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Entrevista a José Carlos  Nuñez Catedratico de Psicología Educativa clima escolar «clave para el aprendizaje»

Por: Infocop Online/Entrevista

El sistema educativo actual y la sociedad en general se enfrenta al enorme reto de mejorar el clima escolar en las aulas. Un adecuado clima escolar repercute muy positivamente en todos los aspectos relacionados con la escuela, el profesorado y el alumnado; inversamente, un clima escolar inadecuado contribuye a una disminución del rendimiento académico del alumno, influir negativamente en el adecuado desarrollo social del alumno, puede aumentar la desmotivación del profesorado, etc. La Psicología en general y, en especial, la Psicología educativa puede contribuir de manera muy positiva a mejorarlo. Por ello, Infocop Online ha tenido el gusto de entrevistar a José Carlos Núñez, catedrático de Psicología de la Educación en la Universidad de Oviedo y experto en clima escolar

En relación al clima escolar, ¿podría explicarnos cuál es la situación en nuestras aulas? ¿Cómo podría estar influyendo este aspecto en el rendimiento académico de nuestros escolares? ¿Y en el profesorado?

Quizás convendría primero aclarar lo que se entiende por clima escolar ya que, probablemente sensibilizados por los casos de violencia entre jóvenes en edad escolar, hoy casi hacemos equivalente clima escolar con los problemas de disciplina y violencia en los centros educativos. Sin embargo, clima escolar es un concepto mucho más amplio y complejo. El clima escolar, de modo global, se debe entender como un concepto que hace referencia a las condiciones organizativas y culturales de todo un centro educativo; sería, por así decirlo, la manera en que la escuela es vivida por la comunidad educativa y por ello incide sobre las actitudes de todos los implicados. Al concretar, podemos observar que el clima escolar incluye tanto una dimensión estructural (referida a la organización de los roles y las expectativas de los estudiantes en la clase y al hecho de compartir como grupo normas de conducta), como una dimensión afectiva (o formas concretas mediante las que cada personalidad individual satisface sus necesidades). Algunos investigadores también hablan de cuatro componentes del clima escolar: académico (normas, creencias y prácticas de la escuela), social (comunicación e interacción entre personas), físico (aspectos físicos y materiales y su mantenimiento) y afectivo (sentimientos y actitudes compartidas en la escuela).

A principios de esta década, la imagen que los ciudadanos tenían de lo que sucedía en los centros escolares de secundaria era bastante pésima: profesorado desanimado, falta de motivación para el estudio de una gran mayoría de los alumnos, incremento del fracaso escolar y, especialmente, incremento muy significativo de la violencia en los centros educativos. Sin embargo, en una amplia investigación financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia y publicado en 2004, se indica que para el profesorado participante en el estudio es indudable que los medios de comunicación han dramatizado en exceso la situación de violencia de los centros públicos de secundaria y que, en general, las causas de los problemas de convivencia estarían relacionados con los cambios en el rol educador de las familias, los valores diferentes de los alumnos, la falta de recursos materiales y humanos que acompañen a los cambios legislativos y la dificultad del propio profesorado para reconocer su función y las finalidades de su actividad.

Hoy, el fracaso académico y la violencia escolar son dos de los principales retos de los sistemas educativos a nivel internacional. Según datos recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2007), el porcentaje de adultos que han completado sólo Educación Infantil o Educación Primaria en los países latinoamericanos evaluados es o similar o muy superior al porcentaje de alumnos que han terminado Educación Infantil, Educación Primaria o Educación Secundaria Obligatoria en el conjunto de la propia OCDE o de la Unión Europea (UE). Esto es, mientras que en la OCDE, o en la UE, el 29% de los adultos poseen sólo los estudios de Infantil, Primaria o Secundaria Obligatoria, por ejemplo, en Chile el 24% de la población adulta ha alcanzado como mucho la Educación Primaria, porcentaje que asciende al 50% y 57% en México y Brasil, respectivamente. En el caso de España, y según datos de este mismo informe, la situación es similar a la de Chile. El 24% de la población adulta sólo ha alcanzado la Educación Primaria, porcentaje muy superior a la media de la OCDE o de la UE, donde la población alcanza en mayor medida niveles educativos superiores. En este mismo sentido, resultan también ilustrativos los últimos datos publicados en 2008 por el Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación, referidos a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en España. El porcentaje de alumnado repetidor es del 16,7% en 1º, del 9,6% en 2º, del 18,6% en 3º y del 12,1% en 4º. Y la tasa de idoneidad, es decir, el porcentaje de alumnado que se encuentra matriculado en el curso teórico correspondiente a su edad, va disminuyendo a medida que esta aumenta: un 84,2% del alumnado de 12 años cursa primero de ESO; un 66% de alumnos de 14 años, tercero; y un 57,7% de 15 años están en cuarto. En cuanto a la violencia escolar, según el informe de 2007 del Defensor del Pueblo-UNICEF, en España cerca del 90% del alumnado de ESO dice haber observado agresiones verbales entre estudiantes (insultar, poner motes o hablar mal de alguien); más del 80% dice haber presenciado exclusión social entre compañeros (ignorar); cerca del 60% dice haber observado agresiones físicas directas (pegar); y entre el 40% y el 45% dicen haber contemplado episodios de violencia física indirecta entre estudiantes -robos y destrozos. El tipo de violencia más frecuente entre estudiantes en Educación Secundaria es la verbal (insultos, motes ofensivos, hablar mal de los demás). En cuanto a la violencia de alumnado hacia el profesorado, los estudiantes consideran que los comportamientos más habituales son los insultos y motes con intención de ofender y los comportamientos disruptivos en el aula.

Pese a ser tanto el fracaso académico como la violencia escolar dos retos fundamentales dentro del sistema educativo actual, los numerosos informes diagnósticos que se han publicado en España en los últimos años sobre la situación de violencia en los centros educativos apenas han estudiado el vínculo entre ambos problemas con cierta profundidad y rigor. En este sentido, el informe sobre convivencia escolar publicado por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias, referido a los centros de Educación Secundaria de esa región, incluye algunas preguntas al profesorado y al alumnado dirigidas a conocer hasta qué punto perciben que exista esa relación. Tanto alumnado como profesorado consideran que el alumnado repetidor aumenta la indisciplina en las aulas (el 74,3% del profesorado y el 61,7% del alumnado así lo entienden); que el alumnado que saca malas notas suele provocar más interrupciones (indisciplina) en las clases (el 87% del profesorado y el 75,3% del alumnado así lo consideran); que el alumnado que produce actos de indisciplina reiterados en el centro es aquel que no quiere estudiar (el 93,6% del profesorado y el 81,6% del alumnado así lo informan); y que el fracaso escolar y el desinterés del alumnado hacia los estudios es origen de conflictos y conductas violentas en el centro (en ambos casos en torno al 75%). Sin embargo, sólo el 5% del profesorado considera que el fracaso en los estudios pueda ser origen de discriminación hacia quien lo padece. Son bastantes más, un 23,8%, los estudiantes que consideran que esto ocurre. 

A nivel internacional, el vínculo entre el fracaso en los estudios y la violencia escolar ha sido mucho más estudiado. En este sentido, se ha observado que participar como agresor en situaciones de maltrato permite predecir una baja percepción de competencia académica por parte del propio estudiante y la obtención de bajas calificaciones, así como abandono escolar. Se ha apreciado que el comportamiento disruptivo en el aula por parte del alumno muestra una correlación inversa con el apoyo por parte del profesorado y con el logro académico. Ser rechazado y víctima de agresiones también afecta al logro académico y al riesgo de fracaso escolar: permite predecir una baja competencia percibida y, en muchos casos, evitación escolar, absentismo, pérdida del compromiso con lo académico y una baja participación, frecuentemente para evitar el maltrato. Por otra parte, la relación con el profesorado también incide en el rendimiento académico: el fomento de relaciones cercanas y de calidad entre estudiantes y formadores está asociado a un mayor compromiso en el centro educativo por parte de ambos, lo cual se traduce en una mayor motivación, rendimiento, sentimientos de pertenecía y afecto en la escuela. El apoyo del profesorado predice mejores calificaciones, siendo este efecto mayor en víctimas que en agresores.

Otros estudios se han centrado en la influencia inversa: en qué medida el fracaso escolar puede incidir en la aparición de violencia escolar. Percibirse poco competente académicamente, encontrar poco relevante el trabajo de clase y considerar que romper las normas de clase aumenta el status entre los iguales, aumenta la probabilidad de desarrollar comportamientos disruptivos en el aula y conductas de oposición hacia el profesorado. En cambio, si el alumnado tiene éxito y disfruta en el centro educativo, tendrá un menor incentivo para comportarse mal durante las clases o actuar de modo que pueda precipitar su exclusión de la actividad. Los niños con mal comportamiento, pobres calificaciones y que han cambiado alguna vez de colegio es más probable que, de adolescentes, se encuentren inmersos en situaciones de violencia relacional, dentro y fuera del aula.

En general, los datos sitúan a España a la cola de Europa en cuanto a la calidad de nuestro sistema educativo, ¿qué es lo que estaría fallando?

Efectivamente, el fracaso escolar es uno de los problemas más graves que tiene nuestro sistema educativo en la actualidad, siendo las causas muy variadas y complejas. Veamos primero el nivel de gravedad del problema del fracaso escolar en nuestro país y, más tarde, algunas de las condiciones más significativamente relacionadas con ello.

En cuanto a la calidad del sistema educativo español, los datos derivados de los diferentes estudios que ha realizado últimamente la OCDE, si bien no dejan al sistema educativo español en el lugar que teóricamente parece corresponderle, tampoco es del todo correcto interpretarlos con el dramatismo acostumbrado últimamente. Por ejemplo, en el Informe PISA del 2006 (Programme for International Student Assessment), en el que se evaluó la competencia lectora, matemática y científica de estudiantes de 15 años de 57 países miembros y asociados de la OCDE (entre 4.500 a 20.000 por país), los resultados promedio de los estudiantes españoles (488 puntos) son similares al total de la OCDE (500 puntos), zona en la que se encuentran la mayoría de los países europeos (entre 475 y 525 puntos). Es más, al agrupar los países por regiones geográficas, se comprueba que el resultado español es de los mejores de la Europa del sur y mediterránea, por detrás sólo de Francia (con 495 puntos) y por delante del resto. Incluso, se puede señalar que siete de las comunidades autónomas españolas participantes en el estudio obtienen los mejores resultados. Por otro lado, en este informe se concluye que el sistema educativo español es comparativamente uno de los que ofrece mayor equidad a sus alumnos (magnitud de la dispersión de los resultados del rendimiento), próxima incluso a la de los países nórdicos. Teniendo incluso en cuenta el estatus socioeconómico y cultural de las familias de estos estudiantes, se indica que también en este criterio el sistema educativo español es más equitativo que la media de la OCDE (la diferencia en los resultados de los alumnos de mayor y menor estatus socioeconómico y cultural es menor), ocurriendo que los alumnos españoles de los niveles de estatus socioeconómico y cultural más bajos obtienen mejores resultados educativos que el promedio OCDE (por ejemplo, esto ocurre con el rendimiento de los estudiantes de Aragón, Asturias, Castilla y León, Galicia, La Rioja, Navarra, entre otros). En general, podría concluirse de estos datos que el sistema educativo español es más eficaz y equitativo que los de países como Francia, Alemania, Italia, …, aunque se encuentra a distancia de otros países como Finlandia, Japón, Corea, etc. Por tanto, y en espera de los próximos datos aportados por PISA-2009, lo que realmente indican los resultados derivados de estudios como PISA-2006 es que el sistema educativo español puede y debe mejorar sustancialmente en cuanto a resultados de aprendizaje y adquisición de competencias lectoras, matemáticas y científicas de sus estudiantes, pero ni mucho menos es para avergonzarse si tenemos en cuenta el rendimiento del resto de países de la OCDE (o incluso de los de Europa, muchos de ellos con un gasto en educación mucho mayor así como condiciones socioculturales y económicas superiores a las de los estudiantes españoles).

En cuanto a lo qué estaría fallando, a las posibles causas de los niveles indicados de fracaso escolar y el mejorable rendimiento de los estudiantes de nuestro sistema educativo, hay que decir que éstas son verdaderamente complejas de definir y difíciles de abordar. Creo que esto queda claro si recordamos la aseveración deAndreas Schleicher, uno de los responsables del Informe PISA, cuando afirmaba que el secreto de mejorar los niveles actuales de competencia de los estudiantes reside en saber motivarlos para la adquisición de saberes e incremento de competencias y habilidades.

Pero, ¿sobre qué variables hay que incidir para que esto ocurra? Claro que ésta es la pregunta del millón. No obstante, y aún a riesgo de simplificar en exceso, cabría aquí incluir las siguientes de carácter general:

a) Ausencia de una adecuada motivación. Escasa percepción de utilidad del esfuerzo por capacitarse por parte de los alumnos, interés (cuando lo hay) por los resultados inmediatos y tendencia cada vez mayor hacia la evitación del trabajo intelectual.

b) Mínima tolerancia a la frustración. Falta de hábitos de estudio, en particular, y de maduración personal, en general, llegando con frecuencia a encontrarnos con adolescentes hiperprotegidos y con escasa tolerancia a la frustración ante la mínima dificultad. Así, un número apreciable de adolescentes desarrollan un comportamiento pasotil o de rebeldía, y en algunos casos incluso violento.

c) Las nuevas tecnologías. Los adolescentes hoy en día viven en un mundo virtual en el que los estímulos tradicionales no tienen cabida. Wikipedia y el rincón del vago son dos de las fuentes del saber que reducen al mínimo el esfuerzo a la hora de trabajar para las tareas escolares y reducen a la mínima expresión la posibilidad de construcción personal del saber y de realizar aprendizajes verdaderos; los chats permiten, estando en horas de trabajo, seguir con los amigos y la construcción de una motivadora vida social. Al final, aprender para capacitarse ni es rápido, ni fácil, ni siquiera interesante, y si por una casualidad lo fuera, ya no le quedaría tiempo si hay que atender a la vida social.

d) Y de aquellos polvos estos lodos. Al final, como consecuencia de todo esto, los alumnos apenas dominan los conocimientos mínimos correspondientes a su edad, lo cual perpetúa la ignorancia ya que, como afirmó el gran psicólogo educativo David Ausubel, lo que aprendas en el futuro depende sustancialmente de lo que hoy sepas (no es posible dar un segundo paso sin haber dado el primero).

e) Desafortunadamente, un número considerable de estudiantes presentan necesidades educativas añadidas a las comunes (suelen denominarse necesidades educativas especiales), las cuales constituyen un serio factor de riesgo de fracaso escolar si no se les presta atención especializada, más allá de la que podría prestar un profesor ordinario o, en bastantes casos, el propio Departamento de Orientación. Hablamos de alumnos con desórdenes afectivos, trastornos internalizantes del desarrollo, dificultades específicas de aprendizaje, niños con trastornos de la atención, con o sin hiperactividad, discapacidades sensoriales o motóricas, trastornos del comportamiento, problemas de disciplina, trastornos alimentarios, etc.

Por si fuera poco, también existen otras condiciones extrínsecas al estudiante que van a condicionar significativamente su capacitación. A saber:

1) La familia y su contexto. En el haber de estos estudiantes está un contexto familiar escasamente favorable para influir positivamente sobre el trabajo de los hijos, siendo la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar una de las principales causas, aunque no conviene olvidar el papel que juegan los cambios en la estructura familiar, la cada vez menor cohesión familiar y la dificultad de la misma en adaptabilidad. En la familia, es donde se aprenden los primeros roles, los primeros modelos de conducta, se empieza a conformar la primera autoimagen de sí mismo, allí se aprenden las normas, la jerarquía de valores que pondrá en práctica, etc. Al analizar el modo cómo actúa la familia en relación al rendimiento escolar, existen distintas variables con diferente incidencia, según la naturaleza de las mismas. Entre dichas variables se encuentran las siguientes: a) la estructura o configuración familiar, es decir, el número de miembros que la componen y el lugar que ocupan los hijos en la misma; b) el origen o clase social de procedencia conformado por la profesión y el estatus social de los padres así como por los ingresos económicos, el ambiente y medio socio-cultural con que cuentan los hijos y las características de la población de residencia, etc.; c) el clima educativo familiar, en él se incluye tanto la actitud de los padres hacia los estudios de sus hijos como el clima afectivo familiar en el que se desarrolla el hijo, junto con las expectativas que han depositado en él. La variable familiar que mayor peso tiene, según la mayoría de las investigaciones, en relación al rendimiento escolar es el clima familiar. Por tanto, es imprescindible considerar que la implicación de la familia en el proceso de aprendizaje parece ser decisiva para el desarrollo afectivo, cognitivo y comportamental de los estudiantes y, por tanto, para lograr el éxito académico. Los resultados de los estudios realizados sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje escolar han mostrado que existe una relación significativa entre la implicación familiar y el éxito académico de los estudiantes. Son muchos los investigadores que indican que la implicación familiar positiva influye en todos los estudiantes, independientemente del curso en que se encuentren; y disminuye la posibilidad de que el estudiante abandone la Educación Secundaria

2) El profesorado y su formación. Al respecto, es destacable el reciente Estudio Internacional sobre Enseñanza y AprendizajeTALIS-2009 (Teaching and Learning International Survey), de la OCDE, en el que se estudian las condiciones de enseñanza y aprendizaje en los 23 países participantes (aspectos importantes del desarrollo profesional tales como ideas, actitudes, prácticas de los profesores, dirección de centros, etc.). En el contexto de esta entrevista, resulta interesante conocer que, según TALIS, una de las grandes demandas del profesorado es una mayor y mejor formación para su desarrollo profesional. Así, en particular, uno de cada tres informa de importantes necesidades para desarrollar sus competencias para enseñar a alumnos con requisitos especiales de aprendizaje. Aparte de esto, los profesores informan también de la necesidad de una mayor formación en cuanto al manejo de la conducta de los alumnos en clase. De hecho, en este informe se destaca que uno de cada cuatro profesores pierde al menos un 30% del tiempo que dedica a la enseñanza debido al comportamiento perturbador de los alumnos. En definitiva, incluso los profesores perciben y solicitan mayor formación y ayuda especializada para la identificación de necesidades educativas especiales y la planificación de intervenciones ajustadas a tales problemáticas.

3) Variables sociales. La inmigración es uno de los fenómenos más intensos que está experimentando actualmente la sociedad española, con efectos tanto positivos como negativos. Centrándonos en el campo educativo, la inmigración supone un enriquecimiento cultural pero también un gran desafío ya que supone integrar en el sistema educativo un gran número de estudiantes con grandes lagunas en comprensión del idioma, motivaciones diferentes y provenientes, en general, de sistemas educativos con un menor desarrollo y generalización que el español. Y esto constituye un desafío mayor en cuanto que el rendimiento de éstos es muy inferior en PISA 2006 (438 puntos) que los estudiantes nacidos en España (493 puntos), alcanzando incluso los 70 puntos de diferencia en algunas comunidades. Por otra parte, el fracaso del sistema educativo puede estar explicado sustancialmente incluso por el tipo de economía de un país. En el caso del nuestro, el tipo de economía actual y las numerosas oportunidades laborales que hasta ahora existían en el mercado laboral, las cuales no precisaban de una formación completa, han hecho crecer el abandono escolar. Pero es ahora cuando estos mismos jóvenes se encuentran sin trabajo y, lo que es peor, sin muchas expectativas ya que no disponen de formación ni de la cualificación necesaria.

Ante este panorama, ¿qué tipo de cambios serían necesarios? ¿Qué intervenciones podrían realizarse? Y, ¿cuál sería la labor del psicólogo educativo?

El caso es que si no se mejora la educación, difícilmente saldremos airosos de esta crisis en la que nos encontramos. Pero, por muy paradójico que pueda parecer, no ha habido en toda la democracia un acuerdo legislativo general y vinculante de los partidos políticos mayoritarios en este país respecto a la educación. Los continuos cambios de leyes como consecuencia de alternancias en el poder (LOGSE, LOCE, LOE) dan fe de ello, amén de los constantes enfrentamientos en materia educativa entre el ejecutivo central y los gobiernos autonómicos. Ahora no necesitamos más cambios de leyes generales de educación; se necesita un profundo diálogo educativo que modifique en lo necesario la que ya existe con el fin de mejorar el funcionamiento del sistema educativo actual. 

Pero, a pesar de todo, actualmente, con el fin de intentar dar respuesta a los numerosos problemas que aparecen en los centros educativos, se ponen en marcha programas generales de intervención con el fin de revertir la situación problemática. Tal es el caso de programas para la mejora de la convivencia en los centros, la prevención de la drogadicción, la mejora de los procesos y hábitos y estrategias de estudio, programas de prevención de los problemas alimentarios (anorexia, bulimia), etc. No obstante, aunque todos estos programas son esenciales, no es suficiente ya que también se necesita una atención individualizada tanto a nivel de diagnóstico como de intervención. Y es aquí donde es imprescindible la figura del psicólogo educativo, la cual no puede ser reemplazada por ningún otro profesional ya que no dispone de la capacitación necesaria.

El papel del psicólogo educativo se situaría a dos niveles: a) dentro de los Departamentos de Orientación, para la atención a las necesidades psicoeducativas ordinarias que puede plantear el sistema y b) como parte de un equipo de especialistas de apoyo para las Necesidades Específicas de Apoyo (cuerpo de técnicos con formación específica obtenida mediante la realización del Máster de Psicología educativa). Los psicólogos educativos, en general, y la división educativa del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España entienden que las funciones propias del psicólogo educativo no pueden ser desempeñadas por cualquier otro profesional que no tenga la formación especializada de éste; ni siquiera el orientador, como hemos argumentado anteriormente, pues no es posible que mediante la superación de la especialidad de orientación educativa del Máster de Secundaria, con 20 créditos (como mucho) específicos para el desempeño de las funciones propias de un psicólogo educativo, el orientador pueda estar capacitado para el desempeño de aquellas funciones.

Nuestra colega, María Pérez Solís, directora del Servicio de Orientación de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, en un documento titulado ¿Puede un docente sustituir en su rol profesional al psicólogo educativo?, y elaborado con el fin de presentar argumentos sólidos ante la Administración Educativa, conjuntamente con Universidades y Colegios Profesionales, un modelo de intervención coherente con la formación y cualificación profesional, en concordancia con lo que se hace en los países de nuestro entorno, resume en las siguientes las funciones más relevantes del psicólogo educativo:

  • Asesorar, asistir y dar consejo a individuos, grupos y/o instituciones, a partir de los conocimientos especializados, que como psicólogos y pedagogos poseen.
  • Mediar entre dos o más contextos, instituciones, grupos o personas, con el fin de llegar a acuerdos
  • Orientar a las personas a lo largo del ciclo vital, en los aspectos psicológico, personal y profesional
  • Intervenir en los distintos contextos: escolar, familiar, medios comunitarios, etc.
  • Recoger, analizar y valorar información relevante, sobre los diversos elementos que intervienen en el proceso de enseñanza/aprendizaje
  • Diagnosticar, elaborar informes u orientar una propuesta de intervención.
  • Mediar en la modificación de aquellas circunstancias del contexto generadoras de problemas, así como dotar a los individuos de las adecuadas competencias para que puedan afrontar con éxito las situaciones problemáticas.
  • Intervenir desde un enfoque sistémico o global, desde el que se aborda no sólo al sujeto sino también el contexto socio-familiar y escolar.
  • Colaborar en el proceso de ayuda para promover el desarrollo integral del potencial de cada persona.
  • Diseñar, planificar y seleccionar técnicas y recursos de intervención e investigación.
  • Responder a las demandas de las instituciones y de la Administración educativa, relativas a informes y dictámenes, especialmente aquellos referidos a los alumnos con necesidades educativas especiales.

En relación a todo ello, ¿cuáles serían las consecuencias de lograr un clima escolar más adecuado para el alumno? ¿Y para el profesorado?

Obviamente, tendría muchas y diferentes consecuencias y todas ellas positivas. No olvidemos que el clima escolar es el producto de la interacción de los diversos elementos ya mencionados anteriormente, que configuran un sistema vivo, pero a la vez es una condición que influirá positiva o negativamente en el funcionamiento futuro de todo este sistema. Dicho esto, y en general, un clima escolar positivo favorece el rendimiento y capacitación de todos los elementos del sistema educativo (alumnos, profesores, directores, familias, etc.), y al del sistema educativo como un todo. Como es lógico, ocurre todo lo contrario que si el clima escolar es negativo.

En su calidad de especialista, ¿cuál sería el diagnóstico de la Psicología educativa y, por tanto, del psicólogo educativo en España?

En la actualidad, la identidad de la Psicología educativa no parece ser cuestionable, ni profesional ni epistemológicamente. El psicólogo educativo es el profesional de la Psicología que tiene por trabajo la reflexión e intervención sobre el comportamiento humano en situaciones educativas mediante el desarrollo de las capacidades de las personas, grupos e instituciones. No obstante, la realidad nos dice que a pesar de que la Psicología educativa ocupa el segundo lugar, tras la Psicología clínica, en cuanto a perfiles de actividad profesional, en las facultades en las que existen itinerarios profesionales definidos, los estudiantes la eligen escasamente (5-10%), frente al itinerario de clínica y salud (40-50%), o el social/organizacional (20-25%). Entonces, ¿por qué la Psicología educativa suscita tan poco interés entre los estudiantes? Es posible que una de las razones más poderosas para ello ha sido un deterioro progresivo de la imagen del psicólogo educativo, fundamentalmente dentro del ámbito escolar y, quizás, debido a tres grandes razones: a) el auge de la psicopedagogía en el ámbito académico y los psicopedagogos con una limitada formación psicológica, b) la identificación errónea entre Psicólogo educativo y orientador y, c) la propia dejadez en el ejercicio de su profesión.

¿Considera que el clima escolar y los aspectos psicológicos asociados al aprendizaje son aspectos a tener en cuenta a la hora de elaborar las políticas y planes educativos? ¿Por qué?

Es esencial. Debería ocurrir como actualmente en el ámbito de la sanidad en EEUU en donde los psicólogos se han puesto codo con codo con el resto de responsables para la elaboración de la nueva ley de salud. En nuestro país, y en el campo de la educación, para la elaboración de la LOGSE ciertamente se ha tenido en cuenta el criterio de psicólogos educativos y de pedagogos. Otra cosa es que la perspectiva que quiso dársele fuera la más realista y efectiva. Se optó por un modelo de prevención y claramente constructivista pero, al final, nos ha quedado una sensación de cierto fracaso ya que no existían ni las condiciones socio-económicas, ni las competencias profesionales necesarias para llevar a buen puerto dicha reforma. Sería deseable que la nueva ley de educación, la LOE, tome en cuenta los errores de las anteriores, pero siga contando con los mejores expertos de todos los ámbitos implicados. Por supuesto, la Psicología es uno de los más importantes, lo cual queda nítidamente reconocido si echamos un vistazo a las directrices generales del Gobierno para la elaboración de los grados de educación infantil y primaria y del postgrado de educación secundaria. 

Los equipos de gobierno responsables de las políticas educativas deben ser conscientes que el aprendizaje y la formación que alcancen los estudiantes es un proceso muy complejo en el que intervienen, al menos, todos los factores indicados anteriormente, siendo uno de los más relevantes los procesos cognitivos y afectivo-motivacionales que el estudiante pone en marcha a la hora de abordar sus tareas escolares, dentro y fuera del aula. Como sabemos, el diseño de este proceso de aprendizaje tiene que ver con aspectos curriculares pero también con fenómenos psicológicos individuales y colectivos. Mediante la formación en el grado y en el postgrado, en el caso de la secundaria, los profesores deberán tomar conciencia de ello al cursar las diferentes asignaturas de Psicología. No obstante, a la hora de poner en marcha todo lo planificado, rápidamente aparecen los desajustes bien por problemas de ritmos de aprendizaje, por problemas o déficits individuales o bien por factores externos a la escuela (familiares, sociales, etc.). El caso, es que el sistema educativo debe tener previsto las condiciones materiales y humanas necesarias para atender satisfactoriamente a tales demandas específicas. En estos momentos es cuando más necesaria se ve la figura del psicólogo educativo y un orientador no es necesariamente un psicólogo educativo en el sentido de un profesional que ha adquirido una formación psicológica básica al superar el grado de Psicología y se ha especializado mediante la correspondiente formación en postgrado específico como es el de Psicología educativa. Sin embargo, y al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los países europeos a los que tanto aludimos y con los que queremos compararnos, en la ley educativa actual no se tiene previsto esto; todo aquello que se aparte de necesidades educativas ordinarias debe atenderlo el orientador, que no siempre es psicólogo ni, mucho menos, psicólogo educativo con formación específica y especializada. Y esto, desde nuestro punto de vista, sí que es un grave problema. Quizás, una anécdota personal sirva para ilustrar lo que estoy diciendo.

Hace apenas dos años, se ha publicado en Estados Unidos «The Handbook of International School Psychology» (editorial SAGE), en el que se describe todo lo referente a la Psicología escolar y los psicólogos escolares en 43 países. Mi colega, Julio Antonio González-Pienda, y yo hemos sido invitados para realizar el capítulo correspondiente al papel de la Psicología escolar en el sistema educativo español. Sobra decir que para nosotros fue un honor tal ofrecimiento, pero también, con el tiempo, un verdadero quebradero de cabeza ya que por mucho que queríamos explicar a los editores lo que ocurre en nuestro sistema, no conseguían entender cómo era posible tal cosa. El psicólogo educativo en muchos otros países es un profesional con unas funciones bien definidas, específicas y ajustadas a su perfil profesional, y con un papel central dentro del organigrama educativo y una gran reputación entre sus colegas. En nuestro país, en cambio, el psicólogo educativo, como tal, no existe oficialmente ya que no tiene unas funciones específicas reconocidas. Las tareas propias del psicólogo educativo (sólo las que conllevan un conocimiento psicológico relativo) son llevadas a cabo por los orientadores, profesionales no formados específicamente para desempeñar este rol.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir alguna cosa más?

Sí, y es a propósito del máster de secundaria y su supuesto papel en la mejora de la calidad del sistema educativo. En lo que hace referencia a la especialidad de orientación educativa, se postula como la tabla de salvación de los problemas de competencia de los integrantes de Departamentos de Orientación. Sin embargo, nadie más que los responsables de ello cree que esto vaya ser así. Es posible que sea un paso importante para el resto de especialidades, pero no para la de orientación educativa. Quizás, la solución podría pasar por incluir de una vez por todas en el organigrama educativo un cuerpo de técnicos (en el que estaría el psicólogo educativo), con funciones bien definidas, y que pudiera prestar la ayuda específica que continuamente necesitará el orientador de cada centro educativo (éste sí proveniente por la vía del máster de secundaria)

Fuente :http://www.infocop.es/view_article.asp?id=254

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Entrevista a Mar Romera: «Las escuelas no tienen que enseñar a leer, sino a vivir»

11 enero 2018/Fuente: Ideal

Hablar de la granadina Mar Romera -nacida casi por accidente en Heidenheim (Alemania) en 1967-, es hacerlo de una de las pedagogas más seguidas en nuestro país. Conocida cariñosamente como ‘La seño de la inteligencia emocional’, es una de las más estrechas colaboradoras del pedagogo italiano Francesco Tonucci, quien prologa su más reciente publicación, ‘La familia, la primera escuela de las emociones’, editada con gran éxito por Destino.

¿Por qué la familia es la primera escuela de las emociones?

-Porque las emociones son respuestas adaptativas del ser humano, que suceden sí o sí, en cualquier circunstancia. Esas respuestas adaptativas son las que nos mantienen vivos. Los mamíferos superiores sienten las mismas emociones que los humanos, pero su córtex cerebral es más pequeño, por lo que no las recuerdan. Recordar las emociones nos salva la vida. Y las emociones no son buenas ni malas, todas son necesarias. Niños y niñas nacen en un vínculo familiar, independientemente de cuál sea su estructura. Nos vinculamos emocionalmente con esa estructura, a través de una correspondencia: si me amas, te amo; si me proteges, te protejo. En ese proceso de vínculo aprendemos las emociones, que siempre se colocan antes de la razón: primero siento, y luego pienso. Y nada ni nadie puede sustituir los vínculos familiares: madre no hay más que una.

¿Qué ocurre cuando un pilar familiar se cae, por ejemplo, cuando una madre muere prematuramente?

-Que es preciso buscar los referentes en el entorno inmediato. Los hijos necesitan sentir seguridad y admiración, porque la admiración sienta las bases del amor. Si una madre falta, pero hay un pilar importante en casa -el padre, la abuela-, la ausencia de la madre puede ser aceptada como tal, amada y recordada. La dificultad viene dada por la ausencia de ese referente, o cuando ese referente deja de serlo porque se comporta como un igual.

Es esto de ser amigo de los hijos…

-Efectivamente. Yo no puedo ser amiga de mis hijas. Soy su madre. Si soy amiga, en el momento en que tengan problemas, no tendrán quien las sustente. Ello no implica en absoluto una falta de diálogo. Implica un aprendizaje: nuestros hijos tienen que aprender a perder.

¿Qué ocurre cuando se educa a un hijo alejándole de la dificultad?

-Que le inutilizamos. Los niños deben tener dificultades, no deben tener todo lo que quieren, porque si no, desconocerán lo que cuesta tener las cosas.

El papel de la escuela

¿Qué papel debe tener la escuela en la educación?

-La escuela se concibe para compensar las carencias educacionales. Mi padre necesitó la escuela para aprender a leer y escribir. Mi sobrino, que tiene cuatro años, no la ha necesitado, porque tiene a su disposición un aparato electrónico con acceso a páginas web como Google y puede tener todos los libros que quiera. Mi padre, nacido en plena Guerra Civil, no vio un libro hasta que tenía una edad más avanzada. La vida, la calle, lo entrenaron en el arte de vivir y controlar sus emociones. Sin embargo, mi sobrino, con todos los medios a su alcance, no ha aprendido a vivir. Las escuelas no tienen que enseñar a leer, sino a vivir, dicho sea de forma global. Deben actuar como elemento compensador, para enseñar lo que no se aprende de manera natural.

¿En qué se traduce esto?

-En que deben de prepararlos para ser trabajadores del siglo XXI, es decir, para el cambio, para la frustración, para asumir el fracaso y volver a empezar. Todo ello ha sido durante mucho tiempo el papel de la familia, pero ahora, con padres ausentes en interminables jornadas de trabajo, la familia no puede asumirlo.

¿Qué valores debe ofrecer la escuela?

-Sobre todo, respeto, y un cambio de paradigma donde el niño tome las riendas para diseñar una educación con infancia, no para la infancia. Debe posibilitar un pensamiento crítico, divergente y creativo, oratoria, capacidad de comunicar de forma oral y escrita, pero no una estructura cultural predefinida e inamovible. Debe entrenar a nuestros hijos para aprender a elegir.

Fuente: http://www.ideal.es/culturas/libros/escuelas-ensenar-leer-20180109011902-nt.html

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Entrevista a Emilio Ruiz: “Si tienes un alumno con síndrome de Down haz cosas para él que sirvan para todos”

11 enero 2017/Fuente: El Diario de la Educacion

Emilio Ruiz apuesta, lo primero, por dejar de mirar el síndrome de Down y ver al alumno. Creer en lo que puede hacer. Después, en que la maestra, el maestro, trabajen para que “todos los alumnos salgan beneficiados”.

Emilio Ruiz es maestro, orientador, psicólogo educativo y formador de formadores, pero además es uno de esos raros conferenciantes que saben transformar cada una de sus charlas en un chute de energía para la audiencia. Coincidimos en el último encuentro de familias de Down España, que tuvo lugar en diciembre en Cádiz y en el que impartió una charla a familias y un taller a jóvenes y adultos con síndrome de Down. Asesor educativo de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria y del Canal Down21, portal de referencia en España y Latinoamérica, hace años publicó Síndrome de Down, la etapa escolar. Guía para profesores y familias (CEPE), que sigue siendo una hoja de ruta plenamente vigente para padres y maestros. Su último libro, publicado en 2016, es Todo un mundo de emociones: educación emocional y bienestar en el síndrome de Down (CEPE).

Deme un consejo de urgencia para el maestro que por primera vez tiene en su aula a un alumno con síndrome de Down.

Yo siempre digo que para algunos maestros esa primera vez puede parecerse mucho a la del padre que recibe la noticia de que su hijo tiene síndrome de Down. También al maestro le acaba de nacer un alumno que no esperaba, o sea, que la primera reflexión es muy clara: es un niño. Y eso mismo les digo a los padres durante el proceso de aceptación, que culmina en el momento que dejan de ver el síndrome y ven al niño. Es un niño, con sus peculiaridades, pero lo principal es que es un niño. No mires al síndrome, mira al niño y cree en él.

Más consejos.

Lo primero que hace un niño en una escuela es echarle un pulso al maestro, a ver adónde llega. Y si te ve flojo, te va a dominar. El error en el que puede caer el maestro es no exigirle: pobrecito, es un niño con síndrome de Down, va a ser un niño toda su vida… Si vas con esa idea ese niño y tú no os entenderéis.

¿Y cuando te dice que ya tiene otros 25 en el aula y que este le da más trabajo que los otros?

En 2016 escribí un artículo con propuestas para la gestión del aula, que va en la línea de dar consejos que valgan para todos. Intenta trabajar en el aula de una manera que todos los alumnos salgan beneficiados. En las adaptaciones curriculares, que es el primer método con el que trabajé, tienes que hacer cosas distintas para el alumno con síndrome de Down, o sea que es un trabajo añadido. Por tanto, haz cosas que sean comunes a todos, y pongo un ejemplo. A un niño con síndrome de Down las explicaciones largas no le sirven, si le hablas más de 10 minutos se pierde, por lo que en mi aula no voy a dar ninguna explicación que dure más de 5 minutos ¿Le vale al niño con síndrome de Down? Sí ¿Les vale a los demás? También. Eso es una estrategia de aula. Otro ejemplo. Los niños con síndrome de Down perciben mejor por la vista. Pues mis lecciones van a estar acompañadas de fotografías, dibujos, gráficos, pictogramas… Eso beneficia al alumno con síndrome de Down y a todos los demás.

¿Entonces ya ha desestimado las adaptaciones curriculares?

Una vez ya he tomado medidas para todos, tengo en cuenta cómo aprende el niño con síndrome de Down y uso una metodología adaptada a él que sea útil para todos. Pero me puedo encontrar con que hay contenidos a los que no llega y que se tienen que adaptar. Por ejemplo, los demás están dando ecuaciones y el niño con síndrome de Down apenas multiplica. Hay materias como matemáticas en las que va a tener que ir a otro ritmo, con otros contenidos y otros objetivos, ahí hay que hacer la adaptación curricular. Pero es la última medida, cuando llega el momento de tomar decisiones sobre objetivos y contenidos que están muy apartados del resto de sus compañeros. Es una estrategia más, pero no se tiene que convertir en la única.

Fotografía: Down España

¿Para el profesor de secundaria el consejo sería el mismo: que vea al chico y no al síndrome?

Sin duda, pero la secundaria es una etapa más complicada. Se mezclan varios factores. Por ejemplo, la propia estructura del sistema educativo. Un alumno de primero de ESO tiene once asignaturas con once profesores distintos, y cada mañana da seis materias diferentes que cambian cada hora… Estás pidiendo a un chico con síndrome de Down que cambie su mente seis veces al día, para pasar de matemáticas a historia, de ciencias a lengua, de tecnología a música… Eso pedagógicamente es una barbaridad. Otro aspecto: el profesorado de secundaria, siendo sinceros y con el corazón en la mano, tiene en general una muy pobre formación pedagógica. Son especialistas en biología, en filosofía, en literatura… pero han hecho una formación bastante escasa en cuanto a pedagogía. Y en muchos casos consideran que lo único que tienen que transmitir son conocimientos curriculares.

Lo cual es un error.

Claro, ese profesor tiene que entender que se llama Educación Secundaria Obligatoria (ESO), y esa “O” final le obliga a atender a todo tipo de alumnado, no puede pensar que únicamente debe transmitir contenidos curriculares, sino que tiene que atender a las personas individualmente. Pero aún hay otra razón que hace difícil esta etapa: el propio alumnado con síndrome de Down tiene discapacidad intelectual, y en la secundaria los contenidos son tremendamente abstractos y conceptuales, son contendidos de una complejidad que en muchos casos se escapa de la capacidad de los jóvenes con síndrome de Down. O sea no hay que echar toda la culpa al sistema ni al profesorado, hay que pensar que hay una discapacidad intelectual y los contenidos son abstractos. De hecho, Piaget dice que esa es la etapa del pensamiento formal abstracto, y a ese pensamiento es al que no llegan los chicos con síndrome de Down, ya que normalmente funcionan con pensamiento concreto. A los datos me remito, el número de jóvenes con síndrome de Down que han obtenido el título de secundaria es muy limitado.

Eso puede depender de factores como la sintonía que tengas con tu centro o con tu inspector, o incluso de la laxitud de la legislación autonómica.

El título no me preocupa en absoluto. Sólo lo tomo como un dato de la dificultad de la secundaria en general. El nivel curricular de los chicos y chicas con síndrome de Down iría de tercero a quinto de primaria. Hablo en general. No podemos ocultar la realidad, su CI se mueve entre 40 y 65, y su nivel curricular se mueve de un tercero a un quinto de primaria. Por eso los contenidos de secundaria son demasiado complejos para ellos.

Sin embargo, tienen que hacer una secundaria inclusiva.

En eso estoy de acuerdo. Entonces hay que ver con qué estrategias. Yo propuse en su día un sistema de aulas abiertas. Una aula específica en un centro ordinario, en la que seis, ocho o diez chicos y chicas con un nivel intelectual semejante comparten un aula, trabajando objetivos adaptados a su nivel, posiblemente con contenidos prácticos para la vida diaria, etc. Y luego determinadas materias las comparten con los demás. Pero de verdad que me cuesta ver a la mayoría de adolescentes con síndrome de Down en un aula de secundaria dando seis materias distintas con el nivel de complejidad que tienen esas materias.

¿Ni con adaptaciones?

Pero es que en esos cursos están ya dando algunos contenidos inaccesibles. La adaptación es hacer una selección de objetivos y contenidos para ese niño en concreto, que sea lo más cercana posible a lo que están dando los demás. Pero hay un momento en que se abre una gran brecha y esa cercanía desaparece. A mí me gusta transmitir ilusión, pero lo digo siempre en mis charlas: los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas. Vamos a luchar para que lleguen al máximo de sus posibilidades, pero con los pies en el suelo. No obligas a una persona ciega a sacar buenas notas en educación plástica o a una persona sorda en música, de hecho se les exime de estas materias porque están intrínsecamente unidas a su discapacidad. Al alumno con discapacidad intelectual no se le puede eximir de todas las asignaturas, pero el nivel es el que es.

No es lo que estamos acostumbrados a escuchar desde la óptica de la escuela inclusiva…

Yo creo en métodos como las comunidades de aprendizaje, en los que toda la escuela se convierte en escuela inclusiva, también el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje por proyectos son metodologías maravillosas, pero vayamos a un instituto cualquiera, entremos y veamos qué hacen. Como orientador he visitado muchos. Y allí el profesor de matemáticas da matemáticas, el de filosofía da filosofía y el de inglés da inglés. Lo digo siempre: jamás he visto una manifestación de profesores gritando “¡queremos inclusión! ¡queremos inclusión!” Eso es poner los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas. Yo sigo creyendo en todas esas metodologías, pero mientras esté en el mundo en el que estoy ahora tengo que buscar formas de trabajar que sean lo más inclusivas posibles. En realidad, muchas veces los límites entre integración e inclusión se difuminan, y lo que nos ofrecen como medidas inclusivas en realidad son integradoras o a veces incluso excluyentes.

Pero se ha avanzado mucho en poco tiempo…

La mayor parte de niños con síndrome de Down, alrededor del 80%, pueden llegar a leer y escribir de manera comprensiva y utilizar esa lectura para un puesto de trabajo o su tiempo de ocio, pero no te voy a decir que ni el 1% va a ir a la universidad porque eso no es cierto. Ahora mismo menos del 10% se están sacando el título de secundaria. Y llevamos 27 años desde la LOGSE. En cuanto se les empezó a enseñar a leer en poco tiempo se demostró que muchos podían leer. La mayoría también pueden trabajar en empresas ordinarias, y si ahora mismo no hay más trabajando es porque no se les está dando la oportunidad. Una minoría muy escasa pueden cursar la secundaria y una minoría que prácticamente es nula pueden ir a la universidad. Con esos datos me atrevo a ser realista y decir que la secundaria está complicada. Pero de la misma forma digo que por la secundaria hay que intentar pasar, para que los chicos con síndrome de Down remuevan la conciencia de los profesores, y para seguir luchando por una renovación en las estructuras de la etapa.

Sostiene que hay que educar en emociones a los chicos y chicas con síndrome de Down. ¿A qué se refiere?

En cierta forma se les presiona para que lean, escriban, aprendan conceptos matemáticos, de conocimiento del medio, etc., es decir, que vayan adquiriendo conocimientos de carácter intelectual, y en cambio tenemos abandonado lo emocional. ¿Por qué pierde un puesto de trabajo un joven con síndrome de Down? Nunca lo pierde por falta de habilidad en el desempeño de sus tareas, porque con el sistema de empleo con apoyo ha habido una selección previa del puesto de trabajo, y se estudian las tareas para que ese trabajador las pueda desempeñar. Cuando pierden el trabajo es por falta de habilidades emocionales, porque no son capaces de recibir una crítica –baja tolerancia a la frustración–, porque uno le manda un mensaje a su jefa en el móvil diciendo que es muy guapa y quiere ser su novio –falta de empatía, de saber diferenciar entre un compañero y un superior jerárquico–, cosas así. Estamos empeñados en trabajar lo cognitivo cuando lo más importante es que sepan relacionarse socialmente y gestionar tus emociones. Defiendo que se aborde lo emocional, que por otro lado lo considero un punto fuerte del síndrome de Down.

¿En qué sentido?

Tienen facilidad para acercarse a los demás, tienen cierta capacidad para detectar emociones en otros, tienen gusto por estar con otras personas… También tienen carencias. Por ejemplo, tienen un enorme lío a la hora de nombrar emociones, confunden unas con otras. Pero es un campo en el que no se ha trabajado nada, y hay muchísimo que sembrar y muchísimo que recolectar. Tampoco está trabajado su gusto por la música, la inteligencia musical. Y en cambio les damos caña para que multipliquen y dividan, algo que para su vida futura tendrá una escasa utilidad. Su fortaleza emocional se tiene que aprovechar para sacar lo mejor de sí mismos, no son superdotados emocionalmente ni musicalmente, pero son campos que van desde lo positivo, puede sacarse mucho de ellos.

¿En qué consiste el programa que elabora con Down España?

Ya en 2004, desde que oí a Rafael Bisquerra, me interesó todo esto, y escribí un artículo sobre emociones y síndrome de Down. Durante dos años aplicamos un taller de educación emocional en Cantabria, se trataba de algo muy sencillo para reconocer emociones, relacionarlas, aplicar una relajación, entonces escribí sobre lo que habíamos hecho y me fueron llamando para que diera charlas… A eso le he seguido dando vueltas y en 2016 escribí “Todo un mundo de emociones”. Down España quería hacer un proyecto sobre educación emocional y me pidieron que coordinara el grupo de trabajo.

Habla de la creación de la figura del mediador emocional.

Esa idea es de Down España. En el programa de educación emocional se propone que cada asociación tenga un mediador emocional, siguiendo el modelo del mediador educativo, que hace de intermediario entre escuela y familia. El programa se divide en las que serían las cuatro funciones fundamentales del mediador emocional, que son sensibilizar a la institución y a la comunidad educativa sobre la necesidad de trabajar las emociones; en segundo lugar a los profesionales de la institución y de los centros educativos; luego a las familias; y en cuarto lugar las personas con síndrome de Down. Para estos últimos se ha editado un cuadernillo que contiene 20 actividades en cuatro bloques: conozco mis emociones, gestiono mis emociones, conozco como te sientes tú, que es la empatía, y gestiono las relaciones. En esos cuatro bloques hay una serie de actividades. Y ese es el cuadernillo del alumno, que va entrelazado con el cuadernillo del mediador emocional. Down España sugiere que cada entidad que lo desee cree la figura del mediador emocional, que sea la persona responsable de abordar estos temas a partir de estos cuatro bloques.

A su manera eso ya lo vienen haciendo las psicólogas de las asociaciones.

Lo que hemos querido aportar es la sistematicidad. Por ejemplo, sugerimos que ese cuadernillo sea aplicado de manera trimestral, con una o dos sesiones semanales. De la misma manera que el programa de lectura y escritura está asentado, y en todas las entidades se aplica hasta que el niño lee, tarde lo que tarde, vamos a introducir esto de manera sistemática, porque efectivamente los psicólogos de los centros abordan aspectos emocionales. Pero la diferencia entre la educación emocional respecto al abordaje psicológico de las emociones es que la psicología fundamentalmente ha abordado las emociones desde la perspectiva del déficit. Cuando la tristeza se convierte en depresión es cuando se decide que hay que ir a ver a la psicóloga. O cuando la ansiedad se convierte en estrés o la ira en pérdida de autocontrol. Un programa de educación emocional es preventivo, al chico se le enseña a conocer sus emociones y las de los demás, y a gestionarlas.

Un ejemplo.

Un joven con síndrome de Down que tiene hermanos pequeños que se van de casa. Esto ocurre a menudo. Ese adulto va viendo que se va quedando solo y va entrando en una depresión. Nunca ha entendido lo que es la tristeza, nunca le han hablado de emociones, y se va hundiendo sin saber qué le está pasando. Si desde pequeño le has puesto palabras a lo que siente podemos estar previniendo que en su momento ocurra una depresión.

¿A partir de cuándo se deberían empezar a aplicar?

En mis charlas digo que la educación emocional empieza desde el mismo instante que el bebé se pone en el pecho de la madre recién nacido. Porque esa mirada que le lanza la madre al niño y el niño a la madre es un lazo emocional que da inicio a su educación emocional. Por eso también hay un bloque para el trabajo con las familias, porque tienes que fortalecer y empoderar a las familias para que sean capaces también de gestionar sus propias emociones para ayudar a gestionar las de su hijo.

¿Las escuelas hacen también un excesivo hincapié en los aspectos prácticos, como aprender a contar dinero, y deberían hacerlo más en los emocionales?

Sin ninguna duda. Creemos que ese programa se podría aplicar en cualquier centro y no solamente para niños con síndrome de Down, sino a cualquiera. La inteligencia matemática tiene una asignatura que se llama matemáticas, la inteligencia lingüística tiene lengua y literatura, la espacial tiene educación plástica y visual, la musical tiene música… todas las inteligencias tienen una representación en el ámbito educativo, mientras que la inteligencia emocional, el conocimiento y gestión de emociones y de las relaciones, no tiene ningún reflejo en el ámbito escolar. El hecho de que no se les esté educando en emociones no es únicamente una carencia de los niños con síndrome de Down, es una carencia del sistema educativo. Las emociones se tienen que abordar en la escuela sí o sí para todos los niños. Pero hay más.

¿…?

¿La educación emocional debería trabajarse transversalmente en cualquier materia o en las clases de tutoría?

Se puede llevar de distintas maneras. Una es introducirlo en el currículo de las distintas materias. Por ejemplo, si estoy trabajando ciencias naturales voy a trabajar lo que hablábamos, la amígdala, igual que aprendo el sistema circulatorio o digestivo podemos aprender cómo funciona el cerebro; si estoy trabajando lengua y literatura voy a introducir el vocabulario emocional, porque la primera estrategia de autocontrol emocional es poner palabras a las emociones. En educación física aprendo relajación, estrategia básica de autocontrol emocional. Etcétera. Otra forma es en extraescolares o asignaturas optativas. O también efectivamente en las horas de tutoría, que cada vez se están introduciendo más en primaria. Pero lo ideal es lo que Rafael Bisquerra llama sistema de programas integrados, puesto que la educación emocional interrelaciona todas las materias. Por ejemplo, entramos por la mañana y todos los profesores, al margen de su materia, dedican los primeros cinco minutos a preguntar a sus alumnos cómo se sienten. Eso ya se hace en algunos centros. O cuando afloran emociones en el aula, en lugar de “sentaros y callaros” es el momento de preguntar “qué ha pasado?, ¿qué hiciste?, ¿qué podías haber hecho?, ¿cómo gestionaste la emoción?, ¿qué sentiste?, ¿qué te obligó a hacer?”. O todos los alumnos al volver del recreo hacen una sesión de relajación porque eso les baja su nivel de activación, porque aprenden mejor si su cerebro está emocionalmente estable. En ese sistema de programas integrados de Bisquerra las emociones están inmersas en toda la estructura del centro. Eso requiere que el equipo directivo crea en ello y que el profesorado esté formado en la materia, incluso que se forme a los padres y trabajen en la misma línea. Una materia que se llamara educación emocional, y que se impartiera a lo largo de toda la escolaridad, sería la más útil para el alumno. Mientras no exista, hay estas otras formas de irlo introduciendo.

Déjeme cambiar de tema. Como usted tiene mucha relación con los países de Latinoamérica me gustaría preguntarle sobre la situación de las personas con síndrome de Down allí. Si es que se puede generalizar, ¿qué diferencias constata?

Efectivamente, en Canal Down 21 tenemos muchos seguidores en Latinoamérica y yo voy por ahí con relativa frecuencia. Hace poco he estado en Guatemala y en agosto estuve en Colombia. Primera gran diferencia con España: allí los niños con síndrome de Down nacen. Aquí cada vez tenemos menos. Esa diferencia es enorme y eso hace de toda Latinoamérica una región con unas potencialidades enormes para el síndrome de Down. En el aspecto de la inclusión están como nosotros hace 27 años, empezando a caminar. Lo que ocurre es que ahí, en general, y sigo generalizando con los riesgos que ello comporta, hay una diferencia enorme entre la educación pública y la privada. En las escuelas públicas hay un profesorado que trabaja en unas condiciones vamos a decir difíciles, con muchos alumnos por aula y que hace lo que puede. Es decir, una gran cantidad de niños, con una ilusión tremenda por la inclusión, lo que produce es un gran potencial, pero están empezando a caminar, y eso hace que tropiecen en algunas cosas.

Habrá diferencias entre países, claro.

Yo he conocido experiencias como la de la Fundación Complementa en Chile, que ha escrito un Manual de buenas prácticas para la inclusión escolar y una colección de cuadernillos, que se pueden descargar, sobre estrategias de inclusión para el profesorado, y esos cuadernillos son fabulosos. Y ahora en Guatemala he visitado la Fundación Margarita Tejada que cuenta con un centro escolar, el colegio Las Margaritas, donde tienen un 15% de alumnos con síndrome de Down y un 85% sin discapacidad. Esto es una modalidad absolutamente novedosa que yo consideraría inclusiva y que en España no se ha hecho, o sea se está experimentando con unos formatos inclusivos que aquí no se dan. Yo lo veo en conjunto como un continente lleno de ilusión y de posibilidades.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/08/inteligencia-emocional-sindrome-down-mucho-sembrar-mucho-recolectar/

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Entrevista: “Apoyar la educación rural dará convivencia pacífica”: Vicky Colbert

10 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Vicky Colbert

Una reflexión sobre el rol de los docentes y la educación rural en la actualidad de Colombia.

Bogotá celebró el 3º Congreso Internacional de Escuelas Nuevas que contribuyó a la discusión global sobre la calidad de la educación y la importancia de implementar modelos educativos innovadores y flexibles. La líder de la Fundación Escuela Nueva, organizadora del evento, reflexiona sobre el rol de los docentes y la educación rural en la actualidad del país.

‘Construyendo Redes y Transformando la Educación’ fue el eje central de este encuentro académico buscó consolidar alianzas e iniciativas que propendan por el mejoramiento de la vida de los más vulnerables a través de una educación de calidad, centrada en quien aprende y que promueva un aprendizaje activo, cooperativo y personalizado.

Desde la década del 70, la Fundación Escuela Nueva ha trabajado por reinventar continuamente la educación rural en Colombia. Sus aportes a la política educativa del país la han convertido en un referente nacional e internacional a la hora de hablar de métodos de enseñanza y aprendizaje en el campo, y en un modelo que ha sido galardonado por la Unesco en 2003 y por la revista suiza The Global Journey, por destacarse como una de las 100 mejores organizaciones del mundo.

Ante la actual coyuntura nacional, su fundadora, Vicky Colbert, considera que hoy más que nunca Colombia debe volver su mirada a la ruralidad para recoger lo andado y capitalizar lo aprendido. Pero además para fortalecer la calidad educativa que configure a la escuela como un espacio más democrático, abierto a la reconciliación y a la construcción de paz.

¿Cómo ve la educación rural de Colombia en la actualidad?

En Colombia se han hecho esfuerzos muy grandes por universalizar la primaria en el campo y creo que ahí hemos tenido un logro muy importante en los últimos años. Ahora el reto nuestro es poder llegar más a los jóvenes, pero especialmente con un énfasis de calidad. Tristemente ahora en América Latina el 50% de los niños en cuarto grado no entienden lo que leen. Entonces hay que fortalecer todas estas habilidades básicas. Pero también porque volver al campo es algo fundamental para la construcción de paz.

¿Por qué?

Porque es precisamente en la ruralidad donde se vuelve a dar la inequidad. Pero, además, porque la necesidad es la madre de la innovación y del campo vienen las experiencias más innovadoras. En los márgenes de las sociedades se generan las innovaciones más importantes de un país. Si seguimos apoyando al campo y a la educación en las zonas rurales, vamos a poder tener un gran impacto en convivencia pacífica, que es lo más importante.

¿Y en qué sentido se debe dar esa innovación, ese cambio?

Hay que seguir construyendo sobre lo construido porque ya ha habido evidencias y soluciones probadas en Colombia. Hay que comenzar a trabajar con las normales que es de donde salen los maestros para el campo y luego es fundamental escucharlos y no dejarlos solos. Hay que involucrar a la sociedad civil como parte fundamental en el trabajo con el Estado y entender que el concepto de espacio y tiempo para aprender ha cambiado y no es solo la escuela.

Aquí tenemos escuelas rurales que, a pesar de ser de bajos recursos económicos, tienen mejor calidad en muchas dimensiones porque tienen ambientes de aprendizaje muy ricos, y eso hace que un estudiante se quiera quedar en la escuela.  Podemos lograr una innovación en la educación rural en Colombia si cambiamos los paradigmas pedagógicos y nos convencemos que más de lo mismo no es suficiente.

¿Cuál es el rol del docente en esta transformación de la escuela rural?

Que no sea transmisor de información porque un joven o un niño hoy entra a Google y obtiene más información y más rápido que la que le puede dar el maestro. El rol del docente es otro. Es tener más tiempo para conocer a sus alumnos, quererlos más, conocer sus estilos de aprendizaje, retroalimentar en el proceso. El nuevo rol del docente del siglo XXI es ser un acompañante, un facilitador, un catalizador.

Ustedes lograron llegar a más de 25 mil escuelas en los 90. ¿Cómo está Escuela Nueva en la actualidad?

Luego de la descentralización que hubo en el país en los años 90 la gente se empezó a concentrar más en lo administrativo y se olvidó de lo pedagógico. Muchos docentes de trasladaron a otros lugares, los nuevos no fueron capacitados, llegó mucho material a escuelas donde no había personas capacitadas, entonces todo se comenzó a descuadernar.

Fuimos política nacional, luego esto comenzó a decaer y en este momento estamos hablando de nuevo hablando con los nuevos gobernadores. Actualmente estamos haciendo un trabajo enorme con el Ministerio de Educación Nacional llegando a más de 4.500 docentes, pero no es suficiente.

Puntualmente, ¿cuáles son esas estrategias que Escuela Nueva propone para mejorar la convivencia en la escuela?

Hay estrategias e instrumentos muy concretos que tienen metodologías de aprendizaje activo y muy participativo. Por ejemplo, a través de los gobiernos de los niños donde los estudiantes aprenden a elegir y ser elegidos, a conformar comités, a incentivar el autogobierno. Ahí es donde se terminan tocando las destrezas del siglo XXI, que son las que promueven lo que un computador no puede hacer: aprender a aprender, liderar procesos, tomar iniciativas, pero especialmente aprender a trabajar en equipo y con respeto.

Cuando un niño tiene elementos concretos para aprender, ellos mismos son los primeros en manejar y controlar los comportamientos a veces no deseables de otros niños. Los mismos niños comienzan a tener instrumentos de auto regulación, de comportamientos democráticos y de convivencia pacífica.

¿Y para fortalecer la calidad?

Eso es fundamental porque los docentes no tienen tiempo para planear todos los días clases maravillosas. Entonces diseñamos un instrumento que se llama ‘Guía de aprendizaje’ que es el híbrido entre un texto y un cuaderno de actividades en donde le presentamos a los docentes algunas propuestas de lecciones donde aterriza el currículo nacional a las actividades en la escuela.

Eso sí, teniendo en cuenta que no todos tienen el mismo ritmo de aprendizaje y que se requiere fomentar el aprendizaje colaborativo, el diálogo, el trabajo de pares. Teniendo en cuenta que el otro piensa distinto y no lo voy a matar por eso. Ese es un concepto de pedagogía que dijo John Dewey hace cien años y es lo que hay que poner en práctica. Los conocimientos los tenemos, pero hay que ponerlos en la práctica y apoyar a los docentes para que lo puedan hacer.

Fuente entrevista: https://compartirpalabramaestra.org/noticias/entrevista-apoyar-la-educacion-rural-dara-convivencia-pacifica-vicky-colbert

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“En Colombia se asesina a la gente por pensar distinto”

Entrevista a Victoria Sandino, excomandante de las FARC y candidata al Senado en las elecciones colombianas

En el contexto de la violencia política contra la Unión Patriótica (5.000 asesinados en la década de los 80 y 90 del siglo XX), Victoria Sandino Simanca (Tierralta, Córdoba, 1965) se unió a la lucha de las FARC-EP. Fue en diciembre de 1992. Mucho antes, en 1964, unos 50 campesinos de la región de la Marquetalia fundaron el movimiento guerrillero que dirigieron Manuel Marulanda y Jacobo Arenas. Victoria Sandino había militado en el Partido Comunista de Colombia y en la Unión Patriótica. En las FARC-EP, la guerrilla más antigua de América Latina, desarrolló múltiples actividades: trabajo político de relación con las comunidades, organizaciones sociales de los territorios y mujeres; tareas de educación, alfabetización y comunicación con los compañeros, entre otras. Ya en una etapa posterior –las negociaciones de paz con el gobierno de Santos- la excomandante guerrillera coordinó la Subcomisión de Género por parte de las FARC-EP y fue plenipotenciaria de la Mesa de Negociaciones de La Habana. Actualmente Victoria Sandino forma parte del Consejo Político Nacional del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (la antigua guerrilla marxista-leninista de las FARC), en cuyas listas se presenta como candidata al Senado en las elecciones presidenciales del 27 de mayo. La entrevista tuvo lugar el pasado cinco de diciembre, día siguiente a la presentación en Valencia del documental “Amanecerá y veremos. Mujeres protagonistas de paz en Colombia”, obra del periodista Sergi Tarín y producido por la ONG Atelier.

-A finales de noviembre 142 organizaciones de víctimas y derechos humanos denunciaron ante la Corte Penal Internacional que el Estado colombiano ha modificado, en el último año, el Acuerdo de Paz de La Habana de acuerdo con los intereses de los sectores políticos, económicos y militares “de alto rango”. El documento critica el “manto de impunidad” para los máximos responsables de crímenes de lesa humanidad, entre otras razones por las modificaciones en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Acordado por el Gobierno y las FARC en septiembre de 2015, este mecanismo incluye un Tribunal para la Paz, Salas de Justicia y establece como principio “una paz sin impunidad”.

Lo que se buscaba con la JEP era la Justicia, Verdad, Reparación y no Repetición para las víctimas. A la JEP tenían que comparecer en principio todas las personas que, de una u otra manera, habían causado grave daño en el contexto del conflicto armado. Hablamos de la insurgencia, los militares, el Estado en su conjunto y los particulares o “terceros”. Establecer esta Jurisdicción era obligatorio, porque la Justicia en Colombia no funciona: es muy corrupta y está muy politizada. Por esta razón se buscó un mecanismo especial para elegir a los magistrados del Tribunal para la Paz y de las Salas. Pero la Ley de Reglamentación de la JEP aprobada por el Congreso el 28 de noviembre se crea sólo para los militares y, particularmente, la insurgencia. Fuera de la Jurisdicción quedan el Estado en su conjunto y los “terceros” –como paramilitares o grupos terratenientes que han financiado el paramilitarismo-, que sólo comparecerán de manera voluntaria.

-A primeros de noviembre fue detenido por orden de la Fiscalía General de la Nación el hacendado Jaime Alberto de Jesús Angulo Osorio en Santa Rosa de Osos (norte de Antioquía). El motivo, su presunta participación en la masacre del Aro, perpetrada en el municipio antioqueño de Ituango por paramilitares de las ACCU; ocurrió en octubre de 1997: fueron asesinados 17 campesinos y 1.200 personas resultaron desplazadas. ¿Es un ejemplo de la impunidad paramilitar?

Las grandes masacres que se produjeron en la década de los 80 y 90 del siglo pasado, por ejemplo contra las comunidades rurales, con 20, 30 y más de 50 muertos en una sóla acción, no han sido judicializadas. Obra de fuerzas paramilitares, las matanzas estuvieron ordenadas, financiadas y promovidas prinicipalmente por terratenientes. No están en la cárcel ni se ha hecho justicia, que es lo que se buscaba precisamente con la Jurisdiscción Especial para la Paz.

-El periódico Semana se hace eco de una lista global sobre la concentración de riqueza en relación con el PIB, publicada por el periódico alemán Die Welt con datos de Bloomberg. En Colombia la fortuna de las cinco personas más ricas equivale al 12,5% del PIB, lo que sitúa a este país en el quinto del mundo respecto a la acaparación de la riqueza. Además, según el Banco Mundial, Colombia es el segundo país más desigual de América Latina y el séptimo a escala mundial. ¿Es un contexto poco propicio para que se imparta justicia?

Pero es que además hay una realidad en Colombia… Los congresistas son los mismos terratenientes y gamonales de los territorios, quienes se han beneficiado de todos los despojos de las tierras a las comunidades campesinas. Algunos se han ido a la cárcel ahora por la “parapolítica”, pero porque es evidente su participación, la forma de asesinar a la gente y a los líderes en particular. Ellos están legislando en beneficio propio.

-¿Es el presidente Santos un integrante más de las clases dominantes o, por el contrario, consideras que hay poderes que le trascienden?

Santos es parte de la oligarquía nacional. Y esos “otros” poderes a los que me refiero son regionales y de los departamentos. En la Cámara son muchos los representantes que vienen de los territorios, donde se les ha elegido, y por supuesto no van a legislar contra lo que ha sido su práctica. Por esta razón han decidido que sea voluntaria la declaración en la JEP, ya que de lo contrario tendrían que comparecer muchos de los que están sentados en el Congreso. No digo que todos, pero sí muchos de ellos. Además la Reforma Política, que era fundamental para la participación de sectores democráticos, no salió adelante (El pasado 29 de noviembre el Senado votó a favor de archivar el proyecto de Reforma Política; tres días antes la FARC calificó en un comunicado la reforma como “frankenstein irreconocible que no refleja el espíritu del acuerdo de paz; han desaparecido contenidos como el control del dinero privado en las campañas, los recursos judiciales para la celeridad en las decisiones electorales, las medidas de democratización interna de los partidos y las listas cerradas”. Nota del entrevistador).

-La Defensoría del Pueblo de Colombia ha informado que entre enero de 2016 y marzo de 2017 se produjeron 156 homicidios, cinco desapariciones forzadas y 33 casos de atentado contra líderes sociales y defensores de los derechos humanos. Atribuye en parte el fenómeno a la presencia de grupos armados que intentan implantarse en las zonas abandonadas por las FARC. También Naciones Unidas ha reportado durante 2017 un total de 105 homicidios de defensores y líderes de movimientos sociales en Colombia, en un 59% de los casos ejecutados por sicarios.

Ocurre que la política no ha cambiado. El Estado y el Gobierno, empezando por el presidente Santos, tienen que elaborar unos planes específicos –a partir de los acuerdos de La Habana- para el ataque y desmantelamiento del paramilitarismo; y esto no se ha hecho. Por ejemplo, desde principios de año había que designar a la directora de la Unidad Especial de Investigación constituida en la Fiscalía para desmantelar las organizaciones responsables de masacres y el paramilitarismo; y fue a finales de noviembre cuando el Fiscal General nombró a la nueva directora de la Unidad de Desmantelamiento de Organizaciones Criminales, Martha Jeaneth Mancera. Además la Fiscalía dispone de documentación sobre 15.000 casos relacionados con la acción de civiles durante el conflicto armado, pero judicialmente no se ha avanzado. ¿Qué ocurre? El Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ha sido abogado de multinacionales y ha estado vinculado a empresas que financiaron el paramilitarismo; sería como atacar a sus amigos…

-En tu cuenta de twitter te defines como fariana, feminista y luchadora por la paz con justicia social para Colombia. ¿Qué peso tiene el feminismo en la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, partido que desde el pasado mes de septiembre sustituye a la guerrilla de las FARC?

En la dirección nacional del partido –el Consejo Nacional de los Comunes- participamos 111 personas, de las que 26 somos mujeres. Y entre los 15 miembros del Comité Ejecutivo de la FARC, estamos presentes cuatro mujeres. Esto no es realmente tan grave, ya que formamos parte de un partido político en transición de la vida guerrillera a la vida civil. La presencia de la mujer en la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común es mayor que en los partidos tradicionales. Por otro lado nosotros venimos de una estructura jerárquica político-militar –que en la práctica fue muy militar-, y hemos venido realizando un trabajo muy duro desde el inicio de las negociaciones de paz, en septiembre de 2012, para abrir espacios a la participación de las mujeres y por el reconocimiento de nuestro papel en el conflicto. Obviamente nosotras continuamos luchando por lograr una mayor representación, y eso significa también formación política así como ganar confianza en la vida pública. Todavía el ejercicio público y político no lo hemos tenido como una práctica. Estamos en ese proceso.

-El próximo 27 de mayo se celebrarán elecciones presidenciales en Colombia, en las que participas como candidata al Senado por la FARC junto a Iván Márquez, Pablo Catatumbo o Griselda Lobo. ¿Cómo se afrontan?

Con la esperanza de la participación, y con una gran preocupación. Aspirábamos a que no sólo nosotros, sino también los demás partidos y movimientos sociales con aspiraciones a participar en la vida política lo hicieran. Pero no va a ser posible, porque no se aprobó la Reforma Política. Además tenemos que competir el voto con unas prácticas muy complicadas; el sufragio en Colombia no es obligatorio, y a la gente le ofrecen cualquier cosa: un almuerzo, materiales de construcción, zinc, cemento, un rollo de alambre para la parcela… Mucha gente da su voto a cambio de esto, no se trata de una elección consciente.

-El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia recuerda que altos funcionarios del Estado han declarado, ante los medios informativos, que asesinatos de líderes comunitarios y defensores de derechos humanos “son debidos a líos de faldas, peleas con vecinos y rentas ilícitas”. Según Naciones Unidas, “esto es muy peligroso ya que se parece querer justificar los asesinatos”. Por otra parte, las mujeres de la FARC denunciaron en un comunicado (“No jueguen con el honor de las farianas”) la utilización mediática de la violencia sexual “como arma contra nuestros compañeros”.

Están sacando todo esto y más cosas. Algunos delitos han quedado fuera de la JEP, por ejemplo los de carácter sexual cometidos durante el conflicto armado. Nosotros pedíamos que estos delitos no fueran indultables ni amnistiables, y no sólo para los nuestros que hayan podidos cometerlos, sino para cualquiera. Queríamos, por tanto, que estos delitos se mantuvieran en la JEP, ya que nunca fueron juzgados por la justicia ordinaria; De hecho, en Colombia a las mujeres se las viola diariamente, cada tres días una mujer es asesinada en el país y diariamente se producen 55 abusos sexuales. Ahora que el Congreso aprobó que las violaciones salgan de la Jurisdicción Especial y vayan por la justicia ordinaria, se ha empezado a decir que algunas personas nuestras están implicadas en delitos sexuales.

-Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, 15.076 personas –en más de un 90% de los casos, mujeres adultas, niñas y adolescentes- sufrieron la violencia sexual durante 60 años de conflicto armado. ¿Se utilizó el cuerpo de la mujer como arma de guerra?

Yo creo que sí, fundamentalmente por los paramilitares y también por la fuerza pública. En los territorios donde llegaba el paramilitarismo se perpetraban masacres y también se violaba a las mujeres; es lo que hoy en día queremos que salga en la Comisión de la Verdad, ya que nunca se investigó. Simplemente se dijo que se produjeron masacres, pero no se indagó en lo que ocurrió antes y durante los crímenes. Actualmente partidos como el Centro Democrático y la ultraderecha pretenden “empapelar” a todo nuestro personal, sobre todo a los hombres, afirmando que están implicados en delitos sexuales o de narcotráfico.

-¿Qué define a las farianas?

Las mujeres de las FARC somos un colectivo que ganamos cotas importantes de igualdad al interior de la organización; nuestra práctica de lucha no ha sido sólo por los derechos de la mujer, sino del pueblo colombiano. Y ello en un país tan conservador como el nuestro, donde las mujeres han sido relegadas al mundo exclusivamente privado. De manera colectiva las mujeres de las FARC hemos construido unas propuestas o lineamientos –no digo teoría, no soy tan pretenciosa- en torno a un feminismo que llamamos “insurgente”, en el que planteamos la emancipación de las mujeres y del conjunto de la sociedad. Recogemos para ello elementos de nuestra práctica insurgente, cuando éramos iguales mujeres y hombres, y en la práctica revolucionaria se rompieron los roles establecidos.

-¿Y cómo caracterizaría al partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común? ¿Sirven las tradicionales etiquetas de “marxista-leninista” o “socialdemócrata”?

Creo que en la parte teórica hemos aprendido muchas lecciones del contexto internacional. Aquí no se trata de que nuestra línea político-ideológica tenga que ser el socialismo marxista-leninista, socialdemócrata, trotskista o maoísta, no. Primero defendemos la autodeterminación de los pueblos. Entre todos los colombianos nos hemos de poner de acuerdo en qué tipo de país queremos. Promovemos además algunos principios como el “buen vivir” y garantías sociales para la población. Es decir, una sociedad más justa, se llame socialismo o del modo que se quiera. Pero que sea más justa y “a la colombiana”, por eso trabajamos.

-Desde que las FARC-EP nacieran en 1964 en las montañas del sur del departamento del Tolima, hasta la rúbrica de los Acuerdos de La Habana en 2016, ¿cuál fue el principal logro del movimiento guerrillero?

El Acuerdo de Paz, porque sienta las bases para una sociedad distinta y los elementos del “buen vivir”. En los Acuerdos se aborda la cuestión de las víctimas, la tierra, la democracia y la participación. Colombia es un país donde a la gente se la asesina por pensar distinto.

-Por último, ¿qué recuerdos te marcaron especialmente durante la guerra como dirigente de las FARC, organización en la que te enrolaste en diciembre de 1992?

Hay experiencias muy duras, por ejemplo la pérdida de las vidas humanas. Compañeros que se perdieron en la guerra… Gente como Alfonso Cano: yo estuve en su unidad y fue mi jefe durante muchos años; era una relación muy de confianza, cercana, muy humanista. Su pérdida me dolió mucho. También la muerte de muchos compañeros y compañeras que estuvieron conmigo, bajo mi mando. Recuerdo a Laura González, que me marcó mucho. Pero también hubo cosas muy bonitas, como la colectividad; la manera colectiva como vivíamos y nos relacionábamos. Era no tener nada, pero saber que lo poco que teníamos lo compartíamos. Ahora estamos más dispersos, cada cual tiene su casita en los territorios y comunidades… Y hay más privacidad.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235747&titular=%93en-colombia-se-asesina-a-la-gente-por-pensar-distinto%94-

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“¿De verdad necesito una multinacional para tomar un café en mi barrio?”

Entrevista a Saskia Sassen, investigadora antiglobalización

Globalización, sistema financiero, migraciones, cambio climático, espacio urbano… Hablamos con la socióloga aprovechando su fugaz paso por Madrid.

Saskia Sassen es, quizá, la persona que mejor comprende el fenómeno de la globalización actualmente. Sin ir más lejos, dedicó nueve años “de monje, que no de monja” hasta parir Territorio, autoridad y derechos: de los ensamblajes medievales a los ensamblajes globales, que ella misma considera como una de sus obras más completas de la decena de libros que componen su influyente bibliografía.

Esta semana Sassen visita Madrid para inaugurar el XXV Congreso de la Asociación de Geógrafos Españoles. Comienza su ponencia con un perfecto castellano –acento argentino– y se permite unas notas de humor, a pesar de la fatiga que produce cruzar el Atlántico dos veces en menos de 48 horas. En cuestión de minutos, conecta ideas y datos de disciplinas como la física, la sociología, la economía y la geografía, y las ilustra con ejemplos mundanos que penetran tanto en las mentes especializadas –aisladas– en un campo específico, como en las principiantes. Ante el hechizo de sus palabras, los millenials del público se olvidan del smartphone; insólito ademán de gozo en los rostros de las personas con aire intelectual y pelo canoso que colman la sala. Sassen no deja a nadie indiferente.

Premio Príncipe de Asturias 2013 en Ciencias Sociales, Sassen habla de migraciones, desigualdad, cambio climático y empobrecimiento de las clases medias, modestas y trabajadoras. Procura conscientemente evitar términos como neoliberalismo porque cree que “son como invitaciones a no pensar”. Sassen creció en cinco idiomas, y en todos ellos ha escuchado y leído que la digitalización es la gran revolución de nuestra era, pero ella insiste en que ese punto de inflexión tuvo lugar hace 30 años. Para esta socióloga, la “máquina de vapor” de nuestros días podría ser la alta finanza. “Ni la máquina de vapor ni lo digital afectan a todo, mientras que la alta finanza genera un cambio fundacional en la sociedad y el sistema”. Prefiere hablar de tú a tú y desgrana su pensamiento con la mirada clavada en quien tiene delante, como si estuviera leyendo sobre los ojos de su interlocutor.

Primera pregunta, ¿eres optimista?

[Una joven interrumpe la entrevista. Ha reconocido a Sassen y quiere expresarle la admiración que le despierta su trabajo. “Pero si eres socióloga”, dice la chica. Le sorprende ver a Sassen en un congreso de geógrafos].

–Yo creo que sí, soy optimista, a pesar de que hablo de muchas cosas negativas. Mi disposición es a mirar a la cara a todas estas cosas negativas. Cuando estás combatiendo, tienes energía.

Sassen presta atención a mundos muy distintos. Es profesora de la Universidad de Columbia y la próxima conferencia en su agenda se celebrará en la prestigiosa Universidad de Stanford, pero asegura que lo que le importa es hablar “a los que sufren abusos, un abuso a menudo invisible”. En este momento desarrolla un proyecto sobre espacios urbanos en la periferia de París, uno de esos lugares que ella denomina “espacios indeterminados”, para que “quienes están en riesgo de alienación” sientan que forman parte de su espacio urbano. En privado, admite que no le gusta jugar a predecir el futuro: “Prefiero estar alerta de las trayectorias que van cambiando”. Su obsesión, reconoce, es comprender lo que está pasando justo ahora: “Lo que me gusta es descubrir, no replicar”. No forma parte de los “batallones de científicos sociales”.

Una de las tendencias que más le interesan como pensadora e investigadora es lo que define como “extractivismo financiero” y que comenzó con las grandes desregularizaciones de los años 80. “La alta finanza es un sector extractivo que vende lo que no tiene“, a diferencia de la banca tradicional, “y nosotros pagamos el precio”, dice. A ojos de la profesora, el sistema financiero logra colonizar espacios no financiarizados, periféricos, para seguir expandiendo sus fronteras y acumulando más riqueza y poder.

Mientras hablamos, invoca el caso de las grandes corporaciones financieras de Alemania y su rol en la crisis de la deuda soberana en varios países de Europa. También cita ejemplo de los productos derivados de las hipotecas subprime que los grandes grupos financieros de Estados Unidos concedieron a las familias con las rentas más bajas, unos instrumentos especulativos tóxicos, ahora prohibidos, que se vendieron y esparcieron a nivel global y que aceleraron la transmisión de la crisis por todo el mundo. El sistema financiero necesitaba activos tangibles, como las casas de esos ciudadanos de renta baja, para crear esos productos derivados y obtener plusvalías muy rentables. Más tarde la alta finanza expulsó a esas familias pobres que unos años antes había incorporado, lo que se materializó en más de 14 millones de hogares estadounidenses desahuciados. Al igual que sucedió en España, allí el Estado también destinó cifras récord para salvar a la banca.

¿Crees que veremos un cambio de dinámica en el mundo de las grandes finanzas que no implique una tragedia?

Creo que han encontrado un límite, aunque la cuestión es que siguen desarrollando instrumentos. Mira cuando inventaron los productos derivados. Hay una especie de exhaustion [usa el término en inglés para decir ‘agotamiento’] de opciones. Me interesan mucho las nuevas posibilidades que puedan surgir. Cuando Goldman Sachs empezó a comprar todo tipo de activos relacionados con el aluminio, generó una crisis en el mundo financiero. No usaron el metal, sino que especularon y generaron una escasez que incluso les llevó a los tribunales, pero ahí siempre ganan. Generan escasez para obtener una plusvalía. Es increíble.

El FMI vuelve a pedir más apoyo de los Estados a los planes de pensiones privados… ¿Qué rol juegan los gobiernos nacionales en todo esto?

¿Qué gobierna el gobierno? Los gobiernos nacionales han facilitado esto, cediendo ante lobbies, cambiando leyes… Recuerdo cuando, ante el estallido de la crisis, en EEUU el poder legislativo discutía si debía dar al sistema bancario la mitad del fondo de rescate, dotado con 700.000 millones de dólares. Al mismo tiempo la Reserva Federal [banco central de EEUU] decidió que sí. Bloomberg News pidió información y no la obtuvo hasta dos años y medio más tarde. Después llegó el quantitative easing [compra de bonos y tipos de interés cercanos a cero], en total 12 billones de dólares. Mientras, la opinión pública debatía por 300.000 millones de dólares [coste estimado del programa de salud pública Obamacare]. El nivel de corrupción de Ben Bernanke, por entonces jefe de la Reserva Federal, fue tan profundo que no se percibió como tal. Llegamos a creer que así es como han de hacerse las cosas. Han generado esa lógica hasta convencernos de cómo se resuelve esto. Ahora el FMI, institución pública, aunque lo olvidemos, defiende la privatización de las pensiones, y sabemos muy poco de este tema. Todos los presidentes que hemos tenido [en Estados Unidos], también Obama, han sido convencidos por el sistema financiero, que tiene gente muy inteligente, para que tomaran decisiones nefastas. Clinton fue uno de los peores, puso en marcha la desregularización, creando el escenario para la tormenta perfecta que llegó después.

En su afán por entender cómo se conectan distintas realidades, Sassen ha desarrollado un basto conocimiento sobre dinámicas migratorias, cambio climático, ‘tierra muerta’ y globalización. Habla de “un tercer sujeto migrante” que queda fuera de los tratados internacionales sobre refugiados o las leyes nacionales sobre migración: personas expulsadas del campo que terminan en grandes suburbios de la periferia y son “capturados en un desarrollo económico (…) que oscurece esta realidad de expulsión”, con la ayuda de indicadores económicos tan reduccionistas como el crecimiento del PIB. Sassen subraya que esas familias mantuvieron la tierra viva durante generaciones, pero las nuevas plantaciones son capaces de destruirla en solo 50 años. En breve comienza la Cumbre del Clima de Bonn (Alemania) y la socióloga no deja pasar la oportunidad para insistir en que, a su parecer, estos acuerdos son solo “un pasito chico, no son suficientes”. “Este sistema económico no tiene en cuenta el tema, pero está surgiendo conciencia”, dice en referencia al cambio climático.

Tras el fatalismo realista, una pincelada de optimismo: “Hay muchísima esclavitud en el mundo hoy en día, pero también hay gente que relocaliza elementos de la economía, como quienes empiezan a cultivar verduras en barrios modestos”. Ella interpreta estos brotes de cambio como un intento por recuperar algo que no es simplemente una franquicia, y esta vez cita como ejemplo Barcelona y su menguante tejido de antiguos negocios familiares que caen ante la llegada de grandes firmas internacionales, con lo que eso conlleva, desde la pérdida de conocimiento –”la familia que tenía una floristería sabía dónde obtener flores, cómo trabajarlas… Ahora son franquicias y ese savoir faire se queda en la sede de la multinacional”– hasta la salida de dinero que antes permanecía en el circuito local. “¿De verdad necesito a una multinacional para tomarme un café en mi barrio?”, se pregunta.

Sassen asegura que no siente miedo, sino indignación, ante el masivo flujo de datos personales en manos de grandes corporaciones y gobiernos. Opina que “tienen tantos datos que les cuesta manejarlos”, pero le molesta que compañías como Google, o sobre todo Facebook, ingresaran sus primeros 1.000 millones de dólares “sin asumir ningún tipo de riesgo, ¿y si potencian algo que es falso? Además, venden toda la información sobre nosotros a otras empresas también sin asumir ningún riesgo”.

La profesora termina matizando: “Hay gente brillante que no pudo trabajar en un diario y ahora puede escribir sus historias, pero al mismo tiempo hay un abuso total, estas corporaciones pueden cometer errores pero nunca son culpables, es lógica extractivista“. “Cuando todos los modelos que admiramos caen en eso, tenemos un problema serio”, sentencia Sassen.

Fuente: http://www.lamarea.com/2017/10/27/entrevista-saskia-sassen/

 

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Las trabajadoras agrícolas, domésticas y de sectores de bajos salarios enfrentan serios problemas al denunciar el acoso sexual

Por: Amy Goodman

La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores. Analizamos cómo el abuso sexual es también algo común en los sectores de bajos salarios, como la industria agrícola, los servicios de limpieza de hoteles, o el sector doméstico, donde los puestos de trabajo son ocupados de forma desproporcionada por mujeres de color y mujeres inmigrantes, quienes son extremadamente vulnerables a al acoso y la violencia sexual. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas de Estados Unidos.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh.

NERMEEN SHAIKH: El 6 de diciembre, la revista Time anunció que la “Persona del año 2017” son un grupo de mujeres que se pronunciaron en contra del acoso y abuso sexual, dando inicio a un movimiento internacional. El grupo ha sido catalogado como “las mujeres que rompieron el silencio”, e incluye a actrices de Hollywood, periodistas, trabajadoras agrícolas y limpiadoras de hotel. El anuncio de la revista Time se produjo después de que el presidente Trump afirmara que él mismo estaba entre los seleccionados para ser la “Persona del año” de la revista Time. El presidente Trump has sido acusado de acoso sexual por al menos 16 mujeres.

AMY GOODMAN: La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas de Estados Unidos. Mily es una ex trabajadora agrícola y organizadora sindical de la Unión de Campesinos-United Farm Workers. En el artículo de la revista Time sobre el acoso sexual se cuenta la historia de Isabel Pascual, aunque ese no es su nombre real, es un pseudónimo que la mujer uso por miedo a represalias. Isabel Pascual buscó ayuda en la organización en la que trabaja Mily. ¿Nos puede hablar de la historia de Isabel?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Sí. La historia de Isabel Pascual, como sabemos es un nombre anónimo, trata de una trabajadora del campo que no es la primera vez que le pasa pero esta fue su experiencia más fuerte. Durante el trabajo, uno de los trabajadores empezó a acosarla pero al rechazar sus propuestas y cumplidos, él empezó a decir que ella estaba saliendo con él, que era su novia. Ella, habiéndose separado de su esposo recientemente, eso le estaba creando más problemas y a la vez esta persona seguía acosándola en el trabajo. Ella se quejó y la compañía solamente la movió a otra parte, a otra cuadrilla, dentro de la misma compañía, pero permitió que el abusador trabajara en la cuadrilla donde ella estaba. Ella seguía con miedo porque él la amenazó diciendo que si ella decía algo acerca de los abusos, él iba a hacerle daño a sus hijos, y ella viviendo sola y teniendo hijos, eso aumentó su miedo. Hasta que no habló con nosotras y le dijimos: “Mira, tú tienes el derecho de quejarte y exigir a la compañía que te den seguridad”. Y cuando se quejó solamente la volvieron a mover a otra cuadrilla, y aunque no ha visto al abusador, él empezó a acosarla fuera del trabajo, entonces lo que hicimos nosotras fue decirle a Isabel que ella tenía derecho a hacer una queja en la corte. Ella tiene miedo ya que su familia viene de una comunidad indígena de México, y la comunidad en dónde viven ahora es muy chica, y se le está creando un sentimiento de vergüenza, echándole la culpa a ella y diciéndole que no haga nada. Nosotras la estamos apoyando para ayudar a explicarles a los familiares y a la gente cercana que ella no está causando el problema, sino que es la otra persona la que lo está causando. Y ahora sus amigos están empezando a apoyarla, pero fue muy difícil para ella. Ella está contenta que no fue violada, aunque casi llega a ese punto, así que la hemos ayudado a que no tenga este problema por el momento. Este es uno dentro de los muchos casos que podemos contar en donde las mujeres han tenido experiencias aún peores, donde han sido ultrajadas, violentadas y cuando vienen a nosotros ya ha pasado algún tiempo, pero hemos tratado de exigirle a las agencias del Gobierno que pongan más atención, que les den más apoyo, que estén mejor preparadas para que la gente de nuestra comunidad pueda ayudar a estas mujeres a que tengan la confianza necesaria para presentar una queja con la seguridad de que se les va a apoyar, de que se va a hacer algo, de que se va a presionar a la compañía para que les brinden seguridad a sus trabajadores.

NERMEEN SHAIKH: Mily, ¿cuáles son los cambios que deben ocurrir en la comunidad de campesinas, y en las comunidades en general, para facilitar que mujeres como Isabel Pascual, u otras víctimas de incidentes de violencia sexual aún peores, puedan hacer sus denuncias?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Hemos batallado mucho para asegurarnos de que las mujeres se sientan en confianza en nuestras comunidades para poder hablar sobre la situación del acoso. El acoso está conectado con la sexualidad y con hablar acerca de sexo, son tabúes que existen en nuestra comunidad, y hay muchos mitos de que la mujer es la culpable de este problema y que exageramos estas situaciones, se cree que los hombres nos hacen un favor al fijarse en las mujeres. Lo que estamos tratando de hacer es crear teatros y proyectos que ayuden, como el proyecto Bandana, que fue creado hace varios años por Mónica Ramírez, quien es ahora la presidenta de Alianza, en donde desde hace casi diez años empezamos este proyecto en el cual le pedimos a la gente de nuestra comunidad que diseñen las bandanas blancas con ejemplos o mensajes que hablen acerca del problema del acoso sexual. ¿Qué derechos tienen las mujeres? y lo que hemos logrado es que las mismas mujeres empiecen a sanar y a hablar, ya sea por medio del teatro, donde ellas mismas son las que están ayudando a platicar de lo que ven en el teatro es algo que es malo, que ellas necesitan más apoyo, y de qué manera pueden tener opciones, o saber dónde están los programas, quién las puede apoyar. Y eso está abriendo el diálogo que buscábamos. También necesitamos asegurar que las políticas y las regulaciones que se están tratando de crear sean también monitoreadas por las agencias que están encargadas, porque a veces tener muchas regulaciones no es suficiente sin investigaciones y monitoreos. Además es importante tener agencias que estén bien preparadas para dar el servicio apropiado, dentro del contexto de cómo se vive en estas comunidades y tomando en cuenta la cultura de nuestra gente.

AMY GOODMAN: Mily Treviño-Sauceda, su organización, la Alianza Nacional de Campesinas, le escribió una carta a las mujeres de Hollywood que rompieron el silencio y denunciaron el acoso sexual y el abuso en esa industria. ¿Nos puede contar qué decía esa carta?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Nosotras quisimos enviar una carta a las actrices, actores y modelos que sabíamos que también estaban pasando por lo mismo en su industria, porque nos dimos cuenta que también a ellas les pasaba y no nos sorprendió, porque nos pasa a nosotras aunque estamos muy aisladas y lejos, y nos dimos cuenta que esto se ha dado porque hemos creado ese privilegio para ciertas personas, en la mayoría de los casos hombres, que permite que crean que pueden tratar a una mujer como quieran, de una manera que ellos creen correcta, pero que en realidad supone un abuso. Ellos piensan que la mujer es un objeto. Lo que nosotras sabemos que se necesita hacer es apoyar a las mujeres para que puedan hablar y contar lo que les está pasando, y que sepan que hay organizaciones como la nuestra. Existen 15 organizaciones dentro de Alianza Nacional de Campesinas que nos hemos unido, siendo Líderes Campesinas la pionera de esta organización nacional por 25 años, durante los que hemos tratado de darle visibilidad a este problema, y hemos creado capacitaciones para nuestras miembros. Y cuando hemos organizado a mujeres en 11 regiones alrededor de California, nos dimos cuenta que las mujeres están mejor preparadas teniendo la información de dónde pueden encontrar recursos, sabiendo cuáles son las regulaciones, cuáles son las agencias que deben de estar monitoreando, representando y demandando para darles seguridad y un mejor espacio para la mujer en el trabajo. Estamos tratando de compartir toda esta ayuda e información alrededor de nuestras organizaciones para que todas sepamos que esto sí está funcionando. Además, lo que necesitamos es asegurar que haya fondos que nos permitan capacitar a más mujeres, apoyar a más mujeres y hacerles saber que estamos aquí, no estás sola, tienes opciones, hay agencias y regulaciones, tienes derecho y el asalto sexual es un crimen, no está bien que te acosen, el ser indocumentada no quiere decir que no tienes derechos, al contrario, el ser humano tienes el derechos elementales.

NERMEEN SHAIKH: Mily, usted es la cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas. ¿Nos puede contar su propia historia y qué la llevó a formar su organización?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Mi historia tiene mucho que ver con que yo vengo de una familia migrante, campesina, de 10 hijos e hijas, algunos nacimos en el estado de Washington, otros en el estado de Idaho y otros en México. Después nos mudamos al estado de California hace casi más de 40 años. La situación de nosotras, las mujeres campesinas, en una industria donde la trabajadora no tiene visibilidad, se ha creado porque estamos muy lejos de todo. Nuestros trabajos están a kilómetros de los pueblos y las ciudades con recursos. Entonces no conocemos todo esto. La creación de la Alianza Nacional comenzó con la creación de una organización pequeña en California que se transformó en una organización estatal, en donde nosotras las mujeres empezamos a crear cuestionarios preguntándonos unas a otras: ¿cuál es nuestra situación en nuestro entorno laboral?. Y lo que conocimos a través de esas encuestas en que la violencia contra la mujer era un problema muy grave. Un problema en el cual nosotras necesitábamos involucrarnos, sin esperar que alguien más viniera a salvarnos, nosotras teníamos que organizarnos. Eso sirvió para que nosotras, a través de los años, empezáramos a buscar programas de apoyo a las mujeres. Esta fue una tarea muy larga, porque al principio no creían que mujeres campesinas, muchas de nosotras sin educación, fuéramos inteligentes sin haber ido a la escuela. Eso no nos detuvo, organizamos a más mujeres, hablamos, y en grupos creamos estrategias para poder ir a hablar con las agencias y las personas con las que necesitamos hablar, como los congresistas, para poder convencerlos de que las regulaciones que existen son muy pobres, que necesitamos más apoyo. Y las agencias que existen necesitan hacer mejor su trabajo. A través de los años empezamos a conocer a más mujeres, cuando íbamos a conferencias alrededor de Estados Unidos, y nos dimos cuenta que había muchas mujeres que estaban interesadas en hacer lo mismo que estábamos haciendo en California y que ya estaban haciendo algo de trabajo en sus comunidades para combatir los problemas que enfrentamos como mujeres y hablar más sobre lo que es la violencia contra la mujer, que es un tema del que casi no se hablaba, y nosotras hemos podido ayudar, organizando esta alianza, para darles a las mujeres, no solamente más visibilidad, sino capacidad de exigir mejores regulaciones a nivel nacional, mejor abogacía, para poder parar estas situaciones y promover que hayan mejores normas, que apoyen a nuestra gente, y que nosotras seamos más visibles. Si somos más visibles se nos mira más como seres humanos.

AMY GOODMAN: Mily, quiero darle las gracias por haber estado con nosotros. Mily Treviño-Sauceda es cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas, ex trabajadora agrícola y miembro del sindicato Unión de Campesinos, y se ha comunicado con nosotras desde Palm Springs, en California. Una de las mujeres que aparece en la portada de la edición de la revista Time sobre la “Persona del año” titulada “Las mujeres que rompieron el silencio” es una mujer a quien la revista llama Isabel Pascual, una recolectora de fresas e inmigrante mexicana que buscó ayuda en la organización de Mily. Mily Treviño-Sauceda acaba de ganar un premio a la creatividad de las mujeres y la vida rural otorgado por la Women’s World Summit Foundation por su enfoque creativo para ayudar a las mujeres campesinas a comprender y enfrentar sus desafíos diarios. Esto es Democracy Now!, soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Para ver nuestra conversación en inglés sobre el acoso y violencia sexual con Mily y otras invitadas, visite nuestro sitio web, democracynow.org.

Fuente: https://www.democracynow.org/es/2017/12/21/las_trabajadoras_agricolas_domesticas_y_de

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