en el diseño y uso de tecnologías?

Por:Observatorio de Innovación Educativa.

“En muchos lugares la implementación de la tecnología educativa se sentía como algo que se les estaba imponiendo a los educadores. No debemos cometer ese error con la inteligencia artificial”, señala Rose Luckin, profesora del Instituto de Educación del University College London. Conoce más sobre el 5° Congreso Internacional de Innovación Educativa #CIIETec: http://ciie.itesm.mx/ #EntrevistasObservatorio #CIIETec

Fuente de la entrevista: https://observatorio.tec.mx/entrevistas-ciie16/2019/5/8/cmo-promover-la-participacin-de-maestros-en-el-diseo-y-uso-de-tecnologas-rose-luckin

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 9 de junio de 2019: hora tras hora (24×24)

9 de junio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de junio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Chile: Piñera deja caer la educación pública

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311810

01:00:00 – ¿Un escape room con Gustavo Adolfo Bécquer? ¡Sí! ¡Es posible!

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311806

02:00:00 – México: Pollera o pantalón para ir a la escuela

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311895

03:00:00 – La autoridad docente no es horizontal

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311815

04:00:00 – Honduras: fracasan proyectos privatizadores de la Educación y la salud

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312001

05:00:00 – Cartas a quien pretende enseñar (Paulo Freire) / Infografía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311826

06:00:00 – CEPAL: Educación técnico-profesional y autonomía económica de las mujeres jóvenes en América Latina y el Caribe (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311989

07:00:00 – Tres tiempos de la educación mexicana (II)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311025

08:00:00 – Libro: Panorama de la investigación-intervención educativa dentro del contexto instituciónal actual (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312028

09:00:00 – 13 herramientas de gamificación para tus alumnos #infografia #infographic #education

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311818

10:00:00 – Revista «Para Juanito». Revista de Educación Popular y Pedagogías Críticas. No. 18. Junio 2019 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312065

11:00:00 – ¿Son los cursos en línea una solución real para una costosa educación tradicional? Un meta-análisis dice que no

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311992

12:00:00 – Ecuador: La calidad educativa prima en el Acuerdo Nacional por la Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312017

13:00:00 – Adriana Puiggrós: “El deterioro del derecho a la educación se ve físicamente, pues tampoco se garantiza la salud”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312007

14:00:00 – La gestión del aula: es necesario cambiar de enfoque

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311998

15:00:00 – Educación: la silenciosa revolución de YouTube en la sala de clases

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311995

16:00:00 – 15M en Brasil: un tsunami en la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312010

17:00:00 – EduGame Day: descubriendo la herramienta educativa del futuro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311986

18:00:00 – Plantar 10 árboles: el requisito de grado de los estudiantes en Filipinas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/312004

19:00:00 – Plagio e incumplimiento de requisitos en candidatos para integrar Organismo para la Mejora Continua de la Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311901

20:00:00 – Brasil: preocupación por el recorte del 42% en ciencia y tecnología

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311907

21:00:00 – La pedagogía Freinet celebra su 50 aniversario en Bañuelos

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22:00:00 – Chile: Profesores de todo el país continúan las marchas y el paro indefinido

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23:00:00 – Colombia: Explicación Pedagógica Acuerdos Fecode – MEN 1 – Reforma Constitucional al SGP

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311898

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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José María Toro: “Hay que trabajar por una pedagogía del encuentro entre enseñanza y aprendizaje”

Por BlogTiching

Maestro de Primaria y autor del libro ‘Educar con co-razón’

José María recuerda hacer muchas caminatas al día, de casa al cole y del cole a casa. Eran paseos largos en los que le daba tiempo de merendar (bocadillitos de queso que le preparaba su madre), de jugar, entretenerse y charlar con los amigos. Una vez llegaba  a casa “soltaba” la mochila en cualquier esquina y entonces sí, empezaba el tiempo del libre albedrío.

Lo que nos define es nuestra identidad esencial. Las emociones que mejor nos definen son aquellas que pueden expresar mejor y más adecuadamente dicha identidad esencial. La mayor parte de la literatura sobre emociones habla de las emociones básicas: el asco, el miedo, el llanto, etc. Las plantean como una respuesta del propio cuerpo ante un estímulo de cara a la supervivencia.
Pero el ser humano ha evolucionado y con nosotros nuestro entorno social, por lo tanto los estímulos ante los que respondemos también han cambiado. Ahora no salimos de casa por la mañana con el miedo de que nos vaya a atacar una fiera. Tenemos, por norma general, las necesidades básicas cubiertas. Todas esas emociones, siendo básicas, no nos definen, son emociones fundamentales pero no esenciales, en el sentido de que no expresarían nuestro ser más profundo, nuestra identidad más esencial.

¿Y cuáles nos definen?
Nos define, por ejemplo, el gozo, para nada la tristeza, aunque en algún momento pueda sentirme así.  Por otro lado, forma parte de mi identidad la paz, y no la ira o la rabia, aunque las sienta en un momento determinado, Por eso yo planteo la necesidad de derivar un poco el discurso, pasar de la inteligencia emocional a la identidad esencial. Ahora hemos descubierto el mundo de las emociones y estamos muy focalizados a ello, pero tenemos que estar alerta porque olvidamos que en el centro está la identidad, con la parte vital, energética y la inteligencia de cada persona.

¿Los niños y las niñas saben reconocer sus emociones?
A veces no saben reconocer las propias pero sí reconocen las de los otros. A los pocos meses los bebés ya reconocen el gesto alegre o enfadado de sus madres. Viven este reconocimiento pero no lo entienden. El entorno adulto es el que debe acompañar esta toma de conciencia de aquello que se siente. Poner nombre a las emociones ayuda a este proceso para que a medida que se desarrolle pueda comunicar esa emoción.

En este apoyo a descubrirse, ¿qué papel juega la escuela y qué papel juega la familia?
Lo vamos a resumir en qué papel debe jugar el adulto. Sea cual sea la relación que tiene el adulto con el niño, lo fundamental es que nosotros mismos seamos capaces de reconocer nuestras propias emociones. No podemos enseñar a otros lo que no sabemos ver en nosotros mismos. Este trabajo previo es importante.

¿Y sabemos hacerlo?
Nosotros no hemos sido educados en esta clave, incluso algunas generaciones han sido educadas en la represión de determinadas emociones. Tenemos unos deberes pendientes aquí por hacer y es importante que seamos conscientes de esto. Cuando yo me formé como maestro nunca me hablaron de las emociones. El papel fundamental es abordar la identidad esencial y esto pasa porque el adulto haya hecho previamente este auto-reconocimiento.

¿Ahora sí se forma a los docentes en el aspecto emocional?
Yo creo que estamos empezando. También corremos el riesgo de que esto se convierta en una moda y que en pocos años lo abandonemos para ponernos con otra cosa. Antes la formación de los docentes estaba centrada en el proceso de enseñanza. Pero en realidad es el alumno el que aprende, ése es el foco.

¿No hemos puesto bien el foco hasta ahora?
Yo creo que no. No porque yo enseñe a hablar a un perro, aprenderá. La neurociencia ahora nos está orientando a una formación basada en el aprendizaje, poniendo la atención en el que aprende, no en el que enseña. Cuando hay un encuentro profundo entre el adulto y el niño, se produce un aprendizaje completo y perdurable. Tenemos que trabajar por una pedagogía del encuentro en la que enseñanza y aprendizaje se integran, se interrelacionan adecuadamente.

Más allá de la tarea educativa y de los procesos de aprendizaje. ¿Qué impacto tiene en el desarrollo personal de los alumnos trabajar el ámbito emocional?
Es curioso porque en todas las leyes de educación hablamos del desarrollo integral del alumno, pero hasta ahora no se había contemplado la dimensión emocional y afectiva. Podemos observar cuando trabajamos en este campo que hay una mejora en el alumno en sus conductas personales y en su rendimiento académico. Hay algo relevante que cada vez observan más docentes y es que los niños de hoy en día están muy rotos, hay una gran cantidad de adaptaciones curriculares, diversidad, necesidades especiales, etc. Muchos profesores señalan que nunca habían tenido tan pocos alumnos en el aula pero tampoco habían estado nunca tan agotados.

¿Y a qué se debe?
Los niños, en una sociedad tan cambiante, con un impacto tecnológico tan grande, donde lo que ayer servía hoy ya no, van muy perdidos. Antes, todos los mensajes que llegaban al niño iban en la misma dirección. Hoy los valores que recibe en el colegio no siempre son los mismos que recibe en casa. Todo esto hace que el alma del niño esté quebrada. Tenemos que enseñar a los niños a navegar por ese espacio exterior tan inestable. Suelo decir que cuando los adultos “perdemos el norte” los niños terminan “desnortados”.
Pero no hay mayor rentabilidad que construir seres humanos que sean capaces de gestionar su vida.

¿Los docentes tienen espacio donde acompañar sus propios procesos emocionales?
Es obvio que deberían tenerlos. Es la presencia del adulto lo que finalmente va afectando al niño, es el aroma que derrama delante de los alumnos lo que éstos respiran y van incorporando lenta, sutil e inevitablemente. Me preocupa que cedamos tanto espacio a la tecnología, que absoluticemos los medios y los recursos, el qué y los cómos y no prestemos atención al quién, al porqué y al desde dónde de cada gesto pedagógico. La presencia, el ejemplo, la esencia del docente es irremplazable. Y esta persona debe estar en condiciones de ejercer su profesión con su mejor versión y en las mejores condiciones posibles.

Ponemos énfasis en el reconocimiento de las emociones pero, ¿Qué importancia tiene saberlas comunicar?
La expresión es una forma de sacar la presión de nuestro propio cuerpo. Cuando comunicamos tenemos una voluntad consciente de hacerlo, de mover esa emoción. Podemos saltar de alegría, pero también podemos expresar alegría cuando saludamos a alguien, si es que esta emoción nos representa. Cuando algo activa la rabia, por ejemplo, es muy saludable saberla manejar y expresarla de forma consciente y adecuada al momento o situación.

¿Cómo podemos expresar una emoción como la rabia de forma controlada? ¿Reprimiéndola?
Cuando no hay expresión lo que hay es represión, por lo tanto, la presión circula por dentro. Podemos trabajar la inhibición, que es otra manera de manejar las emociones. Una cosa es la expresión abierta, pero en algunos casos es mejor inhibir una emoción para externalizarla después de forma conveniente y adecuada, en otro contexto mucho más propicio y pertinente.

¿Nos pone un ejemplo?
Hay muchas maneras de expresarse. Por ejemplo escribiendo un texto, una carta a alguien con quien tenemos un asunto emocional pendiente. No hace falta que esta carta llegue al destinatario, pero hacer el ejercicio de escribir lo que sientes hacia esa persona es positivo para el individuo que tiene la emoción. El objetivo de la expresión no es que el otro cambie, sino que nosotros podamos recuperar nuestro propio equilibrio. La comunicación sí que requiere este feedback, ésta implicación de la otra parte. Pero tu te puedes expresar aunque no haya nadie, puedes ir a expresarte con gritos en medio del campo mientras estás solo y quedarte la mar de bien.

¿Qué podemos enseñar a los niños en este sentido?
¡Muchísimas cosas! En los centros educativos se hace mucho hincapié en el respeto en la expresión y en la comunicación: respetar el turno de palabra, escuchar, argumentar, etc. Sin embargo, cuando pones la televisión pocas veces llegas a sentir vergüenza de lo que ves: nadie se escucha, se chillan, se desacreditan, no se comunican. Es vital que los niños tengan capacidad crítica para darse cuenta de esto y que sean conscientes que lo que aprenden en el aula es lo realmente útil para vivir.

Fuente: http://blog.tiching.com/jose-maria-toro/#more-21146

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Entrevista a Víctor Rodríguez: «Estamos lejos de conseguir una educación con garantías para las personas que tienen dificultades. Tenemos un sistema educativo excluyente”

 Director del Área de Educación de la FUHEM

Entrevistas por Daniel Sánchez Caballero 

Educación concertada, inclusión educativa o una mirada hacia una educación ecosocial son algunas de las cosas de las que hablamos con el director de Educación de la FUHEM, Víctor Rodríguez. Recursos, autonomía de los centros y una mejor y mayor formación del profesorado serían ingredientes para la mejora del sistema desde su punto de vista.

Víctor Rodríguez ha visto mundo. Mundo educativo, al menos. El actual director del Area Educativa de Fuhem y coordinador de los centros de Fuhem (Fundación Benéfico Hogar Social del Empleado), es pedagogo y logopeda y ha pasado por el Ministerio de Educación, ha sido orientador en institutos de secundaria, dirigido el Centro de Atención a la Discapacidad de la UNED y ha enseñado como profesor asociado en la Univerisdad Complutense, la UAM y Comillas. En esta charla, Rodríguez repasa la actualidad educativa, expresa que la victoria del PSOE en las generales va más en línea con las políticas educativas progresistas que Fuhem defiende, pone esperanzas en la nueva ley que previsiblemente aprobará el Gobierno y defiende que el sistema educativo está preparado para acoger a más alumnos de centros educativos especiales de los que matricula actualmente.

¿Cómo valora los resultados de todo este ciclo electoral en lo que respecta a la educación?

En general, en los resultados del gobierno del Estado, la valoración es muy positiva porque entendemos que las políticas educativas de un Ejecutivo progresista se ajustan más a la manera que tenemos de entender la educación en términos de objetivos, contenidos, exclusión, alumnado con dificultades. Esperamos una ley que corrija muchas deficiencias de la LOMCE. Conocemos los borradores, hemos participado en debates sobre la formación de maestros con el Ministerio y estamos en sintonía con algunas de las propuestas.

En Madrid el problema es que, para una fundación como la nuestra, depende de la perspectiva que se adopte. Como centro concertado que somos, la política educativa de Madrid no nos supondrá un problema, aunque estamos muy en desacuerdo con el planteamiento que se está haciendo de los conciertos, sobre todo, de nuevos cuando habría posibilidades de oferta pública. Nosotros defendemos la pública, aunque entendemos que un servicio público se puede hacer desde lo privado. Pero no de cualquier manera: creemos que con dinero público solo hay que pagar una educación que se base en las premisas de lo público. Pero dentro de eso —y esta sería la discrepancia con los que abogan solo por la pública— entendemos que se puede hacer una educación pública y de calidad en centros concertados, pero con unos requisitos, límites y una regulación más precisa. Estamos preocupados por los recortes en relación con el alumnado en riesgo de exclusión, que han afectado tanto a la pública como la concertada. Estamos preocupados con algunos socios de gobierno previsibles que plantean acciones ideológicas que llaman de “no adoctrinamiento”, pero que en realidad es adoctrinamiento de derechas o extrema derecha, y nosotros queremos una educación donde se planteen los grandes problemas del planeta. También nos preocupan las cuestiones de género y que desde el punto de vista curricular se haga una especie de marcaje político de ultraderecha a los centros educativos.

Has mencionado la ley que ha planteado el Gobierno socialista, aunque no pasó de proyecto. ¿Cómo la valoras?

Es un poco difuso. Nos gusta el espíritu que recoge de nuevo una idea mucho más inclusiva de la educación y no una educación basada en el mérito personal. Por ejemplo, la igualdad de oportunidades real con la supresión de algunos itinerarios al final de la secundaria, que previsiblemente supondrá que más alumnado se quede en el sistema educativo. Por otro lado, la ley incorporaba objetivos relacionados con la sostenibilidad, aunque nos parece una mirada un poco corta. La sostenibilidad entendida como el cuidado del planeta nos parece importante, pero no suficiente. Es importante que los chavales sean conscientes de que los grandes problemas tienen que ver con el cambio climático, con la contaminación. Pero eso tiene que ver con determinados modelos productivos, con maneras de plantear los cuidados, con la desigual distribución de la riqueza y muchas cosas que no son ajenas a estas cuestiones. Pero nos parece un avance.

Creo que no está claro cómo van a enfocar el problema de la red de centros y la concertada. Nos parece que están dispuestos a poner un cierto orden y hacer dialogar un poco más a la educación concertada y la pública que hasta ahora. La anterior ley era una especie de carta blanca para que cualquiera (sobre todo la Iglesia) pudiera abrir un centro sin ninguna cortapisa.

Por último, nos parece bien la apuesta por una mayor inclusión de las personas con discapacidad. Esa polémica pareció bastante espúrea: decían que se iban a eliminar los centros de educación especial, cuando ni lo propone el Ministerio ni creo que pueda ser real. Pero nos parece que hay alumnado que podría estar en contextos más inclusivos si se dotara a los centros de los recursos necesarios.

¿Cuáles son los principales problemas que afronta la educación?

Creo que uno de los principales es que seguimos teniendo unas tasas de abandono muy elevadas, y en una educación obligatoria no se puede permitir. No se ha conseguido que los estudios más relacionados con la Formación Profesional ocupen un lugar central y tengan el prestigio que merecen y tienen en otros países. Su consideración como una salida con plena garantías es un segundo problema que destacaría, junto a la escasa oferta pública de FP. Un tercer problema desde 2012 es una insuficiente financiación del sistema educativo. Estamos por debajo del 4%, dos o tres puntos por debajo de otros países desarrollados y, al menos, uno por debajo de los estándares que se pueden considerar medios en la UE. Se habla de unos 9.000 millones de euros. Esto significa mucho profesorado, instalaciones, recursos de apoyo y muchas otras cosas.

Creo que ahora, pero entiendo que es un poco coyuntural, no tenemos solventadas las estrategias más eficaces para incluir a toda la población que tiene el derecho a escolarizarse en la escuela ordinaria. Estamos lejos de conseguir una educación, no digo ya plena, sino con garantías para las personas que tienen dificultades para acceder a los aprendizajes. Seguimos teniendo un sistema educativo bastante excluyente. Para terminar, creo que existe un nivel tremendo de burocratización del sistema y una necesidad mayor de control de las administraciones educativas y como consecuencia una falta real de autonomía de los centros. Si hubiera algunas dotaciones de recursos que los centros pudieran distribuir de manera distinta… No hablo solo de dinero; si quieres hacer cualquier modificación sobre el currículum hay que presentar un proyecto que te aprueban, cambios en los horarios, cosas como dar dos horas seguidas de una asignatura… Los centros deberían tener mucha más flexibilidad para adaptarse a sus realidades, tremendamente cambiantes, respetando unos mínimos básicos del currículum, etc.

¿La concertada tiene sus propios retos?

Desde mi punto de vista hay dos problemas. Por un lado, existe una incertidumbre enorme del papel que debe cumplir y cuáles son los requisitos que deberían cumplir las escuelas para acceder al concierto. Para nosotros deberían ser unas escuelas que tengan vocación pública y de servicio público. Hay una hipocresía tremenda que nos hace estar enfrentados con la red pública, cuando compartimos más de lo que piensan algunos. Hace más de 30 años que la LODE reguló los conciertos y las cosas han cambiado mucho y necesitamos una regulación clara, más precisa y seguramente más consensuada.

La segunda cuestión es una clarísima infrafinanciación. Por una parte, el profesorado de la concertada es de segundo orden (los salarios son inferiores), por otra, los módulos no permiten ni siquiera afrontar los gastos corrientes, como arreglar un techo si se cae o cambiar el sistema eléctrico. Y mucho menos para la financiación de los propios centros. Las aportaciones de las familias en teoría no están permitidas, pero en la práctica salvan al sistema. Lo que obtiene la concertada, de manera hipócrita, es una doble financiación: por una parte de las administraciones públicas y de las familias. Los concertados sin aportaciones familiares no se podrían sostener. Podrían con un aumento de la financiación. En todo caso, las aportaciones que se hacen ahora se ajustan a la ley: se hacen a través de aportaciones voluntarias o por actividades extracurriculares o por los excedentes que se pueden obtener del comedor o las actividades extraescolares. No se obliga a las familias a pagar un canon. Es una situación dantesca y absurda porque nadie está contento.

Siempre se habla de lo insuficiente que es el módulo. ¿Existe algún informe que haya estudiado cuánto de insuficiente es, según los centros concertados?

No. IU hizo un informe que decía que el coste de la concertada era casi igual que la pública, pero no significaba nada porque se basaba en “si el profesorado…”, “si la concertada estuviera en el espacio rural…”. No la hay. Hay estimaciones. Una que compartimos muchos centros es que como mínimo un 40% de los costes diarios, excluyendo al profesorado, no están cubiertos por las aportaciones de la Administración.

Has mencionado la formación de profesores como una de las cuestiones pendientes, un tema recurrente. ¿Por dónde creéis que habría que mejorar?

Hace aproximadamente tres meses, el Ministerio organizó un debate en torno a la cuestión. Una de las ideas en las que había una gran coincidencia es que es preciso cambiar la formación inicial del profesorado. Sobre todo, para secundaria queda claro que una especialización en una carrera y los máster actuales no está suponiendo una formación suficiente. Tanto en primaria como en secundaria una idea que cobra fuerza es que haya un periodo de prácticas en los centros antes de tener una plaza. Y no hablamos de las prácticas de tres meses en 4º de carrera. Hay gustos para todos, desde el MIR de cuatro años a unas prácticas tutorizadas y evaluadas (ahora hay tutor, pero no se evalúa).

Respecto a la formación en servicio, parece que lo que reivindica el profesorado es una formación a cuenta de las horas de trabajo, que sea obligatoria y remunerada de alguna manera. Hay muchos profesores que se forman mucho, algunos que poco y algunos que una vez ya establecidos nada o casi nada. Reciclarse es imprescindible, pero no soy partidario de que todo se deje en manos de las universidades. Estas deben aportar, pero en diálogo con las administraciones educativas y ofertar formación en función de las necesidades del sistema, no lo que les conviene a ellas según sus intereses o el profesorado que tengan.

En las últimas semanas está volviendo con cierta fuerza el debate sobre los centros de educación especial, ya lo hemos comentado antes. ¿Cuál es tu postura al respecto?

El Ministerio nunca planteó eliminar los centros de educación especial. A raíz de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un comité de expertos hizo un informe demoledor en España sobre la falta de inclusión, en casi todos los colectivos pero sobre todo de las personas con discapacidades intelectuales, y se instó a España a corregir la situación. Educación se lo tomó en serio por primera vez y planteó que hay alumnado en centros de educación especial que podría estar, haciendo un cierto esfuerzo el sistema educativo, integrados en centros ordinarios.

¿Podrían estarlo todos en un mundo ideal de recursos?

No creo que sea un tema solo económico. Hoy en día hay alumnos y alumnos en centros de educación especial que pueden incorporarse a los centros ordinarios con unas ciertas garantías. No hace falta un mundo ideal. Los centros han avanzado para acoger alumnado en riesgo de exclusión, hay recursos, hay alumnos con autismo, con diversidad funcional, con discapacidades físicas, hay alumnos con dificultades asociadas a problemas cognitivos en los centros ordinarios. Si se proveen más recursos y se hace de manera más racional, dejando a los centros una cierta autonomía para gestionar sus recursos, podría haber otro alumnado que puede necesitar un cuidador de manera específica. Por último, es posible que queden alumnos y alumnas para los que una solución próxima a la educación especial podría ser una respuesta adecuada. Aquí se plantean dos modalidades. Me inclinaría por una escolarización combinada. O bien un centro de educación especial que esté muy en relación con uno ordinario, o incorporar a los centros ordinarios aulas específicas para alumnos que no pueden estar en una inclusión plena, para que puedan compartir espacio con sus compañeros, aunque tenga un profesorado o un aula especializada. Pero en la educación especial hay muchas personas con unos conocimientos muy profundos de cómo se trabaja con personas con discapacidades más graves y esos conocimientos no se pueden perder.

En Catalunya se acaba de abrir la puerta a que los centros concertados puedan integrarse en el sistema público. ¿Qué te parece? ¿Consideraría Fuhem hacerlo si pudiera?

Esta propuesta no es nueva. Ya han existido, en Cataluña y en Euskadi, centros que han pasado a la red pública; el Colegio Costa i Llobera, por ejemplo, de Barcelona. También en Madrid: el Colegio Trabenco de Leganés, nació como cooperativa de trabajadores en los años 70. Creo que no debe descartarse ninguna propuesta que apueste por mejorar la educación pública y garantizar a la vez la viabilidad de centros que llevan años dando un servicio público, por lo que me parece adecuada si se mantiene, como parece ser, como una opción voluntaria para los centros. Por el momento, en Fuhem ni siquiera hemos debatido esta posibilidad, pero tiendo a pensar que uno de nuestros objetivos prioritarios es preservar nuestra identidad y seguir proporcionando una educación de calidad en función de nuestra perspectiva sobre el mundo en el que vivimos y cómo transformarlo, que son los fines esenciales de nuestra Fundación.

En Fuhem hacéis especial en la educación ecosocial. ¿Podemos aterrizar esto un poco? ¿De qué hablamos?

En ese término englobamos tres cosas: la sostenibilidad, con todo lo que implica como el cuidado del planeta; la justicia y la cohesión social, que tiene que ver con las desigualdades, la riqueza, las relaciones interpersonales, y la profundización de la democracia, la generación de estructuras participativas e intentar crear una cultura democrática en los chavales. Pero democrática de verdad, no solo ir a votar, si no que las cosas se resuelven participando y a través del diálogo.

Aterrizado: hemos intentado tocar muchos palos distintos. Hemos transformado nuestros comedores a comedores ecológicos o de proximidad. Hemos creado grupos de alumnado o familias que estén preocupados por estos temas. Grupos de consumo a las familias para que puedan comprar a agricultores ecológicos. Hemos echado el resto para celebrar algunas efemérides claves para nosotros y que van por la igualdad: el 25 de noviembre y el 8 de marzo, relacionados con la mujer; el 3 de diciembre, relacionado con la discapacidad, el día de la paz el 30 de enero.

Por último, hemos hecho una propuesta de revisión del currículo oficial desde el punto de vista de la educación ecosocial. Pedimos al profesorado que incorpore en las programaciones de área anuales cuestiones relacionadas con esto. Cuestiones que tienen encaje en el currículo. En el currículo se menciona “cambio climático”, o “desigualdades”, pero ocupan un espacio absolutamente residual. Para nosotros debe ocupar un lugar central. Hemos hecho una propuesta de currículum y nuestro profesorado trabaja estas cuestiones dentro del aula. Y para completar esto estamos creando y generando materiales didácticos. No exactamente libros de texto, sino materiales para el alumnado porque sabemos que el profesorado puede no tener formación en estas cuestiones, pero también sabemos que si les ofrecemos estos materiales les puede resultar más fácil trabajar estas cuestiones.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/05/31/estamos-lejos-de-conseguir-una-educacion-con-garantias-para-las-personas-que-tienen-dificultades-tenemos-un-sistema-educativo-excluyente/

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