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Entrevista a: Rosa Jové, Psicóloga infantil, psicopedagoga, y autora de ‘La escuela más feliz’

Entrevista a Rosa Jové

La experta en psicopedagogía, Rosa Jové, nos explica los cambios que necesita el sistema educativo para que la felicidad y las emociones lleguen a la escuela, y hagan de ella un lugar al que a los niños les apetezca más ir.

“El papel del maestro ya no es el de transmisor de conocimientos, sino el de dinamizador del aprendizaje”.

El debate sobre las fortalezas y las debilidades del actual sistema educativo siempre da para muchas reflexiones. Todas distintas, y todas con la misma validez, porque como asegura Rosa Jové, psicóloga clínica infantil, psicopedagoga, y autora del bestseller ‘Dormir sin lágrimas’, “no se trata de discutir, sino de reflexionar”, porque no hay una verdad absoluta. Ni en la Educación, ni en nada en esta vida, claro. Jové acaba de publicar La escuela más feliz (La esfera de los libros, 2017), un libro con el que desea sumar ideas y reflexiones acerca del que debería ser nuestro objetivo último como sociedad, y como padres y docentes, y que no es otro que hacer de la escuela un lugar al que a los niños les apetezca ir. En definitiva, que la felicidad entre en clase “y con ella las emociones y las ganas de aprender”.

La primera pregunta, teniendo en cuenta el título de tu libro y lo que planteas en él, parece obvia. ¿Necesita la Educación en España una buena reforma?

Sí, sí que la necesitamos porque todavía tenemos muchas cosas que seguimos haciendo igual que hace ya varias décadas. Esto no quiere decir que todo lo antiguo sea malo, para nada; tan sólo creo que nos tenemos que quedar con las cosas buenas, que hay muchas, y reformar y ponernos al día en algunos aspectos que son novedosos. Así que, sí, una reforma no estaría de más.

En ‘La escuela más feliz‘ incides en que “todos tenemos un don”. Y marcas ese concepto como primer cimiento de la construcción de una nueva escuela. ¿Se están desperdiciando hoy gran parte de esos talentos?

Creo que sí. Yo siempre digo que hace muchos años España no era una potencia a nivel mundial en deporte. ¿Y qué hicieron? Fueron a los colegios para ver qué se podía hacer desde la escuela, y hoy por hoy podemos decir que hay disciplinas deportivas en las que somos potencias mundiales.

Lo que se ha hecho ha sido buscar el don que tiene un alumno para que no se pierda. Luego, si ese niño se quiere dedicar a ello, o no, es otra cosa, porque puede que tengamos delante a un Rafa Nadal junior, pero a lo mejor lo que quiere es ser abogado como su padre. Si tiene un don, y al niño le gusta y quiere potenciarlo, adelante, sin duda.

Pero, ¿se puede dedicar un profesor que tiene a lo mejor 20 o 27 niños por clase a encontrar esos “dones”?

Bueno, creo que hay que ser realistas. Una cosa es la dificultad de trabajar todos los dones en una clase masificada, pero otra muy distinta es que el profesor no sea capaz de observar cuáles son todos esos dones que existen y que tiene cada niño. Una cosa es descubrir el don hablando con los niños o con sus compañeros, y otra cosa trabajarlo. Aquí sí puede haber una dificultad, pero en descubrirlo no debería haber ningún problema.

Ideología versus metodología en la escuela

También hablas de dar prioridad a la ideología por encima de la metodología. ¿Nos podrías explicar brevemente en qué consiste este cimiento del cambio que propones?

Muy fácil: una escuela tiene que tener claro qué es lo que quiere conseguir. Si tú quieres que tus alumnos sepan debatir, tengan valores democráticos, sepan dialogar entre ellos…, entonces lo mejor puede que no sea sentarlos de uno en uno, sino en grupos. Pero hay escuelas que lo que hacen es poner a los alumnos sentados en grupo, de cuatro en cuatro, o de cinco en cinco, pero, sin embargo, siguen dando clases magistrales.

Una escuela tiene que tener claro qué es lo que quiere conseguir

Tenemos que tener muy claro qué ideología queremos para nuestra escuela. Si yo quiero que mis alumnos aprendan inglés, lo que no puedo hacer es enseñar francés. Nos encontramos con escuelas que se supone que tienen metodologías avanzadas, pero siguen estancadas en la clase magistral; o, lo que es lo mismo, escuelas que piensan de una manera, pero trabajan de otra. Y esto no tiene sentido.

Otro cimiento es la unión maestros-alumnos-padres-sociedad (todos somos escuela). ¿Crees que hoy en día falta unión de fuerzas, que cada uno rema por su lado? ¿Qué beneficios podría aportar aunar esfuerzos?

Más que de unión, yo hablaría de cooperación entre la familia y la escuela. Evidentemente, los padres y los docentes están unidos porque se saludan cuando llevan al niño, se vuelven a saludar cuando se lo llevan a casa, se ven en las tutorías… Pero hablamos de una necesidad de cooperación, porque cuando los padres se sienten valorados en la escuela, y sienten que se tiene en cuenta su opinión, valoran mucho más ese centro educativo.

Y al revés también ocurre: los profesores conocen más a los padres y esto es beneficioso para todos. También para los niños, que ven esa cooperación entre la escuela y la familia. Todos salen ganando; por eso es muy importante que se entiendan, porque a veces los objetivos de unos y de otros no son los mismos.

Diversas pedagogías para cambiar el sistema educativo

El modelo educativo actual, como has comentado al principio, en muchos casos es el mismo con el que hemos crecido nosotros o nuestros padres. ¿Es suficiente para los retos que se encontrarán los que hoy son estudiantes durante el siglo XXI?

Antiguamente en los pueblos pequeños –bueno, ahora también, pero no tanto– no había bibliotecas públicas, o sólo había una. La única manera de tener conocimiento o cultura procedía de las enseñanzas del maestro. No había enciclopedias, no las teníamos en casa, no teníamos ordenadores…, y la gente de un pueblo no tenía acceso a la cultura, salvo memorizando lo que decía el maestro. Esto ha cambiado; ahora los niños no deberían memorizar. El papel del maestro ya no es el de transmisor de conocimientos, porque eso lo tenemos solo a un click, sino que es el dinamizador del aprendizaje.

Según la UNESCO, el principal objetivo de la enseñanza es trabajar por competencias: aprender a conocer, a ser, a hacer y a convivir

Según la UNESCO, el principal objetivo de la enseñanza es trabajar por competencias; y son cuatro competencias muy sencillas: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a convivir. Esta es, según la UNESCO, la labor de las escuelas, y esto las escuelas actuales que están más puestas al día lo hacen perfectamente.

En este sentido, en la última parte del libro das voz a distintas metodologías educativas que han ido cogiendo impulso en los últimos años. ¿Qué está aportando a la educación su cada vez mayor introducción en el sistema educativo?

No son metodologías nuevas, muchas ya se utilizaban hace décadas. La cuestión es que durante mucho tiempo la educación se unificó, y todo era igual. Se ha visto que hay otras fórmulas que funcionan mejor que la clase magistral; algunas son nuevas, pero muchas otras se basan en métodos de enseñanza alternativa que ya han demostrado su buen funcionamiento en el pasado. Tenemos el ejemplo en la pedagogía Montessori, que ahora está viviendo un boom.

Hay otras fórmulas que funcionan mejor que la clase magistral, como por ejemplo la pedagogía Montessori

Hay escuelas que lo que están haciendo es coger lo que más les interesa de cada modelo educativo y adaptarlo a su forma de trabajar. Sin usar una metodología en concreto, trabajan con las cosas que más les interesan, y eso también puede ser una buena idea.

¿Por qué crees que con todos los avances y evidencias que hay ya a nivel de neurociencia cuesta cambiar tanto el sistema tradicional de clase magistral?

Todos tenemos una historia. Es más fácil que cambien las nuevas generaciones que las que ya tenemos una edad. El “es que siempre se ha hecho así”, o “ya tengo una edad, y estoy a punto de jubilarme, no me pidas ahora que cambie”, tiene mucho peso.

Es en cierto modo normal que haya cierto inmovilismo y resistencia frente al cambio, pero es que además creo que puede haber cierto miedo a innovar. Muchos maestros se imaginan la clase hecha un caos y tienen miedo a no saber qué va a pasar si introducen cambios, unido a la pereza que da cambiar cuando ya estás hecho a una metodología que para ti es cómoda, lo que hace que haya profesores que se resistan.

Muchos maestros se imaginan la clase hecha un caos y tienen miedo a no saber qué va a pasar si introducen cambios

Yo soy muy optimista, creo que hay grandes maestros con muchas ganas de hacer cosas, y yo tengo una fe muy grande en ellos, en su preparación, y en las ganas que tienen de trabajar con sus alumnos.

Ideas para aulas felices

¿Cómo podemos estimular en un niño las ganas y el deseo de aprender?

Cada niño es diferente, cada profesor es diferente, y por lo tanto no hay una receta que funcione para todo el mundo pero, en general, yo digo que hay que ver la escuela como una empresa: pon todas las condiciones para que a nivel ambiental la escuela sea un lugar adecuado. Por ejemplo, hace poco visité una clase de un colegio en la que hacía más de treinta grados y no podíamos ni estar. No es normal que no haya aire en las aulas, o que no se arreglen los baños, o que haya esos niveles de ruido en los comedores. Empecemos poniendo las condiciones adecuadas para que los centros educativos sean lugares en los que apetezca estar. Y después continuemos con más cosas: que haya respeto hacia los alumnos, que se trabaje bien, etcétera. Hay muchos frentes abiertos que deben ser tenidos en cuenta.

Empecemos poniendo las condiciones ambientales adecuadas para que los centros educativos sean lugares en los que apetezca estar

Los niños entran cada vez antes al colegio y pasan cada vez más horas en el centro. ¿Se puede hacer de la escuela un lugar feliz con esas dos circunstancias?

Muchos creen que los que han ido a la guardería no lloran cuando pasan al colegio, y esto no es así, los hay que también lloran. Creo que el hecho de que los niños entren con tres años a la escuela es un mal menor. Los padres tienen que ir a trabajar y con alguien hay que dejar a los niños. Antiguamente nos quedábamos con las abuelas, con las madres porque muchas no trabajaban…, pero poco a poco, con la incorporación de la mujer al mundo laboral, se fueron creando guarderías. El paso siguiente fue rebajar la edad de entrada al colegio, que antes era de cinco años. Y esto, que se hizo para resolver una situación concreta, no quiere decir que sea lo mejor para un niño; simplemente fue una solución a una situación; cada padre debe decidir lo que es mejor para su hijo.

¿Qué crees que deberían tener en cuenta los padres a la hora de elegir un colegio para sus hijos para que éste sea un lugar feliz?

Yo creo que una de las cosas que funciona muy bien para elegir escuela, a parte de leerse el ideario, es que vayan a ver el centro. Que vean cómo entran y cómo salen los niños, que hablen con los padres, que pregunten a las familias… Muchas veces en el ideario mienten, y una buena manera de comprobar el verdadero espíritu y ambiente de la escuela es adentrarse en ella para, entonces sí, poder decidir libremente.

Fuente: https://www.webconsultas.com/entrevistas/bebes-y-ninos/rosa-jove-psicologa-autora-de-la-escuela-mas-feliz

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“Perdimos el tren de la Ilustración y el de la Industrialización. Si perdemos el de la educación seremos el bar de copas de Europa “Entrevista a José Antonio Marina

Europa/España/29 Marzo 2018/Autora: Sandra Vicente/Fuente: El diario la educación

José Antonio Marina habla de los impedimentos para cerrar el Pacto Educativo en una conversación que ataca los problemas endémicos del sistema y del camino que sigue el mundo de la formación para convertirse en un gran negocio privado

El filósofo, pedagogo y escritor, José Antonio Marina, conocido por la Universidad de Padres o por la redacción del Libro Blanco de la Profesión Docente está sentado en un sillón de piel de una sala del Palau Macaya de Barcelona. Nos encontramos poco antes de su conferencia ‘Felicidad y Perfeccionamiento’, dentro del ciclo ‘transhumanismo’ que se celebra en este mismo espacio, organizado por la oficina del Club Roma a Barcelona, ​​conjuntamente con la Obra Social ‘la Caixa’.

Si bien Marina tiene buena parte de su pensamiento dedicado a la ética y el papel de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, poco hablamos de este transhumanismo que da nombre al ciclo, y la entrevista versa más sobre el Pacto educativo que no acaba de cerrarse y raíz del cual la Universidad Antonio Nebrija le pidió escribir el Libro Blanco sobre el Pacto educativo para que “los cambios surjan de la sociedad civil, y no de los partidos políticos que no han pisado una aula. Que no se note sólo el BOE sino en las escuelas”.

‘Perfeccionamiento y felicidad’ son dos conceptos complejos y ambiciosos. Empezando por el perfeccionamiento, argumenta que este no debe nacer a la esfera política.

Ha habido una equivocación en las administraciones educativas, sean nacionales o autonómicas, de ahora o de hace veinte años. Los políticos piensan que si cambian la ley, cambian la educación, pero esta cambia cuando cambia lo que sucede dentro de las aulas. Muchas veces, desde que se aprueba una ley hasta que llega a la escuela, si es que llega, va diluyéndose por el camino. ¿Qué pasó con la Logse? Era una buena ley, pero no había dinero para ponerla en práctica. Aprobar una buena ley que no se cumple es peor que no aprobarla, porque se machaca una oportunidad de cambio.

La política tiene que acercarse a las aulas y pensando en los que están alrededor que, en primer lugar, son los alumnos. Van a la escuela por influencia familiar, económica y cultural y eso les determina más que el sistema educativo. Debemos cuidar de dónde vienen, pero también quién los atiende. A los profesores y directores de escuela en España nunca se les ha dado importancia. Al igual que a los inspectores: los buenos están muy quemados porque se les usa como policías, para lograr que se cumplan las leyes, cuando deberían ser asesores pedagógicos.

¿Cómo se puede dar impulso al cambio educativo desde la política, pues?

Uno de los problemas de la educación es que en el fondo no interesa a nadie. Cuando miras las encuestas del CIS, entre las preocupaciones de la ciudadanía nunca aparece la educación. Los políticos piensan: si no interesa a los ciudadanos ¿por qué me tendría que ocupar yo?

Si consiguiéramos que la educación apareciera en el CIS durante tres o cuatro meses seguidos, las leyes cambiarían a toda pastilla. Hay una indolencia que se demuestra mirando el Pacto Educativo. No soy pesimista al respecto; de hecho, soy tan optimista que pensé que antes de las elecciones se firmaría una hoja de ruta. Sólo una hoja comprometiéndose a cosas que venían bien a todos los partidos: el PP le convenía porque se decía que no se podía cambiar la Lomce hasta que no hubiera otra ley. En cambio, tenía que ceder y reconocer que era una ley de transición que había que cambiar ya, lo que daba la razón a PSOE y Podemos. Pero al mismo tiempo se les decía que no era suficiente con comprometerse a cambiarla, sino que tenían que hacer una propuesta en firme.

Por lo tanto, la idea era hacer un Pacto Educativo en seis meses; decían que eran pocos pero si yo pudiera encerrar a todos los partidos en una casa en la montaña todo un fin de semana, saldría. Porque está todo más que hablado. Redactando los papeles por el Pacto Educativo analicé por qué no habían funcionado todos los intentos de pacto hasta la fecha y cómo se habían resuelto los problemas en otros países. En cada caso el impedimento ha sido diferente, pero siempre ha habido alguien que se ha levantado de la mesa de negociaciones. Por eso tenía claro que el Pacto no vería la luz, el único que no sabía aún era qué partido lo impediría y por qué.

Vimos filtrar muchísima documentación para dar una base sólida para el diálogo y para que los políticos pudieran hablar pero el asunto se fue dejando. Ahora se ha creado una subcomisión en el Congreso, que me parece un procedimiento completamente inútil, y así estamos de nuevo: sin saber y con todo paralizado. Yo había planteado un Pacto en seis meses y en un año y medio una nueva ley. Pues ya hemos perdido una legislatura, empezaremos otra con la idea del pacto y la volveremos a perder. El problema real es que hay chicos que entrarán y saldrán del sistema educativo en esta precariedad y no lo merecen.

¿Cuáles son los problemas que han estado impidiendo el Pacto?

Temas recurrentes: si la educación pública debe ser toda de gestión pública o si hay espacio para la concertada. Si son las familias, las escuelas o los gobiernos los que deciden los planes educativos. Las discusiones sobre la financiación o qué pasa con la religión. Hasta dónde llega la libertad de los centros. ¿Qué competencias tienen las comunidades autónomas?

Y el profesorado y la dirección son aspectos claves a los que nadie presta atención: la formación de los docentes es imprescindible. En otros países no es un tema que se tenga que debatir porque todo el mundo entiende que la de maestro debe ser una profesión de élite.

Debemos enfrentarnos a estos problemas. El PP dice que no hay dinero para subir la inversión a más de un 4,2% y puede ser incluso que baje al 3,9. Y en cambio Podemos dice que necesitamos un 6 o un 7%. Si no podemos mejorar la educación hasta que llegamos a esa cantidad, dale años. Nosotros creemos que con el 5% podemos tener un buen sistema educativo y es una cifra razonable porque ya la hemos tenido.

José Antonio Marina / Foto: Sandra Vicente

Recogiendo la reflexión de los maestros, parece que no prestamos atención a los protagonistas y solo se habla de educación cuando hay alguna polémica. Cuando toca defender la escuela mucha gente sale a la calle, pero enseguida deja de ser un tema capital.

Con la educación nos pasa como con Santa Bárbara; sólo la recordamos cuando truena. Cuando salen los resultados PISA durante un tiempo no se habla de otra cosa. Nos quejamos un rato de que los maestros no hacen bien su trabajo y nos olvidamos. Cuando hay noticias tristes o negativas relativas a los jóvenes, “¿dónde está la escuela?”. Pregunta recurrente unos días y después no se habla más. Esto es porque no hay interés y no tomamos suficientemente en serio lo que supone la educación para la vida de una sociedad.

Ahora estamos entrando, ya no en la sociedad del conocimiento, sino del aprendizaje, que se rige por una ley implacable: toda persona, empresa, institución o sociedad, para sobrevivir, necesita aprender a la misma velocidad a la que cambia el entorno. Durante mi generación vinieron las nuevas tecnologías y nadie nos preguntó si queríamos aprender; y estas situaciones cada vez se darán más deprisa y tenemos que mantener el aprendizaje a todos los niveles de la vida para no marginar seleccionados.

España perdió el tren de la Ilustración y el de la Industrialización. Si perdemos el de la educación, Barcelona está condenada a convertirse en el bar de copas de Europa. En cambio tiene que luchar por ser la capital científica; este es el camino, aprendiendo todo el tiempo de quien sea. La inteligencia de una nación se mide por la cantidad de dinero que invierte en entrenadores de fútbol y la poca que dedica en grandes maestros.

Parece que cuando se habla de innovación la responsabilidad siempre recae sobre los maestros y no se habla del sistema. Como si los árboles no nos dejaran ver el bosque.

Es un problema porque hay maestros que lo hacen fantásticamente y es muy meritorio pero su acción es muy limitada. Debemos cuidar a estos buenos profesionales para que puedan generar proyectos de grupo a los que podamos apoyar como sociedad. Porque ya hay escuelas que no pueden mantenerse solas y hay empresas que comienzan a comprar centros porque se están dando cuenta de que la educación será el próximo gran negocio.

Según las últimas cifras, en 2015 la formación movió 4,3 billones de dólares. Que es cuatro veces el PIB español y las empresas, que están llevadas por gente muy lista y con mucho capital, se están posicionando para hacerse con ello. Me preocupa mucho ver a alumnos míos, muy brillantes, que con cuarenta años todavía no han tenido nunca un trabajo estable. Y es que ahora las empresas no dan importancia a los títulos sino al proceso educativo. Buscan gente que haya hecho su carrera, que tenga dos años de un grado, dos cursos de no sé qué y que además hayan estado haciendo voluntariado en África.

A priori abandonar la fiebre de las titulaciones no debería ser negativo, pero en el actual sistema académico ¿esto no es demasiado elitista?

Exige muchísimo esfuerzo; no hay un sistema que apoye esta demanda y tenemos una universidad muy estática, casi con autismo. Y los que salen perjudicados son los estudiantes, que no encuentran salidas. Y eso no es problema sólo de la educación universitaria. No hemos sabido organizar y planificar la FP. La educación tiene una falla sistémica de gestión; no hay nadie que se lo tome en serio y hay gente muy poco cualificada para llevar un sistema tan complejo, tanto que escandaliza.

¿Piensa en carteras de educación más tecnócratas?

En educación sí. Debemos fijarnos en lo que hacen en otros países, no tenemos que inventar la rueda. ¿Dónde hay un buen sistema educativo? Inglaterra lo hace muy bien. En Formación Profesional destacan Austria y Alemania. También Finlandia, por supuesto, o Polonia, que ha dado un salto de gigante. Todo el mundo tiene interés en hacerlo bien, pero cuando Méndez de Vigo es nombrado y te dice que no sabe nada de educación pero que está aprendiendo muy deprisa ves que no va bien. Debemos tener gente que venga aprendida de casa.

Volviendo a la pregunta inicial. ¿Cómo se liga todo este perfeccionamiento con la felicidad?

Tenemos que decidir por qué queremos formar las personas. ¿Para que tengan trabajo? ¿Para que sean buenos ciudadanos? Las queremos educar para que sean felices. La felicidad se ha puesto de moda: Coca-Cola tiene su instituto de la felicidad y planteárselo así es una tontería. Queremos que nuestros hijos sean felices, pero ¿qué significa esto? Hay dos dimensiones de la felicidad. Una es la psicológica, que es un estado de ánimo agradable donde me gustaría mantenerme, donde disfruto y no echo nada en falta. Pero cuidado, porque esto es individualista y subjetivo: Jack el Destripador consideraba que lo bonito de la vida era destripar a la gente.

El concepto que encuentro más interesante es el de la felicidad objetiva, que es lo que mide el índice de Felicidad de la ONU, que no tiene que ver con cómo me siento sino en las situaciones que considero óptimas para vivir, que me ayudan a mantener mis expectativas vitales. Una sociedad justa, que ayude a quien lo necesite, no violenta. La educación es la encargada de formar por esta felicidad objetiva y, después, ya nos podemos preocupar de la subjetiva.

Fuente e imagen de la información: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/03/26/perdimos-el-tren-de-la-ilustracion-y-el-de-la-industrializacion-si-perdemos-el-de-la-educacion-seremos-el-bar-de-copas-de-europa/

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Xuxo Ruiz, el maestro mago: “La escuela tiene que ser una experiencia única y mágica”

España/ Autor: Regina de Miguel / Fuente: Educación 3.0

¿Te imaginas dando clase a tus alumnos utilizando la magia? Es posible y, de hecho, es uno de los métodos que utiliza Xuxo Ruiz Domínguez, docente en el CEIP Sebastián de la localidad Albaida del Aljarafe (Sevilla). Lleva utilizando la magia casi 20 años y ha plasmado toda su experiencia en el libo Educando con Magia (Narcea Ediciones).

Hemos hablado con él sobre esta curiosa obra, pero además de cómo la magia es un recurso para el aula con infinitas posibilidades para el aula y de como ésta favorece los procesos de enseñanza y aprendizaje. ¡No te la pierdas!

¿De dónde le viene su interés por la magia y cómo surge la idea de introducirla en clase?

Educando con magia, un libro de Xuxo Ruiz DomínguezComencé a utilizar la magia de forma esporádica. Al principio era únicamente como diversión y para captar la atención de mis alumnos. Luego, poco a poco me di cuenta de que era un recurso increíble y con mucho potencial para no solo captar esta atención. Después de años de estudio probando multitud de ‘magias’ con estudiantes de diferentes edades, etapas y colegios pude compilar todas estas experiencias en mi libro Educando con Magia (Ediciones Narcea): enseño que la magia se puede utilizar para resolver conflictos, enseñarles conceptos y habilidades comunicativas, repasar contenidos de manera divertida, desarrollar su pensamiento matemático, motivarles, aumentar su autoestima, reducir la tensión en el aula…

¿Se puede educar con magia? ¿Cuál es el lado mágico de la educación?

Se puede y se debe de educar con magia. Creo que la educación tiene que ser algo mágico y para los niños pasar por la escuela tiene que ser una experiencia inolvidable,  única y mágica. La educación tiene un lado mágico y son los alumnos, ellos aprenden pero a su vez nos enseñan. Por eso, para mí, esa relación entre profesor y alumno es tan mágica porque nos enseñamos mutuamente a llevar cada día de forma diferente y a vivir experiencias nuevas y mágicas. Y lo más importante: a ser felices.

«La educación tiene un lado mágico y son los alumnos; ellos aprenden pero a su vez nos enseñan»

¿Cómo utiliza el ilusionismo? ¿A qué contenidos la aplica?

Empleo la magia diario en mis clases. En Lengua, Matemáticas, Ciencias…. ¡Incluso en los recreos! Se puede aplicar a cualquier contenido. Imparto cursos de formación sobre magia educativa a profesorado y familias desde hace más de 15 años y para los juegos que yo explico no es necesario tener una habilidad especial. Cualquiera  puede hacerlo y es muy divertido y gratificante hacerlo en clase porque, además, se trabajan contenidos del curriculum, valores…

¿De qué forma el ilusionismo favorece el proceso de motivación y aprendizaje del alumno?

Educando con magia, un libro de Xuxo Ruiz DomínguezLos últimos estudios neuroeducacion dicen que para que un cerebro aprenda tiene que emocionarse. Cuando los niños ven magia sus neuronas están activadas de una forma diferente a cuando ven una explicación normal en clase. Lo que van a vivir es algo es único y lo viven de una manera diferente. Lo que aprenden con magia no lo van a olvidar. ¿No conoces el dicho ‘la letra con magia entra’?

Los niños aprenden de una forma divertida y creo que debe de ser así. Si das a elegir a un niño entre estudiar y jugar siempre va elegir jugar. La labor del docente ahí es primordial: conseguir que juegue pero que a la vez aprenda. Gracias a la magia consigo eso y además van más contentos y motivados al cole. En casi 20 años usando la magia he visto una mejora de calificaciones y en el comportamiento y actitud de mis alumnos a la hora de asistir al colegio. Vienen más felices y motivados. Ellos saben que en cualquier momento la magia aparecerá.

Educar con magia, un libro de Xuxo Ruiz Domínguez

¿Se basa en algún mago en particular para preparar sus clases? ¿Cuál es su favorito?

Un mago siempre está estudiando al igual que un profesor siempre debe estar reinventándose para encontrar nuevos recursos que aplicar en sus clases. A nivel mágico parto de mi gran amigo y maestro Juan Tamariz, que desde siempre me ha fascinado escuchar y ver su forma de comunicar con el público.

«La vida es un continuo aprendizaje y, para los docentes, la búsqueda de un método de motivación real debe de ser un desafío constante»

Otro gran mago español y reconocido a nivel mundial es Jorge Blass, es una gran suerte tenerle también como amigo. De todos los magos he podido aprender algo, al igual que de todos los maestros y compañeros que han pasado por mi vida. La vida es un continuo aprendizaje y, para los docentes, la búsqueda de un método de motivación real debe de ser un desafío constante.

¿Cómo ha sido la experiencia de publicar ‘Educando con magia`’? ¿Qué trucos y recursos ofrece en esta obra?

Educando con magia, un libro de Xuxo Ruiz RodríguezLa experiencia ha sido algo increíble. Es un sueño hecho realidad, después de estar durante varios años estudiando el uso de mi magia educativa en diferentes centros, con diferentes alumnos y en diferentes etapas educativas es gratificante. Todo el contenido que está escrito en el libro está probado con estudiantes reales en situaciones reales. He tardado ocho años en escribirlo pero ha merecido la pena todo ese esfuerzo.

La recompensa está en la infinidad de correos electrónicos que recibo de diferentes zonas de España y Sudamérica, y en las cartas de agradecimiento de muchos profesores que han empezado a aplicar la magia y sus clases han cambiado por arte de magia. El libro ofrece más de 100 recursos y resulta ideal para comenzar en el arte de la magia educativa. No me considero el primer profesor que utiliza la magia en sus clases, pero sí que es cierto que el mundo educativo necesitaba un libro así y en ese sentido soy pionero ya que es el primero dedicado a la magia educativa. Además, ha sido traducido al portugués y también al inglés.

¿Alguna recomendación para aquellos compañeros que quieran seguir sus pasos?

Un docente tiene que estar continuamente reinventándose y buscando métodos de motivación para sus alumnos. Creo que la magia es un método especial porque a todos los niños les gusta la magia. Les recomendaría, por supuesto, mi libro ya que los juegos que aparecen no requieren de una habilidad especial y cualquier persona lo puede hacer con un poco de práctica. Se sorprenderán al ver los resultados cuando la apliquen en sus aulas. Y sus alumnos estarán muy felices.

Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?

Enseñanza: Aprendizaje, crecer.
Magia: Ilusión, sueño.
Docente: Responsabilidad, nobleza, labor única y primordial.
Ilusionismo: Creer, sorpresa.
Juego: Aprender divirtiéndose
Pizarra: Escenario infinito…

Xuxo Ruiz Domínguez tiene un canal en YouTube que se titula Educando con Magia. ¡Descúbrelo! 

Fuente de la Entrevista:

Xuxo Ruiz, el maestro mago: “La escuela tiene que ser una experiencia única y mágica”

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Antonio Basanta: «Los mejores profesores y salarios deberían estar en la educación infantil»

España / / Autor: Fernando Díaz de Quijano / Fuente: El Cultural

El escritor, editor y director general de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez durante 25 años publica Leer contra la nada, una muestra de gratitud a la lectura

Además de leer, el latín legere significa recolectar, desplegar las velas, valorar e hilar. De este último sentido del término derivan las palabras texto (tejido) y línea (lino). Esta curiosidad etimológica, junto a otras muchas perlas, esperan al bibliófilo en Leer contra la nada, de Antonio Basanta. El libro, que es a su vez una de las perlas engarzadas en la colección de pequeño formato Biblioteca de ensayo de Siruela, es una muestra de gratitud hacia la lectura escrita por un hombre que ha saldado con creces a lo largo de su vida la deuda contraída: Basanta ha sido docente, editor y, durante 25 años, director general de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, consagrada al fomento de la lectura.

Basanta refuerza e intercala sus reflexiones sobre la lectura con decenas de citas de escritores de todas las épocas sobre el hecho de escribir y de leer y de la relación íntima entre el autor y el libro, entre el libro y el lector, entre el autor y el lector y de cada cual consigo mismo. Igual que Heráclito decía que una persona no puede bañarse dos veces en el mismo río, Basanta cree que “uno no puede leer dos veces el mismo libro, porque al volver a hacerlo ya no será la misma persona”. Los libros que leemos hablan de nosotros, sacan a la luz aspectos de nuestro carácter que desconocíamos y los moldean, en un intercambio en el que, dice Basanta, no es posible saber quién lee a quién. El escritor, crítico y profesor Lionel Trilling lo explicaba así: “Yo he sido leído por los poemas de Eliot, por el Ulises, por En busca del tiempo perdido, por El castillo… Durante muchos años, desde mi temprana juventud. Al principio, algunos de estos libros me rechazaron, les aburrí. Pero, con el paso del tiempo, fueron conociéndome mejor, me tomaron cada vez más simpatía, y entendieron paulatinamente los ocultos significados de mi persona”.

Contra el bulo de la escasa lectura

En cuanto al futuro de la lectura, Basanta adopta la postura de un optimista convencido y bien informado. “Es obvio que en estos momentos estamos viviendo una transformación importante en el terreno de los soportes de la lectura, y es una absoluta equivocación cerrar la puerta a las nuevas formas de lectura que los nuevos soportes ofrecen. Debemos evitar polémicas absurdas y ponernos a trabajar en ello”, explica a El Cultural. Y como considera que “leer no es solo un procedimiento, sino que determina nuestra capacidad de atención, de interpretación y de transformación de la realidad”, cree que enseñar a leer de verdad es una “enorme responsabilidad social”.

No le alarman las cifras que cada año reflejan las encuestas de hábitos de lectura. “La célebre afirmación de que cada vez se lee menos en España es falsa, no se sostiene en las encuestas demográficas ni en la realidad editorial. Jamás se ha leído tanto en España como ahora”. Basanta recuerda también que en 1982 apenas el 35 % de la población se declaraba lector frecuente y ahora lo hace el 56 %. “En los últimos 30 años ha habido un avance importante, no hay más que visitar las bibliotecas, que han sufrido una transformación extraordinaria. De ser lugares oscuros y apartados, en muchas poblaciones se han convertido en el eje y motor de la vida cultural; y los bibliotecarios han pasado de ser perseguidores de los lectores a dinamizadores culturales”.

La importancia de la lectura infantil

Si Basanta viajase al pasado para anunciarse a sí mismo que dedicaría su vida a los libros, el pequeño Antonio no le habría creído. Él, que ganó en clase la “medalla al penúltimo en lectura” y que consiguió con mucho esfuerzo superar la dislexia.

Hace tan solo una década la doctora Maryanne Wolf describió lo que ocurre en nuestro cerebro cuando leemos en Cómo aprendemos a leer: Historia y ciencia del cerebro y la lectura (una serie de procesos que Basanta reproduce en Leer contra la nada). En su libro, la neurocientífica especializada en lingüística explica también que el cerebro humano no está genéticamente diseñado para la lectura alfabética, sino que esta es posible gracias a un maravilloso ejercicio de reprogramación neuronal.

Fascinado aún por aquella lectura, Basanta pone el énfasis en la importancia de la educación infantil y primaria a la hora de formar lectores. Considera difícil que un niño no lector se convierta en un adulto lector. “El momento en que el cerebro tiene más plasticidad se da entre el nacimiento y los 16 años. En esa etapa tiene las ventanas abiertas al cien por cien, por eso lo que más debería preocuparnos es lo que ocurre en la etapa infantil. Ahí deberían concentrarse los mejores educadores, con el máximo reconocimiento y el máximo salario, como ocurre en Finlandia”.

“La lectura requiere tiempo, constancia y metodología, y ahí la educación ha hecho un dibujo equivocado”, continúa Basanta. “Se dedica un tiempo largo a la adquisición de las destrezas básicas, pero lo va acortando y eliminando cuando la destreza se domina. Es como si nos enseñaran a montar en bicicleta y después no la volviéramos a coger nunca más”.

En el reciente especial de El Cultural sobre literatura infantil y juvenil, el escritor Alfredo Gómez Cerdá y el director de la revista Babar, Pablo Cruz, opinaron que los libros dirigidos a los primeros lectores a menudo se administran “como si fueran medicamentos” para vencer los miedos o fomentar determinados valores en detrimento de “la parte más literaria, lúdica y creativa” de la literatura infantil. En la misma línea, Basanta cree “firmemente que nuestra sociedad está demasiado infectada de utilidad” y que es un error renunciar al “valor de la palabra hecha arte”, ya que, “precisamente, el lenguaje literario es el que requiere un mayor esfuerzo intelectual”.

Leer es interpretar, por eso la lectura de verdad (la que comprende, asimila, interpreta, discierne) se convierte hoy en una herramienta fundamental para manejarse en un mundo en el que sobreabunda la información. “La Biblioteca Nacional de España tiene siete millones de documentos. La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos tiene 150 millones, y en internet hay aproximadamente 20.000 millones de documentos con la capacidad de renovar continuamente la información”. Ya no tiene sentido memorizar a la carrera un sinfín de datos sin que llegen a convertirse en auténtico conocimiento. No sirve de nada que las clases de literatura sigan siendo iguales que hace cincuenta o cien años. “Cursé literatura sin leer una sola obra en su integridad. Como mucho, pequeños fragmentos salpicados a tresbolillo, entre una innumerable retahíla de autores, movimientos, argumentos y estilos […]. A la postre, un campo regado de cadáveres literarios y un insufrible aburrimiento”, recuerda Basanta en Leer contra la nada. Y quien escribe estas líneas tuvo la misma experiencia escolar más de treinta años después. Por eso, en lugar de obligarles a memorizar sin orden ni concierto, Basanta propone “enseñar a los niños a buscar información verificable en ese mar de datos que es internet”. Así habrá más tiempo para leer de verdad. “Los niños tendrían que ir al colegio con la misma ilusión con la que salen”, sentencia el escritor.

Fuente de la Entrevista:

http://www.elcultural.com/noticias/letras/Antonio-Basanta-Los-mejores-profesores-y-salarios-deberian-estar-en-la-educacion-infantil/11576

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Entrevista al secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, al término del homenaje a Jesús Reyes Heroles

Si las reformas son bien ejecutadas y profundas, pueden lograr que México crezca a tasas más elevadas, con mayores niveles para la población.

Pregunta (P): Hablaba de esta idea reformista, -reforma del Estado-, en la Reforma Educativa, sería bueno que leyera la oposición este pensamiento liberal para que…

Secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán (OGR): Sería muy bueno, harían muy bien en reflexionar de una manera mucho más sosegada, más profunda y más intensa la significación política que han tenido las reformas de estos años y de esa manera que podemos, en efecto, nutrir, enriquecer el debate que viene en los próximos tres meses.

P: ¿Y en cuanto a cultura? Estaban unidas la SEP-Cultura

OGR: Claro, acuérdese que en esos años no existía el Conaculta siquiera, era una Subsecretaría de Cultura, y entonces de ahí dependía todo lo que tiene hoy tiene la Secretaría de Cultura.

P: ¿Qué proponía?

OGR: Varias cosas, por ejemplo, se hicieron, -usted recordará-, toda la serie de lecturas mexicanas, el programa que dirigía un periodista precisamente, Miguel López Azuara, desde publicaciones de la SEP; luego todo el Programa Nacional de Bibliotecas que dirigió muy exitosamente Ana María Magaloni en esos años; un gran trabajo en materia de culturas populares, en fin, era una vertiente cultural muy rica en términos de política pública.

P: Hablaba de esta revolución y también de estas reformas en educación ¿hoy está vigente ese pensamiento?

OGR: Por supuesto, si ustedes analizan algunos de los fragmentos que yo cité de Reyes Heroles, los procesos de reforma son un continuo a lo largo de la historia mexicana como lo son ahora, es decir, la posibilidad de que México pueda crecer a tasas más elevadas, dotar de mayores niveles de bienestar a su población dependerá, depende fuertemente, de que estas reformas instrumentadas a lo largo de estos años tengan continuidad, profundización, una buena ejecución como me parece que lo muestra muy claramente la historia mexicana, y el caso de Reyes Heroles es un ejemplo, en ese sentido, de continuidad robusta y buena para el país.

P. Por último, el tiempo electoral, hay muchos programas de la Secretaría que son sociales como las escuelas comunitarias, todo eso, ¿hay algún programa para blindar, para no provocar, digamos, alguna sanción?

OGR: Sí, por supuesto, hay dos instrumentos, primero la Ley, tenemos restricciones muy específicas que marca la legislación electoral, algunas interpretaciones que han derivado de éstas por parte de las autoridades electorales que vamos a seguir, desde luego, de manera muy puntual.

Hay que recordar que en materia electoral hay algunos sectores que tienen que continuar, uno de ellos, que menciona la propia ley es el del sector educativo, nosotros tenemos que seguir trabajando en, por ejemplo, los temas de la modernización de las escuelas; la distribución de los libros de texto; la campaña de inscripciones; los programas de formación continua para los maestros, en fin, coas que ustedes conocen muy bien y eso no puede parar porque son partes sustantivas de la reforma educativa.

P: ¿Qué es lo que sí podría parar?

OGR: Pues lógicamente lo que dice la ley en términos de promociones de otro tipo, pero la Secretaría tiene programas muy institucionales y la Reforma Educativa tiene componentes muy claros, de tal manera, que vamos a seguir en esa dirección.

Muchas gracias

Fuente de la Entrevista:

https://www.gob.mx/sep/prensa/entrevista-al-secretario-de-educacion-publica-otto-granados-roldan-al-termino-del-homenaje-a-jesus-reyes-heroles

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Fabricio Ballarini: Neurociencia y educación, ¿un vínculo posible?

Argentina/24 de Marzo de 2018/

Agencia Agencia CTyS-UNLaM  Entrevista a: Fabricio Ballarini

Las investigaciones de lo que sucede minuto a minuto en el cerebro humano respecto a la memoria, los recuerdos y el olvido, se plasmaron hace 3 años en un libro titulado “REC” escrito por el doctor en Biología y divulgador científico, Fabricio Ballarini. Tiempo después publicó un segundo libro, “Educando al cerebro I”, fruto de las charlas de divulgación que realizó en escuelas con el propósito de crear puentes entre la comunidad científica y educativa. En el marco de la Semana de la Ciencia, y Agencia CTyS-UNLaM lo entrevistó

En esta entrevista, Ballarini analiza los vínculos entre la neurociencia y la educación, reconoce que es un “terreno fértil” para seguir trabajando, pero advierte el riesgo de que termine siendo “un negocio” de unos pocos “para dictar cursos online que no sirven absolutamente para nada”.

También, alerta sobre la difusión en los medios de resultados de laboratorio que son llevados a la clase: “No se puede transpolar los resultados de investigaciones con ratones directamente al aula”.

¿Qué te aportaron tus libros?

Para mí, los libros tienen como una gran bondad que es acercar la ciencia a un público que normalmente no tiene acceso a ese material científico y que, de tenerlo, lo tiene mal comunicado o digerido. Tanto REC como Educando al Cerebro tienen la particularidad de tratar de comunicar ciencia de manera simple y que, esa comunicación, se haga sin intermediarios: desde el investigador al docente. Por eso, manejan un código muy similar: ambos trabajan con la vocación. Es una comunicación entre una persona que ama su trabajo y una persona que quiere mejorar en lo que hace, así que se da fructíferamente.

¿Cómo empezaste con esta investigación?

Yo vengo trabajando sobre esto desde antes del boom de las neurociencias en las escuelas. Veníamos haciendo jornadas y como notamos que los docentes eran super receptivos nos parecía medio injusto usar el instrumento educativo y sólo hacer un paper sin que ellos reciban algo de lo investigado.  Entonces invitamos a otros investigadores que trabajan con educación, pedimos el aula Magna en el Nacional Buenos Aires y empezamos con “Educando al Cerebro”. La charla funcionó tan bien que tuvimos el apoyo del director del CONICET para llevarla al resto del país.

Hoy en día ¿Qué se puede aplicaren el ámbito educativo de todo lo que se divulga en neurociencias?

Por ejemplo, en redes sociales hay muchas cosas que no tienen evidencia y la gente la consume. La comunicación científica en el ámbito educativo es como una manta corta. Por un lado, necesitas contar que existen evidencias científicas para que docentes y estudiantes entiendan que el rol del científico es buenísimo, pero la gente no tiene paciencia. La ciencia avanza muy lentamente y es limitada, entonces lo que se hace mal es contar resultados que no están realizados en escuelas y son llevados directamente al aula.

¿Hay algún lugar en el mundo donde la neurociencia intervengan en la capacitación o formación docente o en el aula misma?

Que yo conozca no, de hecho, en España ahora hay una revolución pedagógica gigante y hablan de las neurociencias, pero su aplicación es muy escasa. Es un terreno fértil para hacer cosas buenas y también para que sea un negocio que le convenga a 5 personas que dicten cursos online sobre cómo funciona la mielina y esto no sirve absolutamente para nada.

¿Qué papel toma el estado en esta relación?

El rol del Estado a nivel educativo no se discute, lo único que se pone en debate a la sociedad son las paritarias o los problemas del aula, pero no hay una discusión sobre cómo educar, qué cambios hay que hacer. Estamos años luz de que el Estado pueda investigar o implementar sobre estas cuestiones.

En el plano económico, por ejemplo, los subsidios que obtuve son para trabajar en roedores. Hay muy poco apoyo a la profundización de estas iniciativas por fuera del laboratorio por másde que tengan éxito comercial y parezca que el futuro de la educación está ahí. Después, en la práctica, esto se frustra.

Y desde tu disciplina, ¿qué evaluaciones hacen sobre las prácticas pedagógicas?

Voy a dar un ejemplo: en la lógica pedagógica tiene sentido que un chico que corta una pizza se dé cuenta fácilmente que se trata de una fracción. ¿Pero eso está probado? ¿Alguien lo midió? La neurociencia y la educación son dos mundos que se chocan. Estaría buenísimo que esos dos mundos vayan en paralelo, acompañándose, para que la ciencia le brinde información útil a los docentes, y a su vez, desarrollar estrategias para que el sistema científico se nutra de nuevas preguntas,ya que no está presente en el aula. Pero, como es tan nuevo, es difícil convencer a las partes de que es posible, que hay resultados y que puede mejorar el sistema educativo.

Fuente: http://www.aptus.com.ar/neurociencia-y-educacion-un-vinculo-posible/

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Entrevista exclusiva con «la mejor maestra del mundo»: «Las escuelas tienen que poder tomar más decisiones»

Reino Unido – Argentina / Autor: Ricardo Braginski / Fuente: Clarín

Ganó el «Nobel de la educación» en Dubai

Lo dijo la británica Andria Zafirakou a Clarín. Criticó las pruebas estandarizadas: «deberían medir las habilidades de cada chico según su contexto». Y dejó un mensaje para los argentinos: «Tienen que proteger a sus maestros, ayudarlos. Y espero que el gobierno argentino también lo esté haciendo».   

No fue nada fácil para una profe de secundaria, que todos los días debe lidiar con los problemas de su escuela y sus alumnos, enfrentarse de golpe al desafío de las luces, las cámaras y los periodistas que la esperaban para sacarle alguna definición. Eso fue lo que le pasó a Andria Zafirakou, la ganadora del premio al “mejor maestro del mundo” que entregó este domingo la Fundación Varkey, en una ceremonia al mejor estilo hollywoodense en los salones de un lujoso hotel de Dubai. Por la noche, la docente británica no daba más del cansancio y la emoción. Pero pasaron las horas, se recompuso y por la tarde del lunes recibió a Clarín con más calma.

Zafirakou enseña arte en la escuela Alperton Community School, ubicada en el barrio de Brent, uno de los más pobres de Londres. Allí viven comunidades étnicamente muy diversas y hay mucha violencia. Para acercarse a sus alumnos aprendió los conceptos básicos de 35 idiomas y junto a otros docentes reformó la currícula. Así, logró reducir la deserción y obtuvo resultados en los aprendizajes. Su historia se impuso a las de más de 30.000 docentes de 173 países.

La ganadora del premio le cuenta a Clarín que nació en Londres, que es hija de dos inmigrantes – su mamá, que llegó a los 7 años desde Chipre, y su padre que lo hizo a los veinte desde Grecia-, y que para ella, «la docencia nunca fue una opción a elegir.». Simplemente, siguió un camino, como si fuera «algo natural» que había que hacer.,

Andria Zafirakou , ganadora del Global Teacher Prize 2018, en su escuela.

Andria Zafirakou , ganadora del Global Teacher Prize 2018, en su escuela. The Times

– Ayer dijo que lo más importante que se puede hacer por los alumnos es garantizar escuelas seguras, ¿de esto también se tienen que ocupar los maestros?

– Es que el área donde está la escuela en la que doy clases es la que más afectada está con la cultura de las armas en Londres. A cualquier lugar cercano que vayas de la escuela, las armas están al alcance de los chicos. Entonces la clave es que estén la mayor parte del tiempo dentro de la escuela, para eso les proveemos a todos el desayuno , y les preparamos muchas y distintas actividades adicionales como música, arte, ajedrez, reportajes, lo que sea. Algo que puedan estar haciendo. Y de esta manera tienen menos posibilidad de tener acceso a las amas, incluso en sus casas.

Andria Zafirakou, ganadora del "Nobel a la educación". . (AP Photo/Jon Gambrell)

Andria Zafirakou, ganadora del «Nobel a la educación». . (AP Photo/Jon Gambrell)

– ¿Esto implica incluso ir a buscarlos cuando no vienen?

– Sí, lo hemos hecho en el pasado. Recolectábamos a los alumnos y los traíamos a los exámenes, porque hay chicos que no van porque tienen miedo de enfrentar el examen. Y lo resuelven de esa manera.

– ¿Usted cree que todos los docentes que trabajan en estos contextos deberían encarar un enfoque similar?

– A mí me gustaría que pasara… (silencio)

– Usted también dijo que los buenos resultados que obtuvieron en los aprendizajes se debieron al arte. ¿cómo fue?

– Si, el arte es muy poderoso. Porque lo que puede hacer es ayudar al chico a expresarse, encontrar dentro suyo quién es, desarrollar la confianza en sí mismo. Lo hace aprender cometiendo errores, también lo hace tomar decisiones todo el tiempo, porque deben decidir, por ejemplo, qué pongo en esta obra éste color o éste, ésta forma o ésta otra, así en cada pieza de arte. También los hace ser más creativos e innovadores. Los hace salir de la caja, algo a los que los reduce la currícula académica formal. El arte es algo así como una sala de restauración para los chicos.

Andria Zafirakou , ganadora del Global Teacher Prize 2018.

Andria Zafirakou , ganadora del Global Teacher Prize 2018.

– ¿Y qué piensa entones de las evaluaciones estandarizadas, que toman en cuenta los conocimientos más académicos y no este tipo de habilidades?

– Es interesante lo que decís, porque creo que las escuelas hoy, especialmente, en Gran Bretaña, están tomando cada vez más ese tipo de evaluaciones a los estudiantes. Y a mí no me convence esto de estar tomando evaluaciones unas tras otras. Es que los chicos tienen que estar mentalmente en el lugar correcto cuando le toman las evaluaciones, y no es eso lo que sucede. Y la pregunta finalmente es ¿qué es lo que estamos evaluando? ¿evaluamos habilidades o conocimientos? ¿o la capacidad que tienen para pensar de acuerdo a la pedagogía que utilizamos? ¿o evaluamos la forma que tienen de tomar decisiones? Algunos de estos aspectos son importantes para una cosa en particular, otros para otras cosas. Así que pienso que cada evaluación tendría que medir las habilidades de cada chico de acuerdo a su contexto.

¿Cree que la redefinición de la currícula debiera hacerse en cada escuela, de acuerdo al contexto de sus alumnos y sus comunidades, como hicieron ustedes?

– Las escuelas suelen tener un problema, y es que los gobiernos suelen imponer estrictamente la currícula que deben dar. Yo pienso que las escuelas, en esto, tendrían que ser mucho más flexibles, y poder decidir más de acuerdo a las necesidades de sus alumnos. En cada escuela se conoce más cuál será el posible futuro de sus chicos, el mercado de trabajo, que tienen y entonces lo que necesitan aprender para eso: para conseguir mejores trabajos y ser más exitosos. Así que creo que estas decisiones curriculares tienen que volver a estar en las escuelas. .

Andria Zafirakou , ganadora del Global Teacher Prize 2018.. (AP Photo/Jon Gambrell)

Andria Zafirakou , ganadora del Global Teacher Prize 2018.. (AP Photo/Jon Gambrell)

– Tres consejos para los jóvenes que empiezan la carrera docente.

– Primero, estar seguro de que van a enseñar con pasión. Si vos amás lo que estás dando el alumno también lo amará. Tendrían que encontrar así que enseñar se le hace muy fácil y natural. También, agradecer que tienen un trabajo increíble. Sabemos que los maestros están sometidos a grandes presiones, pero agradecerse que están haciendo un gran trabajo, que es formar las nuevas generaciones. Tercero, no rendirse, y hacer sentir fuerte su voz. En la escuela, con el gobierno: que la gente sepa lo que hacen y celebren sus logros.

– ¿Pero qué pasa cuando los salarios son bajos?

– Si, es cierto, pasa en todos lados. Por eso es importante un premio como este porque le da valor a la profesión docente. Hace que se vea lo importante que somos, el impacto que tenemos en la vida de los chicos. Nos dan 1 millón de dólares, eso habla del valor que agregamos.

Entrega del premio al mejor maestro del mundo para la británica Andria Zafirakou.

Entrega del premio al mejor maestro del mundo para la británica Andria Zafirakou.

– ¿Qué va a hacer con el millón de dólares?

– No tengo idea. Todavía no puedo creer que lo gané. Creo que debo ser muy cuidadosa y tomar bien las decisiones. Los voy a poner en desarrollar más el arte en la escuela, en hacer más vínculos entre los alumnos y más profesores de arte. Podríamos pegar más salarios de profesores, o hacer un centro artístico, las ideas todavía son muy nuevas, muy frescas.

– ¿Que le gustaría decir a los maestros argentinos, muchos de los cuales hacen trabajos similares al suyo?

– Que los honro. Sé que están haciendo cosas muy difíciles. Hay que ayudarlos a hacer frente a todo eso. Toda la Argentina tiene que pensar cómo proteger a sus maestros, deben preguntarles “¿cómo puedo ayudarlos?”, “¿qué necesitan?” cada día para que puedan hacer bien sus trabajos. Y espero que el gobierno argentino esté haciendo esto, escuchando a sus maestros y agradeciéndoles lo que hacen por las comunidades. Y cuando hacen algo bien, demostrar agradecimiento. Decirles: bien hecho.

Fuente de la Entrevista:

https://www.clarin.com/sociedad/entrevista-exclusiva-mejor-maestra-mundo-escuelas-poder-tomar-decisiones_0_B1Sz5D6tf.html

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